Suicidio o solución (RESERVADO)

por **Aishell Demberg** Miér Sep 01, 2010 9:56 am

Recuerdo del primer mensaje :

Empujé la puerta de la biblioteca con la máxima discrección que pude, pero eso no bastó para pasar desapercibida. Varios hombres que seguramente destacaban por dinero me miraron de arriba abajo. Algunos incluso esbozaron una sonrisa traviesa. Puse los ojos en blanco, pero no dije nada ni hice ningún gesto estúpido. Ya me había arriesgado bastante a salir de día como para montar un escándalo. Terminarían enterándose de que soy bruja como me pusiera nerviosa y todas las estanterías cayeran con estrépito al suelo.

Suspiré y me perdí entre los libros. Buscaba información sobre una hierba. Necesitaba ver algún dibujo de ella, puesto que llevaba mucho tiempo buscándola a tientas. Había tantas plantas con la que confundirme que me daba miedo probar mis propias pociones. Quizás con la que buscaba, un potencial veneno, pudiera o bien morir, o bien mezclarla correctamente con otras plantas para debilitar mis poderes y dejar de ser una asesina. Sujeté el bajo incómodo mi vestido y miré recelosa a mi alrededor. Si me veían informándome sobre aquello, pensarían que quiero asesinar a alguien.

por **Aishell Demberg** Miér Sep 08, 2010 6:18 am

La risilla del vampiro comenzaba a irritarme de veras. ¿Pero por qué narices veía la gracia a todas las amenazas que le dirigía? ¿Había alguna forma de molestarle? Si la descubría sería todo un deleite para mi, pero en algo se había confundido ese vampiro. En aquel instante, no deseaba verle muerto. En efecto, no tardé en gruñir ante la información que me otorgaba, y vi cómo su sonrisa se ensanchaba por ello. Seguí caminando a su lado sin mirarle.

-Creedme, ahora estáis en un momento cumbre en nuestra relación. Deseo fervientemente que esté vivo para comprobar si realmente puede ayudarme o no. Para mi esto es una maldición, y hasta que no confirme que no hay manera de que vos me sirvais de ayuda, no comenzaré a afilar las estacas para intentar mataros- dije entornando los ojos, pero una leve sonrisa asomó en mi cara ante ese pensamiento, la primera desde que Threishan se había cruzado en mi camino-. De todas formas tengo el presentimiento de que no me libraré de vos tan fácilmente después de todo.

Había llegado a un punto en el que me había relajado completamente, y sin quererlo, casi había llegado a la linde del bosque.

-No se entonces qué pretendeis hacer ahora. Mis poderes aparecen cuando quieren...- "cuando estoy nerviosa" apunté en mi cabeza-. ¿Cual es vuestro plan pues? ¿Que nos perdamos en el bosque de noche? Os recuerdo que mi visión en la oscuridad es limitada...

por Invitado Miér Sep 08, 2010 2:54 pm

De todas formas tengo el presentimiento de que no me libraré de vos tan fácilmente después de todo.- Reí de nuevo, sus palabras estaban dotadas de gran sarcasmo y un halo de malicia encantadora, pues en cierto modo tenía razón, aceptase o no aquel trato conmigo, dudo fervientemente que pudiera librarse de mi, pues soy de esas personas que encuentran el modo perfecto para hacerse con lo que desean y en este caso deseaba formar parte de esos poderes suyos tan... encantadoramente siniestros.

-Tenéis razón en eso, mon cherí, dudo que pueda deshacer el lazo con el diablo en estos momentos.- sonreí de lado, con una mueca casi maliciosa sin observar a la mujer que caminaba a mi lado. Nuestros pasos nos acercaban al bosque, su magnificencia y oscuridad se alzaban ante nosotros, pidiendo ser penetrado por nuestra presencia y acompañarlo en su soledad.

-No se entonces qué pretendeis hacer ahora. Mis poderes aparecen cuando quieren...- "cuando estoy nerviosa", me delataron sus pensamientos, la miré de reojo, guardando la sonrisa para mi, pues si aquello era cierto, lo mejor que podía hacer era dejar que pasara la noche y no darle a conocer que sus pensamientos no son ningún secreto para mi... por ahora -. ¿Cual es vuestro plan pues? ¿Que nos perdamos en el bosque de noche? Os recuerdo que mi visión en la oscuridad es limitada...- continuó, y yo me paré en seco, golpeando el suelo con mi bastón y obligándola a parar frente mía y me mirase a los ojos, como yo lo hacía.

-Yo seré vuestros ojos en la oscuridad, seré la mente desquiciada y el malvado villano, pero hoy es mejor que descanséis, que os preparéis como mejor os parezca. Yo sabré encontrarla y cuando llame a vuestra puerta no podrá negarse...- acerqué de nuevo mi rostro al suyo, con el semblante serio, sombrío y taciturno, arqueé los labios en una mueca, pasando la lengua sobre mis dientes y culminando en la punta de mis colmillos, mostrándolos con descaro ante ella. -...y sé que no se negará, ¿verdad?- ladeé levemente la cabeza, conforme formulaba esa tonta pregunta, pues conocía perfectamente la respuesta y sabía que el truco del diablo empezaba a dejar de tener efecto en ella, aún así noté como tragaba saliva y sus ojos no se apartaban de mis labios. Sonreí maliciosamente de nuevo y con la mano libre aparté un mechón de su cabello, dejando de nuevo su cuello desnudo, posé la yema de mis dedos en él, palpando delicadamente su suave y tibia piel.

por **Aishell Demberg** Miér Sep 08, 2010 5:45 pm

Escuché sus primeras palabras con cierto alivio. "En estos momentos, no tiene por qué significar para siempre." me dije para animarme, pero supuse que Threishan estaba sonriendo en aquel momento de forma maliciosa, como quien sabe que tiene el poder o por lo menos, un as en la manga. Oi el crack de algo chocar contra el suelo, y cuando me di la vuelta allí estaba el chico, parado en medio de la nada con aires de superioridad. Por favor, el vampiro era todo un teatrero... pero lo cierto es que algo en su aire me ponía los pelos de punta. Quizás su condición hacía que los humanos (y no tan humanos) sintiésemos cierto temor para darnos una oportunidad a retroceder y apartarnos del camino de los chupasangres.

Avancé unos pasos titubeante y me paré frente a él aun con los brazos cruzados. Empezaba a comprender lo que el vampiro quería que hiciese en cada momento, así que le miré a los ojos espectante. Sinceramente, su forma de hablar y su seriedad repentina no hicieron ningún efecto en mi, pero el hecho de tenerlo cada vez más cerca y de ver cómo era realmente Threishan me hicieron tragar saliva disimuladamente. Como siempre, no quise mostrar mis sentimientos, pero un leve temblor en los hombros me delataba. Estaba enfrente del depredador mejor preparado para su propósito, y cuando Threishan depositó sus fríos dedos en mi cuello sentí impotencia por no saber lo que él haría conmigo. Tenía miedo del dolor... del no controlar mi destino. ¿Y si me mataba o me convertía? Dioses... toda la eternidad condenada a mis poderes. Es pensamiento me hizo girar la cabeza y cerrar los ojos mientras me apartaba de él y le daba la espalda. Me sentía por primera vez en mucho tiempo asustada, aunque por fuera allí seguía la Elideth insensible.

- Haré lo que querais Threishan -dije con voz casi inaudible en contra de mi voluntad.

El miedo me estaba venciendo, y tenía pánico de verme de pronto de rodillas ante él, que me estaba utilizando sabedor de qué era lo que yo más deseaba. Miré el bosque y me permití el dejar que mi rostro se transformase en una mueca triste. "¿Qué será de ti Elideth?" decía una voz en mi cabeza. Lo peor de todo, era algo que nunca confesaría. Que detrás de todo el miedo, una chispa de excitación había asaltado mi alma cuando Threishan me había amenazado por segunda vez sin palabras. ¿Me estaba volviendo paranoica, o realmente me había atraido por un segundo la idea de ser mordida?

- Ignoro cómo va a encontrarme, pero no dudo de sus capacidades para ello... asique... solo tendrá que llamar a la puerta - dije lastimeramente, y sentí que mis murallas se resquebrajaban por lo que necesitaba urgentemente salir de allí. Sin más, comencé a introducirme en el bosque.

por Invitado Sáb Sep 11, 2010 10:59 am

-Es verdad... hay algo que ignoras rotundamente- dije siguiendo sus paso hacia la profundidad del bosque. -Pero no es el momento de desvelarlo, querida Elideth...- el tono sombrío de mis palabras calaron hasta ella, que sentí perfectamente como se le erizaban los bellos de la nuca.

Con la rapidez predominante de los vampiros, me puse detrás de ella y apoyé una de mis manos sobre sus hombros, presionándolos ligeramente y pegando su cuerpo al mío, para que el susurro de mis palabras sean más perceptibles para ella.

-Solo deseo que aprendamos el uno del otro, mutuamente, como amantes nocturnos y no como enemigos aférrimos... pero no olvide, cherí, que aquí el que posee la inmortalidad soy yo y el diablo sabe más por viejo que por diablo- concluí soltándola lentamente y pasando mis fríos dedos por su espalda resguardada en las telas de su vestido, pero aún así esa frialdad tan característica en mi especie, podía calar las vestimentas e inundar la tibia piel de cualquier ser humano.

Caminé por delante de ella, observando el lugar, en busca de algún claro donde la luna deje ver minimamente el oscuro paisaje del bosque. Giré el rostro varias veces para observar de soslayo a aquella mujer, y una media sonrisa se me dibujaba en el rostro, pretendiendo captar sus pensamientos. ¡Ah! cuanto amaba sentir el miedo de las personas y que estas la camuflen con una valentía casi admirable, aun que la mayoría de las veces siempre acababan siendo presas mías, sin ningún tipo de complicidad entre depredador y depredado; pero aquella mujer poseía un poder exquisito, poder que yo deseaba aprender, pues de no ser así, hacía varias horas que su corazón hubiese dejado de latir a causa de mi propia sed.

por **Aishell Demberg** Sáb Sep 11, 2010 11:46 am

Oir la voz siseante de Threishan tan cerca, y más tarde sus dedos helados en mi espalda fue la gota que colmó el vaso de mi control. Me sentía completamente desprotegida, sin saber en ningún momento qué haría conmigo ese vampiro al que me había vendido por su ayuda y que jugaba tan bien sus cartas, y sin tener la menor idea de cuales eran exáctamente sus dones como vampiro. Todo ello me enfurecía, me cabreaba hasta más no poder y me ponía tensa, en guardia mientras guardaba los miedos para otro momento. Si empezaba a darle vueltas a que los vampiros existían y encima a que uno de ellos me tenía en sus manos me derrumbaría.

Lo peor de todo fue sentir ese chispazo en los dedos, ese susurro de la magia volver a mi como si la hubiera llamado. Aun autoconvencíendome de que debía mantenerme en calma, supe que si mis poderes volvían a ocupar mi cuerpo me entraría el pánico y volvería a entrar en un círculo sin salida.

En ese momento, tomé una decisión. Quería comprobar por mi misma cuántas posibilidadades tenía de huir de la situación, o más bien de él. Fijé la mirada en los ojos del vampiro, que andaba delante de mi y de vez en cuando se giraba. En cuanto se dio la vuelta, eché a correr hacia el interior del bosque todo lo rápido que pude. La respuesta a mi duda no tardó ni 5 segundos en llegar, porque eso es lo que tardó Threishan en alcanzarme. No tenía escapatoria, ni una sola posibilidad de librarme de él si Threishan no lo deseaba. Bufé intentando no ser pesimista. En aquel momento, no deseaba huir de él... pero si las cosas salían mal quizás hubiera alguna manera posible...

-¿Por qué actuais así conmmigo? - pregunté de sopetón antes de que él dijera una sola palabra. No hacía falta que le dijera por qué había echado a correr. Estaba claro qué era lo que había pretendido con eso-. Se supone que quereis ayudarme... y me hablais al oido como si fuera vuestra presa, como si disfrutarais poniendome de los nervios antes de... lo que sea que pretendais.

Rocé la piel de su brazo, y un chispazo surgió del contacto, como minutos antes en el callejón. Le miré a los ojos.

-Hasta ahora no me habeis dicho cómo pensais ayudarme... y he confiado en vos como una tonta. Quiero la verdad, porque con poco que hagais mis poderes surgirán y no es un maldito juego. Quiero que me diga a qué lugar se dirige o que demonios está buscando en el bosque... -comenté bajando la voz pero mirándole con el semblante serio.

por Invitado Sáb Sep 11, 2010 12:20 pm

Su intento de huida fue una broma para mi, pues cuando salió corriendo la alcancé en un abrir y cerrar de ojos, poniéndome frente suya y mirándola con el semblante serio.

-¿Por qué actuais así conmmigo?. Se supone que quereis ayudarme... y me hablais al oido como si fuera vuestra presa, como si disfrutarais poniendome de los nervios antes de... lo que sea que pretendais.- preguntó antes de que yo pudiera decir algo. En mi rostro se dibujó una media sonrisa mientras Elideth seguía carraspeando las palabras en busca de una respuesta digna a sus preguntas.

-Hasta ahora no me habeis dicho cómo pensais ayudarme... y he confiado en vos como una tonta. Quiero la verdad, porque con poco que hagais mis poderes surgirán y no es un maldito juego. Quiero que me diga a qué lugar se dirige o que demonios está buscando en el bosque... - su mirada fría penetró en mis ojos, dejándome ligeramente sorprendido de que no se haya dado cuenta de la reacción que mi jugada creaba en ella y era esa la mismísima respuesta a sus preguntas; pero no di señal de haber sorprendido, simplemente dejé que el pequeño chispazo recorriera mi cuerpo por unos segundos y luego la tomé de los hombros para que nuestras miradas se reflejaran aún mejor que antes.

-Admito sorprenderme de que una mujer con vuestra inteligencia no se haya dado cuentas antes... Mis acciones provocan vuestro estado y con ello logro sacar lentamente vuestro descontrolado poder....- subí mis manos y tomé su cabeza, presionándola suavemente y acercando más mi mirada a la suya. "Sienteme, penetra a mi mente y dime qué sientes. Escucha mi muda voz, lee mis pensamientos como si fueran un libro abierto... abierto solo para ti" , pensé mientras los ojos de la mujer se abrían enormemente y su boca formaba una perfecta "O", pues sabía perfectamente que mis pensamientos podían ser escuchados por ella, a causa de ese poder escondido y descubrir aquello era realmente innovador para ella.

"Sí, Elideth, tu mente no es ningún secreto para mi, poseo tus pensamientos como también puedo llegar a poseer tu poder y deseo que aprendas a cerrar tu mente, a no darlo todo a conocer con una simple mirada, pues te conozco más de lo que crees, más de lo que una madre conoce a un hijo... yo conozco lo que eres". Pegué mi frente a la suya, sin dejar de mirarla a la cara, pues empezaba a temblar como una hoja azotada por el viento, a causa del miedo.

-Si querida, soy un monstruo con muchos poderes, poderes que en su mayoría tú podrías controlar si te lo propones- dije en un susurro, levantando la mirada y rodeándola con mis brazos, apoyando su cabeza en mi pecho y sintiendo su ligero temblor. Miré hacia arriba y suspiré profundamente antes de empezar a reírme en silencio, notando la pesada respiración de Elideth y el rápido latido de su corazón.

por **Aishell Demberg** Sáb Sep 11, 2010 1:15 pm

"Mis acciones provocan vuestro estado y con ello logro sacar lentamente vuestro descontrolado poder..." repetí en mi mente, y en ese instante me sentí estúpida por no haber supuesto algo tan evidente. La voz de Threishan llegó a mi mente como si realmente estuviera hablándome, pero sus labios no se movían, y yo solo pude abrir la boca como para decir algo, pero él siguió hablando en mi mente.

La revelación de que uno de sus dones era aquel, de que mi mente estaba al descubierto para él y todo lo demás me dejaron sumida en un silencio horrible. Era incapaz de hablar, y los ojos de Threishan, tan cerca de los mios hicieron que el pánico me embargara, porque aunque era un rostro casi angelical, enrealidad él era un depredador. Hasta ese momento no había sido consciente de lo que había hecho. Me había expuesto a alguien como ninguna otra vez en mi vida. Ese vampiro que rozaba mis mejillas con su frío aliento lo sabía todo de mi, mis miedos, mis puntos débiles, mis deseos. Si había creido que tenía algún control sobre la situación, este sentimiento se había desfragmentado en segundos.

Cerré los ojos sintiéndome desfallecer, y ni siquiera fui consciente de que temblaba como una cria hasta que Threishan me abrazó, y le dejé hacer, pese a los años que llevaba sin dejar que se acercaran a mi. Lo peor fue que aquello me consoló, y era realmente irónico. No hice ningún ruido, solo escuché su voz suave y noté su pecho agitarse, mientras mi respiración era pesada y no podía ni mantenerme en pie.

-Theishan...- logré musitar. Pese a sentirme así, hice un esfuerzo sobrehumano para apartarme con la mirada perdida, y apoyar la espalda en un árbol. Mis poderes habían aumentado en aquellos minutos, y no sabía qué hacer. El dolor comenzaba a robarme el poco aire que conseguía respirar por el pánico-. Apártate.

¡Zas! lo sentí como una ráfaga. Gemí y me sujeté las costillas, como si fueran a rompérseme de pronto. Sabía que debía sentirme enfadada con Threishan, odiarle con toda mi alma por no haber dicho que leia mis pensamientos... pero el miedo cubrió todos esos sentimientos y me hizo sentir solo terror por herirle. Mi prioridad era no volver a matar a nadie... y menos a quien parecía que por fin, podría hacer algo por mi.

por Invitado Dom Sep 12, 2010 11:21 am

Sentí como unos calambres subían y bajaban por todo mi cuerpo, pues Elideth descontrolaba esos poderes suyos, tanto así que podía llegar incluso a matarse a sí misma. Un gemido de dolor salió de sus labios y se llevó las manos alrededor de las costillas, pues las punzantes descargas llenaban su cuerpo, como intentaban llenar el mío.

Por impulso me acerqué a ella e hice que se irguiera, cuando la tuve frente a frente, pasé una mano por su cintura y la otra la posé en su sien y acompasando mi respiración con la suya intenté que se calmara. La miré directamente a los ojos, sin ningún sentimiento en mi mirada; pues si provocaba ahora mismo que sus poderes se desbocaran, ambos saldríamos mal parados.

-¡Escúchame!...- exclamé en un susurro, esperando a que calmara su respiración. -Cierra los ojos y no pienses en anda, inténtalo- volví a añadir, cogiendo esta vez su cabeza con ambas manos y sujetándola como si esta fuera a caer o se desencajara fácilmente de su cuello.

-Debes aprender a cerrar la mente, a callar los pensamientos y utilizarlos cuando más te convenga. Respira profundamente y escúchame con detenimiento- indiqué mientras mis palabras se hacían más y más silenciosas, pues lo único que pretendía era que sus nervios no la hicieran desbocar sus poderes y con ello su cerebro dejase de funcionar.

"El silencio es la mejor solución... aprende a callar y aprenderás a controlarlo, deja fluir la calma. La paciencia y la conciencia son la mejor solución... no lo olvides". Mis pensamientos se hacían presente en su cabeza y su respiración agitada empezaba a calmarse, ella estaba apunto de desplomarse allí mismo, pero si eso ocurría, lo único que podíamos esperar de ello era que no volviese a despertar, y eso era algo que no nos convenía, ni a ella ni a mi...

por **Aishell Demberg** Dom Sep 12, 2010 12:49 pm

Cuando Threishan se acercó, yo ya estaba hiperventilando y con la mente totalmente nublada. Sabía por experiencia que tenía que concentrarme en no dejar salir mis poderes de mi interior para que no se desperdigaran barriendo todo a mi alrededor, pero era complicado. "No me toques Threishan" le advertí, pero hizo caso omiso y eso me hizo tener que refugiar más mis poderes, puesto que sabía que el vampiro sentiría el mismo dolor que yo si seguía en contacto con mi piel.

Me perdí en sus ojos aun con ese pequeño impulso de hacerme la valiente, la dura, pero Threishan ya no estaba jugando conmigo. Estaba intentando evitar lo que sabía que sucedería si seguía provocándome. Su voz se abrió paso en mi mente, creando caminos de luz dentro de ese torbellino negro que me asolaba. Clavé las uñas en el tronco del árbol a mi espalda, para darme un poco de apoyo ya que mis piernas no podían casi sostenerme, y cuando cerré los ojos intentando respirar más despacio, relajarme, una lágrima traicionera rodó por mi mejilla, y no supe si era por la angustia, o por la furia de ser un monstruo. Eso es lo que sentía. Un odio irracional hacia el mundo por haber rifado ese don y que me hubiera tocado a mi.

"Cierra los pensamientos, cierra la mente..." la voz de Threishan se apagaba en mis oidos, y le busqué. Le busqué porque tenía que aferrarme a algo, y él era ahora la única esperanza de que mi vida cambiase. Dejé de darle vueltas a mis pensamientos. Sentí cómo la energía que nos atravesaba a ambos disminuia, y me alegré interiormente de que Threishan ya no sentía dolor como yo. Su voz inundó todos mis pensamientos, dejando mi mente en blanco. "No pasará nada, Threishan está aquí, y puede ayudarme" me dije a mi misma.

Cuando me atreví a abrir los ojos lentamente, y volví a clavarlos en los del vampiro sólo su nombre retumbaba en mi mente. Me quedé ahí mirándole, sin expresión definida. Solo observándole. Y él hacía lo mismo. Solo sentía un leve cosquilleo en los dedos, como cuando mis poderes comenzaban a inundarme, y eso casi me hizo llorar de alivio. Sabía que ese era un pequeño paso para salvarme.

Un zumbido molesto seguía en mis oidos, y aun temblaba levemente... pero pude respirar tranquila. No me atreví a pestañear si quiera. "Podía haberte matado" fue lo primero que se me ocurrió pensar, y me sorprendí a mi misma dirigiéndome a Threishan. "Cuando me tocas y estoy tratando de contener mis poderes, sientes lo mismo que yo siento... si hubieran llegado a descontrolarse..." mis pensamientos eran serios, pero en mi mirada un destello de agradecimiento podía leerse.

por Invitado Lun Sep 13, 2010 7:49 am

La solté lentamente y negué con la cabeza, aún con el semblante serio, recopilando todo lo que sus pensamientos me desvelaban, ella tenía miedo, miedo de morir y de matarme y eso era algo nuevo para mi, las personas con las que me he topado a lo largo de mi vida siempre habían buscado mi muerte, en cambio ella me veía como su única salvación y acabar con mi vida significaba de alguna manera también acabar con la suya.

-Siento lo que tú sientes y aún así hubieras necesitado el doble de descontrol para acabar conmigo y... contigo y eso no dejaré que suceda...- susurré con seriedad, mientras apoyaba una mano en el grueso tronco del árbol, apoyándome en él y respirando profundamente.

-Será mejor volver, es muy tarde y ya te has descontrolado lo suficiente por esta noche.- Puntualicé, bajando la cabeza y escondiendo mi mirada de aquella mujer, escondiendo mi ligera sorpresa y lo que había provocado en mi ese atisbo de su poder, pues la magnitud que poseía era desconocida incluso para ella; empezaba a preguntarme si el hecho de "ayudarla" me convenía o no... Pero de momento preferiría creer que sí, que puedo hacer que ella controle su energía y logre cerrar su mente y de esa forma yo podré beneficiarme también, aprendiendo a controlar esos exuberantes poderes mentales que anhelaba desde que conocí mi naturaleza.

Es bien sabido que un vampiro se hace más poderoso conforme van pasando los siglos y éste cultiva el saber de su naturaleza, yo aún era demasiado joven para ciertos poderes que, por mucho que me esforzara en soledad, aún eran inmaduros; pero Elideth poseía ese tipo de poder de forma natural y si lo poseía ella eso significaba que yo también puedo aprender ya sea indirectamente o a través de su sangre y lo segundo solo ocurriría si algo en mis planes fallaba y nos llevara a ambos a la perdición.
Y os preguntaréis ¿para qué quiero yo semejantes poderes?, por una simple razón... demostrar a Vithori cuan poderoso puedo llegar a ser sin su más mínima ayuda, demostrarle que su abandono cultivó el odio en mi y éste floreció haciéndome más y más fuerte... incluso más fuerte que él.

Levanté la cabeza y la miré a los ojos, esperando que tal vez se negara a abandonar aquel lugar por un momento más... esos pensamientos en mi cabeza hicieron que abriera un poco más los ojos... Deseaba estar en su compañía un instante más, solo para sentir el miedo en ella, ese miedo que tanto adoraba yo y que con tanto placer me divertía. Empezaba a ser un demonio de verdad, divirtiéndome con la vida de los demás y no lo puedo negar, aquella mujer empezaba a ser "especial" para mi, de una forma u otra, empezaba a ser como mi juguete favorito, sin pretenderlo ni aceptarlo.

por **Aishell Demberg** Lun Sep 13, 2010 9:51 am

Suspiré sin sentir fuerzas para hacer un comentario irónico al respecto. Tras lo sucedido, lo cierto es que no tenía ganas de nada... y eso que había estado en situaciones peores. Threishan me había sacado de esta... pero ¿qué pasaría cuando realmente estuviera a punto de perder el control? ¿A caso sus palabras serían suficientemente poderosas como para calmarme?

-No debeis fiaros de mis poderes... ni siquiera yo los conozco bien, pero he visto suficiente como para saber que son letales, y que no hacen distinciones entre vampiros o humanos- susurré, y aparté la vista-. ¿Creeis que podreis servirme de algo cuando... la situación sea peor?

Imagenes de niños muriendo en mis brazos pasaron por mi mente, de familias enteras arrasadas por Alainn... aquel al que había considerado casi mi hermano durante tantos años y que amaba causar el dolor del que yo huia. Recordé cómo cuando el miedo me abrazaba con sus negras alas, y punzadas me atravesaban sin dejarme respirar el suelo vibraba bajo mis pies... pero no me dejé llevar por aquellos momentos del pasado. Todo podía solucionarse, ¿no es cierto? Y si Threishan no podía ayudarme más adelante, todavía me quedaba una esperanza... en la naturaleza.

Alcé la vista. Threishan me miraba con ojos muy abiertos, y esperaba que no fuera porque había leido mi mente. Me hice la loca y suspiré separándome con cuidado del árbol sin dejar de mirarle. Fruncí el ceño levemente.

-Me pone nerviosa que me mireis de esa manera. ¿Hay algo que pueda hacer para ahorrarme vuestros escrutinios constantes?- dije desviando la mirada. Mi frase debía de sonar seca, pero no conseguía darle el tono apropiado a mi voz y lo dije con demasiada tranquilidad-. No hace falta que vengais conmigo hasta la puerta de mi casa. Estoy segura de que a estas alturas sabeis donde vivo.

Di un paso inseguro al frente, sintiendo una leve presión en las entrañas... pero conseguí mantener el equilibrio. Estupendo. Aquello era realmente patético. Suspiré y seguí andando despacio hacia cualquier lugar que dejara aire de por medio entre el vampiro y yo.

por Invitado Mar Sep 14, 2010 4:59 pm

-No tenía pensado acompañarte hasta la puerta de tu casa, pero no olvides que cuando menos lo esperes estaré detrás tuya...- Sentencié con la seriedad en mi rostro y la mirada clavada en su nuca.

Me acerqué un par de pasos a ella, mientras seguía adentrándose en la oscuridad del bosque, posé una mano en su hombro, obligándola a detener sus pasos, bajé el rostro hasta pegar mi barbilla en su hombro y sonreí de costado, mirándola de soslayo.

-No puedo mirarla de otra forma, pues usted es como un arte que no llego a comprender del todo...- admití mientras susurraba esas palabras muy cerca de su oído. - Camine con cuidado que yo no seré siempre su.. ¿salvador?- reí sonoramente, apartándome de ella mientras recorría un dedo por su espalda y me detuve en su columna, aparté el dedo con cuidado y me giré con brusquedad, cogiendo mi bastón del suelo, arrastrándolo levemente, haciendo sonar las hojas en el suelo.

Me fui alejándome del bosque con gran velocidad, dirigiéndome al hotel donde moraba allí, deseaba descansar, estaba cansado y la cabeza me palpitaba fuertemente, pues aun que lo intente negar, los poderes de aquella mujer carraspeaban por mi cuerpo con pequeñas descargas que los sentía mayormente en la cabeza, como una fuerte palpitación. Pero nada era un impedimento para conseguir lo que deseaba de ella... nada me iba a parar.

TEMA CERRADO

por Contenido patrocinado

Suicidio o solución (RESERVADO)

Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)

Re: Suicidio o solución (RESERVADO)