Take me down [Libre]

por **Sirenia Vídgîr** Sáb Feb 06, 2016 10:37 am

Sirenia no estaba interesada en más desbordamientos del pasado. Había conseguido trabajo como mesera en una de las tabernas de París a jornada completa tan solo para poder seguir pistas o comentarios de los clientes que se acercaban a tomar aunque fuera un refrigerio. Esa tarde estaba más agotada de lo normal por haber trabajado desde el día anterior haciendo inventario de más. De lo que estaba aburrida era de estar simplemente haciendo lo mismo, sin poder escuchar alguna que otra noticia sobre quien era aquel que hizo daño a su maestro. Parecía que todo el mundo se escondía las cosas cuando ella se acercaba a colocar las cervezas sobre la mesa de los clientes. Era algo que le ponía de los nervios y que no lograba controlar a veces… o canalizaba su ira con un poco de pelea con los clientes que le levantaban la mano solo para fastidiarla.

Recibe más de una vez alguna que otra queja pero que para ella ya es normal en su día a día. Echa en falta las conversaciones que tenía con su maestro y padre adoptivo que la acogió a buen pesar bajo su ala de protección, enseñándola a ser mejor cada día, a ser alguien que se valorase por sí misma.

Estaba despierta y sentada sobre uno de los taburetes del bar, en la barra, pensativa mientras aún era de tarde y no había señales de peligro alguno. Entre sus manos el licor del ahogado alcohol bailaba en el interior de una copa sostenida por sus ásperas manos. El silencio era su única palabra en ese momento, en ese lugar en el que estaba dispuesta a seguir estando de un modo pensativa, sin que le preocupara el resto del día. Podía pensar que eran las cuatro de la tarde, la gente estaba durmiendo o probablemente leyendo con una taza de té. Su hogar era solitario a pesar de las sirvientas que merodeaban haciendo esfuerzos en limpiar la casa. Ella estaba mientras ahí, esperando a que algo ocurriera que la entretuviera y la sacara de aquel circulo aburrido.

Así había sido para ella. Una vida aburrida desde lo que pasó en aquel campamento, desde que la salvó aquel gitano de aquella emboscada de vampiros y licántropos. Sus padres –otros- adoptivos fueron asesinados a sangre fría sin que ella pudiera hacer nada al respecto. Acabó en un campamento, en un sitio en donde estaba prácticamente segura. Estaba pensando ahora mismo en ellos que ni se dio cuenta de que habían entrado personas al interior de la taberna. Se recogió el pelo con un listón y se puso enseguida detrás de la barra, dispuesta a servir ya que su “jefe” estaba haciendo algún que otro trabajo. La verdad no sabía que tendría entre manos su jefe de la taberna. Nunca le hablaba de más o si era para regañarla o mandarla hacia alguna mesa.

Las personas que se colocaron en la barra pidieron alcohol como era costumbre y ella sin preguntar demasiado coloco varios licores distintos a cada uno de los clientes. Solo esperaba que la tarde no se torciera demasiado hacia una noche de locos.

por **Cristin Lemaire** Mar Feb 09, 2016 10:41 pm

Había regresado de mandar algunos francos a mi familia después de varias entregas que tuve que hacer hasta muy tarde, me encontre con algunas compañeras quienes me invitaron a beber un trago, ellas decian que era pecado ir a Paris y no haber bebido una copa de wisky.

Pero francamente jamas había estado en un lugar como ese, era una taberna, con el olor a licor empapando todo el lugar, el ambiente se sentia humedo y hediondo, había sudor y humo de tabaco el cual hacia que mi nariz me picara y pronto tuve una mano sobre ella intentando contener un estornudo.

Mis compañeras apenas llegamos se sentaron en la primer mesa que estaba disponible y me hicieron sentar alado de ellas, comence a sentirme mal, definitivamente no era mi ambiente, así que antes de siquiera emprender retirada había ordenado una botella de licor. Unos hombres se acercaron y comenzaron a cotillear con ellas, uno de ellos se me acerco pero no pude entender lo que me decia, estaba mas ebrio que nada, y al hablarme solto una pestilencia de queso rancio y licor mezclados, sentí que le pego a mi estomago y senti el terrible impulso de la merienda queríendo salir disparada, por lo que me pare rapidamente para salir del lugar con una mano en la boca y la otra tratando de apartar a dicho hombre.

Pero, se sintio ofendido por lo que me agarro la mano y me abrazo con fuerza, intente resistirme pero era demaciado fuerte para mi.

-Sueltame

Gruñi mientras le empujaba con todas mis fuerzas, algunas personas que veían la escena comenzaron a reír, mis compañeras en vez de ayudarme se habian echado a los brazos del primer mozalbete que le hizo caso y me dieron la espalda.

por **Sirenia Vídgîr** Sáb Mar 05, 2016 9:31 pm

Lo único que no aguantaba Sirenia era la gente que se aprovechaba de los que podrían parecer mucho más débiles.

Su jefe la dijo que nunca se metiera en problemas porque siempre, de algún modo u otro la tuvo que sacar del pozo, sacarla de los problemas. No hizo nada. Simplemente comenzó a inquietarse cuando un grupo de animadas jóvenes se sentaban en una de las mesas cerca de la barra, una en especial le llamo la atención.

Una muchacha rubia de rostro redondeado y con facciones destacables a ser una persona dulce y tranquila, porque también parecía que estaba ahí por obligación de las demás jóvenes que ya parecían querer animarse desde tan temprano de la tarde. Ni siquiera eran las ocho de la noche para poder empezar a embelesarse en los brazos ajenos de algún depravado mental de la taberna que siempre suele querer aprovecharse del sexo débil.

Ella estaba contemplando el ambiente mientras servía cervezas a los acostumbrados y barbudos clientes que se quedaban en la barra en silencio o hablando con alguien que de verdad quisiera escucharlos. Cuando pretendía salir hacia el grupo de jóvenes para tomarlas nota, su jefe finalmente apareció de la trastienda, con aspecto dolido y pudo ver que se había vendado malamente parte del brazo.

Sirenia solamente suspiro, no quería preguntar el que había hecho para herirse el brazo – Voy a tomar nota – Dijo Sirenia sin ganas alguna de ir a la mesa a tomar nota siquiera, pero no la iban a pagar a no ser que hubiera trabajo de lo que ella se dedicaba o si aparecían señales de aquella bestia que aún no ha podido cazar para vengarse por lo que hizo con su maestro y casi un segundo….tercer padre para ella, pero para cuando va a tomar nota, aquellas muchachas ya estaban sobre los brazos de algunos desconocidos. Solamente negó a ambos lados, suspirando y sabiendo de cómo era la nobleza pero no pensaba que siguieran asi de libertinos.

– En fin –Solamente se puso en marcha y ya uno del grupo estaba molestando a la muchacha de facciones suaves - ¡EH tú! ¡SUELTALA! –Dijo Sirenia, alzando la voz pero ni siquiera demostrando parte de su fuerza pero como veía que no soltaba a la joven, Sirenia dejo el cuaderno sobre otra mesa e hizo una llave a la mano que sujetaba el brazo frágil de la muchacha. Sirenia entonces coloco abruptamente la cabeza del imbécil sobre la mesa para darle una lección de que con las jóvenes y damas no se debían de meter – Pídele perdón –Espeto Sirenia obligando finalmente al imbécil que se disculpara con la joven lo cual lo hizo. Sirenia soltó al estúpido hombre y vio cómo se iba de la taberna sin hacer apenas ni una queja.

-¿Estas bien? – Sirenia pregunto a la joven de cabellos rubios y facciones suaves – No sé ni siquiera que haces aquí si no te gusta estar aquí…-Sirenia ante todo era sincera, no se cortaría en nada a no ser que tuviera que acortar su lenguaje.

por **Cristin Lemaire** Mar Mar 15, 2016 1:02 am

Había quedado completamente sorprendida, era increible como había actuado y depachado por un momento la vi como alguien super fuerte, cuando me hablo supe entonces que había ido a ese lugar encontra de mis deseos a un lugar que detestaba y por ende no debía estar ahí.

-Oh lo siento mucho, no debería estar aquí.

Me tome la frente mientras trataba de encontrar la salida de inmediato como si algo hubiera hechado a funcionar y me hiciera correr de ese lugar tan desagradable, le dirigi una reverencía apesar de que había avanzado varios pasos delante ala joven que amablemente me había rescatado, sali fuera y el contacto del aire fresco contra mi ser lo sentí de maravilla. Trate de respirar tanto como podía y tratar de normalizar mis emociones que ultimamente estaban descontroladas.

¿Que rayos hacía ? Me mire las manos que estaban por alguna razón temblando, no pretendía decír que era una mojigata pero entre tanta gente me senti sofocada, y el edor del licor me mareo, muy posiblemente jamas debería intentar regresar, algo mas compuesta sacudi mi falda y pase mi mano por mis cabellos para peinarlos, mira a todas direcciones y me encontre con una calle oscura como boca de lobo y solitaria, salvo por el hombre que estaba parado en una esquina.

Trate de orientarme para regresar sola a casa así que mientras lo hacía no me dí cuenta cuando el hombre corrio, debio averlo hecho muy rapido por que en cuentro volvi el rostro estaba justo detrás de mi, me quede congelada mientras lo miraba con miedo, había algo en sus ojos que me daba mala espina, solo quería marcharme de ahí y rapido.

por **Sirenia Vídgîr** Jue Ago 04, 2016 9:03 pm

Sirenia solamente había acabado la pelea que se había montado en la taberna en un instante, pero sobretodo pretendía buscar que hubiera paz en el grupo de muchachas que estaban comportándose de forma muy ligera. Sobre todo no le quito ojo a la muchacha rubia a la que salvo, le preguntó cómo estaba pero salió por peteneras y no la dio lugar a preguntar sobre la joven o algo que pudiera Sirenia ayudar a la joven - ¡Eh, oye! – Grito por lo que hizo que saliera de la taberna y tras mirar a ambos lados no encontró señas de la muchacha rubia.

Suspiro hastiada por las típicas jóvenes de clase alta que se creen que tienen el derecho a marear a todo tipo de gente, que los taberneros por ser de rango menos noble tenían derecho a ser pisoteados, algunas veces le repateaba de sobremanera que se comportaran tan libremente, que no contaran con el cansancio de los trabajadores que sudan y no paran de currar hasta entrada bien la noche. Solamente le quedaba esperar que nada malo le pasara y cuando iba a adelantar sus pasos, aquel que le daba propina por buena conducta y buen trabajo la llamó para que continuara sirviendo.

Sirenia no estaba pendiente de la hora. Las agujas del reloj se movieron rápidamente sin que ella se diera cuenta haciendo que el tiempo pasara rápido para ella cuando trabajaba. Estaba sacando la basura y para su sorpresa vio a la joven de antes, asustada y siendo perseguida por un vagabundo que seguramente la habrá confundido con una prostituta – Dios…-Sirenia no tenía por qué meterse, no era su problema, estaba por volver al interior de la taberna pero algo dentro de ella le hizo ir en dirección a la muchacha rubia, siguiéndola detrás del vagabundo, suspiro y cuando estuvo cerca del duo extraño no dudo en dejar noqueado en el suelo al vagabundo – Otra vez, no te alejes tanto de la taberna –Dijo Sirenia con aire molesto – Mira, no quiero problemas pero no puedes estar aquí –Dijo haciendo señas para que se acercara hacia ella misma – Ven, te daré algo caliente en la taberna y mandaré alguien a buscar desde la taberna, pero tienes que venir conmigo –Dijo pretendiendo convencer a la joven de la que no sabía su nombre. En realidad apenas le importaba.

Solo sabía que la joven estaba aterrada.

por **Cristin Lemaire** Jue Nov 24, 2016 10:26 pm

Era cierto que el miedo se había apoderado de mí, que mi cuerpo, aunque desee que reaccionara se negó a hacerlo, inútilmente mis manos las lleve hasta mi pecho como si algo pudiera hacer para proteger mi dignidad o integridad física ante aquel hombre, el cual comenzó a seguirme, mejor dicho, a perseguirme pues en cuanto lo vi marchar sobre mí, puse los pies en polvorosa.

El miedo me hizo ser estúpidamente lenta, y torpe ante la falta de luz, tropecé; fue cuando alguien se acercó, oí el ruido sordo de algo cayendo sobre el empedrado y al ver por encima de mi hombro note, que el hombre que momentos antes me perseguía estaba en el suelo, jadee, aunque no deseaba hacerlo, y observe a mi rescatador, era una mujer, la mujer que momentos antes me había ayudado, pues el tono de voz podría reconocerla me sentí aliviada y claro nuevamente agradecida por contar con una buena persona que me ayudara, una parte de mi sintió gratitud hacia ella.

Pero claro, mi alivio fue solo temporal pues al notar la forma en que se dirigía a mi lo note, la molestia que era ante tales atropellos, baje la mirada mientras me acercaba a ella, mi único modo de mantenerme completa o eso me parecía, ¿qué me quedaba? ¿volver a intentar regresar a casa, sola? al llegar a su lado levante ligeramente mi vista, la verdad me seria intimidada, por lo que al mirarla de frente me sentí demasiado cobarde pero igual, trate de mantenerme y con la voz más clara que pude - Solo deseo regresar a mi casa, madame. Le agradezco mucho su ayuda – dude, dude porque ni siquiera yo sabía hacia donde debía ir, desconocía por completo la ciudad y peor aún, no sabía nada de nada.

por **Sirenia Vídgîr** Dom Dic 04, 2016 9:19 pm

Sirenia observaba a la muchacha mientras la escuchaba hablar. Sonrió pues le recordaba a ella en demasía cuando era un poco más joven. Le dio un rápido abrazo para poder calmar a la joven – Ven conmigo por aquí, te serviré algo caliente y llamare o mandaré un mensaje a alguien para que te vengan a buscar, ven, por aquí –guio a la joven a través de la puerta trasera de la taberna. Abrió una puerta de madera, guiando a la joven y la llevó a la sala de atrás donde tenían una pequeña sala con una pequeña cocina equipada.

-Ten, aquí tienes asiento. Te preparará un té – dijo Sirenia con voz dulce y amable, pero sin ser demasiado empalagoso. Hoy en día no sirve vivir con un corazón sensible… porque?… porque el mundo hoy por hoy está dedicado al engaño… al egoísmo… al propio interés… a la joda… a las drogas… al sexo… a la discriminación… a la conveniencia… al desinterés por el otro… porque en la evolución del mismo ser… fue su propia imprudencia la que lo llevo hasta este momento… y quien convive con un corazón sensible… cálido… tierno… se arriesga a ser pisoteado una y otra vez… con la vaga ilusión de encontrar un igual… sin embargo… este mundo esta tan manchado con el individualismo que eso que busca el corazón noble… jamás llegara"

Sirenia volvió a sus sentidos, a la realidad donde había una muchacha asustada. Una vez, Sirenia era igual que al joven, asustada, después conoció a su gitano misterioso, después a Ezzio del cual aún recordaba gratos momentos pero escasos. Sinceramente se preguntaba de su existencia, rara vez pensaba en él, pero cuando lo hacía, calidez inundaba su corazón. Prefirió dejarse de tonterías. Centrarse en el presente. Cuidar por el momento de la joven que tenía frente suya. Preparó un poco de agua caliente con unas hierbas relajantes que siempre venían bien para estos casos – Siéntate y toma este té, ya verás como de bien te sienta –Decía Sirenia con optimismo.

Deseaba que al menos alguien cuidara de ella. Que nadie la abandonara al instante de crear una unión sentimental con el otro. Quería sentirse completa pues simplemente se sentía vacía. Sirenia dejó que la muchacha tuviera su tiempo – Me llamo Sirenia, y tú? ¿Cómo te llamas? –Pregunto con una bella sonrisa en su rostro.

por **Cristin Lemaire** Vie Dic 09, 2016 1:00 am

Estaba por emprender nuevamente la marcha hacía el camino contrario, en realidad no por que supiera a donde debía ir, solo porque de lo contrario jamás llegaría a donde vivía, suspire mientras trataba de valorar el mejor camino hasta que, al sentir el abrazo de ella algo dentro de mi le volvió el calor, sentí deseos de llorar pues fue cuando me di cuenta de que en realidad moría de miedo, al alejarse tome un poco de aire el cual agradecí pues sentí que me daba un poco de ¿valor? ¿fuerza? fuera lo que fuera lo relacionaba con la amabilidad que me presto esta extraña, por ello cuando me invito a pasar accedí.

-Siento la molestia que estoy causando - le dije mientras me guiaba por la parte trasera de la taberna, la verdad es que observaba todo con detenimiento con las manos juntas, pues seguía temerosa, para que negar algo que era evidente, asiento mientras pasaba a lo que era la pequeña sala, y me senté de inmediato en una de las sillas que estaban dispuestas, me quede con la mirada perdida sobre la mesa mordiendo el labio inferior, ahora que estaba un poco más tranquila me di cuenta de mi error, jamás debí acceder a ir a ese lugar mucho menos sin saber dónde estaba o como regresar por si sola. -Muchas gracias- sonrió ligeramente al notar como le hablaba de manera amable, era mucho más de lo que había recibido al llegar y lo agradecí muchísimo, me había sentido tan perdida y deshabituada que ese simple gesto afectuoso era reconfortante.

-Gracias - Volví a decir mientras me daba aquella taza de té caliente, me tome unos segundos para disfrutar el aroma de las hierbas y sonreí con calidez mientras mis manos aprisionaban la taza, la acerque a mí y suspire, al escucharla asentí y deje esa sonrisa en mi rostro como gratitud por su amabilidad o bien por el simple hecho de que me agradaba - Me llamo Cristin, Cristin Lemaire, el gusto es todo mío.

por **Sirenia Vídgîr** Sáb Feb 04, 2017 10:47 am

La mirada de Sirenia hacia la joven era calmada.

Ahora no recordaba por lo que había pasado pero en su vida siempre o alguna vez tuvo la misma sensación que la joven que estaba delante suya - ¿Qué hace una joven como tú en un lugar tan depravado como este? –Se preguntó con los brazos en jarra, aunque para soltar un poco de tensión en aquel momento, se rio de la situación con sutileza. Se sentó al lado de Cristin, queriendo decirle algo de consuelo.

– Perdóname, pero yendo aquí sin tener un plan B es siempre una mala idea a no ser que seas algo extremista – Sonrió para transmitirla calma, para que se olvidara de los malos ratos por los que ha pasado hace unos instantes - ¿Tienes a alguien para que te lleve de vuelta? –Pregunto recostándose sobre la silla en la que se había sentado y cruzando los brazos sobre su pecho – Si no, deberás esperar a que termine mi turno para que pueda llevarte a un lugar donde puedas coger un carruaje – Suspiro pensando en que a estas horas de la noche dudaba en que hubiera algún carruaje dispuesto a llevarla a cualquier lugar que ella deseara.

– Ahora mismo….- encogió los hombros – Dudo que haya algún carruaje en el que te pueda llevar a tu casa – Volvió a suspirar y se levantó para poder servirse ella ahora un té de hierbas el cual lo necesitaba – Aquí detrás estarás segura hasta que pueda llevarte a algún sitio seguro Cristin…- Sirenia que a lo mejor estaba siendo demasiado precavida – Lo siento, no quiero que te pase lo de antes. Por estas zonas hay mucha gente depravada, gente que ni le importaría aprovecharse de alguien como tú – Dijo sin percatarse de que lo mismo sus palabras podrían ser demasiado duras para alguien a quien acababan casi de atracar o hacer algo impropio de una damisela en apuros.

- Mira Cristin, cuando te levantes por la mañana, piensa en el precioso privilegio de estar vivo, respirar, pensar, disfrutar y amar. La felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos y de la gente con la que te estés rodeando. No quiero presionarte tan pronto pero apenas te conozco, pero para que no te pase lo mismo que te ha pasado ahora, ten cuidado Cristin…- Se imaginó que lo que le contaba a la muchacha habría sido algo aprensivo a no conocerse tanto la una de la otra – Lo siento, ya te lo dije, no quiero escuchar que algo te pasó y que no pude protegerte –Dijo poniendo una mano en el hombro ajeno, para darle los ánimos necesarios en ese momento.

por **Cristin Lemaire** Mar Abr 04, 2017 10:21 pm

Levante la mirada hasta encontrarme con los ojos de aquella mujer delante mío que, aunque parecía muy joven y hermosa, su actitud se me antojaba lo bastante madura como para que me diera un sermón, parecía haber vivido tanto, parecía más que nada saber qué clase de peligros había y por lo consiguiente sabía vencerlos.

-Unas compañeras del trabajo le arrastraron a este lugar, no pude negarme, ahora sé que debí hacerlo - Trate de sonreír, para que mi respuesta no sonara tan tonta como sonaba en mi cabeza, pero era verdad, no había podido negarme, y aunque hubo un momento en que lo hice, fue como si nadie me escuchara, ellas parecían el tipo de personas que se divierten, haciendo ese tipo de cosas, incluso podía imaginar que deseaban dejarme tirada por alguna callejuela, sabían que no podía regresara a casa de la Madame.

Mis manos se aferraron más a la taza y perdí contacto visual con mi rescatadora, baje la mirada mientras trataba de asimilar yo que me decía, ¿cómo regresaría a casa? tal pensamiento turbo mi mente, haciendo que me sintiera el doble de inútil que momentos antes, ¿qué demonios hacía ahí? Al cerrar los ojos trate de guardar la compostura cuando la mano ajena tomo mi hombro - Lo siento, estoy causando muchos problemas, no quiero agrandarlos más.

Trate de relajarme necesitaba pensar bien que iba a hacer, era cierto que, aunque consiguiera un carruaje no tenía con que pagarlo, todos los francos de aquella noche los tenía una de las chicas que me había abandonado, y yo no portaba nada, debía regresar por mi cuenta, debía de haber alguna forma, tendría que encontrar una forma no podía depender siempre de alguien más.

-la verdad, creo que será mejor que regrese por mis propios medios, no es que rechace tu ayuda pero, si me puedes decir u orientar al camino que podría ser más seguro- Me mantuve unos segundos en silenció mientras estuchaba aquello último, tal vez el mismo hecho que me dieron en ese lugar junto a aquellas personas me hacía el doble de vulnerable, mega - No me malinterpretes, me gusta estar viva, es solo que hoy tuve una mala elección, hoy fue uno de esos días en que nada sale bien, pero te lo agradezco, tomare tu consejo y te aseguro que te mantendré en mi mente siempre, vos has sido muy amable conmigo.

por **Sirenia Vídgîr** Jue Mayo 04, 2017 8:55 pm

Las palabtas que escuchaba de Cristine le endulzaban el corazon. Suspiro pensando en una manera de ayudarla a volver al hogar - puedo mandar un mensaje a mi mayordomo via paloma mensajera....y que el nos mande un carruaje ¿te parece bien esa idea? - dijo sonriente - cerca de esta taberna hay un establecimiento de mensajeria, del cual podemos usar una paloma mensajera y hacersela llegar a mi mayordomo, ¿que te parece la idea Cristine? - pregunto con cuidado, volvio a suspirar y se tomo un sorbo de su taza de té.

Cuando esperaba la respuesta Sirenia escucho ruidos en el exterior de donde estaban. Fue a ver de que se trataba y vio lo de siempre, peleas, el grupo de amigos de Cristine y otras personas. Los que estaban peleandose, Sirenia los conocia muy bien. Esta noche no le tocaba poner paz en el grupo, no era su turno de hecho le tocaba a alguien que parecia estar coqueteando con las muchachas y mujeres que dejaron tirada a Cristine.

Sirenia volvio a entrar en el interior de la sala. Vio a Cristine por lo que se sento de nuevo a su lado - No te preocupes porque no molestas. Podemos ser una taberna algo desordenada pero se esta bien la mayoria de las veces. Aqui estarás segura ademas yo te protejo asi que tienes suerte - rie de lado, comienza a jugar con su pelo esperando la respuesta - y...¿quieres probar lo de la paloma mensajera? Vamos mujer, no tengas miedo o que te de vergüenza.

Fue en ese momento en el que una intuicion indago en el cuerpo de Sirenia - oh mejor ¿porque no duermes aqui? Creo que será incluso mejor que merodear por las calles...por ahi sin saber que nos podamos encontrar....ademas yo me quedo aqui para que te sientas segura. Seguro que tus....amigos se han gastado ya el dinero del carruaje de vuelta....- dijo Sirenia teniendo a lo mejor razón y que seria mejor idea estar aqui, detras de la taberna.

por Contenido patrocinado

Take me down [Libre]

Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]

Re: Take me down [Libre]