Whispers in the Dark ( Zita Bacobish )

Caminando solitario por los bosques observando lo que en algun momento de mi vida fue mi hogar, mi niñez caminando y vagando solitario acompañado de la luna llena y las estrellas, dejando que el viento pasear entre mis cabellos y mi ropaje rasgado, ahora era diferente la luna no me acompañaba esta noche las estrella y las nubes se posaban con delicadeza sobre el cielo dejando a la vista unicamente algunas sombras, arboles de gran tamaño hacian del bosque un lugar funebre y solitario perfecto para pasar tiempo solo o acompañado, yo ya me habia acostumbrado a pasar mi tiempo solo siglos de soledad me habian acostumbrado a no tener a nadie a mi lado, pero todo habia cambiado la soledad ya no seguiria siendo mi acompañante habitual del diario, conoser gente me habia demostrado que existe gente en quien confiar y gente de cual cuidarse, mi vida cambiaba con el paso del tiempo antes era un hombre solitario ahora buscaba estar siempre acompañado tener con quien compartir mis momentos de tristeza y felicidad.

Me detuve bajo un arbol y me sente prendiendo algunas velas para alumbrar el lugar donde me encontraba, las sombras que dominaban en el lugar desaparecieron al encender las velas que alumbraban ligeramente el lugar, alumbrando tenuemente con su luz observe una persona acercarse, la distancia de aquella sombra era un poco lejana por lo cual no la distinguia, el viento soplaba en contra y no podia persivir el aroma de aquella persona, me levante lentamente observando con detenimiento - quien anda ahi? - pregunte un poco intrigado y nervioso, lo menos que deseaba era comenzar una pelea, deseaba descansar y estar tranquilo pensando en la chica que me atraia Zita, dejando el ambiente que me rodeaba fuera de mi pensamiento y atencion, teniendo unicamente a Zita dentro de mis pensamientos al igual que el amor que desbordaba por ella.

Mi recorrido de todos los días, le había desviado el rumbo en dirección al que hacía muchos años había sido el despertar de mis inquietudes y largas emociones de refugio, de mis primeros amores, que para muchos podría ser extraño... recuerdo a mis primeros amores como días otoñales en los que el cielo espeso y quebradizo en lluvia bañaba mi rostro con funebres y ala vez tersas gotas de agua dulce. Aquel lugar, había sido entre muchas cosas, el aparecer de mis sueños como gitana, a pesar de avere separado de él a una edad muy corta lo que le hacía mucho más invaluable entre mis emociones y pensamientos, -Mi lugar de confort- Sonreí tranquila y suspiré a fondo caminando con pies desnudos sobre la huerba fresca, era una noche esplendida, tan pura, tranquila y cristalina como no la había visto en días -Día de amores..- Recorde palabras de poetas y reí como una niña encantada.

Llevaba ropa de más, una camisa, un abrigo y una tela que se me hacía imposible no llevar por su delgadez y sutileza, era de un color champañan extremadamente bello, pero auqella noche ameritaba sentirse al descubierto, alegre de ser humana y poder sentir cada gota de caricias provinientes de un angelical roce de viento. Mojé mis labios mirando al cieloy retiré de mi cuerpo aquellas pesadas ropas que me sobraban y respiré de lleno deneuvo para cubrirme solo con una fina camisa y aquella beela tela transparentosa, y comencé a danzar al son de una música que el viento cantaba a mi oído, -"bellos cantares"- y susurrába para mis adentros la elegancia que me producía estar sola, movimientos que representaban mis raices gitanas y a la vez... mi amor parisino.

Canturreé en el silencio, dejandome llevar por lo quebradizo del viento y en la lejanía escuché el sonido crujiente del pasto, -El viento...- Me tranquilicé y seguí danzando tan suave y glamorosa como no me lo había permitido en largos años. Abrí mis ojos con las manos elevadas al cielo deslizandose entre las rafagas pequeñas de aire para caer en danza sobre mi cuerpo y escuchar luego de forma desapersivida, cosa que me exaltó la voz de alguien... alguien conocido, de voz unica y bella... pero...

-Yo.. - dije debil temiendo que fuese alguien con quien no debiera toparme en lo frío y oscuro de la noche... -Soy solo yo... una humilde gitana... ¿quien eres?.. disculpa si interrumpo, yo... no queiro molestar, solo dime si quieres que me vaya - Y retrocedí sutilmente casi imperceptible trantando de vigilar lo que había entre aquella luz tenue y las sombras

El sonido de aquella voz me tranquilizo y dibujo una gran sonrisa en mi rostro, la dama que me cautivaba por completo se encontraba a unos metros de mi, el viento soplo trallendo consigo el aroma de Zita, un aroma atrayente y delietable, mi corazon palpito rapidamente y mi respiracion se volvio mas intensa, tome una vela y me levanta sonriente alumbrando el camino y mi persona, me acerque unos metros hasta poder distinguir su hermoso cuerpo aquel que causaba miles de alocadas sensaciones en todo mi ser, mis ojos se fijaron en sus prendas siguiendo cada linea de su delicado cuerpo, instintivamente mordi mi labio inferior deseando abrazarla rapidamente estrechandola en mis brazos y acariciando su cuerpo, el deseo despertaba lentamente en mi mirandola detenidamente - soy yo, un hombre enamorado de la mas bella estrella que alumbra el alma de mi ser, aquel que espera con ansias el juntar sus labios con la mujer poseedora de su corazon - respondi acercandome a ella quedando a unos metros.

Mis ojos demostraron felicidad al igual que mi rostro dibujando en si una gran sonrisa, estire mi mano para qu eZita lo tomara y poder acercarla a mi y juntar nuestros labios, mis ojos fijos en ella observandola de pies a cabeza se posaban mayor tiempo en sus bellos ojos, las velas que iluminaban mi anterior sitio se apagaron con el viento al igual que la que poseia en mi mano dejandonos unicamente con la iluminacion de las estrellas posadas en el manto negro de la noche, iluminando ligeramente entre los arboles pasando libremente entre los pequeños huecos de las ramas dando algunos pequeños rayos sobre mi cuerpo, mi corazon palpitaba ligeramente, la vision para mi era perfecta como si estuviese iluminado todo el lugar por completo, mi olfato indicaba por que lugar caminar, donde pisar para llegar a la hermosa dama con la que deseaba vivir cada segundo de mi vida.

Me quede parado justamente enfrente sintiendo cada aroma del lugar especialmente la aroma de Zita, sonriendo por la corta distancia entre nosotros, la corta distancia entre nuestros cuerpos y nuestros labios, aquel momento seria eterno en mi mente, cada segundo que pasara seria como revivir de nuevo la historia de dos enamorados juntandose por toda la eternidad, al igual que los personajes de muchas obras en la vida, di unos pasos hacia adelante acortando la distancia entre nosotros con una gran sonrisa - me acompañaria esta noche madamé? - pregunte aun con la mano extendida hacia ella alumbrandome ligeramente el rostro po un pequeño rayo que se abria paso entre las ramas de dos grandes arboles

Miré cautivada como de las sombras salía a relucir aquella vos varonil y tersa se desprendía de los labios de aquel chico, que por mucho tiempo había hecho que me sintiese en una constante variabilidad de decición entre lo que mi alma como gitana libre y soñadora deseaba y lo que se arraigaba con furia imponente en mi corazón. -Fastor- recordé inmóvil ante la presencia de aquel ser que me llegaba hasta lo más profundo, embelezada de lo coincidencial del momento, y del lugar que me hacía perder el aliento durante tantos años de mi vida y sin aliento alguno, seguí el recorrido dulce de su vos serena, que por razon alguna, siempre se hallaba aterciopelada cuando a mí se dirigía.

Se asercaba, y a cada paso que nuestra distancia se acortaba el corazón me iba a empujonazos más fuertes y críticos, casi a punto de llegar al borde del frenesí colérico y en un estallido, sofoqué el aliento, que a pesar de mis esfuerzos, se notaba agitado en mi forma de respirar -Dejate de tanta tontería- me recordé a regañadientas, como queriendome empecinar en el hecho de que jamás había entendido si con el se pudiera llegar a tener algo, era ese tipo de situaciones las que doblegaban mi espíritu de aventurera empedernida, y me recordaban cuán fragil podría ser una esperanza.

Bajé con tal lentitud la cabeza que el movimiento se podría confundir con el apsar de las sombras que producían la vela, y al escuchar sus palabras mis ojos no pudieron detenerse en otra dirección que en los de Fastor, observando con fino y meticuloso detalle cada parte que le hacían una pieza única en su rostro y ahogué una sonrisa apretujando los labios, pero un destello de emocion y alegría rebasaba y se despedía desde mi cuerpo elevado por la brisa.

-Buen hombre, es un placer inmenso encontrarlo aquí, entre lo frío e incierto de la noche.. espero no averle molestado, ni perturbarle de sus dramáticos y bellos sueños de enamorado- Contesté sonriendo sin tapujos y mirandole de lleno a sus ojos que me innundaban de alegría. Una ráfaga de viento surcó por entre sus dedos, entorpeciendo al principio la luz que despedían las velas de sus manos, por acabar extinguiendolas en su forma total, y ahora, el a tan solo unos cortos menos que pasos de mí, provocó un rubor intenzo que se pudo ver a pesar de la oscuridad que ahora nos embargaba y sus cabellos se hacían de un color tan vívido que no pude contener la inocencia de mi expresion, aturdida y embelezada ante su presencia.

-Solo si es de su agrado mi presencia monsieur- Tomé su mano en un placido gesto de agrado y haciendo una muy leve reverencia, inclinando mi cabeza y agachandome sutilmente y de forma elegante, que hacían mover mis delgadas ropas en un tardío movimiento que acompañaba al mío, aquellos rayos filtrados que le alumbraban el rostro a Fastor, recapian en lo bajo de mi falda de tela delgada y vaporizadamente cómoda, dándole una ilusión de inerceptibilidad

sonrei al escuchar sus bellas palabras detenidamente me acerque mas a ella observando la parte baja de su falda imaginando cosas lujuriosas, volvi la mirada hacia los ojos de Zita y sonrei aun mas, me acerque a sus labios y los bese delicadamente junto con caricias en su cintura provocadas por mis manos, delicadamente acariciaba su silueta bajando ligeramente a sus gluteos - seria de todo mi agrado que usted me conseda quedarse esta noche a mi lado disfrutando de la luz de las estrellas mi lady, disfrutando cualquier cosa que pueda suceder durante el manto negro de la noche - dije pegandome mas juntando su cuerpo con el mio, sintiendo su cuerpo tibio pegado al mio la lujuria desperto al igual que el deseo, pero no haria nada que mi amada no deseara hacer.

Sonrei un poco mas al ver el color de su mejillas desaparecer poco a poco, me quede mirandola colocando mi mano sobre su hombro y haciando a un lado su ropa para dejar a la vista su hombro unicamente, mi mano acaricio su hombro delicadamente, mis ojos no se quitaban de la mirada de Zita y al mismo tiempo observaba cada movimiento que se hacia en el bosque, el movimiento de las ramas a causa del viento, hojas que planeaban con el viento al caer de las copas de los arboles, las nubes moverse lentamente dando paso a mayor iluminacion de las estrellas, dejando ver con mayor detenimiento como si una luz tenue alumbrara el lugar para nuestra comodidad.

Mia ojos aun miraban a Zita y me acerque a sus labios besandolos ligeramente, dando un beso tierno y dulce que no suniera cada vez mas, haciendo nuestro lazo de amor mas fuerte - amor te deseo demasiado y deseo poder besarte cada segundo de mi vida - dije pegado a sus labios aun recorriendo con mis manos su silueta, observe de nuevo la poca ropa qu ellevaba y me quite parte de la mia quedando unicamnete con pantalones y una camisa muy delgada, mire de nuevo su cuerpo y sonrei - tienes un cuerpo muy hermoso - dije sonrojandome un poco y acercandome a su cuello besandolo con ternura y delicadeza.

El viento soplo con fuerza, levantando las hojas tiradas en el piso rodeandonos ligeramente levantando el cabello de Zita y revolbiendo el mio, la falda de Zita hacia movimientos ondulados, mientras yo apreciaba su figura y belleza qu eemanaba dia con dia, cada vez qu ela veia su belleza era mayor para mis ojos cada movimiento que hacia me cautivaba dejandome caer a sus pies rendido por su hermosa figura.

Ladeé la cabeza hacia el lado derecho para observar como la luz de las estrellas nos iban tan bien y hacían de el momento algo mágicamente único y armónico que entrelazaba entre sus arraigados deseos de amor ferviente y un instinto incierto que me brotaba desde lo más adentro de mi interior, de entre lo más bajo e inhóspito, de esas cosas que rara vez exponía a la luz por no haber un motivo, situación o persona capaz de desatarlo y controlarlo con la suficiente eficiencia como para dejarlo ver ante ojos ajenos que podían mal opinar de lo que podría o no hacer.

Sentí que la atmósfera me absorbía, a borbotones sin poder detenerle y sin entender que era lo que me sucedía, cuando entonces entendí, !había estado ahogándome en un suspiro profundo!, largo y pronunciado!, enrojecí con violencia haciendo que el color se me subiera de nuevo poniéndome como un tomate y riendo de forma nerviosa y divertida, sintiendo como me acariciaba y me deleitaba a cada segundo con el coqueteo de sus manos juguetonas y tiernas, reteniéndome en su manto escarlata de calor y deseo que nos recorría.

-Mirón - Le dije acercándome a su oído a manera de broma hundiendo mi rostro en su mejilla que me hacía sonreír lenta y pausadamente sin dejar de sentir como bajaba la parte que cubría mi hombro de la camisa y le acariciaba mirándome de una forma tan fija que me ponía inquieta.

Miré sus labios, dispuesta a rozarlos con los míos, para jugar con él al balanceo solemne que acompañaba nuestros cuerpos en aquella noche carismática y despejada, que reflejaba entre su negrura azulada a las estrellas más hermosas que hubiere visto en años, pero sus labios sorprendieron a los míos adelantándose a mis pensamientos, en un beso tierno y dulce que me hizo quererle con más fuerzas y decoro del que ya le tenía antes y le abracé con fuerza eliminando cualquier espacio entre nosotros -Yo, también te deseo amor mío -Se quitó parte de la ropa que llevaba encima y hecho esto contorneé todo su pecho con mi dedo índice y en ocasiones toda la mano, mordiéndome el labio en forma instintiva y divertida, pero que aparentemente quería decir muchas otras cosas. Sonreí pícara frente a sus últimas palabras dichas metiendo una mano en un jugueteo por el cuello de su delgada camisa que le enmarcaba el pecho en forma exquisita.

Me estremecí moviendo el cuerpo en un escalofríos ligero pero intenso como consecuencia a su beso en mi cuello que iban muy bien y acorde al golpeteo suave del viento que nos agitaba las ropas y nos revolvía los cabellos dejando que me besase de esa forma deleitante y agradable, tocando yo la piel de su abdomen con mis manos y causando un cosquilleo dulce con el subir y bajar de mis dedos.

- Es usted un hombre que sabe como conseguir sus objetivos Monsieur - Le besé en el cuello sin parar eljuego de mis dedos en su abdomen -Para mi sería un placer quedarme a tu lado, amor - comenté en un hilillo de vos que dejaba rastros de mi aliento deleitantes por su cuello a modo intencional

Sonrei por su palabra miron y bese su mejilla, sinti su delicado cuerpo cuando se junto a mi reduciendo la distancia a absolutamente nada - si nos deseamos entonces entreguemonos - dije mirandola a los ojos, observando como mordia su labio y paseaba su mano sobre mi pecho, senti un escalofrio al momento que metio su mano por el cuello de mi camisa, haciendo que el deseo aumentara cada vez mas, aumentando las ganas de estar con ella.

No se como conseguir mis objetivos pero se como hacer que tu estes feliz y yo tambien - dije lamiendo su cuello con suavidad y ternura, acariciando su hombro con mi mano y bajando lentamente por su cuello muy cerca de su busto, mientras con mi otra mano acaricia muy cerca de sus gluteos justo en su espalda baja.

Sonrei ante cada accion heca por mi dulce y hermosa dama, mientras ella acariciaba mi abdomen y besaba mi cuello yo aprovechaba bajando mas aquella parte de su camisa dejando ver mas su hombro y parte de su busto, acaricie con mi pulgar desde su hombro hasta aquella parte que se asomaba de su busto, mis labios besaron lo suyos con pasion y deseo, sintiendo aquella dulce brisa y el delicioso aroma del perfume de Zita, observando cada una de sus acciones y gestos que hacia a causa de mis caricias, el viento solplo levantando el vestido de Zita y como hombre no pude evitar observar su cuerpo, cada seccion de su cuerpo era toda una obra de arte ante mis ojos, observe cada seccion disfrutando mientras su vestia seguia elevado - tienes un cuerpo muy hermoso amor - dije sonriendo y mirandola los ojos fijamente demostrando mi deseo por ella.

el perfume de Zita me cautivaba despertando aquellas fantasias mas deseadas por mi y mi mente, sonrei viendo como caian las hojas de los arboles a causa del viento, la luz del cielo iluminando mayor parte del lugar, mientras mis pensamientos se centraban en Zita cada accion que haciamos desataba una lujuri ay deseo dentro de mi esperando por el momento de poseerla completamente entregandole mi corazon y mucho mas, dando cada parte d emi corazon y alma solo para ella, deseando en mi mente que nunca nos separara nada en el mundo haciendo nuestro amor cada dia mas fuerte y cumpliendo mis promesas.