Destinos cruzados || Grupal

por **Santhiago Morel** Jue Dic 10, 2015 10:19 pm

Victus est superior aut ubi nihil nisi sanguinem belli in acie.

Los dedos que toman la tela de la manga de la camisa estirándola, acomodándola en su sitio sin dejar marca o arruga alguna a su presencia. Los tacones de una mujer que en la penumbra se acerca a aquel espejo que solo muestra la figura definida de aquella fina y elegante mujer de cabellos rojos, dedos femeninos que atan la corbata y otros que ajustan el traje a su medida. El bastón que le trae la hija, se lo arroja sin verle saliendo de la habitación, la otra mujer entrega un pequeña caja plateada con una máscara, un beso y la puerta se cierra.

Ojos negros que se muestran, los zapatos que suenan contra la alfombra de aquel pasillo, el sombrero enorme que oculta realmente el rostro y aquel disfraz veneciano que lo aleja de todos. La música resuena tras los muros de aquella mansión que está apartada de todos, con grandes campos que resulta demasiado ostentosa para sus cuatro ocupantes. El gran salón se ha llenado de vida tanto la de otro mundo, la propia y ajena. Vampiros, lobos, humanos con y sin habilidades, fantasmas que rondan el lugar como la consciencia o escudo de cada uno, todos están ahí con un solo propósito, ver surgir a un dragón o ser decapitado, o quizás, solo quizás…sorpresas.

El reloj marca con las campanas las nueve, hora en que todos se detienen observando como desciende, debería ser asciende del infierno, aquel ángel de cabellos rojos que junto a ella está un joven cuya mirada no se aleja del suelo. Alzan más la mirada y observan a un ser admirar todo desde las alturas como si fuera el mismísimo Dios. Los minutos van pasando lentos mientras él continuaba en la parte alta de las escaleras con una copa de “vino tinto” (sangre oculta como vino) sonriendo ante la vista, una mujer llega por detrás susurrándole algo al dejar sonar unos pequeños chinchines en su cadera, su traje es muy exótico y exhibe más de lo que se debería para la sociedad pero como es una fiesta todo es permitido, hasta cierto punto.

Un juego macabro se iniciaba ahora,un juego en el que cada uno es libre y a la vez no, incluso los invitados al banquete.

por **Xaziel Morel** Dom Mayo 22, 2016 9:32 pm

Ábrete puerta del infierno
Ábrete silenciosamente
Muéstrame el camino a recorrer
Muéstrame la redención de mi gloria y destrucción

Silencio, absoluto y completo que solo es interrumpido por las manecillas de un viejo y antiguo reloj que marca la hora en que los demonios despierten, aunque algunos ya de pie andan mostrando su sonrisa engañosa, aguardando hasta la hora en que puedan devorar las almas de aquellos ingenuos mortales; aunque resulta que son estos los que disfrutan ser devorados lentamente por aquellas bestias infernales. Simple perdición o inocencia brutal que se condena en sangrientos pactos.

Una puerta cerrándose junto a la sonrisa del dueño de aquellos sonidos que retumban por el pasillo de la oscura mansión, lentamente se van haciendo más y más fuertes a medida que el reloj avanza y otros pequeños sonidos se van acompasando; el rostro oculto tras una mascara tan propia para el evento asignado en la agenda de aquella noche. El atuendo elegido es el poco apropiado para una dama como la de aquellos cabellos de fuego que resaltan tras la máscara, unos pantalones negros algo ajustados y una blusa en corte femenina blanca que es ajustada por un corsé verde oscuro a juego con una chaqueta negra, que avanza por el pasillo hasta le inicio de las escaleras donde el salón se aprecia en su mejor momento.

El silencio es dejado a un lado con las campanadas del reloj que anuncia el despertar y comienzo de la llegada de aquellos que se dejan ver por aquellas puertas enormes que ahora son abiertas de par en par recibiendo a los invitados; el silencio de la velada es interrumpido por pequeños bullicios que se convierten en murmullos y conversaciones de todo tipo acompañada por una hermosa melodía de salón mientras todos se saludan, comen, beben y danzan sin preocuparse en lo más absoluto de nada.

La cena está servida, de todo tipo y gusto, de todo sabor y color incluso para aquellos que no prueban bocado junto a los anfitriones de aquel banquete que van descendiendo de la comodidad del infierno directo a la tierra.

No hay distinción en aquella mansión, aunque eso puede ser bueno o malo según el invitado

por **Markus Rousseau M.** Dom Jul 10, 2016 11:25 pm

Y el disfraz del peón quedó en un segundo plano. La habitación iluminada mientras quien se suponía era un peón más de aquella familia ahora se mostraba como uno de los dueños de aquella enorme propiedad, en aquella lujosa y aplia habitación, tan grande como las otras cuya puerta posee tallada colmillos con una luna pintada, semejante a la contigua de la cual solo es oye el sonido de un par de tacones replicando contra las frías baldosas acompañado aquel eco del silbido apagado de una tela costosa y oscura.

—TOC TOC—

El ruido de una mano delicada pero engañosa toca la madera acabada de aquella habitación seguida de una voz silenciosa que solo murmura -Adelante- la mujer entra en la habitación perfumada a la vista de sus rojos labios y melena de fuego un hombre de traje sastre muy lustro y elegante mirándose al espejo tratando de acomodarse cierto accesorio cual corbata pero no la puede anudar, su consanguínea con sonrisa en labios se acerca, el sujeto se voltea y son los mismos ojos cafés en los que se puede vislumbrar su semejanza; no de sangre pero si de familiaridad algo que se vuelve más espesa que la propia sangre; la mujer toma entre sus finos dedos aquella tela formando un perfecto nudo.

21:00
Los carruajes arriban así como los invitados se van integrando, por ello los llamados a recibir a los invitados descienden con la sonrisa y elegancia que llevar aquel apellido conlleva. Llegando uno a uno siendo recibidos por los jóvenes contratados para la ocasión, los dos semejantes esperan con máscaras en rostro a los invitados, los atienden como si fueran los anfitriones, al cabo de unos minutos es hora que los miembros que han decidido dar aquella fiesta se reúnan con los invitados, el primero en mezclarse con los demás invitados es aquel cuyos cascabeles en la máscara deja que suenen a cada paso que da.

Con parsimonia y taciturno ser, con sus guantes blancos, se va integrando a las conversaciones de interés social y familiar, entre vueltas, cortos bailes y una que otra copa que se comparte con los selectos invitados es cuando logra divisar aquella melena roja y el bastón de aquel que forman parte de la llamada “familia”, busca con la mirada a la última pero no la encuentra.

Ahora solo faltan pocos invitados, los últimos nocturnos considerados los invitados mayores, para dar comienzo al banquete de la noche. Cada uno toma un papel.

por **Santhiago Morel** Miér Ago 10, 2016 8:09 pm

La sonrisa que se perfila con aquellos colmillos justo cuando la máscara compone el rostro de la maldad con el toque siniestro; las puertas se han abierto y los invitados han llegado cada uno en sus mejores galas incluso aquellos que son residentes de la cueva del infierno han hecho muestra del derroche de dinero y poder que se puede llegar a tener en una vida como la que llevan.

La música comienza lento como un pequeño vals de la muerte donde cada uno hace lo propio al ingresar al juego macabro del demonio. La sonrisa de vuelve a perfilar al golpear el bastón el suelo anunciando su llegada justo cuando el reloj se detiene y las velas se apagan para encenderse nuevamente, mostrándolo a él con una sonrisa tan grata como amble, que oculta la verdad de la bestia. Solo había una cosa más que hacer para Morel.

–Sean todos bienvenidos a la mansión Morel, es un placer el tenerlos aquí a cada uno de ustedes. Me alegra saber que han dejado un espacio en sus apretadas agendas para tener este encuentro conmigo y mi familia. esta noche olvidémonos de obras de caridad, trabajo, tratos y todo lo que se trate bajo la mesa– las carcajadas de todos no se hicieron esperar –Hoy es momento de disfrutar, relajarnos y por qué terminar haciendo nuevas alianzas y amistades provechosas para todos– los aplausos de los invitados rompió en aquel momento, acompañado de las sonrisas de aquellos que y apenas recitaron el aplaudo.

Entre los cuatro las miradas eran silenciosas y solo tenían un objeto, las palabras que no decían en voz alta se manifestaban de esa manera.

Ya cada uno sabía lo que tenía que hacer y ahora solo faltaba, solo dos piezas más para que le juego esté completo.

por **Xaziel Morel** Jue Sep 22, 2016 10:22 pm

Baila hasta que caigas

No susurres a la oscuridad
O esta te puede atrapar
Y tus huesos devorar

Los aplausos son los que dan el inicio a la velada mezclándose con las miradas que van y vienen en secreto entre los anfitriones que con una sonrisa evaden cualquier tipo de sospecha así como los leves susurros que entre los presentes realizan. Se mueven entre ellos lentamente con aquellas mascaras de fingida inocencia y amabilidad, tal como la de cabellos de fuego que va de grupo en grupo atendiendo con la mayor cortesía así como conversando y extendiendo ligeras líneas de alianzas y a la vez de enemistad por las palabra frías que utiliza, unas ya estudias con antelación. Quizás por ello es que tras las máscara su sonrisa no se puede ocultar.

Es un juego y en la partida cada uno tiene que ganar el mayor número de peones.

Las sonrisas así como la bromas son el plato principal de la velada, los camareros se desplazan atendiendo los estómagos hambrientos así como llenando las copas vacías. El salón se ilumina y la música toca lo más alto con un vals que a algunos ya ha seducido. Uno de los caballeros pide la mano de aquella que se mantiene en uno de los grupos de caballeros conversando sobre estrategias militares y alianzas económicas en ciertos lugares un tanto alejados, así como tratos comerciales poco convencionales, pero el caballero interrumpe la conversación para pedir a la dama de tome aquella pieza de baile.

La mirada de esta va directo al hombre que aun se mantiene en aquella parte alta, como si fuera la cima de su castillo, de su imperio oscuro y macabro, con un suspiro acepta aunque de mala gana. No es muy adepta a mezclar con otros de la misma especie que sus familiares más por pedido acepta aquella mano fría.
La danza entre ambos es delicada así como acompasada, pero sin mirarse a los ojos llevan un buen rato.

—No sabía que estarías aquí Xaziel, es todo un placer volver a verte de nuevo—

La mujer mira al hombre que le ha dedicado aquellas palabras y solo puede sonreír, una sonrisa tan ensayada como falsa.

—Disculpe, ¿lo conozco?—

Su acento italiano así como el momento preciso en que el invitado profiere unas palabras pero se ve interrumpido por otro semejante a la pelirroja. Salvada aunque no del todo.

por **Markus Rousseau M.** Sáb Dic 10, 2016 9:44 pm

La música en alto así como quien permanecía de pie a la subida de aquella escalera como si fuera un pilar más de aquella mansión con sus ojos atentos a cada uno de los invitados que con algarabía celebraban el renacer de los demonios aquella noche. Cada uno con su copa y con platicas que eran tan insignificantes como para que aquel preste atención. Sus ojos se mantenían saltando de invitado en invitado hasta que uno llamó su atención.

Una palabra, un gesto una sola mirada era lo que bastaba para que aquel que estaba como un simple sirviente se acercar a su congénere tomándola del hombro lentamente ante la admiración de aquel ser que simplemente sonrió alejándose de la mujer de cabellos de fuego -Siento llegar tarde, señorita Morel- la música se mantenía igual de festiva como en los carnavales venecianos que se disfrutaban bajo la mirada de aquellos dioses, en esta ocasión era bajo la mirada del hijo del diablo.

Ambos parientes alzaron la vista solo para encontrarse con los ojos fríos de aquel ser despiadado, la sonrisa de la loba se mostró igual de cortante y distante aun con la máscara encima se sabía que era difícil provocar una verdadera emoción en aquella mujer y más en el otro que solo quedaba impávido ladeando la cabeza de lado a lado como quien no comprende las situaciones.

Las campanas vuelven a sonar y solo quedan pocos invitados que lleguen así como los miembros de la cuadrilla familia, ambos miran la puerta cuando atraviesan aquellos miembros que faltaban y obliga a ambos a moverse entre los invitados con total naturalidad pero sin despegar la mirada de aquellas mujeres. Solo uno toma la valentía de acercarse a una de ellas tomando su mano para invitarla a seguir, aquella mujer que venía con el mayor enemigo de la familia y que también representaba ella un factor de enemistad para todos -Espero sepa disculpar señorita Nerishka, que mi primo no pueda recibirlo como se debe y en su lugar envíe a este humilde servidor a atenderla ¿le será suficiente?- pregunta con la sonrisa lobuna tras la máscara.

Aquel engaña y miente es más peligros que el que se muestra transparente ante otros, esa era la línea de diferencia con sus otros familiares, incluso con los que aún no llegaban a presentarse.

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