Todos Somos Recuerdos [Privado Ostinh]

por **Gianella Massone** Lun Jul 22, 2013 2:53 pm

Aún masticaba la rabia de aquella discusión. Aún refunfuñaba por lo bajo el haberse convertido en la “esclava” de aquella chica, y aunque desfilaban formas y formas e haberle respondido –todas más eficientes que los argumentos que usó durante el duro intercambio –, el saber que no le hubieran servido igualmente le frustraba, y mucho. No se había dejado intimidar ni someter ni por los Fontaine…- ¡Ah, maldición! – Gruñó al océano, tentándose de romper las tablas de madera debajo suyo a pisotones - ¡¿Por qué, por qué, por qué?! – Rugió sin darse cuenta hasta que escuchó susurros y pasos apartándose –más aún- de ella, pero sólo hizo una mueca de desagrado y apoyó su cuerpo en las barras, con ganas de dejarse caer al agua salada que le rodeaba y le tranquilizaba, aún pareciendo un perro rabioso.

Suspiró fuertemente y cerró los ojos, dándole permiso a la brisa marina para que manejara sus cabellos negros a su antojo mientras aquel aroma que adoraba relajaba cada músculo de su cuerpo, incluso su corazón que no paraba e latir con fuerza producto e la rabia que arrastraba. ¿Por qué tenía tan mala suerte? Le había dicho a Isabella que le ayudaría con su licantropía – claro, ella la había transformado…era algo lógico, al menos para ella. -, ¿Pero que haya resultado ser la heredera de la casa que alberga la Casa de la Esperanza? Eso sucedía sólo en las novelas. Y a ella, claro.

Sacrificar su orgullo por otros…eso antes no lo hubiera hecho bajo ninguna circunstancia. ¿Era una señal de debilidad por ceder? ¿O era una manifestación del férreo compromiso que mantenía con su causa? Además, ¿Qué le aseguraba que efectivamente iba a cumplir con mantener la casa de acogida en pie? Nada, sólo una confianza ciega que tenía sólo con gente contada con los dedos de una mano, y que ahora tenía que extender a una persona que no conocía lo suficiente. Apretó las barras deformándolas con sus pulgares como quien presiona un montículo de arena mojada y volvió a suspirar, sin estar totalmente pendiente de su alrededor.