Entre el primer y segundo acto || Libre

De la carne de Ymir la tierra fue creada,
y de sus huesos las rocas,
la bóveda del cielo fue hecha con el cráneo del gigante de hielo,
y el mar se formó con su sangre
—canticos nórdicos—

Las rutinas siempre son agotadoras y aburridas por lo que planear algo nuevo y desafiante que hiciera la sangre explotar es lo que más le encantaba a aquella mujer las cosas que se salen de lo perfecto, una hermosura que lleva la imperfección en caos, si bien es cierto que a muchas especies les gusta el orden y la organización castigando con muerte las confusiones y las escusas, también es cierto que muchas de ellas prefieren alcanzar aquel estado puro de deidad en perfección de acciones con el caos y los enredos, ya que así se consiguen muchos buenos fruto de vida.

Un fruto de la vida humana son los lazos de sangre a los que llamamos familia aquellos lazos que nos unen y no nos separan, pero para aquellos que dejaron la humanidad mucho tiempo atrás, la familia es algo más que un lazo va más allá de un elaborado sentido de pertenencia, en su todo y su nada a la vez, pongámoslo de esta manera, una bestia si le cortas el brazo o la cabeza, su corazón seguirá latiendo pero si le quitas el corazón la bestia muere porque lo debilitas desde su interior.

No existe nada mejor para representar la vida, tragedia y miseria humana que las obras de teatro aquellas representaciones parecen siempre atraen a aquellos que se ven reflejados en dicha puesta en escena, sus vidas, sus dolores inclusos sus mentiras ¡oh vida cruel! Que espantos más puedes crear a cuantas bestias más vas a decapitar con la hoguera bárbara de la fría indiferencia; encontrar las respuestas de aquellas preguntas mentales que a todos y pocos aqueja en el diario vivir es difícil pero no imposible, aunque aquello solo deje con más dudas ¿cómo pretenden los humanos comprender la vida cuando a todo dudan y teme?  ¿Cuándo todo les provoca vergüenza y tabúes?.

Todo en esta vida está clasificado, desde nuestra apariencia hasta la sociedad, nuestros alimentos y preferencias, incluso lo que más nos gusta está clasificado y eso es gracias a la misma sociedad a hombres y mujeres que decidieron por su cuenta lo que sería bueno para “todos” y gracias a ellos sabemos que los poderosos no se mezclan con los menos influyentes, pero ¿qué pasa si se llegan a unir?...

Con paso cansino y hasta aburrido en un punto ingresó a aquel lugar de “diversión”, un lugar donde las risas y los más disparatados eventos se disfrazaban. Ahí iba con esa apatía tan característica de su apellido o mejor dicho de su forma de ser; pocas conversaciones estaba en el entrever de la escena, y en ellas siempre terminaba degollando a los demás con sus comentarios directos, tanta frialdad de parte de una mujer como si no fuera y solo se hubiesen cruzado con alguien muy distinto a lo que esperaban de una “frágil” mujer, ella no tenía nada de eso. Y ahí estaba ella sola y con una copa de vino a la espera del segundo llamado aguardaba entre las sombras, observando a todos con una sonrisa que no era más que la habitualidad de cortesía hasta que una mirada de una mujer le llamo la atención completamente, una que se mostraba diferente a las demás que había visto y analizado hace unos momentos, ella tenía una presencia etérea, más no estaba muerta.

Se acercó a ella dejando la bebida de un lado –buonanotte signorina, ¿emocionada por la función o por la cantidad de asistentes?– sonrió cuando terminó de acercarse a la mujer, la miró y su voz fue casi tan impoluta como lejana –Dígame signorina, que cual es su nombre, al menos sabré como llamarla de ahora en adelante, al menos hasta que termine este segundo acto– una demostración de sonrisa tan habitual pero que solo es parte de una máscara fría y vacía. Aunque todo fuera un juego.

Y entonces las grandes fauces se mostraron,
sedientas de carne y sangre.
Llenas del veneno de la venganza y el odio.
Uno que se vuelve pasión y amor…
Por matar.

Sonidos en palabras y sonrisas de las pequeñas conversaciones que iban teniendo aquellos poderosos hombres y mujeres quienes llevaban mascaras de la falsedad y engaño tras sus sonrisas ocultando el veneno de las traiciones e interés más bajo y vil. Pero son mortales, simples seres humanos que buscan llegar a la cima del poder a como de lugar, y no es bien sabido ya que no importa como lo que interesa es llegar al final de lo trazo, entonces todo estará perdonado si al final uno se arrepiente. Viles mentiras.

El pequeño receso había sido el momento oportuno para crear lazos nuevos, para afianzarlos y desde luego para trazar nuevos planes a los fallidos. Toda aquella información en manos correctas podría ser de utilidad pero en garras fieras terminarían en problemas y dificultades. Eso es lo que se llama golpe de suerte, buena o mala dependerá de quien maneje los hilos del cruel destino.

La habitualidad de sus gestos solo eran la representación de una educación fuerte muy arraigada en aquella que al término de las interrogantes volvía a su expresión plana y sin vida en el rostro, sin nada de emociones a la que se pueda leer, quizás era porque no comprendía aquello o quizás porque lo comprendía mejor que nadie. Giró su cabeza para ver a un grupo de hombres que a su vez les dedicaban sonrisas y el brindes de sus bebidas, luego a otro que se sumía en la conversación; con ello pudo esbozar una sonrisa de afirmación, pero de una donde parte de su oscura alma se dibuja –Creo que podría decirse que lo segundo, pero también un tercer punto, y no es el número de asistentes sino más bien algo de lo primero con lo segundo con un ligero cambio en el clímax de la obra– regresa la mirada a la joven sin sonrisa, se ha borrado absolutamente de su rostro y su voz suena más gélida –Mucho gusto señorita, Duchannes– el nombre le hace eco en su mente pero decide mantenerlo para ella mismo como siempre lo ha hecho; sus ojos se cierran y se abren sopesando las informaciones que tenía albergado en su memoria pero en el más absoluto silencio como si quisiera dejar en claro que medita en el darle su nombre real –No se si ha escuchado mi apellido antes o no, pero creo que no lo ha hecho. Xaziel Morel, un placer– una reverencia con la coleta de su cabello cayendo hacia un lado y con la única sonrisa sincera en su rostro y ojos que se llenan de un brillo y matiz muy diferente al habitual.

Una velada es más que una simple noche,
es la oportunidad de conocer nuevos horizontes..

Los murmullos que van subiendo de tono a medida que las conversaciones se vuelven más interesantes a cada minuto y otras en cambio van perdiendo el interés para transformarse en el tedioso compromiso de la incomodidad y excusas rebuscadas; el suponer e imaginar frente a lo real es lo que suele estrellar a todos contra el frío suelo, sin importar el status, si no se actúa con prudencia frente a todos se podría convertir uno en el más aburrido de todos, o quizás en la presa más fácil de devorar.

La mirada volvía a mostrarse de aquella manera distante y apática dejando la sonrisa que no encajaba con lo que proyectaba, era como una pintura de horror, al menos ante la mirada de le pelirroja que no dejaba de clavar aquellos ojos en los opuestos de su “compañía”, una palaba que identificaba a muchos de ahí y como justo había preguntado la joven dama; una sonrisa de medio lado esbozó llevando la copa de vino a sus labios mojándolos un poco con aquel líquido tinto –Habría que definir mejor lo que es “compañía”, porque puede que venga acompañada por alguien como puede que no, pero también puede que usted sea mi compañía en este momento ya que nos encontramos charlando como amistades antiguas o los viejos con los que hablaba. Pero realmente el venir con alguien esta noche, no, aunque si hubo planes para ello pero se ha optado por otros, y ¿usted, trae compañía encima?– deja la copa a un lado, mirando a los invitados que aun aguardaban por la obra.

Quizás el estar de acuerdo con algunas palabras de la señorita logran que sonría desde el fondo de sus casi inexistentes emociones, asintiendo lentamente mientras con su mirada y mano comenzaba a señalar a los presentes en aquel lugar –Verdad es, comparto con usted. No sabes que podremos encontrarnos aquí si personas para bien o para mal, claro que eso dependerá de lo que se busca como negocios, relaciones personales, amoríos, enemistades, de todo puede ser para bien o mal o ambos a la vez–

Un joven mozo ingresa al lugar anunciando la entrada para el segundo acto de la obra “El califa de Bagdad”, estaban en el último llamado, fue entonces que la pelirroja invitóa la mujer a su palco para poder apreciar la obra mientras continuaban la conversación –Lo que me ha traído aquí esta noche puede ser la obra así como el poder distraer y relacionarme con personas que disfrutan de ciertos gustos similares a los míos ¿Puedo presumir lo mismo de usted o tiene otros intereses?– una mentira, vilmente contada que se revestía con la verdad entre sus palabras ocultas .

Una velada es más que una simple noche,
es la oportunidad de conocer nuevos horizontes..

Tratar de mantener una sonrisa en un rostro de quien no siente absolutamente nada, es casi molestoso como una máscara, pero para quien la perfecciona se vuelve un arma poderosa y completa, pero aun así, en el rostro de la pelirroja se muestra esa sonrisa digna de apreciar como gala de buenos modales y educación más no alcanza más allá de los labios de cortesía.

Caminó junto a la joven escuchando atenta lo que profería ella en torno a su estadía y pensamientos de lo mismo, giró un poco la cabeza, ladeándola unos centímetros, al no comprender algo de lo que la joven ha manifestado. Con una ligera tos trata de encontrar las palabras más adecuadas, pero para alguien como ella eso era imposible –Siempre creí que nadie tiene una razón específica, si no varias, pero siempre hay uno que es nuestro principal control de vida. Para unos es destruir y otros construir. Solo dos opciones en esta vida, solo hay que preguntarse ¿Qué es lo que tú quieres hacer? No hay fuerza divina y celestial o infernal que lo designe solo eres tú que lo tomas, te aferras a él con fuerza y comienzas a tejer tu propia línea de, destino. Así lo llaman algunos, para mí solo son sucesos esperados e inesperados que logran hacer más divertida la vida– en ese momento profirió una sonrisa genuina y auténtica a la mujer

Ingresaron al palco de la mujer, que se tomó su asiento de la manera más parsimoniosa y hasta sería, llamó al mozo pidiendo vino para ambas, el joven se retiró dejándolas a puerta cerrada a que disfruten de la obra –Jugar o no jugar esa es la cuestión, arriesgar la vida en un juego macabro y perdido o simplemente observar como otros juegan. No apostar para no perder pero tampoco para ganar ¿Qué tipo de vida es esa? Esa no es vida, solo es sobrevivir, vivir, sentirse vivo realmente es arriesgar incluso en las pequeñas cosas, como apuestas de vida o muerte, como dije destruir o construir–

La luz descendió dejando el teatro oscuro con solo la iluminación de la parte central del acto –¿A qué te arriesgas a buscar, Janine? – susurra indicando con sus dedos la obra y a los que están debajo de ella sentados observando una épica de sus dos opciones de vida, al igual que el resto de sus palabras antes expresadas.

El silencio iba instaurando el teatro poco a poco las luces tenues del escenario y el telón que se abría paso con la melodía daba apertura para la obra. Zenobia, aquella se había expuesto en Italia y era la razón de que ahora volviera a las butacas para apreciarla. Una obra donde se pone en escena la muestra de sus palabras; con una leve sonrisa miró a su acompañante en el palco, un gesto claro de su educación que no refleja su verdadero ánimo. En medio dela presentación en el momento en que la bella Zenobia contrae nupcias secretamente con Radamisto por decreto de su padre el rey. Justo cuando los actores comienzan con sus diálogos y entonaciones de ópera leve, la mano de la loba recae sobre el hombro de la joven inquisidora –Tu disfrutabas destruir pero no construir, a partir de ello o como consecuencia de– murmura muy bajo casi al oído de la joven. Señala a los actores que representan la obra –Esta es una historia, muy conocida en varios lugares, y representa mucho de lo que estamos hablando, ¿usted la conoce?– pregunto con sus ojos en el escenario fijos en los movimientos de cada uno de los actores.

La obra iba pasando hasta llegar al punto alto de la historia, el momento de la muerte del rey y la acusación de magnicidio; la persecución de los amantes y la declaración en medio del río, justo cuando ella sonríe casi dejando salir una risa –eh ahí, la clara demostración del deseo por destruir a alguien, por disfrutar verlos caer y hasta muertos para nuestro objetivo, un nuevo matrimonio y ser declarado Rey. Cuanta diversión obtuvoTiridate, que aun sabiendo que era amado, contempla como otro se lleva aquello que más desea ¿irónico, no? – su mirada regresa a la joven llena de una seriedad –No hay certeza de nada, Janine. En este mundo podemos creer tener todas las respuestas, pero al final solo tenemos unas cuantas, podemos creer que sabemos todas las maneras de afrontar el mundo pero no es cierto porque la vida nos da sorpresas y aunque tratemos de manejar el destino de muchos o pocos, siempre habrá un momento en que el hilo se quiebre y algo que no planiemos dos explote en la cara dejándonos sin saber cómo actuar, como afrontar la situación recurriendo a la conocida frase “hacer lo que mejor se pueda” – murmura dejando entre las dos silencio que se vio lleno por la obra.

Antes del final de la presentación, giró su cabeza mirando a la joven con una plena sonrisa en esos labios –El tiempo es relativo, para ti y para mí, todo puede terminar hoy o en luna llena o en una noche cualquiera, nunca sabemos pero si sabemos algo, sabremos que nuestras vidas fueron aburridas, que no tuvieron emoción cuando nos preguntemos ¿Cómo gastamos nuestro tiempo? – soltó un suspiro en ese momento –Lo que yo espero, es destruir con mis manos. Acabar con los cimientos antiguos y estructurados de una sociedad elitista, pero también construir algo. Es una equiparación a lo que aniquilaré. Arriesgo mi vida así como la de los que me siguen como familia o aliados, todo para obtener aquello que nadie tiene. Control – su sonrisa se tornó un poco oscura, pero no había malicia ni rastro alguno de otra emoción oculta. Solo era un gesto de satisfacción, aunque de manera oscura.

Al final solo hay una palabra por alcanzar…¡no quiero que esto termine!

Cruzó la pierna con suma elegancia con la otra deslizándose delicadamente hacia un lado, sus manos descansan sobre los brazos de su asiento y su mirada clara fija en el atril donde se desarrolla la obra, aquel escenario que poco a poco va bajando la densidad de sus luces para anunciar un poco el final del espectáculo en escena, lento va a acabando como si fuera parte de la misma vida con el final del perdón de los amantes y por parte de su perseguidor luego de su ardua travesia y heridas, el mismo hecho de encontrar el perdón al final y seguir con una vida alienta al público a aplaudir con magna muestra de calor y devoción por el final; la mujer de cabellos de fuego puede oir claramente los comentarios de los presentes bajo sus pies, sus acotaciones con lágrimas y en ella solo una sonrisa habitual y educada, tan sencilla como el aplauso de la velada.

Mira a su compañera con esa misma sonrisa en su rostro –La pregunta no es ¿Cuánto? Sino creo ¿Cómo? ¿Cómo podríamos destruir y volver a construir todo lo que queremos hasta el final de nuestras vidas?, porque si fuera cantidad te diría que sería muy poco, porque tu vida tal vez acaba hoy o mañana y entonces hiciste nada, todo dependerá de las expectativas que tengas– las luces se encienden y los actores agradecen al público presente su perenne estadía hasta el final de la obra. El público comienza a abandonar sus asientos entre comentarios positivos y otros negativos de la obra, la loba se mantiene en su puesto sentada esperando que todo se vacía para evitar encontrarse con esas personas por fuera –¿Cuáles son tus expectativas, Janine? ¿Qué esperas conseguir al final del día? ¿Qué es lo que tanto quieres acabar con tus manos y crear de nuevo? ¿Qué objeto tiene para ti o para alguien?– ladeo la cabeza hacia la joven con la mirada impávida, sin rastro alguno de emoción –Esas son las preguntas idóneas que no tienen respuestas claras– miro por sobre el palco a las personas retirarse una a una con una mirada

No es la persona a lo que hay que temer si no a lo que hay tras esa persona y no podemos ver.

Sonrió. En su rostro inexpresivo una sonrisa roja se mostró, una tal real como sincera que daba miedo lo que formaba en su rostro. Sus ojos claros se mantuvieron como lanzas sobre la joven inquisidora, sus manos se cruzaron acomodándose sobre su rodilla en una postura de un lobo que aguarda a que su presa se descuide y devorarla sin piedad, pero el lobo buscaba otra actuación. De pie de puso extendiendo esa fría, cruel y engañosa mano a al salida de aquel palco, se mantuvo en silencio como quien ayuda con mano amiga al necesitado; más, al salir de por aquella puerta su expresión cambió.

Su mano se posó sobre el hombro de la inquisidora pegándose a su espalda acercando el rojo tono de sus labios a su oído –Aquella respuesta es la que está en tu corazón, es lo que realmente quieres pero temes mostrar porque temes o ser aceptada por quien eres en realidad, no dejes que aquello que hay en ti muera o de lo contrario estarías vacía y sin sentido, tal vez y solo tal vez lo que necesites es un empujón para comenzar a vivir tu vida realmente– el susurro se volvió oscuro y seductor tal como su mano que corría por su nuca hasta colarse por su cuello tomándolo, elevando el rostro de la joven inquisidora –No importa cuánto te mientas, al final del día en tu habitación, sola, al verdad aparece y sabes que en algún momento puede hacer algo tan letal que te llevará a la locura– soltó el agarre así como el llevar aquellas garras de bestia hacia atrás a su espalda sonriendo con aquella falsa sonrisa pero que se vuelve en una verdadera al estar disfrutando la situación.

Despidió con su mano a la joven humana clavando sus claros ojos sobre ella –Si lo que deseas es olvidar y seguir así, que Dios y la divina providencia bajo la cual trabajas te ayude, de ella necesitarás mucho, querida mia– con una reverencia giró sobre su talones volviendo a su palco con una sonrisa fugaz en su rostro tras desaparecer tras la puerta, justo cuando el telón cae.