AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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La oscuridad nupcial. Privado +18
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La oscuridad nupcial. Privado +18
Recuerdo del primer mensaje :
Las campanadas de la lejana Notre-Dame acompañadas por la Capilla de la Oscuridad anunciaban algo que era inevitable; La noche se posaba en París. El suave manto como unas tenebrosas alas recubría toda la ciudad hasta llegar a uno de los lugares mas oscuros.. y poco transitados, donde residía una Capilla, ahora bautizada como "Capilla de la Oscuridad". Se dice y se comenta.. que sus campanadas no las da nadie físico y que amenudo estan acompañadas por voces, gritos.. gemidos de dolor y desesperación. En su interior reinaba el silencio, nada mas entrar el sonido de algunas moscas era el elegido para comenzar. Moscas que revoloteaban alrededor de una cuenca ocular totalmente vacía, dado que la otra aún tenia el ojo de color azul del cadaver que yacía crucificado en una alta cruz de plata bañada totalmente en oro y en sangre liviana. El cadaver no era otra cosa que una cría que apenas llegó a cumplir los 9 años de vida. Su melena larga ahora se encontraba enmarañada y seca. Su ojo azul estaba perdido en la inmensidad.. Señal de que su muerte fue muy prolongada y torturada.
Las moscas entraban y salían de la cuenca de su ojo izquierdo, seguramente para poner sus huevas en el pútrido lugar. El cadaver llevaba allí días, semanas tal vez, expuesto en el enorme salón que daba pie al altar con las figuras religiosas de la época acompañadas de un sin fin de de estátuas de Gárgolas cuyos ojos parecían estar mas vivos que cualquier persona de París. Se escuchaba el suave sonido, liviano, de un Violin que daba orquesta a una escena que estaba dando lugar justo allí, en una Capilla que no siempre fue así.
Los bancos, anteriormente usados para orar y sentir la paz de acogerse a sagrado, ahora estaban bañados de alguna sangre santa, probablemente de los Diáconos que pelearon o no, para defenderla. Junto al sonido del violín siniestro y elegante, se acompañaba de voces al unísono como si fuera un cantar, una oración profana. Los culpables de aquello eran un grupo constatado de personas con presente dudoso y reputación oscura, Esclavos de Sangre de todas las edades, incluidos infantes. Junto a los Esclavos de Sangre también habían criaturas que parecían ser humanos.. pero que estaba claro que no lo eran. Eran Ghouls. Todo era una orquesta oscura, cuyo lider estaba en el centro, delante de una figura tallada en piedra de Jesucristo astado a su cruz. Al lado de la estatua religiosa había otra Cruz que no era de piedra si no de plata bañada en oro, en ella reposaba el Archidiácono Damien, astado por manos y pies como una parodia oscura a lo que pasó Jesús. Tambien poseía una corona de espinas tan afiladas como puntiagudas.
Delante de él, en el altar, una figura oscura emergía de la tierra como si de una sombra se tratase. Una sombra de 2 metros, tan horripilante y tenebrosa como el son de las campanadas del lugar. A traves de aquella oscura capucha de colores negros y violetas había un rostro; El rostro de la muerte. Unos ojos que bien podían ser los del mismísimo diablo se abrían junto a una sonrisa altiva de medio lado mostrando colmillos. En sus manos, juntas, como si estuviese orando, había un rosario de madera terminado en una pequeña cruz del reves.
-Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión -Su voz era la voz de la Oscuridad. De la muerte. De la podedumbre. Era la voz de todo lo profano que pudiese existir en este plano. Sus ojos giraron al Archidiácono crucificado y luego a los demás que allí presentes estaban. Sonrió con burla en el rostro, como si todo se tratase de una divina comedia, de una parodia profana. -Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro Señor. -Volvía a decir, con una sonrisa de soslayo dibujada. -Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.- Acompañaron las innumerables voces allí reunidas. Las manos del enorme ser vestido de ceremonia oscura iban de un sitio a otro por aquellas enormes páginas de un libro abierto en el altar de la capilla. La tormenta se cernía sobre París en aquél momento, pues justo un relampago iluminó la escena.
Se giró hacia Damien, le señaló con alevosía. -¡Di las palabras, maldito pecador, oscuro mentiroso! ¡Confiésate ante tu señor de que has pecado! ¡Confiésate ante mi, y quizá la bondad se apodere de mi corazón y elegir tu muerte te deje! ¡Tu alma ya es mía, sucio cerdo del traidor! -Con agresividad en cada palabra escupida por la boca profana. El Archidiácono no dijo nada, tan solo le escupió a la cara. Dicho acto parecía dotar de una impaciencia insoluble al dueño de aquella tenebrosa orquesta. Apretando sus puños cogía una daga ceremonial cuya descripción en la hoja en latín significaba "Hijo de la Aurora". Con el utensilio obtenido y ante la expectante mirada de sus seguidores, la oscura figura dibujaba una Cruz en el torso desnudo de la víctima, dejando la sangre caer a borbotones, manchando el suelo aún más. Siguió repasando aquella cruz incontables veces hasta que por fín sacó lo que quiso de la garganta del pobre diablo.. -¡Por mi culpa! ¡Por mi culpa! ¡Por mi gran culpa! ¡Perdóneme Señor, por que he pecado! ¡He dejado entrar al diablo a tu casa! ¡Y ahora la oscuridad está dentro de mi!
La enorme figura se giró, sonriendo, satisfecho por lo ocurrido. Limpiaba con sus anchas mangas la hoja de la daga y la dejaba reposar en el altar. Nuevamente miró a sus fieles, mientras la sangre que brotaba de Damien parecía levitar, suspendida en el aire por algo incomprensible.. y ésta iba por si sola hacia cada individuo que allí se encontraba. -Bebed, hermanos. La sangre de un hombre santo que se ha profanado.- Todos la aceptaban gustosamente, como si con ello pudieran hacer crecer algún tipo de poder en sus entrañas. -Lucifer ante ti mi señor me descubro para que el poder de estas palabras arranque de mí todo maleficio de quien te desterró. Llévame ante la iluminación, ante la verdad y no dejes que el rebaño del castigo y del asesinato se apodere de mí. -Abrió los ojos de nuevo, observando como sus fieles repetían sus palabras. Sonrió, respirando profundamente mientras Damien gritaba por la tortura acaecida, ya que había un par de Ghouls, alimentándose sin parar de su cuerpo. Una risa cruel bañó la escena al mismo tiempo que el violín. -Señor de los infiernos, apodérate de este cuerpo y de esta mente que te rinden incondicional culto y ante tu presencia se arrodillan. Gran redentor acude a mí y dame fuerzas para aniquilar al ejército del hipnotizador y sus viles siervos. -Promulgaba, mientras los gritos no cesaban. Sus ojos crueles e inquinos pudieron observar como sus fieles se habían despojado de sus ropas, y totalmente desnudos en la casa de Dios comenzaban a fornicar los unos con los otros, dándoles igual quien les tocara si un hombre o una mujer. La capilla al completo estaba llena ahora de lascivia comunión, desnudos y felaciones. Incluso sobre la estatua de Jesucristo, una mujer desnuda se rozaba su sexo incesantemente por el rostro de la fría roca, gimiendo su nombre a voces, pidiendo obscenidades sin fin.
-Temidos por quien fueron una vez condenados. Arrastrados por una corriente de pureza y verdad. Aquellos quienes quemaron la venda de la falsedad. Leviatán, Baal, Lucifer, Satanás... Devolvamos sus tierras a los expoliados. Devolvamos la vida a los masacrados. Conformemos un ejército y asesinemos al asesino ¡Ven a mí gran señor de la luz! -Exclamó, justo cuando un trueno sonó. -¡Ven a mí! ..Odium Humani generis... -Entonces todas las velas de la instancia se apagaron al unísono. Cosa que no provocó que la lasciva comunión se parase, por supuesto. Libres y pecadores yacían sin cesar en la casa.. ahora del diablo. La tormenta crecía, y las velas volvían a encenderse. Los Ghouls ya no estaban con el Archidiácono y la Niña crucificada ya no estaba donde antes. El Archidiácono levitaba, suspendido en el aire, sin vida, sin llama en su cuerpo. Tras él levitaba el fragil cuerpo deteriorado y pútrido de una niña de 9 años, y otro cuerpo de una mujer, en su tiempo bella. La figura oscura sonreía de forma cruel a la vez que sonaban los truenos. Se escuchó un horripilante sonido como tejido de carne, como un millar de insectos, como el crugir del cuerpo de una curiana. Mientras fornicaban sin parangón, observaron la escena.. Damien de alguna forma fue juntado con los otros dos cuerpos, de la cara, de los tres rostros, salían máscaras tristes, hechas de carne. La cruel figura oscura echó un atuendo negro por encima de la extraña criatura que se había formado. Los brazos de lo que sería la mujer y la niña, estaban en cruz, dejando ver como una forma arácnida. Las tres máscaras quedaban a la vista, y lo demas estaba tapado por el atuendo, haciendo parecer así que la criatura era solo un cuerpo jorobado con 3 mascaras horribles y dos pares de cuchillas para sujetar lo que quisiese.
-Acércate hijo mío, inclínate ante tu señor quien poder te ha otorgado. Inclínate ante Maxwell Blackbird, señor de la Oscuridad. -La criatura se acercó, era una criatura lúgubre, melancólica, triste. No podía hablar, no podía gesticular, nisiquiera mover los brazos. Tan solo levitar y asentir con un gemido que parecía ser un mar de lágrimas. Una abominación había nacido.
Mientras los demás disfrutaban del festín sexual además de presenciar el poder de quien parecía ser su pastor oscuro en un sacramento profano, Maxwell tenía otros planes en su retorcida mente. Sonriendo miró a la puerta. Con lujuria pudo presenciar como si de una visión se tratase.. como una pequeña chiquilla Vampiresa andaba a tientas, aparentemente perdida.. y por algún motivo.. encontrada, por las calles de Paris. "Por fín la Oscuridad estará completa" Pensó para él mismo, encaminándose a la salida de la Capilla. Justo al llegar a ésta, parecía desvanecerse en humo, sombra.. o quizá en una simple ilusión. A la misma vez que las paredes de la Capilla parecían retorcerse.. como si de algún modo estuvieran vivas.
Sin duda.. en busca de ese pajarillo perdido iba.
Las campanadas de la lejana Notre-Dame acompañadas por la Capilla de la Oscuridad anunciaban algo que era inevitable; La noche se posaba en París. El suave manto como unas tenebrosas alas recubría toda la ciudad hasta llegar a uno de los lugares mas oscuros.. y poco transitados, donde residía una Capilla, ahora bautizada como "Capilla de la Oscuridad". Se dice y se comenta.. que sus campanadas no las da nadie físico y que amenudo estan acompañadas por voces, gritos.. gemidos de dolor y desesperación. En su interior reinaba el silencio, nada mas entrar el sonido de algunas moscas era el elegido para comenzar. Moscas que revoloteaban alrededor de una cuenca ocular totalmente vacía, dado que la otra aún tenia el ojo de color azul del cadaver que yacía crucificado en una alta cruz de plata bañada totalmente en oro y en sangre liviana. El cadaver no era otra cosa que una cría que apenas llegó a cumplir los 9 años de vida. Su melena larga ahora se encontraba enmarañada y seca. Su ojo azul estaba perdido en la inmensidad.. Señal de que su muerte fue muy prolongada y torturada.
Las moscas entraban y salían de la cuenca de su ojo izquierdo, seguramente para poner sus huevas en el pútrido lugar. El cadaver llevaba allí días, semanas tal vez, expuesto en el enorme salón que daba pie al altar con las figuras religiosas de la época acompañadas de un sin fin de de estátuas de Gárgolas cuyos ojos parecían estar mas vivos que cualquier persona de París. Se escuchaba el suave sonido, liviano, de un Violin que daba orquesta a una escena que estaba dando lugar justo allí, en una Capilla que no siempre fue así.
Los bancos, anteriormente usados para orar y sentir la paz de acogerse a sagrado, ahora estaban bañados de alguna sangre santa, probablemente de los Diáconos que pelearon o no, para defenderla. Junto al sonido del violín siniestro y elegante, se acompañaba de voces al unísono como si fuera un cantar, una oración profana. Los culpables de aquello eran un grupo constatado de personas con presente dudoso y reputación oscura, Esclavos de Sangre de todas las edades, incluidos infantes. Junto a los Esclavos de Sangre también habían criaturas que parecían ser humanos.. pero que estaba claro que no lo eran. Eran Ghouls. Todo era una orquesta oscura, cuyo lider estaba en el centro, delante de una figura tallada en piedra de Jesucristo astado a su cruz. Al lado de la estatua religiosa había otra Cruz que no era de piedra si no de plata bañada en oro, en ella reposaba el Archidiácono Damien, astado por manos y pies como una parodia oscura a lo que pasó Jesús. Tambien poseía una corona de espinas tan afiladas como puntiagudas.
Delante de él, en el altar, una figura oscura emergía de la tierra como si de una sombra se tratase. Una sombra de 2 metros, tan horripilante y tenebrosa como el son de las campanadas del lugar. A traves de aquella oscura capucha de colores negros y violetas había un rostro; El rostro de la muerte. Unos ojos que bien podían ser los del mismísimo diablo se abrían junto a una sonrisa altiva de medio lado mostrando colmillos. En sus manos, juntas, como si estuviese orando, había un rosario de madera terminado en una pequeña cruz del reves.
-Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión -Su voz era la voz de la Oscuridad. De la muerte. De la podedumbre. Era la voz de todo lo profano que pudiese existir en este plano. Sus ojos giraron al Archidiácono crucificado y luego a los demás que allí presentes estaban. Sonrió con burla en el rostro, como si todo se tratase de una divina comedia, de una parodia profana. -Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro Señor. -Volvía a decir, con una sonrisa de soslayo dibujada. -Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.- Acompañaron las innumerables voces allí reunidas. Las manos del enorme ser vestido de ceremonia oscura iban de un sitio a otro por aquellas enormes páginas de un libro abierto en el altar de la capilla. La tormenta se cernía sobre París en aquél momento, pues justo un relampago iluminó la escena.
Se giró hacia Damien, le señaló con alevosía. -¡Di las palabras, maldito pecador, oscuro mentiroso! ¡Confiésate ante tu señor de que has pecado! ¡Confiésate ante mi, y quizá la bondad se apodere de mi corazón y elegir tu muerte te deje! ¡Tu alma ya es mía, sucio cerdo del traidor! -Con agresividad en cada palabra escupida por la boca profana. El Archidiácono no dijo nada, tan solo le escupió a la cara. Dicho acto parecía dotar de una impaciencia insoluble al dueño de aquella tenebrosa orquesta. Apretando sus puños cogía una daga ceremonial cuya descripción en la hoja en latín significaba "Hijo de la Aurora". Con el utensilio obtenido y ante la expectante mirada de sus seguidores, la oscura figura dibujaba una Cruz en el torso desnudo de la víctima, dejando la sangre caer a borbotones, manchando el suelo aún más. Siguió repasando aquella cruz incontables veces hasta que por fín sacó lo que quiso de la garganta del pobre diablo.. -¡Por mi culpa! ¡Por mi culpa! ¡Por mi gran culpa! ¡Perdóneme Señor, por que he pecado! ¡He dejado entrar al diablo a tu casa! ¡Y ahora la oscuridad está dentro de mi!
La enorme figura se giró, sonriendo, satisfecho por lo ocurrido. Limpiaba con sus anchas mangas la hoja de la daga y la dejaba reposar en el altar. Nuevamente miró a sus fieles, mientras la sangre que brotaba de Damien parecía levitar, suspendida en el aire por algo incomprensible.. y ésta iba por si sola hacia cada individuo que allí se encontraba. -Bebed, hermanos. La sangre de un hombre santo que se ha profanado.- Todos la aceptaban gustosamente, como si con ello pudieran hacer crecer algún tipo de poder en sus entrañas. -Lucifer ante ti mi señor me descubro para que el poder de estas palabras arranque de mí todo maleficio de quien te desterró. Llévame ante la iluminación, ante la verdad y no dejes que el rebaño del castigo y del asesinato se apodere de mí. -Abrió los ojos de nuevo, observando como sus fieles repetían sus palabras. Sonrió, respirando profundamente mientras Damien gritaba por la tortura acaecida, ya que había un par de Ghouls, alimentándose sin parar de su cuerpo. Una risa cruel bañó la escena al mismo tiempo que el violín. -Señor de los infiernos, apodérate de este cuerpo y de esta mente que te rinden incondicional culto y ante tu presencia se arrodillan. Gran redentor acude a mí y dame fuerzas para aniquilar al ejército del hipnotizador y sus viles siervos. -Promulgaba, mientras los gritos no cesaban. Sus ojos crueles e inquinos pudieron observar como sus fieles se habían despojado de sus ropas, y totalmente desnudos en la casa de Dios comenzaban a fornicar los unos con los otros, dándoles igual quien les tocara si un hombre o una mujer. La capilla al completo estaba llena ahora de lascivia comunión, desnudos y felaciones. Incluso sobre la estatua de Jesucristo, una mujer desnuda se rozaba su sexo incesantemente por el rostro de la fría roca, gimiendo su nombre a voces, pidiendo obscenidades sin fin.
-Temidos por quien fueron una vez condenados. Arrastrados por una corriente de pureza y verdad. Aquellos quienes quemaron la venda de la falsedad. Leviatán, Baal, Lucifer, Satanás... Devolvamos sus tierras a los expoliados. Devolvamos la vida a los masacrados. Conformemos un ejército y asesinemos al asesino ¡Ven a mí gran señor de la luz! -Exclamó, justo cuando un trueno sonó. -¡Ven a mí! ..Odium Humani generis... -Entonces todas las velas de la instancia se apagaron al unísono. Cosa que no provocó que la lasciva comunión se parase, por supuesto. Libres y pecadores yacían sin cesar en la casa.. ahora del diablo. La tormenta crecía, y las velas volvían a encenderse. Los Ghouls ya no estaban con el Archidiácono y la Niña crucificada ya no estaba donde antes. El Archidiácono levitaba, suspendido en el aire, sin vida, sin llama en su cuerpo. Tras él levitaba el fragil cuerpo deteriorado y pútrido de una niña de 9 años, y otro cuerpo de una mujer, en su tiempo bella. La figura oscura sonreía de forma cruel a la vez que sonaban los truenos. Se escuchó un horripilante sonido como tejido de carne, como un millar de insectos, como el crugir del cuerpo de una curiana. Mientras fornicaban sin parangón, observaron la escena.. Damien de alguna forma fue juntado con los otros dos cuerpos, de la cara, de los tres rostros, salían máscaras tristes, hechas de carne. La cruel figura oscura echó un atuendo negro por encima de la extraña criatura que se había formado. Los brazos de lo que sería la mujer y la niña, estaban en cruz, dejando ver como una forma arácnida. Las tres máscaras quedaban a la vista, y lo demas estaba tapado por el atuendo, haciendo parecer así que la criatura era solo un cuerpo jorobado con 3 mascaras horribles y dos pares de cuchillas para sujetar lo que quisiese.
- Spoiler:
-Acércate hijo mío, inclínate ante tu señor quien poder te ha otorgado. Inclínate ante Maxwell Blackbird, señor de la Oscuridad. -La criatura se acercó, era una criatura lúgubre, melancólica, triste. No podía hablar, no podía gesticular, nisiquiera mover los brazos. Tan solo levitar y asentir con un gemido que parecía ser un mar de lágrimas. Una abominación había nacido.
Mientras los demás disfrutaban del festín sexual además de presenciar el poder de quien parecía ser su pastor oscuro en un sacramento profano, Maxwell tenía otros planes en su retorcida mente. Sonriendo miró a la puerta. Con lujuria pudo presenciar como si de una visión se tratase.. como una pequeña chiquilla Vampiresa andaba a tientas, aparentemente perdida.. y por algún motivo.. encontrada, por las calles de Paris. "Por fín la Oscuridad estará completa" Pensó para él mismo, encaminándose a la salida de la Capilla. Justo al llegar a ésta, parecía desvanecerse en humo, sombra.. o quizá en una simple ilusión. A la misma vez que las paredes de la Capilla parecían retorcerse.. como si de algún modo estuvieran vivas.
Sin duda.. en busca de ese pajarillo perdido iba.
Maxwell Blackbird- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 59
Fecha de inscripción : 03/04/2017
Re: La oscuridad nupcial. Privado +18
“El hombre es menos sincero cuando habla por cuenta propia,
dale una máscara y os dirá la verdad”
dale una máscara y os dirá la verdad”
Las primeras gotas de la madrugada comenzaron a caer de forma pausada, esperando con paciencia al primer resplandor que cruzara el cielo completamente tapado por un tordo de nubes que antes ahí no estaban. El sonido que vino acompañando al primer destello era el pistoletazo para la tormenta que inauguraba las enfermizas acciones que estaban llevándose a cabo en la Morada del Miedo, en el interior de sendas paredes aparentemente normales desde afuera con una fachada de índole Gótica pero que en su interior albergaba ladrillos hechos de carne de las miles de víctimas que cayeron presas del Señor del Terror que en aquel territorio se había instalado: Maxwell Blackbird. Pronto el Jardin del Diablo pasó a estar encharcado y no sólamente de sangre, que prontamente estaría diluida por la gran cantidad de barro que llovía desde el cielo. Los truenos ya estaban más que presentes, varios de ellos chocaron totalmente contra el campanario que a su vez actuaba de pararrayos casero.
En su interior, en la oscuridad, Maxwell Blackbird seguía penetrando a su hermana de aquella grotesca forma a la vez que la nariz del cadaver que había muerto haciendo sexo oral a su hermana, se clavaba incipientemente en el clitoris de ésta. Su lengua, grande y potente entraba y salía a su propio placer de la boca de la más joven de los Blackbird, lamiendo cada cavidad sin pudor alguno por que ésta hubiese besado antes a cosas... que no estuviesen vivas. Eso le daba igual al Vampiro, le daba morbo, y ya lo había dicho. Al igual que su.. Problemilla voyeur, que había despertado su hermana. Ahora él sabía que le gustaba que dicha hermana fuera cruel con él, que le hiciese mirar mientras ella, dicho suavemente, zorreara a quien quisiera durante el tiempo que quisiera, donde quisiera, como quisiera. Ella sería la dueña. Morthul sentía curiosidad pero miedo a su vez, el miedo de que su señor se enfadase por los deseos lascivos y morbosos que en su mente residían en estos momentos, pero Maxwell, lejos de estar enfadado, incluso permitía que le viera aún mas el cuerpo a su hermana, mientras él mismo se la estaba beneficiando. Se dio cuenta de como la mirada lasciva y cargada de curiosidad de su hermana, se clavó en el cuerpo voluptuoso de la gárgola y en sus bajos, eso hizo que Max sonriera de medio lado.
Notó como Bloondy le apartaba con las manos haciendo que dejara de beneficiársela, y acto seguido le pateó con sendas enormes botas hechas de caridad, y señalaba a su hermano diciendo que solo podía mirar aún. ¿Mirar? ¿Aún? ¿A qué se refería su hermana? Eran las preguntas que se le pasaban por la cabeza al enorme murciélago corrupto y lleno de oscuridad, pero sonreía, mientras su miembro, gracias a las palabras y actitud de su congénere, seguía tan duro como un muro de hormigón. Más sonrió cuando su hermana se acercó a la Gárgola, para restregarse contra él como una ramera. ¿Como una ramera? Si, totalmente. Y eso le estaba volviendo loco. Cuanto mas ramera fuera... mas sentía su polla explotar, totalmente. Maxwell suspiraba, acomodándose en el altar. ¿Solo mirar, eh? Pues solo miraría, y además, disfrutaría con ello. -Esta bien, hermana.. tu ganas. Haré lo que me pidas. -Dijo finalmente, dado al completo a la situacion que su hermana exigiera. Le miraba el busto mientras ella restregaba su culo contra la dura herramienta de Morthul, pues no podía estar de otro modo, teniendo a tremenda mujer restregandose contra él.
Morthul miró a Maxwell mientras éste empezaba a acariciarse la punta de su miembro aún sin masturbarse, pues si no lo pedía su hermana, significaba que no podía aún, de eso se trataba el juego de dominación, ¿Verdad? no obstante, Maxwell asintió a Morthul, como si estuviese dándole permiso. Morthul era una gárgola seria, pero demasiado humana. En todos los aspectos. Pese a sus 3 metros y medio de altura. -¿Y que deseos tiene mi señora Blackbird que yo pueda cumplir? -Dijo Morthul con aquella voz soberana, grave, noble incluso. Imponente. Con toques... terrorificos. Una voz que haría a cualquiera postrarse ante él. Sus ojos dorados se clavaron, ahora sí, tal y como Bloondy quiso antes, en su busto. Morthul contempló los pezones de la cainita, mientras sus garras se posaron directamente en la cintura que no paraba de bajar y subir por su dura entrepierna que estaba guardada en aquél taparrabos de cuero. Sus alas se estiraron, señal inequívoca de que su estado de animo era..... Como el sol. Ardiente.
-Cumpliré cada uno de los deseos que tengais, señora mía. Sea cual sea, como sea.
Dijo finalmente.
En su interior, en la oscuridad, Maxwell Blackbird seguía penetrando a su hermana de aquella grotesca forma a la vez que la nariz del cadaver que había muerto haciendo sexo oral a su hermana, se clavaba incipientemente en el clitoris de ésta. Su lengua, grande y potente entraba y salía a su propio placer de la boca de la más joven de los Blackbird, lamiendo cada cavidad sin pudor alguno por que ésta hubiese besado antes a cosas... que no estuviesen vivas. Eso le daba igual al Vampiro, le daba morbo, y ya lo había dicho. Al igual que su.. Problemilla voyeur, que había despertado su hermana. Ahora él sabía que le gustaba que dicha hermana fuera cruel con él, que le hiciese mirar mientras ella, dicho suavemente, zorreara a quien quisiera durante el tiempo que quisiera, donde quisiera, como quisiera. Ella sería la dueña. Morthul sentía curiosidad pero miedo a su vez, el miedo de que su señor se enfadase por los deseos lascivos y morbosos que en su mente residían en estos momentos, pero Maxwell, lejos de estar enfadado, incluso permitía que le viera aún mas el cuerpo a su hermana, mientras él mismo se la estaba beneficiando. Se dio cuenta de como la mirada lasciva y cargada de curiosidad de su hermana, se clavó en el cuerpo voluptuoso de la gárgola y en sus bajos, eso hizo que Max sonriera de medio lado.
Notó como Bloondy le apartaba con las manos haciendo que dejara de beneficiársela, y acto seguido le pateó con sendas enormes botas hechas de caridad, y señalaba a su hermano diciendo que solo podía mirar aún. ¿Mirar? ¿Aún? ¿A qué se refería su hermana? Eran las preguntas que se le pasaban por la cabeza al enorme murciélago corrupto y lleno de oscuridad, pero sonreía, mientras su miembro, gracias a las palabras y actitud de su congénere, seguía tan duro como un muro de hormigón. Más sonrió cuando su hermana se acercó a la Gárgola, para restregarse contra él como una ramera. ¿Como una ramera? Si, totalmente. Y eso le estaba volviendo loco. Cuanto mas ramera fuera... mas sentía su polla explotar, totalmente. Maxwell suspiraba, acomodándose en el altar. ¿Solo mirar, eh? Pues solo miraría, y además, disfrutaría con ello. -Esta bien, hermana.. tu ganas. Haré lo que me pidas. -Dijo finalmente, dado al completo a la situacion que su hermana exigiera. Le miraba el busto mientras ella restregaba su culo contra la dura herramienta de Morthul, pues no podía estar de otro modo, teniendo a tremenda mujer restregandose contra él.
Morthul miró a Maxwell mientras éste empezaba a acariciarse la punta de su miembro aún sin masturbarse, pues si no lo pedía su hermana, significaba que no podía aún, de eso se trataba el juego de dominación, ¿Verdad? no obstante, Maxwell asintió a Morthul, como si estuviese dándole permiso. Morthul era una gárgola seria, pero demasiado humana. En todos los aspectos. Pese a sus 3 metros y medio de altura. -¿Y que deseos tiene mi señora Blackbird que yo pueda cumplir? -Dijo Morthul con aquella voz soberana, grave, noble incluso. Imponente. Con toques... terrorificos. Una voz que haría a cualquiera postrarse ante él. Sus ojos dorados se clavaron, ahora sí, tal y como Bloondy quiso antes, en su busto. Morthul contempló los pezones de la cainita, mientras sus garras se posaron directamente en la cintura que no paraba de bajar y subir por su dura entrepierna que estaba guardada en aquél taparrabos de cuero. Sus alas se estiraron, señal inequívoca de que su estado de animo era..... Como el sol. Ardiente.
-Cumpliré cada uno de los deseos que tengais, señora mía. Sea cual sea, como sea.
Dijo finalmente.
Maxwell Blackbird- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 59
Fecha de inscripción : 03/04/2017
Re: La oscuridad nupcial. Privado +18
La vampiresa tenía ahora todo totalmente dominado, había convertido la llegada de su hermano en un macabro y abobinable juego erotico, pero eso no tenía importancia que ahora provocase a la vampiresa parar, acariciaba los tallados musculos de la gargola, mientras le miraba relamiendose como si viese su tarta favorita, arañando la piel levemente con sus afiladas uñas de vampiresa, que sonreía cargada de malas intenciones o por lo menos perversas. -Cumplir mis deseos..¿cumplir mis deseos? jajajaja que ricura....no querido, se que te MUERES por cumplirlos pero no hoy, no ahora y no esta noche...pero eso no indica que no juguemos a hacer guarradas...si eso me gusta, jugar a hacer guarradas sexys, es buen juego ¿no crees?- Dijo agudizando la voz de manera fria para emitiendo un sobrenatural bufido para despues reirse, mientras bajaba su mirada lasciva a su entrepierna y despues mirar a su hermano relamiendose para provocarlo, indicandole ya sus intenciones más sucias.
Siguió con su restriegue de gata en celo, mientras hacía una danza digna de la de una bruja en un aquelarre de los que contaban los antiguos libro, pero ¿por que no mostrar algunas habilidades que podían considerase eroticas? la verdad que normalmente no las mostraba por que a fín de cuentas había muy pocos dignos de ello, pero era algo que sabía que a su querido hermano le encantaria. -Uhmm veamos que escondes aquí....- Dijo de manera soberanamente lasciva mientras se inclinaba hacía delante y procedia a quitarle el taparabos con la boca, miró a la gargola con este en la boca y despues a su hermano emitiendo un gruñido erotico antes de soltarlo y dejarlo caer sobre el suelo y miró descaradamente a la gargola. -Sorprendentemente bien dotado y completo...vaya hermanito querido estabas inspirado...- Dijo de manera jocosa por lo bien completo que estaba, siguió danzando a su lado, contoneandose y acariciando su cuerpo desnudo de manera provocativa, finalmente se paró delante de la gargola y giro par mirar a su hermano guiñandole un ojo de manera seductora.
Ladeó la cabeza mirando a la gargola, mientras empezó a bajar lentamente, pero no de manera normal, no agachandose, eso era demasiado normal y obvio, no, sus piernas se iban separando lentamente, mientras se deslizaba para abajo, hasta agacharse quedando abierta de piernas completamente como lo haría una contorsionista, pero como la gargola era alta y ella no lo era, solo le dió tiempo a pasar la lengua fugazmente por el trozo de carne de la gargola mientras descendia al abrir las piernas, le miró desde abajo sonriendo mostrando los colmillos, despues miró a su hermano sacando la lengua de lasciva manera, antes de arrodillarse para acomodarse a una altura mejor y lamer tranquilamente ese trozo de carne a su antojo, mientras le dedicaba arañazos a la gargola sin dejarla tocar, y a su hermano obligandole a mirar, esto estaba siendo realmente divertido.
Siguió con su restriegue de gata en celo, mientras hacía una danza digna de la de una bruja en un aquelarre de los que contaban los antiguos libro, pero ¿por que no mostrar algunas habilidades que podían considerase eroticas? la verdad que normalmente no las mostraba por que a fín de cuentas había muy pocos dignos de ello, pero era algo que sabía que a su querido hermano le encantaria. -Uhmm veamos que escondes aquí....- Dijo de manera soberanamente lasciva mientras se inclinaba hacía delante y procedia a quitarle el taparabos con la boca, miró a la gargola con este en la boca y despues a su hermano emitiendo un gruñido erotico antes de soltarlo y dejarlo caer sobre el suelo y miró descaradamente a la gargola. -Sorprendentemente bien dotado y completo...vaya hermanito querido estabas inspirado...- Dijo de manera jocosa por lo bien completo que estaba, siguió danzando a su lado, contoneandose y acariciando su cuerpo desnudo de manera provocativa, finalmente se paró delante de la gargola y giro par mirar a su hermano guiñandole un ojo de manera seductora.
Ladeó la cabeza mirando a la gargola, mientras empezó a bajar lentamente, pero no de manera normal, no agachandose, eso era demasiado normal y obvio, no, sus piernas se iban separando lentamente, mientras se deslizaba para abajo, hasta agacharse quedando abierta de piernas completamente como lo haría una contorsionista, pero como la gargola era alta y ella no lo era, solo le dió tiempo a pasar la lengua fugazmente por el trozo de carne de la gargola mientras descendia al abrir las piernas, le miró desde abajo sonriendo mostrando los colmillos, despues miró a su hermano sacando la lengua de lasciva manera, antes de arrodillarse para acomodarse a una altura mejor y lamer tranquilamente ese trozo de carne a su antojo, mientras le dedicaba arañazos a la gargola sin dejarla tocar, y a su hermano obligandole a mirar, esto estaba siendo realmente divertido.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: La oscuridad nupcial. Privado +18
“La creencia en una fuente sobrenatural del mal no es necesaria,
el hombre por si mismo es muy capaz de cualquier maldad”
el hombre por si mismo es muy capaz de cualquier maldad”
Morthul tenía un semblante serio y honorable, pero a causa de las travesuras de la pequeña de los Blackbird, su mente se estaba empezando a llenar de morbosidades.. de todos los tipos y colores. Incluso de atrocidades sexuales en las que la protagonista no era otra que Bloondy Blackbird, quien estaba acariciando su miembro y quien abiertamente le había dicho que cumpliera sus deseos.. además de hacer, lo que ella llamó, "Guarradas sexys". Morthul tragó saliba mientras el Cainita superior seguía en el altar, abierto de piernas y acomodado con su enorme miembro entre la mano. Bien agarrado, con una firmeza impresionante, dada la situación, sus ojos no podían dejar de mirar el culo de su hermana, la cual le dedicaba lascivas miradas.. Sabía que ahora tenía la situacion controlada, pero.. Aún la podía controlar más, mucho más. Cuanto mas agrande el deseo que obtenia su hermano, mas dominación tendría de la situación, mas Blackbird sería, y mas.. adulación obtendría de aquél a quien adoraba. Aquél que se masturbaba mirando. Aquél al que le ha prohibido terminantemente participar. ¿Sería aún mas cruel mi hermana? Se preguntaba Maxwell, divertido y muy caliente. No esperaba realmente que ella fuera capaz de mucho más que esto.. pero, habría que ver.
-Es un buen juego.. mi señora, un juego que haré hasta que no pueda usted seguir más. Es hermosa.. Traviesa, malvada, juguetona, lasciva, morbosa.. Es usted toda una Lady Blackbird, y es un honor para mí servirle del modo que mas desee.. Y si es este su deseo, lo haré llevar a cabo. -Decía Morthul conforme aquella gata en celo se movía y restregaba, Maxwell, cuanto mas decía la gárgola, o su hermana, mas ardiente se ponía. Conforme aquella ramera lasciva y oscura como la noche hacía sus delicias, la garra de la gargola agarró firmemente y con fiereza uno de los cachetes desnudos de la enfermera. La atrajo hacia sí mismo para poner la dureza de su miembro justo en la espalda de ella. Aquél miembro latía como si obtuviese una vida entera, como si fuese un corazón. Y mas le comenzó a vibrar cuando aquella lasciva y elegante zorra metió su mano en el taparrabos de cuero que le vestía la cintura y sacó consigo, aquella gran herramienta dura como el acero. Se ruborizó por las palabras atrevidas y sucias de la vampiresa.
En ese momento tanto Morthul como Maxwell se dieron cuenta que el miembro de la gárgola estaba mojadísimo, por su tronco caían lentamente sendas gotas de placer que caían al suelo, goteando pleruosamente. Mientras Bloondy hacía gala de sus aptitudes circenses y elasticidad, la polla del Vampiro Superior iba a estallar una vez. Y así lo hizo, sin poderlo evitar, Maxwell llenó el altar con su fragante semen. No por ello.. su miembro se vino abajo. No. Lejos totalmente de eso, incluso se puso mas grande y erecto de lo que ya estaba, mientras los restos de su leche candente goteaban hacia el suelo como si se hubiese llevado a cabo un sacrificio de sangre, llenando los alrededores por la abundante corrida de placer y su sonoro gruñido. -Vaya.. ¿Que te parece, hermana? Has hecho que me corra.. sin siquiera empezar a masturbarme propiamente dicho. -En aquél preciso instante, estaba tan puesto Maxwell, que incluso si Bloondy en su dominación total de la situacion le insultara abiertamente, lejos de enfadarse, le pondría aún mas cachondo si cabe. Y de eso, Maxwell estaba seguro. Pero no. Su hermanita querida no sería capaz de llegar tan lejos. "Ya podría" Pensaba para sí, sin saber bien por que lo deseaba.
Se acomodaba de nuevo, mientras Bloondy se arrodillaba y se metía hasta la garganta sin pudor alguno aquella barra de carne, dándole igual que no fuera humano. Dándole igual absolutamente todo. "Cuanto mas igual le dé todo.. y mas loca se vuelva." Pensaba Max. -Mas caliente me pondré.. -Dijo eso último en voz alta, casi sin darse cuenta.-Si deseas que tu hermano haga algo.. solo debes decirlo. Hoy.. soy yo el sumiso, mientras a nadie se lo cuentes. -Morthul suspiraba, abría sus enormes alas por la limpieza de sable que le estaban haciendo. No pudo evitar poner su garra derecha sobre el pelo de la pequeña Blackbird que se estaba haciendo grande. Gemía. Gemía muchísimo. -Ah... mi señora.. esto.. es más de lo que jamás imaginé con usted.. y creame, es complicado impedirle entrar en los pensamientos mas bajos y morbosos. La.. la deseo, mi señora Blackbird, en realidad.. casi todos los sirvientes de su Hermano la desean.. tal y como ahora mismo le tengo. Vorpal.. Neither.. Amon.. todos tienen deseos carnarles.. incluso mas bajos y sucios de los que tengo yo. -Max alzó la ceja ante esa declaración, pero no se enfadó.. Al contrario. Comenzó a sudar por que se había puesto mas caliente aún.
Maxwell Blackbird- Vampiro Clase Alta
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Re: La oscuridad nupcial. Privado +18
La diversión para la vampiresa desde luego se hace más presente, jugaba con su lengua y ese trozo de carne mientras miraba de reojo tanto a su hermano y sonreía mostrandole los colmillos, como miraba a la gargola a la vez que se metía bien ese miembro en la boca, sabía que eso les gustaba pero no era el unico plan que tenía, tenía que poner aun un par de guindas a este dulce y oscuro pastel, al menos ese era el plan que tenía la pequeña de los Blackbird, se relamío mirandole y se puso de nuevo en pie mientras se acariciaba las comisuras con la boca, sabía que quedaba obsceno, pero eso no era lo importante. Sonrió a su hermano. -Quedate ahí hasta que yo te lo diga.- Dijo de manera sentenciera, ademas le señalo y nego con el dedo indicandole que aun debía permanecer ahí, y despues miró a la gargola, le había puesto que le dijera todos esos subditos que estaban colados por ella, ella se echó el pelo hacía atras de manera egocentrica emitiendo un bufido subrenatural.
Empujó al enorme granduñon para que se sentase sobre una de las piedras que tenía detrás de él. -Soy muy mala, asi que....- Dejo una larga pausa para ponerse a cuatro patas sobre las rodillas de la estatua indicandole lo que tenía que hacer dandose así misma unos pocos azotes. -Más vale que las des bien querido o me enfadaré.- Dijo de manera tajante, la gargola como bien dijo cumplió su palabra y cuando el primer azote fue flojo Bloondy se levantó y le dio un tremendo reves mientras reía, y despues puso su semblante serío. -Más vale que la proxima sea la buena.- Amenazó tajantemente y se volvió a colocar a cuatro patas, la gargola la azoto con fuerza dejando una buena marca en el palido gluteó de la vampiresa, ella gimió de placer y le sonrió indicando que siguiese azotandola, siguió hasta que hilos de sangre se deslizaban por el culo de la joven debido a los azotes y el impacto de las garras de la gargola contra el roce de la piel. Ella gemía de placer y despues se puso en pie nuevamente lamió la boca de la gargola y deslizo su lengua por todo su cuerpo hasta abajo, volviendo a su erecto trozo de carne donde lo masturbo y degustó agusto.
Una vez finalizada con la gargola, se contoneó pasando al lado de su hermano mientras mojaba sus dedos en la sangre de la herida de su nalga y pasaba los dedos por la cara de su hermano, se fue al segundo altar, quitando el cadaver que ahí permaneció previamente y lo tiró al suelo no sin antes recoger la mano amputada que ahora tenía lo que se llama rigor mortis y se acarició concretamente sus pezones, mientras se tumbaba en el altar, tiró la mano a un lado y tumbada miró a su hermano, indicandole que se quedara quieto mientras empezaba ha darse placer así misma mientras la gargola y su hermano la miraban, la vampiresa gemía y suspiraba mirandoles a los dos, hasta que acabó, se estiró relajada y placentera, rió divertidamente acariciandose su busto y miró a Maxwell. -Ahora ya puedes venir...- Dijo ella finalmente observandole. Sonriendo con malicia ella habiendoles obligado mirar hasta que haya terminado.
Empujó al enorme granduñon para que se sentase sobre una de las piedras que tenía detrás de él. -Soy muy mala, asi que....- Dejo una larga pausa para ponerse a cuatro patas sobre las rodillas de la estatua indicandole lo que tenía que hacer dandose así misma unos pocos azotes. -Más vale que las des bien querido o me enfadaré.- Dijo de manera tajante, la gargola como bien dijo cumplió su palabra y cuando el primer azote fue flojo Bloondy se levantó y le dio un tremendo reves mientras reía, y despues puso su semblante serío. -Más vale que la proxima sea la buena.- Amenazó tajantemente y se volvió a colocar a cuatro patas, la gargola la azoto con fuerza dejando una buena marca en el palido gluteó de la vampiresa, ella gimió de placer y le sonrió indicando que siguiese azotandola, siguió hasta que hilos de sangre se deslizaban por el culo de la joven debido a los azotes y el impacto de las garras de la gargola contra el roce de la piel. Ella gemía de placer y despues se puso en pie nuevamente lamió la boca de la gargola y deslizo su lengua por todo su cuerpo hasta abajo, volviendo a su erecto trozo de carne donde lo masturbo y degustó agusto.
Una vez finalizada con la gargola, se contoneó pasando al lado de su hermano mientras mojaba sus dedos en la sangre de la herida de su nalga y pasaba los dedos por la cara de su hermano, se fue al segundo altar, quitando el cadaver que ahí permaneció previamente y lo tiró al suelo no sin antes recoger la mano amputada que ahora tenía lo que se llama rigor mortis y se acarició concretamente sus pezones, mientras se tumbaba en el altar, tiró la mano a un lado y tumbada miró a su hermano, indicandole que se quedara quieto mientras empezaba ha darse placer así misma mientras la gargola y su hermano la miraban, la vampiresa gemía y suspiraba mirandoles a los dos, hasta que acabó, se estiró relajada y placentera, rió divertidamente acariciandose su busto y miró a Maxwell. -Ahora ya puedes venir...- Dijo ella finalmente observandole. Sonriendo con malicia ella habiendoles obligado mirar hasta que haya terminado.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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Re: La oscuridad nupcial. Privado +18
“Hay ciertas pistas en la escena de un crimen que
por su naturaleza nadie puede recoger o examinar
¿cómo se recoge el amor, la ira, el odio, el miedo…?
Son cosas que hay que saber buscar”
por su naturaleza nadie puede recoger o examinar
¿cómo se recoge el amor, la ira, el odio, el miedo…?
Son cosas que hay que saber buscar”
Mientras aquella traviesa y lasciva vampiresa, vástago de aquél cainita se pasaba los dedos por las comisuras blanquecinas de su propia boca, Maxwell tenía el trozo de carne que iba a estallarle de nuevo. Morthul estaba ardiente al igual que su maestro, y casi le fastidió que la vampirilla dejase de lamérselas como sel as estaba lamiendo, pues su miembro no paraba de gotear incesantemente. Pero al ver como Bloondy se limpiaba las comisuras de forma tan obscena y vulgar. ¿Pero a quienes iban a mentir? Cuanto mas vulgar y ramera fuera aquella vampiresa, mas tendría a los hombres comiéndole de la mano y manipulados, y estos dos hombres no eran la excepción, por muy Gárgola y Vampiro que fuesen, eran barones, y como tal.. La mujer, con ciertas acciones.. cuanto mas lascivas, mas poder ejercería. Era ley de vida, pero, ¿Sabrá esto Bloondy? ¿Se aprovechará?.
La sonrisa de Lord Blackbird era conmemorativa, para verla, lasciva al mas no poder, asintiendo a los deseos de su hermana. -Me quedaré aqui, hermanita mia.. Y haré exactamente lo que me pidas. Hoy.. mandas tu, hasta el final del día. Y aún queda mucho día.. ¿Verdad? -Dijo, incluso retándola, aún teniendo ella las riendas de la situacion, la retaba a que las tuviera aún más. Mientras todo era llevado a cabo, un aleteo más fue sonoro en la instancia.. Un aleteo parecido al de Morthul, es decir, una gárgola. Se escuchó una risa masculina aunque de índole traviesa, duendil, y un tanto agresiva. Maxwell continuaba masturbandose muy lentamente, mientras Morthull era reñido por su Hermana caprichosa, puesto que quería unos azotes de verdad, que la hicieran sangrar. Con cada azote que la bestia le daba, el glande de Max se volvía mas duro y mojado. Nuevamente se escuchó esa risa, ahora, un tanto lasciva, unido a la caracteristicas de antes. Maxwell se percató de ello, pero no le importó. Total, ¿Que más da si venia alguien mas? Su hermana por fin está tal y como él quería, por él.. como si viniera todo el castillo.
Morthull terminaba de hacer sangrar el culo de la pequeña de los Blackbird, justo cuando ésta le metía la lengua en el interior de la boca y él le prestaba la suya para batirse en juicioso duelo de saliva, sus ojos vieron en la oscuridad venidera una figura. Se separó de la lasciva boca de la vampiresa, quien parecía querer más de esos besos. -Torag.. Cuanto tiempo sin verte, ¿No estabas de misión para el Amo? -Así es, querido Morthull, pero acabo de volver.. y olí la fragancia de la mayor ramera de Paris. Y ahora me doy cuenta que no es otra si no la Ama Blackbird, "siemprehermosa" como siempre, mi señora. -Dijo quien salió de la oscuridad. Una gárgola, no tan grande como Morthul y mas delgada, pero que tenía como un pico en la boca, pese a tener dientes y lengua, labios y laringe. Sus ojos eran de color esmeralda y sus alas eran mas largas y prominentes que las de Morthul, aunque rasgadas como una cortina de una mansión encantada. Maxwell permanecía silente, mirando a Torag, y sonrió. No dijo nada, puesto que la situación pertenecia exclusivamente a su hermana. Ella decidía quien podia estar, quien no, y a quien hacer participar. Se escucharon sonidos de cadenas, arrastrándose por el interior de la sala, sonaba a algo realmente enorme, o almenos: Muy pesado. Max miró hacia el fondo, sabía quien era. Seguramente.. Vorpal estuviese por el lugar, ya que, siempre ha amado a Bloondy Blackbird.
La pequeña Bloondy se estaba masturbando, abierta de piernas, para que todos podamos verla desnuda, unicamente con la cofia y sus botas, incluido el nuevo invitado, seguramente, aún no se hubiese dado cuenta de que Torag, otra gárgola, estaba presente, y que.. probablemente, algo mucho mas pesado, siniestro y poderoso, estuviese rondando, como era el caso de Vorpal, cuyas cadenas seguían alumbrando el sonido tenue y lúgubre de la lasciva comunión que estaba llevándose a cabo en este lugar. Cuando escuchó a su hermana decir que ya podía ir, se levantó con el miembro en alza, pero Morthul tambien se acercó. Ambos barones se pusieron cada uno a un lado del altar que Bloondy usaba de cama, a la altura de sus voluptuosos pechos y de su cara, donde empezaron a masturbarse a la vez mientras sendas gotas de placer comenzaban a regar los pezones de la chica y a inhundar la cara, la suavidad de sus labios y como no, incluso los orificios de su nariz, de nectar blanco de los dos. Aquellas venidas no eran normales.. puesto que aun seguían lanzando chorros mientras miraban a los ojos a la maestra de sus sueños: Bloondy Blackbird.
Maxwell Blackbird- Vampiro Clase Alta
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Re: La oscuridad nupcial. Privado +18
Bloondy se había centrado mucho en darse placer así misma, que no se había percatado en los invitados extra que había tenido, pero cuando lo hizo, los miró dedicandoles una amplia sonrisa donde sus colmillos estaban bien marcados, mientras los miraba y luego dejando que las gotas calleran sobre ella se levanto sentandose sobre el altar donde se encontraba y miro a las gargolas. -Habeis sido muy osados...nueva ley, al que me toque...lo mato...solo yo puedo tocar...- Dijo con voz imponente, fria, agresiva, lanzando una fulminante mirada, bufó de manera agresiva, y despues los miró a todos incluido a su hermano. -Solo se sigue las leyes que yo de..¿entendido? más os vale.- Dijo tajantemente, se acercó a los cuerpos mutilados sin vida de los cazadores, registrandoles, hasta que encontró a algo que le serviría para seguir jugando, rió entre dientes mientras les observo de reojo, bien, si tanto querían unirse ahora iban a darse cuenta de que las leyes solo las pone ella.
Se levanto dejando caer una larguisima cuerda, se acercó contoneandose mientras hacía girar la cuerda como si fuese un latigo, antes de llevarsela a la boca y morderla de provocativa forma, miró a su hermano y despues a las tres agargolas. -Vais a ser mis perros...mis cerveros, y quiero que mis cerveros laman la sangre de mi culo mientras andan a cuatro patas detras de mi..¿entendido?- Fue tajante y directa, mientras se señalo la herida del cachete, ató a las gargolas del cuello y tiró con brusquedad de ellas dandose la vuelta haciendo que cumplieran así su orden, tirando de ellos mientras andaba notaba el pico y la lengua de Morthul, paseó la sala manteniendoles en ese estado de humillación teniendo que hacer de perros incluso obligandoles a ladrar mientras ella reía de manera maliciosa, desde luego era muy divertido, miró nuevamente a Maxwell. -¿Te gustan como tus sirvientes son ahora mis perros?- Desafió la vampiresa con aire egocentrico, a su hermana, sin el más minimo resquicio de temor en este momento.
La vampiresa miró a su alrededor, ya se había divertido bastante, y ahora solo ansiaba una cosa, se giro tirando a las gargolas hacía atrás para que dejara de lamerla y uso la cuerda como si fuese un latigo para golpearlas mientras reía divertidamente, se cruzó de brazos. -Bien sucias bestias, ahora estaros ahí quietas sin moveros.- Gruño de malas formas y despues se giró a su hermano, y en un acto de osadia osó usar la cuerda como latigo contra su hermano primeramente para dar un chasquido contra su pecho y despues para enroscar la cuerda al lado del poderoso cuello del vampiro jefe mientras giró tirando de la cuerda para pegarse a él, primero le morreó de manera lasciva. -Y ahora...mientras esos pateticos seres tienen que darse placer así mismos, quiero que vean como profanas el cuerpo de tu dulce hermanita, ¿ha quedado claro murcielago? eso espero....tu hermanita tiene grandes espectativas...no querrás decepcionar a nadie y menos teniendo publico ¿verdad?- Se relamió lasciva dando otro tirón a esa cuerda que enroscó el cuello del jefe vampiro por su vastago, que ahora estaba dominando de tremenda forma y ya había dado la orden, orden que desaba cumplir, yacer de manera incesta con su hermano.
Se levanto dejando caer una larguisima cuerda, se acercó contoneandose mientras hacía girar la cuerda como si fuese un latigo, antes de llevarsela a la boca y morderla de provocativa forma, miró a su hermano y despues a las tres agargolas. -Vais a ser mis perros...mis cerveros, y quiero que mis cerveros laman la sangre de mi culo mientras andan a cuatro patas detras de mi..¿entendido?- Fue tajante y directa, mientras se señalo la herida del cachete, ató a las gargolas del cuello y tiró con brusquedad de ellas dandose la vuelta haciendo que cumplieran así su orden, tirando de ellos mientras andaba notaba el pico y la lengua de Morthul, paseó la sala manteniendoles en ese estado de humillación teniendo que hacer de perros incluso obligandoles a ladrar mientras ella reía de manera maliciosa, desde luego era muy divertido, miró nuevamente a Maxwell. -¿Te gustan como tus sirvientes son ahora mis perros?- Desafió la vampiresa con aire egocentrico, a su hermana, sin el más minimo resquicio de temor en este momento.
La vampiresa miró a su alrededor, ya se había divertido bastante, y ahora solo ansiaba una cosa, se giro tirando a las gargolas hacía atrás para que dejara de lamerla y uso la cuerda como si fuese un latigo para golpearlas mientras reía divertidamente, se cruzó de brazos. -Bien sucias bestias, ahora estaros ahí quietas sin moveros.- Gruño de malas formas y despues se giró a su hermano, y en un acto de osadia osó usar la cuerda como latigo contra su hermano primeramente para dar un chasquido contra su pecho y despues para enroscar la cuerda al lado del poderoso cuello del vampiro jefe mientras giró tirando de la cuerda para pegarse a él, primero le morreó de manera lasciva. -Y ahora...mientras esos pateticos seres tienen que darse placer así mismos, quiero que vean como profanas el cuerpo de tu dulce hermanita, ¿ha quedado claro murcielago? eso espero....tu hermanita tiene grandes espectativas...no querrás decepcionar a nadie y menos teniendo publico ¿verdad?- Se relamió lasciva dando otro tirón a esa cuerda que enroscó el cuello del jefe vampiro por su vastago, que ahora estaba dominando de tremenda forma y ya había dado la orden, orden que desaba cumplir, yacer de manera incesta con su hermano.
Elyon Enhydra- Vampiro Clase Alta
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