Lazos del destino [Privado Alice ]

por **Grayson Lennon** Vie Dic 20, 2013 4:21 pm

Recuerdo del primer mensaje :

“¿La curiosidad mató al gato? ¿O acaso fue el gato quien se suicidó luego de conocer la verdad?”.

Anónimo.

Luz; Se hacía la mañana, la luz, los pájaros, todo. La naturaleza indicaba la presencia de un nuevo día para todos los seres que habitaban aquel hermoso país, Francia. Todo parecía alinearse en una perfecta armonía, excepto por Grayson, se podían sentir sus ronquidos desde su habitación la cual estaba bastante alejada de la cocina donde sus “Asistentes” se encontraban. Ahí yacía él en su cama, completamente desnudo sobre las sábanas, no sentía el frío del cual todos se quejaban porque desde hacía varios años que su cuerpo parecía estar en un estado febril constante que disminuía solo en días muy calurosos. Poco a poco sus ojos se abrieron teniendo como causa principal el sonido de las aves en su ventana. Grayson se giró en su propia cama desperezándose dejando salir un sonido de bostezo bastante fuerte.

En la cocina, como todos los días la señora que se encargaba de cocinar lloraba de la risa porque siempre había dicho que “Grayson parecía un lobo por la forma de bostezar”, quién iría a sospechar de que efectivamente era un lobo, o algo por el estilo. Grayson seguía en la cama, más ahora se había sentado en uno de los bordes para comenzar a vestirse con la ropa que había preparado el día anterior. Así fue como prenda por prenda estaba listo para salir de su habitación, completamente despeinado y sin arreglar, cara de sueño y movimientos toscos demostraban que en parte, seguía dormido.

Bajó hasta la cocina, una cocina enorme y hermosa, decoraciones que habían sido elegidas por las mismas señoras que vivían con él. Una de ellas, la más mayor tenía unos 50 años y no tenía familia, pero era una excelente cocinera por lo que Gray le había propuesto mudarse a su enorme mansión si ella se comprometía a cocinar todos los días que él estuviese ahí, nada más. Las tres personas que vivían con él podían invitar personas y familiares siempre y cuando respetasen las reglas de la casa. Se sirvió el desayuno y comió como una bestia feroz.

-Mi niño, parecería que no has comido nada en días- Dijo una de las señoras

-Lo conozco suficiente como para saber que comería eso y mucho más- Respondió la otra entre risas.

-Muchas gracias, la comida es deliciosa, yo me retiraré por este día..

Continuó con su camino levantándose de la mesa y saludando a las “chicas”. Se dirigió hacia la puerta de madera decorada, de todas las casas de su familia la que se encontraba en aquel lugar era la que tenía la puerta más hermosa. Los dibujos grabados, la madera especial, todo era hermoso. Salió de la casa caminando lentamente, sin esperar encontrar nada en particular ese día. Sin embargo algo le decía que sería un gran día, como si algo especial fuese a suceder. Se dirigió hacia el bosque que sabía era un lugar tranquilo y podría caminar sin nadie molestando que era lo que realmente quería.

por **Grayson Lennon** Mar Ene 21, 2014 9:16 am

Pudo sentir como sus propias fuerzas bailaban en su interior, sentía la misma sensación que daban los pequeños rayos de sol matutinos sobre la piel, aquella perfección, bienestar y pureza. Todo con tan solo mirarle a los ojos. Dejó salir una sonrisa al oír su dulce voz hablar sobre sus padres, parecía avergonzada, como sorprendida, lo cual hizo que Grayson que él se sonrojase también, poco a poco fue sintiendo como sus mejillas se llenaban de rubor delatante. Por su mente volaron varios pensamientos con respecto a aquel encuentro, más uno solo resonó en su mente. “¿Acabo de pedir su mano indirectamente?” Se mantuvo en blanco durante varios segundo dejando resonar aquellas palabras. Algo le trajo a la realidad, su dulce voz que enunciaba unas palabras que intensificaron aún más el rubor.

Habían logrado quedar solos por unos instantes cuando Gray notó el momento justo para enunciar. –A mi parecer tú eres tierna todo el tiempo, y, si no te molesta, por supuesto que va en serio lo de tus padres- Susurró en su oído, al finalizar la frase se dedicó a dejar un beso en su mejilla mientras tomaba su mano y seguía caminando

Permaneció en silencio pensando en aquel día, aquella sonrisa que no podía borrarse de su rostro estaba empezando a gustarle e incluso hubiese repetido aquel día una infinidad de veces tan solo para no tener que estar acompañándola a dar fin al día. Aunque sabía que volvería a verla sentía una pequeña gota de tristeza en su corazón, hubiese deseado poder mostrarle su casa, su vida, sus secretos…Notó el frío en su cuerpo, e inmediatamente pensó en abrazarla frente al fuego de la gran estufa de su hogar. Se acercó para abrazarla un poco, no quería que se enfermase por su culpa. –Alice, estás helada- Dijo con cierto tono de preocupación al sentir su cuerpo -Supongo que no estamos muy lejos, ¿O me equivoco?- Dijo mientras permanecía abrazándole.

Escuchó aquellas palabras que Alice había enunciado con bastante atención, como si realmente estuviese memorizando lo que ella decía para evitar equivocaciones y metidas de pata innecesarias. –Interesante, ¿lo que me dices Alice es que tendré que ser lo más normal posible? Recordaré la vida con mis padres y seré el ser más normal que se te pueda presentar… Igualmente, me la pones difícil – Sacó la lengua y le abrazó nuevamente, era como si no quisiera soltarle jamás.

-La única chica que tengo y quiero tener cerca de ahora en más, su nombre es Alice, no sé si le conoces- Respondió a su broma entre sonrisas, sacó la lengua y se limitó a mirar su rostro mientras se relamía los labios que se le habían secado por el frío, seguía perdiéndose en sus ojos cada vez que los miraba, y sentía como el alma se le inflaba y era capaz de todo. Sabía que incluso podría dar su vida por la suya de ser necesario, aunque tenía en presentimiento de que eso no sería necesario.

-Eso depende Alice, de quién haya visto primero a quién, y eso no puedo discutirlo…no me caí de casualidad…- Hizo una pausa mientras se reía recordando lo que había pasado antes en el bosque. –Tú eres quien me cautivó con tan solo ver tus ojos, o quizás antes. Creo que estaba escrito que nos teníamos que encontrar…y si no lo estaba, me alegro de que nos hayamos encontrado.- Terminó de decir para tomar su mano con un poco más de determinación y darle un beso en la mejilla al mismo tiempo que se sonrojaba. Tenía la seguridad de que Alice sentía lo mismo que él, no podía pedir nada más, ciertamente sentía que el corazón le iba a explotar.

- I don't wanna lose you now I’m lookin' right at the other half of me- Susurró mientras continuaba caminando a su lado riéndo de todo, ignorando sus problemas, sintiendo que todo estaba bien. –Sabes que te daría el tiempo del mundo Alice, así que por supuesto que te acompañaría hasta el fin del universo hoy, mañana o cuando quieras todas las veces que quieras- Enunció, aquellas palabras que en parte eran ciertas, jamás había sentido algo así y no quería dejar de sentirlo nunca, como si todo se centrase en ella.

En aquel instante varios pasos sonaron en la calle, como si una persona apurada se acercase a ellos mientras gritaba –¡Señor director, Doctor Lennon, señor!- Corría tan rápido que parecía que las piernas le fuesen a fallar en cualquier momento, más soportaron la presión y lograron llegar hasta donde ellos se encontraban. –“Señor Lennon disculpe le moleste con su esposa en su día libre pero los internos que usted trató están curados y quería que lo supiera después de todo esos niños parecían ser pacientes terminales y de la noche a la mañana estaban lúcidos nuevamente y no hay rastro de la enfermedad por dios estoy tan feliz que podría correr por todo parís gritándolo”. Había enunciado todas esas palabras sin hacer una pausa, y parecía que iba a caer muerto si no inhalaba.

Grayson mantuvo la calma aunque aquella felicidad que ya poseía se incrementó casi al instante, sin embargo unas palabras resonaron en su mente, ¿Esposa? Se ruborizó más no le corrigió para evitar que el ayudante tuviese otro dilema mental más. –Sabes que puedes decirme Grayson, que grites mi apellido no me atrae mucho y lo sabes Francis. Ahora, me alegro de la recuperación de los pacientes, mañana por la mañana estaré en el hospital para firmar las altas y permitir que vuelvan con sus familias, asegúrate de tener las muestras que te pedí para ese entonces, eso es lo único que te pido. Por otra parte, ella es Alice m…-

-Su esposa, es encantadora señor Grayson, un placer conocerla señorita, ¡su esposo es uno de los mejores doctores que vi en mi vida! Ouch, tiene razón señor Grayson, debo ir a buscar las muestras ya mismo voy corriendo y las consigo, lo veo mañana señor.-

-Está bien Francis, nos vemos luego...- Pero cuando había terminado de hablar, Francis había desaparecido en la noche. Gray quedó duro al pensar en las palabras de Francis, ¿Su esposa? Le pareció gracioso a tal punto que miró a Alice para sonreír y sacar la lengua mientras le decía –Oh, esposa mía, vayamos a casa de tus padres, hoy tienes una cena importante y no puedes llegar tarde- Todo con tono de burla entre risas, esperando que Alice se lo tomara como él, como una broma no tan broma porque en el fondo, lo deseaba.

por **Alice Marie Rice** Miér Ene 22, 2014 1:25 pm

La luz de los faroles apenas alcanzaba a alumbrar la calle principal por la que caminaban, eran como pequeñas velas encendidas cuyo propósito era alejar la inmensidad de la oscura e incierta noche. Perdida…tal vez así se hubiera sentido, si la caminata la hubiera realizado completamente sola, sólo con unos pensamientos de aventura y misterio cruzando por su mente. Pero no se sentía perdida junto a él…¿Querida, deseada y abrumada..? Un remolino de sentimientos en su interior seguía latente, pero se supone que así se sentía el estar enamorada…o eso era lo qe ella recordaba de la fabulosa descripción de las personas que con ojos brillosos y rostros radiantes le habían descrito la sensación en sí misma.

Junto sus manos y las llevó hasta su boca, exhalo un poco de aire tibio en sus manos para posteriormente frotarlas tratando de conseguir un poco de calor. Estaba haciendo más frío de lo normal y a pesar de que tenía sobre sus hombros un cálido abrigo, Alice siempre había sido una chica friolenta que le costaba adaptarse a los cambios de temperatura y el vestido que llevaba no ayudaba en nada.

A medida que caminaban la cantidad de parisinos que rondaban las calles disminuían, junto con la cantidad de faroles, ya no era uno tras otro, por lo menos había uno cada cinco metros lo que deja pequeños vacíos de oscuridad entre ellos. Su imaginación volaba, pero el cálido aliento acompañado de unas palabras, que contenían muchas promesas, provenientes del hombre a su lado la devolvieron a la realidad. Sonrió divertida y lo miro con un poco de escepticismo-Oh! ¿Todo el tiempo? Usted no me ha visto molesta, messire Lennon-Le guiño un ojo coqueta-Por cierto, espero que sea un hombre de palabra y no se asuste en la primera cena familiar-Rió imaginado lo desastrosa que podía resultar esa situación-

Siguieron caminando y cada vez queda menos, no podía evitar hacer pucheros como niña pequeña, si tan sólo no fuera la princesita de su padre…tendría más libertad, pero de cualquier forma esas no era horas para que una dama rondara las calles…pero ella no era la típica “dama”. Se abrazó a sí misma, frotándose los brazos, pero al instante sintió que él la acercaba a él en un acto de quitarle el frío, su gesto por buscar calor había sido demasiado obvio y lo había preocupado. Lo miro enternecida por su gesto-Merci…-Susurro mientras en un rápido movimiento se acercó a él y le dio un dulce beso en la mejilla-No creas que soy un vampiro…soy ¿Fría?, la verdad es que soy más friolenta de lo normal-Miro a su al redor-Si, solo faltan unas cuantas manzanas más-Dijo señalando hacían un punto perdido en la oscuridad-

-No te rías no es broma, debes ser más que normal…casi aburrido-Bufó por su comentario-Veremos si puedes superar la primera gran prueba Mister Grayson Lennon. Además, tu eres el que quería conocer a mis padre y formalizar todo ¿no?-Se encogió de hombros quitándose importancia y se acercó más a él-Pero de una debes estar más que seguro, nada de lo que pase o digan me hará cambiar de opinión con respecto a ti, te quiero así tal cual…¿De acuerdo?-Pregunto cohibida por sus propias palabras-

-Mmmh…¿Alice? Me suena familiar ese nombre…debe ser muy afortunada en tener tu total atención-comentó mordiéndose el labio inferior en un intento de reprimir su traviesa sonrisa. Se acomodó un poco entre sus brazos y apoyo su cabeza en sus pecho y se dejó llevar, la verdad es que comenzaba sentir el cansancio del día sobre su cuerpo.

-¿Ah no? Yo creí que lo habías hecho apropósito-Rió jugueteando-Pero me alegra mucho saberlo, no sabes cuantas veces se han acercado hombre a mí con sus famosas “casualidades”-Rodó los ojos molesta detestaba a los hombre que soló la querían utilizar, pero para su suerte ella podía saber la intenciones de cada cual con sólo observarlos un momento. En el caso de Gray, Alice no haba tenido el tiempo para evaluarlo fríamente como a los demás, él era…todo un caso especial.-Si, no dudo que debía ser así, ´solo espero que también este escrito que nuestras vidas deban vivirse en compañía del otro-Lo miro a los ojos con incertidumbre contenida. Sintió el agarre por parte de él, seguido del beso-Eso me recuerda…..¿Cómo está tu herida? ¿Aun duele..arde?-Intento acercase y examinar la herida-

-¿Sabes? Vas a tener que empezar a enseñarme inglés-Hizo un pequeño puchero al hacer la pequeña petición-Lo sé, lo sé, pero por más que quiera no puedo monopolizarte…estoy segura que además de mí, alguien por ahí te necesita…sabes que yo haría lo mismo por ti-Le acaricio el rostro con un mano haciendo que la mirara para dedicarla la sonrisa más tierna del mundo-Gray yo…yo…-Asintió para sí misma, como si estuviera dándose ánimos ella misma. Lo volvió a mirar, esta vez con determinación, disminuyendo el ritmo de su caminar-Yo… ¿Es muy loco si te digo..que..que.. que quiero fugar-No alcanzo a terminar la frase ya que sintió unos gritos lejanos que la hicieron voltear…y lo llamaban a él.

Lo miro desconcertada ¿Director? ¿Doctor?, redirigió a la persona delante suyo que inhalaba aire como si hubiera corrido una cantidad inmensidad de kilómetros…y eso parecía. No alcanzo a saludarlo cuando este volvió a hablar, pero por más que trato no pudo disimular su asombro y el fuerte rubor que cubrió todo su rostro, al escuchar “Su esposa”…¿Es así como se veían? La simple idea, la hizo perderse en un mar de sensaciones placenteras….pero por alguna razón se sentía extrañamente avergonzada. Ensimismada en sus pensamientos, sólo capto lo elemental del mensaje…él era un médico fantástico y la persona frente a ellos ¿Un agradecido o tal vez un admirar de su trabajo?..eso se lo preguntaría después, aun no podía zafarse del golpe de aquella simple palabra.

¿Este hombre respira? Era la constante pregunta que se hacía Alice al verlo parlotear sin parar, temía que en cualquier momento pudiera colapsar y ponerse morada por falta de oxígeno. Al terminar escuchar la elemental respuesta de Gray y en un punto parecía querer aclarar el mal entendido, pero fue nuevamente interrumpido por Francis. Se volvió a poner nerviosa al escuchar nuevamente esa palabra junto con halagos para ella y sobre todo para él..comenzaba a sentirse misteriosamente orgullosa-Merci, Francis..lo sé él es el mejor-Confirmó al joven con la mejor de sus sonrisas. Y sin más lo vio alejarse tan rápido como había llegado, dejándolos completamente solos otra vez.

Alzo una ceja divertida ante sus gestos infantiles-Mmmh..no suena mal, mon amour, Alice Marie Lennon no suena mal-Comento sin verlo, tratando de controlar y ocultar su fuerte sonrojo, estaba segura de que era la envidia de los tomates en ese momento. Alzo la vista y vio su casa a unos cuantos metros-Henos aquí-Dijo en un suspiro, deteniéndose paulatinamente-

por **Grayson Lennon** Jue Ene 23, 2014 8:10 am

Hope; Siempre había creído que la noche era su aliado más fuerte, todo era más claro en la noche, era el momento del día en el que todos se mostraban tal cual eran, era donde las máscaras no valían nada y podía uno ver los demonios de cada ser. ¿Demonios? Eso era algo que no parecía existir cuando estaba junto a ella, su sola sonrisa tenía el poder de iluminar el lugar más oscuro, de llenar el vacío más profundo. Sus pasos fueron lentos, cada vez quería menos que todo acabara, volver a dormir solo en aquella enorme habitación, despertar solo y con nada más que el sonido de las aves que se posaban en su ventana. Su voz le trajo a la vida nuevamente, despertándole del shock que atravesaba. –Y tú no me conoces por la mañana aún dormido, oh, eso sí es feo- Dijo entre risas, recordando lo torpe y malhumorado que se pone cuando recién despierta. –Aunque creo que ahora tengo motivos para levantarme feliz- Miró sus ojos y como si hubiese un resorte en sus músculos faciales, reía nuevamente, era imposible evitarlo. –Créeme que he visto cosas extrañas, prometo no asustarme- Dijo con una mano en el corazón a modo de broma. Tomó una de las manos de la joven y la colocó sobre su pecho y luego puso la suya sobre la de ella. –Y prometo no dejarte jamás- Su expresión de seriedad no hacía más que marcar la ternura de las palabras que había enunciado.

No pudo evitar reír al oírle cuando habló sobre los vampiros, él se habría dado cuenta si lo fuere, más poco le habría importado realmente, él no estaba en guerra con nadie, incluso cuando su familia había cazado y exterminado cuanto vampiro se acercaba a su hogar en busca de secretos. – ¡Entonces ese es tú secreto!, así que quieres mi sangre, oh no, ¿Qué será de mí?- Dijo y se recostó sobre una pared y sacó la lengua, como si se hubiese muerto de miedo, aunque a los pocos segundos entreabrió los ojos y se acercó para robarle un beso. –Hace frío Alice, lamento no haber traído un abrigo más tibio, igualmente puedo hacer esto para ayudarte- Susurró antes de abrazarla y caminar mientras lo hacía, intentando pasarle un poco de calor.

Sabía que quedaba poco, y si bien estaba oscuro él podía ver a la perfección aun sin sus pupilas dilatadas al extremo, lo cual claramente era gracias a sus dotes. –Puedo ser el hombre más aburrido del mundo si es lo que hace falta para poder verte más seguido Alice, puedo ser todo lo que sea necesario- Pausó un segundo para tragar saliva y notar como se habían quedado solos en aquella calle. –Por supuesto que está claro Alice, yo no voy a dejar de quererte y pensar en ti como lo hago ahora por conocer a tus padres…a menos que me apunten con una escopeta- Dijo entre risas (O me disparen balas de plata) Pensó para sí mismo.

Continuó caminando con ella, sus pasos eran más lentos porque inconscientemente aminoraba la marcha para evitar llegar a su hogar, no quería dejarle, pero debía. –Comprendo, no puedo decir que me suceda mucho, es obvio que la hermosura entre nosotros la aportas tú- Se sonrojó a decir aquellas palabras. –No, no me duele- Dijo intentando buscar alguna cicatriz pero la herida ya se había sanado completamente sin dejar rastro alguno, como si se esfumase por arte de magia.

Sonrió nuevamente, estaba más que dispuesto a enseñarle todo lo que ella quisiera, desde el inglés hasta los secretos de su familia, sus habilidades y defectos, todo. –Te enseñaré lo que quieras Alice, todo lo que quieras...- Hizo una pausa –Si te fugas será peor, te buscará la policía y será aún más imposible estar juntos. Sé que no es una idea prometedora pero te prometo que mañana tendrás noticias sobre mí- Alcanzó a decir.

Se sonrojó al oírle decir su apellido junto a sus nombres, parecía que el rostro fuese a explotarle en cualquier instante y que, junto a su corazón danzarían toda la noche. –Me gusta- Se detuvo para abrazarla fuertemente, no quería dejarla ir pero tampoco podía generar más problemas de los que iba a traerle llegar a esta hora. Acercó sus labios a sus oídos y susurró. –Mañana por la mañana recibirás una carta que te dirá a dónde estará mi gran amigo Liev, él es como mi hermano y de seguro te hace un tour por mi casa u lo que gustes, quizás hasta luego pueda aparecerme y saludaros para secuestrarte un momento- Se separó un instante para mirarla a los ojos y darle un beso que pareció durar una eternidad, aunque estaba atento a que nadie los viera.

Buscó en su bolsillo el pañuelo de Alice y lo apretó en su mano –Te lo devolveré cuando esté limpio, antes no.- Dijo riendo. –Entra esperaré a que entres para irme- Dijo en un tono bajo. (Me partirá el alma, pero debo ser fuerte) Pensó para sí mismo.

por **Alice Marie Rice** Vie Ene 24, 2014 11:46 am

Una promesa era una promesa, nada podría romperla ¿no?. Gray le había prometido de todas las formas posibles que no la abandonaría y que haría cualquier cosa para volver a estar juntos, pero… ¿Pero? ¿Porque siempre debe existir un pero?. La verdad es que comenzaba a odiar esa pequeña palabra que desmoronaba sus esperanzas. Trato de no pensar mucho en las consecuencias de sus actos, comenzaba a dolerle la cabeza tanto pensar en una posible solución que siempre era arruinada por un “pero” de su mente.

Alzo la vista masajeándose con una mano la sien y en un punto del cielo nocturno vislumbró una sublime luna menguante. El efecto de la luna sobre ella tenía tal efecto que podía hacer que sus preocupaciones se fueran por un instante y de paso también su molesto dolor de cabeza…tal vez era el frio.

-¿Feo?-Rió por el comentario-No creo que amanecer contigo sea feo. Por otra parte, si tienes razones para sonreír por las mañanas…-Se sonrojo al entender que su palabras se prestaban para ser malinterpretadas.Al sentir la mirada penetrarte de él, junto a una deslumbrante sonrisa, lo que provoco que ella de igual forma regresara el gesto. Con sus brillantes ojos grises, Alice, siguió el gesto de ternura de Gray-Estoy empezando a perder la cuenta de cuantas veces hoy a pronunciado esa palabra…no las rompas…tus promesas no las rompas, nunca-no fue capaz de mirarlo a los ojos a sí que se refugió de él bajando la mirada-

Lo escucho carcajearse a rienda suelta a la mera mención de un vampiro-Oh sí! , ahora que lo sabes no puedo dejarte vivir…-Juguetonamente mostró sus inofensivos colmillos, vio cómo se recargo sobre la pared, lo observo analíticamente y la tomo desprevenida-Muy atrevido ¿No, messire Lennon?-Lo miro con picardía por el pequeño beso robado. Se acercó a su ello, dándole a creer que lo mordería, sonrió para sí misma y le dijo un beso, dejándole un perfecto círculo rojo-Eso te pasa, por quererte salir con la tuya-Rio divertida- Lamento informarte que mañana tendrás que usar bufanda…-Sonriendo traviesamente, le saco la lengua-Ya te dije que estoy bien, además, si tu siempre me estas abrazando.. ¿Cómo crees que voy a tener frío?-Susurro más para sí misma, por lo que no supo si él llegó a escuchar-

-No quiero que lo seas, simplemente no apoyes mis locuras frente a mis padres-Se encogió de hombros como quien no quiere la cosa-El resto del tiempo, puedes él tierno hombre que se cayó en el bosque-Rió nerviosa. Pestañeo un par de segundos razonando sus palabras-Mmmh..¿Escopeta?-Repitió las palabras por parte de el-Bueno.. a papá le gusta cazar y al último que se acercó a mí, su cabeza estuvo punto de ser colgada en la pared, junto con los alces de mi padre-Comentó como si fuera lo más normal del mundo, lamentablemente no era broma.. A veces no los entendía, sus padres querían comprometerla, pero cuando llegaba uno decente ellos mismo lo alejaban, bufó fastidiada-

Sintió como la apretaba contra él, como si no quisiera dejarla ir, pero era contradicción todo su ser, sus acciones no concordaban con las tristes expresiones que captaba Alice cuando él creía que no lo miraba-¿Eso crees? Eso me hace pensar…te enamoraras de mi madre-dijo desconcertada-Quiero decir, dicen que soy idéntica a ella versión joven…-Rio por su propio comentario. Afirmo con la cabeza al oír la negación por parte de él-Es bueno saberlo…después de todo eres tú el doctor-Sonrió acordándose de francis-

-¿Todo?¿Todo?-Pregunto cómo niña pequeña-Más te vale…-Dijo en un tono nada intimidatorio como ella esperaba-De acuerdo.. Papá-Dijo frunciendo el ceño testaruda, no le gustaba esperar, era una impaciente incorregible-Si tú crees que es lo mejor….

Sonrió con satisfacción al escuchar que le había sido de su agrado el nuevo nombre que posiblemente podría tener. Escucho atentamente sus palabras, mientras se aferraba a él como si su vida dependiera de ello-¿Para secuestrarme?...-Alzo una ceja, divertida-Suena tentador, esperare esa famosa carta con ansias-Contesto en un susurro. Se separó de él por impulso, pero no demasiado, correspondió gustosa el beso, desde la primera vez que lo hicieron…quería hacerlo todo el tiempo, pero la gente de cierta forma la habían cohibido, pero ahora solos. Se separó por falta de oxígeno y le dedico una pequeña sonrisa.

Miro en dirección a su casa, todas las luces encendidas de seguro, que ya se empezaban a impacientarse por su ausencia, debía darse prisa, pero sus piernas no le respondían. Miro el pañuelo con cautela-Como quieras, pero así se mejor, por lo menos cuando lo veas te acordaras de la loca chica pelirroja-comento sincera.Asintió antes sus palabras, pero algo no andaba bien. Suspiro-Hey..-Tomo sus rostro en sus manos-Como espera que me vaya si tienes esa expresión en tu rostro…no hagas esto más difícil…-Lo beso dulcemente en la comisura de los labios-

Al cortar el beso sintió un click, junto al rechinido de una puerta abriéndose tras de sí, se separó rápidamente de Gray-Bien lamento decir esto, pero tienes que irte-Susurro para que sólo el pudiera escuchar-Déjame esto a mí-Le guiño un ojo y avanzo unos cuantos pasos, para dejarse tocar por la luz de la casa-¿Alice, Alice querida.. eres tú?-Pregunto la voz de su madre-¿Tienes idea de la hora que es? Tu padre estaba comenzando a perder la calma, sólo por decir que ya la perdió, ha llamado a todos sus contactos.. cuantas veces te eh dicho…-Comenzó a regañarla, sin darle tiempo de responder a nada-

Madre, yo..-Intento hablar-

Tú, nada.. tienes mucho que explicar, jovencita-Replico molesta su madre-Además, han llamado de la O’phera, hoy tenías ensayo y no ido, no debes desperdiciar esas oportunidades…sabes que no-Guardo silencio por un minuto-De cualquier manera, no era demasiado importante.. pero haz hecho preocupar a Messire Hamilton…-Lo que siguió del regaño de su madre no supo, ¿Por qué él habría de preocuparse con ella? Amenos que…miro a su madre con ojos entrecerrados. Hamilton, el director de escenografía, en varias oportunidades se le había acercado con claras intenciones, pero ella lo había ignorado olímpicamente, pero para su mala suerte.. era del agrado de su madre.

La molesta noticia hizo que olvidara a Gray que seguro seguía por ahí, entre las sombras,.. y tal vez había escuchado.-Madre, terminaremos esta conversación adentro-Dijo en un tono autoritario, estaba literalmente hecha una furia. No supo como pero logro meter a su madre a la casa, cerrando la puerta tras de sí, no quería que él se formara malas impresiones. Miro por la ventana, hacia la oscuridad de la calle y se encogió de hombros a modo de disculpa.. Aunque no sabía si Gray la vería, ella quiso creer que si, de todas maneras si es que se volvían a ver..tendría mucho que explicar-

por **Grayson Lennon** Dom Ene 26, 2014 2:12 pm

See you soon; Pensó que se desmoronaría, no sabía ni creía posible que una persona pudiera transformarse en tanto en tan poco tiempo, ¿esto que le estaba pasando era real?. Sentía que su corazón quería saltar y volar de su cuerpo, que su mente quería desconectarse, le quería a ella y a nada ni nadie más.

-Jamás en mi vida he roto una promesa Alice, no comenzaré contigo. – Se limitó a decir mientras luchaba contra aquel sentimiento de culpa que comenzaba a inundar su mente. Quizás debería pensar menos en las consecuencias y pedirle que le acompañe a casa, quizás junto a ella las pesadillas nocturnas se detendrían, quizás pudiese alcanzar la paz que estaba buscando. Más las consecuencias eran más fuertes, no quería provocarle problemas y podía sufrir por ello.

Se tocó el cuello donde ella le había dado aquel beso que le marcaría, una leve sonrisa se dibujó en su rostro y mientras esta se ampliaba se limitó a mirarla a los ojos con una calidez que podía derretir hasta el más frío témpano de hielo. –No tendré que usar bufanda porque no me arrepiento de esto Alice, y jamás me arrepentiré- Terminó de hablar para sacar la lengua y dejar escapar un suspiro de felicidad mezclada con tristeza en el punto justo cuando ambas se transforman en melancolía.

Sus ojos se posaron sobre la luna, aquel bello orbe que brillaba en el cielo por las noches, la marca de su maldición, el llamado de la bestia interior y muchas veces su propia perdición.

–Haré todo lo que pueda para ser normal, incluso cuando jamás lo he sido- Guiñó un ojo al decir aquellas palabras y sacó la lengua hacia Alice en tono de burla mientras oía al mismo tiempo sobre su madre. –No creo, por lo que me dices tu madre no tiene el sentido de aventura que tú tienes, y tu personalidad es igual de hermosa que como tú eres por fuera, así que estás muy por arriba de todos nosotros - Dijo sin cuidar ni una palabra dejando que su mente liberara hasta la última palabra que nació.

La tristeza era algo que estaba ahí, era imposible decir que esta era la decisión más feliz de su vida cuando él mismo sabía que si fuese por él, la llevaría a su casa para pasar la noche hablando de la vida, conociéndose quizás un poco más, aunque sentía que le conocía de toda la vida quería saber más y más de ella, como si jamás pudiese cansarse de escucharle hablar.

Quería saber sus secretos, sus sueños, sus deseos, sus miedos, todo. Pero esta noche no habría nada más, nuevamente pasaría la noche con la soledad y con la oscuridad de la noche. Quizás iría con Liev y hablaría con él, seguramente podría ayudarle a solucionar aquel problema “familiar”.

-El nombre de esa chica es Alice Marie Rice, y ese nombre es mi favorito a partir de ahora.- Dijo para completar lo que ella había dicho de la loca chica pelirroja, aquel beso en sus labios dejó una sonrisa dibujada en su rostro. Al oírle dio un paso atrás, escondiéndose entre las sombras de la noche, desapareciendo del campo visual de cualquier persona, más estando ahí como cualquiera de los familiares de Alice.

-Messire Hamilton- Dijo en voz baja para sí mismo, sorprendido un poco. Seguramente era algo que Alice le explicaría cuando se volvieran a ver, o no. Nunca había sido el tipo de personas que sacaba conclusiones adelantadas así que, si bien ese nombre quedó marcado en su mente no levantó sospechas ni celos… O por lo menos no muchos. La voz de su madre le parecía conocida, aunque no podía tener la certeza hasta verle así que de lejos usó sus ojos, sus pupilas se dilataron al máximo, y pudo verle, la conocía de algún lado, pero no podía recordar de dónde.

Permaneció ahí, en la oscuridad hasta ver la silueta de Alice en la ventana, aquel gesto le indicó que todo estaba bien. Se limitó a sonreír y alejarse lentamente de la casa, el camino de vuelta a la mansión fue largo, se cruzó con algunas miradas pero ninguna en especial, no prestaba atención a nada más que a sus recuerdos de aquel día.

Entró en la mansión que aún tenía algunas luces encendidas, en el salón principal se encontraban las dos señoras que vivían allí con él, al verle le saludaron como de costumbre hasta que una vió una pequeña marca en su cuello y comenzó a burlarse junto a la otra –Uhhh, el señor Lennon está haciendo travesuras- Dijo una de ellas mientras que Grayson se sonrojaba y no respondía absolutamente nada. –Vamos Gray, ¿Quién es la afortunada?- Dijo la otra mientras golpeaba fuerte la madera de la estufa que no podía encender.

-Seguramente Liev venga con ella mañana, así que les pido que actúen como personas normales y no como lo que realmente somos- Dijo burlándose. -¿Locos?- Dijeron las dos al mismo tiempo entre risas. –Exactamente chicas, exactamente. Ahora déjame encender ese fuego e irme a la cama que estoy cansado- Dijo mientras se acercaba a la chimenea y a los pocos segundos el fuego estaba encendido.

-Hasta mañana, buenas noches.- Se limitó a decir mientras subía la escalera e ingresaba en su habitación para sentarse en el escritorio a escribir la carta que tenía que enviar, serían dos las que escribiría. Le tomó aproximada unas dos horas, finalmente se tumbó sobre la cama con el pañuelo en su mano y permaneció mirando el techo durante varios minutos hasta quedarse dormido pensando en Alice.

-Espero sea una chica buena, es lo que este chico se merece- Dijo la más mayor mientras seguía tejiendo en su silla y la otra se limitaba a mirarle.

Grayson escribió:“Alice:

Mañana por la mañana Liev, mi amigo estará en el lago esperándote, él sabrá quién eres y tú verás que de alguna forma podrás encontrarlo sin saber como es...Lo sé.

Quizás él pueda responderte a dudas que yo no pude hoy, él es como mi hermano y lo aprecio lo suficiente como para confiar tu seguridad en sus manos. En algún momento del día podré escapar del hospital y vendré a verles, para además, poner mi plan en marcha, te enterarás mañana de cómo haré todo.

Forever yours, Grayson Lennon. (Creo que se decía así, Je t’ aime Alice)”.

La carta tenía olor a su perfume y la enviaría en la mañana temprano y llegaría a los pocos minutos de enviada, para Liev sería diferente y pasaría por su hogar al ir hacia el hospital.

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Lazos del destino [Privado Alice ]

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