Gustos Ingleses [Libre]

por **Andrè Leroy** Lun Sep 06, 2010 11:13 pm

Era culpa de su inglesa madre, sin lugar a ningún tipo de dudas. Era solo y exclusivamente culpa suya.

Desde que era pequeño jamás le había permitido tomar ni una gota del amargo brebaje y aún hasta el día de hoy el solo olor le mareaba ligeramente. Nada de café para él.

Sin embargo su masoquismo hacía muestra de presencia porque al menos una vez a la semana se veía pasar por allí al joven Leroy. Normalmente se sentaba solo en una mesa cerca de una ventana, con un libro en la mano, el sombrero en la otra y esa mirada de disculpa mientras decía - Lo siento, solo tomaré una taza de té - como si fuese pecado beber algo más que café en aquel lugar.

Siempre acompañaba por un pequeño pastel, siempre distinto, aleatorio. Si era dulce, siempre lo disfrutaba.

Normalmente se quedaba una hora allí, bebiendo a pequeños sorbos con la taza en la mano derecha o el tenedor si estaba comiendo, mientras que con la izquierda pasaba las hojas del libro de turno. Siempre un libro distinto, siempre con esa mirada brillante de aquel que disfruta de una buena lectura.

Aquel día no fue distinto, el joven entró, sonrió e iba a pedir su té habitual con el pastel, pero quizás algo le llamó la atención, puesto se quedó callado unos momentos.

- No... - negó llamando la atención del vendedor - Déme un café, por favor... - sonriendo de manera cálida, para luego caminar hacia una mesa vacía, dejando su libro a un lado y observando por la ventana.

Si era momento de tomar las riendas de su destino por si mismo, iba a tener que aprender a probar todo para tomar las mejores elecciones. Al menos eso pensaba.

por **Viola de Lesseps** Mar Sep 07, 2010 11:21 am

Acostumbraba a visitar el café muy a menudo servían a mi parecer el mejor Te de canela de Paris, si era extraño a pesar de los años aun me traía buenos recuerdos aquel brebaje tan suave en sabor, tan dulce en gusto y tan mágico a mi parecer.

No era ni tarde ni muy temprano y no tenía mucho que hacer al menos por el momento, así que me dirigí a paso seguro hacia el café, con ánimos increíbles de degustar lo mismo que siempre, llegue al lugar y me llamo la atención aquel jovencito que a menudo lo veía visitar ese lugar siempre tan rodeado de gente grande.

Me senté cerca de él, más bien en la mesa que daba enfrente e aquel jovencito. Llego la camarera y como de costumbre sonrió ampliamente – ¿Lo mismo de siempre? – me pregunto dulcemente, asentí con mi cabeza- Si, a demás quiero un trozo de pie de Limón – quería probar aquella combinación acida dulce. ¿Limón con canela que tal sabrían? Estaba a punto de averiguarlo, al cabo de unos minutos llamo mi atención el fuerte aroma a cafe, y mas que se lo llevaban a quel chico que se encontraba frente mio, si mas no recordaba siempre pedía te; me causo curiosidad y me levante sigilosamente y me dirigí a él – Café visto para mayores, no para jovencitos… ¿a caso andas experimentando?- me atreví a preguntar, no era de quedarme callada y menos con dudas rondando mi cabeza, en realidad no esperaba respuesta, así que lentamente me senté donde lo había hecho anteriormente.

por **Andrè Leroy** Mar Sep 07, 2010 12:13 pm

Realmente Andrè aún no estaba muy seguro de si había tomado la decisión correcta. Miraba con inseguridad hacia los vendedores pensando hasta que punto podría arrepentirse, cuando sería el momento de no poder dar el paso atrás.

Quizás estaba exagerando, pero para él era el primer paso hacia su 'propio camino'. Al menos probar el café, y si no le agradaba, pues... el amado té inglés siempre esperaría por él.

Sin embargo estaba ligeramente nervioso y el tamborileo de su dedo índice en la superficie de madera de la mesa lo indicaba. Miró por la ventana viendo como París danzaba de manera hermosa y tranquila y finalmente sonrió, girándose al ver que traían su café.

Se veía más claro que el normal y la mesera le indicó que habían tomado la libertad de echarle un poco de leche. Una sonrisa ligera se posó en los labios del joven con un suave sonrojo - Merci... - agradeció, viendo la taza con atención y cogiendo el tazón de azúcar de remolacha para echarle a su café cuando una voz delicada le interrumpió.

Sus ojos claros se posaron en la joven a la cual había visto en ciertas ocasiones en fiestas y también en ese café, sonrojándose ligeramente ante sus palabras, para luego al verle intentar volver a su mesa tomarle del codo suavemente - Excusez moi, Mademoiselle... siéntese conmigo si gusta - sonriéndole suavemente mientras se levantaba y le abría la silla – Así podremos charlar más a gusto... - tranquilo, aunque con las mejillas ligeramente encendidas.

Se sentó también y le miró, sonriendo algo apenado – Me siento avergonzado al ser descubierto tan pronto como he pedido mi primer café, Mademoiselle, y debo indicar que no soy tan jovencito, ya voy a complir mis 18 otoños, creo que ya es tiempo de probar esta bebida tan gustada aquí en París, aunque haya sido el té inglés el que haya bebido desde la cuna - tomó su mano y se la besó delicadamente - Andrè Leroy, para servirle - mientras veía como le servían a ella también lo que había pedido.

por **Viola de Lesseps** Mar Sep 07, 2010 12:43 pm

Las sorpresas eran parte del diario vivir más aquel gesto del joven me había sorprendido verdaderamente, me di vuelta suavemente y sonreí ante su invitación, ¿a caso no se vería mal que aceptara aquella invitación? Definitivamente no, al menos a mi parecer y si ambos estábamos solo que mas, me acerque a la mesa que anteriormente había ocupado tomando mi bolso y una maleta pequeña, donde llevaba cosas de valor, o mejor dicho algunos perfumes que tenía que terminar.- Seria un agrado hacerle compañía Monsieur – dije suave y educadamente.

Me acomode en aquella silla frente a él, a pesar de que su apariencia era de todo un jovencito, tenía bastante educación y eso era siempre bien visto y de alguna manera encantador. Alcance a notar que a su café le habían puesto leche – Café con leche, simplemente un manjar para el paladar – sonreí mientras traían mi té de canela, ladee mi cabeza agradecida a la joven y casi instintivamente di un suspiro, ese aroma simplemente me encantaba o mejor dicho era algo embriagante.

- 18 años la flor de la juventud – sonreí ampliamente observándole – Bueno en realidad, siempre que he venido a este café lo he visto tomar té ingles, y aunque no dudo de su capacidad de elección, probar cosas nuevas siempre es algo, ¿Cómo decirlo?, siempre es algo que todos deberíamos permitirnos, son nuevas sensaciones, nuevos gustos – levante mis hombros mientras tomaba la fina taza de porcelana con bordes dorados y me la llevaba a mis labios, mas su presentación fue otra sorpresa. Claro cómo iba a estar hablando con alguien que ni siquiera sabía su nombre que torpeza – Mucho gusto Monsieur Leroy, Viola de Lesseps – sonreí mientras observaba que aun no daba ningún sorbo de aquel café– permítame darle un consejo – dije con un poco de curiosidad – Antes de que bebas ese café huele el aroma que desprende del, disfrútalo como si fuera lo más exquisito que existe y a continuación pruébalo, y por supuesto disfrútalo – termine diciendo, en realidad quería ver su expresión al tomar aquello que parecía tan salido de lo común para alguien como él.

por **Andrè Leroy** Mar Sep 07, 2010 1:06 pm

El joven esperó a que la dama cogiese sus cosas para ayudarle a sentarse, escuchándole y sonriendo ligeramente mientras veía su taza.

- Estoy seguro de que si, si el Maître me lo recomendó así, no me cabe ninguna duda - saludó a la distancia al encargado del café que le contestó el saludo, viendo luego como el té de la joven llegaba, perdiéndose la canela en el olor al café, haciendo una combinación deliciosa.

Con una cucharilla metálica revolvió suavemente su café para mezclar el azúcar mientras le miraba de lado y sonreía. Si, pronto cumpliría 18, a veces se preguntaba como es que el tiempo pasaba tan rápido.

Le sorprendió ligeramente el saber que ella le había visto tantas veces, sabiendo que solo bebía té inglés y nada más. Se sintió ligeramente halagado al merecer la atención de tan bella dama, pero también un poco intimidado al sentirse 'vigilado' de cierta manera sin él nunca haberlo notado, ¿quién sabe cuantos le podían estar mirando en este mismo momento y él nunca saberlo? Asustaba un poco.

- Mi madre me enseñó a beber solo y únicamente té inglés. 'El café no es para ti', solía decirme. Pero yo estoy decidido a probar todo aquello que necesite para luego poder tomar mis propias decisiones... - mientras revolvía suavemente su taza sin atreverse aún a probar su contenido.

No era solo beber aquel brebaje, no era algo de si le gustaría o no le gustaría. Era darle la espalda a las enseñanzas de su madre, cortar el lazo de obediencia ciega y comenzar a decidir por si mismo, decisiones reales y de importancia, no una simple discusión de que traje utilizar ese día, o si llevar o no sombrero.

Vio a la joven dirigirse a beber de su delicada taza, cuando se interrumpió a si misma, presentándose. Una suave sonrisa se posó en sus labios y asintió - Un placer, Mademoiselle Lesseps, agradezco que me acompañe esta tarde - caballeroso para luego mirar su taza, tomando su asa con firmeza dispuesto a beber cuando la joven Viola habló, mirándole.

Escuchó con atención y luego miró la taza en silencio un momento para luego sonreír y mirarle - Hay que disfrutar cada momento, ¿no es así? Nunca sabré si está podrá ser la primera y última taza de café que beba - con los ojos brillantes elevó la taza cerrando sus ojos mientras olía suave y profundamente aquel aroma que le llenó los pulmones de calidez.

No era el fuerte y casi doloroso olor a café que sentía cuando el Maître vertía en las tazas, era uno más suave, más delicado, probablemente por la leche vertida en él. Era agradable, esta vez perdió todos sus miedos y bebió un poco, cuidando no quemarse, saboreando cada gota, sintiendo aquel sabor tan distinto, tan único.

Finalmente con un suave sonido de porcelana contra porcelana, Andrè abrió los ojos mirando a la joven y sonrió - Es distinto. Pero sabe delicioso -.

- Madre... - pensó, perdiéndose un momento en sus pensamientos - ... es momento de tomar mis propias decisiones. El café si es para mi-.

por **Viola de Lesseps** Mar Sep 07, 2010 2:54 pm

- Disfrute su café, Monsieur - musite mientras le miraba disfrutar de aquel brebaje tan fantástico, para cualquier paladar, el café en conjunto a la leche hacia que la mezcla fuese sumamente deliciosa aunque no era una de mis preferidas era a veces una tentación para cualquiera que desease algo diferente.

- dudo que sea la primera vez que lo pruebes - lleve mi taza a mi boca y di un sorbo del té que en el reposaba, su textura al entrar a mi boca dejaba impregnada la canela en mi interior, simplemente sabroso pensé al tiempo que sonreía ante mi pensamiento; quizás pensara que estoy loca pero me gustaba degustar lentamente así las cosas.

- y dígame Monsieur,¿ que lo ha llevado a dar este gran paso?, no cualquiera decide cambiar una cosa por otra; yo tuve la gracia que mi padre me dio a probar el café a muy corta edad - levante mis hombros mientras con un tenedor separaba un trozo de pie de limón y me lo llevaba a la boca, el sabor fue diferente cuando estuvo en mi boca, no era lo queme esperaba era aun mas delicioso, esa crema de limón con la canela sabia fantástico.

- Lo mas probable que siendo un jovencito de 18 años quiera conocer el mundo con sus propios ojos - si eso o algo parecido me había ocurrido a mi, pero nunca es tarde para descubrir y experimentar cosas nuevas, este mundo cambia a cada hora y solo hay que disfrutar de ella en la medida que se pudiera, si eso creía. Quizás algún día me desligue de la carga que hay sobre mis hombros por el momento solo tengo que disfrutar de todo lo que tengo. Aquel jovencito claramente era de clase alta, pero eso no decía que lo tenia todo, estaba segura de eso, yo a pesar de tener dependencia, una perfumería, una vida por delante tenia aun un vació en mi interior. que intentaba opacarlo con lo que mas me apasionaba, mi mente dicagaba mientras los sabores se mezclaban, volví a poner mi atención en el.

por **Andrè Leroy** Mar Sep 07, 2010 3:14 pm

Agradeció con una ligera inclinación mientras volvía a beber de su café, saboreándolo de a poco. Su mano derecha cogió el pequeño tenedor y cortó un trozo de pastel de nuez, dejando la taza de porcelana y probándolo, mirándole a ella sonriendo delicadamente. Tragó y le habló - Yo veo que usted también está disfrutando de su té, ¿es olor a canela lo que huelo? - preguntó cerrando los ojos y oliendo el aire.

- Y es posible que tenga razón... tengo el vago recuerdo de mi infancia, pidiéndole a mi padre beber de su taza, y lo siguiente que recuerdo es la punta de mi lengua quemada... - bajó los ojos sonriendo, como avergonzado, mirándole luego -Probablemente ni siquiera alcancé a saborearlo, porque no está entre mis recuerdos... supongo que el dolor fue más fuerte... -

Se perdió en sus pensamientos un momento. Su padre siempre le daba todo lo que quería. 'Mimado' le llamaba su madre, quizás era su excusa para no abrazarle ni mimarle ella. Su padre era el que cumplía esa función.

Observó a la joven y sonrió un poco - Como le decía antes... he decidido probar aquello que desconozco para poder tener el conocimiento suficiente para tomar mis decisiones por mi mismo... ya soy mayor y no puedo seguir ciegamente el camino que han trazado para mi, quizás con buenas intenciones pero... - negó suavemente - Quiero seguir mi propio camino... - susurró mirando su taza.

No esperaba que nadie le entendiese, sabía que a veces sonaba caprichoso e infantil, pero... quería hacer las cosas por si mismo... conocer el mundo por sus propios... ojos...

Observó a la dama muy sorprendido, con los labios ligeramente separados para luego sonreír un poco - Tiene toda la razón... eso es lo que deseo, Mademoiselle Lesseps - se posó una mano en el pecho mirándole - A dicho exactamente las palabras que he estado pensando... - cerró los ojos un poco y soltó una ligera risita, bajando la mirada - Soy demasiado predecible y fácil de leer, mis amigos siempre me lo dicen. Supongo que tienen razón - entre desanimado y resignado.

Odiaba el ser un libro abierto.

por **Viola de Lesseps** Mar Sep 07, 2010 3:42 pm

Reí animada con lo ultimo en realidad con todo lo que había dicho, no en el sentido de burlarse de aquel joven si no que me pareció extraño o diferente aquel comentario - No eres un libro abierto y tampoco predecible, pasa que yo a tu edad quería hacer muchas cosas y tienes que tener en cuenta que todos hemos tenido 18 años - sonreí amplia mente - yo también quería ver el mundo con mis propios ojos y veme aquí degustando un exquisito Te de canela junto a un jovencito, digamos algo emprendedor.

Acomode mis cabellos a un lado de mi hombro en realidad si, todos deseábamos eso querer ver el mundo con nuestros propios ojos - cuando yo tenia 18 años tu tenias mas menos 12 años y mi mundo siempre giro en torno al mismo eje, cuando quise hacer algo por mis propios propósitos... digamos que una serie de acontecimientos llevaron a truncar lo que desee en algún momento, pero mi vida siguió el curso mas conveniente, quizás no el mejor... quizás no el peor... - me puse a pensar que en realidad hablaba mucho y eso podría incomodar a Andrè.

- Si quieres seguir o forjar tu propio camino date el gusto de equivocarte las veces que sea necesario, siempre se puede volver a comenzar - levante mis cejas algo conforme con lo que había dicho, si yo debería escucharme un poco de vez en cuando, sonreí para mi. - Creo que a veces hablo demasiado - dije lamentándome un poco.

Volví a comer de aquel pie de limón, y a dar un sorbo de mi tan sabroso Te, pero no me podía quedar callada, nunca me guardaba nada decía lo que pensaba, pero muy pocas veces pensaba lo que decía.

por **Andrè Leroy** Vie Sep 10, 2010 3:44 am

De alguna forma su cuerpo se relajó ante las palabras ajenas, no sabía si su molestia había sido demasiada obvia o no, pero ella le había tranquilizado completamente.

Una sonrisa cálida se posó en sus labios y se la brindó a la joven - Lamento ser una compañía mediocre, Mademoiselle Lesseps - ligeramente en broma - Quizás no cumpla vuestras antiguas expectativas, pero intentaré dar la talla - cogiendo su café con leche y bebiendo ligeramente, mientras la campana sobre la puerta sonaba, dando la entrada a más clientes.

Le escuchó con atención, pensativo y luego asintió - Tiene toda la razón, Mademoiselle... quizás no todos nuestros sueños sean realizables, puesto que el destino siempre mete sus manos en nuestros asuntos, sin embargo yo tengo la firme creencia de que hay dar todo de nuestra parte para hacer que se cumplan. Jamás quedarse con la sensación de 'Pude haber hecho algo más' - le sonrió suavemente, riendo luego y negando.

- No, por favor, siempre es un placer el charlar con alguien con tanta temple como usted, me siento lleno de energía con tan solo escuchar sus palabras, por favor no se lamente de hablar... - le sonrió ligeramente, viéndole comer y comiendo él también, pensativo.

No sabía si podía preguntar, sin embargo al final no pudo resistirse - Vuestro acento... sois británica, ¿no es así? ¿Qué le trae a París, Miss Lesseps? - le sonrió suavemente - Lamento preguntar de este modo - hizo una ligera inclinación en forma de disculpa - Pero el juro que la curiosidad me mata. Habiéndole conocido tan solo este rato ya me imagino que debe ser algo espectacular - sonriéndole cálidamente.

Ya decía su madre que su curiosidad era demasiada para ser normal. Con una gato le comparaba "Y como un gato morirás, si sigues metiendo tus narices donde no te llaman".

Probablemente fuese así, su madre pocas veces se equivocaba.

por Invitado Mar Sep 14, 2010 11:00 am

Ese dia queria dedicarlo para mi, quizas un poco al trabajo pero mas para mi, iba caminando por la calle y el olor a cafe me hizo regresr al local, nunca habia entrado ahi, si tomaba cafe pero debia de hacerlo en mi casa, porque no que alguien mas me lo prepare.
Entre y me sente en una mesa alejada, tanta gente fina podria enfermarme, de la manera que no me enferman es siempre y cuando me paguen
-¿Que le sirvo?-me dijo un camarero
Por algo no me gustaba ir a ningun lado a comprar, nadie me trata con respeto, el chico estaba muy embobado por mi atuendo y por el mismo no me tratan como al resto de las mujeres
-Cafe sin azucar, por favor-Aun asi coquetee discretamente con el
-¿Solo eso?--El hombre no discimulo sus nervios, era un poco feo, probablmente yo era la primera mujer que tenia ese gesto con él
-Por mientras si
El camarero se fue y decidi cambiar de mesa, todo ese tiempo habia estado viendo a un chico que capto mi atencion, camine hacia su mesa y fui demasiado torpe, al sentarme pise mi vestido y cai a un lado del chico, me torci el tobillo y no pude levantarme en seguida, asi que quede en el suelo madlciendo para mi

por **Viola de Lesseps** Dom Sep 26, 2010 1:36 pm

Sonreí a lo que decía André tenía razón, los sueños o mejor dicho el deseo de hacer mas eso era lo que movía este mundo – Cuando una persona desea realmente algo el universo entero conspira para poder realizar ese sueño – dije recordando aquel día que escuche aquellas palabras – mi padre una vez me dijo aquello y creo que tiene razón, así que solo lucha para que puedas cumplir cuanto desees – dije con una amplia sonrisa - y en cuanto a su compañía Monsieur no diga que es mediocre es un adulto y tiene ideales y yo soy buena escuchando y hablando también – bromee con lo ultimo si, quizás ese era mi defecto hablar mucho.

- Siempre podemos ser buenos amigos – dije haciéndole una… como decirlo una invitación para que fuésemos amigos, no había nada malo en eso y era algo natural, volví a dar un sorbo de mi te mientras seguía escuchando las palabras del joven – a acertado soy de Inglaterra y vine a Paris buscando nuevos horizontes y quizás realizar algún sueño – sonreí – la curiosidad siempre es buena a la medida que uno sea prudente, no por nada dicen que la curiosidad mato al gato – volví a sonreí – pobre gato que murió de curioso – bromee, en realidad era muy agradable hablar con aquel jovencito.

El lugar se llenaba paulatinamente estábamos a la hora de mayor concurrencia en el café, y en realidad un buen café o té a cualquier hora era bien recibido pensé mientras terminaba mi pie de limón cuando una jovencita tropezó con su vestido, si era tan solo una joven de no más de 20 años que caía junto a los pies de André. Me apronte a ayudar. Los buenos modales o mejor dicho ayudar no tan solo eran para un varón si no también para las damas.

por **Andrè Leroy** Jue Oct 21, 2010 12:35 am

Le gustaba la forma de pensar de Viola. Era rápida, divertida y siempre tenía una frase adecuada. El francés no pudo más que sonreírle con amabilidad y asentir un poco - Tiene usted un padre muy sabio, mademoiselle - sonriéndole, para luego sentir sus mejillas colorearse un poco y hacerle una ligera inclinación agradecida - Agradezco su don con el habla. Tiene usted una charla muy amena, la disfruto mucho - completamente sincero.

Ser amigos. Era una invitación muy cortés y realmente le agradaría muchísimo. Le volvió a sonreír y asintió - Me encantaría, Mademoiselle Lesseps. Sería un placer y un honor para mi poder entrar a su círculo de amistad - muy halagado, bebiendo lo que quedaba de su café, mientras le escuchaba.

Inglaterra, para alguien como él que apenas conocía Lyon, era algo muy lejano. Sin embargo, en los mapas de su padre, Inglaterra parecía estar a la vuelta de la esquina, en comparación a lo lejano que estaba América o la India, lugares donde su padre comercializaba antes de fallecer - Inglaterra, ¿qué tal es? He escuchado que es algo frío - le miró algo curioso, para luego sonreír un poco. Si, él no quería morir como aquel gato, pero su curiosidad era innata.

Y fue en ese momento que la realidad rompió la armonía que había surgido entre ambos, presentada en la forma de una hermosa joven con un vestido algo, bueno, que dejaba mucho a la vista, al menos para ser otoño. Iba pasando por su lado y al parecer tropezó, por lo que cayó directamente al lado suyo, sorprendiéndole en un primer momento.

Ni siquiera había alcanzado a reaccionar cuando su acompañante se había puesto de pie y ya ayudaba a la otra joven, haciéndole sentir poco útil y lento - Oh, Mademoiselle, ¿se encuentra usted bien? - ayudando a viola a levantarle, haciendo que se sentase en su silla al ver que no podía caminar. Bajó su mirada a uno de sus pies con el que no tocaba el suelo, al parecer por el dolor y se mordió los labios un poco - Creo que se ha doblado un tobillo... - le miró - ¿Le duele, mademoiselle? - preocupado.

por Invitado Jue Oct 21, 2010 10:57 am

Lo que quizas habria sido mas correcto es que el chico me ayudara primero y no su acompañante, pero lo mas seguro es que ese joven haya estado completamente desprevenido, preguntó si es que estaba bien... esa era una pregunta logica pero con respuesta obvia... por qué el ser humano creo ese tipo de frases, aun y con todo eso una debe de responder

-Creo que solo es un poco de dolor, gracias monsieur-sonrei con ambos y trate de levantarme, no pude hacerlo, regrese a la silla-Creo que en verdad me doble el tobillo-

por **Viola de Lesseps** Jue Nov 11, 2010 5:15 pm

Alce la vista y llame a la mesera para que trajera otra silla para la señorita, no sabia de medicina pero si de doblarse el tobillo así que a la misma señorita le pedí alguna cosa helada para colocárselo en aquel lugar, esperaba que no fuera tan complicado y claro que no le doliera tanto.

El silencio se hizo presente entre los tres, y si que era algo bastante incomodo, ¿Qué podía decir? ¿Qué podía hablar?... mire al joven André, le levante mis hombros.

Llego la mesera con la silla y con una botella de agua helada, se la pase a André para que se lo colocara en el tobillo mientras yo le acercaba la silla para que tomara asiento, - Espero que se sienta mejor, aquello – dije apuntando a la botella – le aliviara un poco el dolor.

Me volví acomodar en mi silla mientras revisaba la hora, el tiempo a veces pasa tan rápido y otras… se demora demasiado. – Soy Viola de Lesseps - le dedique una sonrisa suave, al tiempo que dejaba de lado mi te de canela.

por **Andrè Leroy** Jue Nov 11, 2010 6:28 pm

Viola era mucho más rápida de mente que él al parecer en esos casos de dificultad. Él simplemente se había bloqueado mirando el tobillo ajeno y pensando - Oh, debe dolerle mucho - por lo que agradeció mucho la intervención de la pelirroja perfumista.

Había cedido su silla a la joven, así que se quedó de pie mientras la camarera traía la otra silla y la botella de agua fresca que había pedido para tratar de calmar la probable hinchazón que se le habría formado en el tobillo, no sabría él, con las veces que se había caído y torcido de niño.

Cogió la botella cuando llegó y se agachó cogiendo el pie de la joven, sonrojándose un poco - Ahm... mademoiselle... lamento esto... - intentando no mirar la clara piel de la mujer mientras pasaba la botella de vidrio fresca por allí.

Miró a Viola que se presentaba y luego él miró hacia arriba a la joven, sonriendo ligeramente - Yo soy Andrè Leroy... ¿cree que pueda usted sujetar la botella contra su tobillo? - preguntó irguiéndose y pasándole el objeto, sentándose luego en la botella que la camarera había traido.

- Ya pidió, ¿no es así? Puede quedarse sentada con nosotros si a la joven Lesseps no le molesta - le sonrió ligeramente a la perfumista - ¿Cuál es su nombre, mademoiselle?-

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