The paths of life [Privado]

por **Thaddeus Bridges** Mar Feb 19, 2013 5:12 pm

El joven Bridges, acuno a su hijo entre sus brazos, se la quedo mirando con una sonrisa en su rostro, adoraba demasiado a su retoño, lo amaba, todo el amor era para él, y para nadie más; esa la luz de sus ojos, era su razón de vivir, por él, y nada más por él, no se dejaba matar por nada del mundo, porque si él muere su hijo quedara desamparado y no quiere que tan pequeño se vaya al orfanato, quiere darle el amor que su difunto padre no pudo darle al joven Thaddeus, su hijo no iba a sufrir lo que sufrió, no quiere que le tocara –Sí el llega a fallecer- Unos padres egoístas-Por esa razón mi pequeño niño, no moriré. Haré todo lo posible para salir adelante, sé que es una profesión muy arriesgadas, una profesión complicada, pero tú me das el amor, tu me das las fuerzas para seguir adelante y no fallar, por eso entreno como un burro, para ser fuerte, para no dejarme ganas-El hombre le hablaba a su hijo, mirando que los ojos azules del pequeño estaban clavados en los ojos de hombre-Mi hijo, lo que me dejo tu señora madre, un regalo, un pedazo de nosotros-Paso saliva al recordarla, todavía le dolía la muerte de la madre del pequeño, pero necesitaba ser fuerte para estar con su hijo-¿sabes?, ame mucho a tu madre, y la sigo amando, pero se que ella nos esta cuidando en un lugar que ella esta bien, cada día te platicaré más de ella…-Le da un beso en su frente-Es hora de dormir, de que duermas pequeño-Lo puso sobre la cuna de madre que el mismo hizo, con sus manos, lo arropó bien para que no tuviera frio, se podría enfermar y es lo que menos quiere Thaddeus; al ver que los ojos de su niño se cerraban poco a poco, él, con paso lento se alejo de la cuna para finalizar, saliéndose de los aposentos del pequeño.

El hombre caminaba tranquilamente por los pasillos de su casa, era una construcción muy antigua, pero la casa resistía muy bien; los antepasados de la familia Bridges, la construyeron para que su familia, tradición por tradición habitaran en este terreno; por esa razón, cuando el joven Thaddeus se fue, no la vendió, era su único patrimonio que tiene –Claro el dinero también- Pero esta casa era parte de un linaje familiar ni por nada del mundo podría venderla, ni aunque le ofreciera la millonaria, no la iba a vender, esta casa será para su hijo, sus nietos, bisnietos, en fin para la familia Bridges.-Señor, el carruaje que lo llevara al centro de su ciudad esta listo y esperando sus ordenes-Una sirvienta de la casa, habló, haciendo que el hombre saliera de sus pensamientos, poniendo toda su atención en la mujer que le dijo esas palabras.-Gracias Ximena, gracias por avisarme, dile al cochero que en cinco o diez minutos salgo, debo de recoger unas cosas en mi despacho y luego salgo-Sin ser grosero del todo, se refirió a la joven sirvienta que llevaba solo dos semanas trabajando para él; el joven observo que simplemente, sin palabra, asintió con su cabeza, dándose la vuelta y retirándose, para avisarle al cochero de la información que su patrón le dijo. Así, él se dirigió a su despacho por lo que necesitaba.

por **Nayla** Mar Feb 19, 2013 7:53 pm

Tenía días sin comer, iba y venía sin poder encontrar un lugar donde quedarse, siempre terminaba en alguna plazoleta pero nada que pudiera cubrirla de las intemperies de la naturaleza, su ropa se veía mucho más sucia que de costumbre y su cabello estaba un poco enmarañado, con esa facha seguro que menos encontraría trabajo, nadie querría a alguien como ella en su casa, pero al menos podrían darle algo de comer, no lo sabía, esperaba que sí.

Llevaba las manos en el vientre, se le revolvía cada tanto mientras escuchaba los ruidos internos que hacía su cuerpo a causa del malestar -Alguien me dará comida...- murmuró mientras seguía sus pasos y trataba de erguirse aunque le costaba un poco de trabajo aquello pero no quería verse peor de lo que ya podía lucir, quería recuperar o mantener algo de la firmeza que tanto le caracterizaba, si la veían débil tampoco sería buena señal para alguien que necesita gente activa trabajando a sus servicios, tendría que buscar la forma de reponer fuerza y a la brevedad posible o... Más valía no pensar en ese "o", era mejor para su propia salud mental, Nayla suspiró largamente, aunque lo evadiera lo sabía y no podía negar que le daba miedo.

París no parecía la mejor ciudad que ella pudiera haber pisado, no lo era y nunca lo sería, capaz que ahí mismo moría, pero ¿A quién le importaba eso? Realmente no había nadie que pudiera llegar a reclamar el cuerpo de la mujer, no era algo que fuera a ocurrir, desde que se había quedado sola en el mundo no había quien pidiera algo por ella o para ella. La noche estaba cayendo alrededor y sólo hacía que sus brazos se erizaran a causa del viento frío que empezaba a soplar a esas horas. Se detuvo apenas unos segundos y miró de un lado y de otro, no sabía donde estaba, había muchas casas similares pero ninguna en donde ella pudiera tocar la puerta.

A fuera de una de esas se encontraba un carruaje y se acercó discretamente mientras observaba al hombre -Vete de aquí- gritó echándola como si de un perro se tratara y Nayla sólo pudo dar un par de pasos hacia otro lado parar terminar en la puerta de la casa, se sentó en ese sitio y esperó un poco -Vete de aquí, no tienes nada que hacer, saldrá el señor de la casa y no quiero que te vea, es mi trabajo cuidar- se bajó del carruaje y jaló del brazo a la débil mujer -Por favor, estoy cansada...- murmuró intentando levantarse rápidamente antes de caer al piso.

por **Thaddeus Bridges** Jue Feb 21, 2013 6:53 pm

Cuando entro a su despacho, cerro la puerta tras su espalda, se apoyo por un momento, suspiró, sí, se encontraba cansando, se encontraba agostado, el trabajo, el niño, la cacería que era por la noche lo agotaban mucho, deseaba tener un momento para él sólo, pero cada vez que quería, alguien, o cosas se lo impedía, y como él, es un hombre que quiere cumplir al pie de la letras se olvida de su descanso, se olvida de su propio ser y se encarga de lo que tiene pendiente. -Algún día yo mismo me desbaratare por todas las cosas que hago, pero sólo tengo en mente una cosa, mi hijo y su felicidad-De sus labios salieron un suspiro, cerro los ojos fuerte, tan fuerte que por un momento pensó que le dolería, recargo la cabeza en la puerta y se dejo llevar por el cansancio por un momento. Estaba tan cansado que casi cae al suelo, pero al momento abrió los ojos y se incorporo, suspiro y retomo el camino hacia su escritorio, necesitaba revisar unos papeles antes de irse, hace cinco horas le habían mandando una carta, pidiéndole su ayuda, él, aparte de ser un cazador, era maestro de entrenamiento, ósea, ayudaba a las personas –Cazadoras- que fueran más fuertes, así él, también aprendía con ellos, le gustaba enseñar, le gustaba encontrar maneras para pelear, le gustaba mucho ser un mentor, específicamente era eso, un mentor para sus alumnos. Al llegar a su asiento, hizo hacia atrás la silla de madera y antes de que se sentara hizo la silla hacia enfrente para estar más pegado a su escritorio y empezó el trabajo, lo que tenia que ser Thaddeus era revisar unas solicitudes de trabajo, iba a seleccionarlas, para cuando viniera de su entrenamiento las viera e iría, así no tiene la preocupación de venir, verlas, verlas, seleccionarla, nada más vendría agarraría unas dos o tres e iría a trabajar para realizar las “misiones” que le dejaban, aunque eran mas peticiones que misiones.

Le tomo casi dos horas en elegir cinco trabajos que iba a realizar hoy, porque cada vez que leí uno se le hacia más interesante, y elegía uno, otro y así hasta que se frustraba el mismo por no poder elegir, todos le encantaba pero solo cinco iba hacer hoy y eligió los más importantes que él requería atención. -Con esto podré hoy, o eso espero-Se levanto de su asintió, poniendo los papeles en su escritorio, y se encamino hacia la puerta de su despacho, pero antes de salir se miro en el espejo, su cita era con una mujer sumamente importante, que de seguro le iba a pedir algo grande, algo gordo; no sabía que pero si le dan dinero, haría todo, hasta ir al mismo infierno. -Espero que me paguen bien-Susurró, y por fin salió de su despacho hacia el carruaje que llevaba como cuatro o cinco horas esperándolo. Mientras él caminaba se doblaba las manos hasta el codo, al salir miro el chofer jalar a una mujer, Thaddeus frunció ligeramente el ceño y metió velocidad a sus pasos, tomándolo de la muñeca y separándolo -Discúlpate con ella-Le dijo, mirando de reojo a la mujer, parecía una niña pero tenia un porte de mujer, más mujer, el chofer le pidió disculpa a la dama, y el cazador la soltó -Espero que no te haya lastimado, pero que hace una mujer sola en la calle, le puede pasar cosas, mas-Le miro, la observo detalladamente, su ropa, vieja, era una mujer pobre, suspiro -¿Tienes hambre?-Preguntó, sonriéndole un poco.

por **Nayla** Jue Feb 21, 2013 8:49 pm

-Por favor, por favor, no haré nada, de verdad se lo prometo, no quiero nada, ni siquiera pediré limosna sólo quiero estar sentada cinco minutos y después me voy, se lo suplico- decía Nayla con desespero mientras intentaba que lo la levantaran de aquél sitio, estaba bien que podría llegar a ensuciarlo pero no haría nada malo, querer un descanso no era pecado, además lo necesitaba, sus fuerzas eran tan pocas que sólo podía intentar ganar poniendo su peso en contra del hombre, aunque seguramente que ahora no pesaba demasiado, con tantos días sin probar bocado, había perdido un par de kilos, eso era seguro.

No podía ver la cara del hombre, pero este le gruñía mientras lastimaba su brazo poniéndole más fuerza-¡Que te vayas, joder! ¡Aquí no hay lugar para muertas de hambre!- sí, él tenía razón, la castaña era eso pero no por elección, si no porque existían personas como él que no dejaban que ella tuviera ni siquiera un pan para llevarse a la boca, porque pensaban que con dinero sacarían todo, quería llorar pero no podía.

Cuando escuchó otro grito se asustó y miró al hombre que acababa de llegar mientras el chofer le pedía disculpas -No se preocupe señor- murmuró bajando la mirada al sentir la de aquél, pues sentía todo el odio que iba dirigido para ella, respiró profundo y levantó la cabeza observando al que le había salvado, de algún modo -Sólo... Sólo quería descansar, tengo mucho tiempo caminando y... Lamento haberme quedado aquí, no era mi intención, señor...- murmuró mientras contenía las lágrimas en sus ojos y parpadeaba varias veces quitando el líquido salado que en ellos se acumulaba.

-Sí, un poco, pero no se preocupe, ya me iba, sólo quería reposar un poco...- al escuchar la pregunta del hombre sus manos instintivamente se fueron hacia su estómago y le sonrió de forma dulce, le había cuestionado y seguro sería como todos, al final le diría que consiguiera trabajo o que buscara en otro lado, pero ni así, Nayla sería grosera, simplemente se iría -Lamento de nuevo haberle interrumpido, señor- juntó sus manos a la altura de su pecho e hizo una reverencia a manera de disculpa.

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