Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 16, 2010 1:01 am

Recuerdo del primer mensaje :

Viernes 7:00 PM.

Cuando Denver detuvo la carrosa, sus manos ateridas por el frío le dolían mientras sostenía las cuerdas que controlaban a los caballos. Se quedó unos momentos sin moverse soplándose las manos en un vano intento de calentarse, el cliente sólo le había dado la indicación de dejar a Anuar en el borde del camino y regresar por donde había llegado. Pero ¿Como iba a dejar a ese jovencito en medio de un bosque en el borde de un camino que no llevaba a ninguna parte sin nisiquiera un candelabro? De repente se encontró pensando en lo peor. ¿Y si el cliente lo que quería era asesinarlo y que no hubiesen testigos? Porque en ese lugar hinóspito sería la carnada perfecta, el cuerpo podría ser escondido y jamás encontrado por la policía...

¿Tendría el chico una deuda pendiente con algún señor poderoso? ¿Estaría metido en un lio pasional? Pobre muchacho, con esa carita inocente que tenía. Denver comenzaba a sentir el remordimiento de consciencia carcomiéndolo por dentro, pero él era sólo un conductor ¿Que podía hacer para cambiar el destino oscuro de ese pobre y desnutrido joven?

- Hemos llegado - Anunció bajándo del carruaje buscando un candelabro y encendiéndolo para Anuar quien en algún momento del viaje se había metido dentro del carruaje de nuevo. Karl había dormido un par de horas también y se rascaba los ojos mientras bajaba el baúl con provisiones y lo depositaba en el suelo. El cliente además había dicho que el baúl se quedaba en ese lugar con Anuar.

- Fue un placer escoltarle hasta este lugar monsieur Dutuescu - Comenzó Denver con una sonrisa - Ahora yo debo volver... que Jesus y la virgen le protegan en su infinita misericordia - . Finalizó con un gesto bastante religioso y volviéndo a montar al carruaje, el viaje de regreso sería tedioso, así que probablemente su hijo le relevaría conduciéndo los caballos mientras el dormía un poco.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Nov 06, 2010 5:59 pm

200 años y siempre terminaba cortándose. ¡El colmo Soren, el colmo! Se decía así mismo mientras se palpaba la herida y se encogía ligeramente por el ardor, con ese pulso tan malo nunca llegaría a ser un buen pintor. Le faltaba delicadeza y precisión en los dedos y al parecer eso era algo que nunca se aprendía, más bien venía con uno. Estaba a punto de pasarse la cuchilla por debajo de la nariz, cuando la presencia de Anuar le hizo girar el rostro, menos mal lo había sentido entrar, de lo contrario (y con su suerte) habría terminado sin un pedazo de nariz.

Buenos días... digo noches – Exclamó al verlo, dibujando una sonrisa al escuchar lo que le decía, luego sonrojándose intensamente cuando el chico había tomado la cuchilla y había comenzado a afeitarlo. - ¡P...puedo hacerlo yo! - Se quejó sumamente avergonzado, pero debía aceptarlo, se sentía demasiado bien saber que alguien hacía algo así por ti. No porque fuera afeitarse, pudiera ser cualquier otra cosa, pero era algo que siempre había hecho solo durante su larga existencia, algo muy personal que no se compartía sino con tu pareja.

Era como si... vivieran juntos.

Se dejó hacer, colorado hasta más no poder, no sabiendo hacía donde mirar mientras Anuar lo afeitaba, desviando los ojos hacía la puerta, hacía el techo, hacía todos lados menos el rostro del humano. - Siempre lo hago sin ver – Explica apenas si moviendo los labios al hablar pues no quería cortarse de nuevo. - No se porque, pero cuando alguien muere y renace como vampiro, adquiere para siempre la apariencia que tenía en el momento en que dejó de ser humano... no importa si cortas tu cabello hoy, a la noche siguiente, volverá a estar igual a siempre... por eso tengo que afeitarme -

por **Anuar Dutuescu** Sáb Nov 06, 2010 7:01 pm

Dejo la hoja a un lado cuando termino, pasando sus dedos por la superficie casi lisa, conforme con el resultado al cual habia llegado el mismo no tenia que afeitarse con frecuencia, su cuerpo casi lampiño le permitía pasar días sin hacerlo y sin haber un cambio obvio en su rostro, sin ningun obscurecimiento en su mentón y encima de los labios, era agradable aquello, librarse de esa labor.

-creo que ya esta- murmuro besando entonces sus labios con rapidez, habia sido un roce fugaz y furtivo, de aquellos que parecían no existir porque al instante mismo después de suceder uno no sabia si habia sido un a alucinación o la realidad –ya veo…- murmuro entonces si uno quería ser perfecto toda la vida solo debía ser convertido un dia que luciera prolijamente adecuado aunque seguramente las personas no decidían cuando ser convertidas, que torpe le resultaba ahora haber pensado en ello.

-entonces este es el rostro que tenias hace mas de doscientos años- le cuestiono memorizándolo aunque lo recordaba ya con los ojos cerrados, dejo caer sus manos por sus mejillas y hasta su mentón -¿estaremos aquí todo el fin de semanas cierto?- le cuestiono en voz baja, el cual incluia solo aquella noche ya que el viaje al ser largo debía ser iniciado al medio dia, asi Soren podría trabajar al siguiente, supuso, bien o mal.

-deje tus cosas afuera…e pintado algo para ti- aseguro en voz baja saliendo del baño sin mas, no se habia percatado sino hasta entonces de los olores provenientes de la cocina y no pudo sino sonreir ¿Cuándo se cansaría de obligarle a comer? Su aspecto detonaba que el tampoco habia comido demasiado siendo humano ¿Por qué pretendía ahora que el lo hiciera? Quizas por el hecho de que estaban en los huesos, con las mejillas hundiéndose cada dia mas, las ojeras agrandándose y su tersa piel palideciendo por la falta de vitaminas, pronto seguramente terminaría consumiéndose a si mismo, que extremista era pensar aquello.

-¿vas a cenar?- pregunto sonriendo de medio lado.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Nov 06, 2010 10:01 pm

El beso terminó por hacerlo sentir aún más colorado, esta vez no por vergüenza, sino por los nervios que siempre le causaban los besos suyos. Se preguntaba si esos nervios los sentía porque apenas llevaban 3 meses ¿Seguiría siguiéndose así aunque pasaran los años? Nunca había pensado con seriedad en el futuro y aunque Anuar le decía cosas bonitas ¿Había Anuar alguna vez pensado en como sería un futuro juntos? No, pensar en esas cosas no tenía sentido, porque si se hacía ilusiones y pensaba demasiado... luego dolía más.

Si... supongo que si, aunque no me he mirado en un espejo, quizás hay algo fuera de su lugar – Comentó medio en broma. Se llevó las manos a las mejillas para palparlas ahora lizas – Woaah... - Exclamó maravillado - ¡Nunca habían quedado tan bien! - Agregó con la mirada de un niño que acababa de descubrir donde guardaba las galletas su madre, se paseó un dedo por la cortada que ya había sanado y comenzaba a cicatrizar rápidamente - ¿Vez? Por esto no te muestro mis pinturas ¿Crees que con estas manos tan torpes puedo hacer arte? - Menea la cabeza – Siempre es un desastre, como esto – Señala su barbilla cortada – Como los platos... - Agrega encogiéndose de hombros. Su rostro no demostrando tristeza al decir esas palabras, sino simplemente aceptando una verdad – Quiero ver lo que pintaste – Agregó con voz emocionada.

Apenas si salía del baño con el joven cuando el comentario del chico sobre la cena pareció hacerle recordar que había colocado el pan en el juego - ¡joder el pan! - Exclamó casi gritando y corriendo como loco por la cabaña hasta la fogata, en donde el fuego había alcanzado el pan y lo estaba ya quemando por un costado – Auchh... - Se quejó mientras intentaba alejarlo de allí, al tercer intento, lo haló con tanta fuerza que el pan voló hasta la mesa, donde algunas migajas y pedazos se le reprendieron. Se llevó el dedo quemado a los labios y se giró para encontrarse con el rostro de Anuar.

No está completamente quemado... es sólo parte de la receta – Se apresuró a decir carraspeando.

por **Anuar Dutuescu** Sáb Nov 06, 2010 10:28 pm

-yo creo que el arte no sale de las manos- aseguro con calma sintiendo aquel fuerte aroma de algo comenzando a quemarse ¿seria que habia dejado la camisa cerca de la chimenea la noche entera? ¿habian dormido acaso con aquella cosa prendida? Recordaba que su madre le negaba rotundamente dormir a un lado de ella desconoció el motivo si no bien hasta hacia algunos años, la muerte silenciosa le decían, porque uno se quedaba dormido y ya estaba, el toxico del humo que despedía la madera al quemarse era inhalado y almacenado hasta alcanzar niveles que el cuerpo no soportaba, uno no volvia a despertar, quizás una de las mejores muertes.

-¡no!- exclamo al verle acercarse al fuego, seguramente tropezaría y caería sobre el aunque el vampiro fue mas rápido, vio el pan volar por los aires y caer sobre la mesa y quedar el rostro de Soren cerca del propio al no detenerse aun cuando habia virado el rostro para observar la trayectoria de la comida. Se freno de golpe golpeando con suavidad el cuerpo ajeno, rodeándole rápidamente con los brazos para que no retrocediera y cayese sobre el fuego.

-¿Qué vocabulario es ese?- le cuestiono sonriendo de medio lado, tomando la mano del vampiro para observar el dedo herido, por haber sido causado por el fuego debía suponer las herida sanaría como lo haría en un humano o quizás sencillamente no tan pronto como lo haría una causada por un raspón –podria haber quitado el pan si me lo pedias- aseguro con calma soplando sobre la zona dañada percatándose que no era una herida de que preocuparse amenos que la carne no se regenerarse, aunque poco sabia de esas cosas como para asegurar o descartar ideas.

-¿estas bien?- le cuestiono entonces suponiendo que por muy quemado que estuviera el pan debía comerlo porque Soren se habia lastimado, por torpe, y por hacer que su comida nunca mejor dicho cena no se estropease, no conocía a muchos vampiros pero llegaba a preguntarse si todos tenían la suerte de toparse con uno como el que tenia frente a el –deberías tener mas cuidado con esas cosas- asevero en voz baja no queriendo admitir la preocupación que habia sentido. Que extraño seria perderlo, cuando era el quien gozaba dela vida eterna tan efimera ante el sol y el fuego.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Nov 06, 2010 10:51 pm

- No es nada... - Se apresuró a decir, aunque el ardor que sentía en el dedo era digno de una quemadura mucho mayor, pero su piel era demasiado delicada y sensible al calor, tanto así que algunos vampiros se podían quemar la dermis, solamente con la radiación emitida por las fogatas. - No... sanará igual, pero no importa – Mintió arrugando el entrecejo cuando Anuar le sopló el dedo porque realmente ardía.

Caminó un par de pasos hasta el pan que yacía en la mesa y lo examinó, no estaba del todo quemado y podrían usar más de la mitad – También hay mermelada de mora, ahora que estamos en cosecha, la venden fresca por todas partes – Comenta alcanzando el frasco de vidrio en donde la traía. - Verás, cerca de aquí hay un pequeño pueblo, creo que a un kilometro apenas, podemos conseguir leche fresca y carne si lo deseas – Agregó girándose hacía el chico. - No conozco el pueblo, pero quizás sea interesante para visitar -

Entonces pareció recordar lo más importante. ¡La pintura de Anuar!. Que tonto, con tanta conmoción lo había olvidado, se giró hacía el humano y se acercó hacía él buscando sus labios, pero arrepintiéndose en el último minuto no muy seguro del porque y su rostro terminando en el hombro del chico, besó su cuello con suavidad, oliendo sus cabellos que apenas si le hacían cosquillitas por encima de la nariz.

- Pero quiero ver primero lo que pintaste, muéstrame – Le susurró al oído sin soltarlo.

por **Anuar Dutuescu** Sáb Nov 06, 2010 11:14 pm

Era increíble el cinismo con que decía aquello pretendiendo creer que sus gestos no eran suficientes para hacerle entender la realidad de lo que sus labios pretendían hacerle creer sin mayor sin mayor provecho que, no preocuparle, pero las palabras sobraban a la hora de aquello, suficiente habia sido verle acercarse al ávido fuego.

-podemos ir si quieres, yo no encuentro inconvenientes, pero…no encontré ropa limpia- le explico suspirando ampliamente, tampoco era que la que llevaba puesta estuviese demasiado sucia mas, prefería cambiarse para poder seguir en resto de la noche la cual esperaba poder aguantar en pie hasta el amanecer, apenas y habia dormido y no sabia bien cuanto, posiblemente hasta medio dia o un poco más.

Le rodeo apenas sintió sus labios contra su cuello, con facilidad por su altura le atrajo hacia si mismo sin llegar a estrecharle demasiado sencillamente acercándolo, para poder sentir ahí, a su lado –lo e dejado afuera, cerca del peñasco, pase ahí la mayor parte del dia- le explico con calma acariciando sus cabellos sintiendo como pocas veces una figura en el tacto de su mentón usualmente era áspero y le causaba cosquillas.

Estiro la mano tomando el frasco con la mermelada y arrancano un trozo del pan , destapo la tapa del frascor introduciendo el dedo mientras sujetaba con la otra mano el trozo de pan al cual le habia dado ya una amplia mordida, introdujo su dedo entre sus labios probando lo que en este habia, vaciando entonces una conciderada cantidad sobre el trozo del pan semi quemado -¿vamos?- le cuestiono relamiendose los labios por el agradable sabor de ambas cosas aunque, sintiendo el agrio del pan carbonizado.

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Nov 06, 2010 11:28 pm

- Tengo otra camisa - Comentó alzando un dedo al aire - Como se suponía que era una sorpresa, no podía pedirle al señor del carruaje que te pidiera hacer un equipaje, así que preparé algo de ropa, aunque es mia... te quedará algo ajustada - Comentó soltándole para verle probar el pan y posteriormente la mermelada. Sintió un poderoso deseo de besarlo cuando ese dedo untado de mermelada se había perdido entre sus labios.

¿Si lo besaba ahora podría probar el sabor de la mermelada en su boca?

No Soren, no seas tonto. Tu no puedes distinguir sabores. Estás condenado a una eternidad de sed insoportable sin poder disfrutar de los alimentos que dan la vida.

Volvió a acercarse y esta vez aprisionó a Anuar contra la mesa del comedor. El borde de madera quedó contra la cintura de Anuar y Soren colocó sus manos a ambos lados del chico como si de no ser así, este fuera a escapar de allí. Se quedó mirándole el rostro, más específicamente los labios untados de migas de pan y mermelada. Se acercó cerrando los ojos y lamió el rastro de mermelada sobre su labio inferior y terminó chupándolo suavemente.

- Dulce – Murmuró con una sonrisa sin abrir los ojos.

Por unos instantes creyó, que había sentido el dulce de verdad. Abrió los ojos y se alejó un poco para ponerse las gafas que había tenido guardadas en el bolsillo del pantalón todo el tiempo, luego de acomodarselas y poder ver las cosas con más claridad (quizás no se hubiera quemado de esa manera tan estúpida si hubiese llevado las gafas momentos atrás) tomó la mano del chico entre la suya – Muéstrame lo que pintaste -

por **Anuar Dutuescu** Dom Nov 07, 2010 12:03 am

-mas que ajustadas me quedan cortas- le indico con calma observando la que llevaba en esos instantes, rozando el inicio de la tela del pantalón y cerniéndose bajo sus muñecas cuando acostumbraba llevarlas casi hasta las palmas de las manos, no podia doblar los brazos debidamente…quizás también le quedaba justa a fin de cuentas.

El ultimo tozo de pan cayo de sus manos cuando su cuerpo se estrecho contra la mesa observando a Soren de frente, sintiéndose arrinconado por sus brazos y aun asi no importándole estarlo, titubeo y tuvo que contenerse por no pasear su lengua sobre sus propios labios, porque bien sabia que en ellos aun quedaban rastros de comida. La lengua del vampiro se adelanto, limpiando sus labios con tranquilidad, succionándole con suavidad sin que el opusiese resistencia alguna.

Su rostro se inclino al frente rebuscando sus labios, frenándose de golpe y regresando a su lugar sin mas al verle buscar algo en sus bolsillos colocándose las gafas con tranquilidad y sujetando su mano –ven- le indico con calma tirando con suavidad de su mano, andando atraves de la estancia y en dirección de la puerta principal, se coloco el abrigo por encima saliendo habiéndose acostumbrado a lo largo del dia al frio que el ambiente acogía.

-no es nada fuera de este mundo, solo quería darte algo…especial- le indico y era lo menos que podia hacer por haberle llevado a aquel lugar, en compañía de el, con todos los lujos que el mismo no podia brindarse. Una chimenea para calentarse, cena abundante y una cama cómoda, su compañía mientras dormitaba, un baño con agua caliente, un espacio donde pintar y aun mas los objetos para realizar dicha acción.

Comenzó a andar por el camino recorrido dos veces en aquel dia, aunque andar por ahí de noche era muy diferente a hacerlo de dia, agradecía mudamente por ver ambos –esta aun inconcluso- le explico porque seguramente caería en cuenta de la cuarta parte que faltaba un por matizar con alguna imagen o paisaje.

por **Soren Kaarkarogf** Dom Nov 07, 2010 12:16 am

Se dejó conducir por el chico, saliéndo de casa, olvidándo que seguía descalzo y que no traía camisa. Pero en medio de un bosque en una montaña perdida en los pirineos ¿Que importaba ir medio desnudo? Además él no sufriría un resfriado por exponerse así, para ser sinceros ni siquiera pensó en todo eso, sólo salió trás Anuar, aferrándose a su muñeca.

Tenía mucha curiosidad por ver el cuadro, no sólamente por su contenido, sino porque le llenaba de un amarillo muy intenso saber que ese chico había hecho ese cuadro para él, con la intención de mostrárselo. Aún no conocía sus cuadros, sólo uno y habían sido las circustancias del destino quienes se lo habían permitido ver y no el chico. Así que moría de ganas por conocer más de su arte, poder fijarse en todos los detalles que antes no se había fijado. Seguía siendo un artista en el fondo de su alma (si la tenia) y quería apreciar la obra del otro y descubrir cosas de él que aún no conocía.

Caminó por entre las piedras, sintiéndo como estás se le enterrában bajo la planta de los pies, pisó algo que se sintió húmedo y pegajoso, frunció el ceño saltándo en un solo pie, deseando que no fuera lo que creía que era y simplemente un pequeño charco de lodo. Dió otro par de saltitos en un solo pie y volvió a apoyarlo en el pasto, sintiéndo la textura de este también.

- No importa, igual quiero verlo - Comentó divisando el lienzo ya muy cerca de ellos. La brisa que subía por el barranco se acentuaba con fuerza allí y la luna ahora completamente llena iluminaba el lugar casi como la luz de un candil.

por **Anuar Dutuescu** Dom Nov 07, 2010 11:14 am

Rodeo su cuerpo con sus brazos, quizas fuese vampiro pero suponía que no era inmune a todas las cosas quizás el frio del lugar no como a el le calaba también en los huesos entumeciéndole las articulaciones, le bordeo después de verlo saltar por el suelo y sonrió divertido de la escena.

Vislumbro el lienzo sobre el suelo, con las pinturas y brochas a los lados, los carboncillos y demases materiales de Soren, quizás no hubiese sido buena idea dejarlos en aquel lugar, sin resguardo alguno más su cuerpo había tenido el arranque de regresar corriendo a la cabaña apara decirle aquellas banas palabras carentes quizás de sentido y que sin embargo le habían parecido tan importantes en aquellos efímeros segundos en que se sintió desfallecer sobre el barranco.

-espero que sea de tu agrado- asevero soltándole a inclinándose para tomar el objeto entre sus manos, de noche el frio se acentuaba pues de día el sol daba cierto acojo al cuerpo, lamiendo suavemente el cuerpo para calentarlo en la medida que la gélida brisa lo permitiese y no quería imaginarse como seria vivir ahí ya entrado el invierno.

Alzo el cuadro dejándolo a la vista del vampiro, acercándolo a el para que lo sujetase y observase, no le apenaba mostrarlo porque y aunque lo observase con ojos de un estudioso y un profesor el arte que de lo profundo salía no podía estar mal, jamás podia estar mal, era decir que los sueños y anhelos de uno no eran más que falsedades.

-¿Qué dices?- le cuestiono en voz baja acuclillándose a un lado de los demás objetos en el suelo, reuniéndolos unos sobre otros, frascos sobre paletas, brochas encima de cajas, debía limpiar aquello o la pintura se secaría en la cerdas, paso los dedos por ella sintiéndola ya con dureza, se maldijo por lo bajo, tanto se lo habia encargado y ahora lo había echado a perder, en todo caso podría darle una de las que el ya no podía usar y no porque fuesen viejas y obsoletas sino por la falta de lienzos. Aguardo a la critica del vampiro.

por **Soren Kaarkarogf** Dom Nov 07, 2010 1:10 pm

Pronto llegaron al barranco, en donde ahora bañado por la luz de la luna llena se podía ver claramente el lienzo y su contenido, se acercó despacio y con curiosidad, observando la pintura allí. Los colores acariciando sus ojos con dulzura y amabilidad, tal y como había esperado, el mundo de día seguía siendo tan hermoso a como lo recordaba, ese escondido paraje en medio de esa montaña era un paraíso terrenal cuando el sol le bañaba con sus hilos dorados.

Se acercó al cuadro, tanto que su nariz casi toca el lienzo, observándolo con seriedad, quedándose en silencio por casi 10 largos minutos, sólo observando las pinceladas, los colores y las formas. El arte era definitivamente uno de los regalos más bellos de la humanidad.

-Si Dios existe... debe ser pintor – Murmuró sin dejar de mirar el cuadro, luego se llevó la mano al mentón con expresión meditativa – Bien... he visto mejores – Comenta con voz de crítico de arte, la voz que usaba para enseñar, esa voz de profesor que tantos alumnos debían odiar – Como Davinci o Michelangelo, técnicamente es correcto, aunque no perfecto en perspectivas y puntos de fuga, matemáticamente hablando – Agregó y entonces se puso de pie, aún sin quitarse la mano de allí – Mmm... cuando veo un cuadro de los grandes maestros, como Davinci, no puedo más que sentir admiración y profundo respeto... pero ¿sabes? - Se giró esta vez hacía Anuar, levantándolo por los hombros para que quedara de pie.

-Ninguno de esos tipos puede decir que sus cuadros provocan que el espectador quiera comerse a besos al pintor ¿cierto? - Comentó con una sonrisa – No provocan que el corazón de un muerto, palpite inexplicablemente – Acercó su rostro al de Anuar hasta que ambas frentes se tocaron y depositó un beso corto en sus labios – 39... -

por **Anuar Dutuescu** Dom Nov 07, 2010 2:06 pm

Se quedo observado a su alrededor aquellos minutos que el vampiro dedico al cuadro, observándole con tal detenimiento que comenzaba a creer que estaba buscando los errores de sus manos plasmadas en aquel lienzo, se encogió levemente jugando con la hierba bajo sus pies, arrancándolas y dejándola caer por el barranco, regresando en cuestión de segundos por la fuerte brisa que se alzaba de aquella nada.

Claro que habia visto mejores, sonrio de medio lado escuchándole no con demasiada alegría sino como una dura crítica, porque estando acostumbrado a las burlas y negativas ¿Por qué no escuchar un “que bello” o “me gusta” de sus labios le hacia sentir asi de vacio? Inexplicablemente le habia dado el poder de convertir la cosa mas usual y simple en un momento de desilusión o un mar de alegrías, se entremezclaban entre si para crear su día a día.

-claro que no es perfecto- aseguro en voz baja fijando su mirada en el suelo ¿qué que hiciera el podia serlo? Bien decían que las cosas se parecían a sus dueños en este caso el arte al artista, si el no era perfecto y no pretendía serlo su arte tampoco podia serlo, era un intento de lo que jamás seria y por ende una falasia.

Se dejo levantar observándole con aquel rostro levemente compungido por un vacio que no seria jamás pronunciado, alzo la mirada con rapidez al escucharle decir aquello y la tristeza se apaciguo con aquel fugaz beso, como una orden divina que tranquiliza a la bestia enfurecida -¿y los tres de hoy? Cuarenta y dos- aseguro con calma porque cierto habia sido su pensamientos, no contaría bien la cantidad, agregaría cuando no habia motivo para asi, jamás llegar al cero.

por **Soren Kaarkarogf** Dom Nov 07, 2010 2:28 pm

Soren no notó la desilusión en los ojos de Anuar mientras hablaba duramente de su cuadro porque estaba concentrado en él. En cambio lo estrechó con fuerza entre sus brazos, tomó sus manos cálidas entre las suyas frías y luego besó cada uno de los dedos meticulosamente, aquellos dedos no pintaban, hacían el milagro de la vida, esas manos eran arte en si mismas, delicadas y perfectas, esos dedos producían las más apacibles pinceladas y también las más exquisitas caricias.

Gracias por permitirme ver el día a través de tus dedos – Comentó aún besándole las manos, pasando sus labios fríos por el dorso de ambas manos, sin importarle que estuvieran sucias o hubieran rastros de pintura. - Es imposible no encontrarle uno y mil defectos a un cuadro, aún más cuando se es profesor de dicha asignatura y te pasas la vida criticando el trabajo de otros – Comenta abriendo los ojos para fijarlos en los de él – Pero tu, eres arte en esencia pura -

Dejó de besar sus manos y ahora, recorrió con las suyas los costados de su rostro , delineándolo como si se tratara de una adorada escultura, y en cierta forma lo era, como un muñeco de porcelana perfecto que se había encontrado en el camino y que quería guardar para siempre consigo. Demasiado perfecto en todas sus imperfecciones para ser real. Demasiado... todo era demasiado.

- Eres arte, eres oleo, eres poesía en colores – Le susurró, comenzando a sentir las mejillas coloreadas, el calor subiéndose por la cara, porque nunca había sido bueno diciendo palabras bonitas – Eres el color que me hacía falta – Finalizó y escondió su rostro en el ángulo de su rostro para que no le viera avergonzado y sonrojado como un adolescente en su primera cita.

por **Anuar Dutuescu** Dom Nov 07, 2010 3:38 pm

Se sorprendió quizás en demasía por su acciones, sentía sus fríos y tersos labios recorrer sus dedos uno a uno, no pudo más que quedarse estático observando y sintiendo cada acción, cada beso como una caricia profusa de fiel cariño, de palabras que no antes hubiese creído atinar a escucharle decir, el ambiente pareció volverse meloso una dulzura que era agradable al paladar.

Se pregunto si podría sentir el sabor de la pintura y la mermelada en sus dedos, de las arduas horas de trabajo en aquello que habia sido criticado hasta convertirse en un juego ante las obras de gigantes mencionados –es comprensible- asevero en voz baja, era un profesor su deber era poder juzgar el arte ajeno con uno critico y no dejarse embalsamar por el cariño que pudiese o no tenerle a sus alumnos.

-eso dices…porque el cariño nos vuelve ciegos- aseguro entrecerrando los parpados y dejarse acariciar, moviendo el rostro suavemente como el gato que queriendo sentir caricias roza su cuerpo contra los pies ajenos, asi lo hacia el con su rostro contra las manos del vampiro, con aquel gesto placentero.

-soy arte porque me haces sentir, soy oleo porque me dejar crear, la mas bella poesía pronunciada por los labios de un enamorado…¿estaría de mas decirnos amantes?- le cuestiono en voz baja acariciando sus cabellos cuando su rostro se perdió contra su cuello, rozando con sus labios la parte de su cabeza que quedaba a su alcance –tu no eres ningun color…pero me haces sentirlos todo- aseguro en voz baja rodeando su cuerpo con sus brazos, sujetándole firmemente por la cintura para estrecharlo contra el, sus manos se encontraron con un plano abdomen descubierto.

-¿no tienes frio?- le cuestiono con curiosidad pensando que podrían volver a la cabaña a dejar las cosas y vestirse para emprender el camino al pueblo antes mencionado.

por **Soren Kaarkarogf** Dom Nov 07, 2010 5:19 pm

Escuchó sus palabras y se apretó a su cuerpo, aferrándose con ambas manos, como si fuera a desvanecerse si no lo hacía. A veces... en realidad casi todo el tiempo, sentía que iba a despertarse una noche y todo eso desaparecería. ¿Se podía ser correspondido de una manera tan equitativa? Ya no dudaba de sus palabras, si alguna vez había dudado de sus sentimientos y de las intenciones de Anuar, eso había quedado muy lejos en su memoria. El chico podría estar fingiendo, pero él creería todas y cada una de las palabras que esos labios pronunciaban.

A...aman...ntes – Tartamudeó usando por primera vez la palabra que no supo tan amarga como esperaba – Dios... que vergüenza... - Agregó, intentando esconderse más aunque era imposible, en el hombro de su interlocutor. No quería, más bien no podía ni mirarlo a los ojos, su rostro iba cada vez más rojo que tenía la impresión de que explotaría como un globo inflado con helio.

- Frío... ah... si... frío – Murmuró el vampiro sin quitar su cabeza del escondite – Mira cuan frío – Agregó, metiendo sus manos heladas dentro de la camisa de Anuar, palpándole el estomago. Dejó escapar una risita sabiendo que aquello se debía sentir como poner un par de cubos de hielo en la piel desnuda. Dio un salto hacía atrás por si Anuar reaccionaba dándole un golpe o algo y exclamó – Vamos entonces al pueblo – Comentó con una expresión juguetona y se agachó para recoger las pinturas y los pinceles – Trae el lienzo y dejemos todo en la cabaña, me pondré algo de ropa y iremos a buscar algo de leche -

(( se me ha ocurrido una idea para el pueblo 8D hohoho)

por **Anuar Dutuescu** Dom Nov 07, 2010 8:40 pm

¿Vergüenza? Debia aprender a darle menos valor a esa clase de palabras o terminaría volviéndose loco de dolor, de aquel que el cuerpo no era capaz de reflejar ni los ojos de exponer sino sencillamente que existía y se acogía en el interior de uno, si debía dejar de prestarle tanta atención.

-hmmm- gimió contrayendo el estomago al sentir sus frías manos sobre su cálida piel, un choque de temperaturas tan incomodo que le obligo a echar su cuerpo hacia atrás y observarle al tiempo que el vampiro hacia lo mismo recogiendo los pinceles y pinturas que se encontraban ya acomodados sobre el suelo a un lado de ellos.

-¿leche? – le cuestiono riendo en voz baja no acostumbraba beber aquel liquido blancuzco que salía de las vacas y los granjeros recolectaban para después vender a altos y moderados precios –vamos pues- aseguro con calma sujetando el cuadro entre sus manos para empezar a andar de regreso a la cabaña, mirando de soslayo al vampiro por si llegaba a necesitar algo de ayuda con el montón de cosas que llevaba, no quería que todas cayeran y se rompieran como habia ocurrido con los platos.

-¿a cuanto dices que esta ese dichoso pueblo?- le cuestiono con calma sujetando el cuadro bajo su brazo, no importaba ya cuidarlo en demasía a fin de cuentas no era una buena obra ¿cierto? Si Soren pensaba eso ¿Qué pensarían las demás personas? Quienes le desconocían y no temerían de echarle en cara cada defecto, como si no lo hubiesen hecho ya, como si en su vida no hubiese encontrado gente como esa, jactándose de conocimientos no adquiridos. Se acerco a Soren atrapando sus labios con los propios –cuarenta y uno- murmuro rozando sus labios contra su mejilla aquellas que últimamente parecían no perder el rubor.

por **Soren Kaarkarogf** Dom Nov 07, 2010 10:18 pm

-Si, leche... ¿Porque te sorprendes? - Comentó sorteando piedras y ramas caidas mientras caminaba con las pinturas, pinceles y demás cosas entre sus brazos - La leche es nutritiva y ayuda a desarrollar huesos sanos, los niños criados con mucha leche son más fuertes, yo fuí criado con mucha leche, eramos dueños de varias familias que cultivaban las tierras cercanas al castillo y habían vacas - Explicó ya subiendo los escalones para entrar en la cabaña cuando un beso le sorprendió.

¡maldita sea casi suelta las pinturas y hace otro desastre! Anuar debería avisar si iba a hacer eso tan de repente. ¿Que tal que tuviera un corazón latiendo? Ya estaría muerto de un paro cardíaco. Cerró los ojos y correspondió el beso como pudo, intentando no perderse en la sensación o las pinturas y todo lo que llevaba terminaría en el suelo, cuando le escuchó decir el número rió - ¿No eres bueno en matemáticas ¿cierto? -

Entró en la casa y dejó las pinturas sobre la mesa donde anteriormente Anuar había comido el pan, le recibió el lienzo y lo puso con sumo cuidado sobre la misma, pensando que, Anuar había sido muy rápido al pintar todo eso en una sola tarde, sonrió al cuadro – Adornarás mi tienda y serás la envidia de mis clientes – Comentó con voz juguetona dirigiéndose al cuadro como si fuera una persona. - Espera un segundo – Exclamó corriendo por la sala hasta la habitación, buscando en el baúl más ropa limpia, sacó un chaleco de los que siempre usaba y otra camisa blanca, regresó con ellas y se las ofreció a Anuar – Están limpias -

Caminó hacía la hoguera que ahora se estaba extinguiendo y tomó la camisa que la noche anterior había dejado secando y se la puso. Luego se puso las medias y los zapatos rápidamente y en minutos estuvo de nuevo frente al chico – El pueblo está a un kilómetro de aquí, pero puedo llevarte – Agregó guiñando el ojo ¿guiñando? ¡valla! ¡No sabía que podía hacerlo!.

por **Anuar Dutuescu** Lun Nov 08, 2010 1:51 pm

Sonrio de medio lado negando –te dire de mas y de menos, al final perderás la cuenta y podre decir cualquier cifra y la creerás, asi jamás llegaremos a cero- le explico su plan con calma, tampoco esque pudiese sacar las raíces de diez números simultáneamente, no habia recibido una educación digna pero el mismo era su maestro, siempre lo habia sido y seguiría siéndolo, porque no conocía otra forma de aprender que no fuese leyendo y razonando, el raciocinio era entonces su bien mas preciado.

Dejo el cuadro sobre la mesa observando lo que Soren hacia y escuchando lo que sus labios proferían con atención, recibiendo las prendas sin mas, se quito el abrigo tendiéndolo sobre uno de las sillas para desabrocharse la camisa y colocarse la nueva con el chaleco por encima, lucia mucho al estilo de Soren aunque el también tenia de aquellos chalecos que usaba de vez en vez -¿no me veo muy embarrado?- le cuestiono en voz baja tirando suavemente del cuello de la camisa para que no se cerniera a su propio cuello haciéndole sentir atrapado.

Rio por lo bajo al ver aquel gesto en su rostro, negó con tranquilidad encaminándose a la puerta en su espera –caminar será divertido- aseguro con tranquilidad tomando la manija de la puerta, una corriente le recorrió el cuerpo al hacer aquello y decenas de culebras centellantes salieron por entre sus dedos, el frio causaba aquellas cosas, un deleite para los ojos aunque no tanto asi para el cuerpo en el cual se llevaba a cabo, estremeció abriendo la puerta y soltándola con rapidez.

-¿caminamos entonces?- le cuestiono sonriendo de medio lado.

por **Soren Kaarkarogf** Lun Nov 08, 2010 9:40 pm

Ciertamente te queda un poco ajustado – Comentó dando una vuelta y reparándolo, la verdad era que se veía un poco extraño, digamos que, esos colores y ese estilo de ropa parecían ajenos a su personalidad, pero no podía hacer nada al respecto. Los humanos sudaban y todo eso, así que probablemente al chico le molestaba usar ropa del día anterior – Pero está bien, es sólo por un rato -

Si el chico quería caminar entonces caminarían, si Anuar quería contar mal a propósito, entonces olvidaría su poca lógica matemática y se inventaría cifras también. Asintió y al verle coger con las manos desnudas la manija de la puerta, recordó que había traído guantes. Siempre los usaba para salir, porque no le gustaba tocar a la gente, menos a los humanos, pero no por el frío, corrió hacía la habitación sin decir nada y cuando volvió tomó las manos de Anuar y se los colocó – Dedos delicados de artista – Murmuró concentrado en lo que hacía.

Saliéron de la cabaña y cerró la puerta cerciorándose de que todo quedara en orden. Para luego comenzar a caminar hacía el norte, subiendo por la carretera por la cual, el carruaje había llegado originalmente. Tomó a Anuar de la mano y la textura del guante se sintió tibia y lanuda, se giró y se quedó observándole en silencio, una vez más sin poder creer que, todo eso estuviera pasándole a él en realidad.

- Me gustaría tu opinión sobre algo – Comenzó a decir con expresión seria – Como eres humano, seguramente puedes tener una idea distinta – Explicó rascándose la nuca con la otra mano – Esta semana un hombre muy elegante, apuesto y distinguido visitó la Universidad, me pareció que tenía un porte demasiado perfecto así que usé mi técnica para detectar las auras y me di cuenta de que era un vampiro, lo primero que me pregunté fue ¿Que hace un vampiro en la universidad? Y me sentí extraño porque... bueno, el es de mi misma raza, pero yo sentía que debía proteger a mis alumnos... ¿Te imaginas eso, un vampiro defendiendo a unos chicos humanos de otro vampiro? - Meneó la cabeza con expresión cansina – Sería el hazme-reír de todos los vampiros... pero en fin, ese no es el punto... - Se quedó entonces callado como si hubiera olvidado a donde quería llegar – ¡Ah! Si, entonces lo llevé a tomar un café y me contó algo que me dejó en shock, ese monsieur es el padre de uno de mis alumnos, el nombre del chico es André Leroy, el chico no sabe que su padre vive... bueno 'vive' en sentido figurado, puesto que teóricamente está muerto y me pidió que lo ayudara con su hijo ¿Que crees que debería hacer como profesor? - Concluyó.

por **Anuar Dutuescu** Lun Nov 08, 2010 11:00 pm

Observo los guantes sobre sus dedos y la tibieza que le embargo no tuvo precedentes, el no solia usar esos afectados por entorpecer sus movimientos con las manos pero ahora en el frio abrazador el cual parecía colarse por entre la ropa y llegar hasta la medula endureciéndola, no le resultaba una idea tan desagradable o fácil de rechazar a primera instancia no sobre todo cuando sus nudillos emblanquecían y enrojecían amenazando quizás con fisuras en la piel.

Bordeo la mano del vampiro con sus dedos aun bajo la tela, sintiéndole semi frio, no, como estaba acostumbrado ya a hacerlo quizas sintiéndose falto de algo que comenzaba a necesitar en su existencia, aquella frialdad que extrañaba cuando no existía porque aun la gelidez del aire y el ambiente no llenaban aquel espacio que esas manos decidían ocupar, no era ni remotamente parecidos el placer y el dolor que uno y otro le hacían sentir, como contrarios de una misma cosa y estado.

Se atraganto y no supo muy bien con que quizas con las palabras que atropelladamente intentaban manar de sus labios para formular una respuesta ya que, en su intento de salir una antes que la otra habían terminado todas atascándose en su garganta -¿conoces al muchacho?- le cuestiono entonces recordando, haciendo memoria del nombre porque indudablemente le habia escuchado en algun sitio su problema radicaba en ubicar nombres con rostros ¿de donde?

-supongo que…si es su padre derecho debe tener a saber que sigue con vida- asevero pensándolo unos instantes por lo menos a el le gustaría que alguien pudiese decirle aquello. Llego entonces el recuerdo como un golpe de un galeón de oro contra su cerebro, palpitándole duramente en las sienes con la sangre agolpándose –yo le conozco- murmuro al final girándose para verle con asombro, era el joven que le habia prestado la ropa para la fiesta a la cual habia ido en compañía de Eric, era aquel muchachillo que habia llorado en sus brazos y al cual le habia encontrado un dichoso libro, debía ser aquel de rasgos felinos al cual le habia casi prometido ser su maestro de Rumano y retratarle, le habia dicho que podia acompañarlo al campo a pintar y jamás habia vuelto por el, que mal se sentía olvidar.

-lo conoci en la biblioteca, le alcance un libro azul, uno que su padre le habia pedido leer, se notaba que le quería mucho…- asevero ladeando el rostro -¿y a que a regresado el hombre?- le cuestiono con seriedad ¿Cómo un padre podia causarle aquella agonía a su hijo?...quizas era un padre parecido al de los cielos…

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Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)

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