Encuentro inesperado [LIBRE ^^]

por **Amber Le Vaillant** Mar Ago 31, 2010 3:31 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Rosas... Lavanda... Alcatraces... mil sutiles y embriagadores aromas inundaban la calle por la que Amber, en aquel momento Lady Eliza, paseaba, la mañana se tornaba fresca y sin ningún resquicio de alguna nube blanquecina que surcara el cielo y se postrara como obstáculo para el astro rey. La bella jóven sonrió para si misma y siguió andando hacia su desconocido destino, y no es que no quisiera revelarlo, simplemente no tenía ningún plan aquel día, pero era preferible ir por las calles Parisinas a quedarse encerrada en casa, nada como la libertad, eso era lo que ella realmente amaba. Respiró hondo y de pronto se tópó con una escena que la hizo detenerse unos instantes enmedio de la calle, una pareja se había encontrado en un callejón, al parecer un buen escondite para que el muchacho lograra ver a su amada sin molestia alguna, aquello era realmente embellecedor, él había depositado un ramillete de flores en las blancas manos de ella mientras depositaba un sutil beso cargado de ternura sobre sus labios, a Amber se le detuvo el corazón un instante, ella jamás había sentido algo así y en ese momento se preguntó que es lo que se sentiría ser amada por alguien, ser importante para alguien, suspiro dandose cuenta de que aquello tal vez no estaba hecho para ella y que simplemente nunca encontraría aquel sentimiento en ninguno de los caballeros que la rodeaban, "todos iguales" pensó con dolo, y sin querer volteó de nuevo a ver a la pareja sintiendose una intrusa que no debía haberse enterado de aquella romántica escena, fue entonces cuando lo descubrió... el hombre que parecía tan feliz con su novia era nada mas y nada menos que el esposo de la duquesa Knoxville que ella conocía bien una mujer tranquila y muy cariñosa, su amiga, la que le había hablado de su buen matrimonio, Amber siempre había pensado que ellos dos eran una pareja perfecta y única entre la alta sociedad, él parecía ser un hombre honorable y que amaba muchisimo a su esposa, sin embargo, la mujer que se encontraba con el en aquel callejón no era la Duquesa Knoxville, ya que ella era morena y algo mas baja que él, no podía haberla confundido, la chica del callejón era rubia y algo delgaducha con un peinado algo estrafalario, definitivamente no se trataba de ella....
Amber entornó los ojos sin darse cuenta que estaba avanzando lentamente sin dejar de ver en dirección del callejón, de pronto chocó con alguien que al parecer iba mas rápido que ella y su pequeño canasto con frutas cayo al piso esparciendo las manzanas y peras por toda la acera.

por **Amber Le Vaillant** Sáb Sep 11, 2010 7:19 pm

.-Es usted muy amable-. contemplé el quinqué y luego el remolque, me fui a buscar el vino que encontre instantes después ya que el lugar no era precisamente amplio, destapé lentamente la botella aspirando el olor embriagador del dulce y a la vez amargo manjar, vino.... la bebida del dios baco, la embriagadora escencia de la pasión.....
Mire el contenido rojizo mientras buscaba un recipiente donde colocarlo, encontre dos vasos de madera que servirian perfectamente para tal fin.
Regrese con los dos recipientes servidos y le ofrecí uno .-Usted también ha cantado milord, debe tener la garganta reseca-. le comenté observandolo, en los instantes en que había desaparecido notpe un cambio en su semblante, algo amenazador podría decir exagerando un poco en mi criterio, sin embargo tal condición me hizo sentir un pequeño e inexplicable escalofrío que recorrio mi espalda, aún así no hice caso ya que delante de nosotros se lograba divisar el circo gitano, respire volteando hacia otro lado, pero no hice ningun comentario acerca de su aspecto. .-Sus caballos si son veloces, estamos ya a las afueras del circo milord, le agradezco mucho que me haya permitido venir con usted-. dije mientras notaba que aún no había probado mi vino, junté mis labios con la madera y saboree el delicioso líquido vertido en el interior dejando despues el recipiente a un lado.

por **Epoch** Sáb Sep 11, 2010 8:39 pm

Este lado de la ciudad era un bullicio de gente que iba y venía. Algunas hosterías y tabernas vibraban por la musica y las risas de quienes en su interior daban rienda suelta a los placeres. No se si era el ambiente lujurioso de la ciudad o si era el influjo de la noche sobre mi espiritu. El Kodiak se removía debajo de mi piel queriendo despertar.

Cuando Lady Elizabeth regresó, botella en mano, intenté desviar la mirada pues temía que mis ojos delatáran el deseo que comenzaba a encenderme. Apuré mi vaso dejando al vino abrazar mi garganta. Pude percibír tambien un cambio en la actitud de mi acompañante, pues sus gestos fueron de pronto mas retraídos. Quizá su instinto le alerta del peligro...

- ¡Amo a mis corceles!. ¡Ellos solos pueden arrastrar este armatoste por la ciudad, lo que apenas harían con dificultad ocho o diez caballos normales!

Dije con un amplia sonrisa, tratando de recomponer el semblante. Mas la sonrisa se me esfumó del rostro apenas entramos en el área que delimitaba el Circo. El número de Vampiros que rondaban el Circo se había duplicado con respecto a las otras noches. Detuve el remolque en la entrada.

- ¿Mi señora ha escuchado hablar de los Vampiros?

por **Amber Le Vaillant** Dom Sep 12, 2010 4:14 pm

De nuevo aquellos seres de oscuridad, aquellos seres enigmáticos, ¿Acaso sería yo o es que los vampiros eran ahora el tema favorito de la gente a mi alrededor?. Volví a tomar un poco de vino y luego mirando el líquido embriagador le respondí.

.-Últimamente se han vuelto un tema algo.... frecuente, se algunas cosas que he leido simplemente, no se si sean ciertas o no, pero las se, aún con todo yo no he tenido a bien conocer a ninguno de ellos, asi que no podría afirmarle nada milord-. fue lo único que dije al respecto porque era lo único que sabía entonces, de pronto por mi mente surcó un vano pensamiento que tuve a bien borrar de inmediato, no podía ser que el ser con quien había viajado tanto tiempo fuera un vampiro, porque.... tal vez ya me hubiese atacado.... No, Lord Epoch no era un vampiro, al menos eso quería creer, pero era cierto también que sí tenía algo muy extraño ocultandose tras sus oscuras pupilas.

.-Podría preguntar a que viene eso milord?-. dije en un fino musitar mientras conducía el recipiente que contenía el vino hacia mis labios para terminarme con un sorbo mas el delicioso líquido.

por **Epoch** Lun Sep 13, 2010 12:20 pm

- Créame mi lady, cuando le digo que son seres reales. Tanto como usted o yo. Rondan las ciudades con apariencia de hombres y mujeres. Tienen poderes sobrenaturales, los cuales mantienen bebiendo sagre humana.

Lady Elizabeth me miraba con seriedad aqueando las cejas; tal vez sonaba yo como uno de esos ancianos locos que balbuceaban leyendas antiguas. ¿Cómo podría transmitirle esta sensación terrible que invadía mi pecho en presencia de esos seres? ¿Cómo explicarle que mi naturaleza podía apercibirlos, no con los ojos, si no con el alma?

- No me extraña que se les mencione frecuentemente desde que parecen haber elegido esta ciudad por sobre otros territorios para establecerse, aunque tambien se dice que se han extendido por toda la tierra conocida. Creo que aborrecen la luz solar pues solo he podido percibirlos por las noches.
¿Ve a ese hombre de allá, aquel personaje elegante que camina hacia el Circo? Es un Incubo... Así les llama mi gente a los que tienen apariencia de hombres. Se cree que son demonios, aunque algunos hasta sean capaces de sentir compasión.

por **Amber Le Vaillant** Lun Sep 13, 2010 6:10 pm

Saboree cada una de sus palabras para poder comprenderlas del todo, esto no era un tema del que yo supiese por experiencia propia. Mire en dirección hacia aquel hombre, el que Epoch señalaba, y le mire con atención, esa era una buena cualidad mía, observación, aquel ser se movía grácilmente, mas que cualquiera a su alrededor, y su elegante porte podía ser visto a kilómetros de distancia, sin embargo, ahí era algo fácil reconocer a alguien elegante, no era discriminacion, porque yo de vez en cuando también formaba parte de ese maravilloso mundo de libertad, pero la mayoría de la gente se vestía humildemente y su porte era desgarbado, nunca había puesto atención ya que de vez en cuando personas de clase alta se paseaban por estos lugares, tal vez por eso no me había percatado de la presencia de dichos seres y menos aún en las reuniones reales, donde cada caballero lucía elegantemente.

Volví a examinar a aquel hombre el tiempo necesario para admirar mejor sus facciones, su piel era blanquecina y de vez en cuando se quedaba mirando a alguien sin moverse un solo centímetro, viendolo bien, había instantes en los que podría haber afirmado que no respiraba....

.-Santo Dios, ¿Como es posible que estos seres estén tan cerca? si es que en realidad beben sangre humana para sobrevivir.... ¿Cómo pueden andar por ahí entre decenas de humanos?-. dije con un tono de fascinación, yo podría ser considerada como un ser anormal, algo en mí me decía que debía sentir miedo, en el momento en que alguien te dice "se alimentan de sangre humana" y tú eres una humana debes darte por aludida y por instinto alejarte de ese algo que te puede destruir, sin embargo ahí estaba yo, examinando a ese ser de entre todos los que en el circo se encontraban ¿Por qué? no lo sabía...........

Off: Creo que ya estamos posteando más cosas del circo XD así que si quieres podrías responder un último post o empezar el del circo y terminar el thread aquí

por **Epoch** Mar Sep 14, 2010 7:14 pm

Off: Asi sea! ^^
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Los Incubus son machos, las Succubus son criaturas femeninas. Ambos son fruto de una imaginación intensa y lujuriosa en hombres y mujeres, que cometen el acto antinatural de Onán. Cuando el semen no logra penetrar en la mujer a la que esta destinada por mandato divino, no produce nada bueno. El semen nacido de la imaginación puede ser transformado por los espiritus que vagan en la noche, y llevado a un lugar donde lo pueden criar. Así hay espiritus que pueden realizar, gracias a tal engaño, un actus y como consecuencia peuden venir a existir muchos monstruos curiosos de las formas mas horribles. Aunque no algunos pueden ocultar su verdadera faz tras su apariencia humana para mejor saborear a sus víctimas.

Vi el sembante de mi compañera perturbado por mis palabras. Tal vez hablaba de cosas demasiado mórbidas para el ángel que me acompañaba, después de todo solo eran cuentos de gitanos. Mis experiencias con vampiros poco tenían que ver con esas leyendas...

- Bueno, al menos eso cuenta la gente de los bosques, alla en la Germania.

Lo último lo dije al tiempo que daba un salto para apearme del carro y disponia una escalera para que Lady Elizabeth bajáse también. Me preocupaba un poco que una de esas criaturas iniciara una pelea, aunque hasta ahora se a pesar de que poder percibirme tan bien como yo podía detectarles a ellos, se habían mantenido lejos de mi camino.

Los viejos pensaban por esto que los íncubo y las succubi que se desarrollan de estas semillas corrompidas son malignos e inútiles. Aunque los vampiros que me he encontrado en mi camino han resultado relativamente inofensivos.

Fui a amarrar a los caballos y acto seguido <click para continuar> transpasamos el umbral entrando al Circo Gitano

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