Un Encuentro Entre Libros ~ Privado

por **Naitiri Zahir** Jue Jun 02, 2016 6:22 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Habrían pasado quizás dos meses desde que me había enterado de que habían seres sobrenaturales por el mundo, de que existían los vampiros que se dedicaban a alimentarse de los humanos bebiendo su sangre para poder seguir viviendo, de que había licántropos que se transformaban en luna llena sin poder evitarlo y que se volvían unas bestias, algo fieras, que surcaban las calles en forma lobuna. De que había gente que tenía el don de la magia y podía hacer cosas extraordinarias con ella, desde curar hasta hacer magia negra y muy peligrosa. Cambiantes que se trasformaban en cualquier animal y que se camuflaban con el resto de los humanos.

Todo un mundo del cual llevaba veinticuatro años ignorando y desconociendo, y que me hubieron dicho que existía todo aquello… había sido un palo muy duro. Saber que también había gente que se dedicaba a cazarlos limpiando la ciudad de ellos era algo que jamás habría llegado a pensar, ¡incluso hasta la iglesia estaba metida! Aquella noche en la que Gael me lo había contado todo había sido algo difícil de asimilar… sobre todo, saber que mí padre era un vampiro y que las apariciones que había tenido, realmente, no eran imaginaciones mías.

Ahora cada vez que miraba a un gato o a un perro por la calle me preguntaba si solamente serían un gato y un perro, o sería algún cambiante que se paseaba libremente por la ciudad. Ahora dudaba más de todo, miraba mucho más lo que había a mí alrededor y me preguntaba miles de cosas. Si el mundo ya era algo complicado sin saber de la existencia de tales seres, sabiéndolo, lo complicaba aún más. Aunque después de ello entendía muchas cosas a las que antes no encontraba explicación… pero ahora sabía perfectamente lo que pasaba.

Aquella noche había decidido ir a la biblioteca, últimamente estaba yendo mucho a aquel lugar aunque lo hacía más de día que de noche, pero no sabía por qué había decidido salir de casa y dar una vuelta para despejar mí mente y ver si podía dormir. Mis pies me llevaron por inercia a la biblioteca y acabé entrando, perdiéndome entre sus pasillos. Normalmente me dirigía a la zona que estaba más al fondo ya que era la que menos se ocupaba, y cogía libros sobre mitos y leyendas de otros seres… también traía una pluma, tinta y hojas para apuntar y hacer un esquema y como un glosario… pero aquella noche, simplemente, no había llevado nada.

Me perdí por los pasillos buscando algún libro que me llamara la atención para pasar a sentarme en una de las mesas y leer durante un par de horas, lo suficiente para que me entrara el sueño y pudiera ir a casa a dormir. Había muchos libros que no había leído y me había propuesto leer el mayor número de ellos que pudiera. Cogí un libro que era del género de la fantasía y me dirigí a una de las mesas, encendiendo uno de los candelabros que había por la mesa y sentándome, tranquilamente, a leer aquel libro. Quería despejar mí mente de todo lo que había estado recopilando de información y, metida en casa, no lo estaba consiguiendo. Esperaba que aquella noche fuera totalmente diferente porque necesitaba distraerme de forma urgente. El tema de lo sobrenatural rondaba demasiado mí cabeza y no quería que llegara a más, aunque no podía evitarlo, menos cuando mí padre era un vampiro.

por **Naitiri Zahir** Lun Sep 19, 2016 9:29 am

Dejé mis manos sobre la taza de café que mí amiga me había traído, dejando que el calor llegara hasta ellas y las calentara mientras mí vista seguía fija en Soren, y prestaba atención a todo lo que me estaba diciendo. Para mí todo esto era nuevo, era un mundo completamente nuevo y amplio que había descubierto hacía tan poco, del cual apenas sabía unas nociones demasiado básicas, y de las cuales tenía muchas preguntas. Desde luego nunca hubiera pensado que Soren podría ser un vampiro, pero ahí lo tenía, delante de mí como si fuera una personal normal y corriente tomando un café con una amiga.

Su palidez sí que era cierto que podía llamar la atención, pero había conocido a personas que provenían de países donde el clima era muy frío y donde el sol apenas estaba en el cielo… por lo que podía entender la palidez. Lo que no había podido lograr explicar la primera vez que lo vi, fue esa frialdad que desprendía su piel. Al principio pensé que se debía de deber a alguna enfermedad que pudiera tener, y que por eso siempre estaba tan frío… pero después de saber la verdad resultaba hasta algo estúpido no haberlo asociado. Pero claro, ¿qué iba a saber? Ahora, incluso sentado delante de mí, lo veía como algo normal. Había sido duro enterarme de que había otro mundo y mí curiosidad hacia ese mundo no dejaba más que aumentar cada vez que conocía a alguien que estaba inmerso en el.

Sonreí mientras lo escuchaba, viéndolo así, parecía un joven adorable que disfrutaba de una noche de café junto a una amiga, poniéndose al día como si hubieran estado mucho tiempo sin saber nada el uno del otro. Dejé el codo apoyado sobre la mesa y recosté mí cabeza sobre mí mano para mirarlo algo más ladeado mientras seguía hablando. Así que todo lo que comía le sabía a ceniza… debía de ser duro alimentarse solamente de sangre, y tener que aparentar frente a los demás que podía comer cualquier tipo de comida…

-No me quiero ni imaginar lo que debe de suponer… querer comer alguna cosa, y no poder porque todo te sabe a ceniza. Sería todo un suplicio para mí que me gusta comer de todo –reí entre dientes porque había sonado muy a segundas, cuando en realidad no lo había dicho de esa forma- Debe de ser frustrante tener que ceñirte solamente a una cosa, aunque imagino que solamente piensas en alimentarte de esa forma ¿no es así? No es como si te entrara hambre y pudieras decidir qué comes. ¿Es así como funciona la sed de sangre? –cogí la taza de nuevo entre mis manos y esta vez di un sorbo de ella, cerré los ojos unos segundos y disfruté del sabor. Era el mejor café que había probado en todo París- Yo creo que seguiría siendo adicta al café, al igual que tú –yo no tenía algo tan agudo como saber de qué tipo de café estaba tomando, pero me gustaba en todas sus variantes. Me mordí el labio al imaginarme lo que él me estaba diciendo y en mí mente lo visualicé tal y como lo estaba diciendo- Debe de ser una vista muy bonita, yo apenas tengo algunos recuerdos de Egipto y luego no he salido de París. ¿Has viajado mucho en todos estos años, Soren? Creo que sería una de las primeras cosas que haría si tuviera tanto tiempo.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Sep 22, 2016 1:53 am

Era difícil de explicar a un humano lo que se sentía la sed de sangre, no podía ser comparado con el hambre que se sentía normalmente o la sed, cuando se estaba vivo, la sed de sangre estaba más cercana al consumo de una droga alucinógena que a un simple pedazo de pan cuando la barriga te lo pide. Se quedó unos segundos pensando como iba a poner en palabras lo que quería decir para que Naitiri lo comprendiera.

- La sed de sangre es muy diferente al hambre que experimenta una persona - Comentó al fin, bajando la voz para que nadie los fuera a escuchar por equivocación - No sólo es una necesidad física, para sobrevivir, sino también es una necesidad psicológica, como el deseo de consumir opio en los adictos, tan fuerte e incontrolable que, sin importar que hagas o como intentes escapar, tu cuerpo y mente inevitablemente te harán pensar en ello hasta que sientes que estás al borde de la locura si no lo bebes... - Se llevó una mano a la cabeza y se revolvió un poco el cabello con expresión pensativa.

- No he viajado demasiado... bueno quiero decir, para la edad que tengo no he viajado tanto como quisiera, verás viajar también puede resultar peligroso para alguien como yo, especialmente si tomo un medio de transporte convencional, ¿Como haría para viajar durante el día? hace tiempo viajé con mi... - Pausó unos momentos porque de repente se le dificultó pronunciar el hombre de esa persona - Con mi anterior pareja... y viajamos a Rumanía, fuimos en tren, así que él cuidó de mi sarcófago durante el día y mintió a los trabajadores del tren, diciendo que yo era un familiar muerto que llevaba a enterrar en su tierra natal, por supuesto nadie quería asomarse a ver el féretro y nadie dudó de nuestra mentira, por lo que fue seguro viajar durante el día para mi - Le explicó.

Habían pasado ya casi 4 años desde aquel viaje, sin embargo aún le costaba hablar de ello, tenía la sensación que el amor que había sentido por ese humano no lo abandonaría en mucho tiempo, sin importar que, ya no estuviesen juntos.

por **Naitiri Zahir** Vie Sep 30, 2016 9:27 am

Escuché sus palabras porque nadie mejor que él para decirme exactamente qué era lo que podía sentir un vampiro en aquellas situaciones, no me lo quería imaginar demasiado porque hacerlo solo me llevaba al hecho de que yo tenía a una persona muy cercana a mí que estaba pasando por la mismo, sí; mí padre. Él todavía no se había acercado a mí más de lo suficiente y su cercanía me extrañaba al igual que me perturbaba… era extraño saber que no era mí mente la que me jugaba malas pasadas, sino que realmente él se estaba acercando de aquella forma. Sacudí mí cabeza ligeramente para centrarme en lo que él me decía y cogí la taza entre mis manos, dejando que el calor llegara hasta ellas y dando un sorbo, notando lo bueno que estaba.

-Intento hacerme una idea de lo que debe de ser, y tiene que ser… horrible –lo miré unos segundos- intentar controlar y calmar algo tan fuerte como eso y más sabiendo que lo tienes que hacer… bueno –bajé un poco el tono- bebiendo sangre –había elegido la cafetería de mí amiga porque sabía que era un sitio bastante tranquilo y algo discreto, sin embargo, no quise hablar muy alto por lo que pudiera llegar a pasar- En cierta forma, entiendo que es como una droga que te debilita si no la tomas y que se te hace más difícil cuanto más tiempo pasar sin… beber –dejé la taza sobre la mesa y lo miré escuchando su relato. Debía de haber sido complicado viajar de esa manera, con el miedo a que pudieran descubrirlo y a saber qué le harían a él o a la persona con la que viajaba. Debió de ser muy duro en ese momento y no me quería hacer una idea- Tienes razón, sería muy difícil y peligroso viajar en esas condiciones… porque sería extraño explicar que no puedes hacer naba bajo la luz del sol y se tiene que llevar mucho cuidado… viéndolo así, me replantearía el salir a conocer mundo, aunque lo intentaría por todos los medios de alguna forma –hice una leve pausa en la que le vi perdido en sus recuerdos, y no quise preguntar demasiado por aquella persona que había mencionado- ¿Es bonito Rumanía? ¿Hace tanto frío como dicen?

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 01, 2016 4:14 am

Naitiri no estaba teniendo problemas en entender la complejidad de la alimentación para un Vampiro a pesar de ser humana, le alegró poder conocer a alguien que estuviera dispuesto a escuchar sin juzgar lo que tenía que decir, pocas veces se podía encontrar con personas que pudiesen dejar de lado todos los tabúes y estereotipos infundados por la sociedad para ver solamente al individuo que se tenía en frente.

- Si, es complicado, debo ser muy cuidadoso... los cazadores estan por todos lados, nunca se sabe quien pueda ser un cazador haciéndose pasar por civil, lo mismo pasa con la inquisición, aunque algunos inquisidores son figuras públicas en cierto modo, nunca se sabe quien pueda estar escondiendo una estaca bajo la túnica- Sonaba paranoico, pero en los últimos años habían aparecido mucho más cazadores que podían matar por un par de monedas sin el menor de los remordimientos.

- Sobre Rumania... bueno... no me pareció frío, especialmente porque viajamos durante el verano, pero creo que el clima no es muy diferente al de Francia - Le comentó revolviendo el café con la cucharita de metal - No tuve mucha oportunidad de conocer la ciudad, además de sólo poder verla de noche - Se quedó un momento en silencio, los recuerdos eran dolorosos, pero al mismo tiempo quería hablar de ello, quería probarse así mismo y ser capaz de hablar de aquello como algo del 'pasado'.

- Quizás suene extraño para ti... pero... en el pasado me enamoré de un hombre - Logró decir, la homosexualidad era otra de las cosas prohibidas en la iglesia y una de las razones por las cuales debía ser cuidadoso, a parte de ser un ser sobrenatural, también estaba cometiendo el pecado de sentirse atraído por otros hombres - No voy contándole esto a todo el mundo... pero confío en ti - Dijo al fin - Conocí a un pintor Rumano que vivía en París y... creo que simplemente perdí la cordura por él - Comentó alzándose de hombros con una media sonrisa - ¿Alguna vez te has sentido así por alguien? -

por **Naitiri Zahir** Lun Oct 03, 2016 9:14 am

Aún recordaba cómo había llegado a aquella situación, observé a Soren sentado delante de mí y me di el lujo mientras hablaba de recorrerlo con la mirada. Quién me iba a decir a mí que, aquel hombre tan tímido que había entrado en el burdel, que había incitado a algo más cuando él solamente quería dibujarme… iba a ser un vampiro. Parecía tan inocente, tan tímido, tan… tierno, que me resultaba extraño que fuera un vampiro y que bebiera de la sangre de un humano para seguir con vida. Jamás habría pensado que pudiera hacerle daño a alguien, al menos, en la forma de daño que conocía y que no tenía que ver con el mundo sobrenatural.

Suspiré aún con la taza entre mis manos, sabía perfectamente de lo que estaba hablando. Descubrir que gente allegada a mí eran cazadores había sido una noticia que jamás había podido predecir, más que nada, porque apenas sabía nada del mundo sobrenatural y toda la oscuridad que lo rodeaba. Así que lo entendía, yo misma ahora miraba las cosas de forma diferente aunque no quería darle demasiadas vueltas… pero no habría pensado jamás que esas personas pudieran ser cazadores, y que mí padre fuera un vampiro.

-Yo misma me siento sorprendida de la gente que me rodea y que tiene que ver con ese mundo que dices, por diferentes motivos, y que parece que sea el centro de su vida y que construyan mentiras a su alrededor para mantenerla en secreto. Así que no me lo imagino si sabes que hay personas por el mundo que te pueden matar, ¿no hay alguna forma de saber que… bueno, que son cazadores? –Ya sabía algo de que la Inquisición también estaba metida en ello, y era algo espeluznante- Siempre he querido viajar, soy una ávida lectora de libros pero también me gusta aquellos sobre viajes por el mundo. No sé si visitaría alguna vez Rumanía si tuviera la oportunidad de ir allí, pero seguro que es muy bonita. Si tiene el mismo clima que París… bueno, me he acostumbrado bastante a el –le sonreí y luego dejé que continuara hablando, escuchando cada una de sus palabras.

No me resultaba extraño para nada que se enamorara de un hombre y no iba a ser la más indicada para juzgarle por ello. Le sonreí de forma sincera y cómplice cuando dijo que confiaba en mí, porque seguramente no me estaría contado todo esto si no fuera así. Escuché lo que contó acerca de aquel hombre, que había perdido la cabeza por él y que quizás fuera ese el motivo por el cual fue a Rumania. Reí entre dientes, de forma irónica, cuando me preguntó si me había pasado a mí. Por desgracia; sí.

-Supongo que él fue el motivo de que viajaras a Rumanía –me moría de la curiosidad por saber cómo había acabado, pero intuía por la forma que tenía de mirar y de hablar… que no había acabado bien- Sí… por desgracia me he sentido así –miré hacia otro lado unos segundos y me mordí el labio- La primera vez que… me enamoré, por decirlo de alguna forma. Yo era más joven y, en el fondo, sabía que aquello no podría ser pero me cegué tanto que no pensé en nada más –miré la taza unos segundos y luego lo miré a él- Sé lo que es perder la cabeza de esa forma, y sé lo que duele cuando ves que todo acaba. Y no acabó nada bien –hice una leve mueca al recordarlo- Me rechazó cuando se enteró a lo que me dedicaba y, aunque quise maldecirlo por ello, no podía culparlo. ¿Quién iba a querer a alguien que entrega su cuerpo a otros hombres? –Reí con algo de amargura y suspiré- Aprendí una lección aquella vez, pese a que siempre me habían dicho que las cortesanas no pueden amar nunca supe el motivo de aquello… esa vez, entendí el por qué.

por **Soren Kaarkarogf** Mar Oct 04, 2016 1:00 am

- Es difícil saber quien es cazador, porque no visten con un uniforme o con algún tipo de ropa que los identifique, además ellos saben muy bien que deben ser cuidadosos y pasar desapercibidos si quieren tomar a cualquier criatura sobrenatural por sorpresa - Le explicó y un escalofrío recorrió su espalda tan sólo recordar las veces que se había topado con cazadores.

- Estoy seguro de que algún día podrás ir - Comentó al escucharle mostrar su interés por Rumanía, Soren por el contrario no creía que volviera a pisar esa tierra nunca más en su vida. Le escuchó entonces contar sobre su desdichada historia de amor. Se imaginó la situación y como aquel hombre la había rechazado por su vida nocturna.

- Puedo comprender el motivo por el cual te rechazó, las normas bajo las cuales vivimos son estrictas en cuanto a como debe ser una mujer digna de ser tomada por esposa, la mayoría de hombres desean una mujer virtuosa y decorosa, pues son los valores Católicos con los que han sido criados - Dejó escapar un suspiro recordando a su hermana, quien había sido precisamente ese tipo de mujer, criada desde niña para servir a los hombres con una sonrisa modesta.

- Pero te diré una cosa... y bueno es un secreto que espero que tu puedas guardar - Comentó inclinándose hacía ella - Conozco a una mujer que también era cortesana como tu, muy apetecida y popular en el burdel hace varios años - Bajó aún más la voz - ¿Adivina donde está esa mujer ahora? - Le preguntó con sonrisa cómplice - ¡En la realeza! - Exclamó volviendo a subir la voz.

- Así es... uno de sus clientes resultó ser un Monsieur muy importante y contra todo pronóstico se enamoró de ella y la convirtió en su esposa - Continuó, evitó mencionar que se trataba del mismísimo Rey de Francia y su Reina, pues sentía que sería injusto con Claire si revelaba su pasado a otra persona así confiara en ella - Ya vez, el amor verdadero es tan fuerte que puede ir en contra de la misma iglesia -

por **Naitiri Zahir** Mar Oct 04, 2016 8:56 am

-Supongo que debe de ser muy frustrante ir por la calle pensando que cualquier persona con la que te cruzas puede resultar que es un cazador, o una cazador… o algún miembro de la Inquisición aunque imagino que estos sí que son más fáciles de prever lo que son. Yo viviría con el miedo atemorizante de que en cualquier momento podría cruzarme con un cazador y que pueda matarme si así lo desea, de improvisto –hice una leve pausa- ¿Qué hay de las auras? Dices que puedes “verlas” ¿no es así? ¿Estas no te pueden decir nada acerca de las intenciones de una persona? –él me había dicho cómo tenía mí aura, así que, quizás por eso podría identificar a las personas que quisieran agredirle.

Suspiré cuando dijo que quizá algún día vería Rumanía aunque por el momento, si salía alguna vez de la ciudad, sería para volver a Egipto y ver cómo había cambiado todo desde que me fui hacía tantos años. Perderme en sus calles de nuevo, volver a ver todos los monumentos de los cuales tenía vagos recuerdos… quizás incluso hasta volvería a donde estaba mí casa. ¿Habría alguien viviendo allí? ¿Serían felices como no pudimos serlo nosotros? Esperaba que sí.

Lo miré con una sonrisa… triste al decirme que entendía por qué me había rechazado aquel hombre, yo también lo sabía, y aunque me hubiera gustado en su momento reprocharle por aquello… no podía hacerlo. Comprendí que una cortesana no puede amar y ese día aprendí la lección de primera manera, de una manera algo dolorosa pero que jamás iba a poder olvidar, y que iba a tener como referencia aunque por mucho que yo quisiera, no podía mandar en los dictados del corazón. Le miré alzando una ceja ante lo que tenía que decirme y me mordí el labio ante aquello, sonriendo de forma más sincera ante la confesión.

-Algo de eso había oído, como podrás entender, que alguien de nuestro oficio salga por motivos como ese es algo que va de boca en boca –porque sí, habíamos oído aquello y especialmente la Madam que se movía en la alta sociedad también lo había sabido, aunque era como él decía un secreto… pero que algunos también lo conocían. Abrí los ojos sorprendida porque me dijera que aquella mujer estaba ahora en la realeza, cómo había cambiado su vida de una manera drástica… aunque me alegraba por ella- Supongo que algunas personas tienen más suerte que otras y logran encontrar aquello que otras desean… -entrelacé los dedos de mí mano, jugueteando con ellos, bajando un poco mí mirada de la Soren. No me refería al hecho de estar en la realeza, sino de que ella había tenido una suerte que no muchas contaban con ella.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 08, 2016 2:42 am

- Las auras no revelan las intenciones de las personas, pero los colores de las auras cambian según el estado de ánimo de la persona - Le explicó cuando le preguntó si era posible adivinar si alguien era cazador por su aura.

La voz de Naitiri sonaba algo nostálgica cuando dijo que algunas mujeres tenían más suerte que otras, Soren la escuchó en silencio volviendo a beber su taza de café que se había enfriado bastante desde que habían empezado la conversación. Notó que a su alrededor el café se había ido vaciando lentamente y que ya sólo quedaban ellos dos y un hombre sentado en la barra a pocos metros de ella, llevaba puesto un sombrero de copa alto y parecía mirar su bebida con intensidad como si esta le estuviera dando respuestas sobre su propia vida.

- La suerte es algo relativo - Comenzó a decir Soren - Mucha gente suele creer que las cosas pasan porque uno tiene buena o mala suerte, pero en realidad, yo creo que, las cosas que nos pasan, son producto de nuestras acciones, de nuestra personalidad y de la forma en como tratamos a otros - Había vivido muchos años para llegar a esa conclusión y no quería pensar que las cosas en la vida pasaban por un motivo tan arbitrario como la suerte.

- ¿Puedo preguntarte algo sin parecer demasiado entrometido? - Preguntó luego de una pausa desviando la mirada hacía la mesa - ¿Te sientes feliz siendo cortesana? -

por **Naitiri Zahir** Lun Oct 10, 2016 6:14 am

Así que las auras no servían para mucho, debía de ser algo duro pensar que cualquier persona que te estuvieras encontrando por la calle pudiera matarte. Quizás las personas metidas en la Inquisición sí que fuera probable que llegara a distinguir quienes eran y pudiera o bien evitarlas, o bien matarlas antes de que le hicieran algo. Cada noche que salía debía de tener algo de miedo porque podría ser su última noche, y no sabría por dónde le iba a llegar el golpe… a sus ojos, cualquier humano parecería un posible cazador, pues estos se ocultaban muy bien y se camuflaban… lo único que tenían que hacer era actuar con normalidad y nadie sospecharía nada.

-Debe de dar miedo salir a la calle pensando que no tienes una manera de saber si hay o no cazadores cerca –no me lo quería ni imaginar, pero claro, tampoco es que les quedara otra alternativa más que salir porque era en el único momento del día en que podían hacerlo y yo lo disfrutaría al máximo. Los clientes se iban marchando conforme pasaba el tiempo, tanto, que apenas estábamos nosotros dos y un par más de personas en el local… se había vaciado bastante dado las horas que eran, mientras yo todavía tenía mí taza a la mitad. Lo miré durante unos segundos y me encogí de hombros sobre aquello, quizás tuviera razón, era su forma de ver las cosas y yo no era nadie para decirle lo contrario- Quizás tengas razón… bueno, tú tienes más años que yo y muchas más experiencias –le sonreí brevemente hasta que dijo aquello y lo miré ladeando un poco mí rostro- Yo te he hecho muchas preguntas, Soren, así que adelante –esperaba que el tema pudiera ir por mí trabajo, pero no esperé que me preguntara si era feliz siéndolo.

Suspiré de forma larga y llevé mis manos a la taza de café, de la cual quedaba mucho menos de la mitad de esta, me mordí el labio mirando la taza y cerré los ojos durante unos segundos para finalmente subir mí vista a él. Conocía a muchas jóvenes que se metían en ese mundo por su propia cuenta, pero siempre eran libres de abandonarlo. En cambio mí situación era algo totalmente diferente, yo jamás podría ser libre por propia decisión… era algo que no me gustaba pero que había respetado en el pasado. Ahora solo tenía que esperar el momento oportuno, uno que cada vez se iba acercando más.

-No, no lo soy –negué con la cabeza y lo miré haciendo una pausa de unos segundos- Hay muchas jóvenes que entran porque quieren, y se van cuando quieren también. Yo no tengo esa libertad para irme así sin más –me mordí el labio y miré hacia otro lado- Ni soy feliz siéndolo, ni me gusta hacerlo… pero es algo que por desgracia llevo mucho tiempo haciéndolo –lancé otro suspiro y lo miré- Hasta que no page mí deuda será una esclava de ese lugar sin poder irme, yo lo acepté hace años, y ahora pago las consecuencias. Si hubiera sido por mí, me habría ido hace muchos años de aquel lugar… es lo único que deseo, pero es algo que no es alcanzable para mí –por el momento. Pronto, pronto podría irme de aquel lugar.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Oct 24, 2016 1:00 am

Asintió cuando dijo que cualquier persona podía ser un cazador, era por eso que siempre era precavido y no confiaba fácilmente en extraños, procuraba lucir tan humano como le era posible para no levantar ninguna sospecha y lo había logrado exitosamente a través de los años.

Esperó pacientemente a que ella respondiera, no era una pregunta fácil y era muy personal, así que esperó a que ella se tomaras su tiempo y decidiera responder o no. Le escuchó con atención y no pudo evitar que su ceño se fuera frunciendo y su expresión cambiara a una de preocupación.

Hasta el momento sabía varios detalles de la vida de Naitiri, pero saber que tenía que vender su cuerpo en contra de su voluntad, era algo que no esperaba, no parecía una mujer triste, sino por el contrario desde que la había conocido se había caracterizado por ser bastante alegre ¿Estaría ocultando esa tristeza con una máscara de sonrisas frente a los clientes?.

- Valla... lamento escucharlo - Comentó y agregó - ¿Se trata de mucho dinero? - Continuó, no sabía si debía seguir profundizando en el asunto, pero como ella había dicho, Soren había respondido ya a muchas preguntas personales - ¿Cómo adquiriste la deuda en primer lugar? -

por **Naitiri Zahir** Mar Oct 25, 2016 9:37 am

Parecía que aquel momento era mi turno para responder preguntas, y lo veía de lo más justo ya que yo le había hecho muchas a él y las había contestado sin ningún tipo de problema. Pareció algo contrariado y sorprendido cuando le dije que aquello que hacía, a lo que me dedicaba, no lo hacía por decisión propia sino que había un trasfondo detrás de todo aquello y que había un motivo que no podía eludir. Le sonreí levemente cuando dijo aquello y negué con la cabeza, era algo que había aceptado hacía mucho tiempo y que desde hacía años por fin veía esa luz al final del túnel. Cada vez más cerca, casi podía rozarla con mis dedos… poco, quedaba muy poco. Hice un leve gesto como si le restara importancia al hecho de cuánto dinero quedaba, ¿era poco? Sí, lo era. Pero aún tardaría un poco más en conseguirlo.

-Ahora no –le dije con la taza todavía entre mis manos- La deuda es menor y bueno… estoy cerca de poder rozarla por fin. - Lo miré cuando me hizo la última pregunta, una que estaba esperando que hiciera dado lo extraño de mí situación. Me quedé mirándolo durante unos segundos de forma fija y me mordí el labio pensando si debía de decírselo realmente, o contarle algo maquillando la verdad. Soren me era de confianza puesto que él me había contado cosas personales y que se había notado que eran así cuando me las contó, podía haberme matado en cualquier momento y sin embargo aquí estábamos los dos, sentados tomando un café caliente mientras hablábamos sobre nosotros. No era dada a contar cosas de mí pasado era una herida abierta que aún dolía y que trataba de curarme, por lo que la cuestión era, ¿qué podía hacerme si lo contaba?

No él, evidentemente, sino qué reacción tendría sobre mí contar aquello que siempre me había estado persiguiendo y que tanto daño me hacía. ¿Y si le contaba y mí carga así era algo menor? ¿Y si el peso que llevaba arrastrando durante tantos años se aliviaba un poco tras decírselo? ¿Qué perdía intentándolo? No lo sabría hasta que no le contara, la cuestión era contar toda la historia que me había llevado hasta donde me encontraba actualmente. No era simple, no era bonita ni agradable… era oscura, difícil e incluso terrible. Suspiré mirando la taza de café de nuevo sintiendo una opresión en mí pecho al saber que volvería a sacar aquel tema.

-¿De verdad quieres saberlo? –Le pregunté alzando la mirada para fijarme en sus ojos- no es una historia bonita ni agradable, Soren. Es una herida que lleva abierta desde hace muchos años y que aún no he podido cerrar –lancé otro suspiro y cogí aire- Abandoné Guiza cuando tenía 5 años para irme a Mykonos, en Grecia, con mis padres. Tres años más tarde volvimos de nuevo a Egipto o esa era la intención… pero nos abordaron unos piratas a mediante travesía –hice una leve pausa- Cogieron a todos los hombres y los separaron de las mujeres y los niños, yo recuerdo que estaba entre los brazos de mí madre asustada viendo partir a mí padre con unos grilletes junto a los demás hombres. Entonces fue el turno de las niñas, me arrancaron de los brazos de mí madre y nos separaron para vendernos al mejor postor… y ese es el último recuerdo de mí madre. Me vendieron a un proxeneta que… -miré hacia otro lado, no hacía falta contarle lo que había hecho conmigo aquel hombre- Estuve presa y cautiva durante siete años con aquel… hombre –si es que se le podía denominar así- hasta que la Madam me encontró, pagó un precio por mí y me compró para llevarme con ella –reí de forma corta e irónica- Aquello era el cielo comparado con donde estaba y con quién estaba… al menos ella no me pegaba ni… -me mordí el labio con fuerza y reprimí las ganas de llorar- Y así es como acaba mí historia, si quiero ser libre debo de pagar la deuda que tengo con ella –limpié una lágrima que caía por mí mejilla y lo miré- Esa es mí historia.

por **Soren Kaarkarogf** Vie Nov 04, 2016 12:13 am

Soren le vio vacilar y por un momento pensó que quizás esa pregunta había sido muy personal, pero entonces recordó que él había abierto bastante su corazón a ella contándole muchas cosas que normalmente mantenía celosamente en secreto. Sintió que tenía derecho a saber algo igualmente privado, aunque no dijo nada y esperó pacientemente a que ella se decidiera por hablar.

Conforme ella comenzó a narrar su pasado, la medio sonrisa que tenía en su rostro se fue desvaneciendo y su mirada se volvió apagada y triste. Nunca se imaginó que su pasado pudiese ser tran trágico y aunque de alguna u otra forma se esperaba que una prostituta no tuviera una vida color de rosas, nunca se imaginó que hubiese sido vendida como esclava cuando era niña ni que hubiese perdido a sus padres de esa manera.

- Lo siento mucho... perdona si fui demasiado indiscreto - Se le ocurrió decir, sintiéndose muy incómodo, porque él no era bueno en ese tipo de situaciones - Es increíble... que te haya ocurrido todo eso y aún así... - Se detuvo unos segundos recordando la noche en la que se habían conocido en el burdel - Seas capaz de sonreír y tratar a los clientes con naturalidad... -

Soren no había recibido ningún tipo de abuso sexual durante su larga vida, ni cuando era humano, por el contrario había evitado casi todo contacto físico con la gente, sintiendo casi repudio durante muchos años por ese tipo de demostraciones de afecto, intentaba comprender lo que se sentiría para una mujer haber sido abusada y utilizada como esclava y aún no teniendo experiencia en algo similar, podía simpatizar con su situación y encontrarla desagradable.

- ¿Y cuando pagues tu deuda, que piensas hacer? - Le preguntó intentando aliviar un poco la pesada atmósfera - Quiero decir, ¿Tienes planes a futuro? -

por **Naitiri Zahir** Sáb Nov 05, 2016 1:10 pm

Negué con la cabeza tras haber acabado de contar mí historia a Soren, sentía la carga un poco más ligera y liviana, pero todavía no lo suficiente para terminar de cerrar aquella herida que seguía abierta tantos años y que a veces me llegaba a pasar factura de una forma que ni imaginaba. No podía terminar de cerrarla y realmente era algo que quería hacer, cerrar ese capítulo y darlo por zanjado para seguir con mí vida sin tener una carga, oscura y pesada, que me seguía allá donde fuera como si de mí propia sombra se tratase… era algo que siempre había querido solucionar. Me limpié una de las lágrimas que había caído por mí rostro y le dediqué una sonrisa, triste, intentando que no se sintiera así puesto que él no tenía la culpa de lo que me había sucedido… aunque entendía, también, que se sintiera de aquella forma. Él jamás habría llegado a saber lo oscura y dura que sería mí historia, no tenía un modo de saberlo.

-No te preocupes, me cuesta mucho hablar de ello porque aunque fue hace muchos años es algo de lo que todavía no he podido recuperarme ni cerrar en todo este tiempo… aún siento que, de vez en cuando, supura y duele –miré el café que tenía en la taza y que seguramente se estaría enfriando por el tiempo que había pasado desde que lo había pedido- Yo también te hice preguntas algo indiscretas, creo que no puedo culparte por querer preguntarme esas cosas aunque no supieras la verdad –dejé que hablara intentando recomponerme un poco sintiendo todavía esos pinchazos en el pecho hasta que levanté mí vista hacía él tras sus palabras. Sí, yo incluso hasta me sorprendía de cómo actuaba tras todo aquello- Yo misma incluso me sorprendo, no te diré que fue fácil porque al principio fue un verdadero infierno… -miré hacia otro lado unos segundos, suspiré, y volví mí vista a él- Con el tiempo fui capaz de ocultarme tras una máscara en la que nada pasaba, en la que no dejaba ver lo mal que pudiera sentirme, en lo mal que pudiera estar o lo mucho que pudiera afectarme… aprendí poco a poco a interpretar un papel y a camuflarme con el entorno… que te sonría no quiere decir que sea una sonrisa sincera, o que esté yo bien realmente –hice una leve pausa- solo me quito la máscara cuando estoy a solas, o bien con aquellas personas que saben la verdad, o la verdad a medias, y con quien no debo fingir ni representar un papel –cogí la taza y di un sorbo al café que sí, estaba ya templado, mientras él hacía aquellas preguntas- Bueno, lo único que tengo claro es que quiero seguir los pasos de mí madre y convertirme en una egiptóloga, es algo que llevo dentro desde que era pequeña y creo que sería también una forma de honrar su memoria.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Nov 07, 2016 8:42 pm

Le permitió hablar y no la interrumpió hasta que creyó que había dicho todo lo que tenía que decir. Era un tema muy delicado y Soren tenía la impresión de que si la interrumpía podría quebrar sus voluntad en cualquier momento, no quería ver a Naitiri llorar, pero tampoco quería que pusiera una máscara con él, por lo que no intentó calmarla o decirle que dejara de llorar. Si ella necesitaba desahogarse, llorar estaba bien.

No pudo evitar preguntarse si ella había puesto esa máscara cuando había yacido en la cama con él. No se conocían aún. No a un nivel personal y lo que había ocurrido entre ambos se había limitado prácticamente al sexo carnal. ¿Le habría tratado de la misma forma que a cualquier otro cliente?¿Habían sido sus palabras o sonrisas falsas?.

No se atrevió a preguntar, por que quizás ella se sentiría forzada a decir que había sido algo especial y diferente, que no había sido como otros clientes y tan sólo pensar en ello le hizo sentir sumamente incómodo, así que se apresuró a cambiar el tema.

- El pasado sólo existe como un recordatorio de las cosas que hemos hecho y para motivarnos a continuar luchando en el presente para construir un futuro que deseamos - Comentó, hablando por experiencia gracias a su largo trasegar por la vida - Así que lo verdaderamente importante es el presente, no dejes que el pasado te atormente, sabes que no tuviste control sobre muchas cosas que ocurrieron en tu pasado, así preocúpate por las cosas que puedes hacer ahora para alcanzar tus sueños, porque ahora si estas en control -

Habían pasado varias horas desde que se habían visto en la biblioteca y Soren por poco olvida que el amanecer podía cogerle desprevenido y acabar con su existencia en cuestión de minutos. Debía volver a la cabaña abandonada donde temporalmente se estaba quedando en el bosque y tardaría alrededor de una hora, pues era a las afueras de la ciudad.

- Esta ha sido una velada muy agradable - Comentó mirando su vaso ya vacío - Pero siento que tenga que terminarla de manera abrupta... el amanecer se acerca y debo regresar a mi refugio - Le explicó.

por **Naitiri Zahir** Jue Nov 10, 2016 10:02 am

Lo miré durante unos segundos mientras él me decía aquello del pasado, en el que tenía absoluta razón con sus palabras, sobre todo teniendo en cuenta que había vivido mucho más que yo y que tendría más experiencia en eso de la que yo jamás quizás llegase a reunir. Le sonreí durante unos breves segundos antes de terminar por coger la taza y acabarla, el calor que había tenido en un inicio se había ido evaporando y ahora quedaba en su lugar algo más frío por el tiempo que había pasado. ¿Cuánto tiempo habría pasado desde que habíamos llegado a aquel lugar? No lo sabía exactamente, pero el cansancio también comenzaba a empezar a hacer mella en mí.

-Tienes razón, ahora sí que puedo tener el control sobre ello y es lo que pienso hacer. Gracias por… escucharme –dije desviando la mirada un poco. Tan sólo quedábamos nosotros en el café y volví a mirarlo cuando dijo aquello. Asentí ante que tuviera que irse, para él sería peligroso que le pillara el sol y yo debía también de ir a descansar y ver cómo estaba Alessia- Claro, no tienes que preocuparte. No quiero ser yo la causante de que te pille el sol. Ha sido una noche agradable, gracias por compartirla conmigo –me levanté de la silla poniéndome el abrigo que había traído y lo miré unos segundos- Ha sido un placer verte de nuevo, avísame cuando abras de nuevo esa galería ¿vale? –terminé por darle un abrazo durante unos segundos y le sonreí- Ten cuidado, y ahora te dejo que no quiero entretenerte más –reí entre dientes dejando que se fuera, sino, lo pillaría el sol a mediante camino.

por **Soren Kaarkarogf** Dom Nov 13, 2016 11:31 pm

Aún le resultaba extraño haberle revelado su naturaleza a Naitiri y que ella pudiese bromear con aquello con tanta naturalidad, le hacía sentir en cierta manera aliviado. La noche había resultado ser mucho más interesante de lo que hubiese esperado y sin darse cuenta había estado cultivando una valiosa amistad.

Naitiri lo abrazó y aunque el contacto duró poco fue suficiente para lograr que un corrientazo de electricidad le recorriera la espalda. Se sonrojó un poco cuando terminó y se encontró mirándose los zapatos torpemente.

- Debería acompañarte de regreso a tu casa, como lo haría un buen caballero - Murmuró de repente cayendo en cuenta de que era lo apropiado - Pero mi refugio esta a las afueras de la ciudad... me tardaré casi una hora en llegar y no puedo arriesgarme - Le explicó y agregó - Pero prometo hacerlo en otra ocasión, así que por esta noche, camina con cuidado y descansa - Finalizó, caminaron hacía la entrada del café, la dueña bostezaba adormilada, seguramente había querido cerrar el café desde hacía un buen rato pero no quería echar a los clientes.

- Espero que nos volvamos a encontrar pronto - Finalizó haciendo una venia cortés de las que se acostumbraban en la época y sin perder más tiempo, dio un gran salto hacía arriba a y se subió en el techo de una casa vecina, con la agilidad propia de un gato. No había un alma en la calle y los candelabros de las casas se encontraban apagados, por lo que le fue fácil correr por los techos sin ser visto para regresar a su hogar.

TEMA FINALIZADO.

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