Burke Eichmann

→ Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa.
→ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.
→ Hemokinesis: Controlar a una persona por medio de la sangre. El vampiro, sin haber mordido al humano, ofrece una mínima cantidad de su sangre a la persona y con eso logra convertirlo en su sirviente. La sangre de vampiro es altamente adictiva para los humanos; también puede lograr retrasar el envejecimiento (pero nada excesivo como los licántropos y cambiaformas, solo unos cuantos años).

Es un hombre de dos caras, por un lado es amable, tranquilo, demasiado buena gente, aquél que tiende la mano, ayuda a quien lo necesita, ese mismo que siempre tenderá una mano cuando alguien lo requiera, puede ser paciente, incluso tolerante, un buen escucha, ese amigo que todo mundo quisiera, el que sabe hacer sonreír a un buen amigo, el que se quita la camisa si es que alguien la necesita, quiere devolver al mundo lo que en un momento le quitó.

Es un chico que sabe exactamente decir las palabras correctas, puede ser el silencio que las personas necesiten, pues nunca intentará que alguien le oiga. No responde las agresiones, no hace nada cuando alguien quiere intentar insultarlo o incluso golpearlo, sabe que no ganará nada, sólo perderá energías con personas que están enervadas y por lo mismo no piensan con la coherencia respectiva.

Por otro lado, no hay una manera de describirlo, sin decir que es un cabrón, con todas sus letras y mucho más acentuadas de lo que parece, es una persona que guarda absolutamente todo, que oculta sus más oscuros secretos detrás de una sonrisa.

Vengativo es una de sus principales características, él no sabe del perdón, mucho menos del olvido, no es de aquellos que pase algo por alto, pues siempre busca el momento preciso para terminar con algo. Es demasiado metodista y perfeccionista, no le gusta que nada esté desacomodado, que nada esté sucio, que absolutamente nada se mueva si él no lo indica.

La consciencia es algo que no conoce, algo que hace mucho que desapareció de sus adentros, algo que ya olvidó y que no quiere volver a recordar, es alguien con la sangre fría y que no conoce lo que es tener algún remordimiento.

Nacido antes de que muchos de los presentes hubieran siquiera visto la luz, en aquellas casas que todavía parecían majestuosas, donde de verdad se encontraban personas virtuosas y leales, pero se ha ido acoplando a lo nuevo, a lo que ahora le toca vivir, sabe exactamente que debe ir evolucionando o simplemente moriría, los fuertes son los dueños del mundo y él quiere ser de esos, de aquellos que tienen el poder en las manos, es algo que siempre le ha gustado.

Cuando apenas tenía la edad de cinco años tuvo la fortuna y desgracia de tener que ser adoptado por sus tíos, ya que sus padres habían muerto por un extraño accidente y alguna enfermedad aquejaba a la mujer que lo adoptó como un hijo, pues su vientre nunca logró dar frutos para hacer feliz a su marido, aunque este no se veía demasiado triste por ello, de hecho se le notaba bastante tranquilo, seguro y sobre todo condescendiente con aquella falta.

Su niñez fue la misma que la de cualquier niño que intenta salir a la luz, como aquellos que tienen todo con sólo desearlo, incluso con sólo pensarlo, pues su tío se desvivía porque todo estuviera exactamente como Burke quería, no había nunca un "no" por respuesta, pues las pataletas que podía llegar a hacer eran sorprendentes y nadie quería que él estuviera molesto, pues hacía destrozos por toda la casa, desde romper una cortina, hasta jarrones de bastante valor familiar, así que más valía tenerlo contento, a pesar de aquellos berrinches infantiles nadie le decía caso.

Todo empeoró cuando tuvo dieciocho años, pues las exigencias iban cada vez más en aumento, la mujer iba envejeciendo, pero su tío estaba exactamente igual que siempre, aquella juventud que le hacía ver como un roble, como si los años simplemente fueran días para él y el muchacho comenzó a cuestionarse.

Su madre adoptiva le pidió que se acercara a la iglesia, que rezara, que fuera un hombre de bien y eso fue lo que hizo, aún en su ser no había maldad alguna, al menos no fuera de obtener todo lo que quisiera a cualquier precio.

Entró a estudiar algunas cosas de la Iglesia y comenzaba a ser el favorito de aquél lugar, era bastante inteligente y sabía exactamente como manipular a la gente cuando así se lo proponía, el ambiente le agradaba porque se daba cuenta de que se ocultaban muchas cosas que eran cubiertas de pureza, pero sobre todo de verdad.

Estuvo en aquél sitio casi diez años, hasta que su padre lo llevó a otro sitio, quería darle un regalo, que él fuera la consecución de aquellos hijos que no había podido tener, y aquello fue el regalo de la inmortalidad, en vez de que Burke lo agradeciera lo odio, terminando por matar a ambos, sus tíos, siendo ellos sus primeras víctimas, después de aquello estuvo vagando por un tiempo, matando gente, siendo rechazado y señalado, cobrando venganza por todo aquello.

Hasta hace un par de años volvió a la Iglesia, explicando el arrepentimiento que sentía, manifestando con profundo pesar que no había tenido elección de aquello que le había sucedido y que quería redimir sus culpas, que quería proseguir con lo que había iniciado cuando era joven y no le negaron el acceso.