Despistado *Privado*

por **Cailen Gowan** Mar Sep 22, 2015 6:17 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Era un día especial. Hoy había mucha actividad en el mercado, más de la habitual. Sin moverme del callejón oscuro en donde estaba, comencé a vigilar como águila, auqneu claro, esto era de manera inconsciente pues estaba buscando dos cosas al mismo tiempo y me enfocaría en aquella que encontrara primero. Quería encontrar la razón por la que hubiese más gente de la que acostumbraba a estar, y también buscaba a alguien que estuviera despistado, tal vez alguien nuevo en el lugar que aún veía sus alrededores con incredulidad, buscaba a aquellos que no estuviesen alertas. No era tan difícil identificarlos, a menudo eran los que resultaban timados por los altos precios de los comerciantes quiénes, no lo admitirían, pero miraban a las personas de la misma forma que yo lo hacía en ese momento.

Advertí un nuevo puesto en aquel mercado, uno con los colores de la bandera suiza adornándolo. Resultó pues, que ese era el causante de tanto revuelo, un puesto de pasteles que, a juzgar por lo que decía la gente que pasaba cerca mío sin saberlo, eran unos postres muy famosos los que se vendían ahí y que solo estarían esta semana. No pude evitar notar que la gente compraba pasteles completos y no solo rebanadas, otras cargaban inclusive tres cajas de aquellos postres. Mi estómago gruñó cuando pusieron a la vista un pastel de nuez recién hecho. Decidí no torturarme a mí mismo con eso y me enfoqué en la manera de conseguir dinero que me garantizaría algo qué comer.

En ese momento vi a un joven, aproximadamente de mi edad, que era literalmente todo lo que buscaba en una "víctima" caminaba a pasos lentos, deteniéndose a contemplar cada puesto por el que pasaba, como si no supiera a qué viniera al mercado. Miré a mi alrededor un par de veces, tomando aire neviosamente, esperando a que de lo distraído que estaba no se percatarda del hombre que rodaba barriles llenos de mercancías sin fijarse en quién tenía enfrente. Con algo de suerte, sería empujado y algo se le caería, lo que fuera, ya sea un pañuelo, un reloj o incluso la gorra. En el mercado también había ladrones, hombres que daban dinero a cambio de bienes obviamente robados.

por **Cailen Gowan** Sáb Oct 10, 2015 9:54 pm

Fue el tercer ¿o cuarto? abrazo que recibí en el día y debía admitirlo, no se sentían nada mal, no sabía cómo describir esas palabras, nadie se había volteado si quiera a verme, muy pocos eran los que sabían mi nombre, no estaba acostumbrado a ser tratado con tal gentileza, ni siquiera por mis propios progenitores. Era justo eso lo que me tenía tan asombrado, apenas si había conocido al hombre hoy y éste había hecho tanto por mí en apenas unas horas... Devolví el abrazo mientras dejaba fluir algunas lágrimas, no podía evitarlo, acababa de caer en la cuenta de que toda la miseria que había soportado durante tantos años había acabado por fin, sentía como me quitaban un enorme peso de encima, no estaba condenado a la calle después de todo. -Gracias. -Murmuré. -Jamás podré agradecerle lo suficiente. -Continué, las lágrimas aún fluyendo con fuerza. Me aparté rompiendo el contacto y secando las lágrimas con la manga. -No hay razón para que me aleje de usted, ¿para qué lo haría?

Pasaron unos minutos hasta que recuperé mi compostura. -Acabo de darme cuenta de que... no sé su nombre monsieur.

por **Clagg Storm** Jue Dic 24, 2015 6:00 pm

El rostro del joven se transformó al escuchar la pregunta del menor, como se podía haber olvidado de algo tan importante como lo es presentarse, sentía una vergüenza enorme, pero dejo eso de lado, intento recobrar la compostura y como lo hacía en estos casos sonrió ampliamente.
- Mi nombre es Clagg, Clagg Storm mucho gusto - dijo inclinándose sin apartar sus ojos de los de Cailen.
Clagg luego de esta improvisada Presentación, y recordando lo que le había prometido al joven decidió llevarlo a su propia recamara. Se encontraba en la segunda planta, la cual se encontraba junto a la suya. Dejo a Cailen en su nueva recamara y fue en dirección a la lavandería del primer piso a buscarle ropa para su cama. En el camino hacia dicha habitación paso por la sala de estar y en un movimiento involuntario dio vuelta una fotografía, al volverse a colocarla en su posición original una ola de nostalgia invadió su cuerpo, la foto de su difunta compañera era la responsable, comenzó a rememorar sus días felices junto a ella, y el día que la perdió…
- Espero que seas feliz - se dijo a sí mismo- Porque yo hallare la mía - acto seguido dejo el retrato en su lugar y fue a buscar la ropa de cama para el pequeño Cailen. Al llegar nuevamente a la nueva habitación del menor se apoyó en el marco de la puerta y observo al pequeño con una mirada de ternura, realmente el llenaba el lugar con su sola presencia.

por **Cailen Gowan** Mar Ene 19, 2016 12:29 am

-Clagg. -Repetí en voz alta como recordatorio.

Tras aquella presentación me invitó a que le siguiera, terminamos llegando a una habitación en el segundo piso, justo en la habitación que estaba junto a la que había estado hace poco. Me sentía muy curioso de saber lo que habría tras la puerta, no tan sorpresivamente, era otra habitación, casi idéntica a la otra, la diferencia eran algunos muebles y la posición de la cama, que estaba junto a la ventana y no en el centro. Entré tímido a la habitación, mis ojos observando atentamente todos los detalles, por más insignificantes que fuesen. Me adentré más mientras escuché que bajaba, comencé a abrir los cajones, me asomé por la ventana, tenía una bonita vista al bosque que en esos momentos se mezclaba con el cielo que había adquirido una tonalidad grisácea, advirtiendo sobre una posible lluvia -¿Entonces puedo dormir aquí? -Pregunté cuando escuché que volvía, sin poder creerlo aunque ya sabía la respuesta, ¿por qué otra razón me la habría mostrado de esa forma? A pesar de eso, sentía que estaba en un sueño, uno de los más raros.

La idea no cabía dentro de mi cabeza, a partir de ese momento no me volvería a tener que preocupar por nada. Tenía la intuición de que Clagg no lo permitiría, pero aún así, no quería rondar por la casa sin hacer nada, quería ser útil en algo además de simplemente acomodar las cosas. Sí, ese iba a ser mi siguiente paso, aprender a hacer algo de provecho.

Me di la vuelta y lo vi sosteniendo lo que supuse que eran las mantas y demás para la cama. Me acerqué lento y de igual manera tomé lo que traía en las manos para caminar hacia la cama, dispuesto a dejarla lista para cuando ya quisiera irme a dormir, que a juzgar por la hora no parecía que iba a tardar. Miré satisfecho el cuarto, se veía ordenado. Hubiera estado así por más tiempo de no ser por un aroma que me llegó desde el piso de abajo. -Huele muy bien. -Comenté en voz alta.

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