Adaline Cannif ID

Descripción Psicológica:

Adaline es una fuente inagotable de vida que salpica inevitablemente a todo aquel que se topa con ella. En su carácter resaltan la espontaneidad y el carisma, características que le otorgan un gran atractivo ante los ojos de los demás, sumado a su hermosura física que, por si misma, atrae a muchos inevitablemente.

Por lo general es poseedora de buen humor,  y llena de detalles para con aquellos que se ganan su afecto. No escatima sonrisas para aquellos hacia quienes profesa cariño y devoción. Es dada a las expresiones físicas de afecto y posee un aura y un desenvolvimiento vibrante y seguro. A pesar de que, paradójicamente con esa forma de ser, oculta sus pesares más profundos, los cuales mantiene reprimidos muy adentro y de los cuales no habla con nadie, ni siquiera con aquellos más cercanos a ella.

Antepone el bienestar de otros al suyo, por lo que en ocasiones, eso conlleva un detrimento para si misma. Puede olvidarse de sus proipios asuntos y tristezas por velar por los demás.

A pesar de que usualmente es de buen trato, cuando se siente ofendida o agraviada, esa fuente suya de aguas saltarinas se desborda, convirtiéndose en un maremoto que arrasa y descarga todo a su paso con un enojo tan apasionado que no escatima medidas para manifestarlo.

En su vida personal es una joven sencilla pero no carente de natural elegancia sin necesidad de proyectar una personalidad afectada y reprimida como la que poseen muchas mujeres de alta alcurnia de la sociedad francesa.

Es guardiana y protectora de los suyos, a quienes defiende con uñas y dientes si alguien intenta lastimarles de alguna forma.

Usualmente ha utilizado el sexo como una manera de contactar con su madre fallecida, y también como un arma y una vía de escape, que la distrae de las verdades profundas con las que no desea lidiar.



Historia:

Adaline vino al mundo hace veinticuatro años en una noche de otoño, siendo la segunda hija de un matrimonio que le brindó una crianza alegre y tranquila durante sus primeros años. Desde un inicio la pequeña demostró ser vivaz y carismática, ganándose con facilidad la buena voluntad de los demás gracias a dichas características y a su natural simpatía.

Siendo hija menor y la única del sexo femenino, se convirtió fácilmente en la consentida de su padre, quien la protegía como si fuese un pequeño y hermoso ángel al que había que apartar de todos los males y crudezas de este mundo. La pequeña creció sin mayores contratiempos, amando a sus padres y a su hermano mayor, a quien admiraba y seguía tan a menudo como le era posible, a pesar de que entre ambos existía una diferencia de seis años.

Ese período alegre e inalterado llegó a su fin cuando a los ocho años regresando del centro de la ciudad junto a su hemano la tragedia tocaría a su puerta. Su hermano entró primero en la mansión y tras descubrir la horripilante escena sangrienta, volteó rápidamente en dirección de su pequeña hermana para advertirle que no contemplase aquella pesadilla. Cubrió con sus manos rápidamente la inocente mirada de la pequeña para resguardarla de aquello que les cambiaría a ambos la vida. En el interior del gran salón, el cuerpo de su padre yacía sin vida, habiéndole sido arrebatada de forma grotesca y violenta.  

Semanas después del asesinato del cabeza de familia, la madre de Adaline salió a la calle a buscar trabajo para mantener a sus hijos. La pequeña no llegó a enterarse de cuál era exactamente el oficio al que se dedicaba su madre -la prostitución- hasta después de varios años. Para entonces, su hermano también había salido a buscar trabajo, encontrándolo en una herrería adonde se inició como aprendiz, con lo cual ayudó a mantener el hogar y así continuó haciéndolo cuando su progenitora falleció años después.

Tras haberse convertido en huérfana, Adaline contó únicamente con el cariño y el apoyo de su hermano, quien pasó a ser la figura más importante en su vida, siendo para ella padre y madre. Incluso desde mucho antes de que falleciese su madre, quien poco a poco se fue alejando de ellos a medida que menguaba su espíritu debido a la mala vida que llevaba.

Sin embargo, una vez que hubo terminado sus estudios secundarios, su hermano comenzó a distanciarse de ella. Adaline no estaba segura de adónde o como surgió la ruptura. La soledad comenzó a orillarle a salir esporádicamente de casa, sin dar muchas explicaciones de adonde iba, sin que le resultara demasiado difícil inventar situaciones, ya que su hermano parecía vivir en un mundo distante al de ella.

Siendo muy atractiva y notando la facilidad con la que despertaba el deseo en los hombres, Adaline terminó prostituyéndose, en parte a causa del deseo que la embargaba de conectar con su madre fallecida y mantener vivo su recuerdo. En parte porque el compartir cama con desconodidos le permitía sentirse en control de su vida, una que hace mucho sentía que se le escapaba de las manos, torciéndose de una manera tan intrincada que no le permitía reencontrarse a si misma.

A medida que los años transcurrieron la distancia entre los dos hermanos aumentó, Adaline visitaba con frecuencia el cementerio para visitar la cripta de sus padres. Lentamente y sin saber cómo, sus ideas acerca de la muerte comenzaron a traerle ideas obsesivas acerca de la brevedad y fragilidad de su propia vida.

Terminó marchándose de la casa que le vio nacer y su vida dio un giro inesperado la noche en la que  conoció a un inmortal, Erlend, que cambiaría del todo su rumbo. Pronto enlazó su vida a la de él en matrimonio y a causa de ello, abandonó la prostitución para siempre, comenzando un nuevo capítulo de su vida.


Datos extra:

- A causa de las ideas mórbidas e insistentes que mantiene sobre la muerte, desarrolló un deseo de inmortalidad.

- Su hermano y ella separaron sus caminos debido a diferencias irreconciliables en sus modos de ver la vida, antes de que ella abandonase el hogar. Desde entonces no volvieron a tener comunicación.