Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)

por **Soren Kaarkarogf** Sáb Oct 16, 2010 1:01 am

Recuerdo del primer mensaje :

Viernes 7:00 PM.

Cuando Denver detuvo la carrosa, sus manos ateridas por el frío le dolían mientras sostenía las cuerdas que controlaban a los caballos. Se quedó unos momentos sin moverse soplándose las manos en un vano intento de calentarse, el cliente sólo le había dado la indicación de dejar a Anuar en el borde del camino y regresar por donde había llegado. Pero ¿Como iba a dejar a ese jovencito en medio de un bosque en el borde de un camino que no llevaba a ninguna parte sin nisiquiera un candelabro? De repente se encontró pensando en lo peor. ¿Y si el cliente lo que quería era asesinarlo y que no hubiesen testigos? Porque en ese lugar hinóspito sería la carnada perfecta, el cuerpo podría ser escondido y jamás encontrado por la policía...

¿Tendría el chico una deuda pendiente con algún señor poderoso? ¿Estaría metido en un lio pasional? Pobre muchacho, con esa carita inocente que tenía. Denver comenzaba a sentir el remordimiento de consciencia carcomiéndolo por dentro, pero él era sólo un conductor ¿Que podía hacer para cambiar el destino oscuro de ese pobre y desnutrido joven?

- Hemos llegado - Anunció bajándo del carruaje buscando un candelabro y encendiéndolo para Anuar quien en algún momento del viaje se había metido dentro del carruaje de nuevo. Karl había dormido un par de horas también y se rascaba los ojos mientras bajaba el baúl con provisiones y lo depositaba en el suelo. El cliente además había dicho que el baúl se quedaba en ese lugar con Anuar.

- Fue un placer escoltarle hasta este lugar monsieur Dutuescu - Comenzó Denver con una sonrisa - Ahora yo debo volver... que Jesus y la virgen le protegan en su infinita misericordia - . Finalizó con un gesto bastante religioso y volviéndo a montar al carruaje, el viaje de regreso sería tedioso, así que probablemente su hijo le relevaría conduciéndo los caballos mientras el dormía un poco.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Dic 08, 2010 9:57 pm

Le vio recostarse como un pequeño niño en su pierna y se apoyó en su brazo para quedar de medio lado y con la mano libre comenzó a acariciar sus cabellos rojizos. Parecía mentira que estuviera en esa habitación y que el chico estuviera intacto luego de todo lo ocurrido ¿En donde estaría de haberlo perdido?. Un nudo se le formó en la garganta, la angustia que había experimentado había sido abrumadora, no entendía como un sentimiento tan fuerte podía aparecer de repente de un momento a otro. ¿Tan importante se había vuelto ese chico?

-¿Impedirme hablar? - Exclamó algo sorprendido por la pregunta – Ah...no... es sólo que... - Se quedó entonces callado, de nuevo le invadía la vergüenza, pero escuchar a Anuar auto culparse por algo que no era su culpa le pareció vil e inadecuado – Me...da...pena...lo...que...te...dije...en...el...cementerio...- Murmuró y tuvo que esconder su rostro colorado en algún lugar, por suerte para él, la almohada estaba cerca así que dejó caer la cara allí.

Se quedó así un rato sin saber que más decir. Era tan extraño de repente sentir 'tanto'. Tenia la impresión de que todos los sentimientos que habría podido desarrollar en esos 200 años de existencia se hubiesen acumulado año tras año para venir a manifestare todo de un sólo golpe y con una sola persona. ¿No era acaso extraño e incomprensible? Soren había visto morir a gente que se suponía debía importarle, familiares y conocidos, aún así todo había pasado como una película frente a sus ojos, como si, el no fuera el actor principal en su propia vida, sino un mero expectador.

Ahora se había convertido en el actor y Anuar dirigía esa película desde las sombras.

por **Anuar Dutuescu** Miér Dic 08, 2010 10:46 pm

Se levanto al escucharle hablar sujetando su rostro, intento alejarlo de la almohada aunque no alcanzaba a ver con claridad donde sus manos se posaban, termino guiándose por el tacto, cubriendo su rostro con sus manos, por lo menos la parte superior y sus teñidas mejillas, coloradas en un rubor que pocas veces podia presenciar y no es efecto por que pocas veces se ruborizaba sino porque no tendían a colorearse tanto como en aquella ocasión, le sentía tibio, extrañamente cálido.

-si no lo sentías no tenias porque haberlo dicho- asevero con tranquilidad observando el contorno de sus labios y su cuello, perdiéndose la clavícula entre su camisa, no comprendía como seguía apenándose por cosas como aquella, una ocasión anterior se habia cubierto el rostro también ante una situación comprometedora, aunque aquel defecto era parte de lo que el quería y añoraba, era aquella persona a quien por decisión habia elegido entregarle tantas cosas que hasta entonces no se habia sentido capaz de pronunciar o enmendar a alguien.

-yo comprendería si la situación te llevo a decirlo y no asi lo deseabas…solo no lo vuelvas a hacer- le pidió, escondiendo un rostro entristecido, suspiro ampliamente decidiendo que si lo decía debía sentirlo de modo que el dolor fue suplido por la indiferencia con respecto al tema, aquella indiferencia que tantos males le habia ahorrado a lo largo de su existencia. Destapo su rostro con lentitud rozando sus labios antes de esbozar una sonrisa de medio lado y recostarse nuevamente junto a el, con la cabeza esta vez sobre la almohada y sus manos cubriendo su estomago, escondido bajo la tela del saco.

-nos ha pasado de todo en este viaje ¿eh?- rio irónicamente observando el techo, una esquina donde se fusionaba con la pared –extrañare tenerte aquí al dormir- murmuro como si realmente no siquiera que se enterase de aquello.

por **Soren Kaarkarogf** Miér Dic 08, 2010 11:08 pm

¿Anuar ponía en duda que pudiera amar? Se quedó muy quieto escuchándole hablar, parecía extrañamente calmado diciéndo algo así, quizás de haber sido una mujer Anuar se hubiera puesto histérico al pensar que estaban juntos sin que a cada momento le dijera que lo amaba, ¿Habría más drama si fueran una pareja 'normal'? ¿Serían más felices? Porque era increíble pensar que aunque fueran de dos especies distintas, aunque el uno estuviera vivo y el otro no y aunque ambos fueran del mismo género, algo como la felicidad pudiese existir.

Levantó el rostro lentamente y observó al chico en la semi penumbra que el candelabro permitía ver, se acercó más a él, juntando su cuerpo con el del humano, haciendo desaparecer esa barrera invisible que a veces se formaba entre ambos sin que así lo quisiera. Le tomó el rostro con ambas manos y cerró sus propios ojos acercando los labios a la nariz, le dio un besito corto e inocente y luego recostó la frente contra la de él, quedándose así con los ojos cerrados en silencio.

¿Sabes...? - Dijo al fin, acariciando con su aliento los labios del otro, un aliento que ahora no era tan frío – La bruja dijo que el experimento había fallado y otros 5 chicos habían muerto antes de ti... pensé que podría perderte – Hizo una pausa aún sin abrir los ojos, rememorando el momento de terror vivido en esa espantosa habitación – Y pensé... realmente tuve la intención... de darte mi sangre para que... te convirtieras -

Y no le había importado las consecuencias en ese momento, el mundo se hubiera podido destruir luego de eso. Habría asesinado por ello.

por **Anuar Dutuescu** Miér Dic 08, 2010 11:45 pm

Apoyo sus brazos sobre la cama a los lados del cuerpo del vampiro y aun asi decidió no alzar su peso por no querer romper la cercanía entre ambos cuerpos, apoyaba su estomago contra el ajeno sintiendo su respiración colarse dentro de sus labios, una sensación de calidez indescriptible derritió aquel hielo que de a poco parecía caerse dentro de su pecho y otras veces formarse contra voluntad, sentía como sus mejillas adquirían un tenue rubor apenas perceptible sobre su rostro ¿notaria el vampiro el calor que su irradiaba? Aquella cuestión le incito a soplar contra su rostro intentando asi enfriarlo.

Se quedo unos instantes en silencio, mentir seria decir que no antes habia pensado en aquello, mas le parecía ilógico creer que pudiese tomar una decisión tan apresurada como lo era aquella, una vida eterna…porque una vida humana no bastaría para las cosas que junto a el deseaba hacer ¿seria acaso la eternidad tiempo suficiente? Era también tiempo suficiente para terminar odiando la vida o amarla y conocerla hasta no quedar nada mas de que sorprenderse aunque el hombre mismo por evolucionar no dejaba de crear y convertir, entonces el mismo no dejaría de descubrir nuevas y mejores cosas aunque quizas la decadencia iria en aumento con el paso de los siglos.

-¿serias capaz de hacerlo?- le cuestiono en voz baja observándole con aquella proximidad, no estaba seguro el mismo de poder acceder a algo como aquello suponía que muchas cosas le quedaban por vivir, no quería apresurar los días no deseaba dejar de ser esclavo del tiempo aun y aun asi anhelaba fervientemente -¿en verdad lo harias?- le cuestiono quitando varios mechones de su cenizo cabello de su rostro, anhelaba escuchar un si aunque le aterraba la misma idea, prefería escuchar un no aunque con ello se derrumbasen tantos anhelos.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Dic 09, 2010 9:28 am

De ser capaz, claro que sería capaz, la cuestión era si 'Quería' hacerlo, porque las implicaciones colaterales eran de gran peso, no era una decisión que tomabas y luego fácilmente borrabas las consecuencias arrepintiéndote, era como, traer un bebe a la vida y luego desear abortarlo o dejarle abandonado por ahí a su suerte, como ocurría en las familias más pobres que no podían permitirse alimentarlos. Por supuesto no podía comparar a un neonato, con un bebe, pues un Vampiro recién nacido, podría valerse por si mismo y conseguir su propio alimento... ¡Soren deja ya de irte por las ramas ese no es el punto!.

-Yo creo que... - Iba a decir que no lo sabía, que quizás no, pero entonces como una ráfaga imparable el recuerdo de la angustía, rabia, impotencia e incertidumbre vivida cuando Anuar yacía retorciéndose de dolor en sus brazos debido al brebaje, frente a la posibilidad de que pudiera morir, había estado dispuesto a obviar todas esas consecuencias.

-Cuando Erkki apareció por primera vez en mi vida y me ofreció la vida eterna – Comenzó a decir recostando su rostro contra la almohada y permitiendo que sus ojos se perdieran en algún punto del techo – Me pareció tan... patético – Dictaminó con una medio sonrisa, recordando la expresión de Erkki cuando se lo había dicho – Tantos años de sabiduría gracias a su eternidad y aún así... ¿Seguía necesitando la compañía de otra persona? Patético pensé, patético que a la final todo se reduzca a los sentimientos – Se llevó el dedo indice a la nariz y se rascó el puente pensativo.

- Quizás Erkki esperaba de mi una compañía más... como decirlo 'amena', quizás cariñosa – Se encogió de hombros – No lo se, no entendía porque si uno era inmoral con facultades inimaginables para un ser humano, tenía que regirse por sentimientos propios de los vivos, amor, amistad, compromiso... ese tipo de cosas – Hizo una pausa y se giró, aún en la semipenumbra se podían apreciar sus mejillas coloradas como duraznos maduros – No se quien soy ahora... esta noche, he hecho todas las cosas que jamás creía que haría... por otra persona, por ti -

por **Anuar Dutuescu** Jue Dic 09, 2010 11:32 am

Se recostó observando el techo, escuchando con atención lo que Soren decía, patético era entonces el adjetivo que planeaba otorgarle a la compañía, patéticos eran ellos por anhelar yacer el uno con el otro y patético no le importaba ser si con ello a su lado podia permanecer. Porque si por felicidad habia que ser llamado de las mil y una formas en que se podia marginar a una persona pasaría por aquello sin importar que, oiría mil veces cada insulto y otra mal cada mirada despectiva, si con ello podia verle lo haría.

Sonrio de medio lado observando su rostro a duras penas, no necesitaba ya que la luz de la vela acariciara su rostro para reconocerlo, en su memoria yacia fresco, cada marca y cada facción, cada línea de su rostro y colores, lo recordaba como mas nada podia recordar –esta noche eres mio- murmuro apaciblemente, como una melodía que los patéticos cantaban desde antaño y ahora le tocaba repetirla a el –esta noche no somos sino creaciones de una historia jamás contada- susurro a su oído rozando su mejilla con sus labios, rodeo su cuerpo con sus brazos estrechándole contra el, con una necesidad que por mas esfuerzo realizados no podia ser saciada.

-¿te aterra en lo que te has convertido?- le cuestiono en voz baja acariciando con sus manos sus cabellos de oro y cobre, sus inmensas y delicadas manos se perdían en la suavidad de su cabello, desenredándolo con tranquilidad mientras aguardaba una respuesta, inútil era pensar que desconocía la propia, mil problemas se habia planteado ya y mil soluciones tenia y por cada una una sonrisa y una desilusión -¿sigues temiendo de mi?- le cuestiono en un inaudible susurro porque si antes no le habia importado ahora no podia creer que la única persona que importaba temia de el, que un vampiro temiese le convertía en un monstruo, sus mas grandes pesadillas habitaban dentro de el.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Dic 09, 2010 12:34 pm

–esta noche eres mio-

Soren sintió escalofríos. A veces Anuar decía cosas que lo derretían por completo, si es que podía describir de alguna manera la sensación de estar deshaciéndose para fundirse con el cuerpo del otro en un beso, pero en otras, justo como esa, lograba que en cuestión de segundos se disparara esa llama interior que a veces parecía extinguirse por completo, ese chico lograba que lo deseara más inclusive que a la sangre misma.

Sintió ganas de morderlo, tan sólo por escucharle decir que le pertenecía, quería morderlo aunque extrañamente no deseaba su sangre, estaba demasiado lleno como para poder beber más, aquello era un deseo de él como persona, de lo que era, pensaba y decía. Buscó los labios del chico tembló ligeramente antes de perderse en un beso que hubiera podido ser fiero y caótico, pero se contuvo y solo lo besó con ternura.

Esa era otra facultad de Anuar. Lograba hacer que Soren antepusiera su propio placer, por el bienestar del otro. Siempre pensaba primero en él. Retiró los labios y escuchó sus preguntas,

- No negaré que si me aterra... pero no eres tu quien me da miedo – Aceptó casi susurrando – Es el hecho de nunca creí que podría llegar a este punto – Explica recordando al usurpador – Cuando... el espiritu te poseyó, dijo que quería ir a un burdel... me sentí...extraño, no quería que fuera, no con tu cuerpo y fue extraño porque la razón por la cual no quería no era por lo que yo sentía, sino porque... se lo que significa para ti ese tipo de lugares... ¿vez? Mi yo de antaño, habría pensado primero en si mismo – Concluyó dejando escapar un suspiro – Supongo que... realmente comienzo a convertirme en un 'nosotros' y no sólo en un 'yo' -

por **Anuar Dutuescu** Jue Dic 09, 2010 1:14 pm

Sonrio entre el beso escondiendo su rostro sobre su pecho aquel que no latiendo le parecía tan cálido y reconfortante, como un bebe al nacer buscando el pecho de su madre para dormir tranquilo, no recordaba cuando su hermana era asi de pequeña pues tenia el escasos tres años, mas si recordaba como cada noche iba a arroparlos a ambos y contarle una historia, cada dia diferente a su pequeña hermana –algun dia quiero ser como esas princesas ¿me vendrás tu a rescatar?- escuchaba preguntar en su memoria, un recuerdo perecedero de lo que alguna vez fue su vida.

-me alegra que lo hayas impedido…hubiese sido extraño dejar de lado la virginidad y nisiquiera haberlo recordado, nunca e puesto mis manos sobre un cuerpo de mujer…no ansió hacerlo- quizas antes una joven bruja con cabellos de fuego y rostro severo le habia cautivado, mas no habia vuelto a saber de ella, su belleza peculiar y su forma de desenvolver el mundo si bien no caian e el amor habían levantando en el un interés peculiar aun ahora, no se imaginaba con otro persona que fuese a la que tenia en frente.

-eso hubiera cambiado el sabor de mi sangre ¿cierto?- le cuestiono con curiosidad pensándolo unos instantes y aunque el mismo no se hubiese sentido diferente seguramente seria una tortura para Soren, no oler el dulzor que decía poseer su cuerpo, se volvería como las demás –no lo hubiese podido creer cinco meses atrás- asevero negando con tranquilidad, porque si bien deseaba en lo mas profundo de su ser encontrar a aquel complemento de su vida dudaba con todas las de lay llegar a hacerlo y mas aun no se esforzaba en pretender conseguirlo.

-lamento haberte preocupado- rio por lo bajo no seguro si debía o no disculparse aunque fue su único y primer impulso, a fin de cuentas no habia sido su culpa todo aquello y no negaba ahora que lo escuchaba era aterrador pensar que podría haber muerto y nisiquiera percatarse de ello, se habría esfumado y nisiquiera Soren habría podido determinar el minuto preciso de su partida, su último aliento de vida.
Rodeo su cintura escondiendo un bostezo contra su pecho -¿sera posible quedarnos dormidos al mismo tiempo?- le cuestiono con curiosidad

por **Soren Kaarkarogf** Jue Dic 09, 2010 2:52 pm

Parpadeó varias veces ante aquella revelación, Anuar nunca había hablado de esos temas con él, no sabía porque pero tenía la idea de que el chico nunca había estado con otro hombre, pero, tenía la impresión de que si había tenido una experiencia con una mujer, aquel detalle lo hizo sentir infinitamente especial, ser el primero en tocar ese cuerpo, en escuchar sus gemidos, sus suspiros y ver la preciosa composición que era su rostro cuando el éxtasis lo sobrecogía.

-La sangre... cierto, lo había olvidado... que curioso, ni siquiera pensé en algo como eso – Comentó casi sintiendo el impulso de reir Había dejado de pensar en el delirante sabor de Anuar, cada vez se desconocía más, ahora inclusive eso había pasado a un segundo plano. ¿Dios que le estaba sucediendo?. - 5 meses atrás... yo tampoco habría creído nada de esto – Comentó, ni 5 meses ni 50 años, habría podido tan siquiera imaginar que estaría teniendo esa clase de intimidad con otra persona y no se refería al cuerpo...

-Esta bien... no fue tu culpa, ninguno de los dos imaginó lo peligrosa que podía ser esa abuela – Aceptó y secretamente debía agregar que se sentía agradecido, quizás si no hubiese creído que perdería al pintor, no se habría dado cuenta de lo que realmente sentía, ahora quería aprovechar cada segundo del presente, porque la vida humana era un hilo frágil y efímero.

Aún sigue existiendo la posibilidad de convertirlo. ¿Eh Soren?

No, no podría hacerle ese mal a alguien tan... a alguien que quería tanto. Le rodeó con los brazos y lo estrechó contra su cuerpo con más fuerza, como si de no hacerlo el chico pudiera desaparecer – No... pienso dormir – Comentó rosando con su larga nariz la mejilla del chico – Esa es la razón por la cual... esta noche le he quitado la vida a un inocente – Le explicó – Tenía miedo de lo que pudieras experimentar luego de terminar la posesión... me dijeron que tu cuerpo estaría frágil y dolería... así que bebí tanto como pude... para tener la fuerza suficiente para quedarme despierto y cuidar de ti -

por **Anuar Dutuescu** Jue Dic 09, 2010 9:52 pm

Alzo el rostro al escucharle decir aquello, observándole con curiosidad y asombro, según el sabia que tampoco era decir demasiado solo el “monstruo” habia asesinado, solo el tenia aquella necesidad de sentir el placer en el dolor ajeno, el mismo que le habia intentado hacer sentir en cuerpo y alma mas no, el monstruo habia temido de su ser, de sus aseveraciones y contradicciones, el monstruo habia decidido esconderse de el y solo Dios sabia si aquello significaba algo bueno o no.

-¿asesinaste a alguien?- le cuestiono con asombro mas sin gesto alguno de repulsión o miedo en su rostro, el siempre apacible y sereno le observaba con aquellos inmensos orbes como soles fijos en sus luceros, no comprendía hasta que punto el vampiro comenzaba a otorgar cosas por el y su bienestar, no sabia aun cuanto estaba dispuesto el mismo a pagar por seguir a su lado y cierto era que tampoco tenia que ponerlo todo en una balanza, le amaba y aquello debía bastar cuando mínimo aquello debía ser suficiente para dejarles gozar un tiempo.

-no me duele, aunque lo siento pesado- se confeso encogiéndose de hombros al tiempo que bajaba sus manos por su cintura hasta sus piernas, rio por lo bajo negando –eres un vampiro Soren…aunque lo desees no puedes dejar de dormir, pero no te preocupes aunque me haya ido antes del anochecer estaré bien, cuando estemos en Paris te ire a buscar- aseguro con calma –nisiquiera pretendas intentarlo dormiremos los dos, con saber que estas aquí me sentiré mejor- murmuro apretando con suavidad donde sus manos yacían extáticas, besándole, estrechando sus labios con fuerza, con los propios amenazando con sangrar por la constante presión.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Dic 09, 2010 10:21 pm

Bajó la cabeza sintiéndose avergonzado por confesar su asesinato. No era la primera vez ni sería la última en que asesinara, sin embargo, decirlo de esa manera y a una persona que le importaba tanto, le hacía avergonzarse, se sentía como un niño confesando una grave ofensa a un padre estricto.

-Si... normalmente... no suelo hacerlo, te conté que Erkki me enseñó a beber en pequeñas cantidades sin poner en riesgo la vida de la victima – Le explicó, aún con la cabeza baja – Pero... tenía demasiado miedo... no sabía que sucedería con el espíritu y quería estar preparado en caso de necesitar enfrentarlos – Concluyó dejando escapar un quejido como reprochándose así mismo – Mate a un hombre... era carpintero, su esposa murió de tuberculosis 10 años atrás y se había vuelto un ebrio andariego... lo vi todo en su mente mientras... bueno ya sabes -

Escondió el rostro en el cuello del chico apenado, sintiéndose como las veces que era obligado a ir a la iglesia y confesarse con el sacerdote del pueblo, aquellas veces odiaba sobremanera tener que contarle cosas personales, por temor a ser castigado por dios.

-No se dio cuenta... no me vio... bueno, no permiti que se diera cuenta, tampoco le dolió... simplemente se entregó a la muerte, como aceptando una invitación – Concluyó y se quedó en silencio unos momentos – Ahora soy yo quien doy miedo ¿verdad? - Besó la piel de su cuello sin desear mordela, sin tan siquiera pensar en ello.

- Si se puede... leí en un libro de antigua sabiduría de los de mi clase... que algunos vampiros poderosos, lograban quedarse despiertos durante el día si bebían mucha sangre... obviamente no podían salir a la luz del sol, pero si podían estar conscientes en lugares oscuros – Le explicó y ahora comenzaba a sentirse un poco tonto al respecto, él no era un vampiro poderoso ni viejo, seguro que no habría resultado de todas formas.

por **Anuar Dutuescu** Jue Dic 09, 2010 11:31 pm

Subio sus manos hasta sus cabellos acariciándolo, como lo haría un padre con su pequeño que en brazos pretenderse quedarse dormido, entregarse a aquella parte esencial de la vida en que los anhelos y miedos se reflejaban como verdades paralelas de una dimensión desconocida por la mano del hombre, porque nadie podia decidir que soñar asi como no habia decidido el verse rodeado de personas, en un caluroso dia de Mayo, porque aunque en el sueño no habia vestigio que detonase aquello estaba seguro que asi era, el no habia decidido ver a Soren con una mujer y cargando a su propia hija. Suspiro ampliamente rozando con sus dedos el cráneo del vampiro, perdiéndose en el tacto de la seda que por cabellos poseía.

-entregarse por voluntad a la muerte…mi abuelo dijo poco antes de morir que su madre habia ido por el, falleció dos días después ¿algo asi ocurrió? Quiero decir…pensó que habia venido por el- murmuro pensando que aquella debía ser una sensación de bienestar total, estar tanto tiempo separado de quien amas y asi sin mas recibir su invitación para pasar una eternidad juntos, no dudaría en tomarla ni siquiera un segundo, de existir la posibilidad la elegiría sin importar nada mas.

-¿miedo?...me parece noble lo que hiciste- susurro a su oído ladeando su cabeza para sentir sus labios contra su tersa piel, habia visto de aquellas marcas dejadas en la piel por los amantes, diminutos hematomas en los brazos y cuello que dejaban marca de lo que habia sido, la gente se esmeraba en cubrirlos con maquillaje aunque al final alguien terminada descubriendo la farsa –lo hiciste reencontrarse con su amada- le indico al oído desviando la mirada.

-yo no quiero que te quedes despierto…quiero que duermas conmigo- repitió dejándose caer a un lado de el, apoyando su cabeza sobre su pecho y enredando una de sus piernas con las ajenas, como lo haría de tener una almohada –estoy bien…estoy bien- repitió comenzando a cerrar los parpados.

por **Soren Kaarkarogf** Jue Dic 09, 2010 11:46 pm

Se sintió profundamente aliviado cuando Anuar no se mostró asustado por sus acciones, por el contrario lo consideraba noble, asintió con la cabeza dándole a entender que efectivamente, el hombre había creído que su esposa había aparecido para llevarle con él.

-No me gusta pensar que soy un asesino... pero no puedo negar lo que soy, si he de matar, quiero ser sabio como la muerte... que llega en el momento preciso y te conduce – Explicó, recordando que no había sido difícil dominar la técnica, no muchos vampiros se preocupaban por entrenar y enfocar sus energías para algo así, muchos preferían simplemente matar de un sólo tajo o torturar, pues encontraban fascinación no sólo en la sangre que robaban, sino en el acto mismo de quitar una vida. Quizás era una búsqueda de satisfacer el propio ego, en opinión de Soren una excusa estúpida para dejarse llevar por el instinto.

Él también quería dormir con Anuar, debía aceptar, le gustaba la idea de tenerlo ahí cerca aunque estuviera dormido, realmente le hacía sentir como si estuviese compartiendo su eternidad con él. Ni siquiera con Erkki había dormido en una misma cripta o Ataud, tan siquiera en una cama, las pocas veces que habían pasado largos periodos de tiempo juntos (especialmente cuando era un vampiro joven) Erkki había sabido respetar la distancia que Soren ponía para con él.

- Esta bien... entonces dormiremos juntos – Dijo al fin, dándose por vencido, porque Anuar era tan terco como el caballo que yacía afuera y que había cabalgado por su libertad, sabía que no podría convencerlo de hacer algo así le ofreciera el mundo como regalo. - Nuestra última noche juntos... valla fin de semana de locos – Murmuró cerrándo los ojos y recostando su cabeza al lado de la de Anuar, permitiéndo sus labios rozar el flequillo del humano y acomodándose entre las piernas de este.

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