Unsolved misteries /// Lillith O´Hara

por **Leinhart A. Ashford** Mar Feb 17, 2015 2:51 am

En parís muy pocas cosas eran "normales", la ciudad estaba infestada de seres sobrenaturales y oscuros, vampiros, licantropos, cambiantes, incluso habían humanos con poderes mágicos que amenazaban con destruir todo lo que la iglesia queria hacer creer a la gente del mundo. Por la ciudad rondaban rumores de avistamientos asombrosos de dichas criaturas de la noche, las contaban entre susurros como escondiéndose de lo que pudiera pasar si lo gritaban muy alto.

Uno de estos rumores es lo que tenia a Lein en las calles, luego de una visita de una trabajadora del burdel local al establecimiento de los Ashford, esta mujer les comento que hacia algún tiempo, una joven del burdel había desaparecido tras la misteriosa aparición de un hombre muerto en una habitación de ese burdel; un evento no tan fuera de lo común en esta ciudad infernal pero parecía que dicha mujer había hecho la conexión entre aparición de cuerpo con la desaparición de la joven.

Después de tomar nota mental de la descripción de la desaparecida por parte de aquella mujer se preparo para salir, Lein siempre fue un hombre precavido y si bien esto pintaba ser algo sencillo, no mas que una mujer desaparecida decidió prepararse ante cualquier contingencia. Bajo al sótano del establecimiento donde los hermanos Ashford conservaban su equipo, un cuarto muy amplio con estanterías de madera y repisas donde ese exhibían mas de un arma: dagas, espadas, lanzas, armas de fuego al igual que arcos y ballestas, el sitio era un arsenal privado, se acerco al maniquí donde su larga Chaqueta de cuero reposaba, era su uniforme de cacería por así decirle, en la cabeza del maniquí reposaba un Sombrero de ala ancha algo no muy bien visto en aquella época y falto de elegancia pero todo formaba parte de su legado familiar, ambas piezas otorgadas por su padre el día que finalmente se convirtió en cazador; tomo de la estantería su par de Dagas y finalmente su Revolver, "Aequitas."

Era aun de día, así que decidió comenzar desde el principio de esta historia, el burdel de donde provenía la desaparecida. Llego al lugar a horas del mediodía en donde hizo las preguntas necesarias para hacerse una idea de los acontecimientos. Una de las chicas se ofreció a llevarle a donde habían encontrado el cuerpo a lo que el accedió, llegaron al lugar del suceso, una de las habitaciones dentro del lugar, había una cama doble con algunos adornos y unas lamparas para proveer la iluminacion, la joven le comento todos los detalles, quien era el muerto, como lo encontraron, donde estaba y que podía estar haciendo; las trabajadoras de los burdeles siempre parecían tener la mejor fuente de información para los cazadores, después de todo, que hombre no pasa por un burdel después de un día de ocupaciones.

Lein era perspicaz, habían muchos detalles que no concordaban, como por ejemplo el hecho de que haya sido una mujer quien haya matado a una persona, si bien era bastante posible esta debía tener una razón muy especifica y asombrosamente poderosa para llevarla a eso. En parís, de eso sobraba.
Le llevo un tiempo rastrear a la joven en cuestión, había pasado toda la tarde buscando el mas mínimo rastro de ella hasta que por fin lo consiguió, una persona respondió positivamente a su descripción y le informo que dicha joven solía pasar por un callejón unas calles mas adelante de donde se encontraba, sin mas que esperar se puso en camino, ya estaba atardeciendo con el sol ocultándose del lado oeste de la ciudad, la gente empezaba a volver a sus hogares pero esto estaba lejos de la realidad para el cazador cuya labor apenas comenzaba.

Llego al callejón y allí espero, escondido entre las sombras esperando que la joven pasara por allí ese día, sus fuentes eran confiables así que estaba seguro que eventualmente, aparecería. Y luego de unas horas, así fue, cabellera roja, cuerpo escultural, realmente una visión grata después de tanto aburrimiento. Salio de su escondite situándose entre ella y la salida contraria del callejón, le hizo un pequeño saludo tomando con dos dedos la parte frontal de su sombrero y le dijo en voz seca - Mlle O´Hara, hay mucha gente buscándola - se quedo allí de pie, no se acerco a ella, solo se quedo esperando su reacción, después de todo, si ella fue la culpable de la muerte de aquel hombre no debía de fiarse de ella ni por un segundo.

por **Lilith O'Hara** Lun Feb 23, 2015 1:23 am

Desde hacía muy temprano había salido a las calles de París apenas durmió Lucciano.

Por esta ocasión no cometí el mismo error de no avisarle a donde iba que, aunque no me gustaba la idea de tener que avisar de cada paso que daba tampoco quería repetir el drama del otro día.

Caminé por todas partes sin fijarme hacia donde me dirigía para tomar un respiro, tal parecía que mi cuerpo o mi alma ya sabían lo que necesitaba pues al levantar la vista me toé con el mar y el sonido retumbante de las olas. Sonreí y me senté en la arena como lo hacía casi siempre que pasaba por ese lugar, el mar era mi lugar favorito desde que era una niña y siempre sabía cómo tranquilizarme cuando algo estaba perturbando mi memoria.

Me quedé toda la tarde esperando a que el día pasara mientras pensaba en la traición por parte de aquel vampiro. ¿Por qué no habría querido matarme? Era todo lo que me faltaba para ser un tan inmortal como él, sin embargo Lucciano había hecho mención de que era yo quien tenía que matarse ya que no quería hacerme todo tan fácil…

-El sabe que no sería capaz de quitarme la vida… -dije molesta y entre dientes, me faltaba valor para eso aunque en el fondo supiera que después de esa muerte siguiera mi vida eterna. No entendía porque ese afán por el vampiro de que yo lo hiciera, era como si quisiera molestarme y cada vez me hiciera las cosas más difíciles para lo que yo realmente quería.

Los colores del día estaban cambiando, el azul del cielo se estaba opacando lo que anunciaba que muy pronto se comenzaría a pintar de anaranjado. Tenía que estar en la mansión cuanto antes para que no me ganara la noche.

Me sacudí las manos antes de levantarme de la arena y agité las faldas de mi vestido nuevo. No estaba acostumbrada a usar ropas como estas pero desde que vivía con alguien millonario como Lucciano que había adquirido nuevas cosas y pensé que cambiar algunos hábitos y formas de vestir serían buenos para cuando me convirtiera en una vampiresa, así que debería acostumbrarme.

Agité mi cabello tratando de no despeinarme para quitar cualquier rastro de arena mientras caminaba rápidamente, tenía que llegar a casa antes de que el sol se empezara a esconder y yo estaba ya tan solo a unas cuadras. Finalmente llegué al último callejón el cual conectaba al fraccionamiento lleno de gente importante, el fraccionamiento donde vivían los más grandes magnates de negocios y en donde Lucciano tenía su propiedad el cual era mi hogar.

Me adentré en el callejón para cruzarlo sin importarme mucho el hecho de que el sol casi no alumbraba el lugar pues no me daba miedo, podría vislumbrar la salida a la cual rápidamente me dirigía antes de que se me agotara el tiempo aunque el sol apenas comenzaba a ponerse pero una sombra apareció impidiendo mi paso.

Aquella presencia hizo que detuviera mi paso de golpe ante el efecto sorpresa que el hombre había causado ante mí pero no dije nada, tan solo me detuve esperando que aquella figura se desvaneciera o se moviera pero ninguna de las dos pasó.

En otro momento probablemente tan solo hubiera pasado por un lado suyo o me hubiera acercado para verlo mejor, pero en esta ocasión una chispa electrizante recorrió por todo mi cuerpo al escuchar mi apellido haciendo que instantáneamente diera un paso hacia atrás para alejarme del hombre del cual muy apenas podía notar los rasgos y el sombrero dentro de la obscuridad que lo estaba cubriendo.

-No… sé de qué habla. –le contesté tratando de sonar segura, el hecho de que aquella figura supiera mi nombre no me daba una muy buena espina. –Usted se ha equivocado de persona, aléjese por favor que necesito pasar por ahí. –mi voz dura salió retomando valentía frente a esa persona.

por **Leinhart A. Ashford** Mar Feb 24, 2015 1:04 am

La mujer se detuvo a escasos pasos del cazador, se veía algo asustada como era de esperarse, aun cuando eran horas de la tarde los callejones de la ciudad representaban un peligro inminente, sumado a los mil y un peligros sobrenaturales que la ciudad presentaba nunca podían hacerse de lado los mundanos como lo eran los ladrones y violadores comunes, cuando se trataba de una mujer en aquella ciudad el peligro estaba a la vuelta de cada esquina.

Con voz temblorosa la mujer respondió al cazador, trataba de desviar la atención del hecho de que la anduvieran buscando - Me temo que no hay tal error mi señora - le respondió mientras daba un paso hacia el frente, en respuesta a esta acción la joven retrocedió, la presencia de aquel hombre en ese callejón no parecía gustarle ni mucho menos darle buenas ideas de lo que podría sucederle.

Se sonrió un poco, aunque en aquella oscuridad era poco lo que podía discernirse, se recostó a la pared del callejón y le respondió - Usted es Lilith O'Hara - le dijo con aquella voz grave llena de seguridad que lo identificaba - solía trabajar en un burdel aquí en la ciudad - se quedo mirándola por unos segundos observando su reacción, todas esas palabras parecían dar justo en el blanco y la manera de actuar de la joven la delataba.

Ya cuando todo parecía indicar que la joven había entrado en razón de todo, Lein continuo con su acometida - Hace un tiempo hubo un asesinato en el burdel donde usted trabajó - se despego de la pared para nuevamente bloquear el paso de la joven cruzándose de brazos a la altura del pecho - y una de las madamas del lugar afirma que usted esta involucrada - el hecho que ella haya desaparecido el mismo día que este hombre muriera ya era bastante sospechoso y las conexiones se presentaban muy obviamente, - Ahora, la razón real por la cual estoy aquí - le dijo luego de una breve pausa, levanto la vista para quedar iluminada por una pequeña lampara en el callejón quedando a la vista de la mujer, - Quiero saber por que lo hizo - las intenciones de Lein eran simplemente saber la razón por la cual ella habría matado a alguien, y no a una persona cualquiera - ¿Como es que un vampiro, se deja matar por una humana como usted? el lo sabia, el hombre al que había matado en aquella habitación era un vampiro y no le parecía normal que este hubiera encontrado su final a manos de una simple mujer, había algo mas detrás de todo eso.

por **Lilith O'Hara** Mar Feb 24, 2015 11:22 pm

A pesar de no poder verlo juraría que el hombre bajo ese sombrero estaba sonriendo al verme ahí parada. Sabía que me estaba buscando pero no sabía el porqué aunque me intrigaba. Traté de aparentar seriedad durante todo momento, pero entre mas información mía salía de su boca, más me ponía nerviosa. Aunque mi cara y mi cuerpo estuvieran quietos podría sentir como mis ojos saltaban al escuchar cada frase que ese señor decía con información acertada.

Nunca tuve familia a excepción de mi tutora a la cual tenía años sin verla y no sabía si incluso seguía viva, no había nadie más que me conociera. ¿Amigos? Eso en mi mundo no existía, y los enemigos tan solo eran aquellas miradas llenas de envidia de mis ex-compañeras del burdel pero que muy segura estaba ahora eran felices al ver que ya no me tenían como competencia.

Sabía que podían ser ellas... mi nombre lo sabía gracias a mis estúpidas ex-compañeras.

Mi corazón se detuvo un instante al escuchar sobre la muerte de ese vampiro. Había pasado tanto tiempo que casi lo había olvidado. Estaba segura que nadie me había visto y era un hecho de que nadie sospecharía de que yo fuera la culpable de eso, las demás cortesanas seguramente tan solo le habían dicho que yo estaba implicada por querer molestarme sin pensar que yo realmente estaba involucrada con la muerte del hombre.

-Esas mujeres me odiaban… ellas eran vulgares mientras yo los seducía con mis bailes. No tenían mi belleza para conseguir un cliente y cuando a mi me llegaban yo los rechazaba. –dije finalmente aceptando mi identidad la cual no tenía caso esconder mas.

El hombre se cruzó de brazos entre las sombras del callejón y volvió a atravesarse, sabía que no pasaría de ese lugar esta tarde y tenía que encontrar otra salida, pero darme la vuelta y correr tampoco parecía una buena alternativa.

Finalmente la luz de una pequeña lámpara hizo su aparición, con toda la tensión que estaba pasando no la había notado hasta que el hombre extraño dio un paso por debajo de esta permitiendo iluminar todo su rostro. Su cara madura y piel seca se hicieron notar al mismo tiempo en que su mirada llena de rencor y de odio me penetraba, el odio no era para mí seguramente… pero sabía que tenía que ver en algo sobre este al ser tan insistente.

-Yo no lo conozco, ¡No puede levantarme esas acusaciones tan graves! –solté mis palabras de un solo golpe. -¿Quién es usted? No luce como un policía, ni siquiera ellos se creen esos cuentos vulgares sobre supuestos vampiros que le dijo una sucia cortesana. –Di un paso adelante, su jueguito comenzaba a cansarme. A pesar de que ese hombre supiera sobre vampiros el papel de víctima a mí no me quedaba. -Me tenían envidia ya se lo he dicho, es natural que quieran culparme.

El hombre sabía lo que había pasado y seguro andaría detrás de Lucciano, probablemente era uno de sus tantos enemigos de los que me había contado o alguien que quisiera matarlo. Tenía que poner al vampiro sobre advertencia en cuanto llegara a la casa...

-Ahora váyase o gritaré pidiendo ayuda, no tengo nada más que decirle. –dije molesta mientras mis manos descansaban sobre mi cintura para mostrar firmeza. Siendo esclava de sangre y con los nuevos pequeños “poderes” y la resistencia que había heredado, el hombre no podría hacerme mucho daño… Pero aún así, inmortal aún no era... así que tenía que andar con cuidado.

por **Leinhart A. Ashford** Miér Feb 25, 2015 3:04 am

A medida que Lein hablaba, mas se hundía aquella joven puesto que el sabia casi todo sobre ella, las mujeres del burdel habían hecho un muy buen trabajo con la información que le dieron, así que allí estaba ella, a punto del colapso que alguien como el estuviera tras ella; tal vez pensaba que el estaría alli para hacerle daño, honestamente no tenia razones para hacerlo, aun teniéndolas no lo haría. A menos que aquella mujer haya cometido la estupidez de entregarse a algún ser de la noche; entonces seria solo un objetivo mas en su cruzada.

Se quedo allí mirándola mientras ella trataba de defenderse, énfasis en trataba pues su defensa no estaba siendo muy convincente "Envidia" decía ella, si bien la envidia llevaba a la gente a hacer cosas incomprensibles, culparla de un asesinato no tendría mucho sentido, no ganarían absolutamente nada con ello dado que la joven en cuestión ya había abandonado el burdel hace algo de tiempo.

- Tiene usted razón mi señora, no soy un policía - le dijo riendo ante su pregunta tan ingenua, tal vez aquella joven no tenia enterado que para este tipo de asuntos, la policía no era quien estaría buscando respuestas, no, tal vez la iglesia pero ellos no eran tan públicos en sus cacerías como para que la gente supiera de esto, - Déjeme darle un consejo amistoso - le dijo en voz seca - Es un mundo peligroso en el que usted se esta adentrando - el tenia sus sospechas aunque aun no tenia manera de estar seguro, si bien la joven no presentaba los rasgos de un neófito, habían otras maneras en las que un vampiro podría ejercer control sobre un humano.

Las teorías se iban descartando poco a poco, había llegado a la conclusión que había sido un vampiro quien la llevo a esto, un cambiante no teme ensuciarse las manos y mucho menos un licántropo, tal vez aquella hermosa dama había sucumbido ante los encantos de un caminante nocturno y esta, en busca del favor de aquel demonio decidió seguir sus ordenes y matar a ese vampiro en aquel cuarto.

- Usted puede creer en la falsa ilusión de que la inmortalidad es definitiva - le comento con aire de suficiencia, no era el primer esclavo de sangre en su lista de objetivos y ciertamente no seria la ultima - Pese a lo que le hayan prometido, sigue siendo humana. Y como tal, sigue siendo débil. - le espetó.

Lein era una persona muy educada y amable, un caballero. Mientras no estuviera en su uniforme de caza, entonces todo cambiaba, como un interruptor de encendido cuando se ponía su chaqueta y salia de caza el cambiaba por completo, de educado y cortes a letal y feroz, varias veces había tenido que contender con un vampiro en combates cercanos, podía mantenerlos a raya por unos minutos mientras ideaba una forma de aniquilarlos; si bien un esclavo de sangre era tan poderoso como un vampiro, seguían siendo humanos y por tanto fáciles de aniquilar. Algo que verdaderamente Lein no quería en esta ocasión, pero si la necesidad surgía no dudaría en matar a aquella hermosa joven, estaba corrompida, solo quería ver si aun podría salvarla.

- No hay necesidad de gritar mademoiselle - le indico - No estoy aquí para lastimarla; Solo busco respuestas - y la sangre de un vampiro en la punta de sus dagas si era posible, por ahora se conformaría con lo que la joven tuviera que decir.

Bajo aquella luz tenue que aun lo iluminaba se lograba ver entre sombras el color negro de su Chaqueta y sombrero, debajo de la primera se veía un pequeño reflejo de luz, la empuñadura plateada con detalles de oro del revolver "Aequitas" -cargado con balas de plata- se podía notar, sumado a eso, escondido detrás de su cintura dos fundas entrelazadas donde sus dagas reposaban y finalmente una funda adicional colgando de una tira en la parte posterior donde su machete descansaba. Estaba listo para cualquier situación que se le presentara.

por **Lilith O'Hara** Vie Feb 27, 2015 1:47 am

-…no entiendo nada de lo que está hablando. Aléjese. –susurré seriamente.

El tipo me estaba poniendo cada vez más molesta y a la vez nerviosa, muy pronto no podría ocultar nada acerca de mi nueva forma como esclava.

El sol aún no se escondía en su totalidad, así que supe de inmediato que no podría pedir ayuda a Lucciano. Sin embargo, mientras más tiempo él aquí estuviera el vampiro no tardaría en salir a buscarme.

Di un gran suspiro lleno de molestia, estaba harta de sentir las amenazas del hombre al cual ni siquiera conocía. ¿Por qué me sentía vulnerable si yo era ya casi una vampira?

Mi sentido de la vista notó un pequeño destello escondido entre los ropajes extraños que vestía. Su cinturón estaba repleto de cosas cubiertas en cuero pero a juzgar por la forma y mis conocimientos aquellas cosas brillantes y hermosas talladas en material fino, no eran simples joyas. Una de ellas lucía como una pistola y otra de las armas estaba segura que era una daga de plata.

“No puedo hacer que Lucciano venga por mi…” pensé mientras recordaba las últimas visiones que había tenido el día en que Lucciano me dio a beber de su sangre. Aquella niña que actuaba como una dulce princesa lo había traicionado y con ayuda de un inquisidor lo encerraron en una tumba de plata… Desde esa vez había aprendido que la plata no es amiga de los vampiros y si esta persona cargaba materiales hechos de plata seguramente sabía lo mismo.

-Quizás le pueda dar algunas respuestas si es que con eso me dejará pasar, pero le aseguro que no sabré todas. –acepté finalmente con esperanza de alejarlo después. -…además ya le he dicho que no sé nada sobre ese asesinato del que usted quiere culparme y si sigue insistiendo con eso entonces no le responderé nada más. –caminé un poco más de cerca para ponerme frente a aquél hombre demostrando valentía. Después de todo él era un simple humano y yo era un poco más fuerte que él desde que Lucciano me alimentaba con su sangre… en caso de que llegara a herirme sanaría lo suficientemente rápido para cruzar el callejón e ir a pedir ayuda. Tan solo tenía que actuar con cuidado.

-Seré amable y veré en que puedo ayudarle… acabemos pronto con esto que tengo que retirarme. –crucé los brazos mirando fijamente a los ojos esperando saber más sobre aquél hombre.

por **Leinhart A. Ashford** Lun Mar 02, 2015 3:09 pm

Se podía ver en la cara de la dama que estaba molesta, algo a lo que Lein estaba apuntando; después de todo una persona molesta no piensa con claridad y casi siempre tienden a demostrar su verdadera naturaleza.

El sol apenas comenzaba a bajar, faltarían unas dos horas máximo para el anochecer lo que alerto al cazador, si sus sospechas eran ciertas entonces aquella joven era algo mas que tan solo una fugitiva y de así serlo sabia que quien sea que la haya hecho matar a aquel vampiro no debía estar lejos, no podía arriesgar un enfrentamiento, no contra ambos por lo menos. Si bien Lein era suficientemente para enfrentar un vampiro en cuerpo a cuerpo por unos minutos, hacerlo supondría un enfoque total en ese combate lo que le daría a su esclava amplias oportunidades de acabar la pelea. Debía ser inteligente.

La joven se acerco a el para demostrar valentia, un bonito intento pero inutil al final, salio del haz de aquella luz para situarse nuevamente contra la pared, la joven había accedido a responder algunas preguntas, Lein pensó cuidadosamente antes de formularlas ya que no quería perder esa pequeña oportunidad, - Por fin algo de sensatez - dijo con el reflejo de una sonrisa en su rostro - digame, si no tiene nada que temer ¿porque desaparecer? - nadie desaparece sin ninguna razón obligativa, en especial no el mismo día que alguien aparece muerto en esta ciudad. Tal vez en otro lugar del mundo las cosas fueran sencillas, pero en París, las dificultades abundaban.

La miro de arriba a abajo, llevaba un vestido bastante elegante y ciertamente costoso comparado con lo que una prostituta cualquiera podría usar - Bonito vestido - no dijo nada mas, dejaría que la mente de la joven trabajara un poco por el, después de todo, la mente es el arma autodestructiva por excelencia.

Podía notar como la irritación de la joven crecía y crecía pero no le importo, estaba seguro que dado el caso podría ser mas que suficiente oponente para sus supuestos poderes, todo siempre y cuando sus sospechas fueran ciertas.

Spoiler:

por **Lilith O'Hara** Sáb Mar 07, 2015 12:32 am

Sonreí ante la pregunta de el hombre.

-¿Desaparecer? No me iba a quedar en un burdel durante toda la vida... además varias veces el dueño habia amenazado con hecharme a la calle, yo simplemente le facilite las cosas. -a pesar de que trataba de esconder la verdad sobre Lucciano a toda costa no estaba mintiendo, hablar con la verdad (o parte de ella) hacía mucho mas fácil y llevadero el interrogatorio.

Debido a mi gran belleza yo estaba mas que acostumbrada a que me miraran de arriba a abajo como lo estaba haciendo aquel hombre, sin embargo el no era alguien que me agradara lo cual me generó un poco de repulsión y mi cara no pudo esconder el gesto de desagradado.

Crucé los brazos sobre mi pecho en forma de desaprobación y lancé una mirada amenazante.

-Gracias, pero le agradecería que no volviera a mirarme de esa manera. –ofendida y directa fue mi ultima respuesta antes de pensar en alguna relación de mi antigua vida con mi vestimenta. “…¡Demonios Lucciano, sabía que no debía usar estas cosas ahora!” maldije al vampiro en mi interior por haberme obligado a vestir con mejores ropas.

Las miradas del tipo me comenzaban a incomodar y temía por como sería la próxima pregunta, además el sol ya casi estaba ausente del todo en algunas horas. En cualquier momento aquel vampiro se despertaría y después de un rato seguro comenzaría a buscarme por toda la mansión sin éxito alguno.

-Bueno, ya le he contestado una pregunta y creo que con eso es suficiente. Con permiso… -me hice espacio entre un lado del cazador y la pared para poder cruzar el callejón del cual ese hombre me impedía el paso. Tenía que evitarlo a cualquier costa.

por **Leinhart A. Ashford** Mar Mar 10, 2015 2:47 pm

Se notaba que la joven empezaba a sentirse nerviosa, todas las acciones del cazador parecían estar dando en el blanco sin ningún problema, ella seguía intentando defenderse pero Lein estaba claro que aun había algo que la joven escondía y debía descubrir, tal vez encadenado a la razón por la que ella mato a ese vampiro.

Si, estaba seguro que ella lo había hecho, tal vez no sola y tal vez no acabo con aquella vida ella misma pero si estaba seguro que algo tenia que ver y no la dejaría ir hasta que las cosas se esclarecieran. Como era de esperarse en comentario del vestido la impacto, sabia exactamente a lo que el se refería al elogiarlo, después de todo era un bonito y costoso vestido, mucho mas allá de lo que cualquier persona clase media pudiera comprar.

- ¿Nerviosa acaso? debería estar acostumbrada a las miradas - le dijo sarcásticamente mirándola a los ojos, contacto visual, frió y asertivo; otra poderosa arma psicológica, todo lo que necesitaba ver estaba en la manera de actuar de la mujer mas que en sus palabras después de todo las palabras mienten. El cuerpo no.

La joven con un rápido movimiento trato de librarse del cazador, pasando entre el y la pared sin darle tiempo de seguir hablando, su modo de caminar parecía apresurado, como si la caída del sol la hubiera puesto aun mas nerviosa. Decidió dejarla pasar pero no dejarla ir, ya la noche estaba cayendo sobre la ciudad y si sus sospechas eran correctas ella se dirigiría hacia su amo, así que simplemente penso en seguirla hasta aquel lugar. Si algo era el hombre era silencioso en sus movimientos, aunque dada su condición de esclava, existía la posibilidad de que esta lo escuchara. Cruzo los dedos para que aun no controlara del todo aquellos poderes y no se percatara de su presencia.

Ya cuando la mujer paso y empezó a alejarse le dijo - Tenga cuidado, la noche esta llena de terrores en esta ciudad - se volteo para verla que aun seguía caminando y luego remato - Aunque estoy seguro usted conoce de lo que hablo - Luego, desapareció en las sombras como un fantasma, si ella se había dado vuelta a verlo ya había sido tarde y con ello la persecución comenzó.

por **Lilith O'Hara** Jue Mar 19, 2015 12:35 pm

-Nerviosa no, mas que acostumbrada ya estoy a ese tipo de miradas tan… lujuriosas. –lo miré con repugnancia. -…pero eso no significa que me agrade la forma en que me está viendo, por eso prefiero retirarme.

Pasé a su lado mientras un mal presentimiento me invadía dentro de mi pecho, esa persona no era como la gente común principalmente porque el sabía lo que Lucciano y yo habíamos hecho. ¿Por qué le interesaba tanto?, ¿Quién era realmente? Una cosa era segura, tenía que darle aviso a Lucciano, el vampiro tenía que saber que alguien estaba detrás de el asesinato de aquél neófito dentro del burdel el mismo día en que decidí vivir con él, quizás y sabría como borrarle aquello de la cabeza a ese hombre tan misterioso y así como había hecho con los niños del orfanato la noche en que se deshizo del niño mordido sustituir los recuerdos del resto de las personas que sabían acerca de el cadáver.

Traté de ignorar las últimas palabras que me había dicho el hombre y seguí cruzando la calle de ese callejón que ya se tornaba demasiado obscuro, pero antes de salir a las calles de el fraccionamiento en donde vivía Lucciano di una pequeña mirada a mis espaldas para asegurarme que el cazador no me estaba siguiendo.

Todo era obscuro… ¿debería confiar en que aquella msiteriosa persona no me seguiría?

¿Y si era uno de los enemigos de mi vampiro? No podía dejar que él supiera donde era que vivía…

“Lucciano, ¿Has despertado?” pensé mientras caminaba sin rumbo fijo, concentrándome en que me escuchara aunque mis poderes de esclava aún no estaban muy desarrollados. Seguí caminando y no escuché ni una sola respuesta en mi mente.

Crucé una calle y seguí un camino ya trazado en mi mente, luciendo segura como si supiera a donde iba, mas no me dirigía realmente a la mansión… tan solo caminaba para hacer tiempo a ningún lugar fijo. ¿Qué haría si el vampiro no me respondía?, ¿Y si en realidad no me estaban siguiendo y todo fuera de mi imaginación?

“Lucciano, podemos estar en peligro. ¡Contesta!” traté de gritar en mi mente. Mis ganas y mi esfuerzo había sido tanto que al parecer por fin había logrado un mínimo contacto. “Saben del asesinato el día en que dejé el burdel… creo que me están siguiendo.” Advertí en espera de alguna instrucción.

por **Lucciano Vecchio** Jue Mar 19, 2015 4:37 pm

Dos inmortales menos en el mundo en aquella noche, dos neófitos muertos bajo sus colmillo, y con dicha, saciado Lucciano había comenzado bastante bien una noche que tenía vistas de ser tranquila, en demasiado tiempo.

Sus enemigos estaban heridos, debían de reparar sus perdidas y con ello significaba que nuevos territorios eran suyos y que podría tener un pequeño momento de paz por una temporada hasta que reorganizara, pero tranquilidad no significaba bajar la guardia.

Paseando como cualquier mortal llevado por el aire aun frío de la noche, y las luces la faroles, tan solo caminaba ensimismado en agradables pensamientos.

De repente un pequeño zumbido en su mente, y ésta misma decidió locarlizar la procedencia. Lilith. Peligro.

Tomando en cuenta sus pensamiento, su mente siguió rastreando a su alrededor topandose con una bien entrenada, pero cuya aura no podía ocultarse de él.

"Sigue caminando, y no regreses..." -En su mente su voz tan personal había comenzado con telepatía -"Te esta siguiendo, es un cazador, estoy..."

-...Aquí mismo. -Apoyado en uno de los faroles, con brazos cruzados y gesto severo espero a que ella se acercara. -¿Me esperabas? ¿O nos esperaban? -Refiriéndose en sí al hombre que ya con poca discreción le pareció seguirle, es más parecía quererse hacer de notar, probablemente la estaba usando a ella como cebo o modo de a atraer al anciano vampiro.

por **Leinhart A. Ashford** Vie Mar 27, 2015 9:48 pm

La noche había caído sobre la ciudad dando rienda suelta a todos los sores que la habitaban, desde ese punto en adelante cualquier persona transitando las calles podía ser un objetivo, un plato de comida para muchos. Siguió a la joven pelirroja por los callejones de la ciudad, parecía nerviosa o tal vez asustada, después de todo Lein estaba justo detrás de ella, sabia lo que había hecho y porque lo había hecho y tal vez eso la desespero.

Siguió el serpenteo de la chica al rededor de las calles de la ciudad, parecía dar vueltas y vueltas sin un destino, calle tras calle, callejón tras callejón nada indicaba que planeara llegar hasta donde estaba su maestro, Lein perdía su tiempo siguiendo a esta joven pero siguió allí esperando no que lo llevará hasta el sino al contrario, que este apareciera ante ella.

Después de un breve tiempo así sucedió, el vampiro salio prácticamente de la nada justo en frente de ella recargado en uno de los faroles, la joven se acerco a el como aliviada que hubiera aparecido, seguramente este hombre ya habría notado la presencia del cazador por lo que seguir ocultándose entre las sombras era estúpido.

Desde un pequeño callejón detrás de ellos salio una figura ensombrecida, la misma figura que le había bloqueado el paso a la joven hacia unos momentos, salio del callejón hacia la luz de las calles lentamente. Sus sentidos se afinaron, su respiración calmada y serena y sus ojos, fijos y concentrados en aquella pareja sobrehumana, si sus sospechas eran correctas ese hombre seria un vampiro de gran poder por lo que no podía darse el lujo de dudar en ningún momento, un solo momento de vacilación seria su perdición.

Ya fuera del callejón iluminado por las farolas tenues se recostó sobre la pared un poco alejados de ellos, suficiente distancia entre ellos para no instigar a la violencia desde el inicio pero tampoco para que pensaran que estaba asustado, el cual no era el caso ni un solo poco.

- Tu debes ser el amo -

Dijo con aquella voz grave y remarcado acento ingles que lo caracterizaba, nunca retiro la mirada de ninguno de los dos, los vampiros son rápidos y un solo descuido era lo que necesitarían para acabar con el, la muerte se avecinaba cada vez mas aprisa, tal vez esa noche aparecerían mas muertos en las calles, tal vez no, solo había que aguardar y ver como se desarrollaba aquella situación entre presa y depredador. Aunque en estas instancias, no estaba bien definido quien era presa y quien depredador.

Spoiler:

por **Lilith O'Hara** Lun Mar 30, 2015 11:28 pm

Un gran suspiro salió de mis labios al encontrar de la nada en mi camino a Lucciano, además de que me había espantado un poco al no esperar verlo tan rápido.

“Tampoco esperaba que hicieras eso… está armado con armas de plata, será mejor que te mantengas alejado de él.” Le dije con voz algo molesta dentro su mente mientras lo miraba a los ojos. ¿Por qué siempre tenía que hacerse el vampiro valiente y poderoso? Después de lo que había visto junto a él en persona lo que la plata era capaz de hacerle a un vampiro no podía entender esa estúpida manía de Lucciano de querer retar a todo aquél que ya estaba en su contra aunque el peligro se asomara vilmente, aunque de un peligroso inquisidor se tratara.

Di la media vuelta para encontrarme de frente nuevamente con el misterioso hombre apenas lo escuché hablar sin prestar tanta atención a la posición en la que me encontraba, entre el vampiro y el hombre. Curioso… precisamente en el mismo lugar en el que mi vida se encontraba, entre la debilidad humana y la inmortalidad de un vampiro, sin ser totalmente ni uno ni otro.

-Así que me has estado siguiendo todo este rato… vaya, lo creí un hombre más educado y de palabra al acordar que me dejaría ir. –No cuidé ni un poco mis palabras las cuales salieron con una notoria molestia de mi garganta. –Y aquí nadie es el amo de nadie. ¿Por qué no deja de perseguirme de una vez por todas? –estaba harta de esta situación y de ese tipejo. ¿Qué demonios quería? Si acaso estaba investigando al vampiro muerto no tenía caso… no existía mas en este mundo y al ser un neófito (o al menos eso me había dicho Lucciano aquella noche) no tenía muchos conocidos que reclamasen su muerte.

Crucé los brazos esperando ver a que ese hombre al que ya odiaba se largara.

por **Leinhart A. Ashford** Jue Abr 02, 2015 11:36 pm

Sonrió ante el comentario de la joven, no por diversión ni por amabilidad sino por completa apatía y sarcasmo, - ¿Educado? Si, ¿de palabra? a muerte - dijo en respuesta a las palabras de la joven esclava pero luego subió su mirada para atravesar la de ella como una daga, - Con humanos, privilegio que usted perdió - culmino con estas palabras tan afiladas como las armas que llevaba encima.

Luego aparto la vista de la mujer ignorando por completo todo lo que pudo haber dicho después de ello, realmente no le importaba mas nada de lo que tuviera que decir, había cumplido su cometido y para Lein ya no tenia mas función, claro, no por ello dejaría de mantenerla bajo vigilancia. Después de todo seguía siendo una amenaza.

Se quedo observando al vampiro que había aparecido casi de la nada, sin duda alguna la mayor amenaza era el y no debía dejar que se saliera de su linea de visión en ningún momento, pese a estar en una situación desfavorable, Lein se sentía calmado y relajado, estaba mas que capacitado para combatir con mas de un vampiro a la vez y esto implicaba que un vampiro y su esclava no serian excepción a esto por lo que no se notaba la mas mínima pizca de preocupación o nervios en su respiración. Algo que aquel vampiro sin duda notaria.

- Dime, ¿por que matar a alguien de tu propia raza? - pregunto al vampiro quien aun estaba recostado a la farola donde había aparecido, le intrigaba saber la razón por la que un vampiro mataría a otro, ciertamente debía existir una mas que por placer puro.

por **Lucciano Vecchio** Sáb Abr 04, 2015 8:03 pm

Hizo poco caso a los pensamientos de advertencia de Lilith, es más dejo su apoyo para caminar unos pasos a donde se situaba el Cazador.

Lucciano tenía la perfecta máscara ante el ojo humano y el inmortal, en apariencia, no solo exterior si no, el funcionamiento de su cuerpo físico era practicamente igual que un mortal, una vez que se había bien alimentado. La piel de un color lleno de vida, emanaba tibia calidez, su corazón latía sincronizado con una respiración innecesario. movimiento para nada sobrenaturales, demasiados humano. ¿Cómo un anciano como él conseguía aquel truco? Muy sencillo, sangre inmortal, y un teatro demasiado ensayado durante los siglos que ya hacía que todo fuese natural en él, a esas alturas, apenas debía de fingir una humanidad simulada.

Una mirada de reojo a Lilith, no era precaución lo que le pedía, daba por hecho de la tendría. Más bien, severidad ante su "no pienso, simplemente actuó", como solía definirlo en su protegida.

-Haya calma, no ofendamos sin saber términos. ¿Amo? Una palabra demasiado fea, en estos tiempos modernos que corren. Digamos que "hombre de negocios", "mecenas" o "protector". No estamos hablando de animales, ni que la chica fuese un perro. -Sin querer sonrió, sabía que aquella pequeña comparación-broma, haría enfadar a la chica. Sus pasos cesaron, lo suficientemente cerca del hombre. No había inseguridad en ellos, ni amenaza, más bien raciocinio y serenidad. -Vaya... Es la primera vez que un mortal me hace esa pregunta, bueno... Es la primera vez que un humano se da cuenta de ese detalle... ¿Matar? No lo llamaría matar, lo llamo sobrevivir... Me alimento de ellos, que mejor sangre que la inmortal para saciar mi sed, para devolverme mis fuerzas, mi energía... Teniendo en cuenta que la sangre humana es en cierto modo, ofensiva, no tiene esa calidad, no consigue saciar mi sed.
>>También esta esa cuestión de diezmar la especie, etc etc... Vamos, que desde que desperté parece ser que la inmortalidad se toma a broma, ya no es lo que era, cualquier puede pedirla y se la conceden sin miramientos. Demasiados neófitos desatados, demasiados necios que no saben respetar las viejas costumbres y pronto se creen reyes del mundo. A pesar de nuestro libre albedrío, siempre ha habido reglas... pero parece que el mundo de hoy las ha olvidado, igual que han olvidado a los viejos monstruos como yo... -Una carcajada leve salió de entre sus labios. -Que ironía, nos creen cenizas, leyendas inexistentes... Cuando algunos volvemos para ser un poco sus pesadillas.
Puede que no lo entiendas, y Lilith... Es necesario que tú lo entiendas pronto. Pero ser el caníbal, por así llamarlo, me dota de cierto poder sobre los míos. Ésta acto aberrante es de agradecer, controla a los míos y salva a muchos, ¿no crees?.

por **Leinhart A. Ashford** Jue Abr 16, 2015 7:05 pm

La tensión empezaba a formarse cuando el vampiro se acerco al cazador, esto puso al cazador en alerta, no podía bajar su guardia en ningún momento o podría terminar como muchos antes que el, le dio una buena mirada al vampiro que se encontraba frente a el, si no supiera con seguridad el estado de su naturaleza pensaría que aquel hombre era un humano mas, sunpiel tan viva como la de cualquier otro, su respiración que aunque innecesaria se mantenía estable y al compás en todo momento, un buen acto sin duda alguna.

Cuando el hombre soltó su voz esta retumbo en los oídos del cazador, serena y razonable al igual que los pasos que aun se acercaban a el, no estaba lidiando con un asesino sin sentido común, lidiaba con un vampiro nas antiguo y poderoso de lo que podría imaginar. No pudo evitar sonreírse ante la comparación que había hecho este con respecto a su protegida, una mascota le había llamado bajo ciertos aspectos, una broma que sabia le costaría caro eventualmente ya que, después de todo, ella seguía siendo una mujer.

Escucho con atención las palabras del anciano, parecía molesto ante la excesiva cantidad de inmortales en el mundo actual, un extraño sentimiento se reveló en el subconsciente de Lein, por un segundo empatizo con lo que el vampiro decía; era cierto que había demasiados vampiros en aquel país, y en el mundo para ser honestos y aun cuando de un vampiro se trataba, su raza mas odiada, el hecho que este vampiro en particular estuviera limpiando las calles le dio un sentido de satisfacción.

- No puedo evitar agradecerle limpiar las calles de tantos neófitos -

Le dijo con pequeño ademán con el sombrero, en este mundo toda ayuda era bien recibida a final de cuentas sin importar la fuente.

- Hace mi trabajo mas fácil ciertamente; ya el acto de todo vampiro que camina estas calles de siquiera pensar que pueden tomar las vidas que deseen sin repercusión alguna me enferma. -

Continuo volviendo a colocarse el sombrero, realmente consideraba a los vampiros una alimaña que había que eliminar eventualmente, y asi lo haría, pero por los momentos, solos el y su hermano sin aliado alguno para ayudarlos a cumplir esta meta, debería ser inteligente sobre a quienes enfrentar y a quienes dejar con vida por los momentos.

- No le mentiré, apoyo su posición con respecto a la absurda cantidad de neófitos, imagino que si esto sigue así la población de cazadores dejara de existir muy pronto. Algo que no me puedo permitir. -

Se acerco al anciano vampiro para quedar frente a frente con el, ignorando por completo a la joven que hacia poco tiempo estaba siguiendo, había logrado lo que quería de ella y por tanto ya no tenia mas uso aunque sabia que esto la molestaría infinitamente y una descarga de aquella molestia, no estaría muy lejos de ocurrir.

- Pero no se confunda, respeto el ideal mas no al idealista -

Termino diciéndole, no lo amenazaba ni mucho menos. Solo le hacia entender que si bien apoyaba lo que el vampiro decía y hacia, seguía siendo su enemigo y no dudaría en ponerle una bala en el corazón si llegara a descarriarse.

por **Lilith O'Hara** Mar Mayo 05, 2015 11:13 pm

Cada palabra que salía de ese hombre me irritaba, ahora entendía porque en ocasiones Lucciano no dudaba dos veces y comenzaba a torturar sin antes dialogar un poco. El pensamiento de que si yo hubiera sido un vampiro lo hubiera asesinado desde hace ya un rato cruzó por mi mente y esperaba que por la de el vampiro también cruzara esa idea.

Pronto me hicieron sentir impotente.

Primero por el vampiro el cual parecía no escuchar ninguna de mis advertencias acercándose cada vez mas al cazador y sin ninguna cautela mirándome como si me estuviera diciendo que todo lo tenía bajo control, luego por el hombre el cual miraba de forma curiosa y amenazante al vampiro como si su mirada me atravesara o como si yo no existiera.

De pronto Lucciano habló sorpresivamente a mi favor y en contra del adjetivo que había usado el cazador lo cual me causó mucho agrado, por fin Lucciano se había hecho la idea de que él no sería ni mi “amo” ni mi dueño… pero inmediatamente toda esa bella fachada calló al referirse a mi como un perro.
-¡Suficiente! no dejaré que me traten de ese modo. –dije secamente mientras daba dos pasos de espalda lo suficientemente alejada como para poder verlos a ambos al mismo tiempo y sus molestas sonrisas burlonas.

Mis ojos mostraron desesperación y giraron irónicos ante toda esa cátedra de vampirismo que estaba dando Lucciano. ¿Por qué simplemente no intentaba matarlo?

Luego vino la amabilidad por parte del hombre contestando a Lucciano, de pronto ya parecían dos compañeros de trabajo importantes charlando de negocios a la luz de la luna los cuales solo les hacía falta darse la mano. La situación comenzaba a darme asco.

“Este sujeto ya me tiene harta. No te vas a volver su amigo ahora, vamos… ¡Haz algo!” insistí en la mente de el vampiro esperanzada con que usara su hemokinesis. “¿No confiarás en él verdad? Te traicionará… todos lo hacen Lucciano, recuérdalo.” Miré tan solo al vampiro esperando poderlo convencer de cometer el asesinato, si bien alguna vez había valorado la vida de un ser humano… pero después de todo este tiempo con él ahora la vida de otros ya no importaba tanto.

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