AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
2 participantes
Página 1 de 2.
Página 1 de 2. • 1, 2
El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Un restaurante siempre ha de darte opciones para saciar tu apetito, aunque a veces tu haz de saciar tus exigencias.
El vampiro no entró al restaurante como el príncipe que era, aunque su fama comenzaba a extenderse por París y no pudo evitar ser reconocido. La localidad era elegante, digna para él pero comenzaba a odiar tanta atención, sus intervenciones en Francia habían llamado mucho la atención por lo que ya pensaba seriamente en dejar el país y regresar a los Países Bajos. Mas la noche no era para pensar en un futuro más allá de la cena.
Su telepatía comenzó a invadir mentes para detectar a la mujer más atractiva, y no precisamente al físico, sino a lo intelectual, a las mujeres casadas o comprometidas que asistían sin su hombre, o las que renegaran del calor del sexo provocado por un hombre. Esas eran las mujeres que Violante buscaba.
A diferencia de otras noches, o eventos recurrentes, el lugar se encontraba en un equilibrio entre ambos sexos. Por lo que a Violante le parecería un poco más difícil encontrar lo que para otros vampiros llamarían presa y que él sólo consideraba fuentes de alimento y quizás, si ellas lo valían esclavas de sangre o hasta amantes. Por eso estaba Violante ahí, para alimentarse lo que era irónico y divertía al príncipe.
—Bonjour moniseur, ¿le puedo ofrecer algo?— dijo el mesero que lo había detectado desde la entrada y que desconocía de quién se trataba, –podría ser un buen cliente– había pensado antes de acercarse al vampiro que recién se había sentado. El vampiro a penas le dirigió la mirada, era un simple mortal de clase media con una suerte de trabajar en dicha localidad. —Traiga el mejor vino que tenga... Pero escucha con atención. El mejor, sabré si no es lo mejor que tienen en su cava— respondió con voz imperativa, sin mirarle pero mostrando su característica soberbia a esos ojos que no estaban dispuestos a ver al mortal y su vulgaridad. –Vaya es un Lord engreído– pensó el mesero y se fue, Violante sonrió.
Por supuesto, no bebería del vino sólo era para aparentar en el tiempo en que encontraba a quien sería su juguete. El mesero volvió hacer presencia. —Monsieur— bajó la copa y con un gesto ofreció servirle, Violante alzó la mano para ordenarle que no lo hiciera. —Abra la botella y la deja frente a la copa, ya te llamaré cuando desee beber— Violante mantenía ese tono imperativo, pero esta vez le inyectó soberbia, quería escuchar de nuevo una queja por parte del mortal y que para el vampiro, bien le caía como un cumplido.
—Como ordene Moniseur— dijo con cortesía, estaré pendiente a su llamado— continuó con una afirmación de cabeza. —Puedes retirarte— reprendió el vampiro fingiendo irritación por la presencia del mortal que comenzaba a divertirle. El mesero hizo una reverencia y cabizbajo se fue retirando. –Maldito engreído– rebatió en su mente. Al escuchar el pensamiento del mortal, el príncipe sonrió con malicia, aquellas palabras eran como un bálsamo para su ego, quiso reír pero se contuvo. –¿Por qué está sonriendo el patán?–se preguntó el mesero que a lo lejos no dejaba de verlo. Fue entonces que Violante le dedicó una mirada fulminante, el mortal palideció, tragó saliva y se perdió entre la gente congregada. Al príncipe dejó de darle importancia y comenzó a mirar a todos lados, a las damas como a las señoritas.
Última edición por Violante Vilhjálmur el Sáb Abr 06, 2013 2:07 am, editado 1 vez
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Esa noche solamente me encontraba siendo acompañada por mi doncella, había salido a dar un paseo tal eran mis ganas de huir de casa que sin darme cuenta la noche comenzó a caer, pero aun no deseaba volver, no deseaba regresar junto a aquellos que prácticamente me habían vendido al mejor postor, prometiéndome en matrimonio,con alguien a quien a penas había visto un par de veces y a quien obviamente no me interesaba conocer mas aya...
Sabia que estaba mal que una dama como yo se encontrara caminando por las calles a penas con la compañía de su doncella, pero en estos momentos lo que menos me interesaba era lo que pensaran los demás, tenia asuntos mas importantes dando vueltas en mi cabeza, como por ejemplo, "¿que hacer para escapar de aquel compromiso?"
Seguí mi camino, sin saber exactamente a donde me dirigía, dejando que mis pasos me guiaran entre a un lujoso restaurante, le dije a mi doncella que podía irse, que enviara al cochero en un par de horas por mi y entre al lugar, uno de los meseros se acerco a mi.
-Bonjour mademoiselle mesa para uno?...-Hago un gesto con la cabeza a modo de saludo- Bonjour si, quisiera una mesa para uno...- Respondo con tranquilidad mientras lo sigo hacia la mesa que me enseñaba, me retira la silla y me siento agradeciendo...-Desea algo de beber mientras lee el menú?...- Levanto la cabeza observándolo...-si, solo agua, gracias....-
No bebía licor, no estaba acostumbrada a hacerlo y no pensaba comenzar ahora, observe el menú pero no me podía concentrar, en mi cabeza solo pasaban las imágenes del momento en que mi padre me comunico sobre mi compromiso, y sobre lo mucho que deseaba huir de el, el mesero regreso con el agua la que agradecí y le dije que me aconsejara que pedir, me recomendó la especialidad de la casa y eso pedí, ni siquiera tenia hambre, no sabia por que estaba en este lugar, bebí un poco de agua y por primera vez observe a las personas alrededor, claro, sin ser demasiado obvia, no era propio de una dama observar fijamente a las demás personas...
No pude evitar quedarme unos segundos observando a un joven, quien como yo estaba sentado solo en una mesa, cuando nuestras miradas se encontraron desvié enseguida la mía, avergonzada, sintiendo el calor recorrer mis mejillas sonrojandome en el acto...bebí otro poco de agua tratando de evitar observarlo nuevamente, demasiado avergonzada de haber sido pillada in fraganti observándolo.
Sabia que estaba mal que una dama como yo se encontrara caminando por las calles a penas con la compañía de su doncella, pero en estos momentos lo que menos me interesaba era lo que pensaran los demás, tenia asuntos mas importantes dando vueltas en mi cabeza, como por ejemplo, "¿que hacer para escapar de aquel compromiso?"
Seguí mi camino, sin saber exactamente a donde me dirigía, dejando que mis pasos me guiaran entre a un lujoso restaurante, le dije a mi doncella que podía irse, que enviara al cochero en un par de horas por mi y entre al lugar, uno de los meseros se acerco a mi.
-Bonjour mademoiselle mesa para uno?...-Hago un gesto con la cabeza a modo de saludo- Bonjour si, quisiera una mesa para uno...- Respondo con tranquilidad mientras lo sigo hacia la mesa que me enseñaba, me retira la silla y me siento agradeciendo...-Desea algo de beber mientras lee el menú?...- Levanto la cabeza observándolo...-si, solo agua, gracias....-
No bebía licor, no estaba acostumbrada a hacerlo y no pensaba comenzar ahora, observe el menú pero no me podía concentrar, en mi cabeza solo pasaban las imágenes del momento en que mi padre me comunico sobre mi compromiso, y sobre lo mucho que deseaba huir de el, el mesero regreso con el agua la que agradecí y le dije que me aconsejara que pedir, me recomendó la especialidad de la casa y eso pedí, ni siquiera tenia hambre, no sabia por que estaba en este lugar, bebí un poco de agua y por primera vez observe a las personas alrededor, claro, sin ser demasiado obvia, no era propio de una dama observar fijamente a las demás personas...
No pude evitar quedarme unos segundos observando a un joven, quien como yo estaba sentado solo en una mesa, cuando nuestras miradas se encontraron desvié enseguida la mía, avergonzada, sintiendo el calor recorrer mis mejillas sonrojandome en el acto...bebí otro poco de agua tratando de evitar observarlo nuevamente, demasiado avergonzada de haber sido pillada in fraganti observándolo.
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Un juego de miradas es suficiente para tomar una decisión.
A sorpresa de Violante, el mesero se acercó después de un prolongado tiempo, ofreciendo servir el vino. El vampiro sintió la intriga del mortal que buscaba los ojos del príncipe, y en esa insistencia sus manos se volvieron torpes y estuvo a punto de tirar el vino en la fina manta que cubría la mesa. —Tranquilo, no te pongas nervioso— dijo en un tono un tanto seductor, el mesero balbuceó cosas incomprensibles y al darse cuenta que le era difícil articular palabras sólo asintió con la cabeza y se retiró sin decir nada.
Violante no se molestó en mirarle, tomó la copa y olió el que sería un delicioso elixir para los mortales. De pronto captó un interesante pensamiento, dirigió su mirada a la autora y la descubrió observándole, era una linda jovencita, sus mejillas blancas se sonrojaron. Ella se le demostró vergüenza, el vampiro leyó sus pensamientos y no se debí porque supiera quién era o qué era, era el simple hecho de que el joven que estaba contemplando con algo de interés la pillara. Lo que le pareció divertido, entonces el príncipe decidió que aquella jovencita sería su acompañante y su fuente de sangre.
El príncipe no dejó de contemplarla, ella rehuía a la mirada penetrante como sensual de Violante, era de clase alta y su educación como señorita no le permitían mirar a los ojos a un hombre desconocido por mucho tiempo, y menos si ella estaba comprometida como se había expresado en pensamientos que capturó el vampiro. Esa noche no solamente bebería de ella, sino que seguiría alimentando esos deseos de escapar del compromiso.
El tiempo transcurrió, la comida que había ordenado llegó a su mesa, mas no comía. Violante sabía que no tenía hambre, que su intención no había sido el de alimentarse, aunque no tenía claro el por qué su pedido sí ella no esperaba a nadie. Pero no importaba, al menos a él no, no todavía. Después de un par de minutos más, el vampiro se levantó y caminó hasta la mesa de la señorita. El príncipe forzó su poder para indagar más, pero aún era joven y no podía ir más allá de leer sucesos recientes así como pensamientos del presente. Llegó hasta ella y liberó un poco de su poder de atracción para que se atreviera a mirarlo. Cuando lo consiguió, difuminó el poder.
—Bonjour Mademoiselle, me fue imposible apartar mis ojos de usted. Creo que no tiene apetito, no ha probado bocado— dijo en un tono tierno, como si se tratara de un hermano mayor, no quería que en la primera impresión lo sintiera seductor. —Sé que no es de mi incumbencia, y le pido mis más sinceras disculpas sí puede ofenderle o incomodarle. ¿Espera compañía? Verá, yo estoy solo, de hecho es mi primera vez en París y quizás, me preguntaba, sí podría hablarme de esta ciudad, permita que sea su acompañante, déme ese honor y yo le aseguró que la podré recompensar— ahora el tono de su voz fue un tanto influyente, como el de un político que se para frente al pueblo para dar su discurso, así con seguridad, porte y sutileza le habló.
Violante la contempló, el cabello lacio y rubio, era una doncella francesa, lo había leído en su mente. Por lo que ella podría hablarle de cualquier cosa, el vampiro se arriesgaba a que realmente fuera una joven culta y no tan caprichosa como en ciertos pensamientos lo descubrió. Él no era muy devoto a lidiar con niñas mimadas, mas siempre había excepciones y esta noche tal vez lo haría. El príncipe le sonrió, la miraba a los ojos y noto que muchos ya cuchicheaban por lo bajo, al menos la gente que sabía quién era.
–Mira eso cariño es el príncipe de los Países Bajos, pero quién será esa jovencita que no ha otorgado el permiso a sentarse, es una falta de respeto tenerle de pie... Es un príncipe por el amor de Dios– había pensado una mujer, y leyó más pensamientos similares, que aunque le causaban diversión guardó su sonrisa. En esos momentos era el turista, no el príncipe, no el vampiro que la seduciría y bebería de ella.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
A los pocos momentos me trajeron la cena, ni siquiera tenia hambre, solo estaba allí por huir un poco tiempo mas de casa, mis mejillas seguian sonrojadas, las sentía cálidas, así como también sentía su mirada sobre mi, haciéndome sentir mas nerviosa aun, me quede observando mi plato largo tiempo, tratando de huir de aquella mirada, mientras trataba de tranquilizar mis nervios, no tenia por que sentirlos...
Me encontraba otra vez perdida en mis pensamientos, por lo que no oí sus pasos acercándose, ni siquiera sabia que estaba a mi lado hasta que sentí una poderosa atracción que me izo levantar la mirada y toparme una vez mas con sus ojos, mis mejillas volvieron a calentarse, una vez comenzó a hablar ya no pude volver a apartar la mirada de sus ojos, observe el plato cuando hablo de mi poco apetito y luego volví a mirarlo a el
-Bonjour mesié si, me temo que es usted muy observador...tiene usted razón, creo que mi apetito me ha abandonado por esta noche...y respecto a su pregunta...no, no espero compañía, si gusta podemos compartir la mesa esta noche, quizás pueda como usted bien dice hablarle de la ciudad, aunque mucho me temo que es probable que usted conozca mas de ella que yo, que soy francesa - Respondo tranquilamente esperando que se sentara en la silla frente a mi...-gusta algo de beber?...-
Le pregunto amablemente esperando su respuesta para pedirle al mesero lo que el fuera a beber, trataba de mantenerme calmada, aunque mi corazón latía un poco mas a prisa de lo normal, y seguía nerviosa, aunque me temía que era cierto lo que le había dicho, eran contadas con los dedos de una mano las veces que yo había salido de casa sola, como para conocer bien la ciudad, quizás el estuviera mas acostumbrado a frecuentar lugares muy conocidos o bares de caballeros, lugares a los que no me había acercado nunca en mi vida...y que probablemente no lo aria nunca mas...
Agacho un poco la cabeza para arreglar la servilleta que descansaba en mi regazo, notando que el hermoso prendedor, regalo de mi padre en mi ultimo cumpleaños y que nunca dejaba de usar, estaba desabrochado, me llevo la mano al pecho para abrocharle otra vez, dejando escapar un delicado y a penas audible quejido al pincharme el dedo con el, enseguida unas pequeñas gotas de sangre no tardaron en brotar de la herida, por suerte solo era un pinchacito y dejo de sangrar casi al minuto después, unas delicadas gotas escarlata descansaban sobre la servilleta blanca en mi regazo, levante la cabeza una vez mas observando al caballero frente a mi
-Espero me disculpe...- Murmuro notando como por un par de segundos lo había dejado solo prácticamente, esperando sinceramente no haberlo hecho molestar...-Dígame, que desea saber...are lo posible por ayudarle...-
Me encontraba otra vez perdida en mis pensamientos, por lo que no oí sus pasos acercándose, ni siquiera sabia que estaba a mi lado hasta que sentí una poderosa atracción que me izo levantar la mirada y toparme una vez mas con sus ojos, mis mejillas volvieron a calentarse, una vez comenzó a hablar ya no pude volver a apartar la mirada de sus ojos, observe el plato cuando hablo de mi poco apetito y luego volví a mirarlo a el
-Bonjour mesié si, me temo que es usted muy observador...tiene usted razón, creo que mi apetito me ha abandonado por esta noche...y respecto a su pregunta...no, no espero compañía, si gusta podemos compartir la mesa esta noche, quizás pueda como usted bien dice hablarle de la ciudad, aunque mucho me temo que es probable que usted conozca mas de ella que yo, que soy francesa - Respondo tranquilamente esperando que se sentara en la silla frente a mi...-gusta algo de beber?...-
Le pregunto amablemente esperando su respuesta para pedirle al mesero lo que el fuera a beber, trataba de mantenerme calmada, aunque mi corazón latía un poco mas a prisa de lo normal, y seguía nerviosa, aunque me temía que era cierto lo que le había dicho, eran contadas con los dedos de una mano las veces que yo había salido de casa sola, como para conocer bien la ciudad, quizás el estuviera mas acostumbrado a frecuentar lugares muy conocidos o bares de caballeros, lugares a los que no me había acercado nunca en mi vida...y que probablemente no lo aria nunca mas...
Agacho un poco la cabeza para arreglar la servilleta que descansaba en mi regazo, notando que el hermoso prendedor, regalo de mi padre en mi ultimo cumpleaños y que nunca dejaba de usar, estaba desabrochado, me llevo la mano al pecho para abrocharle otra vez, dejando escapar un delicado y a penas audible quejido al pincharme el dedo con el, enseguida unas pequeñas gotas de sangre no tardaron en brotar de la herida, por suerte solo era un pinchacito y dejo de sangrar casi al minuto después, unas delicadas gotas escarlata descansaban sobre la servilleta blanca en mi regazo, levante la cabeza una vez mas observando al caballero frente a mi
-Espero me disculpe...- Murmuro notando como por un par de segundos lo había dejado solo prácticamente, esperando sinceramente no haberlo hecho molestar...-Dígame, que desea saber...are lo posible por ayudarle...-
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Las buenas conversaciones terminan bien, las excelentes terminan aún mejor.
El vampiro se saltó la cortesía y se sentó antes de que ella le ofreciera algo de beber. Violante levantó su mano para decir que no en un gesto refinado y después llevó una de su mano a la barbilla mirándola a los ojos. —Me encuentro bien mademoiselle— dijo referente a la bebida, sonriendo como era recurrente entre la realeza. Con sus deseos enmascarados. –Así que es una golondrina cautiva, encerrada en jaula de oro– pensó en el hecho de que ella le había mencionado su nacionalidad, que por supuesto él ya había descifrado.
Como ella bien pensaba, Violante tenía mucho conocimiento no sólo de París, sino de Francia en general. Sí, conocía bares, teatros, inclusive burdeles aunque éstos últimos sólo de pasada no para mantener una relación con esas mujeres sucias que han sido poseídas más veces y por tantos hombres que él con mujeres en su vida como inmortal. Pero el vampiro no estaba frente a ella para instruirla, no, él estaba allí para seducirla, apartarla de entre la gente, beber de ella en algún lugar a solas, con la luna siendo la única testigo de la fechoría del príncipe.
De pronto los pensamientos de ella se desviaron, su mirada se perdió. Violante cambió de postura un poco irritado, ya no estaba pensando en él, ahora estaba... Sin embargo, antes de que el vampiro iniciara algo el olor de sangre llegó a su nariz, la joven se había pinchado y aunque Violante no veía la herida, su mente la imaginaba, pequeñas gotas en un dedo índice. El príncipe invadido por el dulce aroma de la sangre virgen no prestó atención a las primeras palabras que le dedicara la joven, cuando ella prosiguió él también regresó su interés a ella. —Lo primero que me gustaría saber es sí usted está bien— casi le susurró, con ternura, dedicándole una mirada de inquietud. Se levantó y a pasos rápidos rodeó la mesa circular y se hincó frente a ella, tomándole las manos.
La joven se ruborizó de inmediato y es que no era bien visto que un hombre tocara las manos a una mujer que ya tuviera compromiso, aunque después de todo, ella era una desconocía para todos los presentes. Violante identificó la herida. Sí, era el dedo índice. Con la yema del mismo dedo el vampiro acarició superficialmente la herida ya sanada, impregnándola de curiosidad al sentir la fría piel del príncipe. Luego, unió las manos de ella a las de él y las llevó al pecho de Violante, liberó un poco de su poder de seducción y como un hechizo, hizo que los ojos de ella se conectaron con los de él, Violante besó ambas dorsales de las manos pálidas pero ardientes que pertenecían a la joven.
—Me alegra saber que se trató de un pequeño pinchazo— susurró con sosiego, liberó las manos femeninas y retiró su poder sobre la mortal. Se reincorporó, la música no se hizo esperar y la orquesta del restaurante ofreció un vals encantador, el vampiro le ofreció su propia mano. —Por cierto su prendedor es muy bonito— los ojos seductores no dejaron de mirar a la joven. —Mi nombre es Violante Vilhjálmur, me concedería el honor de bailar con usted esta pieza— su voz como cántico emanó de la sonrisa impregnada de su poder seductivo, su poder sobrenatural.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Me sorprendió su preocupación, después de todo eramos un par de desconocidos que recién comenzaban a conocerse, lo agradecí mucho, sinceramente, se sentía bien que alguien se preocupara por mi...aunque fuera un desconocido
-si, muchas gracias, no se preocupe, me encuentro bien...- Murmure sobresaltándome un poco cuando tomo mis manos, sonrojandome muchísimo, sintiendo como mi corazón comenzaba a latir a prisa, nerviosa, me sorprendió sentir sus manos muy frías, pese a que una parte de mi estaba avergonzada por aquel pequeño atrevimiento, mire alrededor, sintiendo las miradas de algunas personas puestas en nosotros, sonrojandome mas, su mirada me atrajo y no pude evitar levantar la cabeza para mirar sus ojos, fijándome en los de el, sin poder apartar la mirada de sus ojos, sintiéndome perdida en ellos, mi corazón sigue latiendo a prisa, escuche sus palabras y sentí como me soltaba las manos suavemente, las sentía aun frías
-si, no fue nada mas que un pequeño pinchasito, muchas gracias por preocuparse...- Murmuro agachando la mirada avergonzada de mi "atrevimiento" al observarlo mas de lo necesario, incluso al permitir que tomara mis manos de esa manera, escuche el comentario de mi prendedor y me lleve una mano al pecho tocándolo, le sonrió de manera dulce...-muchas gracias...fue un regalo de mi padre... Escuche como se presentaba y casi me escandalice por no haberlo hecho antes, donde estaban mis modales? levante la cabeza observando sus ojos sin poder evitarlo...-Discúlpeme, no se donde están mis modales, mil perdones, mi nombre es Ainara Betancourt, mucho gusto señor Vilhjálmur...-
Respondo mirándolo, sonrojandome nuevamente al ver su sonrisa, me levante e hice una pequeña reverencia....-Sera un placer bailar con usted...- Respondo agachando la mirada, volviendo a levantarla luego para volver a mirar aquellos ojos que comenzaban a hacerme sentir hipnotizada, me perdía en su mirada, mi corazón latía a toda prisa, me sentía nerviosa, pero no era incomodo, solo se debía al hecho de que no estaba acostumbrada a compartir de esta manera con otros hombres...
-si, muchas gracias, no se preocupe, me encuentro bien...- Murmure sobresaltándome un poco cuando tomo mis manos, sonrojandome muchísimo, sintiendo como mi corazón comenzaba a latir a prisa, nerviosa, me sorprendió sentir sus manos muy frías, pese a que una parte de mi estaba avergonzada por aquel pequeño atrevimiento, mire alrededor, sintiendo las miradas de algunas personas puestas en nosotros, sonrojandome mas, su mirada me atrajo y no pude evitar levantar la cabeza para mirar sus ojos, fijándome en los de el, sin poder apartar la mirada de sus ojos, sintiéndome perdida en ellos, mi corazón sigue latiendo a prisa, escuche sus palabras y sentí como me soltaba las manos suavemente, las sentía aun frías
-si, no fue nada mas que un pequeño pinchasito, muchas gracias por preocuparse...- Murmuro agachando la mirada avergonzada de mi "atrevimiento" al observarlo mas de lo necesario, incluso al permitir que tomara mis manos de esa manera, escuche el comentario de mi prendedor y me lleve una mano al pecho tocándolo, le sonrió de manera dulce...-muchas gracias...fue un regalo de mi padre... Escuche como se presentaba y casi me escandalice por no haberlo hecho antes, donde estaban mis modales? levante la cabeza observando sus ojos sin poder evitarlo...-Discúlpeme, no se donde están mis modales, mil perdones, mi nombre es Ainara Betancourt, mucho gusto señor Vilhjálmur...-
Respondo mirándolo, sonrojandome nuevamente al ver su sonrisa, me levante e hice una pequeña reverencia....-Sera un placer bailar con usted...- Respondo agachando la mirada, volviendo a levantarla luego para volver a mirar aquellos ojos que comenzaban a hacerme sentir hipnotizada, me perdía en su mirada, mi corazón latía a toda prisa, me sentía nerviosa, pero no era incomodo, solo se debía al hecho de que no estaba acostumbrada a compartir de esta manera con otros hombres...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Un asombro va más allá de descubrir la naturaleza del ser.
Aianara tomó la fría mano del vampiro, él noto su nerviosismo y escuchó ese cántico que su corazón acelerado orquestaba, una bella música que hizo sonreír a Violante. Sin hablar caminaron al centro de la pista, escuchó sus pensamientos, seguía avergonzada por dejarse llevar por un extraño, lo único que ella sentía era una extraña confusión, incomprensión a esa atracción y que sin embargo, algo en ella le hacía permanecer junto a él.
Comenzaron el baile, el vampiro la tenía bien sujeta de la cintura y ella demostraba su rubor ante tal situación, Violante se dio cuenta de la inseguridad de ella, muchos les miraban. Los comentarios de que ella bailaba con el príncipe no se hicieron esperar en las mentes de los congregados, el vampiro sonreía impregnando a la mortal de su seducción.
—Sabe que está bailando con un príncipe— le dijo luego de notar que comenzaba a distraerse, la gente no apartaba la vista de ellos que muy pronto se adueñaron de la pista. Ella como pareja perfecta seguía los pasos del vampiro con maestría, como si realmente ella fuera una espléndida bailarina. Violante vio sorpresa en los ojos de Ainara, lo que no le extrañaba en lo absoluto, ella en su mente nunca había demostrado identificarlo como una figura importante en la realeza, después de todo era la golondrina enjaulada. —Es por eso que nos ven mucho, pero no se avergüence mademoiselle sea libre de expresar lo que sea a mí— su tono no era de seducción, más bien se trataba de transmitir confianza.
—Yo sé lo que está pensando, ¿por qué a mí lado tiene un sentimiento tan nuevo para usted?— el tono de voz dio un paso más a la confianza pero mantuvo el respeto. Violante llevado por el vals la empujó con sutileza y luego extendiéndole la mano le hizo dar un giro, cuando ella volvió a estar frente a esa mirada cautivante él acercó más su cuerpo, chocando ambos. —¿Por qué mi piel está fría?— continuó y condujo la mano de ella a donde debiera estar el corazón del vampiro, ¿o por qué no se escucha el latir de mi corazón?—, Violante le sonrió con malicia, sus ojos brillaron de astucia y en un susurro le dijo —¿Te gustaría saber por qué?—.
Los latidos del corazón de Aianara se aceleraron, el príncipe percibió miedo pero también curiosidad. Escruto los pensamientos de los demás, poco a poco la gente empezaba a atender sus propios asuntos lo que facilitaría a Violante la tarea de ausentarse con la bella joven. El príncipe tenía algo certero, no bebería de ella, Aianara comenzaba a representar para él más que una fuente de alimento, o al menos, no pensaba que lo fuera ahora. Sabia que era virgen y que su sangre que era bombeada por el joven corazón sería todo un elixir, pero el vampiro había decidido aferrarse a ella, a volverla una esclava de sangre. Sí, eso era lo que iba hacer, compartir su sangre y después, cuando bajo su poder se encontrara beber de ella. Violante ya podía saborear el momento. El gran triunfo que representaría el tiempo en el que ella por voluntad propia lo busque, que le pida la sangre y Violante la posea todas las veces que él quiera, porque él era así, ese era su método y del que ella, sin saberlo, se convertiría en una afortunada mortal.
—¿Y bien, quieres saberlo?— volvió a preguntar en un susurro a la boca de ella. Ambos labios se acercaron en lo que pudo ser un roce, ella ardía, no en deseos de carnales, en otra cosa, en vergüenza, en curiosidad y atracción. Violante dio un par de pasos para atrás, la música ya había cesado para entonces y en un rápido movimiento besó la mano femenina, le hizo sentir los labios fríos y el saber que ya no la vería de usted, ya la trataría con más familiaridad aunque ella no lo hubiera permitido.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Camine con el a la pista de baile sintiéndome nerviosa, ansiosa, con mi corazón acelerado, comenzamos a bailar, sentí su mano en mi cintura, mire sus ojos, no podía dejar de verlo, pese a que me sentía tan nerviosa, intimidada...
Seguí bailando junto a el, pese a sentirme así, escuchaba murmullos y sentía a todos observarnos y eso no hacia mas que aumentar mis nervios, no podía dejar de mirar sus ojos, sintiéndome perdida en ellos, me sorprendía poder bailar como lo hacia, tan bien, tan segura, tan suave, era como andar sobre nubes en vez del suelo, y me sorprendía un poco por que estaba tan nerviosa que había temido tropezar...
Lo mire aun mas sorprendida mientras escuchaba atentamente sus palabras....un príncipe...mis mejillas, dios, nunca antes las había sentido tan calientes, tan sonrojadas...me deje llevar por aquel giro que me hacia dar, pero al llegar nuevamente junto a el, sentí como ambos quedábamos mas pegados aun, mi rostro quedo a centímetros del suyo y no podía despegar mi mirada de sus ojos, nunca antes me había sentido tan atraída, sentí como tomo mi mano colocandola en su pecho, no latía...su corazón no latía...un estremecimiento frio recorrió mi columna vertebral, mientras miles de preguntas se pasaban en mi mente, mi corazón se acelero muchísimo mas, parecía golpear con fuerza mi pecho, haciendo que mi respiración se acelerara un poco mas...
-si...si quiero saberlo...- Me encontré respondiendo, para mi sorpresa, sentí nuestros labios casi casi rosándose, un suspiro escapo de los míos, dejando que el cálido aliento acariciara los contrarios, pero casi no fui consciente de eso, mi mente era un caos...una parte de mi solo me decía que huyera, que me alejara lo mas posible, detectaba peligro...pero había otra la que me decía que permaneciera a su lado, la que tenia tanta curiosidad de saber que era, el por que de todas esas preguntas que no le importaba ni el como, ni el cuando, ni las consecuencias...
La música ceso y el se aparto de mi unos pasos, sentí sus fríos labios en el dorso de mi mano, hice una ligera reverencia y di unos pasos acercándome para comenzar a caminar a su lado...
-que...tengo que hacer para tener la respuesta de todas aquellas interrogantes?...- Murmuro mientras avanzo a su lado, aun estaba nerviosa, asustada, pero ahí estaba, firme, aparentando una tranquilidad que desde luego no sentía, como toda una dama, mi rostro no expresaba el miedo, ni los nervios, ni la atracción que sentía por el y que me hacia permanecer a su lado, a la vista de todos, no podía ser mas normal...solo mostraba el sonrojo que mostraría cualquier jovencita de mi edad si bailara con un príncipe como el...
Seguí bailando junto a el, pese a sentirme así, escuchaba murmullos y sentía a todos observarnos y eso no hacia mas que aumentar mis nervios, no podía dejar de mirar sus ojos, sintiéndome perdida en ellos, me sorprendía poder bailar como lo hacia, tan bien, tan segura, tan suave, era como andar sobre nubes en vez del suelo, y me sorprendía un poco por que estaba tan nerviosa que había temido tropezar...
Lo mire aun mas sorprendida mientras escuchaba atentamente sus palabras....un príncipe...mis mejillas, dios, nunca antes las había sentido tan calientes, tan sonrojadas...me deje llevar por aquel giro que me hacia dar, pero al llegar nuevamente junto a el, sentí como ambos quedábamos mas pegados aun, mi rostro quedo a centímetros del suyo y no podía despegar mi mirada de sus ojos, nunca antes me había sentido tan atraída, sentí como tomo mi mano colocandola en su pecho, no latía...su corazón no latía...un estremecimiento frio recorrió mi columna vertebral, mientras miles de preguntas se pasaban en mi mente, mi corazón se acelero muchísimo mas, parecía golpear con fuerza mi pecho, haciendo que mi respiración se acelerara un poco mas...
-si...si quiero saberlo...- Me encontré respondiendo, para mi sorpresa, sentí nuestros labios casi casi rosándose, un suspiro escapo de los míos, dejando que el cálido aliento acariciara los contrarios, pero casi no fui consciente de eso, mi mente era un caos...una parte de mi solo me decía que huyera, que me alejara lo mas posible, detectaba peligro...pero había otra la que me decía que permaneciera a su lado, la que tenia tanta curiosidad de saber que era, el por que de todas esas preguntas que no le importaba ni el como, ni el cuando, ni las consecuencias...
La música ceso y el se aparto de mi unos pasos, sentí sus fríos labios en el dorso de mi mano, hice una ligera reverencia y di unos pasos acercándome para comenzar a caminar a su lado...
-que...tengo que hacer para tener la respuesta de todas aquellas interrogantes?...- Murmuro mientras avanzo a su lado, aun estaba nerviosa, asustada, pero ahí estaba, firme, aparentando una tranquilidad que desde luego no sentía, como toda una dama, mi rostro no expresaba el miedo, ni los nervios, ni la atracción que sentía por el y que me hacia permanecer a su lado, a la vista de todos, no podía ser mas normal...solo mostraba el sonrojo que mostraría cualquier jovencita de mi edad si bailara con un príncipe como el...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Tarde o temprano las cosas caían por su propio peso.
Violante no dejó de sonreír, con su mano acarició el rostro de Aianara y sus labios se acercaron a los oídos femeninos. —Ven conmigo entonces— le susurró, el aliento del vampiro hizo estremecer el cuerpo de ella y le tomó la mano. Guiándola se alejaron del gentío, pronto se quedaron a solas. Él noto como ella se debatía en irse o marcharse. Tenía miedo de estar a solas con un hombre, le temía a él, a esa incertidumbre, a que pronto tendría las respuestas que quizás no fueran lo que ella esperara.
El príncipe la acercó a él hasta romper esa privacidad, los ojos de ella seguían contemplándole y cuando menos lo esperó, los labios de ambos se unieron en un beso casto e instantáneo. —Mi corazón no late porque estoy muerto— dijo en un tono seductor, a sus labios, susurrándole mientras con sus manos acariciaba los lóbulos de sus orejas. —Mi piel es fría porque el calor de la vida ya no existe en mí— continuó y la besó en la comisura de su boca, con su nariz recorrió las mejillas y descendió al cuello. El corazón de ella se disparó en latidos fuertes, temblaba, su mente no le podía esconder terror y sin embargo, el poder seductivo de Violante era tan fuerte que hacía que fuera imposible para ella escapar.
Con sus colmillos arañó el delgado y frágil cuello, se sobresaltó y cuando Violante desgarró levemente el cuello el mismo instinto de ella la hizo retroceder, sin embargo, el príncipe la tenía bien sujeta y no pudo huir. —Soy un vampiro y yo puedo darte un placer que ningún mortal podría. Sólo no temas, sosiega tu corazón— y volvió a su cuello, lo besó sanando la herida provocada y a la vez, beber el par de gotas carmín que corrieron por el cuello.
Él la liberó, por supuesto no la dejaría ir, si intentaba escapar él la capturaría y en un abrazo mortal bebería de ella, aunque su propósito no era ese. Ella se mantuvo ahí, curiosa lo que Violante sabía que haría. Le extendió los brazos, —Ven a mí querida, deja besar esos labios tuyos. Yo te daré algo que nunca imaginaste probar, dejate llevar, libera tu mente, te ayudaré a ser libre— su tono seductor apenas fue audible para ella, como si se lo hubiera implementado en la mente y no lo hubiese recitado sus labios.
Sentía sus dudas, aún sentía miedo, pero esta vez era a la incertidumbre de que fuera o no real. —Yo puedo liberarte de ese compromiso del que quieres huir, aquel hombre al que se te impuso como un futuro esposo. ¿Por qué quieren abrirte las puertas de una jaula para llevarte a otra— sus brazos seguían extendidos a ella, su voz melódica era como un canto. —Deja abrazarte, toma lo mejor de mí— y entonces Violante se desgarró la muñeca y brotó sangre de él, era una herida grande y muy escandalosa. —Bebe, prueba el elixir de la vida, el líquido que mantiene mi no-vida. Pero hazlo aprisa que la herida sanará, no hay tiempo para dudas— aumentó su tono de la voz y acomodó su muñeca en una postura que le facilitara a ella beber las gotas de la herida que estaba por cerrarse.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Cerré los ojos un par de segundos al sentir la caricia en mi rostro, sentía su mano fría en contraste con mi piel cálida, con mis mejillas sonrojadas, un ligero estremecimiento recorrió todo mi cuerpo, llegando a todas mis terminales nerviosas cuando sentí su susurro en mi oído, escuche sus palabras y sin pensarlo mucho tome su mano, caminando a su lado, me llevo a un lugar donde estábamos solos, mi nerviosismo aumento cuando el me tomo pegándome a su cuerpo...
Sentí sus labios pegándose a los míos, el sonrojo y mis latidos aumentaron, haciendo que mi respiración se acelerara, escuchaba sus palabras, nerviosa, asustada, no podía dejar de temblar en sus brazos, sintiéndolo tan cerca, una parte de mi quiso salir corriendo, pero no me podía mover, seguía presa entre sus brazos, escuchando atenta cada palabra, sentí el rose frio de su nariz en mi piel, en mis mejillas, bajando lentamente a mi cuello, una pequeña descarga recorrió mi piel...y luego el dolor, como un pequeño arañazo en mi cuello, mi cuerpo se tenso y trate de dar un paso atrás, pero sus manos seguian sujetándome firme entre sus brazos, un...vampiro?...de verdad?...era...real? o solo...alguien que buscaba aprovecharse de...mi ingenuidad?...temblé al sentir su beso en mi cuello...
Di un par de pasos atrás cuando me sentí libre, pero no salí corriendo como había pensado hacer, me quede allí de pie, observándolo, escuchando sus palabras...aquellas palabras que me atraían infinitamente.....libre...libre al fin...la solución a todas mis plegarias...de pronto pase del miedo, al alivio...tanto así que sentí mis ojos llenarse de lagrimas, como era que el estaba pronunciando las palabras que yo tanto había anhelado oír....libertad...
De pronto parte del miedo volvió al ver como desgarraba su muñeca, instintivamente di un paso adelante pensando en ayudarlo...pues de ser una persona...viva...normal o un loco como pensé por un momento podría desangrarse ahí mismo, sin embargo le cría, creía sus palabras, o estaba desesperadamente deseosa de creerlas...quería pensar que había una esperanza para mi...
Beber su sangre...observe sus ojos, y su muñeca...solo...tendría una oportunidad...Dios....la libertad....mi anhelada libertad...di el par de pasos que quedaban hasta llegar frente a el y lleve mis labios a su muñeca bebiendo, sintiendo el sabor metálico de la sangre, no era desagradable, ni me causo asco como quizás la sola idea podía haberlo hecho, cerré los ojos sintiendo la sangre llenar mi boca, recorrer el camino de mi garganta, me aparte al sentir que ya dejaba de salir sangre, la herida ya no existía, mi respiración era mas acelerada aun, mis labios tenían un profundo tono escarlata, teñidos de su propia sangre, un delicado hilo rojo se extendía desde la comisura de mis labios hasta mi mentón, pude sentir una delicada gota cayendo en mi pecho, lo observe a los ojos, sorprendida de todo esto...sorprendida de mi misma incluso...el rojo de su sangre destacaba aun mas sobre mi blanca y delicada piel....
Miro sus ojos, a penas me había alejado un pequeño paso de el...-are...lo que sea por tener la libertad que anhelo...- Murmuro de manera decidida...estaba segura de lo que quería, y si el...era el único camino para obtenerlo...desde luego que lo seguiría costara lo que me costara hacerlo...
Sentí sus labios pegándose a los míos, el sonrojo y mis latidos aumentaron, haciendo que mi respiración se acelerara, escuchaba sus palabras, nerviosa, asustada, no podía dejar de temblar en sus brazos, sintiéndolo tan cerca, una parte de mi quiso salir corriendo, pero no me podía mover, seguía presa entre sus brazos, escuchando atenta cada palabra, sentí el rose frio de su nariz en mi piel, en mis mejillas, bajando lentamente a mi cuello, una pequeña descarga recorrió mi piel...y luego el dolor, como un pequeño arañazo en mi cuello, mi cuerpo se tenso y trate de dar un paso atrás, pero sus manos seguian sujetándome firme entre sus brazos, un...vampiro?...de verdad?...era...real? o solo...alguien que buscaba aprovecharse de...mi ingenuidad?...temblé al sentir su beso en mi cuello...
Di un par de pasos atrás cuando me sentí libre, pero no salí corriendo como había pensado hacer, me quede allí de pie, observándolo, escuchando sus palabras...aquellas palabras que me atraían infinitamente.....libre...libre al fin...la solución a todas mis plegarias...de pronto pase del miedo, al alivio...tanto así que sentí mis ojos llenarse de lagrimas, como era que el estaba pronunciando las palabras que yo tanto había anhelado oír....libertad...
De pronto parte del miedo volvió al ver como desgarraba su muñeca, instintivamente di un paso adelante pensando en ayudarlo...pues de ser una persona...viva...normal o un loco como pensé por un momento podría desangrarse ahí mismo, sin embargo le cría, creía sus palabras, o estaba desesperadamente deseosa de creerlas...quería pensar que había una esperanza para mi...
Beber su sangre...observe sus ojos, y su muñeca...solo...tendría una oportunidad...Dios....la libertad....mi anhelada libertad...di el par de pasos que quedaban hasta llegar frente a el y lleve mis labios a su muñeca bebiendo, sintiendo el sabor metálico de la sangre, no era desagradable, ni me causo asco como quizás la sola idea podía haberlo hecho, cerré los ojos sintiendo la sangre llenar mi boca, recorrer el camino de mi garganta, me aparte al sentir que ya dejaba de salir sangre, la herida ya no existía, mi respiración era mas acelerada aun, mis labios tenían un profundo tono escarlata, teñidos de su propia sangre, un delicado hilo rojo se extendía desde la comisura de mis labios hasta mi mentón, pude sentir una delicada gota cayendo en mi pecho, lo observe a los ojos, sorprendida de todo esto...sorprendida de mi misma incluso...el rojo de su sangre destacaba aun mas sobre mi blanca y delicada piel....
Miro sus ojos, a penas me había alejado un pequeño paso de el...-are...lo que sea por tener la libertad que anhelo...- Murmuro de manera decidida...estaba segura de lo que quería, y si el...era el único camino para obtenerlo...desde luego que lo seguiría costara lo que me costara hacerlo...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
La esperanza da más confianza que la verdad, aunque sea falsa.
Poco a poco se convencía, obtenía seguridad y no era por la presencia del vampiro. Todo se debía a una sola palabra "libertad". Cuando ella tomó la muñeca del príncipe bebió con timidez hasta que la herida cicatrizó, no fue mucha sangre, pero era suficiente para aturdirla. Si había sentido dudas de las palabras de Violante, después de beber de él se habían esfumado. Le creía, en cada palabra, con cuanta facilidad se podía convencer a una mujer, tan sólo brindar esperanza, una esperanza banal. Aunque en este caso, Violante sí se la daría, por que la deseaba y no para una noche, para varias. Así como ella estaba decidida a seguirlo para conseguir su libertad, el príncipe le daría su sangre para volverla adicta.
—Querida ven a mí— su voz seductora no fue pronunciada, la transmitió directamente a la mente de Ainara, —serás la mujer que siempre has deseado ser, sin cadenas, sin ordenes...— de nuevo las palabras sólo se escucharon en la cabeza de la joven que ya estaba entregada a los brazos del príncipe. —Sólo dejate llevar— le susurró en la boca y la besó.
El brazo del vampiro rodeó su delgada cintura acercándola más a él, mientras, dentro de la boca el se mordió la boca dejando que la lengua sangrara y la sangre cayera directamente a la lengua ajena y que más tarde, descendiera hasta su garganta fundiéndose con el cuerpo.
Los latidos se aceleraban, Violante mantenía la herida abierta con su colmillos clavados en su lengua. El beso de sangre se prolongó, ella fue adoptando una postura más cómoda posando sus brazos en los hombros del vampiro y enganchando sus dedos alrededor del cuello de Violante. De pronto, el cuerpo de Ainara sufrió un par de espasmos y el vampiro ceso el beso. La boca de la mortal estaba bañada de la sangre del príncipe, su mente ya se generaban elogios al sabor de la sangre, ya pensaba en volver a besar a Violante, en probar el elixir, sin embargo, su corazón latía más rápido de lo normal, su presión estaba muy alta y temblaba, la sangre del vampiro comenzaba a correr por las venas, dirigiéndose a todas las partes del cuerpo femenino, se unía a ella.
Confusión leía en la mente de ella, deseaba una explicación pero Violante no se la daba. Le entretenía que ella pensara que se estaba transformando en una inmortal, cosa que no estaba sucediendo. Cuando por fin la sangre tomó el control del cuerpo de Ainara, el vampiro le escuchó, por la mente, la ansiedad de probar más. Violante repitió lo que hiciera antes del beso, se desgarró la muñeca, esta vez la del otro brazo y sólo tuvo que ver como ella tomaba con firmeza la muñeca y bebía de esa pronunciada herida.
El vampiro lo disfrutaba, por supuesto que no era la misma sensación que el sexo y mucho menos lo que produce el beber la sangre, pero le producía placer. Cerró sus ojos, sintiendo el calor del cuerpo sobre su brazo, hasta que la herida sano y ella buscó sus ojos, aquellos que la hechizaron.
—Es mi turno— dijo en un tono malicioso, la cargó y la sentó sobre una mesa abriéndole las piernas, la descarada acción sonrojó a Ainara, varios pensamientos surgieron en su mente pero ninguno era un acierto. —Te deseo tanto, quiero que seas mía— las palabras imperativas de Violante confundieron aún más a la bella joven, su corazón volvió a acelerarse, su cuerpo se calentó y sintió miedo a la canallada que pensaba haría el príncipe. Pero antes de que ella siguiera fantaseando le mostró los colmillos.
—Haz probado la sangre, hará sentirás otra clase de placer, sólo confía— y clavó sus colmillos en el cuello. La sangre escarlata comenzó a invadir la boca del vampiro, éste abrió los ojos como poseído, la sangre virgen lo hizo estremecer, se aferró al cuerpo de ella mientras bebía con lentitud, extrayendo el elixir de la vida con sutileza, como si le hiciera el sexo, un sexo suave, así Violante bebía, así le daba placer, mucho más intenso y del que ella no podría hacer comparación al no haber tenido sexo aún.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Escuche sus palabras, mas no lo vi mover sus labios, aun así rompí la distancia que nos separaba, sentí sus labios sobre los míos y luego de aquellas palabras, solo hice lo que me decía...me deje llevar por él, cerré los ojos sintiendo el beso, y ahí estaba otra vez, aquel delicioso sabor metálico, del que bebía cada gota, me abrace a el sin dejar que el beso se terminara, mi cuerpo tembló todo, sufriendo unos fuertes espasmos, me quede aun abrazada a el, temblando, respirando agitada, sintiendo mi corazón latir muy acelerado.
No sabia que estaba ocurriendo, estaba asustada, confusa, pero aun así, segura de la decisión que había tomado, quería hacerle tantas preguntas, que me explicara ¿por que? y de pronto nada...todo se había esfumado solo pensaba en volver a probar su sangre, observe como volvía a rasgarse la muñeca, sin pensarlo me acerque , la tome con mis manos y lleve mis labios a la herida comenzando a beber lo mas posible hasta que la herida se fue cerrando, me aparte tan solo un poco, levante la mirada hacia el observando sus ojos.
Sus palabras me hicieron temblar nerviosa, jadee un poco cuando me cargo en brazos dejándome sentada sobre una mesa, mi respiración se acelero aun mas cuando separo mis piernas, temblé nerviosa, algo asustada, no tenia idea de lo que planeaba hacerme pero tampoco pasaba por mi mente la idea de escapar de el, ya no...
Lo observe acercándose mas a mi, colocándose entre mis piernas abiertas, lo sentí en mi cuello, ladee un poco la cabeza dándole mayor acceso, deje escapar un gemido de dolor cuando sus colmillos como afilados cuchillos perforaron mi piel, sentí la sangre escapando de la herida, cerré los ojos sintiendo como bebía hasta la mas pequeña gota que escapaba de la herida, lento, suave, no estaba siendo rudo, ya casi no dolía, me hacia estremecer, era como si un fino hilo tirara de un lugarcito bajo vientre, me abrace a el dejando que siguiera bebiendo de mi, mantenía los ojos cerrados, de mis labios escapaban suaves y delicados jadeos, nunca había sentido algo así, Dios...era increíble...mi corazón latía a prisa, sentía la sangre fluyendo por todo mi cuerpo, lo sentía beber sin detenerse, me abrazaba a el suspirando, deseando que aquellas sensaciones se prolongaran mucho mas, ya no me importaba nada salvo esto que estaba sintiendo, esta sensación que me recorría toda...
Era suya....si...pero le pertenecía por que yo lo quería así...no por que mi familia me lo aya impuesto...confiaba en él, me dejaría llevar por él...mi cuerpo no dejaba de temblar, abrazándome a el, aun jadeando suavecito con los ojos cerrados, era tan vergonzoso....pero ni siquiera eso me importaba ya...
No sabia que estaba ocurriendo, estaba asustada, confusa, pero aun así, segura de la decisión que había tomado, quería hacerle tantas preguntas, que me explicara ¿por que? y de pronto nada...todo se había esfumado solo pensaba en volver a probar su sangre, observe como volvía a rasgarse la muñeca, sin pensarlo me acerque , la tome con mis manos y lleve mis labios a la herida comenzando a beber lo mas posible hasta que la herida se fue cerrando, me aparte tan solo un poco, levante la mirada hacia el observando sus ojos.
Sus palabras me hicieron temblar nerviosa, jadee un poco cuando me cargo en brazos dejándome sentada sobre una mesa, mi respiración se acelero aun mas cuando separo mis piernas, temblé nerviosa, algo asustada, no tenia idea de lo que planeaba hacerme pero tampoco pasaba por mi mente la idea de escapar de el, ya no...
Lo observe acercándose mas a mi, colocándose entre mis piernas abiertas, lo sentí en mi cuello, ladee un poco la cabeza dándole mayor acceso, deje escapar un gemido de dolor cuando sus colmillos como afilados cuchillos perforaron mi piel, sentí la sangre escapando de la herida, cerré los ojos sintiendo como bebía hasta la mas pequeña gota que escapaba de la herida, lento, suave, no estaba siendo rudo, ya casi no dolía, me hacia estremecer, era como si un fino hilo tirara de un lugarcito bajo vientre, me abrace a el dejando que siguiera bebiendo de mi, mantenía los ojos cerrados, de mis labios escapaban suaves y delicados jadeos, nunca había sentido algo así, Dios...era increíble...mi corazón latía a prisa, sentía la sangre fluyendo por todo mi cuerpo, lo sentía beber sin detenerse, me abrazaba a el suspirando, deseando que aquellas sensaciones se prolongaran mucho mas, ya no me importaba nada salvo esto que estaba sintiendo, esta sensación que me recorría toda...
Era suya....si...pero le pertenecía por que yo lo quería así...no por que mi familia me lo aya impuesto...confiaba en él, me dejaría llevar por él...mi cuerpo no dejaba de temblar, abrazándome a el, aun jadeando suavecito con los ojos cerrados, era tan vergonzoso....pero ni siquiera eso me importaba ya...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Si existen varios tipos de placer, es absurdo no querer experimentarlos por ser desconocidos.
El vampiro se detuvo, retiró sus colmillos y lamió la herida que sanó de inmediato. Se sentía satisfecho de que ella lo hubiera aceptado como suyo, como su dueño, porque eso era su objetivo.
Ainara aún tenía suficientes energías para andar por sí misma, no había bebido mucho aunque pareciera lo contrario. Era una técnica que pocos vampiros dominaban, extender el placer consumiendo lo más mínimo.
Violante se limpio la boca con un pañuelo, hasta la última gota y esperó. Ya no podía dar sangre a Ainara sin correr el riesgo de transformarla, algo que el vampiro no deseaba hacer. La deseaba para él, como mortal no compañera. —Eres hermosa Ainara, cualquier hombre pelearía por tu amor. Y yo soy dichoso de tenerte en estos momentos...— la seducción la tenía a flor de piel, era como si a los ojos de ella el vampiro desprendiera luz propia. El príncipe la tomó de los brazos y besó la comisura de la boca de la que sería su amante de sangre, —... de abrazarte, de besarte— la besó muy diferente a como lo había hecho, era un beso de pasión, de lujuria. El beso que el humano daría a una mujer deseoso de sexo y que en Violante era la sangre.
Cuando la dejó de besar fue besando sus mejillas, bajando por su cuello. Ella confiaba de sentir nuevamente los colmillos de él, esa presión ese ardor que se transforma en un placer inmensamente superior al conocido por el mortal. Pero Violante no la mordió, con una de sus frías manos desnudo su hombro derecho. La miró con picardía, a esas mejillas sonrojadas a ese pensamiento de vergüenza que culminó cuando los colmillos fueron dolorosamente clavados en el hombro.
Tardó un poco de irse el dolor de la mordida, pero cuando Violante succionó con esa maestría, ella volvió a estremecerse, los jadeos regresaron, poco a poco el corazón volvía a acelerarse lo que resultaba un problema para el príncipe, si ella no trataba de equilibrar su estado pronto él perdería la razón y bebería con avidez al tener tan sangre bombeada. El príncipe se sintió amenazado de la sangre y volvió a retirarse, ella contempló los dos orificios, estaba asombrada, ¿era posible provocar una herida tan perfecta? –¡Si!– sería la respuesta de Violante.
El príncipe le tomó de la barbilla para que lo viera, ya que se había distraído con los orificios que dejaran sus colmillos, —yo los sanaré querida, no te preocupes por eso. Pero mejor dime amor... ¿estás dispuesta a algo más?— susurró por lo bajo, para Ainara ya no existían dudas pero era necesario para Violante escucharla, ya le había dado la esperanza, ella respondió con confianza. Pero el vampiro no estaba dispuesto a violar esa confianza, no lo haría. La sangre de Ainara era tan exquisita que conquistó a Violante, y ahora él se preguntaba de si Ainara podría ser más que en una esclava de sangre, su suministro personal... sino, su amante.
Eso lo averiguaría, Violante redujo su poder hasta casi desaparecerlo, no quería influenciar directamente la decisión de Ainara. Después fue a donde la herida y la lamió, sanando. —¿Y bien?— su tono era paciente, comprensivo, la mirada del vampiro era la de un niño que con sus ojos bien abiertos espera que sus padres le den el si.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Deje escapar un suspiro cuando se aparto de mi lamiendo la herida, no quería que se apartara...abrí lentamente los ojos, respirando muy agitado, lo mire a los ojos, sostuve la mirada, al oírlo mis mejillas volvieron a sonrojarse, aunque esta vez levemente, cerré los ojos nuevamente por sus besos y le correspondí, así, de la forma en que era besada, aunque obviamente mas inexperta que el, pues incluso hasta hace poco tiempo, nunca antes había besado mis labios hombre alguno, el había sido primero y único, mi corazón saltaba ante su presencia, al sentir como me besaba, sus besos bajaron por mis mejillas, por mi cuello, mantenía los ojos cerrados pensando que en cualquier momento sentiría otra vez sus afilados colmillos perforar mi piel, abrí los ojos cuando su fría mano descendió ligeramente mi vestido dejando al descubierto mi hombro, mis mejillas ardieron sonrojandome de inmediato, deje escapar un quejido de dolor al sentir sus colmillos perforar mi piel nuevamente, dolía un poco mas que la primera vez que lo izo en el cuello, el dolor seguía ahí abandonándome lentamente cuando lo sentí succionar la herida, mi respiración volvió a acelerarse, dios....era...increíble, todo mi cuerpo se estremecía, me sorprendía sentir pequeñas descargas eléctricas recorriendo cada terminal nerviosa de mi cuerpo, sentir una presión bajo mi vientre, ni siquiera sabia que era todo aquello que sentía, pero me gustaba, no pude evitar abrazarme a el sintiéndolo beber, mi cuerpo temblaba, mis latidos se aceleraban mas y mas, no podía controlarme, era como si todo mi cuerpo se hubiera enloquecido, un calor me recorría de la cabeza a los pies, suaves jadeos huían de mis labios entreabiertos.
Cuando se aparto de mi lado me pareció una eternidad, pero aun así quería mas, gire la cabeza observando aquellas marcas en mi piel, eran increíbles, me quede como perdidas en ellas, solo observándolas fijamente hasta que el me saco de esa especie de trance en el que me había metido, observe sus ojos, perdiéndome en ellos, mi pecho subía y bajaba aun agitada, escuche sus palabras sorprendida, mi cuerpo volvió a estremecerse al sentir su lengua húmeda lamiendo mi herida, volví a fijarme en el, en sus ojos, en su rostro, ser algo mas?...yo ya estaba segura de mi respuesta, de lo que deseaba y eso no había cambiado, por primera vez podía tomar una decisión yo misma y ya lo había hecho y no pensaba cambiar de opinión...observe sus ojos segura de lo que respondería...
-si...si estoy dispuesta a ser algo mas...ya lo dije....ya lo decidí...y...no voy a cambiar de opinión...estoy segura- Miro sus ojos completamente segura de lo que decía y quizás para demostrarle que lo que decía era cierto me acerque a besar suavemente sus labios, a penas un rose, sintiéndome avergonzada incluso por eso, lo cual, sabia era algo tonto después de lo ocurrido...me aparto mirándolo nuevamente, aun estaba sentada en la mesa con las piernas separadas, mi piel se veía un poco mas pálida, mi pecho no dejaba de subir y bajar acelerado mi hombro seguía descubierto, algunos delicados risos habían escapado de mi peinado y acariciaban mi cuello y hombros...
Cuando se aparto de mi lado me pareció una eternidad, pero aun así quería mas, gire la cabeza observando aquellas marcas en mi piel, eran increíbles, me quede como perdidas en ellas, solo observándolas fijamente hasta que el me saco de esa especie de trance en el que me había metido, observe sus ojos, perdiéndome en ellos, mi pecho subía y bajaba aun agitada, escuche sus palabras sorprendida, mi cuerpo volvió a estremecerse al sentir su lengua húmeda lamiendo mi herida, volví a fijarme en el, en sus ojos, en su rostro, ser algo mas?...yo ya estaba segura de mi respuesta, de lo que deseaba y eso no había cambiado, por primera vez podía tomar una decisión yo misma y ya lo había hecho y no pensaba cambiar de opinión...observe sus ojos segura de lo que respondería...
-si...si estoy dispuesta a ser algo mas...ya lo dije....ya lo decidí...y...no voy a cambiar de opinión...estoy segura- Miro sus ojos completamente segura de lo que decía y quizás para demostrarle que lo que decía era cierto me acerque a besar suavemente sus labios, a penas un rose, sintiéndome avergonzada incluso por eso, lo cual, sabia era algo tonto después de lo ocurrido...me aparto mirándolo nuevamente, aun estaba sentada en la mesa con las piernas separadas, mi piel se veía un poco mas pálida, mi pecho no dejaba de subir y bajar acelerado mi hombro seguía descubierto, algunos delicados risos habían escapado de mi peinado y acariciaban mi cuello y hombros...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Tener la mente clara es fundamental para la comprensión.
—Muy bien— respondió con compromiso, su decisión concordaba con su pensamiento. Ella ya era suya, nadie podía arrebatarsela, nadie. Aunque parecía que estaba confundida, si ella pensaba en que Violante la volvería una inmortal, estaría muy equivocada, al menos no tenía una intención a corto plazo. La única persona que podría persuadir lo era ella misma, pero mientras sólo era su esclava de sangre... Su amante.
El príncipe pretendió desnudar el otro hombro, besarlo y desabotonar el vestido para contemplar el medio cuerpo desnudo, amar esos pechos, beber de ellos. Si, eso era lo que Violante deseo, añoró. La tomó del cuello tirándole su cabeza hacía atrás, le mostró sus colmillos anunciando que estaba dispuesto a desgarrar ese cuello, mas se detuvo. Alguien se acercaba, alguien los interrumpiría y Violante maldijo a las personas que venían.
El vampiro ayudó a vestir el hombro desnudo y la bajó de la mesa, le dio un último beso y después le sonrió con malicia, —Vayamos a otro lado amorè—.
Tomados de la mano abandonaron el lugar, se cruzaron con el camarero y dos clientes en el transcurso al salón principal. Nuevamente fueron el centro de atención, Violante escrutó cada pensamiento, no quería que lo identificasen por lo que era, Ainara presentaba un color un poco pálido a como había llegado y en cambio él había obtenido un leve color en sus mejillas. Lo que para fortuna de ellos, no fue notado. Cruzaron el salón, –ve a esos mortales desafortunados, todos desearían lo que esta noche te estoy brindando– transmitió su mensaje por la mente, totalmente satisfecho de las reacciones de la joven gorrión.
Salieron del lugar y subieron al coche blanco del príncipe, era espacioso y de asientos de terciopelo negro con cortinas rojas. Se sentaron frente a frente, sin hablar. El cochero golpeó a los corceles e iniciaron su camino, era claro que Violante daba sus ordenes telepáticamente a su subordinado, después de todo era un mortal.
El príncipe se centró en ella, tenía el corazón un poco tranquilo, pensaba en que pasarían a recogerla a determinada hora, una pequeña vocesilla entre la que le dictaba que siguiera al príncipe sin importar el qué, ya que se lo había prometido, él le había prometido libertad y ella estaba dispuesta a todo. Inclusive a renunciar a su vida mortal... ¿no es así?
—Regresaremos, daremos sólo una vuelta— dijo el vampiro para calmar esa pequeña voz dentro de ella, —ven, siéntate en mí, a horcajadas y dime en un susurro, a mí oído, responde ¿quieres más sangre, o me dejarás amarte mientras bebo de ti?— su tono sensual fue acompañado por una invitación con la mano, por esta ocasión le dejaría tomar la decisión, ya que después él decidiría amar el cuerpo o sólo beber de él, hasta decidirse en convertirla o no hacerlo deshaciéndose de ella.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Mis latidos no dejaban de acelerarse, estaba muy nerviosa, lo cual era muy normal, nunca había estado en una situación igual o parecida....mi cuerpo se estremeció cuando desnudo mi otro hombro, cerré los ojos tratando de calmarme, recordándome una y otra vez que estaba allí por que yo lo había decidido así...por que yo lo quería...comenzó a desabrochar uno a uno los botones de mi vestido el que se fue deslizando suavemente hacia abajo, dejándolo ver el comienzo de mis senos a penas cubiertos dejando ver la suave y delicada piel que ocultaba la prenda que los cubría, observe sus colmillos sentí como hizo mi cabeza hacia atrás, seguí con los ojos cerrados fuertemente, nerviosa, asustada, pero a penas había tomado la decisión ya me había entregado a el...
Me sobresalte al oír voces y pasos, sentí como el me ayudo a arreglar mis ropas, el me ayudo a bajar de la mesa, beso mis labios una vez mas, lo mire al oír sus palabras y asentí, tome su mano y comencé a caminar junto a el en dirección a la salida, sentía la mirada de las personas sobre nosotros, pero ya no me importaba nada, ni lo que pensaran ni nada...por primera vez estaba haciendo lo que yo deseaba...por primera vez me sentía ya un poquito mas libre de cuando entre a este lugar, mire a Violante, y todo se debía a el.
Fuera nos esperaba un hermoso carruaje, a mi en una hora aproximada me vendrían a buscar, lo pensé, pero eso ya no me preocupaba, quede sentada frente a el, me sentía nerviosa, pero trataba de calmarme, asentí al oír aquello de dar una vuelta, cuando dijo lo siguiente mi corazón dio un salto sintiéndome un poco mas nerviosa, agache la mirada y me mordí el labio inferior, me quede unos segundos así, sin saber que hacer, pero al final me levante apoyando las manos en sus hombros, mirándolo nerviosa, termine sentándome a horcajadas en sus piernas, mi pecho subía y bajaba debido a mi respiración agitada, estaba nerviosa, debía responder, me abrace a el para no caer hacia atrás con el movimiento del carruaje, quedando mas pegada a el, oculte mi rostro en su cuello acerque mis labios a su oído, ni siquiera sabia que responder, me sentía tan...inexperta...y comenzaba a odiar eso...quizás...si tuviera mas experiencia con...hombres, sabría que hacer...
-quiero...transformarme realmente en tu amante...en...enséñame como...- Murmuro bajo junto a su oído, dejando que sin querer mis labios se rozaran con el lóbulo de su oreja, sentí mis mejillas mas cálidas, supuse que estaba algo sonrojada, un suave estremecimiento recorrió mi columna vertebral, seguía abrazada a el, sentada en su regazo, sintiendo su cuerpo bajo mio, era lo mas cerca que había estado nunca de un hombre, me separe solo para ver sus ojos, no podía dejar de morder mi labio inferior de manera nerviosa...-que....tengo que hacer?...- Murmuro viendo sus ojos perdiéndome en ellos, mi pecho subía y bajaba rápidamente...pero ya, aunque estaba nerviosa, estaba segura de mis decisiones...
Me sobresalte al oír voces y pasos, sentí como el me ayudo a arreglar mis ropas, el me ayudo a bajar de la mesa, beso mis labios una vez mas, lo mire al oír sus palabras y asentí, tome su mano y comencé a caminar junto a el en dirección a la salida, sentía la mirada de las personas sobre nosotros, pero ya no me importaba nada, ni lo que pensaran ni nada...por primera vez estaba haciendo lo que yo deseaba...por primera vez me sentía ya un poquito mas libre de cuando entre a este lugar, mire a Violante, y todo se debía a el.
Fuera nos esperaba un hermoso carruaje, a mi en una hora aproximada me vendrían a buscar, lo pensé, pero eso ya no me preocupaba, quede sentada frente a el, me sentía nerviosa, pero trataba de calmarme, asentí al oír aquello de dar una vuelta, cuando dijo lo siguiente mi corazón dio un salto sintiéndome un poco mas nerviosa, agache la mirada y me mordí el labio inferior, me quede unos segundos así, sin saber que hacer, pero al final me levante apoyando las manos en sus hombros, mirándolo nerviosa, termine sentándome a horcajadas en sus piernas, mi pecho subía y bajaba debido a mi respiración agitada, estaba nerviosa, debía responder, me abrace a el para no caer hacia atrás con el movimiento del carruaje, quedando mas pegada a el, oculte mi rostro en su cuello acerque mis labios a su oído, ni siquiera sabia que responder, me sentía tan...inexperta...y comenzaba a odiar eso...quizás...si tuviera mas experiencia con...hombres, sabría que hacer...
-quiero...transformarme realmente en tu amante...en...enséñame como...- Murmuro bajo junto a su oído, dejando que sin querer mis labios se rozaran con el lóbulo de su oreja, sentí mis mejillas mas cálidas, supuse que estaba algo sonrojada, un suave estremecimiento recorrió mi columna vertebral, seguía abrazada a el, sentada en su regazo, sintiendo su cuerpo bajo mio, era lo mas cerca que había estado nunca de un hombre, me separe solo para ver sus ojos, no podía dejar de morder mi labio inferior de manera nerviosa...-que....tengo que hacer?...- Murmuro viendo sus ojos perdiéndome en ellos, mi pecho subía y bajaba rápidamente...pero ya, aunque estaba nerviosa, estaba segura de mis decisiones...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Dejarse llevar por sus instintos conduce a una aventura, sí ésta es buena o no, depende de las decisiones.
—Ya lo empezaste a hacer amorè— no solamente el tono la desconcertó, sino también la respuesta del vampiro. No era para nada precisa, si Violante quería confundirla lo había logrado. —Ya eres mi amante porque tu así lo haz decidido, fue tu decisión, tuya y de nadie más— y aunque Violante había intervenido con su seducción, no podía jactarse de haber sido por él que ella lo aceptara sin objeción alguna, sin querer imponer reglas.
—Esta noche dejarás de ser una niña para convertirte en una mujer, porque amaré tu cuerpo, está noche te acercaré a la inmortalidad porque quieres estar conmigo...— Violante detuvo por un breve momento su discurso, la melodía que era su voz era como una canción de cuna, que hipnotiza. Se desgarró su muñeca y formó un camino de sangre desde su propio cuello a sus labios. —... Dime lo que yo quiero escuchar y toma mi sangre, limpia con tu lengua mi piel, inicia en mi cuello con pequeños lamidos y termina en mis labios donde te esperaré con un beso—
El vampiro ladeó ligeramente el cuello para que Ainara no se le dificultara la labor que Violante le había asignado. La sentía aún nerviosa, pero el príncipe no dijo nada, no le dedicó palabras para darle confianza, no, la intención de Violante era que perdiera ese miedo, se dejara llevar.
Los latidos de Ainara se aceleraron cuando su lengua tocó la piel del vampiro, recorrió con lentitud el cuello y llegó a la boca. Violante la abrazó, besándola como no lo había hecho antes, con lujuria, desgarrando su propia lengua que bañada en su propia sangre depositaba las gotas del elixir en la lengua de Ainara. Ella se estremecía como lo hacían todos los que bebían la sangre de un vampiro, el príncipe fue desabotonando el vestido de la damisela sin que ésta se pudiera resistir, pues estaba perdida en el beso que Violante con gran apremio le daba.
Dejó caer su vestido sobre su regazo sin dejar de besarla, le desnudo los pechos y solo entonces escuchó los pensamientos de Ainara, se avergonazaba, Violante abandonó los labios de su amante y fue desabotonando su camisa, mostrando a ella la desnudez de su pecho masculino. Tomó una de las manos de ella y lo hizo tocarle donde el corazón debiera de latir. —Siente la frialdad de mi cuerpo, descubre que no late mi corazón como se encuentra el tuyo tan acelerado— el tono seductor del príncipe era un bálsamo que buscaba sosegar el corazón de Ainara, no le gustaba beber de mortales exaltados. Cuando el cuerpo de Ainara comenzaba a aceptar la idea de ser poseída por Violante, dejó a Ainara actuar, fue entonces que Violante llevó sus manos a los pechos femeninos, tan cálidos, tan firmes... vírgenes. —Cuanto calor albergas en esos pechos tallados por los mismos ángeles, ay comienzas a arder deja sosegar ese calor— le susurró en los labios soltando los pechos que quedaron marcados por las manos del vampiro, Violante besó ambos pechos y tiró hacía atrás un poco el cuerpo de Ainara, sostiéndola con una sola mano mientras que sus colmillos se clavaban en el pecho derecho de su amada.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Escuche sus palabras mirando sus ojos, perdiéndome en ellos, me sentía muy nerviosa, mi corazón daba saltos, observe como rasgaba su muñeca, humedecí mis labios con la punta de mi lengua, deseando beber de el...-quiero...beber de ti...y que bebas de mi mientras me haces mujer...- Murmure nerviosa, escuche aquello, y me acerque a el, observando la sangre roja manchar su piel me acerque un poco mas, comenzando a lamer lentamente su cuello, sintiendo el sabor de la sangre, suavemente lamia mi lengua hasta la mas mínima gota de sangre que manchara su piel, fui subiendo lento hasta sus labios, sentí su abrazo, su beso, el que correspondí, sintiendo nuevamente la sangre bañar mi boca, bebiendo de el, mi cuerpo temblaba entre sus brazos, sin querer dejar aquel beso de sangre.
Tan perdida estaba en aquel beso que no fui capaz de sentir cuando me desabotono el vestido que llevaba, dejándolo caer hasta mi cintura, solo me di cuenta hasta que mis pechos quedaron libres, me sonroje toda, sintiéndome avergonzada y nerviosa, nunca nadie me había visto desnuda antes...mire como el se desnudaba, observe su pecho desnudo, sentí como tomaba mi mano haciéndome acariciarlo, lo toque suavemente, no sentía su corazón, estaba frio muy frio...mi corazón comenzó a calmarse un poco, no lo se pero en cierto modo el me hacia sentir esa confianza, aun así me sobresalte un poco cuando sus manos tomaron mis pechos vírgenes, acariciándolos y sentí... como si despertaran a la vida en sus manos...aquellos suaves besos que deposito en ellos me hicieron estremecer, deje que me hiciera hacia atrás, un suave grito escapo de mis labios cuando sus colmillos perforaron mi piel, una mezcla de dolor y placer comenzó a recorrer cada rincón de mi cuerpo, enviando descargas por toda mi columna, descargas que se perdían bajo mi vientre, me mordí el labio inferior tratando de callar cada sonido que amenazaba con escapar de ellos, recordando de pronto que estábamos en un carruaje, cerré los ojos abandonándome a aquellas sensaciones que me recorrían, mis manos recorrían su pecho suavemente, avergonzada, pero impulsada por la curiosidad, y todo aquello que me hacia sentir, mi cuerpo era tan cálido en contraste al suyo...era una sensación fascinante...
Su boca permanecía anclada a mi pecho, bebiendo aquel cálido y rojizo elixir que manaba de las heridas recién provocadas, mi respiración estaba acelerada, suaves y delicados jadeos escapaban de mis labios pese a todo lo que luchaba por contenerlos, mientras mas me acostumbraba a aquella sensación de dolor y placer, mas me gustaba y mi cuerpo mas iba reaccionando, buscándolo, deseando mas...el calor iba aumentando, una ligera presión se acumulaba bajo mi vientre, el calor, todo parecía centrarse allí, aquellas delicadas, sensibles y rosadas puntas que adornaban mis pechos se habían endurecido, como si trataran de llamar la atención de él, que bebía aun gota a gota la sangre que manaba de mi pecho, todo mi cuerpo reaccionaba a el, era increíble...cerré los ojos dejándome llevar por las sensaciones que me recorrían...gimiendo suavemente su nombre, mis cabellos se habían soltado de aquel moño que los ataba, dejándolo caer en forma de risos por mis hombros, mi espalda, ocultando parcialmente el pecho que estaba en libertad, mi respiración seguía agitada, jadeante...mis manos se sujetaron con firmeza de sus hombros, buscando apoyo...-p...por favor...- repetía entre gemidos, sin saber bien por que rogaba...si...lo sabia...quería que apagara aquel fuego que comenzaba a consumirme...lo necesitaba....
Tan perdida estaba en aquel beso que no fui capaz de sentir cuando me desabotono el vestido que llevaba, dejándolo caer hasta mi cintura, solo me di cuenta hasta que mis pechos quedaron libres, me sonroje toda, sintiéndome avergonzada y nerviosa, nunca nadie me había visto desnuda antes...mire como el se desnudaba, observe su pecho desnudo, sentí como tomaba mi mano haciéndome acariciarlo, lo toque suavemente, no sentía su corazón, estaba frio muy frio...mi corazón comenzó a calmarse un poco, no lo se pero en cierto modo el me hacia sentir esa confianza, aun así me sobresalte un poco cuando sus manos tomaron mis pechos vírgenes, acariciándolos y sentí... como si despertaran a la vida en sus manos...aquellos suaves besos que deposito en ellos me hicieron estremecer, deje que me hiciera hacia atrás, un suave grito escapo de mis labios cuando sus colmillos perforaron mi piel, una mezcla de dolor y placer comenzó a recorrer cada rincón de mi cuerpo, enviando descargas por toda mi columna, descargas que se perdían bajo mi vientre, me mordí el labio inferior tratando de callar cada sonido que amenazaba con escapar de ellos, recordando de pronto que estábamos en un carruaje, cerré los ojos abandonándome a aquellas sensaciones que me recorrían, mis manos recorrían su pecho suavemente, avergonzada, pero impulsada por la curiosidad, y todo aquello que me hacia sentir, mi cuerpo era tan cálido en contraste al suyo...era una sensación fascinante...
Su boca permanecía anclada a mi pecho, bebiendo aquel cálido y rojizo elixir que manaba de las heridas recién provocadas, mi respiración estaba acelerada, suaves y delicados jadeos escapaban de mis labios pese a todo lo que luchaba por contenerlos, mientras mas me acostumbraba a aquella sensación de dolor y placer, mas me gustaba y mi cuerpo mas iba reaccionando, buscándolo, deseando mas...el calor iba aumentando, una ligera presión se acumulaba bajo mi vientre, el calor, todo parecía centrarse allí, aquellas delicadas, sensibles y rosadas puntas que adornaban mis pechos se habían endurecido, como si trataran de llamar la atención de él, que bebía aun gota a gota la sangre que manaba de mi pecho, todo mi cuerpo reaccionaba a el, era increíble...cerré los ojos dejándome llevar por las sensaciones que me recorrían...gimiendo suavemente su nombre, mis cabellos se habían soltado de aquel moño que los ataba, dejándolo caer en forma de risos por mis hombros, mi espalda, ocultando parcialmente el pecho que estaba en libertad, mi respiración seguía agitada, jadeante...mis manos se sujetaron con firmeza de sus hombros, buscando apoyo...-p...por favor...- repetía entre gemidos, sin saber bien por que rogaba...si...lo sabia...quería que apagara aquel fuego que comenzaba a consumirme...lo necesitaba....
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Cuando cedes a tus deseos, dejando a un lado la moral de la sociedad, es el momento en el que comienzas a disfrutar los placeres de la piel.
Violante comenzaba a excitarse con los pensamientos de su amante, estaba lista para que el vampiro la tomara. Los colmillos abandonaron la piel tensa de ella, pero sus labios rosaron las heridas, lamió las heridas sanandolas y beso ambos pechos, arañado los duros pezones de la bella joven. El vampiro entonces acercó el cuerpo de Ainara. —¡Bésame!— le ordenó mientras acariciaba las piernas femeninas.
Ella no desobedeció, –se salvaje– le habló por la mente, mientras acercaba sus dedos a la zona erógena de la jovencita, antes de estimular esa zona, Violante rasgo la lengua de Ainara y se aferró a la sangre brotada, los movimientos de ambos se aceleraron, justo como el corazón mortal de ella y que aumentó más cuando los dedos del vampiro se abrieron paso por la ropa interior de Ainara y estimularon la cuna de la vida. El príncipe no dejó que se escapara el gemido de entre el beso prolongado.
Cuando Violante abandonó los labios de Ainara, ella expulsó el primer gemido. El vampiro se sintió complacido, con su mano libre desabotonó su pantalón, luego removió ante la sonrojes de Ainara la prenda interior femenina, ella aunque temerosa se alzó un poco para que se deslizara hasta sus rodillas y luego cayera, el vampiro se sacó su excitación oculta bajo la falda, tomó de la cintura a Ainara y la dirigió hasta el frío miembro que le pertenecía al príncipe y que por esa noche sería de ella.
Ainara se estremeció ante el primer contacto, esto debido a la fría excitación del vampiro que miraba a la joven con lujuria, extasiado de su belleza. —No temas— le dijo mientras su excitación se introducía en ella, los movimientos del carruaje ayudaron a que los movimientos iniciales fueran naturales. Violante percibía el dolor que Ainara sentía en el momento, el arrebato de su virginidad, mas ella no parecía arrepentida de su decisión.
Los movimientos comenzaron a ser más rápidos, el príncipe capturó los gemidos de ella con un beso, dejando las manos de ella libres para que hiciera lo que quisiera, así se tratara de enterrar sus uñas en la piel de Violante, lo abrazara, se aferrara al cuello o tomara su cabello, Violante lo permitiría. El dolor comenzó a disiparse dentro de la mente de la hermosa amante del vampiro. Volvió a abandonar los labios de Ainara, los ojos de ambos se encontraron, liberando su poder de seducción. —¿Lo disfrutas tanto como yo querida? Estás dejando de ser una niña, ahora eres una mujer, eres mi amante. Aquí inicia tu libertad, al entregarte a mí por decisión propia, aboliste las cadenas opresoras de la sociedad— le dijo en jadeos, escuchando sus gemidos que suprimía el mismo ruido de las ruedas o las pisadas sobre el asfalto. —Este es el placer que cualquier mortal puede ofrecerte, yo te daré más, algo que nadie más lo hará— su tono en gloriado robó toda la atención de Ainara que sin preverlo ni siquiera percatarse, ya tenía a Violante en su cuello, con sus colmillos anclados en esa piel suave.
Ahora Ainara no solamente era poseída por la excitación de Violante, ahora también el vampiro bebía nuevamente de ella, despacio, pero siguiendo el ritmo que marcaban el movimientos de los cuerpos que chocaban en cada embiste que la excitación del príncipe hacía sobre su virginidad.
Violante- Vampiro Clase Baja
- Mensajes : 268
Fecha de inscripción : 07/03/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: El sabor de la sangre, el elixir que hechiza [Privado] (+18)
Deje escapar un delicado quejido sintiendo sus colmillos arañar aquellos delicados pezones que estaban endurecidos por el placer, escuche su orden, escuche aquellas palabras en mi mente, me abrace a el besándolo como el me había enseñado a hacer, de manera apasionada, sintiendo como rasgaba mi lengua, seguí besándolo, perdiéndome en sus caricias, en sus besos, mi gemido fue ahogado en sus labios cuando su mano se colo entre mis ropas interiores, acariciando aquel lugar aun virgen entre mis piernas, cuando por fin el beso se rompió pude dejar escapar el primer gemido
Mi respiración era acelerada mis mejillas estaban muy sonrojadas, sentí como trataba de quitarme la ropa interior, me sentía nerviosa, avergonzada una parte de mi quería ocultar mi desnudez, pero desde luego que no lo aria, lo ayude levantándome un poco, sintiendo como se deslizaba la prenda hasta caer a mis pies, me volví a quedar acomodada a horcajadas sobre el, sintiendo como tomaba mi cintura acomodándome, mis manos se aferraban a sus hombros, mi cuero tembló cuando su frio miembro rozo aquel lugar tan cálido y oculto, mire sus ojos nerviosa, sintiendo como comenzaba a entrar en mi interior de manera lenta pero firme, era una sensación extraña, algo incomoda al principio hasta que de pronto todo esto quedo atrás para sustituirse por un dolor agudo, deje escapar un quejido de dolor abrazándome a el con fuerza, trate de relajarme, el dolor seguía allí pero poco a poco iba quedando en segundo plano siendo sustituido por el placer
Correspondí el beso de manera apasionada y entrecortada, sintiendo como comenzaba a moverse cada vez mas rápido, mis manos comenzaron a arañar su espalda, aferrándome a el, pegándome su cuerpo, abrí los ojos mirándolo, escuche sus preguntas, que si lo disfrutaba? claro que si...-s....si...ah...mm...s...si...l...lo...disfruto yo....yo s...si....soy tuya... ahh t..tu amante...- decía entre gemidos y jadeos, arañando aun su espalda arqueandome a el no me di cuenta que ya se encontraba en mi cuello hasta que sentí como sus colmillos perforaban mi piel, gemí contra su cuello, mis caderas comenzaron a moverse de manera instintiva siguiendo su ritmo, sintiendo como seguía entrando y saliendo de mi interior, era increíble como conectábamos de esta manera, como nuestros cuerpos parecían encajar de manera tan perfecta, el placer se elevo al doble cuando el comenzó a beber de mi, cerré los ojos con fuerza gimiendo y jadeando contra su oído, sentía como mis senos se rozaban contra su pecho, como el seguía en mi interior cada vez mas profundo, mas firme
No podía dejar de pensar en las sensaciones que me recorrían, en el bebiendo de mi, en como me sentía teniéndolo en mi interior, nuestros cuerpos moviéndose al mismo ritmo, nuestros cuerpos unidos, seguía arañando su espalda, mordiendo su hombro para ahogar los gemidos que comenzaban a escapar de mis labios, mis caderas se iban moviendo cada vez mas firmes, cada vez mas rápido, solo me dejaba llevar por lo que sentía, lo hacia por instinto, por el placer que me recorría, me sentía a punto de explotar de placer...
Mi respiración era acelerada mis mejillas estaban muy sonrojadas, sentí como trataba de quitarme la ropa interior, me sentía nerviosa, avergonzada una parte de mi quería ocultar mi desnudez, pero desde luego que no lo aria, lo ayude levantándome un poco, sintiendo como se deslizaba la prenda hasta caer a mis pies, me volví a quedar acomodada a horcajadas sobre el, sintiendo como tomaba mi cintura acomodándome, mis manos se aferraban a sus hombros, mi cuero tembló cuando su frio miembro rozo aquel lugar tan cálido y oculto, mire sus ojos nerviosa, sintiendo como comenzaba a entrar en mi interior de manera lenta pero firme, era una sensación extraña, algo incomoda al principio hasta que de pronto todo esto quedo atrás para sustituirse por un dolor agudo, deje escapar un quejido de dolor abrazándome a el con fuerza, trate de relajarme, el dolor seguía allí pero poco a poco iba quedando en segundo plano siendo sustituido por el placer
Correspondí el beso de manera apasionada y entrecortada, sintiendo como comenzaba a moverse cada vez mas rápido, mis manos comenzaron a arañar su espalda, aferrándome a el, pegándome su cuerpo, abrí los ojos mirándolo, escuche sus preguntas, que si lo disfrutaba? claro que si...-s....si...ah...mm...s...si...l...lo...disfruto yo....yo s...si....soy tuya... ahh t..tu amante...- decía entre gemidos y jadeos, arañando aun su espalda arqueandome a el no me di cuenta que ya se encontraba en mi cuello hasta que sentí como sus colmillos perforaban mi piel, gemí contra su cuello, mis caderas comenzaron a moverse de manera instintiva siguiendo su ritmo, sintiendo como seguía entrando y saliendo de mi interior, era increíble como conectábamos de esta manera, como nuestros cuerpos parecían encajar de manera tan perfecta, el placer se elevo al doble cuando el comenzó a beber de mi, cerré los ojos con fuerza gimiendo y jadeando contra su oído, sentía como mis senos se rozaban contra su pecho, como el seguía en mi interior cada vez mas profundo, mas firme
No podía dejar de pensar en las sensaciones que me recorrían, en el bebiendo de mi, en como me sentía teniéndolo en mi interior, nuestros cuerpos moviéndose al mismo ritmo, nuestros cuerpos unidos, seguía arañando su espalda, mordiendo su hombro para ahogar los gemidos que comenzaban a escapar de mis labios, mis caderas se iban moviendo cada vez mas firmes, cada vez mas rápido, solo me dejaba llevar por lo que sentía, lo hacia por instinto, por el placer que me recorría, me sentía a punto de explotar de placer...
Ainara L. Betancourt- Humano Clase Alta
- Mensajes : 64
Fecha de inscripción : 27/02/2013
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 1 de 2. • 1, 2
Temas similares
» El dulce sabor a miel... {Privado}
» Con sabor a sangre [Viola]
» De los árboles sureños cuelga una fruta extraña. Hay sangre en las hojas, hay sangre en la raíz | Privado
» Máscara de sangre. Sangre de esclavitud | Privado | El ascenso del Príncipe
» La sangre traiciona a la sangre | Venganza, Parte I | Privado
» Con sabor a sangre [Viola]
» De los árboles sureños cuelga una fruta extraña. Hay sangre en las hojas, hay sangre en la raíz | Privado
» Máscara de sangre. Sangre de esclavitud | Privado | El ascenso del Príncipe
» La sangre traiciona a la sangre | Venganza, Parte I | Privado
Página 1 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour