AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
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Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Recuerdo del primer mensaje :
Viernes 7:00 PM.
Cuando Denver detuvo la carrosa, sus manos ateridas por el frío le dolían mientras sostenía las cuerdas que controlaban a los caballos. Se quedó unos momentos sin moverse soplándose las manos en un vano intento de calentarse, el cliente sólo le había dado la indicación de dejar a Anuar en el borde del camino y regresar por donde había llegado. Pero ¿Como iba a dejar a ese jovencito en medio de un bosque en el borde de un camino que no llevaba a ninguna parte sin nisiquiera un candelabro? De repente se encontró pensando en lo peor. ¿Y si el cliente lo que quería era asesinarlo y que no hubiesen testigos? Porque en ese lugar hinóspito sería la carnada perfecta, el cuerpo podría ser escondido y jamás encontrado por la policía...
¿Tendría el chico una deuda pendiente con algún señor poderoso? ¿Estaría metido en un lio pasional? Pobre muchacho, con esa carita inocente que tenía. Denver comenzaba a sentir el remordimiento de consciencia carcomiéndolo por dentro, pero él era sólo un conductor ¿Que podía hacer para cambiar el destino oscuro de ese pobre y desnutrido joven?
- Hemos llegado - Anunció bajándo del carruaje buscando un candelabro y encendiéndolo para Anuar quien en algún momento del viaje se había metido dentro del carruaje de nuevo. Karl había dormido un par de horas también y se rascaba los ojos mientras bajaba el baúl con provisiones y lo depositaba en el suelo. El cliente además había dicho que el baúl se quedaba en ese lugar con Anuar.
- Fue un placer escoltarle hasta este lugar monsieur Dutuescu - Comenzó Denver con una sonrisa - Ahora yo debo volver... que Jesus y la virgen le protegan en su infinita misericordia - . Finalizó con un gesto bastante religioso y volviéndo a montar al carruaje, el viaje de regreso sería tedioso, así que probablemente su hijo le relevaría conduciéndo los caballos mientras el dormía un poco.
Viernes 7:00 PM.
Cuando Denver detuvo la carrosa, sus manos ateridas por el frío le dolían mientras sostenía las cuerdas que controlaban a los caballos. Se quedó unos momentos sin moverse soplándose las manos en un vano intento de calentarse, el cliente sólo le había dado la indicación de dejar a Anuar en el borde del camino y regresar por donde había llegado. Pero ¿Como iba a dejar a ese jovencito en medio de un bosque en el borde de un camino que no llevaba a ninguna parte sin nisiquiera un candelabro? De repente se encontró pensando en lo peor. ¿Y si el cliente lo que quería era asesinarlo y que no hubiesen testigos? Porque en ese lugar hinóspito sería la carnada perfecta, el cuerpo podría ser escondido y jamás encontrado por la policía...
¿Tendría el chico una deuda pendiente con algún señor poderoso? ¿Estaría metido en un lio pasional? Pobre muchacho, con esa carita inocente que tenía. Denver comenzaba a sentir el remordimiento de consciencia carcomiéndolo por dentro, pero él era sólo un conductor ¿Que podía hacer para cambiar el destino oscuro de ese pobre y desnutrido joven?
- Hemos llegado - Anunció bajándo del carruaje buscando un candelabro y encendiéndolo para Anuar quien en algún momento del viaje se había metido dentro del carruaje de nuevo. Karl había dormido un par de horas también y se rascaba los ojos mientras bajaba el baúl con provisiones y lo depositaba en el suelo. El cliente además había dicho que el baúl se quedaba en ese lugar con Anuar.
- Fue un placer escoltarle hasta este lugar monsieur Dutuescu - Comenzó Denver con una sonrisa - Ahora yo debo volver... que Jesus y la virgen le protegan en su infinita misericordia - . Finalizó con un gesto bastante religioso y volviéndo a montar al carruaje, el viaje de regreso sería tedioso, así que probablemente su hijo le relevaría conduciéndo los caballos mientras el dormía un poco.
Última edición por Soren Kaarkarogf el Sáb Oct 16, 2010 5:55 pm, editado 1 vez
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
- Sigueme entonces - Tomó a Anuar por los hombros y lo alzó como a un muñeco, luego dio un buen saltó y quedó al otro lado de la cerca. Lo depositó en el suelo suavemente y le tomó de la mano una vez para conducirle rápidamente por el pastal donde seguramente mantenían los caballos de día, no le gustaba la sensación de estar corriendo en un campo abierto, podrían ser detectados fácilmente si alguien se asomaba por la ventana y prestaba atención, pero tenían la oscuridad a su favor, sólo la luna iluminaba el lugar con sus rayos metálicos, por su posición debía suponer que era un poco más de las 9 y por lo general la gente en el campo solía ir a dormir a las 7.
He ido un par de veces – Murmuró recordando la corte de los milagros – Se consigue mercancía muy buena en esos lugares, los gitanos suelen ir mucho allí y yo prefiero hacer negocios con ellos que con grandes empresarios...- Ya le explicaría el porque a Anuar cuando este fuera a visitar su tienda y comprendiera la naturaleza de los objetos allí exhibidos.
Corrieron un poco más y finalmente arribaron al establo, Soren se pegó a la pared de madera y se asomó disimuladamente por una esquina, el lugar estaba tan sólo como minutos antes y apenas si se escuchaban los gorgoteos nerviosos de las gallinas que habían escuchado sus pasos. Entonces justo cuando se disponía a entrar en el granero, unos ojos amarillos y amenazadores brillaron en la oscuridad como un par de pedazos de oro, seguido por un gruñido amenazador. Soren se colocó frente a Anuar en un movimiento instintivo y entonces un enorme pastor alemán fue emergiendo de las sombras enseñando sus amarillentos colmillos.
Si ladraba despertaría a los residentes de la casa, eso era fijo, pensó en esos segundos – No hagas ruido – Le susurró a Anuar sin mirarlo, el perro parecía estar a punto de saltar.
He ido un par de veces – Murmuró recordando la corte de los milagros – Se consigue mercancía muy buena en esos lugares, los gitanos suelen ir mucho allí y yo prefiero hacer negocios con ellos que con grandes empresarios...- Ya le explicaría el porque a Anuar cuando este fuera a visitar su tienda y comprendiera la naturaleza de los objetos allí exhibidos.
Corrieron un poco más y finalmente arribaron al establo, Soren se pegó a la pared de madera y se asomó disimuladamente por una esquina, el lugar estaba tan sólo como minutos antes y apenas si se escuchaban los gorgoteos nerviosos de las gallinas que habían escuchado sus pasos. Entonces justo cuando se disponía a entrar en el granero, unos ojos amarillos y amenazadores brillaron en la oscuridad como un par de pedazos de oro, seguido por un gruñido amenazador. Soren se colocó frente a Anuar en un movimiento instintivo y entonces un enorme pastor alemán fue emergiendo de las sombras enseñando sus amarillentos colmillos.
Si ladraba despertaría a los residentes de la casa, eso era fijo, pensó en esos segundos – No hagas ruido – Le susurró a Anuar sin mirarlo, el perro parecía estar a punto de saltar.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Se sentía como un muñeco de trapo cuando Soren hacia ese tipo de cosas habia en un principio supuesto que no debía sentirse mal, era cosa de vampiro tener aquella agilidad y fuerza un humano no podia compararse en aquel sentido con un ser no viviente como aquellos…su corazón no latía y aun asi rondaban por la faz de la tierra en su compañía, una danza de razas que jamás se extinguiría no por lo menos hasta que la noche desapareciera y el manto de la obscuridad no pudiese abrigar mas sus cuerpos.
Sujeto su mano comenzando a andar en silencio el mayor posible, procurando que sus ruidosos zapatos no hicieron sonido alguno contra el césped, que no hicieran crujir ninguna varilla ni hoja seca, porque el mas minimo sonido podia provocar a los animales a pedir socorro o despertar en su defecto a las personas y su atención, no quería tener que salir corriendo del lugar aunque sin dudas era una opción tentadora a una mente anarquista la cual, no era su caso.
-¿en verdad?...tendré que ir un dia de estos- asevero en voz baja, suponía que con los gitanos se podían regatear mas los precios y que menos necesitaba el que el dinero le escaseaba aun en la canasta básica, debía conseguir comida para Lit, viro el rostro observando la casona a un lado varios metros mas alla, con un amplio ventanal que daba justo hacia ellos, si a alguno de sus habitantes s ele ocurria asomarse y no recaía ya en un profundo sueño les distinguiría amenos de estar medio miope.
Se detuvo tras del vampiro pegándose a la pared sin asi dejar caer su cuerpo sobre ella ¿Qué ocurriría si ante el peso rechinaba? ¿Qué no hiciera que? Asomo el rostro por encima del hombro del vampiro observando al can con asombro ¿Por qué debían tener un perro guardia? No le gustaban los animales mucho menos cuando se mostraban agresivos. Sabia que si se disponía a ladrar no podrían mas que salir huyendo del lugar ¿pretendía usar sus habilidades mentales con el animal como lo habia hecho en el circo con el hombre? No estaba seguro y estar estático era lo único que le quedaba por hacer.
Sujeto su mano comenzando a andar en silencio el mayor posible, procurando que sus ruidosos zapatos no hicieron sonido alguno contra el césped, que no hicieran crujir ninguna varilla ni hoja seca, porque el mas minimo sonido podia provocar a los animales a pedir socorro o despertar en su defecto a las personas y su atención, no quería tener que salir corriendo del lugar aunque sin dudas era una opción tentadora a una mente anarquista la cual, no era su caso.
-¿en verdad?...tendré que ir un dia de estos- asevero en voz baja, suponía que con los gitanos se podían regatear mas los precios y que menos necesitaba el que el dinero le escaseaba aun en la canasta básica, debía conseguir comida para Lit, viro el rostro observando la casona a un lado varios metros mas alla, con un amplio ventanal que daba justo hacia ellos, si a alguno de sus habitantes s ele ocurria asomarse y no recaía ya en un profundo sueño les distinguiría amenos de estar medio miope.
Se detuvo tras del vampiro pegándose a la pared sin asi dejar caer su cuerpo sobre ella ¿Qué ocurriría si ante el peso rechinaba? ¿Qué no hiciera que? Asomo el rostro por encima del hombro del vampiro observando al can con asombro ¿Por qué debían tener un perro guardia? No le gustaban los animales mucho menos cuando se mostraban agresivos. Sabia que si se disponía a ladrar no podrían mas que salir huyendo del lugar ¿pretendía usar sus habilidades mentales con el animal como lo habia hecho en el circo con el hombre? No estaba seguro y estar estático era lo único que le quedaba por hacer.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
El perro dio un par de pasos cortos, con el lomo arqueado y las orejas agachadas en una obvia posición de ataque, gruñendo y gravemente, castañeando los colmillos amenazadoramente. Soren sonrió, no sentía miedo ¿Porqué habría de sentirlo? un mordisco suyo mandaría al infeliz can al otro mundo, si le mordía en el cuello, el pobre animal no podría hacer nada, también podía partirle las costillas de una patada o quebrarle las piernas ¿Pero en que estaba pensando? Recuerda con quien estás.
Se quedó mirando al perro fijamente a los ojos, si le mostrabas miedo a los animales más fácil te atacarían, el cuerpo soltaba feromonas que deleitaban el hocico de cualquier depredador sediento de sangre, valla si él sabía de ese tipo de cosas. Intento aplacar su instinto más primario de animal, intentó opacar el deseo de atacar que crecía desmesurado en su interior, obligándose a recordar que ese desgraciado animal, no tenía la culpa de nada. El perro cumplía con su deber, protegía a quienes le daban comida y reaccionaba ante los intrusos.
Soren le enseñó los colmillos al animal, dejando escapar un gruñido mucho más agudo, mucho más parecido al rugido de un leopardo combinado con el zizeo de una serpiente de cascabel. Un sonido que, pondría los pelos de punta a cualquiera, incluido un can de 30 kilos. El perro olfateó el aire y arrugó el hocico, mientras sus orejas cambiaban de posición y retrocedía con auténtico pánico en los ojos, corrió con el rabo entre las piernas, metiéndose en su casita de madera.
- La ley del más fuerte – Murmuró y su voz sonó extrañamente parecida al sonido de un animal, pera como si las palabras aunque estuvieran moduladas en el idioma humano, tuviesen el timbre y la entonación de un ladrido. - Los animales son listos y pueden ver y oler cosas que los humanos no... saben a quien deben respetar – Agregó y entonces se giró hacía Anuar – Quizás por eso... - Agregó observándole con esa misma mirada fiera que había hecho al perro huir – No sabes que deberías temer... - Finalizado esto, buscó los labios del chico, besándolo o mordiéndolo, no podía encontrar la diferencia.
Se quedó mirando al perro fijamente a los ojos, si le mostrabas miedo a los animales más fácil te atacarían, el cuerpo soltaba feromonas que deleitaban el hocico de cualquier depredador sediento de sangre, valla si él sabía de ese tipo de cosas. Intento aplacar su instinto más primario de animal, intentó opacar el deseo de atacar que crecía desmesurado en su interior, obligándose a recordar que ese desgraciado animal, no tenía la culpa de nada. El perro cumplía con su deber, protegía a quienes le daban comida y reaccionaba ante los intrusos.
Soren le enseñó los colmillos al animal, dejando escapar un gruñido mucho más agudo, mucho más parecido al rugido de un leopardo combinado con el zizeo de una serpiente de cascabel. Un sonido que, pondría los pelos de punta a cualquiera, incluido un can de 30 kilos. El perro olfateó el aire y arrugó el hocico, mientras sus orejas cambiaban de posición y retrocedía con auténtico pánico en los ojos, corrió con el rabo entre las piernas, metiéndose en su casita de madera.
- La ley del más fuerte – Murmuró y su voz sonó extrañamente parecida al sonido de un animal, pera como si las palabras aunque estuvieran moduladas en el idioma humano, tuviesen el timbre y la entonación de un ladrido. - Los animales son listos y pueden ver y oler cosas que los humanos no... saben a quien deben respetar – Agregó y entonces se giró hacía Anuar – Quizás por eso... - Agregó observándole con esa misma mirada fiera que había hecho al perro huir – No sabes que deberías temer... - Finalizado esto, buscó los labios del chico, besándolo o mordiéndolo, no podía encontrar la diferencia.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Observo a uno y otro en silenciosos minutos que mas le parecieron horas y comenzó a preguntarse si el sol no estaba ya a punto de emerger entre las sombras iluminándolo todo con sus ases de luz, fuego y oro fundidos sobre el suelo. El animal se alejo entonces con un gesto visible de sumisión, como si de un segundo a otro hubiese recapacitado que no podia contra aquel ser.
¿La ley del más fuerte? Y los vampiros se encontraban en la cima de la pirámide vaya cosa ¿de que se alimentaba los vampiros? Claro, humanos eso le volvía una presa y un depredador como las personas que no conocían a dichos seres querían suponer ser y no asi sucedía. Enarco una ceja al escucharle decir aquello ¿respetar? ¿Estaba diciendo acaso que debía respetarle? No estaba demasiado seguro de modo que prefirió restarle importancia a sus palabras no sabía a donde iria a dar si todo lo que de sus labios salía lo tomaba con la literes con que solía hacerlo.
No desvió la mirada cuando sus ojos se posaron sobre los ajenos aunque un vacio le embargo al instante el interior, destajando lentamente cualquier seguridad antes mostrada, apretó la quijada serenándose cada vez parecía ser mas vulnerable a lo que Soren hacia y decía. Abrio los labios para reclamar cuando los del vampiro se cernían ya sobre los propios con una brusquedad impropia.
Cerro los parpados colocando su mano sobre la mejilla del vampiro, tirando de su rostro hacia atrás para alejar sus labios –quizas soy demasiado torpe para ver lo obvio- mascullo observándole con seriedad, introduciendo suavemente su pulgar en la boca de Soren, moviendo su labio inferior y rozando su piel contra sus dientes –pero hemos venido por la leche ¿te has olvidado? No deberíamos tardarnos demasiado- murmuro observando de soslayo el ventanal de la construcción.
¿La ley del más fuerte? Y los vampiros se encontraban en la cima de la pirámide vaya cosa ¿de que se alimentaba los vampiros? Claro, humanos eso le volvía una presa y un depredador como las personas que no conocían a dichos seres querían suponer ser y no asi sucedía. Enarco una ceja al escucharle decir aquello ¿respetar? ¿Estaba diciendo acaso que debía respetarle? No estaba demasiado seguro de modo que prefirió restarle importancia a sus palabras no sabía a donde iria a dar si todo lo que de sus labios salía lo tomaba con la literes con que solía hacerlo.
No desvió la mirada cuando sus ojos se posaron sobre los ajenos aunque un vacio le embargo al instante el interior, destajando lentamente cualquier seguridad antes mostrada, apretó la quijada serenándose cada vez parecía ser mas vulnerable a lo que Soren hacia y decía. Abrio los labios para reclamar cuando los del vampiro se cernían ya sobre los propios con una brusquedad impropia.
Cerro los parpados colocando su mano sobre la mejilla del vampiro, tirando de su rostro hacia atrás para alejar sus labios –quizas soy demasiado torpe para ver lo obvio- mascullo observándole con seriedad, introduciendo suavemente su pulgar en la boca de Soren, moviendo su labio inferior y rozando su piel contra sus dientes –pero hemos venido por la leche ¿te has olvidado? No deberíamos tardarnos demasiado- murmuro observando de soslayo el ventanal de la construcción.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Inesperado como siempre, Anuar había reaccionado de una manera que no había previsto. Lo normal hubiera sido que el humano se mostrara temeroso, lo normal hubiera sido que el humano hubiese caído bajo el encanto seductor que todo Vampiro tenía, porque ese encanto era inherente a la personalidad del vampiro, era algo que se ganaba con la transformación, algo inconsciente que salía relucir de vez en cuando en Soren y que en otros vampiros era un estado constante que usaban a su provecho. De cualquier forma, Anuar no sólo no se había asustado, sino que se había atrevido inclusive a rechazar el beso y osadamente poner un dedo en sus labios como retándole a morderle.
¿Desde cuando eres un perrito faldero Soren? ¿Desde cuando somos la mascota?
Parpadeó, escuchando su propia voz en su mente, mirando a Anuar, pero sin verlo, intentando entender porque se sentía tan extraño y vulnerable cuando en teoría tenía todo bajo su control. ¿Porqué? ¿Porqué?.
Asintió con la cabeza a lo que dijo el chico, recordando la leche, comenzando a caminar hacía el molino ya sin tomarle de la mano para guiarle, porque estaba confundido y una persona confundida no era un buen guía. Abrió la puerta del granero lentamente, la oscuridad era absoluta allí dentro y un delicado haz de luz se filtró por la puerta dejando entrever las siluetas oscuras de los animales. Las gallinas gorgotearon nerviosas con la presencia del vampiro y un caballo relinchó quedamente al fondo.
Caminó hacía las vacas, sintiendo que la adrenalina del momento le hacía olvidar sus pensamientos y reflexiones sobre Anuar, el peligro seduciéndolo y hipnotizarlo para que se metiera ciegamente a la boca del lobo. Buscó con la mirada por unos minutos y encontró lo que quería, un cuenco donde pudiera echar la leche. Sonrió divertido haciéndole ceñas a Anuar para que se acercara.
¿Desde cuando eres un perrito faldero Soren? ¿Desde cuando somos la mascota?
Parpadeó, escuchando su propia voz en su mente, mirando a Anuar, pero sin verlo, intentando entender porque se sentía tan extraño y vulnerable cuando en teoría tenía todo bajo su control. ¿Porqué? ¿Porqué?.
Asintió con la cabeza a lo que dijo el chico, recordando la leche, comenzando a caminar hacía el molino ya sin tomarle de la mano para guiarle, porque estaba confundido y una persona confundida no era un buen guía. Abrió la puerta del granero lentamente, la oscuridad era absoluta allí dentro y un delicado haz de luz se filtró por la puerta dejando entrever las siluetas oscuras de los animales. Las gallinas gorgotearon nerviosas con la presencia del vampiro y un caballo relinchó quedamente al fondo.
Caminó hacía las vacas, sintiendo que la adrenalina del momento le hacía olvidar sus pensamientos y reflexiones sobre Anuar, el peligro seduciéndolo y hipnotizarlo para que se metiera ciegamente a la boca del lobo. Buscó con la mirada por unos minutos y encontró lo que quería, un cuenco donde pudiera echar la leche. Sonrió divertido haciéndole ceñas a Anuar para que se acercara.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Avanzo detrás de el entre la obscuridad, intentando adivinar sus pasos aun en aquel manto que le nublaba la visión impidiéndole observar las cosas con la nitidez que la luz del dia le proporcionaba sabia que para Soren aquello no era mayor inconveniente pero el, un simple humano sin mayor afán en la vida, sin un gaje de vampiro para ver en la obscuridad debía observar el suelo por el cual andaba, con las pupilas completamente dilatadas y aun asi no logrando vislumbrar nada con claridad.
Escucho la melodía que los animales hacían en anonimato impasible, porque sabia bien que animal hacia cada sonido y aun asi no podia atinar a señalarlo y asegurar algo que no podia aseverar por ayuda de los sentidos sino de uno de ellos, avanzo algunos pasos sorteando cualquier objeto en el suelo que no le resultase familiar, las gallinas no se inmutaban con su presencia tanto como lo hacían con la de Soren.
Siguió al vampiro en silencio observando lo que llevaba entre las manos, adecuando la mirada para atinar a decir y pensar que se trataba de cuenco, lo de ordeñar la vaca iba en serio…busco con la mirada donde se encontraba dicho animal, solo esperaba no molestarla y que enojada fuese a comenzar a mugir llamando la atención de todos dentro de la granja, hacer que las gallinas fuesen de aquí a alla, los cabellos pateasen los corrales y se armase un caos en el cual se verían inmiscuidos como objeto central.
-¿Cómo se ordeña?- le cuestiono en voz baja ubicándose a un lado del animal, suspiro ampliamente y llevando una mano a la cabeza, mesando sus cabellos con suavidad, lo estaba analizando, se sentaría a un lado de ella colocaría el cuenco sobre el suelo y después…¿debia apretar las ubres? ¿la leche saldría sin mas? Que complejo resultaba ser todo, apretaría y ya, si salía o recibía una patada serian solo retribución de la aventura.
Escucho la melodía que los animales hacían en anonimato impasible, porque sabia bien que animal hacia cada sonido y aun asi no podia atinar a señalarlo y asegurar algo que no podia aseverar por ayuda de los sentidos sino de uno de ellos, avanzo algunos pasos sorteando cualquier objeto en el suelo que no le resultase familiar, las gallinas no se inmutaban con su presencia tanto como lo hacían con la de Soren.
Siguió al vampiro en silencio observando lo que llevaba entre las manos, adecuando la mirada para atinar a decir y pensar que se trataba de cuenco, lo de ordeñar la vaca iba en serio…busco con la mirada donde se encontraba dicho animal, solo esperaba no molestarla y que enojada fuese a comenzar a mugir llamando la atención de todos dentro de la granja, hacer que las gallinas fuesen de aquí a alla, los cabellos pateasen los corrales y se armase un caos en el cual se verían inmiscuidos como objeto central.
-¿Cómo se ordeña?- le cuestiono en voz baja ubicándose a un lado del animal, suspiro ampliamente y llevando una mano a la cabeza, mesando sus cabellos con suavidad, lo estaba analizando, se sentaría a un lado de ella colocaría el cuenco sobre el suelo y después…¿debia apretar las ubres? ¿la leche saldría sin mas? Que complejo resultaba ser todo, apretaría y ya, si salía o recibía una patada serian solo retribución de la aventura.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Cuando Anuar se acercó y le preguntó sobre ese misterioso arte de sacar leche de una vaca, el vampiro Sonrió sentándose en la butaca de madera, haciéndose a un lado, casi quedando al borde para que el humano se sentara a su lado – Nunca lo he hecho, pero vi como se hacía en un libro – Volvió a decir sin dejar de sonreír – Cuando vivía en el castillo, nuestros campesinos llevaban la leche ya lista para beber, yo los veía llegar en carretas desde la ventana de mi habitación y siempre me moría de curiosidad, preguntándome como podían sacar la leche de las vacas – Explicó con ojos soñadores – Tenía miles de teorías, cada dos días que traían la leche, yo me imaginaba algo distinto -
Comenzó a arremangarse la camisa para dejar los antebrazos desnudos, buscando la ubre de la vaca que tenía justo frente a él, la vaca parecía bastante nerviosa con la presencia de extraños en el lugar y movía la cola de aquí para allá y pateaba el suelo suavemente con impaciencia.
-Sólo había visto vacas en los libros, pues en esas épocas no podía salir del castillo sólo y menos a visitar los establos o las fincas campesinas, así pues que nunca tuve la oportunidad de ver como se hacía, ahora finalmente luego de tantos años, estoy frente a una de verdad y podré comprobar por mi mismo el milagro – Se quedó observando al animal con expresión soñadora, pensando que Dios había creado todas esas criaturas amables que brindaban al hombre tantos favores, un milagro de la creación sin duda.
-Bien... - Murmuró carraspeando - ¿Me permite usted madame Vaca un poco de su leche? - Le pidió con cortesía y se quedó esperando la respuesta que, como era de esperarse no llegó, pues la vaca apenas si sacudió las orejas para alejar algunos misquitos.
Comenzó a arremangarse la camisa para dejar los antebrazos desnudos, buscando la ubre de la vaca que tenía justo frente a él, la vaca parecía bastante nerviosa con la presencia de extraños en el lugar y movía la cola de aquí para allá y pateaba el suelo suavemente con impaciencia.
-Sólo había visto vacas en los libros, pues en esas épocas no podía salir del castillo sólo y menos a visitar los establos o las fincas campesinas, así pues que nunca tuve la oportunidad de ver como se hacía, ahora finalmente luego de tantos años, estoy frente a una de verdad y podré comprobar por mi mismo el milagro – Se quedó observando al animal con expresión soñadora, pensando que Dios había creado todas esas criaturas amables que brindaban al hombre tantos favores, un milagro de la creación sin duda.
-Bien... - Murmuró carraspeando - ¿Me permite usted madame Vaca un poco de su leche? - Le pidió con cortesía y se quedó esperando la respuesta que, como era de esperarse no llegó, pues la vaca apenas si sacudió las orejas para alejar algunos misquitos.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
No tardo demasiado en decidir sentarse a su lado y observar y escuchar lo que sus manos y labios decidían explicarle ¿todo lo conocía de libros? Comenzaba a dudar un poco al respecto el conocía si y no la mayoría de las cosas por los libros, la vida le habia metido zancadillas una y otra vez parecía no aburrirse de verle y caer y levantarse porque no importaba que se comprometía ahora, a jamás quedarse en el suelo, no darle aquella satisfacción a ningun persona viva o muerta, el destino o el azar, a la vida o a la muerte.
-¿y cual era la que te parecía mas convincente?- le cuestiono con curiosidad queriendo saber las retorcidas y seguramente graciosas ideas que había tenido en antaño cuando era pequeño sobre la recolección de leche, quizás creía que después de una charla amena con el animal este decidía darle o no un poco de aquel blancuzco liquido, sonrió para sus adentros aguardando por su respuesta, con impaciencia.
Viro el rostro para poder verle, aquellos azulados orbes resguardados tras la seguridad de las gafas, sonrio de medio lado observando donde sus manos se perdían y sus palabras amigables y cordiales tenían lugar, no pudo evitar soltar una suave risa que mas pareció el roce del rio contra la tierra, calmo, sereno -¿y si aprietas un poco?- le cuestiono en voz baja ahogando la risa con una amplia sonrisa que termino sobre la mejilla del vampiro convertida en un beso inusual, pues por la curvatura de sus labios sus dientes terminaron rozando parte de la piel del vampiro sin asi desearlo.
Inclino su cuerpo hacia enfrente tomando otras de las urbes, observando al animal como buscando una aprobación de su parte, termino apretando suavemente la ubre de arriba abajo, recibiendo un mugido y un suave sonido en la cubeta, como de agua cayendo sobre ella, sonrio levantando el rostro para observar el brusco movimiento del animal el cual, le obligo a intentar retroceder y por inercia tropezar con el banquillo y caer de espaldas al suelo –cuando minimo algo a salido- murmuro con las piernas sobre el banquillo.
-¿y cual era la que te parecía mas convincente?- le cuestiono con curiosidad queriendo saber las retorcidas y seguramente graciosas ideas que había tenido en antaño cuando era pequeño sobre la recolección de leche, quizás creía que después de una charla amena con el animal este decidía darle o no un poco de aquel blancuzco liquido, sonrió para sus adentros aguardando por su respuesta, con impaciencia.
Viro el rostro para poder verle, aquellos azulados orbes resguardados tras la seguridad de las gafas, sonrio de medio lado observando donde sus manos se perdían y sus palabras amigables y cordiales tenían lugar, no pudo evitar soltar una suave risa que mas pareció el roce del rio contra la tierra, calmo, sereno -¿y si aprietas un poco?- le cuestiono en voz baja ahogando la risa con una amplia sonrisa que termino sobre la mejilla del vampiro convertida en un beso inusual, pues por la curvatura de sus labios sus dientes terminaron rozando parte de la piel del vampiro sin asi desearlo.
Inclino su cuerpo hacia enfrente tomando otras de las urbes, observando al animal como buscando una aprobación de su parte, termino apretando suavemente la ubre de arriba abajo, recibiendo un mugido y un suave sonido en la cubeta, como de agua cayendo sobre ella, sonrio levantando el rostro para observar el brusco movimiento del animal el cual, le obligo a intentar retroceder y por inercia tropezar con el banquillo y caer de espaldas al suelo –cuando minimo algo a salido- murmuro con las piernas sobre el banquillo.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
La risita de Anuar rompió su concentración y sus dientes contra su mejilla fueron algo inusual más no desagradable, comprendió entonces que el chico se estaba burlando de él y un intenso sonrojo invadió sus mejillas. Seguro que para cualquier humano ver a otro hablar con una vaca sería simplemente ridículo, pero Soren creía que la cordialidad era muy importante, había que mostrarle respeto a todas las bestia, el mundo sería un lugar distinto si la gente aprendía a respetar inclusive a los que se suponía eran inferiores.
¡Ya la iba a apretar! - Se quejó azorado ante las acciones de Anuar, quien se le había adelantado, sacando algo de leche y terminando con el trasero contra le pajar. - Pero hay que pedirle permiso primero... ¿Que pensarías si fueras vaca y de repente llegan dos desconocidos a agarrate las...te...ubres? - Agregó llevándose las manos a la cintura aún colorado, aunque no pudo evitar que una risa se le escapara de los labios al ver la posición de Anuar.
La vaca mugió suavemente, moviendo la cabeza, como si adivinara que ese par de tipos que intentaban ordeñarla no tenían ni la más remota idea de lo que hacían. Pero era una buena vaca, pensaba Soren mientras paseaba su pálida mano por el lomo del animal jaspeado de manchas irregulares – Una vaca paciente – Comentó palmeandola con seguridad. - Perdona a mi compañero, no sabe tratar a una dama – Prosiguió con su discurso y dejó que su mano se dirigiera a las ubres – Se que esto es incómodo, pero créame que soy todo un caballero – Agregó envolviendo entre sus dedos una de las tetas.
Apretó suavemente y nada salió. Soren miró a la vaca y luego a la ubre intentando entender lo que pasaba y apretó más duro, pero tampoco salió nada, sólo un mugido impaciente del animal, se agachó más para observar la ubre con atención – Pero que pas...- Y no alcanzó a terminar la frase porque el chorro de leche salió a presión dándole de lleno en las gafas, sapicandole por toda la cara – Jo...der -
¡Ya la iba a apretar! - Se quejó azorado ante las acciones de Anuar, quien se le había adelantado, sacando algo de leche y terminando con el trasero contra le pajar. - Pero hay que pedirle permiso primero... ¿Que pensarías si fueras vaca y de repente llegan dos desconocidos a agarrate las...te...ubres? - Agregó llevándose las manos a la cintura aún colorado, aunque no pudo evitar que una risa se le escapara de los labios al ver la posición de Anuar.
La vaca mugió suavemente, moviendo la cabeza, como si adivinara que ese par de tipos que intentaban ordeñarla no tenían ni la más remota idea de lo que hacían. Pero era una buena vaca, pensaba Soren mientras paseaba su pálida mano por el lomo del animal jaspeado de manchas irregulares – Una vaca paciente – Comentó palmeandola con seguridad. - Perdona a mi compañero, no sabe tratar a una dama – Prosiguió con su discurso y dejó que su mano se dirigiera a las ubres – Se que esto es incómodo, pero créame que soy todo un caballero – Agregó envolviendo entre sus dedos una de las tetas.
Apretó suavemente y nada salió. Soren miró a la vaca y luego a la ubre intentando entender lo que pasaba y apretó más duro, pero tampoco salió nada, sólo un mugido impaciente del animal, se agachó más para observar la ubre con atención – Pero que pas...- Y no alcanzó a terminar la frase porque el chorro de leche salió a presión dándole de lleno en las gafas, sapicandole por toda la cara – Jo...der -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Se revolvió sobre el suelo hasta lograr bajar los pies del banquillo, levantandoce entonces con las manos apoyadas en sus rodillas, sacudiéndolas apenas estuvo de pie con cierto deje de alegría en el rostro, invisible por la obscuridad del lugar eso por lo menos para otro humano pero Soren no era un humano y aquello tenia también sus desventajas.
-no los dejaría…¿no es acaso obvio?- le cuestiono sonriendo de medio lado en su lugar si volver a sentarse por temor no estrafalario de volver a caer por algun brusco movimiento del animal aunque habia sido solo por haberle tomado desprevenido y haber intentando escapar de un posible golpe por parte del fornido animal aquel –pero las suyas no son…es decir ¿para eso son no? Debe estar acostumbrada ya- asevero asintiendo mientras observaba los fallidos intentos de Soren por conseguir algo de aquel liquido.
Enarco una ceja cruzándose de brazos -¿Qué sabes tu? ¿Qué si no quiere ser tratada como una dama?- le cuestiono cuestionándose el mismo ¿serian los animales capaces de entender esas complejidades del carácter y los sentimientos? Lo dudaba y no asi descartaba porque habia aprendido a creer que nada era imposible si no se decía en voz alta ¿no eran las abejas demasiado gordas para volar?¿y quien les habia dicho que no? Nadie…
Sus labios pronunciaron un bufido mezclado con una ahogada risa que no afloro pues de ser asi quizas se escucharía hasta la cabaña donde yacían las personas, se doblo por las mitad sonriendo de forma amplia aunque solo sus labios parecían estar alegres, el resto de su rostro seguía impasible, como siempre.
-¿Cómo sabe?- le cuestiono en voz baja acercándose, pasando su mano por el hocico del animal y entre sus ojos, acariciándole con una suavidad digna de cualquier de sus otros cuidadores -¿Cómo crees que se llame?- le cuestiono entonces pasando su mano por el lomo del corpulento animal, el cual contrajo con rapidez sus carnes meciendo la cola, quizas agradecida por sus caricias, quizas intentando alejarlo, no hablaba el idioma de los animales.
-no los dejaría…¿no es acaso obvio?- le cuestiono sonriendo de medio lado en su lugar si volver a sentarse por temor no estrafalario de volver a caer por algun brusco movimiento del animal aunque habia sido solo por haberle tomado desprevenido y haber intentando escapar de un posible golpe por parte del fornido animal aquel –pero las suyas no son…es decir ¿para eso son no? Debe estar acostumbrada ya- asevero asintiendo mientras observaba los fallidos intentos de Soren por conseguir algo de aquel liquido.
Enarco una ceja cruzándose de brazos -¿Qué sabes tu? ¿Qué si no quiere ser tratada como una dama?- le cuestiono cuestionándose el mismo ¿serian los animales capaces de entender esas complejidades del carácter y los sentimientos? Lo dudaba y no asi descartaba porque habia aprendido a creer que nada era imposible si no se decía en voz alta ¿no eran las abejas demasiado gordas para volar?¿y quien les habia dicho que no? Nadie…
Sus labios pronunciaron un bufido mezclado con una ahogada risa que no afloro pues de ser asi quizas se escucharía hasta la cabaña donde yacían las personas, se doblo por las mitad sonriendo de forma amplia aunque solo sus labios parecían estar alegres, el resto de su rostro seguía impasible, como siempre.
-¿Cómo sabe?- le cuestiono en voz baja acercándose, pasando su mano por el hocico del animal y entre sus ojos, acariciándole con una suavidad digna de cualquier de sus otros cuidadores -¿Cómo crees que se llame?- le cuestiono entonces pasando su mano por el lomo del corpulento animal, el cual contrajo con rapidez sus carnes meciendo la cola, quizas agradecida por sus caricias, quizas intentando alejarlo, no hablaba el idioma de los animales.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
La leche goteó por los lentes e inclusive le alcanzó a caer en un ojo, parpadeó viendo todo blancusco por un segundo, sacándose las gafas, con las mejillas coloradas escuchando las palabras de Anuar. Como disfrutaba el pintor burlándose de sus precarias habilidades en el arte de ordeñar vacas, pero ya encontraría la forma de devolverle la puya, le miró de reojo mientras con el dorso de la mano se limpiaba el ojo derecho, en la oscuridad podía apreciar esa risa que no había alcanzado a salir y entonces dejó escapar una sonrisa, porque al igual que al humano, a él también le gustaba verle reír aunque fuera a costa suya.
- Sabe bien – Mintió, porque en realidad no le sabía a nada, como todo lo que bebía o comía, se relamió los labios quitando las gotitas de leche que habían quedado dispersas por su piel y dejó las gafas manchadas aún de leche a un lado de la butaca de madera donde se encontraba sentado. Observó a Anuar acariciando al animal y sintió, más bien percibió como el nerviosismo del animal iba desapareciendo. - No se... a lo mejor no le han puesto hombre - Quizás la vaca estuviera acostumbrada a ser acariciada de esa manera mientras era ordeñada, o quizás simplemente su presencia allí fuera la que la inquietara, los animales tenían un mejor sentido del peligro que los humanos y podían ver y oler cosas que los humanos no, Soren podía percibir la inquietud de todos los habitantes de ese granero por su presencia. Las gallinas cacareaban nerviosas y los caballos pateaban con sus cascos el suelo, meneando la cabeza y la cola.
Soren serró los ojos y se concentró en usar el don de lenguas que todos los vampiros poseían, todos los vampiros (y algunas otras criaturas) podían desarrollar la capacidad de entender cualquier idioma y hablarlo sin necesidad de estudiarlo, pero nunca lo había usado con animales, aunque en teoría debía ser lo mismo pues los animales también tenían su propio lenguaje para comunicarse.
Abrió los labios y entonces un muy extraño sonido salió de sus labios, uno que, no sonaba específicamente como un mugido o un graznido o un maullido, sino como todo eso junto. Como si varios animales estuvieran haciendo sus correspondientes cantos al mismo tiempo. El establo se quedó inmediatamente en silencio luego de las 'palabras' del vampiro. Incluyendo a Soren, que no estaba muy seguro de lo que les acababa de 'decir'.
- Sabe bien – Mintió, porque en realidad no le sabía a nada, como todo lo que bebía o comía, se relamió los labios quitando las gotitas de leche que habían quedado dispersas por su piel y dejó las gafas manchadas aún de leche a un lado de la butaca de madera donde se encontraba sentado. Observó a Anuar acariciando al animal y sintió, más bien percibió como el nerviosismo del animal iba desapareciendo. - No se... a lo mejor no le han puesto hombre - Quizás la vaca estuviera acostumbrada a ser acariciada de esa manera mientras era ordeñada, o quizás simplemente su presencia allí fuera la que la inquietara, los animales tenían un mejor sentido del peligro que los humanos y podían ver y oler cosas que los humanos no, Soren podía percibir la inquietud de todos los habitantes de ese granero por su presencia. Las gallinas cacareaban nerviosas y los caballos pateaban con sus cascos el suelo, meneando la cabeza y la cola.
Soren serró los ojos y se concentró en usar el don de lenguas que todos los vampiros poseían, todos los vampiros (y algunas otras criaturas) podían desarrollar la capacidad de entender cualquier idioma y hablarlo sin necesidad de estudiarlo, pero nunca lo había usado con animales, aunque en teoría debía ser lo mismo pues los animales también tenían su propio lenguaje para comunicarse.
Abrió los labios y entonces un muy extraño sonido salió de sus labios, uno que, no sonaba específicamente como un mugido o un graznido o un maullido, sino como todo eso junto. Como si varios animales estuvieran haciendo sus correspondientes cantos al mismo tiempo. El establo se quedó inmediatamente en silencio luego de las 'palabras' del vampiro. Incluyendo a Soren, que no estaba muy seguro de lo que les acababa de 'decir'.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
-¿quieres ponerle uno?- le cuestiono con calma siguiendo el contorno casi indefinido de una de las manchas negras que sobre el lomo del animal se exponía con orgullo como si entre mas manchas tuviese mayor fuese su valor estimado su inteligencia o valentía, quizas entre las vacas habia también un condice, como debía haberlo en otros animales, quizas el tamaño del colmillo definia algo mas que un rostro hostil, en los caballos por ejemplo y según sabia el los dientes cambiaban con los años y en ellos podia saberse la edad del animal con facilidad. Por otro lado su mente comenzaba a pensar en la cantidad de nombres a poner, podia llamarse Matilda, Martha, Vactina, Felipa, Gertudris....Gertudris le sonaba bien.
Ceso los movimientos asi como todo lo demás se habia finalizado, ningun animal se atrevió a mover un solo ápice su cuerpo, ni un gorjeo ni relinchido, ni la paja moverse bajos sus patas, observo con gesto desconcertado a Soren ¿seria acaso posible que aquel sonido hubiese salido de sus labios? Aunque parecía mas venir de un lugar en su interior, sus propias palabras se petrificaron en su pecho atinando solo a producir una vaga sonrisa de medio lado cargada de risas y desconcierto.
-¿Qué les has dicho?- le cuestiono alejando su mano del peludo cuerpo del animal aunque era un pelaje extraño pegado a la carne que seguramente debía ser rosada o de algun tono similar, bajo la mirada para observar el cuenco con un chorro de blanco liquido casi imperceptible -¿puedes decirle a las gallinas que nos den huevos?- le cuestiono con curiosidad andando unos pasos, hasta escuchar como dichos animales se movían contoneando sus pomposas caderas, parecían no poseer cintura alguna -¿debo ser amables con ellas?- cuestiono por nueva cuenta acuclillándose, carraspeo decidiendo no hacerlo “señora gallina ¿me permite un huevo?” que inusual seria decir aquello.
Ceso los movimientos asi como todo lo demás se habia finalizado, ningun animal se atrevió a mover un solo ápice su cuerpo, ni un gorjeo ni relinchido, ni la paja moverse bajos sus patas, observo con gesto desconcertado a Soren ¿seria acaso posible que aquel sonido hubiese salido de sus labios? Aunque parecía mas venir de un lugar en su interior, sus propias palabras se petrificaron en su pecho atinando solo a producir una vaga sonrisa de medio lado cargada de risas y desconcierto.
-¿Qué les has dicho?- le cuestiono alejando su mano del peludo cuerpo del animal aunque era un pelaje extraño pegado a la carne que seguramente debía ser rosada o de algun tono similar, bajo la mirada para observar el cuenco con un chorro de blanco liquido casi imperceptible -¿puedes decirle a las gallinas que nos den huevos?- le cuestiono con curiosidad andando unos pasos, hasta escuchar como dichos animales se movían contoneando sus pomposas caderas, parecían no poseer cintura alguna -¿debo ser amables con ellas?- cuestiono por nueva cuenta acuclillándose, carraspeo decidiendo no hacerlo “señora gallina ¿me permite un huevo?” que inusual seria decir aquello.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
¿Ponerle un nombre a la vaca? Pensó observando al animal con seriedad, aquella vaca tenía cara de... - Madame Queena tercera de Borgette – Sentenció con solemnidad. Cuando el silencio fue demasiado denso, Soren miró nervioso a ambos lados escuchando las preguntas del chico, la verdad era que no estaba muy seguro de que les había dicho, pues los cerebros de los animales no eran tan complejos como los de los humanos y el lenguaje que usaban era más intuitivo y más hacía el instinto o los movimientos gestuales.
-No...estoy seguro – Murmuró hablando más bajo ya que al quedarse en silencio, temía que su voz fuera escuchada fuera del establo aunque lo dudaba, las personas debían seguir dormidas – Intenté tranquilizarles... se que mi presencia les incomoda, imagino que es como si un leopardo hubiese entrado en el establo o algo así, los animales sienten el peligro fácilmente y su instinto de conservación es fuerte -
La pregunta de Anuar le dejó pensando, arrugó el entrecejo pensativo, pensando si aquello podría ser, una gallina tenía un cerebro muy pequeño y no creía que fuera posible darle una orden tan compleja, además no estaba muy seguro de poder cacarear. - Debes ser amable con todas las criaturas – Murmuró se quedó de nuevo pensativo.
Y estaba entonces en medio de sus reflexiones, pensando en como podría comunicarse con las gallinas, cuando el grito de un hombre lo tomó desprevenido haciendo que diera un respingo en la butaca.
-¿Quien anda ahí? - Había gritado el hombre desde la puerta semi abierta, que por supuesto ninguno de los dos había atinado a cerrar – ¡No intente nada extrañó o le abro el buche a balazos! - Agregó. Soren sólo atinó a agarrar a Anuar por el brazo, ya que este era el que estaba más visible, parado en frente de la vaca y lo haló atrayendolo contra su cuerpo con fuerza, entonces un 'Click' rompió el silencio del lugar y Soren notó que en su afán, se había sentado sobre sus propias gafas olvidadas a un lado suyo, aún manchadas con leche.
-No...estoy seguro – Murmuró hablando más bajo ya que al quedarse en silencio, temía que su voz fuera escuchada fuera del establo aunque lo dudaba, las personas debían seguir dormidas – Intenté tranquilizarles... se que mi presencia les incomoda, imagino que es como si un leopardo hubiese entrado en el establo o algo así, los animales sienten el peligro fácilmente y su instinto de conservación es fuerte -
La pregunta de Anuar le dejó pensando, arrugó el entrecejo pensativo, pensando si aquello podría ser, una gallina tenía un cerebro muy pequeño y no creía que fuera posible darle una orden tan compleja, además no estaba muy seguro de poder cacarear. - Debes ser amable con todas las criaturas – Murmuró se quedó de nuevo pensativo.
Y estaba entonces en medio de sus reflexiones, pensando en como podría comunicarse con las gallinas, cuando el grito de un hombre lo tomó desprevenido haciendo que diera un respingo en la butaca.
-¿Quien anda ahí? - Había gritado el hombre desde la puerta semi abierta, que por supuesto ninguno de los dos había atinado a cerrar – ¡No intente nada extrañó o le abro el buche a balazos! - Agregó. Soren sólo atinó a agarrar a Anuar por el brazo, ya que este era el que estaba más visible, parado en frente de la vaca y lo haló atrayendolo contra su cuerpo con fuerza, entonces un 'Click' rompió el silencio del lugar y Soren notó que en su afán, se había sentado sobre sus propias gafas olvidadas a un lado suyo, aún manchadas con leche.
Última edición por Soren Kaarkarogf el Miér Nov 17, 2010 9:17 am, editado 1 vez
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
¿Con todas? Vaya cosa difícil era aquella muy a duras penas lograba intercambiar algunas palabras faltas de toda emoción con los desconocidos y solo si algo lograba llamar su atención lo cual sucedia en contadas ocasiones y con contados temas, el arte quizas, los artefactos inusuales y no asi los comportamiento sino quizas la forma de responder, cada persona era un libro abierto, cerrado, leído o en jeroglíficos la cuestión era que no deseaba leerlos todos y habia algunos que nadie deseaba hacerlo.
Abrio la boca para decir algo cuando una voz ajena y nada conocida hizo una intromisión no deseaba en la conversación tan amena y curiosa que estaban teniendo en aquel corral rodeados solos por los diminutos ojos de los animales y sus oídos que no importaban en demasía pues y pese a escuchar no podrían jamás comunicárselo a otro humano.
Sus parpados se abrieron desmesuradamente dejando destellar aquellos ojos de miel como dos tizones encendidos, centellando como la boquilla cromada del arma de fuego del hombre ¿sería Soren inmune a los disparos? No estaba seguro y deseaba que así fuese porque el mismo no lo era y un disparo certero de aquel hombre podría costarle algo más que un simple orificio en el cuerpo.
Se dejo jalar por el vampiro procurando no hacer ruido con los pies aunque su intento se vio ofuscado por un click cercano a ellos seguido de uno más lejano no sabía de armas pero quizás era el martillo siendo activado para seguidamente apretar el gatillo o quizás había sido solo el crujir de una ramilla bajo los pies de aquel hombre.
¿Y si golpeaba a la vaca para que esa a su vez desconcertara al hombre y el resto de los animales? Quizás en la revuelta pudiesen salir sin ser vistos, extendió la mano respirando profundamente y aun asi manteniendo el silencio que parecía poder cortarse con un cuchillo para la mantequilla desanudo con una mano el mecate que le mantenía en su lugar–lo lamento- murmuro de forma sorda y aa modo de cortesía antes de golpear con fuerza la parte trasera del animal el cual soltando una patada que por poco no se impactaba en su rostro mugió saliendo despedida a la única salida visible del lugar, haciendo revolotear y cacarear a gallinas y relinchar a los caballos en su lugar.
Tomo la mano de Soren tirando de el por entre las sombras, no se le podia pedir reaccionar con rapidez era un humano que decidia mejor cuando habia tiempo para pensar y reflexionar y vaya que si era asi.
Abrio la boca para decir algo cuando una voz ajena y nada conocida hizo una intromisión no deseaba en la conversación tan amena y curiosa que estaban teniendo en aquel corral rodeados solos por los diminutos ojos de los animales y sus oídos que no importaban en demasía pues y pese a escuchar no podrían jamás comunicárselo a otro humano.
Sus parpados se abrieron desmesuradamente dejando destellar aquellos ojos de miel como dos tizones encendidos, centellando como la boquilla cromada del arma de fuego del hombre ¿sería Soren inmune a los disparos? No estaba seguro y deseaba que así fuese porque el mismo no lo era y un disparo certero de aquel hombre podría costarle algo más que un simple orificio en el cuerpo.
Se dejo jalar por el vampiro procurando no hacer ruido con los pies aunque su intento se vio ofuscado por un click cercano a ellos seguido de uno más lejano no sabía de armas pero quizás era el martillo siendo activado para seguidamente apretar el gatillo o quizás había sido solo el crujir de una ramilla bajo los pies de aquel hombre.
¿Y si golpeaba a la vaca para que esa a su vez desconcertara al hombre y el resto de los animales? Quizás en la revuelta pudiesen salir sin ser vistos, extendió la mano respirando profundamente y aun asi manteniendo el silencio que parecía poder cortarse con un cuchillo para la mantequilla desanudo con una mano el mecate que le mantenía en su lugar–lo lamento- murmuro de forma sorda y aa modo de cortesía antes de golpear con fuerza la parte trasera del animal el cual soltando una patada que por poco no se impactaba en su rostro mugió saliendo despedida a la única salida visible del lugar, haciendo revolotear y cacarear a gallinas y relinchar a los caballos en su lugar.
Tomo la mano de Soren tirando de el por entre las sombras, no se le podia pedir reaccionar con rapidez era un humano que decidia mejor cuando habia tiempo para pensar y reflexionar y vaya que si era asi.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Comenzaba a creer ingenuamente que la velada terminaría pacíficamente, pero la aparición inesperada del hombre hizo que todo su cuerpo se pusiera tenso en cuestión de segundos, se quedó en blanco observando a Anuar en la oscuridad, debía idear un plan, una manera de distraer al hombre y salir de ahí o en el mejor de los casos esconderse con Anuar y que el hombre simplemente pensara que había sido un zorro el causante del ruido. No había contemplado la posibilidad de que la finca tuviera vigilantes nocturnos ¿Quien robaría una finca en medio de las montañas? Debían ser paranoicos o algo, porque usualmente la gente se iba a dormir temprano en esos lugares.
De todas las reacciones posibles, que Anuar pateara a la vaca fue lo último que se esperó, el pobre animal, de por si ya nervioso por los extraños corrió mugiendo haciendo sonar su campanilla, logrando alborotar al resto de animales, de repente el establo se convirtió en un concierto de ladridos, cacareos, graznidos, relinchos y maullidos, los animales asustados, se removían en sus jaulas y los que estaban libres correteaban por allí intentando escapar, mientras Anuar le alaba del brazo, Soren creyó ver un gato trepándose por una viga. Agarró sus deterioradas gafas y se las echó al bolsillo, lo peor que podría pasarles era que encontraran evidencia y lo incriminaran en París.
Se encontró siguiendo a Anuar hacía la oscuridad del establo, en donde suponía no había una puerta trasera, pues la única salida había sido obstruida por la vaca, ¿Que iba a hacer ahora? Tenía escasos segundos para pensar, el hombre no tardaría en apartar la vaca y entrar, Soren podría usar alguno de sus trucos vampiricos, pero habían dos inconvenientes, el primero que no quería arriesgarse a revelar su identidad a un humano que bien podría alertar a otros en la finca y asesinarlo era definitivamente no una opción y por otro lado... no había bebido en 3 días, desde la noche antes del viaje y cada que usaba sus técnicas mentales, requería de más sangre, era algo así como un deposito dentro de su cuerpo.
Una cosa tenía segura, debía proteger a Anuar a toda costa sin importar el precio. Pero si el caía débil, nada podría hacer por Anuar así que, debía pensar en una mejor estrategia para salir de allí sin ponerle en peligro, sabía muy bien que esa escopeta dejaría sin vida al humano en minutos, corrió tras a Anuar perdiéndose en la oscuridad del establo, observando todo a su alrededor, pensando en que podría usar a su conveniencia, pero todo lo que encontraba era paja y herramientas para labrar la tierra.
De todas las reacciones posibles, que Anuar pateara a la vaca fue lo último que se esperó, el pobre animal, de por si ya nervioso por los extraños corrió mugiendo haciendo sonar su campanilla, logrando alborotar al resto de animales, de repente el establo se convirtió en un concierto de ladridos, cacareos, graznidos, relinchos y maullidos, los animales asustados, se removían en sus jaulas y los que estaban libres correteaban por allí intentando escapar, mientras Anuar le alaba del brazo, Soren creyó ver un gato trepándose por una viga. Agarró sus deterioradas gafas y se las echó al bolsillo, lo peor que podría pasarles era que encontraran evidencia y lo incriminaran en París.
Se encontró siguiendo a Anuar hacía la oscuridad del establo, en donde suponía no había una puerta trasera, pues la única salida había sido obstruida por la vaca, ¿Que iba a hacer ahora? Tenía escasos segundos para pensar, el hombre no tardaría en apartar la vaca y entrar, Soren podría usar alguno de sus trucos vampiricos, pero habían dos inconvenientes, el primero que no quería arriesgarse a revelar su identidad a un humano que bien podría alertar a otros en la finca y asesinarlo era definitivamente no una opción y por otro lado... no había bebido en 3 días, desde la noche antes del viaje y cada que usaba sus técnicas mentales, requería de más sangre, era algo así como un deposito dentro de su cuerpo.
Una cosa tenía segura, debía proteger a Anuar a toda costa sin importar el precio. Pero si el caía débil, nada podría hacer por Anuar así que, debía pensar en una mejor estrategia para salir de allí sin ponerle en peligro, sabía muy bien que esa escopeta dejaría sin vida al humano en minutos, corrió tras a Anuar perdiéndose en la oscuridad del establo, observando todo a su alrededor, pensando en que podría usar a su conveniencia, pero todo lo que encontraba era paja y herramientas para labrar la tierra.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Su mente trabajaba a mil revoluciones por segundo si es que aquello era humanamente posible, imaginaba lo que podía hacer y lo que ocurriría de hacerlo y era por ello que era tan malo en tomar decisiones, el tiempo perdido en recapacitar todo era tiempo valioso para actuar pero no se le podía pedir a un buda ser violento y a un tirano ser justo, así pues se encamino con la espalda arqueada hacia enfrente hacia la parte que aparentaba ser la caballeriza dentro del mismo granero.
Sus dedos rasparon los pestillos que mantenían las puertas cerradas y entonces su mente trabajo nuevamente de aquella forma abrupta a la cual no estaba acostumbrado y a la que jamás llegaría a estarlo bien decía su padre que era un tarado cuando realmente se necesitaba de el y en efecto quizás el adjetivo no fuese tarado sino lento o inútil…porque cuando tomaba decisiones precipitadas las cosas jamás marchaban bien la vida se había encargado de demostrarle aquello.
Tiro de Soren intentando resguardarse de la luz de la luna que, colándose como virutas luminosas por la puerta principal comenzaban a bañar el lugar con una luz poco nítida más suficiente para ver mas allá de la mitad del lugar no quería saber que ocurriría si el hombre tenía buena vista. La vaca llegando ya al lugar donde el hombre fue sujeta de alguna forma rara e inusual captando su atención solo por unos efímeros segundos que le permitieron comenzaron a sacar el pestillo de los recintos de los equinos.
-subete- indico casi como una orden o como una suplica difiriendo del punto de vista en que quería tomarse, trepo en un caballo de en medio, los de frente le cubrirían y los de atrás también quizas le verían ya lejano, quizas le verían al salir no quería entonces pensar en que parte de su anatomía podría incrustarse el objeto de plomo.
No aguardo a ver si Soren subia o no de no hacerlo la atención del hombre estaría de todas formas en los caballos y su rápida huida iria quizas tras de el y entonces el vampiro podría salir del granero sin mas, palideció porque por un segundo se olvidar de respirar, inclino su cuerpo sobre el animal hasta dejar su rostro oculto por el flanco derecho tras el cuello del caballo que a galope junto con el resto emprendieron la ruidosa huida, relinchando y parándose en dos patas, abriéndose paso entre los animales y el hombre, encaminándole a la salida, la salvación o la condena.
Sus dedos rasparon los pestillos que mantenían las puertas cerradas y entonces su mente trabajo nuevamente de aquella forma abrupta a la cual no estaba acostumbrado y a la que jamás llegaría a estarlo bien decía su padre que era un tarado cuando realmente se necesitaba de el y en efecto quizás el adjetivo no fuese tarado sino lento o inútil…porque cuando tomaba decisiones precipitadas las cosas jamás marchaban bien la vida se había encargado de demostrarle aquello.
Tiro de Soren intentando resguardarse de la luz de la luna que, colándose como virutas luminosas por la puerta principal comenzaban a bañar el lugar con una luz poco nítida más suficiente para ver mas allá de la mitad del lugar no quería saber que ocurriría si el hombre tenía buena vista. La vaca llegando ya al lugar donde el hombre fue sujeta de alguna forma rara e inusual captando su atención solo por unos efímeros segundos que le permitieron comenzaron a sacar el pestillo de los recintos de los equinos.
-subete- indico casi como una orden o como una suplica difiriendo del punto de vista en que quería tomarse, trepo en un caballo de en medio, los de frente le cubrirían y los de atrás también quizas le verían ya lejano, quizas le verían al salir no quería entonces pensar en que parte de su anatomía podría incrustarse el objeto de plomo.
No aguardo a ver si Soren subia o no de no hacerlo la atención del hombre estaría de todas formas en los caballos y su rápida huida iria quizas tras de el y entonces el vampiro podría salir del granero sin mas, palideció porque por un segundo se olvidar de respirar, inclino su cuerpo sobre el animal hasta dejar su rostro oculto por el flanco derecho tras el cuello del caballo que a galope junto con el resto emprendieron la ruidosa huida, relinchando y parándose en dos patas, abriéndose paso entre los animales y el hombre, encaminándole a la salida, la salvación o la condena.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
El vampiro se quedó mirando las herramientas para labrar la tierra y demás, tentado frente a la idea de usar una pala para golpear al hombre en la cabeza y dejarlo inconsciente, cuando la voz de Anuar en medio del bullicio de los animales le había hecho girar el rostro y lo vio ya montado sobre uno de los caballos.
-No estarás hablando en serio – Murmuró, pero aquello estaba de más porque era obvio lo que el chico quería, Soren nunca había tenido mucha suerte con los caballos, aunque durante su trabajo en Estocolmo había tenido que cabalgar bastante, más por necesidad de aparentar que cualquier otra cosa, pues como vampiro era mucho más cómodo y eficaz recorrer distancias corriendo o saltando por los árboles, los caballos eran más lentos y se cansaban más rápido, sin mencionar que había que darles de comer.
¿Pero como reaccionaría ese campesino si viera a un hombre cargando a otro, corriendo a una velocidad inverosímil? La distancia del potrero era bastante grande, hasta el bosque y sería imposible que no les vieran, Soren prefería huir en el caballo y pasar por un ladrón común a que le tacharan de demonio y luego le montaran cazeria con la iglesia en París. Así pues que se montón en el caballo de un salto quedando tras de Anuar.
-Pero tu conduces – Le murmuró por encima del hombro, abrazándolo por la espalda, el caballo bajo sus pies relinchó nervioso con la presencia del vampiro – Oh lo olvide... monsieur Caballo ¿Sería tan amable de llevarme? - Comentó palmeándole el costado al caballo y acariciándole el fino pelo castaño. Los demás cabellos corrieron descarriados como pudieron hacía la única salida, relinchando y levantándose en dos patas amenazadoramente.
- ¿Pero que diablos pasa? - Gritó el hombre que ya había logrado calmar a la vaca y amarrarla a un madero.
-No estarás hablando en serio – Murmuró, pero aquello estaba de más porque era obvio lo que el chico quería, Soren nunca había tenido mucha suerte con los caballos, aunque durante su trabajo en Estocolmo había tenido que cabalgar bastante, más por necesidad de aparentar que cualquier otra cosa, pues como vampiro era mucho más cómodo y eficaz recorrer distancias corriendo o saltando por los árboles, los caballos eran más lentos y se cansaban más rápido, sin mencionar que había que darles de comer.
¿Pero como reaccionaría ese campesino si viera a un hombre cargando a otro, corriendo a una velocidad inverosímil? La distancia del potrero era bastante grande, hasta el bosque y sería imposible que no les vieran, Soren prefería huir en el caballo y pasar por un ladrón común a que le tacharan de demonio y luego le montaran cazeria con la iglesia en París. Así pues que se montón en el caballo de un salto quedando tras de Anuar.
-Pero tu conduces – Le murmuró por encima del hombro, abrazándolo por la espalda, el caballo bajo sus pies relinchó nervioso con la presencia del vampiro – Oh lo olvide... monsieur Caballo ¿Sería tan amable de llevarme? - Comentó palmeándole el costado al caballo y acariciándole el fino pelo castaño. Los demás cabellos corrieron descarriados como pudieron hacía la única salida, relinchando y levantándose en dos patas amenazadoramente.
- ¿Pero que diablos pasa? - Gritó el hombre que ya había logrado calmar a la vaca y amarrarla a un madero.
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
¿Qué el conducía? Si nunca antes había subido a un caballo y debía mencionar que era una cosa difícil e incómoda, apoyo sus manos entre sus piernas intentando alzarse aunque mas enfocado estaba en mantener su rostro bajo y su espalda encorvada de modo que no fuese visible su cuerpo sino hasta bien alejados estuviesen ambos ¿y si una de las balas le daba a Soren? A fin de cuentas el era quien estaba atrás, comenzó a preguntarse si aquello supondría algun daño grave o si con un poco de sangre y reposo se encontraría bien nuevamente, agito la cabeza haciendo caer los pensamientos como una maraña de telarañas adheridas fieramente a sus sienes.
Aguanto la respiración y apretó los parpados con fuerza casi al punto de pretender enlazarlos para siempre, como si con aquella fuerza pudiese ser posible no abrirlos nunca mas, el sonido del galope del caballo, de sus herraduras contra el suelo y el viento ulular en su oído era todo lo que podia escuchar eso y el fuerte ritmo que su corazón habia optado por tomar en aquellos instantes, presa del temor y la adrenalina que su cuerpo secretaba en aquellos instantes deteniendo el sistema digestivo para brindar energía a todas las demás acciones que el cuerpo hacia y debía realizar de encontrarse en peligro.
Un zumbido le roso el oído mientras el animal se alejaba con rapidez del granero casi anhelante en antaño del dia en que pudiese ser libre como si realmente pudiese haber practicado por semanas, meses e inclusive años aquel dia, entrenándose para no quedar a medio camino cuando la mayoría de los demás equinos iban ya varios metros por delante y alguno al ras de ellos, con las cabellas y largos cuellos compitiendo por ir primero.
-¿estas bien?- exclamo en un grito ahogado por el viento, se atrevió entonces a mirar por encima de su hombro el cada vez alejado granero, con el sonido de la vaca y gallinas inundando el ambiente nocturno en una sinfonía de horror.
Aguanto la respiración y apretó los parpados con fuerza casi al punto de pretender enlazarlos para siempre, como si con aquella fuerza pudiese ser posible no abrirlos nunca mas, el sonido del galope del caballo, de sus herraduras contra el suelo y el viento ulular en su oído era todo lo que podia escuchar eso y el fuerte ritmo que su corazón habia optado por tomar en aquellos instantes, presa del temor y la adrenalina que su cuerpo secretaba en aquellos instantes deteniendo el sistema digestivo para brindar energía a todas las demás acciones que el cuerpo hacia y debía realizar de encontrarse en peligro.
Un zumbido le roso el oído mientras el animal se alejaba con rapidez del granero casi anhelante en antaño del dia en que pudiese ser libre como si realmente pudiese haber practicado por semanas, meses e inclusive años aquel dia, entrenándose para no quedar a medio camino cuando la mayoría de los demás equinos iban ya varios metros por delante y alguno al ras de ellos, con las cabellas y largos cuellos compitiendo por ir primero.
-¿estas bien?- exclamo en un grito ahogado por el viento, se atrevió entonces a mirar por encima de su hombro el cada vez alejado granero, con el sonido de la vaca y gallinas inundando el ambiente nocturno en una sinfonía de horror.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
Se aferró a la espalda de Anuar, bordeando su cintura con sus manos y casi fundiéndose con su piel, no le temía a los caballos ni a montar en uno, pero de haber sucedido aquella historia de amor en el siglo 20, habría sido la misma sensación de ir abrazado a tu chico en una motocicleta. Por unos instantes pareció olvidar el problema en el que estaba metidos, la gravedad del asunto y sus repercusiones si eran capturados, por un momento alejó todo eso, para permitirse experimentar la emoción de cabalgar al lado de la persona que quería.
A lo lejos el hombre gritaba y llamaba a otros, los relinchos de los caballos ensordecían el ambiente, rompiendo con la quietud de la noche, las demás vacas mugían con brío, las gallinas y gallos cacareaban y aleteaban por todo el lugar dejando plumas en el aire, los perros se perseguían sus propias colas y le latían a la luna y los gatos se habían subido al techo y desde allí maullaban incesantemente. ¡Cualquiera diría que se habían vuelto locos! Pero para Soren, todos ellos cantaban una misma canción, una porra, como las que cantaban los fans a sus jugadores favoritos en el campo; los animales cantaban su apoyo a los corceles que ahora corrían afanosamente hacía la cerca de madera, aquel era un enardecido canto de libertad.
Se escucharon disparos en algún momento, el hombre intentaba calmar a los animales, seguramente disparando hacía el cielo, pero aún así, Soren seguía escuchando sus cantos en la lejanía. Más disparos y el corcel continuó corriendo sin tan siquiera inmutarse, con una determinación envidiable para un animal, la cerca acercándose cada vez más y Soren solo atinando agarrárse con más fuerza al cuerpo de Anuar.
"Somos demasiado pesados para el corcel, no lo vamos a lograr."
Entonces como si el caballo hubiese leído su mente e intentara demostrar la clase de corcel que era, dio un tremendo salto y por unos instantes, Soren sintió que volaba, que la luna y las estrellas en el firmamento se acercaban un poco más y la brisa juguetona le golpeaba el rostro entre risas.
- ¡Estamos volando! - Exclamó estirando los brazos al aire a riesgo de perder el equilibrio – ¡Vamos monsieur Caballo, a las estrellas! -
A lo lejos el hombre gritaba y llamaba a otros, los relinchos de los caballos ensordecían el ambiente, rompiendo con la quietud de la noche, las demás vacas mugían con brío, las gallinas y gallos cacareaban y aleteaban por todo el lugar dejando plumas en el aire, los perros se perseguían sus propias colas y le latían a la luna y los gatos se habían subido al techo y desde allí maullaban incesantemente. ¡Cualquiera diría que se habían vuelto locos! Pero para Soren, todos ellos cantaban una misma canción, una porra, como las que cantaban los fans a sus jugadores favoritos en el campo; los animales cantaban su apoyo a los corceles que ahora corrían afanosamente hacía la cerca de madera, aquel era un enardecido canto de libertad.
Se escucharon disparos en algún momento, el hombre intentaba calmar a los animales, seguramente disparando hacía el cielo, pero aún así, Soren seguía escuchando sus cantos en la lejanía. Más disparos y el corcel continuó corriendo sin tan siquiera inmutarse, con una determinación envidiable para un animal, la cerca acercándose cada vez más y Soren solo atinando agarrárse con más fuerza al cuerpo de Anuar.
"Somos demasiado pesados para el corcel, no lo vamos a lograr."
Entonces como si el caballo hubiese leído su mente e intentara demostrar la clase de corcel que era, dio un tremendo salto y por unos instantes, Soren sintió que volaba, que la luna y las estrellas en el firmamento se acercaban un poco más y la brisa juguetona le golpeaba el rostro entre risas.
- ¡Estamos volando! - Exclamó estirando los brazos al aire a riesgo de perder el equilibrio – ¡Vamos monsieur Caballo, a las estrellas! -
Soren Kaarkarogf- Vampiro Clase Baja
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Re: Y el mundo se deshace para nosotros dos (Anuar)
La sinfonía de los animales resonaba a sus espaldas como un animoso canto de libertad y ganancia porque quizas no ellos, quienes se quedaban mas si los corceles alcanzarían aquella libertad de la cual habían sido privados en el momento mismo de pisar aquella granja debía suponer entonces que no eran bien tratados y las ganancias monetarias de aquella personas eran en base a los sacrificios que los animales debían hacer, no era un amante de los animales o las libertades de las personas y aun asi, saberse el liberador de ellos le hacia sentir un bien inusual en el pecho, una alegría que le sobre cogió e instalo por unos efímeros segundos que le parecieron una estación de verano.
El estruendo de las balas en la atmosfera nocturna le erizo la piel con el rostro alzado a un lado de el del caballo, sintiendo el aire mecerle los cabellos acariciándole el rostro con fiereza y suavidad, cerro los parpados por un segundo dejando guiar por la capacidad del corcel, sujetándose a el como quien se aferra a la vida moviendo el rostro para rozar con su mejilla el rostro de Soren, intento buscar sus labios aunque los movimientos del animal harian seguramente del momento una mordida o un golpe.
¿Volar? Le dejaría atrás el dia que pudiese hacerlo porque el se sentía incapaz, de zafar sus pies del suelo, una de sus manos se aferro a la pierna de Soren al tiempo que su mirada se alzaba en busca de la anhelada libertad, la bóveda estrellada pareciendo acercarse, el manantial de plata liquida incitándole a ser parte de el ¿clamaba acaso con tanta fuerza el aullido de los lobos? Comprendía ahora como no lograban resistirse a la tentación de ser sus dóciles siervos.
Y justo cuando pareció despegar sus pies del suelo por primera vez el caballo toco tierra con un delicado aterrizaje que sacudió su cuerpo unos instantes, tomo la crin del animal incitado por el instinto y no el conocimiento, le hizo girar con suavidad para ver el lejano granero y escuchar la sinfonía que no lograba aun ser acallada y logro sentirse parte de ellos, ellos quienes se alegraban del bien ajeno como el propio ¿existiría el egoísmo entre los animales?
Le hizo girar nuevamente continuando con el camino, aunque ahora no corria con aquella rapidez con que lo habia hecho instantes atrás porque solo aquella barda delimitaba su esclavitud ahora era libre, como debía haber sido desde el principio de los tiempos, como sus antepasados lo habían sido y ahora el era -¿Qué haremos con el?...no podemos regresarlo- murmuro acariciando la crin del animal no podían hacerlo, no por lo menos después de ver las ansias y el valor con que habia decidido ser libre.
El estruendo de las balas en la atmosfera nocturna le erizo la piel con el rostro alzado a un lado de el del caballo, sintiendo el aire mecerle los cabellos acariciándole el rostro con fiereza y suavidad, cerro los parpados por un segundo dejando guiar por la capacidad del corcel, sujetándose a el como quien se aferra a la vida moviendo el rostro para rozar con su mejilla el rostro de Soren, intento buscar sus labios aunque los movimientos del animal harian seguramente del momento una mordida o un golpe.
¿Volar? Le dejaría atrás el dia que pudiese hacerlo porque el se sentía incapaz, de zafar sus pies del suelo, una de sus manos se aferro a la pierna de Soren al tiempo que su mirada se alzaba en busca de la anhelada libertad, la bóveda estrellada pareciendo acercarse, el manantial de plata liquida incitándole a ser parte de el ¿clamaba acaso con tanta fuerza el aullido de los lobos? Comprendía ahora como no lograban resistirse a la tentación de ser sus dóciles siervos.
Y justo cuando pareció despegar sus pies del suelo por primera vez el caballo toco tierra con un delicado aterrizaje que sacudió su cuerpo unos instantes, tomo la crin del animal incitado por el instinto y no el conocimiento, le hizo girar con suavidad para ver el lejano granero y escuchar la sinfonía que no lograba aun ser acallada y logro sentirse parte de ellos, ellos quienes se alegraban del bien ajeno como el propio ¿existiría el egoísmo entre los animales?
Le hizo girar nuevamente continuando con el camino, aunque ahora no corria con aquella rapidez con que lo habia hecho instantes atrás porque solo aquella barda delimitaba su esclavitud ahora era libre, como debía haber sido desde el principio de los tiempos, como sus antepasados lo habían sido y ahora el era -¿Qué haremos con el?...no podemos regresarlo- murmuro acariciando la crin del animal no podían hacerlo, no por lo menos después de ver las ansias y el valor con que habia decidido ser libre.
Anuar Dutuescu- Humano Clase Baja
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