Pleine Lune {Privado}

Recuerdo del primer mensaje :

El cementerio había sido nuestro objetivo en esos momentos, aún quedaba día por delante para poder arreglar el panteón que él decía dónde pasaría la noche encerrado y encadenado para no herir a nadie, para mantenerse seguro y mantener seguros a los demás. Habíamos dejado el hotel hacía apenas una hora en donde nos habíamos dejado llevar de nuevo por lo que sentíamos el uno por el otro, el lobo me había tomado de una forma algo salvaje pero que había disfrutado enormemente, de hecho aún podía sentir la marca que me había hecho en el cuello marcándome como si fuera suya, de hecho es que podría serlo perfectamente. Él se había disculpado por las formas pero yo no tuve nada que disculpar, al fin y al cabo esa también era su forma de ser y era parte de él y me había gustado, lo había disfrutado más incluso que la primera vez. Después de eso un baño y volver a comer algo antes de salir para ver en qué estado nos encontrábamos el lugar. Podríamos ir a la Orden pero entendía que Caleb no quisiera, no debíamos de olvidar que habíamos ido años atrás y no era bueno que nos cruzáramos con nadie de esa época, aunque sí sentía curiosidad por ver a mis padres de jóvenes, incluso a Caleb pero sabía que era algo que no debíamos de hacer.

Llegamos al cementerio donde había poco gente que iba a hacerle una visita a sus seres queridos y comenzamos a buscar aquel panteón, el cementerio era bastante grande y habían varios panteones por lo que tendríamos que buscar el que más pudiéramos utilizar para esa noche. Lo seguí a él porque yo no tenía ni idea de cuál de todos sería pero él al parecer si sabía dónde se encontraba porque nada más entrar fue directo como si se supiera el camino de memoria. No tardamos demasiado en llegar a una zona algo más apartada de las demás donde había un panteón enorme donde tenía unas pequeñas escaleras antes de llegar a una puerta bastante grande de acero, Caleb subió primero las escaleras y yo le seguí hasta que nos acercamos a la puerta y entre los dos la abrimos para ver su interior. Era una sala bastante grande y amplia decorada con estatuas un poco tétricas pero que igualmente eran bellas, ángeles que parecían custodiar el lugar en mármol y piedra y en el centro de la sala un altar con algunos libros y algunas velas encima. Al fondo una puerta algo más pequeña aunque también de acero que parecía llevar a otra sala, al abrirla nos dimos cuenta de que habían unas pequeñas escaleras de caracol, cogimos unas antorchas y bajamos por ellas para llegar a otra sala donde habían cadenas por el suelo, grilletes clavados en las paredes… el lugar estaba totalmente oscuro e imaginarlo allí metido y encadenado era algo que no me gustaba.


-¿Estás seguro de esto? –Me giré para mirarlo, habían jaulas algo más pequeñas como si aquello hubiera sido refugio de algo, él tenía razón, seguramente se utilizaran para contener a las bestias encerradas pero estaba llenas de polvo y de telarañas, además los grilletes y las cadenas parecían no estar en buen estado y tendríamos que solucionar aquello. Sabía que él no iba a cejar en su idea de quedarse allí para no hacer daño a nadie, pero la idea de que estuviera encerrado y encadenado a merced de quien lo encontrara no era algo que me gustara en absoluto, me acerqué para coger una de las cadenas y comprobar que estaba rota por un eslabón, así como que varios grilletes estaban rotos por no decir que había alguna que otra mancha de sangre en las paredes como si se hubiera desatado hacía tiempo una lucha. No me gustaba, no me gustaba en absoluto- parece como si se hubiera producido una lucha aquí –las jaulas presentaban ciertas abolladuras y seguramente algún cazador hubiera encontrado el lugar, o eso o uno de los licántropos que se escondían se había escapado y en esa forma no había podido controlarse- tenemos que arreglar todo esto, las cadenas están todas rotas, los grilletes partidos… -no me gustaba, seguía sin gustarme la idea y menos el tener que quedarme en el hotel toda la noche sin saber lo que le pasaría. Me mordí el labio con fuerza observando el lugar, pero pasados unos segundos me acerqué a él y lo miré de forma fija- vamos a arreglar este lugar para que estés a salvo y nadie pueda encontrarte, esperemos que el estar aquí abajo haga que los cazadores no te oigan y los licántropos no puedan llegar hasta ti –estaba preocupada y no era algo que iba a ocultarle, menos cuando sería yo quien lo atara y lo encadenara- la puerta de arriba presenta algún fallo, deberíamos de arreglar también eso y solucionar el tema de las cadenas y de los grilletes, si te voy a dejar aquí toda la noche me voy a asegurar de que el lugar cumpla las condiciones adecuadas, ¿empezamos? –Lo miré unos segundos y esperé a que se moviera, teníamos trabajo que hacer y la luna se alzaría esa noche estuviera como estuviera el lugar, era mejor darnos prisa y dejarlo todo arreglado para que cuando llegara el momento yo me quedara algo más tranquila, poco más bien, y él quedara seguro ahí dentro.

Todavía me costaba asimilar que mi madre y Caleb habían estado juntos, de hecho había sido algo que no me esperaba en absoluto porque jamás pensé que algo así podría pasar, supe que me ocultaba algo cuando habíamos hablado y aunque agradecía que fuera él quien diera el paso y se atreviera a contármelo antes que seguir mintiendo o antes incluso de que me enterara de otra forma y todo fuera a peor... se me hacía difícil todo aquello. Necesitaba saber más cosas y quizás era un poco masoquista por mí parte el pedir que me las dijera pero... es que necesitaba saberlo, quería saber todo lo que había pasado en esa relación, el tiempo que habían estado juntos, por qué lo dejaron y se fue con mi padre, si sus sentimientos por mi madre habían muerto o por el contrario seguían estando latentes en su interior. Joder, era igual que mi madre porque me parecía muchísimo en el físico, en algunas expresiones y maneras de ser aunque también tenía el fuego de mi padre, su arrojo, su temeridad... pero físicamente era igual que mi madre cuando era joven y tenía mi edad, y ahí es donde estaba mi mayor miedo, que siguiera sintiendo algo por ella. Su mano se entrelazó con la mía y no me aparté de su toque ni de su tacto caliente, aunque me costaba horrores quería quedarme ahí para que él me respondiera a las preguntas que le había hecho, quizás era hacer más grande el hoyo pero quería que me contara toda la verdad, necesitaba estar segura de todo antes de continuar con aquello. No estábamos hablando de que había tenido algo con alguna amiga mía, sino con mi propia madre, ¿cómo debía de hacerle frente a eso? ¿Y ella, por qué nunca me había dicho nada cuando padre había muerto y sabía de mis sentimientos? No lo entendía, sí podía entender que no me lo dijera pero no entendía por qué ocultarme su relación, una que tuvo antes de que empezara a salir con mi padre.

Caleb contestó a mi primera pregunta y abrí los ojos con sorpresa cuando me dijo que habían estado juntos alrededor de cinco años, ¡cinco años! ¿Cómo narices podía competir yo con eso? Habrían pasado por muchas cosas a lo largo de esos cinco años, no esperé que hubiera sido tanto tiempo sino que más bien esperaba que no hubiera llegado al año... y ahora me encontraba con que estuvieron juntos cinco años. Cerré los ojos y no quise pensarlo realmente, no quise pensar en nada en lo que pudiera entrar esos cinco años aunque sabía perfectamente que era imposible evitarlo. Habían hablado hasta del futuro dándome a entender que todo les iba bien, hizo una pausa y esperé a que continuara quedándome callada porque es que no sabía bien qué decir. Lo había dejado porque había pasado aquel incidente en el campamento, tuvo que convertirse en el líder de la orden, Wesh estuvo a su cargo y ante aquellos acontecimientos supo que no podría darle a mi madre lo que ella quería, tomó la decisión de dejarla no porque no la quisiera, sino porque en ese momento su obligación pesaba más que el poder darle un futuro a mí madre como el que ella quería. Decía que luego mis padres se enamoraron, se casaron y me tuvieron a mí y él se convirtió en ese amigo que mi padre siempre tuvo, en esa relación de amistad que iba más allá de la orden y en la que me dijo que mi madre respetó siempre a mi padre.

La segunda pregunta sabía que era algo más complicada pero necesitaba respuestas, necesitaba saber qué era lo que él sentía por mi madre y lo que sentía por mí, si cuando me besaba la veía a ella o por el contrario solamente se fijaba en mí. Alcé mis ojos mientras él parecía meditar la respuesta mientras sentía no solo el estómago cerrado, sino que comenzaba a encontrarme algo mal. Decía que siguió amando a mi madre aun cuando ella se casó con mi padre, entendía que no podía dejar de querer a alguien con la que habías estado tanto tiempo de pronto, eso lo sabía. “Te quiero Eileen, estoy enamorado de ti, te veo a ti” sinceramente fue lo que necesitaba y esperaba oír, que fuera a mí y no el reflejo de mi madre lo que veía cuando me miraba, pero que en ciertos gestos le recordaba a mi madre y que era difícil porque había estado enamorado dos veces, una de mi madre, otra de mí. Tenía razón en algo, antes de que pasara todo esto, antes de que nos atacaran y en esa batalla yo perdiera a mi padre él ya le había dicho a este que quería pedir mi mano, se lo había dicho sin saber lo que pasaría y en eso tenía que darle toda la razón y un voto de confianza. Cerré los ojos un par de segundos para mirarlo, incluso así supe que había algo más en todo esto.


-Tienes razón pero... estuviste muchos años con mi madre, soy igual que ella... mis dudas son razonables –no me excusaba, quería saber la verdad y prefería que me lo dijera antes de vivir con una mentira- prefiero que me hayas dicho la verdad a que me hubieras estado engañando todo el tiempo –me mordí el labio- yo... todo esto me viene un poco grande, jamás pensé que hubiera habido algo entre vosotros, o que hubierais estado tanto tiempo... son demasiadas cosas –miré por un momento hacia otro lado pero luego lo miré cuando siguió hablando, decía que mi madre siempre había sentido algo por él y que cuando mi padre murió.... mi rostro cambió ante lo que oía- dime que no.... –fue lo único que dije, él decía que era personal entre ellos pero supe bien lo que quiso decirme, eso era lo que había tras todo, sabía que había algo más. Después de pedir mi mano y según él saber que me quería, después de lo de mi padre... el saber eso algo se revolvió en mi interior, ¿quién me decía que no volvería a pasar de nuevo? Me aparté ligeramente de él tras lo que acababa de decirme necesitando procesar todo lo que me había dicho, el hambre se me había ido por completo, el estómago vacío y una sensación extraña me recorría por completo. Después de tanto tiempo se había acostado con mi madre, y después... oh dios, pensarlo no me sentaba demasiado bien- necesito aire... –dije notando que se me aceleraba la respiración, era demasiado todo lo que me había dicho y necesitaba un momento- necesito.... necesi.... –no terminé cuando me sobrevino la primera arcada, me levanté y corrí hacia el baño donde vomité, al terminar me levanté y lavé mi rostro de las lágrimas y me lavé la boca, cuando alcé la mirada al espejo que había encima me encontré con Caleb mirándome apoyado en la puerta, mojé mi rostro otra vez y lo sequé para mirarlo- estoy bien –aseguré antes de girarme y mirarlo, sabía que estaba preocupado por lo que me había dicho- han sido demasiadas emociones en un solo día, dejar la orden, enterarme de que estoy embarazada, tu relación... –me callé porque no le había dicho nada al respecto, quería confiar en él, lo necesitaba y no solamente porque iba a ser el padre de mi hijo- me gustaría poder borrar de mi mente lo que me has dicho, me gustaría que no hubiera pasado pero... no se puede cambiar lo que ya fue –di un paso hacia é- me alegro de que me lo hayas dicho, sé que no ha debido de ser fácil para ti pero prefiero esto a vivir una mentira Caleb, a quizás enterarme de otra forma mucho peor y... –me mordí el labio y di otro paso- esto no cambia nada, no cambia lo que siento por ti pero ha sido... extraño –quedé frente a él y llevé una de mis manos a su rostro recorriendo esa barba que siempre llevaba entrelazado mi otra mano con una suya- te creo, te creo cuando me dices que me quieres... ibas a pedir mi mano antes de que todo esto pasara y no lo harías si así no lo sintieras, eres demasiado noble como para mentir en eso –apoyé mi frente en la suya- solo necesito descansar un poco de todo esto, volvamos a la cama, intentaré comer algo aunque... quizás si me lo das tú –sonreí de lado mirándolo. Lo que me había contado no cambiaba lo que sentía por él, no era justo juzgarle por algo que había hecho cuando yo ni siquiera había nacido, eso no quitaba para que no me gustara pero las cosas habían sucedido así y no debía ser quien para dejarlo de lado por ello, no era fácil pero ahora estaba conmigo y eso es lo que, pese a todo, debía de importar.

Su piel blanca adquirió casi una tonalidad traslucida, sus ojos azules como el mismo mar buscaban respuestas en mis palabras, pero yo ya había dicho bastante, los detalles eran cosa mía y de su madre y no quería indagar mas en nada.
Mis dedos se deslizaron por la palma de su mano pidiéndome que le contara todo, eso que callaba, eso que prefería ocultar para no desatar una tormenta difícil de amainar.

Me agradeció haber sido sincero, la verdad es que aunque había omito detalles, era verdad, la quería, por eso pedí su mano a su padre, por eso tenia claro querer desposarla.
Mentiría si dijera que nada se me removió cuando tras fallecer su madre esta se acercó a mi, pero ahora mismo..estaba con Eileen, estaba enamorado de ella, no de su madre e íbamos a tener un hijo.
Por lo que conocía a su madre sabia que se haría a un lado, si albergaba sentimiento alguno por mi se lo guardaría como lo había hecho durante todo el tiempo que permaneció casada y seria una abuela perfecta.

Cuando se levantó del lecho corriendo supe que algo iba mal, me alcé tras ella viéndola vomitar. Apoyé mi mano en el marco, dejandole espacio para que tomara un poco de aire.
Se mojó el rostro, una vez mas tranquila me acerqué a ella mirándola fijamente.
-Se que no debía habértelo dicho ahora -deje´escapar el aire algo desesperado cuando se acercó a mi para acariciarme -siento mucho que estando embarazada tengas que escuchar esto. Tu madre siempre ha querido a tu padre, quizás no era un amor pasional, tan profundo como lo que nosotros vivimos, lo nuestro fue un primer amor..pero tu madre ha sido feliz con tu padre, y cuando tu naciste estaba pletórica.
Tomé la decisión adecuada, no me arrepiento y ahora también he tomado la decisión adecuada, porque no quiero perderte.

Tiré de su cintura para llevarla de nuevo al lecho, no deje en ningún momento de besarla, acariciarla y mirarla, ni de lejos quería que pensara que lo mio era solo porque no podía estar con su madre, no era eso.
-Vamos a comer y a dormir -susurré mordiendo su hombro.

Le dí algo de fruta, entre risas fuimos pringandonos, besándonos, mordiéndonos los labios y al final cayendo enredados en el lecho donde hicimos el amor muy despacio, sin prisa, disfrutando del sabor de los besos, de las miradas cómplices y del amor que sentíamos.
Era consciente de que ella había dejado todo por mi y yo no iba a fallarle. Nos casaríamos y nuestro hijo nacería en el seno de un matrimonio.