Descubriéndo la 'cortecía' francesa (Jozséf)

por **Ethan Butler** Mar Nov 02, 2010 1:56 pm

Hacía apenas un día desde que había llegado a París, aún sentía las piernas entumidas por el viaje y las manos aún lucían los callos de tanto trapear y fregar la proa del barco en el que venía. Originalmente y sin dinero para pagar el pasaje desde America, había pensado colarse como polizonte en el mismo, pero sus valores inculcados con puño y letra por su abuelo y posteriormente su padre, no se lo permitieron, así que terminó convirtiéndose en el ayudante de trabajos varios de un barco pesquero que iba rumbo al país europeo.

Mientras caminaba por las calles concurridas en esa tarde soleada pero fría de Otoño, la barriga le rugía exigiéndole algo de comer. Por lo menos en el barco había podido comer pescado con los marineros y tenía asegurada las 3 raciones diarias, sin embargo ahora, sin un peso en el bolsillo, había inclusive contemplado la idea de mendigar. ¿Que diría el abuelo si lo viera? Dios, no quería no pensarlo.

Caminó con el saco raído y cosido innumerables veces por su madre, por las calles cuando el delicioso olor del pan recién horneado le hizo girar el rostro, lo contempló con sus ojos negros como el carbón, brillantes, como si de sólo mirarlo pudiera saborearlo también. Le dio un tremendo mordisco y se untó las mejillas de mermelada (en su imaginación claro) y no se dio cuenta de que una distinguida mujer y su esposo, venían en su dirección, avanzó un poco más sin dejar de mirar el pan exhibido e inevitablemente golpeó a la mujer, haciendo que la bolsa que ella traía, cayera al suelo, sendos panes y croissants salieron rodando por el suelo pedregoso.

Sucia y asquerosa alimaña – Exclamó la encopetada mujer – ¡Oh jesús y la virgen! ¡Intentaba robarme -

- No mylady ¡no es cierto! - Exclamó rápidamente agachándose a recoger el pan asustado.

por **József Bároti** Mar Nov 02, 2010 8:42 pm

Habia andado un gran tramo de la ciudad a pie, observando los puestos y a las personas buscando con la ambigua mirada algo mas en que entrenarse, porque el dia era aburrido, frio y aburrido. Uno no podia culpar a otros de no tener nada que hacer el aburrimiento residía en cada uno, en cada ser que no lograba percibir la belleza y alegría de las cosas, sonrio, buscando algo interesante que llevar a cabo.

Hoy jugaría su porque las calles eran su hogar y el mundo su escenario, su esencia quería ser hoy la de un ávido caballero con gráciles dotes para el manejo de la espada, hoy quería montar un caballo y surcar las mas increíbles praderas en compañía de algun fiel escudero, como todo gran caballero, tendría ademas anécdotas que contar a su regreso, como habia salvado a la institutriz, o como se habia hecho partidario del rey de Funislandia, solo quedaba encontrar el lugar y las personas que le ayudarían a desarrollar su historia, porque su alma quería hoy jugar a tener aventuras.

Un grito le hizo alzar la mirada observando a una, como diría su hermana, restirada mujer con su esposo, un joven frente a ellos se compungía de terror ¡aja! ¡la damisela en peligro!, aterrizo frente al joven en un amplio salto, levantando un pan alargado del suelo con un movimiento del pie, atrapándolo con su mano en el vuelo -¡anga!- exclamo blandiendo el pan cual espada hacia la adinerada pareja -¡vamos temibles ogros luchen ahora si esque pueden!- bramo llamando la atención de la gente que pasaba.

Por su parte la pareja se miraba desconcertadamente ¿esque acaso el joven estaba loco? Miro por encima de su hombro a quien habia rescatado –toma el pan y corre cuando te diga- le pidió en voz baja sonriendo ampliamente, contando mentalmente para arrojar la hogaza que entre las manos tenia hacia la pareja y huir, porque dudaba que estuvieran felices después de aquello -os contare ahora hasta tres y se retiraran...amenos que quieran probar esta hogaza de pan- farfullo sonriente.

por **Ethan Butler** Mar Nov 02, 2010 9:54 pm

Era su segundo día en Paris y ya estaba metido en un problema. Él nunca había robado ni una mísera fruta en toda su vida, ni siquiera en los momentos más desesperados de hambruna, pero nada más llegar había sido juzgado de ladrón por esa mujer sólo porque había chocado con ella sin quererlo. Su mente daba vueltas intentando pensar en como salir de tal embrollo cuando una tercera voz le sorprendió, se quedó estático como si hubiese visto a medusa y le hubiése convertido en piedra.

Un chico había aparecido de la nada y se habìa parado frente a él cual héroe de leyenda y había blandido la hogaza de pan como arma en contra de la pareja que ahora los miraba perpleja. ¿Era acaso una broma? ¿Se estaban burlando de él adrede? ¿O eran así los Franceses? Valla situación más rara en la que se veía metido de repente.

Asintió avidamente con la cabeza, algo en su interior, quizás el sexto sentido del que tanto hablaban las señoras del pueblo, le hizo sentir que podía confiar en el valiénte caballero que había aparecido frente a sus ojos. Agarró el pan que había rodado por el suelo disimuladamente y la mujer exclamó en un grito - ¡Lo sabía! ¡Ladron! ¡Ladrón! ¡y tiene un complice! -

Ethan ya se estaba girándo para pedir disculpas cuando el que presumía era el marido, había alzado el bastón de madera pulida que todo caballero de cuna alta usaba y lo había blandido con fuerza en dirección al joven desconocido.

por **József Bároti** Mar Nov 02, 2010 10:41 pm

-¡ladrón!- exclamo József segundo después que la señora, imitando aquella voz chillona y molesta -¿Dónde? Señora ¿Dónde?- le cuestiono fingiendo sorpresa, regreso el rostro divertido y risueño hacia donde la infeliz pareja se ubicaba ahora cambiando el gesto con rapidez, agachándose apenas y para lograr evadir el golpe con tremendo artefacto que habia sacado el hombre de no sabia donde.

Por reflejo arrojo el pan hacia el rostro del hombre, el cual golpeo certeramente aunque sin causar mayor daño que un recorte de la visión panorámica del hombre, giro sobre sus tobillos tomando con rapidez la mano de la damisela que acababa de salvar aunque de damisela no se le veía mucho, no llevaba un pomposo vestido como en las historias se decía, ni una larga cabellera o rostro maquillado, nisiquiera usaba tacones ¡¿con qué clase de doncella se habia ido a topar?!

Doblo en una esquina sin soltar la mano de a quien habia rescatado, porque aunque en su historia de ensueños se trataba de una doncella parecía no serlo en la vida real, aunque el no sabia demasiado de distinguir a las personas por su genero ¿una mujer era mujer por usar vestido? No lo creía, entonces aquella aun podia ser aun una doncella, con un corte de cabello extraño y negada a su vida de vestidos y tacones.

-tenemos que cruzar ese muro- le indico señalando una pared de piedra laja que delimitaba ese callejón con otro en la calle contraria, por el cual podrían salir y perderse entre el gentío, seguramente la pareja no podría seguirlos una vez del otro lado, imponía un esfuerzo que los de alta sociedad no solian hacer.

Subio en un bote de aluminio brincando la barda sin mayor esfuerzo, aterrizando del otro lado y avanzando algunos pasos, girando en espera de la dama, debian huir, los ogros seguramente les seguirian.

por **Ethan Butler** Mar Nov 02, 2010 10:55 pm

Ethan se esperó lo peor, en una fracción de segundo creyo ver que el bastón de madera golpeaba con presición la cabeza del chico y con un espantoso 'crack' le vería caer sobre la gravilla inconsciente. Pero el chico habia esquivado el golpe con la agilidad digna de un gato, estaba abriéndo los labios para soltar una trementa exclamación de sorpresa, cuando su héroe le había tomado de la mano y había tirado de ella para sacarlo de allí.

Agarró lo más importante, el pan por supuesto y lo apretó contra su cuerpo mientras corría tan rápido como podía por los callejones siguiendo al chico, viendole el cabello ondear con el viento cual personaje mítico de algúna leyenda ¿Como era que se fijaba en tonterías asi en un momento de tanta tensión? Parpadeó rápidamente concentrándose en lo que hacía, esquivando transeuntes y procurando pisar con firmesa. Lo único que faltaba era que se torciera el tobillo y les atraparan por su culpa.

A lo lejos escuchó a alguien gritar '¡Policía! ¡Por ahí!' y luego muchos pasos. Dios mio, si los agarraban seguro pasarían varios días en una mazmorra ¡Bonita manera de comenzar con su nueva vida en Paris! Su madre estaría avergonzada de su conducta. Se detuvo y observó el muro que el chico decía, debían saltar, no se hizo esperar y guardándose el pan dentro del saco raído que traía, saltó sobre unas cajas y se impulsó colgándose del borde. Sus brazos fuertes fruto de horas bajo el sol en los sembradios donde solía trabajar desde niño, no le fallaron y pudo impulsarse fácilmente con ellos hasta quedar sobre el borde. Dio un salto limpió y cayó al otro lado con los brazos extendidos para hacer equilibrio.

- Creo que han llamado la policía - Exclamó entre emocionado y aterrado, rios de adrenalina corriéndo por su cuerpo - No conozco las calles... soy nuevo en el país ¿Por donde deberíamos seguir? - Finalizó señalando un par de callejones que se desviaban y se perdían un poco más allá.

por **József Bároti** Miér Nov 03, 2010 10:17 pm

¡Claro! Nunca podían faltar el ejercito de gigantes de hierro, escuchaba a los lejos el resonar de sus pies metálicos golpeando el empedrado sobre el cual andaban –sigueme- le indico con tranquilidad corriendo con la agilidad que solo un gitanillo podia tener, entre risas e invenciones, entre nuevas ilusiones y alegrías, en un mar de amarillo y verde.

Entro en una callejuela que les saco a una avenida mas grande, una transitada por carruajes y sendos corceles, con las gente llevando su pan sobre la cabeza, sus compras bajo el brazo, donde la realeza y el bajo mundo se unían formando una sola realidad –me llamo József- le indico a su acompañante sin desacelerar el ritmo, no podían ser atrapados implicaba aquello el fin de su libertad, una libertad que no estaba dispuesto a ver partir.

-¿de que reino vienes?- le cuestiono suponiendo que siendo doncella debía haber llegado de alguna alta torre o un bello prado, de entre las aguas o el fuego, nacida como el ave fénix. Observo por encima de su hombro percatándose de los gigantes en la parte inicial de la amplia calle, trepo por unos cestos de madera afianzándose al tejado ajeno para subir, andando por este y corriendo, riendo y pese a la gravedad del asunto.

-tenemos que llegar al otro lado de las casas, bajaremos y regresaremos al lugar del que huimos- le explico, era fácil los guardias no solian regresar al punto del cual se habían marchado, por lo menos no con rapidez, sus cuerpos en mayoría no estaban hechos para aguantarles el paso a dos ávidos jóvenes. La loza sobre la cual su pie yacia se safo haciéndole tropezar y caer en el techo que, yendo en picada le arrastraba hacia el borde, habia sujetado sin embargo la mano de la doncella antes de tropezar.

El techo yacia con las losas despegadas en dirección del suelo, de modo que cual resbaladilla los dejaba caer entre sonoras carcajadas y manos alzadas, por lo menos por parte del brujo.

por **Ethan Butler** Jue Nov 04, 2010 11:00 am

El chico no tuvo que repetir la orden o más bien la invitación porque Ethan ya iba corriendo como alma que llevaba el diablo tras ese joven lord que le había salvado de un enorme percance, bueno en teoría le 'estaba' salvado porque aún no salían del lió y sentía que pronto la policía les agarraría por los tobillos y los arrastrarían por el pueblo colgados de una soga a un caballo como se hacía en su pueblo. Arribaron a una enorme calle y Ethan esquivó un caballo que relinchó molesto por su intromisión, luego saltó un par de piedras en la grabilla y alcanzó al lord que ahora le revelaba su nombre.

Soy Ethan – Exclamó en una exhalación de aire – Ethan Butler – Agregó con otro jadeó manteniéndose el paso, con tanta adrenalina, mezclada con el cansancio y con todas las cosas nuevas que no entendía de ese país, se le dificultaba inclusive pronunciar el Francés - ¿Reino? - Exclamó algo aturdido ¿Que significaba esa palabra en inglés? Frunció el ceño haciendo memoria y mientras subían por unos cestos de madera respondió – Ahh Kindom... Georgia Kindom, my lord, in the new world of freedom – Respondió sin pensarlo en inglés mientras se impulsaba con sus manos para quedar en el techo.

Escuchó su indicación y asintió sólo con la cabeza sin poder hablar porque casi ni podía respirar por la agitación, siguió al chico por las tejas y entonces como si ya la mala suerte no pudiera ser más mala, se encontró resbalando por las tejas – SHIT!! - Gritó asustado y entonces en esos frenéticos segundos de adrenalina la risa del joven lord acalló su grito, se encontró mirando su rostro emocionado, podría decir que con auténtico gozo. - weird – Murmuró y dejó escapar una risita que duró un par de segundos porque de mediato tocaron suelo. Infortunadamente en un cubo de basura y desperdicios.

No sabía si llamar eso buena o mala suerte, pero por lo menos había amortiguado la caída, se levantó como pudo y salió de entre la basura, sacudiéndose pedazos de frutas podridas y otras cosas no identificadas (y que tampoco quería identificar) cuando pareció caer en cuenta de algo. ¿Donde estaba su saco? - ¡Espera! No puedo dejar a Padre y Madre – Exclamó mirando hacía todos lados, encontrando el saco raído enganchado en le borde del techo, comenzó a saltar para alcanzarlo, pero estaba bastante alto, se impulsó todo lo que pudo por segunda vez y su mano logró señirse al saco y este cayó estrepitosamente sobre su pecho.

- ¡Lo logré! - Exclamó sonriente, entonces fue cuando un fuerte golpe lo tiró al suelo, casi dejándolo inconsciente.

por **József Bároti** Jue Nov 04, 2010 11:39 am

Le volteo a ver entre risas y carcajadas que denotaban solo su falta de pensamientos negativos -¿en que lengua me estas hablando?- le cuestiono animadamente sin reconocer aquel nombre ni comprender ninguna palabra, porque el podia hablar muchas lenguas, muchas lenguas muertas, la francesa y su natal mas alla de eso el alemán, castellano y demases lenguas le eran imposibles de comprender por no tener la educación necesaria en el tema.

-¡shit!- repitió al instante cerrando los parpados cuando su cuerpo cayo por el borde del tejado introduciéndose de pie y con perfección en un bote de aluminio repleto de desperdicios de las casas aleñadas. Salio con un amplio salto quitándose los restos de comida de la cabeza y la ropa, sacando del morral una pedazo de tela que se habia quedado adherido, olia ahora de una forma horrorosa, pero podría bañarse en el rio si seguían corriendo no tardarían mas de algunas horas en llegar.

Aguardo a que el joven lograra tomar su bolso para emprender nuevamente la huida ¿llevaba acaso en aquel bolso a sus padres?...debian ser realmente diminutos. El grito que profeso le hizo girar sobre sus tobillos y andar algunos pasos, aquello hasta que un cuerpo ajeno le hizo caer al suelo de bruces, raspándose el rostro contra el empedrado -¡suéltame!- bramo pataleando mientras intentaba zafarse.

Escabullo su cuerpo hasta lograr ponerse en pie “magia József magia” era la mejor opción de evadir el problema pero le cazarían entonces no solo por ladrón sino por brujo además, unos brazos ajenos le sujetaron por la cintura apretándolo con fuerza, alzándolo del suelo mientras movia las piernas con frenetismo, agitando la cabeza de un lado a otro e intentando zafar sus brazos del agarre de aquel hombre -¡le dire a tu madre lo que estas haciendo!- exclamo entre risas y malas miradas de la policía, metió su mano en su morral sacando de este un frasco azuloso que destapo aguantando la respiración y cerrando los parpados con firmeza.

El hombre le soltó llevándose ambas manos al rostro mientras lo maldecía de mil formas, sus pies tocaron el suelo y tapo nuevamente el frasco. Los efectos de la poción le dejarían por lo menos un cuarto de hora con un fuerte escozor en los ojos –Georgina- exclamo lanzando por el suelo el frasco, solo debía abrirlo, aguantar la respiración y cerrar los ojos pues era una poción tan fuerte que si el humo llegaba a los ojos sin ser aspirado igualmente ardía.

No podrían tacharle por brujo por ello ciertamente era ciencia pura, ácidos creados a través de la mezcla de ciertos elementos. Observo al hombre que le habia agarrado y como se daba tumbos con cada objeto frente a el, intentando buscarle con la mirada llorosa.

por **Ethan Butler** Jue Nov 04, 2010 12:15 pm

El golpe por casi lo deja inconsciente, había sido un golpe fuerte cerca a su nuca, cayó al suelo más por el impulso del golpe que por otra cosa y sintió la grabilla raspándole fieramente la mejilla, cerró los ojos por lo que le pareció una eternidad, sólo escuchando los lejanos ecos de lo que sucedía a su alrededor. 'Hollyshit Ethan, get up!' le gritó su mente y abrió los ojos justo para ver como el chico era atrapado por los policías , guardias o lo que fueran, traían sendos bastones de madera, seguramente habían usado uno para golpearlo pues su cabeza dolía como un demonio, como si se hubiesen puesto a tocar tambor con ella.

¡Georgina! -

What? What the h...? Y entonces cuando apenas comprendía que se refería a él, vio el frasco venir rodando, lo agarró por instinto, no muy seguro de lo que tenía que hacer con él, pero la actitud del hombre que se daba tumbos contra las cosas gritando improperios y con ambas manos en la cara, se lo dio a entender. Con algo de miedo por el contenido del frasco, pero con más miedo de pasar el resto de sus días en un mazmorra francesa, se giró sobre su cuerpo abriendo el frasco y acercándolo a la cara del hombre que lo sostenía.

Al parecer el hombre también había adivinado (gracias a su compañero) lo que ese frasquito podía hacer y con expresión horrorizada, dio un salto hacía atrás gritando - ¡Hechizaría! - Momento que Ethan aprovechó para ponerse de pie, sintiéndo un fuerte olor y un malestar en los ojos, cerró el frasco rápidamente, pero algo del contenido le había alcanzado, porque sentía carrasposa la garganta y le lloroseaban los ojos.

Caminó hacía atrás alejándose del policía que ahora lucía más aterrado que amenazador y Ethan no tuvo más remedio que usar aquello a su favor, estiró el frasco e intentó lucir seguro de si mismo – Alejaos o...o... ¡os convierto en cerdos! - Casi gritó usando el frasco cual escudo.

por **József Bároti** Jue Nov 04, 2010 12:45 pm

Sus parpados se abrieron desmesuradamente acercándose a el –señor discúlpelo no goza de facultades mentales- le pidió arrebatándole el objeto de las manos y lanzándoselo al hombre con la tapa mas colocada, de modo que el contenido comenzó a verterse en el trayecto –puede revisarlo es ciencia- exclamo tomando la mano de Ethan para echar a correr nuevamente con sus pies descalzos acostumbrados ya al tacto del empedrado bajo el.

-¿estas loco?- le cuestiono sin voltear a verlo, sorteando carruajes y personas, pasando entre los puestos y por encima de las mercancías, saltándolas siempre tampoco era un joven que gozaba de destrozar los bienes ajenos quizás aveces robarlos mas siempre cuidado no hacerlo a quienes realmente lo necesitaban –por robar te cortan las manos ¡por ser brujo te mandan a la hoguera!- le indico metiéndose en uno de los callejones mas estrechos que habia, avanzo hasta detrás de las cajas dejándose caer al suelo un tanto cansado de la persecución.

Observo entonces a quien habia rescatado con atención, vaya doncella extraña, con aquellos diminutos ojos y lunar por encima de sus aun mas diminutos labios -¿Qué significa shit?- le cuestiono con tranquilidad observándolo, porque su memoria era una cosa sorprendente recordaba a la perfección la mayoría de las cosas aunque su atención era pobre captaba la mitad de las cosas, la mitad que lograba recordar lo demás no lo recordaba porque nisiquiera atención le habia puesto.

-¡oh por cierto!..señorita Georgina creo que merezco una recompensa por haberle salvado- aseguro ladeando su rostro para ofrecer su mejilla ¿asi se hacia en los cuentos no? El caballero de brillante armadura rescataba a la damisela en peligro, sorteaban los obstáculos y al final esta le besaba, un beso seria el costo de ser salvada.

por **Ethan Butler** Jue Nov 04, 2010 8:08 pm

El joven lord le había tratado de loco. Así de simple. Le había hecho quedar como un idiota frente a los guardias, pero la molestia sentida inicialmente se dispersó cuando calles después cuando finalmente había podido tirarse al suelo muerto de cansancio, el chico le había revelado lo que le pasaba a las personas que eran jugadas por brujería. ¡Esas cosas no pasaban en America! Por lo menos no en su pueblo, Ethan no recordaba que hubiesen quemado a alguna bruja en la plaza pública desde que tenía memoria.

¿Shit? Ah... lo siento me puse a hablar en inglés sin darme cuenta – Comentó con una sonrisa, apenas si podía hablar y se había llevado una mano al pecho que subía y bajaba frenéticamente, el sudor resbalaba por su frente y por los costados de su cara y por dentro de su camisa comenzaba a sentirse pegajoso en el pecho y la espalda – Shit es...literalmente 'mierda', es algo que se dice en mi pueblo cuando se está sorprendido o asustado -

Cerró los ojos suspirando, concentrándose en respirar más despacio porque con cada bocanada de aire sentía que se le exprimían los pulmones como un par de esponjas, el joven lord habló y en principio pareció no tener sentido, entonces abrió los ojos y... ¿Señorita Georgina?. Parpadeó como esperando a que el chico se disculpara, pero en vez de eso le pedía una recompensa ¿Por salvarlo? Y además de eso... ¿Le estaba ofreciendo la mejilla?. ¡Madre de dios con los Franceses! Que cultura más rara.

Georgía es el reino del cual vengo – Aclaró rascándose la cabeza desconcertado – Pero mi nombre es Ethan Butler, no Georgina, mi lord – Hizo otra pausa para coger más aire – Sinceramente estoy tan cansado y tan hambriento que no tengo cabeza para pensar en lo que dices... ¿Quieres un beso? ¿Es eso? - Preguntó comenzando a reír, nada tenía sentido ¡nada! - Haré lo que quieras... no conozco las tradiciones Francesas -

Ethan recordó que su madre alguna vez le había hablado que en la hermosa Francia de sus recuerdos, tanto hombres como mujeres se besaban como muestras de cortesía o afecto, él nunca había besado a un hombre, ni siquiera a su padre, porque su padre era inglés y los ingléses veían ridículo todo eso, pero el chico le había salvado así que ¿por que no?.

por **József Bároti** Vie Nov 05, 2010 9:01 am

-nunca antes habia escuchado nombrar tal reino…¿vienes del otro lado del mar? Yo tengo un amigo que viene de alla, es de México- aseguro recordando a Edmundo, el cambiaformas de insectos que habia conocido días atrás y el cual le habia enseñado tantas cosas, lo amaba si, porque le habia enseñado verdades que mas nadie habia logrado siquiera mencionar en su presencia.

-Ethan…¡¿entonces tampoco eres una doncella?!- suspiro desanimadamente, toda su historia se venia abajo porque no habia rescatado a una doncella sino a una mujer como cualquier otra si genial, habia escapado de ogros, gigantes de metal y caído sobre basura para irse a dar de tumbos con la verdad, igual no podia negar que la huida habia sido divertida, rio sin compañía ante tal pensamientos, meciéndose sobre sus piernas aun en el suelo.

-¡un beso!- aseguro colocando nuevamente su mejilla -¿para que otra cosa ofrecería mi mejilla? ¿un golpe?...no son de mi agrado- le confeso negando energéticamente porque seguramente después de un golpe le veria llorando y alejándose de aquel que se lo habia otorgado, porque la violencia en ninguno de los casos era buena, podia ser un ladrón, un gitano y un inconsciente pero amaba la libertad y la naturaleza y la violencia no ayudaba a ninguno de los dos.

Se acomodo el morral sobre el regazo hurgando en este, porque ahora debería hacer un nuevo frasco con aquella fuerte fragancia que amablemente le habia regalado la guardia para examinar su contenido y percatarse que era ciencia y nada mas, aunque el no sabia hacerla a base de ciencia y difíciles ecuaciones, su abuela le habia enseñado a mezclar algunas plantas y decir ciertas palabras, entonces la ciencia se volvía magia.

-¿llevas a tus padres en tu morral?- le cuestiono recordando lo que habia dicho anteriormente sobre no poder dejar a madre y padre.

por **Ethan Butler** Vie Nov 05, 2010 1:07 pm

-Es normal, mi reino no debe ser muy conocido en estos lados del mundo – Respondió con una sonrisa cansada – Vivo al sur de la ciudad de Savannah, cerca a un pequeño pueblo llamado Hinesville – Se llevó una mano al estómago dándose palmaditas en él – Oh... si, vivo al otro lado del planeta, en la tierra prometida de Colón, la tierra de la libertad y las oportunidades, en la grandiosa America -

Mientras hablaba sus ojos se llenaban de un brillo latente, amaba su tierra, amaba sus campos y sus salvajes corceles corriendo libres por la sabanas, una tierra de aire puro y de ríos de agua dulce con sendos salmones colorados como los atardeceres.

¿Doncella? - Exclamó y se echó a reír, que lordsito tan gracioso era aquel, no entendía porque se empeñaba en tratarlo como a una, pero le causaba gracia que pudiera decirlo con esa ingenuidad - ¿Habías visto una doncella que usara pantalón y sudara de esta manera? - El chico insistió con lo del beso y Ethan quien no tenía fuerzas para nada más que pensar en el delicioso pan que esperaba ser comido dentro de su saco, se acercó hasta el chico y depositó un simple beso en su mejilla, un beso que no duró ni un par de segundos – Gracias ¿Desea algo más mi lord? -

Entonces un extraño sonido lo interrumpió. ¡Era el sonido de su estómago hambriento! Se sonrojó un poco, avergonzado y buscó el pan dentro del saco, el pan estaba partido por la mitad, pero eso era lo de menos – No he comido nada desde ayer, creí que moriría – Exclamó metiéndose un gran pedazo en la boca y masticando con entusiasmo – En el barco en que venía podía comer 3 veces al día, trabajaba limpiando la proa y ayudando a los marineros, así que por lo menos tenía que comer – Se interrumpió para tragar – Pero aún no consigo trabajo en este lugar – Volvió a dar otro mordisco y le ofreció un pedazo de pan a Jozsef.

- Ah... si, mis padres vienen aquí – Finalizó abriendo el saco para revelar un viejo pedazo de tela con una pintura en donde se apreciaban los rostros de una pareja jóven – No había nacido yo cuando fueron retratados – Le explicó hablando con la boca llena de comida.

por **József Bároti** Sáb Nov 06, 2010 5:20 pm

-tierra de la libertad- exclamo animadamente entusiasmado por aquella mención si era una tierra libre el quería vivir en ella pero ¿por qué entonces el joven habia partido?¿no le gustaba acaso la libertad? Siendo esta su único anhelo, era un buen amante, si, porque daría todo por ella, su ultimo aliento por ella seria, sus sueños a ella iban, sus pies y mente por ella vivian y ella le conocía, porque no le ataba sino que le permitía estar con otros, con felicidad y cariño, con compañía y vida, todos en el y ninguno con soledad.

-no lo se, no se reconocer doncellas- confeso tranquilamente pensando que solo se habia dejado llevar por su imaginación aquella que pocas veces le llevaba a otros mundos o quizás le mantenían en ellos todo el tiempo, andando entre nubes de azúcar y soles comestibles, en campos de mariposas y flores con voces de sopranos. Sonrio por un rápido beso negando –con eso me basta, será mi recompensa por salvarte- aseguro asintiendo.

Escucho su relato con atención abriendo los labios, formando una inmensa o al tiempo que sus manos se alzaban a los costados de su rostro dándole un gracioso aspecto -¿has viajado en barco? ¿son esos inmensos de madera que surcan los mares cierto?- le cuestiono levantándose de un salto, imaginándose en la parte mas alta, observando la inmensidad azul a todos lados, arriba y abajo, a izquierda y derecha, entonces un trozo de verde se dejaría ver y el gritaría ¡tierra a la vista!

Tomo el trozo de pan engulléndolo con rapidez, quedando con migas en las mejillas y las mismas regordetas, con la comida en su interior siendo masticada. Observo la pintura sin tocarla, porque unas manos tan sucias como las suyas, faltas de higiene no debían tocar aquella clase de frágiles e invaluables recuerdos –¡eran guapos!- exclamo sonriendo ampliamente.

por **Ethan Butler** Sáb Nov 06, 2010 10:06 pm

Ethan sonrió divertido con su respuesta. ¿Estaba ese chico pretendiendo o realmente era así de inocente? Lo reparó un poco más, intentando adivinar su edad, por muy poco que tuviera debía tener más de 16, era bastante alto y por toda la agilidad y fuerza demostrada antes, no podía ser un niño. Quizás aquello de la doncella era alguna broma personal o una especie de código.

Si... sólo he viajado en barco una vez, pero duró meses – Explicó apurando el pan – Es en serio cuando digo que vengo del otro lado del planeta, ¿Nunca has escuchado hablar de America? ¿La has visto en un mapa? creí que nunca llegaría aquí, pero ¿sabes? Navegar es divertido... claro, las primeras semanas no paras de vomitar y vomitar... - Ríe y algunos trocitos de pan saltaron de su boca – Pero luego luego lo disfrutas, la inmensidad del cielo en el horizonte y el olor del pescado fresco... ay... que hambre tengo – Terminó quejándose observando el pan.

Le dio otro mordisco, hasta que se lo terminó, sintiendo que algo así como un tercio de su estomago estaba lleno, siempre ha sido de muy buen comer y su madre solía compararlo con uno de los cerdos de la granja. 'Es mejor vestirte que darte de comer Ethan' Solía decir su madre quejándose cariñosamete de todo lo que gastaban en comida.

Si que lo son, mi madre es la mujer más hermosa que he visto en mi vida... bueno sólo tengo 22... así que aún me faltan algunas por ver – Comentó riendo, la comida le había puesto de mejor humor - ¿Que hay de ti joven Lord? ¿Cual es tu historia? ¿Has vivido en París toda tu vida? -

por **József Bároti** Dom Nov 07, 2010 11:37 am

-yo se que es verdad me han contado ya de lo que hay de aquel lado ¡e visto monos arañas!- exclamo recordando a Otil la mascota de Edmundo, aquel diminuto ser peludo y de cola prensil que le habia quitado la toalla y engullido el plátano que Abel le habia dado tan plácidamente, como si pudiera ser dueño del mundo porque aun si libertad era libre, porque Edmundo no les encadenaba con cadenas de oro sino con unas que bien podrían quitarse con facilidad.

-debe ser sorprendente, ver el cielo y el mar fundirse, ver una línea interminable ¡ver que el mundo no tiene fin!- exclamo moviéndose de un lado a otro por la callejuela a la cual habían ido a dar, pronto debían moverse, alejarse mas de aquel lugar para no ser encontrados ni por ellos -¿comías pescado? Yo no como carne…uno debería gradecer la existencia de esos seres y no comerlos- aseguro negando con tranquilidad.

-mi madre era la mujer mas hermosa que alla visto en mi vida- rio seguido de el porque quizas las madres tenían ese don -¿veintidós? Yo tengo dieciocho- aseguro aunque su forma de decir su edad era diferente, no se regia por un calendario y meses, las lunas contaban sus días –pero todas las mujeres son hermosas- asevero dejándose caer sobre una caja de cartón.

-yo no soy Lord soy József- le indico ladeando el rostro, sonriendo de medio lado y pensando, no pensando demasiado porque la confianza se otorgaba y ya –yo vengo de Hungria…mis padres eran gitanos pero mi abuela era bruja- le explico señalando sus ojos –me crie como brujo aunque convivia con los gitanos, aprendi de ambos mundos lo que se debe aprender, tuvimos que huir cuando atacaron el lugar donde vivía- le explico suspirando –mi hermana y yo huimos en uno de esos monstruos de metal que escupen humo, estuvimos antes en Alemania y otros países este es el mas reciente…-sonriendo levantándose nuevamente no gustoso de deprimirse por cosas pasadas.

-¿quieres ir a conseguir un postre?- le cuestiono sonriendo de hito a hito.

por **Ethan Butler** Dom Nov 07, 2010 3:15 pm

-¿Monos arañas?- Preguntó sorprendido - Valla... esos no los he visto nunca... la verdad es que esta es mi primera vez fuera de casa - Comenta poniéndose de pie para seguirle - Pero en mi tierra hay mapaches, zorros, aguilas calvas y Osos pardos - Explica, recordando haberlos visto en los linderos del bosque cercano a la granja - Los mapaches son animales curiosos, a veces se acercaban lo suficiénte y podía ofrecerles algo de pan, pero los zorros eran un problema para mi madre, se robaban los huevos y las gallinas, ¡a veces inclusive los patos de nuestra granja! asi que Padre construyó un buen cerco de madera para protegerlas - Le explicó.

Caminó trás él escuchando lo que decía, le agradaba el chico, era amable, sencillo y fácil de tratar, le recordaba un poco a la gente Americana, todos eran emigrantes y todos buscaban lo mismo, así que eran más unidos que otros pueblos, la gente se unía por un mismo fin y todos tenían que sobrevivir como podían en esas tierras desconcidas y virgenes.

- Si, todas son hermosas - Comentó asintiéndo y luego recordó lo de Georgina, reprimió una risita y preguntó - ¿Que hay de mi?¿Soy una hermosa? -

Escuchó su historia y no pudo evitar que la mención de su decendencia gitana y bruja le hiciera frenar en seco, se quedó estático en medio del callejón y su rostro que solía ser un libro abierto y transparente, reflejó sorpresa, confusión y algo de miedo - Yo... escuché algo sobre los gitanos...- Murmuró, no queríendo tan siquiera mencionar la palabra 'brujo', porque su madre era una mujer sumamente creyente de la santa palabra de la biblia y le había críado bajo las leyes de Jesus. Cualquiera fuera de ella era...

Malvado.

¿Era Jozsef malvado? pensó, observándole con su cara inocente. Se mordió el labio inferior nerviosamente - Madre...dice que la brujería está en contra del buen Jesus -

por **József Bároti** Dom Nov 07, 2010 4:25 pm

Se imagino al mapache como una ardilla negra y al zorro como un mono…extrañamente inteligente suspicaz -¿tenias una granja?- le cuestiono curioso y animado imaginándose como seria poseer tener uno de aquellos amplios sembradíos a los cuales solía ir a robar algo del fruto, jamás lo suficiente para suponer una perdida valiosa –pobres gallinas y pollitos- aseguro en voz baja porque los huevos eran los pollos no nacidos aun o por lo menos eso creía el, su falta de educación le hacia suponer muchas cosas a veces correctas y otras veces erradas.

Le observo unos instantes asintiendo –también lo eres- aseguro con calma acercándose, observando el lunar que exponía por encima del labio, apuntándolo al final y sonriendo –y esto te hace especial, como a mi mis ojos- asevero observando como su rostro iba cambiando paulatinamente conforme su historia profería de sus labios ¿era tan malo su pasado como para producir aquella reacción en alguien? Quizás confiar no había sido a fin de cuentas algo bueno.

-¿Quién es Jesús?- le cuestiono resueltamente y con curiosidad –si es tan bueno como dices no debería porque estar en contra de lo que hacemos- aseguro con calma, negando mientras hacia memoria si abuela le había contado una vez de un tal Jesús…pero era un carnicero de un pueblo lejano ¿seria el mismo del cual hablaba Ethan? –nosotros no hacemos cosas malas por lo menos yo no las hago, se sanar heridas, hacer crecer flores, se hacer figuras con humo- le explico animadamente –puedo crear peces con agua…¿es acaso eso malo?- le cuestiono observándole, esperando una reacción de su parte ¿Por qué su madre creía que estaba en contra de Jesús? Nisiquiera creía conocerlo.

-puedo mostrarte- aseguro con calma trepando a un bote de aluminio, comenzando a rebuscar en su morral el libro de su abuela, sacaría un hechizo de el porque su abuela sabia hacer cosas sorprendentes, podia hacer aves de fuego y sanar enfermedades, podia zurcir la carne abierta sin cicatriz, la gente la adoraba ¿Cómo podia ser entonces algo que iba contra de alguien bueno? No lo comprendía.

por **Ethan Butler** Dom Nov 07, 2010 8:46 pm

¿Especial él? sonrió, aunque comenzaba a sentirse incómodo con la cercanía del chico. La broma ya se estaba llendo muy lejos y había que establecer límites entre dos hombres, de lo contrario... eso sería pecado y estaría muy mal visto. Madre siempre se lo dijo y Padre lo repitió. Un hombre nunca debía ser demasiado amable o demasiado tierno, especialmente con otro del mismo género.

Asintió con la cabeza sin responder a aquello porque no quería que el chico siguiéra dificiéndole cosas, que un hombre le dijera que era lindo en broma era una cosa, pero que se fijara en el lunar que tenía sobre su boca y esos detalles... ya era demasiado. Límites Ethan, límites. ¿Que diría Madre? ¡hay Jesus que diría!

Abrió los ojos de par en par y se llevó una mano a los labios. ¡Joszef no conocía al santisimo! ¿Cómo podía ser eso posible?. Todo buen hombre había sido criado bajo la santisima palabra desde muy pequeño, ni siquiera él que no había ido a la escuela, había leído la Biblia y sabía diferentes rezos. Los domingos las idas a misa eran sagradas para su familia y caminaban una hora sin importar el clima, hasta el pueblo más cercano vestidos con las mejores galas. ¿Entonces Jozsef era como los indigenas piel roja? ¿Esos corpulentos y colorados hombres con sus plumas y ropajes extraños que atacaban de vez en cuando los pueblos?

- ¿P...puedes hacer todo eso? - Preguntó confundido, temeroso y curioso. La curiosidad que sentía ganándole a las otras dos - En mi tierra... todos conocen al buen Jesus y la santisima Biblia es la ley más importante - Explicó acercándose los pasos que se había alejado por el temor inicial - ¿Nunca haz leído la biblia? ¿Nunca has ido a misa? - Entonces abrió mucho más los ojos - ¡Santo padre nuestro! ¿No estás bautisado? -

por **József Bároti** Lun Nov 08, 2010 11:22 pm

-¿la Biblia?...no conozco otra ley aparte de la que rige lo que hay aquí adentro- aseguro golpeándose suavemente el pecho, con una calma y calidez tal que seguramente mas de uno llegaría a pensar que habia consumido alguna hierba de dudosa procedencia, una sociedad que no estaba acostumbrada a lidiar con la alegría de un alma joven, no ennegrecida por la sociedad que le rodeaba ni carcomida por la avaricia, rebosaba en un manto de eterna ingenuidad al cual, comenzaban a ponerle fin con lentitud, como todo lo eterno tenia un fin porque en efecto, nada era eterno.

-¿Cómo leer la biblia cuando no se leer?- le cuestiono negando, negando también al escuchar la mención de la misa –eres extraño ¿sabes?- le cuestiono riendo con ampliedad y sin tapujos, alejándose para tumbarse nuevamente sobre las cajas pensando, su abuela no habia hablado jamás sobre esas cosas –no se que sea eso ¿es malo no estarlo?- le cuestiono comenzando a sentirse asustado por los nervios con la que el joven decía aquella ¿era malo no estar bautizado? ¿era malo no saber que significaba?

-¿nuestro padre? ¡que cosas dices!- exclamo riendo a todo pulmón, levantándose con un salto y sacudiéndose las ropas indicándole que podían ya seguir con su camino por las calles parisianas, por calles, callejuelas, callejones y techos si asi lo prefería. Porque era un joven no por menos extraños, hablaba de un tal Jesus y un padre, de la biblia y el bautismo, de la ley máxima y lo que su madre decía.

-¿tu madre no te enseño acaso la ley de la naturaleza? Esa es la ley máxima…- asevero comenzando a andar, esperando que le siguiera aunque no deteniéndose a reparar si realmente lo hacia quizas debería mostrarle la verdadera belleza de Paris, la cual, no radicaba en sus calles empedradas sino, en la libertad de los árboles y las plantas, el colorido de las flores y la orquesta que los insectos y avecillas se esmeraban en entonar.

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Descubriéndo la 'cortecía' francesa (Jozséf)

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