The fun is back ((Ophelia M. Haborym))

La noche había empezado bien puesto que había encontrado una presa rápidamente y sin apenas esfuerzo, una pequeña dama había caído presa de mis encantos con un par de palabras bien escogidas, sin hacer uso de los poderes por supuesto, no era divertido conseguir presas usándolos, quitaba parte de la magia del asunto de salir a cazar. Nos dirigíamos a un bar puesto que no era tan fácil llevarlas a casa directamente, al menos cuando nos acabábamos de conocer, con un par de copas y un par de piropos era mucho mas sencillo y tenía toda la noche para ello, aunque al parecer no era ese el destino que me esperaba... mientras iba andando por la calle divise una cara conocida, me gira rápidamente a la señorita.
-Parece que tendrá que ser otro día lo de tomar una copa, he visto a alguien conocido.- La sonrisa de la chica se convirtió en una mueca seria pero antes de escuchar cualquier cosa que tuviese que decirme me gire para irme a lo que instantes después note como alguien me tocaba la espalda y al girarme me encontré con ella con una sonrisa.-Pero... lo.- Le interrumpí antes de que me dijese algo más puesto que no me importaba ¿No había entendido que me iba a ir? encima que la dejaba ir sin más me estaba molestando.
-Desaparece.- Dije usando mi poder de persuasión y ella con una sonrisa asintió y se fue. Bueno en fin ¿Por donde íbamos? busque a aquella conocida entre la gente, por culpa de la chica la había perdido, por suerte no había apenas gente a aquella hora y fue fácil localizarla. La empezo a seguir y al poco rato la chica se metió por un callejón donde no había nadie, era una buena oportunidad para hablar con ella.
-Hacía tiempo que no veía una silueta tan sexy... ¿es que no me vas a saludar después de tanto tiempo sin verme Ophelia?- Le dije con un tono burlón sonriendo divertido, la noche parecía que había mejorado bastante con este reencuentro.

Y ahí estaba aquella cara de fastidio, al parecer no se alegraba de verme demasiado, podía ser a por que la había estado molestando en cada una de los encuentro que habíamos tenido, pero no era mi culpa ser así, solo me gustaba molestarla un poco, me encantaba ver a vampiresas hermosas enfadadas y picadas, no era mi culpa que mi mente se divirtiese con eso.
-No a sido una impertinencia decir que tu silueta es muy sexy... al contrario que tu actitud.- Le guiñe un ojo de forma burlona y me acerque a ella dando una vuelta alrededor de ella mirandola de arriba a abajo aun sin contestar su pregunta, ella estaba un poco a la defensiva, había mostrado sus colmillos, pero yo me lo tomaba con tranquilidad y una sonrisa en la boca.
-Hueles bien... a sangre fresca diría yo, yo he dejado mi cena pasar por venir a saludarte, imagínate.- Intente parecer amable y inocente, como si no buscara molestarla, la verdad es que aun no se me había ocurrido la forma adecuada para hacerlo, ya la había molestado de varias maneras y pretendía ser original, además, de mientras podía divertirme con su actitud, la verdad es que en el fondo me había divertido con ella, así que molestarla podía esperar.
-El placer es mio.- Cogí su mano y se la bese educadamente.- Simplemente había salido a cenar algo y divertirme, pero te vi a lo lejos y me apeteció venir a saludar, hacía ya tiempo que no nos veíamos y se te echaba de menos, esa actitud tan amable con esa voz tan dulce.- Dije en tono sarcástico con una sonrisa. -La verdad es que no esperaba tal sorpresa de encontrarte por aquí, ¿que estas haciendo por aquí y que has estado haciendo hasta ahora?-

Ella me miro de arriba a abajo seguramente para ver como estaba despues de tanto tiempo y cuanto había cambiado, pero poco iba a encontrar teniendo en cuenta que la inmortalidad no te cambia demasiado, puso una mueca de fastidio como esperando que hubiese cambiado algo, pero no era así, al igual que ella, seguía teniendo todo muy bien puesto, para desgracia para ella puesto que con su personalidad y su físico era de la clase de personas que más me gustaba molestar, aunque sobretodo la personalidad. Yo la observe un poco mejor también aprovechando lo que ella hacía, topandome con otras dos buenas razones para molestarla al ir desde su cintura a su cuello, en fin, todo seguía donde estaba la ultima vez.

La verdad es que quería seguir molestandola por lo que me quede mirando de reojo a sus tetas a pesar de que mi cara estaba dirigida a la suya, era algo exagerado pero era para que se notase, no era algo que realmente me gustara, simplemente mirar, pero era para ir preparando la siguiente forma de molestarle. Escuche todo lo que me decía mientras asentía,  pero sin apartar la mirada de ese punto. Hasta cierto punto tenía razón, realmente me divertían nuestros encuentro, y a pesar de que beber sangre era algo con lo que me deleitaba con ella me divertía bastante, además, luego ya tendría tiempo de comer algo, aun quedaba noche.

Me acaricio la mejilla pero no le hice caso, mi mirada seguía fija en esa parte de ella, aunque intente no sonreír por la parte esa de que "ya me aproveche una vez" aunque no pude del todo y un inicio de sonrisa apareció en mi rostro a penas perceptible. Puso sus manos en su estomago cosa que no hacía otra cosa que resaltar sus atributos que miraba en aquel momento, en cuanto acabo de hablar aproveche para mirarla a los ojos serio para hablarle.
-¿Has acabado de hablar?- Señale sus tetas con las manos antes de continuar. -Creo que ellas están intentando decirme algo importante desde hace rato y solo oía el bla bla bla de tus palabras, me estabas desconcertando.- Al acabar la seriedad se esfumo de mi cara y se poso una sonrisa divertida, mis palabras daban a entender que no había escuchado nada de lo que ella me había dicho aunque no fuese así. Volví otra vez a vista hacía "ellas".
-La verdad es que siguen tan bonitas como las recordaba...- Dije como si lo dijese para mi aunque fuese en voz alta.
-Llevo aquí bastante tiempo con un negocio de todo tipo de objetos exóticos de alrededor del mundo, y soy bastante famoso en entre ricos y otros tipos de personas interesadas en objetos extraños. Y sí, es raro no habernos visto antes, me hubiese empezado a divertir antes con tu presencia.- Aquellas palabras dejaban claro que si que la había escuchado, tampoco era plan que cada palabra que saliese de mi boca fuese para molestarla y al menos me parecía justo contestar a sus preguntas, al menos para ella, algo es algo.

Por desgracia no había conseguido el resultado esperado con mi actuación y no me gustaba seguir con lo mismo demasiado rato, nuestros encuentros solían tomar aquel tipo de reproches por su parte intentado devolvermela con palabras, aunque a veces Ophelia podía ponerse agresiva, cosa que realmente me gustaba. No es que tratase así a todo el mundo, es más, normalmente, sobretodo con humanos, mi comportamiento era impoluto y inmejorable, siendo siempre respetuoso y educado, era precisamente con cierto tipo de persona que me divertía sumamente y que en el fondo me gustaba su forma de ser, con la que me comportaba de aquella manera y la gran mayoría tenían algo en común: eran vampiros.

Realmente, Ophelia era de mis preferidas, me gustaba su carácter y era atractiva, pero seguramente nunca saldrían esas palabras de mi boca, y aunque saliesen seguramente pensaría que le estoy tomando el pelo, el problema que tenía mi personalidad era que no podía evitar soltar alguna de las mías y no se solía poder hablar en serio conmigo, a menos de que se pusiera seria o yo no estuviese de humor, cosa que no había pasado en ninguno de nuestros encuentros anteriores, aunque alguna vez podía haber empezado a hablar serio sus contestaciones, como la que había recibido hoy nada más saludarla, me hacían imposible no meterme con ella con algo, cuando usaban el sarcasmo en mi o como con aquellas ultimas palabras intentaban (o conseguían) dejarme mal no podía evitar soltar alguna. Levante la vista para mirarla a los ojos.
-Por mucho que digas tú al final he conseguido saber lo que querían decirme.- Señale con la mano sus prominentes gemelas. -Dicen que me han echado de menos, que nadie tiene comentarios tan ingeniosos como los míos y que te haces la dura.- Realmente no esperaba que aquello fuese cierto, aunque he de admitir que había instantes en que parecía que Ophelia no se lo pasaba tan mal en mi compañía como quería hacer ver a pesar de que había muchas veces que parecía que lo que más le gustaría ver era mi cabeza separada de mi cuerpo.
-Yo la verdad si que te he echado de menos... hacía tiempo que no veía a alguien con el que me divirtiese tanto y le gustase tanto la sangre como a mi... últimamente hay mucho vampiro que se siente mal alimentándose de humanos y bla bla bla  patético, como si no se mereciesen sufrir un poco.- Por un momento, al decir las ultimas palabras el tono burlón que estaba usando se me fue puesto que era algo que realmente me parecía patético, aunque seguidamente volví a recuperarlo. A pesar de lo que le había dicho era cierto, quería que no estuviese segura por mi tono y que no supiese si de verdad decía aquello de que la había echado de menos, sembrar una pequeña duda siempre era divertido y la verdad es que no me gustaba ser tan pelota por así decirlo.
-Y la verdad es que te equivocas, intento no llamar demasiado la atención, al menos no más que la del dueño de una tienda de antigüedades, que me haga el tonto no significa que lo sea querida... Lo que me sorprende a mi es que si realmente has estado viviendo por aquí tanto tiempo no hayamos coincidido, una pena para mis ojos...espero que hayas estado bien.- Me acerque a ella, tenía una sonrisa en la boca poco habitual, y por su forma de ser, totalmente falsa.
-Estas más guapa cuando no finjes.- Le acaricie la mejilla con una sonrisa, la que llevaba en la cara desde hacia rato.

A pesar de que sus palabras podían parecer que no le gustaba que me fijase más en las tetas que en ella, cosa que indicaría que le importaba aquello, la voz con la que lo decía era calmada y divertida, cosa que o bien realmente le importaba más bien poco que me gustase más sus tetas, cosa que no era cierta, o bien era una gran actriz a la hora de mostrar los sentimientos que ella buscase, cosa que seguramente era, vivir tantos años te hacía más fácil esconder lo que sentías, y más con una personalidad como la suya ¿O debería decir nuestra? Jugar con la gente mediante engaños era algo que yo hacía. Quizás la exageración de decir que no podía vivir sin ella no era cierta, aunque en cierto modo nuestros encuentro siempre, o casi siempre, me divertían, aunque a veces perdiese, no era para nada tonta y eso me gustaba, una mujer fácil que no sabe responder a ciertos comentarios, bromas o incluso temas se hacen aburridas, por eso las humanas suelen acabar aburriéndome y siendo mi comida.

Era realmente raro que coincidiésemos en algo, pero supongo que coincidir en que un vampiro que no le guste tomar sangre humana es totalmente absurdo, por mucho que te hayas acabado de convertir, aunque quizás para mi fue más fácil puesto que de echo no me gustaba la raza humana cuando formaba parte de ella, por lo que era mucho más fácil verla como una presa, pero igualmente, cuando eres humano si tienes hambre no dudas en matar a un conejo ¿por que no si eres vampiro matar o al menos alimentarte de lo que te gusta comer? era absurdo pensar de otra manera, aunque el echo de estar de acuerdo en algo era extraño, normalmente solo nos metíamos el uno con el otro, en el fondo si que me gustaría conocer más de ella, pero mi forma de ser con el tipo de persona que era ella no era muy compatible con ello, era de ese tipo que me encantaba por la forma en la que me divertía y que fuese atractiva no era otra cosa que un punto a su favor. Y con sus ultimas palabras volvió a dejar claro que le gustaba lanzar puyas y que a pesar de todo a ella también le divertía, en cierto modo tenía parte de razón en que ser normal podría ser aburrido, pero cuando se te da tan bien engañar que incluso haces tratos con altos cargos y gente que cazavampiros, esa clase de forma de vivir al limite donde un error puede causarte la vida, era también estimulante.

Lo que sucedió al acariciarle la mejilla me tomo totalmente por sorpresa, al parecer el gesto le confundió bastante, pero a continuación apoyo la cabeza en mi mano y suspiro, nunca había visto aquella cara de Ophelia, parecía que se relajo durante un instante, una idea paso por mi cabeza en ese instante que me hizo acercarme un poco más a ella, una que pocas veces se me había pasado y que se desvaneció al volver a la realidad, seguramente estaba jugando y fingiendo, o quizás no, la duda no me gustaba en esa ocasión, ahora al que se le había desvanecido la sonrisa de la cara durante un instante fue a mi, por un instante no supe que hacer o decir, hasta que volví a ser yo mismo, volviendo a jugar para seguirle el juego. Me acerque a su cara y roce mi nariz con la suya sonriendo juguetón.
-Con esa cara debes engañar a muchas presas para que te sigan y confíen en ti, he de admitir que incluso a mi me has echo...-Calle antes de acabar de decirlo, decir eso ultimo era como decirle que me había conseguido conseguido engañar aunque fuese por un instante, era más, aun seguía dudando a pesar de que su actitud normal hacía mi fuese otra y por tanto lo normal y logico era que fingiese, ¿a caso había motivos para dudar de aquello? ¿o es que en el fondo quería que aquella cara no hubiese sido fingida y por ello aun pensaba en la posibilidad de que no lo fuese?