Otra noche más [LIBRE]

por **Nibor** Jue Abr 03, 2014 6:49 am

Recuerdo del primer mensaje :

Y ya estaba yo de nuevo en aquel oscuro y sucio antro ahogando mis penas. Día tras día frecuentado por la misma escoria, desde ludópatas que se dejaban el jornal en juegos de azar, hasta borrachos que no se acuerdan ni de su nombre, e incluso alguna que otra meretriz cuarentona ofreciendo sus servicios a cambio de un trozo de pan.

Llevaba tan solo dos jarras de vino cuando un sonido estridente seguido de un grito atrajo mi atención. Alguien había disparado. Dos gitanos salieron corriendo, como las gacelas huyen de su depredador. Después de la estampida pude ver a un tercer gitano tumbado en el suelo, tenía mano ensangrentada. Por lo visto había intentado robar a la persona equivocada.

Intenté disimular una carcajada tras una mueca de indiferencia. La escena era un tanto cómica, el ladrón en el suelo pidiendo clemencia, mientras tanto su agresor, erguido frente a él y con aires de superioridad, sostenía una pistola humeante con la mano derecha al mismo tiempo que manoseaba sus genitales con la izquierda. ¿Le picaba algo? ¿Ladillas? No creo que ese fuese el momento adecuado para preguntárselo

por **Gianluca Audittore** Lun Abr 21, 2014 9:13 am

La expresión de la cara de la Lorelleine era de tristeza, volvía a sumergirse en sus pensamientos, esos que no sabía donde la llevaban pero no parecía a un lugar agradable, o alguno que ella quisiera volver. Al parecer se mantenía rehacía a habla de ello, contesto a mi pregunta aunque sabía que no tenía culpa de su estado, no soltó palabra de lo que la entristecía. Lo cierto era que apenas me conocía de una hora, así que igual un secreto de ese calibre no era lógico que lo contara.

Aunque la reacción de Lorelleine me sorprende no puedo evitar arquear una ceja, cuando veo como deja su copa, poniéndose en pie y extendiendo su mano para que la acompañara a bailar. Lo cierto que jamás una dama me había invitado a bailar, acostumbraba a ser al contrario.

Está bien como deseéis. Conteste tras unos segundos, de pensármelo. Lo cierto que es la primera vez que una dama me invita a bailar. Digo en tono jocoso con una ligera sonrisa en mi cara. Os pido disculpas de antemano ya que hace tiempo que no bailo. Esperaba recordar como se hacía tras más de un siglo sin haber bailado.

por **Lorelleine Devonshire** Lun Abr 21, 2014 1:25 pm

No deseaba pensar más en ese pasado, no al menos por el momento. Quizá si tuviese más confianza con él por la forma en que me trataba hubiese sido capaz de contarle algo pero no allí, no ahora.

Tras levantarme y ofrecerle mi mano caminé entre las parejas negando suavemente. No había bailado nunca con nadie, siempre lo hacía sola con una pareja imaginaria dando vueltas por la cocina del Palacio Royal.

- También espero estar a la altura para bailar con usted -susurré y sonrojada comencé a bailar junto a él moviéndonos al ritmo de aquella música que invitaba a realizar movimientos más sensuales que los típicos que se podían ver en las pistas de baile de la realeza.

por **Gianluca Audittore** Lun Abr 21, 2014 3:30 pm

Con la música sonando me deje arrastrar por Lorelleine a la zona donde otras parejas bailaban, ella parecía también nerviosa, al parecer no tenía todas consigo con lo del baile. Conseguimos un sitio donde bailar entre otras parejas, la música sonaba y aferre a Lorelleine, a los principios un poco separados pero poco a poco la acerque a mi cuerpo, ahora podía notar sus senos contra mi pecho.

No podía negar que me gustaba sentir aquellos tersos senos, seguí bailando mientras miraba los ojos de la joven, parecía feliz. Lo cierto es que no lo hacéis nada mal, os movéis muy bien. La digo mientras suena la música y ella seguía bailando, lo cierto que pese al tiempo tenía que reconocer que no me movía mal tampoco.

A ella no parecía molestarle bailar tan pegados y a mí me transportaba a otro lugar en otra época de mi pasado, donde los bailes eran más habituales. Las risas y las voces del local me devolvieron a la realidad mientras podía ver disfrutar a mi compañera de baile.

por **Lorelleine Devonshire** Lun Abr 21, 2014 4:37 pm

La manera en la que apretaba mi cuerpo contra el suyo me hacía sonrojarme. Tenía a aquel hombre tan atractivo pegado a mí mientras nos movíamos al ritmo de los compases de aquella melodía. Podía notar como sus pulmones se inflaban y desinflaban apretando sus pectorales contra mis tersos pechos.

Estaba infinitamente nerviosa. Me había quedado completamente quieta durante un segundo para luego seguir como él me guiaba. Mi mano apretó suavemente su hombro mientras mi mirada se perdía bajando por sus rasgos hasta mirar sus labios. ¿Cómo podía estar pasando eso así? ¿Por qué me sentía tan sumamente atraída por él?

- Me alegra no moverme tan mal como pensaba -susurré riendo un poco mientras movía mi cabeza alejando aquellos extraños pensamientos.- Le confesaré que antes solamente había bailado con una pareja de baile imaginaria -reí sonrojándome más percatándome de lo extremadamente cerca que estábamos el uno del otro.

por **Gianluca Audittore** Mar Abr 22, 2014 6:22 am

La música nos llevaba a movernos, disfrutando del roce de nuestros cuerpos, podía notar la mano de ella apretando más fuerte mi hombro y su mirada bajando hasta mis labios, pero seguía bailando, ahora parecía feliz, contenta. Seguí aferrándola, bajando algo mi mano hasta justo su cintura, guiando sus movimientos.

Escuche sus susurros. Ah pues afortunado vuestro imaginario acompañante, por disfrutar tanto tiempo de vos, me sentiría celoso si no fuera porque decís que es un rival imaginario. Conteste mientras que tomándola de la mano hice que girara sobre sí misma, dejando que su vestido tomara algo de vuelo, para volver a agarrarla de nuevo, sintiendo sus tersos senos en mi pecho.

La música ceso. Ahora comenzando a sonar una música más melodiosa, de esa que suena en los grandes bailes, muchas parejas se sentaron se veía que no estaban acostumbrados a esa clase de armonía. Por mi parte tome a Lorelleine y me deje llevar, esa música me era más conocida por lo que comenzamos el baile, parecía que la joven flotaba, se movía de manera maravillosa, se notaba que practico mucho con ese estilo de música.

por **Lorelleine Devonshire** Mar Abr 22, 2014 8:44 am

La música parecía ser parte de mí. Entraba por mis oídos y recorría todo mi cuerpo en una constante vibración para después ser completamente traducidas por el movimiento de mis pies. Giré sobre mí misma cuando sus hábiles manos hicieron posible ese movimiento. Cuando hube regresado a sus brazos, el reencuentro de nuestros pechos me hizo sonrojarme por completo con mi respiración azotando sus labios.

- ¿Sentirse celoso? ¿Usted? Dudo que deba pues tampoco soy gran cosa -musité nerviosa pues la sola idea de provocar celos en alguien jamás se me había ocurrido.

El cambio de melodía propició que nuestra pista de baile fuese mayor. Me había criado con aquella danza toda mi vida. Mis pies se movían por sí solos alrededor de la pista, disfrutando de como mi acompañante me guiaba elegantemente por ella. No pensaba en quien podría vernos, eramos tan solo mi acompañante y yo en aquella danza romántica. Una nueva vuelta propició que apoyara mis dedos sobre su cuello rozado la piel de éste tan solo con las yemas de mis dedos. Mi respiración estaba acelerada, mi sonrisa era amplia pues mi imaginación nos había trasladado a ambos la sala de baile más lujosa y vacía que pudiese imaginar. Mi vestido se había transformado en aquel ensimismamiento, en el que siempre había deseado llevar, telas exquisitas, suaves, la seda más deliciosa rodeando mi cuerpo y mi cabello cayendo como una cascada por mis hombros.

La lógica había desaparecido, la imaginación había ganado en mi mente y me dejé perder por él, aquel apuesto acompañante que parecía ser quien había soñado durante toda mi vida.

por **Gianluca Audittore** Mar Abr 22, 2014 10:53 am

Veía como disfrutaba Lorelleine, los roces de nuestros cuerpos eran mayores debidos a los movimientos del baile, en uno de ellos note los dedos rozar mi cuello. Ella bailaba y parecía flotar, mirándola daba la sensación que no estaba en ese lugar, por algún motivo parecía que estaba en otro sitio el cual debía ser algo que deseaba, por la felicidad que emanaba de ella.

Querida vos pensáis eso pero es cierto que el poco tiempo que os conozco, me parecéis una gran compañía y estaría celoso de cualquiera que os separa de mí. La dije pensando que en unas horas ella debería volver a su trabajo y yo a mi hogar, pero eso sería más tarde, por ahora disfrutaría.

Creo que debo descansar, veo que la fuerza de vuestra juventud puede conmigo. Digo aprovechando que la música ceso, a la vez que volvía a la mesa con ella, la ayude a sentarse, mientras volvía a servirme una copa. Porque nuestra relación continúe en el tiempo. Alzo la copa hacia ella para brindar. No creo que encuentre una pareja de baila tan buena. Sonrió guiñando un ojo.

por **Lorelleine Devonshire** Mar Abr 22, 2014 1:31 pm

Cuando la música cesó y su confesión se deslizó en el aire, rompió por completo la burbuja en la que yo misma me había sumergido. Mi respiración azotaba mi pecho, de arriba abajo, sin control y mi corazón latía acelerado por algo más que el baile. Él, me tenía entre sus brazos, me llevaba a donde deseara y no respondí gran cosa hasta que hubimos llegado a nuestra mesa.

Le sonreí con mis mejillas enrojecidas por el ejercicio realizado en el baile y respondí mientras él servía nuestras copas.

- No debéis sentiros celoso pues tenía la sensación de que erais la pareja que tanto había imaginado en mis bailes juveniles -bajé la mirada avergonzada tras confesarle aquello.- No os separéis de mí entonces... -dije casi como una súplica.

Debía admitirlo. No deseaba que se separara de mí. Era presa de una especie de embrujo que él había echado. Me dejaba enredar en su red y no sabía que tendría seguramente un gran peligro.

- Porque nuestra relación continúe en el tiempo -alcé la copa también.- aunque solamente seamos parejas de baile -sonreí con dulzura y apoyando mis labios en la copa di un pequeño sorbo para no rechazar aquella petición que también deseaba que fuese cierta.

por **Gianluca Audittore** Mar Abr 22, 2014 3:34 pm

Me separare de vos cuando así lo deseéis. Conteste a sus palabras, mientras bebíamos aquel dulce néctar, que junto a Lorelleine sabía mucho mejor. La música volvió a sonar y las parejas volvieron a bailar rítmicamente. Decidí tomar mi reloj y vi la hora, entonces me di cuenta que el tiempo había pasado más rápido de lo que esperaba.

Lorelleine creo que la hora se nos viene encima si queremos llegar al Palacio, siempre podemos bailar en otro momento. Comente a la joven, sabía que trabajaba allí, porque me lo había dicho. Así que igual deberíamos partir. Digo usando un tono que muestra cierto lamento por ello.

Volví a servirme una copa más, al igual que otra a ella mientras decidía que hacer. Aunque me encantaría disfrutar aun de vuestra compañía, pero yo también tengo alguna obligación mañana, como buscar una ayuda para mi casa.La verdad que Bernadette me había dicho hace tiempo que deseaba volver a su pueblo, eso me obligaba a encontrar otra ama de llaves. Pero no quería que aquello pareciera una entrevista de trabajo, pero sabía que ella viviría mejor en mi casa y estaría mejor cuidada que en otro lado.

por **Lorelleine Devonshire** Mar Abr 22, 2014 4:17 pm

Miré como Gianluca miraba su reloj y acto seguido respondí a mis manos. Era cierto, tenía que ponerme en marcha porque si no lo hacía las puertas estarían cerradas. Me incorporé rápidamente pues la sola idea de pasar la noche bajo las estrellas no me resultaba muy agradable.

- Tiene razón. Debo irme cuanto antes -susurré mirándole azorada. Apoyé mis manos en mi vientre para contener mi respiración acelerada. Miré a Gianluca esperando que se levantara.

- ¿Buscáis doncella? Espero que podáis encontrarla muy pronto, Gianluca. No me gustaría que amaneciéseis algún día con vuestra casa completamente sucia -musité pues era tan inocente que ni me había percatado en la posibilidad de que me deseara a mí como criada aunque bien visto, ¿podría quererme como algo más que no fuese para que le limpiara? Lo dudaba mucho.

por **Gianluca Audittore** Miér Abr 23, 2014 7:17 am

Era momento de levantarse para acompañar a Lorelleine a su destino, por lo que levante la mano para llamar al mesonero y pagar lo que se debía. Mientras venia tome la mano de la joven. Tranquila, aunque soy muy especial para dejar a alguien que entre en mi casa. Pero no es una doncella es un ama de llaves, alguien en quien confié para que lleve mi hogar. Conteste con una ligera sonrisa. Por ello no puede ser cualquiera.

Luego volví a mirar la hora y vi algo preocupada a la joven. No os preocupéis tomaremos un carruaje para que nos lleve hasta el Palacio, solo nos llevara un par de calles encontrar alguno, no permitiré que lleguéis tarde. Le dije para calmarla, era lógico su pequeña angustia porque su trabajo podría estar en juego, aunque una parte de mi quería que se quedase sin él, para poder tenerla para mí.

El mesonero llego diciendo lo que se debía, saque unos billetes que cumplían con la deuda y dejaba de paso una buena propina, aunque de soslayo le di unas monedas para asegurarme que el cadáver de antes no estuviera al menos delante de la entrada. Después me levante tomando mi sombrero, colocando mis binoculares y tomando la capa, esperando de pie que Lorelleine se levantara para ponérsela encima, en la calle aun seguiría aquel frio que sufrimos unas horas atrás. Una vez colocada la capa en sus hombros, tome mi bastón y le ofrecí mi brazo para tomar camino a la puerta, al salir no note el frio, era difícil dada mi naturaleza, pero viendo el ligero vaho que procedía de la dulce boca de Lorelleine pude darme cuenta que seguía estando baja la temperatura.

Con cuidado y despacio tomamos camino hacia una calle más amplia y algo separada de aquella zona, donde normalmente pasaban pequeños carruajes que podríamos tomar para dirigirnos al destino de la joven. Veo que sigue el frio pero en poco estaremos sentados en un comodo carruaje.

por **Lorelleine Devonshire** Miér Abr 23, 2014 7:49 am

Observé como pagaba con soltura, sin problema alguno el dinero que debíamos por haber tomado aquella bebida. Respiré profundamente escuchando sus palabras. Puede que no llegase a mi lugar de trabajo y si me quedaba sin él. ¿Qué haría? No tenía más ingresos que esos. No podría alimentarme ni tener refugio como aquel momento que llegué a París con una mano delante y otra detrás.

Sonreí mirándole cuando apoyó su capa sobre mis hombros. El calor que aquella prenda me regalaba me hacía sentir protegida como la compañía de mi nuevo conocido, Gianluca.

- Comprendo que no debe ser agradable no conocer a una persona que permanecerá bajo su mismo techo muchas horas. Podría robarle o quién sabe qué cosas más... -hice un pequeño mohín agarrándome después a su brazo, apoyando mi mano en el reverso de su codo.

Salimos de aquel lugar, mantenía la sonrisa en mi cara. Sin duda alguna había sido una noche maravillosa. Había conocido el lugar del que me habían hablado y también a Gianluca pero lo peor de todo era que un hombre había fallecido.

Noté como el vaho salía de entre mis labios y no entendía como él podía caminar por la calle sin problema sin su capa. Por su comentario, fruncí suavemente mi ceño.

- ¿Acaso usted no lo siente en sus propias carnes? -mordí suavemente mi labio inferior tembloroso por si lo que acababa de decir era una soberana tontería.- Gracias por lo que está haciendo por mí y todo lo que ha hecho. Gianluca, es usted muy bueno.

Por un instante a mi mente llegó la posibilidad de que él me quisiera a mí como ama de llaves. Puede incluso que lo hubiese ofrecido abiertamente y no me percatara. No, para ello Gianluca debería conocerme más o saber como trabajaba. Suspiré suavemente por mis pensamientos, nadie me querría ni como trabajadora ni como mujer. Eso debía tenerlo claro.

Permanecí agarrada a su brazo. Observé las calles y me dejé guiar por él pues sin duda sabía mejor que yo donde tomar un carruaje. No había tomado ninguno previamente.

por **Gianluca Audittore** Miér Abr 23, 2014 8:18 am

Oh por suerte tengo cierta habilidad para aguantar la temperatura, aparte no es lo mismo el frio para una delicada flor como vos, que para una dura roca como yo. Le dije con un tono que pretendía quitar importancia a lo que le preocupaba.

Caminábamos tranquilamente por la calles, en no mucho llegaríamos a una zona que era más transitada, donde solían estar los carruajes a estas horas, normalmente usados por parejas para dirigirse a sus nidos de amor, o por ricos borrachos incapaces de dar dos pasos. Lamente no haber traído mi carruaje y dar la noche libre a mis criados. Os pido disculpas de haber sabido que os encontraría, hubiera hecho traer mi carruaje. Espero no tengáis problema en vuestro trabajo por las horas, me sentiría culpable. Pero si eso ocurriera, estar tranquila puesto que haría lo que fuera por tener alguien como vos cuidando de mi casa. Le digo a la joven, sabia como se manejaban a veces en lugares tan importantes como el Palacio y no quería que sufriera por ello, pudiendo yo dar cobijo a un alma así de pura y tan bella.

Seguimos caminando, algún borracho se caía, algún gato pasaba cruzando la acera corriendo. Lo típico que se podía ver en las calles, a esas horas.

por **Lorelleine Devonshire** Miér Abr 23, 2014 8:54 am

Sin duda su respuesta hizo que me sonrojara de nuevo. ¿Cómo tanto poder aquel hombre en mí? Mi corazón latió muy deprisa, deseoso de ser parado por alguna acción pero ¿qué podría provocar que volviese a la normalidad cuando todo lo que decía aquel hombre parecía calar muy hondo en mí?

- Me alegra que no tenga tanto frío -susurré algo más tranquila pues el hecho de que él sufriese de algún tipo de resfriado por mi culpa producía varias punzadas de culpa en mi pecho.

Miré la calle, la zona de la ciudad en la que estábamos a unas cuadras de la taberna. Agarré un poco más fuerte el brazo de mi acompañante pues los hombres borrachos me daban un poco de miedo. La manera tan grosera que tenían de dirigirse a las mujeres cuando estaban tan deshinibidos por el poder del alcohol.

- ¿Acaso es una proposición de trabajo, Gianluca? -musité mirando con mis orbes azules hacia sus ojos tapados por aquellas lentes tan disparatadas.- No conoce mi trabajo, tampoco sabe gran cosa sobre mí. Creo que para residir en su casa sirviéndole, debería conocerme más, ¿no cree? De todas formas me gusta mi trabajo hasta el momento a pesar de ser muy duro.

Apoyé un poco más mi peso en su brazo y mordí mi labio inferior. ¿Podría permanecer tantas horas en aquella casa conviviendo con él? ¿Sería capaz? ¿Y si él me seguía diciendo aquellas cosas como podría parar mi corazón viéndole durante todo el día? No, no podría hacerlo si no quería terminar enamorándome de su caballerosidad y dulzura.

por **Gianluca Audittore** Miér Abr 23, 2014 10:02 am

Tras andar llegamos a las calles más amplias y limpias, se podía ver algún transeúnte moviéndose por ellas. Pare unos segundos esperando ver aparecer un carruaje para hacerle el gesto que parara y poder montar en él.

Bueno lo entiendo pero si al menos saber que tenéis un hombro en el que apoyaros si así lo deseáis madame. No importaba que ahora dijera que no, el tiempo para mí no era problema y lo cierto que alguien tan puro como ella me atraía y como cuando encuentras algo valioso a la par que único deseaba tenerlo. La forma de ser de Lorelleine me llamo la atención desde un principio, cuando se sintió mal solo por la muerte de un hombre que no conocía y sentirse culpable por no haberle asistido. Alguien así debía ser protegida, para que alguien no hiciera cambiar su forma de ser.

De repente girando desde una esquina un carruaje aparece. Levante la mano al chofer para que se acercara, viendo mis ropas y porte no dudo en hacerlo. Educadamente el chofer nos abrió la puerta, ayude a Lorelleine a subir, luego lo hice yo y tras cerrar la puerta el chofer subió a su puesto y pregunto la dirección.

Al Palacio Royal por favor. Le dije, mientras tapaba las piernas de Lorelleine y las mías con una manta que tenían para estos casos en los carruajes. Bueno ya estamos en marcha, calculo que en un rato estaremos en vuestro destino. Dije a mi acompañante, mientras colocaba uno de sus bellos rizos que se puso en rebeldía cayendo por su rostro.

por **Lorelleine Devonshire** Miér Abr 23, 2014 10:21 am

Fruncí suavemente mis labios para luego sonreír por su amabilidad. Me había propuesto ser amigos. Incliné suavemente mi cabeza hacia el costado derecho permaneciendo pensativa durante unos instantes.

- Le agradezco que me ofrezca eso. Espero no deber recurrir en exceso a usted -me puse ligeramente de puntillas depositando un beso en su mejilla a modo de agradecimiento.

Volví a colocarme en mi posición alzando mi mirada hasta el carruaje que se dirigía hasta nosotros. Sonreí pues no pasaría tanto frío durante el viaje que si lo hacía a pie. Puse mi mano sobre la de Gianluca cuando me ayudó a subir. Me senté en el lugar más alejado a la puerta por la que había ascendido y puse mis manos sobre mi regazo. Cuando Gianluca se sentó a mi lado le sonreí permitiendo que abrigara nuestras piernas. Aquel nuevo calor que irradiaba la tela que poseían para esas temperaturas sin duda me pareció un lujo absoluto. Reí un poco apoyando mis manos en las mejillas de mi acompañante para que comprobase que estaban heladas.

- Están demasiado frías -reí arrugando mi nariz emocionada cual niña pequeña por un viaje en carruaje, tanto que había perdido conciencia de los modales que debía mantener por una fracción de segundo.

Bajé mis manos sonrojada y al notar como quitaba aquel rizo de mi rostro, una tímida sonrisa apareció en él, iluminando mis facciones. Por la cercanía de mi mano la tomé con suavidad rozando mis dedos con los suyos en una sutil caricia.

- Sois muy dulce conmigo, Gianluca. Muy caballeroso -musité escuchando de fondo el trote de los caballos contra las piedras que hacían las veces de asfalto.- Gracias por tratarme como una igual y no como una inferior por la diferencia de clase social.

por **Gianluca Audittore** Miér Abr 23, 2014 10:45 am

Note como Lorelleine tocaba mi mejilla, parecía tan fría como mi propia piel, por suerte ella no podía notarlo por ese motivo. Luego se acomodó en el asiento y colocando la manta sobre sus piernas. Por como miraba todo intuía que no había montado mucho en carruaje, una pena que no fuera el mío a su lado este dejaba mucho que desear.

No por favor Lorelleine, yo debo daros las gracias, tenéis un corazón puro, cosa de ver en estos días y por ello no cambiéis, en este mundo lleno de envidias y celos, vos sois como una luz entre la oscuridad. Igual pasando tiempo con vos podría llegar a recibir algo de esa luz. Le dije a la joven, si ella supiera lo que llevaba en mis espaldas tras tantos siglos, aunque en la última época había cambiado, como lo hace un niño al hacerse hombre. Cuando era un joven vampiro tuve mis momentos de descontrol, aunque también a mi lado tenia a Gisela que hacia aflorar mi lado más lujurioso y lascivo, pero fueron tiempos en los que me sentía completo. Pero ahora era otro, evitaba la muerte de mis victimas tomando lo necesario y manteniendo un comportamiento equilibrado. En mi interior albergaba la idea que estar con gente como Lorelleine podría ayudar a domar mi otro yo. Aunque tambien esto me ayudaba a sobrevivir, había cosas más peligrosas que vampiros en este mundo.

Con una sonrisa mire la noche en el cielo relucían las estrellas mágicamente. Bueno al menos espero que esta cita se repita, la próxima vez podríais acompañarme a comprar un aparato de esos en los que suena la música, ahora no recuerdo el nombre, pero vos pareceis alguien instruida en ello Lo cierto que hacía unos años hoy sobre esos aparatos, la verdad que eso si parecía magia, mediante un aparato se podía oír tocar a una orquesta perfectamente.

por **Lorelleine Devonshire** Miér Abr 23, 2014 11:00 am

Aquellas palabras que había mencionado conseguían ponerme nerviosa. ¿Realmente pensaba que era un alma tan pura? Lamentablemente era así, mi cuerpo había sido ultrajado, corrompido, no era pura, era todo lo impura que cualquiera pudiese imaginarse y esto no era por decisión propia. Mis manos se tensaron apretándose en pequeños puños bajo la manta que había colocado sobre mis piernas.

El tirón de los caballos propiciaba que diese pequeños saltos por las piedrecitas del camino. Reí un tanto divertida por la sensación, me gustaba disfrutar de uno de los placeres de clases más altas.

- No soy un alma tan pura -me atreví a responderle una vez que mi corazón palpitaba menos erradamente. Mis ojos buscaron su mirada y cuando la hubo encontrando esta bajó.- Gianluca, yo... no soy digna de que tan siquiera me mire.

Desvié mi mirada hasta la ventana del carruaje. Jugué suavemente con mis dedos para después relatarme de nuevo la verdadera razón. El dolor de mi ultraje, la manera en la que había sido manchada una y otra vez para el resto de mi existencia.

La vitalidad había desaparecido de mí por aquel recuerdo. Asentí una vez que me confesó ese deseo porque nuestro encuentro se repitiera.

- ¿Se refiere a un gramófono? -musité asintiendo para que comprendiera que aceptaba aquella nueva cita que me había propuesto.- Mas lamentablemente y aunque me encantaría, solo tengo la noche para mis tiempos de ocio. El resto de mi día se resume en la limpieza del Palacio Royal, en tenerlo todo listo para evitar cualquier tipo de castigo -susurré tragando saliva al recordar alguno de los azotes que había recibido por mi incompetencia.

por **Gianluca Audittore** Miér Abr 23, 2014 1:58 pm

No digáis eso, desconozco que ocurrió, pero se distinguir bien entre el bien y el mal, creedme que vos sois del primer grupo. No insistí en lo que pudiera hacer que esa joven pensara así sobre si misma pero algo duro tuvo que ser, pero dejaría que ella fuera la que decidiera cuando hablar sobre el tema.

Pude notar como reía parecía disfrutar del viaje, aún quedaba tiempo para llegar al Palacio, por lo que tenía aun tiempo para disfrutar de aquella risueña risa. Gramófono eso je. Reí ante mi falta de conocimiento, lo cierto que la evolución a veces me superaba. Oh claro lo entiendo pero no temáis, me hare con uno y así la música bañara mi hogar, aún tengo en mis oídos los sonidos de las melodías de esas grandes piezas clásicas. E igual algún día me hacéis el honor de venir y ambos disfrutar bailando de nuevo. Dije usando un tono amable y educado, pese a sus palabras seguía pensando que si pasaba tiempo con alguien de tan puro corazón, algo podría salpicarme, al fin.

¿Qué os castigan? Me mostré indignado. Que estúpido os puede tratar como un animal, no tenéis que aguantar eso, alguien como vos no tiene que soportar ese trato. Sabía que muchos señores o señoras de alta clase golpeaban a sus sirvientes cuando cometían un error, algo que siempre me había parecido una estupidez, por mi parte prefería el guante de seda, ciertamente alguna vez debía abroncar a alguno de mis criados pero nada violento, prefería felicitarles cuando lo hacían bien y mostrarme agradecido. Las palabras de Lorelleine me soliviantaron, sentía por ella un gran aprecio arraigado en este poco tiempo, pero no era quien tampoco para decirle nada más. Ya sabía que yo le abriría las puertas de mi casa.

Pero bueno, prometedme que no os reireis pero a veces mi Bernadette me abronca a mi cuando vuelvo con la ropa manchada, casi se diría que es como un madre je. Comente jocoso tratando de quitar de mi cabeza y de la conversación el tema anterior.

por **Lorelleine Devonshire** Miér Abr 23, 2014 2:40 pm

Es cierto, él desconocía todo lo sucedido en mi vida pero no tenía la fortaleza suficiente como para narrarle el horror vivido durante tres semanas en Escocia. La gangosa voz de mi secuestrador parecía tener aún fuerza, llegar a mí conociendo que en poco tiempo estaría de nuevo a su merced en mis sueños, sueños que se hacían más y más poderosos, que convertían la tortura más horrible.

Jadeé rememorando la forma en la que aquel trozo de hierro sin duda oxidado penetraba mi blanquecina piel. Por instinto llevé mi mano hasta el lugar donde había provocado aquel hombre la horrible herida. Mi costado izquierdo jamás sería el mismo por su culpa.

Respiré profundamente ahogando un grito en mi garganta. Mis ojos desorbitados se encontraron con los de Gianluca y pude calmarme. Sus palabras parecían acariciar de manera aterciopelada mi alma destrozada.

- Seguramente le encantará poder disfrutar de la música por todo su hogar. ¡Ojalá yo misma pudiese escuchar miles de melodías durante todo el día! Le envidiaré, Gianluca por tener esa suerte -arrugué mi nariz sonriendo ténuemente, me sonrojé por su ofrecimiento y asentí poco a poco.- Si usted me invita... Para mí será un placer bailar nuevamente con usted -me sonrisa se ensanchó un poco.

Bajé mi mirada y me limité a mover la cabeza para contestar afirmativamente su pregunta sobre los castigos que recibían en el Palacio Royal si no hacía las cosas tal y como las tenía estipuladas mas su comentario me hizo mucha gracia y reí sorprendida mirándole con una alegría renovada.

- ¿En serio? Yo no podría regañaros si fuéseis mi amo -negué moviendo mis rizos y uno de ellos se enredó entre mis pestañas rozando mi mejilla al final de su bucle.- De hecho si uno no se mancha, no disfruta la vida -mordí mi labio inferior juntando mis manos como dando una palmada.- Los postres más deliciosos sin duda son aquellos que manchan dejando toda la cara llena manchurrones -reí divertida.- ¿Y qué me decís de saltar los charcos en medio de la lluvia? ¿Y perderse en el campo o buscar tesoros en los lugares estrechos y más sucios del hogar? No, la vida no se aprovecha si uno no se olvida de sus ropas -sentencié decidida con un brillo de emoción infantil en mi mirada.

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