Blanco -Libre

por **Daniel De Lamberti** Mar Abr 18, 2017 10:15 pm

-Me gustaba mas el invierno, cuando veía caer la nieve desde mi ventana.-refunfuñaba en voz baja, mientras avanzaba con algo de prisa entre las pocas personas que aún se mantenían en las congeladas calles de la ciudad. Mover mi silla con aquel clima era casi imposible.

Frotaba mis manos, lanzadoles mi propio aliento en un intento vano de calentarlas, mis dedos estaban agarrotados por lo que realizaba torpes movimientos al intentar controlar la silla, nuevamente.

Sostenía la mochila sobre su espalda donde llevaba sus "preciados tesoros" y prosiguió con seguridad, buscando llegar pronto a un lugar donde poder descansar luego de la agitada tarde que había tenido. Siempre le gustaba dibujar en las plazoletas porque había más gente a la cuál pudiera vender algunos de sus dibujos.

El cielo liberaba señales de una pequeña ventisca de nieve, y eso, para las personas como yo, que trabajaban en la calle, no era nada bueno. Sentía que aquella iba a ser una larga noche, eso sin duda, y claro, si lograba encontrar regresar a casa antes de la que la nieve le nublara todo.

Sentía la injusticia y por supuesto deseaba no pensar en las cosas que merecía y que no, puesto que la razón de encontrarse postrado en esa silla era solo su responsabilidad, y debía afrontarlo sin reproches ni nada.

Cuando se percató de que todos se apresuraban, supo que debía hacer lo mismo, y prácticamente comenzó a moverse lo más rápido que podía por entre la gente, sin prestar demasiada atención a la multitud. Siendo esta misma distracción la que la llevó a chocar contra un joven, a quien arrolló y a quien le tiró las cosas que llevaba en las mano.

-¡Ah!... lo siento mucho.- le dijo al instante, mientras se frotaba la cabeza con su diestra por el golpe. -No... no te vi.- se excusó sin detenerse a levantar la vista hasta el desconocido, aunque sentía como se enrojecían sus mejillas, y se avergonzaba de sus estúpidas acciones.

<< ¿Como puedes ser tan distraído, Lorenzo >>?.- fue su último pensamiento, antes de liberar un marcado temblor a causa del frío. Esperaba que el joven no estuviera lo suficientemente molesto con el, para perdonarle la distracción. Siempre procuraba ser precavido pero...En fin, siempre había una primera vez.

por **Girolamo Di Moncalieri** Jue Jun 29, 2017 11:32 pm

Había logrado tomarse un par de días, el productor de la obra había decidido llevar a la compañía de gira y él no aceptó acompañarlos, no podía hacer eso, ¿acaso no estaría abandonando a su amada en el oscuro y vacío teatro? no, él debía quedarse y concurrir de vez en cuando ha charlar con ella, aunque nadie la viera, Emerik, estaba seguro que el espíritu de su amada permanecía allí, en el escenario, el lugar en que perdiera la vida, - los suicidas deben deambular por éste mundo por mas de mil años - había escuchado decir, y de solo pensar en lo sola y triste que ella estaría, se prometió hacerle compañía, por lo menos durante lo que le restara de vida.

Tras pasar la tarde, ensayando la nueva obra que deberían estrenar, apenas regresara la compañía, Emerik decidió apresurarse a regresar a su hogar, el invierno parecía que sería bastante duro éste año, a lo que decidió no perder el tiempo y caminar, antes de tener que esperar que su carruaje llegara a buscarle, bien podía simplemente cruzar las calles del centro de París, llegar a la Plaza Tertré y recién allí buscar alguno de los carruajes de alquiler que siempre se detenían en algún lateral de la plaza. Así lo hizo, se despidió con un seco saludo de mano al portero que lo acompañó hasta la puerta principal del teatro y al sentir como el viento invernal helaba sus mejillas, se apresuró a cerrar bien el abrigo envolviendose mejor el cuello y parte del rostro con su bufanda, se ajustó los guantes de cuero y re colocó su sombrero, para que el viento no se lo volara.

Se lanzó a las calles, caminando con rapidez, sorteando a los demás transeúntes y maldiciendo por lo bajo que no se apresuraran ¿es que acaso no eran conscientes del frío que había invadido la ciudad? refunfuñó mientas cruzaba una calle y llegaba a la Plaza Tertré, - bien ahora solo tengo que esperar a que llegue algún coche de alquiler y pronto estaré en casa - se dijo, sonriendo, pero ocultando su sonrisa tras la bufanda. Apretó contra su pecho el guió que había estado estudiando y se volvió a preguntar como era posible que no apareciera ni un solo vehículo.

De pronto se encontró literalmente tirado en el suelo, su guión se había despanzurrado y volaban las hojas por la plaza. Se quejó, mientras intentaba levantarse, aún aturdido, su mirada buscó al responsable de aquel atropello, y cuando estaba por dejar salir su frustración en un sin fin de improperios y maldiciones, descubrió que su agresor, era un joven en silla de ruedas, - no se preocupe, estaba distraído y no vi que estaba obstruyendo el paso - dijo buscando calmar al joven que intentaba disculparse. Cuando por fin pudo incorporarse, sacudió su abrigo, pues éste se había ensuciado en la caída, fue allí que puso su atención en las hojas que seguían dispersándose en todas direcciones - Oh no, mi guión - dijo, sin atinar a coger las hojas que aún estaban cerca de él y el hombre en silla de ruedas.

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