AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Cultura [Narcisse]
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Cultura [Narcisse]
Primer movimiento * Sinfonía n.º 40
Para mí actuar es una experiencia muy cotidiana,
la posibilidad de dejar de ser uno mismo es casi siempre estrictamente necesaria.
la posibilidad de dejar de ser uno mismo es casi siempre estrictamente necesaria.
Es curioso que llegará a esta ciudad con el inicio del otoño pero más que curioso simbólico y adecuado, época donde la vida se marchita, las hojas de los árboles resecas se caen de los árboles ya sin rastro de vida, se tornan amarillentas o amarronadas, el viento sopla más fuerte y el frio comienza a hacerse notar, cambios que inician sutiles para luego volverse bastante chocante, es un periodo difícil para algunos, inclusive en la poesía y la escritura el otoño es un simbolismo de madurez y cambio, donde algo muerte o se transforma, típica frase: “Otoño en mi corazón” Claro que el del vampiro no late, el viento puede soplar muy fuerte y jamás le moverá un centímetro, el frio podrá calar los huesos de cualquiera pero nunca llegar a ser más gélido que el mismo Averno, en su retorcida y singular mente llega a compararse con esta estación del año, y curiosamente resulta vencedor y superior, algo que no podría imaginarse que resultaría, es tanto su ego como su sarcasmo propio. Todas las oscuras cortinas tanto del piso secundario como del primario se encuentran extendidas evitando que los rayos del sol entrasen dentro del hogar, él ha salido del sótano observando que la tarde llega a su fin, la noche inicia y está junto con él, no es un hombre de sueños, así que suele pasar horas de horas durante el día en plena oscuridad dentro de ese sótano evocando memorias del pasado que jamás volverán, unos cuantos rostros antes de ser mancillados, le es imposible recordarlos todos, han sido tantas las mujeres, y los hombres, así pronunciara nombres todo el maldito día y toda la bella noche tendría que seguir haciéndolo y eso solo contando los que recuerda, es difícil mantener un registro mental de todo, sobre todo cuando se trata de seres tan irrelevantes, la última de la tarde fue una morena que gracias a él había conseguido la libertad, ella estaba tan feliz, incluso enamorada del vampiro, la humana era consciente de lo que él era, pero el amor que ciega peor que la diabetes le impedía ver con claridad y ese fue su final, hermoso por no decir épico, el cráneo de la mulata frente a la casa de esclavos de la que una vez huyó, quizá recuerda el incidente al haber tomado este partida en un lugar un tanto familiar.
No lo sabe, por el contrario de lo que está seguro es que ya es hora de partir, la reserva que hizo en el teatro no la puede dejar pasar, la cultura humana no siempre es paupérrima y no importa si el pueblo es chico o la ciudad es grande, mientras tenga un teatro o un auditorio siempre se podrá encontrar algo de sublime inteligencia, debe dar méritos a que algunos grandes pensadores han sido humanos y grandes creadores también, pero jamás podría aceptar que uno de estos tantos pueda superarlo, él un hombre solitario jamás tomaría una carroza para llegar aunque esto desentonara del común en la clase social alta, pero no es suficientemente sospechoso por lo que puede tomarse el atrevimiento de salir un poco del papel respecto a ello. París tiene toda una gran historia, a través de los libros conoce de esta pero es muy diferente leer a ser partícipe de, y lo mejor de ser historia en su caso es que puede revivirse así mismo noche tras noche pues a diferencia de la gran mayoría de personajes que han dejado huella él no caduca con el tiempo y aunque haya tenido tantos alias, estos han quedado plasmado en mentes con terror y odio, alias, esos sí que los recuerda todos y aunque las rosas siempre sean las mismas siempre pasaron desapercibidos en lo que respecta a igualdad por cuestiones de tiempo, los humanos no pueden seguirle la pista a un ser inmortal pues siempre este va a tener más tiempo que ellos y eso es algo que ha aprendido hace mucho, una sonrisa se dibuja en el rostro del vampiro, es una sonrisa a modo de reto, está retando al local, espera que este sea lo suficientemente digno de poder entregarle algo realmente majestuoso que llame su atención y no le haga pensar que está desperdiciando preciadas horas de su noche, los actores humanos suelen ser muy buenos pues tienen esos sentimientos irrelevantes, inmaduros y fastidiosos que les permiten plasmarse a sí mismos en estas obras que en su gran mayoría resultan ridículas, pero ninguno logra superarlo a él, carente de todos estos puede representarse eternamente en miles de facetas mucho mejor que todos ellos, de manera indefinida, facilidad que siempre le resulta divertida, y sobre las obras, ya ninguna como antes, algunas resaltan, otras no, en general de promedio son regulares, tirando para buenas, pero debe aceptar que ya en estas épocas no existen seres con dones como los que tenía Esquilo, el gran dramaturgo griego, le hubiera gustado poder conocerlo, tal vez si hubiera sido lo que es en ese tiempo le hubiera entregado el don de la inmortalidad y le tendría haciendo miles de tragedias para su exclusivo deleite, pero lástima que no pudo ser así.
Muy cordial él entra, su ropa de gala por supuesto para lucir a la altura de la situación como debe de ser, el traje de noche y una bufanda que pretende usar para algo más que adornar su cuello, el fondo musical es agradable, la sinfonía número cuarenta de Mozart, la reconoce al instante en que pisa el salón de entrada, Molto allegro, el primer movimiento que hace honor a su categorización, pobre desgraciado niño, murió joven y recientemente con algo digno que brindar a diferencia de tantos vejetes humanos inservibles que pasan los setenta y aun sus mentes banales pululan en la perdición, un simple desperdicio, no se les puede sacar provecho de nada, ni si quiera como entretenimiento, desechos en vida y nada más, si no fuera tan exquisito el mismo acabaría con todos, pero ni eso merecen. El palco que ha reservado tiene asientos aparte del propio, ¿por qué no buscar acompañante? Teniendo en cuenta el lugar en el que está, tal vez y solo tal vez exista algún ser por aquí que valiera la pena escuchar y además conversar, sería una sorpresa grata, claro espera que no demasiado grata o tal vez termine arrancándole la cabeza de la emoción que se pueda generar dentro de él, un exprés es un peligro latente que no puede evitar, y pobre la desgraciada que se lo ganará, aunque de cierta manera moriría en un buen lugar, ¿no? Eleva la vista bien, erguido en lo que sería el centro del salón y con el bastón firme sobre el suelo, es difícil encontrar casi siempre mujeres que se encuentren solitarias por estos lares, pero la paciencia es su mayor don después de la inmortalidad, sus orbes café oscuro se centran en una elegante mujer de baja estatura, ¿ir por ella? Para nada, solo espera el primer contacto visual, lo tiene y lo aprovecha dado que no esta tan lejos de la mujer: * Venga aquí * Pronuncia en tono imperativo haciendo uso de su habilidad como inmortal * Buenas noches madame, dígame Averno * Presentarse sin más es algo común en él, porqué debería de dudar al hacerlo cuando se merece la atención, faltan quizá unos veinte minutos o veinticinco antes de que la obra inicie, el suficiente para decidir si la presenciará solo o acompañado.
No lo sabe, por el contrario de lo que está seguro es que ya es hora de partir, la reserva que hizo en el teatro no la puede dejar pasar, la cultura humana no siempre es paupérrima y no importa si el pueblo es chico o la ciudad es grande, mientras tenga un teatro o un auditorio siempre se podrá encontrar algo de sublime inteligencia, debe dar méritos a que algunos grandes pensadores han sido humanos y grandes creadores también, pero jamás podría aceptar que uno de estos tantos pueda superarlo, él un hombre solitario jamás tomaría una carroza para llegar aunque esto desentonara del común en la clase social alta, pero no es suficientemente sospechoso por lo que puede tomarse el atrevimiento de salir un poco del papel respecto a ello. París tiene toda una gran historia, a través de los libros conoce de esta pero es muy diferente leer a ser partícipe de, y lo mejor de ser historia en su caso es que puede revivirse así mismo noche tras noche pues a diferencia de la gran mayoría de personajes que han dejado huella él no caduca con el tiempo y aunque haya tenido tantos alias, estos han quedado plasmado en mentes con terror y odio, alias, esos sí que los recuerda todos y aunque las rosas siempre sean las mismas siempre pasaron desapercibidos en lo que respecta a igualdad por cuestiones de tiempo, los humanos no pueden seguirle la pista a un ser inmortal pues siempre este va a tener más tiempo que ellos y eso es algo que ha aprendido hace mucho, una sonrisa se dibuja en el rostro del vampiro, es una sonrisa a modo de reto, está retando al local, espera que este sea lo suficientemente digno de poder entregarle algo realmente majestuoso que llame su atención y no le haga pensar que está desperdiciando preciadas horas de su noche, los actores humanos suelen ser muy buenos pues tienen esos sentimientos irrelevantes, inmaduros y fastidiosos que les permiten plasmarse a sí mismos en estas obras que en su gran mayoría resultan ridículas, pero ninguno logra superarlo a él, carente de todos estos puede representarse eternamente en miles de facetas mucho mejor que todos ellos, de manera indefinida, facilidad que siempre le resulta divertida, y sobre las obras, ya ninguna como antes, algunas resaltan, otras no, en general de promedio son regulares, tirando para buenas, pero debe aceptar que ya en estas épocas no existen seres con dones como los que tenía Esquilo, el gran dramaturgo griego, le hubiera gustado poder conocerlo, tal vez si hubiera sido lo que es en ese tiempo le hubiera entregado el don de la inmortalidad y le tendría haciendo miles de tragedias para su exclusivo deleite, pero lástima que no pudo ser así.
Muy cordial él entra, su ropa de gala por supuesto para lucir a la altura de la situación como debe de ser, el traje de noche y una bufanda que pretende usar para algo más que adornar su cuello, el fondo musical es agradable, la sinfonía número cuarenta de Mozart, la reconoce al instante en que pisa el salón de entrada, Molto allegro, el primer movimiento que hace honor a su categorización, pobre desgraciado niño, murió joven y recientemente con algo digno que brindar a diferencia de tantos vejetes humanos inservibles que pasan los setenta y aun sus mentes banales pululan en la perdición, un simple desperdicio, no se les puede sacar provecho de nada, ni si quiera como entretenimiento, desechos en vida y nada más, si no fuera tan exquisito el mismo acabaría con todos, pero ni eso merecen. El palco que ha reservado tiene asientos aparte del propio, ¿por qué no buscar acompañante? Teniendo en cuenta el lugar en el que está, tal vez y solo tal vez exista algún ser por aquí que valiera la pena escuchar y además conversar, sería una sorpresa grata, claro espera que no demasiado grata o tal vez termine arrancándole la cabeza de la emoción que se pueda generar dentro de él, un exprés es un peligro latente que no puede evitar, y pobre la desgraciada que se lo ganará, aunque de cierta manera moriría en un buen lugar, ¿no? Eleva la vista bien, erguido en lo que sería el centro del salón y con el bastón firme sobre el suelo, es difícil encontrar casi siempre mujeres que se encuentren solitarias por estos lares, pero la paciencia es su mayor don después de la inmortalidad, sus orbes café oscuro se centran en una elegante mujer de baja estatura, ¿ir por ella? Para nada, solo espera el primer contacto visual, lo tiene y lo aprovecha dado que no esta tan lejos de la mujer: * Venga aquí * Pronuncia en tono imperativo haciendo uso de su habilidad como inmortal * Buenas noches madame, dígame Averno * Presentarse sin más es algo común en él, porqué debería de dudar al hacerlo cuando se merece la atención, faltan quizá unos veinte minutos o veinticinco antes de que la obra inicie, el suficiente para decidir si la presenciará solo o acompañado.
Averno- Vampiro Clase Alta
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Fecha de inscripción : 22/03/2013
Localización : París
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Re: Cultura [Narcisse]
"El recuerdo interesante de una noche,
no es como empieza, sino como termina"
no es como empieza, sino como termina"
El fastidio era la palabra que verdaderamente resumía la situación de la mujer, escuchar a un montón de "religiosos" dando sermones a diestra y siniestra, palabras ridículas, de esas que solo salían en situaciones de alto riesgo. Claro, riesgo de perder poder, riesgo de perder dinero, riesgo de perder devotos para afirmar su escala en la pirámide. Esas palabras ya se las sabía de memoria, de hecho, en una de las tantas reuniones, ella se había dedicado a escribirlas de inicio a fin, lo había pasado después en un manuscrito, y con burla se lo entregó al santísimo papa. Aquella ocasión el hombre la había visto perplejo, con el semblante verdaderamente molesto, pero ella dejaba en claro que poco le importaba su expresión, se había burlado de su iglesia, de sus manías, y de su Dios, quien seguramente para la misma autoridad religiosa en la tierra, tampoco era de importancia; la completa irritación que tenía al notar como aquellos hombres colocaban la mano en el pecho sintiendo admiración, la hizo levantarse de su asiento en la mesa principal. Ni siquiera se disculpó, simplemente volteó a ver de forma casi aniquilan al orador, después le dedicó una sonrisa burlesca a los soldados, con seguridad y una notoria falta de respeto, salió con por la puerta principal. Se trataba de una mujer con carácter fuerte, pero al mismo tiempo atormentada. Se trataba de una víctima del dolor, que en vez de hundirla la había sacado adelante. Ella, la que poseía una belleza arrebatadora, se dispuso a salir del horrendo edificio y darse el tiempo suficiente, ya había pasado la cantidad de horas, días meses y años necesarios para levantar su dichoso luto, y dejarse ver al mundo como la mujer renovada, hermosa y dispuesta a vivir frente a los ojos ajenos. ¿Cómo lo empezaría? Claro, dotándose de placeres, caprichosos, pasiones y diversiones. ¿Había algo de malo, nada.
La vanidad de una mujer no puede pasar desapercibida. Narcisse, a pesar de utilizar ropajes masculinos dentro de la iglesia, gustaba de resaltar su belleza y atributos, le gustaba oler a flores, acrecentar el color de sus labios para que fueran más llamativos, por esa razón, después de salir de la iglesia fue directamente a su mansión la cual la esperaba con un baño relajan. La mujer estuvo en su tina aproximadamente media hora, salió de esa misma y buscó un hermoso vestido color carmín, aunque claro, no era para nada pomposo, más bien el corsé era el único atuendo demasiado llamativo al incrementar el marcado de su cintura, pero lo demás era recatado, reservado y simple, ella no creía que tener los ropajes más elegantes y estrafalarios la hacía mejor dentro de la sociedad. Lo mejor era ir un poco más cómoda que el resto, claro sin perder la elegancia; sus cabellos caían como cascadas, y brillaban como estrellas en el cielo, sus hebras negro azabache hacían un hermoso contraste con su piel blanca y nívea. Se veía preciosa, sensual, elegante y despampanante, todo aquello para nadie más que para ella. A su edad, el interés por buscar una pareja que la acompañara por el resto de sus días había disminuido, simplemente buscaba tranquilidad, además que tenía el antecedente de ser viuda, y en sus tiempos vaya que estaba mal visto, así que prefería no pensarse una busca maridos, mejor una viuda con libertades casi cayendo al libertinaje, que claro, aun no se había atrevido a aprovechar aplicándolo; cuando estuvo perfectamente arreglada, tomó aquellos tickets, se podía dar el lujo de comprar el palco para todo el año, pagar entradas por adelantado y ser un cliente distinguido del lugar, por lo que una simple entrada le valía por todas, y nadie le discutía nada. Tomó el carruaje y con la ayuda de su chofer viajo hasta el lugar especifico y se bajó para adentrarse al recinto. Dentro pudo notar muchas caras conocidas, pero una en particular llamó su atención, una que no conocía y que la llamo de en medio de la oscuridad.
- Usted puede decirme, Narcisse, buena noche - Comentó, con mucha tranquilidad. Sus ojos viajaban estudiando el rostro y luego la figura masculina. Un pequeño recuerdo le vino a la mente. Los vampiros muchas veces subestimaban la inteligencia del ser humano, se olvidaban que en su momento lo habían sido, y eso daba grandes ventajas a las criaturas mortales, bueno, solo a las pensantes. Entre sus recuerdos, la mujer recordó un expediente bastante peculiar, con un nombre similar, ¿acaso podrían haber sido la misma criatura? Probablemente si, y lo que la llevaba a confirmar sus sospechas, era precisamente eso, la manera tan erótica y aterciopelada con que el hombre empleaba la voz en cada palabra proveniente de su boca, aunque claro, habían sido muy pocas, eran las suficientes para que una experta supiera al respecto, además, si se le sumaba la palidez de su piel y lo que expresaban sus orbes, todo le hacía indicar que estaba bajo una criatura de la noche, para precisar, un vampiro. Aquel suceso le importó en lo más mínimo, Narcisse odiaba demasiado a esas criaturas debido a la muerte de personas que, en su momento, habían sido más que importantes para ella. Sus progenitores claro, seguramente estarían ardiendo en el infierno, pero eso ya era irrelevante, pues ante tal suceso ella no podía hacer nada - Una peculiar forma de invitar a una dama respetable a hacerle compañía - Comentó con cierto tono zalamero - Sin embargo, no me molesta, resulta que buscaba la diferencia entre tanta monotonía, debo darle las gracias entonces - Terminó diciendo con una sonrisa amplia, y llena de maldad - ¿Acaso tiene hambre? Muchas mujeres caemos ante tanto magnetismo inhumano, usted debe saber a lo que me refiero - Musitó, acomodando los pliegues de su hermoso vestido, alzó su rostro solo para verle de vez en cuando, sonreía de forma mordaz - ¿Disfrutando de lugares especiales? Es grato y entretenido el pensamiento de un hombre después de una obra como tal, sería agradable pues, compartí las ideas después de la función ¿le parece una buena idea? - Y su mano descansó en su cadera, ella frente a él, sus ojos chocando, simplemente se esperaban respuestas.
La vanidad de una mujer no puede pasar desapercibida. Narcisse, a pesar de utilizar ropajes masculinos dentro de la iglesia, gustaba de resaltar su belleza y atributos, le gustaba oler a flores, acrecentar el color de sus labios para que fueran más llamativos, por esa razón, después de salir de la iglesia fue directamente a su mansión la cual la esperaba con un baño relajan. La mujer estuvo en su tina aproximadamente media hora, salió de esa misma y buscó un hermoso vestido color carmín, aunque claro, no era para nada pomposo, más bien el corsé era el único atuendo demasiado llamativo al incrementar el marcado de su cintura, pero lo demás era recatado, reservado y simple, ella no creía que tener los ropajes más elegantes y estrafalarios la hacía mejor dentro de la sociedad. Lo mejor era ir un poco más cómoda que el resto, claro sin perder la elegancia; sus cabellos caían como cascadas, y brillaban como estrellas en el cielo, sus hebras negro azabache hacían un hermoso contraste con su piel blanca y nívea. Se veía preciosa, sensual, elegante y despampanante, todo aquello para nadie más que para ella. A su edad, el interés por buscar una pareja que la acompañara por el resto de sus días había disminuido, simplemente buscaba tranquilidad, además que tenía el antecedente de ser viuda, y en sus tiempos vaya que estaba mal visto, así que prefería no pensarse una busca maridos, mejor una viuda con libertades casi cayendo al libertinaje, que claro, aun no se había atrevido a aprovechar aplicándolo; cuando estuvo perfectamente arreglada, tomó aquellos tickets, se podía dar el lujo de comprar el palco para todo el año, pagar entradas por adelantado y ser un cliente distinguido del lugar, por lo que una simple entrada le valía por todas, y nadie le discutía nada. Tomó el carruaje y con la ayuda de su chofer viajo hasta el lugar especifico y se bajó para adentrarse al recinto. Dentro pudo notar muchas caras conocidas, pero una en particular llamó su atención, una que no conocía y que la llamo de en medio de la oscuridad.
- Usted puede decirme, Narcisse, buena noche - Comentó, con mucha tranquilidad. Sus ojos viajaban estudiando el rostro y luego la figura masculina. Un pequeño recuerdo le vino a la mente. Los vampiros muchas veces subestimaban la inteligencia del ser humano, se olvidaban que en su momento lo habían sido, y eso daba grandes ventajas a las criaturas mortales, bueno, solo a las pensantes. Entre sus recuerdos, la mujer recordó un expediente bastante peculiar, con un nombre similar, ¿acaso podrían haber sido la misma criatura? Probablemente si, y lo que la llevaba a confirmar sus sospechas, era precisamente eso, la manera tan erótica y aterciopelada con que el hombre empleaba la voz en cada palabra proveniente de su boca, aunque claro, habían sido muy pocas, eran las suficientes para que una experta supiera al respecto, además, si se le sumaba la palidez de su piel y lo que expresaban sus orbes, todo le hacía indicar que estaba bajo una criatura de la noche, para precisar, un vampiro. Aquel suceso le importó en lo más mínimo, Narcisse odiaba demasiado a esas criaturas debido a la muerte de personas que, en su momento, habían sido más que importantes para ella. Sus progenitores claro, seguramente estarían ardiendo en el infierno, pero eso ya era irrelevante, pues ante tal suceso ella no podía hacer nada - Una peculiar forma de invitar a una dama respetable a hacerle compañía - Comentó con cierto tono zalamero - Sin embargo, no me molesta, resulta que buscaba la diferencia entre tanta monotonía, debo darle las gracias entonces - Terminó diciendo con una sonrisa amplia, y llena de maldad - ¿Acaso tiene hambre? Muchas mujeres caemos ante tanto magnetismo inhumano, usted debe saber a lo que me refiero - Musitó, acomodando los pliegues de su hermoso vestido, alzó su rostro solo para verle de vez en cuando, sonreía de forma mordaz - ¿Disfrutando de lugares especiales? Es grato y entretenido el pensamiento de un hombre después de una obra como tal, sería agradable pues, compartí las ideas después de la función ¿le parece una buena idea? - Y su mano descansó en su cadera, ella frente a él, sus ojos chocando, simplemente se esperaban respuestas.
Narcisse Capet- Inquisidor Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Deja a la mujer desenvolverse por sí misma, siempre es la mejor manera de descubrir a quien se tiene en frente, analizar los detalles rigurosamente, el movimiento de las manos, la tensión de la frente, la manera en que las cejas se levanten, los ojos, la sonrisa, algún giro, una acomodada de caballeo, ligera presión o tal vez tics, detalles muy sencillos que pasan desapercibidos por cualquiera, por él no, pues le sirven para entablar teorías y afinar sus pasos antes de darlos, fallar es inútil, los inútiles fallan junto a los incapaces, y no es ninguna de esas dos cosas, con notable tranquilidad escucha las primeras palabras de la mujer, ese nombre nunca lo escucho antes, le resulta curioso y desea saber si tiene algún significado, con la misma tranquilidad pasea la vista por todo el cuerpo de la mujer, no existe descaro en él, tampoco pudor, no considera una falta de respeto devorar con la mirada, sus colmillos también pueden hacerlo y posee recato alguno, en ninguna de las dos opciones, ¿una mujer respetable? ¿Se dice así misma respetable o realmente lo es? El concepto de respeto existe y solo para él, ¿qué más hay por respetar? Tonterías, pero, ¿por qué no seguir el juego? Unas cuantas mentiras siempre son agradables y oportunas para los oídos ajenos * Me va a saber disculpar madame, es que soy un hombre que algunas veces se torna impaciente * Parece qué la mujer sabe lo que acaba de hacerle, ¿ya le abra pasado antes? La mayoría de humanos la primera vez se queda sin idea de lo que está pasando y se nota una gran duda en su interior, interesante, más adelante deberá de descubrir el porqué de eso. Realiza una pequeña reverencia ante la mujer, una falsa pues no se arrodilla mínimamente ante nadie, al volver a su posición por encima de la cabeza de la mujer le sonríe de manera traicionera * Esperemos entonces estar brindando el respeto adecuado ahora madame * Resaltar de la prole es algo que hace a la perfección y no por gusto propio, es que simplemente es diferente, una de las principales bases de su notable megalomanía, pero suele maquillarla bien la gran mayoría de veces.
¿Hambre? ¿Inhumano? Interesantes palabras, no es una inocente e ignorante pueblerina, lo único que puede delatar su verdadera naturaleza es su tez suave, blanca y descolorida, sin contar sus ojos claro, esos ojos que encierran más que simples miradas, ni siquiera los guantes escondiendo lo filudo y descolorido de sus uñas, dicen que es peligroso saber mucho, en este caso para la mujer podría ser correcto, pero por el momento no, va a responder la pregunta de la mujer sin ser tan directo, no necesita asumir lo que es, basta con que ella lo sepa y no salga corriendo por el momento le asegura que no lo gritará a los cuatro vientos, está seguro, una vez con eso claro va a continuar desenvolviéndose como cualquier otro, hace esperar sus respuestas, por ahora la mujer se está ganando un asiento a su lado, estira el brazo libre para indicarle un camino sin sentido aparente para caminar, simplemente para alejarse un poco de tanto cuerpo insignificante que les rodea, si va a tocar ciertos temas incluso en voz alta prefiere estar en una zona con más privacidad, siempre se maneja mejor estando solo, entre las sombras, aprovechándose de la inseguridad de su blanco, común en él moverse a los terrenos que más controla, nadie quiere pisar huevos pues puede resbalar, y siendo tan precavido con todo * No “cene” madame, aún no lo hice * Suelta una risa un tanto burlesca * Pero tal vez lo haga muy pronto, no sabría decirle, ¿qué cree usted? Tal vez no deba interrumpir la obra y verla completa para después ir a cenar * Tendrá que ver cuantos talantes tiene la mujer, un buen ofrecimiento, piensa mientras observa fijo el cuello de la muchacha, puede sentir los latidos y el aroma es tierno como suave, la sangre de las mujeres jóvenes siempre es agradable para su “paladar” Por ende son sus preferencias, claro que una mujer algo mayor bien cuidada también sabe bien, pero no hay punto de comparación, mientras se mantenga una buena alimentación los humanos no saben mal * Es grato conversar un poco con alguna persona que sepa apreciar el arte, si es una mujer mejor, no me malentienda pero son pocas las mujeres que existen con gustos tan finos * Expresa en lo que pone una mano sobre la que está sujetando el mango del bastón.
Lo cierto es que los seres humanos con gustos más cultos por así decirlo, como el teatro, la música, la lectura, pintura, poesía suelen ser mucho más inteligentes además de interesantes para él, la falta de cultura es gigante, si bien en la época suya era mucho más inmensa de todas maneras existe una gran parte de la población que apenas sabe hablar de manera correcta un idioma, y lo peor es que no saben escribirlo, le resulta patético, probablemente el desconoce millones de cosas más pero su egocentrismo le hace ignorar la idea real de que todos son ignorantes de algún tema * Me parece que además de respetable es una mujer interesante madame, bastante enterada a diferencia de otros, estoy seguro de que viene a ver la obra, entonces me acompañará en mi palco privado, hay mucho espacio y no tiene que soportar malos aromas, ruidos molestos o gente tapándole la visión, una buena exclusividad, algo que usted merece, ¿correcto? * Todo mujer tiene ego, por más profundo que este, y saber complacer de alguna manera a este ego siempre es buena manera, no suele cumplir caprichos, simplemente sutiles dadivas que no generan ningún esfuerzo si puede dar, siempre y cuando tenga un motivo y le saque provecho, ¿no? Tanto en la vida como en la muerte los intereses personales están presentes y siendo estos intereses lo único que le importa a él, es algo básico. Muy tranquilo toma la muñeca de la mujer para darle una vuelta, descubriendo y memorizando sutilmente más partes de su cuerpo * Disculpe que no haya preguntado si desea observar la obra conmigo, pero preguntar algo cuando ya eres consciente de la respuesta me resulta bastante estúpido – Y es así, dentro de su cabeza un no para él no puede existir.
Revisa el tiquete junto con el papel que le hace acreedor a la reserva, todo está en su lugar justo como había planeado, tranquilidad, privacidad y alguien para entretenerse, obviamente y hasta el momento digno de poder hacerlo * Aún la obra no toma inicio pero podemos ir yendo de camino, así si desea me cuenta un poco más de sus gustos además del teatro, un poco de charla antes del total silencio supuesto que uno debe tomar y respetar para observar del espectáculo no creo que le haga mal a ninguno de los dos madame – Sin mucho alboroto le ofrece el brazo a la mujer con total educación para iniciar la caminata hacia el segundo piso de la estructura, nadie sospecharía nada, dos simples personas que se encontraron y no vinieron juntas, pasar desapercibido por las masas es la clave siempre y mientras menos personas supieran que esta chica fue con él mejor, no porque planee de entrada hacer algo que podría resultar “penoso” para ella, pero bueno, nunca sabe por algo previene antes de.
¿Hambre? ¿Inhumano? Interesantes palabras, no es una inocente e ignorante pueblerina, lo único que puede delatar su verdadera naturaleza es su tez suave, blanca y descolorida, sin contar sus ojos claro, esos ojos que encierran más que simples miradas, ni siquiera los guantes escondiendo lo filudo y descolorido de sus uñas, dicen que es peligroso saber mucho, en este caso para la mujer podría ser correcto, pero por el momento no, va a responder la pregunta de la mujer sin ser tan directo, no necesita asumir lo que es, basta con que ella lo sepa y no salga corriendo por el momento le asegura que no lo gritará a los cuatro vientos, está seguro, una vez con eso claro va a continuar desenvolviéndose como cualquier otro, hace esperar sus respuestas, por ahora la mujer se está ganando un asiento a su lado, estira el brazo libre para indicarle un camino sin sentido aparente para caminar, simplemente para alejarse un poco de tanto cuerpo insignificante que les rodea, si va a tocar ciertos temas incluso en voz alta prefiere estar en una zona con más privacidad, siempre se maneja mejor estando solo, entre las sombras, aprovechándose de la inseguridad de su blanco, común en él moverse a los terrenos que más controla, nadie quiere pisar huevos pues puede resbalar, y siendo tan precavido con todo * No “cene” madame, aún no lo hice * Suelta una risa un tanto burlesca * Pero tal vez lo haga muy pronto, no sabría decirle, ¿qué cree usted? Tal vez no deba interrumpir la obra y verla completa para después ir a cenar * Tendrá que ver cuantos talantes tiene la mujer, un buen ofrecimiento, piensa mientras observa fijo el cuello de la muchacha, puede sentir los latidos y el aroma es tierno como suave, la sangre de las mujeres jóvenes siempre es agradable para su “paladar” Por ende son sus preferencias, claro que una mujer algo mayor bien cuidada también sabe bien, pero no hay punto de comparación, mientras se mantenga una buena alimentación los humanos no saben mal * Es grato conversar un poco con alguna persona que sepa apreciar el arte, si es una mujer mejor, no me malentienda pero son pocas las mujeres que existen con gustos tan finos * Expresa en lo que pone una mano sobre la que está sujetando el mango del bastón.
Lo cierto es que los seres humanos con gustos más cultos por así decirlo, como el teatro, la música, la lectura, pintura, poesía suelen ser mucho más inteligentes además de interesantes para él, la falta de cultura es gigante, si bien en la época suya era mucho más inmensa de todas maneras existe una gran parte de la población que apenas sabe hablar de manera correcta un idioma, y lo peor es que no saben escribirlo, le resulta patético, probablemente el desconoce millones de cosas más pero su egocentrismo le hace ignorar la idea real de que todos son ignorantes de algún tema * Me parece que además de respetable es una mujer interesante madame, bastante enterada a diferencia de otros, estoy seguro de que viene a ver la obra, entonces me acompañará en mi palco privado, hay mucho espacio y no tiene que soportar malos aromas, ruidos molestos o gente tapándole la visión, una buena exclusividad, algo que usted merece, ¿correcto? * Todo mujer tiene ego, por más profundo que este, y saber complacer de alguna manera a este ego siempre es buena manera, no suele cumplir caprichos, simplemente sutiles dadivas que no generan ningún esfuerzo si puede dar, siempre y cuando tenga un motivo y le saque provecho, ¿no? Tanto en la vida como en la muerte los intereses personales están presentes y siendo estos intereses lo único que le importa a él, es algo básico. Muy tranquilo toma la muñeca de la mujer para darle una vuelta, descubriendo y memorizando sutilmente más partes de su cuerpo * Disculpe que no haya preguntado si desea observar la obra conmigo, pero preguntar algo cuando ya eres consciente de la respuesta me resulta bastante estúpido – Y es así, dentro de su cabeza un no para él no puede existir.
Revisa el tiquete junto con el papel que le hace acreedor a la reserva, todo está en su lugar justo como había planeado, tranquilidad, privacidad y alguien para entretenerse, obviamente y hasta el momento digno de poder hacerlo * Aún la obra no toma inicio pero podemos ir yendo de camino, así si desea me cuenta un poco más de sus gustos además del teatro, un poco de charla antes del total silencio supuesto que uno debe tomar y respetar para observar del espectáculo no creo que le haga mal a ninguno de los dos madame – Sin mucho alboroto le ofrece el brazo a la mujer con total educación para iniciar la caminata hacia el segundo piso de la estructura, nadie sospecharía nada, dos simples personas que se encontraron y no vinieron juntas, pasar desapercibido por las masas es la clave siempre y mientras menos personas supieran que esta chica fue con él mejor, no porque planee de entrada hacer algo que podría resultar “penoso” para ella, pero bueno, nunca sabe por algo previene antes de.
Averno- Vampiro Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Quizás una de las cosas que más le molestaban de los lugares públicos, era el recato que tenía que tener ante el ojo ajeno, era cierto que ella tenía muchas influencias dentro de la iglesia, que podía abusar de su poder, de la información que diariamente se le iba otorgado, tanta era y tan importante, que incluso podía destruir ese recinto, pero le gustaba su vida tranquila, sus lujos, los chantajes, las ventajas que el recato y la educación le brindaban. Por esa razón y otras más soportaba el hecho de tener que saludar con propiedad a cuanta criatura importante se le acercara al hacerle un reconocimiento. No podía simplemente hacerse la ciega o de oídos sordos, su simple sonrisa le podría ayudar para entablar nuevos negocios, o incluso nuevas extorsiones. Nadie en realidad la conocía lo suficiente, o quizás si, sus dos hermanos vivientes, ellos si que reconocerían aquella sonrisa falsa que se cargaba en ese momento, seguramente la reprenderían y quizás, lo que sería muy probable, le harían un escándalo para intentar ponerla en vergüenza y hacer por supuesto, que pidiera disculpas a todos aquellos que se le acercaban, dejando en claro que su hipocresía mostraba a la larga arrepentimiento y las cercanías que les brindaban no eran más que fortunas que no muchos podían obtener; ella daba gracias a que su frustrada hermana, y su correcto hermano no frecuentaran esos lugares, porque no pensaba soportar comportamientos tan "correctos". Sin duda ella había aprendido a moverse entre la iglesia, a que no sospecharan bajo su verdadera naturaleza, pero el ser humano se deja guiar muchas veces de impulsos e instintos, y sin duda ella, esa noche se dejaría llevar por aquello.
- Dicen que el alimento después de una excelente representación del arte siempre es grato, le diré por qué - Comentó abrazando el brazo del caballero con el que iba caminando, mientras avanzaban en esa pose tan "intima", ella lo trató como si se tratara de un viejo conocido para que no se viera mal ante los ojos ajenos. No es que le importara demasiado el que dirán, más bien gustaba de verse impecable, le importaba en realidad que alguien no se acercara interrogante a molestar con aquel momento, siempre existían los típicos hombres que se creían demasiado machos para ir a interrumpir a la "damisela en peligro", que claramente, ella no era para nada una. - Es decir, ¿qué mejor combinación que una buena comida, una excelente compañía, y el tema perfecto? Un tema de interés claro, un punto en común, el que nos ha reunido está noche, mientras ambos cenamos - Recalcó eso último para dejarle el claro que él no sería el único que se daría el placer de la alimentación - Compartiremos un poco de lo aburrida o maravillosa que puede ser la obra - Le dijo con una sonrisa bastante amplia. - Claro, si al final de la noche a ambos se nos place seguir con la compañía del otro, no le garantizo - Se encogió de hombros con suavidad, pero con ligera burla, de cierta manera buscaba ser sarcástica, despreocupada. - Me alegra que las mujeres no seamos todas englobadas, y que pueda ver la diferencia en mi caballero - Terminó por decir cuando se encontraban en un pasillo ligeramente oscuro y solitario - Mi lugar, en el que podía haber apreciado la obra también goza de privacidad y buena vista, no es el único que tiene la manera de poder costearse tales privilegios, pero la compañía me ha dejado curiosa, y es por eso que no opuse resistencia ante la guía que me está dando hacía sus zonas privadas - Comentó, pero con cierto aire de doble sentido. En esa época pocas personas entendían el sarcasmo y la morbosidad en las palabras, ella estaba segura él lo captaría.
- Me pregunto entonces, si de verdad tiene interés en saber de mi persona, o simplemente está buscando palabras correctas para hacerme sentir especial, y caer ante las redes del… ser de la noche - Comentó entre risas coquetas, pero llenas de sinceridad, mientras seguían avanzando. - Pintura, escritura, poesía, teatro, danza, escultura - Le mira de reojo, demasiado animada. Cuando estuvieron al inicio de otro pasillo, un botón se acercó para tomar la boleta especial que el hombre tenía en mano, por lo visto se le respetaba, se preguntaba si sería igual en aquel otro teatro, dónde los vampiros abundaban - ¿Cuales son sus interés? - Aquella pregunta salió desde lo mas profundo de su alma, curiosa alma de inquisidora, pero avanzaban de nueva cuenta para aproximarse al lugar - Ya sabe, sus pasatiempos, y no hablo simplemente de beber sangre y dejar en claro su dominio y poder - Comentó muy a la ligera. Se adentraron a ese elegante, y hermoso palco, las butacas eran grandes, de color rojo, acolchonadas y finas. Ella asintió y se cruzó de brazos después de soltarlo, le dedicó una mirada significativa - Así que la bestia, tiene buen gusto… - Dijo con suavidad, claro sin buscar ser despectiva, por el contrario. Una pequeña mesa llena de bebidas finas estaba al fondo del palco, la mujer enarcó una ceja y soltó una risita traviesa. - ¿Acaso eso es del gusto de su paladar? - Dejó escapar tranquila, aunque a ella le gustaba tomar una que otra copa, no sería descortés, no bebería hasta que el bebería algo… o ese algo. Para mayor sinceridad, ella sintió un poco de morbo por ver como el hombre podría alimentarse.
La primera llamada estaba siento presente en ese momento, mientras el publico aplaudía demasiado entusiasmado por lo que iba a pasar a continuación. Ella observó desde arriba con cierta ilusión los asientos del teatro en aquella zona principal, después giro su rostro para observarle - A veces creo que es una perdida de tiempo estudiar a todo aquel que pasa frente a mi, pero… sin duda, a veces los humanos por más miserables que sean, suelen resultar emocionantes… O incluso entretenidos ¿No lo ha pensado de esa forma? - Preguntó con cierto brillo en los ojos. Suspiró y se acercó a uno de los asientos - ¿Puedo acomodarme? - Se mordió ligeramente el labio inferior.
- Dicen que el alimento después de una excelente representación del arte siempre es grato, le diré por qué - Comentó abrazando el brazo del caballero con el que iba caminando, mientras avanzaban en esa pose tan "intima", ella lo trató como si se tratara de un viejo conocido para que no se viera mal ante los ojos ajenos. No es que le importara demasiado el que dirán, más bien gustaba de verse impecable, le importaba en realidad que alguien no se acercara interrogante a molestar con aquel momento, siempre existían los típicos hombres que se creían demasiado machos para ir a interrumpir a la "damisela en peligro", que claramente, ella no era para nada una. - Es decir, ¿qué mejor combinación que una buena comida, una excelente compañía, y el tema perfecto? Un tema de interés claro, un punto en común, el que nos ha reunido está noche, mientras ambos cenamos - Recalcó eso último para dejarle el claro que él no sería el único que se daría el placer de la alimentación - Compartiremos un poco de lo aburrida o maravillosa que puede ser la obra - Le dijo con una sonrisa bastante amplia. - Claro, si al final de la noche a ambos se nos place seguir con la compañía del otro, no le garantizo - Se encogió de hombros con suavidad, pero con ligera burla, de cierta manera buscaba ser sarcástica, despreocupada. - Me alegra que las mujeres no seamos todas englobadas, y que pueda ver la diferencia en mi caballero - Terminó por decir cuando se encontraban en un pasillo ligeramente oscuro y solitario - Mi lugar, en el que podía haber apreciado la obra también goza de privacidad y buena vista, no es el único que tiene la manera de poder costearse tales privilegios, pero la compañía me ha dejado curiosa, y es por eso que no opuse resistencia ante la guía que me está dando hacía sus zonas privadas - Comentó, pero con cierto aire de doble sentido. En esa época pocas personas entendían el sarcasmo y la morbosidad en las palabras, ella estaba segura él lo captaría.
- Me pregunto entonces, si de verdad tiene interés en saber de mi persona, o simplemente está buscando palabras correctas para hacerme sentir especial, y caer ante las redes del… ser de la noche - Comentó entre risas coquetas, pero llenas de sinceridad, mientras seguían avanzando. - Pintura, escritura, poesía, teatro, danza, escultura - Le mira de reojo, demasiado animada. Cuando estuvieron al inicio de otro pasillo, un botón se acercó para tomar la boleta especial que el hombre tenía en mano, por lo visto se le respetaba, se preguntaba si sería igual en aquel otro teatro, dónde los vampiros abundaban - ¿Cuales son sus interés? - Aquella pregunta salió desde lo mas profundo de su alma, curiosa alma de inquisidora, pero avanzaban de nueva cuenta para aproximarse al lugar - Ya sabe, sus pasatiempos, y no hablo simplemente de beber sangre y dejar en claro su dominio y poder - Comentó muy a la ligera. Se adentraron a ese elegante, y hermoso palco, las butacas eran grandes, de color rojo, acolchonadas y finas. Ella asintió y se cruzó de brazos después de soltarlo, le dedicó una mirada significativa - Así que la bestia, tiene buen gusto… - Dijo con suavidad, claro sin buscar ser despectiva, por el contrario. Una pequeña mesa llena de bebidas finas estaba al fondo del palco, la mujer enarcó una ceja y soltó una risita traviesa. - ¿Acaso eso es del gusto de su paladar? - Dejó escapar tranquila, aunque a ella le gustaba tomar una que otra copa, no sería descortés, no bebería hasta que el bebería algo… o ese algo. Para mayor sinceridad, ella sintió un poco de morbo por ver como el hombre podría alimentarse.
La primera llamada estaba siento presente en ese momento, mientras el publico aplaudía demasiado entusiasmado por lo que iba a pasar a continuación. Ella observó desde arriba con cierta ilusión los asientos del teatro en aquella zona principal, después giro su rostro para observarle - A veces creo que es una perdida de tiempo estudiar a todo aquel que pasa frente a mi, pero… sin duda, a veces los humanos por más miserables que sean, suelen resultar emocionantes… O incluso entretenidos ¿No lo ha pensado de esa forma? - Preguntó con cierto brillo en los ojos. Suspiró y se acercó a uno de los asientos - ¿Puedo acomodarme? - Se mordió ligeramente el labio inferior.
Narcisse Capet- Inquisidor Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Existen situaciones en las que siempre le resulta molesto la ingenuidad y descuido de los seres humanos, a pesar de hablar en un tono de voz moderado bajo la muchacha y él seguían estando expuestos a miradas y oídos ajenos, y la mujer daba mensajes demasiado sugerentes que podrían poner de punta los pelos de cualquier pelagatos que estuviera demasiado cerca, no se le critica pues en una tonta niña que apenas y siquiera empieza a conocer el mundo, aunque claro para todos los humanos va la regla de que ya creen saberlo todo, eso desde la adolescencia en realidad, aunque sea una etapa falsa que la sociedad actual ha inventado para dar menos responsabilidades y restar importancia respecto a los jóvenes, quizás tenga un poco de razón, tal vez no, el punto es que es demasiado discreto y detesta dar pistas de su paradero en lugares abiertos, ¿perseguido? Tal vez como un pobre paranoico que solo huye de fantasmas pero siempre ha sido así, y los siglos le han sabido pagar bien por esa actitud, prevención y nada que lamentar, un ideal que no todos pueden cumplir y menos por tanto tiempo, ¿razones por las cuales sentirse tan bien consigo mismo? Sobran en realidad, se ha mantenido en silencio escuchando las no pocas palabras de la mujer, atendiendo con total respeto e interés, lo primero falso, lo segundo notablemente verdadero, que curioso que una mujercita de pronto este tan interesada y hable del tema con tanta soltura, sin miedo alguno, ¿será qué los inquisidores creen que todo lo que leen en los libros es verdad? ¿Y qué se soluciona tan fácil como clavando una estaca? Gracioso y curioso a la vez, tal vez deba enseñarle a esta mujer que tratar a la muerte de manera tan liviana trae consecuencias y demasiado caras, si, lo hará, se lo merece, promete controlarse, pero ahora no esta tan seguro de si podrá hacerlo a la medida correcta * Madame no deje que sus sentidos le cieguen, y que sus emociones tampoco, llévelo con calma, con tranquilidad, me encantan las mujeres que hablan demasiado siempre y cuando sepan de lo que hablan y que me resulte interesante, en su caso es así, pero entre los pasillos no es adecuado, espero que lo tome en cuenta si es que existe una próxima ocasión para ello * Sin mucho preámbulo cierra la puerta.
La asegura con el pestillo y de forma muy simbólica traba la manija con su bastón, avanza unos pasos en el no tan reducido espacio, las frases se acumulan más y más, es un hombre muy pasivo a veces y la paciencia como gran virtud siempre anda por delante, aún queda tiempo para charlar, la obra no toma lugar aunque ya los asistentes lucen emocionados, tal vez la vida real por un momento en el caso de la inquisidora y del vampiro resulte más interesante que la ficticia * Permítame ir por partes, responderé todos sus comentarios, resolveré todas sus dudas, voy a satisfacer sus deseos, porque quiero, porque puedo * Si en algo tiene razón la chica es en que Averno maneja muy bien el ritmo, tira bien las cadenas alrededor del cuello y las aprieta con fuerza, todo para que salga a la perfección su deseo ególatra, egoísta y muchas veces enormemente macabro * Qué ser no desea satisfacer todas sus necesidades al mismo tiempo, el disfrute se hace infinito, es tan placentero como pasar la noche haciendo solo lo que se desea, sin interrupción, yo podría cenar viendo la obra y estando muy cómodo sobre mi asiento, ¿usted como pretende hacerlo? Pero no me lo responda ahora, no responda nada ahora, calle y escuche, que el sabio analiza antes de emitir comentario * Extiende el brazo hacía su petición de acomodarse, señala el asiento que desea que ella ocupe, hasta eso debía decidir para sentirse feliz * ¿Le hago feliz, soy sincero, la enredo en mi trampa? Usted se ofreció sola a engancharse en esta telaraña, sus palabras lo hicieron así * Se coloca frente a ella sin sentarse dado que las sillas restantes están a los costados y aún no ha terminado de decir todo lo que debía * Hablando de bestias y buenos gustos, usted siendo un animal que ha evolucionado sobre otras especies tiene buen interés para ser tan joven, una simple niña, me gusta retratar mujeres, algo que suelo hacer cada tanto * Tiene mucho que ver con las mujeres que desea matar, sodomizar o simplemente recordar por un periodo de tiempo, es una actividad muy poco común en él, pero la disfruta cuando nace el sentir, ¿buena danzando? Le gusta esa idea, quizá le haga moverse como un monito de cuerda.
La idea es tan bizarra como entretenida para su entender pues tiene un simbolismo * Tolero algunos vinos, solo algunos, suelen ser los más caros y finos, mala suerte tengo yo de tener que gastar en cosas tan banales para poder disfrutarlas como se merecen, ¿mi bebida predilecta? Esa que usted ofrece con tanta facilidad, quizás deba darle una lección al respecto, pero será más adelante, respire tranquila ahora que puede hacerlo * Luego suele hacerse difícil, ¿no? Las hiperventilaciones, la emoción del momento que hace latir ese órgano vital más y más rápido solo hacen que la sangre salga con más facilidad, una bella coincidencia tal vez, no se puede quejar de nada * Voy a decir algo bastante sencillo madame, usted es humana, ningún ser se conoce mejor que uno mismo, ¿no? No le voy a contradecir estoy seguro de que me está diciendo toda la verdad, de que tiene toda la razón, tal vez se esté quedando corta incluso * De eso se trata, son muy pocos los humanos que valen la pena, ¿no? Algunos dejan este mundo a causa de sus manos pero, ¿cómo poder evitarlo? No es posible hacerlo, son tan buenos que merecen un buen final, dejar un hermoso cadáver, bien preparado, unos cortes precisos, unos cuantos orificios, ¿nunca hace mal un poco de arte en todo, no? Se considera un escultor de muerte, cada trabajo que hace lo considera una obra maestra, mejores que los cuadros que pintan los genios de la época incluso, un narcisismo sin control latente que no muere * Y puede beber si desea, esta noche vino no, estoy exquisito, me sabrá entender, pero dejaré el momento para más tarde o quizá momentos después, no lo sé, pero son pocas las veces que suelo cambiar de opinión madame * Toma asiento en el puesto continuo al de la mujer con total tranquilidad después de haberlo dicho todo, ¿qué cosas podría contestar la fémina? Será interesante escuchar, esto no ha sido nada, no puede ir de lleno todavía, perdería toda gracia a decir verdad, con el pasar de los siglos el no subestimar demasiado a un ser le ha dado buenos resultados, que consideré inferiores a los demás no significa que estos no puedan tener ciertos chispazos peligrosos para él o sus intereses, no les teme, no, muy por el contrario les mantiene fijos para siempre estar por encima, esa es la idea principal de todo esto, estar listo para utilizar el poder y la labia, ambas cosas que maneja perfectamente bien.
La asegura con el pestillo y de forma muy simbólica traba la manija con su bastón, avanza unos pasos en el no tan reducido espacio, las frases se acumulan más y más, es un hombre muy pasivo a veces y la paciencia como gran virtud siempre anda por delante, aún queda tiempo para charlar, la obra no toma lugar aunque ya los asistentes lucen emocionados, tal vez la vida real por un momento en el caso de la inquisidora y del vampiro resulte más interesante que la ficticia * Permítame ir por partes, responderé todos sus comentarios, resolveré todas sus dudas, voy a satisfacer sus deseos, porque quiero, porque puedo * Si en algo tiene razón la chica es en que Averno maneja muy bien el ritmo, tira bien las cadenas alrededor del cuello y las aprieta con fuerza, todo para que salga a la perfección su deseo ególatra, egoísta y muchas veces enormemente macabro * Qué ser no desea satisfacer todas sus necesidades al mismo tiempo, el disfrute se hace infinito, es tan placentero como pasar la noche haciendo solo lo que se desea, sin interrupción, yo podría cenar viendo la obra y estando muy cómodo sobre mi asiento, ¿usted como pretende hacerlo? Pero no me lo responda ahora, no responda nada ahora, calle y escuche, que el sabio analiza antes de emitir comentario * Extiende el brazo hacía su petición de acomodarse, señala el asiento que desea que ella ocupe, hasta eso debía decidir para sentirse feliz * ¿Le hago feliz, soy sincero, la enredo en mi trampa? Usted se ofreció sola a engancharse en esta telaraña, sus palabras lo hicieron así * Se coloca frente a ella sin sentarse dado que las sillas restantes están a los costados y aún no ha terminado de decir todo lo que debía * Hablando de bestias y buenos gustos, usted siendo un animal que ha evolucionado sobre otras especies tiene buen interés para ser tan joven, una simple niña, me gusta retratar mujeres, algo que suelo hacer cada tanto * Tiene mucho que ver con las mujeres que desea matar, sodomizar o simplemente recordar por un periodo de tiempo, es una actividad muy poco común en él, pero la disfruta cuando nace el sentir, ¿buena danzando? Le gusta esa idea, quizá le haga moverse como un monito de cuerda.
La idea es tan bizarra como entretenida para su entender pues tiene un simbolismo * Tolero algunos vinos, solo algunos, suelen ser los más caros y finos, mala suerte tengo yo de tener que gastar en cosas tan banales para poder disfrutarlas como se merecen, ¿mi bebida predilecta? Esa que usted ofrece con tanta facilidad, quizás deba darle una lección al respecto, pero será más adelante, respire tranquila ahora que puede hacerlo * Luego suele hacerse difícil, ¿no? Las hiperventilaciones, la emoción del momento que hace latir ese órgano vital más y más rápido solo hacen que la sangre salga con más facilidad, una bella coincidencia tal vez, no se puede quejar de nada * Voy a decir algo bastante sencillo madame, usted es humana, ningún ser se conoce mejor que uno mismo, ¿no? No le voy a contradecir estoy seguro de que me está diciendo toda la verdad, de que tiene toda la razón, tal vez se esté quedando corta incluso * De eso se trata, son muy pocos los humanos que valen la pena, ¿no? Algunos dejan este mundo a causa de sus manos pero, ¿cómo poder evitarlo? No es posible hacerlo, son tan buenos que merecen un buen final, dejar un hermoso cadáver, bien preparado, unos cortes precisos, unos cuantos orificios, ¿nunca hace mal un poco de arte en todo, no? Se considera un escultor de muerte, cada trabajo que hace lo considera una obra maestra, mejores que los cuadros que pintan los genios de la época incluso, un narcisismo sin control latente que no muere * Y puede beber si desea, esta noche vino no, estoy exquisito, me sabrá entender, pero dejaré el momento para más tarde o quizá momentos después, no lo sé, pero son pocas las veces que suelo cambiar de opinión madame * Toma asiento en el puesto continuo al de la mujer con total tranquilidad después de haberlo dicho todo, ¿qué cosas podría contestar la fémina? Será interesante escuchar, esto no ha sido nada, no puede ir de lleno todavía, perdería toda gracia a decir verdad, con el pasar de los siglos el no subestimar demasiado a un ser le ha dado buenos resultados, que consideré inferiores a los demás no significa que estos no puedan tener ciertos chispazos peligrosos para él o sus intereses, no les teme, no, muy por el contrario les mantiene fijos para siempre estar por encima, esa es la idea principal de todo esto, estar listo para utilizar el poder y la labia, ambas cosas que maneja perfectamente bien.
Averno- Vampiro Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Fue en ese preciso instante, antes de llegar a su butaca que un detalle le llamó demasiado la atención: el bastón atravesado en la puerta. La joven arqueó una de las cejas, aquello podría ser una mala señal, o quizás algo bueno, qué ella pudiera tener tiempo de calidad, y una buena conversación con el vampiro, pero solo estaba por verse. Ella se había metido en la boca del lobo, claro, irónicamente hablando, porque la criatura que estaba frente a ella no tenía en su naturaleza nada de lupino. En ese momento agradeció ser una experta en la materia así no dejaba pasar detalles tan insignificantes como esos, que podrían arrancarle la vida de un momento a otro. La inquisidora sin duda estaba regalando prácticamente su vida, no se daba cuenta que era valiosa, pero su dañado pasado le impedía ver con claridad su propio valor. Ella quien poseía un ego demasiado creciente, en el interior quizás no era tanto eso o quizás si, pero le gustan tentar a su muerte para darle más emociones a la vida. Negó ¿peo qué estupideces estaba pensando? Ella tenía mucho que hacer, mucho que aprender y demasiado por conocer. Era realmente estúpido que se pusiera sola la soga al cuello, pero ya lo había dicho que más daba; se acomodó por fin en el asiento, sintiendo la comodidad que le brindaba aquella zona, era tan buena como la propia, la que se encontraba frente a ese palco en el que estaban en ese momento, pero que estaba vacío con naturalidad, pues ella no estaba, y tampoco invitaba a que alguien estuviera ocupando esos espacios, era egoísta, no le gustaba para nada que cualquier ignorante ocupara asientos valiosos.
- ¿Desea entonces dibujarme? - Preguntó con mucha tranquilidad sin dejar de mirarle aquel par de ojos obscuros, pocas veces no podía ver su reflejo en una mirada de alguien, o los sentimientos que pasaban en el interior de las personas a través de los orbes ajenos, darse cuenta que no podía identificar todas esas cosas en su acompañante, sintió una especie de punzada en su interior. Aquello sin duda era una mala señal. El vampiro era como pocos, y cuando se decía como pocos era en serio, por un lado, muchas de las criaturas que había conocido al menos mostraba un poco de ira, enojo, molestaría, soberbia, todos esos tipo de detalles, pero la criatura de la noche no mostraba ni siquiera la emoción de estar con una grata compañía. Ella tomó una gran bocana de aire, dejó que las ideas negativas de su cabeza se fueran a base de exhalaciones, ya estaba ahí, lo que menos importaba era hacer una escena de ansiedad, ella no se caracterizaba por eso, y dado que había caminado por su propia cuenta, sin que nadie si quiera ejerciera insistencia, ¿qué más hacía? Disfrutar, si, de los riesgos de la noche. - ¿Por qué tendría que ser mala suerte para usted gastar grandes cantidades de dinero en vinos? no creo que el valor monetario sea algo que importe demasiado para alguien como usted, o que se rija por la mala o buena suerte - Se encogió de hombros, ladeó un poco el cuerpo para poder observarlo a los ojos cuando la criatura se acomodó a su lado - Quizás usted se está tomando más atribuciones de las que cree le he dado, yo le ofrecí compañía, quizás un poco de arrojo en otros ámbitos, pero jamás dije con claridad que deseaba darle mi vitalidad - Le dejó en claro al vampiro, movió su cuerpo con tranquilidad para observar como movían las cortinas del escenario, aunque la obra no empezaba, algunos de los montajes estaban siendo colocados detrás de las telas, por eso los movimientos, como era tan perceptiva, se vio robada su atención hacía el lugar.
- ¿Es acaso el teatro un punto de encuentro interesante para obtener alimento? Ya sabe, alimento pensante - Jugó un poco con las palabras, jugó con su mismo cuello, pero no pretendía terminar sin vida acabada la obra. Aunque quien sabe, el destino era incierto - No sé que tan interesado está en mi pasado, o incluso en mi presente, pero resulta que hace mucho no puedo darme el lujo de tener muchos placeres al mismo tiempo, o cómo o leo, o leo o como, todo en su momento determinado, no está muy bien visto que una mujer se tome tales atribuciones en está época. Por ejemplo, si se ve que como y tomo un buen libro de poesía en la mesa, la iglesia dice que mi Dios estará muy enfadado porque no respeto su templo en los sagrados alimentos ¿No es acaso algo tan absurdo? - Le comentó bastante entretenida con lo que comentaba. Ella sentía o al menos pensaba que muchas de las leyes que imponían en los templos sagrados de Dios no tenían sentido. Como cuando indicaban que el sexo era un pecado muy afuera del matrimonio o antes de él. ¿Para que Dios otorga el libido si lo ve como mal? Esa siempre ha sido su duda, y en ocasiones había tocado el tema con el santo padre, pero él siempre le respondía con una cosa abominable "Es más fácil que dominemos a las masas ejerciendo la creencia del pecado a todo aquel que lea la palabra del señor, querida Cissa". Aquello sin duda la molestaba, pero ¿qué podía hacer? A ella incluso le convenía, porque de esos ignorantes también llenaba sus bolsillos. - Esto es cómo tocar intimidades profundas ¿No le da acaso de morbo compartir su intelecto con una simple humana? ¿Me pedirá algo a cambio? Claro, aparte de lo evidente que desea - Suspiró para volver a toparse con la mirada masculina. Siempre se caracterizó por ser curiosa, pero gracias a su curiosidad, a sus miles de preguntas que hacía a diario, le llegaban a dar conocimiento, claro, ella debía tener cuidado, guardar su lengua afilada, no decir lo incorrecto en el momento y con la persona equivocada.
- ¿Desea entonces dibujarme? - Preguntó con mucha tranquilidad sin dejar de mirarle aquel par de ojos obscuros, pocas veces no podía ver su reflejo en una mirada de alguien, o los sentimientos que pasaban en el interior de las personas a través de los orbes ajenos, darse cuenta que no podía identificar todas esas cosas en su acompañante, sintió una especie de punzada en su interior. Aquello sin duda era una mala señal. El vampiro era como pocos, y cuando se decía como pocos era en serio, por un lado, muchas de las criaturas que había conocido al menos mostraba un poco de ira, enojo, molestaría, soberbia, todos esos tipo de detalles, pero la criatura de la noche no mostraba ni siquiera la emoción de estar con una grata compañía. Ella tomó una gran bocana de aire, dejó que las ideas negativas de su cabeza se fueran a base de exhalaciones, ya estaba ahí, lo que menos importaba era hacer una escena de ansiedad, ella no se caracterizaba por eso, y dado que había caminado por su propia cuenta, sin que nadie si quiera ejerciera insistencia, ¿qué más hacía? Disfrutar, si, de los riesgos de la noche. - ¿Por qué tendría que ser mala suerte para usted gastar grandes cantidades de dinero en vinos? no creo que el valor monetario sea algo que importe demasiado para alguien como usted, o que se rija por la mala o buena suerte - Se encogió de hombros, ladeó un poco el cuerpo para poder observarlo a los ojos cuando la criatura se acomodó a su lado - Quizás usted se está tomando más atribuciones de las que cree le he dado, yo le ofrecí compañía, quizás un poco de arrojo en otros ámbitos, pero jamás dije con claridad que deseaba darle mi vitalidad - Le dejó en claro al vampiro, movió su cuerpo con tranquilidad para observar como movían las cortinas del escenario, aunque la obra no empezaba, algunos de los montajes estaban siendo colocados detrás de las telas, por eso los movimientos, como era tan perceptiva, se vio robada su atención hacía el lugar.
- ¿Es acaso el teatro un punto de encuentro interesante para obtener alimento? Ya sabe, alimento pensante - Jugó un poco con las palabras, jugó con su mismo cuello, pero no pretendía terminar sin vida acabada la obra. Aunque quien sabe, el destino era incierto - No sé que tan interesado está en mi pasado, o incluso en mi presente, pero resulta que hace mucho no puedo darme el lujo de tener muchos placeres al mismo tiempo, o cómo o leo, o leo o como, todo en su momento determinado, no está muy bien visto que una mujer se tome tales atribuciones en está época. Por ejemplo, si se ve que como y tomo un buen libro de poesía en la mesa, la iglesia dice que mi Dios estará muy enfadado porque no respeto su templo en los sagrados alimentos ¿No es acaso algo tan absurdo? - Le comentó bastante entretenida con lo que comentaba. Ella sentía o al menos pensaba que muchas de las leyes que imponían en los templos sagrados de Dios no tenían sentido. Como cuando indicaban que el sexo era un pecado muy afuera del matrimonio o antes de él. ¿Para que Dios otorga el libido si lo ve como mal? Esa siempre ha sido su duda, y en ocasiones había tocado el tema con el santo padre, pero él siempre le respondía con una cosa abominable "Es más fácil que dominemos a las masas ejerciendo la creencia del pecado a todo aquel que lea la palabra del señor, querida Cissa". Aquello sin duda la molestaba, pero ¿qué podía hacer? A ella incluso le convenía, porque de esos ignorantes también llenaba sus bolsillos. - Esto es cómo tocar intimidades profundas ¿No le da acaso de morbo compartir su intelecto con una simple humana? ¿Me pedirá algo a cambio? Claro, aparte de lo evidente que desea - Suspiró para volver a toparse con la mirada masculina. Siempre se caracterizó por ser curiosa, pero gracias a su curiosidad, a sus miles de preguntas que hacía a diario, le llegaban a dar conocimiento, claro, ella debía tener cuidado, guardar su lengua afilada, no decir lo incorrecto en el momento y con la persona equivocada.
Narcisse Capet- Inquisidor Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Se ha guardado de responder unas cosas por el momento, nuevamente tan solo escucharía respuestas para al final contestar, teniendo tan buena memoria no corre peligro de que se le escape detalle alguno de lo dicho por la mujer, suele tener esa facultad un tanto irrespetuosa de pensar a fondo, muy a fondo mientras otros hablan, puede hacer ambas cosas a la vez y a la perfección, dejar su mente volar e imaginar escenarios posibles o futuros, quién sabe, no le parece nada mal la idea, esta mujer no tiene un mal cuerpo, por el contrario, se nota bien cuidado y agraciado en distintos sentidos, un lienzo de la muchacha, tal vez, todavía no se lo a ganado, no ha captado tanto su atención es muy pronto para decir si realmente desea retratar a la muchacha, su fiel compañero dará todas las respuestas dado que no está seguro aun ni siquiera si es que se tomará el tiempo para invertirlo en otra noche con la mujer, todo es mejor poco a poco, precipitarse siempre termina en perdición y no del tipo de perdición que le gusta, una completamente diferente en la que nunca jamás caerá, muy tranquilo choca cada mirada con la ajena, esto consiente y al propósito, es como una bestia salvaje que no solo siente el aroma de la sangre sino también el miedo, y aunque ella desee ocultarlo puede sentirlo, incluso verlo en su aura, si bien la mujer es valiente ya está intimidada y las dudas mezcladas con el temor siempre resultan ser fatales para la psiquis, él lo sabe y como es costumbre, una costumbre muy noble y respetable, se aprovechará de esto hasta el último segundo en que dure, sus orbes de color café a falta de luz lucían algo oscuras, algo que suele suceder a menudo, sin embargo sus castaños cabellos se dejaban notar a la perfección pues no llevaba sombrero, está seguro de que los largos silencios impacientan a los mortales, lo sabe, pero no puede seguir disfrutando de ello, debe responder.
O el ambiente puede ponerse más frio, como si fuera posible claro * Eso depende madame, de tres puntos, el primer punto es simple, depende de que tan buena sea esta noche junto a su compañía, el segundo punto depende de mí humor, si es que deseo hacerlo, y el tercero, pero no menos importante * Miente, y lo enmascara perfectamente bien, pues no le importa, se surra en eso, si el desea la retrataría de todas formas, porque no hay forma en que se le diga que no, ni forma en la que se dé por vencido en algún deseo o proyecto * Consiste en que no tenga problemas con posar desnuda para mí, ya sabe, sin ninguna doble intención, todo por amor y respeto al majestuoso arte * Y obviamente también es esto una mentira, mantiene cierta cantidad de trofeos que pueden variar, recuerdos, miradas, suplicas, noches, dientes, uñas, y por supuesto las pinturas, pequeños recuerdos de las cosas que alguna vez hizo, recuerdos que le ayudan a mantener el placer de cada uno de sus rituales, el fin de cada siglo suele tornarse deprimente, aburrido, sin chispa, incluso más oscuro o gris que él naturalmente, quizás estos trofeos son una manera de calmar esa melancólica y retorcida agonía generada por la falta de placer y de adrenalina que aparece al no estar en búsqueda, ni en medio de un proyecto nuevo, todo resulta involuntario y natural, nunca se ha dé tenido a analizar esa etapa, quizá por algún motivo en especial que no desea toparse, quizás por simple desinterés, de cualquiera manera no es momento de interpretar eso, mejor volver al tema de concierne justo en este momento y nada más * Oh madame, entiéndame, el dinero es algo demasiado humano, el vino también, gastarlo me es una molestia, ¿sabe? Pero es necesario para mantenerse bien en este mundo lleno de humanos, poseo mucho, quizás demasiado, años y años de almacenarlo por el simple hecho de hacerlo, puedo pasar tanto tiempo sin trabajar como quisieras, incluso un siglo entero, pero no, soy un hombre muy devoto al laburo y ya sabe lo que dicen, que el trabajo dignifica, disfruto de hacerlo, le respondo sin que pregunte, soy un simple y humilde enterrador * Aquella palabra que maneja con un suculento doble sentido pues si bien su trabajo es fachada igualmente lo realiza, pero su verdadera labor es la de asesinar a sueldo, un sicario muy hábil, él se considera el mejor pero son otros los que le confirman sus creencias, así que no hay problema.
Ya que menciono lo de beber hace poco, se levanta a servir un poco de vino tinto en una sola copa, la misma que usaría para beber la sangre de la fémina más adelante, así es, con solo haber puesto un pie en el palco ya estaba todo calculado, hasta el más mínimo y riguroso detalle ya lo tenía subsanado, se acerca de vuelta para entregar en las manos de la mujer el fino vidrio lleno hasta por encima de la mitad de su capacidad total * Usted beba madame, y solo preocúpese por beber, no es que yo tome atribuciones, como dije antes sus tantas indirectas han tenido un precio que debe pagar madame, es lo que hace una dama justa y respetable, hacerse cargo de sus palabras, acciones y pisadas, ¿no es así? Sino estaré eternamente decepcionado de usted * Solo intenta ser falsamente condescendiente, no pretende tomar en cuenta los deseos de la muchacha si no son los suyos también similares a los de ella, sino obtiene un beneficio de algo no debe, ni tiene porqué hacerlo, es algo que quizás le explique mucho más adelante, la confianza aún no es la suficiente para ir mostrando un poco más de su verdadero ser, además un tema mucho más bananero acarrea su atención ahora, ¿Dioses? ¿Santuarios? Oh la humanidad y sus grandes pérdidas de tiempo, no les basta con ser inútiles, sino que también desean darle un sentido, un camino a esta podredumbre y miseria tanto mental como física, esas ideas de ganarse el cielo por sus actos, algo que es completamente inútil, innecesario, ridículo y demasiado jocoso para él * Madame, madame, ¿usted trabaja con la iglesia entonces? Eso sí que no me lo esperaba y depende de qué tipo de labor y de cuanta sea su fe le diré si me desagrada o agrada, ¿pertenece a los que predican mentiras y falsas esperanzas? O pertenece a la parte sucia, la que se mancha las manos para que otros se las laven con aguas llenas de palabras vacías * Mientras se carcajea vuelve a tomar asiento fijando la vista en el escenario * Si le dijera todo lo que pienso de ese tema el sol saldría y yo no terminaría, por ende lo resumiré en una sola frase, el autor de esta es un humano, así que dese cuenta lo fácil que es descubrir la realidad, así dijo Voltaire el parisino: “La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero” * Otro humano quizá un tanto sensato que falleció hace muy pocos años, de seguro que la muchacha conocía algo de él.
Aparentemente la función comenzaba y el público se emocionaba * Aunque sea una falta de respeto madame, si puede debatir y observar hágalo conmigo, no se detenga por esto * Un pedido sencillo que ella debería cumplir, por el simple hecho de ser un pedido suyo.
O el ambiente puede ponerse más frio, como si fuera posible claro * Eso depende madame, de tres puntos, el primer punto es simple, depende de que tan buena sea esta noche junto a su compañía, el segundo punto depende de mí humor, si es que deseo hacerlo, y el tercero, pero no menos importante * Miente, y lo enmascara perfectamente bien, pues no le importa, se surra en eso, si el desea la retrataría de todas formas, porque no hay forma en que se le diga que no, ni forma en la que se dé por vencido en algún deseo o proyecto * Consiste en que no tenga problemas con posar desnuda para mí, ya sabe, sin ninguna doble intención, todo por amor y respeto al majestuoso arte * Y obviamente también es esto una mentira, mantiene cierta cantidad de trofeos que pueden variar, recuerdos, miradas, suplicas, noches, dientes, uñas, y por supuesto las pinturas, pequeños recuerdos de las cosas que alguna vez hizo, recuerdos que le ayudan a mantener el placer de cada uno de sus rituales, el fin de cada siglo suele tornarse deprimente, aburrido, sin chispa, incluso más oscuro o gris que él naturalmente, quizás estos trofeos son una manera de calmar esa melancólica y retorcida agonía generada por la falta de placer y de adrenalina que aparece al no estar en búsqueda, ni en medio de un proyecto nuevo, todo resulta involuntario y natural, nunca se ha dé tenido a analizar esa etapa, quizá por algún motivo en especial que no desea toparse, quizás por simple desinterés, de cualquiera manera no es momento de interpretar eso, mejor volver al tema de concierne justo en este momento y nada más * Oh madame, entiéndame, el dinero es algo demasiado humano, el vino también, gastarlo me es una molestia, ¿sabe? Pero es necesario para mantenerse bien en este mundo lleno de humanos, poseo mucho, quizás demasiado, años y años de almacenarlo por el simple hecho de hacerlo, puedo pasar tanto tiempo sin trabajar como quisieras, incluso un siglo entero, pero no, soy un hombre muy devoto al laburo y ya sabe lo que dicen, que el trabajo dignifica, disfruto de hacerlo, le respondo sin que pregunte, soy un simple y humilde enterrador * Aquella palabra que maneja con un suculento doble sentido pues si bien su trabajo es fachada igualmente lo realiza, pero su verdadera labor es la de asesinar a sueldo, un sicario muy hábil, él se considera el mejor pero son otros los que le confirman sus creencias, así que no hay problema.
Ya que menciono lo de beber hace poco, se levanta a servir un poco de vino tinto en una sola copa, la misma que usaría para beber la sangre de la fémina más adelante, así es, con solo haber puesto un pie en el palco ya estaba todo calculado, hasta el más mínimo y riguroso detalle ya lo tenía subsanado, se acerca de vuelta para entregar en las manos de la mujer el fino vidrio lleno hasta por encima de la mitad de su capacidad total * Usted beba madame, y solo preocúpese por beber, no es que yo tome atribuciones, como dije antes sus tantas indirectas han tenido un precio que debe pagar madame, es lo que hace una dama justa y respetable, hacerse cargo de sus palabras, acciones y pisadas, ¿no es así? Sino estaré eternamente decepcionado de usted * Solo intenta ser falsamente condescendiente, no pretende tomar en cuenta los deseos de la muchacha si no son los suyos también similares a los de ella, sino obtiene un beneficio de algo no debe, ni tiene porqué hacerlo, es algo que quizás le explique mucho más adelante, la confianza aún no es la suficiente para ir mostrando un poco más de su verdadero ser, además un tema mucho más bananero acarrea su atención ahora, ¿Dioses? ¿Santuarios? Oh la humanidad y sus grandes pérdidas de tiempo, no les basta con ser inútiles, sino que también desean darle un sentido, un camino a esta podredumbre y miseria tanto mental como física, esas ideas de ganarse el cielo por sus actos, algo que es completamente inútil, innecesario, ridículo y demasiado jocoso para él * Madame, madame, ¿usted trabaja con la iglesia entonces? Eso sí que no me lo esperaba y depende de qué tipo de labor y de cuanta sea su fe le diré si me desagrada o agrada, ¿pertenece a los que predican mentiras y falsas esperanzas? O pertenece a la parte sucia, la que se mancha las manos para que otros se las laven con aguas llenas de palabras vacías * Mientras se carcajea vuelve a tomar asiento fijando la vista en el escenario * Si le dijera todo lo que pienso de ese tema el sol saldría y yo no terminaría, por ende lo resumiré en una sola frase, el autor de esta es un humano, así que dese cuenta lo fácil que es descubrir la realidad, así dijo Voltaire el parisino: “La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero” * Otro humano quizá un tanto sensato que falleció hace muy pocos años, de seguro que la muchacha conocía algo de él.
Aparentemente la función comenzaba y el público se emocionaba * Aunque sea una falta de respeto madame, si puede debatir y observar hágalo conmigo, no se detenga por esto * Un pedido sencillo que ella debería cumplir, por el simple hecho de ser un pedido suyo.
Averno- Vampiro Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
A Narcisse le gustaban los silencios, le parecían demasiado apropiados cuando se estaba con una persona, por más conocida o desconocida que fuera, y todo tenía una razón. Durante los silencios se podía pensar con claridad lo poco que se pudo haber hablando, indagar en sus creencias y pensamientos sobre lo que se solicita en la noche, también le dejaban analizar un poco las situaciones y ordenar ideas para seguir objetando un tema, claro, eso si cree que el oponente está en equivocado, cuando está en lo correcto simplemente agregar más información. Disfrutaba también de los silencios porque eso le ayudaba a sentir que su espacio personal volvía a ser respetado, y no hablaba precisamente del corporal, más bien se refería a su alma, a su intelecto, compartir palabras, ideas incluso sentimientos hace que una persona pueda sentirse invadido, cuando se le otorga a una persona información sobre si mismo, la persona tendrá armas para ayudarte o claro, para poder destruirte, ella había hablando de más un par de veces, más valía que moderara su lengua antes de cometer alguna estupidez que pudiera entregar su alma al diablo, literalmente hablando claro. Le miró a los ojos de forma entretenida, incluso una simple mirada podía decir más que mil palabras, ella mejor que nadie lo sabía. Narcisse no olvidaba una cosa, su entrenamiento, que si bien, podía ser menos efectivo que el ataque de un vampiro, ella podría dar guerra y hacer que el tiempo fuera más lento antes de que su cabeza volara por los aires. Moriría con dignidad, pero no era momento de pensar en muertes ¿O si? No, más bien el tema iba relacionado al arte, al desnudo, y a la apreciación visual, al menos ese era el tema a simple vista, aunque claro, era mejor aprender a leer entre líneas.
- No tengo problemas con la desnudez de mi cuerpo, mi señor, me parece en realidad un buen punto para partir en el arte del conocimiento hacía mi persona, claro si solo lo quiere detallar en un lienzo, por otro lado, ¿desearía más en su momento? Lamento mis palabras tan arrojadas, pero me gusta la sinceridad, y hablar de forma directa, sé que puede ser mal educado de mi parte, pero me gusta demasiado la transparencia, y dado que estamos en este mundo pero con enfoques distintos, más vale dejarla en claro ¿No lo cree? No vaya a mal interpretar mis palabras, de nuevo le digo, no es que esté ofreciendo mi cuerpo de buenas a primeras, es por eso mismo que toco el tema - Suspiró de forma muy pesada, a veces el nerviosismo la ganaba cuando no se sabía expresar de manera correcta, y eso le fastidiaba, aunque bueno, en realidad ella estaba siendo clara a más no poder, hasta el más idiota de todos sería capaz de comprender lo que ella pretendía decir. - Si ese era el tercer requisito, ya ve que no es un detalle que quedé en mi, los otros dos bueno, van de la mano con usted, así que avanzando la velada me dirá con tranquilidad, de todas formas no tengo prisa alguna, como verá, pienso quedarme hasta que el último de los aplausos sea escuchado, y el último par de pies se encuentre fuera del recinto - Le miró sonriente, si, Capet estaba jugando con fuego, tenía miedo, pero sino estuviera preparada para una situación de esa índole, probablemente jamás se habría acercado a un desconocido, ya saben como dicen en casa "No te acerques a extraños" y ella tenía los conocimiento y modales de la sociedad aprendidos de principio a fin, casi tatuados en el cuerpo para no olvidarlos; prestar atención a alguna de sus palabras era más que evidente - La eternidad sería muy monótona si labores en especifico ¿no lo cree? Es decir, sólo alimentarse, y tratar de subsistir por las noches debe ser muy fastidioso, hay días en que tengo que pasar en casa sin hacer ningún labor, me parecen exasperantes, siempre busco sentirme útil, ante mis ojos claro, lo que piensen los demás, bueno no los podemos tener contentos a todos ¿No lo cree? - Concluyó observó la copa que el hombre le había dado, suspiró y dio un sorbo, sin duda era un gusto ejemplar.
- Entonces me sorprende ¿Desde cuando un vampiro toma en cuenta la palabra de un humano con tanto hincapié? - Comenta con una sonrisa de medio lado bastante socarrona - No me acostumbro a beber demasiado, con está copa será lo suficiente para mi, para que lo sepa - Le dijo sin más, no tenía el porque obligarla a beber más de la cuenta. - La iglesia es un tema de conversación bastante largo, mi señor, es un tema que en lo personal puede llegar a fastidiarme si la platica llega a una mente vacía, la del fanatismo religioso, por otro lado, si el pensante es como aquel fallecido que ha tenido el honor de hacerlo citarlo, entonces vaya usted a pasar la noche en vela con está su servidora, puedo decirle una cosa, no soy partidaria de la fe hacía un Dios, me tengo fe a mi misma, ni siquiera puedo profesar tal confianza a mi propia familia, son ellos los que más dañan, pero debo decirle una cosa ¿Quién no disfruta del poder? ¿Quién no ha disfrutado de manejar a cuanto se le ponga enfrente de forma sencilla? Ustedes por ejemplo, gozan del don de la fuerza, la elegancia, la sensualidad y magnetismo, eso hace que sus "presas caigan más rápido", mi trabajo sólo me hace decir algunas palabras ridículas para darme el poder necesario sobre algunos y tener lo que deseo ¿Me entiende? - Suspiró un poco, escuchó al fondo que la segunda llamada, tomó un sorbo, y volvió su mirada al vampiro - En lo personal, prefiero mantener control a que mantengan control sobre mi - Se encogió de hombros. - La iglesia suele ser interesante si dejas de lado la fe por un Dios y por esas imágenes que, por supuesto, son más horrendas que las historias de terror que se pretenden contar a los hijos para controlar sus travesuras en casa, hay mucho misterio, mucho libertinaje… - Suspira - Tantos hijos escondidos por los deseos carnales que cometen los… "enviados de Dios", si yo le contara todo lo que se, incluso no saldríamos de una habitación en días… - Terminó por decir y luego miró al techo por unos momentos, en él habían imágenes de los arcángeles bien trazados, lo cual le pareció extraño que un recinto como ese tuviera ese tipo de imágenes, pero todo era valido.
- Si me permite, tanta palabra quisiera que estuviera acompañada con un nombre, ¿me dirá entonces cual es el suyo? Tengo un deseo ferviente por conocerlo - Se mordió el labio inferior antes de volver a su mirada.
- No tengo problemas con la desnudez de mi cuerpo, mi señor, me parece en realidad un buen punto para partir en el arte del conocimiento hacía mi persona, claro si solo lo quiere detallar en un lienzo, por otro lado, ¿desearía más en su momento? Lamento mis palabras tan arrojadas, pero me gusta la sinceridad, y hablar de forma directa, sé que puede ser mal educado de mi parte, pero me gusta demasiado la transparencia, y dado que estamos en este mundo pero con enfoques distintos, más vale dejarla en claro ¿No lo cree? No vaya a mal interpretar mis palabras, de nuevo le digo, no es que esté ofreciendo mi cuerpo de buenas a primeras, es por eso mismo que toco el tema - Suspiró de forma muy pesada, a veces el nerviosismo la ganaba cuando no se sabía expresar de manera correcta, y eso le fastidiaba, aunque bueno, en realidad ella estaba siendo clara a más no poder, hasta el más idiota de todos sería capaz de comprender lo que ella pretendía decir. - Si ese era el tercer requisito, ya ve que no es un detalle que quedé en mi, los otros dos bueno, van de la mano con usted, así que avanzando la velada me dirá con tranquilidad, de todas formas no tengo prisa alguna, como verá, pienso quedarme hasta que el último de los aplausos sea escuchado, y el último par de pies se encuentre fuera del recinto - Le miró sonriente, si, Capet estaba jugando con fuego, tenía miedo, pero sino estuviera preparada para una situación de esa índole, probablemente jamás se habría acercado a un desconocido, ya saben como dicen en casa "No te acerques a extraños" y ella tenía los conocimiento y modales de la sociedad aprendidos de principio a fin, casi tatuados en el cuerpo para no olvidarlos; prestar atención a alguna de sus palabras era más que evidente - La eternidad sería muy monótona si labores en especifico ¿no lo cree? Es decir, sólo alimentarse, y tratar de subsistir por las noches debe ser muy fastidioso, hay días en que tengo que pasar en casa sin hacer ningún labor, me parecen exasperantes, siempre busco sentirme útil, ante mis ojos claro, lo que piensen los demás, bueno no los podemos tener contentos a todos ¿No lo cree? - Concluyó observó la copa que el hombre le había dado, suspiró y dio un sorbo, sin duda era un gusto ejemplar.
- Entonces me sorprende ¿Desde cuando un vampiro toma en cuenta la palabra de un humano con tanto hincapié? - Comenta con una sonrisa de medio lado bastante socarrona - No me acostumbro a beber demasiado, con está copa será lo suficiente para mi, para que lo sepa - Le dijo sin más, no tenía el porque obligarla a beber más de la cuenta. - La iglesia es un tema de conversación bastante largo, mi señor, es un tema que en lo personal puede llegar a fastidiarme si la platica llega a una mente vacía, la del fanatismo religioso, por otro lado, si el pensante es como aquel fallecido que ha tenido el honor de hacerlo citarlo, entonces vaya usted a pasar la noche en vela con está su servidora, puedo decirle una cosa, no soy partidaria de la fe hacía un Dios, me tengo fe a mi misma, ni siquiera puedo profesar tal confianza a mi propia familia, son ellos los que más dañan, pero debo decirle una cosa ¿Quién no disfruta del poder? ¿Quién no ha disfrutado de manejar a cuanto se le ponga enfrente de forma sencilla? Ustedes por ejemplo, gozan del don de la fuerza, la elegancia, la sensualidad y magnetismo, eso hace que sus "presas caigan más rápido", mi trabajo sólo me hace decir algunas palabras ridículas para darme el poder necesario sobre algunos y tener lo que deseo ¿Me entiende? - Suspiró un poco, escuchó al fondo que la segunda llamada, tomó un sorbo, y volvió su mirada al vampiro - En lo personal, prefiero mantener control a que mantengan control sobre mi - Se encogió de hombros. - La iglesia suele ser interesante si dejas de lado la fe por un Dios y por esas imágenes que, por supuesto, son más horrendas que las historias de terror que se pretenden contar a los hijos para controlar sus travesuras en casa, hay mucho misterio, mucho libertinaje… - Suspira - Tantos hijos escondidos por los deseos carnales que cometen los… "enviados de Dios", si yo le contara todo lo que se, incluso no saldríamos de una habitación en días… - Terminó por decir y luego miró al techo por unos momentos, en él habían imágenes de los arcángeles bien trazados, lo cual le pareció extraño que un recinto como ese tuviera ese tipo de imágenes, pero todo era valido.
- Si me permite, tanta palabra quisiera que estuviera acompañada con un nombre, ¿me dirá entonces cual es el suyo? Tengo un deseo ferviente por conocerlo - Se mordió el labio inferior antes de volver a su mirada.
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Re: Cultura [Narcisse]
Con las respuestas los actores van apareciendo en escena, bastante bien hasta ahora, parecen tener talento, de su bolsillo retira los prismáticos y sin más los entrega a la mujer, a esta distancia para un humano observar al detalle la escena sería algo difícil, con este aparato lo haría con total comodidad * Para que no diga que soy un mal anfitrión madame, si me deja opinar, esto seguro que en su reserva no la estaría pasando tan bien como lo está haciendo aquí, eso es lo que creo * Otra mentira, está seguro de eso, lo sabe, su solo presencia le genera sensaciones en el cuerpo, él puede notarlo, puede ver esa aura alterada, no hay manera de engañarle, y esto sin tener en cuenta que su ego le da la razón a lo que ve ciegamente, dos métodos que nunca le van a fallar en realidad. Qué agradable que la mujer sea intrépida y tenga la suficiente personalidad como para hacerlo, muchas resultan actuar como mojigatas y esperan que uno les de corazones, chocolates y falsas palabras de bondad para siquiera soltar un simple beso, si bien le da gracia tener que efectuar tales rituales y le resulta algunas veces incluso interesante pues la candidez idiota de algunas muchachas sobrepasa todo límite, la credulidad es muchas veces fatal, y si tiene que ver él cerca de esta, mil veces más falta aún, es una lástima pero es cierto, si bien valora a las personas que realmente “sienten amor” y lo respetan, son consecuentes con sus actos y con lo que dicen sentir, al menos en toda esta estupidez innecesaria son honestos consigo mismos, como dicen, se lo creen y lo explotan, es algo que jamás entenderá y que tampoco desea entender, sobre todo porque otros sentires mucho más grises le abarcaron hace demasiados siglos y jamás le abandonan * Me alegra que no sea como esas cándidas muchachitas que esperan que el príncipe azul les de sus flores y agasajos para soltar prendas, lo cierto es que muchas mujeres desean ser tratadas como princesas, pero sobre la cama como unas viles prostitutas, si me entiende la simbología. Es usted una mujer “madura” Claro para mi es una niña, pero en el común de su gente ya debería estar bien cuajada, así que debe de tener muy claro que hacer o no hacer con su cuerpo, el problema aquí es que las cosas podrían salirse un poco de las manos y yo no soy un hombre que se retracte fácilmente una vez que desea algo, seguro que el óleo se queda corto madame, pero no le aseguro nada * Si bien él puede querer o desear algo no tiene que dejar que otros lo sepan, es más divertido así.
Agradable es que sepa tomarse con calma las cosas, si todos se van y el silencio reina es mucho mejor, mucho más espacio, más privacidad, ya luego encontraría la forma de que ambos cuerpos escaparan del teatro sin ser vistos pues eso busca siempre, pasar como incógnito, el aroma del vino ajeno llega a sus fosas pero los latidos de la muchacha un tanto fuertes también a sus oídos, en sus ojos puede observar aquella vena marcada de manera surrealista, esperando está pobre inocente a ser tomada sin piedad por él, una idea sumamente excitante que ha podido consumar hace varios minutos, pero lo bueno siempre lo hace esperar, puesto que las cosas que más anhelamos mientras más tardamos en obtener más las valoramos y mucho más las disfrutamos, él teniendo todo lo que pueda desear al alcance de su mano ocupa esta táctica tan solo para darle un poco más de gozo, de intensidad a sus acciones, de lo contrario como ella misma está diciendo la eternidad sería enormemente aburrida, esto es un motivo principal por el cual su ritual tarda incluso años en llevarse a cabo, para simplemente tras tanto tiempo disfrutar de ese chispazo que es cien veces mejor que un orgasmo, ese chispazo de muerte que explota en los demás * Aprende rápido madame, la paciencia es el mejor don y estoy seguro que todo el ambiente se pondrá mucho más interesante al estar realmente solos, ¿no le genera algo en especial esa idea? Yo sé que sí. Pero retomando otro tema, tiene razón, incluso su corta vida se debe sentir aburrida si siempre realiza su rutina una y otra vez sin descanso alguno, ¿no? Yo tengo mis propios métodos para sacarle el mejor provecho a todo, a cada cosa que hago, incluso a las repetidas, a las que conozco al pie de la letra, no todos tienen ese don, ni la suerte, pero para ser sincero para mí la suerte es cincuenta por ciento habilidad, cincuenta por ciento oportunidad, no creo que sea algo muy influyente, ¿usted tiene sus formas de divertirse en la monotonía o simplemente varia en sus costumbres? Ya que siendo humana puede hacerlo con total facilidad a diferencia de mi * Existen pocas cosas que no hizo aún, sobre todo con el cuerpo humano, ¿qué rincón no ha inspeccionado? ¿Qué órgano no ha extirpado ya? En su mente el mapa físico de los humanos está presente perfectamente, al de talle, se ha dedicado tanto tiempo a ello que podría considerarse una insana obsesión, claro para él es un arte puro y nada más, como casi todo lo que hace.
Satisfacer a los demás es tarea de algunos, satisfacerse usando a los demás es tarea propia, pero no se lo puede decir así, no es su estilo hacerlo la primera noche *En este mundo existen tres tipos de seres, los que están para ser satisfechas, los que sirven para satisfacer y los que creían que existían para ser satisfechos pero encontraron a alguien que les enseño la realidad de las cosas, sin duda yo soy de los primeros, ¿usted? Pero creo que mejor de lado el tema de la iglesia madame, al menos por ahora no es tan importante discutir algo tan sabido para los que tenemos ingenio real, tanto la política como la religión y otras potencias importantes sirven para dominar a las personas, para calmar sus deseos y apaciguar sus iras, depende de ellos si desean ser corderos o no, no todos tienen la inteligencia de ser sus propios pastores, solo le digo que esos cuentos no penetran mis oídos * La verdad que es agradable escuchar palabras honestas de alguien que está metido en la religión, al menos no todos son idiotas, él sabe que muchos la utilizan como plataforma y ella es uno de esos, pero aun así sigue siendo poco adecuado a su entender * Sin hacer relación con los tipos de seres dicho anteriormente por mi * Miente, simplemente le dio esa introducción para dejarle bien claro esas dos cosas, con toda la sorna del mundo * Le aseguro que al menos por estos lares usted jamás podrá dominar, espero que su capacidad para ser dominada no esté tan perdida o tal vez usted tenga algunos inconvenientes y problemas con nuestro trato * La realidad es que no le importa ni un poco, pero vale la pena fingir * Como le dije antes, dígame Averno, ¿usted no puede conocer a su Dios verdad? Bueno, considere mi nombre como si fuera su Dios * Su nombre, tan secreto que quizás él mismo lo haya olvidado o eso prenda hacer * Además usted ni su apellido me ha dado, y tampoco me ha dicho de que manera exacta trabaja para la iglesia, tengo más interés por esos dos temas que por este hombre recitando amor * Obvia alusión a la escena de la obra que tomaba lugar ahora.
Agradable es que sepa tomarse con calma las cosas, si todos se van y el silencio reina es mucho mejor, mucho más espacio, más privacidad, ya luego encontraría la forma de que ambos cuerpos escaparan del teatro sin ser vistos pues eso busca siempre, pasar como incógnito, el aroma del vino ajeno llega a sus fosas pero los latidos de la muchacha un tanto fuertes también a sus oídos, en sus ojos puede observar aquella vena marcada de manera surrealista, esperando está pobre inocente a ser tomada sin piedad por él, una idea sumamente excitante que ha podido consumar hace varios minutos, pero lo bueno siempre lo hace esperar, puesto que las cosas que más anhelamos mientras más tardamos en obtener más las valoramos y mucho más las disfrutamos, él teniendo todo lo que pueda desear al alcance de su mano ocupa esta táctica tan solo para darle un poco más de gozo, de intensidad a sus acciones, de lo contrario como ella misma está diciendo la eternidad sería enormemente aburrida, esto es un motivo principal por el cual su ritual tarda incluso años en llevarse a cabo, para simplemente tras tanto tiempo disfrutar de ese chispazo que es cien veces mejor que un orgasmo, ese chispazo de muerte que explota en los demás * Aprende rápido madame, la paciencia es el mejor don y estoy seguro que todo el ambiente se pondrá mucho más interesante al estar realmente solos, ¿no le genera algo en especial esa idea? Yo sé que sí. Pero retomando otro tema, tiene razón, incluso su corta vida se debe sentir aburrida si siempre realiza su rutina una y otra vez sin descanso alguno, ¿no? Yo tengo mis propios métodos para sacarle el mejor provecho a todo, a cada cosa que hago, incluso a las repetidas, a las que conozco al pie de la letra, no todos tienen ese don, ni la suerte, pero para ser sincero para mí la suerte es cincuenta por ciento habilidad, cincuenta por ciento oportunidad, no creo que sea algo muy influyente, ¿usted tiene sus formas de divertirse en la monotonía o simplemente varia en sus costumbres? Ya que siendo humana puede hacerlo con total facilidad a diferencia de mi * Existen pocas cosas que no hizo aún, sobre todo con el cuerpo humano, ¿qué rincón no ha inspeccionado? ¿Qué órgano no ha extirpado ya? En su mente el mapa físico de los humanos está presente perfectamente, al de talle, se ha dedicado tanto tiempo a ello que podría considerarse una insana obsesión, claro para él es un arte puro y nada más, como casi todo lo que hace.
Satisfacer a los demás es tarea de algunos, satisfacerse usando a los demás es tarea propia, pero no se lo puede decir así, no es su estilo hacerlo la primera noche *En este mundo existen tres tipos de seres, los que están para ser satisfechas, los que sirven para satisfacer y los que creían que existían para ser satisfechos pero encontraron a alguien que les enseño la realidad de las cosas, sin duda yo soy de los primeros, ¿usted? Pero creo que mejor de lado el tema de la iglesia madame, al menos por ahora no es tan importante discutir algo tan sabido para los que tenemos ingenio real, tanto la política como la religión y otras potencias importantes sirven para dominar a las personas, para calmar sus deseos y apaciguar sus iras, depende de ellos si desean ser corderos o no, no todos tienen la inteligencia de ser sus propios pastores, solo le digo que esos cuentos no penetran mis oídos * La verdad que es agradable escuchar palabras honestas de alguien que está metido en la religión, al menos no todos son idiotas, él sabe que muchos la utilizan como plataforma y ella es uno de esos, pero aun así sigue siendo poco adecuado a su entender * Sin hacer relación con los tipos de seres dicho anteriormente por mi * Miente, simplemente le dio esa introducción para dejarle bien claro esas dos cosas, con toda la sorna del mundo * Le aseguro que al menos por estos lares usted jamás podrá dominar, espero que su capacidad para ser dominada no esté tan perdida o tal vez usted tenga algunos inconvenientes y problemas con nuestro trato * La realidad es que no le importa ni un poco, pero vale la pena fingir * Como le dije antes, dígame Averno, ¿usted no puede conocer a su Dios verdad? Bueno, considere mi nombre como si fuera su Dios * Su nombre, tan secreto que quizás él mismo lo haya olvidado o eso prenda hacer * Además usted ni su apellido me ha dado, y tampoco me ha dicho de que manera exacta trabaja para la iglesia, tengo más interés por esos dos temas que por este hombre recitando amor * Obvia alusión a la escena de la obra que tomaba lugar ahora.
Averno- Vampiro Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Narcisse movió el rostro con total tranquilidad, la primera llamada había comenzado, con ella los actores fueron colocándose en sus lugares respectivos para comenzar la función. La mujer era un amante del arte en toda su expresión, quizás se había enfocado en eso porque fue su único refugio cuando pasaron las desgracias más grandes en su vida. "Las noches de ríos rojizos", como ella en ocasiones las llamaba para darle un titulo distinto, y no simplemente mencionar como el catastrófico comento en que sus padres habían fallecido, sin duda incluso en eso tenía que relacionar el arte, porque ahora de "grande" ya no culpaba ni a un Dios, ni a la sociedad, ni a nadie por aquellos momentos tristes de su vida, simplemente son cosas que ocurren, que para desgracia de algunos deben soportarse, y para otros (los asesinos) gozarla. Suspiró de forma profunda, incluso pesada al traer recuerdos tan vacíos, porque pensándolo bien, su sentimiento tan negativo se había esfumado hace tiempo, se lee extraño, pero la realidad es que ella prefiere la muerte de quien le estorba, de quien ha traicionado su espalda a tenerlos como una molestia dentro del zapato al caminar. Ahí fue dónde recordó a su insoportable y abnegada hermana, ella seguramente saldría corriendo de palco, lanzando oraciones ridículas, pidiéndole perdón a Dios porque su hermana mayor estaría con un vampiro y encima le coqueteaba con descaro. Rodó los ojos, sin duda apreciaba ser de ideas más adelantadas a su época, tener la mente abierta y que nadie le dijera nada al respecto; dejó de pensar en tonterías cuando notó como un actor chocaba a propósito con uno de sus compañeros, y las risas del publico se hicieron presentes, menos en sus labios, algunas cosas le parecían demasiado estúpidas como para seguir a la corriente en gestos hipócritas. Por un momento se dio cuenta que había olvidado la presencia masculina, pero a veces le gustaban sus silencios y espacios para poder sopesar recuerdos y malos sentimientos.
- Le agradezco - Tomó los prismáticos con suavidad, la yema de sus dedos acariciaron parte de la mano fría del hombre, aquello le provocó una especie de escalofrío pero procuró pasarlo por alto. Le dedicó una sonrisa tímida, discreta, no muy descarada. - Conozco muchas que de verdad buscan el príncipe azul, algunas que trabajan conmigo se la pasan contando cuentos rosas, a veces me sorprendo de la estupidez femenina por buscar el amor cuando se les demuestra no las valoran ni siquiera en la cama, y no lo digo por los tratos, o que te traten como prostituta, porque supongo debe ser entretenido a su manera… Me refiero a que incluso para realizar el actor carnal debe haber un motivo, no simple deseo animal - Se encoge de hombros - Sólo pienso tal cosa para no hacerlo de forma tan superficial, sino dejar el recuerdo grato del placer, y claro… De lo que puede representar ¿No cree que incluso un beso tiene una simbología incluso entre desconocidos? Quien vive por vivir debería simplemente estar enterrado tres metros bajo tierra, ¡Que digo tres! ¡Unos diez por decir un número mínimo! y es así cuando englobo a todas las criaturas, espero mi platica sea al menos amena o entendible, al menos que mi idea la pueda comprender del todo, sé por supuesto tenemos visiones muy opuestas, pero si usted entiende mi mensaje a la perfección, la charla saldrá más amena - Su mirada se posaba en el artefacto, simulando que prestaba atención al escenario, aunque todos sus sentidos los tenía puestos en el vampiro. - ¿A qué se refieres con "solos"? - se retiró del rostro aquel aparato que le ayudaba a visualizar de mejor manera - Porque creo que ahora mismo lo estamos, solos, sin que nadie perturbe nuestro momento, así que por mi está bien este momento, no sé ofenda pero poco conozco de usted, y no es que me guste mucho la incertidumbre, caballero, me sabrá disculpar pero uno de mis dones o defectos es la curiosidad ¿Para que desea más privacidad? Las copas están servidas - Se encogió de hombros - Me gusta variar - Concluyó ese tema, dio otro trago ligero al vaso de vino, le miró de reojo y sonrió de forma burlesca.
- Si me pregunta… Estuve durante algunos años, los que me llamaba un bastardo "esposa", bajo la dominación de lo que él era, pues debía ser fiel, una mujer ejemplo, un trofeo para presumir ante los demás, sin embargo, tuve limites que me llevaron a encontrar mis beneficios, cuando el falleció rompí muchas caderas, y retiré de la mente de muchos el tabú sobre la inferioridad femenina, en la iglesia se me respeta como una persona importante, incluso por encima del hombre, así que sabrá ahora estoy más que acostumbrara a que me satisfagan - Lo dijo con total naturalidad - ¿Por qué debería usted dominarme? ¿Qué pasaría si ese no es mi deseo? Si me niego… Hace mucho no dejo que ni el papa quiera pasar por encima de mi, bueno, lo relaciono ya que era la "autoridad" que había conocido, ahora mismo mi trato con usted podría variar - Se encoge de hombros, al menos es sincera, si busca dominarla ella no hablaba precisamente del cuerpo, aquellas formas suelen ser moldeables, ella habla de ideales, de deseos, de sentimientos (ojo, no precisamente amorosos), de gustos - ¡Blasfemias! - Dijo con total exageración, pero con burla cuando mencionó en una misma frase al Dios y a él - Recuerde que para mi Dios es una simple idea que no representa absolutamente nada - Una sonrisa mordaz apareció en sus labios - Así que no sé que clase de Dios quiera ser para mi - Se mordió el labio inferior con mucha suavidad, y luego se dedicó a observar la obra por unos instantes, colocó una mano en el descansa brazos, la otra sostenía el vaso de whisky.
- Mi nombre… A veces siento que el nombre no dice nada, pero es una buena manera de al menos, diferenciarte del resto. - Le miró con serenidad - Narcisse Capet - Indicó con una sonrisa muy tenue. - Mi función es simplemente recabar información de la iglesia, de las criaturas de la noche - Le dedicó una sonrisa cómplice - Conozco todo los movimientos internos, a mi me entregan cada detalle elaborado dentro y fuera de la comunidad, y yo apruebo todo lo referente a material relevante y servible - Se encoge de hombros - Soy la cabeza, el intelecto que necesita la iglesia para trabajar en orden - Terminó por decir muy tranquila, y bebió de nuevo el vino.
- Le agradezco - Tomó los prismáticos con suavidad, la yema de sus dedos acariciaron parte de la mano fría del hombre, aquello le provocó una especie de escalofrío pero procuró pasarlo por alto. Le dedicó una sonrisa tímida, discreta, no muy descarada. - Conozco muchas que de verdad buscan el príncipe azul, algunas que trabajan conmigo se la pasan contando cuentos rosas, a veces me sorprendo de la estupidez femenina por buscar el amor cuando se les demuestra no las valoran ni siquiera en la cama, y no lo digo por los tratos, o que te traten como prostituta, porque supongo debe ser entretenido a su manera… Me refiero a que incluso para realizar el actor carnal debe haber un motivo, no simple deseo animal - Se encoge de hombros - Sólo pienso tal cosa para no hacerlo de forma tan superficial, sino dejar el recuerdo grato del placer, y claro… De lo que puede representar ¿No cree que incluso un beso tiene una simbología incluso entre desconocidos? Quien vive por vivir debería simplemente estar enterrado tres metros bajo tierra, ¡Que digo tres! ¡Unos diez por decir un número mínimo! y es así cuando englobo a todas las criaturas, espero mi platica sea al menos amena o entendible, al menos que mi idea la pueda comprender del todo, sé por supuesto tenemos visiones muy opuestas, pero si usted entiende mi mensaje a la perfección, la charla saldrá más amena - Su mirada se posaba en el artefacto, simulando que prestaba atención al escenario, aunque todos sus sentidos los tenía puestos en el vampiro. - ¿A qué se refieres con "solos"? - se retiró del rostro aquel aparato que le ayudaba a visualizar de mejor manera - Porque creo que ahora mismo lo estamos, solos, sin que nadie perturbe nuestro momento, así que por mi está bien este momento, no sé ofenda pero poco conozco de usted, y no es que me guste mucho la incertidumbre, caballero, me sabrá disculpar pero uno de mis dones o defectos es la curiosidad ¿Para que desea más privacidad? Las copas están servidas - Se encogió de hombros - Me gusta variar - Concluyó ese tema, dio otro trago ligero al vaso de vino, le miró de reojo y sonrió de forma burlesca.
- Si me pregunta… Estuve durante algunos años, los que me llamaba un bastardo "esposa", bajo la dominación de lo que él era, pues debía ser fiel, una mujer ejemplo, un trofeo para presumir ante los demás, sin embargo, tuve limites que me llevaron a encontrar mis beneficios, cuando el falleció rompí muchas caderas, y retiré de la mente de muchos el tabú sobre la inferioridad femenina, en la iglesia se me respeta como una persona importante, incluso por encima del hombre, así que sabrá ahora estoy más que acostumbrara a que me satisfagan - Lo dijo con total naturalidad - ¿Por qué debería usted dominarme? ¿Qué pasaría si ese no es mi deseo? Si me niego… Hace mucho no dejo que ni el papa quiera pasar por encima de mi, bueno, lo relaciono ya que era la "autoridad" que había conocido, ahora mismo mi trato con usted podría variar - Se encoge de hombros, al menos es sincera, si busca dominarla ella no hablaba precisamente del cuerpo, aquellas formas suelen ser moldeables, ella habla de ideales, de deseos, de sentimientos (ojo, no precisamente amorosos), de gustos - ¡Blasfemias! - Dijo con total exageración, pero con burla cuando mencionó en una misma frase al Dios y a él - Recuerde que para mi Dios es una simple idea que no representa absolutamente nada - Una sonrisa mordaz apareció en sus labios - Así que no sé que clase de Dios quiera ser para mi - Se mordió el labio inferior con mucha suavidad, y luego se dedicó a observar la obra por unos instantes, colocó una mano en el descansa brazos, la otra sostenía el vaso de whisky.
- Mi nombre… A veces siento que el nombre no dice nada, pero es una buena manera de al menos, diferenciarte del resto. - Le miró con serenidad - Narcisse Capet - Indicó con una sonrisa muy tenue. - Mi función es simplemente recabar información de la iglesia, de las criaturas de la noche - Le dedicó una sonrisa cómplice - Conozco todo los movimientos internos, a mi me entregan cada detalle elaborado dentro y fuera de la comunidad, y yo apruebo todo lo referente a material relevante y servible - Se encoge de hombros - Soy la cabeza, el intelecto que necesita la iglesia para trabajar en orden - Terminó por decir muy tranquila, y bebió de nuevo el vino.
Narcisse Capet- Inquisidor Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
¿Simbología? Conoce la simbología a la perfección como por ejemplo el trofeo con el que está trabando la puerta, su pertenencia más valiosa y no en términos monetarios, todo lo contrario, todo lo que acarrea, todo lo que lleva consigo, todo lo que está implícito y fresco en el bastón, de solo pensar en ese suculento recuerdo una sonrisa sincera de lado a lado se dibuja en su rostro, de las pocas sonríales reales que realmente pueda enseñar, no le interesa que la mujer este presente pues ni se imagina el porqué, pensará que es alguna reacción hacia lo que está diciendo, pero claramente no es por ella, asiente sin embargo escuchando sus palabras, pero si lo que ella describe es parte de la estupidez humana, siempre tienen esa fe, esa esperanza inútil que no sirve para nada más que ilusionarse de manera vacía y banal, a fin de cuentas en una sociedad machista todo hombre siempre querrá dominar a la mujer, cueste lo que cueste y en este caso que domina a todo lo que se le cruce por el camino también será así, le gustan los retos, los disfruta demasiado sin embargo no todos los considera realmente interesantes de quebrar, con el tiempo se podrá enterar mejor de sí es lo que piensa * Existen muchas mujeres que se engañan a sí mismas con ciertos ideales y marcas, cómo por ejemplo el no desear ser viuda o abandonada por el hombre, suele dejar mal posicionadas socialmente a las mujeres y mal vistas ante los ojos de sus amigas, ¿qué tontería? ¿Cierto? A fin de cuentas vivir bajo el yugo del que dirán es lo más tonto que podría hacer alguien, por el contrario ser libres debería ser un placer sin culpa, que bien que usted este viuda madame, o de lo contrario tendría malas noticias para su esposo pues no es que el matrimonio realmente significara algo para mí, pura bobería poética y nada más que eso * Es sin duda una de las ideas más estúpidas que se la ocurrido al hombre, como si realmente un papelillo y un vacío sacramento puedan realmente hacer la diferencia con ese sentir inútil llamado amor, además de ser una tontería gigantesca le agregan un plus más estúpido todavía, así pasa cuando crees que algo no puede ser peor, se sorprende el descubrir que sucede, de verdad que sí.
Retomando los temas pasados que ha dejado al aire * Solo en esta habitación madame, más abajo miles de corazones laten, algunos extasiados, otros aburridos, unos indiferentes, el punto es que molesta estar tan rodeado de ellos, usted obviamente no puede sentirlo, yo sí, y nacen ciertos impulsos, pero no se preocupe, no haré nada grave con usted, respire con tranquilidad * Se ríe suelto, por el momento no planea nada más allá de alimentarse de ella, sin embargo ir más allá no es una idea tan lejana o descabellada * Entiendo la simbología de las cosas madame, sin embargo no suele dársela a muestras de afecto tan banales como esa, el sexo sin embargo si me llama a ponerle algún significado, pero tiene que ser muy propio, a mi manera para que realmente resulte con ese toque de atracción y de sentir que a mí me llama, como verá mi gusto resulta ser algunas veces particular, tal vez siga conociendo de él, quién sabe * Lo cierto es que suele saltarse solo en algunas casos pequeñas partes de sus rituales o maneras de proceder, solo en situaciones que no vayan a afectar el resultado final de la teoría planteada, de no ser así no hay manera, pero mientras pueda, lo hará. “Si obedeces todas las reglas, falta la diversión” A pesar de estar consciente de esto siempre encuentra la manera de gustoso experimentar lo que tanto desea * Yo sabía que llegaríamos a esta parte de la conversación y debo confesar que me tiene sin cuidado alguno, ni siquiera me preocupa, o me quita la calma, tampoco lo veo como un problema, no es ningún impedimento para mí, ¿le gusta que le satisfagan? ¿Qué no le dominen? Bien madame, siendo inferior a mi notablemente en fuerza veo bastante difícil que usted pueda volcarse sobre mí, pero más allá de la fuerza esta la voluntad, mi ímpetu, el ego, y no sé si ya se terminó de dar cuenta, pero ya ve quién tiene más de qué y quién tiene tanto la posibilidad como la oportunidad de su lado * No esta jamás en desventaja pues sabe cómo meterse a un encuentro, como obtener la ventaja, planear delicadamente un antes, un después, encerrada aquí con un vampiro le resulta muy estúpida la idea que acaba de mencionar, ¿creer que no será dominada y consumida por el deseo ajeno de un ser que tan solo con pestañear podría matarle? Los humanos, y su notable candidez, ilusa como cualquiera, pero no a de preocuparse demasiado, justo ahora le demostrará como son las cosas.
Arranca de las manos de la mujer tanto la copa como el primatico y se levanta para dejarlos sobre la pequeña mesa, se gira frente a ella quitándole toda visión clara del escenario, y es que ahora mismo el único centro de atención a de ser él, eleva el brazo y con los dedos largos le hace una seña para que acerque, acompañando esto y en modo imperativo pronuncia * Acérquese madame Capet * Al capturar el cuerpo femenino deja de ejercer control sobre la voluntad ajena * Yo le voy a mostrar que tipo de Dios seré de ahora en adelante para usted, un Dios mejor que él que su hipócrita creencia le obliga a fingir creer * La sola idea de bajar ese cuerpo agradable para la vista de la nube en la que esta le genera ya placer, ¿nadie le pasa por encima? ¿Nadie le ordena? ¿Ella manda? ¿Es una señora respetada y temida? Que interesante, interesante, de verdad que lo es, pues para él no significa absolutamente nada, ningún humano, no, nadie lo hace, su cuello es como el de cualquiera, su sangre deliciosa seguro como pocas, con simples acciones le va a enseñar * Como dije antes, conmigo aquí, acostúmbrese a esto, olvide el falso respeto y el falso temor que exista hacia usted en su vida cotidiana, no significa nada, no le va a servir de nada, no le ayudará en nada, ¿no desea algo? Yo sé que por algo está aquí, no lo diré, puedo sentirlo, disfrutarlo, sacarle provecho, puede decir lo que quiera al respecto, es irrelevante, mi voluntad es ahora y siempre * Dicho y hecho, estira la cabeza de la mujer y sin reparo incrusta los colmillos justo en la yugular bebiendo a placer el líquido que fuertemente emana el cuerpo, apenas un hilo delgado chorrea de las fauces ajenas hacia el vestido femenino, envuelto en el suculento placer aprieta las caderas ajenas con fuerza, bebiendo sin cesar, pasados unos quizás cincuenta segundo retira la mordida más no el agarre pues no piensa recogerle del piso, solo la basura cae al piso y no usa la basura para sus deseos * Deliciosa madame * Lame los restos de sangre en el cuello y luego frente a ella los labios propios * Y esto no ha sido nada * Lo más sencillo inicia, lo mejor aguarda.
Retomando los temas pasados que ha dejado al aire * Solo en esta habitación madame, más abajo miles de corazones laten, algunos extasiados, otros aburridos, unos indiferentes, el punto es que molesta estar tan rodeado de ellos, usted obviamente no puede sentirlo, yo sí, y nacen ciertos impulsos, pero no se preocupe, no haré nada grave con usted, respire con tranquilidad * Se ríe suelto, por el momento no planea nada más allá de alimentarse de ella, sin embargo ir más allá no es una idea tan lejana o descabellada * Entiendo la simbología de las cosas madame, sin embargo no suele dársela a muestras de afecto tan banales como esa, el sexo sin embargo si me llama a ponerle algún significado, pero tiene que ser muy propio, a mi manera para que realmente resulte con ese toque de atracción y de sentir que a mí me llama, como verá mi gusto resulta ser algunas veces particular, tal vez siga conociendo de él, quién sabe * Lo cierto es que suele saltarse solo en algunas casos pequeñas partes de sus rituales o maneras de proceder, solo en situaciones que no vayan a afectar el resultado final de la teoría planteada, de no ser así no hay manera, pero mientras pueda, lo hará. “Si obedeces todas las reglas, falta la diversión” A pesar de estar consciente de esto siempre encuentra la manera de gustoso experimentar lo que tanto desea * Yo sabía que llegaríamos a esta parte de la conversación y debo confesar que me tiene sin cuidado alguno, ni siquiera me preocupa, o me quita la calma, tampoco lo veo como un problema, no es ningún impedimento para mí, ¿le gusta que le satisfagan? ¿Qué no le dominen? Bien madame, siendo inferior a mi notablemente en fuerza veo bastante difícil que usted pueda volcarse sobre mí, pero más allá de la fuerza esta la voluntad, mi ímpetu, el ego, y no sé si ya se terminó de dar cuenta, pero ya ve quién tiene más de qué y quién tiene tanto la posibilidad como la oportunidad de su lado * No esta jamás en desventaja pues sabe cómo meterse a un encuentro, como obtener la ventaja, planear delicadamente un antes, un después, encerrada aquí con un vampiro le resulta muy estúpida la idea que acaba de mencionar, ¿creer que no será dominada y consumida por el deseo ajeno de un ser que tan solo con pestañear podría matarle? Los humanos, y su notable candidez, ilusa como cualquiera, pero no a de preocuparse demasiado, justo ahora le demostrará como son las cosas.
Arranca de las manos de la mujer tanto la copa como el primatico y se levanta para dejarlos sobre la pequeña mesa, se gira frente a ella quitándole toda visión clara del escenario, y es que ahora mismo el único centro de atención a de ser él, eleva el brazo y con los dedos largos le hace una seña para que acerque, acompañando esto y en modo imperativo pronuncia * Acérquese madame Capet * Al capturar el cuerpo femenino deja de ejercer control sobre la voluntad ajena * Yo le voy a mostrar que tipo de Dios seré de ahora en adelante para usted, un Dios mejor que él que su hipócrita creencia le obliga a fingir creer * La sola idea de bajar ese cuerpo agradable para la vista de la nube en la que esta le genera ya placer, ¿nadie le pasa por encima? ¿Nadie le ordena? ¿Ella manda? ¿Es una señora respetada y temida? Que interesante, interesante, de verdad que lo es, pues para él no significa absolutamente nada, ningún humano, no, nadie lo hace, su cuello es como el de cualquiera, su sangre deliciosa seguro como pocas, con simples acciones le va a enseñar * Como dije antes, conmigo aquí, acostúmbrese a esto, olvide el falso respeto y el falso temor que exista hacia usted en su vida cotidiana, no significa nada, no le va a servir de nada, no le ayudará en nada, ¿no desea algo? Yo sé que por algo está aquí, no lo diré, puedo sentirlo, disfrutarlo, sacarle provecho, puede decir lo que quiera al respecto, es irrelevante, mi voluntad es ahora y siempre * Dicho y hecho, estira la cabeza de la mujer y sin reparo incrusta los colmillos justo en la yugular bebiendo a placer el líquido que fuertemente emana el cuerpo, apenas un hilo delgado chorrea de las fauces ajenas hacia el vestido femenino, envuelto en el suculento placer aprieta las caderas ajenas con fuerza, bebiendo sin cesar, pasados unos quizás cincuenta segundo retira la mordida más no el agarre pues no piensa recogerle del piso, solo la basura cae al piso y no usa la basura para sus deseos * Deliciosa madame * Lame los restos de sangre en el cuello y luego frente a ella los labios propios * Y esto no ha sido nada * Lo más sencillo inicia, lo mejor aguarda.
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Re: Cultura [Narcisse]
Narcisse se encontraba demasiado entretenida observando la obra, aquellos actores no eran para nada malos, bueno algunos de ellos no lo eran, porque otros parecían más de esos niños caprichosos que quieren pedirle algo en especial a su madre, y que al pedirlo de manera tan terca y tajante, resultan demasiado insoportables. Suspiró prestando atención, dejando que la burbuja del arte, del escrito vuelto una representación la animara de cierta manera. Su vida no era mala, aquello era cierto, podía tener riquezas y casi el cien por ciento de sus libertades, pero ella era una mujer infeliz, amargada, y demasiado insoportable y déspota con algunas personas. Se había vuelto una completa amargada, y le echaba la culpa al destino, siempre se la pasaba culpando a ese Dios de arriba, a sus padres, a sus hermanos y después a su esposo. ¿Cómo no iba a hacerlo?Después de todo, desde su nacimiento se había esforzado demasiado en ser la hija, la hermana, la alumna, la devota, la esposa y amante perfecta, todos pasando por encima, humillando sus logros pues no se les reconocía, por el contrario se apremiaba a los que estaban más a su alrededor, y ella sintió que tanto esfuerzo no valía, que tanto amor a los demás no importaba, y que después de superar perdidas, amores truncados, se había decidido jamás volver a dejar que alguien pasará sobre ella, quizás por eso entrenaba mucho tiempo en los campos como si se tratara de un soldado en la inquisición, aquello le había dado el cuerpo y la resistencia de la actualidad, sus ideales se hicieron firmes, a su conveniencia debido a todo lo que sus ojos iban viendo conforme el paso del tiempo y las vendas caían, y era por eso que culpaba a todo, menos a ella. ¡La única culpable estaba en su interior! Por esperar que todos le aplaudiera, la aceptaran y la idolatraran, cabeza tan tonta por pensar en tonterías que nunca valieron la pena, y que ahora, en la actualidad simplemente la iban hundiendo más y más hasta que el mismo yunque con el que se había caído en el vacío, en las profundidades del mar no la dejaran volver nunca.
No quiso comportarse como una verdadera maleducada con el vampiro, no quiso dejarlo con la palabra en la boca, no quiso simplemente ignorar lo que estuvo diciendo, pero le fue inevitable, pues sus sentidos habían estado en la obra, y su mente en sus recuerdos. Aunque bueno, dejar o no a una criatura como él, hablando a la nada, o con ella misma daba igual, eran criaturas que ella consideraba detestables según los ojos de la iglesia, le parecían indiferentes ante su propia creencias, eso si, lo que la hacía sentir verdaderamente mal, era el hecho de no prestarle atención a una platica que valía la pena, pues la información que se otorga en un momento, por más que las palabras se repitan para que el oído ajeno las capte, jamás serán las mismas, aunque se le ponga el empeño adecuado para volver a dejar la información en el receptor. Nada era lo mismo, ni mejor ni peor, porque los momentos solo iban una vez, no se repetían y perder lo que pasa en frente es ser una visión completamente egoísta; alza el rostro para poder captar al hombre imponente que estaba frente a ella. Muy elegante, muy atractivo ante los ojos de cualquier mortal, incluyendo los de la inquisidora, llamativo era, demasiado, los hombres con esos portes tan magnéticos y misteriosos le llamaban la atención, la hacían perder un poco la cordura, si, banalidades, pero en realidad no se trataba de eso, físicamente tal vez, pero es que el mundo por descubrir dentro de esos hombres era inevitable. Aclarando una cosa, ella simplemente había visto ese porte en su hermano mayor, en su esposo, en el dueño de su tía Frauke y ahora en ese galante vampiro que le ordenaba ponerse de pie, lo cual hizo sin chistar, sin poder imaginar lo que vendría a continuación, pero es que la idea tan pronta de ese hecho estaba completamente descartada, quizás era parte del hombre sorprender, no dejar que los demás lo subestimen, que lo crean predecible, porque entonces todo el encanto se pierde.
- ¿Por qué se supone estoy aquí? - Apenas alcanzó a preguntar cuando los caninos del hombre se clavaron con profundidad en aquella zona. Narcisse se mordió con fuerza el labio inferior, no quería gritar, no iba a hacerlo, por más que aquella acción de doliera hasta lo más profundo, su orgullo no se iba a quebrar, pero más que nada, no lo hacía por una simple razón: Él hecho de que alguien los viera y notara lo que pasaba. Era bien sabido que los inquisidores, y algunos cazadores frecuentaban aquella zona, ella misma lo hacía en misiones especiales, como montando guardia, porque algunas de las criaturas d ella noche siempre se han creído con la capacidad de sentirse embobados con el arte, y eran esos lugares que terminaban siendo los más obvios, y los más fáciles para darles fin a su eternidad. Por eso prefirió aguantarse, simular quizás que había sido un acto carnal de dos amantes. Lo malo del asunto es que con la perdida de vitalidad, la debilidad se hacía presente, es por eso, que tampoco se movió, simplemente se dejó hacer, de nada le servia poner resistencia, primero que nada, porque iba con la guardia baja, entre su cuerpo no había ningún arma que pudiera dar frente y guerra a la criatura asesina. Negó unos momentos, sintió una especie de mareó, cerró los ojos con fuerza, y entonces se enfocó en poder tranquilizarse, no alarmarse por más nervio o miedo que llegara a tener. - ¿Sabe bien entonces? - Le miró a los ojos de frente, intentando que el temblor de sus labios no salieran en modo de una voz temblorosa - Usted poco comprendió mis palabras, yo dejaba en claro una cosa, no podría verle como un Dios porque no le respeto a Dios, si quería que lo viera como un "Dios", debía ser de otra manera, pero ya veo que usted, como mi señor supremo resulta ser un tirano que solo toma de su devota, de este pueblo que conlleva mi cuerpo - Suspiró de forma profunda, las manos del vampiro sobre su cadera la hicieron sentir una especie de placer, uno muy grande, pues eran grandes, firmes y tomaban sin miramientos, tomaban porque sabían podían hacerlo.
- ¿Qué desea de mi señor? Creo que a ambos nos gusta la claridad y no sólo eso, poder tener lo que deseamos, si me lo dice nos ahorramos de actividades y protocolos absurdos, y nos enfocamos a cumplir sus deseos, mi señor - La última la arrastró de forma burlesca, ella sólo quería ver un poco más de la obra, pero irónicamente por el dicho, claro, se había metido a la boca del lobo, tenía que asumir sus consecuencias.
No quiso comportarse como una verdadera maleducada con el vampiro, no quiso dejarlo con la palabra en la boca, no quiso simplemente ignorar lo que estuvo diciendo, pero le fue inevitable, pues sus sentidos habían estado en la obra, y su mente en sus recuerdos. Aunque bueno, dejar o no a una criatura como él, hablando a la nada, o con ella misma daba igual, eran criaturas que ella consideraba detestables según los ojos de la iglesia, le parecían indiferentes ante su propia creencias, eso si, lo que la hacía sentir verdaderamente mal, era el hecho de no prestarle atención a una platica que valía la pena, pues la información que se otorga en un momento, por más que las palabras se repitan para que el oído ajeno las capte, jamás serán las mismas, aunque se le ponga el empeño adecuado para volver a dejar la información en el receptor. Nada era lo mismo, ni mejor ni peor, porque los momentos solo iban una vez, no se repetían y perder lo que pasa en frente es ser una visión completamente egoísta; alza el rostro para poder captar al hombre imponente que estaba frente a ella. Muy elegante, muy atractivo ante los ojos de cualquier mortal, incluyendo los de la inquisidora, llamativo era, demasiado, los hombres con esos portes tan magnéticos y misteriosos le llamaban la atención, la hacían perder un poco la cordura, si, banalidades, pero en realidad no se trataba de eso, físicamente tal vez, pero es que el mundo por descubrir dentro de esos hombres era inevitable. Aclarando una cosa, ella simplemente había visto ese porte en su hermano mayor, en su esposo, en el dueño de su tía Frauke y ahora en ese galante vampiro que le ordenaba ponerse de pie, lo cual hizo sin chistar, sin poder imaginar lo que vendría a continuación, pero es que la idea tan pronta de ese hecho estaba completamente descartada, quizás era parte del hombre sorprender, no dejar que los demás lo subestimen, que lo crean predecible, porque entonces todo el encanto se pierde.
- ¿Por qué se supone estoy aquí? - Apenas alcanzó a preguntar cuando los caninos del hombre se clavaron con profundidad en aquella zona. Narcisse se mordió con fuerza el labio inferior, no quería gritar, no iba a hacerlo, por más que aquella acción de doliera hasta lo más profundo, su orgullo no se iba a quebrar, pero más que nada, no lo hacía por una simple razón: Él hecho de que alguien los viera y notara lo que pasaba. Era bien sabido que los inquisidores, y algunos cazadores frecuentaban aquella zona, ella misma lo hacía en misiones especiales, como montando guardia, porque algunas de las criaturas d ella noche siempre se han creído con la capacidad de sentirse embobados con el arte, y eran esos lugares que terminaban siendo los más obvios, y los más fáciles para darles fin a su eternidad. Por eso prefirió aguantarse, simular quizás que había sido un acto carnal de dos amantes. Lo malo del asunto es que con la perdida de vitalidad, la debilidad se hacía presente, es por eso, que tampoco se movió, simplemente se dejó hacer, de nada le servia poner resistencia, primero que nada, porque iba con la guardia baja, entre su cuerpo no había ningún arma que pudiera dar frente y guerra a la criatura asesina. Negó unos momentos, sintió una especie de mareó, cerró los ojos con fuerza, y entonces se enfocó en poder tranquilizarse, no alarmarse por más nervio o miedo que llegara a tener. - ¿Sabe bien entonces? - Le miró a los ojos de frente, intentando que el temblor de sus labios no salieran en modo de una voz temblorosa - Usted poco comprendió mis palabras, yo dejaba en claro una cosa, no podría verle como un Dios porque no le respeto a Dios, si quería que lo viera como un "Dios", debía ser de otra manera, pero ya veo que usted, como mi señor supremo resulta ser un tirano que solo toma de su devota, de este pueblo que conlleva mi cuerpo - Suspiró de forma profunda, las manos del vampiro sobre su cadera la hicieron sentir una especie de placer, uno muy grande, pues eran grandes, firmes y tomaban sin miramientos, tomaban porque sabían podían hacerlo.
- ¿Qué desea de mi señor? Creo que a ambos nos gusta la claridad y no sólo eso, poder tener lo que deseamos, si me lo dice nos ahorramos de actividades y protocolos absurdos, y nos enfocamos a cumplir sus deseos, mi señor - La última la arrastró de forma burlesca, ella sólo quería ver un poco más de la obra, pero irónicamente por el dicho, claro, se había metido a la boca del lobo, tenía que asumir sus consecuencias.
Narcisse Capet- Inquisidor Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Estira su cuerpo alejándose un poco del rostro y cuello ajeno, todavía retiene un poco del elixir ajeno dentro de su boca, en su lengua, dentro de los papos, el suculento sabor estalla constantemente dentro de sí, tanto será el placer provocado, su rostro demuestra el sentir más honesto de toda la noche y es que a la sangre nadie la puede engañar, a su naturaleza menos aún, pasa la lengua por toda la boca incluyendo los labios, podría parecer un gesto obsceno y erótico mas no lo es, placentero si, con una sonrisa observa a la pequeña humana, ahí se encontraba en pie pero prestando solo un poco de atención se podía notar la debilidad natural tras la pérdida de sangre, deseaba empujar a la mujer apenas con un dedo para mostrarle su debilidad pero no, lo que acaba de decir le llama mucho más la atención, ¿él no entender algo? No, que pobre idiota, ella no había entendido sus palabras, humana tenía que ser, ya le va a explicar, primero debe terminar de relamerse, así lo hace, retira un pañuelo de un bolsillo para así limpiarse los restos de sangre de los labios y el mentón, luego lo aleja del cuerpo propio y así frota ligeramente el cuello de la mujer casi el pañuelo lleva a su límite de absorción, lo hace pequeño entre los dedos y lo deja sobre la pequeña mesa sin voltearse, tan solo estira el brazo hacia atrás para dejar el cuadrito carmín, no despega ni un solo instante sus pesados ojos cafés de los ajenos, gira apenas el cuello como si se sacará conejos de este, coloca la gran mayoría de sus dedos sobre sus labios cubriendo la risa casi insonora que expresa pues está pensando en que debería responder, que sería lo más correcto para responder sementare pregunta y tanta otra palabrería, esta consiente de qué la mujer a ignorando bastantes de sus palabras, no le molesta pues ser escuchado no es su objetivo aquí, pero no es que vuelva a pasarlo otra vez o con tanta frecuencia * Así que le gusta pasar algunas palabras por alto madame, espero que no se vuelva a repetir * Dedica una mirada un tanto sombría a la mujer por no decir severa * Y claro madame, como se supone que sabría en una mujer joven, se ve que se alimenta y se ejercita bien, eso tan solo hace más deliciosa su sangre, más que el promedio de la insana población pero bueno, mejor que los gordos coman, así los pobres debiluchos decaen más rápido * Se le escapa una risa, pobre el humano que sea pobre, pobrecillo, tan solo más inferior pues los mismos humanos le hacen sentir menos.
¿Y qué un humano te haga sentir menos? Has de estar muy jodido para eso, demasiado jodido. Tanto que se aqueas con la sola idea * Yo siempre comprendo las cosas madame, como puede creer que yo me confundí o que yo asimile la idea equivocada, lo hizo usted, no me interesa ser algún Dios, los dioses no existen, un humano vale más que un Dios, porque un par de manos hacen más que toda una capilla rezando durante diez horas, sería muy estúpido y autodestructivo si yo me quisiera comparar con un Dios, me exprese exactamente desde mi punto de vista, usted no puede ni conocerá a Dios, porque no existe, mi nombre trátelo de la misma manera, como si fuera su Dios. ¿Ahora le quedo más claro? * Siempre resulta tedioso tener que iluminar a las mentes, pega la palma contra el pecho femenino y llevándolo consigo empuja lentamente hasta que le deja caer sobre su asiento nuevamente, ¿por qué desea saber? ¿Eso suena a exigencia? Solo él puede exigir razón, deseo o acción, un humano frente a él no, si quiere “perder el tiempo” como ella dice con poca experiencia y notable ignorancia lo puede seguir haciendo, ella está aquí para que él se divierta un poco más, para ver si le resulta interesante y más adelante pasan otra noche en compañía, pero en fin no tiene que decirlo cada cosa que piensa, como ella lo propone es aburrido, no hay ninguna gracia en llegar y decir quiero esto, dámelo y fin, hasta luego, es tan humano, tan aburrido, tan repetitivo, y no va a caer en eso por más impaciente o molesta que sea la mujer con él, todo sucederá con el tiempo y el ritmo que a él le dé la regalada gana, no se dice ni una cosa más al respecto, punto. Toma el aparato visor de la mesa junto a una botella y una copa, le entrega de nueva cuenta el visor a la mujer, duda de que realmente lo use ahora, duda de que ella pueda divisar realmente con claridad ahora mismo algo de la obra, ya está quizás paso a segundo plano, se sirve en la copa el vino solo para él, por dos simples razones, la humana dijo que ya no deseaba beber y por quitar el aroma sangriento de sus labios, el sabor o mejor dicho los últimos estragos del sabor del carmín también se irían pero es justo, demasiado con ese placer ahí podría provocar que desollara a la mujer ahí mismo y no se quiere eso, ¿verdad?
Deja pasar el líquido por su garganta, enjuaga un poco por sus papos, dientes y lengua, pasa y deja tanto la botella como la copa en la pequeña mesa circular de un costado. Observa a la mujer mucho más recatado * Usted está aquí para que la noche sea más interesante, para que tenga un poco más de color, un poco de calidez humana que es asquerosa pero necesaria para mi existencia, ¿lo comprende? Le invite para que sea mi compañía, me hiciera pasarla mejor que solo y debo admitir que a logrado hacerlo hasta ahora, no muchas mujeres lo logran, ni a muchas lo admito, pero si, no mentiré con esto, solo con esto, sin embargo no piense que por esto yo le voy a decir lo que desea saber, y es ya existí por mucho y lo rápido no me viene bien, cansa, es demasiado fácil, demasiado común, no hay chispa en ello, no tiene nada de especial, se vuelve algo del montón, espero que a la larga vaya comprendiendo también las cosas desde este punto de vista, no se preocupe, es usted una niña impaciente como cualquiera de su edad, lo quieren todo pronto porque no les cuesta nada, o se creen lo demasiado buenos como para esperar, conmigo aprenderá a esperar, a guardar silencio, a aceptar, por eso mismo le digo que debe olvidarse de toda su triste vida mortal, porqué yo soy la excepción a sus reglas, le comento que deseo verle otra noche más, así que nos veremos una noche más, puede negármelo, puede enmascararlo con cualquier frase egocéntrica o incluso romántica llena de nostalgia, pero yo sé que también desea repetir este encuentro. No desespere todavía no termina mas no sabrá lo que quiere saber, si realmente lo desea, espere. ¿Qué me dice, le gusta la charla, la obra, la mordida, mi presencia, el bastón, el vino, los actores, nada? Expréseme un poco de su sentir, no viene mal saberlo * Es tan solo tantear la reacción.
¿Y qué un humano te haga sentir menos? Has de estar muy jodido para eso, demasiado jodido. Tanto que se aqueas con la sola idea * Yo siempre comprendo las cosas madame, como puede creer que yo me confundí o que yo asimile la idea equivocada, lo hizo usted, no me interesa ser algún Dios, los dioses no existen, un humano vale más que un Dios, porque un par de manos hacen más que toda una capilla rezando durante diez horas, sería muy estúpido y autodestructivo si yo me quisiera comparar con un Dios, me exprese exactamente desde mi punto de vista, usted no puede ni conocerá a Dios, porque no existe, mi nombre trátelo de la misma manera, como si fuera su Dios. ¿Ahora le quedo más claro? * Siempre resulta tedioso tener que iluminar a las mentes, pega la palma contra el pecho femenino y llevándolo consigo empuja lentamente hasta que le deja caer sobre su asiento nuevamente, ¿por qué desea saber? ¿Eso suena a exigencia? Solo él puede exigir razón, deseo o acción, un humano frente a él no, si quiere “perder el tiempo” como ella dice con poca experiencia y notable ignorancia lo puede seguir haciendo, ella está aquí para que él se divierta un poco más, para ver si le resulta interesante y más adelante pasan otra noche en compañía, pero en fin no tiene que decirlo cada cosa que piensa, como ella lo propone es aburrido, no hay ninguna gracia en llegar y decir quiero esto, dámelo y fin, hasta luego, es tan humano, tan aburrido, tan repetitivo, y no va a caer en eso por más impaciente o molesta que sea la mujer con él, todo sucederá con el tiempo y el ritmo que a él le dé la regalada gana, no se dice ni una cosa más al respecto, punto. Toma el aparato visor de la mesa junto a una botella y una copa, le entrega de nueva cuenta el visor a la mujer, duda de que realmente lo use ahora, duda de que ella pueda divisar realmente con claridad ahora mismo algo de la obra, ya está quizás paso a segundo plano, se sirve en la copa el vino solo para él, por dos simples razones, la humana dijo que ya no deseaba beber y por quitar el aroma sangriento de sus labios, el sabor o mejor dicho los últimos estragos del sabor del carmín también se irían pero es justo, demasiado con ese placer ahí podría provocar que desollara a la mujer ahí mismo y no se quiere eso, ¿verdad?
Deja pasar el líquido por su garganta, enjuaga un poco por sus papos, dientes y lengua, pasa y deja tanto la botella como la copa en la pequeña mesa circular de un costado. Observa a la mujer mucho más recatado * Usted está aquí para que la noche sea más interesante, para que tenga un poco más de color, un poco de calidez humana que es asquerosa pero necesaria para mi existencia, ¿lo comprende? Le invite para que sea mi compañía, me hiciera pasarla mejor que solo y debo admitir que a logrado hacerlo hasta ahora, no muchas mujeres lo logran, ni a muchas lo admito, pero si, no mentiré con esto, solo con esto, sin embargo no piense que por esto yo le voy a decir lo que desea saber, y es ya existí por mucho y lo rápido no me viene bien, cansa, es demasiado fácil, demasiado común, no hay chispa en ello, no tiene nada de especial, se vuelve algo del montón, espero que a la larga vaya comprendiendo también las cosas desde este punto de vista, no se preocupe, es usted una niña impaciente como cualquiera de su edad, lo quieren todo pronto porque no les cuesta nada, o se creen lo demasiado buenos como para esperar, conmigo aprenderá a esperar, a guardar silencio, a aceptar, por eso mismo le digo que debe olvidarse de toda su triste vida mortal, porqué yo soy la excepción a sus reglas, le comento que deseo verle otra noche más, así que nos veremos una noche más, puede negármelo, puede enmascararlo con cualquier frase egocéntrica o incluso romántica llena de nostalgia, pero yo sé que también desea repetir este encuentro. No desespere todavía no termina mas no sabrá lo que quiere saber, si realmente lo desea, espere. ¿Qué me dice, le gusta la charla, la obra, la mordida, mi presencia, el bastón, el vino, los actores, nada? Expréseme un poco de su sentir, no viene mal saberlo * Es tan solo tantear la reacción.
Averno- Vampiro Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
El mareo prevalece en el cuerpo femenino, es normal ya que la perdida de sangre la debilita, nunca ha padecido de enfermedades, ni siquiera la gripe es una traicionera de su estilo de vida, es fuerte, se sabe controlar, se impone, se alimenta, y se ejercita, por eso no hay muchos errores, su cuerpo no se doblega a pesar de tener una rutina de vida muy fuerte, muy dura y pesada, poco es su descanso pero eso no le importa, es extraño para ella sentir el mareo, que su cuerpo busque la comodidad del asiento, pero como dicen por ahí "Siempre hay una primera vez para todo". Su garganta se encuentra seca, sus ojos cerrados, una especie de hormigueo se deposita en sus pómulos, en su nariz, siempre presión en la frente, su respiración se mantiene en la misma escala acelerada pero pesada. Se siente mal, incomoda, quiere marchar pero sabe que eso no será posible, es por eso que guarda silencio, odiaba sentirse tan débil e inferior, toda la vida ha luchado por salir adelante, por no dejarse pisotear, pero en ese momento lo es, no sólo débil, sino insignificante, porque a pesar de luchar contra los seres naturales, ella se acorraló con uno. ¿Culpables? Claro, ella misma lo es, no tiene armas bajo el vestido, su cuerpo se empieza a marchitar como una flor sin agua durante algunas horas arrancada fuera de la tierra; mueve un poco la lengua intentando que la saliva se reproduzca en su boca, pero apenas y sale un poco de ella para refrescar su boca. Abre por fin los ojos, su visión es de la ropa pulcra del hombre, aún no se aparta lo suficiente, ella pensaba que quizás visualizaría parte del escenario, quizás a él le placer hacer este tipo de cosas, colocar dolor, temor debilidad, ¿acaso es una manera de reafirmar su "poder" sobre los demás? Son temas que probablemente no son relevantes para cualquier persona, pero si ella no ponía demasiada atención a los momentos tendría problemas más graves a consecuencia de ese minúsculo que estaba experimentando en ese momento. Simplemente tomó una boca de aire, alzó el rostro, buscó su mirada, le prestó suma atención, aunque lo hacía desde que sus ojos se habían topado.
- Toda charla, por muy absurda o aburrida que sea llama mi atención, ayuda demasiado a conocer un poco del acompañante, como por ejemplo, a mi su platica me deja en claro una cosa: usted cree ser poder, y supremacía, utiliza sus habilidades para infringir miedo, impone lo que desea, cómo conmigo, me otorga debilidad simplemente porque discrepo de lo que usted piensa, es como aquel rey tirano que al notar como sus súbditos lo retan los manda a la horca - Guardó silencio, estuvo tranquila, no lo decía de forma altanera, ni siquiera lo retaba, por el contrario lo decía con sinceridad, de forma pasiva - Sé que mis palabras no tienen ni una pizca de importancia para usted, así que las empleo como mejor creo, para deleite de su curiosidad, si me ha preguntado desea saber todo lo que pienso - Se volteó para poder verle se notaba tan normal, sin alteración alguna. - Lamentablemente la obra no puede tener mi punto de vista, sólo he visto parte del inicio, como notará la interrupción que usted me dio me arrebató el hilo de las cosas - Movió un poco más su boca intentando de nuevo salivar - ¿Podría darme un poco más de vino? La perdida de sangre me ha dado reacciones, necesito algo de bebe - "Y algo dulce" se dijo, pero no podía tomarse demasiadas atribuciones. Debía mantenerse al margen, saber hasta dónde no se podía pasar la linea, Narcisse estaba tan débil que no estaba como para retarle, no esa vez - La mordida me ha dado dolor de cabeza, sed, y muchas ganas de caer dormida en una cama, pero no tengo la manera de cumplir tales caprichos propios - Bosteza pero se lleva una mano a la boca de forma educada para no mostrar el gesto con descaro - Su presencia ¿De verdad desea saber que pienso de eso? He conocido muchas criaturas de la noche, muchas de ustedes tienen ese patrón de supremacía, usted no me desagrada, su presencia me parece agradable, interesante, como si tuviera una especie de magnetismo que yo no deseo perder de vista, pero sé debo cuidarme de no molestar a la bestia, referencia a su bastón, algo me dice que es un objeto preciado, o al menos lo que simboliza, quizás estoy en un error, de ser así le pido una disculpa - Sonríe, ella misma sabe cuando algún objeto tiene un valor no por su valor, sino por la memoria que representa, tiene un par en casa. Se llevó una mano al pecho ejerciendo cierta presión como intentando eliminar un dolor, como queriendo controlar su presencia.
- ¿Por qué tanta curiosidad mi señor? - La mano del pecho cae a su regazo con pesadez, se nota que está cansada, que se siente muy débil, pero ¿qué importa? Para é,l ella es una simple humana, con facilidad de remplazar, si se desmaya bien la pueden dejar ahí hasta que alguien le de auxilio, o alguna criatura de la noche hambrienta se decida por darle fin a su rostro, eso si Averno no se adelanta. Sus manos ahora se mueven con parsimonia hasta encontrarse en los descansa brazos, con lentitud, con mucha dificultad se pone de pie, después de unos minutos lo logra, se mantiene firme, camina con lentitud, pero al poco tiempo tiene soltura, le falta el aire, para su buena suerte a esas alturas, por la falta de luz nadie podría ver, estira un poco sus manos, las dobla hacía atrás, va hasta los bordes de su vestido, jala los bordes de las tiras de su corsé, las cuales de primer instancia y gracias a la presión le liberan un poco el cuerpo, se sentía como con claustrofobia, se empezó a reír un poco, sólo un poco mineras soltaba parte de los lazos, pero pronto los volvió a amarrar. Se volteó para verle - Espero que ya no se alimente hoy de mi, admito que al inicio fue muy doloroso, pero la perdida de sangre me envió algunas sensaciones placenteras ¿Es así como se supone siempre es? El placer mezclado con el dolor, una perspectiva muy extraña pero que me a agradado. - Le confiesa, pronto guarda silencio, se recarga en uno de los bordes del palco privado, observa hacía abajo - Todos se ven tan insignificantes ¿es así como nos ves a todos, sin excepciones? - Le mira de reojo, está vez si sonríe, de forma amplia, con soltura, a esas alturas ya se sentía mucho mejor.
- ¿Y que prosigue? ¿Acaso esperaremos que la obra termine? ¿Y después qué? ¿Me dejará ir como si nada? - Ella estaba segura que no pasaría, que debía esperar lo peor dentro de lo peor, no había más en aquel escenario tétrico y lúgubre.
- Toda charla, por muy absurda o aburrida que sea llama mi atención, ayuda demasiado a conocer un poco del acompañante, como por ejemplo, a mi su platica me deja en claro una cosa: usted cree ser poder, y supremacía, utiliza sus habilidades para infringir miedo, impone lo que desea, cómo conmigo, me otorga debilidad simplemente porque discrepo de lo que usted piensa, es como aquel rey tirano que al notar como sus súbditos lo retan los manda a la horca - Guardó silencio, estuvo tranquila, no lo decía de forma altanera, ni siquiera lo retaba, por el contrario lo decía con sinceridad, de forma pasiva - Sé que mis palabras no tienen ni una pizca de importancia para usted, así que las empleo como mejor creo, para deleite de su curiosidad, si me ha preguntado desea saber todo lo que pienso - Se volteó para poder verle se notaba tan normal, sin alteración alguna. - Lamentablemente la obra no puede tener mi punto de vista, sólo he visto parte del inicio, como notará la interrupción que usted me dio me arrebató el hilo de las cosas - Movió un poco más su boca intentando de nuevo salivar - ¿Podría darme un poco más de vino? La perdida de sangre me ha dado reacciones, necesito algo de bebe - "Y algo dulce" se dijo, pero no podía tomarse demasiadas atribuciones. Debía mantenerse al margen, saber hasta dónde no se podía pasar la linea, Narcisse estaba tan débil que no estaba como para retarle, no esa vez - La mordida me ha dado dolor de cabeza, sed, y muchas ganas de caer dormida en una cama, pero no tengo la manera de cumplir tales caprichos propios - Bosteza pero se lleva una mano a la boca de forma educada para no mostrar el gesto con descaro - Su presencia ¿De verdad desea saber que pienso de eso? He conocido muchas criaturas de la noche, muchas de ustedes tienen ese patrón de supremacía, usted no me desagrada, su presencia me parece agradable, interesante, como si tuviera una especie de magnetismo que yo no deseo perder de vista, pero sé debo cuidarme de no molestar a la bestia, referencia a su bastón, algo me dice que es un objeto preciado, o al menos lo que simboliza, quizás estoy en un error, de ser así le pido una disculpa - Sonríe, ella misma sabe cuando algún objeto tiene un valor no por su valor, sino por la memoria que representa, tiene un par en casa. Se llevó una mano al pecho ejerciendo cierta presión como intentando eliminar un dolor, como queriendo controlar su presencia.
- ¿Por qué tanta curiosidad mi señor? - La mano del pecho cae a su regazo con pesadez, se nota que está cansada, que se siente muy débil, pero ¿qué importa? Para é,l ella es una simple humana, con facilidad de remplazar, si se desmaya bien la pueden dejar ahí hasta que alguien le de auxilio, o alguna criatura de la noche hambrienta se decida por darle fin a su rostro, eso si Averno no se adelanta. Sus manos ahora se mueven con parsimonia hasta encontrarse en los descansa brazos, con lentitud, con mucha dificultad se pone de pie, después de unos minutos lo logra, se mantiene firme, camina con lentitud, pero al poco tiempo tiene soltura, le falta el aire, para su buena suerte a esas alturas, por la falta de luz nadie podría ver, estira un poco sus manos, las dobla hacía atrás, va hasta los bordes de su vestido, jala los bordes de las tiras de su corsé, las cuales de primer instancia y gracias a la presión le liberan un poco el cuerpo, se sentía como con claustrofobia, se empezó a reír un poco, sólo un poco mineras soltaba parte de los lazos, pero pronto los volvió a amarrar. Se volteó para verle - Espero que ya no se alimente hoy de mi, admito que al inicio fue muy doloroso, pero la perdida de sangre me envió algunas sensaciones placenteras ¿Es así como se supone siempre es? El placer mezclado con el dolor, una perspectiva muy extraña pero que me a agradado. - Le confiesa, pronto guarda silencio, se recarga en uno de los bordes del palco privado, observa hacía abajo - Todos se ven tan insignificantes ¿es así como nos ves a todos, sin excepciones? - Le mira de reojo, está vez si sonríe, de forma amplia, con soltura, a esas alturas ya se sentía mucho mejor.
- ¿Y que prosigue? ¿Acaso esperaremos que la obra termine? ¿Y después qué? ¿Me dejará ir como si nada? - Ella estaba segura que no pasaría, que debía esperar lo peor dentro de lo peor, no había más en aquel escenario tétrico y lúgubre.
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Re: Cultura [Narcisse]
Es bien sabido por el gremio popular que la mejor manera de conocer a alguien es escucharlo, dejándolo ser él mismo, como ya ha estimado antes la muchacha no es tonta, pero esto no significa que realmente tenga la verdad en sus manos por analizar quizás débilmente una mentira o lo que él desea dar a conocer como realidad, esa apreciación se queda tan corta, diminuta a lo que realmente es, pero está bien, esa es la idea, no dar a conocer todo de golpe, no lo merece además no está seguro de si realmente ella tendría los ovarios de no intentar salir corriendo, tendría que matarla, y es todo un problema, debería ser improvisado y siempre lo improvisado resulta desastroso, poco profesional y placentero para su gusto, incluso se controla de no estampar una fuerte puñetazo en el rostro de la mujer y aplastarle así la cabeza contra el respaldar, detesta que se le compare con otros vampiros, lo detesta incluso más que ser comparado con humanos, es tan insoportable, ninguno de ellos tiene la gracia, ni las habilidades propias, es inevitable mostrar su descontento, existen cosas quizás imposibles de disfrazar, entonces esta es una de ellas, una fría y amenazante mirada se fija en el rostro de la muchacha, como si los ojos le quemaran en llamas y están pudieran ser visibles, si quiere permanecer en una pieza por bastante tiempo junto a él va a tener que controlar ciertas palabrillas por ahí, sobre todo ese tipo de comentarios respecto a compararle o encasillarle en algún tipo, realmente asquea, en puño mantiene la palma bastante tentado a estampárselo pero no, aguantará por esta vez, solo por esta vez, esta consiente de que no abra ninguna otra oportunidad en que esto se vuelva a repetir pues se lo advertirá de una vez * ¿Mi tipo? ¿O como soy yo? Le diré que yo soy el rey que aplasta las cabezas de las personas cuando osan compararle o encasillarle, pero además soy un rey tolerante, así que mientras ambos estemos conscientes de que eso no ocurrirá de nuevo no tengo que hacer tal cosa, ¿verdad? * Tan solo ríe, no porque le resultará gracioso, simplemente como un acto reflejo, es que es demasiado absurdo, es algo que no debería dejar en claro, la paciencia le está ganando esta vez, que mocosa estúpida,
Y luego de aquello tiene la desfachatez de pedir vino, que ella misma se lo sirva si lo desea, no pretender ser tan cortes ahora, hasta que reponga todo lo que ha hecho con su ofensa * ¿Vino? Sí, hay mucho en la mesa madame, tome cuanto desee, aunque dijo antes que no era de beber demasiado, las mujeres siempre tan indecisas e inconformes * Que sus palabras no tenga valor alguno no significa que no lleguen a ser molestas, y seguro que se nota su fastidio por ello * Las palabras insignificantes pero erróneas sobre alguna persona suelen traer serias consecuencias, así que mida sus palabras para la próxima vez que las use, no todos son tan compasivos como yo * sonríe traicionero con su comentario sin dejar de verle, lo cierto es que tiene muchos deseos de azotarle, es cierto, se va a contener de matarla pero puede darse un gusto, un pago, una compensación por tal osadía, gira su cuello lleno de tensión, quizás alguna vena se le marcara por todo esto, no desea contenerse demasiado, luego es perjudicial para su salud, como si eso fuera posible de verdad * Suelen algunos del acto de ser mordidos, los fetiches y demás parafilias siempre están presentes en todos nosotros, me incluyo porqué tal vez tenga alguna que otra, es cuestión de ir descubriéndolos, es como con la propia exploración del cuerpo, dicen que es tabú, estúpido él que no lo hizo alguna vez, ¿cómo decirle a otro lo qué te gusta si no lo sabes? Y no, no le estoy pidiendo que me cuente cuantas veces se masturba, o cuantas veces lo hizo desde la muerte de su esposo, aunque me imagino que muchas, la necesidad llama * seguro que esto era una burla, si lo era, pero es tan solo el comienzo de su castigo. Se levanta de golpe al tener a la mujer erguida, sonríe con malicia viéndole de pies a cabeza, hay cosas que no le conciernen, ¿el bastón? Un tema muy basto que jamás le explicaría a un ser humano, no lo entendería y tampoco son dignos de siquiera intentar entenderlo * Mi único interés ahora es el de enseñarle por qué debe cuidar sus palabras, ¿le gusta abajo madame? ¿Desearía estar con todos seres insignificantes? * eleva el cuerpo de la mujer sobre la mesa, las botellas caen, la abierta se derrama lentamente sobre la fina alfombra del lugar, por suerte ninguna se rompió, tapa las fauces de la mujer con su guante izquierdo y el derecho le toma los cabellos tirando, le empuja hasta el filo, su cuerpo en una posea parecida a la que adoptan los cuadrúpedos al caminar tiene la mitad en el aire, tan solo sostenido por la fuerza propia, empuja la cabeza de la mujer hacia la caída como tentando a la física * Claro que le dejaré irse de este teatro, saldrá caminando, completa, sin ningún daño en específico de consideración * sabe reservarse.
Le atrae de vuelta hacia la seguridad del palco pero sin bajarla de la mesa, los latidos llenos de miedo tan solo amplifican su vicio, le encanta. Presiona la figura boca debajo de la mujer contra la madera, sin ser sutil mete la mano derecha dentro del faldón de la mujer y arranca un gran pedazo de tela con algo de algodón, perfecto pues así nadie notaría a simple vista algún cambio en su vestimenta, nadie sospecharía nada * Soy benevolente, pero me gusta tratar con severidad a la gente que logra ofenderme, no se preocupe, sabemos cómo le dije antes que esto no se repetirá, pero no puedo dejarlo sin castigo, ¿disfruta del dolor? De mi… ¿Magnetismo? Seguro que eso tiene mucho que ver con algo de esto * Introduce lo que arranco en las fauces de la mujer, le presiona las mandíbulas para que cerrara * Una dama respetable no debería ser vista en una situación como esta, sería tan deshonroso, ¿verdad? Que diría la iglesia, la gente de la alta alcurnia y demás, ve que me preocupo tanto de usted sin conocerle demasiado, solo muerda madame y no gima demasiado, que los cerdos aquí no abundan así que no pasará desapercibida, yo puedo escapar en menos de lo que usted sonrojarse, piénselo * Mantiene el cuerpo de la mujer recostado sobre la mesa pero solo hasta la pelvis, las piernas casi tocan el suelo, tira de sus cabellos desde atrás y tras retrasar el brazo un poco asesta el primer bofetón en ambos glúteos de la mujer, le eleva el faldón para que pueda sentirse mejor, no está dando suave, por el contrario muy fuerte, ya utilizando lo mínimo de su capacidad sobrehumana, con ese primero llego el segundo, la tela amortiguaba tan solo un poco la fuerza, pero el sonido bastante, pues no se escuchaba ese clásico “splash” Lo conoce de memoria, pronto el tercero, cuarto, quinto, decimo, doceavo, puede notar la piel roja como un tomate carmesí tras la tela, solo sonríe y por momentos ríe, lo está disfrutando, y sobre el espectáculo, que gran obra, la observa tan solo por el rabillo del ojo.
Y luego de aquello tiene la desfachatez de pedir vino, que ella misma se lo sirva si lo desea, no pretender ser tan cortes ahora, hasta que reponga todo lo que ha hecho con su ofensa * ¿Vino? Sí, hay mucho en la mesa madame, tome cuanto desee, aunque dijo antes que no era de beber demasiado, las mujeres siempre tan indecisas e inconformes * Que sus palabras no tenga valor alguno no significa que no lleguen a ser molestas, y seguro que se nota su fastidio por ello * Las palabras insignificantes pero erróneas sobre alguna persona suelen traer serias consecuencias, así que mida sus palabras para la próxima vez que las use, no todos son tan compasivos como yo * sonríe traicionero con su comentario sin dejar de verle, lo cierto es que tiene muchos deseos de azotarle, es cierto, se va a contener de matarla pero puede darse un gusto, un pago, una compensación por tal osadía, gira su cuello lleno de tensión, quizás alguna vena se le marcara por todo esto, no desea contenerse demasiado, luego es perjudicial para su salud, como si eso fuera posible de verdad * Suelen algunos del acto de ser mordidos, los fetiches y demás parafilias siempre están presentes en todos nosotros, me incluyo porqué tal vez tenga alguna que otra, es cuestión de ir descubriéndolos, es como con la propia exploración del cuerpo, dicen que es tabú, estúpido él que no lo hizo alguna vez, ¿cómo decirle a otro lo qué te gusta si no lo sabes? Y no, no le estoy pidiendo que me cuente cuantas veces se masturba, o cuantas veces lo hizo desde la muerte de su esposo, aunque me imagino que muchas, la necesidad llama * seguro que esto era una burla, si lo era, pero es tan solo el comienzo de su castigo. Se levanta de golpe al tener a la mujer erguida, sonríe con malicia viéndole de pies a cabeza, hay cosas que no le conciernen, ¿el bastón? Un tema muy basto que jamás le explicaría a un ser humano, no lo entendería y tampoco son dignos de siquiera intentar entenderlo * Mi único interés ahora es el de enseñarle por qué debe cuidar sus palabras, ¿le gusta abajo madame? ¿Desearía estar con todos seres insignificantes? * eleva el cuerpo de la mujer sobre la mesa, las botellas caen, la abierta se derrama lentamente sobre la fina alfombra del lugar, por suerte ninguna se rompió, tapa las fauces de la mujer con su guante izquierdo y el derecho le toma los cabellos tirando, le empuja hasta el filo, su cuerpo en una posea parecida a la que adoptan los cuadrúpedos al caminar tiene la mitad en el aire, tan solo sostenido por la fuerza propia, empuja la cabeza de la mujer hacia la caída como tentando a la física * Claro que le dejaré irse de este teatro, saldrá caminando, completa, sin ningún daño en específico de consideración * sabe reservarse.
Le atrae de vuelta hacia la seguridad del palco pero sin bajarla de la mesa, los latidos llenos de miedo tan solo amplifican su vicio, le encanta. Presiona la figura boca debajo de la mujer contra la madera, sin ser sutil mete la mano derecha dentro del faldón de la mujer y arranca un gran pedazo de tela con algo de algodón, perfecto pues así nadie notaría a simple vista algún cambio en su vestimenta, nadie sospecharía nada * Soy benevolente, pero me gusta tratar con severidad a la gente que logra ofenderme, no se preocupe, sabemos cómo le dije antes que esto no se repetirá, pero no puedo dejarlo sin castigo, ¿disfruta del dolor? De mi… ¿Magnetismo? Seguro que eso tiene mucho que ver con algo de esto * Introduce lo que arranco en las fauces de la mujer, le presiona las mandíbulas para que cerrara * Una dama respetable no debería ser vista en una situación como esta, sería tan deshonroso, ¿verdad? Que diría la iglesia, la gente de la alta alcurnia y demás, ve que me preocupo tanto de usted sin conocerle demasiado, solo muerda madame y no gima demasiado, que los cerdos aquí no abundan así que no pasará desapercibida, yo puedo escapar en menos de lo que usted sonrojarse, piénselo * Mantiene el cuerpo de la mujer recostado sobre la mesa pero solo hasta la pelvis, las piernas casi tocan el suelo, tira de sus cabellos desde atrás y tras retrasar el brazo un poco asesta el primer bofetón en ambos glúteos de la mujer, le eleva el faldón para que pueda sentirse mejor, no está dando suave, por el contrario muy fuerte, ya utilizando lo mínimo de su capacidad sobrehumana, con ese primero llego el segundo, la tela amortiguaba tan solo un poco la fuerza, pero el sonido bastante, pues no se escuchaba ese clásico “splash” Lo conoce de memoria, pronto el tercero, cuarto, quinto, decimo, doceavo, puede notar la piel roja como un tomate carmesí tras la tela, solo sonríe y por momentos ríe, lo está disfrutando, y sobre el espectáculo, que gran obra, la observa tan solo por el rabillo del ojo.
Averno- Vampiro Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Sus ojos no pierden de vista lo que está pasando con la obra, lo poco que puede apreciar o ver le parece muy agradable, demasiado pintoresco, los actores parecen estar viviendo una situación real, ellos están disfrutando de su trabajo, el mejor regalo que les pueden dar es el rostro complaciente, los aplausos sonoros, los gritos eufóricos de aceptación, todo aquello es maravilloso, pero ni siquiera van a la mitad de la obra, se nota porque desde aquella vista se pueden ver una linea larga de vestuarios aun sin utilizar. La joven suspira, pero sin darse cuenta lo tiene ya cerca de ella. Los movimientos son rapidez como se espera. La criatura la tiene al aire. Ella cierra los ojos unos momentos intentando controlar su respiración, aquello es demasiado, siente que la sangre se sube a su cabeza, puede sentir el sonido de sus palpitaciones en sus oídos, retumbando una y otra vez. Traga saliva cuando abre de nuevo los ojos, no puede detalle. Sus manos se estiran desesperadas hasta colocarse detrás de su espalda. Intentando impedir que pueda tirarle, no le habla porque cree que las palabras son innecesarias. De una cosa si está segura, para la próxima meditara antes de hablar, nunca antes se había alguien sentido de tal manera por algo que dijera, pero suponía que él era más analítico cuando hablan con él, o incluso muchísimo perceptivo cuando existe el sarcasmo, muchos pasan esos detalles desapercibidos, la gran mayoría, pero con él se debe tener cuidado. La inquisidora siente como a cada movimiento que hacía, su cuerpo se tensaba más, como miedoso de poder sufrir una emoción tan fuerte, negativa y mala en cualquier momento. ella simplemente ha buscado tener una noche tranquila, parece que ha invocado al mismísimo diablo. Se da cuenta de una cosa, quizás no se lo pueda sacar encima por mucho tiempo ¿Quizás un nuevo blanco? Sabe que el hombre no es de encuentros superficiales, lo nota, lo siente, su cuerpo tiembla por lo que percibe, de igual forma lo que viene le parece inesperado, da gracias porque estén lejos de la multitud.
- ¡Uhmm! - Obviamente intenta poder decir algo pero el trapo se lo imposibilita, simplemente balbucea, se queja sin poder hacer más. La mujer gruñe repetidas veces. Fue junto con el primer sonido seco de un golpe cuando ella abre los ojos, casi los coloca de forma saltona, pues el dolor es demasiado, además se le queda una especie de ardor en la zona. Cierra los ojos por unos momentos, sus manos apresadas no ayudaran para que ella pueda liberarse. La mujer cierra los ojos, traga saliva un poco, pero luego se eso comienza a toser, pues el trapo no la deja respirar por completo. Siente como al salivar la tela se hace más pesada en su boca. Se retuerce con fuerza, intenta que su cuerpo se mueva pero obviamente él no la dejará ir. Le arden los glúteos, ladea un poco el rostro para intentar captar los gestos masculinos. Se sorprende por la sonrisa de satisfacción que tiene plasmada, como si estuviera haciendo el mejor de los actos. La mujer está segura que después de eso la tela la molestará. La moda en París está cambiando, incluso en las prendas intimas, los corsé juegan un papel importante, las bragas son una minúscula porción de tela, existen los ligeros, los sostenes transparentes, reducidos, y ella para su mala suerte lleva puesto algo así. Pues no tendrá mucho que le cubra la piel cuando le da el golpe, son las telas del vestido la que la darán incomodidad toda la noche, hasta que llegue a casa y pueda desnudarse con comodidad; siente como poco a poco la suelta, lo cual agradece, acto seguido deja que su cuerpo se recargue por completo en aquella mesa, intentando descansar de la vergüenza que ha experimentado, se ha aguantado de llorar porque su orgullo es grande, pero se notan sus ojos cristalinos, también que su respiración está alterada por el forcejeo, suspira profundamente, mueve una mano para quitar el pedazo de tela de su boca, la deja caer en la alfombra, después de eso sus manos se van a los bordes de la madera, se sostiene un poco, poco a poco se levanta y siente el ardor que imaginaba por la tela de su vestido. ¡Ella desea poder quedarse sin ropa! Aplica algún remedio para tales golpes.
- He entendido a la perfección sus palabras, dígame ¿Por qué fue necesario ese tipo de humillación? Si, es así, me siento humillada - Se acomoda con cuidado los ropajes de nuevo, su cabello con suavidad, le mira con rabia, mueve su cuerpo un poco pero lo recarga en una de las paredes intentando relajarse ¿Acaso ya no le va a permitir mirar, respirar, o hablar? Se cruza de brazos en un acto infantil si, pero se notaba que estaba a la defensiva. Mejor para ella estar preparada a uno estarlo - ¿Que clase de enseñanzas son esas señor? ¿Le gusta entonces el dolor ajeno? ¿Ese es su placer? - Si ella no es para nada tonta, quizás le cueste trabajo poder interpretar la visión de las demás personas porque cada mente es un mundo diferente, pero conforme pasa la velada se dará cuenta de como es alguien en realidad. - Pensé que ambos deseábamos pasar una noche tranquila, agradable y sin percances, por lo visto yo soy la única interesada en tales detalles, ¿es acaso una costumbre para usted? Para nada pretendía compararle, en realidad lo resaltaba del resto, para mi hay una gran diferencia, lo deje claro, hay una gran brecha, eran simples palabras humanas que no supe expresar - Si, es cierto, se había equivocado al emplear las ideas hacía el hombre, a ella no le cuesta trabajo reconocerlo, sabe que de las equivocaciones te traen enseñanzas incluso más grandes que las lecciones bien aprendidas - ¿De qué se trata está noche? ¿Ellos son la obra, o yo soy su mejor actriz? - Ella se siente exasperada, un poco sofocada porque ahora su deseo es salir de ese lugar. Deja caer los brazos, incluso la pose de los hombros en señal de rendición.
- ¡Uhmm! - Obviamente intenta poder decir algo pero el trapo se lo imposibilita, simplemente balbucea, se queja sin poder hacer más. La mujer gruñe repetidas veces. Fue junto con el primer sonido seco de un golpe cuando ella abre los ojos, casi los coloca de forma saltona, pues el dolor es demasiado, además se le queda una especie de ardor en la zona. Cierra los ojos por unos momentos, sus manos apresadas no ayudaran para que ella pueda liberarse. La mujer cierra los ojos, traga saliva un poco, pero luego se eso comienza a toser, pues el trapo no la deja respirar por completo. Siente como al salivar la tela se hace más pesada en su boca. Se retuerce con fuerza, intenta que su cuerpo se mueva pero obviamente él no la dejará ir. Le arden los glúteos, ladea un poco el rostro para intentar captar los gestos masculinos. Se sorprende por la sonrisa de satisfacción que tiene plasmada, como si estuviera haciendo el mejor de los actos. La mujer está segura que después de eso la tela la molestará. La moda en París está cambiando, incluso en las prendas intimas, los corsé juegan un papel importante, las bragas son una minúscula porción de tela, existen los ligeros, los sostenes transparentes, reducidos, y ella para su mala suerte lleva puesto algo así. Pues no tendrá mucho que le cubra la piel cuando le da el golpe, son las telas del vestido la que la darán incomodidad toda la noche, hasta que llegue a casa y pueda desnudarse con comodidad; siente como poco a poco la suelta, lo cual agradece, acto seguido deja que su cuerpo se recargue por completo en aquella mesa, intentando descansar de la vergüenza que ha experimentado, se ha aguantado de llorar porque su orgullo es grande, pero se notan sus ojos cristalinos, también que su respiración está alterada por el forcejeo, suspira profundamente, mueve una mano para quitar el pedazo de tela de su boca, la deja caer en la alfombra, después de eso sus manos se van a los bordes de la madera, se sostiene un poco, poco a poco se levanta y siente el ardor que imaginaba por la tela de su vestido. ¡Ella desea poder quedarse sin ropa! Aplica algún remedio para tales golpes.
- He entendido a la perfección sus palabras, dígame ¿Por qué fue necesario ese tipo de humillación? Si, es así, me siento humillada - Se acomoda con cuidado los ropajes de nuevo, su cabello con suavidad, le mira con rabia, mueve su cuerpo un poco pero lo recarga en una de las paredes intentando relajarse ¿Acaso ya no le va a permitir mirar, respirar, o hablar? Se cruza de brazos en un acto infantil si, pero se notaba que estaba a la defensiva. Mejor para ella estar preparada a uno estarlo - ¿Que clase de enseñanzas son esas señor? ¿Le gusta entonces el dolor ajeno? ¿Ese es su placer? - Si ella no es para nada tonta, quizás le cueste trabajo poder interpretar la visión de las demás personas porque cada mente es un mundo diferente, pero conforme pasa la velada se dará cuenta de como es alguien en realidad. - Pensé que ambos deseábamos pasar una noche tranquila, agradable y sin percances, por lo visto yo soy la única interesada en tales detalles, ¿es acaso una costumbre para usted? Para nada pretendía compararle, en realidad lo resaltaba del resto, para mi hay una gran diferencia, lo deje claro, hay una gran brecha, eran simples palabras humanas que no supe expresar - Si, es cierto, se había equivocado al emplear las ideas hacía el hombre, a ella no le cuesta trabajo reconocerlo, sabe que de las equivocaciones te traen enseñanzas incluso más grandes que las lecciones bien aprendidas - ¿De qué se trata está noche? ¿Ellos son la obra, o yo soy su mejor actriz? - Ella se siente exasperada, un poco sofocada porque ahora su deseo es salir de ese lugar. Deja caer los brazos, incluso la pose de los hombros en señal de rendición.
Narcisse Capet- Inquisidor Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Cada impacto de los tactos es delicioso, y el sonido que este generaba capaz de calmar a su fiera interior, esos gimoteos ahogados tan divertidos, todo el miedo en el primer momento, ese corazón desesperado que casi explota por la constante necesidad de buscar la seguridad, desesperada como una perra que está a punto de perder a sus crías y no hace qué hacer, diferentes analogías, todas validas al fin. Averno sencillamente divertido y complacido suelta a la mujer, claro que ahí no termina todo, pasado el shock siempre viene la reacción, y muchas veces durante estas lo más divertido nace, pues el como reacciona cada una es una y si, justo ahí, allí estaba, la sangre tras sentirse nuevamente “segura” hierbe dentro de la mujer, que divertido, tan gracioso, la simple reacción le hace carcajear largo y sin miramientos, puede ser su rabia, y también la impotencia, sea lo que sea esta mujer, cual sea su puesto de funciones, tenga los conocimientos que tenga respecto a su raza u otros seres como ellos llaman “sobrenaturales” Ella sabe y él sabe que ella lo sabe, que haga lo que haga siempre será inferior al hombre que acaba de azotarle cual animal, y que esta mil veces tentada en darle un bofetón pero es consciente de que lo único que lograra es probablemente lastimarse la mano en el intento de dañar, le dedica su mejor sonrisa a la mujer, la más sincera de la noche esta vez, llena de real placer tanto por lo realizado como por las consecuencias de lo realizado, se acerca lentamente a ella sin tocarla, solo la analiza de pies a cabeza sin decir palabra, la diferencia de tamaños evidente pero no es impedimento, su cuello a pesar de ser un muerto tiene gran flexibilidad, conoce la sensible piel, el culo como le arde, incluso sus mismos gestos involuntarios lo delatan, aunque se quiera poner nuevamente de fachas, ese ardor no se lo quitará nadie por un buen rato, ¿por qué no sacarle provecho? ¿Antes debería de responder a sus preguntas? ¿Realmente es necesario? ¿Acaso no lo había entendido ya? En fin, no está del todo mal repetir, pero que sea la última vez, miles de veces son mejores las acciones como las anteriores, pero al parecer tan solo le han dejado más con fundida, que se hará, toca hacer las labores de profesor dedicado, no hay más.
Es comprensible que no todos puedan entenderlo, pero es se siente en el derecho de ser así, difícilmente compresible, pero a la vez siente que los otros está en obligación de llevar más allá a sus mentes, de captar la esencia que el encarna cada noche, solo eso, ¿es pedir demasiado además de qué dejen de respirar? No es mucho, lo hacen todos los días, por favor * ¿Humillación? Al único que le ha faltado el respeto es a mí, intentando compararme con algo o alguien, ¿no lo sabe? Eso está muy mal, por ende acaba de recibir un castigo que quizás no esté a la medida por su ofensa pero no se puede hacer mucho en este lugar, las opciones eran limitadas. Calme esos ojitos de niña, la gente adulta dice que no llora pues ya sufrió todos los males, claro si desea hacerlo ahora hágalo, aparte de resultar jocoso para mi ese espectáculo será compresible pues es una niña a mi costado, pero como buena niña seguro que aprenderá rápido de sus errores y de sus castigos * Acerca desde la cintura a la mujer contra sí, recorre la mejilla femenina con los dedos, las yemas en círculos, baja ambas manos hasta los glúteos ajenos y los aprieta con lasciva necesidad * ¿De dónde sacas esas ideas madame? Cómo se le puede ocurrir que yo disfruto de su dolor, es esa una acusación muy seria, ¿no lo cree? Un hombre con esas mañas sin duda podría ser peligroso * Frota al propósito la tela de sus ropas contra esa piel irritada, él es uno con esa sensación, pobre mujer vulnerable decante en el dolor, como todas, él debe ser el causante de cada uno de sus sufrimientos * ¿Oh será qué acaso considera que le hizo daño y qué me sentí bien al hacerlo? ¿Cuál será verdad? ¿Cuándo dije realmente que deseaba una noche tranquila? ¿Se equivocó antes o se está volviendo a equivocar? Vamos madame, sea más astuta, no sea tan inocente la candidez humana es fuerte yo lo sé, pero piense más allá, analice sus posibilidades, déjese guiar por su cuerpo, por sus instintos, por ese que le dijo que corra antes, y sin embargo no hizo caso * Coloca el frágil cuerpo de la mujer contra sí, la mejilla ajena contra los pectorales cubiertos por sus finas ropas, acaricia sus cabellos con cuidado, un monstruo también puede ser traicioneramente cariñoso, además, pudo notar algo más en ella, cosas que ni el aura puede esconder.
Esa última preguntaba sobraba, toda una trampa, ¿y qué era esta obra teatral, qué era el teatro? ¿Qué era este palco? Cosas tan sencillas, una excusa, un lugar, y una realidad, tan solo buscaba su juguete, lo ha encontrado, le parece interesante, es barato, tan solo con tomarlo lo tendrá, justo ahora, en sus manos para él solo * Quiere sentirse completamente liberada, ¿no? O tal vez me equivoco y está completamente cómoda * Tironea las prendas generando más fricción aún * Y no, no, obviamente no me refiero a eso, no hay sarcasmo por delante, no se confunda, aunque sé que ya lo hizo, me refiero a mis humanos rozando su cuerpo, ¿hace cuánto no le tocaban madame? No es que se note, o tal vez si, ¿qué cree usted? * Presiona los glúteos de la mujer masajeando ligeramente, ahora mismo no buscaba causarle ardor pero claro que el plus de ser consciente de que igual se lo genera le emociona más, por el contrario es ahora de forma erótica en que perpetra la parte trasera de la mujer, separa ahora bajo la ropa esos glúteos duros * Como le dije, puede irse cuando quiera, pero ambos sabemos que necesita un forma de encontrarme una próxima noche, ¿correcto? Correcto, siga la pista: “donde los muertos están, él también” * sonríe complacido por todo esto, bien esta ahora seguro de que valdría la pena concederle una noche más a la mujer, y claro ella desea tenerla * Cuándo se sienta lo suficientemente mujer le estaré esperando, como dos buenas personas que se entendieron muy bien tras observar una magistral obra de arte en el teatro más imponente de la ciudad, ¿o es qué acaso yo no soy un caballero? Por supuesto que la obra es interesante, pero un buen anfitrión hace de sus invitados lo más importante, saque sus propias conclusiones. Pero bueno, no nos adelantemos tanto, todavía sobra tiempo, la obra no termina, nuestra conversación tampoco, seguro tiene tanto que decir y tanto por querer hacer, lástima que no, no puede * como agasajo final recorre la columna vertebral de la mujer con los dedos, le hace girar delicadamente hasta depositarla en su asiento nuevamente, lentamente sus manos resbalan perdiendo el control del cuerpo femenino porque así decidió. Se inclina para tomar las botellas y de ahí mismo sirve un poco de vino en una copa intacta, regresa y la ofrece * Lo que me pidió * Dedica su mirada y sonrisa, encantadoras y falsas.
Es comprensible que no todos puedan entenderlo, pero es se siente en el derecho de ser así, difícilmente compresible, pero a la vez siente que los otros está en obligación de llevar más allá a sus mentes, de captar la esencia que el encarna cada noche, solo eso, ¿es pedir demasiado además de qué dejen de respirar? No es mucho, lo hacen todos los días, por favor * ¿Humillación? Al único que le ha faltado el respeto es a mí, intentando compararme con algo o alguien, ¿no lo sabe? Eso está muy mal, por ende acaba de recibir un castigo que quizás no esté a la medida por su ofensa pero no se puede hacer mucho en este lugar, las opciones eran limitadas. Calme esos ojitos de niña, la gente adulta dice que no llora pues ya sufrió todos los males, claro si desea hacerlo ahora hágalo, aparte de resultar jocoso para mi ese espectáculo será compresible pues es una niña a mi costado, pero como buena niña seguro que aprenderá rápido de sus errores y de sus castigos * Acerca desde la cintura a la mujer contra sí, recorre la mejilla femenina con los dedos, las yemas en círculos, baja ambas manos hasta los glúteos ajenos y los aprieta con lasciva necesidad * ¿De dónde sacas esas ideas madame? Cómo se le puede ocurrir que yo disfruto de su dolor, es esa una acusación muy seria, ¿no lo cree? Un hombre con esas mañas sin duda podría ser peligroso * Frota al propósito la tela de sus ropas contra esa piel irritada, él es uno con esa sensación, pobre mujer vulnerable decante en el dolor, como todas, él debe ser el causante de cada uno de sus sufrimientos * ¿Oh será qué acaso considera que le hizo daño y qué me sentí bien al hacerlo? ¿Cuál será verdad? ¿Cuándo dije realmente que deseaba una noche tranquila? ¿Se equivocó antes o se está volviendo a equivocar? Vamos madame, sea más astuta, no sea tan inocente la candidez humana es fuerte yo lo sé, pero piense más allá, analice sus posibilidades, déjese guiar por su cuerpo, por sus instintos, por ese que le dijo que corra antes, y sin embargo no hizo caso * Coloca el frágil cuerpo de la mujer contra sí, la mejilla ajena contra los pectorales cubiertos por sus finas ropas, acaricia sus cabellos con cuidado, un monstruo también puede ser traicioneramente cariñoso, además, pudo notar algo más en ella, cosas que ni el aura puede esconder.
Esa última preguntaba sobraba, toda una trampa, ¿y qué era esta obra teatral, qué era el teatro? ¿Qué era este palco? Cosas tan sencillas, una excusa, un lugar, y una realidad, tan solo buscaba su juguete, lo ha encontrado, le parece interesante, es barato, tan solo con tomarlo lo tendrá, justo ahora, en sus manos para él solo * Quiere sentirse completamente liberada, ¿no? O tal vez me equivoco y está completamente cómoda * Tironea las prendas generando más fricción aún * Y no, no, obviamente no me refiero a eso, no hay sarcasmo por delante, no se confunda, aunque sé que ya lo hizo, me refiero a mis humanos rozando su cuerpo, ¿hace cuánto no le tocaban madame? No es que se note, o tal vez si, ¿qué cree usted? * Presiona los glúteos de la mujer masajeando ligeramente, ahora mismo no buscaba causarle ardor pero claro que el plus de ser consciente de que igual se lo genera le emociona más, por el contrario es ahora de forma erótica en que perpetra la parte trasera de la mujer, separa ahora bajo la ropa esos glúteos duros * Como le dije, puede irse cuando quiera, pero ambos sabemos que necesita un forma de encontrarme una próxima noche, ¿correcto? Correcto, siga la pista: “donde los muertos están, él también” * sonríe complacido por todo esto, bien esta ahora seguro de que valdría la pena concederle una noche más a la mujer, y claro ella desea tenerla * Cuándo se sienta lo suficientemente mujer le estaré esperando, como dos buenas personas que se entendieron muy bien tras observar una magistral obra de arte en el teatro más imponente de la ciudad, ¿o es qué acaso yo no soy un caballero? Por supuesto que la obra es interesante, pero un buen anfitrión hace de sus invitados lo más importante, saque sus propias conclusiones. Pero bueno, no nos adelantemos tanto, todavía sobra tiempo, la obra no termina, nuestra conversación tampoco, seguro tiene tanto que decir y tanto por querer hacer, lástima que no, no puede * como agasajo final recorre la columna vertebral de la mujer con los dedos, le hace girar delicadamente hasta depositarla en su asiento nuevamente, lentamente sus manos resbalan perdiendo el control del cuerpo femenino porque así decidió. Se inclina para tomar las botellas y de ahí mismo sirve un poco de vino en una copa intacta, regresa y la ofrece * Lo que me pidió * Dedica su mirada y sonrisa, encantadoras y falsas.
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Re: Cultura [Narcisse]
A Narcisse le duele, le arde, la hace hace sentir tan vulnerable que siente mucha rabia en su interior. Con que facilidad se acerca, con que facilidad la toma entre sus brazos, con que destreza puede tener su cuerpo a su antojo, aquello es demasiado, a ella le incomoda que alguien pueda tenerla entre sus brazos, que la domine tanto ¿Pero hay otra manera? No, no hay nada. La joven cierra los ojos cuando siente la tela rozar su piel. Se muerde el labio inferior con fuerza impidiendo que el pueda escuchar su dolor, no quiere doblegarse más aunque probablemente ya tenga sus brazos torcidos. Ahora puede sentir su rostro sobre el pecho, siente la temperatura fría del cuerpo ajeno cuando la tiene tan cerca. Ella cierra los ojos, le es inevitable estirar los brazos para sostenerse de su espalda, ahí hunde sus dedos en la tela, intenta dejar que la tensión se vaya por su agarré, canalizarlo en algún movimiento, pero nota que es imposible. Traga saliva al sentir como su espalda se arquea a causa de él. Gime por un momento sin poder evitarlo, su cuerpo reacciona, más cuando los dedos masculinos se deslizan por su columna vertebral, aquello es un plus, pues es bizarro pero siente que lo desea, con toda y la perdida de sangre, también con toda aquella humillación. Se reprende en el interior, sabe que no está bien, y cuando las cosas no salen como lo desea, prefiere dejarlas a un lado. Está segura que el encuentro va a terminar pronto, lo cual la alivia, el problema es que no sabe cuanto se cree dueño de ella, ¿de verdad ella le pertenece? La cosa es extraña, ella no puede entenderlo bien en ese momento, se siente un poco mareada aun por la perdida de sangre, sumado con el ardor de sus glúteos, pues la cosa no le iba demasiado bien que digamos. Se queda en silencio, en realidad no tiene muchas ganas de hablarle, ¿qué puede decirle cuando él está sentenciando el momento? Nada, absolutamente nada.
- Cuando un hombre se anuncia silencioso se debe tener cuidado de él, su serenidad es peligrosa, sus movimientos son impredecibles, no hay nada que pueda hacer con ellos, no con los instrumentos faltos en estos momentos. No soy una mujer sumisa, pero es evidente que a usted le gusta verme así, no puedo negar que de esa misma forma me he comportado. - Toma la copa de vino, sin tardar demasiado se lleva el liquido a sus labios, lo saborear, lo pasa por su garganta, esa que tanto había exigido de algo para saciar su sed. - Puedo temerle si, está en mi naturaleza hacerlo, sentirlo, pero no puedo mostrarlo de manera tan limitada - Sn duda Narcisse habría luchado un poco si estuvieran en un enfrentamiento, habría al menos clavado un par de cuchillas en el cuerpo masculino, pero se notaba que tampoco el hombre necesitaba un combate, no es que la situación lo requiriera por completo, para nada, pero siempre era bueno estar preparado, a la defensiva - ¿No busca entonces una noche tranquila? ¿Para que viene a un teatro? ¿Sabe cuantos inquisidores y cazadores están al pendiente del recinto? Con un simple grito mío usted no saldrá con la inmortalidad delante de sus pies, pero no tengo ganas de exponerlo, así como tampoco tengo ganas de concluir de forma tan cobarde la velada. Este encuentro me deja enseñanzas, lo cual agradezco - Su sonrisa lasciva aparece de la nada, entregada por completo al hombre que está frente a ella, vuelve a tomar un poco de vino, pero está vez más por placer que por necesidad, debe admitir que es una buena cosecha, ella sabe apreciar la calidad en cada bebida, desde muy joven aprendió de eso, pues a su maldito padre le gustaba lo bueno, siempre lo bueno de la vida, por más muertos de hambre que llegaran a estar, aunque evidentemente eso no llegaba nunca a ocurrir.
- ¿Debo sentirme acaso honrada porque me deja pistas para un próximo encuentro? - ¿Adivinanza? ¿Metáfora? Por donde le veas simplemente se puede llegar a una conclusión con esas palabras. Le observa serena, tranquila, porque así se encuentra, el mal trago a pasado, se siente cómoda, el cansancio ya no le estorba pues el asiento es cómodo. - Un anfitrión preocupado por sus invitados no bebe precisamente de ellos, sin su consentimiento, pero usted no es uno común, no creo que la caballerosidad sea una de sus virtudes que más resalte dentro de su lista, pero puedo tragarme el cuento por estos momentos ¿Quiere una verdad? Mi cuerpo experimento una especie de dolor placentero que se estaba dejando llevar más por lo segundo… Fue extraño. Con referencia a mi vida ¿Sexual? ¿De verdad importa? - Suspira encogiéndose de hombros con preocupación, no es que sea un tema que le moleste del todo, tampoco le avergüenza, cada quien se maneja como mejor le parezca, como le convenga - No estoy con alguien desde que mi esposo falleció, a veces la sexualidad no es tan importante como muchos creen, aunque debo aceptar que es… estimulante en las relaciones ¿Acaso desea tocar? Mi ex esposo siempre dijo que fui buena en la cama, pero no me fío, los hombres muchas veces dicen cosas melosas solo para hacer sentir a sus mujeres amadas e importantes, eso para tenerlas contentas mientras se revuelvan con otras ¿No es así como se manejan? Mi poca experiencia ahí está, pero está, además ¿Importa demasiado ese tema? No, no lo creo, mi señor - Le dedicó a hora una sonrisa amplia, orgullosa, por supuesto que no se le estaba regalando de buenas a primeras, para nada, además en ocasiones existe la atracción, pero eso no quiere decir que terminará en que compartirán una cama, o incluso sabanas.
- Cuando un hombre se anuncia silencioso se debe tener cuidado de él, su serenidad es peligrosa, sus movimientos son impredecibles, no hay nada que pueda hacer con ellos, no con los instrumentos faltos en estos momentos. No soy una mujer sumisa, pero es evidente que a usted le gusta verme así, no puedo negar que de esa misma forma me he comportado. - Toma la copa de vino, sin tardar demasiado se lleva el liquido a sus labios, lo saborear, lo pasa por su garganta, esa que tanto había exigido de algo para saciar su sed. - Puedo temerle si, está en mi naturaleza hacerlo, sentirlo, pero no puedo mostrarlo de manera tan limitada - Sn duda Narcisse habría luchado un poco si estuvieran en un enfrentamiento, habría al menos clavado un par de cuchillas en el cuerpo masculino, pero se notaba que tampoco el hombre necesitaba un combate, no es que la situación lo requiriera por completo, para nada, pero siempre era bueno estar preparado, a la defensiva - ¿No busca entonces una noche tranquila? ¿Para que viene a un teatro? ¿Sabe cuantos inquisidores y cazadores están al pendiente del recinto? Con un simple grito mío usted no saldrá con la inmortalidad delante de sus pies, pero no tengo ganas de exponerlo, así como tampoco tengo ganas de concluir de forma tan cobarde la velada. Este encuentro me deja enseñanzas, lo cual agradezco - Su sonrisa lasciva aparece de la nada, entregada por completo al hombre que está frente a ella, vuelve a tomar un poco de vino, pero está vez más por placer que por necesidad, debe admitir que es una buena cosecha, ella sabe apreciar la calidad en cada bebida, desde muy joven aprendió de eso, pues a su maldito padre le gustaba lo bueno, siempre lo bueno de la vida, por más muertos de hambre que llegaran a estar, aunque evidentemente eso no llegaba nunca a ocurrir.
- ¿Debo sentirme acaso honrada porque me deja pistas para un próximo encuentro? - ¿Adivinanza? ¿Metáfora? Por donde le veas simplemente se puede llegar a una conclusión con esas palabras. Le observa serena, tranquila, porque así se encuentra, el mal trago a pasado, se siente cómoda, el cansancio ya no le estorba pues el asiento es cómodo. - Un anfitrión preocupado por sus invitados no bebe precisamente de ellos, sin su consentimiento, pero usted no es uno común, no creo que la caballerosidad sea una de sus virtudes que más resalte dentro de su lista, pero puedo tragarme el cuento por estos momentos ¿Quiere una verdad? Mi cuerpo experimento una especie de dolor placentero que se estaba dejando llevar más por lo segundo… Fue extraño. Con referencia a mi vida ¿Sexual? ¿De verdad importa? - Suspira encogiéndose de hombros con preocupación, no es que sea un tema que le moleste del todo, tampoco le avergüenza, cada quien se maneja como mejor le parezca, como le convenga - No estoy con alguien desde que mi esposo falleció, a veces la sexualidad no es tan importante como muchos creen, aunque debo aceptar que es… estimulante en las relaciones ¿Acaso desea tocar? Mi ex esposo siempre dijo que fui buena en la cama, pero no me fío, los hombres muchas veces dicen cosas melosas solo para hacer sentir a sus mujeres amadas e importantes, eso para tenerlas contentas mientras se revuelvan con otras ¿No es así como se manejan? Mi poca experiencia ahí está, pero está, además ¿Importa demasiado ese tema? No, no lo creo, mi señor - Le dedicó a hora una sonrisa amplia, orgullosa, por supuesto que no se le estaba regalando de buenas a primeras, para nada, además en ocasiones existe la atracción, pero eso no quiere decir que terminará en que compartirán una cama, o incluso sabanas.
Narcisse Capet- Inquisidor Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Más que silencioso, más que impredecible, todos los estatutos que ella pudiera tener respecto al común de los individuos él los va a sobrepasar, ¿instrumentos? ¿Armas humanas? Gracioso la verdad, lo único que necesita para una batalla son sus puños y su ingenio, nada más, las herramientas las utiliza en otras situaciones, tal vez ella piense que con una espada o un par de dagas podría hacerle frente, ¿de verdad lo piensa? Tendría que ser bastante estúpida para crecerlo, con tan solo mirar a sus ojos y ordenárselo ya tendría cualquier objeto punzocortante dentro de su propio cuerpo, no hay mucho que se pueda hacer con la ingenuidad humana tan solo tolerarla hasta cierto punto, sonríe viéndole tranquilo hasta cierto instante, ¿no es sumisa? Ya se había hablado del tema, tan terca esta mujer, ¿no le basta lo qué acaba de hacerle? ¿Qué hizo para impedirlo? Nada, porque no puede, solo debe bajar la cabeza y si lo disfruta emitir más quejidos como el anterior, fue uno placentero, claramente pudo distinguirlo, es un ser de placeres especiales pero también conoce los comunes, las reacciones humanas y demás, a sus ojos las cosas pueden lucir difíciles pero para él no, no es que ella se comporte sumisa, es que sumisa debe ser, porque así lo decide él, porqué así lo quiere, su sola presencia impone supremacía, dentro de sí así es para él, además un humano no puede hacer otra cosa más que agachar la cabeza frente a un ser tan perfecto y superior como él en tantos sentidos, en fuerza, en inteligente, en velocidad, en resistencia, en todo, menos en humanidad, claro las debilidades no se ven presentes en un ser tan supremo, eleva los dedos hasta el mentón ajeno para acariciarlo, lentamente con sus uñas afiladas, sus ojos cafés llenos de oscuridad deambulan por el cuerpo de la mujer y por su rostro mismo, ¿miedo? Siempre el miedo, ella lo siente, él lo emite, así debe de ser, mientras sepa que su existir solo continua ahora mismo porque él lo desea, no hay más que eso, de no desearlo la abría asesinado ya mismo en vez de haberla azotado, pero quiere conservarla para más adelante, a pesar de tantos fallos tiene potencial, y quiere exprimirlo un poco más, el problema es no saber cómo del todo, no es que no tenga ideas, simplemente que todavía está debatiendo entre la manera perfecta de llegar a hacerlo, tampoco es un hombre indeciso, simplemente le gusta tomar en cuenta cada posibilidad antes de actuar de alguna manera, de no ser la indicada se lo lamentaría muchísimo, de todas formas, ¿cómo podría él fallar? No, no hay forma.
Llega con la uña hasta la frente de la mujer raspando suavemente * Todos sus compañeros se muestran sumisos ante la voluntad de su Dios, falsamente cuando se les mira a algunos, otros de verdad lo hacen, usted solo para aparentar, pues realmente como me dijo antes no cree en ello, sin embargo la situación es completamente diferente aquí, ¿no? Yo si existo, y cada palabra, cada acción que realizo puede sentirla, verla, reconocerla, yo soy de verdad, y puedo hacer mucho más que cualquier estatua bendecida por algún loco fanático lleno de vacías creencias y esperanzas, es normal que me tema, es normal que sea sumisa pues siempre seré más de lo que usted será algún día, usted lo sabe, yo lo sé, así hubiera estado armada nada de lo ocurrido hubiera tenido otro ritmo, mi cuerpo sana mucho más rápido que el suyo, y el ardor seguro no se fue del todo * le suelta el rostro para acomodarse nuevamente sobre su asiento de manera correcta, un pequeño silencio tan solo desata la más grande estupidez que un ser humano ha podido decir frente de él, ¿eso realmente es? ¿Realmente es lo qué cree que es? No, debe de ser una simple broma verdad, ¿verdad? Con una sonrisa incrédula ve a la mujer, dentro de él una lucha siniestra empieza por no arrancarle el cuello, ¿qué cree? ¿Un solo grito? ¿No saldría de aquí? No puede evitar carcajearse quemado en rabia, los músculos de todo su cuerpo se tensan, se puede notar por la ropa que lleva puesta, inclusive una vena de su cuello se marca, si pudiera ponerse rojo de ira lo haría, mas su piel permanece blanca como el mármol, estira la mano duramente contra el cuello de la mujer y le eleva el mentón, todo lo que estuviera diciendo de ahora en más sería irrelevante, no lo escucha, ni lo escuchará, pues tan solo está centrado en una cosa, hacer que eso mismo que a dicho se vuelva realidad, a ver qué tan cierto es, ojala no sean palabras vacías, de serlo será lo peor para ella, pues lo hará le hará gritar, no como nunca antes, no lo puede asegurar, pues tan solo dará una demostración, a pesar de que por dentro quiere destrozarla, la paciencia, el autocontrol están en su máxima expresión, como puede ser tan estúpida esta niña, acaba de ser azotada por algo menor y ahora suelta una abominación como esa, tal vez sea masoquista, o solo muy imbécil, no está seguro de ello, simplemente ha de hacer lo que debe de hacer para no explotarse el mismo.
Toma la botella de vino con la otra mano, gira el rostro de la mujer hacia este recipiente, rompe la botella por la mitad, se queda tan solo con la parte delgada, el pico siendo más exacto, se ha quedado esa parte con varios pedazos rotos y separados que parecen púas, presiona uno de ellos y lo retira del resto de lo queda de la botella, se deshace de esto, el vidrio tiene un buen filo, parecido al de un aparato quirúrgico de doctor, con una sonrisa de lado a lado recorre a la muer de pies a cabeza buscando un punto exacto * Bueno madame, esperemos que yo no salga con la inmortalidad por delante entonces, porque quiero que lo haga, vamos, grite muy fuerte, pero solo una vez, un simple grito y ninguno otro más * incrusta el material sobre la pierna de la mujer, perfora la tela, luego la piel, avanza con este de adelante hacia atrás dejando una cortada expuesta de al menos unos veinte centímetros, presiona más, solo un grito, tapa las fauces de la mujer con la palma, no puede evitar mostrar esa expresión maniática en su rostro, la sangre le enciende, los cortes y el dolor más aún, lo disfruta, se nota, no hay forma de ocultarlo, aunque quisiera no puede, se deshace de su arma a la vez que presiona los labios de la mujer con mucha fuerza, devisa la sangre manchar la tela, el corte no es profundo y el material no está infectado, no existen riesgos de muerte ni por infección ni por desangramiento, ¿y se supone qué ahora el dejará de existir? No necesitaba probarlo, pero es su ego el que le insta en demostrarle a la chica que las amenazas no las tolera, menos las vacías, ¿qué otro paso deberá de dar para que finalmente el sentido común le llegue a la cabeza? De seguro se escuchó, pero como saber si no fue parte del acto mismo o no, puesto que justo la escena mostraba a una viuda sufriendo por su esposo muerto, cosas que pasan. No desea desperdiciar buen líquido, suelta las fauces de la mujer para así tomar un par de pañuelos de su bolsillo, le eleva la pierna y simula un vendaje con ambos, sabe proteger sus juguetes, pero solo para disfrutarlos, no porque realmente valore su existir por preocupación * ¿Entonces? Porqué sigue escuchando mi voz, mis ojos no están fuera de su órbita, ¿cuánto debo esperar a esos inquisidores y a esos cazadores? Son inferiores a mí, no se atrevería ninguno a venir para desperdiciar así su miserable existir. Claro por si no le quedo claro, no me gustan las amenazas, son de mal gusto * le sonríe encantador y educado. ¿Ella es la que no deseaba que él pereciera? Que pobre ilusa, una situación similar más y si no le vuelve inerte tan solo la desecha, sería molesto pues ya hasta una señal de su paradero le había dejado y su paciencia se acaba.
Llega con la uña hasta la frente de la mujer raspando suavemente * Todos sus compañeros se muestran sumisos ante la voluntad de su Dios, falsamente cuando se les mira a algunos, otros de verdad lo hacen, usted solo para aparentar, pues realmente como me dijo antes no cree en ello, sin embargo la situación es completamente diferente aquí, ¿no? Yo si existo, y cada palabra, cada acción que realizo puede sentirla, verla, reconocerla, yo soy de verdad, y puedo hacer mucho más que cualquier estatua bendecida por algún loco fanático lleno de vacías creencias y esperanzas, es normal que me tema, es normal que sea sumisa pues siempre seré más de lo que usted será algún día, usted lo sabe, yo lo sé, así hubiera estado armada nada de lo ocurrido hubiera tenido otro ritmo, mi cuerpo sana mucho más rápido que el suyo, y el ardor seguro no se fue del todo * le suelta el rostro para acomodarse nuevamente sobre su asiento de manera correcta, un pequeño silencio tan solo desata la más grande estupidez que un ser humano ha podido decir frente de él, ¿eso realmente es? ¿Realmente es lo qué cree que es? No, debe de ser una simple broma verdad, ¿verdad? Con una sonrisa incrédula ve a la mujer, dentro de él una lucha siniestra empieza por no arrancarle el cuello, ¿qué cree? ¿Un solo grito? ¿No saldría de aquí? No puede evitar carcajearse quemado en rabia, los músculos de todo su cuerpo se tensan, se puede notar por la ropa que lleva puesta, inclusive una vena de su cuello se marca, si pudiera ponerse rojo de ira lo haría, mas su piel permanece blanca como el mármol, estira la mano duramente contra el cuello de la mujer y le eleva el mentón, todo lo que estuviera diciendo de ahora en más sería irrelevante, no lo escucha, ni lo escuchará, pues tan solo está centrado en una cosa, hacer que eso mismo que a dicho se vuelva realidad, a ver qué tan cierto es, ojala no sean palabras vacías, de serlo será lo peor para ella, pues lo hará le hará gritar, no como nunca antes, no lo puede asegurar, pues tan solo dará una demostración, a pesar de que por dentro quiere destrozarla, la paciencia, el autocontrol están en su máxima expresión, como puede ser tan estúpida esta niña, acaba de ser azotada por algo menor y ahora suelta una abominación como esa, tal vez sea masoquista, o solo muy imbécil, no está seguro de ello, simplemente ha de hacer lo que debe de hacer para no explotarse el mismo.
Toma la botella de vino con la otra mano, gira el rostro de la mujer hacia este recipiente, rompe la botella por la mitad, se queda tan solo con la parte delgada, el pico siendo más exacto, se ha quedado esa parte con varios pedazos rotos y separados que parecen púas, presiona uno de ellos y lo retira del resto de lo queda de la botella, se deshace de esto, el vidrio tiene un buen filo, parecido al de un aparato quirúrgico de doctor, con una sonrisa de lado a lado recorre a la muer de pies a cabeza buscando un punto exacto * Bueno madame, esperemos que yo no salga con la inmortalidad por delante entonces, porque quiero que lo haga, vamos, grite muy fuerte, pero solo una vez, un simple grito y ninguno otro más * incrusta el material sobre la pierna de la mujer, perfora la tela, luego la piel, avanza con este de adelante hacia atrás dejando una cortada expuesta de al menos unos veinte centímetros, presiona más, solo un grito, tapa las fauces de la mujer con la palma, no puede evitar mostrar esa expresión maniática en su rostro, la sangre le enciende, los cortes y el dolor más aún, lo disfruta, se nota, no hay forma de ocultarlo, aunque quisiera no puede, se deshace de su arma a la vez que presiona los labios de la mujer con mucha fuerza, devisa la sangre manchar la tela, el corte no es profundo y el material no está infectado, no existen riesgos de muerte ni por infección ni por desangramiento, ¿y se supone qué ahora el dejará de existir? No necesitaba probarlo, pero es su ego el que le insta en demostrarle a la chica que las amenazas no las tolera, menos las vacías, ¿qué otro paso deberá de dar para que finalmente el sentido común le llegue a la cabeza? De seguro se escuchó, pero como saber si no fue parte del acto mismo o no, puesto que justo la escena mostraba a una viuda sufriendo por su esposo muerto, cosas que pasan. No desea desperdiciar buen líquido, suelta las fauces de la mujer para así tomar un par de pañuelos de su bolsillo, le eleva la pierna y simula un vendaje con ambos, sabe proteger sus juguetes, pero solo para disfrutarlos, no porque realmente valore su existir por preocupación * ¿Entonces? Porqué sigue escuchando mi voz, mis ojos no están fuera de su órbita, ¿cuánto debo esperar a esos inquisidores y a esos cazadores? Son inferiores a mí, no se atrevería ninguno a venir para desperdiciar así su miserable existir. Claro por si no le quedo claro, no me gustan las amenazas, son de mal gusto * le sonríe encantador y educado. ¿Ella es la que no deseaba que él pereciera? Que pobre ilusa, una situación similar más y si no le vuelve inerte tan solo la desecha, sería molesto pues ya hasta una señal de su paradero le había dejado y su paciencia se acaba.
Averno- Vampiro Clase Alta
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Re: Cultura [Narcisse]
Las emociones también juegan un papel importante en medio del cansancio, es la forma en que la sangre hierve a casa de un dolor o una excitación, la manera en que el cuerpo se tensa, el esfuerzo que se hace para volver a la normalidad. Los sustos que poco a poco se ha llevado la joven durante la noche, la manera en que aun lleva su postura le han hecho gastar demasiadas energías, es por eso que el cansancio comienza a hacer estragos con su figura. La mujer ya no quiere prestar atención al vampiro, se siente demasiado cansada para eso, simplemente desea poder terminar de ver la obra, ¿es acaso mucho pedir? No, no es mucho, pero parece que el hombre está a la defensiva, es como ver a un muchacho demasiado hormonal que se le niega una salida, lo ves hacer gestos, incluso insultar, arrojar algunas cosas, y comenzar a arrojar su furia a diestra y siniestra sin ni siquiera detenerse a pensar que es lo que se dice, que es lo que en verdad se da a entender, las personas siempre creen a su conveniencia, a veces es fastidioso para ella que no entiendan sus palabras con claridad, pero es como dicen por ahí, cada cabeza es un mundo, por lo tanto ella no puede juzgar porque le den la interpretación distinta a la que busca dar a entender. Siente al vampiro moverse, pero ni siquiera mueve su rostro, se siente pesada por la perdida de sangre de momentos atrás, incluso mareada, aquello no le sentó bien, quizás por ser la primera vez que eso le sucede, espera claro, que sea la última vez.
La obra después de todo no es tan buena, hay más de un error, se les caen incluso algunas partes del escenario, en ocasiones cambian los diálogos, es tan cansina, o quizás es el fastidio que ella está experimentando, si, probablemente sea solo eso. La mujer no presta atención a nada a su alrededor, incluso se siente solitaria, las palabras no salen de sus labios pues las cree innecesarias, le fastidia demasiado que el vampiro se crea tan supremo, ha conocido a muchos, demasiados, incluso debe reconocer que a más de una doce a dejado con vida, escondiendo archivos de ellos para que los inquisidores no los buscan ¿por qué? así como hay bondad y maldad en los humanos, también lo hay en esas criaturas ¿No es así? Ella no tiene interés de que el termine con su inmortalidad, hay criaturas que es mejor absorber toda su información, ¿por qué? Es sencillo, se aprende más de quien ha vivido por siglos, con sus relatos, con sus manías, a simplemente leer un buen libro, claro todo te lo deja a la imaginación, pero el aprender del vivido es incluso más importante.
El sonido de la botella la hace dar un respingo pues es el estruendo que se mezcla con las carcajadas del publico, la mujer mueve la cabeza intentando captar que es lo que está ocurriendo, traga saliva al notar los ojos flamantes, llenos de ira del inmortal, sabe, está segura, siente que aquello no es una buena señal, está a punto de levantarse del asiento de un salto pero él se lo impide, simplemente traga saliva, tiembla y cuando el corte es generado, la mujer abre los ojos con mucha fuerza, se muestran incluso saltones, demasiado, no tarda demasiado en que los orbes se llenen de ese liquido cristalino, las lagrimas comienzan a brotar de sus ojos de forma abundante, aquello le duele, demasiado, el grito se queda escondido en su garganta, se queda entre los labios que son cubiertos por fría cual persona sin vida, ¡De un maldito inmortal! Es entonces cuando cierra los ojos intentando que lo borroso de su mirada se pierda, sus manos se han aferrado tanto al descansa brazos del asiento que incluso sus dedos se astillan a causa de la madera vieja y salida. Ella vuelve a intentar gritar por aquel corte, su piel perfecta, (pues si, la cuida, en ese aspecto es demasiado vanidosa) está siendo dañada sin que tenga algún beneficio propio, su pecho sube y baja de forma sugerente frente a los ojos del inmortal, pero para nada lo está invitando a que la tome como a una cualquiera, simplemente es la alteración de su respiración ¡Lo odia! ¡Lo odia tanto por hacerla sentir tan insignificante! ¡Lo odia tanto porque la hace verlo como un ser superior! ¡Lo detesta por tener la fuerza para aplastarle! ¡Por reconocer que él es más que ella en ese momento, en esa situación! Los sollozos se hacen presentes en ese momento, la mujer está llena de dolor, quiere rogarle, y de forma tanta casi humillada lo hará, aunque ya la haya dejado en paz, aunque incluso ya le haya hecho aquel vendaje.
- ¡Basta por favor! No me haga más daño, ¿qué es lo que desea? ¿Qué le reconozca que es usted el Dios? ¿El ser supremo? ¿Que yo no soy nada a comparación de usted? ¡Lo hago! ¡lo reconozco! Pero no me lastime más, se lo suplico - Ella no está preparada para ese tipos de cosas, quizás ama demasiado sus libros, su información, la manera en que trabaja en la iglesia conociendo hasta el más pequeño detalle que se maneja ahí, es cierto que entrena y que un par de veces ha matado a un ser de la noche, pero no, no desea dolor, no es amante de él como tal, no es masoquista, mucho menos ha pretendido serlo, prefiere la tranquilidad, no le cuesta reconocer cosas que le dejaran con vida, que le harán poder seguir su cause, es de carácter firme si, pero ¿qué pasa cuando te aplastan en medio del bullicio? A veces es mejor bajar la cabeza por el momento a no hacerlo, hacerse sumisa para poder seguir con sus planes, está segura que la dejará ir, o al menos eso intenta pensar, de querer que muriera le habría dejado desangrar para que la muerte fuera lenta y dolorosa, pero no, solo le está dando lecciones, unas muy rudas y dolorosas que quieren hacerle gritar de nuevo por el ardor que sigue experimentando. La mujer suspira desviando la mirada hacía el otro lado - No se trataba por completo de una amenaza, pero quizás haya sonado como tal, yo me refería a que a pesar del miedo - Comenta de forma entrecortada aun por la alteración - Estoy interesada en usted, no me interesan las interrupciones, y no deseo que intenten darle fin a su eternidad… - Le reconoce, pero aun está aturdida y no sabe si las palabras que volvió a dar son correctas - Ahora solo desearía marcharme - Reconoce por primera vez, en medio de lagrimas, dolores, y miedos.
La obra después de todo no es tan buena, hay más de un error, se les caen incluso algunas partes del escenario, en ocasiones cambian los diálogos, es tan cansina, o quizás es el fastidio que ella está experimentando, si, probablemente sea solo eso. La mujer no presta atención a nada a su alrededor, incluso se siente solitaria, las palabras no salen de sus labios pues las cree innecesarias, le fastidia demasiado que el vampiro se crea tan supremo, ha conocido a muchos, demasiados, incluso debe reconocer que a más de una doce a dejado con vida, escondiendo archivos de ellos para que los inquisidores no los buscan ¿por qué? así como hay bondad y maldad en los humanos, también lo hay en esas criaturas ¿No es así? Ella no tiene interés de que el termine con su inmortalidad, hay criaturas que es mejor absorber toda su información, ¿por qué? Es sencillo, se aprende más de quien ha vivido por siglos, con sus relatos, con sus manías, a simplemente leer un buen libro, claro todo te lo deja a la imaginación, pero el aprender del vivido es incluso más importante.
El sonido de la botella la hace dar un respingo pues es el estruendo que se mezcla con las carcajadas del publico, la mujer mueve la cabeza intentando captar que es lo que está ocurriendo, traga saliva al notar los ojos flamantes, llenos de ira del inmortal, sabe, está segura, siente que aquello no es una buena señal, está a punto de levantarse del asiento de un salto pero él se lo impide, simplemente traga saliva, tiembla y cuando el corte es generado, la mujer abre los ojos con mucha fuerza, se muestran incluso saltones, demasiado, no tarda demasiado en que los orbes se llenen de ese liquido cristalino, las lagrimas comienzan a brotar de sus ojos de forma abundante, aquello le duele, demasiado, el grito se queda escondido en su garganta, se queda entre los labios que son cubiertos por fría cual persona sin vida, ¡De un maldito inmortal! Es entonces cuando cierra los ojos intentando que lo borroso de su mirada se pierda, sus manos se han aferrado tanto al descansa brazos del asiento que incluso sus dedos se astillan a causa de la madera vieja y salida. Ella vuelve a intentar gritar por aquel corte, su piel perfecta, (pues si, la cuida, en ese aspecto es demasiado vanidosa) está siendo dañada sin que tenga algún beneficio propio, su pecho sube y baja de forma sugerente frente a los ojos del inmortal, pero para nada lo está invitando a que la tome como a una cualquiera, simplemente es la alteración de su respiración ¡Lo odia! ¡Lo odia tanto por hacerla sentir tan insignificante! ¡Lo odia tanto porque la hace verlo como un ser superior! ¡Lo detesta por tener la fuerza para aplastarle! ¡Por reconocer que él es más que ella en ese momento, en esa situación! Los sollozos se hacen presentes en ese momento, la mujer está llena de dolor, quiere rogarle, y de forma tanta casi humillada lo hará, aunque ya la haya dejado en paz, aunque incluso ya le haya hecho aquel vendaje.
- ¡Basta por favor! No me haga más daño, ¿qué es lo que desea? ¿Qué le reconozca que es usted el Dios? ¿El ser supremo? ¿Que yo no soy nada a comparación de usted? ¡Lo hago! ¡lo reconozco! Pero no me lastime más, se lo suplico - Ella no está preparada para ese tipos de cosas, quizás ama demasiado sus libros, su información, la manera en que trabaja en la iglesia conociendo hasta el más pequeño detalle que se maneja ahí, es cierto que entrena y que un par de veces ha matado a un ser de la noche, pero no, no desea dolor, no es amante de él como tal, no es masoquista, mucho menos ha pretendido serlo, prefiere la tranquilidad, no le cuesta reconocer cosas que le dejaran con vida, que le harán poder seguir su cause, es de carácter firme si, pero ¿qué pasa cuando te aplastan en medio del bullicio? A veces es mejor bajar la cabeza por el momento a no hacerlo, hacerse sumisa para poder seguir con sus planes, está segura que la dejará ir, o al menos eso intenta pensar, de querer que muriera le habría dejado desangrar para que la muerte fuera lenta y dolorosa, pero no, solo le está dando lecciones, unas muy rudas y dolorosas que quieren hacerle gritar de nuevo por el ardor que sigue experimentando. La mujer suspira desviando la mirada hacía el otro lado - No se trataba por completo de una amenaza, pero quizás haya sonado como tal, yo me refería a que a pesar del miedo - Comenta de forma entrecortada aun por la alteración - Estoy interesada en usted, no me interesan las interrupciones, y no deseo que intenten darle fin a su eternidad… - Le reconoce, pero aun está aturdida y no sabe si las palabras que volvió a dar son correctas - Ahora solo desearía marcharme - Reconoce por primera vez, en medio de lagrimas, dolores, y miedos.
Narcisse Capet- Inquisidor Clase Alta
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