El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

por **Kylan Nielsen** Mar Dic 06, 2016 6:59 am

Llevaba un par de horas caminando por las frías calles del centro de París, había estado trabajando duro en la iglesia, ayudando al padre Dominic a reformar y a quitar lo podrido de sus vigas. ¿Cómo no se le había caído encima? No sabía, no podía entenderlo. Ese hombre de verdad tenía a Dios a su lado y sobre todo, la suerte de tener a la hermana Bernadette a su lado. Madre mía como estaba la monja. ¿Seguro que había hecho bien al casarse con Dios? Ya podía casarse conmigo. Yo le daría de verdad un hijo y no el espíritu santo. Moví la cabeza, tenía que dejar de pensar en esa monja, pero las ganas de ver que había bajo su hábito me podían. Quizás ahora me volviera asiduo a ir a misa solo por verla.

Me habían dado de comer así que ahora, tenía que regresar a casa para contarle a mi madre lo buen hijo que era, lo bien que me había portado y que Dios me había bendecido por mi buena obra. ¿Por qué era tan devota? Dios no nos había devuelto a padre. A ella le había quitado un marido, al amor de su vida... Si de verdad existía, mi padre nos encontraría pronto. Estaba congelado de frío, así que vi el primer café que vi y me metí dentro, al lado de la plaza Tertre. Era una plaza que siempre estaba concurrida, así que me sorprendió encontrar una mesa libre en el café para poder sentarme con tranquilidad y tomarme algo caliente.

Dejé el abrigo en la silla que quedaba vacía y leí la pequeña carta con los distintos tipos de bebidas y comida que había. Elegí un café con moca y nata y para acompañar una tostada con mermelada. Conocía este lugar, había estado un par de veces, las tostadas eran de tamaño gigante y estaban deliciosas. Me iba a poner morado, pero tenía que comer para crecer, así que... Sonreí y me quedé mirando a la gente que entraba y salía del local, empecé a imaginarme como serían sus vidas y a inventármelas en mi cabeza. Era algo que solía hacer para no aburrirme.

por **Summer Van der Faye** Mar Dic 06, 2016 11:40 am

Se desperezó mientras caminaba por la calle, con sus pantalones marrones, su camisa y su corsé, nadie que la viera pensaría que era algo diferente de una caza recompensas, y, en realidad, prefería que la considerasen como tal, cuadraba más en como se veía a si misma que no como una damisela.

Había pasado la noche en vela, leyendo sobre plantas y venenos, le encantaba hacer mejunjes, como si jugase con comida, pero útiles, sobretodo si estos contenían trazas de venenos, somníferos, relajántes musculares,... lo que fuera, le gustaban las plantas. Incluso los tulipanes, su flor preferida, la flor que siempre formó parte de su infancia en Holanda, llenando los jardines de su casa de grandisimas explanadas de color, tenían efectos calmantes si se usaban en té, y una cantidad lo bastante grande fumada... tenía efectos incluso más fuertes que los del opio, los cogollos de tulipán podían ser... peligrosos.

El caso era que, entre la noche en vela y el día en su jardín, arreglándolo junto a su nuevo jardinero para poder crear un invernadero, le había entrado hmabre. Tras lavarse y cambiarse, al ver la ausencia de Winter, y sin ganas de comer sola en casa, había cogido el caballo y se dirigía a por unos dulces a una caetería que habían pasado de largo la noche de su llegada, solo ver el escaparate le había despertado el apetito, y ese era el momento ideal para probar si todo estaba tan rico como se lo había parecido.

Entró al lugar en busca de alguna mesa libre y, al localizarla, se acercó a pedir a la barra. Café con miel y un croisant, ¿Serían diferentes a los que había en su casa?. Con una sonrisa, decidió ir a la mesa vacía, tarareándo contenta, le encantaa el aroma a pan recién hecho y a dulces del local. Ensimismada como iba, tropezó con una mesa y, trastabillando, cayó sobre el chico que estaba sentado en ella.

- Ah... perdón.- se disculpó levantándose rápido. No parecía que nadie hubiera visto el incidente.

por **Kylan Nielsen** Dom Dic 11, 2016 10:38 am

La gente estaba charlando tan tranquila con sus amistades, algunos incluso estaban fumando de una cara pipa haciendo que todo el local oliera a ese característico olor cuando fumas con pipa. Por suerte, el olor de dispersaba con el olor del café. Una camarera me trajo mi pedido, el café y la tostada que era enorme. Me relamí nada más verlo y di unas cuantas vueltas al café con la cucharilla, hasta que de repente, una chica se me cayó encima.

Por suerte, no me tiró ni el café ni la tostada. Se levantó y me pidió perdón.Se levantó lo más rápido que pudo, cerciorándose de que solamente yo me hubiese dado cuenta de lo que había pasado. Era una chica atractiva. Humedecí mis labios con la lengua y la miré con una sonrisa pícara, era la hora de comenzar a desplegar mis encantos... -¿Es esa tu nueva táctica para cortejar a un caballero?- Pregunté con una ceja alzada mientras me reía un poco.

La mesa que estaba vacía ya había dejado de estarlo, por lo que esa chica solamente tenía tres opciones. La primera era quedarse de pie en la barra mientras tomaba lo que hubiera pedido, la segunda sentarse aquí conmigo, en la silla que quedaba vacía y la tercera era marcharse. -La mesa que buscaba se ha llenado. ¿Quiere sentarse conmigo? Tengo una silla libre.- Le ofrecí el asiento que estaba libre y bajé la mirada a la tostada que me estaba llamando. QUÉ HAMBRE.

por **Summer Van der Faye** Jue Dic 15, 2016 7:39 am

Se volvió a disculpar, roja, no era ninguna táctica, solo se había tropezado. Quería protestar, pero al alzar la mirada hacia la mesa a la que se había dirigido antes de tropezar para descubrir que ya la habían ocupado. Suspiró, le tocaría irse a la barra, o eso pensaba cuando, el joven con sobre el que se había caído, lo invitó a sentarse junto a él.

- Gracias, acepto la oferta.- sonrió tomando asiento frente a él.- Soy Summer, encantada.- se presentó estirando la mano para saludarlo con un apretón. Intentando mantener el francés comprensible, aunque sabía bien que su acento hacía que se notase que era extranjera.

A penas se había sentado cuando le trajeron el croisant y el café, olía estupendamente, el café era de un color castaño claro y la pasta brillaba por el almíbar de arriba, dorado y crujiente. Sonrió solo de pensar en probarlo.

- Buen provecho.- le dijo al chico antes de partir un trozo del dulce y darle un mordisco.

No se había equivocado, estaba tan rico como lo parecía, mejor que los de su Holanda natal, cuando se fuera, compraría una para su hermana, que, aunque solía decirle que no le gustaban los dulces, sabía que, en el fondo, le encantaban, tal vez, más, incluso, que a ella, si eso era posible.

La diferencia esencial era la represión, Winter siempre reprimía sus instintos, el descansar, pasear, comer algo que le apeteciera, dar un salto o un grito, era algo prácticamente impensable para la mayor de las Van der Faye, al contrario que ella, que se dejaba guiar por sus sensaciones, y se movía por puro instinto solo para disfrutar de las posibilidades que todo le ofrecía.

Intentaba ver la parte buena de todo, por ejemplo, ya no estaría en casa, pero eso le daba más libertad, oportunidades de conocer nuevos lugares, nuevas personas, y de trabajar con sus plantas en un suelo mucho mejor y más rico en nutrientes, eran oportunidades, no castigos, aunque su hermana lo viera de un modo diferente, esperaba, poco a poco, trasladarle esa visión optimista que ella intentaba tener siempre del mundo.

por **Kylan Nielsen** Mar Dic 20, 2016 12:03 pm

La chica aceptó mi oferta de sentarse en la silla que me quedaba libre, siempre era mejor comer sentado que hacerlo de pie en medio de una barra abarrotada e intentando que no te empujen los demás comensales mientras pasan al servicio o hasta el fondo del local para ver si hay algún hueco mágico reservado exclusivamente para ellos.

La chica, llamada Summer, estrechó su mano con la mía y le sonreí. No era un nombre común. ¿Qué padres llamaban a su hija verano? Era nombre de perro... Me puse serio un segundo, o al menos, quise intentarlo. -¿Summer? ¿De verdad? Yo me llamo Kylan.- Mi nombre era normal, aunque si sabías el de mi hermano, todo pasaba a tener sentido. Mis padres también habían sido graciosos con nosotros al ponernos los nombres.

A la chica le trajeron lo que había pedido y me cogí el cuchillo y el tenedor para partir el primer trozo de mi tostada. Al ponérmela en el paladar suspiré, esto era un manjar de los dioses. A ella también parecía estar gustándole lo que había pedido. -¡Um que rico! ¿Lo tuyo está rico? Tiene buena pinta.- Di un sorbo al café que tenía aún caliente sobre mi mesa y me limpié el bigote de la espuma con la lengua.

Seguí comiendo la tostada en silencio, hasta que paré por la mitad, no me la quería comer tan rápido, aunque estaba demasiado buena como para comerla de un solo bocado. -¿De donde eres Summer? Tienes acento igual que yo al hablar Francés.- Volví a beber del café y lo dejé apoyado en mis labios un poco más de tiempo de lo normal.

por **Summer Van der Faye** Miér Dic 21, 2016 9:16 am

Asintió sonriendo, su nombre no era demasiado usual, lo sabía, pero le encantaba, iba a la par con el de su hermana, tan diferentes pero con algo en común. De niña, su madre le leía para dormir un cuento que hablaba de que, el verano y el invierno estaban enamorados, pero el otoño, celoso, los había separado, recordaba que la mujer, cuando pensaba que ya dormía, había susurrado un deseo a sus sueños. “Ojala tu y tu hermana no os separéis nunca”

Sus nombres eran el sueño de su madre, de que verano e invierno no estuvieran nunca solas. Por eso, aunque no era la primera vez que alguien tomaba a broma su nombre, no podía decir que no le gustara, en realidad, adoraba lo adoraba, porque unía más a las hermanas Van der Faye.

- Encantada.- le dijo antes de cortar un trozo de croisant con el cuchillo y el tenedor y probarlo, notando como el caramelo, dulce se derretía en su boca. Alzó la cabeza ante su pregunta, y asintió.- Esta muy bueno, ¿quieres?- le ofreció un trozo con su propio tenedor con total confianza, espontánea como solía ser. La siguiente pregunta no tardó en llegar, y una nueva sonrisa salió a flote.- Soy de Holanda, llegué aquí hace poco, así que... en realidad no debería estar comiendo tranquilamente, tendría que estar buscando personal para la casa ¿Tú de dónde vienes?.- sonrió tomando la taza de café para dar un trago.

Necesitaban aun un ama de llaves, una cocinera y un jardinero, lo demás podía buscarlo Winter, es más, Summer lo prefería, ella confiaba demasiado rápido en la gente y era un riesgo dejarla a ella escoger personal, excepto en el jardín. Su jardín era un templo, y nadie lo tocaría sin su consentimiento, sin su visto bueno y sin saber que tendría que trabajar con ella, y que no sería fácil.

- No sabrás de alguien que sepa de plantas y quiera trabajo, ¿no?- comentó casi al viento, realmente necesitaba que alguien la ayudara, como tuviera que arreglar todo el jardín sola, y hacerse cargo de su invernadero, podría morirse, había cosas que podía hacer sola, pero las labores pesadas como preparar la tierra, transportar carretas, podar setos y demás, necesitaría ayuda.

por **Kylan Nielsen** Sáb Ene 14, 2017 7:17 am

La chica guapa llamada Summer parecía ser una persona confiada, alegre, espontánea, una persona que no le importaba lo más mínimo lo que la gente pensase de ella. No era normal que se hubiera sentado conmigo a la primera de cambio, si alguien de por aquí la conocía y le veía con un apuesto joven como yo lo era quizás, pensase que fuese su prometido o algo así. Suerte para ella, por supuesto.

La chica me ofreció un poco de su comida y acepté con una sonrisa. Cogí el trozo con los dientes sin apenas tocar el tenedor, desconocía su grado de escrupulosidad, pero por si acaso... Mastiqué el trozo y me sorprendí. Estaba delicioso, igual que lo estaba mi tostada. -¡Esta muy bueno! ¿Quieres probar de lo mío?- Partí un trozo como había hecho ella conmigo y se lo ofrecí.

Bebí de nuevo un poquito del café, estaba muy rico y además, venía en taza pequeña, por lo que se podía acabar rápido. Era un asco de estos lugares, los cafés buenos eran caros y pequeños. La observé mientras tragaba el líquido y dejaba el café de nuevo en su sitio. Holanda. Un lugar muy bonito, pero no tanto como Aurland. ¿Buscaba personal? Quizás yo pudiera servirle, podía hacer muchas cosas, como arreglar algo o lo que ella necesitase. -Yo soy de Aurland, un pueblo costero de Noruega. Vinimos hace unos meses. ¿Por qué os trasladasteis a París?- Pregunté por mera curiosidad, siempre había historias interesantes en los viajes.

Partí más trozos de la tostada hasta que quedó menos de un cuarto. Paré de comer cuando Summer volvió a hablar y me emocioné. Yo podía ser el jardinero que andaba buscando. -Pues resulta que yo sé cosas de jardinería, quizás no todas pero sí que allí en Aurland mantenía mi pequeño jardín bien decorado y cuidado. ¿Podría servirte?- Necesitaba ese trabajo, escapar de casa, de mi madre y distraerme de todo un poco. Mi madre podía llegar a ser muy pesada.

por **Summer Van der Faye** Sáb Ene 14, 2017 10:49 am

- ¿Verdad?- le preguntó cuando dijo que el croissant estaba rico.

Acceptó el trozo de tostada, sin llegar siquiera a tocar el tenedor. A ella le daban bastante igua esas cosas, había llegado a casa embarrada hasta las cejas, había llegado a comer bichos en sus entrenamientos, ya pocas cosas le daban asco y había aprendido a apreciar más las comodidades, tal vez por eso su padre las había entrenado con tanta crudeza a ella y a su hermana.

Sonrió ante su explicación, Noruega, tenía pinta de hacer frío, pero tenían el mejor salmón que había probado jamás. Tosió un poco ante la pregunta, la razón por la que estaban en Paris era peliaguda, y nadie debía saberla, no podía poner en peligro a su hermana. Había huido de casa para poder estar a salvo, había huido para no tener problemas, para poder vivir en paz en un lugar que sentían más hogar que su casa, hablar de ello solo complicaría las cosas, por suerte el tema del jardinero desvió la atención del chico, y, por suerte, parecía que había dado con alguien que podía ayudarla.

- ¿De veras?- preguntó con entusiasmo.- Soy botánica, mis plantas necesitan ciertos cuidados especiales, y necesitaré que me ayudes a recabar ciertos datos, y hay que madrugar mucho, pero tendrás sueldo, y como vivimos lejos, casa y comida, a aparte, ¿te parece buen trato?- le preguntó acabandose el croissant, sonriendo.

por **Kylan Nielsen** Jue Feb 02, 2017 3:08 pm

La chica estaba encantada con su croissant, así que le dejé comer con calma, con la intimidad que un desconocido podía ofrecerle teniéndolo delante. Mientras, yo me dedicaba a comerme mi tostada francesa. Siempre había querido probarlas, eran muy famosas y había rumores que hablaban sobre ellas... O quizás no, quizás simplemente había soñado con comerme una tostada de este calibre. No había decepción en su sabor. Tenía que traer aquí a Nalyk.

Summer me escuchó atenta sobre mi lugar de origen. Parecía emocionada por saber cosas de Noruega, pero pocos sabían realmente como era. Fría, blanca, azul, brava... No había palabras para describirla. Hacía unos meses que no la veía y ya la echaba de menos. Ella optó por no hablar de los motivos que le habían traído hasta París desde Holanda. Ocultar secretos estaban bien, menos si esos secretos hacían que tu alma pesase.

Escuché atentamente la repentina oferta de trabajo. Podía ser una oportunidad única y si ella me pagaba también el alojamiento y la comida en su propia casa, menos dinero que tenía que invertir mi madre en mí. Era una buenísima oferta. Le sonreí con una amplia sonrisa. -¡De acuerdo! No me importa madrugar, así luego por la noche duermo mejor. ¿No le importará a vuestro padre?- Pregunté, quizás era de esos que les importaba que su hija anduviera cerca de muchachos.

por Contenido patrocinado

El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado

Re: El destino prometedor, la dialéctica impresionista y la lucha de clases. - Privado