La noche siempre trae desgracias (Libre)

por **Sebastian Gërché** Lun Abr 03, 2017 6:32 pm

La felicidad es un estado de consciencia que viene de la tranquilidad, servicio, amor y perdón. Entre algunas cosas que son importantes para establecer la tranquilidad en nuestras vidas están el decir siempre la verdad y actuar apegados a ella, para que nuestras decisiones sean correctas. Tu tranquilidad muchas veces enoja más a las personas que si les hablaras o les gustaras.

Pero ese ya es su problema, tú no puedes controlar lo que piensen de ti. Una persona no puede verse en aguas turbias que corren sino en aguas tranquilas, porque solamente lo que en sí es tranquilo puede dar tranquilidad a otros, y así continuando todos hasta que llegue el momento de la tormenta, el momento de la verdad y se desate la verdadera tormenta que todos tememos que llegue algún día.

Sebastián esa tarde estaba en completa tranquilidad. Sus cabellos oscuros atados con una sencilla cinta oscura recogiéndole los cabellos mientras este observaba el paisaje a la vez que lo retrataba sobre el vacío de un lienzo blanco. La tarde le estaba ayudando demasiado. Hacia demasiado buen tiempo en lo que él mismo podría aprovechar perfectamente los cambios de temperatura, los cambios de luces y oscuros, harían que estuviera completamente vivas sus pinturas. Al menos las que podía hacer cuando tenía tiempo libre y no estaba cazando en alguna que otra misión.

No consiguiendo el tono que quería sobre una ladera de una pared, dejó de pintar un poco, dejó que su mente descansara de lo que estaba pintando o en sí mismo la pintura estaría recargada y con malas vibraciones por lo que luego se le quitarían las ganas de continuar con la pintura. Ahora solamente se quedó mirando al horizonte. Árboles y montañas veía frente de él, el atardecer parecía querer apremiar el tiempo dando paso a la noche. Eran las seis de la tarde, los monstruos que la noche consigo atraía estarían a punto de salir, pero todavía era demasiado pronto para aquello, para que su trabajo de verdad comenzase de verdad.

De momento podría aprovechar de las vistas que tenía frente a él, otorgándole aun mucha más calma antes de la tormenta, antes de poder encontrarse con algún monstruo preocupante para la civilización humana. ¿Qué pasaría si todo el mundo entonces fuese licántropos o hechiceros o nada? ¿En qué mundo caótico sería este? Estaba agradecido que por lo menos había personas como él que se preocupaban al menos de eliminar a este tipo de grandes amenazas.

por **Alexi Wolfkang** Mar Abr 04, 2017 1:57 am

*Sigrid venia de regreso a casa, su casa en el bosque donde nadie la molestaba, salvo en algunas ocaciones que se encontraba con disturbios como el de hace un par de meses. Venia de visitar la tumba de alguien muy importante para la albina, alguien que le habia enseñado a amarse a si misma tal cual era y otras cosas. Le habia dejado un par de rosas negras en la tumba, y se iba de regreso a casa a lamentarse el que este mundo se lo haya arrebatado tan rapido a tan importante persona era esa epoca del año en que se permitia el ser sencible y llorar a cantaros aquella amistad y amor.*

*Caminaba por el bosque, realmente sin prestar atencion a sus alrededores sin importarle quien o que cazadores la siguieran, tenia la capucha de lana negra abajo, el cabello blanco flotaba por el viento con olor a tierra y humedad mientras las dos coletas que tenia eran movidas por el viento, un vestido negro de manga corta hacia que sus brazos tan blancos como la nieve que caia en invierno resaltaran mas, caminaba con las mejillas mojadas por las lagrimas, y se tallaba los ojos constantemente para limpiarlas con un pañuelo tan blanco como ella, caminaba lento de manera segura en direccion a casa.*

*El aspecto de niña de entre 13 y 15 años era evidente, se paro y miro al cielo los ojos purpureos con pestañas tan largas se revelaron, movio la cabeza en negativo y siguio caminando lento, sin ninguna prisa por llegar a casa antes de que se metiera el sol. Noto en otro lado del camino a un hombre alto de pelo largo y recogido, suspiro y se formo una sonrisa en su rostro pero no hizo nada para llamar la atencion del hombre el cual de cierta forma le recordaba a quien acababa de visitar en el cementerio, lagrimas silenciosas como las anteriores seguian callendo de sus mejillas, y solo alento mas el paso para poder contemplar a aquel hombre un poco mas*

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