AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
De salvadora a verdugo [Privado]
2 participantes
Página 1 de 1.
De salvadora a verdugo [Privado]
Esa tarde de otoño, donde por fin la luna llena coronaría el firmamento horas más tarde, Ayshane había decidido salir al bosque a buscar un refugio en el que pasar la noche, donde sin duda representaría un peligro mucho menor que si se quedaba en el hotel donde se alojaba. Esa noche se convertiría en una licántropa, y todo aquel que se acercase a ella sin ser de su manada correría el riesgo de perder la vida antes de poder pedir auxilio.
Llevaba días enfrascada en la búsqueda de un prometido del que no había rastro, recorriendo cada una de las calles de París, con la esperanza de encontrar algún indicio que le condujesen a éste; pero absolutamente nada había conseguido. Era como si se lo hubiese tragado la tierra, o que por ende, jamás hubiese existido tal persona. Aunque, ¿qué ganaba su hermano al hacerle buscar a un prometido inexistente?
Un pequeño arroyo junto a una cueva fue el lugar escogido por la loba, que tenía decidido pasar los dos próximos días, con sus respectivas noches, acampada en aquel lugar. La imagen del mismo era hermosa y tranquilizadora, y más para ella, que estaba acostumbrada a vivir en plena naturaleza en lugar de mezclada con el resto de humanos. Tras dejar en el interior de la cueva lo necesario para pasar dos noches, y que portaba en un bolsón de piel, decidió acudir al arroyo donde recoger agua y quitarse de brazos y piernas la arena del camino antes de volver a la oscuridad de la cueva donde esperaba poder pertrecharse con la cadena que llevaba antes de que los últimos rayos de sol iluminasen la ciudad.
Se hallaba sentada a la vereda del arroyo, donde tras quitarse calzas y zapatos procedía a enjuagarse las piernas con la refrescante agua del mismo. El cantar de los pájaros era música para sus oídos, podía percibir el movimiento de otros animales que la observaban recelosos escondidos tras los matorrales, mientras acariciaba su piel y se deshacía de los restos de arena.
Un sonido extraño tras ella la hizo ponerse en pie de un salto, preocupada por no haberse percatado antes de la presencia de otros seres que si bien no deberían estar allí. Humanos; podía sentir sus auras y percibir su olor. Hombres que estaban poniendo en riesgo sus vidas al acercarse a ella cuando en breve oscurecería.
-Señores, os estáis confundiendo de persona. – murmuró al ver como dos cazadores se acercaban a ella apuntándola con sus armas. Podía ver sus auras enrojecidas por el odio que le profesaban, sin saber a ciencia cierta cómo podían haberla reconocido si su transformación todavía no había tenido lugar. Conseguía además mantener a raya el color de sus ojos que la delatarían, así que solo se le ocurrió que los cazadores portasen algún objeto mágico que la señalaba como enemiga. Levantó las manos en señal de rendición y prosiguió hablando ante la mirada irascible de los caballeros.- Solo he venido hasta el río a refrescarme un poco, y nada de dinero tengo para darles. Si me asaltan su robo será en balde.
Ayshane sabía que no se trataba de ningún bandolero que osase asaltarle, pero necesitaba ganar tiempo si quería salir de allí con vida. Si aguantaba lo suficiente la conversación, la luna culminaría reinando el estrellado cielo, y ella se transformaría en una enorme loba negra que podría hacer frente sin problemas a esos cazadores que parecían no tener intención de permitirle huir
Llevaba días enfrascada en la búsqueda de un prometido del que no había rastro, recorriendo cada una de las calles de París, con la esperanza de encontrar algún indicio que le condujesen a éste; pero absolutamente nada había conseguido. Era como si se lo hubiese tragado la tierra, o que por ende, jamás hubiese existido tal persona. Aunque, ¿qué ganaba su hermano al hacerle buscar a un prometido inexistente?
Un pequeño arroyo junto a una cueva fue el lugar escogido por la loba, que tenía decidido pasar los dos próximos días, con sus respectivas noches, acampada en aquel lugar. La imagen del mismo era hermosa y tranquilizadora, y más para ella, que estaba acostumbrada a vivir en plena naturaleza en lugar de mezclada con el resto de humanos. Tras dejar en el interior de la cueva lo necesario para pasar dos noches, y que portaba en un bolsón de piel, decidió acudir al arroyo donde recoger agua y quitarse de brazos y piernas la arena del camino antes de volver a la oscuridad de la cueva donde esperaba poder pertrecharse con la cadena que llevaba antes de que los últimos rayos de sol iluminasen la ciudad.
Se hallaba sentada a la vereda del arroyo, donde tras quitarse calzas y zapatos procedía a enjuagarse las piernas con la refrescante agua del mismo. El cantar de los pájaros era música para sus oídos, podía percibir el movimiento de otros animales que la observaban recelosos escondidos tras los matorrales, mientras acariciaba su piel y se deshacía de los restos de arena.
Un sonido extraño tras ella la hizo ponerse en pie de un salto, preocupada por no haberse percatado antes de la presencia de otros seres que si bien no deberían estar allí. Humanos; podía sentir sus auras y percibir su olor. Hombres que estaban poniendo en riesgo sus vidas al acercarse a ella cuando en breve oscurecería.
-Señores, os estáis confundiendo de persona. – murmuró al ver como dos cazadores se acercaban a ella apuntándola con sus armas. Podía ver sus auras enrojecidas por el odio que le profesaban, sin saber a ciencia cierta cómo podían haberla reconocido si su transformación todavía no había tenido lugar. Conseguía además mantener a raya el color de sus ojos que la delatarían, así que solo se le ocurrió que los cazadores portasen algún objeto mágico que la señalaba como enemiga. Levantó las manos en señal de rendición y prosiguió hablando ante la mirada irascible de los caballeros.- Solo he venido hasta el río a refrescarme un poco, y nada de dinero tengo para darles. Si me asaltan su robo será en balde.
Ayshane sabía que no se trataba de ningún bandolero que osase asaltarle, pero necesitaba ganar tiempo si quería salir de allí con vida. Si aguantaba lo suficiente la conversación, la luna culminaría reinando el estrellado cielo, y ella se transformaría en una enorme loba negra que podría hacer frente sin problemas a esos cazadores que parecían no tener intención de permitirle huir
Ayshane Yuri- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 25/09/2016
Localización : Paris
Re: De salvadora a verdugo [Privado]
Una noche mas y demasiado que pensar, la dama blanca hoy coronaria el cielo mientras mi espectro y yo cruzábamos aquel bosque en busca del remanso de paz que se había convertido aquel lugar donde iba cuando simplemente necesitaba encontrarme de un modo u otro.
Recordar retales de tiempos pasados y ver el presente tratando de alcanzar el futuro. Un futuro incierto por el que estaba dispuesto a luchar.
Los haces de luz del ocaso traspasaban las pocas hojas que aun prendían de los arboles, el otoño nos había alcanzado y con ellos el suelo se teñía de dorados tonos.
Atrás quedaron las horas de mas luz, y con la nueva estación llegaban las primeras lluvias que darían paso al oscuro invierno.
Aquella noche la oscuridad también moraba de un modo u otro en mi interior, un largo viaje por delante, una petición de matrimonio que parecía necesitar ser considerada, dejando atrás la impulsividad del amor y Lakme, una inmortal con la que apenas hace un par de días había ligado mi sino.
Mi vida era un caos, estaba acostumbrado a la guerra, siempre estuve preparado para sangrar, mas hoy estas heridas que no sangraban pero dolían se me antojaban pesadas.
Nunca fui un hombre con facilidad para expresarme, veía como a mi alrededor todos compadecían sus desgraciadas vidas, creyéndose los mas desdichados, creyéndose en muchos casos unas victimas.
Unos por no saber quienes son, otros porque lo saben tan bien que les asustaba ser diferentes a lo que creen que son y ahí estaba yo, guardando silencio sobre un pasado que no fue mucho mejor.
Yo odiaba que alguien sintiera lastima por mi, tras mis mil escudos pertrechaba mis desgracias y seguía adelante pues así me habían educado, porque así se forja un guerrero.
Hoy la soledad era solo un fantasma de mi día a día, no había botella que clamara mi sed, ni arma que me hiciera gozar con la batalla.
Finalmente tras el sendero de moras que ya había recorrido mas de una vez, aquel hermoso prado de flores rojas con el arroyo de aguas vivas y la gruta atrás.
Mas mis ojos se centraron en una figura femenina que algo me decía conocía, aunque no ubicaba de que. Molestada por dos asaltantes de caminos parecía suplicar por su sino.
Desmonté de un salto corriendo hacia ellos, al parecer mi remanso de paz había terminado y de nuevo guerra parecía ser lo único que podía acompañar a mi etérea vida.
-¡Eh vosotros! -dije llamando su atención, mientras acariciaba el mango de mi bastarda que hoy especialmente estaba sedienta.
Admito que desde que me uní a la inmortal mi auto control había menguado considerablemente.
Nunca fui un hombre templado, demasiado impulsivo, mas ahora sentía cada vez que empuñaba la espada que un frenesí salvaje se apoderaba de mi.
Recordar retales de tiempos pasados y ver el presente tratando de alcanzar el futuro. Un futuro incierto por el que estaba dispuesto a luchar.
Los haces de luz del ocaso traspasaban las pocas hojas que aun prendían de los arboles, el otoño nos había alcanzado y con ellos el suelo se teñía de dorados tonos.
Atrás quedaron las horas de mas luz, y con la nueva estación llegaban las primeras lluvias que darían paso al oscuro invierno.
Aquella noche la oscuridad también moraba de un modo u otro en mi interior, un largo viaje por delante, una petición de matrimonio que parecía necesitar ser considerada, dejando atrás la impulsividad del amor y Lakme, una inmortal con la que apenas hace un par de días había ligado mi sino.
Mi vida era un caos, estaba acostumbrado a la guerra, siempre estuve preparado para sangrar, mas hoy estas heridas que no sangraban pero dolían se me antojaban pesadas.
Nunca fui un hombre con facilidad para expresarme, veía como a mi alrededor todos compadecían sus desgraciadas vidas, creyéndose los mas desdichados, creyéndose en muchos casos unas victimas.
Unos por no saber quienes son, otros porque lo saben tan bien que les asustaba ser diferentes a lo que creen que son y ahí estaba yo, guardando silencio sobre un pasado que no fue mucho mejor.
Yo odiaba que alguien sintiera lastima por mi, tras mis mil escudos pertrechaba mis desgracias y seguía adelante pues así me habían educado, porque así se forja un guerrero.
Hoy la soledad era solo un fantasma de mi día a día, no había botella que clamara mi sed, ni arma que me hiciera gozar con la batalla.
Finalmente tras el sendero de moras que ya había recorrido mas de una vez, aquel hermoso prado de flores rojas con el arroyo de aguas vivas y la gruta atrás.
Mas mis ojos se centraron en una figura femenina que algo me decía conocía, aunque no ubicaba de que. Molestada por dos asaltantes de caminos parecía suplicar por su sino.
Desmonté de un salto corriendo hacia ellos, al parecer mi remanso de paz había terminado y de nuevo guerra parecía ser lo único que podía acompañar a mi etérea vida.
-¡Eh vosotros! -dije llamando su atención, mientras acariciaba el mango de mi bastarda que hoy especialmente estaba sedienta.
Admito que desde que me uní a la inmortal mi auto control había menguado considerablemente.
Nunca fui un hombre templado, demasiado impulsivo, mas ahora sentía cada vez que empuñaba la espada que un frenesí salvaje se apoderaba de mi.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: De salvadora a verdugo [Privado]
Los dos cazadores parecían reticentes a dejarla marchar, algo o alguien los había llevado hasta ella y tenía que descubrir el por qué. No era tan fácil reconocer a un licántropo en su forma humana a no ser que lo hiciese otro sobrenatural o hubiese magia de por medio.
Miró hacia sus pertenencias, donde había dejado la espada junto a sus calzas; estaban situadas a apenas unos metros de ella, con la inconveniencia de que aquellos hombres estaban de por medio. Si la situación empeoraba, si la atacaban antes de su transformación, tal vez fuese capaz de alcanzarla, no sin ello salir herida de una forma u otra.
Fue en ese preciso instante cuando escuchó una voz familiar que se acercaba por la retaguardia de ambos cazadores. El joven ebrio que noches antes había encontrado junto a la taberna donde empezó la búsqueda de su prometido, y al que había terminado acompañando hasta la habitación de su hotel para curar sus heridas. Desde luego ese joven era como un imán para los problemas, y no solo porque siempre terminaba metido en uno, sino porque su presencia complicaba el plan que tenía Ayshane en mente. Aún así se alegraba de verlo, comprobar que se había recuperado de sus heridas, pero sobre todo, porque le había llamado la atención de una forma especial.
Ahora su tiempo para salir airosa de esa situación y conseguir que el joven se marchase del bosque se agotaba. Ya no podía esperar a su transformación para ahuyentar a los cazadores, porque si eso pasaba, si se transformaba en loba delante del señor Cannif, éste tampoco saldría con vida de su encuentro. No podía diferenciar a quien atacaba y a quien no durante su transformación, y no podía permitirse hacer daño a una persona inocente, y mucho menos si se trataba de él.
-Todo está bien, mi señor. Solo ha sido una lamentable confusión. Estos caballeros ya se marchaban.- dijo elevando un tanto su tono de voz, mirando de reojo la espada y esperando que el joven entendiese que necesitaba que se la tendiese.
Sabía que aquellos hombres no se marcharían por las buenas, que esa sonrisa ladina que pendía de sus labios le decían que la llegada del joven que había salido en su defensa suponía para ellos más diversión.
- ¿Qué os importa lo que le pase a esta perra? ¿O es que acaso vos sois su perro?- escupió uno de los cazadores con voz socarrona mirando a Höor, mofándose de la valentía que mostraba el joven al defenderla a pesar de la desventaja en número. Ambos se rieron de forma ridícula mirándose el uno al otro como si lo que había dicho fuese gracioso. Desde luego que el mundo estaba lleno de idiotas, y Ayshane había tenido la suerte de encontrarse a dos de ellos en ese bosque de París.
-Es solo un desconocido, dejad que se marche.- apuntó Ayshane, temiendo que el hecho de que la hubiese defendido fuese suficiente razón para que lo acusasen a Höor de ser también un licano, y acabasen con la vida de un inocente.
Uno de ellos, espada en mano dio unos pasos hasta Höor, moviendo el arma en dirección a Ayshane. Querían ponerlos juntos para no dejar flancos abiertos, y era algo que la loba no iba a permitir. No podía darles ventaja, no si quería que ambos saliesen ilesos y alejar de allí al joven antes de que fuese demasiado tarde. De un grácil salto se colocó frente al sorprendido cazador que se había quedado vigilándola, y asestándole un puñetazo lo neutralizó cayendo éste al suelo, al menos de momento. Corrió con rapidez hacia donde estaba su espada, cogiendo ésta con una mano, y dando una rápida voltereta sobre la mullida hierba, llegó hasta el joven que parecía atónito por sus movimientos. Sabía que su rapidez y su forma de moverse no eran las propias de una humana, pero tenía que actuar con premura si quería tener una oportunidad.
-¿No tuvo bastante con la paliza que le asestaron al salir de la taberna?- preguntó con un tono afable en su voz, guiñándole un ojo y blandiendo su espada hacía el cazador que los miraba incrédulo. El otro cazador se había recuperado del puñetazo, colocándose al lado de su compañero.- Váyanse caballeros, aún están a tiempo de continuar con sus vidas y haremos como si nada de esto hubiese pasado. Más si se quedan, si deciden enfrentarse a mí, dejarán a una esposa desconsolada y a unos hijos huérfanos de padre.
A Ayshane no le gustaba luchar contra humanos, jamás lo hacía si podía solucionar sus problemas de otra forma, pero el tiempo apremiaba y Höor debería marcharse en cuestión de minutos si no quería correr riesgos innecesarios.
Miró hacia sus pertenencias, donde había dejado la espada junto a sus calzas; estaban situadas a apenas unos metros de ella, con la inconveniencia de que aquellos hombres estaban de por medio. Si la situación empeoraba, si la atacaban antes de su transformación, tal vez fuese capaz de alcanzarla, no sin ello salir herida de una forma u otra.
Fue en ese preciso instante cuando escuchó una voz familiar que se acercaba por la retaguardia de ambos cazadores. El joven ebrio que noches antes había encontrado junto a la taberna donde empezó la búsqueda de su prometido, y al que había terminado acompañando hasta la habitación de su hotel para curar sus heridas. Desde luego ese joven era como un imán para los problemas, y no solo porque siempre terminaba metido en uno, sino porque su presencia complicaba el plan que tenía Ayshane en mente. Aún así se alegraba de verlo, comprobar que se había recuperado de sus heridas, pero sobre todo, porque le había llamado la atención de una forma especial.
Ahora su tiempo para salir airosa de esa situación y conseguir que el joven se marchase del bosque se agotaba. Ya no podía esperar a su transformación para ahuyentar a los cazadores, porque si eso pasaba, si se transformaba en loba delante del señor Cannif, éste tampoco saldría con vida de su encuentro. No podía diferenciar a quien atacaba y a quien no durante su transformación, y no podía permitirse hacer daño a una persona inocente, y mucho menos si se trataba de él.
-Todo está bien, mi señor. Solo ha sido una lamentable confusión. Estos caballeros ya se marchaban.- dijo elevando un tanto su tono de voz, mirando de reojo la espada y esperando que el joven entendiese que necesitaba que se la tendiese.
Sabía que aquellos hombres no se marcharían por las buenas, que esa sonrisa ladina que pendía de sus labios le decían que la llegada del joven que había salido en su defensa suponía para ellos más diversión.
- ¿Qué os importa lo que le pase a esta perra? ¿O es que acaso vos sois su perro?- escupió uno de los cazadores con voz socarrona mirando a Höor, mofándose de la valentía que mostraba el joven al defenderla a pesar de la desventaja en número. Ambos se rieron de forma ridícula mirándose el uno al otro como si lo que había dicho fuese gracioso. Desde luego que el mundo estaba lleno de idiotas, y Ayshane había tenido la suerte de encontrarse a dos de ellos en ese bosque de París.
-Es solo un desconocido, dejad que se marche.- apuntó Ayshane, temiendo que el hecho de que la hubiese defendido fuese suficiente razón para que lo acusasen a Höor de ser también un licano, y acabasen con la vida de un inocente.
Uno de ellos, espada en mano dio unos pasos hasta Höor, moviendo el arma en dirección a Ayshane. Querían ponerlos juntos para no dejar flancos abiertos, y era algo que la loba no iba a permitir. No podía darles ventaja, no si quería que ambos saliesen ilesos y alejar de allí al joven antes de que fuese demasiado tarde. De un grácil salto se colocó frente al sorprendido cazador que se había quedado vigilándola, y asestándole un puñetazo lo neutralizó cayendo éste al suelo, al menos de momento. Corrió con rapidez hacia donde estaba su espada, cogiendo ésta con una mano, y dando una rápida voltereta sobre la mullida hierba, llegó hasta el joven que parecía atónito por sus movimientos. Sabía que su rapidez y su forma de moverse no eran las propias de una humana, pero tenía que actuar con premura si quería tener una oportunidad.
-¿No tuvo bastante con la paliza que le asestaron al salir de la taberna?- preguntó con un tono afable en su voz, guiñándole un ojo y blandiendo su espada hacía el cazador que los miraba incrédulo. El otro cazador se había recuperado del puñetazo, colocándose al lado de su compañero.- Váyanse caballeros, aún están a tiempo de continuar con sus vidas y haremos como si nada de esto hubiese pasado. Más si se quedan, si deciden enfrentarse a mí, dejarán a una esposa desconsolada y a unos hijos huérfanos de padre.
A Ayshane no le gustaba luchar contra humanos, jamás lo hacía si podía solucionar sus problemas de otra forma, pero el tiempo apremiaba y Höor debería marcharse en cuestión de minutos si no quería correr riesgos innecesarios.
Ayshane Yuri- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 25/09/2016
Localización : Paris
Re: De salvadora a verdugo [Privado]
Aquellos hombres eran muy valientes, claro contra una mujer. Sonreí divertido cuando esta trató de excusarlos sin razón aparente, como si allí me estuviera perdiendo algo que la verdad seguramente se me pasaba por alto.
Los hombres hablaron de perros, al parecer debía de ser un chiste la mas de divertido, pues entre ellos se miraban como idiotas midiendosela a ver quien al tenia mas larga.
No borré ni por un segundo la sonrisa ladina de mi rostro, eso si empezaba a aburrirme aquel ridículo bochorno.
Uno de los idiotas movió la espada para como si fuéramos rebañó mover nuestros cuerpos, casi me da un sincope de la risa. Por supuesto no moví un musculo, bueno, si ,el de la mandíbula al emitir unas cuantas carcajadas que desestabilizaron a los cazadores.
-Creo que os va mas lo de pastores -les aconseje mirándolos aun entre risas.
Creo que les di una desilusión al no mostrar ningún miedo, pero es que no sabia si blandir la espada u darles un caramelo ya mandarlos a su casa.
Su inutilidad quedó reflejada cuando aquella mujer tumbo a uno de un puñetazo, mientras con gráciles movimientos corría a por su espada.
Entonces lo supe, eran retrasados mentales y mi madre siempre me advirtió que a los tontos había que darles un trato especial.
Envaine la espada cuando la dama llego a mi posición preguntándome si no había tenido suficiente con al pelea en la taberna.
-Pues a decir verdad, no, pero estos dos, creo que me van a durar medio asalto, estoy por sentarme y dejarte luchar sola.
Quizás así a ti te duren dos -bromeé de nuevo dando un puñetazo al hombre que se alzaba del agua.
-Uno menos, te queda el otro, cuando acabes me avisas -apunte con serenidad saliendome del agua para tomar asiento sobre la mullida hierba.
Un bostezo y tiré mi cuerpo hacia atrás para contemplar el ocaso, pronto la dama blanca coronaria el cielo.
Cerré los ojos buscando mi remanso de paz y tranquilidad, un buen lugar para descansar.
A decir verdad, la dama no me sonaba de nada. Hablaba de una pelea en la taberna, o me confundía con otro, o la debí haber conocido borracho. Desconocía el día, pues las peleas y el alcohol eran algo demasiado típico en mis noches de diversión.
Los hombres hablaron de perros, al parecer debía de ser un chiste la mas de divertido, pues entre ellos se miraban como idiotas midiendosela a ver quien al tenia mas larga.
No borré ni por un segundo la sonrisa ladina de mi rostro, eso si empezaba a aburrirme aquel ridículo bochorno.
Uno de los idiotas movió la espada para como si fuéramos rebañó mover nuestros cuerpos, casi me da un sincope de la risa. Por supuesto no moví un musculo, bueno, si ,el de la mandíbula al emitir unas cuantas carcajadas que desestabilizaron a los cazadores.
-Creo que os va mas lo de pastores -les aconseje mirándolos aun entre risas.
Creo que les di una desilusión al no mostrar ningún miedo, pero es que no sabia si blandir la espada u darles un caramelo ya mandarlos a su casa.
Su inutilidad quedó reflejada cuando aquella mujer tumbo a uno de un puñetazo, mientras con gráciles movimientos corría a por su espada.
Entonces lo supe, eran retrasados mentales y mi madre siempre me advirtió que a los tontos había que darles un trato especial.
Envaine la espada cuando la dama llego a mi posición preguntándome si no había tenido suficiente con al pelea en la taberna.
-Pues a decir verdad, no, pero estos dos, creo que me van a durar medio asalto, estoy por sentarme y dejarte luchar sola.
Quizás así a ti te duren dos -bromeé de nuevo dando un puñetazo al hombre que se alzaba del agua.
-Uno menos, te queda el otro, cuando acabes me avisas -apunte con serenidad saliendome del agua para tomar asiento sobre la mullida hierba.
Un bostezo y tiré mi cuerpo hacia atrás para contemplar el ocaso, pronto la dama blanca coronaria el cielo.
Cerré los ojos buscando mi remanso de paz y tranquilidad, un buen lugar para descansar.
A decir verdad, la dama no me sonaba de nada. Hablaba de una pelea en la taberna, o me confundía con otro, o la debí haber conocido borracho. Desconocía el día, pues las peleas y el alcohol eran algo demasiado típico en mis noches de diversión.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: De salvadora a verdugo [Privado]
Ayshane se quedó sorprendida cuando lejos de recibir la ayuda del joven humano que había conocido noches antes a la salida de una taberna, éste decidió que ella sola se bastaba para dar una lección a los dos cazadores que la amenazaban con terminar con su vida. Tras propinarle un puñetazo a uno de ellos que le hizo tambalearse y caer de espaldas sobre el riachuelo donde la loba se estaba refrescando minutos antes, Höor enfundó su espada y anduvo hasta la crecida hierba donde se tumbó con los ojos cerrados, apoyando la cabeza sobre sus brazos, extendidos también sobre la hierba.
Ayshane y el atacante que quedaba en pie miraron desconcertados la acción del joven, escuchando de fondo los gritos del otro hombre que lanzaba improperios por el puñetazo recibido y volvía a ocupar su posición junto a su compañero.De nuevo los dos cazadores se mostraban frente a ella, esbozando una sonrisa ladina al paladear lo que creían una victoria segura después de que el joven se hubiese retirado de la contienda. Pero se equivocaban en una cosa, con la ayuda de Höor o sin ella, ahora Ayshane iba armada, y eso la transformaba en un ser letal.
-Caballeros, todavía pueden retirarse. Sinceramente les advierto que no quiero lastimar a nadie, pero lo haré si no me dan más alternativa que defenderme.- dijo la joven lentamente, colocándose en posición para atacar. Sabía de sobra que sus atacantes no se rendirían, que el sabor de la sangre estaba en sus labios, producida ésta por los puñetazos recibidos. Sus auras estaban cargadas de rabia, y no se marcharían sin dar muerte a su presa. Ambos estallaron en carcajadas tras la advertencia de la joven, mofándose de su positivismo.
Ayshane ladeó la cabeza tras un largo suspiro.- Está bien, terminemos rápido que el tiempo apremia.- apuntó antes de saltar sobre el primero de ellos que todavía reía a carcajadas por su advertencia, asestándole un golpe sobre la nariz con la empuñadura de la espada que hizo que éste perdiera el equilibrio y cayera de espaldas, gritando de dolor mientras sus manos las llevaba hasta una nariz ensangrentada y posiblemente rota.
Una patada en la garganta del otro fue todo lo que necesitó para neutralizarlo, hundiendo su faringe por el impacto e impidiéndole respirar. Cayó al suelo con las manos en la garganta y ahogándose entre bocanadas de aire como cuando un pez permanece demasiado tiempo fuera del agua. El asaltante que estaba en el suelo tras el golpe asestado comenzó a espabilarse, y con un ligero movimiento de su espada, la joven hizo un corte en la pierna del hombre, sesgando una importante arteria que sin duda lo llevaría a la muerte si no ponían remedio cuanto antes.
Ayshane negó con la cabeza. Había atacado a dos hombres cuando se sabía que era superior en agilidad y técnicas de lucha por alejar de allí a Höor antes del ocaso y salvarle así la vida, por segunda vez. No era propio de ella comportarse así, jamás había sido tan tajante al arrebatar la vida a otro ser vivo.
-Vayámonos de aquí.- le dijo de forma tajante al joven que todavía permanecía acostado en la hierba al tiempo que guardaba su espada en la funda para sujetársela sobre las caderas con un cinturón de cuero. Estaba molesta consigo misma por haber herido a los dos cazadores, sabiendo que aun teniendo alguna posibilidad de sobrevivir lo más seguro es que no lo consiguiesen.- No creo que sean tan estúpidos como para seguirnos, pero nunca se sabe hasta donde puede llegar la ignorancia humana.
Ayshane continuó andando sin girarse ni una sola vez la distancia que los separaba desde el arroyo hasta llegar al sendero donde el joven había dejado su montura, y se detuvo junto a ésta. Se colocó el calzado y la capa que todavía portaba en la mano y que había recogido del suelo antes de partir del lugar donde había dejado a los dos pobres desgraciados sumiéndose en su agonía.
- Me alegra saber que su herida se cicatrizó lo suficientemente bien como para poder cabalgar de nuevo.- dijo ahora de forma más tranquila, esperando que él se acercase hasta su posición.- ¿Podría verla?-Sus manos se aproximaban a la cintura del joven que la mirada de forma extrañada; parecía como si éste no la recordase de cuando noches antes había curado sus heridas.- ¿Suele no recordar a las damas que lleva a la habitación de su hotel?
Ayshane esbozó una sonrisa genuina al percatarse de que si el joven no recordaba nada podía convertirse en una conversación muy divertida en la que ella sacaría provecho de no haber estado ebria, y donde jugaría con la confusión de Höor; aunque solo fuese solo unos minutos mientras se aseguraba que se marchaba del bosque.
Ayshane y el atacante que quedaba en pie miraron desconcertados la acción del joven, escuchando de fondo los gritos del otro hombre que lanzaba improperios por el puñetazo recibido y volvía a ocupar su posición junto a su compañero.De nuevo los dos cazadores se mostraban frente a ella, esbozando una sonrisa ladina al paladear lo que creían una victoria segura después de que el joven se hubiese retirado de la contienda. Pero se equivocaban en una cosa, con la ayuda de Höor o sin ella, ahora Ayshane iba armada, y eso la transformaba en un ser letal.
-Caballeros, todavía pueden retirarse. Sinceramente les advierto que no quiero lastimar a nadie, pero lo haré si no me dan más alternativa que defenderme.- dijo la joven lentamente, colocándose en posición para atacar. Sabía de sobra que sus atacantes no se rendirían, que el sabor de la sangre estaba en sus labios, producida ésta por los puñetazos recibidos. Sus auras estaban cargadas de rabia, y no se marcharían sin dar muerte a su presa. Ambos estallaron en carcajadas tras la advertencia de la joven, mofándose de su positivismo.
Ayshane ladeó la cabeza tras un largo suspiro.- Está bien, terminemos rápido que el tiempo apremia.- apuntó antes de saltar sobre el primero de ellos que todavía reía a carcajadas por su advertencia, asestándole un golpe sobre la nariz con la empuñadura de la espada que hizo que éste perdiera el equilibrio y cayera de espaldas, gritando de dolor mientras sus manos las llevaba hasta una nariz ensangrentada y posiblemente rota.
Una patada en la garganta del otro fue todo lo que necesitó para neutralizarlo, hundiendo su faringe por el impacto e impidiéndole respirar. Cayó al suelo con las manos en la garganta y ahogándose entre bocanadas de aire como cuando un pez permanece demasiado tiempo fuera del agua. El asaltante que estaba en el suelo tras el golpe asestado comenzó a espabilarse, y con un ligero movimiento de su espada, la joven hizo un corte en la pierna del hombre, sesgando una importante arteria que sin duda lo llevaría a la muerte si no ponían remedio cuanto antes.
Ayshane negó con la cabeza. Había atacado a dos hombres cuando se sabía que era superior en agilidad y técnicas de lucha por alejar de allí a Höor antes del ocaso y salvarle así la vida, por segunda vez. No era propio de ella comportarse así, jamás había sido tan tajante al arrebatar la vida a otro ser vivo.
-Vayámonos de aquí.- le dijo de forma tajante al joven que todavía permanecía acostado en la hierba al tiempo que guardaba su espada en la funda para sujetársela sobre las caderas con un cinturón de cuero. Estaba molesta consigo misma por haber herido a los dos cazadores, sabiendo que aun teniendo alguna posibilidad de sobrevivir lo más seguro es que no lo consiguiesen.- No creo que sean tan estúpidos como para seguirnos, pero nunca se sabe hasta donde puede llegar la ignorancia humana.
Ayshane continuó andando sin girarse ni una sola vez la distancia que los separaba desde el arroyo hasta llegar al sendero donde el joven había dejado su montura, y se detuvo junto a ésta. Se colocó el calzado y la capa que todavía portaba en la mano y que había recogido del suelo antes de partir del lugar donde había dejado a los dos pobres desgraciados sumiéndose en su agonía.
- Me alegra saber que su herida se cicatrizó lo suficientemente bien como para poder cabalgar de nuevo.- dijo ahora de forma más tranquila, esperando que él se acercase hasta su posición.- ¿Podría verla?-Sus manos se aproximaban a la cintura del joven que la mirada de forma extrañada; parecía como si éste no la recordase de cuando noches antes había curado sus heridas.- ¿Suele no recordar a las damas que lleva a la habitación de su hotel?
Ayshane esbozó una sonrisa genuina al percatarse de que si el joven no recordaba nada podía convertirse en una conversación muy divertida en la que ella sacaría provecho de no haber estado ebria, y donde jugaría con la confusión de Höor; aunque solo fuese solo unos minutos mientras se aseguraba que se marchaba del bosque.
Ayshane Yuri- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 25/09/2016
Localización : Paris
Re: De salvadora a verdugo [Privado]
Con los ojos cerrados escuche le ruido de esa escandalosa mujer luchando con los inútiles esos que se hacían llamar “cazadores” al parecer los hombres de París dejaban mucho que desear en comparación con los norteños.
-SHHHHHHHHHHHHHH -gruñí desde la orilla.
Habían usurpado mi pequeño retiro de paz espiritual, y me estaban poniendo de una mala leche que como no terminaran ya, mataba a los tres y dejaba que el arroyo se los llevara con su corriente hasta le mar.
Pos suerte mis suplicas fueron oídas, Loqui debía de estar de buen humor ese día y decidió dar tregua a mi cuerpo cansado.
Mas no el suficiente, pues la dama lejos de marcharse, rehízo sus pasos volviendo hacia mi dirección con una sonrisa triunfal.
No había pillado lo de que quería descansar, enarque una ceja abriendo un ojo al escucharla decir que nos íbamos
¿Irnos? ¿a donde?
Incorpore mi cuerpo aun sentado para observarla incrédulo, ¿hablaba de irnos ella y yo?¿ juntos?
Casi me da un ataque de risa, menos mal que me habían enseñado a ser un caballero, porque de lo contrario, mi comportamiento hubiera dejado mucho que desear.
Mordí mi labio inferior tratando de disimular las ganas de reír a carcajada limpia.
-Disculpe mi señora, mas, yo ya estoy en el lugar donde deseo permanecer, es libre de irse cuando quiera.
La dama se detuvo al ver que no la seguía, esa mujer parecía estar muy acostumbrada a dar ordenes por activa y por pasiva y yo a desobedecerlas de la misma manera.
Me volví a dejar caer sobre la mullida hierba recolocando mi cabeza sobre los brazos para cerrar de nuevo los ojos.
Placido descanso bien merecido que me regalaban los dioses en ese lugar que me traía mágicos recuerdos de un primer encuentro.
Mas, no, la dama seguía hablando ,ahora de una herida que la parecer ella había curado y por lo que insinuaba entre nosotros había pasado algo en una noche de esas de borrachera.
-Si pasó, no te recuerdo, mal vamos ¿no? -sonreí de medio lado sin abrir los ojos -tengo muchas heridas y comparto lecho con demasiadas mujeres..así que no te emociones.
Mentí, era obvio que desde que alcancé París, solo había compartido lecho con una, dudaba que las palabras de esa mujer fueran ciertas, mas bien una fantasía de su cabeza.
Negué con cierta incredibilidad, de todas las personas cuerdas, me tenia que tocar a mi la loca que juraba conocerme y los cazadores que arrastrados por las aguas no cazaban nada.
-SHHHHHHHHHHHHHH -gruñí desde la orilla.
Habían usurpado mi pequeño retiro de paz espiritual, y me estaban poniendo de una mala leche que como no terminaran ya, mataba a los tres y dejaba que el arroyo se los llevara con su corriente hasta le mar.
Pos suerte mis suplicas fueron oídas, Loqui debía de estar de buen humor ese día y decidió dar tregua a mi cuerpo cansado.
Mas no el suficiente, pues la dama lejos de marcharse, rehízo sus pasos volviendo hacia mi dirección con una sonrisa triunfal.
No había pillado lo de que quería descansar, enarque una ceja abriendo un ojo al escucharla decir que nos íbamos
¿Irnos? ¿a donde?
Incorpore mi cuerpo aun sentado para observarla incrédulo, ¿hablaba de irnos ella y yo?¿ juntos?
Casi me da un ataque de risa, menos mal que me habían enseñado a ser un caballero, porque de lo contrario, mi comportamiento hubiera dejado mucho que desear.
Mordí mi labio inferior tratando de disimular las ganas de reír a carcajada limpia.
-Disculpe mi señora, mas, yo ya estoy en el lugar donde deseo permanecer, es libre de irse cuando quiera.
La dama se detuvo al ver que no la seguía, esa mujer parecía estar muy acostumbrada a dar ordenes por activa y por pasiva y yo a desobedecerlas de la misma manera.
Me volví a dejar caer sobre la mullida hierba recolocando mi cabeza sobre los brazos para cerrar de nuevo los ojos.
Placido descanso bien merecido que me regalaban los dioses en ese lugar que me traía mágicos recuerdos de un primer encuentro.
Mas, no, la dama seguía hablando ,ahora de una herida que la parecer ella había curado y por lo que insinuaba entre nosotros había pasado algo en una noche de esas de borrachera.
-Si pasó, no te recuerdo, mal vamos ¿no? -sonreí de medio lado sin abrir los ojos -tengo muchas heridas y comparto lecho con demasiadas mujeres..así que no te emociones.
Mentí, era obvio que desde que alcancé París, solo había compartido lecho con una, dudaba que las palabras de esa mujer fueran ciertas, mas bien una fantasía de su cabeza.
Negué con cierta incredibilidad, de todas las personas cuerdas, me tenia que tocar a mi la loca que juraba conocerme y los cazadores que arrastrados por las aguas no cazaban nada.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: De salvadora a verdugo [Privado]
Ayshane se sentía totalmente desconcertada ante la actuación del joven, que no solo la desafiaba con no acompañarla para abandonar aquel lugar donde había cometido el peor de los crímenes, sino que además volvía a tumbarse en ese pequeño claro paradisíaco donde antes de que llegasen los cazadores ella había escogido para esperar la luna llena.
Resopló compungida por la terquedad del pobre muchacho que se convertiría en su próxima víctima como no consiguiese sacarlo de allí en breve, sintiendo como los últimos rayos de sol acariciaban su piel dorada antes de la llegada del ocaso.
Aunque fue su siguiente comentario lo que hizo molestar a Ayshane, que escuchando cada una de las desvergonzadas palabras que lanzó el joven, optó por volver sobre sus pasos y situarse a su lado. Comenzó a a plantearse si sería tan buena idea salvarle la vida, o mejor dejar que la luna hiciese de las suyas, y mostrarle al muchacho porque no se debe enfadar a una licántropo.
-Desconozco con que tipo de mujeres acostumbráis yacer en vuestro lecho, pero le puedo asegurar que yo jamás desharía la cama con alguien como vos.- contestó sulfurada por las insinuaciones del aquel hombre cuyos modales dejaban mucho que desear. Tendría que haberle dejado una fea cicatriz en el costado, en lugar de esforzarse por cerrar aquella herida.- Hace algunas noches me encontré con vos en una reyerta a la salida de una taberna, donde si no llega a ser por mi intervención dudo mucho que hubiese salido con vida. Dado su lamentable estado, le acompañé a la habitación de su hotel.- terminó de explicar la loba tratando de que el asunto quedase zanjado y las dudas disipadas. Su mirada se clavó en la del joven, que ahora sintiéndola molesta parecía divertido.- Y si no le importa, yo había llegado antes a este lugar.
Ayshane no pudo evitar sonreír de forma jocosa por lo absurda que había sonado esta afirmación, y terminó por sentarse al lado del joven que seguía tumbado sobre la hierba. Lo cierto es que la visión que se abría ante sus ojos era preciosa, una lástima que minutos después no fuese capaz de apreciar sensaciones tan hermosas como aquella.
Estaba cansada del viaje que había tenido que llevar a cabo los últimos meses, cansada de recorrer París sin encontrar a su prometido, y lo único que deseaba verdaderamente era que llegase la noche y sentirse libre por unas horas como no podía serlo jamás en forma humana.
Resopló compungida por la terquedad del pobre muchacho que se convertiría en su próxima víctima como no consiguiese sacarlo de allí en breve, sintiendo como los últimos rayos de sol acariciaban su piel dorada antes de la llegada del ocaso.
Aunque fue su siguiente comentario lo que hizo molestar a Ayshane, que escuchando cada una de las desvergonzadas palabras que lanzó el joven, optó por volver sobre sus pasos y situarse a su lado. Comenzó a a plantearse si sería tan buena idea salvarle la vida, o mejor dejar que la luna hiciese de las suyas, y mostrarle al muchacho porque no se debe enfadar a una licántropo.
-Desconozco con que tipo de mujeres acostumbráis yacer en vuestro lecho, pero le puedo asegurar que yo jamás desharía la cama con alguien como vos.- contestó sulfurada por las insinuaciones del aquel hombre cuyos modales dejaban mucho que desear. Tendría que haberle dejado una fea cicatriz en el costado, en lugar de esforzarse por cerrar aquella herida.- Hace algunas noches me encontré con vos en una reyerta a la salida de una taberna, donde si no llega a ser por mi intervención dudo mucho que hubiese salido con vida. Dado su lamentable estado, le acompañé a la habitación de su hotel.- terminó de explicar la loba tratando de que el asunto quedase zanjado y las dudas disipadas. Su mirada se clavó en la del joven, que ahora sintiéndola molesta parecía divertido.- Y si no le importa, yo había llegado antes a este lugar.
Ayshane no pudo evitar sonreír de forma jocosa por lo absurda que había sonado esta afirmación, y terminó por sentarse al lado del joven que seguía tumbado sobre la hierba. Lo cierto es que la visión que se abría ante sus ojos era preciosa, una lástima que minutos después no fuese capaz de apreciar sensaciones tan hermosas como aquella.
Estaba cansada del viaje que había tenido que llevar a cabo los últimos meses, cansada de recorrer París sin encontrar a su prometido, y lo único que deseaba verdaderamente era que llegase la noche y sentirse libre por unas horas como no podía serlo jamás en forma humana.
Ayshane Yuri- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 25/09/2016
Localización : Paris
Re: De salvadora a verdugo [Privado]
La dama tomó asiento a mi lado, mi mirada se desvió a sus ojos verdes mientras me contaba la realidad de nuestro encuentro, al menos ahora podía tomarla en serio.
-No esta bien fantasear con la idea de haberte abierto de piernas para un hombre señorita...- dije con cierto sarcasmo en mi voz.
No sabia su nombre ¿o si? La verdad, de saberlo no lo recordaba. Sabia el dia que decia, pues ciertamente amanecí con una herida cosida, claro que no le di mucha importancia, estaba acostumbrado a ebrio darme puntadas para cerrar las heridas.
Ciertamente el lugar era un remanso de paz, mi remanso de paz y poco o nada me importaba quien hubiera llegado primero, el caso es que ella se marchaba y yo me quedaba.
-¿me necesita para algo señorita? -pregunté sin acabar de entender su insistencia porque partiéramos juntos de ese lugar, a fin de cuentas por separado habíamos llegado ambos.
-Agradezco su inestimable ayuda en la taberna, aunque a decir verdad, tengo una intensa relación con la parca...ella me persigue y yo la esquivo. Aun así, gracias, supongo que ahora, adulados sus oídos puede marchar en paz.
Una sonrisa de medio lado se volvió a dibujar en mi rostro mientras de nuevo cerraba los ojos para descansar.
Puse atención a ver si escuchaba a la pobre mujer cansarse e irse, mas no ,seguía allí observándome como si nunca hubiera visto antes a un hombre.
Giré la cabeza para enfrentar su mirada, parecía algo exaltada, claro que ese era el efecto que yo tenia sobre las féminas.
-Mi señora, estoy seguro de que le bosque es suficientemente grande para los dos, es mas, pronto la luna saldrá y este lugar sera peligroso para vos, mi consejo, que toméis la montura y cabalguéis hasta la ciudad.
La había visto pelear, no era una dama corriente, de echo apostaría a que había sido entrenada con el arte del acero desde niña, una guerrera, mas justo por eso sabia que mis palabras la enfadarían, no pude evitar dibujar una divertida sonrisa en mis labios mientras la miraba.
-No siempre soy tan capullo -dije finalmente -a veces soy peor.
La dama sonrió frente a mi comentario, al menos tenia sentido del humor, ya era mucho mas de lo que se gastaban algunas de esas mujeres encorsetadas de la alta sociedad Parisiense.
-¿ y bien? ¿que hace un lugar como este en una dama como vos? -pregunté entre risas -¿o era la revés?
-No esta bien fantasear con la idea de haberte abierto de piernas para un hombre señorita...- dije con cierto sarcasmo en mi voz.
No sabia su nombre ¿o si? La verdad, de saberlo no lo recordaba. Sabia el dia que decia, pues ciertamente amanecí con una herida cosida, claro que no le di mucha importancia, estaba acostumbrado a ebrio darme puntadas para cerrar las heridas.
Ciertamente el lugar era un remanso de paz, mi remanso de paz y poco o nada me importaba quien hubiera llegado primero, el caso es que ella se marchaba y yo me quedaba.
-¿me necesita para algo señorita? -pregunté sin acabar de entender su insistencia porque partiéramos juntos de ese lugar, a fin de cuentas por separado habíamos llegado ambos.
-Agradezco su inestimable ayuda en la taberna, aunque a decir verdad, tengo una intensa relación con la parca...ella me persigue y yo la esquivo. Aun así, gracias, supongo que ahora, adulados sus oídos puede marchar en paz.
Una sonrisa de medio lado se volvió a dibujar en mi rostro mientras de nuevo cerraba los ojos para descansar.
Puse atención a ver si escuchaba a la pobre mujer cansarse e irse, mas no ,seguía allí observándome como si nunca hubiera visto antes a un hombre.
Giré la cabeza para enfrentar su mirada, parecía algo exaltada, claro que ese era el efecto que yo tenia sobre las féminas.
-Mi señora, estoy seguro de que le bosque es suficientemente grande para los dos, es mas, pronto la luna saldrá y este lugar sera peligroso para vos, mi consejo, que toméis la montura y cabalguéis hasta la ciudad.
La había visto pelear, no era una dama corriente, de echo apostaría a que había sido entrenada con el arte del acero desde niña, una guerrera, mas justo por eso sabia que mis palabras la enfadarían, no pude evitar dibujar una divertida sonrisa en mis labios mientras la miraba.
-No siempre soy tan capullo -dije finalmente -a veces soy peor.
La dama sonrió frente a mi comentario, al menos tenia sentido del humor, ya era mucho mas de lo que se gastaban algunas de esas mujeres encorsetadas de la alta sociedad Parisiense.
-¿ y bien? ¿que hace un lugar como este en una dama como vos? -pregunté entre risas -¿o era la revés?
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: De salvadora a verdugo [Privado]
La loba miró contrariada al joven que ahora insinuaba que ella había fantaseado con haberse mostrado ante él. La cercanía de la luna llena y los comentarios desacertados de ese hombre no la estaban ayudando en absoluto para calmar sus ánimos de matarlo allí mismo con su espada en lugar de esperar a que el anochecer desatase la maldición.
-Mi nombre es Ayshane, aunque dudo que lo recuerde, así como sé que el vuestro es Höor. Y jamás se me ocurriría enorgullecerme de haberme abierto de piernas para nadie, y menos para vos. No sé con que clase de mujeres acostumbráis a tratar, pero desde luego no tienen nada que ver conmigo.- espetó molesta por ese joven que se había propuesto fastidiarle la tarde y el descanso antes de su transformación.
Pasaron varios minutos en los que el silencio los envolvió a ambos, donde el único sonido perceptible para la loba eran los de todos esos seres del bosque que trinaban por los árboles y reptaban por la espesa hierba. Suspiró contrariada sin saber como pedirle al hombre que se marchase de allí pues éste, al igual que ella, no parecía estar dispuesto a dar su brazo a torcer.
-No tiene porque darme las gracias, ayudar a un herido en desventaja es un deber que nos enseñan desde niños.- evitó volver a mirarlo, conocedora que el objetivo del joven era aburrirla hasta el punto en que desertase y se alejase de allí, pero si eso pasaba, en cuanto la luna brillase en lo más alto quien correría un grave peligro sería él.- Debería tomar ejemplo de sus propias palabras, caballero. La noche se acerca y el bosque puede ser muy peligroso para un hombre como vos. Yo por el contrario estoy más que preparada para enfrentar a sus peligros, así que esta noche la pasaré aquí de acampada.
Miradas dirigidas a los ojos del otro sin que ninguno de los dos moviese un músculo voluntariamente; tensión palpable en el aire por la terquedad del joven y la paciencia de Ayshane que se agotaba por momentos.-Porque creo que puedo imaginármelo.- respondió con una sonrisa, recordando que la noche en que lo sacó de la pelea fue peor que un dolor de muelas, y aún así aguantó hasta que lo llevó a su habitación.
-Estaba descansando en ese precioso paraje hasta que los cazadores y luego vos decidieron fastidiarme mi momento de tranquilidad.- respondió sin muchas ganas, aunque tratando de hacer un esfuerzo ya que parecía que el joven estaba tratando de iniciar una cortés conversación. Observó el cielo, se le agotaba el tiempo.- ¿Y vos? ¿Qué hacéis aquí? Esto está muy lejos de las tabernas donde vais a hacer amigos
Sonrisa ladina se dibujó en sus labios. Era notorio que ninguno de los dos era lo que aparentaba. Ella no era una simple humana, ni el un joven al que le gustase meterse en líos. Sus férreos caracteres eran muestra de ello, y también de la posibilidad que aquella velada no terminase de forma satisfactoria para ninguno.
-Mi nombre es Ayshane, aunque dudo que lo recuerde, así como sé que el vuestro es Höor. Y jamás se me ocurriría enorgullecerme de haberme abierto de piernas para nadie, y menos para vos. No sé con que clase de mujeres acostumbráis a tratar, pero desde luego no tienen nada que ver conmigo.- espetó molesta por ese joven que se había propuesto fastidiarle la tarde y el descanso antes de su transformación.
Pasaron varios minutos en los que el silencio los envolvió a ambos, donde el único sonido perceptible para la loba eran los de todos esos seres del bosque que trinaban por los árboles y reptaban por la espesa hierba. Suspiró contrariada sin saber como pedirle al hombre que se marchase de allí pues éste, al igual que ella, no parecía estar dispuesto a dar su brazo a torcer.
-No tiene porque darme las gracias, ayudar a un herido en desventaja es un deber que nos enseñan desde niños.- evitó volver a mirarlo, conocedora que el objetivo del joven era aburrirla hasta el punto en que desertase y se alejase de allí, pero si eso pasaba, en cuanto la luna brillase en lo más alto quien correría un grave peligro sería él.- Debería tomar ejemplo de sus propias palabras, caballero. La noche se acerca y el bosque puede ser muy peligroso para un hombre como vos. Yo por el contrario estoy más que preparada para enfrentar a sus peligros, así que esta noche la pasaré aquí de acampada.
Miradas dirigidas a los ojos del otro sin que ninguno de los dos moviese un músculo voluntariamente; tensión palpable en el aire por la terquedad del joven y la paciencia de Ayshane que se agotaba por momentos.-Porque creo que puedo imaginármelo.- respondió con una sonrisa, recordando que la noche en que lo sacó de la pelea fue peor que un dolor de muelas, y aún así aguantó hasta que lo llevó a su habitación.
-Estaba descansando en ese precioso paraje hasta que los cazadores y luego vos decidieron fastidiarme mi momento de tranquilidad.- respondió sin muchas ganas, aunque tratando de hacer un esfuerzo ya que parecía que el joven estaba tratando de iniciar una cortés conversación. Observó el cielo, se le agotaba el tiempo.- ¿Y vos? ¿Qué hacéis aquí? Esto está muy lejos de las tabernas donde vais a hacer amigos
Sonrisa ladina se dibujó en sus labios. Era notorio que ninguno de los dos era lo que aparentaba. Ella no era una simple humana, ni el un joven al que le gustase meterse en líos. Sus férreos caracteres eran muestra de ello, y también de la posibilidad que aquella velada no terminase de forma satisfactoria para ninguno.
Ayshane Yuri- Licántropo Clase Alta
- Mensajes : 157
Fecha de inscripción : 25/09/2016
Localización : Paris
Temas similares
» Mi salvador o verdugo ¿que eres? || Privado
» El verdugo (Darkness Severaux)
» Mucho más que mi verdugo [Astor]
» In my way || Privado
» I'm not the only one - Privado.
» El verdugo (Darkness Severaux)
» Mucho más que mi verdugo [Astor]
» In my way || Privado
» I'm not the only one - Privado.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour