AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
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Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
Kenner había recibido hacia unos días una invitación, una carta sellada para presentarse en el museo, en la mas nueva exposición de obras que se estarían haciendo justamente en este día que el estaba yendo en camino hacia allí, el mismo iba en su carruaje jugando con una copa de sangre en su mano, recientemente se había alimentado de una de sus esclavas de sangre, para luego venir aunque no estaba con mucha voluntad de hacerlo aquella carta, estaba firmada por un vampiro, ya que tenia una marca de sangre alguien estaba deseándole verle en aquel lugar, pocos eran los que tenían el coraje para pedirle al Clapton que se presentare en persona para pedirle o tener una charla con el, sin que este fuera el interesado, de seguro se trataría de un demente o alguien con mucho interés en algo que Kenner podía conseguir, así que contra su voluntad pero para ver que era lo interesante que allí pasaría, decidió ir, su carro no demoro mucho en llegar a lugar donde estaba la invitación, el mismo se detuvo, antes de que su siervo abriera la puerta lo hizo el mismo vampiro sacando su bastón para bajar de forma tranquila, empezando a caminar hacia el interior, un hombre le miro y espero que este se presentara, pero el vampiro solo extendió su carta para que el hombre, viera que estaba invitado, el mismo hizo una leve reverencia para permitir enseguida el ingreso al hombre, que no tenia muchas ganas pero termino por entrar.
Empezó a caminar de forma tranquila por aquella exposición observando los cuadros, realmente no eran las mejores obras que el había visto, pero eran quizás algo capaces de observar, no eran tan malas, no demoraron en pasar algunas parejas para poder observar dichos cuadros, el hombre se detuvo en uno de los cuadros tranquilamente observando ,sabia que aquella persona que le había convocado para estar allí, se presentaría en breve en cuanto le viera, estaba algo interesado en saber quien era y que podía ofrecerle en cambio de algo que este estaba buscando, era raro que alguna persona estuviera alli buscándole.
Empezó a caminar de forma tranquila por aquella exposición observando los cuadros, realmente no eran las mejores obras que el había visto, pero eran quizás algo capaces de observar, no eran tan malas, no demoraron en pasar algunas parejas para poder observar dichos cuadros, el hombre se detuvo en uno de los cuadros tranquilamente observando ,sabia que aquella persona que le había convocado para estar allí, se presentaría en breve en cuanto le viera, estaba algo interesado en saber quien era y que podía ofrecerle en cambio de algo que este estaba buscando, era raro que alguna persona estuviera alli buscándole.
Kenner Clapton- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 400
Fecha de inscripción : 09/03/2013
Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
Madrugadas atrás
Mia había vuelto de su paseo nocturno, pronto amanecería, y era menester dejar todo listo para que sus sirvientes se encargaran de hacer los tramites pertinente. En sus salidas había descubierto que entre los vampiros que poblaban, últimamente París, había un hombre que llevaba una reputación muy especial. Se decía que era casi tan maligno como el propio Lucifer, que había caminado la tierra, tantos siglos y milenios que el mismo humano, lo que le convertía en uno de los vampiros más sabios y peligrosos del mundo. La vampiro observó el paisaje que se extendía más allá de su ventana y pensó que tal vez, la hora de cobrar sus deudas había llegado.
Fue por esa razón que se decidió a realizar la misiva, invitando al vampiro a la inauguración de una muestra de pinturas en el museo del Louvre. Con su elegante letra escribió el nombre del caballero en la esquela, además de la invitación. Cuando terminó la escueta carta, acercó su muñeca izquierda, la liberó del puño del vestido y con un exacto mordisco, se hirió usando su propia sangre para firmar el documento. El mismo era muy sencillo, le decía que lo esperaba en tal lugar para pedirle un consejo y su ayuda para un asunto de vida o muerte – claro, la vida en peligro no era la de ella, sino la de su hermana, que ingenuamente, vivía sus días, sin grandes sobresaltos, en la bella Turín.
Luego de terminarla, dejó todo ordenado y el sobre más la invitación en la charola de plata, con una nota a su ama de llaves para ser entregada en la mansión Clapton. Conforme con lo planificado, se dispuso a darse un baño, además de alimentare de una joven, a la que sedujo y bebió bastante de su sangre, para luego hacer que se alimentara y fuera conducida a las afueras de la ciudad. La luz del amanecer asomaba por la ventana, cuando la vampiro cerró la puerta de su habitación subterránea y se desnudó para dormir en su lecho, jamás había podido acostumbrarse a los sarcófagos, a lo que simplemente cuidaba que la mortífera luz del sol, se mantuviera lejos de ella.
Noche de Exposición
Había llegado unos minutos después de lo acordado, no porque fuera impuntual, en realidad, lo había hecho para contemplar al señor Clapton, entrar en el museo. Había sonreído complacida al ver que se trataba de un hombre elegante y de buen porte. Cuando el encargado pidió su invitación, fue mirarla a los ojos y caer bajo su hechizo, pronto el joven se encontraba yendo a su hogar antes de tiempo, cosa que le acarrearía la expulsión de su trabajo, pero ¿acaso a Mia le importaba el destino o la vida del pobre infeliz? Claro que no. Fue así que mediante su encandilamiento, fue haciendo que los invitados y algunos camareros, se esfumaran del lugar.
Tomó una copa de vino, para luego, herir su muñeca y dejar hacer unas gotas de su sangre- El pequeño pinchazo pronto cicatrizó sin dejar marca. Otro camarero pasó llevando copas de vino y tomó otra más. Se fue acercando al caballero, su mirada lo escrutaba, su vestimenta, su bastón, sus cabellos. Una sonrisa se apoderó del rostro de la inmortal, - buenas noches señor Clapton, gracias por venir a mi cita, tome ésta copa, como muestra de mi buena voluntad y sinceridad – dijo entregando la copa con sangre, para hacer un brindis.
Mia había vuelto de su paseo nocturno, pronto amanecería, y era menester dejar todo listo para que sus sirvientes se encargaran de hacer los tramites pertinente. En sus salidas había descubierto que entre los vampiros que poblaban, últimamente París, había un hombre que llevaba una reputación muy especial. Se decía que era casi tan maligno como el propio Lucifer, que había caminado la tierra, tantos siglos y milenios que el mismo humano, lo que le convertía en uno de los vampiros más sabios y peligrosos del mundo. La vampiro observó el paisaje que se extendía más allá de su ventana y pensó que tal vez, la hora de cobrar sus deudas había llegado.
Fue por esa razón que se decidió a realizar la misiva, invitando al vampiro a la inauguración de una muestra de pinturas en el museo del Louvre. Con su elegante letra escribió el nombre del caballero en la esquela, además de la invitación. Cuando terminó la escueta carta, acercó su muñeca izquierda, la liberó del puño del vestido y con un exacto mordisco, se hirió usando su propia sangre para firmar el documento. El mismo era muy sencillo, le decía que lo esperaba en tal lugar para pedirle un consejo y su ayuda para un asunto de vida o muerte – claro, la vida en peligro no era la de ella, sino la de su hermana, que ingenuamente, vivía sus días, sin grandes sobresaltos, en la bella Turín.
Luego de terminarla, dejó todo ordenado y el sobre más la invitación en la charola de plata, con una nota a su ama de llaves para ser entregada en la mansión Clapton. Conforme con lo planificado, se dispuso a darse un baño, además de alimentare de una joven, a la que sedujo y bebió bastante de su sangre, para luego hacer que se alimentara y fuera conducida a las afueras de la ciudad. La luz del amanecer asomaba por la ventana, cuando la vampiro cerró la puerta de su habitación subterránea y se desnudó para dormir en su lecho, jamás había podido acostumbrarse a los sarcófagos, a lo que simplemente cuidaba que la mortífera luz del sol, se mantuviera lejos de ella.
Noche de Exposición
Había llegado unos minutos después de lo acordado, no porque fuera impuntual, en realidad, lo había hecho para contemplar al señor Clapton, entrar en el museo. Había sonreído complacida al ver que se trataba de un hombre elegante y de buen porte. Cuando el encargado pidió su invitación, fue mirarla a los ojos y caer bajo su hechizo, pronto el joven se encontraba yendo a su hogar antes de tiempo, cosa que le acarrearía la expulsión de su trabajo, pero ¿acaso a Mia le importaba el destino o la vida del pobre infeliz? Claro que no. Fue así que mediante su encandilamiento, fue haciendo que los invitados y algunos camareros, se esfumaran del lugar.
Tomó una copa de vino, para luego, herir su muñeca y dejar hacer unas gotas de su sangre- El pequeño pinchazo pronto cicatrizó sin dejar marca. Otro camarero pasó llevando copas de vino y tomó otra más. Se fue acercando al caballero, su mirada lo escrutaba, su vestimenta, su bastón, sus cabellos. Una sonrisa se apoderó del rostro de la inmortal, - buenas noches señor Clapton, gracias por venir a mi cita, tome ésta copa, como muestra de mi buena voluntad y sinceridad – dijo entregando la copa con sangre, para hacer un brindis.
Claudine Millet - Doga- Humano Clase Alta
- Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 28/02/2015
Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
El vampiro había estado observando, tranquilamente los cuadros, algunos de los autores le parecían conocidos probablemente se había cruzado con ellos en su vida, o quizás en su no vida había tenido la oportunidad de estudiar o trabajar con alguno de ellos, incluso descubrirlos o abrazarlos a la inmortalidad, no hubiera sido raro, pero allí se encontraba observando aquellos cuadros, telas tan finas que dejaban claro algo del pasado, o quizás algo mas del futuro o un sueño de aquel que había pincelado la tela, algunas obras incluso habían sido escritas por el mismo, aunque eso realmente no le sorprendía que allí estuvieran, bajo otros nombres claro no se podía llamar demasiado la atención. Pudo sentir los pasos femeninos acercándose, de un ser inmortal ya que no podía sentir el latido de su corazón, tampoco era capaz de reconocer la sangre caliente recorriendo sus venas, pero se movía de forma elegante, dejaba claro alguna cosa, cuando se ladeo para observar de quien se trataba, de una joven bastante bella bendecida o quizás maldita, depende como lo viera el abrazado, por la inmortalidad, el joven simplemente la observo escuchando sus palabra, que le sonaron a tanta ironía, dos de una o estaba jugando con fuego intentando engañar al vampiro, o era demasiado inocente poco tiempo de transformación y no sabia, ni tenia la mas remota idea de lo que era su raza, en lo que se había convertido la sinceridad era algo que no se encontraba, demasiado brillante para los seres de la noche.
El vampiro tomo la copa, solo para no parecer descortés frente quizás a las personas que se encontraban allí alrededor de ellos, un caballero rechazando la bebida que una dama había traído para el, pero ese era su interés, en cuanto la tomo y sintió el aroma a sangre de vampiro, un vino perfecto, pero contaminado por la sangre inmortal, este simplemente la deja a la copa sobre una repisa, tranquilamente y observo a la chica rápidamente de arriba a bajo, con una mirada fría y distante, no era agresiva, pero tampoco denotaba interés, sino mas bien indiferencia, una indiferencia adquirida por los milenios.
-Decido yo si es una muestra o no may lady, ademas prefiero extraer la sangre directamente del torrente sanguíneo de aquellos que me la ofrecen...
Dijo mientras, hizo una leve seña con su mano para que ella le acompañara, mientras caminaban por aquella gran galería de todo tipo de cuadros, se acerco uno que representaba la inmortalidad de la mente humana, un ser humano podía morir, pero si dejaba algo plasmado se creía que su mente se volvía inmortal por que siempre seria recordado por aquel logro, aunque era irónico, ya que pensaba que justamente los que vivían para siempre , terminaban optando por no dejar marca en el mundo.
-Que buscáis, hermana de la condesa cual es vuestro pedido o interés para llamarme, no creo que sea una simple danza o ofrecerme tomar vino contaminado con vuestra propia sangre verdad?
Kenner menciono eso mismo mas como una afirmación, absoluta sin dudas a que fuera una verdadera pregunta, esperando que la mujer entrara en el meollo del asunto cuanto antes, as el vería si tenia interés de jugar ese juego o simplemente pasaría, para que ella terminara luchando por su cuenta.
El vampiro tomo la copa, solo para no parecer descortés frente quizás a las personas que se encontraban allí alrededor de ellos, un caballero rechazando la bebida que una dama había traído para el, pero ese era su interés, en cuanto la tomo y sintió el aroma a sangre de vampiro, un vino perfecto, pero contaminado por la sangre inmortal, este simplemente la deja a la copa sobre una repisa, tranquilamente y observo a la chica rápidamente de arriba a bajo, con una mirada fría y distante, no era agresiva, pero tampoco denotaba interés, sino mas bien indiferencia, una indiferencia adquirida por los milenios.
-Decido yo si es una muestra o no may lady, ademas prefiero extraer la sangre directamente del torrente sanguíneo de aquellos que me la ofrecen...
Dijo mientras, hizo una leve seña con su mano para que ella le acompañara, mientras caminaban por aquella gran galería de todo tipo de cuadros, se acerco uno que representaba la inmortalidad de la mente humana, un ser humano podía morir, pero si dejaba algo plasmado se creía que su mente se volvía inmortal por que siempre seria recordado por aquel logro, aunque era irónico, ya que pensaba que justamente los que vivían para siempre , terminaban optando por no dejar marca en el mundo.
-Que buscáis, hermana de la condesa cual es vuestro pedido o interés para llamarme, no creo que sea una simple danza o ofrecerme tomar vino contaminado con vuestra propia sangre verdad?
Kenner menciono eso mismo mas como una afirmación, absoluta sin dudas a que fuera una verdadera pregunta, esperando que la mujer entrara en el meollo del asunto cuanto antes, as el vería si tenia interés de jugar ese juego o simplemente pasaría, para que ella terminara luchando por su cuenta.
Kenner Clapton- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 400
Fecha de inscripción : 09/03/2013
Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
Por un segundo, reflexionó si haber mandado aquella carta, junto con la invitación, para el señor Clapton, había sido la mejor opción. Si tomaba en cuenta la primera impresión, debía aceptar que tal vez se había equivocado. No solo, el caballero había rechazado, de forma muy sutil, aquella bebida, la cual no era otra cosa que una forma de demostrarle su entrega total, a lo que él deseara pedir como pago por la ayuda que necesitaría para conseguir sus metas, sino que la ofendía nuevamente, diciendo que su sangre estaba contaminada.
Apretó la mandíbula y arrugó de forma leve su entrecejo, ¿Quién le había hecho creer al engreído inmortal que se movía por aquella reunión, como si fuera el anfitrión, acaso se creía con derecho de despreciarla solo por el hecho de ser un maldito milenario?, entrecerró los ojos, sintiendo que la ira recorría su cuerpo. Lo contempló alejarse de la reunión, buscando un lugar apartado para proseguir con la charla. Mia estuvo tentada a dejarle hablando solo y abandonar aquella reunión, salir del museo y olvidar sus planes de buscar la ayuda de un vampiro pagado en si mismo. Pero sopesó sus prioridades, ¿que era lo mas importante para ella? ¿darle por los cojones a un estirado inmortal, o recuperar todo aquello que perdiera por culpa de la cobardía de su hermana?
Llevó su mano al puente de la nariz, intentando calmarse, debía ser mas astuta que todos los que le rodeaban, aun que ese vampiro o su sire. Al fin de cuentas, simplemente deseaba conseguir lo que le pertenecía por nacimiento, su título, era la verdadera condesa, y no la ingenua y temerosa Chiara. Enarcó una ceja al momento de escucharle tratarla como la hermana de aquella noble, - ¿hermana de la condesa?- susurró, al tiempo que le seguía abandonando el salón, mas antes de abandonar el lugar, tomó la copa del vampiro y vació las dos copas en una maceta con pequeñas flores blancas.
Los pasos de la inmortal siguieron al vampiro, quien se dirigía a un sector del museo que permanecía en penumbras, un lugar acorde como para proseguir con una charla inconclusa. Mientras le seguía, escuchó atenta sus palabras, aunque se mantuvo apática, algo desilusionada, tal vez porque pensó, que dicho caballero era un hombre cautivador, fascinante, pero con desilusión solo había descubierto que era un estirado, engreído, pagado en si mismo. Cerró sus ojos un segundo, intentando encontrar la serenidad, cosa que para su carácter, era bastante difícil, cuando su mirada volvió a buscar la figura del inmortal, no pudo esconder una leve muestra de disgusto, se detuvo frente al vampiro y calló un instante antes de responder, - Para demostrar que os habéis informado sobre mi persona, debo reconocer que esperaba mucho mas de un ser milenario como vos – sonrió con una pizca de malicia – no soy la hermana de la condesa, es mi título el que ostenta ella sin ser merecedora de dicho privilegio, es pues mi deseo recuperar, no solo mi titulo, sino todo lo que ella me ha quitado y me pertenece – su mirada brillaba de un rojizo oscuro, su bellas facciones no demostraban el rencor que sentía, pero sus palabras, la entonación en que se expresaba, no dejaban lugar a dudas, ella estaba dispuesta a vender su alma al diablo, si con ello era posible hacer pagar a su hermana todas las ofensas y penas que según Mia, Chiara era la única responsable.
Apretó la mandíbula y arrugó de forma leve su entrecejo, ¿Quién le había hecho creer al engreído inmortal que se movía por aquella reunión, como si fuera el anfitrión, acaso se creía con derecho de despreciarla solo por el hecho de ser un maldito milenario?, entrecerró los ojos, sintiendo que la ira recorría su cuerpo. Lo contempló alejarse de la reunión, buscando un lugar apartado para proseguir con la charla. Mia estuvo tentada a dejarle hablando solo y abandonar aquella reunión, salir del museo y olvidar sus planes de buscar la ayuda de un vampiro pagado en si mismo. Pero sopesó sus prioridades, ¿que era lo mas importante para ella? ¿darle por los cojones a un estirado inmortal, o recuperar todo aquello que perdiera por culpa de la cobardía de su hermana?
Llevó su mano al puente de la nariz, intentando calmarse, debía ser mas astuta que todos los que le rodeaban, aun que ese vampiro o su sire. Al fin de cuentas, simplemente deseaba conseguir lo que le pertenecía por nacimiento, su título, era la verdadera condesa, y no la ingenua y temerosa Chiara. Enarcó una ceja al momento de escucharle tratarla como la hermana de aquella noble, - ¿hermana de la condesa?- susurró, al tiempo que le seguía abandonando el salón, mas antes de abandonar el lugar, tomó la copa del vampiro y vació las dos copas en una maceta con pequeñas flores blancas.
Los pasos de la inmortal siguieron al vampiro, quien se dirigía a un sector del museo que permanecía en penumbras, un lugar acorde como para proseguir con una charla inconclusa. Mientras le seguía, escuchó atenta sus palabras, aunque se mantuvo apática, algo desilusionada, tal vez porque pensó, que dicho caballero era un hombre cautivador, fascinante, pero con desilusión solo había descubierto que era un estirado, engreído, pagado en si mismo. Cerró sus ojos un segundo, intentando encontrar la serenidad, cosa que para su carácter, era bastante difícil, cuando su mirada volvió a buscar la figura del inmortal, no pudo esconder una leve muestra de disgusto, se detuvo frente al vampiro y calló un instante antes de responder, - Para demostrar que os habéis informado sobre mi persona, debo reconocer que esperaba mucho mas de un ser milenario como vos – sonrió con una pizca de malicia – no soy la hermana de la condesa, es mi título el que ostenta ella sin ser merecedora de dicho privilegio, es pues mi deseo recuperar, no solo mi titulo, sino todo lo que ella me ha quitado y me pertenece – su mirada brillaba de un rojizo oscuro, su bellas facciones no demostraban el rencor que sentía, pero sus palabras, la entonación en que se expresaba, no dejaban lugar a dudas, ella estaba dispuesta a vender su alma al diablo, si con ello era posible hacer pagar a su hermana todas las ofensas y penas que según Mia, Chiara era la única responsable.
Claudine Millet - Doga- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 28/02/2015
Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
Kenner había logrado lo que buscaba. la señal de reproche o molestia de la joven si se hubiera retirado quizás se salvaba de estar a la merced del inmortal, pero esta no lo hizo decidió continuar aun estando siendo ofendida, con cada palabra que el hombre liberaba de su boca, el no era un ángel ni tampoco un genio que cumplía deseos, era una ser de la noche lleno de oscuridad y milenios de experiencia, que para dar algo pedía mucho, quizás demasiado pero se divertía en hacerlo, simplemente ver como las personas eran capaces de entregarse para cumplir sus objetivos o como luego se destruían al lograr su deseo, siempre eran de destrucción, venganza incluso odio pocos tenían buenos deseos, pero tambien estaban dispuestos a entregar sus almas a cambio de poder salvar a su familia o acabar con un peligro. Kenner durante milenios se había dedicado a ver eso, a ayudar y luego dejar que se destruyeran o añadir personas a su sequito a su culto incluso se podría decir, gente que le debía favores de todo tipo de raza y condición.
Escucho lo que la mujer le menciono, como si a el realmente le importara quien fuera o que quería, simplemente le estaba haciendo un acto de bondad en escucharla, hablar y estaba perdiendo su tiempo, se lo dejo claro cuando mientras la joven hablaba este llevo su mano hacia el bolsillo de su saco sacando, un reloj dorado de mano abriéndolo para mirar la hora que marcaba el mismo, avisándole que le hacia perder el tiempo con tanta conversación, buscando impresionarlo no le interesaba, al final simplemente menciono de forma tranquila dándole a entender lo que ella podía querer y como se podía hacer para que quedara lo mas viable posible, sin que tuvieran que destruir medio país quizás.
-Ella seguirá siendo la condesa y vos la hermana, a no ser que por alguna razón, vos paséis a ser Chiara, y ella Mia, la loca que se cree condesa y deba ser apartada de todo lo que ama e internada en algún reformatorio, puedo conseguiros eso y uno donde vuestra hermana sera cuidado de una forma especial... Pero como sabéis nada en este mundo es gratuito lady.
Fueron las palabras del inmortal observando a la joven, de lado prácticamente ya que su mirada estaba mas bien fija en la ventana y la oscuridad que se ceña detrás de esa ventana justamente.
Escucho lo que la mujer le menciono, como si a el realmente le importara quien fuera o que quería, simplemente le estaba haciendo un acto de bondad en escucharla, hablar y estaba perdiendo su tiempo, se lo dejo claro cuando mientras la joven hablaba este llevo su mano hacia el bolsillo de su saco sacando, un reloj dorado de mano abriéndolo para mirar la hora que marcaba el mismo, avisándole que le hacia perder el tiempo con tanta conversación, buscando impresionarlo no le interesaba, al final simplemente menciono de forma tranquila dándole a entender lo que ella podía querer y como se podía hacer para que quedara lo mas viable posible, sin que tuvieran que destruir medio país quizás.
-Ella seguirá siendo la condesa y vos la hermana, a no ser que por alguna razón, vos paséis a ser Chiara, y ella Mia, la loca que se cree condesa y deba ser apartada de todo lo que ama e internada en algún reformatorio, puedo conseguiros eso y uno donde vuestra hermana sera cuidado de una forma especial... Pero como sabéis nada en este mundo es gratuito lady.
Fueron las palabras del inmortal observando a la joven, de lado prácticamente ya que su mirada estaba mas bien fija en la ventana y la oscuridad que se ceña detrás de esa ventana justamente.
Kenner Clapton- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 400
Fecha de inscripción : 09/03/2013
Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
Como explicar lo que sentía en esos momentos Mía, por un lado, la seguía ofendiendo, ¿que pretendía sacando su reloj, como si escucharla fuera un suplicio? la mirada de Mía se volvió mas fría, roja, intensamente antinatural en su color. El señor Clapton no deseaba perder el tiempo, pues ella tampoco. Lo observó contemplar el paisaje exterior con mas interés del que le ponía a ella. Eso no era que le molestara en si, bien lo vivía seguido, cada vez que su Sire le demostraba que solo era un trofeo, un recuerdo de sus noches de caza, tal vez, de vez en cuando un lecho a donde acudir cuando se le daba la gana. Pero estaba cansada de aquella forma de tratarla, sea de parte de su Sire, o peor aún, de un vampiro que recién conocía, ¿como se atrevía a tratarla así? por mas milenios de sobrevivir a la muerte tuviera, nada le daba el derecho de despreciar a otro ser de la noche, bien decían que muchos milenarios caían cuando cometían el pecado de creerse mejores que otros vampiros de menor antigüedad.
Cruzó sus brazos sobre su pecho, abrazando su propia cintura, - no dice nada nuevo, nada que no he pensado o tramado - le contestó con un dejo de sarcasmo - se supone que con tanta experiencia debería crear mejores planes - suspiró, - es que su sugerencia es de por si...¿básica? - continuó espoleando en su ego, - de verdad, no deseo hacerle perder el tiempo... pero, por favor, no me haga perder el mio - enarcó una ceja, sonriendo triunfante, sabía que lo estaba molestando, que podía costarle caro, pero acaso esa posibilidad, no volvía la situación mucho mas deliciosa, que la forma ambigua y poco atractiva, que había decidido usar con ella.
Mía era una mujer digna de su raza, de su estirpe, de la apasionada forma de ser de los italianos, por sus venas podía correr sangre de vampiro, pero su caracter, su apasionamiento, no habían muerto la noche en que la convirtieron en vampiro. - Ponga el precio y presente un plan bien estructurado, o dejemos de perder nuestro tiempo -, sentenció.
Cruzó sus brazos sobre su pecho, abrazando su propia cintura, - no dice nada nuevo, nada que no he pensado o tramado - le contestó con un dejo de sarcasmo - se supone que con tanta experiencia debería crear mejores planes - suspiró, - es que su sugerencia es de por si...¿básica? - continuó espoleando en su ego, - de verdad, no deseo hacerle perder el tiempo... pero, por favor, no me haga perder el mio - enarcó una ceja, sonriendo triunfante, sabía que lo estaba molestando, que podía costarle caro, pero acaso esa posibilidad, no volvía la situación mucho mas deliciosa, que la forma ambigua y poco atractiva, que había decidido usar con ella.
Mía era una mujer digna de su raza, de su estirpe, de la apasionada forma de ser de los italianos, por sus venas podía correr sangre de vampiro, pero su caracter, su apasionamiento, no habían muerto la noche en que la convirtieron en vampiro. - Ponga el precio y presente un plan bien estructurado, o dejemos de perder nuestro tiempo -, sentenció.
Claudine Millet - Doga- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 28/02/2015
Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
El vampiro con su mano apoyada en el bastón, la escucho, tanto la joven había planeado pero mismo así había requerido su ayuda,eso dejaba claro que no le estaba valiendo la pena seguir hablando con ella, esta mujer no parecía tener nada que pudiera servirle, mas que las riquezas que eran de su hermana, podía sacarle mas provecho de otra forma, ademas, cada vez que la vampira hablaba, era como si estuviera lanzándose en contra de sus propias palabra, ya que en realidad era el inmortal que ayudaría a la joven, buscar ofenderlo simplemente estaba jugando en su contra el vampiro, no la dejo terminar avanzando hacia a la salida como que no le importaba nada, realmente lo que ella estaba comenzando a decir no era mas que una molestia escucharla hablar, en vez de ofrecer de todo lo que era capaz de hacer o darle y escuchar de forma obediente, no prefería buscar ofenderlo y por eso seria su final o mas bien aquella mala negociación que acaba de comenzar.
-Suficiente Señorita, no tengo ningún interés de aquello que pueda ofrecerme como para soportar vuestras ofensas que tengáis una agradable noche...
Dijo mientras continuaba caminando llegando hasta la salida a una distancia digna, de que la audición de la joven pudiera escucharle, pero no podría interceptarlo a menos claro que le siguiera hasta afuera del lugar, pero en ese caso la cosa se podría poner mas interesante y divertida la joven debería pagar por su insolencia y si decidía seguirlo de seguro eso seria cierto.
-Mis planes o fallan yo llevo a la realidad lo que pensáis...
De forma tranquila decidió abandonando aquel lugar, de forma tranquila caminando hasta las afueras viendo la luz de la luna, una hermosa luna llena significaba problemas pero lo ponía mas divertido, golpeo levemente su bastón y luego siguió mirando tranquilamente esperando que su carruaje llegara.
-Suficiente Señorita, no tengo ningún interés de aquello que pueda ofrecerme como para soportar vuestras ofensas que tengáis una agradable noche...
Dijo mientras continuaba caminando llegando hasta la salida a una distancia digna, de que la audición de la joven pudiera escucharle, pero no podría interceptarlo a menos claro que le siguiera hasta afuera del lugar, pero en ese caso la cosa se podría poner mas interesante y divertida la joven debería pagar por su insolencia y si decidía seguirlo de seguro eso seria cierto.
-Mis planes o fallan yo llevo a la realidad lo que pensáis...
De forma tranquila decidió abandonando aquel lugar, de forma tranquila caminando hasta las afueras viendo la luz de la luna, una hermosa luna llena significaba problemas pero lo ponía mas divertido, golpeo levemente su bastón y luego siguió mirando tranquilamente esperando que su carruaje llegara.
Kenner Clapton- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 400
Fecha de inscripción : 09/03/2013
Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
Se había sentido liberada al decir todas esas palabras al vampiro, tal vez su intención no era ofenderla, pero así las había recibido la vampiresa, tal vez porque sabía que su Sire no estaba muy convenido de su obsesión. Por eso una sonrisa emergió en el níveo rostro de la inmortal, mas ésta duró apenas unos segundos. Había apretado demasiado de la soga, y ésta se acababa de romper.
El vampiro la cayó con un movimiento de mano, para luego dejarle claro que allí, quien debía conseguir el favor de el otro, era ella y que él había tenido la delicadeza de asistir a la reunión secreta, solo por curiosidad. Mas ensimismada en su obsesión, acababa de perder la oportunidad, ¿y qué si él hablaba de un plan similar al suyo? ¿porqué ofenderse, en vez de aceptarlo y buscar la forma de mejorarlo, haciéndolo sumamente ventajoso para los dos?
Los orbes de Mia se volvieron grises, como en verdad eran siempre, su mirada se cargó de tristeza al verle girar y abandonar el salón. contó cada uno de los pasos que hacía el vampiro, alejándose cada vez mas. Si hubiera sido humana tal vez sus mejillas se hubieran coloreado por la vergüenza que sentía, emoción que pocas veces, desde su transformación, había dejado que fluyera libremente. Mas en ese momento, aquella sensación de haber arruinado su única oportunidad,- por lo menos la más viable -, la hicieron enmudecer. No se movió ni un milímetro del lugar donde había quedado parada, aunque una voz en su interior le gritaba que debía correr a donde el vampiro se encontraba, rogarle que no se fuera, que la perdonara, mas no podía reaccionar.
Fue cuando la figura del inmortal, se desvaneció, que pudo sentir que sus pies se liberaban, la misma voz le volvió a gritar que debía apresurarse si deseaba encontrarle antes que tomara su carruaje y se perdiera entre las calles de la ciudad. Caminó, primero lo mas aprisa que pudo, mas al comprender que no lograría llegar a tiempo, decidió levantar un poco las faldas de su vestido y correr, sin importarle que la contemplaran, o se preguntaran a donde corría. Fue así que logró llegar a la puerta principal y bajar las escalinatas, cuando llegó al pie de la escalera, lo diviso, no estaba tan lejos de ella. Claro que no estaba agitada, ni tenía calor, pero igualmente intentó arreglar su vestido para no quedar desalineada ante la presencia de Sir Clapton. Caminó lo mas aprisa que pudo, quedando a pocos pasos de él, - Lo siento, no quise ofenderle... o tal vez si... perdón... me comporté como una niña... dejando que mis sentimientos fluyeran de esa forma. - dijo, sin mirarle a los ojos, ni levantar la mirada del suelo, sabía que lo había ofendido, bien conocía como los nobles eran propensos a ofenderse y ella se había esmerado en hacerlos. Solo esperaba que le diera una nueva oportunidad, si no lo lograba, debería volver a Italia y esperar una nueva oportunidad para ir contra su hermana.
El vampiro la cayó con un movimiento de mano, para luego dejarle claro que allí, quien debía conseguir el favor de el otro, era ella y que él había tenido la delicadeza de asistir a la reunión secreta, solo por curiosidad. Mas ensimismada en su obsesión, acababa de perder la oportunidad, ¿y qué si él hablaba de un plan similar al suyo? ¿porqué ofenderse, en vez de aceptarlo y buscar la forma de mejorarlo, haciéndolo sumamente ventajoso para los dos?
Los orbes de Mia se volvieron grises, como en verdad eran siempre, su mirada se cargó de tristeza al verle girar y abandonar el salón. contó cada uno de los pasos que hacía el vampiro, alejándose cada vez mas. Si hubiera sido humana tal vez sus mejillas se hubieran coloreado por la vergüenza que sentía, emoción que pocas veces, desde su transformación, había dejado que fluyera libremente. Mas en ese momento, aquella sensación de haber arruinado su única oportunidad,- por lo menos la más viable -, la hicieron enmudecer. No se movió ni un milímetro del lugar donde había quedado parada, aunque una voz en su interior le gritaba que debía correr a donde el vampiro se encontraba, rogarle que no se fuera, que la perdonara, mas no podía reaccionar.
Fue cuando la figura del inmortal, se desvaneció, que pudo sentir que sus pies se liberaban, la misma voz le volvió a gritar que debía apresurarse si deseaba encontrarle antes que tomara su carruaje y se perdiera entre las calles de la ciudad. Caminó, primero lo mas aprisa que pudo, mas al comprender que no lograría llegar a tiempo, decidió levantar un poco las faldas de su vestido y correr, sin importarle que la contemplaran, o se preguntaran a donde corría. Fue así que logró llegar a la puerta principal y bajar las escalinatas, cuando llegó al pie de la escalera, lo diviso, no estaba tan lejos de ella. Claro que no estaba agitada, ni tenía calor, pero igualmente intentó arreglar su vestido para no quedar desalineada ante la presencia de Sir Clapton. Caminó lo mas aprisa que pudo, quedando a pocos pasos de él, - Lo siento, no quise ofenderle... o tal vez si... perdón... me comporté como una niña... dejando que mis sentimientos fluyeran de esa forma. - dijo, sin mirarle a los ojos, ni levantar la mirada del suelo, sabía que lo había ofendido, bien conocía como los nobles eran propensos a ofenderse y ella se había esmerado en hacerlos. Solo esperaba que le diera una nueva oportunidad, si no lo lograba, debería volver a Italia y esperar una nueva oportunidad para ir contra su hermana.
Claudine Millet - Doga- Humano Clase Alta
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Fecha de inscripción : 28/02/2015
Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
Caminaba tranquilamente por el lugar ya dispuesto a ir a buscar su carruaje, la reunión había terminado algo decepcionado por la reacción de niña chica que había tenido esa mujer durante esa conversación que estaba bastante aburrida, pensaba que mas bien si hubieran sido capaz que a mas de mil años atrás pero en este momento lo que poco le interesaba era el hecho de tener que lidiar con una vampira adolescente que fuera bastante molesta y si fuera poco tuviera poco respeto por parte de los demás que tenían mas poder, quería jugar un juego del cual no estaba dispuesto a hacer las cosas necesario, sonrió de lado al sentir el aroma de la mujer viniendo a gran velocidad, se detuvo dándole la espalda, hasta que ella llegara a donde estaba el y solamente la miro de reojo, escuchando lo que la joven decía y como vio que no tenia coraje para mirarle sonrió levemente mostrando sus colmillos levemente y la miro acercando su dedo al mentón de ella para luego rozar sus labios y acercarla a el esta vez girando su cuerpo para golpear el bastón a su lado con la mano libre y acerco su boca a su oído.
-Vuelves a comportarte así y no te preocupes por la venganza de tu hermana por que tu corazón inmortal ya acera sin vida en mis manos estamos entendidos mi lady.
Menciono tranquilamente mientras seguía acariciando de forma suave sus labios para luego decir eso de forma tranquila para luego susurrar a sus labios tranquilamente para luego decirle casi en un susurro algo que no seria posible oír por otra persona que no fuera un inmortal y estuviera tan cerca de el como ella estaba, para luego mencionar tranquilamente lo que dijo fue.
-Acompañadme sin decir nada hasta que se os permita y veréis que podremos hacernos cargo de vuestros problemas por un módico precio claro madam.
Termino por decir apoyando sus manos, tranquilamente en el bastón, para luego girar como si ella no estuviera allí a su lado, para luego caminar tranquilamente hacia su carruaje que no hacia menos de un minuto que estaba allí parado frente a ellos, este se subió sin hacer ni una delicadeza con la dama pero dejo la puerta abierta, sin que su choferista la cerrara para que ella subiera y luego de esto este cerro la puerta del carruaje, mientras el se mantenía recostado en su lado, observando si ella se había animado a subir o no quizás en el ultimo minuto prefirió no moverse y quedarse fuera de su propuesta misteriosa.
-Vuelves a comportarte así y no te preocupes por la venganza de tu hermana por que tu corazón inmortal ya acera sin vida en mis manos estamos entendidos mi lady.
Menciono tranquilamente mientras seguía acariciando de forma suave sus labios para luego decir eso de forma tranquila para luego susurrar a sus labios tranquilamente para luego decirle casi en un susurro algo que no seria posible oír por otra persona que no fuera un inmortal y estuviera tan cerca de el como ella estaba, para luego mencionar tranquilamente lo que dijo fue.
-Acompañadme sin decir nada hasta que se os permita y veréis que podremos hacernos cargo de vuestros problemas por un módico precio claro madam.
Termino por decir apoyando sus manos, tranquilamente en el bastón, para luego girar como si ella no estuviera allí a su lado, para luego caminar tranquilamente hacia su carruaje que no hacia menos de un minuto que estaba allí parado frente a ellos, este se subió sin hacer ni una delicadeza con la dama pero dejo la puerta abierta, sin que su choferista la cerrara para que ella subiera y luego de esto este cerro la puerta del carruaje, mientras el se mantenía recostado en su lado, observando si ella se había animado a subir o no quizás en el ultimo minuto prefirió no moverse y quedarse fuera de su propuesta misteriosa.
Kenner Clapton- Vampiro Clase Alta
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Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
El inmortal, se acercó a ella, con su dedo tocó sus labios, para luego, en un movimiento, quedar entre sus brazos, impedida de soltar su amarre, por un lado, la mano del vampiro, su boca a milímetros de su oído, y por el otro el bastón, que no le había costado mucho a la joven, darse cuenta que en verdad se trataba de un arma, una forma sutil de explicarle que estaba bajo su dominio y que no le permitiría mas tonterías.
Escuchó atenta las palabras del vampiro, sabía que no debía ofenderle de nuevo, pero aquello podría ser un verdadero desafío para ella, puesto que su caracter, se había vuelto volátil, muy distinto del que tuviera cuando aún era una humana. Mas se comportó sumisa, intentando no hacer contacto con la mirada del vampiro, asintiendo con la cabeza, cuando él le insinuó que de volverlo a ofender, la mataría. Pero no sintió miedo ante la advertencia, tal vez porque en cierta forma, ella solía sentirse como un alma en pena que vagaba, sin encontrar la paz, para dejar el mundo de los mortales, y olvidar el rencor contra su hermana.
No mostró preocupación alguna, pero en su interior se debatió en un combate tras los sentimientos y presagios que la invadieron, ¿acompañarlo? ¿adonde? ella había elegido aquel lugar porque se podía sentir segura, pero al abandonar el palacio, entrando al coche en el que él estaba apunto de subir, quedaría indefensa, a merced del vampiro milenario y por mas que ella también fuera una inmortal, poco podía comparar sus habilidades con las ajenas. Mas luego de reflexionar apenas una milésima de segundo, se apresuró a subir.
Escuchó atenta las palabras del vampiro, sabía que no debía ofenderle de nuevo, pero aquello podría ser un verdadero desafío para ella, puesto que su caracter, se había vuelto volátil, muy distinto del que tuviera cuando aún era una humana. Mas se comportó sumisa, intentando no hacer contacto con la mirada del vampiro, asintiendo con la cabeza, cuando él le insinuó que de volverlo a ofender, la mataría. Pero no sintió miedo ante la advertencia, tal vez porque en cierta forma, ella solía sentirse como un alma en pena que vagaba, sin encontrar la paz, para dejar el mundo de los mortales, y olvidar el rencor contra su hermana.
No mostró preocupación alguna, pero en su interior se debatió en un combate tras los sentimientos y presagios que la invadieron, ¿acompañarlo? ¿adonde? ella había elegido aquel lugar porque se podía sentir segura, pero al abandonar el palacio, entrando al coche en el que él estaba apunto de subir, quedaría indefensa, a merced del vampiro milenario y por mas que ella también fuera una inmortal, poco podía comparar sus habilidades con las ajenas. Mas luego de reflexionar apenas una milésima de segundo, se apresuró a subir.
Claudine Millet - Doga- Humano Clase Alta
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Re: Haced el pacto yo le pondré el precio (Mia di Moncalieri)>> Privado
Una sonrisa siniestra se figuro en el rostro del vampiro inmortal al notar como la joven accedía a aventurarse bajo sus dominios, algo que se volvía interesante ya que hacia años quizás décadas que el vampiro no tenia un desafió, no había estado jugando al señor todo poderoso, era divertido jugar a ser dios de vez en cuando y ese momento, ya se le habían pasado varias ideas sobre personas que podría contactar para que comenzaran a moverse, uno de ellos seria su pupilo su propia creación, entre otros como también su guardaespalda y la pareja de este, pensó mientras golpeaba suavemente el bastón en el suelo haciendo que el chófer entendiera aquello y arrancara en dirección, a lo desconocido no se movía realmente rápido para no perturbar la paz de ambos inmortales que se encontraban sobre el coche, este alzo la mirada y observo a la joven, ahora ella estaba en su juego y de seguro que lo sabia así que se comportaría por lo menos mientras estuviera a su disposición.
-Contadme todo lo que sabéis de vuestra hermana que podría servirme bien...
Menciono, pensando que le interesaría tener el control sobre la influencia de esa mujer para aumentar mas aun mas su poder en este lugar, aunque a veces creía que eso seria aburrido era mejor mantenerlos a todos creyéndose libre, pero usaría sus habilidades para conciliar de a poco su poder y esta chica le venia como anillo al dedo, le ayudaría a cambio de poder tener todo el control sobre las influencias de su hermana, pero se mantuvo en silencio recostado observando los ojos y el rostro de la inmortal, recordando que tan hermosos eran los inmortales ella no era la excepción de dicha regla, observando también su vestimenta y su cuerpo escondido tras aquellas ropas sin ningún interés de disimularlo, la torturaría un poco para que aprendiera un poco de respeto.
-Contadme todo lo que sabéis de vuestra hermana que podría servirme bien...
Menciono, pensando que le interesaría tener el control sobre la influencia de esa mujer para aumentar mas aun mas su poder en este lugar, aunque a veces creía que eso seria aburrido era mejor mantenerlos a todos creyéndose libre, pero usaría sus habilidades para conciliar de a poco su poder y esta chica le venia como anillo al dedo, le ayudaría a cambio de poder tener todo el control sobre las influencias de su hermana, pero se mantuvo en silencio recostado observando los ojos y el rostro de la inmortal, recordando que tan hermosos eran los inmortales ella no era la excepción de dicha regla, observando también su vestimenta y su cuerpo escondido tras aquellas ropas sin ningún interés de disimularlo, la torturaría un poco para que aprendiera un poco de respeto.
Kenner Clapton- Vampiro Clase Alta
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