Once upon a December ~Nathan Beckett ~

por **Golnar Richelieu** Jue Jul 28, 2016 4:58 am

Recuerdo del primer mensaje :

El día la confundía un poco. Solía conocer todos los callejones de Paris pero la noche le había ofrecido una visión mucho más distinta que la de a aquellas horas de la mañana.

Acababa de terminar de limpiar uno de los burdeles de la zona. Ya se podría decir que estaba alejándose un poco del mundo de la noche. En aquel instante iba con ropa que tapaba bastante más de lo que solía llevar por las noches. Sus hábitos iban cambiando poco a poco y aquello le gustaba. Ya la vida de la prostitución no le parecía la mejor solución para su día a día.

En aquel lugar no pasaban demasiadas personas y ese era el motivo de que evitase las calles principales. Aunque el ambiente le gustaba, en ocasiones le agobiaba y la inseguridad de los callejones aún le producía cierta adrenalina. Al menos por el día era mucho más tranquilo.

En aquel momento, vio que un hombre entraba en aquel callejón. Le resultó familiar en un principio pero no recordaba de qué. Parecía que se estaba escondiendo o algo por el estilo, tampoco lo podía averiguar solo por el hecho de entrar en un callejón. Pero la gente que lo hacía, nunca era por simple curiosidad. Sus caminos iban a acabar cruzándose. Golnar no podía quitarse la sensación de que reconocía aquella cara pero no estaba demasiado segura. Posiblemente uno de sus clientes, por suerte ninguno la conocía por su nombre real; todos la llamaban Saphir.

Cuando casi se juntaban sus caminos, se chocó deliberadamente con el caballero pero siempre intentando aparentar que era un accidente. Se echó hacia atrás, fingiendo que perdía el equilibrio levemente pero lo recuperaba en seguida.

─Oh, perdóneme, monsieur. No veía por dónde iba─ le dijo llevándose una mano a la cabeza, siempre se le había dado bastante bien actuar─¿Está bien? ¿Le he hecho daño? Sí que soy torpe, perdóneme─ era una buena manera de iniciar una conversación sin parecer una loca preguntando: “Perdone, me resulta familiar: ¿he compartido una noche salvaje con usted?”

por **Golnar Richelieu** Jue Jul 28, 2016 1:16 pm

La respuesta que él le dio fue demasiado inesperada. Abrió los ojos lo máximo que pudo. Estaba totalmente sorprendida del gesto del hombre y era incapaz de alejarse de aquel beso. ¿Qué acababa de pasar? Ella sabía que desde que empezaron a hablar entre ellos había una especie de tensión sexual un tanto no resuelta. Pero aquello no era lo que ella debía hacer. No, aquello estaba mal y se lo repetiría cuantas veces hiciera falta. Volvió a pensar que solo era por el dinero, simple y maloliente dinero…

Cuando se separó de ella le aseguró que le llevaría él mismo. Ella no pudo evitar que una sonrisa se asomase en su rostro. Estaba siendo una adolescente. Eso era, parecía una adolescente con las hormonas revueltas. Siempre lo había sido y siempre lo sería.

─Está bien pero que no nos vean juntos… Te iré siguiendo─ le dijo intentando recuperarse aún de aquel beso─. ¿Podemos jugar esto a mi manera?─ le preguntó antes de andar, agarrándole de un brazo para que echase a andar antes de tiempo.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 1:33 pm

El simple hecho de que Saphir hubiera reaccionado bien ante el beso, le hacía creerse todavía un poco más lo que iba a ocurrir después. No era de los que solían llevar mujeres a su casa, prefería ir a burdeles o casas ajenas, pero suponía que esta vez merecería la pena.

¿Jugar a aquello a su manera? Dudó un poco, pero finalmente aceptó, suponiendo que no implicaría nada malo. Además, ¿cómo iba a decir que no en esos momentos, cuando lo único que quería era desnudarla?

- Está bien... - fingiría no conocerla si eso era lo que ella quería - ¿Es algún tipo de juego morboso sexual? - por un momento, quiso que ella le dijera que sí. ¿Qué? Para pervertido, él. Ya había quedado claro que le gustaba jugar, ¿no? Si esos juegos eran sexuales, pues le gustaba el doble.

Comenzó a andar, buscando la salida del callejón, suponiendo que ella le seguiría.

por **Golnar Richelieu** Jue Jul 28, 2016 1:46 pm

Golnar le sonrió al escuchar la pregunta. No respondió. Simplemente, le guiñó un ojo y le pidió que comenzara a andar con un simple gesto de cabeza. Él así lo hizo. Comenzó a seguirle, haciendo que sus pasos se escucharan, una pena que no tuviera aquellos tacones tan bonitos que tanto le gustaba.

Pronto llegarían a la calle que estaba bastante abarrotada siendo la hora que era. Estaban lejos del restaurante donde su pareja trabajaba. Así podría pensar menos en ella, pero los sentimientos de culpa y remordimiento empezaban a ser más fuerte. Solo necesitaba mirar la espalda del hombre para calmarse. Debía tener un trabajo pesado pues aquella musculatura no se conseguía así como así.

Se acercó a él un poco, manteniendo siempre las distancias. Intentando provocarle con su presencia simplemente. No sabía cómo jugaría con él pero si le había dado consentimiento jugaría hasta que se arrepintiera de haber querido acostarse con ella. Esto era una venganza, debía recordárselo. Esto era una de esas cosas que no querría recordar en días pero, por ahora, debía dejar que fantasease con tenerla sobre su cama.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 2:05 pm

No era necesario que Saphir se acercase para provocarle. Él, por su parte, no podía tener más calor. Tampoco podía parar de pensar en lo que iba a ocurrir en cuanto llegase a casa con ella. Mentalmente repasaba todas las cosas que quería hacerle. Puede que, incluso, la prostituta no pudiera andar durante las horas de después. Porque las ganas que le tenía en esos momentos no eran normales... Y Nathan es muy bestia cuando tiene ganas.

El camino tan largo, y la gente alrededor, no ayudaba. Cada vez se sentía un poco más impaciente conforme andaba de camino a casa, fingiendo que no conocía a la mujer que le seguía. De vez en cuando, ladeaba la cabeza, lo suficiente como para mirarla de reojo o comprobar que seguía ahí, detrás de él. Por suerte, únicamente quedaban un par de minutos para llegar.

"Ya queda menos", se repetía mentalmente, cada cinco segundos. Seguramente se notaba su nerviosismo a la perfección, por la impaciencia, pues no dejaba las manos quietas. Las metía en el bolsillo, las sacaba, toqueteaba la pajarita del cuello de su camisa, se arreglaba la gabardina, y así... hasta llegar al lugar al que quería llegar.

No tardó mucho más en llegar a una zona apartada de la ciudad, una zona bastante pobre aparentemente, donde todo era prácticamente campo o bosque. Su casa estaba ahí, ya la podía ver desde su posición, a escasos 20 metros de distancia. Ya no había gente alrededor, únicamente un par de agricultor u otro pasando de vez en cuando.

- ¿El juego de no conocerse sigue?

por **Golnar Richelieu** Jue Jul 28, 2016 2:15 pm

Él se veía inquieto y lo peor era que ella estaba de la misma forma. Miraba a los demás como si le pidieran que la salvasen de algo atroz. Pero no iba a pasar nada más, solo dos desconocidos que se acostarían juntos, que se darían placer mutuo y pasarían un buen rato. Solo eso y nada más.

Cada vez que él giraba su cabeza, ella le sonreía con picardía o se pasaba la lengua por el labio inferior, solo para que él acelerase el paso. Por fin llegaron a una zona menos ajetreada y él le hizo aquella pregunta. Le hizo sonreír. Aquello no debía estar pasando, debía ser un sueño.

Se mordió el labio inferior intentando parecer algo juguetona. Los momentos previos era lo que más disfrutaba y muy pocos se centraban en aquello. Esperaba que el joven le diera mucha importancia, pues así tendría tiempo para pensar un poco más.

─Realmente no nos conocemos de nada pero bueno, tú estás caliente, yo estoy mojada. Puedo hacerte el favor de apagarte─ le dijo dejando soltar una risita traviesa─. ¿Qué casa es? No puedo esperar más.─ quería acabar con aquello de una vez para dejar de sentirse tan culpable. Todo era por dinero. Dinero y venganza, se recordó.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 2:44 pm

Una vez frente a la casa, se la señaló con un gesto de la cabeza, y siguió andando prácticamente hasta la entrada. "Puedo hacerte el favor de apagarte". Esas palabras le encendieron aún más.

Entró en la casa, dejando que ella le siguiera por completo para cerrar la puerta después. Una vez dentro, no le dio oportunidad a hablar de nuevo. Se pegó por completo al cuerpo de la chica, pegando la espalda de ésta sobre la pared más cercana, de forma brusca. Cuando estaba excitado, se pasaba de brusco y no medía sus fuerzas. No podía evitarlo.

Nada de tonterías de enseñar la casa, ni nada de eso, él fue directo al grano. A mitad del beso, prácticamente se arrancó la pajarita que tenía al cuello, rompiéndola, pues llevaba tiempo agobiándole.

- Yo tampoco puedo esperar más - consiguió decir tras separarse y morderle el labio inferior. En realidad, era obvio que no podía esperar más.

por **Golnar Richelieu** Jue Jul 28, 2016 3:04 pm

Cuando entraron a la casa, se maldijo a sí misma. No le dio tiempo a mirar alrededor del lugar. Dejó que le besara y le respondió con culpables ganas. Su brusquedad le sorprendió pero no se quejó por ello. Le recordaba a un animal y aquello le gustaba. Él mismo se arrancó la pajarita. Sí, sí que tenía ganas.

—Quiero jugar un poco más—le respondió entrecortadamente. Sentía que su corazón se iba a desbocar—. Pero quiero llevar esto a una cama.

Lo necesitaba. Quería que su plan fuera bien, necesitaba no terminar con aquello para no sentirse más culpable de lo que se sentía. Se separó de él y miró el lugar, no sabía dónde debía dirigierse. Hizo lo más prudente y se acercó a él y le besó con pasión mientras sus manos se iban deshaciendo de la camisa del hombre.

—Guiame al dormitorio—le pidió entre besos y caricias. Cuando logró deshacerse de la camisa la tiró directamente al suelo.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 4:09 pm

Efectivamente, Nathan es como un animal cuando se excita. Ni controla sus fuerzas, ni quiere controlarlas. Además, le excita hacer daño y que le hagan daño, por algún extraño motivo.

Una vez la pajarita estaba fuera, fue ella misma quien se encargó de su camisa, cosa que agradeció pues el calor que sentía era cada vez mayor y necesitaba deshacerse con rapidez de cualquier tipo de vestimentas. Las de ellas también le molestaban, pues le impedían tocar el cuerpo de Saphir de forma directa.

- ¿Más? - gruñó, un tanto desconforme ante la idea de jugar más, pues lo único que deseaba en esos momentos era poner fin a los juegos y comenzar con cosas algo más profundas e interesantes.

No le dio tiempo a mucho más pues tuvo que corresponder al beso, con pasión, con brusquedad, incrementando cada segundo un poco más la intensidad, demostrando con sus propios labios lo excitado que se sentía... por muy obvio que fuera, pues el bulto de sus pantalones le delataba.

¿Una cama? ¿Un dormitorio? Bien. Él la llevaba hasta allí sin problemas. Prácticamente la empujó con su propio cuerpo, sin separarse y sin cortar el beso, guiándola hasta el habitáculo que utilizaba como dormitorio.

Cortó el beso por unos segundos, los suficientes como para aprovechar para llevar las manos al corsé del vestido de Saphir. Con la respiración completamente acelerada y las pulsaciones a mil, le mordió el labio inferior a la mujer, de nuevo. Con fuerza. Con mucha fuerza. Como ya había dicho, cuando estaba excitado era muy bestia. Por esa razón consiguió hacerle un pequeño corte en el labio, del que emanaba un hilillo de sangre.

por **Golnar Richelieu** Jue Jul 28, 2016 4:32 pm

Él la llevaba hacia el dormitorio a pesar de que no se sentía con ganas de más juegos pero ella necesitaba un poco más de tiempo y el juego era la única forma de lograrlo. Ya estaban en la habitación cuando él le hizo daño en el labio.

Ella gimió un poco de dolor y se separó de él, le direccionó hacia la cama y le empujó para que cayera sobre ella. Se pasó la mano por el labio inferior y le sonrió. No supo por qué pero le había excitado un poco aquello.

Se colocó encima de él, cogiéndole las manos y sujetándolas para que él no pudiera tocarla. Sentía su excitación y movió sus caderas para rozar sus zonas íntimas. No pudo controlar los suspiros que salían de su garganta.

─Recuerda que me concediste jugar a mi manera. Prepárate…

Se incorporó y metió sus manos entre sus faldas para sacar un pañuelo. Le sonrió y se mordió el labio inferior mientras tocaba lentamente aquel trozo de tela. Se acercó a su rostro y le volvió a besar. Esta vez intentó hacerlo un poco más tranquilo. Pasó el pañuelo por los ojos del joven y logró, con cierto esfuerzo, anudarlo a la parte de atrás.

─Ahora solo se puede tocar─ le susurró al oído y le mordió el lóbulo izquierdo.

Sin darle tiempo a reaccionar, comenzó a besar el cuello del hombre y fue descendiendo lentamente. Al llegar a su pantalón lo desabrochó y lo bajo mientras ella descendía de la cama. Aquello estaba empezando a salir como ella lo había planeado.

─¿Estás preparado?─ le dijo, estando de pie, frente a la cama.

Se giró y caminó muy lentamente hacia la salida. Su plan era huir de allí y dejarle con las ganas. Así ella ganaba dos mil francos y, además, se vengaba del joven. Pero debía hacerlo rápido o si no él acabaría por pillarla. Por el contrario, no corría. No sabía si quería que el hombre la encontrase huyendo o no… Deseaba quedarse pero sabía que era pecado lo que estaba haciendo. Fue paso a paso a la salida, rezando porque él no se levantara y la atrapase, sabía que era lo suficientemente rápido para ello.

por **Nathan Beckett** Jue Jul 28, 2016 5:13 pm

Se dejó caer sobre la cama, acomodándose, cuando ella le empujó. Sonrió, pues cada vez veía más cerca el momento. Estaba ya prácticamente tumbado sobre la cama, dejando que Saphir se situase justamente encima de su erección y moviera las caderas sobre ésta, arrancándole un suspiro bastante notable de placer. La impaciencia era máxima en esos momentos. No tenía ganas de más juegos, no quería seguir alargando aquello, porque le enloquecía tanta calma.

Aquel "Prepárate" no le sonaba nada bien. Aún así, no dijo nada, simplemente observó cómo sacaba un pañuelo. Intrigado y excitado a la vez, se mantuvo a la espera. No terminaba de gustarle que quisiera taparle los ojos, pero se dejó hacer a la vez que correspondía al beso. Ella trataba de volver el beso más pacífico y tranquilo, pero él intentaba todo lo contrario igualmente.

A pesar de todo, Saphir consiguió arrancarle un escalofrío que le recorrió de los pies a la cabeza, tras el susurro y el mordisco en el lóbulo de la oreja. Nathan, mientras tanto, desde su posición trató de alzar las caderas para moverlas un poco desde debajo de ella, buscando más fricción entre ambos, entre ambas zonas íntimas. Sin embargo, no le dio tiempo a más, pues aquello parecía volverse más interesante por momentos. Se dejó hacer por completo, por primera vez dejando que las riendas las llevara la otra persona, y trató de relajarse para disfrutar de los besos y caricias que le proporcionaba la pelirroja.

Cuando le bajó los pantalones, intuyó que le iba a hacer cierto trabajo con la boca y eso le excitó aún más.

- Joder. Sí - ¡por supuesto que estaba preparado! No podía estar más impaciente, los nervios comenzaban a apoderarse de su cuerpo por culpa de tanta tranquilidad. Se mantuvo quieto, esperando, pero no llegaba nada más y eso le hizo mosquearse ligeramente - ¿Saphire? - esperó unos segundos pero, al no obtener respuesta, terminó quitándose el pañuelo de los ojos con rapidez, dándose cuenta de que todo aquello pretendía ser una trampa por parte de la ramera... - ¿Qué demonios...? ¡¿A dónde te crees que vas?! - prácticamente gritó, enfurecido, levantándose de la cama. Se sentía humillado y estafado en toda regla. Que le dejasen a medias, además, para él era sagrado - Zorra asquerosa - y esas son las palabras más bonitas hacia su persona que salen de la boca de Nathan.

Más le valía a la pelirroja que no lograse pillarla, porque no le esperaría nada bueno.

por **Golnar Richelieu** Jue Jul 28, 2016 5:48 pm

Escuchar su nombre no era bueno. Debía huir de allí. Había estado previniendo el no hacer ruido pero aquello había sido un error. Se debía haber dedicado a huir y punto. Pero ya no podía darle la vuelta al pasado.

Comenzó a correr pero se le olvidó que su falda se enredaba entre sus piernas cuando iba a mayor velocidad y acabó cayendo al suelo de bruces. Se dañó las rodillas y las palmas de las manos. El hombre no tardaría en alcanzarla. Tenía muy mala suerte en aquellos asuntos...

Se arrastró hasta la puerta y apoyó su espalda allí para intentar levantarse pero fue en vano. La figura del hombre apareció frente a ella y, por un segundo, le temió. No sabía qué hacer ni qué decir. Lo más sensato era huir aunque sabía que no era lo mejor pero la idea de que él estuviera allí delante sin ropa a penas le hizo levantar la vista. Era un auténtico animal, era salvaje y el instinto más primitivo de la joven se activó por unos segundos.

—Dejé de ser prostituta porque empezó a gustarme un hombre. No quería hacerlo contigo porque estoy con él pero aun así tú eres demasiado tentador— habló atropelladamente solo para evitar que él se atreviera a acercarse más. Solo quería que la escuchase y se le calmase la ira. Lo que dijo era medio verdad pero la posible violencia del hombre le producía de todo menos atracción... Solo quería salir de allí con vida.

por **Nathan Beckett** Vie Jul 29, 2016 3:38 am

¿Era consciente de que la chica estaba asustada? No. ¿Le importaba? Tampoco. Nathan estaba enfadado, completamente cegado en esos momentos, por lo que no se daba cuenta de otra cosa. Sentía ganas de estrangular a la pelirroja, sí, así de bestia era él cuando se enfadaba. Siendo cazador y teniendo la personalidad que tenía, resultaba imposible no comportarse como un animal en determinadas situaciones.

Se acercó hasta donde estaba ella, apretando los puños, prácticamente colocándose delante. Frente a frente. Agachándose un poco si hacía falta para quedarse a la altura de ella. La escuchó, a pesar de que escuchar a la gente no era una de sus motivaciones. Y tras un par de segundos en silencio, dio un golpe con el puño en la puerta, justo al lado del rostro de Saphir.

- Créeme, no tengo ningún problema en terminar lo que has empezado, con o sin tu colaboración -  y estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por contener las ganas que tenía en esos momentos, tanto de matarla como de tirársela. En el tono de su voz se podía notar todavía el enfado, incluso en su respiración.

Quitó el puño del lugar en el que lo había impactado segundos antes y se alejó de la chica. ¿Por qué había decidido ser benévolo al final? No lo sabía ni él. Las palabras de ella no habían tenido nada que ver y seguramente el verla tan asustada tampoco. Suponía que su lucha interna era un intento por no parecer una de esas bestias a las que se dedica a matar en su tiempo libre.

- Lárgate antes de que me arrepienta -  fue lo único que dijo antes de volver a su habitación para ponerse la ropa y esperando que, cuando volviera a la entrada, ella ya no estuviera allí.

por **Golnar Richelieu** Vie Jul 29, 2016 8:17 am

Se había rebajado a actuar como solía hacerlo cuando era prostituta. Siempre había querido terminar bien con sus clientes, nunca se sabía cuándo podían volver jurando venganza. En momentos como aquel, había actuado como era de esperar en ella. Tratando de hacer al hombre sentirse mejor y que la culpa siempre era de ella pero que lo reconocía.

Dejó escapar dos solitarias lágrimas. No por lo que el hombre le decía si no por lo bajo que había vuelto a caer. ¿Qué era lo que le pasaba? Nunca había sido tan rastrera como aquello. Sentía la bolsa del dinero quemándole la piel. No era justo. Aunque si no se lo quedaba todo aquello había sido en vano… ¿Qué más le daba el dinero? Ella tenía todo lo que siempre quiso. ¿O no?

Se levantó cuando él se fue y dejó la bolsa de dinero sobre el suelo. Mejor marcharse de allí antes de que el hombre cambiase de opinión. Todo había sido por su culpa, si tan solo se hubiera limitado a pedirle dinero sin ninguna doble intención. Ya no debía hacer eso.

No supo si quería volver a verle pero algo en su interior le aseguraba que su historia no acababa allí. Salió de la casa y huyó corriendo, como debería haber hecho desde un principio. ¡Qué tonta y malcriada era! Nunca podía esconder esa parte que había dejado en la casa de sus padres. Ellos la habían criado así y, por mucho que ella quisiera ser diferente, nunca lo era.

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