Are you the one that I've been waiting for | Moira (Posible +18)

por **Lenox McLadden** Jue Feb 20, 2014 9:51 pm

- Lenox, ¿Qué es lo que hacemos aquí? En este sitio no hay nada más que espíritus oscuros y nada bueno que hacer en este lugar. Vayamonos - aquel espíritu que continuamente se aparecía al brujo floto a su alrededor y sus fantasmagóricos dedos acariciaron la mejilla de Lenox, solo para terminar atravesándola - Roxxane, nada malo va a pasar y lo sabes mejor tu que yo. Este es el lugar en el que quede de reunirme con Moira así que le esperare cuanto sea necesario - su mirada se desvió de la fantasma y recorrió aquel solitario lugar, las zonas abandonadas le parecían llenas de misterios y perfectas para llevar a cabo unos cuantos experimentos sobre fantasmas, entre eso y de vez en cuando hacerle el amor a Moira contra alguna pared que estaba por derrumbarse, todo dependiendo de como se encontraran ambos.

El brujo era paciente, disfrutaba de aquella soledad. Si es que eso podía considerarse soledad tentando a Roxxane a su lado. En un sin fin de ocasiones planeo interrogar a la fantasma sobre su procedencia real, un nombre, un motivo para que siempre estuviese acompañándole, sobre todo en los momentos en los que Moira no se encontraba a su lado aunque al final decidía que aquello no importaba, desde que tenía memoria Roxxane siempre había estado a su lado y de hecho le animo a estar cerca de Moira, le dijo que aquello no debía ser tan malo y que salir con una mujer podía ser parte de su salvación a la oscuridad que vivía diariamente en aquello que una vez llamo hogar, hasta llegar al punto de que ahora, solo podía llamar hogar al lugar en donde estuviera su amada bruja. Extrañaba a Moira siempre que estaba en alguna misión que necesitaba de ella, para Lenox fue imposible ingresar a la inquisición gracias a su trastorno pero siempre viajaba al lado de aquella que consideraba su mujer, siempre que le fuera posible claro estaba.

-Nos vemos después - la voz de Roxxane llego clara a Lenox, que escucho a su espalda algunos pasos y esa aura que bien conocía. Moira se acercaba y para terminar de asegurarlo es que la fantasma desaparecía. Siempre que la pareja estaba junta ella desaparecía para dejarles a solas. Se giro sobre sus talones para ver aquella mujer que tanto necesitaba a su lado pero que tal vez jamás le dijera - Pensé que debería ir por ti a la inquisición - dio unos pasos, acortando mucho más la distancia que existía entre ambos y tiro de ella para acercarla a él y probar de aquellos labios que devoraba como si nunca antes hubiese besado a nadie. Las cosas eran siempre así entre ambos, todo parecía la primera vez entre ambos y Lenox siempre se lo hacía ver a Moira. Se separo de aquellos labios pero no así del cuerpo de la inquisidora - ¿Qué has hecho ahora?

por **Moira Labhrainn** Lun Mar 03, 2014 10:02 am

Tenía la esperanza de volver a verle, pero él había cruzado al otro lado. Ya no le vería más en referente a su persona, a su abuelo, a aquel que la dejo sola. Cerró la puerta de su corazón pero la abrió para otra persona a quien le habían prometido y la cual empezó a amar….y nunca confeso. Sinceramente, Moira sentía lo mismo que por lo que sintió por su abuelo, pero había veces que le daba miedo cuando Lenox se mantenía callado, pensativo ya que se preocupaba demasiado por él.

Hubo veces que temía a la violencia proveniente de él, pero nunca la hubo, solamente distancias y más distancias para luego sentirse arropada por sus brazos una vez por las noches que pasaban juntos. Sabia de su “doble personalidad” no le temía, pero las veces que lo hicieron por cada rincón de la casa en que compartían, había salido a veces esa personalidad hostil que solía aparecer en momentos oportunos y la trataba de una forma que parecía su abuelo, parecía que su abuelo estaba ahí poseyéndola salvajemente sobre el aparador, pero no, era Lenox quien le hacia el amor por cada rincón.

Estando en el carruaje que la llevaría hacia donde había quedado con Lenox, pensaba sobre lo que se encontrarían allá. Fantasmas atrapados seguramente en el limbo que no habían encontrado su camino de vuelta. Era realmente estúpido que un fantasma se quedara, con ella nadie lo hizo, pero seguramente no podía casarse con alguien de su familia y con quien hizo semejante pecado. No se lo había dicho a nadie y por el momento era mejor así.

-Tranquilo Lenox…-Dijo bajándose, viéndole como estaba ahí con esa vestimenta oscura que siempre él llevaba, acercándose a él y para cuando está a unos milímetros de él, la toma por la cintura para que ambos labios se excitaran por el anhelo a ser rozados el uno con el otro -… ¿Cómo que que he hecho ahora? Nada….-Le tomo de sus nalgas para darle un buen apretón, se separó de él y tomo dos maletas de viaje que había traído consigo-…He cogido ropa tuya, que están también dentro del carruaje…-Se encamino temblando por la sensación del beso que aún le recorría el cuerpo, tosió bastante y entro dentro de aquella mansión que estaba deshabitada solamente para su….investigación.

Dos ayudantes que vinieron con ella la ayudaron a instalarse, en una sala que había dentro de la mansión, parecía que había sido un laboratorio-….Lenox…-se acercó aquel que era algo más que un amigo-…Dime ¿Te pasa algo? Nos instalaremos aquí para ver cómo se manifiestan…los espíritus…-Levanto una ceja mientras se sentaba en una silla en la que no había visto que estaba llena de polvo, la levantaron, le sacudieron su trasero como a la niña que se mancha de tierra y los ayudantes de Moira se fueron dejando solos a Lenox y a Moira -…En mi puedes confiar…-se fue acercando lentamente a Lenox hasta quedar frente a frente- ….Siempre Lenox….-Su mano delicada la puso sobre la mano ajena, acariciándola con dulzura y siempre mirándole con una sonrisa.

por **Lenox McLadden** Jue Mar 20, 2014 10:37 pm

- Me refería a ¿por qué has tardado? Yo sé que no has hecho nada malo, cuando haces algo que sabes que me molesta no me miras a la cara tan directamente - se acerco más a ella, permitiendo que estrujara sus nalgas entre sus manos. Le encantaba Moira y cada parte de ella, la manera en la que le permitía poseerla en cada lugar que a ambos se le ocurriera, solo que existía el inconveniente de que a Lenox no le gustaban esos momentos en los que se perdía y al regresar todo había terminado pues su otra personalidad tomaba a aquella mujer que era su mujer - Gracias, aunque no debiste haber traído tanto Moira, no creo que tardemos demasiado en este lugar - no era que sospechara que terminarían pronto, solo que no quería tirar en saco roto las advertencias de Roxxane.

Dejo que ella se adelantara y saco del carruaje algunas valijas para ayudar a los hombres que iban de protectores y ayudantes de Moira - ¿Sí? - dejaba la valija en el piso de aquella sala cuando ella le interrogo. No respondió de inmediato sino que aguardo a que los sujetos se fueran y les dejaran a solas, a Lenox después de todo no le gustaba el tener que hablar de cosas privadas frente a otros y ya mucho trabajo le costo abrirse a Moira - Es una tontería, algo tan carente de sentido que comprenderás el hecho de que no te lo diga - sus manos rodearon la cintura de su bruja para de esa forma animarse a si mismo a contar respecto a lo que le acontecía - Roxxane ha dicho que aquí solo hay espíritus malos y oscuros así como que no hay nada que no sepamos que podamos encontrar aquí - suspiro de forma pesada - sé también que no confías mucho en Roxxane ya que no le has visto pero creo que por algo me lo ha dicho y se que me crees a mi ¿verdad? - sus orbes se posaron sobre las ajenas en búsqueda de una palabra que aliviara su celos y aclarara la situación o situaciones como aquella.

Acerco sus labios a la frente de la inquisidora y le beso - ¿qué piensas tú? - sus manos subían y bajaban por los brazos de Moira hasta que pasaron al sus costados por encima de esa ropa tan entallada de inquisidora que era una de las cosas que más excitaba a Lenox, en esos momentos de hecho pensaba en no prestar atención al efecto que tenerla cerca provocaba a él mismo sino que por el contrario deseaba buscar un modo de evadirlo - ¿quieres que nos vayamos pronto o planeas que te tome en cada cuarto de esta maltrecha construcción? - susurro sobre la mejilla de la bruja solo para después ir a lamer su lóbulo suavemente. Al lado de ella siempre perdía la cordura de una manera tan sencilla que le era sorprendente.

por **Moira Labhrainn** Miér Abr 02, 2014 3:53 am

No podía ser que le resultara tan fácil excitarse con unas pocas caricias en su lóbulo o por lo que le hacían esas palabras susurradas sobre su mejilla -…uhm..le-lenox….-Murmuro tartamudeando, dándose cuenta de su docilidad y de que podría tomarla en donde quisiera y cuando quisiera, era muy débil a la carne de Lenox -….Qu-que cosas dices…-murmuro lentamente para después separarse de él, ir hacia una de las maletas para empezar a sacar unos libros que puso sobre la mesa de aquella sala que más se convencía de que era un laboratorio. Suspiró sin darse cuenta de que había mucho polvo -….Bueno…pues estaremos el tiempo que haga falta…-dijo -….y no es que no confié en ella….si tu confías en ella….yo confío

Decía mientras sacaba libros sin darse cuenta de que su ceño se había fruncido, quizás en un deje de frustración o molestia por sentirse apartada del grupo o quien podría saber la respuesta. Solo sabía que estaba sacando libros hasta que por fin cerró la maleta y la guardo en uno de los armarios que cuando abrió uno, grito asustada de haber encontrado a un cadáver en composición -¡AAAH! ¡QUITA! ¡QUITA! –Termino por tirar el cadáver al suelo, observo entonces que en sus ropas de inquisidora había restos de sangre…quizás del cuerpo por estar aun en descomposición -…¡Dios! ¡no!-Vociferaba asustada mientras se retiraba del lugar, ya no le importaba si venían los sirvientes a ayudarla o si Lenox fuera a socorrerla, ¡un muerto se le había caído encima!

Cuando estaba al otro lado de la habitación, termino por desplazarse hasta el suelo, arrastrándose por la pared, quedándose en hecha una bola cerca de una esquina. Si había visto a su “abuelo” hecho un mozo y que la había quitado su virginidad, esto era nada, pero la sensación que vio, que noto, que no le dio tiempo a reaccionar excepto como una loca, no le dejo alternativa que irse hacia atrás, escondiendo su rostro de lo asustada que estaba y sinceramente, no quería comenzar a trabajar ahí, no quería trabajar en aquella mansión, no soportaría a más muertos caer encima suya, pero una cosa sí, no podía parar de llorar.

Pensó en su abuelo y en las veces que estaba a su lado por las noches que habían sido demasiadas para poder recordarlas y contarlas.

Consiguió alzar la mirada hacia delante, observo que Lenox estaba mirando el cadáver o eso le pareció cuando se sintió ultrajada, casi violada y excitada por la mirada que perjuro ver en él cuando se dirigió hacia ella después del cadáver -…. ¿Qué? No le caen muertos encima a nadie…todos los días….-Con su voz temblando y entrecortada, se esforzó por decir aquellas palabras en las que replicaba el como la estaba mirando. Se secó las lágrimas para ir apoyándose en la pared y poder subir, irguiéndose de pie y limpiarse el trasero del polvo que hubiera por el suelo -…..Iré….i-Iré a por más cosas….-No había más cosas que recoger del carruaje pues ya sus sirvientes se habían ocupado de ello.

Solamente necesitaba estar un poco a solas, sin nadie quien pudiera estar metiendo el dedo en la llaga cada X tiempo.

por **Lenox McLadden** Sáb Abr 05, 2014 10:39 pm

Suspiro cuando su bruja se alejo de él, era demasiado impaciente cuando se trataba de Moira, pero le amaba y ese amor era más intenso que nada que hubiera sentido antes. Más que el desprecio por aquellos que generaron en él aquellos quiebres mentales que le guiaron a un camino en el que termino dividido, para Lenox solo existía ella y su cuerpo. No se lo diría pero sospechaba que ella lo intuía al igual que él intuía que ella tampoco era capaz de estar sin su presencia - Yo solo he dicho que no creo que sea necesario que estemos mucho tiempo pero claro que permaneceremos aquí cuanto tiempo se requiera para lograr el cometido, además es un lugar que me agrada aunque a Roxxane no le agrade en lo más mínimo.

Se centro en sacar cosas de las maletas, algunas decoraciones muy al estilo de ambos que no eran simples decoraciones pues la mayoría eran objetos que podían ser usados en hechizos. No presto atención a lo que hacía Moira hasta que le escucho gritar y se volvió rápidamente a mirarle solo que no miro a la bruja, sino al cadáver aquel que aún estaba bastante fresco. Parecía ser que alguien estaba ocultando cosas y tratando de que cualquiera que entrara ahí se fuera.

Lenox no reacciono, sus ojos estaban fijos en aquel color rojo de la sangre. Un rojo que daba más signos de putrefacción que de estar completamente fresco pero igual aquello era sangre y la mente de Lenox se cerro a todo lo que había ahí a afuera, estaba comenzando a protegerse a si mismo a ocultar las partes sanas de su mente para que no existieran más daños, hasta que el Lenox de siempre fue encerrado en la seguridad de su propia mente y un él mas perverso, capaz de resistir a todo fue quien le suplió.

Aquella personalidad que suplía al verdadero Lenox respondía al nombre de Rikke, tal vez porque durante su primer cambio algo significativo con aquellas letras aprecio frente a él, o tal vez el mero hecho de tener algún nombre. No se podía estar seguro de eso, solo se podía estar seguro de que Rikke siempre tenia planes más perversos para Moira y que siempre se hacia su voluntad. Su mirada se poso en Moira y para él, no existía sentido alguno en las palabras que ella había mencionado y apenas se había alejado de él, camino lentamente tras ella con una sonrisa en los labios.

- ¿A dónde vas? - le dio alcance, sujetándole de la cintura - no he dicho que puedes irte o me has oido decirlo - sus manos se deslizaron desde el vientre de Moira hasta su entrepierna - Te ves afectada por algo…¿qué ha pasado? - sonrío antes de besarle de manera seductora el cuello - ¿quieres que te ayude a olvidar eso que te afecta? - mordió su lóbulo, presionando aquel cuerpo contra si, para que le sintiera.

por **Moira Labhrainn** Lun Abr 28, 2014 5:38 pm

La bruja loca bien sabía que el loco salió de su jaula.

El loco mece la demencia con demasiada frecuencia hasta que el sobrio tiende a convertirse en loco.

Sintió la fuerza ajena atraerla contra ese cuerpo en donde sintió una evidente dureza, o quizás era el cuero del uniforme -….Lenox…No…ahora no…-Intentaba soltarse de aquel agarre de su cintura que después noto como iba a su entrepierna, intento encogerse en aquel agarre pero le estaba siendo imposible ya que los estremecimientos los notaba nítidos, haciendo que los sintiera por unos momentos y terminara sobre Lenox-….L-Lenox…ya…-Murmuro lentamente en lo que podía hacer estando en aquella posición, solamente pensó en defenderse, pero era Lenox...una persona con la que había congeniado…pero la estaba haciendo daño, la estaba incomodando…si quería sexo, no se lo iba a dar tan fácil.

-Lenox…-Logró zafarse de aquel agarre que la mantenía presa y se quedó viendo a su compañero, aquel a quien no había conseguido decirle…que le amaba-….Espera, hagamos las cosas correctamente ¿sí? No creo que este sea la manera correcta de hacer las cosas y si quieres tener sexo…vayamos después de revisar el cadáver al dormitorio que seguramente serán agradables….-suspirando brevemente consiguió poner las manos adelante como si intentara parar a Lenox de algún crimen que hubiera hecho.

-….Dime…-Entonces fue cuando se dio cuenta de que no era “su” Lenox, sino aquel que siempre gustaba que le dominara…aunque era un secreto que solo lo mantenía para sí misma y entonces fue cuando vio cómo su pulsera, la que le regalo Lenox, comenzaba a brillar con intensidad -…Le…Rikke….¿qué ocurre? –se quedó mirándole fijamente mientras su vista parecía nublarse, rápido, necesitaba sujetarse en algo en alguien. Pensó que estaba cerca de Lenox, pensó que le había alcanzado para sujetarse en él, pero en lugar de ello, termino por caer a los pies del que ahora se llamaba Rikke -….Ayu…ayúdame….Rikke….-Moira dijo a modo de súplica, mirando a Rikke desde el suelo e intentando levantarse, pero al parecer el embrujo de aquella pulsera la estaba reteniendo.

por **Lenox McLadden** Sáb Mayo 03, 2014 2:47 pm

Era definitivo que aquel que posaba sus manos en el cuerpo de la bruja no era Lenox y aún era bastante divertido para Rikke saber que ella no estaba completamente segura de lo que le despertaba y eso era lo divertido, porque en el momento que Moira menos lo esperaba él estaba ahí para hacerla suya sin importar si es que a ella le parecía bien la idea o no, al final, el cuerpo de la bruja siempre era mucho más sincero que sus palabras y esa era la parte a la que planeaba llegar.

Las primeras veces que había cambiado no pensó en hacer nada a aquella bruja, pero cuando descubrió los beneficios y la manera en que ella se entregaba a él fue que opto por darle un hermoso regalo que siempre estaba en la muñeca de ella y el cual, si bien podía sacarse en cualquier momento igual no lo hacía - No quiero llegar a ningún dormitorio, voy a hacerte mía en el lugar en que a mi se me de la gana que aquí el que da las ordenes Moira, soy yo - estaba negándose a él, todo porque su pequeño juguete aún no se activaba por completo, pero cuando los ojos de ambos se encontraron supo que ella se había dado cuenta que había dejado de tratar con el otro y que quien estaba ahí era él, para recordarse quien era su dueño - ¿Qué ocurre? Ocurre que he dicho que no te di permiso de alejarte y que como sigas tratando de apartarme lo que haré será usar aquel cadáver que te ha caído encima para follarte - le sonrió de una manera oscura - Podría usar mis habilidades para hacer que un cadáver te tome justo frente a mi, debe ser muy divertido eso ¿no lo crees, Moira? - le lamió el mentón de manera lenta, sin que desapareciera aquella sonrisa de su rostro.

Cuando las piernas de la bruja fallaron e intento aferrarse a él, se alejo intencional para que terminara cayendo de rodillas a sus pies - ¿Quieres que te ayude? Ahora si me necesitas para hacer que tu cuerpo se sienta mejor - al fin aquella pulsera estaba afectando su hechizo sobre aquel cuerpo de la bruja, haciendo que cada parte de ella ardiera de deseo y solo fuera capaz de obedecer los caprichos de Rikke - Así te quiero Moira, que te humilles y me implores porque aleje esas sensaciones de tu cuerpo, suplica porque te ayude - una estruendosa carcajada salió de sus labios y se puso más cerca de ella, tomándole del mentón para que le mirara fijamente y la beso. Aquel era un beso lleno de ferocidad, llevándole a morder los labios de Moira - Desnudate… - susurró en aquellos labios, los cuales mordió una vez más hasta hacerle sangrar un poco - sacate toda la ropa y haz que yo quiera tomarte en esta maldita casa - le miro fijamente y seguro de que ella haría lo que pedía porque sus peticiones eran ordenes para ella.

por **Moira Labhrainn** Mar Mayo 27, 2014 5:23 pm

O tenía armas ni cuerpo ni voz ni voto en lo que estaba pasando en este mismo instante. Aquello que fuera lo que llevaba en la muñeca a modo de pulsera se había activado de sobre manera que la hacía estar sumisa ante las ordenes ajenas, como en este caso a órdenes de Rikke.

“Desnúdate” –Dijo con autoridad y ella tuvo que obedecer las órdenes de su brujo, de aquel que supuestamente estaba enamorada -…No….no…este no eres tu…! –Exclamo como pudo, pero su cuerpo decía otra cosa y hacia otra cosa. Comenzaba a desnudarse lentamente arrodillada en aquel suelo polvoriento. Termino con su chaqueta de cuero que debajo tenía un corpiño de encaje negro con ribetes turquesas, sus botas también se las quito, sus pantalones, todo y así para poder quedarse como dios le trajo al mundo aunque se sujetó a unos salientes de la pared para controlar sus manos y que no se quitara la ropa interior.

No, al menos eso tendría que resistir para que su cuerpo no se quitara todo. Tenía que resistir y ahí estaba, sobre las prendas de cuero de su trabajo, para no coger nada del polvo del suelo, pero enseguida, aquella pulsera no solo actuaba bajo las ordenes de quien las diera, sino, que obligaba a la portadora de adoptar una pose sumisa y así ocurrió.

Moira que estaba sujetándose a la pared, sus brazos enseguida se colocaron delante de ella, como si estuviera rezando en el islam, pero no, estaba como adoptando una pose sumisa ante los pies de aquel que controlaba a Lenox-…¡Lenox! ¡Despierta! –Imploro a que Lenox volviera a estar en aquel cuerpo y fuera Lenox quien la tratara así, no Rikke. Tenía miedo si Rikke obtenía el manejo de la pulsera sobre Moira incluso mucho más allá de lo que se sabe qué hace aquel artefacto mágico. Muchos habían por el mundo, pero demasiados fueron enterrados bajo tierra, y pocos eran desenterrados por accidente por arqueólogos o exploradores en el África-Am…-La pulsera la estaba poseyendo a una pose completa de sumisión, hasta su mente ya quería que sus labios dijeran aquella palabra que elevaría el ego ajeno a lo más alto, a una victoria sobre la más débil que en este caso era Moira.

Puertas y ventanas que habían sido abiertas para la ventilación de la habitación, se cerraron de repente, con golpes secos, después enseguida volvieron a abrirse con fuerza, como si estuvieran entes esporádicos paseándose o dándoles la bienvenida a los que habían llegado a instalarse dentro de la mansión -..Amo…-Murmuro finalmente una poseída Moira por el artefacto de su muñeca, estando a cuatro patas, con una posea hermosa como de una putita en celo pidiendo la polla de su cliente. Moira ahora era otra, acariciaba la pierna de Rikke con lentitud, subiendo y bajando por lo que era el muslo y entonces, sin ella saberlo, bien se quitó la primera parte del corpiño, bajándose los tirantes que la sujetaban dándole un escote con volumen, se lo quitó de en medio y con las dos manos apoyadas sobre una de las piernas de Rikke ella comenzó a oler su mano, con una mano entonces tomo la mano izquierda de Rikke para poder meterse el dedo índice en su boca e ir imitando a una perfecta felación.

-Amo….Amo…-Murmuraba una y otra vez a modo de sumisión-…Dime…que ¿hago? ¿Amo?

por **Lenox McLadden** Dom Ago 24, 2014 6:34 pm

Le miraba y escuchaba con completa claridad pero los intentos de la bruja porque Lenox tomara el control de ese cuerpo eran inútiles, Rikke estaba ahí y le gustara o no a ella, se quedaría por un largo rato -Este somos nosotros, en parte, así que no llames más a quien no puede oírte y desnúdate, muestra ante mi ese cuerpo tan deseable que tienes- reía al verla tratar de luchar y contenerse pero sus esfuerzos eran rechazados por el poder mágico de la pulsera que llevaba en la mano. Rikke sabía muy bien que pese a que Moira luchara, le gustaba ser tomada por su poder y cada vez que lo hacían siendo él quien ocupaba aquel cuerpo ella terminaba satisfecha.

Una vez que la pulsera cumplió su cometido, Moira se presento ante él como una mujer dispuesta a cualquier cosa por sus atenciones, justo lo que esperaba que pasara desde un inicio. Verla actuar de esa manera le resultaba la cosa más excitante del mundo, podría sentir su hombría reaccionar solo de escuchar su voz suplicante y sentir aquella mano que se deslizaba por sobre sus ropas. Rikke era su amo y la bruja estaba para hacer tanto como él pidiera -Que hermosa mujer eres cuando estas de esta manera Moira, eres una puta completa- rió con burla de la desesperación que veía en ella. La manera de lamer su dedo le hacía imaginarse tantas cosas que debió relamerse los labios solo de todos los pensamientos que inundaban su mente.

-¿Qué haces? Moira, eso es obvio debes satisfacer a tu amo- alejo su mano de ella, dio algunos pasos hacía atrás y abrió los brazos en una invitación a ella -ven y demuéstrame que eres más que una puta barata, excita a tu amo hasta el punto en que desee tomarte en este deplorable lugar. Logra convencer a este hombre de hacerte mía y satisfacer tus deseos Moira -las almas existentes en aquel lugar parecían apoyar la petición de Rikke, quien con mirada fija y tono serió le hablo a su juguete -Ayuda a que tu amo se saque la ropa mientras que tratas de hacerlo desearte -retaba a su sumisa a convencerle de darle el mejor sexo de su vida en aquella mugrienta casa y sabía que ella no le decepcionaría, nunca lo hacía.

por **Moira Labhrainn** Dom Sep 14, 2014 7:25 pm

-¡Agh- gimió cuando Rikke ahora presente se presentó frente a ella mostrándose como el dueño de todas las cosas que se movían en el interior de estar mugrienta mansión. De cualquier modo estaba segura de que no saldría de ese estado hasta que pudiera Rikke saciarse de ella por completo, sin dejarla vivir apenas o que tuviera un respiro de seguir siendo ella misma. Directamente se lanzó a sus brazos, subiendo nuevamente por su pierna y levantándose, rodeándole la cintura para comenzar a lamer su cuello hasta detrás del lóbulo de la oreja, llevando la mano derecha hacia el interior de sus pantalones y comenzar un vaivén con la mano, creyéndose poseída, imaginándose como disfrutaría con el sexo erecto de Rikke dentro de ella. Soñaba ahora estando casi en trance por el poder que le otorgaba aquella pulsera, sintiéndose completamente controlada por las necesidades que tuviera aquel que la controlase.

Saco la mano del interior de los pantalones para pegarse a él y comenzar a mover las entre nalgas sobre la erección ajena, haciendo que poco a poco esta estuviera excitada – Aaah….Amo…hágame suya…-Rogo cada vez más profundo dentro de su ser, sintiéndose viva desde hace mucho tiempo, pero igual de presa. Estaba perdida en aquel estado tras estar poseída por el poder de la pulsera y de Rikke, ahora se arrodillaba y comenzaba a mover las palmas de las manos sobre su entrepierna, rozando también a la vez parte de su mejilla y sacando la lengua a modo de estimulación –Uhm…Amo…¿Por qué…no…la enseña?-Pregunto con voz aterciopelada, podía ya seguir el volumen de la erección que parecía notarse conforme le tocaba sin parar. Su mano se arrastraba arriba y abajo por el volumen bajo el pantalón, intentando conseguir que su “Amo” consiguiera satisfacerse una y otra vez por su tacto, notaba que aún estaba en ropa interior pero aún no se la quería quitar.

Parte de su raciocinio aún estaba consciente en su interior, sintiéndose febril pero aun podía quedarse en la realidad que era la verdadera. Moira amaba a Lenox y aquello fue lo primero que le fue llamando hacia la realidad. El primer momento que vio a Lenox, la primera vez que hablo con él y cuando sintió encajar con él. Ambos eran llamados por otra gente bichos raros pero sabía que estando al lado de Lenox nada pasaría y no le importaba estar con el – Lenox…-Murmuro bien claro para que Rikke le escuchara, subió lentamente, con sus manos por su cuerpo y le rodeo el cuello para poder alcanzar a sus labios, besarle con fervor, mordiéndole el labio inferior para que su libido despertara, que no tuviera que hacerlo todo ella sola.

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