István Szöcs

István es un cruel manipulador. No existe mejor manera de describirlo. Ha acogido bajo su protección a todo miembro de su clan. La hermandad que ha fundado de la nada y que ha prosperado debido a sus fructuosos enfrentamientos contra aquéllos seres que se niegan a seguir sus ideales, desconocen el verdadero objetivo de su líder. Ellos solo conocen al amigo, consejero y justiciero.  Este vampiro, ¡señores!, ha perfeccionado el arte de usar la máscara que mejor le convenga. Se ha ganado la confianza de los suyos, a sabiendas de que si tuviesen que poner su vida en peligro para salvar la suya, lo harían sin dudarlo. István ha unido  licántropos y vampiros. ¡¿Habías visto algo semejante?! ¿Dos razas siempre enfrentándose luchando por un bien en común? Eso debería decirte mucho de este personaje. La ambición que lo consume le ha hecho romper viejos paradigmas. Les dio una familia a los seres más solitarios, a quienes más necesitaban sentirse parte de algo. ¿Bondad? ¿Caridad? Piensa lo que quieras, solo te advierto que tacharlo de villano sería lo más sensato. ¿Puedes imaginar qué sentirían los miembros de su clan si supieran quién demonios es en verdad? Más me temo, que tú y yo, nunca lo sabremos con seguridad. Tal vez, ellos tampoco. ¿No lo ves? ¡Lo admiran! ¡Lo reconocen con orgullo! Si supieran que solo hacen engrandecer a su ego. A István ya no le queda más espacio dentro de sí para albergar tanta arrogancia. Cualquiera esperaría que todo lo que tocara se convierta en oro con esa irritante actitud, pero tranquilo, no tengo evidencia de que el Rey Midas sea.

¿Ves a ese vampiro cubierto de sangre? ¿El que tiene medio cuerpo en el río? ¿No? ¿Entonces por qué no tratas de imaginártelo? Te doy una pista, su nombre es Lucern Ralph Fitzranulph, conde de Inglaterra desde hace ya tantos años. No ha salido bien parado de su enfrentamiento con una horda de vampiros. Las heridas en su cuerpo son muy profundas, pero no las más peligrosas. En su pecho, está el verdadero problema, hay una estaca de madera incrustada en ella. Está muy cerca de su muerto corazón y toda su sangre regeneradora está frenéticamente trabajando en ayudarlo. El vampiro está tan a las puertas de la muerte, que en todo lo que puede pensar es que un movimiento en falso y estará acabado. No es que eso último importe mucho. La noche está dando rápidamente paso al día y, si existe un enemigo al que no le ganará, es sin duda a él. “No irás más lejos”, había dicho uno de sus enemigos, acuclillándose a su lado tras finalmente encontrarlo. “Este será tu último amanecer, amigo”. Habían escupido aquéllas palabras con tanto regocijo, que las carcajadas y gruñidos por parte del grupo no se hicieron esperar. Y luego, el silencio sepulcral se había establecido. Ellos se habían ido. Poco a poco, el dolor lo incapacitó para pensar. Su mano estaba cerrada sobre el pedazo de madera, como si esperase conseguir sacarla de su cuerpo. Cierto es, que la debilidad que lo aletargaba, no se lo permitiría. No recordaba cuándo, cómo o porqué; pero hubo un momento en que se maldijo por no haberse movido y acabado con su existencia cuando aún podía. Ahora solo le quedaba esperar a que los rayos dorados hicieran el trabajo. Excepto que la oscuridad lo sedujo antes de que llegasen a reclamarlo.

Pensarás, querido lector, que todo ha terminado; pero incluso el peor jugador, puede sacarse un as bajo la manga. No todos los vampiros parecen ser tan cautos con respecto al Sol. ¡Maldición! Mientras la mayoría de su especie se dispone a regresar a sus aposentos, algunos se preparan para una carrera contra el enemigo más mortífero. ¡¿A quién, en su sano juicio, le gustaría ser reducido a cenizas?! Está claro que no a nuestro protagonista. Pero una inesperada visitante por esos lares, no ha dudado en auxiliarle. Lo primero que vio y recuerda, es a ella. La historia que Eve le ha contado de su infortunio no ha hecho nada por responder sus preguntas. A decir verdad, más se han formulado en su mente. ¿Si hubiese algo que valiese la pena recordar, no lo haría? Lo único que sabe es lo que le rodea. Está en Hungría, con una mujer atractiva y ha tomado el nombre de su primera víctima. No de un humano, sino de un vampiro. ¡¿No es lo más inteligente que has visto?! La manera más fácil de conseguir un sinfín de riquezas y propiedades, no es empezando de cero, sino eliminando al anterior dueño. Si a eso le agregas detalles como que dicho vampiro tenía aterrorizado a una parte de la ciudad, no tardarás en descubrir que nuestro protagonista ha obtenido un inmerecido título. ¿Villano o héroe? ¿Ambos? Juzga al clan tú mismo.


Conformado por vampiros y licántropos renegados y/o reformados, liderados por István. Sus miembros fueron sacados de la inmundicia. Son lo peor de lo peor. Alguna vez estuvieron medio enloquecidos porque no tuvieron a alguien que les ayudara a establecerse como no-muertos; pero István se ha encargado de hacerles recobrar parte de su humanidad. Unos fueron más afortunados que otros. Están aquéllos que no pueden salir a las calles solos, pues se corre el riesgo de que cometan atrocidades sin alguien que les supervise. No quieren darse a conocer a los humanos porque consideran que el anonimato les da mucha más libertad. Son muy escrupulosos, siempre borran la memoria de sus víctimas; aunque están quienes prefieren hacer uso de las prostitutas que están bajo su cuidado. Son muy leales entre sí, István lo consiguió no sin dificultades. Mayormente, están siempre al acecho, buscando nuevos integrantes. Nunca se sabe cuándo se encontrarán con un humano recién infectado con la licantropía o con un neófito. Lidian con toda criatura de la noche que cause problemas y los pongan en evidencia. Son crueles, marcados por su pasado. Su clan es su familia. Saldrán a la defensa de él o ella sin pensárselo. No los perturbes. No los amenaces. No te burles de sus ideales. Recuerda que representando a cada uno de ellos, está el peor de todos: István Szöcs. A quien seguro has oído nombrar si no eres una criatura ordinaria. Es él quien, tras toda esa fachada, tiene solo un propósito: gobernar a su raza.

Este recién abierto bar, es mejor conocido como “La Hermandad” por los miembros del clan. Es ahí donde se llevan a cabo los encuentros para decidir cómo proceder en los temas de mayor relevancia con su líder. Se permite la entrada a mortales e inmortales por igual. Solo existe una regla inviolable: No se caza dentro del establecimiento. Dado que siempre hay algunos del clan protegiendo el secreto de los vampiros para que los humanos que desconocen sobre su mundo sigan ignorantes de éste, digamos que la privacidad no es un lujo que sus clientes se puedan dar. Sin embargo, su estilo gótico y entretenciones, siempre atraerán.

Habilidades. Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana. 1. Sanación acelerada. Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves. 2. Percepción del aura. Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor. 3. Telepatía. Habilidad para sondear los pensamientos superficiales de cualquier sujeto cercano y escucharlos como escucharía hablar a esa persona. Con el tiempo suficiente, puede enterarse casi de cualquier cosa sobre el sujeto. 4. Bloqueo mental. Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa. 5. Manipulación de la memoria. Concede la amnepatia y la recuperación mental, además ver los recuerdos de la gente y si se quiere proyectarlos en imágenes visibles para todos. También se puede aturdir a la gente mediante confusiones mentales dejándolos como "Enfermos mentales". Es muy difícil usar esta capacidad sin contacto ya que se requiere de mucha experiencia.

# Las catacumbas con salones y habitaciones del Theatre Des Vampires es otro punto de encuentro para los miembros del clan. Eve le ha ofrecido el teatro pues, según ella, pertenece a un viejo amigo. Todo lo que István sabe, es que ella lo guarda mientras espera a su regreso.
# Casi puede afirmar que la primera vez que vio a su salvadora, había un altar y fuego; incluso extraños cánticos y sombras que buscaban devorarlo. Eso último, bien pudo haber sido producto de su imaginación, debido a su lamentable estado.
# Eve Trudeau es la culpable de que no recuerde absolutamente nada de su vida como Lucern Ralph.
# Ha transcurrido un año desde que despertara en Hungría. Durante ese tiempo, ha hecho crecer su clan con fieles seguidores de sus ideas. Es ahora poseedor de inconmensurables riquezas.
# Solo algunos conocen cuál es el verdadero propósito de su clan. La mayoría piensa en él como el héroe que los sacó de la inmundicia y no como el títere que realmente es.