Corazón, veneno y espada [Privado]

por **Andrei Chezhekov** Mar Oct 22, 2013 11:40 am

Se vistió con sus mejores galas, las mejores que encontró en su habitación. Todas sus heridas habían desaparecido después de un descanso eterno en cama gracias a la insistencia de Tania y solamente una cicatriz se quedaría abierta hasta que sanara. La de su corazón. Reconoció que amaba a Tania más de lo que pudiera haber imaginado. No se lo había dicho, pero él no sabía qué hacer con el anillo de compromiso que le había comprado a ella. No lo había pagado pues lo querría ver terminado hasta quedar satisfecho y entonces pagaría, pero ahora no era capaz de pedírselo al joyero, o decirle que parase la construcción de dicha joya.

Estaba hecho un lio, no sabía cómo era que ahora estaba solo en esa habitación de hotel. Esa herida que tenía en su corazón, no pensaría que pudiera sanar algún día…no, claro está si él seguía pensando en ella continuamente. Era inevitable que no pensara en ella. ¿Quién no lo haría? No tenía suerte con las mujeres, ninguna. Suspirando estaba en su habitación. Le habían notificado que no hacía falta que se moviera de esa habitación, así que sin desvestirse, se fue al salón de la suite para después sentarse y continuar con la comida de coco.

Había pasado media hora y se había torrado sobre el respaldo del sofá, había estado soñando aquella vez que…bueno, cuando vio su bulto en el pantalón, lo supo que había sido un buen sueño, pero lo que vio enseguida fue unas vestimentas elegantes, rosas y purpuras, dio un respingo y miro a un par de muchachas que eran iguales, como dos gotas de agua-…Vale…¿Quién va primero? –Burlo como de costumbre para romper el hielo cuando a alguien no conocía, eran dos gemelas, hermosas y solamente temía que pudieran hacerle matar de placer, se golpeó disimuladamente “para ya pervertido”

–Disculpen…-se levantó y entonces miro su reloj de cadena, suspiro-…¿Son ustedes las señoritas que me han citado aquí? –Estúpida pregunta-...A… Claro que sí, que idiota…-suspiro después con algo de torpeza, se despeino un poco al pasarse la mano hacia atrás y después se quedó mirándolas, hizo una reverencia-…-No supo que decir. Se quedó mudo en cuanto vio o simplemente le llamo la atención la muchacha que parecía ser la más tímida.

por **Emily/Abigeil Wright** Lun Dic 02, 2013 6:20 pm

Te espero esta noche...
para derramar mi dicha de tenerte
envuelta en amores y deseos hecho
para mezclar tu esencia con la mía

El sol entra por la ventana de la “habitación de cortesanas” más bien es como el sótano donde están todas las camas de las zorras unas comparten la cama y otras están solas, en nuestro caso la compartimos, no hay nada mejor que dormir entre hermanas desnudas, sentir el calor de tu sangre en el cuerpo de otra mujer que casi se parece a ti, delicioso y excitante. -Emy-

El cuerpo de mi hermana es caliente, muy caliente a diferencia del mio que es pálido hasta casi sin gracia, por eso ella siempre tiene muchos clientes y para que no me echen a patadas y nos separen pone en el contrato que somos dos, el sueño de todo hombre, pero claro ella siempre termina con toda la “faena” conmigo solo es unos minutos, me congelo siempre.–Abi-

El sol está en lo alto, las cortesanas del “Red Roses´ Le Madame” un burdel de clase media – alta, un lugar donde pocos pueden entrar y muchas se mueren por trabajar, las jóvenes despiertan con una noticia, un cliente de “Le Madame Rosse” había pedido a las mejores cortesanas para descargar su “tensión laboral”, Emily se adelanta con aquel baby doll rojo que usa para hablar con la madame, la cual sabe que ella es una de sus mejores zorras, no hay como las mellizas en cuanto satisfacer las mentes masculinas se trata, acepta y las envía con una carta, la única opción es que le den mucho pero mucho juego y excitación, Emi acepta.

-Bien Abi, jugaremos a lo de siempre- le cierra el vestido descotado y sexual de color rojo, -No quiero me da vergüenza- le ayuda a colocarle el velo de monja –Vamos será divertido- Abi alza los hombros

Las jóvenes caminan por separadas hasta el hotel de Arenes, van a la habitación que la Madame les había indicado una a una en tiempos de cinco minutos de separación, cuando están adentro esperan hasta que aparece el susodicho alto, de buen cuerpo, con un cabello listo para ser despeinado de tanto follar, un bombón de dios entre tanta sequía, Emy como monja se acerca al joven a su oído y le susurra muy sensual y coquetamente.

-Si te hemos llamado para expiar tus culpas y tensiones de pecado, tendremos mucho trabajo que hacer por aquí- Abi estaba sonrojada con la mirada del joven, pero como no era un viejo y claro Emi le había preparado un “deshinbidor” (whisky doble) estaba al caliente. -Oh quizás te haga pecar en los más bajos infiernos- le murmura aun temerosa por la espalda de él, justo cuando Emi se arrodilla frente al joven rozando con sus puras manos la entrepierna de él. -Entonces que quieres, salvación o pecado- besa justo donde está su miembro por encima del pantalón, dejando a Abi que le bese el cuello lamiéndose lentamente aun con un toque de timidez y sensualidad.[/color]

por **Andrei Chezhekov** Mar Dic 03, 2013 10:18 am

Por un lado no sabía cómo reaccionar a tan repentino ataque de placer de la mujer, sonrió, eso sí, pero no se sentía cómodo como otras veces. ¿Sería por Tania? Suspiro, tomo las manos de aquella que estaba frente a su entrepierna y la levanto del suelo-….La verdad es que quiero ir poco a poco….-se le quedo mirando fijamente a los ojos de aquella mujer, recordó lo que le dijo “Si te hemos llamado…” ¿A él le habían llamado? A él le dijeron que tenía que ir hacia el hotel porque se lo habían dicho. Termino por sentarla en aquel sofá con cierta brusquedad-...vaya perdona…-miro a la muchacha que tenía un rostro dulce, tímido y unos bellos ojos-…-Desvió su mirada, se fue al otro sofá para pensar un momento.

Él había sido citado por uno de sus contactos, pero él no había llamado a nadie-….No sé qué hacen aquí…pero yo no he solicitado ningún tipo de servicios…-dijo sentado sobre la tela de ese cómodo sofá en donde estaba sentado, cruzando las piernas cómodamente, recostándose sobre el respaldo de dicho sofá-….pensé que trabajaban para mi jefe…el cual me ha dicho que viniera aquí….-De mujer a mujer observaba con cautela, algo se quedó pendiente, algún hilo sin hilar, pero notaba la mirada de la pelirroja, pero él se quedaba como mucho cinco segundos mirando de reojo a la otra muchacha.

-Tengo claro, que aclarar una cosa…-Lentamente saco una pistola la cual estaba cargada, pero con el seguro puesto. Su voz había salido con cierta amenaza de la cual estaba acostumbrado a usar, temió por mucho que no le hicieran caso, pero solamente apunto a la que iba disfrazado de monja-….Quiero…que tú misma, sirvas licores, da igual que eches…solo trae…-y entonces la mano libre señalo a la que parecía vestida con aquel traje rojo-…Y tú…Ven…-murmura aun sujetando el arma en el aire, apuntando a la mujer de cabellos rojos, mirando aun a la mujer de aquel vestido-…Como podéis haber notado, tengo paciencia, pero no soy estúpido. Y vosotras habéis sido citadas por un tercero que no sabemos quién es….-baja el arma al ver los licores listos sobre la mesa-…Vaya que rapidez preciosa…-Ahora se quedó el arma para sí, lo guardo en su funda y lentamente se acomodaba mejor sobre aquel sofá-….La pregunta de “A que se dedican” me la ahorrare pues ha sido evidente a primera vista…-alzo una ceja, estaba divirtiéndose.

Termino por guardar el arma dentro de su funda, vio como las bebidas estaban cerca, tomo su copa y espero a que la que estaba vestida de monja se lo bebiera. Quería asegurarse de una cosa, quería saber algo de lo que él no había hecho y que otros habrían hecho por él. Aquella encerrona le había puesto en alerta toda la noche, se quedó viendo a la muchacha que no se había acercado aun a el-…Oye…no voy a haceros daño, lo prometo…solo quiero saber si…-No había terminado la frase cuando vio de reojo a la que iba vestida de monja caer sobre el sofá, escuchar como aquel vaso se rompía en añicos y enseguida tomo en brazos a quien vestía el vestido rojo, cogiéndola como cual princesa de cuento de hadas, la cogió y la llevo para que se pusiera de pie sobre el sofá-….Vaya…lo que pensaba…-suspiro lentamente, tomo a la otra muchacha y la cogió en brazos también, con cuidado de no hacerle daño, la llevo hacia la única cama que había, termino por arroparla, le quito el velo de monja y lentamente se fue alejando.

-Estas bien?-pregunto en cuanto volvió a la salita principal donde puso a la muchacha de pie-…¿Es tu hermana? –Pregunto con curiosidad-…Tranquila, está bien…solo es un calmante…-sonríe para tranquilizarla, se fue acercando poco a poco a ella-…ehm…esto...-se rasca la cabeza, confundido sin saber que decir-…Me llamo Andrei…Andrei Chezhekov…-Esto la mano para poder estrechar la ajena, en un gentil y cortes saludo.

por **Emily/Abigeil Wright** Lun Ene 13, 2014 12:35 pm

Ambas hermanas pensaron encontrarse con lo habitual, un hombre cazador lleno de testosterona de macho lista para se arrojada sobre ellas, y ese era el temor de Abigiel y la excitación de Emily, porque a Abie la rudeza no le iba pegada a la manos mientras que Emily disfrutaba que el hombre fuera rudo, todo un hombre en la cama sin importarle nada más que satisfacerse mutuamente, pero con aquel que tenía en frente las cosas iban para mal, porque antes de siquiera comenzar con su rutina de excitación el hombre pareció enojado por la presencia de ellas, Emily le miró enarcando una ceja tomando la mano de su hermana para irse de aquel lugar con un solo murmuro –Abi esto ha sido mala idea, vámonos- susurra tratando de salir pero sus pies se detuvieron justo con los ojos abiertos y asustadizos de su hermana.

Un arma apuntándoles directo a las dos, Emily le miró enojada y chasqueó con la lengua, porque aquello le molestaba y solo soltó mientras cumplía la orden del sujeto sirviendo los tragos para luego caminar a él, a Abi no le sirvió, ella tomó su trago de un solo tajo soltándole luego –Si quieres follarnos no tienes que usar aquello, y si no quieres pagar, entonces úsame a mi, y deja que mi herma…- el sonido de un cuerpo cayendo directo al suelo Abie dio un salto del sillón a tomar a su hermana entre brazos dándole pequeños golpecitos en las mejillas para despertarla, incluso no le importo si el hombre estaba armado, la dejó ahí se puso de pie y empezó a llorar y golpear al pecho de aquel que al parecer para sus ojos era el villano

-Que hiciste maldito, la mataste…acabas de matar a mi hermana, que te hemos hecho nosotras, si esto era una trampa para ti, no teníamos que pagar nosotras, nos hubieras dejado ir en vez de apuntar con tu estúpida arma- le grito mientras este la abrazo para tranquilizarla ¿acaso podría? No quería escucharle, no quería verle, hasta que entre sus quejas y pataletas escuchó la palabra “calmante”, le miró alejándose de él para agacharse hasta su hermana para arrastrarla a la cama le miro al hombre con una mirada enojada –No te acerques Andrei- le murmura mientras ella en esfuerzos cargaba a su hermana hasta la cama y la recostaba quitándole los cabellos del rostro –Tranquila, yo estaré aquí Emi, estaré cuando despiertes- se queda sentada junto a ella mirando el cuerpo dormido de su hermana

-Si es mi hermana mayor, ella ha cuidado de mi desde niñas y ahora yo cuidaré de ella- sonríe mirando como su hermana se mueve en la cama descansando –Esto era para ti no es así, por qué con qué fin harían esto, y más si tú no nos contrataste, ¿quién fue?- giró su cabeza mirando al hombre buscando una respuesta, respuestas que quizás él tampoco tenía. –por cierto me llamo Abigeil Wright y ella es Emily Wright- susurra temerosa con un suspiro tomando la mano de su hermana parar dejar un beso en ella.

por **Andrei Chezhekov** Lun Ene 27, 2014 12:01 pm

Escuchaba con atención las palabras de la muchacha, de Abigeil en este caso. Suspiro y se levantó yendo hacia ella -…entiéndeme, ella solamente está durmiendo y seguramente los tres vasos estaban con la droga así que deja de echarte flores…-Termino sus palabras para defenderse de las acusaciones pero estas continuaban -…Bien…yo no sé quién nos ha citado pero es evidente que nos quieren los tres juntos…aunque bueno, tu hermana no este capacitada para algún tipo de trabajo…-la tomo del brazo -…Déjala descansar…creo que sus humos amainaran un poco…si descansa algo…-Tiraba de Abigeil hacia el salón, tirando de ella, la sentó con brusquedad, pero no fue su culpa, o su intención de aquello-…Uy, lo siento…-murmura disculpándose para después cerrar la puerta del cuarto donde dormía la hermana de la otra.

Suspiró mientras se acercaba a un sofá, justo al lado de donde estaba Abigail-…¿no crees que deberíamos estar hablando en lugar de estar peleándonos? –Se preguntó un momento y después se quedó mirando a Abigeil como si la pregunta también hubiera sido para ella. Mientras esperaba se quedó leyendo unas hojas de un periódico que había cerca. Justo estaba la noticia de un robo que estaba investigando la policía, después otro artículo donde decía que en la página siguiente, había más información tras pasar la página. Solamente se cansó y dejo el periódico a un lado.

-Cuéntame sobre ti…-sonríe de medio lado, sin nada a cambio-…¿Vivís aquí? O ¿sois de alguna parte del mundo?-Sonaba curioso por saber más de esa mujer que tenía al lado. Era bella en parte, solo que no pudo evitar pensar en aquella mujer que de verdad le calo fondo los huesos – Dime Ta..-se calló para después hablar por el nombre de Abigeil -…Abigeil, perdona…-sonrió lentamente, se sonrojo un poco cuando ladeo la cara, mirando hacia otro lado, intentando que no le hubiera visto su rubor -…Estas mujeres conseguirán matarme de un susto…-murmuro en un tono bajo para que solo lo escuchara el mismo. Nadie tenía porque saber su mala suerte.

*toc toc*

-Metete….en la habitación Abigeil…-murmuro mirando hacia la puerta en la que habían llamado, no le olía nada bueno aquellos golpes contra la puerta. Suspiro, esperando mientras sacaba su arma a que Abigeil se metiera dentro de la habitación. Suspiro. Esto le costaría un problema si no hacía nada. Cuando fue a mirar hacia atrás, no vio a nadie, la otra puerta cerrarse con lentitud-…Bien..-murmuro lentamente, cargo su arma, se fue yendo hacia la puerta para no quedarse cerca ni muy lejos, no pretendía que le mataran a través de la pared. Suspiro, se calmó y apuntando con la pistola abrió la puerta con lentitud.

No entró nadie.

Cerró la puerta entonces. Un bromista, pero aun con el arma en alto vio como una nota se coló por la ranura de la puerta por debajo. Observo con su buena vista la nota que decía “Cuatro muertos, una victoria” No toco el papel. No quería arriesgarse, se agacho para coger el papel con un pañuelo que saco antes, lo tomo y cogió las pinzas de la chimenea, cogió el papel y paso una esquina por el fuego. Fuego verdoso…Osea, el papel estaba rociado con algún tipo de veneno. A pesar de todo, su rango de “casi” general de cuando luchaba en la guerra, había servido para algo.

por **Emily/Abigeil Wright** Miér Feb 12, 2014 8:48 pm

Asustado, es un estado de miedo que adopta el ser humano ante la preocupación por algo desconocido o inesperado, ¿solo los humanos lo sienten? Quizás, los sobrenaturales ya no se sorprenden con facilidad pero los tiernos y frágiles humanos si lo hacen, tal como la jovencita que estaba tan asustada como un ratón acorralado con aquel hombre que era probable, según ella, que las matase, de por si la muerte la seguía con su delicado ser para que mentir, siempre fue delicada y por eso no pudo disfrutar de lo hermoso de la vida solo lo podía hacer através y con la ayuda de su hermana y justo ahora la quería despierta.

De mala gana miró al hombre, ella aun no podía creerle, ¿cómo hacerlo? –Quien me asegura que tu no pusiste algo y por eso le enviaste a preparar las bebidas- musita levemente la joven aun tímida y con un leve tono carmesí en sus mejillas el suspiro de sus labios fue leve pero audible para el oído humano, dejó a su hermana contra su voluntad – ¡Suéltame hombre, puedo…puedo caminar!- grito un poco asustada mientras se zafaba de su agarre sobándose el brazo –grosero- masculló para si mirándole enfadada para luego voltearle la mirada no quería hablarle por dos razones , una por miedo y otra porque no tenía mucho que hablar con él, en la mente femenina se formulaban una serie de cuestiones ¡que podría hablar con él, un hombre que ha visto el mundo y cosas que nadie puede igualar con una simple cortesana que solo ha tenido que abrir las piernas para satisfacer a los hombres, no hay en común y no hay nada interesante de que contarle! Se mordió el labio inferior mirándole de soslayo.

-Cuéntame sobre ti…-

Una palabra que le provocó un jadeo de admiración –de…de mi…bueno no hay mucho solo que soy una puta como tantas que llegan a esta ciudad en busca de algo más, pero terminan en el burdel ya que no pueden y tienen más que hacer, una por necesidad- se señala –y otras porque les gustó esta vida- mira hacia la habitación de su hermana suspirando hondamente –No hay mucho que contar si no la típica historia, dos hermanas que fueron violadas por su madrastra y arrastradas a esta vida- mira hacia el suelo hasta que escucha la puerta, haciéndole sobresaltar del susto, su respiración comenzó a agitarse, señal de que iba a entrar en una crisis de asma, cuando le vio tomar su arma y acercarse a la puerta no pudo más y comenzó a faltarle el aire, corrió a la habitación con su hermana, se sentó en el suelo recorriendo sus piernas tratando de tranquilizarse pero no podía respirar su pecho se cerró no entraba el aire para nada de tanto susto que tenía hasta, su cabeza comenzaba a latirle al igual que su corazón todo con imaginarse que alguien podría entrar y dispararles a los tres obviamente que el cazador se salvaría pero ¿y ellas? Como podría salvar a su hermana.

Con el sonido de su ahogo trato de levantar a su hermana empujándole –Emi despierta…por favor- empuja a su hermana sobre la cama mientras Abi estaba en el piso cansada y angustiada, no sabía qué hacer, y la única forma era como su hermana la ayuda en sus crisis de asma, solo su hermana sabía cómo parar esas crisis, trato de aflojarse el vestido sus intentos de despertarla no funcionaron y se quedó tumbada, acostada, en el suelo, las lágrimas le salían de los ojos mirando el techo y con un susurro entrecortado por sus desesperados intentos de respirar y controlar su asma –no…no…no qui..no quiero…morir…no sin ver…sin...sin ver nevar…- se tocó el pecho cerrando los ojos rezando.

¿Una puta rezando? Si porque más que ser una puta era una joven que creía que iba a morir y al menos deseaba entregar su alma a un ser que quizás tuviera compasión de ella ya que los humanos no la tenían.

por **Andrei Chezhekov** Mar Feb 25, 2014 5:09 pm

No tenía por qué pasar nada del otro mundo.

Andrei estaba seguro de que alguien quería eliminarles a los tres, pero el motivo lo desconocía. Ya no era un cazador solicitado o si lo era. Le daban encargos extraños y bizarros, pero ya de eso hace tiempo…..

Flashback

Andrei entraba por la puerta de su mansión en Rusia, pensando en que quizás debería de decir “hola, queridos padres, ya estoy aquí!” pero no dijo nada frente a la escena que presencio en la gran sala del salón. Ambos padres muertos, colgados y mutilados de un modo bastante bizarro. Una “s” como firma entre ambos cuerpos colgados de las manos, encrucijadas y solamente con las cuencas de los ojos huecas. Vómitos y mas vómitos salieron de su cuerpo. Tras varias horas, dos días pasaron sin salir de casa, quienes le habían contratado, una pareja mayor de dos hombres que buscaban aliados, fueron a la mansión de Andrei, encontrándole moribundo, casi muerto por lo mal que se había alimentado y entonces vieron aquella grotesca escena. Uno de los dos tomó a Andrei sobre su hombro sacándolo de ese antro y el compañero aquel que se quedó deshizo la escena con otros más que vinieron en su ayuda.

Fueron varios días los de silencio que paso Andrei en uno de los albergues de las afueras de Rusia. Andrei no hablaba, mataba sin resistirse ni un solo momento, desatando esa ira contenida, controlando cuando debía de usarla, simplemente pensó en que si seguía así, se malograría aún más. Entonces solo, se fue a Paris en busca de algo que hacer.

Fin del Flashback

No más conoció a muchas muchachas lindas que le llenaron pero no del todo. Solamente una mujer lo hizo y de igual modo le rompió el corazón hace un mes o ya ni lo tiene tan claro. No tenía suerte con las mujeres, era un inútil, pero con las armas, era bastante bueno. Un arma no era lo mismo que estar con una mujer ¿O sí? –Dios…-Su petición hacia el súper poderoso no era más que un gesto de debilidad, de querer desaparecer de aquel mundo sin ni siquiera haber podido vivir en paz. Sentándose en uno de los sofás tapizado con estampados ostentosos borgoñas, en sus piernas fueron apoyados ambos codos, en el que sus manos le taparon el rostro para poder ocultar el dolor que en ese momento recordaba su alma y que lo podrían ver a través de su mirada, era frustrante a veces.

No más ¿Qué debería de hacer? Tenía una pistola a solo unos centímetros de distancia. La respuesta era bastante fácil, pero….

¿Tendría los cojones suficiente de hacerlo o no?

por **Emily/Abigeil Wright** Mar Mar 11, 2014 5:03 pm

“El solticio de verano las flores abren sus capullos regalando al viento una nube de esporas, dos niñas van corriendo cogidas de las manos por los campos, con sus sonrisas de felicidad, una es rubia y otra es pelirroja, se ven y se juran que, siempre, siempre estarán juntas no importa lo que pase, ni la muerte ni nada las separaría”

Abigail se encontraba en el suelo no podía moverse, el susto que se llevó en pensar que alguien estaba tras aquel joven y ellas estaban siendo las carnadas para tomarlo con los pantalones abajo y matarlo más rápido a él y de paso a ellas, giró su cabeza tomando la mano de su hermana sonriendo con una lágrima rodando por su mejilla, su respiración se agitaba más, sus ojos llenos de aquel liquido salado, y sus recuerdos vistos através de su hermana

Flashback.
Dos niñas pequeñas de 8 años caminando por el jardín de las casas de clase alta, mirando las rosas y los lirios, tomadas de la mano viendo que de bueno podían encontrar, un trabajo o quizás un amor de verano, la pequeña Abi se detiene frente a una casa con una pared muy inmensa para ella, donde por las enredaderas que atrapan toda aquella empedrada pared hay unos capullos de flores blancas, cerradas despiden un aroma único y agradable y además de que no está todo poblado, solo hay una que otra de esas flores en unas cuantas hojas verdes, su madre le s había hablado de ese tipo de flor muy extraña y muy hermosa para dejarse ver por el sol.
-Emi, mira es un galán de la noche-
-Abi, solo se mostrará en las noches, no podrás ver más su esplendor, deja esa flor ahí-
-Emi sabes que no salgo en la noche por el frío, mamá me lo prohíbe y sabes porqué- se encoge de hombros
-Abi el que tu no puedas no significa que no pueda ir en tu lugar o llevarte bien abrigada, recuerda…-
-juntas para siempre , siempre cuidándonos, siempre amándonos-

Fin.

Esas palabras finales le hicieron sonreír con un propósito –No, no voy a morir aquí y así, no dejaré a mi hermana- tomo toda la fuerza que le quedaba en su pecho y gritó con todas sus fuerzas –Ayuda por favoooor- cerró los ojos tratando de recordar cuando su hermana la calmaba con aquella melodía suave y triste, comenzó a tararearla pero eso le resta más el poco aire que estaba en sus pulmones, poco a poco iba perdiendo la noción del lugar, sus párpados se estaban poniendo pesados, sus dedos finos se sentían helados y no la obedecían en tomar más la mano de su hermana, su boca soltaba los últimos ruidos de su desesperación por tomar una bocanada de aire, su pecho comprimido y sus piernas tan ligeras, todo su cuerpo se sentía flotar –Esto es…es…- con una sonrisa dejó que su cuerpo flotará por el aire de la habitación… ¿o quizás solo era un mal sueño?.

por **Andrei Chezhekov** Sáb Mar 15, 2014 8:52 am

–Ayuda por favoooor-….

Escuchó en la lejanía mientras aún era presa de los pensamientos que le reconcomían. Bien a tardar, Andrei se levantó de su asiento, yendo a socorrer aquella llamamiento, aquello que le incito a levantarse para encontrarse a Abigeil, a ese ángel pidiendo ayuda que parecía ser arrastrado a las puertas del averno con su sufrimiento- Mierda…. ¡Abigeil! –Inmediatamente salió corriendo hacia ella, tomándola en brazos la puso en la cama donde con sus manos cogió aquel corsé el cual apenas aflojo, pensó en su cuchillo escondido en su tobillera -…Lamento lo que hare…-Termina por levantarse parte de la pierna de su pantalón, agachándose para tomar entre sus manos el cuchillo de un escueto mango y desgastado, donde la hoja era curvada en media luna en la punta -….Lo siento…-Su navaja, cuchillo fue a las cuerdas de ese corsé, pero no tuvo mucho éxito pues aquel cuchillo era usado más que nada para sacar los ojos de las cuencas de aquellos que eran sus enemigos.

Tiro el cuchillo por algún lado de la habitación, terminaría por hacerse daño en la mano y en los tendones que formaban parte del sistema sensitivo, cogió nuevamente el corsé y de un solo tirón hacia los lados, él separo aquel corsé del cuerpo delicado de aquella joven -….Mierda…-Pensó que se había pasado, pero en realidad había soltado el corsé, tirándolo por la ventana sin querer -…De todas maneras…te estabas ahogando….-murmuro para sí mismo o quizás para ambos. Inmediatamente cubrió con las sabanas de aquella cama el cuerpo semi desnudo de aquella joven, de Abigeil a la que acabo por darle varias palmadas suaves en sus mejillas por si volvía en si pues no parecía muy consciente de pequeña locura -…He…hey despierta…-siguió intentando que volviera en sí, pero paro con las manos para ahora intentarlo con sus labios sobre los ajenos.

Aquel beso, le hizo sentir vivo, especial como si el tiempo se parase, si el silencio irrumpiera en la magia de aquel beso. Sus labios tocaban la suavidad de los ajenos cubiertos por un rosa pálido, él comenzó a acariciarle las mejillas rosadas en las que no terminaba por darse cuenta de profundizaba más y más en aquel beso. Le estaba llevando a un sinfín de sensaciones, a un mundo tranquilo, en paz. No se podía imaginar la magnitud de aquella sensación si volviera a besarla de nuevo. Acabó de darle el beso y se quedó mirándola con cierto anhelo a que volviera -…Vuelve…-murmuró, miro a la muchacha que estaba a su lado, aquella quien decía que era su gemela. Dio la vuelta a aquella cama y tiro un vaso de agua sobre la cara de aquella mujer, intentando conseguir despertarla de su letargo -… ¡Vamos! Tu hermana te necesita….-se quedó viendo como parecía surgir efecto la frialdad del agua que cayó sobre Emily, pero mientras se echaba hacia atrás, Andrei volvía al lado de la bella durmiente que parecía dormir sin consciencia alguna.

¡-AGH! –Andrei gimió de dolor. ¿Qué había pasado? ¿Las puertas del averno se habian abierto para él de inmediato? No, no había sido así, pero el escozor que Andrei sentía clavarse en su costado derecho, le bastó como para pensar en su enemiga, la muerte -Mierda...¡Socorro...! -Esa noche, alguien o algo estaba encontra de esas tres personas. Según el pasado de Andrei, en su contra no había mas que una persona que mato a su familia de una forma visceral, del pasado de las gemelas, desconocia todo tipo de detalles pero que por algun motivo, los habian citado los tres en ese mismo lugar y momento.

por **Emily/Abigeil Wright** Vie Abr 11, 2014 7:08 pm

El cielo debe ser así tranquilo y apacible sin ruido alguno que perturbe la paz, todo de color blanco con toques celestes cálidos no hay presión alguna solo hay tranquilidad y calma, ¡que hermoso! Incluso el aire es fresco, Abigeil podía respirar profundamente, así sentía a su alma, liberada de las cadenas de su mortalidad incluso podía ver a lo lejos a su hermana que se iba alejando, más y más hasta que ya no la pudo ver en eso la habitación blanca se vuelve oscura y su respiración desaparece, el aire es denso y no puede respirar más siente que muere de nuevo pero solo es una ilusión, una ilusión que le va volviendo la respiración con un sabor dulce y ferviente con un deseo de “vuelve”.

-…Vuelve…-

-…Vuelve…-

-…Vuelve…-

Una voz desde lejos hizo pensar a Abigeil en que lo que estaba pasándole era solo un sueño, el sentir aquellos labios, aquel aliento de vida le hizo desear que no terminara aquel sueño para no perder aquel hilo de…de…¿amor? Comenzó a sentir cosas por su príncipe, se sentía como aquel cuento donde la princesa dormía y el príncipe la despierta con un beso de amor, el peso de su pecho desapareció y el aire pudo pasar por su cuerpo llenando sus pulmones, el sueño aún estaba a medio sentir hasta que un grito ensordecedor la hizo brincar de la cama mareada, abrió los ojos pero miraba borrosamente se bajó de la cama pero las piernas le fallaban un poco temblando levemente hasta que se acercó al joven le tomó el rostro entre las manos respirando forzosamente –Es…estas…estas bi...bie...bien…que…que te pasó…- miro el costado derecho y vio sangre, con su zurda toca la herida sin saber aún que era, hasta vio su mano manchada con su sangre al verle se alejó de él mirando a todos lados hasta que vio una ventana con un agujero, inmediatamente fue a buscar agua y una toalla limpia, corrió hasta él pero como era tan torpe se terminó tropezando con sus pies tirando el tazón con agua sobre aquel cazador… -lo siento- soltó rápido y gateo hasta su cuerpo con la toalla presionando la herida viendo cómo se empapaba esta de sangre, luego recordó lo que aprendió en el burdel cuando llega alguien así, le tomo las mejillas para verle sonreír y le beso los labios lento, saboreando aquellos labios le dejo unos minutos.

Salió de la habitación buscando por todo el lugar y encontró lo que quería, unas tijeras, una vela, una aguja y vio un chuchillo, todo ello lo tomó entre sus manos que temblaban pegándolo a su pecho…un momento, bajo la mirada y vio su vestido rasgado, sin corsé y mostrando sus pechos, le hizo sonrojarse porque hasta entonces recordó que le besó y que andaba medio desnuda, no quiso entrar pero luego lo pensó mejor así que tomo aire irguiéndose, sus pechos se mostraron un poco más, entró acercándose a él, se miró y luego a él sonrojándose –lo…lo siento mira, confía en mi voy a sacar la bala y luego coceré tu herida y no te dañaré- se acercó al cazador temblando pero para darle confianza le dio otro beso en los labios –confía en mi Andrei- susurra sobre sus labios cuando enciende la vela y pasa la punta de la aguja sobre esta para pasarla por agua, y así ya desinfectada le metió en la herida del hombre hasta encontrar la bala tomándola, le miro –Oye tu me desnudaste? Acaso querías verme los senos- ríe para despistarlo del dolor y en cuando ve los labios de él moverse tira de la tijera sacando la bala de él, mientras tomó la aguja y de su vestido sacó hilos los cuales mojó en whisky y a la herida igual para comenzar a coserle sin dejarle una marca a futuro–Mira ya está, terminé y no te quedara marca- le mira a los ojos sonrojándose –Creo que…que debo cubrirme…quizás no son los más bonitos que has visto a comparación con otras mujeres que has de ver usado- no sabía ella que le pasaba porque se sentía intimidada de que la viera desnuda, era una cortesana pero con él algo le pasaba se sentía extraña, diferente, se sentía…era ella misma lo que la ponía aún más desnuda frente a él.

por **Andrei Chezhekov** Lun Abr 14, 2014 12:52 pm

Tras haber pasado una serie de gritos mientras obraba de ayuda humanitarias, Andrei pudo finalmente sobre la moqueta rosada de aquel hotel, observar a quien le había ayudado y ahora decía de que se iba a cubrir los pechos cuando se los ha visto mientras obraba-…..Tienes unos senos lindos si gustas de mi opinión….-Dijo retirándose el sudor de la frente, intento alcanzar su camisa pero estaba un poco lejos -….Yo también estoy al descubierto…así que estamos a la par…. –sonrió de lado para abrir uno de sus brazos.

-….¿Quieres recostarte a mi lado aquí en el suelo mientras se me pasa la molestia? –Dijo Andrei de buena fe-…y así, podrías cubrirte si aún sientes algún pudor frente a mi…Yo aún intento descifrar el pasado que se esconde detrás de esos ojos azules que tienes….-Dijo aun con esa sonrisa pero que después de mirarla, se quedó mirando al techo tras sentir un pinchazo en la herida-….aagh! –Gimió breve pero con intensidad por la herida. Se estaba preguntando quien era el que quería asesinarle ¿Algún enviado de la cortesana Tania? Por un momento se había olvidado de ella pero al pensar en esa posibilidad tan remota, pensó que podría ser verdad….aunque lo dudaba seriamente de nuevo.

Juro escuchar sonidos que venían de algún lugar de la habitación.

Cuando giro su rostro, vio que se trataba de la hermana de Abigeil que parecía estar soñando. Andrei miro a su salvadora y como pudo se dio la vuelta a rastras en el suelo para colocarse sobre las piernas ajenas, la cabeza en el regazo dejando que sus rizos castaños e explayaran por alrededor sin más. Su mirada castaña se cruzó con la celeste ajena. Sonrió sintiéndose como un niño pequeño el cual aún tenía a su madre cerca de sí mismo….Cosa que ya no era así. Su hermano….astro se fue sin dejar pista alguna, Tania….le rompió el corazón al ver la distancia que quería poner entre ambos y eso le hacía quererla más, maldita latina de extenuantes curvas y viperinas palabras.

Se dejó engañar por una serpiente que iba vestida con trapos elegantes y que emanaba elegancia de la barata pero igual de atrayente para otros clientes. Él mismo solo había querido que le viera como algo más…que un cliente, pero supo poner aquella cortesana los límites, y sin pensarlo, en la realidad Andrei acariciaba una de las suaves manos de aquella mujer, de Abigeil precisamente mientras en su mente aún estaba vagando hasta difuminarse aquellas personas que había conocido.

-Abi….-murmuro un mote que iba dirigido hacia la persona a quien acariciaba una de sus manos -…..-No dijo nada pues la respuesta estaba en la mirada con la que le miro, llena de una sólida sinceridad de querer contarle todo lo que podría saber, pero que al mismo tiempo no sabría mucho -….eres hermosa….Discúlpame que te lo diga….pero es…es la verdad….-Dijo queriendo alcanzarla para poder otorgarle un beso, pero estaba demasiado lejos y después del tiro, tardaría en recuperarse. Volvió a colocarse sobre las rodillas ajenas muy a su pesar, pero cogió más de aquella mano la cual se había enviciado a acariciar.

por **Emily/Abigeil Wright** Mar Abr 29, 2014 9:18 pm

-…..Tienes unos senos lindos si gustas de mi opinión….-

Aquel comentario del cazador le hizo sonrojar completamente, sus mejillas tomaron el tono carmesí pues jamás le habían dicho ello, siempre alagaban a su hermana y no era que Abi envidiara a su hermana solo que entre las dos ella era la menos proporcionada con un cuerpo muy delgado al igual que los atributos y por eso Emi siempre hacía todo el trabajo de coqueto dejando a Abi como la menos usada solo para la perversión del trio, casi no trabajaba y le daba mucho trabajo a Emi que con gusto lo hacía también pero no le gustaba verla así a Abi.

Miró al hombre con ojos dulces acostándose junto a él cubriendo su cuerpo –No diga esas cosas señor, mis pechos no son tan lindos como los de mi hermana- sonríe al recordar cuando toman baños juntas, sonríe apegándose al hombre cerrando sus ojos –Por cierto gracias por ayudarme hace rato aunque juraría que tu me estabas luego…tu sabes…estabas…besándome- tose un poco para disimular su tensión con respecto a eso –No es que me moleste que veas el cuerpo pero…no es correcto porque tú no eres un cliente y esto ha sido una trampa al parecer no se de quien entonces no es bueno que…que nos veamos sin ropa- su tensión subía más que le obligó a separarse de aquel sujeto para acomodarse las telas rasgadas y el cabello, disimulando su sonrojo de vergüenza y nerviosismo.

¿Una Cortesana con pudor? Era casi increíble y poco probable de creer pero lo había y Abi era una de ellas es por eso que casi nunca se desnudaba frente a las personas porque siempre pensé que su cuerpo era deficiente junto al de su hermana ya que era ella la que más clientes tenía. El ruido de algo la alejó de sus complejos físicos y antes de poder saber de donde provenían sintió la cabeza del cazador sobre sus piernas mirándole con aquellos ojos celestes, no supo que hacer incluso sintió todo su cuerpo de color carmesí, bajó aquella mirada tímida a los ojos de él con una sonrisa ¿qué ele pasaba? Aquel hombre hacía estragos que nunca nadie ningún otro hombre había hecho en ella incluso se permitió ilusionar acercando sus labios a los de él para darle un beso pero quedó a medio camino algo en la mirada de él le hizo entender que no la veía a ella si no a otra, giró su rostro mirando la herida sin decir nada muda todo el momento incluso cuando él la halago, se sintió molesta y retiró su mano de la de él.

-Debo ir a ver a mi hermana, tú dices eso es porque no la has visto muy bien a Emily, cuando la veas verás que es la más hermosa, sensual y viperina de todas las cortesanas que puede cumplir todo capricho que desees y más que es eso es una mujer muy sana, así como tu esposa o novia o lo que sea que tengas en tu vida- le alejo de sus piernas mordiéndose el labio, pero cuando se puso de pie sintió un frio correr todo su cuerpo, las telas rasgadas se habían abierto más hasta el punto de rodarle por el cuerpo dejándola solo en bragas de tono blancas, se quedó horrorizada por aquel espectáculo porque había un secreto de Abi ella era virgen pues sus relaciones eran de sexo oral más que de penetración y solo su hermana la acariciaba y la hacía llegar con caricias por el problema de su enfermedad, los hombres decían que se le podía pasar esa enfermedad respiratoria si la tocaban pero ya que estaba era mejor verla acabar y que les diera placer oral, y verse ahora desnuda frente a un hombre le daba miedo porque no estaba su hermana a su lado y estaba sola lo que la hacía más temerosa pues había pasado muchas cosas de las que fue testigo

-No me mires- gritó cubriéndose los pechos y el cuerpo en general cerrando los ojos para no verle y así no sentirse tan desnuda.

por **Andrei Chezhekov** Mar Mayo 13, 2014 11:02 am

Estaba preguntándose porque se estaba portándose así de repente. Andrei seriamente comenzó a pensar que debería de buscarse quizás a una joven que no fuera cortesana y quizás le dejarían de romper el corazón o podría vivir con la consciencia tranquila. Solo suspiro varias veces como queriendo coger valor de algo y finalmente pudo tener valor para poder acercarse a Abigeil-…No sé qué ha pasado ahora mismo..-termino por rodearle la cintura desnuda que mostraba con el vestido roto en el suelo.

-…pero si te soy sincero, tal y como te muestras, eres muy dulce –Se relamió los labios sin poder evitarlo mientras movió una mano dentro de su ropa interior, comenzando a tomar posesión de aquel monte de venus a la vez que con la mano libre la acercaba a su propio cuerpo, gobernando sobre el cuerpo de ella, haciendo que no se moviera y que siguiera como estaba mientras él la seguía “incitando” bajo su ropa interior, no se detendría en ningún momento, terminó por bajarle de una sola vez la ropa interior que tenía puesta, sacándosela de su pequeño y frágil cuerpo, observándola desnuda y pudo sentir como su polla por dentro de los pantalones gritaba en deseos de querer poseer aquel cuerpo de Abigeil.

-..Eres realmente hermosa…-Termino diciendo antes de que fuera hacia un armario en donde había vestidos de mujer – Cámbiate…y eh…Hay vestidos porque esta es una habitación de una de las doncellas…no le importara que uses un vestido de calle –Sacco un vestido blanco roto que iba con flores azules o algo así. Andrei no tenía idea de vestidos pero solo lo cogió y fue acercándoselo a Abigeil – De hecho no te pongas la ropa interior ya quienes sean que quieren nuestra cabeza pueden estar siguiéndonos y mejor que el aroma termine aquí…-Observo a la mujer que estaba en la cama –Sí que duerme…-Suspiro para salir de la sala, se fijó en la venda que tenía en el hombro y suspiro, cogió sus ropas que estaban en el suelo y salió de la sala para dejar intimidad a Abigeil para que pudiera vestirse tranquilamente.

por **Emily/Abigeil Wright** Miér Mayo 14, 2014 5:21 pm

Abi se sentía por vez primera desnuda, completamente ¿por qué? Porque aquel joven no solo veía su cuerpo si no su alma, la veía a ella no estaba representando un papel como suele hacerlo con los clientes junto a su hermana, no, ahora era ella Abigeil Wright la que estaba sin ropa frente a un hombre que bien podía empujarle a la cama y violarla para quitarle la virginidad sin él saberlo, eso le dio más miedo pero a la vez le produjo una excitación porque aquel joven le atraía mucho a ella, jamás se fijó en un hombre antes porque siempre pensó que eran unos burdos salvajes que solo follan porque sí pero con aquel cazador todo era diferente no se sentía una puta más sino una mujer, una dama.

Trato de alejarle al cazador de su cuerpo pero la cercanía le hacía imposible reaccionar coherentemente –No…- trató de quitarle la mano pero solo hizo se metiera más la mano en nido de amor, que la excitara, su boca se abrió en una O bien formada, sus ojos se cerraban y por vez primera quería que fuera él quien le quitará aquella flor… “Si…no pares…sigue…más abajo por favor” su mente divagaba y trataba de no jadear pero un suspiró le arrancó y cuando iba a subir su pierna a la cintura de él para atraerlo…desaparece la mano, -qué…no no por favor, no pares, no ahora- lo susurró pero tal como se alejó apareció el sonrojo de vergüenza por sentirse mal al rechazo.

Su cuerpo estaba en aquella habitación pero su mente no, se había ido completamente a la estratosfera, se sentía miserable y horrible, algo feo para la presencia del joven, cuando él se hubo retirado tomó el vestido para colocárselo y así como iba subiendo la tela por su cuerpo las lágrimas iban cayendo una a una al suelo –No soy hermosa como Emily- miro a su hermana que roncaba con una sonrisa como si tuviera uno de esos sueños pervertidos que sabía tener, se limpió las lágrimas y buscó atarse el vestido por completo pero luego se vio en uno de los espejos de la peinadora que estaba en la habitación…se miró y se vio fura de lugar con un vestido de noche y más sin bragas se sintió más que vulgar porque no le gustaba ir sin bragas –Eso es, él te quiere solo para eso…es un cliente más un hombre que no te ve como una mujer si no como una puta para pasar el rato eso es todo- se limpió todas sus lágrimas saliendo de la habitación.

Fue a donde él estaba y le miró unos segundos para luego bajar la mirada, le dio la espalda y con una voz muy diferente a la dulce y amigable Abi, ahora era una fría y distante mujer –Señor podría atarme las cuerdas del vestido, por favor- es todo lo que salió de sus labios recogiéndose el cabello hacia adelante mostrando la abertura del vestido. –Gracias por el vestido, llevaré a mi hermana al burdel y luego lavaré su vestido y se lo devolveré- estaba distante para no sentir nada por él, cerró los ojos con fuerza regañándose por haberse ilusionado con un hombre como él que solo las ve como putas por eso las engaña con palabras de hermosura y belleza que no existen.

Y ahí estaba una cortesana enamorada de un hombre que al parecer según ella solo la veía como lo que era una fea puta.
Virgen pero fea.

por **Andrei Chezhekov** Jue Jun 12, 2014 5:02 pm

Impacientemente estaba esperando a que alguna de las dos saliera de aquella habitación. Ya no habría peligro ni nada por el estilo ya que quizás, quienes los querían muertos, estaban de camino a su guarida secreta para planear algo mejorado. Entonces pensó en llevarlas a su mansión a las afueras de Paris por un par de días…..para aquella que se llamaba Emily. De alguna manera, tenía planes para Abigeil de que se quedara varios días con él, pero intuía que no aceptaría el trato por si quiere estar siempre con su hermana. Aquello le resultaría un fastidio. Le caía bien aquella joven, esa dulzura la hacía diferente a una que había conocido aunque…aún estaba en sus pensamientos. Escucho las palabras de ayuda de Abigeil para que le subiera o le atara los lazos del vestido, se quedó mirándola de abajo arriba y se levantó del sofá en el que se había sentado a meditar.

Estaba cerca de ella, a varios centímetros de ella y podía oler su aroma. Descaradamente se atrevió a meter una mano dentro de aquel vestido y vio que no tenía ropa interior. Su entrepierna parecía removerse inquieta, intento pensar en otra cosa mientras sacaba la mano de aquella nalga, termino por atarle el vestido, ajustándoselo y así aprovechaba para manosearla con descaro. Le dio la vuelta sujetada de la cintura y le saco los senos para que vieran más -…Te va perfecto….-Termino sonriendo, pero su cuerpo temblaba por los nervios -…Es…si te soy sincero, he estado solo con una mujer….y esa mujer acabo por rompiéndome el corazón….-Suspira, no la abrazaba ni nada, tan solo se quedó mirándola a los ojos- …Espero que confiéis en mí y sé que es un poco prematuro, pero debo poneros a salvo, por ejemplo en mi mansión afuera de Paris en donde no sabe nadie de mi ubicación....-Mostro simpatía hacia la joven y solo suspiro-...¿Pasa algo? -Dijo mientras se cruzaba de brazos, estando quieto en aquel sitio.

Tenía en cuenta el bello rostro de ambas, pero por quien se decantó, fue por la mujer que tenía delante de sus narices. Una hermosa mujer de cabellos rubios y ojos claros -....Confiad en mi...-La tomo de las manos-....¿Qué tal si despertamos a tu hermana? -Se quedó mirándola, pero después no espero y fue a la habitación donde aun dormía su hermana gemela, la cogió en brazos envolviéndola en la sabana y comenzó a moverse por la habitación hasta llegar a la salita donde vio a Abigeil -…Estas preciosa con ese vestido…de verdad…-se quedó mirándola por un rato, no se dio cuenta que se le caía Emily y la volvió a sujetar nuevamente, aun con más fuerza.

por **Emily/Abigeil Wright** Sáb Jun 14, 2014 10:52 pm

Y Abi volvía a sentir cosas por aquel cazador, nuevamente su corazón palpitaba por él con cada palabra y cada letra le daba un sentido a su vida caótica además de que se estaba ilusionando, ella quiso lanzarse a los brazos de él y besarle los labios para al final terminar en la cama abrazada a ese hombre, era la primera vez que ella deseaba ser de un hombre, ser de él por primera vez, apretó sus piernas fuertes para no sucumbir a sus ilusiones y deseos, es más se alejó un poco de las manos de él temblando como si tuviera frio pero no era eso, ella temblaba de miedo por lo que estaba sintiendo.

¡Si a él le rompieron el corazón también él me lo romperá a mi si le digo lo que estoy sintiendo por él! Entre suspiros quiso correr de ahí dejar todo y salir como una loca pidiendo ayuda para dejarse por bien librada, pero eso le dolía más en el pecho justo cerca de su corazón y entonces asintió –Si señor, haremos lo que diga, quizás debamos ir a su casa, pero creo que deberíamos volver al burdel ahí pertenezco…digo pertenecemos mi hermana y yo- con su mirada hacia el suelo no quiso decir más ella sabía que si hablaba más o contestaba a algo le terminaría besando o diciendo lo que sentía.

Corrió hasta la habitación mirando como cargaba el hombre a su hermana y como la sostenía fuerte para no hacerla caer, entonces comprendió al joven lo que le gustaba era su hermana pero como eran mellizas Abi asumió que el joven cazador miraba a Emily a través de Abi y por eso la coqueteaba lo que le hizo sentirse de la peor forma, su rostro se mantenía agachado para no mostrar sus ojos que deseaban soltar lágrimas, su voz se quebraba –Si lo sé, ella es bonita- masculla entre susurras poco audible para cualquiera –Gracias señor pero Emily es más bella y es mejor que yo ¿Qué puede haber de bonito en una mujer enferma y virgen que se ilusiona fácilmente hasta pensar que puede ser algo hermoso para alguien cuando solo ven a su hermana, y no es que odie a mi hermana o no la quiera o la envide pero es verdad ella es mil veces mejor que yo, no sé porque aún no me muero y dejo a Emi libre de mi presencia que es una condena y una carga- salió de aquella habitación soltando unas lágrimas, corrió por los pasillos hasta bajar por las escaleras pero antes de llegar a la planta baja decide subir hasta la parte más alta del hotel, admirando la noche con un deseo de dejar a su hermana y a su “amor” juntos para que tengan una vida sin que les estorbe Abigeil.

por **Andrei Chezhekov** Sáb Jul 12, 2014 2:35 pm

Lo que escuchaba le parecía demasiado irracional, no le dio lugar a decir misa y lo único que pudo hacer fue seguirla por las escaleras pero después la vio subir hacia arriba, hacia el tejado y enseguida se alarmo. Coloco a Emily sobre su hombro para poder correr mas ligero, siguió y siguió corriendo hasta que llego al tejado en donde estaba Abigeil en el filo del tejado.

- ¡ABIGEIL! ¡PARA! –Inmediatamente dejo a Emily apoyada contra una pared, se fue corriendo hacia Abigeil para cogerla de la cintura y finalmente en brazos. Se quedo observándola, se alejó de aquel lugar para ponerla contra la pared suavemente-….Abigeil…¿en que demonios estabas pensando? –Se quedo observándola detenidamente, con semblante serio y de pocos amigos. Solo suspiro frustrado –Despierta a tu hermana…-cruzo los brazos- Nos vamos a mi mansión…-Lentamente se fue dando la vuelta para que no le viera lo serio que estaba.

Jamás lo había estado con una mujer.

Solo lo había estado con aquellos que no habían cumplido con sus mandatos o con aquellos que le hacían chantaje. Pero había de controlar su ira, aquella que desahogaría con Abigeil si no se controlaba. Era de noche y quien fuera que estuvieran persiguiéndolos, se darían cuenta de que estaban al descubierto –Abigeil…-se dio la vuelta en el sitio para observar a quien pretendía suicidarse hace poco.

-…No sé que mosca te ha picado pero si tengo que elegir a alguien esa eres tu…-murmuro con firmeza -….Tu misma me has hecho sentir diferente…pero no puedo aun despegarme de mi pasado…-suspiro-…Quiero que estés conmigo…-tomo con las manos de sus mejillas, guiándola para que le mirara-….simplemente no puedo….es decir...necesito estar contigo –rio entrecortadamente-…No se me da bien esto de rogar que te quedes conmigo pero creo que por ahora es lo correcto y lo que deberíais hacer…-aun tenia las manos sobre su rostro, le acariciaba con los pulgares una y otra vez -….Vámonos…-termino por besarle la frente y le repitió que despertara a su hermana.

-Es hora de una nueva vida, Abigeil…

por **Emily/Abigeil Wright** Lun Jul 14, 2014 7:07 pm

Sobre la cornisa del tejado el viento corría abrazando la delicada piel de la muchacha que con una leve sonrisa y el rastro de una lágrima alojada se abrazaba a si misma, sus ojos pesados se cerrados y sus pies danzantes buscaba alcanzar el filo de aquella cornisa, sus labios temblaban por el frio y a la vez porque se sentía un estorbo para todos y quería solucionarlo de una vez.

-El viento me hará volar- susurra al mismo viento, sus ojos se abren y sus manos se juntan como para rezar, levanta al vista al cielo y solo ve las nubes cubriendo la inmensidad de la noche –Señor sé que no quieres esto pero por favor recibe en tus manos, envía a tu ángel a que tome mi alma pecadora y la redima- el peso de su ser o de sus pecados estaba haciendo que perdiera el equilibrio hasta que poco a poco estaba viendo al suelo más cerca, lo sentía…sus manos las extiende y casi puede oír su nombre siendo susurrado al viento como si le llamara a que le abrace por completo y justo para dar el salto hacia los brazos de la nueva vida…

Las manos de alguien toman su cintura ella asume que es el ángel enviado por Dios para tomar su alma, pero cuando abre sus ojos se da cuenta que no es aquel al que gustosa entregaba su halo de vida, era el hombre por el cual su corazón estaba latiendo en ilusiones, se soltó de él para ir por su hermana abrazándola y luego dejando la cabeza de ella sobre las piernas delicadas de la joven durmiente –oh perdona Emi, creo que fue mi enfermedad que me nublo- tomó los labios de la hermana y dejó un pequeño beso en ellos para volver a acunarse sobre las piernas de ella con las lágrimas corriendo por sus ojos libremente hasta que volvió sus ojos vidriosos a la mirada del cazador asintiendo –Si tiene razón señor debo comenzar una vida nueva- se limpia las lágrimas para tratar de levantar a su hermana a la cual el joven toma entre los brazos –No quiero ir a su mansión, llévenos al burdel ahí estaremos a salvo y luego ya veremos con mi hermana que hacer quizás mudarnos de ciudad y comenzar algo nuevo ella en lo que le gusta y yo quizás cuidando el hogar de alguien- se ríe abriendo la puerta de la azotea para bajar por las escaleras, jamás había estado tan segura de algo como en ese momento.

Su pose era diferente ya no era la tímida jovencita que temía de todo, ella se puso enérgica con regresar al burdel –No, no quiero ir a su mansión o lo que sea, si usted quiere irá solo pero hermana y yo volveremos a donde pertenecemos y de ahí veremos que haremos si continuamos en esa vida juntas y decidimos cambiar para mejorar ambas- iba bajando las escaleras y tocó su frente donde aquel joven había posado sus labios, el cazador coloco a Emily contra la pared de las escaleras y Abi se acerca a ella tocando su rostro delicadamente –Emi bebe despierta vamos tienes clientes que atender y todos están haciendo barra por ti, te están esperando Emi- susurraba al oído de su hermana que poco a poco iba recobrando la consciencia –Es cierto eso Abi, porque no los escucho- los brazos de Abi rodearon el cuello de su hermana que poco a poco iba despabilándose, cuando abrió los ojos lo primero que hizo fue abrazar a Abi con fuerza –Oh pensé que te había pasado algo malo lejos de mi Abi, vámonos, regresemos al burdel si? Quiero estar ahí en nuestra cama contigo abrazadas hasta que esto haya pasado- no miró al cazador hasta que Abi asintió con la cabeza –TÚ? Bien no sé qué coño hayas hecho o quien te quiera muerto, pero más te vale no volver a acercar a nosotras o yo mismo te mataré, entendiste y no me vengas con tu pose de machito y gallito y súper cazador que puedes ser tu quien mates y toda palabrería, te advierto, te quiero lejos de nosotras de mí y sobre todo de Abi- abrazo a su hermana con una sobreprotección única, la pequeña cortesana no pudo mirar al hombre por vergüenza, no sabía que su hermana reaccionaría de esa manera.

Se levantaron y entre pasos lentos pudieron bajar todas las escaleras hasta la planta baja, ahí se percató Emi del vestido de Abi riéndose diciendo que se veía como una princesa muy delgada, entre risas lograron salir a la calle para caminar de nuevo a su hogar o vicio.

por **Andrei Chezhekov** Lun Ago 11, 2014 9:34 am

En diversas situaciones se ha visto metido Andrei desde entonces. En momentos como estos echaba de menos a Tania quien al menos, ella se iría dejándole con ganas de seguirla y simplemente no haciéndole sentir la última mierda del mundo. Recordando a las únicas mujeres que había conocido desde su estancia en Paris, habían sido solamente cortesanas que lo trataban como si fuera un simple crio de feria. Un crio caprichoso que ya había dejado de ser. Tan solo se estaba mostrando como es, estaba siendo sincero pero ahí estaba, de pie y viendo cómo se alejaban de él, dejándole con un nudo en el estómago. ¿No quería que las viera solamente porque las había salvado de alguien que en efecto quería su cabeza?

No pudo hacer más que suspirar con pesadez, observando como aquella muchacha, Abigeil se alejaba de su vista. Quizás debería de ser así. Poner un punto y final en las páginas que se escribía el destino de ambos. Posiblemente debería de hacer caso a la última petición de sus padres antes de morir y buscar refugio en los brazos de la mujer que sus padres querían para él. Tan solo con escuchar su nombre o de recordar el apellido de la muchacha que aún estaba pendiente en conocer, le entraban escalofríos. No porque fuera un diablo con cuerpo de mujer, pero en el pasado, cuando Andrei tenía tan solo diez años, él y su hermano estaban caminando por las frías calles de Rusia y lo único que hicieron aquella tarde fue rescatar a una niña de unos nueve años para diez de un pozo. Dijo que se había caído, pero el pozo tenía como mucho la altura necesaria para sobrepasar la altura de la niña.

Por un momento estuvo por ir detrás de las hermanas. Se lo estuvo pensando durante un rato pero tan solo conseguía perder el tiempo aun sin moverse de su sitio. ¿En realidad debería de ir hacia ellas y decirle cuatro cosas a la serpiente de su gemela? Se rasco la nuca en un estado pensativo, pensando si debería de verdad ir en busca de la verdad, ir a resolver sus dudas para un mejor estado de consciencia pre-dormir en una cama cómoda y calentita, aunque esta vez, no estaría prevista la compañía de una mujer. Lo unico que podia hacer es comenzar a andar, darse cuenta de que no podia mas, de que no podía seguir estando tras cortesanas que no paraban de darle palos en la cara o simplemente rechazarle de una. Dejandole pisoteado como un puto vagabundo por las calles de París.

por **Emily/Abigeil Wright** Dom Oct 12, 2014 2:55 pm

Escuchar a su hermana le ponía muy feliz, en parte, feliz porque no estaba muerta y no estaría ella sola y algo triste porque le estaba alejando de aquella persona de la cual se había enamorado a primera vista, quizás es tonto aquello pero ella se sentía unida al joven una extraña sensación de amor y cariño surgía cuando le veía y ahora que se daba cuenta que su hermana no sentía nada por él quería, anhelaba pelear por él, decirle que sentía algo por él aun cuando aquel joven la rechazara, no le importaba

Iban por la calle caminando hasta que Emi se percata de la ropa que llevaba –Oye y esa ropa Abi- enseguida Abi se sonrojó completamente al recordar las manos del cazador en su cuerpo –es…es de Andrei…el joven al que no te agrada…¿no te agrada verdad?- la mirada de súplica y esperanza perdida que pedía ella a su melliza –Claro que no me agrada ni me gusta, tu sabes mis gusto, hombres fuertes y rudos preciosa, él queda bien para ti- le da un leve empujoncito a su hermana la cual solo sonríe. Emi se percata de los sentimientos de su hermana riéndose más –Sabes iré al burdel a darme un baño pero tu es mejor que devuelvas ese vestido y no te preocupes en llegar temprano, puedes venir mañana igual si la mujer dice algo yo pago tu parte- sin poder creerlo Abi abraza su hermana llena de felicidad y corre de nuevo al hotel…sube las escaleras hasta la habitación en donde estaban los tres pero la ve vacía…su corazón se siente roto, se había ilusionado antes de tiempo.

Camino por la habitación recodando lo que había pasado y el beso que sintió en sus labios –me gustaría sentir esos labios en mi cuello, en mi cuerpo desnudo junto a él de él para acariciarle con mis dedos- susurraba recostaba sobre la alfombra donde ocurrió aquel beso y entre suspiros se levanta dejando ahí toda ilusión pero antes de salir de la recamara decide confesar a la habitación lo que sentía verdaderamente –me enamoré como una chiquilla, me enamore ilusoriamente de un hombre que a lo mejor tiene a alguien más en su vida, de un hombre que solo me vera como una prostituta, mi primer amor a primera vista y el primero que me rompe el corazón y es por mi culpa, por enamorarme de Andrei-

Suspira tristemente carga de un sentimiento que nunca antes conoció, hasta aquella noche que lo conoció a él.

por Contenido patrocinado

Corazón, veneno y espada [Privado]

Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]

Re: Corazón, veneno y espada [Privado]