Jugando para olvidar (Anuar & Soren)

Recuerdo del primer mensaje :

Soren había golpeado la puerta de la galería de Anuar un par de veces y mientras esperaba a que el chico abriera (si es que estaba en casa), lo ocurrido en la reunión de profesores llegó a su mente lividamente.

- Y así es como se dividirán las clases para el resto del semestre - Había concluido el decano de la facultad de artes y humanidades, un hombre calvo y regordete. Soren había anotado los nuevos horarios en su cuaderno viejo de apuntes, para esa semana se esperaban los nuevos alumnos y comenzaría así un nuevo ciclo en las clases que impartía. Se levantó y cuando estaba saliendo del salón, uno de los directores se acercó a él y lo detuvo.

- Profesor Kaarkarogf - Comenzó el hombre - Hemos... recibido algunas quejas... del cuerpo estudiantil sobre sus clases - Soren tragó saliva y apretó el cuaderno de apuntes y los libros - Algunos alumnos han firmado una solicitud para que se les sea cambiado el profesor, los detalles están aquí - Explicó pasándole un sobre cerrado con el sello y escudo de la Universidad. - Mañana el decano tendrá una reunión con usted en privado -

Dejó escapar un largo suspiro intentando no pensar en que demonios contenía el sobre, que por cierto estaba en su maletín de cuero junto al cuaderno de notas y un par de libros y pinceles manchados. Ahora debía enfocarse en lo que le habia prometido al chico que harían esa noche. Le llevaría al Luna Park y tendrían una segunda cita. Le gustaba como sonaba eso de cita y aunque se sentía igual de nervioso que la primera vez, la perspectiva de pasar un buen rato tonteando con Anuar era justamente lo que necesitaba para no pensar en sus problemas en la universidad.

Esta vez no iba tan bien vestido como en el circo, porque había ido a la universidad primero y siempre que iba a trabajar, se ponía cualquier cosa, apenas calló en cuenta de que su apariencia no era la mejor y comenzó a repararse y a sacudirse el pantalón añejo y entonces notó que llevaba una media verde y otra negra. Mierda... Con suerte Anuar no lo notaría.

Le observó atentamente mientras comía el contenido del plato de barro, la reacción de Anuar le sorprendió bastante, sus mejillas adquirieron color y había arrugado la nariz y... ahh, que hermosa era la vida humana. Todos esos procesos biológicos que se generaban dentro de su cuerpo gracias a la comida, los impulsos eléctricos que se esparcían por sus nervios cargando información al cerebro, un sin fin de reacciones químicas que generaban sensaciones que él no podía sentir.

Envidió a Anuar viéndolo sacar la lengua y beber con apuro el liquido café que olía a cacao. ¿Sería chocolate?, que desgracia tan infinita no poder probarlo. Cuando estuvo vivo nunca tuvo la oportunidad de beber chocolate, porque pocas cosas del nuevo continente llegaban a Estocolmo, de hecho, nada llegaba a Suecia, parecía como si el gélido país hubiera sido olvidado en el mapa por el resto del mundo.

- Esta comida es para los valientes - Exclamó el hombre que ahora hacía algo así como unas envolturas de masa y ponía salsas de tomate, cebolla y ají picado dentro - Los aztecas hacen comer esto a sus hijos, ¡para convertirlos en hombres! - La audiencia dejó escapar un 'Ohhh' y una doncella pico a su acompañante en el brazo incitándolo a probar el alimento. El hombre sacó pecho con orgullo y probó la comida, teniendo una reacción muy similar a la de Anuar, pero a diferencia de este, había pretendido ser muy macho, puesto que no se quejó, aunque se le habían puesto rojas hasta las orejas.

- ¿Y usted distinguido caballero? - Le preguntó el hombre, entregándole el cuenco a Soren quien no supo que hacer. Rechazarlo sería de muy mala educación (sin mencionar que quedaría como un cobarde), se quedó dudándolo unos segundos y tomó un bocado. Como era de esperarse, la comida le supo a cenizas como todo lo que saboreaba su lengua muerta. Hacía mucho tiempo había perdido la capacidad de distinguir sabores. Masticó por un rato, sintiendo el desagradable sabor en su boca, que por supuesto no era por culpa de la comida, sino de su condición y finalmente lo tragó.

Su rostro a diferencia de los de los humanos no tuvo ningún cambio, porque no podía sentir nada. El hombre lo miró sorprendido y pegó un grito - ¡Un verdadero hombre! ¡damas y caballeros! - La gente lo ovacionó por segunda vez y Soren tuvo el impulso de meter la cabeza debajo de la tierra como un avestruz.

Le observo con una incógnita recubriéndole completamente el rostro ¿no se suponía que el no podia comer esas cosas? Cuando minimo algo asi habia sucedido la ultima vez que habia comido frente a el le habia preparado la sopa mas el no habia probado bocado alguno aunque quisiese porque su mirada develaba que en antaño aquella sopa le habia hecho bien y no solo eso sino que le traia recuerdos o algo parecido.

Inclino su rostro hacia enfrente de forma despistada mas como si intentase tragar la vergüenza causada por su reacción -¿no se supone que no comes eso?- le cuestiono bajo al oído tan bajo que solo a el pudiese serle audible y el viento revoltoso no se sintiera tentado de hacer trotar las silabas en una desesperado juego por llevarlas a oídos ajenos porque el viento lo escuchaba todo y aveces parecía querer contarlo en una lengua inentendible.

Sus ojos color de miel se fijaron en los ingredientes extraños de aquella comida y se cuestiono si realmente los aztecas decidían quien era hombre y quien no dándole de comer eso a su descendencia seguramente era la típica comida…sonrio porque ¿Cómo era que ellos pudiesen comerla diariamente y el ni un bocado pudo darle? La mezcla de sabores habia hecho reacción en su boca el recuerdo le hizo sentir nuevamente el ardor era casi sofocante mas sus mejillas no se ruborizaron sino que se limito a respirar por la boca de forma disimulada, la bebida aquella habia hecho una acción de sublevó a la otra aunque habia sido demasiada amarga y algo picosa sin ser comparable con lo primero, sintió la curiosidad de preguntar que era pero seguramente no reconocería siquiera los ingredientes.

Sonrio ampliamente recordando algo ocurrido anteriormente –no creas que por esto tu eres macho y yo no- burlo de forma indiferente porque si el sabia que era y que no ¿Qué importaba lo que los demás decían? Importaba si si venia de labios de Soren aunque suponía o quería suponer que se trataba de una broma referente a la inusual pareja que formaban ¿Quién era el hombre y quien jugaba el rol de la mujer? Porque no se podia ser equitativo hombre-hombre en todas las cosas por ejemplo no al pagar y el no habia pagado aun nada ¿eso le convertía en la “mujer” de la relación? Se cuestiono unos instantes rascándose la sien realmente le causaba intriga la incógnita ¿Cómo se veía Soren?¿como el “macho”? suspiro dejando el tema como muchos otros sin responder porque no se atrevía a preguntar no por lo menos en aquel lugar.

Observo en derredor, varios niños iban ya de brazos de sus padres dormitando los que se paseaban aun por cuenta propia parecían tener fuerza infinita, otros tantos iban prácticamente arrastrando por sus padres, chocando con medio mundo y aun asi no pareciendo mas que un muñeco de trapo andante, las personas de su edad lucían aun lucidas, andando de aquí a alla entre risas y sonrisas porque el no eran tan grande, con escasos veintiún años aparentaba mucho mas por lo menos al hablar recordó entonces a un cliente “es usted mucho mas joven que yo y habla como si fuese un anciano” se habia reido y marchado porque el hombre tenia razón doblándole posiblemente la edad hablaba por un amor por la vida que el pelirrojo no podia exponer con tanta facilidad.

Una pareja a su lado se abria paso entre el oleaje de personas riendo y jugando habían dicho algo sobre una casa con espejos…se cuestiono y miro a Soren -¿podemos ir?- pregunto sonriendo de medio lado.

Observó la expresión sorprendida de Anuar y se retiró un poco de la multitud para poderle hablar más libremente. Fuese lo que fuesen los ingredientes, el nunca podría tener una rección quimica en el cuerpo debido a eso, pero si habrían efectos secundarios.

- No debería haberlo hecho... pero no tenía otra salida - En realidad le daba verguenza aceptar que lo había hecho por no quedar como un cobarde - Estoy muerto... mis organos internos no funcionan, la comida no puede ser procesada en mi estomago... además todo me sabe a cenizas... - Explica en susurros, comenzando a caminar para alejarse del nuevo grupo de personas que se acercaban curiosas por el olor de la comida - Luego tendré que...vomitarlo - Acepta avergonzado por todo el asunto - O será incómodo... quiero decir, podría podrirse en mi estomago...y... Agh... no quiero hablar de estas cosas tan raras - Finaliza rascándose la cabeza.

Entonces lo que dijo Anuar le causo gracia. ¿Él chico seguía aún con eso de quien era el macho? sintió ganas de abrazarlo y besarlo por decir tonterías. A veces Anuar podía ser tan delicado y sumiso y en otras le hacía sentir completamente a su merced, no podría determinar quien era el que llevara la iniciativa en las cosas, porque era mejor cuando era impredecible ¿no?, era mejor que cada uno pudiera ser lo que fuera en el momento, sin tener que seguir un estereotipo.

- Quizás necesitemos otro tipo de pruebas para descubrir quien es el macho - Comentó llevándose las manos a la cintura - Una en la que estemos en iguales condiciones - Aclaró, porque usar sus poderes vampiricos para ser mejor manejando armas o inmune al ají picante no le parecía justo, le llevaba una centena de años de ventana al joven humano, era obvio que tuviera más habilidades o conocimientos que él.

- ¡Claro! ¡iremos a donde quieras! - Agregó abrazando la cajita con los animales de circo y comenzando a caminar en esa dirección.

Lo penso unos instantes quiza Soren quisiera ir antes de deshacerse de todo aquello que habia ingerido antes de que realmente le comenzase a sentar mal en el estomago no se imaginaba que era aquellas otras cosas incomodas de las que no quería hablar no sabia como reaccionaba un cuerpo muerto ante la comida y realmente no quería saberlo mucho menos si con eso Soren llegaba a sentirse minúsculamente mal, la curiosidad antes siempre en pedestal pasaba ahora a un segundo plano como el resto de las cosas.

-¿quieres ir antes a…?- le cuestiono observándolo de soslayo por el rabillo del ojo el podia esperar en otro lugar si le causaba alguna molestia que estuviese cerca mientras se desasía de todo aquello –puedo esperarte alla si si quieres- le explico con tranquilidad encogiéndose de hombros como si realmente estuviese restándole la importancia merecida.

Asintio riendo por lo bajo -¿Cómo que tipo de pruebas?- cuestiono preguntándose el mismo aquella incógnita no se le ocurria ninguna aunque seguramente debía haber demasiadas porque Soren parecía ganarle con creces en todo, era mas viejo, sabia mas cosas que el, no solo sabia si no que habia hecho, era mas fuerte rápido y agil el era un simple humano ¿Qué? Humano si per de simple no tenia nada o por lo menos eso le gustaba pensar.

- Está bien... espera - Le indicó entregandole la caja con los animales del circo y se movió tan rápido que pareció como si hubiese desaparecido, la gente no lo había notado gracias a la cantidad de atracciones y actividad, nadie estaba realmente interesado en una pareja de chicos hablando al lado del camino pedregoso, mientras habían decenas de cosas interesantes que observar. Se movió a gran velocidad, perdiéndose entre unos arbustos. Una vez allí se agachó y cerró los ojos sintiéndo las arcadas mientras se le encogía el abdomen.

Vomitó lo que había ingerido sintiéndose ligéramente mareado, se quedó de rodillas por unos segundos, pensando en lo vulnerable que debía parecer, podría ser fácilmente confundido con un borracho. Se puso de pie limpiándose los labios con la manga de la camisa, buscando con su mirada algún lugar en donde pudiera encontrar agua fresca. No tardó en encontrar un pozo más allá de la tienda en donde habían jugado al tiro al blanco, caminó hasta allí, esta vez sin correr, porque para llegar hasta allí debía que caminar entre la gente y no sería arriesgado.

Una vez allí se enjuagó la boca con el liquido varias veces y dejó el valde de metal a un lado volviéndo a limpiarse la boca con la manga de la camisa. 10 minutos después regresó por el camino pedregoso y vislumbró al chico.

- Perdona... - Dijo cuando estuvo cerca - ¡Ah! Y sobre el tipo de pruebas... quizás algo más privado, sólo tu y yo - Agregó y por unos instantes pareció que hubo malicia y luguria en sus pupilas azules y en su expresión - ¿Cuidaste bien de mis animalitos? - Preguntó con inocencia y le agarró del brazo, halándole de nuevo - Vamos a los espejos... aunque se está haciéndo tarde ya - Levantó el rostro hacía el cielo estrellado - Son casi las once... espero que alcancemos -

(( Muchas mitologías vampiricas dicen que, los vampiros no pueden reflejarse en los espejos, pero hay otras que dicen que si D: yo prefiero pensar que no... ))

Tomo la caja entre sus manos observándola unos instantes para seguidamente buscar en derredor algo en que entrenerse mientras volvia, sus ojos color de miel cayeron sobre el suelo divagando porque le era mas fácil pensar que observar sobre todo si al observar se percataba de tantas cosas de las cuales se veía privado ¿y no era asi también al pensar? Seguro, pensar aveces no resultaba tan productivo sino por el contrario le dejaba con una mayor confusión y deseo de descubrir aquel deseo que le movia y que le hacia seguir, rutinario, aburrimiento…no “uno no puede acusar a la vida y los hechos de la monotonía, es error de uno no ser lo bastante fuerte como para descubrir las riquezas que en el habitan” ¿verdad o mentira? Lo desconocía porque todas las palabras tenían algo de falsedad y algo de certeza.

Se alejo de donde la gente transitaba suponiendo que un joven parado en medio no era mas que un estorbo en el andar, se coloco donde la gente pudiese rodearle sin mayor inconveniente bostezando imperceptiblemente de aquellos bostezos que se pretenden disimular no abriendo los labios aunque sus ojos se entrecerraron de la misma forma a como si hubiese dejado aflorar el gesto.

Coloco la caja sobre su abdomen abrazándola con ambos brazos, rodeándole con cuidado de no romperla o doblarla pensó, en que debía y que no decir, en que quería y que no callar, en lo que sus labios anhelaban pronunciar por vez primera, quería y no contarle a Soren aquello que mas nadie sabia la única cosa que habia guardado celosamente todos aquellos años, lo único que parecía que se comenzaría a desgastar en cuanto hablase de ello como si con su mención una parte de su recuerdo se esfumase y que mas deseaba que ello aunque olvidarlo era aun mas ruin que recordarlo.

Alzo la mirada cuando escucho nuevamente su voz lo observo unos instantes tardando en razonar sus palabras -¿Qué?- le cuestiono observando aquella malevolencia en su mirar –ah…- murmuro desviando la mirada varias imágenes llegaron a su mente cayendo como costales de papa, negó energéticamente como si asi pudiese alejarlos, no era nada propio de el tener tales y cuales pensamientos –claro talvez pueda ir junto con tu sorpresa- sonrio de medio lado de manera…¿encantadora? No estaba seguro.

-perfectamente – le indico mostrándole la caja con una mano estirada, desvio la mirada al cielo ¿Cómo suponía la hora observándolo? Suspiro no teniendo otra respuesta a una incógnita terminaría volviéndose loco al ritmo en que las cuestiones se acumulaban en su mente porque una vez formulada no desaparecía hasta ser contestada. Anhelado conocimiento desvariado, insufrible no poseerlo, suspiro virando el rostro mientras andaba a la par del vampiro.

-cierran muy temprano todo…quizás un dia podramos venir cuando no alla nadie- murmuro mas para si mismo porque no era partidario de las leyes nunca lo habia sido y no planeaba comenzar a serlo. Tiro ahora el de Soren para entrar en el lugar habia tantos cosas que no conocía y tantas que anhelaba concer que sentía que el tiempo era esencial por lo menos para el lo era. Entro tirando de Soren y ubicándose frente a varios espejos sobre los tres se reflejaba el…¿el?, miro los espejos y después a Soren repetidas veces. Cerro los parpados con fuerza como si supiese que habia hecho algo malo, entonces aquel punto de las leyendas no eran meros inventos aunque no comprendía, sus ojos revelaban un alma ¿Por qué no podia reflejarla en el espejo?.

El mismo se reflejaba en uno alto y delgado e otro bajo y regordete en el siguiente la figura no era demasiado nítida sino que parecía una serpiente el cuerpo hecho un zigzag, observando a su derecha habían espejos acomodados de forma extraña, solo un espacio aparentaba no tener aquella superficie cristalina. Beso los labios ajenos con rapidez sonriendo de medio lado –disculpa haber olvidado este detalle- murmuro refiriéndose a su falta de reflejo y esque con Soren no tenia aquellas leyendas rurales demasiado presentes porque le habia demostrado no ser como aquellos de quienes su tia le contaba, le habia demostrado que no era igual que el resto de los vampiros y que para muy en su peculiaridad era único para el.

La sonrisa de Anuar era encantadora, cuando sonreía así le daban ganas de mordelo, era algo extraño, porque no pensaba en beber su sangre sino en mordelo, como si fuera un pedazo de torta o un pedazo de pan. Había mensionado su sorpresa y Soren asintió rápidamente con la cabeza imaginándose que podría ser lo que tenía en mente Anuar. Por momentos como ese, era que jamás le había interesado aprender a leer la mente o a manipularla, no había nada mejor que la incertidumbre y el no saber que te espera a la vuelta de la esquina.

Cuando se es inmortal e invulnerable a las enfermedades y agentes externos biológicos, la vida adquiere otro significado y el aburrimiento llega tarde o temprano, pero estar sujeto a cosas que desconoces, te hacía sentir esa chispa de adrenalina que era tan común en los vivos. Y con Anuar, sentía esa sensación casi todo el tiempo. Tomó la caja con sus animales y se la puso debajo del brazo, caminando con el chico hasta el lugar con espejos.

El pequeño beso que Anuar le otorgó cuando nadie los estaba viendo le sorprendió y le arrancó una sonrisa en la que se pudieron apreciar las puntas de sus colmillos entre sus labios.

- Oh... si, es un problema cuando intento afeitarme - Explica restándole importancia - Siempre me corto la barbilla... - Agrega soltando una risita - ¿Será porque no tengo alma? - Se alzó de hombros - Misterios que quizás nunca podrán ser resueltos... -

- ¡Papa! ese señor de ahí no tiene reflejo! - El grito de un niño de unos apróximadamente 10 años, le sorprendió a espaldas suya. A su lado un hombre bastante gordo muy bien vestido y con un alto sombrero de copa, se giró para observar intrigado el fenomeno frente a ellos.

Oh... mierda.

(( Wii! problemas! ))

Le observo escuchando aquellas mezquinas palabras ¿Qué no tenia alma? Era una mentira tan grande como decir que el mismo no podia llegar a sentir nada porque existían dos verdades, la verdad de ser y la verdad que nos hacían llegar a creer, si a un gato se le decía que era perro y se le trataba como uno a fin de cuentas terminaría creyendo que era realmente un perro y actuando como tal mas eso no cambiaba que fuese un gato, era una forma simple de explicar aquello aunque la simpleza era también relativa.

-¿y quien te la a robado?- le cuestiono acercando sus labios a su mentón para besarle deteniéndose sin previo aviso al escuchar la vocecilla del niño y sus palabras retumbarle en los tímpanos cual alto clarín desafinado. Su mente comenzó a pensar con rapidez y mucho antes de siquiera pensar en poder reaccionar la mano del hombre se cernió en torno a su brazo tirando con poca delicadeza y bastante fuerza del pelirrojo hacia atrás.

Sus parpados se abrieron desmesuradamente y sus labios formaron una inmensa o “claro Anuar cuando debes actuar te vuelves torpe” pensó zafándose a duras penas del hombre –alejaos Satán- chillo el regordete indicándole al pequeño que se marchase en busca de ayuda posiblemente aunque no comprendía, salió a regañadientes con una simple mirada, dando tumbos y saltos se alejo.

-alejaos monstruo de la noche y dejad en paz a este caballero, si se marcha ahora no atendrá consecuencias- su voz intentaba sonar firme pero el mismo Anuar comprendía que no era asi dramatizo el gesto de su rostro dejando los ojos en blanco y desvaneciéndose sobre los brazos del señor, que sin dejar caerle parecía aterrado de su reacción ¿estaba ahora solo con el vampiro?.

Entreabrio los parpados haciendo mas fuerza hacia abajo por voluntad, debía mantener al hombre ocupado aunque seguramente terminaría soltándole, rebuscaba a como podia algun objeto cerca con que golpearle, no planeaba lastimarlo solo…dejarlo inconsciente.

{sorry not imagination =S}

Ser llamado satán si que era nuevo. Soren ya no recordaba la cantidad adjetivos denigrantes con los que los vampiros habían sido llamados a través de los tiempos, pero 'Satan' si que era inapropiado. ¿Él comparado con el más grande de los demonios cristianos? ¡que locura!. Aunque debía aceptar que habían ciertos vampiros que podían ser catalogados de esa manera, en el pasado había conocido vampiros bastante... despiadados que podrían llevar con orgullo el 'satan'.

De repente el hombre había alejado a Anuar y este... se había ¿desmayado? joder, ¿Podía existir alguien con tan mala suerte en el mundo?, vio como el niño salia corriendo en busca de ayuda y con la suerte que tenía, seguro traía a policías armados con estacas. No tenía tiempo para pensar ¡y no se le ocurria nada!.

- ¡Pero si soy parte del show Monsieur! - Exclamó Soren con voz temblorosa - Soy... ¡soy un ilusionista! - Agregó, se quedó mirándo al hombre fijamente a los ojos, sentía miedo en él, ahora con sus palabras también duda, comenzó a acercarse a ellos lentamente - ¿Quiere ver otro truco? -

- ¡No se acerque!... - Murmuró el hombre agarrándo a Anuar por los hombros, Soren se detuvo.

- ¿Que le parece este truco? - Agregó con una voz suave, casi aterciopelada, demasiado... ¿sujestiva?. Tomó la caja con animales y se la enseñó, los animalitos comenzaron a salir de la caja y comenzaron a caminar por el borde, algunos marchando y otros bailando.

- ¡Oh! - Exclamó el hombre entre maravillado y asustado con las visiones que el vampiro le estaba causando en el cerebro - Que bonito -

- Y ahora... mi mejor truco - Agregó, sosteniendo la caja con una mano y agarrando a Anuar por el brazo, atrayéndolo contra su cuerpo - ¡Me desaparesco! -

Y dichas estas palabras, dio un tremendo salto, alcanzando el techo de la tienda, quedando parado en una columna de madera, varios metros por encima de la cabeza del hombre, la columna era muy delgada por lo que apenas si podía poner los dos pies y el peso de Anuar en su brazo derecho le estaba haciéndo perder el equilibrio...

Queria levantarse y golpearse la cabeza contra el espejo hasta pasar del otro lado a aquel mundo paralelo que decían algunos escritores y juraban existir aquel otro mundo alreves porque habia entrando en pánico y su cuerpo le habia fallado su mente no habia reaccionado, se podia pedir del pelirrojo cuando se necesitaba una acción razonada, pero cuando se debía actuar rápido…no tendía a ser asi de bueno.

Entreabrio los parpados observando lo que hacia ¿Cómo lo hacia? Abrió los ojos sin recordar que se suponía estaba inconsciente, pero no se le podia pedir mucho solo deseaba pasar aquella vergüenza lo antes posible, sus mejillas coloradas y su rostro aumentado de temperatura eran muestra tangible de ello. Sintio como Soren le sujetaba y apoyo su mejilla en su hombro aun luciendo como un muñeco de trapo.

Aquel vacio en el estomago le sobrellevo, rodeo el cuello del joven con los brazos colocando sus pies sobre los de el vampiro intentando no hacerle caer, aun asi no le veía y no lo haría por los próximos minutos porque solo sus ojos se esmeraban en negar lo que su cuerpo y labios afirmaban –soy un bruto- murmuro ¿Qué? Era la primera vez que se llamaba a si mismo con cualquier clase de adjetivo despectivo y ahora asi sin mas habia aflorado de sus labios mientras miraba hacia abajo por los centímetros que le llevaba a Soren y los otros tantos que ganaba estando sobre sus pies debía inclinar bastante el rostro para poder rozar con su nariz su clavícula.

-perdon por reaccionar asi yo…no se que ocurrió- se confeso dejando que sus labios rozaran su cuello al hablar escondiendo su rostro de aquella forma, estrechándose contra el porque bastante cerca habían estado de meterse en un buen lio pero creía bien o mal que Soren se metia en problemas con tanta facilidad que habia aprendido a salir de ellos de igual forma, el por otro lado aveces era un caso perdido.

Bien, un problema a la vez, pensaba luchando por mantener el equilibrio, el hombre bajo ellos parecía haber salido de la ilusión que le había causado al manipular su visión, porque había empezado a mirár hacia ambos lados buscando el paradero de ambos hombres, a lo lejos se escuchó el grito de un niño, corriendo seguido por un par de guardias, ¡Genial! esperaba que los guardias fueran testarudos y no creyeran la historia del hombre, aunque en aquellos días tan supersticiosos la gente se iba creyendo cualquier mentira por más absurda que esta fuera.

- ¿Bruto? ¿Qué? - Apenas si escuchaba lo que decía Anuar, sus labios en su cuello le enviaban cosquillas por todo el cuerpo y encima de eso luchaba por no caer de cabeza al suelo. Miró hacía ambos lados, pero los techos de las casas estaban demasiado lejanos para alcanzarlos de un salto y dentro de sus habilidades no estaba volar, si a esos hombres allá abajo les daba por alzar sus rostros estarían metidos en una bien buena, Soren no podría usar sus técnicas mentales contra tantas personas a la vez.

- No se como vamos a salir de esta - Susurró, su mente intentando buscar posibilidades, apretando a Anuar contra si msimo temiéndo que se le resbalara y callera. Entonces vió unos matorrales bajos que bordeaban la feria, como una especie de barrera natural, probablemente sembrados con ese proposito, si tan sólo pudiera alcanzarlos de un sólo salto...

- Muy bien...- Murmuró más para si mismo que para Anuar y contando mentalmente hasta 3, se impulsó con todas sus fuerzas dando un tremendo salto, por unos momentos le pareció que volaba, mientras el viento frío otoñal le rozaba el rostro. Pero ese momento mágico en el aire no duró mucho y pronto hizo contacto con tierra firme, los arbustos estaban a varios metros de distancia, quizás unos 10 o más, con el impulso que traía y esto sumado al peso extra del cuerpo de Anuar, provocaron que, sus piernas se doblaran al hacer contacto con el suelo e inevitablemente rodaran hacía adelante, Soren abrazó a Anuar contra su pecho, girándo sobre su cuerpo para así caer de espaldas y proteger al chico del golpe.

Cerró los ojos cuando sintió el impácto de las piedras y la tierra contra su columna vertebral y segundos después abrió los ojos, el chico yacía sobre su pecho y no se había hecho daño eso era bueno, pero su cajita con animales...

- Oh... no - Murmuró al ver la caja rota en el suelo un metro de distancia y los animalitos regados aleatoriamente por ahí, algunos sin cabeza y a otros faltándoles patas.

(( No se que tan desarrollado estaba el uso del plástico en esas epocas, asi que supongo que los animales eran de porcelana ))

¿Muy bien? ¿Qué estaba muy bien? La idea nisiquiera logro formularse en su cabeza cuando Soren abandono aquel débil soporte del cual pendían, se aferro a el asegurando aquel vértigo sin lugar a dudas las alturas no eran su lugar favorito pero debía ver cual seria el destino que su repentina acción les deparase, entreabrió los parpados observando el mástil alejándose ganando altura y perdiendo nitidez.

Sintio como su cuerpo se iba hacia atrás puesto que el de Soren iba hacia enfrente, cerro los parpados con fiereza apretó sus puños sujetándose con uñas y dientes de la camisa, sintiendo los movimientos y no asi ningun golpe en su cuerpo era un alivio no deseaba verse herido físicamente en un futuro distante, fue entonces que abrió los ojos de golpe alzando el rostro para ver a Soren -¿estas bien?- le cuestiono de imprevisto observándole de pies a cabeza lucia sucio pero no malherido.

Coloco sus manos sobre su rostro sintiéndolo, recorriendo con sus dedos el contorno de su cara y su nariz y labios, donde debía ir la quijada, parecía estar todo en orden…se levanto observando la caja…sonrio de medio lado andando hacia ella a gatas prácticamente, recopilando cada pieza con minuciosidad no debía faltar nada, como la cabeza de la foca por un lado la pata del elefante por alla y el cuello de los gansos aquí alla y mas alla, los guardo todos –no te preocupes- murmuro sabiendo que debía hacer.

Con la caja en una mano se levanto tomando a Soren por la otra para tirar de el con rapidez –debemos irnos-murmuro mareado por todo aquello, atosigado por lo ocurrido y feliz de haber descubierto la sorpresa .

- Estoy bien... ¿y tú? - Respondió observando como Anuar se tocaba el rostro como cerciorándose de que todo estuviera en su lugar, luego le vio recoger todas las piezas de los animales malogrados - Ummm que mal... se han arruinado - Se quejó con la voz de un niño al que le acaban de contar que Santa Claus no existe. Tanto que las había cuidado y se habían roto, eso provaba su teoría de que nada vivo (o muerto) podía caer a sus manos. Era un milagro que el gato Toulouse todavia siguiera maullando por ahí y no hubiera muerto en algún tipo de accidente doméstico en su cocina.

- Si, debemos irnos, no creo que sea buena idea que me vean la cara por aquí cerca... no puedo arriesgarme a que me reconoscan... podrían hecharme de la Universidad - Agregó, entonces pareció recordar algo, ¡su maletin! él que había llevado a la universidad y contenía la carta que aún no había abierto - ¿Donde está? - Exclamó poniéndose de pie de un salto y un 'crack' le hizo llevarse una mano a la cintura y hacer una mueca de dolor. Giró su cabeza ambos lados buscando el objeto en cuestión.

Dios si lo había olvidado en la feria... no, no podía tener tan mala suerte, eso ya sería el colmo. Tendría que regresar a buscarlo, recorrer todos los lugares que habían visitado para dar con el maletín porque no recordaba haberlo dejado en ninguna parte. ¿Pero como iba a presentarse en la universidad al día siguiente sin la carta? ¡Si la hubiese leído por lo menos sabría de que se trataba todo!
Esta ya al borde del colpasó cuando divisó al maletín de cuero enrredado entre los arbustos.

- ¡Gracias Jesus! - Exclamó caminando hasta este y tomándolo entre sus manos. Se giró hacía Anuar - Entonces... ¿vamos a tu casa? - Preguntó con una sonrisita. Sólo Dios sabía que cosas se estaban pasando por su cabeza en ese momento que involucraban por supuesto a Anuar y su apartamento a solas...

Observo a los animalillos dentro de la caja lucir malheridos la agito con suavidad viendo como las piezas se movían en el interior de la rota caja era una lastima que se hubiese quebrado aunque sabia bien lo que el podia hacer y lo que el iba a hacer para mejorar aquello sus manos de pintor le permitían tantas cosas y a la vez le impedían otras tantas como hacer trabajados pesados suponía que en ese punto sus manos perderían su delicadeza porque a eso se debía la misma nunca haber tenido que esforzarlas cargando objetos ni ningun parecido.

Soren fue por el maletín y el observo porque en aquellos instantes estaba aun bastante azorado por todo lo ocurrido y apenado aun por su reacción o falta de reacción “eres tan inútil” pensó suspirando ampliamente mientras echaba suavemente la cabeza hacia atrás, ¿lo era realmente? Aveces pero su mente no funcionaba igual bajo presión y en una acción rápida, habia entrado en pánico aunque uno diferente al mismísimo miedo uno que era producto de pensar que podia perder a Soren…porque no podia perderle.

Le miro unos instantes asintiendo –a donde quieras pero vámonos ya- le pidió comenzando a andar con la caja entre sus manos y la mirada fija en el suelo, las pacifica y somnolientas lenguas de fuego sobre su cabeza se agitaban suavemente por el frio viento habia sido buena idea llevar una camisa mas gruesa, no sentía frio no por lo menos uno que le hiciese reflejarlo -¿vamos?- le cuestiono mirándole por encima de su hombro sin detenerse ni un segundo mas quería pasar en aquel lugar no por lo menos cerca de la casa de los espejos.

Observó que Anuar había tomado la caja maltrecha, que lástima, habría que tirarlos a la basura. Comensó a camianr hacía el lado opuesto del parque, donde los arbustos habían generado una barrera natural para que la gente no cruzara por ese lado, las casas se alzaban no muy distantes de allí, la carretera pedregosa se encontraba ahora mucho más vacía que al comienzo, la gente había comenzado a volver a casa, levantó el rostro observando el cielo, las 11 de la noche.

Para él las 11 era apenas el comienzo de la noche, se sentía lleno de energía, pero la gente que caminaba al otro lado de la calle, tenían rostros y expresiones cansadas, algunos comenzaban a apagar los candelabros en las habitaciones y se podía apreciar como diminutos flashes de luz amarilla desaparecían en la prenunbra. A lo lejos se escuchó el aullido de un animal, probablemente un lobo o un perro desorientado serca de los bosques.

Condujo a Anuar a un callejón oscuro, donde no pudieran ser vistos fácilmente y le bordeó con un brazo por la cintura, había hecho eso muchas veces esa noche, ya se estaba acostumbrando a tacto caliente de su cuerpo vivo cerca del suyo, debía tener cuidado de no volverse adicto. Las cosas no duraban para siempre, especialmente las cosas vivas. Le agarró géntilmente pero con firmeza y dio un salto, esta vez no tan enorme como el que les había salvado de un posible problema incómodo en la feria y alcanzó el techo de tejas de arsilla de la casa.

Comenzó a recorrerlas sin prisa, disfrutando del viento irrisorio que descendía varios grados conforme la noche avanzaba. Saltó de techo en techo en dirección al piso de Anuar.

(( Ok. creo que podemos terminar esto aquí y abrir el tema en tu casa con Madame Sophia 8D ))

{bien =)}

TEMA FINALIZADO