Conversaciones bajo la lluvia - Libre

por **Contessa Luciano** Mar Ago 11, 2015 8:49 am

Por fin he llegado a mi destino: París. ¿Qué me deparará esta nueva ciudad? Estoy deseando salir de turismo, conocer la ciudad, a la gente. Lo necesito. Necesito olvidar. Necesito olvidarla, por eso estoy aquí. Para empezar una nueva vida, lejos de todo el sufrimiento.
Sumida en los tristes recuerdos de mi pasado, el revisor del tren entra en mi compartimento:
-Señorita, ya hemos llegado a París- me dice con una voz simpática
Qué pena que sea un viejito, he comido hace poco pero nunca le digo que no a un humano o dos más, total, no voy a engordar. Así que me resigno, asiento y cojo mis cosas para salir del tren.
Por fin bajo a la estación, lo bueno de los trenes nocturnos es que hay poca gente así que la estación estaba poco concurrida. Entre las personas que se han bajado de la estación, mi mirada se cruza con un par de inocentes ojos azules. Se trata de una jovencita de la que me he alimentado durante el viaje. Buena sangre, la verdad. La chica le sonríe y yo le devuelvo la sonrisa acompañada de un guiño. Consigo que la chica se sonroje mientras se va de la estación. Que divertidos son los humanos, me gusta jugar con ellos.
Mi intención primera era llegar a la ciudad lo antes posible pero parece que mi primer día no ha empezado tan bien. Ha empezado a llover. El diluvio universal fue una tormentita en comparación con esto. No creo que ninguno de mis paraguas me asegure llegar completamente seca.
Resignada, decido quedarme en la estación y ver como llueve. ¿Estará lloviendo allí también? ¿Estará ella bien? Su casa es muy humilde, espero que no tenga goteras, puede resfriarse y que no haya nadie que la cuide y… No, Contessa, no pienses en eso. Si vine hasta aquí ha sido para olvidarla y curar mis heridas, aún frescas.
Sigo mirando la lluvia, rogando para que limpie mi conciencia. Sumida en mis pensamientos, no me doy cuenta de que alguien aparece a mi lado, intentando llamar mi atención.

por **Kenneth A. Karamakov** Mar Ago 11, 2015 10:05 am

Yo un joven algo divertido que le gusta mucho el poder hacer cosas como irse a escondidas de todos para caminar sin tanta reverencia de la gente, las ventajas de ser alguien de la realeza es que nunca te hace falta nada material para subsistir en el día a día de la vida y eso no negare que me hace de lo mas feliz. Lo único malo de mi vida es que al parecer todo el mundo se cree mi dueño por l oque siempre me veo lleno de gente diciéndome con quien casarme, como debo vestir, como debo hablar y como debo ser con las personas dependiendo su estatus social. Nada de esas cosas me daría mas gusto que hacerlo a mi conveniencia, pero debo seguir unos reglamentos y formaciones que me aseguraran que siga teniendo mis lujos pero sobre todo en alto el nombre de mi familia.

Para despejar mi mente de las cosas que me agobian tomo una de las ropas de mis sirvientes que son muy sencillas en verdad y me voy a pasear por todas parte de parís siendo solo una persona mas, mi cómplice es mi querido amigo que maneja mi carruaje hasta donde yo le digo para luego caminar como si fuera un chico podre como hay muchos en este lugar. Desde que llegue a este lugar me siento de lo mas feliz puesto a la verdad en el puedo hacer mas cosas a escondidas que en mi natal Escocia, por eso no quiero irme nunca de este lugar y por eso me extiendo lo mas que puedo para estar aquí aunque de vez en cuando debo volver a mi tierra para ver como va todo nada mas. Cuando me desmonto de mi carruaje comienza a llover en gran manera y me dejo mojar por la lluvia por que tenia mucho tiempo que no hacia algo como eso, por que siempre me dicen que me enfermaría de gripe por mojarme.

Voy caminando por la lluvia hasta llegar a la estación de los ferrocarriles, en este lugar de noche hay muy poca gente pero es bueno para caminar un poco lejos de todo el mundo. Al seguir caminando veo a una chica sola mirando la lluvia caer, me llama la atencion puesto era muy extraño ver chicas solas a estas horas de la noche y como todo curioso que soy me acerco a ella para sentarme a su lado.- Buenas noches, Madame.- Dije caballerosa mente, esperando no se molesto para ella sino me iría sin mas.

por **Contessa Luciano** Sáb Ago 15, 2015 5:37 am

Su voz me sobresalta. Tengo que aclararme ya, vivir el presente y olvidar el pasado.

-Buonanotte.

Maldición, esto no es Italia. No puedo evitar hablar en italiano cuando estoy nerviosa. Intento recuperar la compostura, me aclaro la voz y lo vuelvo a saludar, esta vez en mi francés, aún algo torpe:

-Buenas noches. Parece que le ha pillado la tormenta mientras paseaba, ¿no?

Mientras espero que me conteste, me fijo en mi interlocutor. Es un chico joven, humano seguramente. Físicamente parece mayor que yo. A pesar de estar empapado por la lluvia parece no importarle mucho. Los humanos son extraños.

Hace siglos que ya no soy uno de ellos y cada vez entiendo menos sus acciones. He acabado teniendo mi propia ética, mi forma de ser y actuar. Ya las emociones humanas son tan extrañas para mí como si no las hubiera sentido nunca. Perdí mi humanidad hace mucho tiempo y no quiero recuperarla. Así la vida es más divertida.

Por eso no entiendo por qué un humano tendría interés en estar mojado a riesgo de coger una enfermedad que podría ser mortal. Busco en mi pequeño bolsito de mano y le doy con mis manos enguantadas un pañuelo de tela que tiene mis iniciales bordadas.

-Tenga- se lo ofrezco, intentando no sonreír mucho para que no se vean mis colmillos-. Debería secarse un poco si no quiere pescar un resfriado.

por **Kenneth A. Karamakov** Sáb Ago 15, 2015 9:51 am

Me acerco a la desconocida chica para no estar tan solo en este lugar, pero ella sin ninguna protección es mas peligro para ella que para mi que soy un hombre ya que las mujeres son tan frágiles que cualquiera puedes dañarla fácil mente. Al saludar esta me responde en italiano lo cual me sorprende, es una chica extranjera que al parecer esta visitando París como yo que me he quedado mas de la cuenta en este maravillo lugar.- A la verdad que si, pero me alegra lo haya hecho me gusta mucho la lluvia.- Comente a la desconocida que al parecer era mucho menor que yo, creo que si llega a los veinte años es mucho para ella lo cual me preocupa un poco que este sola al menos que se haya escapado de casa para vivir una aventura como yo pensé muchas veces hacer antes que mi padre muriera.

La miro de pies a cabeza y por su ropa puedo ver que es una chica pudiente ante lo cual me siento a confianza cerca de ella, no muy cerca para no mojarla puesto estoy empapado por todo el agua que tengo encima gracias a la lluvia. Tenia varios días que nos llovía de esta manera y siempre estaba con alguien que me frenaba para no mojarme pero esta vez, por fin estaba solo así que no lo pensé dos veces para mojarme un poco y divertirme como si fuera un pequeño rebelde que ha hecho una gran travesura a escondidas de sus padre.

- Gracias.- Dije a la chica sin tomar su pañuelo, y esperando no se sienta mal.- A la verdad no hace falta deseaba mojarme en la lluvia, además tengo por seguro que no me enfermare.- Comente sincera mente.- Soy Kenneth, ¿con quien tengo el honor ? - Dije a la chica amable mente mientras la miro a los ojos fija mente.

por **Contessa Luciano** Lun Ago 17, 2015 10:50 am

Perece que el desconocido está empezando a coger confianza, porque se ha sentado más cerca de mí. No me gusta mucho tener a la gente cerca, por si pierdo el control. Pero como he comido hace poco, me puedo controlar bastante.

Al parecer no necesita mi pañuelo, así que lo guardo. No entiendo cómo le puede gustar ir por la vida empapado. Con estas temperaturas va a acabar a con un pie en la tumba. Pero bueno, no voy a parar las intenciones suicidas de la gente. Aunque parece muy convencido de que no va a enfermar yo no lo daría tan por seguro. Es un humano al fin y al cabo. Y los humanos son más frágiles de lo que ellos mismos creen.

Me sigue hablando y por su forma de hablar, no parece ser un plebeyo, me apuesto lo que sea a que este chico es un noble. No todo el mundo habla con tanta caballerosidad y desapego del mundo. Un niño mimado, seguramente.

A continuación, se presenta. Kenneth, dice llamarse. Al parecer no soy la única extranjera aquí. Yo, sonrío y decido presentarme:

-Yo me llamo Contessa- extiendo la mano-, es un placer. Y dime, ¿Qué hacías por aquí en medio de la lluvia?

por **Kenneth A. Karamakov** Lun Ago 17, 2015 11:48 am

No soy de hacer convecciones con extraños pero a decir verdad esta chica se ve algo indefensa, además que me enseñaron que siempre debo estar dispuesto a ayudar a las mujeres a pesar de no gustarme para algo romántico. Mi padre me mostró todo lo que un hombre como yo debo de saber para tratar una mujer, pero este se fue la mas allá sin saber que su hijo siempre se ha sentido atraído por los hombre y que yo quizás seria la razón por la cual el apellido de la familia se vaya a la ruina luego de tanto esfuerzo de mis ancestros en seguir la traducción de la familia.

Dejo de pensar un poco en mis obligaciones en mi mente para seguir tratando con esta chica italiana que esta un poco lejos de su casa, así que me da curiosidad como el gato de saber que la trae por estos lados sola. Pero como lo aprendido debo tratar bien para que poco a poco la persona se abra conmigo para obtener mis respuestas, así que solo me quede tranquila mente mientras esta se presento ante mi luego de que yo lo hiciera amable mente luego de rechazar secarme de la lluvia que tanto me fascina.

- Contessa, debo decir que nombre es bonito como extraño.- Dije sincera mente, tomando su mano y dándole un leve beso en ella como estoy acostumbrado hacer con las mujeres de alta clase y la realeza en las fiestas.- Yo estaba disfrutando de la lluvia, puesto siempre me ha gustado mojarme por mas extraño que parezca.- Comente a la chica de nombre extraño, pero sobre todo algo pálida frente mi.- Puedo preguntar ¿Que hace sola en medio de este lugar? - Dije algo curioso mientras la miro fija mente a los ojos, como siempre me enseño que se debía hacer si deseaba saber si no mentían ante mi.

por **Contessa Luciano** Mar Ago 18, 2015 11:09 am

Aquí sigue lloviendo, parece que me queda todavía un rato esperando en esta estación. Afortunadamente, el chico tampoco tiene intención de marcharse. Bien, me gusta estar entretenida. La eternidad es muy larga como para aburrirse. Además, si, por lo que parece es un niño rico, no me viene mal tener este tipo de contactos nada más llegar a la ciudad.

Por fin me presento y al parecer al chico le parece extraño mi nombre:

-Es bastante común en Italia- contesto-. Además, mis padres querían dejar clara mi posición- le miento.

Siempre soñé que sería así. Desde pequeña pensé que mi nombre me decía como sería mi destino. Era un nombre noble, elegante y de la realeza. Y al final lo conseguí. Llegué a ser lo que siempre quise y me he forjado una nueva vida, como siempre había soñado.

-Pero su nombre no se queda atrás de lo extraño que me parece, ¿de dónde es usted?- le pregunto con curiosidad-. Yo, estoy esperando a que deje de llover, no quiero mojarme el vestido. A diferencia de usted, no soy muy amiga de las lluvias torrenciales. He tenido la mala suerte de que me haya empezado a llover nada más llegar. Después de todo un viaje de cielos despejado, nada más llegar a mi destino han empezado las lluvias. Parece que la suerte no está de mi lado- sonrío un poquito.

No me gusta mostrar mis sentimientos, no me gusta parecer frágil y mucho menos predecible. Cosa que si hubiera tenido una vida normal nunca habría comprendido hasta tal punto como lo entiendo ahora. Aunque, a veces es bueno sonreír.

por **Kenneth A. Karamakov** Vie Ago 21, 2015 1:16 pm

La chica en verdad me parece algo extraña pero aun así continuo haciendo algo de conversación para saber un poco mas de ella, quien sabe si de aquí puedo sacar algo que me convenga como un arreglo bien jugoso donde los dos podamos salir beneficiados.- No lo sabia, ahora me entero de eso.- Comente ante su respuesta ante mi comentario sobre su nombre, que no me parecía para nada común pero no soy italiano para saber esas cosas.- Vaya lo padres siempre manipuladores, desde que nacemos hasta que morimos.- Comente por eso que dijo, puesto me identifico con eso de que lo padres hacen cierta presión sobre nosotros para terminar haciendo lo que a ellos mas le gusta que uno haga y ellos no pudieron hacer en su tiempo.

Veo que la lluvia sigue cayendo en gran manera por lo que tendré mucho tiempo para estar en este lugar con ella, conociendo de donde viene y esas cosas. Ademas que puedo ver si ella me puede servir para mi plan de casarme por conveniencia de la mujer y mía por igual, por que se que andan muchas con las cuales poder estar pero que no son de mi agrado. Contessa tiene misterio y eso me gusta, por que así mi madre no la molestara en acercarse a ella por que todo lo que tiene misterio no le llama la atencion para nada.

- Yo soy Escoces señorita, por eso lo extraño de mi nombre.- Dije mientras la miro con mi sonrisa picara en mi rostro, como siempre me sale cuando la estoy pasando bien.- Vaya al parecer nunca me topare con una mujer la cual disfrute de mojarse un ida en la lluvia sin importa lo material que tiene encima, pensé era un poco mas aventurera. Pero en fin las mujeres se cuidan mucho mas que los hombre y sobre todo que al parecer no es de su agrado la lluvia lo cual es triste, no siempre llueve de esta manera y debe aprovecharla por que como bañarse en una cascada gigante.- Comente a la chica mientras la miro sonriendo.- Solo digo lo que pienso, peor dígame sino es molestia ¿de que clase social es? - Pregunte curioso.

por **Contessa Luciano** Dom Ago 23, 2015 1:52 pm

Al parecer no era una persona que viajara mucho, por lo menos no a Italia. Aunque, por lo que se ve, en este caso no soy la más indicada para decir nada. A mí tampoco me suena un nombre tan curioso como el suyo.

-Bueno, hasta que ellos mueren- corrijo su frase con respecto a los padres.

No puedo evitar pensar en mis propios padres. No es que los eche de menos, nunca lo he hecho y nunca lo haré. Ellos nunca entendieron mis aspiraciones de futuro. No entendieron que yo no quería seguir sus pasos y pudrirme en el mismo sitio en el que nací. En gran parte fue culpa de ellos que yo acabara así. Pero por lo menos conseguí cumplir mi sueño y convertirme en la dama que siempre había querido ser.

Me ha dicho que es escocés. Por eso no me sonaban ese tipo de nombre. Escocia está en una isla, lo que significa ir en barco. Me he recorrido toda Europa pero no he sido capaz de viajar más lejos por mi horrible fobia a los barcos. No puedo con ellos, el agua, los mareos. No me gusta sentirme tan indefensa y rodeada de tantos desconocidos.

Parece que se ha desilusionado un poco cuando le he dicho que ni me gustan las lluvias.

-Hay muchas formas de ser aventurero, señor. No me subestime- le guiñé el ojo, divertida.

Nadie pone en duda mi sentido de la aventura. No después de todo lo que he vivido estos últimos siglos. A continuación, me pregunta por mi clase social. Parece una persona muy curiosa.

-Creo que con solo mirar mis ropas podría adivinarlo- lo reto

por **Kenneth A. Karamakov** Lun Ago 24, 2015 9:34 am

Luego de confesar mi ignorancia sobre los nombres comunes de Italia, esta me hizo un comentario sobre mi tema de los padres que me dejo un poco frió por unos instantes. Ella lo soltó con tal naturalidad que me dejo casi boca abierta, así que la veo de pies a cabeza para confirma que si es menor que yo física mente.- Si se puede decir de esa manera también, pero a pesar de todo uno siempre quiere a sus padres por mas locos y manipuladores que puedan ser.- Comento a la chica.- Lo mismo lo son en gran manera, pero a pesar de todo los quiero en gran manera por que son la razón por la que estoy en este mundo.- Comento para decir algo bonito y quizás estas palabras animen para que diga como es la relacion con sus padres, puesto por el comentario este supone que no están en este mundo.

- No la subestimo señorita, solo que me parece que las mujeres casi todas son iguales con los mismo gusto y complicaciones.- Dijo.- Pero ojo con eso no estoy diciendo que usted sea complicada, solo que me sorprende como las mujeres al parecer son cortada por la misma tijera pero a la vez pueden ser tan diferente en la forma de expresarse.- A la verdad este no tenia idea de lo que decía, solo decía como sentía las cosas en ese momento. Pero también ante mi pregunta tonta sobre de que clase es la chica, tenia razón la decirme que viera su ropa ya que es de la buena en verdad.- Torpeza mía nueva mente, con esa ropa se que es de clase alta y no de otra mas.- Comento mientras la mira de pies a cabeza, con una sonrisa en el rostro.

Luego de saber su clase social, sabia que podría decirle lo que es sin problema.- Pregunte lo de su clase por que soy el Barón de Escocia y pensé podría ser de la realeza, puesto en París hay mucha gente de lugares que no he pisado.- Comento.- Así que solo me aseguraba de poder decirlo, por que una vez le dije a alguien que si me descuido me secuestra solo para sacarme dinero.- Dijo sincera mente puesto la gente tiene una sed de dinero y poder, como de pan y agua los pobres.

por **Contessa Luciano** Vie Ago 28, 2015 11:06 am

Al parecer mi comentario sobre los padres lo había dejado impactado. Con el paso del tiempo, es normal que haya empezado a ver la muerte como algo natural para los humanos. Sobre todo en el caso de mis padres, a los que no vi desde que huí de casa, hace ya tanto tiempo.

-No me malinterprete, caballero- intento arreglar la situación-, solo me refería a que, por naturaleza, los padres perecen antes que nosotros. Aunque no voy a negar la importancia que tienen los padres para sus hijos, a fin de cuentas, son ellos los que empiezan a forjar nuestra personalidad.

Intento zanjar poco a poco el tema. Para ser sincera, no me gusta mucho hablar de mi vida como humana. Es una parte de mi vida que prefiero olvidar. Estoy mejor siendo como soy ahora, una auténtica dama, y no una pueblerina cualquiera.

Su siguiente comentario me saca un poco de mis casillas.

-Permítame que lo corrija, señor- intento no parecer muy alterada-, pero su percepción de las mujeres es bastante errónea. Si a simple vista parecemos todas iguales, se debe al hecho de que no nos dejan ser como nosotras somos. Desde el día que nacemos se nos obliga a ser como la sociedad quiere que seamos. Que vistamos de un determinado modo, que hablemos de una manera, nuestros modales… Puede que ustedes los hombres también vivan sujetos a muchas reglas pero le aseguro que no es ni la mitad de las restricciones que sufrimos nosotras.

Una vez me había desahogado, ya estaba más tranquila. Todas esas restricciones de las que hablaba ñas había sufrido yo y ya con una avanzada edad. En muy poco tiempo tuve que aprender a ser toda una señorita. Y como era ya más mayor, fui más consciente de todo lo que había que pasar para convertirme en una de esas mujeres que yo siempre había admirado.

A continuación, el caballero se presenta como un miembro de la realeza escocesa. Interesante, al parecer el niño rico es más poderoso de lo que pensé en un primer momento. Pero está solo, sospechoso. Una persona tan importante debería estar rodeado por decenas de guardaespaldas, así que intento asegurarme de que no me está mintiendo:

-Vaya, es todo un honor encontrarme a alguien de la realeza nada más llegar a la ciudad- hago una pequeña reverencia, aún sentada-. Pero permíteme preguntarle, barón, ¿Qué hace alguien como usted, solo y tan lejos de su tierra?

por **Kenneth A. Karamakov** Vie Sep 25, 2015 12:51 pm

- Disculpe si me veo que la malinterprete.- Dijo rápida mente.- Entiendo su punto mas claro ahora y le pido mis mas sinceras disculpas por hablar de una forma que pudo haberla ofendido.- Comento mientras trata de arreglar sus palabras puesto a decir verdad no entendió bien lo que decía, pero quizás estaba un poco turbado cuando escucho la muerte con tal naturalidad cuando todavia no supera bien que su padre se haya ido hacia el mas allá y lo haya dejado con la responsabilidad que no pensaba tener en mucho tiempo.

Al final intenta hacer algo de conversación pero cada vez mas esta hundiéndose mas al parecer por que la tocar otro tema mas, termino ofendiendo su genero femenino el cual no la ve de modo sexual pero como algo de amistad sabe que son muy buena para eso.

- Nueva mente me disculpo por mis palabras.- Dijo.- Tiene mucha razón las mujeres no tiene nada de libertad como yo por ser hombre, pero la misma biblia dice eso y eso que no soy muy religioso que digamos. Pero las mujeres independientes como los hombres no se ha visto desde que el mismo creador las hizo, yo no las veo como la gran mayoría de mi genero que piensan son mas un juguete que personas pero eso también es culpa de la iglesia pero sobre todo de Dios.- Comento final mente dándole la razón con sus palabras algo buscada de su mente, por que siempre lo quería decir en voz alta que la iglesia como Dios son la causa de que las personas sean esclavos de ellos de una manera sutil y no tan evidente como los negros.

- No hagas reverencia estamos en confianza querida.- Comento.- Y bueno me escape para mojarme en la lluvia por eso no ve a medio pueblo detrás de mi para que no me suceda nada, así que debo escaparme para estar a solas un rato lejos de todas las cosas que debo hacer solo por ser un miembro de la realeza y bueno nos instalamos una temporada en este lugar.- Dijo final mente a su acompañante.

por **Contessa Luciano** Dom Oct 04, 2015 1:37 pm

-No se preocupe. No me ha ofendido en ningún momento- lo disculpo.

Mi tema de conversación parece que no le agradaba demasiado. Los humanos ven la muerte como algo a lo que hay que temer y les cuesta hablar con normalidad de ella. No como me pasa a mí. He vivido ya mucho para ver la muerte como algo natural, inevitable, para casi todos.

Su comentario sobre las mujeres no me ayuda a mantener una conversación amistosa con este hombre. No me gusta ser maleducada con la gente, pero no puedo quedarme tranquila sin dar a entender mi punto de vista a mi interlocutor.

-Yo tampoco soy religiosa, caballero. Y por eso mismo no llego a comprender por qué no se nos da las mismas libertades que a ustedes. Las mujeres podemos llegar a ser igual de independientes y autosuficientes que los hombres, si la sociedad nos diera una oportunidad para demostrar todo de lo que somos capaces.

Al enterarme de que es de alta nobleza, no puedo evitar parecer más humilde. Aunque me diga que no muestre muchas formalidades, no lo puedo evitar. Actúo inconscientemente.

-Perdone mis modales hasta ahora- me disculpo-. Es normal que alguien como usted sienta la necesidad de escapar y sentirse libre aunque sea por unas pocas horas. En cierta forma, comprendo su punto de vista- sonrío.

por **Kenneth A. Karamakov** Lun Oct 05, 2015 11:56 am

- Es bueno saber que no la he ofendió, no ha sido mi intención en ningún momento.- Dijo a la chica para poder así dejar atrás el temas de los padre y la muerte, sabia que un día le tocaría irse con la muerte al mas allá pero no puede habar de ello por que en verdad le desagrada todo ese tema del mas allá a pesar de que los religiosos dicen que morir es una ganancia por que vas al cielo pero no todos van la cielo y por su cabeza pasa que si le infierno es real ese va a ser su lugar. Pero bueno trata solo de relajarse y alejar esos pensamientos de su mente que no vienen al caso ahora, debe seguir gozando de la vida como lo hace cada día.

- No dudo que las mujeres puedan hacer eso que me dices, pero sabes la sociedad no tiene ánimos de cambiar lo que esta estipulado mucho antes de que nosotros emperezamos el camino de la vida. Estoy a favor tuyo pero te diré que soy un hombre que tiene muchas limitaciones, es como si los demás deciden que debo hacer y no quiero ofender pero me siento como una mujer que debe ser obligada a hacer todo lo que le ordenan solo por ser mujer.- Esperaba sus palabras fueran efectivas y que entienda la joven frente de el, que este tiene sus limitaciones a pesar de ser un hombre que puede tener todo aparente mente pero es una vil mentira. Debo hacer lo que se me dice y seguir unas reglas tontas, para que no me pase nada malo.

- No te disculpes ne verdad me agrada que me digas lo que piensas, así veo lo autentica que eres y por eso me caes muy bien en verdad.- Dijo sincera mente.- Que bueno me comprendes, por que los que me rodean no suele hacerlo muy seguido lo cual es frustrante ademas de que mi madre la tengo encima de mi todo el tiempo recordándome cosas que no quiero hacer pero tengo la obligación de hacer por el bien de la familia. Por eso salgo a despejar mi mente, para no tener que hacer algo de lo cual tenga que arrepentirme luego.- Comento mientras ve a la chica sonreir, lo cual le hace sonreir también.

por **Contessa Luciano** Miér Oct 07, 2015 3:50 pm

Decidí olvidarme del tema de la muerte. Era un tema que a los humanos les causaba temor. La muerte era para ellos lo desconocido, algo que les perseguía desde el momento en el que llegaban a este mundo. Por eso la temían, por eso también la temía yo en el pasado, hasta que dejé la muerte a un lado.

-Es una pena que la sociedad no esté dispuesta a cambiar- me quejo-. Puedo entender perfectamente que usted también tiene un sinfín de limitaciones con respecto a su estatus social.

Me levanto de un saltito y, estirando los brazos sigo diciendo:

-Por eso decidí no seguir las órdenes de nadie. Yo he decidido vivir mi vida a mi manera. Creo que eso es lo que todo el mundo debería hacer. Al fin y al cabo, nuestra vida debería ser solo nuestra.

Puede que mis palabras no fueran del todo ciertas. Al fin y al cabo, mi vida no me pertenecía en su totalidad. La habría perdido hace siglos sino fuera por la persona que me concedió esta oportunidad para vivir como yo quisiera.

-Aunque le guste que le diga lo que pienso, debo mantener las formas ante alguien como usted- aclaro-. Ahora entiendo su extraño gusto por dejarse mojar por la lluvia. Es la única sensación de libertad que puede sentir un pajarito enjaulado como usted, ¿no es así?

por **Kenneth A. Karamakov** Jue Oct 08, 2015 5:24 pm

- Si, en verdad una lastima muy grande que la sociedad sea tan limitada en algunos sentidos.- Dijo.- En verdad si comienzo a enumerarlas no se si termine hoy, pero si como las mujeres también tengo mis limitaciones y entiendo bien lo que es muchas veces tener que hacer las cosas por que las reglas creadas por otro hombre lo dicen.- Comento por que cada vez que tocaba este tema se iba toda su paciencia muchas veces pero trata de no salir total mente de sus casillas por que conversa con una chica nada mas.

Ve como ella se levanta para estirarse mientras, el se acomoda un poco mas en su asiento para seguir hablando con ella con la lluvia cayendo todavía cerca de ellos.- Desearia poder hacer lo que yo quisiera, pero me debo a mi familia y prometí a mi padre en su lecho que seguiría mis obligaciones que tengo por ser alguien de la realeza, además me debo un pueblo que cuenta un poco conmigo también.- Dijo algo resignado de su destino, aunque envidia un poco a su amiga nueva que acaba de conocer. Admiraba su forma de expresarse, pero sobre todo que tengan pensamientos similiares en algunas cosas.

- No te limites por que soy alguien de la realeza, imagínate que soy alguien con quien puedes conversar de todo tema sin problema alguno querida Contessa. - Comento sincera mente a la chica, dándole a la chica total libertad para hablar como le parezca.- Así es, son de las pocas cosas que puedo hacer que me hacen ser un ser libre como el viento y debo escapar de todo para pensar o por lo menos tener tiempo solo para mi.- Dijo al ver como la chica lo descifro en tan poco tiempo.

por **Contessa Luciano** Dom Oct 11, 2015 5:28 pm

-Me gustaría pensar que la sociedad se dará cuenta de ese error y cambiará su parecer con respecto a las mujeres.

La verdad es que esa era una mentira demasiado grande hasta para mí. Yo ya había perdido mi fe en la sociedad humana hacía mucho tiempo. Mucha he pensado que puede que llegue el momento en el que se den cuenta del potencial del género femenino.

Cuando me levanto, tengo cuidado de no mojarme con las gotas furtivas que entraban al pequeño techo que nos cubría.

-Ese es el problema. La gente tiene demasiadas obligaciones impuestas por otros. Aunque las suyas sean mayores que las de la gente de a pie, no creo que sea bueno para nadie vivir toda la vida reprimido. Lo sé muy bien- le sonrío mientras me acerco con pasos saltarines.

A veces mi actitud es muy infantil, espero que no le moleste a mi nuevo amigo.

-Aunque me alegro que pueda tener un poco de tiempo para usted. Aunque sea de una manera un tanto ilegal.

por Contenido patrocinado

Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre

Re: Conversaciones bajo la lluvia - Libre