Who you are? [Priv. Gael]-

por **Jensen** Mar Ago 23, 2016 12:10 pm

Recuerdo del primer mensaje :

Run. Run, baby, run.

Hacía semanas que vigilaba cada uno de sus pasos, por dónde se movía y con quién se relacionaba. Presa fácil, esa noche caería. Los días anteriores, estudió el lugar donde le daría caza. Campo abierto y sin testigos. Como siempre, cazaba en su soledad. Si algo siempre se había dicho a sí mismo “mejor solo que un necio pisándote los talones”. Prefería la completa soledad en sus cazas, jamás pidió ayuda y de momento, actuaba solo sin unirse a ese llamado “grupo de cazadores”.

Esos grupos, ajenos a sus hazañas, jamás le llamaron la atención. desde que tuvo uso de razón, supo a lo que quería dedicarse, no fue impuesto fue por su propia voluntad y si era ahora, aquel colosal guerrero de criaturas de la noche… era por mérito propio. Las redes de plata y metal, bien preciado para el cazador. A escondidas, instaló en las proximidades de la ciudad tres de ellas, una trampa mortal para su premio.

-Adelante-se animó a sí mismo, esa noche. Su víctima, no era otra que un licántropo, uno de esos lobos molestos y que tanto odiaba ¿por qué? digamos que de todas las especies, era la que más detestaba el cazador. Ropa oscura, armas ocultas y su amada ballesta. Con paso firme, se dirigió entre las sombras de las calles de Paris al lugar de encuentro. Resonaban en la iglesia, las once, campana tras campana… directo a su destino. Campanas que anunciaban el casi el final de otro día en la hermosa e inquietante Paris.

A medida que se iba alejando de las calles en donde daban lugar a escenas un tanto escabrosas, antinaturales y…para su gusto, degradantes. Sonrió de medio lado, al ver ante él como el bosque se abría paso, lo cerca que estaba de saborear la victoria, otra más que añadir a sus méritos. Todo estaba listo, solo debía esperar. Los encuentros de las manadas estaban próximos al lugar donde colocó las redes. Mejor vivos, torturarlos era tan divertido.

Oyó pasos, alertado… alzó la ballesta al instante, apuntando al lugar de donde provenían. Con gesto serio, entrecerró los ojos esperando acomodarse a la visión nocturna. No era ese ser, no avisaba, actuaba… y faltaba un simple movimiento para que su ballesta lanzase la primera flecha de la noche.

por **Jensen** Mar Nov 15, 2016 3:09 am

¿Cuántas Navidades pasó en soledad? Muchas, demasiadas…todas. No recordaba una en la que hubiese más de dos personas en la gran mesa del salón. Una mesa repleta de exquisiteces, lujosos platos, un buen pavo relleno y la mejor de las vajillas, copas de cristal de bohemia. Mucha comida que terminaba siendo ofrecida a los más necesitados, ¿para qué necesitaba tanta comida? Se le terminaba quitando el hambre… era demasiado triste no tener a nadie con quien compartirlo , solo con su nana y poco más. Eso sí, siempre tuvo su regalo de Navidad… y compañía para jugar hasta que un buen día… como su padre y madre se marchó.

-En la mía seguro… solo estamos yo y mi perro de caza, ah y mi caballo… junto a las cabezas que adornan el salón -bromeó riendo por lo bajo, dando un largo trago a su copa de whisky, la compañía de Gael era muy cercana… la única que había tenido desde hacía mucho tiempo -La verdad podemos trasladar la fiesta a mi casa, tengo sitio de sobra. Aunque parezca un vagabundo ahora mismo, lleno de sangre ajena… vivo en el centro de Paris. - no alardeaba de ello, le daba lo mismo…él vivía mejor a las afueras, con sus entrenamientos y demás.

Sus historias no eran parecidas pero sí tenía matices iguales. Suspiró largamente, en ambas la palabra asesinato, la pérdida y demás. Él al menos tuvo un padre y se lo arrebataron. La historia de Gael, le recordó demasiado a sí mismo, alguien quien tuvo que entrenarse, conocer ese mundo de sombras y diablos desconocido del que una vez que entrabas ya no tenías salida.

-Supongo que aunque no tuvieses servicio, ambos nos hemos sentido solos… yo no tengo hermanos, bueno, eso es relativo…tengo dos pero no los conozco -murmuró, arrastrando las palabras y dejar escapar un suspiro, los buscaba pero no tenía absolutamente nada, solo el nombre de su padre… ellos, esos dos no podían tener otra cosa más que su indiferencia y odio por haberle arrebatado a su padre

-Bueno, no soy tu hermano…aunque ya te gustaría pero puedo prometerte de algún modo… siempre y cuando tú me ayudes a mí. Ya va amaneciendo… pobre licántropo estúpido -alzó su copa a modo de brindis, ahí se forjaba algo mucho más que una amistad -Ya puedes ir reuniendo al grupo de cazadores, tenemos que limpiar esta ciudad… y de paso, juzgaremos a aquel que acabó con la vida de tu padre-y él…encontrar a sus hermanos, no iba a dejar de luchar hasta encontrarlos.

por **Gael Lutz** Jue Nov 17, 2016 12:24 pm

Casi me ahogué con el whisky del vaso por la risa que me dio escuchar lo que decoraba su casa. Si le parecía bien que llevase a gente, la llevaría. Si su casa era tan grande como decía o al menos más espaciosa que la mía, seguro que estábamos muy cómodos. -Vale, pues iremos, si te parece bien. Queda aún un mes, pero... Si seguimos hablando, podremos llevarlo a cabo. Me apetece pasarlo en compañía de amigos. Y espero que quites las cabezas, no creo que a mi hermana le gusten.. Di un sorbo de nuevo al vaso, esta vez sin atragantarme.

Suspiré un poco. Eso de tener hermanos bastardos, debía de ser algo duro para él. Le habían quitado a su padre por así decirlo y ellos seguramente hubieran disfrutado de él, robándole el tiempo que su padre pudiera haber pasado con Sean.

Los primeros rayos del alba comenzaron a verse, el cielo pasó de estar completamente a oscuras hasta que el sol comenzó a iluminarlo. Brindé con él antes de levantarme. Me gustaba que estuviera animado con la idea de formar el grupo de cazadores. -Vamos.- Salimos de la taberna en la que habíamos estado tomando algo y regresamos al bosque, para cuando llegásemos, el licántropo ya estaría en su forma humana y Sean podría hablar con él para obtener las respuestas necesarias.

por **Jensen** Mar Nov 22, 2016 2:50 pm

Anna, su criada de toda la vida, se iba a alegrar mucho cuando llegase con la noticia. No serían ellos dos solos a cenar, el salón se llenaría de gente, situaciones comprometidas , palabras que no se deberían de pronunciar y demás cosas que se verían cuando llegase el momento. Iba a ser de lo más entretenido pero aún quedaba aún algo más importante… aquel licántropo que dejaron atado al árbol y su secuaz.

Odiaba sobre todo a los licántropos, no soportaba el olor petulante que desprendían. Y más desprendían ellos dos, olían a pis de perro…porque otra cosa no podía asemejarse a eso. Dejó su vaso vacío en la barra, había bebido pero no lo suficiente para olvidar. Esa noche no iba a ser en vano y menos para al menos descubrir ciertas cosas… si se daba el caso. Muchas torturas para nada, ahí ninguno de esos seres podía servirle de ayuda.

Decidido junto a Gael, se dirigieron al mismo lugar. Apenas el sol se vislumbraba en el horizonte, pronto amanecería y él, tan fresco como una rosa. Días sin dormir, entrenamiento duro y muy exigente le llevaron a forjarlo, ser el hombre que era ahora. Una sonrisa de medio lado se dibujó en sus labios al ver al licántropo de lejos, seguía inconsciente y comprensible… con la pérdida de sangre. Sean tenía muy claro que ahí solo saldría uno de los dos vivos, con ninguno era clemente.

-Bien. No quiero que intervengas, es mi lucha… - apenas acabó la frase, se acercó con paso rápido hacia él e impactó su pie derecho a la altura del licántropo, un fuerte golpe a la corteza del árbol para que despertase. No surtió efecto, así que hizo lo mismo una segunda vez más - Buenos días -rápido como el viento, sacó una fina daga…muy afilada que se hundió en uno de los hombros ajenos… arrancándole un alarido de dolor -Jensen. Dime todo lo que sepas sobre ese apellido-

El licántropo no estaba por la labor y eso le arrancó una risa, cínica. No se lo creía, si guardaba silencio era por algo. No suplicaba por su vida… le daba lo mismo ¿con esas tenía? Un nuevo corte en el otro omoplato.

- JENSEN-alzó la voz, comenzaba a perder más sangre...la poca que le quedaba -No tengo ganas de limpiarme las botas con tu asquerosa sangre. Dime lo que sepas ¿cuántos quedan? -el lican tragó saliva, aguantando , intentando que los ojos no se le cerrasen -Varios… aquí…-suficiente información.

Sean no lo pensó, hundió aquel arma punzante en el corazón, sin remordimientos… salpicándose como victoria y girarse a Gael, con una expresión muy diferente.

-Hecho - se alejó del lugar sin mirar atrás, él trabajaba así.

por **Gael Lutz** Jue Dic 01, 2016 5:29 am

Me hacía un poco a la idea de que era lo que iba a suceder cuando llegásemos al bosque. Ese licántropo tenía las horas contadas, quizás solamente le quedasen unos pocos minutos con vida si hablaba rápido y le daba la información que Sean necesitaba. ¿Lo torturaría? Yo nunca había torturado a ninguno, nunca me había parado a pensar en poder hacerlo, pero tenía claro que si alguien de mi familia (en la que estaba incluida Jane) estaba en peligro, o retenida o lo que fuese, también recurriría a lo que estaba haciendo Sean. Había que aprender a ser como ellos, a ser mejor que ellos incluso y a obtener respuestas. ¿Cuándo iba a empezar yo a buscarlas? Llevaba años haciéndolo sin obtener nada. Siempre con las manos manchadas de sangre pero sin una respuesta clara.

Con el amanecer como bandera, nos acercamos al bosque, al mismo sitio en el que habíamos dejado atado al licántropo, aunque ahora, en vez de haber el cuerpo de un lobo mitad humano, había un humano al completo, dormido y ensangrentado. Debía de estar sufriendo unos dolores terribles por las cadenas de plata y por la transformación. Condición que ellos no elegían, o al menos, no todos, pero que debía de ser castigada. —Todo tuyo.— Dije sonriendole. Iba a ser una escena poco agradable, me lo veía venir por la voz en la que me había dicho que no me metiera.

Me crucé de brazos detrás de él, mirando a ambos lados, por si el licántropo tenía compañía, pero ahora eran mucho menos peligrosos, ya no contaban con el respaldo de la luna para ser más fuertes que nosotros dos. Sean comenzó su particular saque de información y lo miré todo con atención. ¿Cuánto podía cambiar una persona cuando buscaba a los suyos? ¿Cuánto podía hacerlo cambiar la sed de venganza? El licántropo, sabía que no vería un nuevo anochecer, así que le dijo una respuestas que a Sean le complació, porque acabó con su vida de un periquete. Moví mi cuello de un lado para otro, a mí esa respuestas, no me hubiera valido. —¿Ya? Ni siquiera te ha dicho cuantos son, ni donde están. ¿Por donde vas a seguir buscando?— Pregunté con curiosidad. Yo le hubiera torturado hasta sacarle un lugar o el nombre de alguien.

por **Jensen** Sáb Dic 03, 2016 4:56 pm

No. No iba a dejarle pasar ni una a ese infame ser de la noche. Solo quería saber si era afirmativa su respuesta , si seguían allí en Paris y parecía ser que así era. Los Jensen, su propia familia envuelta en esa locura. No miraba nombres y apellidos, tampoco si tenían que ver con él… ser de su propia sangre ¿acaso de él se habían preocupado alguna vez? Nunca, jamás. Él no iba a tener miramientos en absoluto en llevarse por delante a todos los que fuesen, Jensen o no… pues él ya estaba solo.

Su semblante seguía serio, distante, frío. Parecía ser él quien se había convertido en la bestia y no al contrario. Cuando se trataba ejercer de cazador, solo importaba su objetivo y nada más. Esos licántropos a los que había asaltado, eran de una manada en concreto ¿cuál? Justo de las personas por las que había preguntado. Su propia familia, su mayor enemigo.

Apretó con fuerza los puños, chasqueando la lengua al comprobar que se había manchado de sangre por todas partes. A su nana le preocupaba a sobremanera esas manchas, a sabiendas que no eran de su señor y encima… olían que apestaban. El sudor de arrebatar a tu víctima la vida, la tensión, la sangre ajena… necesitaba un buen baño.

-No me hace falta, solo quería saber que estaban aquí y que son varios. Sé cuantos son… ¿qué dónde están? Tranquilo, serán ellos quienes me encuentren… no me he cargado a cualquiera. Los dos licántropos son de la manada… de los Jensen -se encogió de hombros , girándose y clavar sus orbes azules en unas idénticas a los de él.

Se acercó a él, dando grandes zancadas hasta quedar frente a él y apoyar ambas manos en los hombros de su compañero de profesión. Se inclinó a él, mirándole fijamente… como si nada más existiese en aquel lugar, iba a ser sincero…siempre lo había sido y más con aquel cazador, ¿por qué? no lo sabía pero desde el primer segundo fue así.

-Ahora mi lucha es la tuya. Quiero que te quede muy claro. Gracias por ayudarme esta noche - sonrió de medio lado, dando un par de palmadas en su hombro - La próxima espero que haya más sangre, más cabezas… y quien sabe. No se me olvida que me tienes que presentar a la señorita cazadora - le guiñó un ojo, echando un último vistazo al cadáver del árbol… los restos de aquel… y no sería los únicos que matarían, los dos.

por **Gael Lutz** Jue Dic 08, 2016 7:23 am

Aún podía escuchar los leves gemidos que había emitido el licántropo atado al árbol cuando Sean le había clavado las dagas para que hablase. Resonaban en mi cabeza como mil petardos. Solíamos ser de muerte rápida, una bala de plata en el corazón, una flecha... Sin dejarles ni un segundo para "pensar" en qué poder hacer para clavarnos sus fauces en la cara o en cualquier parte del cuerpo y dejarnos allí, así nos pasarían la maldición que les condenaba a ellos de por vida. Pero a la hora de saber algo de información, lo que había hecho Sean era algo que se debía de hacer, una pequeña tortura siempre les hacía hablar en forma humana. Suspiré y me acerqué al cadáver humano del licántropo, seguía sujeto por las cadenas de plata. Me agaché donde estaban los enganches y los solté para recuperarlas. No podía dejar ninguna prueba.

Me giré en el mismo momento en el que Sean respondió a mi pregunta. "Manada de los Jensen." ¿Su propia familia era una familia de licántropos? ¿Por qué entonces él era cazador y no un licántropo como ellos? Muchas preguntas aparecieron por mi cabeza. ―Tu familia... ¿Son todos licántropos? ¿Tu madre lo era? ¿Por qué no lo eres tú?― Muchas preguntas por contestar. Y quería que me las contestase, aunque quizás ahora mismo no quisiera hacerlo. ¿Cómo reaccionaría yo al enterarme de que mi familia era una manada de licántropos? Estaría condenado, más aún que ahora. ¿Cómo lo hacía para soportarlo?

Mantuve mi mirada fija en la suya. Azul contra azul. Nunca había conocido a nadie que tuviese el mismo tono que el mío. Le sonreí y apoyé también mis brazos en sus hombros. ―A partir de ahora... Cazaremos más juntos. Es divertido contigo. No tengo que preocuparme por si te muerden, antes les morderías tú a ellos.― Me reí un poco y me separé para recoger la mochila. ―Te la presentaré, seguro que te cae bien.― Le guiñé un ojo, se tenían que llevar bien para ser compañeros.

por **Jensen** Sáb Dic 10, 2016 3:03 am

Su lucha no era fácil. No conocía nada de su pasado, solo que a su madre le ocurrió algo que le ocultaron. El apellido de su padre quedó en el pasado, para Sean, a ese hombre no tenía que agradecerle absolutamente nada. ¿Su existencia? Ni eso podía agradecerle, una vida repleta de interrogantes que nadie ha podido aún responderle. Siempre sería Sean Jean, no un Lutz. No recordaba ni su rostro, su voz, la presencia de un padre … pues no le dio tiempo. Él decidió tomar otros caminos.

¿Quién era realmente su familia? La posición de Sean en la sociedad era de clase alta, costaba mucho mantener su vida social con ese rango y su propia lucha. Siempre en soledad, no podía contar verdaderamente con nadie y sin embargo, aquel hombre que tenía delante con sus mismas orbes, le infundía no solo confianza… un lazo difícil de explicar, sabía a la perfección que él también lo había sentido de alguna manera. Por eso le hizo una promesa, mirándole a los ojos… ahora la lucha era mutua.

-Es una pregunta con varios caminos… preguntas entre medias. ¿A qué me refiero? No sé si mi madre era como ellos pero algo me dice que sí lo era , su familia es una manada de licántropos afincada en Paris desde hace mucho pero no, no conozco a nadie de mi familia…solo a mi madre y aún así, no pude preguntarle nada. Murió siendo yo apenas un niño, quiero encontrarles y por fin saber porqué yo no soy como ellos… quizás los genes de ese malnacido ganaron en la batalla, algo bueno ¿no crees? - le dio un par de golpes en sus hombros y se separó un tanto. Necesitaba un buen baño cuanto antes.

-Seguramente los mordería antes, es un método efectivo… solo me falta perfeccionar la técnica de morder a la yugular y arrancar la cabeza… pero solo fallas las primera cincuenta veces, luego …es coser y cantar -recogió las armas y demás, no se le había olvidado una nueva quedada ¿qué mejor que en su casa?

-La Navidad llega, es una desesperanza… quedarse cenando solo frente a una cabeza… digo, gran pavo asado así que puedes venir a mi casa. Puedes invitar a quien quieras, hay sitio de sobra y comida…además será divertido si tu hermana aparece y quien sabe si con marido ¿te imaginas? Ahí sí que rodarán cabezas.. ´-se echó a reír es que mira que ocurrirse que un vampiro protegiese a su hermana…estaba loco pero ese loco le gustaba, una afinidad que no tenía con nadie y ambos lo sabían.

-Vamos, Gael… es hora de volver, tendremos que dormir unas horas antes de volver a la caza. O… bien, creo que tengo que asistir a una de esas fiestas aburridas de clase alta. Habrá mujeres dispuestas a robarte un poco de tiempo y buen vino… es en la mansión de los Savoir… no hace falta que te disfraces. -le guiñó un ojo, por la broma, riendo por lo bajo, no una carcajada pero al menos él, le había hecho sonreír de alguna forma.

por **Gael Lutz** Miér Dic 21, 2016 6:43 am

El no saber como realmente había sido tu madre debía de ser muy duro de llevar. Desconocer si era humana, loba, alguien que una vez al mes o dos iba a perder su completa humanidad e incluso podía hacerte tanto daño como matarte de un zarpazo o un mordisco. Todos buscábamos respuestas a aquellas incógnitas que no podíamos despejar solos. ¿Por qué a mí? ¿Por qué mi familia? Sean estaba siendo muy valiente, no había rastro de miedo en sus ojos. ¿Se iba a enfrentar a toda su familia? ¿Se enfrentarían sus ideales? ¿La lealtad estaría con su causa o con su familia? Mantuve mis ojos fijos en él, me gustaba como era, por dentro y por fuera. Yo no sé si hubiera podido llevar el tema con tanta entereza.

―Aquí poco tienen que ver los genes, Sean. Igual tu madre no fuese una licántropa, igual tu padre os salvó a ti y a ella antes de marcharse de vuestro lado... A saber que pasó y cuales fueron las razones. Te ayudaré a averiguarlo. ― Sonreí por sus golpes en la espalda y ambos dejamos una pequeña distancia entre nosotros. El olor que desprendíamos era nauseabundo.

Puse un gesto de horror al escucharle decir que les mordía a los licántropos en la yugular. ¿De donde había salido este hombre? Era un auténtico salvaje. Puse los ojos en blanco y me reí mientras recogía todo lo que nos hubiéramos podido dejar esparcido por el bosque. Una vez que metí todo en la mochila y comprobé que no quedaba ningún arma por el suelo embarrado me coloqué la mochila y comencé a caminar a su lado.

Le golpeé en el hombro. No quería ni imaginarme que Adaline se hubiera casado con alguien y no me hubiera dicho nada. ¿Sería capaz de algo así? ¿Tan poca confianza tenía en mí? ―Mucho hablas de mi hermana... ¿Seguro que no es tu mujer? Como lo sea te juro que te corto las pelotas, por no invitarme a la boda. ― Reí, prefería que si Adaline se casaba fuese con alguien a quien yo conociese y mejor si era cazador, porque así, no había problemas con vampiros ni lobos.

―Ha sido un placer poder cazar contigo hoy y conocerte un poco más Sean. Conectamos muy bien ¿No crees? Esto es solo el principio de algo mucho más grande.― Apoyé mi mano en su hombro, a modo de despedida. ―Nos vemos en navidad.― Le guiñé un ojo divertido y nuestros caminos se desviaron, cada mochuelo a su olivo.

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