Somos D'Aramitz [Privado]

por **Lilia D'Aramitz** Jue Nov 03, 2016 9:58 pm

La dulce melodía de las notas se escuchan desde el gran salón. Las sabanas de seda son lo único que cubren mi cuerpo, y en los lugares adecuados. Las medias, los holanes y telas se encuentran regados por el piso mientras que mi amante en turno yace recostado a mi lado con los ojos abiertos, demasiado quieto a comparación de hace unos minutos atrás. Mis dedos recorren su pecho como si fueran dos pequeños pies que caminan al encuentro de un agujero el cual es el objetivo, mas bien hasta su boca. Pero señor Mirkovic Susurro en pecaminoso sarcasmo en acto cuando toco la piel que comienza a ponerse tibia Dejara su honor caer en picada cuando se enteren que no le aguanto ni un solo “duelo” a esta mujer Si, me mofo alzando el dedo de en medio bajándolo como un miembro viril que se vuelve flácido. Sonrió antes de ponerme en cuatro, sobre mi actual amante, el señor Mirkovic, un cazador por el que tengo un pequeño destello de obcesion. Deposito un casto beso en los labios de aquel que me dio tan buena diversión.

Me deslizo frotando piel contra piel, besando sus labios con un mordisco juguetón Debo irme… deslizo los labios por su cuello, bajando hasta su pecho dejando besos, lamidas y uno que otro mordisco antes de alejarme por completo y caminar desnuda dejándole admirar mi cuerpo por complelto antes de partir al circo de rareras a donde pertenezco y vivo, la mansión D'Aramitz,

Y ustedes mías queridos lectores, se preguntaran ¿Quién es esta? fácil y sencillo, soy la mas zorra y fácil –Si no contamos a mi madre, claro está –de las D'Aramitz, somos lo que conocemos como las bastardas y reCogidas, ya que el único heredero legitimo es el primogénito de mis padres, el único hijo de sangre. Que por cierto no lo sabe, ni ellos ni mi querido hermano.

por **Leήeth D'Aramitz** Jue Nov 03, 2016 10:02 pm

-Lusian es la última vez que te digo que ¡TE LARGUES!- grite furiosa dándole un manazo al que aun después de tantos engaños, peleas, hijos, bastardas, misiones, perfumes, golpes, incendios, cogidas… ok, se entiende el punto ¿No?, después de tantas cosas aun sigue siendo mi esposo. Siento como su mano se desliza en mi trasero, metiéndose entre mis nalgas mas y mas abajo. ¡OH! ¡Mierda! ¿Por qué ahora?, me hago a un lado apartando el trasero ¿Porque ahora qué estoy trabajando en un nuevo perfume? No puede esperar a que anochezca –Por los dioses Lusian ya déjame!! –Volteo molesta amenazándolo con uno de los goteros amenazándolo.

Pero en su rostro solo se ve esa sonrisa socarrona y fastidiosa que pone cuando sabe que va a ganar. ¡Y una mierda! Maldito bastardo hijo de … se escucha el arrimon de la mesa, mi cuerpo en el filo de esta misma y su agresiva boca reclamando la mía. ¡Hijo de puta! ¡Qué bien besa! Muy anciano muy anciano pero sabe lo que hace el hijo de “zorra”.

Llevo uno de eso vestidos ligeros y de tela delgada por el maldito calos del verano, sin adornos ni miles de fondos lo que le hacen la tarea mucho más fácil de meter las manos hasta mis muslos –¡¡Mierda Lusian!! –me muerdo los labios para que no me escuche gemir. Le abofeteo con mas fuerza de la que ejerzo usualmente y lo que me gano es su mirada furiosa, sus dedos profundamente enterrados entre mis piernas y sus labios mordiendo los míos hasta casi sacarme sangre –¡Que no! –la meza y mi cuerpo se mueven con brusquedad por sus movimientos. Cierro los ojos y me muerdo los labios. No le daré gusto… aunque claro así es como me gusta. Entre mas salvaje mejor.

por **Gwendolyn D'Aramitz** Mar Nov 15, 2016 9:14 pm

Cazar, matar, regaños, todo era parte del día a día de Gwen quien solo cerraba los ojos inmutándose poco en las palabras de sus superiores por las acciones o faltas cometidas durante los entrenamientos o cacerías cortas. Un suspiro pesado salió de los labios de la doncella al regresar a su hogar luego de una noche tan intensa, estaba hambrienta, con sed y en unas condiciones deplorables pero más que nada cubierta de sudor y sangre seca que como huella quedaba en su cuello fino. La noche anterior había sido la cacería más corta de su vida, aunque claro ella no fue precisamente para ayudar a sus compañeros pues en otra faenas se hallaba.

Su hogar no era real, lo sabía, Gwen sabía a la perfección su postura en aquella casa, pues no era más que una recogida, adoptada o como muchos dentro de la inquisición comenzaban a asegurar, una bastarda de la familia D´Aramitz; poco caso hacia a esos comentarios, más estaba agradecida con aquellas dos personas por haberle brindado a Gwen un lugar donde vivir, porque a estas alturas estaría en algún prostíbulo o tienda ilegal de opio, para luego revolcarse en alguna esquina momentos en que sufre sus ataques pero gracias a ellos al menos tenía un lugar decente el cual podre destruir en aquellos arrebatos.

—Huelo, asqueroso. Maldito cerdo infeliz todavía que le digo que no lo haga encima de mí va y se termina. Son unos estúpidos maricas sin narices. Ahora necesitaré un baño y algo de perfume de mamá para quitarme la pestilencia de su muerte— el tono de su voz era fuerte y amenzante. Sentandose al comedor sin importarle las malas caras de los demas. ni que fuera la unica que se presentaba a desayunar en aquel estado

Su hermana entro en ese momento quitándose el mandil, los guantes y acomodándose los lentes , al asomarse por la puesta solto un "¿Que?" sus padres,esos que no lo son de verdad, se estaban montando una “buena faena” como decía su gemela, esta le extendio un fresquito –Tu medicamento, lo modifique un poco –explique sin apartar la mirada de mirada de los jefes de familia –Es un poco mas fuerte Gwendolyn, así que no abuses –previene. Enarca una ceja mirando a sus padres sin sentir vergüenza alguna.

por **Lusian D'Aramitz** Vie Dic 02, 2016 10:08 pm

-Lusian es la última vez que te digo que ¡TE LARGUES!-
Solo una sonrisa es lo que muestra al oír las palabras de protesta de quien ha comprado como esposa, una mujer a la que usa a su antojo y deseo en el momento que él lo requiera por ello sus insultos, sus golpes y hasta sus palabras de furia solo lo excitan tanto como para sonreírle y besar aquellos labios hasta el punto de devorarlos.

Sabe cómo le gusta a la mujer, aunque su boca lo niegue su cuerpo no y es por eso que es contra él que da sus ataques, sus dedos acarician los pezones, sus caderas mientras sus labios devoran su cuello y espalda, lentamente descienden los dedos hasta encontrarse en aquella abertura que tanto ansia, y a la que sin esperar o sin dudar se adentra de lleno empujando sus dedos con fuerza y vehemencia —Tu cuerpo me dice que si, calla y solo resiste con tu cuerpo que eso es lo único que me excita— introduce con más fuerza en el interior de su esposa jugando con su botón y con su intimidad sin tapujo alguno, dejando pequeños insultos a su oído justo cuando la puerta se abre y de reojo alcanza a ver a una de las bastardas que adopto por conveniencia.

La mira por unos segundos soltando una carcajda —Y acaso por ti me iba a detenerme, querida hijita, Gwen— se lanza de lleno a besar los senos de su amadísima y leal esposa sin prestar oídos a lo que reclama su hija —Contéstale rápido o de lo contrario terminará traumándose al ver a sus padres follar— comienza a abrirse el pantalón lentamente mirando a su esposa acercándola de las piernas hasta quedar su intimidad cerca de la de él.

Mira a su hija con una ceja enarcada que indica “largo que quiero follar” pero su hija solo se queda parada sin moverse y sin importarle al contrario, y al parecer no será la única que llegue a interrumpirlos

por **Désirée D'Aramitz** Sáb Dic 03, 2016 8:29 pm

Una invitación para una cacería en el cual el labor de una bibliotecaria ser vería por el valor de la información brindada a los valientes soldados, esa era la razón del viaje que tuvo que hacer a tierras desconocidas, a otros lugares como la santa España hogar de los reyes más católicos pero que ahora se ha envuelto en mitos y rumores sobre su monarca. Su viaje duró poco y estuvo de regreso lo más rápido posible a su nuevo hogar, si ahora tenía un lugar al que regresar y no en los conventos de las catedrales, ahora tenía una familia un poco extraña pero a la que amaba con todo su corazón pues el señor de los cielos la había llevado a ellos.

Al llegar a casa no vio a ni uno de sus hermanos que como ella son colegas en diversas áreas, esperó ver al mayor o a su hermana Georgiana, ambas personas que portan el estandarte de soldados con excelencia y de los que siente una gran y profunda admiración cual ensueño. Camina por la casa buscando a alguien pero no encuentra hasta que la voz de su hermana Gwen se dejó escuchar en la parte de abajo, en donde es el lugar de quien se supone es la madre de aquella familia, con gusto y felicidad va al taller de trabajo de su madre abriendo la puerta de golpe –Hermana llegué, donde está nuestra madre para poder pedirle la bendición y poder contarle lo que le traje de mi viaje– al ingresar al lugar pega un grito y sus cosas son tiradas al suelo para con sus manos cubrir sus ojos.

Lo que ha visto se le ha quedado grabado y con ello el sonrojo en su rostro es más que evidente, trata de salir pero como tiene los ojos vendados se golpea contra uno de los estantes –Yo…yo no vi nada, se lo juro padre, madre. PERDONEME– susurra comenzando a rezar para pedir perdón, su sonrojo no disminuye al contrario aumenta porque no sabe cómo salir de ahí pues ha visto lo que un hijo jamás debería ver, pero mas que nada le asombra que su hermana esté ahí como si no ocurriera aquello tan privado e íntimo que un hijo no debe ver y ella sigue viéndolos –Gw…Gwen deja de verlos tengo un poco de respeto por tus padres– susurra a su hermana pero esta la ignora.

Rogaba que alguien le ayudara a salir de ahí lo más rápido posible.

por **Leήeth D'Aramitz** Dom Dic 11, 2016 4:35 pm

Rolo los ojos al escuchar el comentario de una de mis hijas. “…antes de que comiences a gemir y no entienda bien lo que digas por lo bueno que pasas con papa” Otro arrimón de la mesa se escucha “Maldita Gwen, y todavía se burla ahh… pero ya me las pagara” una probeta se cae estrellándose en el suelo. –Asquerosa y apestosa ya estas… ah ah ah… querida… … Lusian agh…– gimoteo las palabras. Puede que no sean mis hijas de sangre pero sacaron lo putas de mi. –No me muerdas carajo– forcejeo con mi marido, aquel que me muerde mas fuerte, como acostumbra, sus dedos se mueven insistentes dentro de mi, y maldito cuerpo traidor que se moja para él cada que me pone una mano encima. Forcejeo, paso la mano jalando sus cabellos para que me suelte y lo único q me gano es que muerda mis pezones hasta el dolor –No follaras… AH… no aquí…– puedo sentir como aquel deseo liquido se acumula entre mis pierna. ¡Mierda!

Entre el “NO” mio y el “SI” un grito de Dess nos hace mirar a los tres. No se que hice mal con ella, aparte de adoptarla ya mas grande, pero aun no doy con que hice mal con esa. miro a mi pobre hija, hay dios debo hacer algo con ella, un gemido se escapa de mis labios junto a un tortuoso susurro nombrándolo a él –cuarto estante… ah.. aH… AH Lus… – muerdo mis labios señalando lo que esta buscando Gwen, si puede que haya pasado mucho y hemos follado durante años pero aun ese te viejo decrepito me pone caliente y sentirlo duro tan cerca de mi me pone ansiosa, ya que se larguen, quiero follar, ha pasado más de una semana. Cierro los ojos suspirando, sintiendo como se frota ante mi coño que aguarda ansioso.

Siendo sincera, no es la primera vez que alguno de nuestros hijos se “Trauma” al vernos follar, las gemelas nos han visto, ya perdí la cuenta de cuantas veces, pero por su carácter les da igual; aunque ahora puedo asegurar que todos están traumados.

por **Iris D'Aramitz** Dom Dic 11, 2016 9:26 pm

El silencio de la noche en el momento preciso se rompe para dar paso a unos estruendosos gritos de batalla que se traducen en peticiones y jadeos, una sonrisa afloró en los labios rojos de aquella víbora que aparecía de la cocina con un cuchillo en mano y una manzana a la cual cortaba y sus dientes reptaban por devorar, el aliento al sexo lo podía palpar al sisear esa lengua viperina que posee y es por esa maldita curiosidad de una serpiente del infierno que se atreve a acercarse a donde han concurrido sus supuestos hermanos, exacto ella solo los está usando para sus propósitos de destruir la inquisición desde adentro y así tener un escudo cuando todo explote y lo malo salte.

Observa a su madre tumbada sobre la mesa y a su padre entre las piernas de ella follandola sin control como animales que eran, si, todos ahí compartían características únicas; se cruzó de brazos en el marco de la puerta con una ceja enarcada, chaquea su lengua de serpiente negando ante tal acto, pero no es que lo repudie al contrario –Madre, tus gemidos se oyen algo fingidillos creo que nuestro padre no está picándote bien con su anaconda de lo contrario ya estarías corriéndote– sisea y guiña el ojo a su madre y a sus hermanas solo extiende un saludo, ser acerca a quien tiene los ojos cubiertos y rezando solo a molestarla –Vamos Des, ¿acaso no has follado? No me digas que no te has dado servicio entre los libros o algunos de ellos?– el sonrojo y el rostro de su hermana es todo lo que necesito para mirar a la otra, una de las gemelas dementes –Esa esencia la tenía yo pero se la di a Lilia porque realmente apestada extraño esa perra, aunque aquí nos faltan más, ya sé llamemos a Xavier, Georgiana, y Gwen, con ellos estaríamos completos en las lecciones de cómo no follar a una mujer – rió corriendo por las escaleras buscando a sus hermanos.

Como toda una serpiente venenosa que busca la discordia y como representante de ella va en busca de aquello que pueda ser aún más hilarante para la familia de raros y locos que han formado, todo por un bien, la ambición y poder..

por **Xavier D'Aramitz** Vie Dic 30, 2016 11:43 pm

Momento perfecto en el que bajo la santa seña regresaba a su hogar, o lo que más se asemeja a ello; por un momento de descanso y calma pero en vez de ello sabe que no lo tendrá que verá a sus hermanas metidas en su habitación tratando de molestarlo; suspira con fuerza al entrar por la puerta y de la nada la menor de la casa D'Aramitz gritando y agitando la mano del recién llegado

—Iris por favor, estoy cansado y quiero tomar un baño, además tengo que hablar con nuestro padre sobre unos informes dela inquisición, si sabes dímelo y si no piérdete en un pozo—

La lengua viperina de su hermana le convence al indicarle que sabe dónde podrá encontrar al hombre, señor y cabeza de la gran y peculiar familia. La sigue al lugar de trabajo de su madre con algo de curiosidad y un poco de desconfianza de su hermana, no confía en ella por su condición de traidora al ser una serpiente venenosa, pero aun así con la cautela que le caracteriza la sigue hasta llegar al encuentro con sus otras hermanas y sus dos padres en medio de la mesa en un momento un poco íntimo.

—Padre, madre, disculpen, pero. Padre podríamos hablar—

Se acerca a sus “padres adoptivos” y de su maleta de viaje saca unas notas que le han enviado la inquisición, desvía la mirada a sus hermanas de manera severa

—Es mejor que salgan, lo que se va a hablar es privado, además no sean irrespestuosas con la intimidad de nuestros padres, si quieren hacerlo en cualquier rincón pueden hacerlo incluso en el jardín a plena luz del día, no seas tan urgidas, si quieren follar como animales vayan a un burdel tengan respeto por sus padres, y Désirée, te recomiendo que salgas ahora o de lo contrario te enviaré a azotar—

Se acerca a sus padres con tanta naturalidad, sin tomarle importancia a lo que están haciendo sobre el escritorio, de pie frente a los dos mirando a su padre

—Parece que hay algunas fallas en la inquisición y temen que esas fallas lleguen a la hermandad, su eminencia me ha enviado una carta para usted padre y estas notas para ver si trabajamos en un plan de seguridad para ello, ya sabe usted que por el otro lado lo tengo cubierto pero por este aun me falta y requiero de su experiencia—

Mantiene un bolígrafo en mano para anotar lo que su padre tenga que decirle, evita el contacto visual con su madre para darle al menos algo de aquel respeto que mencionó momentos atrás. Da la espalda a sus hermanas que solo se mofan de él en risa y burlas obscenas que prefiere ignorarlas por completo.

por **Lusian D'Aramitz** Lun Ene 02, 2017 8:46 pm

Una enorme olla de presión se estaba llenando hasta el punto de explotar incluso se podía oir los pitazos que estaban dando en el momento justo y preciso de ebullición así que la calma pronto desaparecería. Miro a la mujer debajo de él, apretó los dientes y solo soltó un suspiro empujando sus caderas más contra ella, cada palabra que recibía de los entrometidos espectadores provocaba en él una ira que su pelvis era quien trataba de remediar contra el cuerpo de su tan amada esposa, nótese el sarcasmo.

Soltó las caderas de su mujer mostrándose ante los ojos curiosos de todos sus hijos escuchando a su orgullo hablar de aquella forma, tan seguro, tan firme y con una convicción única y propia del apellido D'Aramitz, a diferencia de las otras, que también tenían lo suyo y enorgullecía a sus padres, pero nadie como aquel que daba el informe. Miró a sus hijas con una mirada fulminante en el momento que tomaba las notas que le habían enviado con su hijo —¿Acaso sus padres no pueden follar tranquilos en nuestra casa? Les recuerdo pequeños engendros, bastardos que esta es mi casa y por lo tanto puedo follar y comerme a su madre en el lugar que quiera, al a hora que quiera y como se me de la gana y si alguien tiene duda que venga y vea como uso mi enorme serpiente para humedecer a su madre hasta que pierda la garganta— mira a la que está rezando —Ah y por favor que alguien saque de aquí a la santa beata virgen de Desiree, ni más faltaba, ¿a quien más esperamos para tener a la familia completa y que vea el espectáculo de sus padres follando como animales que son— una carcajada llena de ironía dejó en aquel momento.

Estaban casi todos reunidos en aquel momento, y aún faltaban más sorpresas.

por **Georgiana D'Aramitz** Lun Ene 09, 2017 9:19 am

La habitación se mira perfectamente arreglada, las cobijas sin una sola arruga y las superficies se encuentran pulcras sin rastro de polvo. Es curiosa, desentona con el resto de la mansión en donde se encuentra.

La silueta de la joven a la que pertenece dicha alcoba se mueve con delicadeza. Al sentarse frente al tocador mira su reflejo, los largos cabellos castaños recogidos de forma ordenada en un moño en su nuca y una trenza que le hace de diadema, perfecta sin ni un solo fuera de lugar; toma uno de los pendientes y lo coloca escuchando el alboroto que se está produciendo en la planta baja. Cierra los ojos suspirando tomando paciencia de algún lugar desconocido. Toma el otro pendiente y se pone de pie dirigiéndose al ventanal, no logra ver nada así que no queda más que bajar y averiguar cuál de todas es la que está creando el alboroto. Al bajar las escaleras pregunta a una de las doncellas de sus hermanas que sucede. La joven solo menciona vagamente algo sobre el taller de perfumería de su madre y algo es interrumpida de forma estrepitosa por la menor que la toma de la mueca y jalándola la empuja a donde se escucha que alguna pieza de vidrio estalla –¡¡Iris!! No es una forma adecuada – algunos gritos y la voz de Xavier que las manda a sacar –¿Qué esta pasado Iris? – cuestiona con voz autoritaria deteniéndolas al instante fuera del taller. Su hermana solo sonríe de forma burlo, como si ella comprendiera lo que la mayor no. Con la mano señala dentro y Georgiana no hace mas que descartar un bufido de inconformidad, no es de una dama ese tipo de expresiones. Al entrar se queda boquiabierta. Se lleva la mano a la cien sintiendo como el calor inundan sus mejillas, los gemidos de su madre la hacen temblar por un momento –¡YA!... ¡Todas a fuera!– se adelanta varios pasos evitando contacto con sus padres y el insensato de su hermano.

Toma del codo a Gwendolyn y con un solo jalón la hace caminar derecho a la salida –¡¡Tengo que volverles a enseñar como es tener un poco de respeto!!– recrimina a las presentes. Una mirada fea y hace desfilar a Gwen junto a Iris que esta parada en la puerta con una sonrisa burlona. –Dess– susurra tomándola de los hombros –Hay que salir, nuestros padres necesitan un poco de privacidad– tomando a la casi monja que la mira con ojos apenados, la ayuda a llegar hasta la puerta –¡Ya váyanse!– ordena a sus otras hermanas y regresa por su hermano, suspira tomando valor y con dos toques en la espalda de su hermano expresa con la mas clara y apacible voz evitando contacto visual con sus padres, ya los gemidos le han afectado demasiado –Xavier– espera que su hermano mayor la mire –Permíteles terminar, darás los detalles en el desayuno, dudo que quieran tratar algún otro tema en este momento.– se gira y mira como sus hermanas se encuentran aun en la entrada junto a la otra gemela que se ha sumado al escándalo.

Sin duda, la estaban provocando. Un grito de su madre la hace apretar los muslos y sin más mira como la cabeza de Lilia se asoma. ¡Perfecto! Toda la familia está reunida.

por **Miel D'Aramitz** Mar Abr 11, 2017 8:36 pm

Despertar no es sencillo más en la nueva familia, aun con la ayuda de mi fiel y único amigo, aquel hombre que me tendió la mano llevándome de nuevo a esa familia. Ahora estaban todos reunidos mientras permanecía en el jardín leyendo las noticias del día, la voz de él al servir de nuevo el té de duraznos traído de Inglaterra, mi tierra natal.

–Su familia está abajo, señorita– expresó al dejar unas magdalenas de chocolate

–Sí, ya los escucho, sobre todo a la mayor– Caminó alejándose del jardín con las galletas en mano directo a donde estaban todos los miembros de la familia reunidos.

Solo con estar de frente al lugar de trabajo de la Señora D´Aramitz, era de esperar y más con los sonidos y sentencias que emitían cada uno de ellos. Enarqué una ceja bajando lentamente por las escaleras hasta estar frente a todos ellos con los ojos bien abiertos ante el acto que mis supuestos padres realizaban, mis hermanas que cada una tomaba partido y más que nada los mayores con su poco pudor.

–Solo bajé para informar que ya esta el desayuno listo para nosotros, y preguntan si quieren que los sirvan en el jardín o en la mesa. Buenos días tenga todos– se presentó la última de los D´Aramitz

Un mordisco a la galleta sin dejar de ver lo que estaban haciendo mis padres, me sorprendía de que Georgiana y Desiree estén todavía presentes, del resto no, igual están tan corruptos como mi persona, pero al menos algo de decencia.

–Comparto lo que dice Georgiana, al menos debemos darles privacidad para que siga aumentando la familia D´Aramitz, es lo que se busca tener más de nosotros pero con la verdadera línea de sangre del apellido y no unos simples recogidos de las calles sucias de todo el mundo– soltó con una sonrisa tan malvada e irónica a la salud de sus hermanos y padres.

por **Lilia D'Aramitz** Sáb Abr 15, 2017 6:29 pm

Al llegara casa el mayordomo me da la bienvenida y al mismo tiempo informa que el desayuno esta listo y la mayoría de mi familia se encuentra en los invernaderos que perteneces a mamá. Por un momento frunzo el ceño y al siguiente aviento la capa y la bolsa al mayordomo dirigiéndome a aquella parte de la casa –Perras malditas, madre regalando perfumes y esas perras de atascadas –susurro fastidiada yéndome derecho hacia los invernaderos de donde se escucha un reverendo y gran alboroto –perras malditas han de estar cual demonios agarrando todo lo que puedan –y es que cuando madre regalaba cosas era como si hubiera descuentos en la tienda de madame Levallois, la modista.

En cuanto llegue lo que vi hizo que mi estomago se revolviera de forma espantosa, las puertas estaban abiertas por completo, los distintos aromas dieron otro vuelco a mi estomago. El escándalo era creado por los gritos de Georgiana que gritaba a diestra y siniestra regañando a todos como de costumbre ¿Y como mierda Xavier soportaba estar frente a esos dos mientras follaban sin sentir asco? incluso la mocosa nueva estaba ahí viendo el espectáculo de nuestros…

… no lo soporto, un intenso aroma a sexo y algo asqueroso me llena las fosas nasales y no soporto mas, me doblo tocándome el estomago mientras todo mi delicioso y fino desayuno que tome junto a Isak quedo esparcido en la entrada en medio de mis bastardas hermanas. No escucho nada mas haya de las arcadas mientras todo comienza a darme vueltas siéndome incapaz de erguirme. ¿Qué mierda estaba pasándome? Me limpio con el pañuelo la boca sintiendo que alguien me toma de la cintura. Me tambaleo y espero no caer en esa regurgitada mia porque mi vestido era nuevo y no quería que… … todo se vuelve obscuro.

por **Leήeth D'Aramitz** Sáb Abr 15, 2017 8:23 pm

Toda esa bola de bastardos no sabe hacer más que mamar la madre, mierda no podían dejarnos a solas al … ¿meno media hora? Que tanto era pedir el obtener un orgasmo antes del desayuno, mierda que ya no eran una bola de críos –Pero querías hijos ¿No? –rechine con los dientes mirando con furia empujando a Lusian tan fuerte que este se va hacia atrás y me bajo de un brinco de la mesa –Mas vale que te quede parada la verga después de que le patee el tracero a todos esos bastardos porque no pienso quedarme con el calentón –amenazo con el dedo índice señalando a mi esposo –Xavier –nombro a mi primero y más consentido hijo –Te he dicho muchas veces que cuando tus padres follan déjalos follar en paz, puedes esperar veinte minutos a que se corra tu madre –empujo el pecho de mi hijo haciéndolo a un lado –prepara esos papeles porque cuando acabe con tu padre los firmare y no pienso leerlos, ya estas bastante grande y se que puede manejar las cosas sin esta pidiendo permiso a ambos – y aunque debía informar de pies a cabeza cada movimiento en verdad que Xavier tenía suficiente criterio.

-Y ustedes bola de zorras malparidas lárguense antes de que les saque los ojos por fisgonas-anuncie, puede que ninguna le tuviera miedo a Lusian pero sí que me lo tenían a mí. Aun se me ven los muslos y miro por desgracia el espectáculo que se acaba de montar Lilia. Tome del brazo a Giorgiana y con voz fría y cruda le amenazo –Llevate a Miel y a Dessire antes de que me desquite contigo –ella pega un respingo afirmando con la cabeza, señalo a las gemelas para que den media vuelta y enfilen a donde deberían estar, el comedor desayunando, la explosiva encoge los hombros y se va sin prestar atención junto a la –Tu te quedas Iris, te has ganado el premio de limpiar la porquería de tu hermanita… shit- la callo con un brillo incesante en los ojos amenazándola –No está a discusión maldita serpiente así que ponte a hacer lo que te dije –¡¡¡LUSIAN!!! –grito llamándole, que para variar sirva de algo mientas sostengo con facilidad el cuerpo desfallecido de la bruja –Felicidades Lusian, serás abuelo –sonrío mirando a Lilia sintiendo el peculiar aroma que emana de ella mientras ella comienza a despertar.

por **Gweneth D'Aramitz** Sáb Abr 22, 2017 6:24 pm

Despertar por la madrigada y con una idea tan explosiva no podía esperar hasta que amanezca, y mi padre, que no era mi padre sanguíneo solo decir que dejara explotar todo aquello que en mi mente comenzara a formarse y pues… yo había hecho caso, siempre, o casi siempre, o cuando me convenía o algo así, la verdad solo sabía que era el momento de hacer caso, no siempre le daba tanta vuelta a todo como lo solían hacer algunas de mis hermanas, o esas a las que llamo hermanas pero no lo son sanguíneamente porque mi única hermana que es mi hermana sanguínea es Gwendolyn... y es bastante parecida a mi, de hecho somos como lo que llaman dos gotas de agua, aunque eso q dicen que dos gotas son idénticas, están bastante mal y retrogradas porque… deje a un lado mi loco monologo por un momento y me rasque con fuerza la mejilla. Suspire y puse la mescla

Oxido de Hierro en polvo (10 g.)
+
Aluminio en polvo (10 g.)

Intente ignorar con todas mis fuerzas el escándalo, mire por las ventanas sucias y semi-tapadas con trozos de tela que ya había amanecido. Me quite el mandil, los guantes y acomodándome los lentes salí a ver que sucedía, al asomarme por la puesta del invernadero principal me di cuenta q nuestros padres, esos que no lo son de verdad, se estaban montando una “buena faena” como decía mi gemela a la que le extendí un frasquito –Tu medicamento, lo modifique un poco –explique sin apartar la mirada de mirada de los jefes de familia –Es un poco mas fuerte Gwendolyn, así que no abuses –previne.

Leήeth salió hecha un dragon furioso amenazándonos sacarnos los ojos, y era capas, muy capas, yo lo habia presenciado, vi a la niña, la mas reciente adquisición al circo de rarezas que ya éramos –Vamos Miel –le ofrecí sin tocarla, no me gustaba tocar a las personas -¿Sabes que hay de desayunar? Me muero de hambre, incluso los ojos que Leήeth esta a punto de sacarle a las demás –Nota mental: Después de desayunar pedirle a Iris mas veneno.

por **Lusian D'Aramitz** Mar Mayo 02, 2017 7:09 pm

Su paciencia estaba a punto de desbordarse, miró a cada uno de sus hijos. La verdad con ninguno de ellos sentía apego solo por el único hijo varón que tenían en casa y al que le había enseñado el sentir desapego por las cosas menos importantes como ver a dos personas follando. Se rió fuertemente al ver a su mujercita sacar a las malditas arpías chupa dineros de sus hijas, las bastardas que fueron necesarias para crear el imperio D´Aramitz con mayor ingreso y recursos en el campo de la inquisición. La última en entrar fue la pequeña niña a la que a un no tenía claro su ingreso pero Xavier aseguraba que era bueno para el negocio de “familia”.

Cargado sobre la pared con su mano en su miembro tocándose al ver el cuerpo de su mujer moverse por todo el lugar dando órdenes lo ponía de sobremanera —Me va a quedar más dura si realmente los pateas a cada uno, y que demonios es mi casa y quiero follarte ahora con o sin testigos no me importa si ven como su madre tiene un orgasmo que solo su padre se lo puede dar, al menos así aprenderán que puede que llenemos la casa con más bastarditos— se toca descaradamente mirando a sus hijos —Lárguense niños que no ven que a su madre y a mi nos urge esta follada— una carcajada retumbo el lugar justo cuando la última de la familia se dirigía con las gemelas y la mayor tomaba a la inocente beata —Xavier firma esos papeles luego nos arreglamos tu madre y yo en el consejo de la inquisición si algo pasa, le diremos que estamos tan ocupados follando que no prestamos atención a lo que decias y por favor, Georgiana a Lilia mantenla encerrada hasta que terminemos aquí abajo, quiero saber quién fue el hijo de puta bastardo que que se la cogió varias veces como para dejarla preñada. Ah y piensa que hacer con ese engendro luego de que lo tengas—.

Se acercó a la espalda de su mujer tocándole el trasero y los muslos con aquella mano rasposa y callosa llevándola a su sexo humedecido aun con la mirada de algunos de los “pequeños” —Hablamos en media hora espérenos en el desayuno, si alguien come antes los haré limpiar todo este lugar con la casa entera con cepillos— vuelve a reir empujando el cuerpo Leneth contra la mesa, su espalda sobre ella abriéndole de piernas para comenzar a tomar el cálido roció de la mañana de aquella cueva de tesoros, y uno de los tesoros era los sonidos que producía su esposa.

por **Désirée D'Aramitz** Miér Mayo 03, 2017 8:33 pm

Rezando en silencio con los ojos cerrados casi de rodillas al suelo sin poder salir de aquel lugar privado donde sus adoptivos padres se encontraban en cierto encuentro, y todo porque su hermana menor no se lo permitía. No tuvo más salida que solo ignorar los comentarios recordando varios pasajes de la biblia así como de algunos de los libros que había leído. Sistemas de defensa de armas entre otros que solo murmuraba deseando que todo acabara.

Nervios era poco lo que sentía, y solo rezaba porque la menor de todas, la última integrante de la familia no apareciera y viera tal espectáculo pero cuando cruzó por la puerta simplemente quedó muda escuchando cada uno de los gemidos de su madre y padre, llevándola a sonrojarse hasta la punta de las orejas y el temblor de su cuerpo, sus ojos se centraron en la pequeña niña que no se inmutaba ante el espectáculo. Quería tomarla y salir de ahí pero sus piernas le fallaban como si estuviera clavada ahí pero se acabó el hechizo cuando su madre ordenó a cada uno así como la voz de su padre –No…no tienes ni que repetirlo madre– agradeció que su hermana mayor le ayudar a salir de ahí no sin antes recibir las frases mordaces de su hermana Iris, aquella serpiente del grupo que no dejaba más que avergonzarla más por su castidad –Vamos, Mel los niños no deben ver esto, verdad Georgiana– sus ojos se clavaron al suelo, sentía tanta vergüenza que no podía ni ver a los ojos de sus hermanos y menos a los de su padre sin sonrojarse. Cuanta inocencia de la que se reían sus hermanas, al menos dos de ellas.

por **Miel D'Aramitz** Jue Mayo 11, 2017 11:04 pm

Aparté un poco el cuerpo para evitar que aquello que salía por la boca de mi supuesta hermana mayor no salpicara a mi vestido (que me hacen usar de esa manera con volantes por las odiosas de mis hermanas mayores, como si fuera una maldita muñeca), me alejo lo suficiente para evitar incluso tocar con mis zapatos esa muestra de afecto de la pequeña bruja zorra de la familia. Al parecer todo su desayuno ha terminado en el suelo donde nuestros generosos y benefactores padres han estado follando.

Trato de alejarme pero Lilia lo impide al estar tirando arcadas en medio de la puerta, por ello aun puedo oír los gemidos, rezos y burlas del resto de familia. No puedo hacer más debo mantenerme callada. La bibliotecaria es quien trata de sacarme a petición de nuestra madre pero más que nada por la mirada de la mayor. Realmente piensan ellas que verles tener un follo es de mi desagrado…

Si supieran.

–Tranquilas, ya me voy, solo vine a avisar del desayuno porque el mayordomo estaba preguntando si ya servía para toda la familia o no– agité la mano al rodear el regalo de nuestra hermana.

Miré a Iris la serpiente que siempre molesta a todos –Y bien limpio–miré a nuestra madre con un mirada de perrito degollado –Madre, pero debería hacerlo sin ayuda de algún empleado, porque seguro Iris es capaz de pedirles a ellos que limpien, o al mayordomo. Que tal un castigo si no lo hace, como servir a la ultima de los recogidos D´Aramitz– sonreí mirando a mi querida hermana.

Georgiana trataba a todas fuerzas de sacarnos y con eso en el aire dejé para irme mejor a tomar mi desayuno, al menos de Iris me vengué por ponerme ese sombrero horrible y por apretar mi cuerpo pequeño con sus víboras.

Una menos.

por **Iris D'Aramitz** Dom Jun 11, 2017 10:08 pm

–¡Y creen que limpiaré ese desastre, se ve que no me conocen–

El siseo de la serpiente se hace más evidente por la pronta humillación que ha recibido por parte de su madre y hermanas, las ignora por el momento dirigiendo su veneno hacia la última adquisición de la familia. Sus ojos se achican observando a esa pequeña mocosa siseándole la lengua como una víbora de verdad, quizás por las palabras que la enana ha pronunciado en su contra. La cara de desagrado que mostró no se igualaba a las que ocasionalmente colocaba contra su hermano, pero no se dejaría ganar por aquella mocosa maleducada y el séquito de sus hermanas y madre. Sonrió como si aceptara la orden de su “progenitora” pero de manera sarcástica esa sonrisa de vuelve al agitar los cabellos de la pequeña y última adquisición de la familia.

Miró a la causante del embrollo rodándole los ojos–¡Qué asco Lilia! Deberías tener más cuidado, además creo que quien ensucia debería limpiar, no otras, porque no es mi culpa aquello que Lilia lleva en su vientre– murmura como si realmente fuera una conversación casual, sin mostrar su ira que la come por dentro, mira a su “madre” que le ha dado la orden negándose, ella no lo haría aun cuando Leneth la obligara nadie la obligaría a tal humillación –Lo siento pero no voy a limpiar el desastre de Lilia, tengo otras cosas que hacer como limpiar desastres de otra gente y mis propios asuntos ¿Acaso no hay empleados que hagan eso? y si no, se contrata otros hombres– sonrió a las dos clavando su sarcasmo en Lilia referencia a aquellas nauseas –Tengo hambre así que iré a comer, además si quieren que yo limpie otro desastre más de la familia entonces que al menos en esta ocasión ayuden todos los hermanos D´Aramitz, desde la que entro aquí hasta la última de nosotros ¿No es justo eso madre?– enarcó una ceja mirándola sobre el hombro al subir estar cerca de la puerta dándole la espalda a todas ellas.

Molesta es poco para describir su humor en ese momento y con quien se desquitaría sería la pequeña D´Aramitz.

por **Miel D'Aramitz** Mar Jul 11, 2017 8:27 pm

Mostré una sonrisa al ser empujada por la mayor y la otra beata fuera del lugar, regresé la mirada a la serpiente venenosa sacándole algo de la lengua riéndome por su fortuna ante tal regalo. Caminé hasta donde estaba la pobre bruja cuyas piernas son las más fáciles en abrir, tocándole el vientre dándole masajes todos –¿quieres que alguien en su estado haga algo como eso? ¿Dónde está tu apoyo como hermana?– reí mirando a nuestra madre y padre que se acomodaban las ropas ocultando sus grandes vergüenzas pero con enojo, sobre todo de Lusian el nos miraba a todos fulminándonos con la mirada maldiciéndonos.

Di la espalda ignorando cada uno de los comentarios de ellos tomando la mano de Georgina y la de la Beata que temblaba “No puede ser más patética” pensé mirando su actuar, regresé la vista a Georgina mirándole de una manera “No le puedes presentar a alguien que se la folle y deje de ser tan insulsa” pero solo pude sonreírles y mostrar la “buena niña” que soy –La comida se enfría y tengo mucha hambre, pediré te de jengibre para Lilia, con eso podrá al menos decirnos el nombre del baspadretado de su retoño– subimos con Georgina mirándola –Espero que no diga que no es lo que decirmos o pensamos y que solo es algo que comió y le hizo mal, porque lo que se comió fue algo de otra persona y no le hizo nada mal solo hincharle la panza por nueve meses, verdad Gigi– pregunte con sorna inocencia a la mayor de las mujeres de la familia, a Xavier solo le daba asco porque en su rostro se dibujó esa expresión de desagrado por Lilia y claro ella era una bruja y a él le disgustan todas las brujas.

¿Qué pensaría ahora Georgiana, que siempre buscó una familia, y es la más normal de nosotros? Que intriga es ella.

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