Otra noche más [LIBRE]

por **Nibor** Jue Abr 03, 2014 6:49 am

Recuerdo del primer mensaje :

Y ya estaba yo de nuevo en aquel oscuro y sucio antro ahogando mis penas. Día tras día frecuentado por la misma escoria, desde ludópatas que se dejaban el jornal en juegos de azar, hasta borrachos que no se acuerdan ni de su nombre, e incluso alguna que otra meretriz cuarentona ofreciendo sus servicios a cambio de un trozo de pan.

Llevaba tan solo dos jarras de vino cuando un sonido estridente seguido de un grito atrajo mi atención. Alguien había disparado. Dos gitanos salieron corriendo, como las gacelas huyen de su depredador. Después de la estampida pude ver a un tercer gitano tumbado en el suelo, tenía mano ensangrentada. Por lo visto había intentado robar a la persona equivocada.

Intenté disimular una carcajada tras una mueca de indiferencia. La escena era un tanto cómica, el ladrón en el suelo pidiendo clemencia, mientras tanto su agresor, erguido frente a él y con aires de superioridad, sostenía una pistola humeante con la mano derecha al mismo tiempo que manoseaba sus genitales con la izquierda. ¿Le picaba algo? ¿Ladillas? No creo que ese fuese el momento adecuado para preguntárselo

por **Gianluca Audittore** Miér Abr 23, 2014 3:06 pm

Parecía que la joven volvía a sonreír aunque antes note como estaba dolida por algo suponía que el pasado le golpeaba. Me moría por averiguar lo que sucedió en su momento pude ver como tocaba su lado izquierdo, pero rápido me volvió a mirar con esos faros que tenía por ojos y a reír cosa que se agradecía, en el silencio de la noche el bello sonido de esa risa juvenil.

Es que Lorelleine no soy amo de nadie, cierto es que pago por un trabajo, como así yo cobro por el trabajo que oferto en mis negocios. Por ello respeto a cualquier trabajador, más si estos facilitan mí día a día, o cuidan de mi seguridad y la de mi hogar. Durante mi vida aprendí que es mejor hacerte respetar que temer, siendo cosas muy distintas aunque a veces se confundan. Luego no pude evitar una pequeña carcajada tras oír sus comentarios sobre mancharse la ropa, lo cierto que cuando era un niño y me manchaba de tierra, rápidamente mi madre e institutriz me reprendían.

Claro que bailaremos y reiremos vuestra compañía me es agradable. Acabe de decir mientras un pequeño bache nos hizo saltar. Cuidado chofer, no me apetecería tener un moratón en cierta parte. Comente al chofer. Notaba como con la joven el juego paso de ser algo más que sexual a cariño, la veía tan desprotegida que deseaba cuidarla, como cuando encuentras un bello pájaro con un ala herida.

por **Lorelleine Devonshire** Miér Abr 23, 2014 4:55 pm

Reí divertida por todos sus comentarios incluido el sexual sobre ese moratón. Sin duda alguna entre nosotros no había una conexión de atracción, amor o algo semejante. A decir verdad ¿quién podría sentir esa atracción por mí? Nadie. Me veía como una niña pequeña seguramente, quizá como su hermana menor. Aquellos pensamientos míos hicieron que en mi pecho sintiese una punzada de dolor por ser rechazada incluso antes de saber si algo podía pasar pero siendo sinceros. ¿Podría estar íntimamente con algún nombre de ser así? Lo dudaba mucho.

Bajé mi mirada a mis manos y después volví a reír cuando otro bache nos hizo saltar. Llevé mis manos a mi pecho para evitar que este se saliera por el escote.

- Esto es sumamente gracioso -repuse divertida arrugando la nariz.

¿Cómo sería trabajar para él sin recibir ningún tipo de castigo físico? Puede que estuviese rechazando la oportunidad de mi vida de ser así.

- Me alegra resultarle agradable, usted a mí también me lo resulta -sonreí y con un instinto de necesidad protectora, me acurruqué en su costado apoyando mi cabeza en su hombro provocando que mis rizos cayeran por su brazo con la lentitud suficiente para que ambos pudiésemos notarlo.- Sois lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, Gianluca.

por **Gianluca Audittore** Miér Abr 23, 2014 5:31 pm

La risa de Lorelleine era contagiosa no pude evitar soltar alguna carcajada "¿Acaso seria cierto que estar acompañado por alguien así pudiera ser contagioso?". Los baches se repitieron pude notar como debía sujetar sus pechos por temor a que ocurriera un accidente con ellos.

Cuando de repente la acción de ella me sorprendió de nuevo apoyo su cabeza en mi brazo, solo pude mirarla con cariño, no había deseo, ni hambre "¿Podría ser que sintiera un cariño fraternal por esa joven?" me resultaba difícil creer eso, era un depredador un asesino se ocultaba en mí y en cualquier momento podía aparecer, pero esa joven parecía anestesiar a ambos.

Pues creedme que vos sois lo más especial que vi en mucho tiempo. Le dije con tono cariñoso mientras acariciaba los cabellos de la joven apoyada en mi brazo, deseaba usar mis habilidades para impedir que fuera al Palacio, pero eso no me lo podría perdonar. Tenía una lucha interna entre esos sentimientos, mire por la ventana como si podría encontrar la respuesta en el cielo estrellado.

por **Lorelleine Devonshire** Jue Abr 24, 2014 1:26 pm

Con mi cabeza aún apoyada en su hombro disfruté de como sus dedos se perdían en mis cabellos acariciándolos. Él era tan dulce conmigo, tan caballeroso que resultaba más parecido a un hermano o amigo que a alguien que pudiese hacerme daño algún día.

Con mis manos aún en mi regazo sonreí por la sola idea de pasar más tiempo en su compañía. Sonrojada por sus palabras alcé mi rostro para encontrarme con el suyo.

- Sois muy amable conmigo por decirme algo semejante -musité y quité mi cabeza de su hombro volviendo a mirar por la ventana hacia el París tan increíblemente tenebroso que era de noche.

Aún permanecía agarrada a su brazo y la risa brotó de entre mis labios al notar un nuevo bache y como esta vez había sido tan alto que había chocado con mi cabeza en el techo sin parar de reír.

por **Gianluca Audittore** Jue Abr 24, 2014 1:41 pm

Desde luego el viaje estaba resultando más molesto de lo que podía esperar, pero al parecer Lorelleine disfrutaba de ello. Aparto la cabeza de mi hombro para seguir mirando las calles parisinas, note como el camino cambiaba, la calzada parecía mejor cuidada, posiblemente ya estuviéramos acercándonos al lugar de destino, una pena invadió por un segundo mi ser, eso hacía que Lorelleine y su refrescante compañía volviera a encerrarse en aquella jaula.

Pero tenía intención de volver a disfrutar de esa risueña risa y de la visión tan ingenua del mundo que había mostrado la joven. No agradezcáis nada pequeña, solo digo lo que pienso. Tomad esta es mi tarjeta en ella está la dirección de mi casa. Si en algún momento necesitaseis ayuda lo que fuere, solo ir allá y entregar la tarjeta a quien os atienda. Si es que no estuviera yo. Extendí mi mano con la tarjeta entre mis dedos, en casa sabían que si alguien aparecía con esa tarjeta en concreto debía atendérsele como si fuera yo.

Seguíamos avanzando por el camino y efectivamente viendo los edificios se podía notar que ahora eran más elegantes, lo mismo que la calle estaba mejor iluminada y se podían ver alguna patrulla custodiando que los dueños de las casas pudieran dormir tranquilos. Creo que en breves llegaremos al destino.

por **Lorelleine Devonshire** Jue Abr 24, 2014 4:18 pm

Al escucharle miré la tarjeta tan elegante que me entregaba. Agarré con mucho cuidado el papel que había pasado por la imprenta. El rugoso tarjetón que era lo suficientemente poroso como para mantener a tinta sin que calara hasta el otro lado de él parecía sin duda a mis ojos algo carísimo. Rocé con las yemas de mis dedos cada uno de los caracteres que estaban grabados en él.

- Eso haré, Gianluca. Muchas gracias -musité suavemente aún increíblemente encantada por lo que estaba viendo. ¿Cómo se podían hacer cosas tan maravillosas con una imprenta?

Alcé mi mirada hasta los ojos de Gianluca. Arrugué mi nariz suavemente mordiendo mi labio inferior para luego suspirar pues no me hacía gracia alguna tener que separarme de él. Me gustaría pasar más tiempo a su lado.

- Eso me temo -suspiré y después incliné mi cabeza para luego mirar de nuevo los edificios.- Le extrañaré, Gianluca -musité con sinceridad.

por **Gianluca Audittore** Jue Abr 24, 2014 4:50 pm

El carruaje paro. Ya hemos llegado señor. Dijo el chofer, odie esas palabras pero Lorelleine tenía que volver a aquella jaula era su deseo. Así que con cuidado abrí mi puerta para bajar del carruaje para ayudar a la joven. Notaba cierto pesar en ella, deseaba que aceptase el trabajo de ama de llaves de mi hogar, pero estaba claro que no era su voluntad al menos por ahora.

Bueno querida, ha sido una noche increíblemente emocionante. Sabed que mi oferta está en pie. Comente sonriendo ligeramente. Por supuesto que nos vamos a ver así que no tengáis temor, es más si lo deseáis mañana mismo podríamos volver a vernos. Tenía ganas de seguir escuchando la risa de la joven, durante mi no vida jamás había coincidido con un alma así, no quería que se perdiera o corrompiera por el resto de almas ya podridas, ella brillaba entre el resto.

Espere que ella atravesara las puertas del Palacio para luego subir al carruaje y hacer que me llevara a casa, recordando las risas de Lorelleine con los baches del camino.

por **Lorelleine Devonshire** Dom Mayo 18, 2014 8:37 am

Al escuchar las palabras del cochero regresé a la realidad. Tenía que estar lejos de Gianluca y algo en mi interior hizo que mi corazón sintiese un doloroso pinchazo. Con mis ojos tristes observé a mi acompañante mientras descendía. Siempre tan caballeroso me ofrecía su mano para que bajara del carruaje.

Tomé su mano con suavidad y apoyándome en él me fue mucho más sencillo el descenso. Miré sus ojos mientras hablaba y sonreí ante la idea de volver a vernos al día siguiente.

- Venga a secuestrarme, Gianluca y nos veremos mañana mismo -arrugué levemente mi nariz e inclinándome sobre las punteras de mis pies deposité un beso en el pómulo de mi nuevo amigo y puede que futuro jefe.- Le esperaré.

En mi voz se podía percibir la esperanza en que no me dejase sola de nuevo. Agarrando mi vestido le regalé la última de mis sonrisas y caminé entre los jardines perdiéndome por ellos para así entrar en el palacio. Solo esperaba que las horas pasaran pronto para volver a encontrarme con aquel hombre, el primero con el que me había sentido segura.

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