Family or not?/Privado/

por **Bleuenn Charisteas** Jue Mar 14, 2013 10:37 pm

Recorrer las callles de Paris se le había tan repetitivo, tan monótono que la chica sentía la urgencia de visistar sitios nuevos, lugares en los que pudiera encontrar distracción sin tener que estar cuidando tanto de las apariencias. Tema que en la actualidad ya la tenía fastidiada, pues con la intención de una "reconciliación" con su padre había asistido a un sinfín de eventos en los que todos debían comportarse muy correctamente, cuidar cada uno de sus movimientos, cada gesto y cada palabra; y dónde cualquier error le convertía a una en un blanco constante de comentarios bastante odiosos y que se veía obligada a soportar, hasta que otro desafortunado mortal se equivocara. Tanta perfección la hastiaba, pero todo lo soportaba porque en esta ciudad estaba sola. Nada de familia cerca a la que podía visitar. Su "mal" comportamiento había sido castigado con el exilio y tras todo este tiempo empezaba a resentirlo.

Tomó la capa que usaba cuando quería salir de casa sin ser notada, y se escabulló por la puerta trasera. Con un poco de suerte no notarían su ausencia en un par de horas más. Caminó sin rumbo por las calles y se sentó a beber un café, y es allí donde escuchó los comentarios sobre el circo que estaba en la ciudad. No tuvo antes la oportunidad de visitar ese sitio tan comentado en el pasado, y ahora le parecía la ocasión perfecta para ello. Preguntó a la dueña del local, por las señas de dicho circo; esta con una mirada extrañada y un tanto renuente le dió las indicaciones que necesitaba. La joven pagó la cuenta y anduvo por el camino que le fué indicado. Después de recorrer algunas calles más, dió con su destino. Sonrió para si misma y pagó el importe de la entrada, sintiéndose cada vez más animada, e incluso nerviosa pues no sabía que esperar de un espectáculo como ese. Se ubicó en una banqueta casi al final, pero del que se podía ver con total claridad la pista en que asumía se presentarían los artistas; absorviendo toda aquella nueva experiencia, pero claro, siempre mantiendo la mirada apartada de los demás asistentes. Dios no quisiera que alguien le reconociera.

Aparentemente la suerte estaba de su lado ya que al poco tiempo de que tomara su lugar, las luces se hicieron tenues a excepción del escenario. Respiró con mayor tranquilidad pues así iba a pasar desapercirbida sin problema. El presentador anunció a los artistas, un par de jóvenes que parecían haber pedido las articulaciones ya que el movimiento y elasticidad del que hacían gala, eran imposibles para una persona normal. La rubia contemplaba el espectáculo cada vez más con mayor entusiasmo, hasta que notó que otra persona más escogía un lugar vacio junto a ella para sentarse. Le miró de reojo, bajo la poca luz le pareció encontrar un perfil familiar. Tragó con dificultad mientras el nerviosismo empezaba a envolverla nuevamente.

por **Lorenz Kane** Dom Mar 17, 2013 8:10 pm

Se había propuesto despejarse un poco, dejarse llevar por lugares donde la inquisición no transitara o donde al menos personajes como él, un apartado de la sociedad real, no se viera tan raro, porque Lorenz no tenia empleo (al menos no uno formal), no tenia casa o domicilio aparente, no se sabia muy bien de donde provenía y encima no tenia una dicción propia del país en donde se estaba manejando, el francés.

Eran cosas que la inquisición notaba, mas aun teniendo a los condenados de su lado, seres que fácilmente conocían los oficios de los brujos como este. Pero sintió la necesidad de dejar de pensar un poco en la inquisición y tomarse por fin un descanso mental. Se había pasado la mañana preparando unas cuantas pociones que por encargo de ciertas tiendas y personas que conocía gracias a su amiga Galia, gracias a esto podía vivir tranquilo económicamente, aunque no siempre se daba los lujos que quería.

Para despejarse había optado por el circo, los colores le recordaban a la tierra donde creció, donde se formo como hombre, el lugar que le dio todo lo que tenia; quizá eran los colores, la carpa a rayas, el espectáculo y el entusiasmado anfitrión pero algo se le hacia familiar en el lugar. La tienda era enorme, pasó entre las lonas de la entrada y lo recibió la visión solo del escenario bastante iluminado y a la redonda podía observarse la congregación del publico en varias sillas y gradas dispuestas en forma circular alrededor del salón de juegos conocido como escenario. Fuera de la carpa el movimiento de empleados del circo era interminable, era un ir y venir de objetos y actores.

Apenas podía ver el lugar, así que optó por sentarse próximo a la entrada, en una de las sillas alejado del centro, a poca distancia había una mujer. Era raro que él se concentrara en estas cosas, pero un presentimiento cruzó su mente. Este presentimiento atrajo la atención del fantasma que había estado consultándolo hoy por la mañana, en un intento de alcanzar la luz. Lorenz solía hablar con los fantasmas, los muertos o sus almas en pena porque era nigromante, cosa que veía como una virtud en ocasiones o su peor pesadilla.

-El árbol a tu lado, posee las mismas raíces que las tuyas brujo, creo que empieza a notarlo, que casualidad, que casualidad ...-

dijo el fantasma a Lorenz, mientras este lo miraba disimuladamente con cara de no comprender bien que decía, mientras en su cabeza buscaba dilucidar las extrañas cosas que este decía. Notó a la dama observarlo y con delicadeza, ya apostado en su asiento, la saludó con una leve inclinación de la cabeza.

por **Bleuenn Charisteas** Jue Mar 21, 2013 8:29 pm

A pesar de que la luz era tan suave que difícilmente podía reconocer a alguien, la simple idea de ser descubierta por alguien que podía echar abajo todo esfuerzo realizado por mantener la imagen que su padre exigía, le hacía sentirse enferma y arrepentirse por haberse escabullido de casa sin llevar con ella a su "nana" para que la acompañara como se estilaba en las jóvenes de su clase social, solo que a ella ese tipo de convencionalismos no le gustaban.

De vuelta en su pais no estaría obligada a llevar con ella a otra persona a todo evento o paseo que deseaba. Claro, que de vuelta a EEUU su padre la casaria con el primero que se le cruzara en frente así "evitaría" que ellla continuara con su vida "alborotada" como él la llamaba.

Miró una vez más al sujeto que ocupaba la misma banca que ella, inquieta, rogando en su interior que no fuera conocido. Y en ese preciso momento él inclinó la cabeza en su dirección. Mierda! Tragó en seco y palideció inmediatamente, por fortuna supo mantener la expresión serena y devolvió el saludo de la misma manera, apartando la mirada a continuación. Bien, tenía que considerar dos opciones. Una de ellas era que el extraño solo la saludaba por cortesía al notar sus miradas, y la otra -la que le menos le gustaba- era que él la conocía y que la había reconocido.

De ser la segunda opción, tendría que ir pensando en la manera de evadirle a como de lugar y así evitar los cotilleos malintencionados. Reflexionaba en todo esto mientras su mirada estaba fija en la escena que se desarrollaba frente a ella, sin prestar atención a esta realmente. El atisbo de esperanza que tenía aún le hizo desviar la mirada hacia el hombre nuevamente. Esta vez el destello de luz proveniente del escenario enfocó su rostro por unos pocos segundos, y ella pudo observarle mejor.

Suspiró aliviada. No era alguien que concurria a los eventos que la hostigaban, así que se permitió relajar esa posición rígida que adoptó desde que él se sentó, y volvió a mirar el esenario. Burlándose de si misma, mentalmente, por dejar que sus miedos le hicieran pasar un instante no grato. Volvió a centrarse en el espectáculo, y pronto una idea un tanto absurda asomó a su mente. Era cierto que no conocía al individuo, pero ¿por qué se le antojaba su rostro tan familiar? Era extraño.

Frunció el ceño ante ese pensamiento, obligándose a continuación a apartarlo de su mente. La idea de escapar hoy era divertirse, y no torturarse con la presencia o ausencia de alguien. Respiró profundamente, esforzándose en olvidar al sujeto que desde que ingresó le había alterado sin motivo aparente.

por **Lorenz Kane** Vie Abr 05, 2013 9:33 pm

Todo parecía indicar que ese alma en pena no lo dejaría de molestar, no parecía tener problemas en aguardar mas tiempo y perderla molestándolo a él que solo tenia intenciones de observar un espectáculo mas y disfrutar de ese momento.

Las acrobacias se daban lugar en el escenario, un espectáculo de luces, de fuego, de acrobacias y todo tipo de habilidades y en eso ...

-Lorenz.... Lorenz!- el fantasma tocaba con su dedo invisible el hombro del brujo, lo hizo varias veces hasta que este con cara de pocos amigos teniendo en cuenta que el fantasma lo estaba hostigando, se dio vuelta de repente y lo fulminó con la mirada y le susurró

-Ya déjame en paz, entendiste?- su molestia se mostraba en su mandíbula endurecida mientras pronunciaba estas pocas palabras. Pero este continuó..

-Pero, debes escucharme lo que te digo es cierto! Préstame atención quieres?!- el fantasma tenia la vista clavada en la dama y esporadicamente solía acercarse a observarla casi al ras de su cara solo para tomar mas nota de sus rasgos, algo totalmente innecesario según el punto de vista de Lorenz que tomaba a la aparición como un alma demasiado obsesiva.

Manteniendo la vista al frente después de echarle un vistazo mas a la dama, Lorenz agregó en un susurró al fantasma -Ya cálmate quieres, y deja de molestarla también o se levantará y me denunciara con algún oficial y no quiero problemas aquí en Francia, entendiste?-
Los ojos de brujo no dejaron de observar el espectáculo aunque en realidad estaban mirando sin ver, solo se limitaba a darle un sentido a todo esto, porque nunca había tenido una situación similar en el tiempo que llevaba vivo.

Pensaba "Esos ojos... algo me dice que bajo esas orbes algo extraño se teje... que será? No sea cosa que este alma errante no este equivocada, pero que habrá querido decir con eso de las raíces? Arboles? " mientras pensaba optó por tomar la iniciativa como mínimo de saber quien era ella, conocerla un poco mejor y ver porque el fantasma estaba atormentándolo de tal forma. Todo tiene un porque en la vida, eso era seguro, no perdería nada acercándose un poco a ella y haciéndole unas breves preguntas al paso. No había nada que perder...

El escenario estaba lleno de luz, en eso Lorenz toma uno de los folletos a su lado y se pone a leerlo sin prestarle mucha atención, solo para buscar un punto de similitud para encarar una conversación con el sexo opuesto que ya de por si se le hacia difícil. Con el folleto aun en la mano, observó a la dama a su lado buscando su mirada y cuando la encontró no la dejó ir hasta preguntar

-Disculpe, sabe cual es la duración del espectáculo Madamme?-

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