AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
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Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Recuerdo del primer mensaje :
Aún podía escuchar el estruendo, la batalla y la sangre allí arriba, justo sobre mi cabeza...¡Cuan cerca estaba la muerte y su ángel a bajo salvando a un humano de sus garras! -Maldito seas Leviathán Sahdow, ¡maldito seas!- no me cansaba de repetir mil veces la misma oración esperando que con eso le llegara la muerte hasta el y Montserrat donde quiera que se hayan escondido -Pero ese éstupido me pagará con creces mi teatro y con su vida pagara lo que intento hacerle a Selena- mire detenidamente a ese inocente que se encontraba inconsciente entre mis brazos -Mientras que esa malagradecida de Montserrat, se arrepentirá del dia en que me conocio y querra que Dios o el diablo hubiese borrado esta noche de mi mente y el tiempo por que lo que yo hare será dejarle una marca que me recuerde para siempre- mire el fuego de las velas que se encontraban reposando en aquellos candiles en forma de brazos ligeramente doblados, esos brazos fmeninos dorados de autentico bronce que jamás habian visto bajar a su amo con alguién consigo -Estamos seguros- susurre jadeante, victima de la desesperación y el coraje, internandome cada vez más en el interior de mi adorado subtarraneo justo debajo del teatro, era por eso que aún escuchaba la guerra que no había terminado -Son unos ineptos, el inutil del cazador y yo nos hemos marchado mientras ellos se siguen matando- proteste mientras decendia paciente las escaleras que en conjunto terminaban en forma de caracol, los escalones hechos de piedra eran estrechos gracias a esos enormes ladrillos que les restrigían un crecimiento más amplio y aún por alli mi suela completamente oscura y desenmascarada baja despacio y cuidadosamente para que la mujer que llevaba en brazos no sufriera ningún percance del que yo pudiera arrepentirme.
A medida que bajaba la luz cual mi costumbre se iba extinguiendo hasta el punto que antes de llegar a aquel rio no se veía nada más que la cabellera castaña y larga de Selena y mis ojos rojos tratando ubicar la barca que todas las noches me llevaba mi recinto donde solo la música y yo pasabamos las horas limpiando mi alma maldita de toda sangre que hubiese derramado o tomado por capricho, suspire al recordar ese lugar que esperaba mi llegada pero no la de alguién más... con cuidado coloque a la joven dentro de ese enorme cisne de aspecto lugubre, un cisne de alas negras que aguardaba para que yo lo conduciese a casa.
Tome una antorcha, misma que ilumino los arcos y los escalones un poco inclinados por el primer sendero donde habiamos pasado, asi como las paredes de piedra que cada vez que las veía imaginaba eran partes de una gruta o una cueva, debido a las miles de formas que podías encontrar en cada una de esas rocas puntiagudas, de diferentes tamaños y completamente irregulares, al dirigirme al frente podía ver aún un largo camino por recorrer pero que mantendría a salvo a esa delicada rosa que llevaba casi marchita en mi peculiar transporte, también se veía ese largo canal de agua verdesina y grisasea que a partir de allí dominaba todo el lugar y más a lo lejos podía esuchar el golpeteo del agua que caía esmerandose por hacer más grande mi lago privado.
Asi tome el bote impulsandolo al principio despacio y después más rápido por el camino que seguia siendo iluminado aunque esta vez a media luz por esos brazos que se hayaban colcados en cada pilar fuerte y duro que aguantara el peso del bronce, todos sostenian el mismo candelabro de cinco velas casi gastadas y otras cuantas nuevas y sin encender, mientras que a medida que nos internabamos al lugar deseado para mi y para su seguridad el frio y la humedad iban en aumento, decidiendo despojarme de la capa algo quemada para cubrir ese cuerpo de musa que respetaba cada vez más, era el primero después de siglos que no pensaba en lastimarlo y si acaso llegaba a cruzar en el transcurso del camio una idea propia de mi instinto, sadico y cruel seguía causandome repulsión.
Continué remando hasta que finalmente aquellos atlantes que sostenían falsamente el techo de la cueva gracias a la manera en que las había esculpido me daban la bienvenida, mientras las máscaras labradas en la piedra que reían y lloraban veían detenidamente la barca pasar con Selena a bordo mientras la reja se abría y los telones de terciopelo negro que cuidaban celosamente de mi secreto dejaban ver la iluminación de cientos de velas reposadas sobre las rocas en gigantescos candelabros con formas más comunes y corrientes, mismo que iluminaban libros, pinturas, esculturas, partituras y el gran organo de oro que se hayaba justo en el centro de mi castillo, ese que también tenía velas en cada uno de los tubos por donde las notas eran emitidas.
Del desastre alli arriba ya no se escuchaba absolutamente nada estabamos muy abajo y alejados de mi destrozado y apostaba incinerado teatro, decidi bajar de la barca suspirando de alivio porque ella aún vivia, aún respiraba, esuchaba sus latidos aun en la distancia... se había salvado, entonces toque mi rostro, senti mis huesos, la carne viva y las cicatrices -La máscara- dije rápido y con sorpresa, por todo lo que habia pasado, lo que habia pensado, me olvide de mi eterno ropaje, pronto le quite a un busto de Destler aquel pedazo de tela que le cubria el ojo, poniendome la tela completamente oscura en mi rostro -No puedes verme así- volvi a mirarle y decidi llevarla a mi lecho cuya figura de cisne estaba bañanada en oro, mientras las cortinas eran negras pero que aún asi dejaban ver a los alrededores.
Despacio subi por aquellos escalones cuidadosamente tallados, lo único tallado de esa pequeña porción de tierra que el agua respetaba por que ya allí naci y residi hace siglos, su cuerpo fue acogido por las sabanas de satín rojo carmesi y por las almohadillas de plumas de ganzo, mis ojos contemplaron su silueta y su fino rostro que permanecia quieto y con sus orbes brillantes y llenos de luz completamente cerrados, por un momento refelexioné que era la primera vez que contemplaba a alguién dormir tranquilamente -Mi ángel- susurre -Solo mi música y mi noche morirán cuando mi pequeña flor y mi día deje de existir- timidamente mi mano acaricio su cabello mientras mi mente traía hasta mi las imgenes de nuestro primer beso que como ahora me hacia esconder mi mirada tras el poco parpado que poseía, sintiendo algo extraño dentro demi que aún no podía describir pero que provocaba más odio y acrecentaba la venganza contra Leviathán y Montserrat, mis puños se cerraban con más fuerza cada vez, entonces con tal de olvidar por el momento ese sentimiento y no sacar a la "luz aquella faz verdadera que poseía y que podía provocar su perdida decidi tomar un pañuelo de diminuta mesa de madera un pañuelo que moje con la poca agua que guardaba en un vaso para limpiar muy despacio y de la manera más timida las partes de su rostro que estaba lleno de cenizas -Que piel tan bella y lisa- hable en voz baja cuando termine de limpiarle -Descansa- dije mientras acariciaba con el guante de cuero su rosada mejilla.
Me puse en pie alejandome de allí, cerrando las cortinas -Mientras buscare una forma de destruirte Leviathán Shadow pero esta vez me asegurare de que sea para siempre- susurre agitadamente, con ls mirada perdida en el horizonte llena de odio, contemple por na vez más la cama cubierta de esas telas oscuras que me dejaban su rostro y regrese al organo de oro para seguir componiendo algunas piezas, eso siempre me da ideas y a veces demasiado terribles.
Aún podía escuchar el estruendo, la batalla y la sangre allí arriba, justo sobre mi cabeza...¡Cuan cerca estaba la muerte y su ángel a bajo salvando a un humano de sus garras! -Maldito seas Leviathán Sahdow, ¡maldito seas!- no me cansaba de repetir mil veces la misma oración esperando que con eso le llegara la muerte hasta el y Montserrat donde quiera que se hayan escondido -Pero ese éstupido me pagará con creces mi teatro y con su vida pagara lo que intento hacerle a Selena- mire detenidamente a ese inocente que se encontraba inconsciente entre mis brazos -Mientras que esa malagradecida de Montserrat, se arrepentirá del dia en que me conocio y querra que Dios o el diablo hubiese borrado esta noche de mi mente y el tiempo por que lo que yo hare será dejarle una marca que me recuerde para siempre- mire el fuego de las velas que se encontraban reposando en aquellos candiles en forma de brazos ligeramente doblados, esos brazos fmeninos dorados de autentico bronce que jamás habian visto bajar a su amo con alguién consigo -Estamos seguros- susurre jadeante, victima de la desesperación y el coraje, internandome cada vez más en el interior de mi adorado subtarraneo justo debajo del teatro, era por eso que aún escuchaba la guerra que no había terminado -Son unos ineptos, el inutil del cazador y yo nos hemos marchado mientras ellos se siguen matando- proteste mientras decendia paciente las escaleras que en conjunto terminaban en forma de caracol, los escalones hechos de piedra eran estrechos gracias a esos enormes ladrillos que les restrigían un crecimiento más amplio y aún por alli mi suela completamente oscura y desenmascarada baja despacio y cuidadosamente para que la mujer que llevaba en brazos no sufriera ningún percance del que yo pudiera arrepentirme.
A medida que bajaba la luz cual mi costumbre se iba extinguiendo hasta el punto que antes de llegar a aquel rio no se veía nada más que la cabellera castaña y larga de Selena y mis ojos rojos tratando ubicar la barca que todas las noches me llevaba mi recinto donde solo la música y yo pasabamos las horas limpiando mi alma maldita de toda sangre que hubiese derramado o tomado por capricho, suspire al recordar ese lugar que esperaba mi llegada pero no la de alguién más... con cuidado coloque a la joven dentro de ese enorme cisne de aspecto lugubre, un cisne de alas negras que aguardaba para que yo lo conduciese a casa.
Tome una antorcha, misma que ilumino los arcos y los escalones un poco inclinados por el primer sendero donde habiamos pasado, asi como las paredes de piedra que cada vez que las veía imaginaba eran partes de una gruta o una cueva, debido a las miles de formas que podías encontrar en cada una de esas rocas puntiagudas, de diferentes tamaños y completamente irregulares, al dirigirme al frente podía ver aún un largo camino por recorrer pero que mantendría a salvo a esa delicada rosa que llevaba casi marchita en mi peculiar transporte, también se veía ese largo canal de agua verdesina y grisasea que a partir de allí dominaba todo el lugar y más a lo lejos podía esuchar el golpeteo del agua que caía esmerandose por hacer más grande mi lago privado.
Asi tome el bote impulsandolo al principio despacio y después más rápido por el camino que seguia siendo iluminado aunque esta vez a media luz por esos brazos que se hayaban colcados en cada pilar fuerte y duro que aguantara el peso del bronce, todos sostenian el mismo candelabro de cinco velas casi gastadas y otras cuantas nuevas y sin encender, mientras que a medida que nos internabamos al lugar deseado para mi y para su seguridad el frio y la humedad iban en aumento, decidiendo despojarme de la capa algo quemada para cubrir ese cuerpo de musa que respetaba cada vez más, era el primero después de siglos que no pensaba en lastimarlo y si acaso llegaba a cruzar en el transcurso del camio una idea propia de mi instinto, sadico y cruel seguía causandome repulsión.
Continué remando hasta que finalmente aquellos atlantes que sostenían falsamente el techo de la cueva gracias a la manera en que las había esculpido me daban la bienvenida, mientras las máscaras labradas en la piedra que reían y lloraban veían detenidamente la barca pasar con Selena a bordo mientras la reja se abría y los telones de terciopelo negro que cuidaban celosamente de mi secreto dejaban ver la iluminación de cientos de velas reposadas sobre las rocas en gigantescos candelabros con formas más comunes y corrientes, mismo que iluminaban libros, pinturas, esculturas, partituras y el gran organo de oro que se hayaba justo en el centro de mi castillo, ese que también tenía velas en cada uno de los tubos por donde las notas eran emitidas.
Del desastre alli arriba ya no se escuchaba absolutamente nada estabamos muy abajo y alejados de mi destrozado y apostaba incinerado teatro, decidi bajar de la barca suspirando de alivio porque ella aún vivia, aún respiraba, esuchaba sus latidos aun en la distancia... se había salvado, entonces toque mi rostro, senti mis huesos, la carne viva y las cicatrices -La máscara- dije rápido y con sorpresa, por todo lo que habia pasado, lo que habia pensado, me olvide de mi eterno ropaje, pronto le quite a un busto de Destler aquel pedazo de tela que le cubria el ojo, poniendome la tela completamente oscura en mi rostro -No puedes verme así- volvi a mirarle y decidi llevarla a mi lecho cuya figura de cisne estaba bañanada en oro, mientras las cortinas eran negras pero que aún asi dejaban ver a los alrededores.
Despacio subi por aquellos escalones cuidadosamente tallados, lo único tallado de esa pequeña porción de tierra que el agua respetaba por que ya allí naci y residi hace siglos, su cuerpo fue acogido por las sabanas de satín rojo carmesi y por las almohadillas de plumas de ganzo, mis ojos contemplaron su silueta y su fino rostro que permanecia quieto y con sus orbes brillantes y llenos de luz completamente cerrados, por un momento refelexioné que era la primera vez que contemplaba a alguién dormir tranquilamente -Mi ángel- susurre -Solo mi música y mi noche morirán cuando mi pequeña flor y mi día deje de existir- timidamente mi mano acaricio su cabello mientras mi mente traía hasta mi las imgenes de nuestro primer beso que como ahora me hacia esconder mi mirada tras el poco parpado que poseía, sintiendo algo extraño dentro demi que aún no podía describir pero que provocaba más odio y acrecentaba la venganza contra Leviathán y Montserrat, mis puños se cerraban con más fuerza cada vez, entonces con tal de olvidar por el momento ese sentimiento y no sacar a la "luz aquella faz verdadera que poseía y que podía provocar su perdida decidi tomar un pañuelo de diminuta mesa de madera un pañuelo que moje con la poca agua que guardaba en un vaso para limpiar muy despacio y de la manera más timida las partes de su rostro que estaba lleno de cenizas -Que piel tan bella y lisa- hable en voz baja cuando termine de limpiarle -Descansa- dije mientras acariciaba con el guante de cuero su rosada mejilla.
Me puse en pie alejandome de allí, cerrando las cortinas -Mientras buscare una forma de destruirte Leviathán Shadow pero esta vez me asegurare de que sea para siempre- susurre agitadamente, con ls mirada perdida en el horizonte llena de odio, contemple por na vez más la cama cubierta de esas telas oscuras que me dejaban su rostro y regrese al organo de oro para seguir componiendo algunas piezas, eso siempre me da ideas y a veces demasiado terribles.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Y de pronto una sensación extraña sacude mis adentros, la desconozco, ni siquiera con Alice logre sentir algo parecido.
Allí frente a ella siento como la mirada que siempre irradia furia y color carmesí se suaviza con el simple hecho de escuchar su voz, ese dulce sonido que llena por completo cada recoveco que hay dentro de mi hogar, aún más dulce que sonido que el órgano emite cada vez que una sinfonía infernal sale de mis dedos.
Esos mismos que ahora se sucumben ante la idea de tocar su cuerpo, el primero que dejaran con vida después de tantos siglos en que se han ensuciado de sangre... y en el fondo es lo que quisiera tomar de ella, su vida gota a gota, pero aquella emoción frena todo instinto convirtiendo la idea en algo repugnante.
La tomo entre mis brazos titubeando, casi pidiendo con la mirada su aprobación para hacerlo, con la tela rozando su piel de a poco me acerque hasta su cuello, pero cuidando de ella decidí hundirme en las profundidades de su sedoso y largo cabello, imaginando con los ojos cerrados su color, su forma, aquella alaciada cabellera que yo conocía -¿Cuantas mujeres no mate de esta manera?- pienso, recordando cuando fue la primera vez que pise un burdel, esas casas de mala suerte que por primera vez se instalaron en París, recuerdo que solía meterme entre los locales, escondiéndome entre las sombras o jugando con una mujer tan incrédula hasta el momento en que le ordenaba que me quietara la tela del rostro o encendiera una pequeña vela... su expresión era tan exquisita, ese horror reflejado, esa provocación a la muerte, era lo que propiciaba su fatídico desenlace, miles de formas sádicas se suman a lista de mujerzuelas que perecieron de una manera atroz e inexplicable... el ángel de la muerte solo se entrenaba para dominar el teatro a sus anchas.
Pero prefiero suprimir esos recuerdos, porque no recuerdo nunca haber tocado a alguna de ellas de la manera en que lo haré con Selena... me concentro en sus palabras que aún resuenan en mi mente, con ellas algo se agita y la respiración se entrecorta de manera inesperada -Te amo Selena- susurro contra la piel de su cuello, a expensas de que aún no tengo claro que ese sentimiento, la tela aún impide nuestro contacto y prefiero que así sea, no quiero que salga corriendo de aquí, no por ahora, porque aún estando seguro de mi victoria sobre Leviathán, el destino puede mostrarle al monstruo detrás de esta piel demacrada, despreciada por todos -Ella puede descubrirlo- me digo a mi mismo mientras me separo de ella lentamente, tomo su brazo y lo cubro de... besos y... caricias hasta llegar a sus nudillos.
Quisiera decirle tantas cosas pero temo asustarla, es la primera vez para los dos y no quiero dar un paso en falso, quizás sea por eso que permanezco en silencio, sin dirigirle palabra, solo miradas -Oh Selena, la más bella de mis flores de mi oscuro edén, la más pequeña... eres tan hermosa- digo a media voz, estremeciéndome más, cayendo rendido ante ella de alguna manera que yo no me explico.
La tomo con más fuerza, mis brazos la acogen intentando protegerla quizás de mi mismo, tomo su barbilla, mientras la otra mano permanece en su cintura -Selena, por todos los infiernos- digo pasivamente -¿Que me has hecho? ¿Que le has dado a este ángel caído?- pregunto sutilmente, sosteniendo por breves instantes su mirada, entonces decido cargarla entre mis brazos y llevarla de nuevo al lecho, las cortinas que cubren su alrededor juguetean con la corriente que proviene de los otros seis sótanos del teatro, me aseguro de que quede cómoda y sigo besándole el cuello, sus hombros, su rostro, mis manos moldean mientras tanto su figura ataviada de aquel pobre vestido que me deslumbraba, ese ropaje que ahora estaba lleno de ceniza y rastros de fuego.
Con sorpresa descubro que mis manos y mis labios no quieren llegar más allá de lo decente y permitido -Selena- digo casi en un ruego -¿De verdad quieres hacer esto con un hombre como yo?- mientras espero su respuesta mi cuerpo ya no resiste y sigo con aquella caricias que solo ella logro arrancar, mis manos, mis dedos, mis labios y mis ojos habían cobrado vida propia, deslizándose por su piel, tan lejos como me lo pedía aquella sensación, como me rogaba mi deseo por ella.
Estando sobre ella, empiezo a deshacer los nudos de su vestido, el corsé deja de ser rígido, liberándola para mí, me vuelvo a detener quizás inseguro de lo que sentirá una vez que me despoje de los ropajes, inseguro de la manera en que reaccionara -Te estoy entregando el corazón marchito y roto de un ángel que por los hombres jamás ha sido amado- sostengo su mirada apacible y tiernamente -Pero tu mi pequeña flor ¿Estas segura de recibirlo? ¿Tendrás el valor de aceptarlo aún con este envoltorio carcomido, careciente de un rostro? ¿De verdad quieres entregarte a esto?- tomo una de sus manos, la beso con timidez y entonces la pongo en mi rostro, dejando que su palma repose allí, cubierta por mi mano forrada en piel -Te necesito- susurro -Anda retira el resto de la tela que cubre esta faz, si no puedes ni tocarla, estará bien... Podrás irte- digo con un profundo malestar, rogando que permanezca aquí, a mi lado, hacerla mía y ser... suyo.
Allí frente a ella siento como la mirada que siempre irradia furia y color carmesí se suaviza con el simple hecho de escuchar su voz, ese dulce sonido que llena por completo cada recoveco que hay dentro de mi hogar, aún más dulce que sonido que el órgano emite cada vez que una sinfonía infernal sale de mis dedos.
Esos mismos que ahora se sucumben ante la idea de tocar su cuerpo, el primero que dejaran con vida después de tantos siglos en que se han ensuciado de sangre... y en el fondo es lo que quisiera tomar de ella, su vida gota a gota, pero aquella emoción frena todo instinto convirtiendo la idea en algo repugnante.
La tomo entre mis brazos titubeando, casi pidiendo con la mirada su aprobación para hacerlo, con la tela rozando su piel de a poco me acerque hasta su cuello, pero cuidando de ella decidí hundirme en las profundidades de su sedoso y largo cabello, imaginando con los ojos cerrados su color, su forma, aquella alaciada cabellera que yo conocía -¿Cuantas mujeres no mate de esta manera?- pienso, recordando cuando fue la primera vez que pise un burdel, esas casas de mala suerte que por primera vez se instalaron en París, recuerdo que solía meterme entre los locales, escondiéndome entre las sombras o jugando con una mujer tan incrédula hasta el momento en que le ordenaba que me quietara la tela del rostro o encendiera una pequeña vela... su expresión era tan exquisita, ese horror reflejado, esa provocación a la muerte, era lo que propiciaba su fatídico desenlace, miles de formas sádicas se suman a lista de mujerzuelas que perecieron de una manera atroz e inexplicable... el ángel de la muerte solo se entrenaba para dominar el teatro a sus anchas.
Pero prefiero suprimir esos recuerdos, porque no recuerdo nunca haber tocado a alguna de ellas de la manera en que lo haré con Selena... me concentro en sus palabras que aún resuenan en mi mente, con ellas algo se agita y la respiración se entrecorta de manera inesperada -Te amo Selena- susurro contra la piel de su cuello, a expensas de que aún no tengo claro que ese sentimiento, la tela aún impide nuestro contacto y prefiero que así sea, no quiero que salga corriendo de aquí, no por ahora, porque aún estando seguro de mi victoria sobre Leviathán, el destino puede mostrarle al monstruo detrás de esta piel demacrada, despreciada por todos -Ella puede descubrirlo- me digo a mi mismo mientras me separo de ella lentamente, tomo su brazo y lo cubro de... besos y... caricias hasta llegar a sus nudillos.
Quisiera decirle tantas cosas pero temo asustarla, es la primera vez para los dos y no quiero dar un paso en falso, quizás sea por eso que permanezco en silencio, sin dirigirle palabra, solo miradas -Oh Selena, la más bella de mis flores de mi oscuro edén, la más pequeña... eres tan hermosa- digo a media voz, estremeciéndome más, cayendo rendido ante ella de alguna manera que yo no me explico.
La tomo con más fuerza, mis brazos la acogen intentando protegerla quizás de mi mismo, tomo su barbilla, mientras la otra mano permanece en su cintura -Selena, por todos los infiernos- digo pasivamente -¿Que me has hecho? ¿Que le has dado a este ángel caído?- pregunto sutilmente, sosteniendo por breves instantes su mirada, entonces decido cargarla entre mis brazos y llevarla de nuevo al lecho, las cortinas que cubren su alrededor juguetean con la corriente que proviene de los otros seis sótanos del teatro, me aseguro de que quede cómoda y sigo besándole el cuello, sus hombros, su rostro, mis manos moldean mientras tanto su figura ataviada de aquel pobre vestido que me deslumbraba, ese ropaje que ahora estaba lleno de ceniza y rastros de fuego.
Con sorpresa descubro que mis manos y mis labios no quieren llegar más allá de lo decente y permitido -Selena- digo casi en un ruego -¿De verdad quieres hacer esto con un hombre como yo?- mientras espero su respuesta mi cuerpo ya no resiste y sigo con aquella caricias que solo ella logro arrancar, mis manos, mis dedos, mis labios y mis ojos habían cobrado vida propia, deslizándose por su piel, tan lejos como me lo pedía aquella sensación, como me rogaba mi deseo por ella.
Estando sobre ella, empiezo a deshacer los nudos de su vestido, el corsé deja de ser rígido, liberándola para mí, me vuelvo a detener quizás inseguro de lo que sentirá una vez que me despoje de los ropajes, inseguro de la manera en que reaccionara -Te estoy entregando el corazón marchito y roto de un ángel que por los hombres jamás ha sido amado- sostengo su mirada apacible y tiernamente -Pero tu mi pequeña flor ¿Estas segura de recibirlo? ¿Tendrás el valor de aceptarlo aún con este envoltorio carcomido, careciente de un rostro? ¿De verdad quieres entregarte a esto?- tomo una de sus manos, la beso con timidez y entonces la pongo en mi rostro, dejando que su palma repose allí, cubierta por mi mano forrada en piel -Te necesito- susurro -Anda retira el resto de la tela que cubre esta faz, si no puedes ni tocarla, estará bien... Podrás irte- digo con un profundo malestar, rogando que permanezca aquí, a mi lado, hacerla mía y ser... suyo.
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Uno, dos, tres… A mi cabeza vuelven las palabras de mi madre cuando estaba con un hombre, que decir y que no y como yo empezaba a contar para no escuchar, y era cuando me daba cuenta que no sabia mas de diez asique volvía a empezar pero aun así las palabras se me quedaba grabadas ¿Y si se las decía a él? ¿Le gustarían? ¿Me tomaría por una cualquiera? Pero todas esas preguntas se desvanecían en cuanto le miraba y dejaba que sus manos se acariciaran, me acercaran a él siendo real y no un sueño tan lejano, protegida, querida, amada… Cerré los ojos dejándome llevar por las sensaciones, la suavidad de sus manos recorriendo mi cuello, enredándose en mi cabello
Mi sonrisa que en ningún momento se había quitado se tornaba mas dulce hacia él con sus palabras Te amo mi ángel Susurro igual que hizo él pues casi apenas pude escucharle. Me sorprendí demasiado con su gesto de ir besando mi brazo hasta llegar a mi mano, nadie nunca lo había hecho Eres todo un caballero Comente ciertamente muy sonrojada como me pasaba con él desde que lo había conocido
¿Soy la flor mas pequeña? Pregunte con cierta curiosidad y en parte celos de saber como serian las otras flores de su jardín. Paso mis manos a su espalda acariciándola mientras me recuesto en su pecho hasta que me levanta la mirada al tomar mi barbilla Yo no hice nada mi ángel, tu viniste a mi a saciar mi dolor, hacerlo desaparecer y continuar mi vida junto a un ángel que no se merece este mundo Me rio suavemente cuando me toma en brazos porque me recuerda a todas las veces que vi salir a las parejas ya hechas un matrimonio, ella en brazos de él, felices con un futuro dichoso. Dejo que me recueste en la cama, con mi pelo desordenado dejándole hacer, demostrándole que soy solo suya pase lo que pase y que así será por todos los tiempos
Mas sin embargo abro los ojos sorprendida cuando se para pues la sensación no es precisamente la mas agradable después de haber sentido sus manos por mis brazos, ese trozo de piel desnuda
Asentí a su pregunta dejando que me quitara los nudos del corsé que se ceñía a mi cuerpo, haciendo que mi respiración se expandiese mas, no es que antes no pudiera respirar pero el hecho de que hubiera tragado aire no había ayudado mucho, sin embargo ahora me sentía liberada pero sin mas se paro, sus manos se habían detenido a medio camino, como si tuviera miedo de lo que pudiera saber Lo se mi ángel, tu corazón no esta marchito y roto pero si así opinas intentare si me dejas curarlo Acaricio su mejilla sin ningún temor, solo sonriéndole con ternura y besando su frente y retirando como me había pedido lo que quedaba de su tela sin apartar mi mirada No veo nada malo para querer irme de tu lado mi ángel de alas negras Toque sobre su piel y entonces pensé en algo que quizás le ayudaría a no sentirse de esa manera Tú me enseñaste tus cicatrices mi ángel, es hora de que te enseñe las mías Me moví de manera que pudiera levantarme y ponerme en un lateral de la cama y me pudiera ver Si no puedes ni tocarlas o verlas, podrás rechazarme y pedirme que me vaya, nunca te juzgare Suspire poniéndome de espaldas para quitar un cordón del vestido resbalando muy lentamente por mi cuerpo dejando ver mi espalda con algunas cicatrices, hasta mis caderas donde poco después también cayo hasta el suelo quedando alrededor de mis pies junto con el resto de ropa interior que pudiera llevar Mira mi espalda mi ángel, ¿Esto es lo que quieres? Gire mi cabeza mirándole sonrojada pues era la primera vez que me encontraba desnuda ante un hombre aunque solo se viera mi espalda y mi trasero, me cubría el pecho y mi intimidad Son cicatrices de cuando viví en la calle pero de ellas he podido aprender y gracias a ellas he llegado hasta ti pero ¿Podrías aceptar a una mujer que esta marcada por sus errores del pasado?
Mi sonrisa que en ningún momento se había quitado se tornaba mas dulce hacia él con sus palabras Te amo mi ángel Susurro igual que hizo él pues casi apenas pude escucharle. Me sorprendí demasiado con su gesto de ir besando mi brazo hasta llegar a mi mano, nadie nunca lo había hecho Eres todo un caballero Comente ciertamente muy sonrojada como me pasaba con él desde que lo había conocido
¿Soy la flor mas pequeña? Pregunte con cierta curiosidad y en parte celos de saber como serian las otras flores de su jardín. Paso mis manos a su espalda acariciándola mientras me recuesto en su pecho hasta que me levanta la mirada al tomar mi barbilla Yo no hice nada mi ángel, tu viniste a mi a saciar mi dolor, hacerlo desaparecer y continuar mi vida junto a un ángel que no se merece este mundo Me rio suavemente cuando me toma en brazos porque me recuerda a todas las veces que vi salir a las parejas ya hechas un matrimonio, ella en brazos de él, felices con un futuro dichoso. Dejo que me recueste en la cama, con mi pelo desordenado dejándole hacer, demostrándole que soy solo suya pase lo que pase y que así será por todos los tiempos
Mas sin embargo abro los ojos sorprendida cuando se para pues la sensación no es precisamente la mas agradable después de haber sentido sus manos por mis brazos, ese trozo de piel desnuda
Asentí a su pregunta dejando que me quitara los nudos del corsé que se ceñía a mi cuerpo, haciendo que mi respiración se expandiese mas, no es que antes no pudiera respirar pero el hecho de que hubiera tragado aire no había ayudado mucho, sin embargo ahora me sentía liberada pero sin mas se paro, sus manos se habían detenido a medio camino, como si tuviera miedo de lo que pudiera saber Lo se mi ángel, tu corazón no esta marchito y roto pero si así opinas intentare si me dejas curarlo Acaricio su mejilla sin ningún temor, solo sonriéndole con ternura y besando su frente y retirando como me había pedido lo que quedaba de su tela sin apartar mi mirada No veo nada malo para querer irme de tu lado mi ángel de alas negras Toque sobre su piel y entonces pensé en algo que quizás le ayudaría a no sentirse de esa manera Tú me enseñaste tus cicatrices mi ángel, es hora de que te enseñe las mías Me moví de manera que pudiera levantarme y ponerme en un lateral de la cama y me pudiera ver Si no puedes ni tocarlas o verlas, podrás rechazarme y pedirme que me vaya, nunca te juzgare Suspire poniéndome de espaldas para quitar un cordón del vestido resbalando muy lentamente por mi cuerpo dejando ver mi espalda con algunas cicatrices, hasta mis caderas donde poco después también cayo hasta el suelo quedando alrededor de mis pies junto con el resto de ropa interior que pudiera llevar Mira mi espalda mi ángel, ¿Esto es lo que quieres? Gire mi cabeza mirándole sonrojada pues era la primera vez que me encontraba desnuda ante un hombre aunque solo se viera mi espalda y mi trasero, me cubría el pecho y mi intimidad Son cicatrices de cuando viví en la calle pero de ellas he podido aprender y gracias a ellas he llegado hasta ti pero ¿Podrías aceptar a una mujer que esta marcada por sus errores del pasado?
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Piel contra piel, la tela en el piso, el rostro descubierto, su cuerpo en mi lecho, el fatídico deseo de tomar gota a gota su vida y justo en mi mente una voz, un guardián que cuida de ella detenía inesperadamente cada uno de mis movimientos, tanto la ama aquel guardián que vive en mis adentros que me suplica de rodillas por ella, por su vida, reconozco cuán grande resulta ser el amor que le profesa.
El ángel de la muerte se muestra más que benevolente, ante los ruegos del guardián este maléfico demonio le perdona la vida, reprime sus voraces instintos porque el también sabe que cada pluma de sus alas negras han logrado sucumbir a su femenino poder , él ángel perturbado sabía lo que sentía, cada vez que la veía la bravura de ser parecía calmarse, serenarse como el oleaje del mar, el simple hecho de centrar la mirada en aquella joven provocaba en mi las sensaciones más inciertas que en siglos nadie había despertado excepto ella… Selena… mi Selena.
La calidez y la humedad de su aliento al susurrarme al oido cuanta era lo que me amaba, hacían que mi corazón muerto regresará a la vida, por primera vez era cobijado por alguien, era amado y ni siquiera para mi sorpresa un gesto de repudio y horror parecía dibujarse, aún no puedo entender porque no se marcha, porque a pesar de todo lo que diga a medias, a pesar de que mi cara y mi cuerpo son un adefesio ella continua, quizás era la inocencia de Selena, aquella que llenaba mi curiosidad la que no podía detectar la profundidad de mi maldad, las atrocidades que había cometido y cada vez que invocaba esos recuerdos donde Alice aparecía, por primera vez sentía que no era merecedor de una simple mortal… una simple mortal que se había convertido en mi ángel… un ángel de la vida que sin saberlo se enamoro de un ángel de la muerte, un eclipse estaba destinado en mi camino y en el suyo.
De pronto cuando el tiempo parecía haberse detenido, su vestido ya estaba en el piso, su dorso desnudo, su espalda descubierta quedaba ante mi expuesta, la mirada le recorría en una forma que nunca había logrado dar a nadie, los ojos de intensidad malva parecían suavizarse y sin embargo podía sentir una expresión de desconcierto muy marcado en mi rostro, escuche atentamente y de inmediato busque las marcas de las que tanto hablaba… por un momento creí que el infeliz de Leviathán y su estúpido acto “heroico” le habían hecho eso, pero al acercarme tímidamente pude contemplar que sus heridas habían sido hechas tiempo atrás, ahora todo tenía sentido y al mismo tiempo una especie de rabia altero toda calma -¡Malditos sean los mortales!- pensé enfurecido –Esto con sangre deberán pagar, sean ellos o los hijos de sus hijos, todo el maldito París… ¡Nadie toca lo que es mío, ni el pasado, ni en el presente!- inspire profundamente tratando de controlarme, ese sería un motivo más para seguir sometiendo a este país a mi antojo, solo porque se me place, por venganza.
-¿Quién?... ¿Quién te ha hecho esto?- interrogo seriamente, con una oscura colatura en mi voz –Un castigo debe caer sobre el o los culpables, puedo pasar todo menos que te hagan daño- respondí con un tono más suave que el anterior, tímidamente mi mano logró estirarse y comenzar a acariciar aquellas zonas en que las marcas eran más que evidentes – Tú no tienes que preguntarme si te acepto o no, porque yo te acepte desde la noche en que te vi en aquel cementerio y al prueba es que tu estas… viva- la revelación vino hasta mí y la serenidad volvió al cuerpo, si yo hubiera querido matarle como mis pensamientos me lo dictaban, lo hubiera hecho y sin piedad, en el cementerio o en el momento del desastre en mi teatro, las imágenes de mi cabeza era en realidad un profundo e insipiente miedo de perderla, sea por mi mano o por la ajena, por primera vez siento miedo –Además- continuo mientras la envuelvo en mi cuerpo aún cubierto por mi vestimenta –Soy completamente tuyo, soy yo el que dependo de ti, soy yo el que te preguntará una y otra vez si lo aceptaras a pesar de estas repugnantes marcas que yacen en mi rostro y en mi alma- continuando mi recorrido, mis manos fueron reconociendo cada parte de su cuerpo, sus caderas , sus brazos y mientras la escasa piel de mis labios recorrieron sus hombros y su cuello… después bese las marcas que pude, sonriendo volví a ella y le gire para contemplarle, esa timidez suya provoco que separará su mano que cubría sus senos colocándola en mi pecho -Esta noche estoy dispuesto a abandonar la oscuridad y todo lo que hay en ella Selena, a cambio de tu amada presencia, adelante contempla con tus ojos los restos de este esclavo tuyo y si realmente me aceptas esta noche mía serás- sabía perfectamente lo que descubriría, un vampiro diferente a los demás, carcomido por las llamas que envolvieron este cuerpo, dejándolo demacrado y sin vida –Amor mío, quítame los ropajes- dije en modo de suplica, arrancándole de los labios un beso intenso que llevaba en si la llama del deseo –Desde que te conocí hasta este momento logró entender, caer en la cuenta que sin ti simplemente no hay vida para mí… por favor envuélveme en ti… dame el amor que nadie ha querido ofrecerme, no te vayas a pesar de lo veas detrás de estas telas y de lo que llegues a descubrir más allá de esta piel fría y seca- una mirada compasiva fue desprendida de mis orbes que le observaban atentamente -No te avergüences- dije al ver que seguía cubriendo su feminidad -Jamás voy a lastimarte, mucho menos a señalarte- espero quieto, cerré mis ojos esperando aquel momento en el que pudiera sentir su mano bajo la tela, allí acariciando por mi primera vez, mi herido pecho..
El ángel de la muerte se muestra más que benevolente, ante los ruegos del guardián este maléfico demonio le perdona la vida, reprime sus voraces instintos porque el también sabe que cada pluma de sus alas negras han logrado sucumbir a su femenino poder , él ángel perturbado sabía lo que sentía, cada vez que la veía la bravura de ser parecía calmarse, serenarse como el oleaje del mar, el simple hecho de centrar la mirada en aquella joven provocaba en mi las sensaciones más inciertas que en siglos nadie había despertado excepto ella… Selena… mi Selena.
La calidez y la humedad de su aliento al susurrarme al oido cuanta era lo que me amaba, hacían que mi corazón muerto regresará a la vida, por primera vez era cobijado por alguien, era amado y ni siquiera para mi sorpresa un gesto de repudio y horror parecía dibujarse, aún no puedo entender porque no se marcha, porque a pesar de todo lo que diga a medias, a pesar de que mi cara y mi cuerpo son un adefesio ella continua, quizás era la inocencia de Selena, aquella que llenaba mi curiosidad la que no podía detectar la profundidad de mi maldad, las atrocidades que había cometido y cada vez que invocaba esos recuerdos donde Alice aparecía, por primera vez sentía que no era merecedor de una simple mortal… una simple mortal que se había convertido en mi ángel… un ángel de la vida que sin saberlo se enamoro de un ángel de la muerte, un eclipse estaba destinado en mi camino y en el suyo.
De pronto cuando el tiempo parecía haberse detenido, su vestido ya estaba en el piso, su dorso desnudo, su espalda descubierta quedaba ante mi expuesta, la mirada le recorría en una forma que nunca había logrado dar a nadie, los ojos de intensidad malva parecían suavizarse y sin embargo podía sentir una expresión de desconcierto muy marcado en mi rostro, escuche atentamente y de inmediato busque las marcas de las que tanto hablaba… por un momento creí que el infeliz de Leviathán y su estúpido acto “heroico” le habían hecho eso, pero al acercarme tímidamente pude contemplar que sus heridas habían sido hechas tiempo atrás, ahora todo tenía sentido y al mismo tiempo una especie de rabia altero toda calma -¡Malditos sean los mortales!- pensé enfurecido –Esto con sangre deberán pagar, sean ellos o los hijos de sus hijos, todo el maldito París… ¡Nadie toca lo que es mío, ni el pasado, ni en el presente!- inspire profundamente tratando de controlarme, ese sería un motivo más para seguir sometiendo a este país a mi antojo, solo porque se me place, por venganza.
-¿Quién?... ¿Quién te ha hecho esto?- interrogo seriamente, con una oscura colatura en mi voz –Un castigo debe caer sobre el o los culpables, puedo pasar todo menos que te hagan daño- respondí con un tono más suave que el anterior, tímidamente mi mano logró estirarse y comenzar a acariciar aquellas zonas en que las marcas eran más que evidentes – Tú no tienes que preguntarme si te acepto o no, porque yo te acepte desde la noche en que te vi en aquel cementerio y al prueba es que tu estas… viva- la revelación vino hasta mí y la serenidad volvió al cuerpo, si yo hubiera querido matarle como mis pensamientos me lo dictaban, lo hubiera hecho y sin piedad, en el cementerio o en el momento del desastre en mi teatro, las imágenes de mi cabeza era en realidad un profundo e insipiente miedo de perderla, sea por mi mano o por la ajena, por primera vez siento miedo –Además- continuo mientras la envuelvo en mi cuerpo aún cubierto por mi vestimenta –Soy completamente tuyo, soy yo el que dependo de ti, soy yo el que te preguntará una y otra vez si lo aceptaras a pesar de estas repugnantes marcas que yacen en mi rostro y en mi alma- continuando mi recorrido, mis manos fueron reconociendo cada parte de su cuerpo, sus caderas , sus brazos y mientras la escasa piel de mis labios recorrieron sus hombros y su cuello… después bese las marcas que pude, sonriendo volví a ella y le gire para contemplarle, esa timidez suya provoco que separará su mano que cubría sus senos colocándola en mi pecho -Esta noche estoy dispuesto a abandonar la oscuridad y todo lo que hay en ella Selena, a cambio de tu amada presencia, adelante contempla con tus ojos los restos de este esclavo tuyo y si realmente me aceptas esta noche mía serás- sabía perfectamente lo que descubriría, un vampiro diferente a los demás, carcomido por las llamas que envolvieron este cuerpo, dejándolo demacrado y sin vida –Amor mío, quítame los ropajes- dije en modo de suplica, arrancándole de los labios un beso intenso que llevaba en si la llama del deseo –Desde que te conocí hasta este momento logró entender, caer en la cuenta que sin ti simplemente no hay vida para mí… por favor envuélveme en ti… dame el amor que nadie ha querido ofrecerme, no te vayas a pesar de lo veas detrás de estas telas y de lo que llegues a descubrir más allá de esta piel fría y seca- una mirada compasiva fue desprendida de mis orbes que le observaban atentamente -No te avergüences- dije al ver que seguía cubriendo su feminidad -Jamás voy a lastimarte, mucho menos a señalarte- espero quieto, cerré mis ojos esperando aquel momento en el que pudiera sentir su mano bajo la tela, allí acariciando por mi primera vez, mi herido pecho..
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Si lo hubiera pensado hacia un tiempo, nunca me hubiera imaginado encontrarme asi, desnuda sintiendo la brisa rozar mi piel, dejando que me viera un hombre, sin ningún temor, sin ningún recelo, abriendo mi corazón, mi alma y mi todo ante él, deseando que él se sintiera como yo, que quisiera pegar su cuerpo al mio, piel contra piel, sus labios sobre los mios, sobre mi cuerpo recorriéndome y de igual manera haciendo yo, demostrándole que mis sentimientos son ciertos, fuertes y que había algo mas fuerte que nadie podría llegar a entender, a veces incluso era algo superior a mi, superior a él, era algo que no podíamos controlar, que estaba fuera de nuestro control y sin embargo me gustaba asi, algo puro, intocable y eterno, protegidos por un velo que nos envolvía y nos separaba de la realidad
Probablemente yo era muy ingenua creyendo que todo era sencillo y yo mejor que nadie, debía saber lo duro que era la vida y que no se podía vivir de sueños por mucho que ellos fueran perfectos como estaba siendo todo, quizás estaba en un sueño y resultaba que me había muerto en verdad en aquel teatro, ya no sabia que pensar, solo tenia claro una cosa, que fuera lo que fuera lo que estaba viviendo no pensaba dejar pasar la oportunidad de estar asi con el hombre al que amaba. Era el único que había despertado en mi la curiosidad por conocer la carne, su carne, la pasión que quería salir de mi interior y que nunca antes había conocido, ni creía que nunca llegaría a conocer gracias a lo sucedido en el pasado con mi madre
Me apenaba un poco encontrarme desnuda ante él pero sabia que apreciaría lo complicado que resultaba para mi y lo tomaría como algo significativo. Habia muchas mujeres mucho mas hermosa que yo pero sus ojos me decían que para él la visión era única y magnifica y que probablemente no cambiaria por nada, el paisaje que ante él se hallaba Comerciantes, vendedores trasehuntes, hombres que se divertían escuchando los gritos… Eran muchos los que abusaban de su poder con los mas desfavorecidos y sobre todo con los niños para demostrar cual seria nuestro lugar en el futuro cuando fueramos adultos, unos don nadies que solo podían trabajar para obtener un trozo de pan y poder comer No pasa nada, el estatus es asi, los fuertes se aprovechan de los débiles y los usan a su antojo Y por mucho que no me gustara asi era, niños robando comida, mujeres que se prostituían para poder vivir… era un desastre y esperaba que las cosas cambiasen con el tiempo y que yo pudiera llegar a verlo Tranquilo mi amor, todas estas cicatrices me llevaron hacia ti Me estremeci sintiendo sus labios y sus brazos por mi cuerpo y como iban encendiendo cada centimentro que recorria Y mi respuesta siempre será la misma, siempre te aceptare y siempre sere tuya y te buscare a cada instante Le sonreí dulcemente porque me parecía muy dulce el que se sintiera tan indefenso y adorable como podía llegar a sentirme yo pero por esta vez yo podía quitarle esa inquietud y miedo. Cerre los ojos cuando me giro y quitando mi mano de mi pecho quedando en el suyo y abriendo mis ojos para mirarle directamente a él ¿Entonces puedo quitarte toda la ropa? Empece a quitarle alguna prenda despacio, bastante torpe porque solo usaba una mano, acariciando cada centímetro que fuera quedando al descubierto ante mi mirada Esta bien amor, ahora veras todo lo que soy por fuera porque mi interior ya lo conoces completamente Quite mi mano de mi feminidad y empezaba ahora si a desvestirle bien besando cada parte de su piel sin importarme lo que fuera descubriendo, sino que siendo mas sensible y delicada, rozando mis labios suavemente
Probablemente yo era muy ingenua creyendo que todo era sencillo y yo mejor que nadie, debía saber lo duro que era la vida y que no se podía vivir de sueños por mucho que ellos fueran perfectos como estaba siendo todo, quizás estaba en un sueño y resultaba que me había muerto en verdad en aquel teatro, ya no sabia que pensar, solo tenia claro una cosa, que fuera lo que fuera lo que estaba viviendo no pensaba dejar pasar la oportunidad de estar asi con el hombre al que amaba. Era el único que había despertado en mi la curiosidad por conocer la carne, su carne, la pasión que quería salir de mi interior y que nunca antes había conocido, ni creía que nunca llegaría a conocer gracias a lo sucedido en el pasado con mi madre
Me apenaba un poco encontrarme desnuda ante él pero sabia que apreciaría lo complicado que resultaba para mi y lo tomaría como algo significativo. Habia muchas mujeres mucho mas hermosa que yo pero sus ojos me decían que para él la visión era única y magnifica y que probablemente no cambiaria por nada, el paisaje que ante él se hallaba Comerciantes, vendedores trasehuntes, hombres que se divertían escuchando los gritos… Eran muchos los que abusaban de su poder con los mas desfavorecidos y sobre todo con los niños para demostrar cual seria nuestro lugar en el futuro cuando fueramos adultos, unos don nadies que solo podían trabajar para obtener un trozo de pan y poder comer No pasa nada, el estatus es asi, los fuertes se aprovechan de los débiles y los usan a su antojo Y por mucho que no me gustara asi era, niños robando comida, mujeres que se prostituían para poder vivir… era un desastre y esperaba que las cosas cambiasen con el tiempo y que yo pudiera llegar a verlo Tranquilo mi amor, todas estas cicatrices me llevaron hacia ti Me estremeci sintiendo sus labios y sus brazos por mi cuerpo y como iban encendiendo cada centimentro que recorria Y mi respuesta siempre será la misma, siempre te aceptare y siempre sere tuya y te buscare a cada instante Le sonreí dulcemente porque me parecía muy dulce el que se sintiera tan indefenso y adorable como podía llegar a sentirme yo pero por esta vez yo podía quitarle esa inquietud y miedo. Cerre los ojos cuando me giro y quitando mi mano de mi pecho quedando en el suyo y abriendo mis ojos para mirarle directamente a él ¿Entonces puedo quitarte toda la ropa? Empece a quitarle alguna prenda despacio, bastante torpe porque solo usaba una mano, acariciando cada centímetro que fuera quedando al descubierto ante mi mirada Esta bien amor, ahora veras todo lo que soy por fuera porque mi interior ya lo conoces completamente Quite mi mano de mi feminidad y empezaba ahora si a desvestirle bien besando cada parte de su piel sin importarme lo que fuera descubriendo, sino que siendo mas sensible y delicada, rozando mis labios suavemente
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
¿Y ahora donde quedaba todo ese infierno que corroía todo mi ser, que durante siglos devoro a desdenes mi alma, esa alma podrida y vendida al supuesto mejor postor? ¿Dónde estaba el asesino sediento de sangre, de horror y de muerte?, ese asesino que en vez de estar aquí, debería estar matando por la rabia contenida, por la maldita impotencia de no tener al cazador en sus manos o mínimamente su máscara hecha añicos en mi sala de trofeos, ese hombre infernal se había ido tan pronto le vio a ella, esa mujer que desde un principio pareció amansarlo, dejando caer todo su poderío ante ella, perdonando su vida aquella noche y esta tambien, por dentro el estaba enterrando los colmillos de la muerte, envenenándose a sí mismo con tal de no lastimarle, pero que tan pronto como todo esto terminara el veneno terminara en Leviathán Shadow, ese al que aborrezco, el que aborrecen el demonio, el ángel y el fantasma, porque a todos nos toco la misma joya valiosa… Selena Scander.
Toda la magia que parece emanar de su inocencia me deja inmóvil, es imposible tan siquiera hacer un gesto, aun el aroma y el terciopelo de su piel permanecen impregnados en mis labios, en mis manos, esas manos que aun profanadas por el pecado y la sangre saben tambien convertirse en la entrada perfecta para que una sensación inexplicable despierte de a poco a un ser interior que pocas veces sale a luz, el verdadero Erik Destler o más bien dicho el hombre sin nombre, el que robo la identidad del músico siglos atrás y otra vez vuelvo a sentirme sucio por dentro, algo que solo con ella me sucede y que decido ignorar, escucho sus palabras y niego con la cabeza –Mejor no hablemos de eso por ahora- respondo, rechazo la idea de que a mi mente regresen los recuerdos de la infancia desdichada, del infierno del rechazo, de la máscara y la maldición eterna –Esta vez solo quiero que estemos tu y yo… mi noche, ese infinito velo oscuro que es lo único que poseo y es toda la belleza que puedo regalarte, porque de mi no hay nada de ella…- susurro apenas, pues algo más allá de mi control me toma preso, me agita y hace que mi corazón se inquiete y la respiración se acelere, mis ojos dan cuenta de cuan hermosa es ella y por dentro el demonio se llena de angustia, entra en pánico ante la idea de abalanzarse y acabar con su vida pero se contiene, el ángel y el sin nombre, el fantasma lo contienen e instintivamente recorro delicadamente su piel, repasando su figura como si de moldear arcilla se tratara, hundo mis manos en su cabello y le miro con esos terribles ojos color carmesí, mientras observo como descubre su feminidad, lo más valioso para ella… -Eres tan hermosa Selena- digo con ternura, el tono de mi voz se torna menos agresivo, pierde los colores grises de siglos, se desempolva la voz pasiva del ángel de la música, del ángel que intento ganar el corazón de una ingrata mortal –Mi flor del oscuro edén, eres la más pulcra y la más valiente de mis rosas, confías en tu cuidador y descubres ante sus ojos los pétalos que te conforman y eso para mí es… halagador, es…-detengo mis palabras y la melancolía invade mis adentros, me roba oxigeno, me secuestra por un instante –Es la primera muestra de afecto que recibo de alguien tan bello como tu- suspiro y le dejo proseguir.
La interrogante fue hecha pero no obtuvo respuesta, ahora además de corresponder a su gesto, el sentimiento me dictaba que debía acceder a que me despojara completamente de mis ropajes, no pude formular alguna palabra, solo un suspiro, solo un silencio y un sí solo es marcado por la cabeza, pude sentir sus labios rozando cada parte en que la brisa helada de las catacumbas, también querían tomar protagonismo.
Cerraba los ojos, esto era una dulce tortura, mas de una vez me contuve… no quería que me tocara más, que se manchara con esa suciedad, con el adefesio de mi cuerpo, ese marcado por el fuego, sin la suavidad en la piel… una cascara dura, una gárgola mal hecha, cuantas veces no me paso por la cabeza, tomar la soga y atarle las manos pero ese acto solo implicaba dolor, implicaba el horror y prefería que se llevara una imagen repugnante de mi ser por fuera que el miedo por saber lo que en realidad soy por dentro.
Mis primeras caricias, los primeros besos, cuchillas filosas que me estaban matando, que lograban perderme en los sonidos del silencio, más allá de las gotas caer en mi pequeño lago, del olor insípido de la humedad, del sonido apanicado de los que aún estaban contemplando la caída de mi teatro, mientras nosotros quedamos desnudos, viéndonos fijamente, yo le había separado de mi cuerpo del que ya no quedaba ni el rastro de amplia gabardina que siempre le cubría, ni las telas en el rostro, estaba mostrándome tal y como era, un hombre que inspiro el horror y el miedo hasta en su propia familia, instintivamente estire la mano, intentando tocarla, pero el arrepentimiento llego y retiro bruscamente toda intensión de tomarle prisionera entre mis brazos –Selena- le llamo casi en un debilitado susurro, pensando en mi cabeza formular exactamente la misma pregunta que les hecho a las dos mujeres que me traicionaron en el momento más inesperado –Supongo que soy más extraño que en tus sueños ¿Puedes incluso atreverte a mirar, o soportar la idea de mí imagen sinceramente?, el aspecto de esta gárgola repugnante pero secretamente anhela tu cielo en secreto, siempre, desde que te conocí, te anhela en secreto... ¿Selena podrás demostrarme que el miedo puede dar vuelta al amor? Si has de seguir conmigo aprenderás a ver el camino lleno de tortuosas sombras para encontrar al hombre detrás del monstruo, como se dice a si mismo esta carcasa repulsiva quién parece una bestia pero secretamente sueña con tu belleza, en secreto, secreto... Oh, Selena...- tomo sus manos entre las mías y quedo expectante a su respuesta, a cada gesto suyo, beso sus manos sin perderle de vista –Selena, flor mía, por primera vez este ángel sucumbe ante el miedo de perderte y aunque has jurado que nunca has de alejarte, prométemelo de nuevo, ahora que sabes quién está detrás de esos oscuros ropajes…dime que a pesar de todo esto que ves aquí te quedarás y solo entonces podre hacerte mía… y yo solo tuyo-.
Toda la magia que parece emanar de su inocencia me deja inmóvil, es imposible tan siquiera hacer un gesto, aun el aroma y el terciopelo de su piel permanecen impregnados en mis labios, en mis manos, esas manos que aun profanadas por el pecado y la sangre saben tambien convertirse en la entrada perfecta para que una sensación inexplicable despierte de a poco a un ser interior que pocas veces sale a luz, el verdadero Erik Destler o más bien dicho el hombre sin nombre, el que robo la identidad del músico siglos atrás y otra vez vuelvo a sentirme sucio por dentro, algo que solo con ella me sucede y que decido ignorar, escucho sus palabras y niego con la cabeza –Mejor no hablemos de eso por ahora- respondo, rechazo la idea de que a mi mente regresen los recuerdos de la infancia desdichada, del infierno del rechazo, de la máscara y la maldición eterna –Esta vez solo quiero que estemos tu y yo… mi noche, ese infinito velo oscuro que es lo único que poseo y es toda la belleza que puedo regalarte, porque de mi no hay nada de ella…- susurro apenas, pues algo más allá de mi control me toma preso, me agita y hace que mi corazón se inquiete y la respiración se acelere, mis ojos dan cuenta de cuan hermosa es ella y por dentro el demonio se llena de angustia, entra en pánico ante la idea de abalanzarse y acabar con su vida pero se contiene, el ángel y el sin nombre, el fantasma lo contienen e instintivamente recorro delicadamente su piel, repasando su figura como si de moldear arcilla se tratara, hundo mis manos en su cabello y le miro con esos terribles ojos color carmesí, mientras observo como descubre su feminidad, lo más valioso para ella… -Eres tan hermosa Selena- digo con ternura, el tono de mi voz se torna menos agresivo, pierde los colores grises de siglos, se desempolva la voz pasiva del ángel de la música, del ángel que intento ganar el corazón de una ingrata mortal –Mi flor del oscuro edén, eres la más pulcra y la más valiente de mis rosas, confías en tu cuidador y descubres ante sus ojos los pétalos que te conforman y eso para mí es… halagador, es…-detengo mis palabras y la melancolía invade mis adentros, me roba oxigeno, me secuestra por un instante –Es la primera muestra de afecto que recibo de alguien tan bello como tu- suspiro y le dejo proseguir.
La interrogante fue hecha pero no obtuvo respuesta, ahora además de corresponder a su gesto, el sentimiento me dictaba que debía acceder a que me despojara completamente de mis ropajes, no pude formular alguna palabra, solo un suspiro, solo un silencio y un sí solo es marcado por la cabeza, pude sentir sus labios rozando cada parte en que la brisa helada de las catacumbas, también querían tomar protagonismo.
Cerraba los ojos, esto era una dulce tortura, mas de una vez me contuve… no quería que me tocara más, que se manchara con esa suciedad, con el adefesio de mi cuerpo, ese marcado por el fuego, sin la suavidad en la piel… una cascara dura, una gárgola mal hecha, cuantas veces no me paso por la cabeza, tomar la soga y atarle las manos pero ese acto solo implicaba dolor, implicaba el horror y prefería que se llevara una imagen repugnante de mi ser por fuera que el miedo por saber lo que en realidad soy por dentro.
Mis primeras caricias, los primeros besos, cuchillas filosas que me estaban matando, que lograban perderme en los sonidos del silencio, más allá de las gotas caer en mi pequeño lago, del olor insípido de la humedad, del sonido apanicado de los que aún estaban contemplando la caída de mi teatro, mientras nosotros quedamos desnudos, viéndonos fijamente, yo le había separado de mi cuerpo del que ya no quedaba ni el rastro de amplia gabardina que siempre le cubría, ni las telas en el rostro, estaba mostrándome tal y como era, un hombre que inspiro el horror y el miedo hasta en su propia familia, instintivamente estire la mano, intentando tocarla, pero el arrepentimiento llego y retiro bruscamente toda intensión de tomarle prisionera entre mis brazos –Selena- le llamo casi en un debilitado susurro, pensando en mi cabeza formular exactamente la misma pregunta que les hecho a las dos mujeres que me traicionaron en el momento más inesperado –Supongo que soy más extraño que en tus sueños ¿Puedes incluso atreverte a mirar, o soportar la idea de mí imagen sinceramente?, el aspecto de esta gárgola repugnante pero secretamente anhela tu cielo en secreto, siempre, desde que te conocí, te anhela en secreto... ¿Selena podrás demostrarme que el miedo puede dar vuelta al amor? Si has de seguir conmigo aprenderás a ver el camino lleno de tortuosas sombras para encontrar al hombre detrás del monstruo, como se dice a si mismo esta carcasa repulsiva quién parece una bestia pero secretamente sueña con tu belleza, en secreto, secreto... Oh, Selena...- tomo sus manos entre las mías y quedo expectante a su respuesta, a cada gesto suyo, beso sus manos sin perderle de vista –Selena, flor mía, por primera vez este ángel sucumbe ante el miedo de perderte y aunque has jurado que nunca has de alejarte, prométemelo de nuevo, ahora que sabes quién está detrás de esos oscuros ropajes…dime que a pesar de todo esto que ves aquí te quedarás y solo entonces podre hacerte mía… y yo solo tuyo-.
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Mi alma queria gritar, decirle todo lo que le estaba diciendo y mucho mas, mis labios no sabian expresar con toda claridad como me sentia. Queria saber que era lo que sentia él, pues a pesar de sus palabras de vez en cuando parecia irse al mundo de los pensamientos y ahi quedarse debatiendo algun asunto que yo desconocia y que suplicaba mi interior porque no tuviera que ver conmigo, que no le martirizase Esta bien sera como tú desees amor, solo dejame ayudarte si yo puedo hacer algo Nunca le impondria mi presencia si no me necesitaba pues podia agobiarle y llegar a pederle y el solo hecho de pensarlo me atemorizaba Solos tú y yo... suena mas que perfecto y lo unico que deseo ahora mismo Le respondo con lo que me consigo oir apenas de su susurro
Solo le miraba, le miraba fijamente a los ojos, con una clara decision que habia tomado, con todo lo que implicaba entregarme a él, darle todo sin importar nada mas en el mundo. Sus caricias me hacen estremecer, nunca habia sentido nada igual, por su recorrido un reguero de calor dejaba a su paso que se calmaba con la temperatura mas fresca del ambiente ¿Soy hermosa? ¿De verdad lo piensas? Nerviosa y dudosa le pregunte pues nunca lo habia oido decir de ningun hombre, mejor dicho de ninguno que tuviera unas intenciones buenas conmigo, que no quisiera hacerme daño Mi angel, no tengo mucho para entregar pero lo que te doy es muy valioso por eso me descubro ante ti, porque se que sabras apreciarlo y cuidarlo como si de un pequeño tesoro se tratara No solo le estaba entregando mi cuerpo y mi corazon, sino con ello mi confianza, una confianza que nunca habia tenido con ningun hombre porque a pesar de que solo conocia a dos que no me daban miedo algo dentro de mi me decia que tuviera cuidado que podrian traicionarme, como fue con uno de ellos pero eso era pasado y ya no debia pensarlo
Fui quitandole cada prenda besando cada parte de su cuerpo segun iba descubriendo, hasta dejarle solo con una de la parte inferior pues no sabia si seria correcto llegar hasta ese punto siendo asi quizas demasiado atrevida asique simplemente pare dejandole hacer a él No se si yo deba...
Separados note que intentaba acercarme a él sin embargo parecia haberse arrepentido asique fui yo quien tome su manos entrelanzando nuestros dedos acercandome a él Dime mi angel, aqui estoy y no me ire nunca Su pregunta me pillo por sorpresa pues con todo lo que estaba sucediendo no podia llegar a entender porque aun dudaba Te estoy mirando y no veo nada de eso que dices pero si en verdad crees que eres un monstruo y detras esta el hombre, voy a luchar por verle, por demostrarle que si puede existir un cielo en la tierra y que se lo merece tanto o mas que cualquier otra persona, un hombre que tendra un lugar al que llamar hogar, un hombre que cuando regrese a casa encontrara a la mujer que le ama, con la misma sonrisa que el primer dia A pesar de todas sus palabras que parecian querer alejarme asustandome, era dulce conmigo, sus gestos asi me lo demostraban, habia mas alla de él que una carcasa o una piel de hombre, habia un corazon Te prometo que siempre estare esperandote, anhelando tu regreso para poder besarte y cuidate... Darte todo eso que algun dia te negaron y que yo intentare darte Le di un beso en los labios suave mirandole a los ojos y pegandome completamente a él sintiendo su cuerpo junto al mio sin percartarme de su piel fria, pues al fin y al cabo en la cueva hacia frio
Solo le miraba, le miraba fijamente a los ojos, con una clara decision que habia tomado, con todo lo que implicaba entregarme a él, darle todo sin importar nada mas en el mundo. Sus caricias me hacen estremecer, nunca habia sentido nada igual, por su recorrido un reguero de calor dejaba a su paso que se calmaba con la temperatura mas fresca del ambiente ¿Soy hermosa? ¿De verdad lo piensas? Nerviosa y dudosa le pregunte pues nunca lo habia oido decir de ningun hombre, mejor dicho de ninguno que tuviera unas intenciones buenas conmigo, que no quisiera hacerme daño Mi angel, no tengo mucho para entregar pero lo que te doy es muy valioso por eso me descubro ante ti, porque se que sabras apreciarlo y cuidarlo como si de un pequeño tesoro se tratara No solo le estaba entregando mi cuerpo y mi corazon, sino con ello mi confianza, una confianza que nunca habia tenido con ningun hombre porque a pesar de que solo conocia a dos que no me daban miedo algo dentro de mi me decia que tuviera cuidado que podrian traicionarme, como fue con uno de ellos pero eso era pasado y ya no debia pensarlo
Fui quitandole cada prenda besando cada parte de su cuerpo segun iba descubriendo, hasta dejarle solo con una de la parte inferior pues no sabia si seria correcto llegar hasta ese punto siendo asi quizas demasiado atrevida asique simplemente pare dejandole hacer a él No se si yo deba...
Separados note que intentaba acercarme a él sin embargo parecia haberse arrepentido asique fui yo quien tome su manos entrelanzando nuestros dedos acercandome a él Dime mi angel, aqui estoy y no me ire nunca Su pregunta me pillo por sorpresa pues con todo lo que estaba sucediendo no podia llegar a entender porque aun dudaba Te estoy mirando y no veo nada de eso que dices pero si en verdad crees que eres un monstruo y detras esta el hombre, voy a luchar por verle, por demostrarle que si puede existir un cielo en la tierra y que se lo merece tanto o mas que cualquier otra persona, un hombre que tendra un lugar al que llamar hogar, un hombre que cuando regrese a casa encontrara a la mujer que le ama, con la misma sonrisa que el primer dia A pesar de todas sus palabras que parecian querer alejarme asustandome, era dulce conmigo, sus gestos asi me lo demostraban, habia mas alla de él que una carcasa o una piel de hombre, habia un corazon Te prometo que siempre estare esperandote, anhelando tu regreso para poder besarte y cuidate... Darte todo eso que algun dia te negaron y que yo intentare darte Le di un beso en los labios suave mirandole a los ojos y pegandome completamente a él sintiendo su cuerpo junto al mio sin percartarme de su piel fria, pues al fin y al cabo en la cueva hacia frio
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
-Tus deseos son ordenes para mí- respondía apenas en palabras legibles a sus oídos, tenerle tan cerca me estremecía de una manera ensordecedora y eso me hacia sentir... vivo.
-¿Te asusta el frío de mi piel?- el miedo era notorio, en cualquier momento podía alejarse de mí lado y yo... yo de que modo explicaría lo que era, huiría, vería el monstruo que soy en realidad, sabrá que le he mentido, era casi imposible mantener concentración en el momento tan solo de adelantar el futuro -Supongo que no estas acostumbrada a la temperatura de mi hogar, ven conmigo- con la mayor precaución que pudiese existir la tome entre mis brazos, el suelo era tan húmedo como para que pudiese caminar por allí, tenía que comprender que ella aún era una humana, tan frágil como cualquiera y ante mía ojos, era como el cristal más fino que pudiese existir en todo París, una pieza irremplazable que cualquier momento podía quebrarse -Este lugar te cobijará, te dará el calor que yo no puedo propocionarte- la lleve a mi lecho que en siglos solo fue mío, aquel enorme cisne de oro recibía con sus alas abiertas a la más preciada de mis rosas, allí aquel pájaro permanecería, navegando en un río imaginario mientras la noche se nos derramaría de la manos a los dos.
La recoste en medio de las finas cobijas y sabanas de satín, todas coloreadas del color de la sangre o del rubí, allí su brillo era apocado por su bella desnudez, algo que jamás había apreciado por el aislamiento, el rechazo o el apuro de obtener el placer de la sangre mientras mataba a angra fría a las prostitutas que a mi se antojaban.
Parecía una obra de arte aquel cuerpo femenino y finalmente pude ver en una criatura de orden mortal una inocencia que esperaba ser corrompida por mí, suplicando entre la timidez y el silencio hacerla mía.
Una sutil ráfaga de viento penetro el lugar, extinguiendo las llamas de todas las velas excepto la que iluminaba parte de mi lecho, allí todo quedo a media luz, ordene a mis fuerzas invisibles cerraran las cortinas y nos dejaran solos mientras yo me iba recostando a su lado.
De mi lado aún todo era oscuridad, mientras del suyo todo estaba a media luz -Esta noche te necesito, te necesito más que nunca Selena- susurre, tomándome la libertad de acariciar su rostro, de apartar su largo y lizo cabello, el cambio en mi mirada era radical cada vez que la tenía cerca, podía sentirlo, a pesar de que la oscuridad seguía envolviendome en el anonimato -Finalmente tu amor deja de ser una sombra, para convertirse en el recuerdo que ha de permanecer conmigo en la eternidad o si el tiempo esta contado ya- le acerque más a mí con mis brazos, le llene de besos y cada vez mi pasión por ella iba en aumento, pronto pase de estar a su costado a estar sobre de ella, procurando no lastimarla, mis manos moldeaban delicadamente cada parte de su cuerpo, rozaba sus piernas, sus caderas, seguía la forma de sus pechos, su cuello era mi debilidad, todo estaba impregnado de esa fragancia que me abrumaba, tal era la necesidad que prefería su esencia a el propio aire que respiraba, mientras continuaba con ella ráfaga de amo, tome sus manos y las coloque en mi espalda, ella se estaba entregando a un monstruo pero pese al pensamiento torturador ya no ya no podía parar, todo lo confirmaba por primera vez.. amaba y era correspondido.
-Hace mucho tiempo soñé con dar luz a otra vida pero ahora solo queda dar amor en la oscuridad- susurre -Abrazame fuerte rosa de mi oscuro edén quiero sentirte mía por siempre- suspire profundamente -¿Quieres que continúe o debo detenerme ahora y dejarte ahora?- Estoy perdido por una humana, por una mortal... el monstruo y el humano detrás de la máscara se estaban haciendo pedazos, sacrificando sus instintos, su sed de venganza, su placer por amor, no había más que hacer el eclipse entre la rosa y las tinieblas estaba ocurriendo ahora mismo.
-¿Te asusta el frío de mi piel?- el miedo era notorio, en cualquier momento podía alejarse de mí lado y yo... yo de que modo explicaría lo que era, huiría, vería el monstruo que soy en realidad, sabrá que le he mentido, era casi imposible mantener concentración en el momento tan solo de adelantar el futuro -Supongo que no estas acostumbrada a la temperatura de mi hogar, ven conmigo- con la mayor precaución que pudiese existir la tome entre mis brazos, el suelo era tan húmedo como para que pudiese caminar por allí, tenía que comprender que ella aún era una humana, tan frágil como cualquiera y ante mía ojos, era como el cristal más fino que pudiese existir en todo París, una pieza irremplazable que cualquier momento podía quebrarse -Este lugar te cobijará, te dará el calor que yo no puedo propocionarte- la lleve a mi lecho que en siglos solo fue mío, aquel enorme cisne de oro recibía con sus alas abiertas a la más preciada de mis rosas, allí aquel pájaro permanecería, navegando en un río imaginario mientras la noche se nos derramaría de la manos a los dos.
La recoste en medio de las finas cobijas y sabanas de satín, todas coloreadas del color de la sangre o del rubí, allí su brillo era apocado por su bella desnudez, algo que jamás había apreciado por el aislamiento, el rechazo o el apuro de obtener el placer de la sangre mientras mataba a angra fría a las prostitutas que a mi se antojaban.
Parecía una obra de arte aquel cuerpo femenino y finalmente pude ver en una criatura de orden mortal una inocencia que esperaba ser corrompida por mí, suplicando entre la timidez y el silencio hacerla mía.
Una sutil ráfaga de viento penetro el lugar, extinguiendo las llamas de todas las velas excepto la que iluminaba parte de mi lecho, allí todo quedo a media luz, ordene a mis fuerzas invisibles cerraran las cortinas y nos dejaran solos mientras yo me iba recostando a su lado.
De mi lado aún todo era oscuridad, mientras del suyo todo estaba a media luz -Esta noche te necesito, te necesito más que nunca Selena- susurre, tomándome la libertad de acariciar su rostro, de apartar su largo y lizo cabello, el cambio en mi mirada era radical cada vez que la tenía cerca, podía sentirlo, a pesar de que la oscuridad seguía envolviendome en el anonimato -Finalmente tu amor deja de ser una sombra, para convertirse en el recuerdo que ha de permanecer conmigo en la eternidad o si el tiempo esta contado ya- le acerque más a mí con mis brazos, le llene de besos y cada vez mi pasión por ella iba en aumento, pronto pase de estar a su costado a estar sobre de ella, procurando no lastimarla, mis manos moldeaban delicadamente cada parte de su cuerpo, rozaba sus piernas, sus caderas, seguía la forma de sus pechos, su cuello era mi debilidad, todo estaba impregnado de esa fragancia que me abrumaba, tal era la necesidad que prefería su esencia a el propio aire que respiraba, mientras continuaba con ella ráfaga de amo, tome sus manos y las coloque en mi espalda, ella se estaba entregando a un monstruo pero pese al pensamiento torturador ya no ya no podía parar, todo lo confirmaba por primera vez.. amaba y era correspondido.
-Hace mucho tiempo soñé con dar luz a otra vida pero ahora solo queda dar amor en la oscuridad- susurre -Abrazame fuerte rosa de mi oscuro edén quiero sentirte mía por siempre- suspire profundamente -¿Quieres que continúe o debo detenerme ahora y dejarte ahora?- Estoy perdido por una humana, por una mortal... el monstruo y el humano detrás de la máscara se estaban haciendo pedazos, sacrificando sus instintos, su sed de venganza, su placer por amor, no había más que hacer el eclipse entre la rosa y las tinieblas estaba ocurriendo ahora mismo.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Se me hacia tan raro que un hombre se pudiera acercar a mi y mas raro aun que me pudiera consentir de esa manera Me gusta el frescor de tu piel, mi piel ahora esta muy caliente, nunca estuvo asi ¿Te molesta el calor de mi piel? Todo era muy nuevo para mi y no entendia como mi cuerpo podia conseguir esa temperatura con solo su cercania, aunque ya solo con su mirada el calor subia a mis mejillas dandoles un color rosado.
Me agarre a su cuello suavemente cuando me tomo entre sus brazos recostando mi cabeza en su pecho Muchas gracias mi angel No solo le estaba agradeciendo por el hecho de que me llevara a su lecho, sino por todo lo que me habia dado sin que él mismo se hubiera dado cuenta. Al mismo tiempo me ponia nerviosa porque se aproximaba el momento en que solo seria suya, ahora y siempre, solo esperaba estar a la altura de sus espectativas en todos los terrenos posibles
Me sorprendi un poco cuando las velas se apagaron pero mas que asustarme me senti comoda, era todo como un cuento de hadas y en el que yo estaba siendo la protagonista Yo tambien te necesito Le sonrei tierna y dulcemente cerrando los ojos al contacto de su mano. Me pegue a él cuando me acerco devolviendole cada uno de los besos con toda la ternura posible pero a la vez con toda la pasion que habia ocultado siempre y que ahora y solo para él salia.
Mis manos recorrian su espalda despacio, como queria hacerse dueñas de todo su cuerpo aunque algo temerosas por si no le gustaba o lo hacia daño pero al mismo tiempo, él podia sentir como mi piel se encendia a su paso, se estremecia cuando sus manos se alejaban... En estos momentos ya no pensaba en nada, nada de lo que me habia dicho queriendo alejarme, ni mis propios pensamientos, solo escuchaba a mi corazon y como latia acelerado por él.
Le abrace fuertemente como me pidio, yo tambien queria sentirle, sentir que no era un sueño No me dejes nunca mi angel, no te pares nunca... solo necesito de ti para vivir Fue mi respuesta en un susurro a su pregunta, algo simple pero lleno de mas cosas que solo nosotros podriamos entender No quiero perderte, ni defraudarte
Me agarre a su cuello suavemente cuando me tomo entre sus brazos recostando mi cabeza en su pecho Muchas gracias mi angel No solo le estaba agradeciendo por el hecho de que me llevara a su lecho, sino por todo lo que me habia dado sin que él mismo se hubiera dado cuenta. Al mismo tiempo me ponia nerviosa porque se aproximaba el momento en que solo seria suya, ahora y siempre, solo esperaba estar a la altura de sus espectativas en todos los terrenos posibles
Me sorprendi un poco cuando las velas se apagaron pero mas que asustarme me senti comoda, era todo como un cuento de hadas y en el que yo estaba siendo la protagonista Yo tambien te necesito Le sonrei tierna y dulcemente cerrando los ojos al contacto de su mano. Me pegue a él cuando me acerco devolviendole cada uno de los besos con toda la ternura posible pero a la vez con toda la pasion que habia ocultado siempre y que ahora y solo para él salia.
Mis manos recorrian su espalda despacio, como queria hacerse dueñas de todo su cuerpo aunque algo temerosas por si no le gustaba o lo hacia daño pero al mismo tiempo, él podia sentir como mi piel se encendia a su paso, se estremecia cuando sus manos se alejaban... En estos momentos ya no pensaba en nada, nada de lo que me habia dicho queriendo alejarme, ni mis propios pensamientos, solo escuchaba a mi corazon y como latia acelerado por él.
Le abrace fuertemente como me pidio, yo tambien queria sentirle, sentir que no era un sueño No me dejes nunca mi angel, no te pares nunca... solo necesito de ti para vivir Fue mi respuesta en un susurro a su pregunta, algo simple pero lleno de mas cosas que solo nosotros podriamos entender No quiero perderte, ni defraudarte
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Y de pronto surgió la duda ¿Alguien como yo era capaz de amar aún carente del corazón? ¿Era capaz de manchar y de arrastrar al infierno a un a lama blanca y llena de inocencia como aquella que tenia entre mis brazos y seda?, cuantas interrogantes eran las que rondaban en mi cabeza, más sus palabras inundaron de paz mi propio pensamiento atormentado, deje para luego dudas y culpas… culpas, ¿Seria eso lo que estrujaba mi pecho?
Volví a aproximarme, la tibieza de su aliento y de su cuerpo provocaron que me estremeciera a grados inexplicables, como hace siglos deje sentir, de mis labios entregue el beso más blanco que pude haber dado por vez primera en cada rincón de su piel, tomaba con delicadeza cada parte de su figura, moldeando y reconociéndola con mis manos carentes de los guantes que siempre les cubrían tan misteriosa, tan delicadamente como ahora ella lo hacia.
A pesar de todo seguía escondiéndome donde podía, mi rostro entre sus cabellos perfumados o en su cuello donde más de una vez proporcionaba besos en de las mordidas mortales a las que estaba acostumbrado para obtener mi deleite, en vez de eso los besos tenían algo distinto, una combinación entre placer y dolor, ante todo me dolía…. era extraño, era como si por amarla me estuviese envenenando lentamente, mi interior ardía pero mi exterior se llenaba de jubilo, de al final alguien me amaba, alguien aceptaba a un monstruo como yo… ese monstruo que tan acomplejado buscaba cobijo bajo las sombras que quedaban con vida, ellas cubrían mi cuerpo como a ella la cubría la ceda y la luz a medias, y aún así podía sentir sus manos acariciando mi espalda, aferrandose a mi… queriendo lo que era por fuera sin repudio, sin asco.
Ella hacia el amor con una sombra, de la que quizás solo vería sus ojos rojizos, esos ojos que finalmente daban cuenta de algo mas dulce que los atroces crímenes cometidos por mis manos, esas manos que de pronto con el va y ven por encima de sus piernas dieron paso entre ellas, amor de doncella, como dirían siglos atrás, el amor de un amante, amor que en alguien vivo amenazaría con sembrar rosas en vientre femenino…
Mis embestidas confrontaban con sus caderas que me correspondían, hasta volvernos solo uno, un monstruo y una reina, el sol y la luna… un eclipse que solo el distingo sabrá donde ha de terminar -Te…. te amo- susurre a su oído y era hacer a un más grande la herida que estaba matando al demonio que quería hacer más de ella, pero que el hombre no deba cabida, el prefería morderse los labios con aquellas afiladas cuchillas, prefería hacerse daño a él mismo antes que a ella… y finalmente cuando ambos parecíamos llegar al final del acto, mis dudas se aclararon al instante:
“Te escogí a ti, porque me di cuenta que encontraste mi punto débil, punto que ni yo conocía, fuiste la única que descubrió la forma de calmar a esta alma indomable, te escogí porque me di cuenta que valía la pena Selena, valía la pena los riesgos, valía la pena la eternidad si llevo tu recuerdo conmigo”
Susurre dejándome caer rendido entre sus brazos, sintiendo y jurándome que aunque sea lo último que haga Leviathán desaparecerá, si eso significa liberar a Selena del peligro que conlleva estar a mi lado, el desaparecerá para siempre… por que amo a esa mujer, la amo más que a la propia sangre que años atrás empañaron el teatro y mi propia historia.
Volví a aproximarme, la tibieza de su aliento y de su cuerpo provocaron que me estremeciera a grados inexplicables, como hace siglos deje sentir, de mis labios entregue el beso más blanco que pude haber dado por vez primera en cada rincón de su piel, tomaba con delicadeza cada parte de su figura, moldeando y reconociéndola con mis manos carentes de los guantes que siempre les cubrían tan misteriosa, tan delicadamente como ahora ella lo hacia.
A pesar de todo seguía escondiéndome donde podía, mi rostro entre sus cabellos perfumados o en su cuello donde más de una vez proporcionaba besos en de las mordidas mortales a las que estaba acostumbrado para obtener mi deleite, en vez de eso los besos tenían algo distinto, una combinación entre placer y dolor, ante todo me dolía…. era extraño, era como si por amarla me estuviese envenenando lentamente, mi interior ardía pero mi exterior se llenaba de jubilo, de al final alguien me amaba, alguien aceptaba a un monstruo como yo… ese monstruo que tan acomplejado buscaba cobijo bajo las sombras que quedaban con vida, ellas cubrían mi cuerpo como a ella la cubría la ceda y la luz a medias, y aún así podía sentir sus manos acariciando mi espalda, aferrandose a mi… queriendo lo que era por fuera sin repudio, sin asco.
Ella hacia el amor con una sombra, de la que quizás solo vería sus ojos rojizos, esos ojos que finalmente daban cuenta de algo mas dulce que los atroces crímenes cometidos por mis manos, esas manos que de pronto con el va y ven por encima de sus piernas dieron paso entre ellas, amor de doncella, como dirían siglos atrás, el amor de un amante, amor que en alguien vivo amenazaría con sembrar rosas en vientre femenino…
Mis embestidas confrontaban con sus caderas que me correspondían, hasta volvernos solo uno, un monstruo y una reina, el sol y la luna… un eclipse que solo el distingo sabrá donde ha de terminar -Te…. te amo- susurre a su oído y era hacer a un más grande la herida que estaba matando al demonio que quería hacer más de ella, pero que el hombre no deba cabida, el prefería morderse los labios con aquellas afiladas cuchillas, prefería hacerse daño a él mismo antes que a ella… y finalmente cuando ambos parecíamos llegar al final del acto, mis dudas se aclararon al instante:
“Te escogí a ti, porque me di cuenta que encontraste mi punto débil, punto que ni yo conocía, fuiste la única que descubrió la forma de calmar a esta alma indomable, te escogí porque me di cuenta que valía la pena Selena, valía la pena los riesgos, valía la pena la eternidad si llevo tu recuerdo conmigo”
Susurre dejándome caer rendido entre sus brazos, sintiendo y jurándome que aunque sea lo último que haga Leviathán desaparecerá, si eso significa liberar a Selena del peligro que conlleva estar a mi lado, el desaparecerá para siempre… por que amo a esa mujer, la amo más que a la propia sangre que años atrás empañaron el teatro y mi propia historia.
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Y en este momento venian a mi cabeza cada recuerdo de mi infancia y que me habian alejado de los hombres, el desprecio y rechazo de mi padre cuando mi madre se entero que estaba embarazada, los hombres que mi madre metia en su habitacion para poder mantenernos a las dos y algunos de los hombres que habian intentado que yo hiciera lo mismo aunque por suerte mi madre me habia alejado o mas posible de ellos, lo que muchas veces le habia causado golpes por parte de ellos. Su trabajo le habia llevado a la muerte a muy temprana edad y yo me habia quedado en la calle, viendo como los hombres se aprovechaban de cualquier oportunidad que vieran para usar a los niños.
Todo ello me habia llevado hasta el dia en que le conoci, donde debia haber huido mas no lo hice, solo pude quedar cautivada y desear conocerle en todos los sentidos que él me permitiera ¿Seria eso posible? ¿Seria una ilusion lo que estaba viviendo ahora y terminaria rota como le paso a mi madre? Queria creer que no seria asi que este seria mi cuento feliz, tenia que dejarme llevar como habia estado haciendo y no pensar en todo ello, no queria perderle por mi indecision pues eso me doleria y destruiria mas que cualquier traicion, la lejania me terminaria consumiendo.
Sus embestidas eran demostracion de la preocupacion que sentia, ya que no queria hacerme daño, ademas mi cuerpo respondia a sus gestos de igual manera, con igual pasion Te amo, mi angel Le acariciaba su rostro mirandole con una sonrisa dulce, ahora le pertenecia, solo a él y eso no cambiaria nunca pasara lo que pasara
Ambos habiamos acabado agotados pero aun asi tenia fuerzas para abrazarle y acariciar su cabello suavemente, meciendole para que descansara Mi angel, nunca me ire de tu lado, eres quien me hace sentir viva cuando creia que ya no habia nada bueno para mi en este mundo Mis ojos sin que yo pudiera evitarlo se iban cerrando lentamente, con la duda y la esperanza de que cuando despertase estuviera a mi lado
Todo ello me habia llevado hasta el dia en que le conoci, donde debia haber huido mas no lo hice, solo pude quedar cautivada y desear conocerle en todos los sentidos que él me permitiera ¿Seria eso posible? ¿Seria una ilusion lo que estaba viviendo ahora y terminaria rota como le paso a mi madre? Queria creer que no seria asi que este seria mi cuento feliz, tenia que dejarme llevar como habia estado haciendo y no pensar en todo ello, no queria perderle por mi indecision pues eso me doleria y destruiria mas que cualquier traicion, la lejania me terminaria consumiendo.
Sus embestidas eran demostracion de la preocupacion que sentia, ya que no queria hacerme daño, ademas mi cuerpo respondia a sus gestos de igual manera, con igual pasion Te amo, mi angel Le acariciaba su rostro mirandole con una sonrisa dulce, ahora le pertenecia, solo a él y eso no cambiaria nunca pasara lo que pasara
Ambos habiamos acabado agotados pero aun asi tenia fuerzas para abrazarle y acariciar su cabello suavemente, meciendole para que descansara Mi angel, nunca me ire de tu lado, eres quien me hace sentir viva cuando creia que ya no habia nada bueno para mi en este mundo Mis ojos sin que yo pudiera evitarlo se iban cerrando lentamente, con la duda y la esperanza de que cuando despertase estuviera a mi lado
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
Desde aquella noche en que fuimos uno, no deje de procurarle, aún podía sentirla acariciando sin repudio mi rostro, revolviendo el escaso pelo que cubría mi cráneo y mis sienes, el hombre detrás del fantasma la amaba y el demonio debajo de la mascara la odia, puesto que había corrompido aquella alma desgraciada que le proporcionaba el más sangrientos de los platillos en bandeja de plata.
Mientras los días pasaban, mientras acomodaba cada detalle ante la batalla final contra mi miserable rival, cuidaba de ella como la rosa mas valiosa de mi edén, por las noches después de entablar largas charlas, deleitarla con mi música y en ocasiones repetir aquel sagrado acto en el que dos cuerpos se vuelven en uno solo , salía a buscar alimento, ella sabia lo básico de mi, que los ángeles con alas negras solo podíamos vagar en la noche y que no requeríamos de comida como los seres terrenales, las más detestables criaturas que ha podido crear Dios, si es que hay uno en los cielos.
Cada noche procuraba hacerle reír y hablar, su voz era el único bálsamo que podía hacer el maravilloso milagro de sentirme limpio aun cuando había deshecho un cuerpo entre los callejones y había hecho un escándalo con la sangre fresca, cada día salía en los diarios un nuevo caso que la policía no podía investigar y que a todo París lo hacía temblar por las noches, durante ese tiempo intente que Selena no leyera los diarios pero fue imposible que no se percatara que mis problemas iban más allá de un cazador y un teatro hecho cenizas, el día que acabe con el imbécil de Lorenzo, todo mi atuendo quedo salpicado del carmesí de esa escoria, mi pequeña rosa no pudo dejar su curiosidad nata y preguntar que era lo que había pasado en el momento, evadí la pregunta con otras, tal y como ahora quiero evadir lo inevitable... La despedida.
Era la única por la que podía sentir algo extraño en mi pecho cada vez que pensaba en ese triste día, ese espantoso día que hoy llegaba, el cinco noviembre se había hecho presente, como cada noche la deleite con la música que lograba desprender de las cuerdas de mi viejo violín,esa noche hasta las cuerdas lloraban, derramaban las lagrimas de sangre que yo debía suprimir, no quería que pensara que era igual que cualquier hombre en su vida, que la dejaría, pero ni yo sabia lo que sucedería -Selena- dije en cuanto había concluido la melodía -Yo... Yo... Debo salir esta noche, pero... A donde voy es probable que tu no puedas venir, es peligroso y lo que menos quiero es perderte de nuevo- me volví a ella con seriedad marcada en la voz y en lo poco que se podía apreciar de mi rostro tras la tela -El... Hombre que quemo mi teatro, me ha citado esta noche en su casa y debo ir.... No espero que lo entiendas, solo ten en cuenta que el es un hombre desgraciadamente malo y peligroso, alguien dispuesto a destruirme a como de lugar y conmigo querrá que te vayas y no voy a permitir que te haga daño, no mientras viva- dije cabizbajo recargando mi frente contra la suya, repasando su figura con mis manos envueltas en piel oscura de animal salvaje, cerré los ojos por instantes, negándome a abandonar ese sueño del que debía despertar -Selena, debo darte algo antes de irme, ven conmigo- le tome de la mano, tomándola con fuerza, algo que fuese soportable para ella.
Al otro lado de nuestro lecho había una cortina delgada cubriendo un maniquí, una hermosa figura humana sin ser particularmente inspirada en alguien que se mantenía cubierto por un vestido nuevo, hecho con las mejores telas que pude encontrar, dorados y azules metálicos conformaban los colores de la falda y el corsé -Tuve tiempo para hacer esto, después de todo tu ropaje se arruino aquella.... Esa noche, desde hoy quiero que lo lleves junto con lo que te he dado y... Que en caso de que yo no... Yo no regresara de la cita esa, todo esto, hasta la ultima moneda de oro es tuya- solo una sonrisa lograba esbozar con duros esfuerzos, mientras mis manos bajaban por sus brazos hasta sus manos, allí las mantuve, entre las mías, las bese y le mire detalladamente -Selena, tu fuiste lo único que valió la pena, lo único que me enseño que muy en el fondo de este monstruo, aún hay un diminuto pedazo de un corazón humano... Mas la oscuridad debe retornar a la fealdad del alma y del cuerpo mientras la luz debe regresar a la belleza del cuerpo y la pureza del alma- acaricie su mejilla lenta y delicadamente y después mi cuerpo no resistió mas, ni yo tampoco, la necesitaba... Necesitaba a esa pequeña niña -Me temo que el eclipse concluyó- susurre tristemente a su oído -Eres muy pequeña e inocente para entender pero si al alba no he regresado es tu decisión quedarte o irte... Solo entiéndeme una cosa todo lo que haré esta noche lo hago por ti, para mantenerte a salvo del cazador y ponerte a salvo de mi....- le estreche una vez mas, me aferre a ella con fuerza algo desmedida -Una rosa para mi rosa, la flor más hermosa de mi oscuro edén- dije al separarme de ella y sacar de la nada una flor de pétalos frescos y rojos, mi ultimo truco, el silencio se hizo entre los dos y aunque no quisiese que sonora a despedida lo había logrado, ahora me daba cuenta de lo difícil que es despedirse de lo que más amas -Te amo- susurre y un beso a sus labios deposite delicadamente -Te cuidare siempre y ... a donde tu vayas yo iré contigo- concluí a unos pocos centímetros de ella y con dificultad, casi a regañadientes me separe de ella, busque mi sombrero y antes de que pudiese irme sus palabras me detuvieron, no se que era más mortífero para mi, si, mi pobre niña sufriendo o el cazador esperándome pacientemente.
Mientras los días pasaban, mientras acomodaba cada detalle ante la batalla final contra mi miserable rival, cuidaba de ella como la rosa mas valiosa de mi edén, por las noches después de entablar largas charlas, deleitarla con mi música y en ocasiones repetir aquel sagrado acto en el que dos cuerpos se vuelven en uno solo , salía a buscar alimento, ella sabia lo básico de mi, que los ángeles con alas negras solo podíamos vagar en la noche y que no requeríamos de comida como los seres terrenales, las más detestables criaturas que ha podido crear Dios, si es que hay uno en los cielos.
Cada noche procuraba hacerle reír y hablar, su voz era el único bálsamo que podía hacer el maravilloso milagro de sentirme limpio aun cuando había deshecho un cuerpo entre los callejones y había hecho un escándalo con la sangre fresca, cada día salía en los diarios un nuevo caso que la policía no podía investigar y que a todo París lo hacía temblar por las noches, durante ese tiempo intente que Selena no leyera los diarios pero fue imposible que no se percatara que mis problemas iban más allá de un cazador y un teatro hecho cenizas, el día que acabe con el imbécil de Lorenzo, todo mi atuendo quedo salpicado del carmesí de esa escoria, mi pequeña rosa no pudo dejar su curiosidad nata y preguntar que era lo que había pasado en el momento, evadí la pregunta con otras, tal y como ahora quiero evadir lo inevitable... La despedida.
Era la única por la que podía sentir algo extraño en mi pecho cada vez que pensaba en ese triste día, ese espantoso día que hoy llegaba, el cinco noviembre se había hecho presente, como cada noche la deleite con la música que lograba desprender de las cuerdas de mi viejo violín,esa noche hasta las cuerdas lloraban, derramaban las lagrimas de sangre que yo debía suprimir, no quería que pensara que era igual que cualquier hombre en su vida, que la dejaría, pero ni yo sabia lo que sucedería -Selena- dije en cuanto había concluido la melodía -Yo... Yo... Debo salir esta noche, pero... A donde voy es probable que tu no puedas venir, es peligroso y lo que menos quiero es perderte de nuevo- me volví a ella con seriedad marcada en la voz y en lo poco que se podía apreciar de mi rostro tras la tela -El... Hombre que quemo mi teatro, me ha citado esta noche en su casa y debo ir.... No espero que lo entiendas, solo ten en cuenta que el es un hombre desgraciadamente malo y peligroso, alguien dispuesto a destruirme a como de lugar y conmigo querrá que te vayas y no voy a permitir que te haga daño, no mientras viva- dije cabizbajo recargando mi frente contra la suya, repasando su figura con mis manos envueltas en piel oscura de animal salvaje, cerré los ojos por instantes, negándome a abandonar ese sueño del que debía despertar -Selena, debo darte algo antes de irme, ven conmigo- le tome de la mano, tomándola con fuerza, algo que fuese soportable para ella.
Al otro lado de nuestro lecho había una cortina delgada cubriendo un maniquí, una hermosa figura humana sin ser particularmente inspirada en alguien que se mantenía cubierto por un vestido nuevo, hecho con las mejores telas que pude encontrar, dorados y azules metálicos conformaban los colores de la falda y el corsé -Tuve tiempo para hacer esto, después de todo tu ropaje se arruino aquella.... Esa noche, desde hoy quiero que lo lleves junto con lo que te he dado y... Que en caso de que yo no... Yo no regresara de la cita esa, todo esto, hasta la ultima moneda de oro es tuya- solo una sonrisa lograba esbozar con duros esfuerzos, mientras mis manos bajaban por sus brazos hasta sus manos, allí las mantuve, entre las mías, las bese y le mire detalladamente -Selena, tu fuiste lo único que valió la pena, lo único que me enseño que muy en el fondo de este monstruo, aún hay un diminuto pedazo de un corazón humano... Mas la oscuridad debe retornar a la fealdad del alma y del cuerpo mientras la luz debe regresar a la belleza del cuerpo y la pureza del alma- acaricie su mejilla lenta y delicadamente y después mi cuerpo no resistió mas, ni yo tampoco, la necesitaba... Necesitaba a esa pequeña niña -Me temo que el eclipse concluyó- susurre tristemente a su oído -Eres muy pequeña e inocente para entender pero si al alba no he regresado es tu decisión quedarte o irte... Solo entiéndeme una cosa todo lo que haré esta noche lo hago por ti, para mantenerte a salvo del cazador y ponerte a salvo de mi....- le estreche una vez mas, me aferre a ella con fuerza algo desmedida -Una rosa para mi rosa, la flor más hermosa de mi oscuro edén- dije al separarme de ella y sacar de la nada una flor de pétalos frescos y rojos, mi ultimo truco, el silencio se hizo entre los dos y aunque no quisiese que sonora a despedida lo había logrado, ahora me daba cuenta de lo difícil que es despedirse de lo que más amas -Te amo- susurre y un beso a sus labios deposite delicadamente -Te cuidare siempre y ... a donde tu vayas yo iré contigo- concluí a unos pocos centímetros de ella y con dificultad, casi a regañadientes me separe de ella, busque mi sombrero y antes de que pudiese irme sus palabras me detuvieron, no se que era más mortífero para mi, si, mi pobre niña sufriendo o el cazador esperándome pacientemente.
Phantom Nocte- Vampiro Clase Alta
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Re: Eclipse total de la rosa y la luna (Le due maschere della notte Prt. III)
La espera habia merecido la pena, me habia entregado a la persona que amaba y habia sido aun mejor de lo que hubiera esperado, recordaba cada beso, cada caricia que me habia estremecer y de solo recordarlo mi cuerpo estremecia y alteraba su temperatura
No sabia bien cuantos dias habian pasado, solo uno habia salido a la superficie pero me habia sentido extraña, queriendo volver a aquel lugar donde ahora podia llamar mi hogar, donde me sentia feliz pero no sabia cuantos dias habian pasado hasta ese dia y despues de ese dia. Él me cuidaba con suma dulzura, me deleitaba con su musica, con sus atenciones y al terminar aquello, volviamos a unirnos en uno en demostrar todo lo que sentiamos y nuestras palabras no eran capaces de demostrar
Sus salidas me preocupaban cada dia mas, pues ese cazador queria hacerle daño y habia leido un diario el dia en que sali, sobre los misteriosos crimenes. Pero el dia que llego con sangre en su ropa casi mori, pensaba que la sangre era suya, que aquel cazador le habia herido, le habia preguntado mil cosas y sin embargo no habia llegado a tener ninguna respuesta ¿Que estaba pasando?
Su musica hoy era distinta, parecia rota, llorosa, triste y solo podia mirarle con tristeza porque algo dentro de mi me decia que no era bueno lo que estaba a punto de suceder. Cuando me llamo supe que era el momento, que no habia sido una sensacion falsa, sino que se estaba haciendo realidad. Deje que hablara, que se expresara pero mis expresiones se hacian presentes en cada palabra suya ¿Por que no puedo ir? No quiero dejarte solo, no me perderas porque estare a tu lado Mi voz estaba visiblemente tocada por la tristeza y la desesperacion de solo pensar que no le volveria a ver No vayas por favor, no merece la pena... la venganza nunca llega a nada bueno Intentaba convencerle pero desde luego no habria manera, en su mirada se notaba que no habria nada que cambiaria.
Aprete su mano con fuerza como si de esa manera lograra que no se fuera a ir a una muy probable muerte y le seguia cabizbaja Es hermoso pero yo no quiero el vestido, ni el oro si no es para mostrartelo a ti o para disfrutarlo contigo Mis lagrimas caian apresuradamente y continuamente, no podia evitarlo Te lo pido una vez mas, por favor no vayas Su susurro hizo que terminara por derrumbarme Te esperare siempre aqui a que regreses, no vas a cambiar de opinion asique por favor, vuelve, vuelve conmigo Le devolvi el beso mientras tenia entre mis manos la flor Te amo, mi angel Fue lo ultimo que podia decirle, mis suplicas no servirian, asique solo me quedaria rezar por su regreso a mi lado
No sabia bien cuantos dias habian pasado, solo uno habia salido a la superficie pero me habia sentido extraña, queriendo volver a aquel lugar donde ahora podia llamar mi hogar, donde me sentia feliz pero no sabia cuantos dias habian pasado hasta ese dia y despues de ese dia. Él me cuidaba con suma dulzura, me deleitaba con su musica, con sus atenciones y al terminar aquello, volviamos a unirnos en uno en demostrar todo lo que sentiamos y nuestras palabras no eran capaces de demostrar
Sus salidas me preocupaban cada dia mas, pues ese cazador queria hacerle daño y habia leido un diario el dia en que sali, sobre los misteriosos crimenes. Pero el dia que llego con sangre en su ropa casi mori, pensaba que la sangre era suya, que aquel cazador le habia herido, le habia preguntado mil cosas y sin embargo no habia llegado a tener ninguna respuesta ¿Que estaba pasando?
Su musica hoy era distinta, parecia rota, llorosa, triste y solo podia mirarle con tristeza porque algo dentro de mi me decia que no era bueno lo que estaba a punto de suceder. Cuando me llamo supe que era el momento, que no habia sido una sensacion falsa, sino que se estaba haciendo realidad. Deje que hablara, que se expresara pero mis expresiones se hacian presentes en cada palabra suya ¿Por que no puedo ir? No quiero dejarte solo, no me perderas porque estare a tu lado Mi voz estaba visiblemente tocada por la tristeza y la desesperacion de solo pensar que no le volveria a ver No vayas por favor, no merece la pena... la venganza nunca llega a nada bueno Intentaba convencerle pero desde luego no habria manera, en su mirada se notaba que no habria nada que cambiaria.
Aprete su mano con fuerza como si de esa manera lograra que no se fuera a ir a una muy probable muerte y le seguia cabizbaja Es hermoso pero yo no quiero el vestido, ni el oro si no es para mostrartelo a ti o para disfrutarlo contigo Mis lagrimas caian apresuradamente y continuamente, no podia evitarlo Te lo pido una vez mas, por favor no vayas Su susurro hizo que terminara por derrumbarme Te esperare siempre aqui a que regreses, no vas a cambiar de opinion asique por favor, vuelve, vuelve conmigo Le devolvi el beso mientras tenia entre mis manos la flor Te amo, mi angel Fue lo ultimo que podia decirle, mis suplicas no servirian, asique solo me quedaria rezar por su regreso a mi lado
Amaris Scander- Humano Clase Baja
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Fecha de inscripción : 07/02/2012
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