Somos libres de soñar~ [Privado]

por **Bridgette Anghelescu** Mar Oct 08, 2013 2:27 pm

Hacía frío...incluso yo, siendo lo que soy podía palparlo perfectamente. No había rastro de vida en las calles, lo único que pude ver al salir del edificio en ruinas fue una gran masa de gente volviendo a sus casas, cogidos de la mano y apresurados como si huyeran de algo; ni siquiera capté la presencia de un indigente echado en alguna esquina...supuse que las últimas heladas que habíamos estado viviendo eran demasiado fuertes y se habrían resguardado en un lugar cubierto. Aunque ahora que estoy viendo en un nuevo lugar prefiera estar sola echo de menos un abrazo cálido...como los que daba mi madre, o un dulce beso de buenas noches. Y es que todo estaba tan tranquilo...lo único que podía escuchar mi oído desarrollado era el susurro del viento, unas palabras que no lograba entender y las cuales desde un primer momento relacioné con el mismísimo diablo, llamándome desde el subsuelo.

¿Es que acaso era ese mi lugar? No, quiero pensar que no, que algún día descansaré entre nubes de algodón. Continué mi camino algo cabizbaja, abrazándome a mí misma y viendo cómo se formaba vapor con cada suspiro que salía de mi infante boca, que no eran pocos. A la vez que caminaba varias imágenes se proyectaban en mi mente, necesitaba revivir momentos felices, para escaparme por un rato de la oscuridad abrumadora. Así pues, vi el rostro de papá, lleno de carboncillo y ¿qué es era bolita blanca y peluda que estaba a su lado? Ah sí, era Fluff (pelusa), nuestra ovejita favorita… ¡qué bonita era y cuantos buenos momentos nos dio! Y el prado verde y fresco, ¡la de voltios que me di en él!. Sin embargo, a pesar de que intenté al máximo que aquellas memorias despertaran mi yo más vivo lo único que hice fue volver a caer presa de la nostalgia.

De repente, cuando mis pies aún seguían en marcha, noté el tacto frío de una mano posándose en mi espalda; unos ojos negro azabache me contemplaban con admiración, como si me fueran a comer en un abrir y cerrar de ojos. Sólo necesité dos segundos para darme cuenta de que se trataba de una criatura nocturna, ¿me habría confundido con una humana? Me daba igual, pero no me iba a quedar parada ahí, así que salí pitando, de nuevo con una bola en la garganta preguntándome por qué los vampiros tienen tanto interés por mí…como si fuera un tesoro. Por suerte pude dejar atrás aquella figura negra y sin darme cuenta llegué al parque de atracciones que por cierto estaba cerrado.

Me habían hablado muchas veces de estos parques, contándome lo mucho que disfrutan los niños –y no tan niños- en ellos y la de recuerdos que se pueden adquirir, pero nunca había pisado uno hasta ahora. No me importó que estuviera cerrado, simplemente salté la valla fácilmente y accedí a la zona de ocio. << Vaya…>> me quedé asombrada al observar la escena: había un tiovivo con caballos, muchos puestos con preciosos muñecos y una gran piscina; sin embargo, lo que más me llamó la atención fue la noria –creo que era así como se llamaba-. Una gran circunferencia desde la cual seguramente había unas vistas preciosas; ansiaba comprobarlo, así que con agilidad trepé por la noria y me senté en una de las cabinas, por fuera. A pesar de que estuviera sola, me sentía un poquito más feliz al ver un paisaje tan hermoso: por un lado podía ver algunas luces y por otro el cielo y sus infinitas estrellas. << Espero que algún día pueda disfrutar este parque con más gente… >>

por **Zelman Perrin** Mar Oct 08, 2013 6:13 pm

Desde la ventana de aquel hostal podía ver cómo las luces del parque de diversiones se apagaban, dejando que la habitación, cual estaba tan solo iluminada por ellas, se quedara por completo a oscuras.
A mis espaldas oía al único que a lo podría considerar mi pariente y más respetado jefe, roncar como si de un oso salvaje se tratara. Por su culpa no podía dormir.. Bueno, ¿a quien pretendía engañar? me llamó la atención el lugar cual admiraba un minuto antes, embobado y atraído por sus luces. No sabía que tenían exactamente, o tal vez fuera mi curiosidad la que me rondaba por el cuerpo, haciendo que no pudiera conciliar el sueño.

Sin pensarlo más me levanté de la cama de un salto, dispuesto a acercarme a ese lugar pese a que ya estaba cerrado. Mientras me ponía los calcetines y zapatos, oía el leve murmullo acompañado de unas risas pasar por el mismo hostal que quedaba tan solo a unos simples metros del parque.
Sonreí. Seguro que se lo habían pasado genial esa noche.. y yo les envidiaba por ello. Abenthy no quería acercarse porque decía que le daban miedo las alturas. Tampoco me dejó ir solo porque ''podría perderme'' pese a que sabía perfectamente que me sabía mejor las calles de París que él, pero no esa parte, por supuesto. Nunca llegué a ir a un parque de atracciones. Ni a un circo. Ahora que caía en cuenta, ¿por qué no me había interesado hasta ahora?
Eso tenía una única respuesta: tenía mejores cosas que hacer, mi vida no era del todo fácil. Aún seguía buscando a mi madre.. convivía con alguien que tarde o temprano me invitaría educadamente a irme de su posada.. Así que claro, me preocupaba por mi futuro, cómo podría sobrevivir.
Agité mi cabeza, sacando mis pensamientos de un tirón mientras cogía el abrigo de mi compañero. Por un momento me puse en tensión, porque dejó de roncar y se puso justo mirando hacia mi lado, desde la otra cama.
Me quedé parado y suspiré aliviado cuando volvió a hacer un mini-terremoto en la habitación.
Me puse el abrigo cual me llegaba mas o menos más abajo que las rodillas y salí de allí, cerrando con cuidado.

El frescor azotó mis mejillas de inmediato, pero ni eso me quitó las ganas de seguir con mi pequeña escapada nocturna. Bajé los escalones, dando unos saltos sin producir demasiado ruido para echar a correr hacia el parque de diversiones en cuanto mis pies rozaron el suelo cubierto de una fría lluvia que cayó esa misma tarde.

Cinco minutos más tarde me encontraba en la parte de atrás, saltando una valla sin mucha dificultad, ya que estaba mas que acostumbrado a escalar edificios y más vallas, huyendo de las personas mas peligrosas.
Tenía que llevar cuidado, eso sí. Un parque no iba a estar solitario sin que nadie lo vigilara, por eso fui por la parte de atrás. Si iba por la entrada principal un guardia me alertaría, echándome a patadas de allí y seguramente tirándome a su gran perro de tamaño de lobo. De una persona podía esconderme, del olfato de un animal no.

Me sorprendió que aquel sitio fuera más grande de lo que había pensado. Era una pena no poder disfrutarlo con las luces encendidas y parpadeantes que seguramente me fascinarían al mismo momento, pero no me decepcionó pese a que todo estaba oscuro. Tan solo iluminaba la luna, cual después de pasar una nube bañándolo todo por unos segundos en oscuridad, al fin todo se pudo ver.
Vi varias atracciones... y me apunté mentalmente cuánto valdría montarse en cada una, para ahorrar y volver cuando tuviera la oportunidad.
Pero no fueron las atracciones las que me sorprendieron. Al fin y cuando la luna alumbró lo suficiente pude observar una gran noria que se posaba frente a mi, como llamándome a subir.

''Wow... sí que es grande.'' pensé con la boca ligeramente entre abierta, con una mueca en forma de ''o''.
Fui a dar un paso para subir, como era obvio, pero tropecé con algo que me hizo bajar la cabeza. Me incliné para coger una pequeña máscara de cartón con la típica gomita para sujetartela a la cabeza.
Como un buen niño que era hice lo correcto: ponérmela y sonreír infantilmente. ''Soy el caballero oscuro de la noche'' Solté una de mis risillas, cuales se vieron interrumpidas por un ladrido. Giré el rostro y a lo lejos, tal y como los agujeros para ver de la máscara me dejaban ver, divisé que un hombre se acercaba con un farolillo y un perro tirando de una correa. Seguramente era el guardia, y si me veía allí.. no, no iba a permitirlo.
Sin pensarlo más me subí a una cabina, la más baja, y la que la oscuridad bañaba en esos momentos.
Parecía que estaba allí al fin seguro, pero de nuevo la nube que parecía estar en contra mía volvió a destapar la luna para dejarme ver perfectamente a ojos del hombre.
-Maldición. Solté como un gruñido, subiendo unas cuantas cabinas más, tomandome mi tiempo. Fui observando los pasos del guardia, que cada vez se acercaban más y supe de inmediato que si subía a lo más alto, quizá allí no me vería ni aunque el perro estuviera ladrando hasta el amanecer.
Por lo que, diez minutos después estuve subido a una de las cabinas más altas. Eran dos, mientras las otras bajaban hasta abajo del todo.
Desde allí todo parecía más alto.. menos pequeño todo lo que rodeaba a aquella noria.
El cielo parecía más cercano y... me interrumpí a mi mismo, quedándome un tanto quieto en cuanto vi que no estaba solo.
Respiré entrecortado, tratando de no hacer ruido, pero es que lo que vi me dejó sin respiración: en la segunda cabina, enfrente mía, se encontraba una muchacha. Parecía de mi edad... ¿qué hacía allí?
Mis preguntas fueron olvidadas en cuanto vi su rostro; era hermosa bajo la luna y por un momento sentí que mis mejillas enrojecían violentamente. No pude jesticular palabra alguna, me quedé como mudo.

por **Bridgette Anghelescu** Miér Oct 09, 2013 8:29 am

Aún seguía en Babia observando el hermoso paisaje cuando sentí la presencia de otra persona además de un leve movimiento en la noria. Apenas giré la cabeza para ver de quién se trataba y un largo suspiro salió de mí, sintiéndome aliviada al comprobar que no estaba en compañía de una amenaza. Esta compañía era un niño, lo que me pareció bastante inusual por ser las horas que eran y porque nos encontrábamos a muchos metros de altitud, sin embargo, una dulce sonrisa se dibujó en mis labios al observarlo. Parecía rondar mi edad, y desde un primer momento lo consideré peculiar pero cálido; la mirada que me dedicaba al menos lo era.

A pesar de que me sintiera cómoda con esta presencia, no había caído en la idea de cómo había conseguido llegar hasta aquí y entonces pensé que realmente era muy ágil y sobretodo temerario. Inmediatamente, a pesar de no conocerlo, mostré preocupación, cuidando mis movimientos por si de alguna manera afectaban a la cabina en la que él estaba. – ¿Cómo has llegado hasta aquí?- le pregunté mientras cogía una postura más cómoda. – Estamos a muchos metros de altura y temo que te pase algo…Por cierto, me llamo Bridgette- para ser sinceros nunca me presentaba a un desconocido así como si nada, pero realmente no vi ningún riesgo en decirle mi nombre a alguien de mi edad.

De vez en cuando, en algunos silencios, volteaba la cabeza para ver la hermosa luna y de nuevo el precioso paisaje. Siempre me había gustado aprovechar las cosas como esa al máximo, ¿quién sabe cuándo podría volver a disfrutar de algo así? Si seguramente de nuevo mañana volvería todo a la normalidad, a llenarse de oscuridad… Sin embargo, no pude dejar de lado las frases sabias de mi padre y me las repetí mentalmente, cerrando los ojos por unos instantes: ‘’ La alegría consiste en tener salud y la mollera vacía ‘’, ‘’La felicidad esté a la vuelta de la esquina que nunca doblamos ‘’. Reí para mis adentros pues, ahora que las leía con mayor seriedad me di cuenta de que seguramente eran citas famosas sacadas de algún libro o de algún personaje famoso, pero no de mi padre.

Aunque había estado durante varios segundos pensando en mis cosas, de nuevo centré mi atención en el niño. Pero esa vez lo observé mejor, descubriendo sus cabellos de un dorado algo manchado y una capa negra muy larga que parecía no pegar con su cuerpo. En realidad algo se despertó en mí al verle, quizás era que no estaba acostumbrada a toparme con este tipo de personas. Aparté algo sonrojada la mirada pues pensé que podía haberle incomodado que me quedara mirándolo. –El paisaje desde aquí es hermoso ¿verdad? Aunque en realidad sea sólo una máscara engañosa…- puse un mechón de pelo detrás de mi oreja y suspiré para continuar hablando – Las calles…las calles están llenas de peligros y de trucos maquiavélicos. Seguramente tú sabes de lo que hablo…- por su apariencia deduje que al igual que yo, él también tenía que apañárselas a su manera, o quizás me estaba equivocando. – Sin embargo – miré al cielo estrellado y seguí hablando -…dicen que ahí arriba, en el cielo, tenemos asignado un ángel de la guarda que nos cuida y nos ayuda a su manera. Así que supongo que no todo es tan malo…- No es que tuviera mucha fe en divinidades, es que me gustaba pensar de esa manera…me había acostumbrado a creer que aún queda un rayito de luz y que en cada uno de los corazones taimados se mantiene una segunda oportunidad para hacer lo correcto.

Aquella noche, al salir al exterior tras haber esperado a que no hubiera luz alguna, no había llegado a pesarque disfrutaría de una compañía tan agradable como la suya. A pesar de que me hubiera topado con un vampiro nada más salir aquello ya no importaba, porque ahora me sentía como en casa. - ¡Tss! – llamé con un breve seseo al niño y seguidamente le señalé un guardia que estaba deambulando muy cerca de nosotros. Fue en ese momento cuando pensé que quizás pronto empezaríamos a sentirnos cansados por aguantar tanto tiempo en una pose tan incómoda –sobre todo él, siendo humano, así que con cuidado y ligereza me desplacé por otras cabinas hasta llegar finalmente a una que tenía la cancela abierta. Lo miré con una sonrisa cómplice y se la señalé, metiéndome varios instantes después en ella.

Aunque tuviera que irme porque tarde o temprano saldría el Sol, aún quedaba tiempo para disfrutar de la noche, del único momento del día en el que puedo pisar asfalto. Dentro de la cabina el guardia no nos descubriría y además estaríamos más seguros y cómodos.

por **Zelman Perrin** Jue Oct 17, 2013 10:01 am

Por un momento me quedé en tensión completamente. Ella, como era de esperar se había dado cuenta de mi presencia y me miraba.
Pensé que quizá se asustaría y gritaría. O aún peor, resbalaría del susto hasta caer de la cabina directamente hacia un golpe mortal desde tantos metros.
Me asustó pensar en esa idea, no quería que nadie resultara herido y menos por mi culpa. Pero de nuevo todo se pasó cuando me sonrió. ¿No le sorprendía ver a un desconocido allí?
Entonces comenzó a hablar, incluso se estaba preocupando por mi. Teme que me pase algo, ella, sin conocerme, sin saber mi nombre. Como se nota que no es como los demás.
Con un carraspeo dejé que terminara de preguntar y me puse de rodillas en la cabina, con cuidado de no resbalarme ni pisar en sitios peligrosos, posándome justo frente a ella, para mirarla mejor.

-Soy...Soy Zelman. Tienes un bonito nombre, Bridgette. Me gusta.
Respondí intentando que no se notara mi timidez por mirarla mas fijamente ni tampoco al confesar que me gustaba algo de ella, ¿sonaría demasiado raro? Pensé en la pregunta que me había hecho y volví a hablar.- He llegado hasta aquí escalando, como es obvio. Aunque hubiera sido más cómodo subir con la maquinaria en marcha, para ser sincero.
Sonreí anchamente. No iba a confesarle que me había colado porque... soy así. Curioso, atrevido y que me gusta entrar en sitios ajenos, ¿qué pensaría de mi? ¿Le asustaría ver mi verdadero yo?

Por eso guardé silencio, observando el mismo lugar donde miraba ella: hacia las estrellas.
Realmente y pese a que estábamos en plena ciudad se podían ver. Quizá fuera porque todo el parque de atracciones estaba completamente a oscuras y solo se veía a lo lejos una linterna paseándose por los rincones del parque. Desde donde estaba parecía que flotaba y eso me hizo reír entre dientes, volteando la mirada hacia más allá de la ciudad, donde se oía aún el gentío de personas si te quedabas mucho tiempo tratando de escuchar. Solo se escucharon unos murmullos muy lejanos, pero yo estaba acostumbrado a ver mas detalladamente, de oír y fijarme en los pequeños detalles que nadie quería ver. Y en ese preciso momento todo me pareció hermoso. Sabía que no olvidaría nunca este instante.. ni la compañía que tenía ahora. De vez en cuando la miraba y sonreía, pero apartaba rápidamente mis ojos azulados que tan solo se veían a través de la máscara de cartón plateada que llevaba.

Asentí después de lo que dijo, fijándome de nuevo en ella. Era soñadora, pero también sabía todo el peligro que podías correr en las calles mas ajenas y oscuras de la ciudad. Sabía de lo que hablaba, y yo la entendía. Las ganas de preguntarle mucho mas por ella afloraron rápidamente en mi, pero tampoco quería ser demasiado precipitado, ni tampoco pesado.

- Si existen ángeles así... Miré de nuevo al cielo, un tanto pensativo.-Quisiera que viniera a protegerme, pero creo que llegarían demasiado tarde, porque sé hacerlo por mi cuenta. Aún así espero que tú tengas el tuyo, que os protejáis mutuamente. Las calles no son seguras, y no me gustaría que te pasara nada.

Mostré una sonrisa de medio lado, pequeña pero sincera. Y antes de decir algo más ella llamó mi atención, señalándome a una cabina que estaba abierta y allí podríamos estar más cómodos. Al menos no correríamos el riesgo de caernos por un movimiento distraído.
Le hice señas para que fuera ella primero, esperando a mi turno mientras me levantaba la máscara y la posaba justo encima de mi cabeza, dejando ver al fin mi rostro por completo y mis cabellos, echados hacia atrás.
Me metí segundos después que ella de un salto un tanto torpe, pero al menos llegué pese a ser tan bajito.
Una vez dentro miré hacia alrededor, contemplando maravillado lo pequeño pero bonito que era el lugar.
Y me acordé de lo que me dijo Abenthy ''Esa noria de allí es para los enamorados. Un asco, vamos. No te recomiendo jamás subir.''
Volví a sonrojarme, pero sacudí mi cabeza y me dejé caer de maneras muy poco caballerosas en uno de los asientos, suspirando profundamente.
- ¿Y tu que haces aquí, Brid? Pregunté al fin, con una cierta pero despreocupada curiosidad.

por **Bridgette Anghelescu** Vie Oct 18, 2013 11:54 am

Ahora, dentro de una de las cabinas me sentía más segura…al saber que ninguno de los dos nos caeríamos, que estábamos a salvo. Por alguna razón, mientras ambos habíamos estado observando el mismo cielo y al mismo tiempo, mi pecho dolió un poco…algo que no entendí. –Debo admitirlo, a veces me da mucho miedo deambular por París de noche…pero no tengo otra opción, y además, soy más fuerte de lo que parezco- le comenté poniendo énfasis en mis palabras, apenas dándole importancia a mi preocupación. Cerré los ojos de nuevo, imaginé que el parque estaba activo, que era de día y correteaba por él mientras se escuchaba de fondo el armonioso sonido de un acordeón. ¿Por qué siempre necesito soñar despierta para olvidarme de lo miserable que se ha vuelto mi mundo? –Yo…vine a pensar, supongo…- lo miré pensativa, no podía decirle que había sido perseguida por un vampiro.

Algo en el muchacho había cambiado, ¿qué era? ¡Ah sí! Ya no tenía aquella máscara…por fin lo pude ver mejor, a pesar de que no hubiera mucha luz se apreciaban sus rasgos. No pude evitar clavar mi mirada en aquellos ojos turquesas, como si mi ser ansiara conocerlo mejor, aprender más cosas sobre él; pocas veces me había picado tanto la curiosidad, pero decidí mantenerla en el anonimato. En su mirada pude ver ambición, interés por hacer cosas nuevas y tolerancia…pero fueron sólo suposiciones, tampoco es que tenga ese tipo de super poderes. ¿Qué estaría pensando él de mí? ¿Qué pasaría por su mente al observar el exterior? También, la timidez que mostraba de vez en cuando realmente me agradaba y me hacía soltar tiernas risas, aunque no habláramos mucho me sentía cómoda y relajada, como si pudiera ser yo misma sin temor a ser dañada. Tanto daño era el que me habían hecho, que de alguna forma me había vuelto inmune, me había acostumbrado a él como parte de la rutina.

-¿Estás cansando?- le pregunté con interés mientras apartaba varios cabellos de mi rostro, dejándolo un poco más al descubierto. La verdad es que era algo tarde para andar tan lejos de la ciudad; yo porque no tengo más remedio… ¿pero él? ¿Tampoco tenía a dónde ir? Esperaba que no, que él al menos tuviera la compañía de alguien. – ¿De verdad que estarás bien luego para bajar?- estaba preocupada por él y es que aunque confiara en que era buen escalador, un simple despiste podía tener graves consecuencias. Sinceramente envidiaba su atrevimiento; yo seguramente no hubiera sido capaz de subir tan alto si no fuera por lo que soy, además, cuando era humana mis huesos eran más débiles, por lo que no podía hacer este tipo de cosas.

Tenía que admitirlo, algo me decía que volveríamos a vernos, que aquello no era un simple encuentro. Pero, ¿no sonaba algo egoísta? ¿Estaba en mi derecho de pensar así? No sabía por qué, pero al admirar de nuevo su rostro un instinto de protección se avivó en mí. Quería protegerlo, y para ello, por mucho que me desagradase la idea, no podía volver a encontrarme con él. Yo era el peligro y es que realmente no quería herirlo; aunque en ese momento estuviera calmada no podía asegurar que la próxima vez que nos viésemos fuera yo misma. Allí seguíamos, en nuestro refugio. Habíamos estado callados durante un tiempo, como si fuera un pecado hablar. Yo, por mi parte, estaba reprimiendo el llorar, unas lágrimas que querían aflorar de mí; en realidad las llevaba guardando bastante tiempo, pero no quería preocupar a Zelman, así que lo miré y sonreí.

Debía irme, sin embargo mis pies no querían moverse y es que aún quedaba bastante tiempo para que saliera el Sol. Incluso si yo misma me había dicho que no volvería a ver al muchacho, parecía ser que eso no agradaba a mi ser; sonaba algo raro, pero aunque lo acabase de conocer no quería dejarlo ir. Así, sacudí varias veces mi cabeza intentando hacer desaparecer todas aquellas inquietudes que sentía en ese momento, y me tomé la libertad de sentarme a su lado, apoyando la cabeza en la pared paralela. -¿Oyes esos susurros? ¿Qué crees que estará pasando en la ciudad?- aunque nos encontráramos bastante lejos de toda actividad, tenía el oído bien desarrollado e interpreté que aquellos gritos nos llegaban en forma de susurros. Relajé un poco mis músculos y comencé a tararear con los ojos cerrados y las manos cruzadas una canción que había escuchado hace poco. –Oh nuit, vient apporter á la terre le calme enchantement de ton mystère…♫- una dulce melodía parecía cambiar la atmósfera a mejor.

por Contenido patrocinado

Somos libres de soñar~ [Privado]

Somos libres de soñar~ [Privado]

Re: Somos libres de soñar~ [Privado]

Re: Somos libres de soñar~ [Privado]

Re: Somos libres de soñar~ [Privado]

Re: Somos libres de soñar~ [Privado]

Re: Somos libres de soñar~ [Privado]