Lazos del destino [Privado Alice ]

por **Grayson Lennon** Vie Dic 20, 2013 4:21 pm

“¿La curiosidad mató al gato? ¿O acaso fue el gato quien se suicidó luego de conocer la verdad?”.

Anónimo.

Luz; Se hacía la mañana, la luz, los pájaros, todo. La naturaleza indicaba la presencia de un nuevo día para todos los seres que habitaban aquel hermoso país, Francia. Todo parecía alinearse en una perfecta armonía, excepto por Grayson, se podían sentir sus ronquidos desde su habitación la cual estaba bastante alejada de la cocina donde sus “Asistentes” se encontraban. Ahí yacía él en su cama, completamente desnudo sobre las sábanas, no sentía el frío del cual todos se quejaban porque desde hacía varios años que su cuerpo parecía estar en un estado febril constante que disminuía solo en días muy calurosos. Poco a poco sus ojos se abrieron teniendo como causa principal el sonido de las aves en su ventana. Grayson se giró en su propia cama desperezándose dejando salir un sonido de bostezo bastante fuerte.

En la cocina, como todos los días la señora que se encargaba de cocinar lloraba de la risa porque siempre había dicho que “Grayson parecía un lobo por la forma de bostezar”, quién iría a sospechar de que efectivamente era un lobo, o algo por el estilo. Grayson seguía en la cama, más ahora se había sentado en uno de los bordes para comenzar a vestirse con la ropa que había preparado el día anterior. Así fue como prenda por prenda estaba listo para salir de su habitación, completamente despeinado y sin arreglar, cara de sueño y movimientos toscos demostraban que en parte, seguía dormido.

Bajó hasta la cocina, una cocina enorme y hermosa, decoraciones que habían sido elegidas por las mismas señoras que vivían con él. Una de ellas, la más mayor tenía unos 50 años y no tenía familia, pero era una excelente cocinera por lo que Gray le había propuesto mudarse a su enorme mansión si ella se comprometía a cocinar todos los días que él estuviese ahí, nada más. Las tres personas que vivían con él podían invitar personas y familiares siempre y cuando respetasen las reglas de la casa. Se sirvió el desayuno y comió como una bestia feroz.

-Mi niño, parecería que no has comido nada en días- Dijo una de las señoras

-Lo conozco suficiente como para saber que comería eso y mucho más- Respondió la otra entre risas.

-Muchas gracias, la comida es deliciosa, yo me retiraré por este día..

Continuó con su camino levantándose de la mesa y saludando a las “chicas”. Se dirigió hacia la puerta de madera decorada, de todas las casas de su familia la que se encontraba en aquel lugar era la que tenía la puerta más hermosa. Los dibujos grabados, la madera especial, todo era hermoso. Salió de la casa caminando lentamente, sin esperar encontrar nada en particular ese día. Sin embargo algo le decía que sería un gran día, como si algo especial fuese a suceder. Se dirigió hacia el bosque que sabía era un lugar tranquilo y podría caminar sin nadie molestando que era lo que realmente quería.

por **Alice Marie Rice** Vie Dic 20, 2013 8:01 pm

Los pequeños rayos del sol naciente se asomaban por entre las cortinas iluminando poco a poco la habitación en penumbras. Una joven yacía recostada sobre su cama observando en dirección hacia una de las ventanas que se encontraba entre abierta, por la cual había entrado hacia un par de horas. Desde que había vuelto a casa no habría logrado conciliar el sueño, así que hasta que amanecería se dedicaría a rodar por su cama pensando cosas fuera de lo común.

Ya avanzada la mañana Alice se encontraba con la mirada perdida en el techo de su habitación preguntándose a sí misma que era la extraña sensación que la invadía, era como si estuviera olvidando algo importante. No tardo mucho saber que era lo que había olvidado, ya que los pasos de su madre se hicieron sentir fuera de su habitación junto con unos toques en la puerta. Aunque estaba despierta, la joven no quiso responder al llamado. Nuevamente volvió a tocar con más fuerza. A lo que curiosamente no hubo respuesta.

Sin volver a molestarse una señora de mediana edad y de cabellos rojizos entro a la habitación, hecha un remolino, y sin detenerse a mirar a su hija sobre la cama abrió de par en par las cortinas, a lo cual la espontanea reacción de la muchacha fue esconderse bajo las sabanas.

Alice Marie Rice…-Habló la mujer mirando por la ventana-Hace media hora que deberías haber estado lista, se supone que me acompañarías al centro de parís hoy-Sentencio girándose para ver un bulto sobre la cama-

Madre…tal vez yo no…-Respondió la joven entre bostezos-

Ni hablar!-La interrumpió-Sabe Dios como lo haces para acabar con tus vestidos tan rápido-Dijo reprendiéndola-Esto no pasaría si fueras más cuidadosa…así que te quiero lista en cinco minutos-Y sin decir más se retiró-

Eso era muy cierto si ella hubiera sido más cuidadora de no rasgar, ensuciar, tironear sus ropas en cada excursión nocturna que daba, tal vez se hubiera evitado bastantes reprimendas. Rápidamente se incorporó chocando de golpe con la luz el día, lo que provoco que batiera rápidamente sus pestañas buscando la forma de acostumbrarse a la luz.
De un salto bajó de la cama y se dirigió a sus armario, verdaderamente tenía muy pocos vestidos que se encontraran en condiciones decentes. Se puso el más adecuado, sé cepillo el cabello y se dispuso a bajar para encontrarse con su madre.

Al llegar al centro comercial, Alice no se veía muy entusiasmada con las compras, ella era un alma libre que disfrutaba de la naturaleza, no le gustaba estar rodeada de parisinos a la hora más concurrida del día. Tomo a su madre por el brazo haciendo que se detuviera.

¿Qué tal si hacemos un trato?-Pregunto entusiasmada-Necesito un poco de aire, y tu…realmente te ves entusiasmada y no quisiera arruinarte la diversión-Dijo empáticamente-Así que…yo doy vueltas por ahí y tú haces tus compras-Termino diplomáticamente-

Tu nunca vas a cambiar-Dijo la mujer sonriendo con resignación-ve, pero tienes que llegar antes del a anochecer a casa.

Y sin oír más, la joven de cabellos rojizos se apresuró a salir del concurrido lugar dejando que sus pies la guiaran a un lugar más pacífico.
Cansada por la caminata miro a su alrededor, parecía estar en lo que era un bosque, a las afueras de la ciudad. Inspiro ya más relajada, pequeñas aves cantando y el tibio sol calentando la mañana. Prosiguió adentrándose en el bosque sin miedo, si el bosque era interesante de noche…de día debían haber más cosas que admirar.

Taranteando una dulce melodía siguió avanzando por entre los árboles, presentía que algo interesante le ocurría hoy…algo especial.

por **Grayson Lennon** Sáb Dic 21, 2013 6:07 am

Aquel bosque tenía algo especial, quizás las esencias de la vida, aquellos dulces aromas que se manifestaban donde la vida prevalecía sobre la edificación del hombre, aquel aroma solo podía ser sentido donde la naturaleza dominaba, donde todo era “verde” aunque en aquella época no había mucho verde que ver debido al invierno que azotaba el lugar. –Me gusta el invierno- Susurró para sí mismo, como si estuviese hablando solo. El frío, la nieve, las largas y nubladas noches. Grayson se detuvo en un aroma en particular, un perfume que había sentido antes, Pensamientos, pero ¿cómo podía ser que existiesen esas plantas en aquella zona sin que nadie las cuidase? Intentaría averiguarlo.

Comenzó a caminar sin poder esconder aquella sonrisa en su rostro, muy en lo profundo él todavía era un niño que se emocionaba con las cosas más simples de la vida, tal como buscar una flor que es hermosa. Caminaba con el sol en su rostro, aquel hermoso calor que el astro les brindaba era esencial para la vida pero también para la felicidad. Grayson siempre había dicho que los vampiros eran fríos porque no podían sentir aquella hermosa sensación de los rayos del sol calentando su piel. La brisa acariciaba su rostro y parecía surcar los cortos bellos de su barba apenas marcada, como haciéndole cosquillas. Ciertamente aquel día era diferente al resto, parecía que todo buscaba moverle todo el tiempo, como si tuviese que ir a un lugar determinado.

Finalmente pudo alcanzar una vieja carroza destruida, de la misma parecía brotar la pequeña planta con dos flores, cada una más hermosa que la otra. Se arrodilló frente a la misma e inspiró una gran bocanada de aire con aquel perfume encantador. En aquel momento sus sentidos le alertaron de otra presencia en aquel bosque más Grayson ignoró la alerta, estaba demasiado absorbido por la planta como para prestar atención a terceros. Se levantó sin arrancar ninguna de las flores aunque eso era lo que más quería, sería lindo volver con alguna flor para alguno de los tantos floreros en la casa pero no destruiría a un ser que había vencido al hombre por sus caprichos.

Grayson se giró sobre sí mismo mientras comenzaba a caminar sin un sentido marcado, caminaría hasta donde pudiera y luego repetiría el proceso varias veces hasta aburrirse y regresar. Algo hizo que comenzara a tararear una antigua melodía que su madre solía entonar para ayudarle a conciliar el sueño.

Por su mente pasaba lo último que su madre había escrito en la carta que había recibido hacía ya varios días.

“No necesitas nada más para vivir que tú mismo, las cosas que has hecho son maravillosas. Supongo que encontrarás algún día aquella pieza del puzle que falta, tú sabes de lo que hablo…Te desea lo mejor tú madre”.

Quizás su madre todavía creía que Grayson no conocía sus habilidades, sus secretos familiares u algo, aunque poco le importaba en aquel momento. Se mantuvo inmerso en sus pensamientos hasta que una fragancia le despertó de una bofetada, una esencia a pureza, a bondad. ¿Sería alguna clase de engaño? No lo sabía, así que comenzó a caminar en dirección del aroma, buscando con los ojos lo que podía “ver” con su olfato y audición. Continuó caminando hasta poder ver a una joven mujer de espaldas, caminando en la misma dirección que él, en contra del sentido del viento.

-Hey…- Dijo por lo bajo, sin alcanzar un tono de voz audible, ¿qué le pasaba, nunca había tenido miedo ni vergüenza, qué eran estas sensaciones?

Grayson continuó avanzando pero algo en aquella figura le había hipnotizado, lo cual hizo que no viese aquellas raíces en el suelo, las cuales se enredaron en sus pies y le hicieron caer al suelo, delatando su presencia con un gran golpe contra un trozo de madera que al golpear con su cuerpo se había quebrado.

-Ouch, dejará cicatriz- Alcanzó a decir al ver un corte de unos 6 centímetros en su mano. Se sentó e intentó calmarse, mientras seguía un poco desorientado por el golpe.

por **Alice Marie Rice** Sáb Dic 21, 2013 2:51 pm

De las pocas ocasiones en las que se había logrado escabullir al bosque de día, ya que de noche ya había perdido la cuenta cuantas veces lo había elegido como destino de sus viaje, esta era una de veces en que todo lo que la rodeaba parecía sobrecogedor, como si se tratara de una invitación planeada por el destino…como si el bosque estuviera planeando algo para ella.

Miraba hacia todas direcciones tratando de absorber todo al mismo tiempo. El olor de las flores que pronto se opacaría con el caer de la sutil nieve, que anunciaba el invierno. Lagunas congelas, las copas de los arboles adornadas con pequeñas capas de nieve, los animales hibernando. Le gustaba como cambiaban las cosas con un poco de nieve, pero también la limitaban, el gélido aire que de un solo respiro podría congelar en cuestión de segundos, pero eso no le importaba…se sentía obligada a contemplar el bosque nevado aunque se convirtiera en un tempano de hielo.

Alouette, gentille alouette, Alouette, je te plumerai-Canto en un susurro para sí misma-

Mientras seguía caminando la canción que tarareaba cambiaba continuamente. Abstraída de la realidad comenzó a soñar despierta. Imaginaba lo feliz que hubiera sido si ella pudiera vivir a las afueras de París…no habría nada mejor, sería como un sueño hecho realidad. Ella era detallista y observadora, pero hasta el más mínimo detalle la lograba cautivar. Sintió el crujir de unas ramas tras de sí, mas no quiso voltearse a mirar, ya que supuso que de seguro era un pequeño animal.

Una tierna chica sola paseando en el medio del bosque, así se veía a sí misma. ”Sola” volvió a repetir en su mente, ya que podría haber jurado que escucho un pequeño susurro del viento…como si alguien hubiera intentado llamarla. Definitivamente el calor del sol comenzaba a afectarla y se maldijo internamente al olvidar su sombrero. Buscando sombra bajo un árbol se percató de un pequeño pájaro carpintero a su costado. Asombrada por no haberlo asustado se acercó instintivamente para tocarlo. El ave no se movía y ya casi podía alcanzarlo, cuando un estruendo tras ella hizo que el pajarillo volara lejos, y también provocando en ella un gran susto.

Se afirmó contra el árbol buscando con la mirada el origen del ruido que perturbó su tranquilidad, hasta que a no muy poco metros de ella pudo ver a un hombre tirado en el suelo y parecía perturbado. Sin pensarlo dos veces rápidamente llego junto al hombre, en ese momento no parecía preocuparle nada más que el bienestar del desconocido. Muchas veces sus familiares le habían tratado como niña ingenua al decirle que ayudar desinteresadamente a alguien que lo necesitaba, algún día… le traería problemas. A ella no le importaba en absoluto esas palabras, además había algo en la presencia del hombre que yacía en el suelo que le llamaba curiosamente la atención. Arrodillándose junto a él lo analizo con la mirada.

¿Se encuentra bien, Messire?-Pregunto suavemente. Era lógico que no estaba bien se había caído. Sacudió su cabeza negativamente disipando sus pensamientos-Oh!...-fue todo lo que pudo exclamar cuando se dio cuenta de la herida en su mano, un mezcla entre sangre y un poco de tierra-Aquí…-Dijo sacando un pañuelo de un bolsillo oculto en su vestido, con un par de letras bordadas en una esquina. Tomo la mano del extraño, con delicadeza, y puso el pañuelo sobre la herida limpiando con cuidado la sangre-Eso bastara por ahora, de todas maneras creo que deberíamos curar esa herida, lo mas pronto posible...-Agrego con una dulce sonrisa en el rostro-

por **Grayson Lennon** Sáb Dic 21, 2013 4:13 pm

Flechazo; Grayson no pudo decir una sola palabra al ver que la joven se acercaba, como si todo lo que podría llegar a decir fuese silenciado por tan solo la presencia de la chica. Aquellos ojos grises con un dejo verdoso, el pelo rojo como el mismo fuego, aquel rostro con hermosas facciones, ¿Qué estaba haciendo alguien como ella en el bosque?, ¿sería acaso una bruja? No, no podía serlo porque la hubiese distinguido al instante. Su aura era la más pura que había visto hasta el momento, algo que llamó mucho su atención fueron los tonos de rojo, verde y azul que predominaban aquella energía interna, mucho para dar en alguien tan…frágil.

Su corazón se aceleró al ver que se acercaba, no sabía que hacer, tenía miedo de que le tocase y sintiese aquel calor, ella seguramente sentiría que Gray estaba en llamas.-M…E…Estoy bien, no se preocupe- Se limitó a decir mientras la sentía tomar su mano con aquel pañuelo, su voz era suave y quizás una de las pocas que no parecía un chirrido en una pizarra para sus oídos, ¿Se habría golpeado la cabeza tan fuerte que estaba alucinando? Aquella delicadeza con la que tomó su mano que, en comparación a la de ella era enorme. Parecía que el licántropo no hacía más que alucinar. –Realmente no debes preocuparte, sanará- Dijo al verla colocar aquel pañuelo y observar cómo se impregnaba en sangre, su sangre. Levantó la cabeza para poder mirarla a los ojos de cerca pero en el momento en el que lo hizo quedó hipnotizado.

“Juraría que puedo sentir la música de aquel músico, Beethoven’s…5 Secrets “Fue lo que pensó y se mantuvo en aquel silencio durante unos segundos, se dibujó una sonrisa en su rostro, algo que no podía disimular en lo absoluto, algo que no le había pasado desde que era un niño pequeño. Entre la confusión tomó la mano de la señorita con la mano que no se había lastimado y con mucho cuidado apoyó sus labios en ella. –Grayson Lennon, muchas gracias y mucho gusto señorita. ¿Tengo el gusto de conocer su nombre? Alcanzó a decir.

Se puso de pie, la herida parecía haber dejado de sangrar tan desmesuradamente y el licántropo parecía recuperar la lucidez. Se levantó para mirar alrededor, no había absolutamente nada ni nadie más que ellos dos. – ¿Qué es lo que te trae por este solitario pero hermoso bosque? Si me permite preguntar, por supuesto.- Alcanzó a decir antes de que un pájaro se posara en su hombro, parecía que los animales tenían cierto aprecio a los Licántropos y cambiaformas. Era un carpintero que tenía mucha curiosidad por saber lo que sucedía en aquel lugar.

por **Alice Marie Rice** Sáb Dic 21, 2013 7:54 pm

Tan sólo habían intercambiado un par de palabras y ella ya se sentía en otra dimensión…como si flotara. Si con un cruce de miradas ella sintió un pequeño nerviosismo surgir desde entrañas, con el suave roce de sus labios sobre el dorso de su mano se sintió enrojecer por completo. Sin mencionar la cautivadora sonrisa que le había dedicado. Se sentía como una adolescente, parecía un niña totalmente cohibida. Suspiro pesadamente en un intento por recobrar la compostura.

No se preocupe, era lo menos que podía hacer-Dijo restándole importancia al tema-Alice Marie Rice…el placer es todo mío-Agrego con una sonrisa-

Se levantó al mismo tiempo que él lo hacía y de pronto fue consciente de su mano aun sostenía la suya. Muy por el contrario de su reacción, le encantaba la sensación que producía el simple roce de su mano contra la de él. Era un sentimiento difícil de explicar. Sin molestarse en pedirle que devolviera su mano lo miro fijamente. Aparentaba ser un hombre de mediana edad, atractivo, con barba de apenas unos días y con una mirada que lograría cautivar a cualquiera.

Noto que dé pie el hombre era mucho más deslumbrante. Alto, de buena postura que denotaba cierta elegancia a sus movimientos. Al momento de ponerse de pie él parecía más despierto…algo dentro de él se había activado, ella lo había notado por el simple hecho de mirar como sus ojos habían adquirido un cierto brillo.

Exactamente eso es lo que me atrae del bosque…su belleza-Contesto con simpleza su pregunta-Digamos que soy un alma libre amante de la naturaleza…Y a usted ¿Qué lo llamo a dar un paseo esta tarde?-Rió por lo bajo-Por cierto, noto un sutil acento inglés ¿tal vez, messire Lennon?-Pregunta ansiosa, como si se tratara de una niña en navidad-

Un pequeño silbido melódico la hizo desviar la mirada hacia uno de los hombros del hombre frente a ella, era el pequeño pajarillo que había intentado acariciar antes de asustarse con la estrepitosa caída. Inconsciente con la mano que no sostenía la de su acompañante, lo que provoco un acercamiento inocente por parte de la chica al cuerpo de él, y apenas respirando, lo acaricio. Era extraño era la primera vez que toca un ave sin que se asustara y lo mejor de todo, las aves no acostumbraban posarse en hombros de la gente que caminaba por el bosque…esto se ponía cada vez mas interesante.

por **Grayson Lennon** Dom Dic 22, 2013 1:05 am

¿Destino?; Grayson podía notar aquellas sensaciones en su propia piel, sentía como si cada roce encendiera millones de barriles de pólvora por debajo de su piel, se sonrojó al verle sonreír quizás hubiese podido ser más fácil de disimular en cualquier otra situación, pero algo impedía que eso fuera posible. Su mirada se perdió en la ajena y durante quizás uno o dos segundos se mantuvo ahí, flotando en el basto infinito, ¿Qué era lo que sucedía? No tenía ni la más pálida idea. - Alice Marie Rice - Susurró por lo bajo –Alice es un nombre hermoso- Se limitó a decir mientras notaba que aún tenía aprisionada su mano, más mantuvo el silencio, aquella sensación era algo que jamás había experimentado.

Se paralizó con aquella sonrisa incrustada en su rostro, quizás sin saber qué hacer, quizás no queriendo arruinar el momento. ¿Estaré frente a un ángel? ¿Tan fuerte golpeé mi cabeza? Se preguntó a sí mismo al mantener aquel silencio

Alice enunció unas palabras que, le hicieron perder cualquier cordura de adulto que quedaba en su mente, había perdido todas las defensas exteriores, estaba expuesto. –Podría decirle que el bosque en sí mismo, había algo que me hizo venir, he tenido el presentimiento de que este iba a ser día especial, además de que debía estar en el bosque. Y vaya que lo fue. Pensó para sus interiores. –Este lugar es hermoso, cabe destacar la enorme cantidad de animales que lo habitan, decorando sus jardines de césped entre árboles, haciendo de jardineros plantando y olvidando sus semillas.- Dijo pensando en roedores y más, Hizo una breve pausa, dejando salir una leve risa. –Exactamente correcto My Lady, Francia para usted, ¿Cierto Alice? Preguntó aun conociendo la respuesta, aquel acento era único.

-Oh, Buenas tardes amiguito, ¿qué te trae por aquí? Dijo aun sonriendo al pájaro, aunque sabía que nunca la respondería en un idioma entendible. Notó la cercanía de la joven, ruborizándose e intentando dar un paso atrás, tropezando con una raíz y cayendo hacia atrás y, al sostener la mano de la chica arrastrarla con él, cayendo ella sobre su cuerpo para no lastimarse.

-Perdón, perdón, lo siento, en serio.- Dijo, pero rápidamente se perdió en los ojos de la joven, impidiendo su reacción, el dolor era pasajero más aquel momento parecía ser eterno.

por **Alice Marie Rice** Dom Dic 22, 2013 2:41 pm

Sin poder despegar la mirada sus ojos agradeció tímidamente el cumplido por su nombre, nunca le había parecido atractivo su nombre…hasta ahora.

Extrañamente parecía ser un hombre de pocas palabras, ya que lo único que hacía era observarla. Seguramente en algún punto la insistencia de la mirada debía rayar en la incomodidad, pero a Alice no le incomodaba. Sin darse cuenta sonrió al pensar en la frase “Una mirada vale más que mil palabras”, eso muy cierto. El silencio se había convertido en aliado de la conversación muda entre sus ojos.

El presentimiento de algo especial…-Repitió en un susurro como si esas palabras se trataran un código que debía descifrar.

Lo escucho hablar de las maravillas del bosque. ¿Quién diría que una simple caminata por el bosque pasaría a ser más que eso? Se sentía verdaderamente cómoda a su lado, lo cual era extraño, si bien era un muy buena socializando, siempre se toma su tiempo para analizar a las personas y apenas sabia lo básico de él…su nombre.

Oui, messire Lennon-Contesto a la pregunta de su procedencia- o mejor en su idioma…¿Yes?-Dijo en una pequeña risa preguntándose si lo habría dicho bien.

Su atención paso de los ojos de el al pajarillo que acariciaba con emoción. Lo escucho hablarle tiernamente al pájaro como si él fuera capaz de entender su canto, el parecía tener una conexión especial con el bosque, como si lo conociera como la palma de su mano. Ella había visitado muchas veces el bosque, pero siempre se sorprendía con cada cosa que encontraba, la naturaleza siempre se encargaba de mostrarle algo nuevo y fascinante.

Sintió como el dio un paso atrás, lo siguiente que supo es que estaba tendida en el suelo sobre él, al caer la había arrastrado consigo…y el pajarito nuevamente había volado. Con la cabeza apoyada sobre su hombro se hecho a reír al escucharlo disculparse nerviosamente-Lo siento, ha sido mi culpa ¿Estas bien?-Pregunto sin mirarlo, con la cara escondida entre su cuello y el hombro. No quería que la viera sonrojada. Suavemente, y peleando con su subconsciente que no quería levantarse ni soltarle, se soltó del agarre de su mano para poder levantarse. Tan solo mover la cabeza pudo notar como su nariz rozaba la de él, la cercanía definitivamente era demasiada. Sin pararse tendida sobre él, se alejó un poco de su rostro, no quería incomodarlo, aunque la situación en si era bastante vergonzosa para ambos.- ¿De verdad estas bien? Puede que el golpe anterior haya afectado tu equilibrio…-Murmuro por la cercanía. Realmente ya no era consciente de lo que decía, se sentía perdida, pero al mismo tiempo cómoda-

por **Grayson Lennon** Mar Dic 24, 2013 8:09 am

Peace; ¿Culpa suya? Pensó aun sin dejar de mirarla a los ojos, sentía que se perdía en aquellas ventanas al alma. ¿Sería que sus almas estaban destinadas a terminar juntas? ¿Acaso este sentimiento nunca antes sentido era el nacer del destino? ¿Se estaba preguntando demasiadas cosas y no estaba diciendo nada? Se detuvo un segundo, dejó su mente en blanco mientras sus ojos y su sonrisa permanecían posados sobre Alice, sobre la extraña en el bosque, sobre aquella chica que sobre ella todo desconocía… ¿O quizás no? Recordó aquellas palabras que su padre le había contado había escrito para su madre cuando la había visto por primera vez.

-“I have died everyday waiting for you”- Susurró sin pensar siquiera si la chica entendería, en aquel momento estaba perdido. Como si algo dentro de ellos estuviese conectando, dejándole a él como un completo idiota.

Sintió como soltaba su mano y si bien en aquel momento la hubiese abrazado fuerte sin razón alguna, tan solo por querer hacerlo, se contuvo. Su cuerpo se detuvo en aquella milésima de segundo en la que sus narices se rozaron, sus ojos se iluminaron, sintió como se disparaba un chorro de adrenalina en su torrente, como su corazón se aceleraba y como aquel rubor en su rostro lo delataba. Comprendió lo que su padre siempre había dicho sobre encontrar “alguien especial”.

“Hijo mío, comprenderás que para nosotros la compañía de la vida es fundamental, necesaria y esencial. Somos seres sociales, incluso más que los simples humanos; Hay una razón por la cual no hemos buscado una esposa para ti y tampoco la buscaremos… Cuando la veas, sentirás la explosión de mil soles en tu interior, sentirás que la naturaleza te indica que es ella, que tu ángel descendió del cielo…Aunque te parezca imposible hijo mío, solo con verla a los ojos sentirás eso que a la humanidad tanto le falta… amor.”

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro, escuchó aquellas palabras y largó una leve risa mientras tomaba coraje para enunciar. –Yo creo que si el golpe descolocó algo dentro de mí, me gustaría que permaneciera así por un largo tiempo- Era claro lo que decía, no se debían analizar demasiado sus palabras. Se mantuvo ahí en silencio durante un segundo más, admirándole de cerca.

Sin embargo sabía que debía levantarse, así que lentamente le ayudó a ponerse de pie mientras él también lo hacía, una leve brisa inundó el bosque como queriendo acercarles, o quizás indicándoles un camino a seguir. –Supongo Alice que te gustan las aventuras- Se limitó a decir mientras la tomaba de la mano y comenzaba a caminar en dirección al viento. –Acompáñame, te prometo que no te arrepentirás- Susurró mientras caminaba sin hacer mucha fuerza, por si la joven decidía no ir con él. La llevaría hacia aquel lago escondido, aquel lugar era hermoso, se encontraba en un claro, su superficie estaba cubierta de hojas de los árboles por lo cual parecía que el lago no estuviese ahí…hasta que se pisaba la trampa.

por **Alice Marie Rice** Miér Dic 25, 2013 1:01 am

Y estaba de nuevo…esa mística conexión, y al mismo tiempo atracción, que sentía tan solo al cruzar miradas con él. Era como si el tuviera el poder de dejarla en trance por instantes donde la llevaba a un plano fuera de la realidad donde todo era paz y armonía. Sensaciones como las que estaba experimentando no se sentían de un momento a otro, y menos de un hombre que te encuentras a la mitad de la nada…era como si lo hubiese conocido todo su vida, por alguna extraña razón su ser interno le decía que así era. Conjeturas iban y venían de sus mente, no sabía qué hacer, estaba prácticamente petrificad frente de él, sentía su aliento cálido sobre el mentón y por un momento…creyó que hasta podría haberlo besado impulsivamente.

Agradeció en silencio, cuando él hablo en su idioma, definitivamente no tenía idea lo que había dicho, pero el tono en el que las empleo le dieron un leve atisbo de lo que podrían haber significado. Se enterneció completamente, mas no dijo nada, un nudo en la garganta sumado a una molestas costillas que sentía en su estómago…le impidieron hablar y sólo se limitó a sonreír, sintiendo las mejillas arder.

Escuchando el latido de su corazón retumbar en sus oídos, se percató del ligero rubor que cubrían las mejillas del extraño. Inconscientemente se le escapo una risilla ante tal acto, agradecía que por lo menos no era la única que se comportaba como un adolescente. Vio el brillo en sus ojos cuando pronuncio esas palabras que hicieron que sus pensamientos se desorientaran, si ya estaba confundida con unas miradas y roces…esto la había descolocado totalmente. En su interior parecía que el hormigueo se intensificaba ¿Serian esta la sensación que la gente llamaba “mariposas en el estómago”?...y si era así ¿Por qué las estaba sintiendo justo en este momento?. NO quería seguir abrumando su mente con preguntas que muy en el fondo ella tenías las respuestas.

Si ayuda…creo que este golpe igualmente movió algo en mi-Se le escapo, lo que era un simple pensamiento termino por salir de sus labios. Desvió la mirada, ya no podía sentirse más avergonzada. Ni si quiera podía controlar lo que salía de su boca, pero para bien o para mal era cierto.

Dejo que la ayudara a ponerse de pie, sacudió un poco sus ropas, no es que le molestara un poco de tierra sobre el vestido…era solo que sentía que debía comportarse como una dama. ¿Desde cuándo le importaba tanto la etiqueta o enseñar sus buenos modales? Nunca había sentido l necesidad de hacer tal cosa…hasta ahora. Acomodo unos cuantos cabellos tras su oído, sintiendo como una ligera brisa acariciaba la piel de su cuello.

¿Las aventuras? Claro-Dijo enérgicamente como una niña pequeña con los ojos brillando de emoción-Agarro su mano, dejando de lado el pudor, aunque sabía perfectamente que el color carmesí que teñía sus mejillas no se iría hasta que volviera a casa.-De acuerdo…-Se dejó guiar, aunque parecía completamente extraño…lo hizo. Por su cálida mirada ella podría decir que él no le haría daño, ni tenia malas intenciones. Siendo así, ¿Por qué no dejar que él le mostrara algo más que admirar en el bosque.Ademas, quería quedarse con el...el tiempo que le estuviera permitido. Su ansiedad crecía conforme se acercaban a su destino-Y…me dirá a donde vamos, Monsieur?-Pregunto mordiéndose inconscientemente el labio inferior-

por **Grayson Lennon** Jue Dic 26, 2013 7:43 am

Realidad; ¿Había escuchado correctamente? ¿Acaso ella había dicho que algo se había movido dentro de ella? ¿Sería que ella sentía lo que él estaba pasando?, ¿Era la famosa conexión que sentiría al encontrarle? Preguntas sin sentido, conocía las respuestas a la perfección y sabía que de alguna forma, si el destino existía los había puesto a los dos en aquel bosque alejado, había hecho que se acercara a su aroma. ¿Habría sido que cupido?, ¿Estarían acaso flechados de repente? No importaba, podían llamarle como quisieran, él sabía lo que era y aunque le parecía difícil de aceptar que hubiese llegado en aquel momento, ahí estaba ella tomándole de la mano caminando detrás de él. Sintió como si su corazón fuese a salir de su pecho, como si sus pulmones fuesen a explotar de tanto aire que cogían al inhalar.

-Este bosque guarda algunos secretos hermosos, no es una aventura real, no puedo prometerle que tendremos que saltar rocas, escalar árboles, nadar entre ríos, correr de bestias salvajes, pero, puedo prometerle que no se arrepentirá…- Hizo una pausa, todo eso que había nombrado ya lo había hecho, y lo volvería hacer todas las veces que fuere necesario, adoraba ser libre. –Sin embargo si usted quiere hacer alguna de las cosas que nombré, tendremos que vernos otro día…- Dijo entre risas y luego se mantuvo en silencio, sabía lo que eso significaba, ¿Acaso la estaba invitando a salir? Se ruborizó aún más y por un instante sintió como si fuesen a explotarle los vasos capilares del rostro.

Grayson se detuvo un segundo, quedó detenido frente a la imagen que tenía delante de sus ojos, el atardecer se acercaba y poco a poco el bosque se teñía de rojo fuego indicando la muerte de un día y el pronto nacimiento de otro, la noche se acercaba y por suerte para él y Alice, hoy no habría luna llena. Continuó caminando sin querer detener el paso, debían apurarse para llegar a tiempo para enseñarle lo que quería. Además, tampoco quería demostrarle lo ruborizado que estaba.

Bosque de fuego:

Finalmente llegaron al lago, en aquella ocasión no estaba cubierto por hojas, las cuales seguramente ya se habrían desintegrado con la llegada del invierno, se podía notar un hermoso contraste de colores rojos y negro, que, sumados al azul del cielo dejaban un hermoso paisaje que admirar.

Lago Escondido:

-Le presento, el Lago escondido. Desconozco si posee un nombre formal, aunque jamás he visto a nadie por aquí…- Se giró para observarle, quizás porque algo dentro suyo le decía que no podía no hacerlo, en aquel instante lo único que quería hacer era mirarla, quizás hasta hubiese pensado en besarla pero no sabría qué hacer si ella reaccionaba mal. “No seas un bicho raro Grayson, no seas un bicho raro” Se dijo a sí mismo mientras permanecía de pie frente a ella, a nada más que varios centímetros de distancia. –Tengo miedo Alice, tengo miedo de despertar en mi casa y jamás haberte conocido- Susurró, muy en el fondo sabía que el tiempo se les agotaba. En su rostro se podía observar la fascinación mezclada con alegría y en sus ojos, solo ella podría ver la melancolía.

-Conoces mi nombre, yo el tuyo…y sin embargo siento que eso es más que suficiente para querer volver a verte todas las veces que se me haga posible Alice, no sé qué es lo que me pasa…- Vaciló durante unos segundos –Gracias- Susurró antes de abrazarle con fuerza pero no mucha, la suficiente como para que aquel abrazo fuese perfecto. Cerró los ojos y se dejó llevar por aquella energía mística que parecía unirlos.

por **Alice Marie Rice** Jue Dic 26, 2013 2:55 pm

Felicidad, esa era la palabra que podía abarcar todos los sentimientos que la recorrían en ese momento. Se dice que la felicidad es momentánea, nada era para siempre, pero si tan sólo el tiempo se detuviera…ella podría vivir eternamente feliz al lado del hombre que sostenía su mano con una ternura que sentía en cada célula de su cuerpo, en cada fibra de su ser y hasta en lo más profundo de su alma. Caminaba tras el dejándose guiar y en vez de mirar el paisaje que rodeaba el sendero que él iba trazando a través del bosque, lo único que podía mirar la nuca de él, como si tratara de responder preguntas como por qué había aceptado ir con él o que tenía el que la intrigaba de sobre manera.

Rio un poco al escucharlo hablar sobre lo que habría sido una aventura real-Sinceramente, esta de igual forma…me parece una aventura real-Le encantaba explorar territorios desconocidos, enfrentarse al peligro y dejar que la adrenalina recorriera su cuerpo, pero por alguna extraña razón encontraba más atractivo un simple paseo por el boque que una aventura adrenalinica-¿Vernos otro día?-Pregunto incrédula, nunca pensó que él le pediría eso. Su rostro se ilumino por la emoción que la invadía.-Me encantaría volver a verlo..-dijo sin pensar, pero fue honesta-

Se mantuvo en silencio mientras seguía caminando, no sabía cómo se había tomado esa frasecita suya, se reprendía en silencio…tal vez lo había incomodado, mas no quiso preguntar. Sintió como él se detuvo, por un momento Alice creyó que él se voltearía, mas no lo hizo. Ella fijo la vista en la misma dirección que él y al instante se maravilló ante las vista. Pocas veces había visitado el bosque de día, pero jamás se había quedado a ver un atardecer en el bosque…Simplemente era deslumbrante, magnifico. Siempre había querido ver el bosque de fuego, había oído que era hermoso, pero las palabras no alcanzaban a describirlo. Y de pronto como un balde de agua fría lo razono, la noche se acercaba y a ella se le acababa el tiempo, debía volver a casa dentro de un par de horas. Agradeciendo el momento, siguió su camino tras su guía, debía apurarse.

El lago, maravilloso espectáculo de un juego de colores. Habían llegado a su destino a admirar el cálido a atardecer, cálido a pesar de la estación en la que se encontraban. Este bosque era mágico, la apartaba de la realidad, de su realidad. Sus ojos no podían absorber tanta belleza.

-Es un buen nombre, lo describe a la perfección…-Respondió mirándolo agradecida. Era un momento ideal, como sacado de su libro preferido. Una escena romántica, en el lago. Sacudió suavemente su cabeza trayéndola nuevamente a la realidad, aunque todo seguía pareciendo irreal como de ensueño. Se sorprendió ante la confesión-Estoy aquí, soy tan real como usted…no es un sueño por muy perfecto que parezca-Dijo tratando de calmarlo. Aunque si era honesta consigo misma, ella tenía el mismo temor. Miro en sus ojos se veía a legre mas no podía esconder la tristeza que estaba sintiendo, su miedo verdaderamente era profundo y ella quiso por todos los medios alejar ese miedo que lo amenazaba-Grayson…yo..yo- Había quedado sorprendida de sí misma. Había sido capaz de llamarlo por su nombre y se había esforzado en mantenerse en su posición, pero algo dentro de ella quería sentirlo más cercano.

Si estaba sorprendida, después del inesperado abrazo, estaba en estado de shock…completamente paralizada. No sabía qué hacer, más se dejó llevar por el instinto. Pasó sus brazos por los hombros de él y hundió su rostro en su pecho inhalando su esencia masculina, que terminaron por cautivar su corazón-¿Está seguro de lo que desea, messire Lennon?-Pregunto murmurando contra su pecho. Los brazos de él, en el instante en el que la abrazó se convirtieron en su lugar favorito en todo el mundo, se sentía protegida y de cierta forma querida. Fue en ese momento en el que perdió la noción del tiempo y del espacio, sólo estaban ellos dos en un abrazo que parecía infinito.

por **Grayson Lennon** Vie Dic 27, 2013 8:50 am

¿Perfecto? Aquel enunciado había resonado en su cabeza durante unos segundos logrando que se ruborizara por unos instantes aun así se mantenía abrazándola, sintiendo su aroma, su energía única y especial que lo había cautivado desde el primer instante que la había notado, ciertamente sentía que quería llevarla consigo a todas partes, quería protegerla de todo y darle todo lo que ella alguna vez había querido, quería hacerla feliz y de cierta forma aquel pensamiento de llevársela era una forma para él de ser feliz. ¿Feliz? Ciertamente no recordaba la última vez que realmente había sido feliz, quizás por la sobrecarga de trabajo que había tenido últimamente, o simplemente porque hacía demasiado tiempo que no se dedicaba simplemente a oler las flores.

Sintió que su abrazo era correspondido y su corazón pudo estar en paz, sus miedos se habían disipado y sentía que cada vez que la tocaba podía volar, sentía que a su lado él era invencible, indestructible, a su lado sentía que podía protegerla de todo. Escuchó aquellas palabras y una sonrisa se dibujó en su rostro, alejó su rostro varios centímetros para poder mirarle a los ojos, con una mano tomó suavemente su mentón para levantar su mirada. –Jamás había estado tan seguro de algo en mi vida Alice- Se limitó a decir mientras permanecía inmóvil.

Aquel bosque había confabulado a su favor, la madre naturaleza había hecho de las suyas, había dado vida a una pequeña parte suya que creía muerta, creía que jamás encontraría ese “Flash”, ese momento en el que el tiempo y espacio se detienen y se funden en una sola cosa, ¿Amor?

La noche se acercaba y como todo licántropo sabía que el bosque no era un buen lugar para estar durante las noches con un humano, criaturas de todo tipo podían aparecer, desde criaturas de las sombras hasta otros licántropos y cambiaformas. Podía protegerle pero, ¿A qué costo? Seguramente ella se asustaría de lo que viese y no hablaría más con él, olvidando aquel día. –A…Alice. Yo no quiero…pero tenemos que irnos- Susurró muy por lo bajo. –Puedo acompañarte hasta donde gustes, te sigo- Dijo sonriendo mientras sentía como cada uno de sus sentidos se agudizaban, no permitiría sorpresas.

Casi que no podía contener las ganas de besarla, aquel cosquilleo en su interior cada vez que miraba esos ojos, ese fuego que veía, esa llama interior. –Yo…yo…- Se limitó a decir, no pudo enunciar nada más, no arruinaría aquel momento. –Nada, no importa.- Miró hacia el lago, aquella bola de fuego que resplandecía en rojo se estaba extinguiendo, era el adiós de aquel perfecto día.

por **Alice Marie Rice** Dom Dic 29, 2013 5:06 pm

Embriaga por el aroma que expedía el cuerpo de él, maldijo el tiempo ¿Por qué en momentos tan mágicos el tiempo pasaba tan aprisa? No era justo. Molesta por cosas que no podría cambiar y que ella sabía, sintió que le se removió dentro del abrazo, se parándose un poco. Creyó que ya era hora de terminar con aquel abrazo que había un par de minutos, pero que a ella le habían parecido horas. Para su sorpresa el levanto su vista y notó la poca distancia que habría entre ambos, nuevamente su mente le volvió a jugar una mala pasada, creyó que el la besaría, pero sólo la respondió a la pregunta que ella le había hecho. Batió sus pestañas un par de veces, las palabras que anteriormente solían fluir de sus labios por si solas…ahora no salían, en su lugar cambio las palabras por una sonrisa radiante cargada de confianza hacia él.

Alice jamás había sido un joven que buscara amor, tenía un cierto rechazo hacia este sentimiento, ya que desde pequeña sus padres habían tratado de emparejarla con un hombre que le diera un buen por venir, además de otros intereses por parte de su familia. Ella lo único que quería era enamorarse libremente sin compromisos ni citas arregladas, sólo quería conocer al hombre indicado para ella. Por un momento un pensamiento cruzó por su mente “No será que él…” sus ojos en ese momento habían adquirido un extraño brillo de felicidad y algo más, pero su inexperiencia no sabía definirlo.

Miro por sobre su hombro y volvió a maldecir al tiempo mentalmente. La noche la acechaba lo que no le daría tiempo para buscar esa otra sensación que se producía dentro de ella. Se lamentó interiormente la huida de compras con su madre había sido sólo una casualidad…tal vez no se volviera a repetir. Sus salidas eran más que restringidas por el hecho que llamaba al peligro sólo con su presencia, sin mencionar que también ella buscaba el peligro. Tal vez…no volviera a verlo, cerró los ojos con fuerza rechazando esa posibilidad.

Su voz la trajo nuevamente a la realidad-Yo no q…-Suspiro abatida, de nada le serviría que le dijera que quedaría con él, no era una opción a sus ojos-De acuerdo…-Respondió débilmente sin mirarlo a los ojos, ya que temía que el descubriera su tristeza interior. Asintió al ofrecimiento por parte de el a acompañarla a casa, mas no pudo devolverle la sonrisa por más que lo intento… serían los últimos minutos del día que podría aprovechar con él, de esta interesante travesía. Él tenía razón debían salir de la “boca del lobo” antes de toparse con algo inesperado. En muchas ocasiones había oído de criaturas que rondaban al interior del bosque. Ella y su temerario carácter se había fugado de casa innumerables veces sólo para comprobar si los rumores eran ciertos, pero para su mala suerte nunca logro ver nada.

Comenzó a caminar a tientas por entre el bosque. Oscureciendo el bosque se podía volver un laberinto interminable, pero para su suerte ella conocía algo de él. Pensando en que tal vez él estuviera incómodo con su silencio, busco de algo que pudiera hablar con él hasta que el habló-¿Tu qué?-Respondió al balbuceo sin voltearse, no quería mirarlo sentía que mirarlo nuevamente aumentaría la tristeza dentro de ella-Puedes decírmelo…-Dijo mientras seguía caminando, cuando lo que realmente quiso hacer fue correr hasta donde estaba él volver a abrazarlo y nunca más separarse de él, pero esa fantasía estaba muy alejada de la realidad.

por **Grayson Lennon** Lun Dic 30, 2013 2:21 pm

¿Goodbye?; ¿Significaba que había terminado la noche? ¿Acaso era el fin de sus extraños pero hermosos sentimientos?, ¿Acaso ya no podría sentir aquella magia que sentía cada vez que miraba sus ojos?, ¿Acaso esto era un adiós? Su propia mente estaba jugándole la peor pasada de su vida, estaba a punto de dejar ir a quién seguramente fuese el… ¿Amor de su vida? Sentía como cada instante que caminaba en ese bosque su corazón golpeaba su pecho buscando escapar de su prisión por unos instantes tan solo para poder mostrar lo que realmente pensaba y quería hacer, decisiones que su propia mente frustraba e impedía por mantener un estatus, no era propio besar a una dama la primera vez que se veían, había demasiados códigos que mantener y la pregunta que rondaba su mente en aquel instante era: ¿Vale la pena mantener los códigos, incluso cuando lo que sientes escapa a la realidad?.

Grayson se fundió en el ambiente, hizo memoria intentando buscar algo a lo que aferrarse para no caer en el error de quebrar aquellos códigos de conducta, más no pudo evitar preguntarse ¿Para qué me hicieron crecer libre si, aun así me impusieron códigos de conducta…? ¿Por qué lo que siempre creí que era hermoso me impide ser quién soy?, ¿Quién soy?

Se detuvo en seco en medio del bosque, sintió que por primera vez en años no sabía qué hacer, no sabía cómo reaccionar a todas las cosas que estaba sintiendo. Luego, un flashback, corto pero elocuente. Recordó a sus bis abuelos, recordó las palabras del lobo mayor, “Siempre, la naturaleza tiene las respuestas a todo…Ella está aquí desde mucho antes que nosotros, y seguirá aquí cuando hayamos partido, confía en tus instintos pero, por sobre todo en la naturaleza porque siempre es y será nuestro aliado más fuerte”.

-Alice- Se limitó a decir mientras avanzaba velozmente para alcanzarla, podía verla desde lejos, ella era simplemente hermosa, su silueta a la luz de la luna, aquella radiación de paz y tranquilidad que emanaba, sus ojos tan abiertos a su alma parecían haber estado esperándole todo este tiempo. Finalmente se acercó para permanecer a varios pasos de ella, pudo ver aquella expresión de tristeza, soledad, el grito silente de un alma en pena que había encontrado finalmente la paz. –Alice, mi nombre es Grayson Lennon, soy heredero de una de las familias más importantes de Inglaterra y ciertamente no sé por qué he terminado aquí hoy- Hizo una pausa para poder tragar saliva mientras notaba como el rubor volvía a sus mejillas –Hay cosas de mí que prometo decirte conforme pase el tiempo, pero lo único de lo que estoy seguro ahora es de que- Se silenció para dar un paso adelante, sus piernas temblaban tanto que parecía que fuese a caer al suelo en cualquier momento.

–Yo, no voy a dejar que me olvides Alice- Se limitó a decir mientras sentía el corazón en la boca, su mente daba vueltas hasta que finalmente se acercó lo suficiente como para sentir aquella atracción, aquel aroma, aquella esencia de vida, aquel ¿amor?.

La besó, tomó su fino y delicado rostro con ambas manos y fundió sus labios con los ajenos. Pudo sentir sus pulsaciones aceleradas, su respiración agitada, pero más aún pudo sentir un cierto tipo de magia entre ellos, una conexión que terminaba de sellarse y que parecía no querer romperse jamás. Sentir su respiración tan cerca hizo que terminara abrazándola, aplicando la fuerza exacta como para no aplicar demasiada presión y como para tenerla muy cerca. Se separó unos instantes, su sonrisa no parecía tener fin en su rostro, sus ojos brillaban y en aquel momento estaban solo para mirarla a los ojos –Porque te prometo que haré todo lo que pueda para volver a verte...Lo que dije hoy, cuando lo dije en mi idioma significó "He muerto cada día esperando por ti...-

Se encontraban en el límite de aquel bosque, se podían ver las luces de algunas casas, el fuego mantenía caliente a algunas personas, lo cual hizo recordar que quizás Alice tendría frio. Por lo que Gray se alejó un instante para darle su saco y cubrirla de la gélida noche que parecía azotar las calles, para él no había frío, tenía la ventaja de haber sentido “Frio” muy pocas veces, sería alguna ventaja licrántropica tal vez.

por **Alice Marie Rice** Jue Ene 02, 2014 1:16 pm

El destino era cruel… o eso pensaba Alice, mientras se acercaban a las afueras del bosque. Era cruel, ya que en cierto punto si ellos estaban destinados a encontrarse, tal vez no a estar juntos y eso era un hecho inaceptable en su mente. De todas las cosas que habría deseado en la vida, ninguna la había querido con tanta insistencia como el quedarse unos minutos más con él. Una fría, pero delicada brisa acaricio su rostro y de paso había desacomodado algunas hebras rojizas de su cabello. “Frío” era lo que no sentía a su lado, pero del cual tenía miedo. Tenía miedo del frio de la soledad que encontraría al llegar a su habitación y saber que volverlo a ver se quedaría en una mero “tal vez” o en una casualidad como la de este día. Nada le aseguraba que se volverían a ver, después de todo sabían tan poco uno del otro, pero eso al fin y al cabo no tenía mayor relevancia, de lo que si estaba segura era que después de este hombre…no habría ningún otro para ella…o que por lo menos ocupara el mismo espacio en su corazón. No podía decir a ciencia cierta si él pensaba lo mismo, ella era una chica simple que había tenido la suerte de nacer con encantos finos, como si fuera de la realeza, de seguro él tenía más jóvenes interesadas en él, hasta incluso podría tener una prometida, este último pensamiento termino por desmoronar los pilares de su fantasía romántica. Era joven y apuesto, con un futuro por delante y ella sabía lo que conllevaba tener esas cualidades.

Haciendo de tripas corazón y con angustia latente en el ambiente, reflexionaba como era la mejor forma de despedirse de él sin quebrarse en el intento. Planeo mil y un formas de desearle que fuera feliz, pero el mejor plan que ideo fue despedirse, desearle lo mejor y echarse a correr…
Por su parte, ella intentaría ser feliz con el supuesto pretendiente que sus padres le encontraran, pero al fin y al cabo ella sabía que no alcanzaría el pleno regocijo de la felicidad si no era al lado del extraño del bosque.

El sonido del crujir de las hojas y ramas, que se producían por sus pisadas, disminuían proporcionalmente mientras se acercaban a su destino. Pronto no sintió las pisadas de su compañero. Al oír su nombre no alcanzo a voltearse, cuando por el rabillo del ojo notó que él se acercaba rápidamente hacia ella, considerando la distancia que habían tenido durante la caminata de regreso. Cuando estuvieron a una distancia, considerada muy poco prudente por la sociedad, pudo ver que el rostro de él denotaba cierta preocupación…era como si estuviera librando una lucha interna entre lo que quería hacer contra lo que debía hacer. En ese momento olvido por completo sus facciones que por sí solas gritaban a los cuatro vientos su estado anímico.

Mirándolo casi con anhelo, Alice escucho su nueva presentación para con ella…estilo ¿Formal?. No pudo evitar pensar en tierno que se veía cada vez que se ruborizaba, era un alago que él lo hiciera…¿Por ella?. Lo vio dar otro paso más hacia ella, la cual estaba petrificada. ¿Qué no lo olvidara? Era imposible que ella fuera a olvidarlo, pero para él se notaba que era necesario una respuesta.

Su respuesta sólo quedo formulada en su mente, ya que antes de que ella abriera la boca sintió sus manos sobre el rostro, para después sentir el más dulce beso de ¿Amor?... que le habrían dado en todo su corta vida. Torpemente comenzó a mover sus labios sobre los de él, como una leve caricia. Aferro las manos a pecho de él por encima de la camisa que el saco dejaba entre ver, arrugándola un poco en el proceso.

Oxígeno…tan necesario. El beso fue roto por la falta de oxígeno entre ambos y ella sintió como el la rodeaba con sus fuertes y protectores brazos, envolviéndola en un calor sobre-acogedor para la fría noche. Tuvo que empezar a recodar como se respiraba, el dulce impacto del inesperado beso la había dejado totalmente fuera de sí, pero feliz. Dedujo que esa era la batalla interna que había mantenido el hombre…atreverse a besarla, tal vez no la había hecho antes por el ¿Protocolo?. Para alguien como él, los códigos y normas eran importantes, y desvían guiarse por ellos. En cambio ella…ella era un caso especial, odiaba las reglas, un alma libre regida por sus propios códigos. Aunque no se hubiera atrevido a besarlo por más que lo hubiera deseado, por alguna razón había decidido comportarse como una dama.

Con las mejillas ardiendo en fuego, la respiración entrecortada salió de su trance, mientras él la alejaba del abrazo pronunciando esas palabras que quedarían grabadas en su alma. Él quería volver a verla, no podía estar más rebosante de alegría. Su alma había puesto fin a tantas dudas que ella se había hecho a sí misma y sus dudas sobre si sus locos sentimientos eran correspondidos tuvieron respuesta al escuchar la traducción de la frase-Yo..yo…no voy a olvidarte y tampoco quiero que me olvides-Afirmo con ilusión-Jamás olvidare este día y espero que tú tampoco…-Sonrió para sí misma-Por cierto, soy Alice Marie Rice hace unos cuantos meses me mude a parís por el trabajo de mi padre…Mi familia es conocida por ser particularmente rara-Añadió con un risa siguiéndole el juego de las presentaciones formales-Hoy termine aquí, porque me escape de una tarde de compras con mi madre y yo...sólo deje que mis pasos me guiaran lejos de todo.. -Aseguro con un aire místico-

No muy a lo lejos se podían distinguir pequeñas motas de luz que pertenecían a los faroles que iluminaban las penumbrosas calles de Paris. Su encuentro no podía haber tenido un mejor final…
Sintió como el depositaba su saco sobre los hombros impregnando su piel con el aroma y la calidez del hombre-Gracias…-Suspiró ruborizada-pero tu…¿no tienes frío?-Sabia que lo hacía por cortesía, y más aún, sabía que su pregunta había sido estúpida, pero todos sus sentidos habían quedado desnaturalizo al contacto con sus labios.

Mordiendo su labio por la confusión en su mente, fue ella quien esta vez se acercó lo suficiente como para sentir la respiración de él sobre su oído. Inocentemente se empinó y paso ambos brazos por detrás de su cuello y lo beso, como lo había imaginado toda la tarde….dulce pero no carecía de pasión. Pasión que había reprimido desde el primer contacto que habían tenido.

por **Grayson Lennon** Vie Ene 03, 2014 7:05 am

Grayson sintió como si cientos de soles estallaran en su interior, por un segundo sintió como si la bestia interna que habitaba dentro de su alma también se había calmado, por un instante supo lo que realmente era la felicidad, el amor y todo lo que jamás había buscado comprender. –Mi otra mitad- Susurró al viento como si por un segundo, el mundo se resumiese tan solo a ella y aquel bosque. Tal como siempre había pensado, las cosas más simples eran las más perfectas. Un beso, un abrazo, un roce, una mirada. Aquella cosas tan mundanas habían despertado aquel instinto libre, aquella sensación de volar tan solo con mirarla, aquel éxtasis de amor. Se paralizó al sentir sus brazos sobre su cuello. Sus piernas se aflojaron nuevamente, sus sentidos se multiplicaron varios cientos de veces, su alma era libre, pero su corazón, su corazón tenía dueña.

La rodeó con sus brazos nuevamente, no había mejor sensación que abrazar aquella materialización de sus sueños más ocultos. Parecía ser tan clara como el agua, tan suave como el algodón, tan pura como las gotas de rocío que se posan sobre las hojas de las plantas dibujando formas que solo la naturaleza comprende.

Sus labios acariciaron los ajenos, su esencia se mezcló en aquel beso, su corazón pareció latir en sincronía con suyo hasta que al final parecían uno solo. ¿Sería el principio de lo que podía conocerse como el resto de su vida junto a ella?, ¿Pasaría horas frente al reloj esperando que fuese el momento de verla?, ¿Dormiría cada noche pensando en ella?, ¿Sería posible hacer todo esto formal? Todas esas preguntas tenían una respuesta única, ¡SÍ!

Comprendió tantas cosas de ella tan solo con separarse un instante y clavar su mirada en los ojos ajenos, una sonrisa se dibujó en su rostro y él sabía que el rubor regresaba tan solo con pensar en mirarle, se sentía tan estúpido, tan pequeño. Pero aun así no podía evitar aquellas cosas, había una certeza entre tantas dudas…Sería así toda su vida.

-Hay cosas que no podemos comprender Alice, quizás una de ellas es la razón de que nos hayamos encontrado aquí hoy…- Hizo una pausa, había escuchado el sonido de algunas hojas quebrándose en el bosque y aunque con toda seguridad habría sido un animalito pasajero, sus sentidos seguían atentos. – ¿Rara?- Dijo entre risas, ¿Qué podía ser más raro que una familia de licántropos que mantenían varios secretos de su raza ocultos en diferentes partes del mundo? –Todas las familias son únicas mi querida, créeme que lo sé- Recordó a sus abuelos jugando juegos de mesa y peleando por saber quién era el ganador cuando la mitad de las veces no conocían las reglas, tal ejemplo el ajedrez.

-No tengo frío, mira- Tomó las manos de la chica entre las suyas demostrando que todavía había calor en sus venas. Recordó que la hora de regresar se hacía cada vez más notable y no quería ver a Alice en problemas por su culpa. –Esta noche planearé alguna forma de vernos, algo podré idear lo juro.- Se mantuvo en silencio pensando. –Sin embargo, mi casa queda por este camino- Dijo señalando un camino largo y curvo. –Al final hay una casa cuyas rejas parecen estar adornadas con lobos, puedes sentirte libre de entrar cuando quieras- Se sonrojó, había notado el significado de sus palabras. –Encontraremos la forma de volver a vernos, lo juro por mi vida.- Terminó de enunciar para dejar salir un suspiro. No podía dejar de preocuparse en aquel tema, sería complicado encontrar aquella forma, pero lo haría.

Antes de caminar entre las personas y para evitarle problemas a Alice, Gray volvió a abrazarla con sus brazos, sintiendo aquellas mariposas en su estómago, aquella magia, aquellas hermosas sensaciones que no parecían abandonarle jamás cada vez que entraba en contacto con ella. –Gracias por todo Alice, pero ahora es tiempo de regresar- Susurró en su oído mientras tomaba su mano y comenzaba a caminar. Más esperaría a ver la reacción de Alice antes de ingresar en la zona transitada por las consecuencias que podía traer que los vieran solos, quizás alguna amiga de la madre, algún amigo del padre. Grayson sabía que como director del hospital era muy conocido por aquellos lugares, aunque también sabía que su apellido pesaba bastante por lo que varias personas sabían qué un Lennon se encontraba aquí y que poseía tesoros y riquezas mixtas de valores incalculables más todo eso no tenía importancia real para él.

por **Alice Marie Rice** Dom Ene 05, 2014 8:44 am

Era como si el tiempo se hubiera detenido y los segundos que no sentía pasar eran marcados por el latir constante de su acelerado corazón. ¿Finalmente lo había encontrado? Ella lo sabía, lo había encontrado…el sentimiento que era palpable en el ambiente, lo sentía exactamente como lo había descrito su madre, cada vez que Alice preguntaba que era estar enamorada.

“Ni siquiera te das cuenta y ya estas atrapada en la más hermosa fantasía…” Le había explicado su madre. En efecto, el amor pillaba, siempre, desprevenido a su objetivo… y de pronto te encuentras a la mitad del bosque, sola, hasta que conoces, de una forma muy poco casual al ¿Amor de tu vida? Si habría de ser honesta, Alice veía el amor muy lejano a ella y no fantaseaba con el príncipe azul o el amor a primera vista, ya que decepcionarse del mundo era la ultimo que quería, prefería que las cosas llegaran por si solas…y lo habían hecho, él entró a su vida de la forma más inusual que existía, y si habría de admitir le emocionaban de sobremanera las cosas que sólo pasan una vez en la vida. Pero no pudo evitar preguntarse, así como había llegado ¿Haría de desaparecer?. Internamente rogaba porque no fuera así, y aunque él le prometiera que no sería así, su lado escéptico insistía en colar esos negativos pensamientos en su mente.

No le quedaba más que disfrutar del momento. Hasta entonces no la había notado, pero de un momento a otro él se había convertido en todo para ella…no existía nada más en su mente que pensamientos de una vida feliz junto a él.

-Creo que en este punto…la vida jamás dejara de sorprenderme-Comentó con una sonrisa que podría haber enternecido a la criatura más despiadada en ese bosque-No te rías…después no digas que no te advertí-Termino susurrando por lo bajo haciendo una pequeña mueca como si fuera una niña pequeña, fingiendo estar molesta, pero no pudo ocultar su risa ladina-

Sintió las manos del hombre sobre las suyas… ¿Cómo podía tener ese nivel de temperatura? Con cada minuto que pasaba, la temperatura descendía más y más, no le hubiera extrañado que de pronto comenzara a nevar pequeñas motitas de algodón. Por algún motivo, el parecía más preocupado que ella, por volver a casa y no conseguir problemas, pero ella con gusto hubiera aceptado cualquier tipo de castigo por haber obtenido un segundo más de su compañía-Confiaré en ti…Gray-Exclamó con las mejillas enrojecidas, ¿Realmente había ocupado el diminutivo de su nombre? Esperaba que no se molestara, por ese pequeño atrevimiento.

Miro en la dirección que le indicaba-¿Tu…vives..a-ahí?-Preguntó con dificultad recordando una gran mansión que poseía la descripción de las rejas que le había dado. En algunos recorridos nocturnos, había pasado por afuera y no podía dejar de pensar que la gente que habitaba en esa casa era muy misteriosa “De seguro, esconden más de un secreto de mi interés…después de todo, a un tipo singular de personas les atraen los lobos…”-Se recordó a si misma pronunciando esas palabras-Yo…merci, espero algún día poder visitarlo-Agregó con cordialidad-Estoy segura que de alguna forma nos volveremos a ver, además…-Lo miró con una sonrisa traviesa-…este saco es muy costoso, sería una lástima que no lo volviera a usar, ya que luce muy bien en usted…-Sabía que era un motivo realmente malo, “secuestrar” su abrigo, pero era su forma de decir “yo también quiero volver a verte”.

Inesperada mente volvía a sentir que él la apretaba, sutilmente, contra su pecho. Las sensaciones y emociones que la dominaban cada vez que él hacia ese tierno gesto…no tenían comparación, el cariño que él le demostraba con cada gesto y palabra, la llenaban, la hacían sentir única. Lo abrazó de vuelta queriendo demostrarle, lo que verdaderamente estaba sintiendo…ya que le era complicado expresarlo en palabras, si él sentía lo mismo…lo entendería.-¿Sabes que no quiero regresar, cierto?-Preguntó lo obvio para ambos-…pero, lo haré sólo por no arruinar tu plan...pero, si tu plan no llegara a resultar, tengo un as bajo la manga-Se aventuró a decir guiñándole un ojo-Vamos…-Agregó…tomando su mano para avanzar, vio su reacción-Si a ti no te molesta…a mi menos…-Aclaró en breve-De todas formas, no es como si estuviéramos en una cita o algo por el estilo…-Una risa nerviosa escapó de sus labios junto con sus palabras-Además, creo que si se fijan…-Dijo mirando sus manos entrelazadas-la atención se concentrará más en ti que en mi….¿No lo crees?. Además, una chica simple como yo no llama en absoluto la atención, más que por el poco común color de cabello…-Explico con lógica, mientras comenzaban a adentrarse en la bohemia parís nocturna-

por **Grayson Lennon** Mar Ene 07, 2014 12:35 pm

Forever and ever; La noche comenzaba a azotar las calles parisinas, la oscuridad se hacía más y más profunda y solo se estaba a salvo cerca de aquellos hermosos faroles. Nadie estaba realmente a salvo, solo aquellos conocedores de los secretos oscuros que aquel manto negro ocultaba. Grayson dominaba sus dotes de licántropo mientras era humano, pero como todo licántropo que no consigue dominar su bestia interior perdía el control con cada luna llena. Él sentía que estaba cada vez más cerca de dominar aquella fuerza interna pero aún no lo había conseguido.

Escuchó aquellas palabras que Alice había enunciado y esbozó una sonrisa. Él sabía que en algún momento de su vida tendría que explicarle lo que era y esperaba poder controlar aquella bestia interior para aquella situación, ¿cómo reaccionaría Alice al enterarse que su sangre estaba maldita?, ¿acaso lo dejaría por no habérselo dicho antes?, ¿acaso lo odiaría y le dejaría de lado por aquella bestia peluda que vivía en su interior? Aquellas preguntas inundaron su mente durante algunos segundos pero silenció aquellas inseguridades, no era algo que tuviera que importarle por el momento, ahora ella estaba delante de sus ojos y ciertamente su belleza purificaba hasta el último de los miedos del Lennon.

-Cuando conozca a tú familia y me asusten recordaré este momento en particular, aunque este día estará en mi memoria por siempre- Dijo entre risas, parecía que la atmósfera entre ellos era tan solo de paz y amor, no había nada malo entre ellos, solo bondad. Escuchó que le había llamado Gray y simplemente se limitó a sonreír y ruborizarse nuevamente, simplemente en sus labios sonaba diferente, sonaba simplemente perfecto. Intentó bajar la mirada al escuchar la pregunta de si vivía ahí, la casa la habían construido para sus bis abuelos y más de la mitad de la decoración permanecía siendo de aquellas épocas, parecía una casa de viejos y él, pese a su edad real, su cuerpo y mente seguían siendo las de un chico de no más de 25/30 años.

Arqueó una ceja al escuchar lo referido al saco y sonrió, comprendió que ella también tenía una forma de demostrarle que quería volver a verle y eso lo hacía muy feliz. Aquellos gestos que ella tenía para con él lo hacían sentir especial, como si realmente ella viese algo único en su persona, algo recíproco a lo que él veía y sentía. La abrazó para pasarle algo de su calor porque la veía sentir aquel frío gélido.

-Yo tampoco quiero regresar Alice, pero debemos hacer creer a tus padres que soy una buena compañía y, de esa forma quizás hasta no me odien mucho- Dijo sacando la lengua, como bromeando, pero no era una broma. – ¿As bajo la manga? No puedo imaginar lo que estás tramando pero igual me gusta la idea- hizo una pausa muy breve -…pero no tanto como tú- dijo en voz baja esperando que le escuchase lo suficiente como para entender el porqué de su rubor repentino.

Caminó de la mano junto a ella, podía sentir y ver como varias personas se giraban para verlos juntos, algunos sorprendidos, otros con la intriga de ¿Quién sería la misteriosa chica con el pelo de fuego? Los transeúntes eran siempre demasiado entrometidos en las cosas de los demás, ese era un buen motivo para odiar la clase alta, siempre iban a existir personas que iban a hablar de su vida, de lo que hacía y de lo que no y por supuesto de lo que podría hacer con su vida. – Creo que ellos hablan de la hermosa chica que tengo a mi lado y no tanto de mí – Susurró en su oído mientras caminaban entre la gente y él tomaba su mano con un poco más de fuerza como para demostrarle que cualquier cosa que sucediese, él estaba ahí.

-Caminemos hasta donde quieras Alice, soy tuyo ahora- Dijo sin realmente querer decir lo que había dicho, pero en realidad cualquier significado era real y aceptable porque en cierta forma, él era suyo.

por **Alice Marie Rice** Miér Ene 08, 2014 7:07 am

Mientras caminaba tomada de la mano del hombre que se había vuelto el centro de sus pensamientos, comenzó a razonar en lo rápido que se habían dado las cosas entre ellos…era como si se hubiesen conocido de toda la vida, esa podría ser la razón de sus conexión inmediata y la razón suficiente para desear tener un futuro con él.

Poco le importaba lo que dijera la gente, pero si le importaba lo que sus padres dijeran. Sabía que corría el riesgo de ser difamada como una cualquiera...¿Que otra cosa podría la gente chismosa que la escudriñaba con ojos acusadores?. Una chica joven fuera de casa a altas horas de la noche con un extraño…no se arrepentía de nada, pero no quería causar una mala impresión.

Se sorprendió un poco con la respuesta por parte de él-Yo lo recordaré con especial cariño, pero…¿Tu..tú vas enserio?-Sabia que eso se prestaba para la confusión-Quiero decir…¿Quieres conoce a mis padres?-Explico mejor, un poco azorada. ¿Por qué se avergonzaba tanto? no es que fueran novios, ni que se fueran a casar…¿Qué rayos pasaba con ella? Recién acaba de conocerlo y ya lo había besado y se había dejado besar, miradas cómplices, abrazos de necesidad…y sentimientos que dulcemente la atormentaban. Lo miro de reojo y no pudo contener una risita-Realmente te ves tierno cuando te sonrojas-Comento en voz alta, pero esta vez fue intencional…por fin se estaba soltando, se sentía en confianza y podía ser ella misma cuando estaba junto a él.

Vio la expresión en su rostro, se veía tan pacifico, tan en armonía con su entorno como si por fin hubiera encontrado ese algo que había buscado por mucho tiempo y que era realmente necesario para su existencia…recordó la frase traducida que le había dicho anteriormente…¿Sería ella la pieza faltante en su vida? Deseo con todas sus fuerza sus fuerzas que así fuera…quería ser tan importante para él como él se había vuelto de importante para ella.

Podía sentir las manos y antebrazos ligeramente entumecidos a causa del frio, a pesar que tenía el saco seguía sintiendo el frio hasta los huesos. No termina de comprender como él no se quejaba del frio…debería estar congelado. Sintió su abrazo por encima de los hombros, apegándola a él, el calor reconfortante que el transmitía estaba fuera de lo normal…¿Fuera de lo normal?...Hmmm…Quien quisiera tenerlo en su cama en invierno para dar calor, era mejor que mil tapas de lana que pudiera conseguir. No tardó en analizar sus pensamiento ¿Cama…calor? Los colores se le subieron al rostros al pensar e imaginar escenas poco decorosas, esperaba que él no se diera cuenta de su repentino cambio de hormonas y de...¿temperatura?

¿No odiarte mucho?-De su boca broto una carcajada ante el comentario de él-¿Debemos..? En primer lugar, deberás esforzarte por simpatizar con ellos...sobre todo con papá-Le devolvió el gesto de burla sacándole la lengua, su padre era cosa seria-…y segundo, ¿Buena compañía? Eres un buen hombre, pero te daré un consejo-Se acercó a su oído con una sonrisa traviesa-Sera mejor que omitas la parte del bosque y que yo estaba merodeando por ahí, mis padres no te aprobaran si saben que me apoyaste mi “locura” de una excursión en el bosque…di algo más normal-¿Por qué le importaba tanto? Mientras siguieron caminado no dejó de repetirse que no era una entrevista matrimonial.

Y otra vez sintió las miradas sobre ella, podía sentir todo tipo de miradas juzgándola, analizándola y hasta miradas lujuriosas pudo sentir, se estaba sintiendo incomoda hasta que sintió el firme agarre de la mano de Lennnon. Ella lo miro agradecida por tenerlo a su lado e ignoro las miradas-¿Hermosa chica?...¿Cuál?-Miro hacia todos lados fingiendo que el cumplido no era para ella- ¡Lo sabía! Tienes otra chica…-Espero unos segundo a ver su reacción-… es broma-Sonrió muy a su estilo pequeña traviesa, se acercó y le dio un pequeño beso en la mejilla-

“Soy tuyo ahora”…esas palabras resonaron en su mente por varios minutos como si su mente tuviera una especie de eco infinito, “¿Pero si nosotros aun no...?..¿Aún no qué?. Pensó muchas cosas: amor, cosas indecorosas, lo directo que era para decirlas…-Si tú eres mío, yo fui tuya primero-Suspiro pausadamente…”o lo seré,eventualmente”,pensó- debo decir que me atrapaste con una simple mirada…-Terminó casi sin aliento ¿Qué había sido eso? ¿Una confesión de amor inesperada? Definitivamente se estaba dejando llevar demasiado por el momento y…su corazón-¿Qué tal si me acercas un poco más a casa?-Habló desviando el tema...tenía demasiado calor y no podía evitar pensar en cosas no aptas para ese momento, ¿Por qué él siempre tenía que decir lo que sentía en palabras que ella malinterpretaría? Nunca había sido una pervertida, ni nada por el estilo, restándose culpa decidió darle toda la culpa a él y a sus palabras-...si no tienes nada mejor que hacer o algún compromiso…no quiero retener más…-Comentó algo apenada, él se había encargado de ella lo suficiente. Además, las personas como él siempre tenían algo que hacer.

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Lazos del destino [Privado Alice ]

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