Victorian Vampires
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 2WJvCGs


Unirse al foro, es rápido y fácil

Victorian Vampires
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 2WJvCGs
PARÍS, FRANCIA
AÑO 1842

Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.

Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.

¿Estás dispuesto a regresar más doscientos años atrás?



NIGEL QUARTERMANE

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
NICOLÁS D' LENFENT

ADMINISTRADOR

ENVIAR MP
ESTACIÓN


Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24


COPYRIGHT/CRÉDITOS

En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.

Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.

Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.

Licencia de Creative Commons
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org


Últimos temas
» Savage Garden RPG [Afiliación Élite]
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMMiér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones

» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMMar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut

» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMMiér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane

» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMJue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar

» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMMiér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer

» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMSáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour

» orphée et eurydice ― j.
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMJue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour

» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMJue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke

» labyrinth ─ chronologies.
Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 NXLYMSáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour


<

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

4 participantes

Página 2 de 4. Precedente  1, 2, 3, 4  Siguiente

Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Sáb Ago 12, 2017 6:38 am

Recuerdo del primer mensaje :

Gruñí de pura rabia cuando Tobias me aviso que la pequeña comitiva que mandé al lago a recoger unas hierbas para paliar los efectos del acólito no habían regresado en su totalidad, dos de ellos habían sido apresados.
Solo en ese lugar crecía la verbena, con ella la hechicera creaba una infusión que podía ayudarnos a superar aquel veneno que usaban los cazadores para darnos una muerte lenta.

Había pasado una semana desde que Amara salio de mi vida, bueno, realmente era mas consecuente si decía justo lo contrario, desde que yo salí de la suya.
Me había volcado en mis quehaceres como alfa, buscando la redención, el olvido ..aunque no había logrado ninguna de las dos cosas.

Tenia claro mi lugar, como la cazadora el suyo y no la culpaba por elegir la plata de su apellido antes que a un hijo de la luna que la condeno a ser aquello que mas odiaba en este mundo.
Salí disparado hacia las caballerizas, mi espectro negro salio de la mansión al galope siguiendo el rastro de los míos, algo me decía que esa noche se derramaría sangre y voraz aseguraba que no seria la mía.
Pertrechado con mi acero, estaba dispuesto a dar caza y muerte a esos cazadores que sin preguntar como era en ellos fiel costumbre habían apresado a dos de los hombres de mi manada.

Nosotros nunca habíamos arrebatado vida inocente ¿podían decir ellos los mismo?
Odiaba con todas mis fuerzas a esos hombres que jugaban a ser dioses, luchaban contra las abominaciones del infierno como si no se dieran cuenta que los peores monstruos eran ellos.
No me costó seguir el rastro de los míos, no solo por las huellas dejadas sobre la húmeda tierra de sus caballos si no por el olor que desprendían sus cuerpos.

Desmonté en una gruta cercana al lago, al parecer allí el cazador había decidido darles muerte, pues el olor a sangre de ellos era potente, apostaría a que uno de los dos había ya perecido y el otro poco le quedaría, pues ríos escarlata bañaban el suelo de la entrada camuflando el hedor de su verdugo.
Desenvainé sedas dagas, paso a paso me adentré en los confines del abismo, mi sorpresa, no fue encontrar a los dos atados por uso grilletes, si no que la causante de esa tortura no fuera otra que la dulce mujer con la que había compartido lecho hasta en dos ocasiones.

Gruñí de rabia centrando mis pardos en los ajenos, no me esperaba y su cabello castaño creo una ráfaga de viento cuando giró el rostro para contemplar el mio.
-Argent, suelta a los míos y no te arrancaré la piel a tiras -rugí desafiante.
Era incapaz de llamarla por su nombre, el resentimiento aun anidaba en mi corazón corroyendome por dentro.
La culpa me atenazaba, debí matarla cuando tuve ocasión, era una cazadora y ella si sabia que yo era el enemigo pero mi debilidad por ella me había jugado la peor de las pasadas.


Última edición por Vashni Indih el Lun Nov 20, 2017 8:51 am, editado 1 vez
Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo


Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Lun Sep 04, 2017 11:25 am

Allí estaba, por fin frente a mi, aquel que un día asesino a mis padres, aquel que me despojó de mi hermano, allí estaba el cazador que me había forjado como hombre a lo largo de los años.
Mis ataques estaban plagados de rabia, eran rudos, brutales, pero no bien medidos porque el odio solo me cegaba y eso era algo que los convertía en poco efectivos.
Bastien se limitaba a defenderse, esquivar uno a uno mis ataques, aunque no tuvo suerte con todos y mas de uno desquebrajó su piel.

Puede que me estuviera subestimando, lo veía en esa sonrisa ladeada que se traía mientras me enfrentaba.
Su hija parecía paralizada, ante él parecía solo un cordero asustado, como si su dependencia ante ese que era su progenitor la hiciera sucumbir a cada una de sus palabras.

Gruñí al ver como la maltrataba, ciertamente no pensé que fuera ese el modo en el que aquel hijo de puta podía tratar a su única hija.
Amara se alzó temblorosa, sacando las dagas sin saber creo que bien que hacer con ellas mientras el padre, orgullosos de su porte y de la plata no solo de su espada si no de su apellido le mostraba a la cazadora el modo de atacar a un lobo, de darle muerte.

Mi sangre fluía cálida por las heridas, resbalando por mi pecho, mi vientre, mas si creía que eso amedrantaría a un alfa, se equivocaba. El guardaba clama, peor ¿y si igualábamos el dolor en el lama de los dos?
Mis zarpas se hundieron en su cuello, lo alcé por completo impactandolo contra el suelo, escuché los huesos de su espalda quebrarse, sonreí de medio lado acercando mis labios a su oído. Un susurro que Amara no podría oír.
-Soy Vashni Indih, recuerda ese nombre, pues pondré fin a tu linaje como un día tu me arrebataste el mio. Es mas, juro que tu hija, esa pequeña que tiembla ahora asustada no de forma muy diferente a la que lo hizo cuando recibió mi maldición se convertirá en la madre de una nueva unión Indih Argent, ese sera tu castigo, tu apellido lo portaran mis hijos.

Podía ver el odio en sus ojos, pero mis garras apretaban con tanta fuerza su cuello que no podía emitir ningún sonido.
Me golpeó el pecho con el puño y con un rápido movimiento me empujó de nuevo poniendo distancia entre nuestros cuerpos.
Su garganta sangraba en abundancia, también lo hacían mis costados y pecho, jadeábamos mirándonos y de nuevo nuestros cuerpos se lanzaron chocando, plata contra las garras, ambos luchábamos para matarnos.
Rugí furioso, la tormenta se había desatado, las gotas de lluvia eran carmesí, la furia nos cegaba ahora ambos y eso convertía aquel ataque en algo demoledor.

Mis garras se hundieron en su espalda rasgándole, la velocidad de mi condición me daba la ventaja de esquivar su plata.
Este no se amedrantaba, lucha de egos que no cesaba y allí estaba ella, mirando como nos despedazábamos
Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Bastien Argent Sáb Sep 09, 2017 5:51 am

Vashni apresó al cazador el cuello, incrustándole las afiladas garras dentro de la piel y, sin darse a la tarea de medir fuerza, le acostó de golpe contra la dura roca que revestía el suelo de la gruta. Bastien soltó un bufido, más enojado que adolorido, cuando en las facciones ajenas se dibujó una mueca rebosante de complacencia como respuesta al tronar de sus huesos.

Gruñó desagradado al percibir el aliento del lobo embutirse en su oído. Con mórbida satisfacción el lobo le escupió la verdad sin reparo. Las palabras que tomaron forma en los labios de la bestia se convirtieron en la chispa que encendió su fuego. Pudo sentirlo en cada nervio de su cuerpo, un arrebato labrado en el quinto círculo del infierno, su pecado capital predilecto. Se sintió ofuscado, asqueado, pero, sobre todo, estafado, trece años consagrados a la cruzada del culpable y finalmente todo se reducía… a él.

El aire le faltaba y sangre se desbordaba escandalosa por la curvatura de su cuello, sin embargo, la sola furia que le acometió se sintió suficiente, como para acabar con ese que carecía de vergüenza al confesar su crimen y con cualquier otro que tuviese la osadía de cruzarse en su camino. Traería el averno a la tierra antes de permitirle ensuciar el linaje de los Argent con su inmunda descendencia; a su hija ya había manchado con aquella maldita mordida y no estaba dispuesto a permitirle ganar.

Apartó con fuerza al licano y, tras ponerse en pie de un salto, el cazador ondeó su espada, rasgándole el torso en una cortada perpendicular a la hecha con anterioridad. De una patada en el rostro hizo retroceder a la bestia y sonrió con malicia cuando le observó sacudir la cabeza; ligeramente aturdido por el golpe, observó a Vashni acomodarse la mandíbula, desencajada debido a la fuerza de su arremetida.

No se sintió satisfecho.

Encolerizado y sin dar espera, el cazador se precipitó de nuevo en dirección al licántropo, quien, tras evadir el filo de su espada, saltó velozmente por encima de su cabeza y le desgarró con las zarpas la piel de la espalda. Sin demostrar señal alguna de abatimiento, Bastien se limitó a bramar adolorido, dando un brusco giro para enfrentar de nuevo al enemigo. La caza no sólo le era útil para amaestrar sus habilidades sino también para trabajar en sus debilidades o, mejor dicho, en la fragilidad de su condición humana, que, infortunadamente, siempre le colocaba en desventaja.

Las garras del lobo se alzaron de nuevo buscando dañar su carne. El rencor que profesaba por la bestia llevaba las riendas de su lucha mas era tiempo de hacer uso de la astucia. Si bien era un diestro luchador cuerpo a cuerpo, el lobo era sustancialmente más fuerte y resistente, por lo tanto, si realmente esperaba llevar prelación en la contienda, no podía continuar batallando de cerca.

Esquivo la embestida del animal y en un par de zancadas se apresuró en dirección a Amara, arrebatándole destempladamente las dagas que sostenía insegura. Una de las hojas alcanzó a tajar la palma de la castaña, pero a Bastien poco le importó pues tan pronto como se hizo con las gemelas no titubeó en arrojarlas con fuerza: La primera de ellas fue bien eludida mas la segunda se empotró muy cerca del corazón del hijo de la luna.

Por el rabillo del ojo, el progenitor pudo ver a su hija dar un respingo que acompañó a una consternada inspiración de sorpresa. El cazador desenfundó su revólver y sin miramiento alguno apretó el gatillo apuntando a los muslos de la criatura, asegurándose de que cayera al suelo.
Volvió la atención a su hija y tras observarle con inmensa desaprobación, procedió a sujetarle burdamente por la nuca, empujándole hacia el postrado enemigo de un violento jalón.

Señaló la hoja engarzada en la cavidad toráxica del hombre con la pistola.

Acábalo — Sentenció, comprimiendo el odio entre sus dientes.

Amara permaneció en silencio, más el semblante que cargaba lo decía todo por ella. Con aire apesadumbrado, los ojos cristalizados y un sutil temblor en sus labios la joven cazadora se inclinó sobre el lobo y con amague de obedecer la orden de su padre, abrazó con la diestra la empuñadura de la daga.

¡Hazlo! — Insistió el padre furioso ante la vacilación de su hija, elevando considerablemente el tono de su voz.

Los segundos transcurrieron sin que su sucesora realizara movimiento. La paciencia no era virtud suya. Gruñó exasperado, fijando sus pardos sobre el pomo de la daga, como si el universo entero convergiese allí. Se relamió los labios, casi pudiendo saborear el imaginario gusto a represalia, ese que le apetecía más que nada.

Un efímero instante de sorpresa le invadió cuando captó la zurda de la castaña acercarse a él presurosa justo antes de asestarle un golpe seco en la cabeza. De inmediato Bastien cayó noqueado al suelo. De no dejarse cegar por la codicia de venganza quizá hubiese notado que, nerviosa, entre su mano opuesta, Amara tanteaba una piedra.
avatar
Bastien Argent
Cazador/Realeza
Cazador/Realeza

Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 27/07/2016

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Dom Sep 10, 2017 7:34 am

Si algo tenia que reconocerle a aquel que se apellidaba Argent era que el odio hacia los míos imperaba en su vida, mas lo hizo cuando mi confesión lo llevó a un frenesí compartido conmigo, pues no era el único al que le había sido arrebatado todo en un segundo.
Un nuevo tajo en mi pecho, la sangre carmesí de uno y otro bañaba el suelo y Amara con los ojos cristalinos observaba la batalla sin decantarse por ninguno de los bandos.

Salté rajando su espalda con mis garras, mi aullido marco al tiempo el dolor que lo desgarraba, música para mis oídos, ese hombre era una bestia y no nosotros, el odio con el que la trataba me hacia arder pro dentro, su hija solo era para él un engendro y si no le dio muerte estaba convencido que era mas por no enturbiar su nombre que por el amor que le procesaba ahora mismo.

Buscó distancia, una distancia suficiente como para arrebatarle las dos dagas a la dama de plata y mientras yo corría hacia él para darle sepultura, él las lanzó con alevosía hundiendo una de ellas en mi pecho que casi detuvo mi corazón, otra en mi costado que me hizo aullar de dolor. Gruñí cayendo al suelo, mas me rehíce, mi único afán decapitarlo de un zarpazo.

La plata en un arma de fuego me hizo caer de rodillas, varios proyectiles fueron acogido por mi carne haciendo que el dolor me consumiera.
-No la toques -rugí furiosos con la voz entrecortada cuando con fuerza la lanzó hacia mi para que pusiera final a mi vida.

Mis ámbar la buscaron, no pedían clemencia, solo preguntaban si estaba bien, mientras lentamente aparté una lagrima que escurría fugaz por su mejilla.
Jadeé de dolor, rendirme no estaba escrito en mi adn.
Rugí tirando de la daga de mi costado mientras Amara afianzaba la de mi pecho pillándome por sorpresa ¿seria capaz? Algo me decía que lo haría, le tenia pavor a su padre o al menos eso es lo que en sus pardos leía.

No se bien como, no se de donde esa mujer que como una hoja temblaba ante mis ojos sacó el arrojo necesario para dar un golpe en la cabeza de la bestia que lo desplomo ante ella.
Gruñí rabioso, lo mataría, pero no seria ahora, la contienda seria justa, yo tenia honor, algo de lo que él carecía.
Tiré del afilada arma incrustada en mi pectoral tan cerca de mi corazón que sentía arder la sangre que por le pasaba a toda velocidad.

Agotado por le esfuerzo, un desgarrador gruñido emergió de mi garganta al deshacerme del arma, la plata murió en el suelo con mi sangre en ella marcada mientras nuestros ojos se buscaban con una pregunta clara ¿ahora que?
-Ven conmigo -pedí entre jadeos.
Estaba malherido, solo no llegaría lejos, pero no era ese el motivo.

No podía permitir que estuviera allí cuando ese hombre despertara, de hacerlo caería en sus zarpas y posiblemente un gran castigo le seria impuesto.
-No me iré sin ti -dije si mas -y si es necesario lo matare para que no te pueda tocar -gruñí con claros síntomas del dolor en mi voz.

En mi cabeza aun quedaba marcada a fuego una frase, una que no me convertía en único, si no en uno mas de los lobos a los que ella había ayudado, quizás porque el instinto le tiraba aun no siendo consciente de que parte de ella era una bestia.
Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Vie Sep 15, 2017 4:46 pm

El cuerpo de su padre cayó tendido a sus pies. Las manos le tiritaban incontrolables, sus respiraciones eran agitadas y la carencia de emoción en su semblante contrastaba con las cristalinas gotas que se desbordaban caudalosas por sus mejillas. Aún conmocionada, la roca con la que había asestado el golpe, tiznada de la sangre de su padre, la misma que corría presurosa por sus venas, se le resbaló de las manos.

¿Qué era lo que había hecho?

Despabilando de la momentánea turbación, con rapidez, se inclinó sobre su progenitor y le examinó la cabeza con tanta delicadeza como sus temblorosos dedos se lo permitieron. Suspiró medianamente aliviada cuando comprobó que, aparte del estado de inconsciencia, el cazador no sufrió mayor daño; sin embargo, la opresión que se posaba asfixiante sobre su pecho no se desvaneció. De su mente era imposible sacudir la idea de que no habría forma en el infierno en la que pudiese volver a su hogar después de aquel suceso. En su familia la traición se castigaba con muerte.

Alzó sus pardos buscando los de Vashni que, ambarinos, como dos refulgentes faros guiando el camino de los barcos en la oscuridad, acogieron silentes los suyos. Se sentía desconcertada, abrumada y sobre todo desorientada. No tenía idea de cómo procedería, ni siquiera estaba segura de poseer la fuerza de hacerlo. Casi como si le hubiese leído el pensamiento el hijo de la luna, jadeante, malherido y extenuado, pidió que partiese con él.

Su acto había sido estúpido e impulsivo, mas nada pudo figurarse tan descabellado como la idea de aceptar la propuesta del lobo. Él insistió, no partiría de aquella gruta sin ella. En cualquier otra ocasión le hubiese sido sencillo replicar; por el momento, sus pensamientos ardían enrevesados, calcinando su juicio y su capacidad de razonar con claridad. Asintió en silencio respondiendo afirmativamente a la demanda. No se sentía como ella misma, la fuerte guerrera, la astuta cazadora o la obstinada dama de plata, sino, por el contrario, como la pequeña indefensa y atemorizada que presenció el asesinato de sus congéneres durante la luna roja.

Se puso en pie, inhaló y exhaló hondo e hizo su mejor intento por recomponerse, limpiando bruscamente las lágrimas y endureciendo la mirada. Aunque no podía mentirse a sí misma tenía la habilidad de simularse inquebrantable, pero una corazonada le advirtió que el lobo podía ver más allá de su acto.

Las piernas del Vashni flaquearon. Amara le prestó su cuerpo de apoyo para que conservarse el equilibrio y, cuando el rostro de este amenazó con decaer, sus manos le sostuvieron delicadas.

Los hombres de mi padre aguardan afuera. Me haré cargo de ellos, espérame aquí.

Vashni era un alfa obstinado, pero le era imposible ocultar que se encontraba extenuado: apenas podía mantenerse en pie y las balas de plata que llevaba incrustadas bajo la piel intoxicaban su organismo. Tras dejar apoyado al lobo sobre una roca, se dio media vuelta, tomó el revólver de su padre y sin darle oportunidad para detenerla, se precipitó hacia el umbral de la cueva. El tiempo corría, el acónito había debilitado al licántropo y de no apresurarse a extraer los proyectiles, incluso de poder derrotar a los cazadores que asediaban la entrada, no llegarían muy lejos, por lo menos no antes de que el daño fuese irreversible.

Tan pronto como Astor y Lionel advirtieron la presencia de la castaña, emergieron de su escondite y se acercaron inquisidores.  Amara, se detuvo frente a ellos y señaló el interior de la cueva con un sutil movimiento de cabeza.

Mi padre les necesita — Informó sin emoción.

Los cazadores se observaron entre sí exteriorizando su desconfianza. No se fiaban de ella. Recelosos, ambos desenvainaron sus espadas y avanzaron precavidos hacia el interior de la gruta, grave error. Tan pronto como le dieron la espalda, Amara desenfundó el arma y disparó una bala que se descargó cercana al oído de Lionel, aturdiéndolo y brindándole así facilidad de asestarle el fuerte golpe que le derribó. Astor, se volvió y se abalanzó furioso en su dirección, propinándole un puño en el rostro que alcanzó a rasgarle el pómulo. La castaña fue capaz de eludir el siguiente golpe, mas nada pudo hacer cuando su oponente se las arregló para estrellarle de cara contra la roca que recubría la cueva, aprisionándole con los brazos tras la espalda.

La colisión de su rostro con la piedra hizo su nariz sangrar.  Persistente, la cazadora se removió con brusquedad. Fue inútil. Las heridas restañadas a fuego en su abdomen les restaron fuerza a sus movimientos.

Perra traicionera— Escupió el hombre al oído de la joven, restregando su cuerpo de manera grotesca contra el de ella, mientras le acariciaba el cuello con la filosa hoja de su espada — Es una lástima.

Amara cedió a la resistencia y reflexionó por un breve instante y de improviso le pisoteó con fuerza, logrando que le soltara. De inmediato, con el codo, le golpeó el vientre de hasta hacerle retroceder y terminó por colisionar la compacta articulación contra la cara del mismo. El filo de plata alcanzó a rasguñarle la piel, pese a ello, el daño no fue profundo.

Astor se recompuso con rapidez y arremetió de nuevo contra la joven, esta vez agarrándole del cabello y estampando su frente contra la misma roca que le apresó, con un golpe que le dejó viendo doble.

Amara era fuerte, pero se encontraba débil para hacer frente.
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Lun Sep 18, 2017 5:33 am

Mis ámbar se perdieron en sus pardos, era evidente su desesperación, una que quedaba reflejada en el modo que comprobaba que su padre respiraba.
Podría arrebatarle la vida en el suelo a ese que un día me lo quitó todo, pero no terminaría así mi enfrentamiento, en igual de condiciones le vencería, le miraría a los ojos y le dejara claro que lo perdió todo el día que dio muerte a una manada inocente, la del árbol enroscado.

Amara tardó en reaccionar, pero lo hizo cuando yo me alcé tambaleándome del suelo, su cuerpo pasó raudo como una estela por debajo de mi brazo para evitar que cayera al suelo.
Jadeé de dolor apretando los dietes, amara miraba al exterior, allí habían mas hombres que me esperaban para darme caza.

Giré su rostro del mentón para enfrentarla.
-No tenias que haberte metido en esto -gruñí contra sus labios.
Era cierto, ahora se había colocado en una situación muy complicada, ella era una cazadora, también una loba, algo que desconocía, peor el problema era que si se quitaba el colgante, durante un breve tiempo seria mi compañera eterna, pero después la muerte la devoraría..estaba condenada y en su condena residía la mía.

Me dejó apoyado en la pared, me negué tratando de aferrarla, no quería que fuera sola, pero rauda desapareció de mis ojos dejando atrás su estela.
Apreté los dientes, no iba a quedarme quieto mientras le daban muerte y mis sentidos sobrenaturales podían captar a la perfección que Amara estaba en apuros ahí fuera.
Aullé con violencia, mis velocidad sobrehumana alcanzó la boca de la cueva y sin mediar palabra, ese que mantenía a Amara contra la roca se convirtió en mi único enemigo, preso de la ira, la rabia y completamente febril incrusté mi mano por la espalda sorteando su columna vertebral.
Cogí su corazón de forma violenta y tiré de cuajo de su órgano que se quedó en mi mano palpitando.

Jadeé con mis ojos puestos en los de Amara, el corazón cayó al suelo al tiempo que mi mano se apoyaba en la piedra para sustentarme.
-Amara hay que irse -jadeé atrayendola de la muñeca para atraerla contra mi. Mis labios rozaron los suyos, tenia que sacarla de allí. Conocía a su padre, no abría descanso para ella, la traición se pagaba con la muerte.
-Vamos -la instigué a andar hasta una de las monturas de los cazadores que ahora yacían muertos en la boca de la gruta -disimularé le rastro, de no hacerlo los llevaré hasta mi manada y he de cuidarlos, ve a las fronteras de bosque, allí nos veremos, lo prometo, ve -le pedí azotando el caballo con la mano sin permitirla replicar.

…........................................................................................................................................


Me costó cerca de una hora marcar el rastro hacia otra dirección, borrar el de amara y reunirme en los confines del bosque.
Apenas podía respirar, malherido de plata, con el acónito de las balas recorriendo mi cuerpo alcancé a la cazadora.
Señalé con mi dedo el sendero a seguir apenas logrando mantener lso ojos abiertos.
-Allí -gruñí en un jadeo.

Amara no lo pensó y asiendo las riendas de mi montura tiro de esta hacia la mansión donde no era ni de lejos la primera vez que estaba, claro que de seguro no lo recordaba.
No dudaron en abrirle las puertas la ver que me llevaba consigo, apenas podía enterarme de lo que pasaba, la oscuridad volvió a hacerse conmigo, el caballo galopaba a toda velocidad, noté el sudor caliente de su cuerpo que contrastaba con el viento frio.

Un gemido se escapó de mis labios mientras que la visión se me nublaba, solo pude ver durante un segundo y quizás por última vez, el suelo húmedo por las primeras lluvias de otoño en mi bosque.
Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Sáb Sep 23, 2017 4:54 am

Cabalgó a través el bosque siguiendo la dirección indicada por Vashni. Estaba preocupada, debió haber sido ella quien desviara el rastro que guiaría a los cazadores en dirección opuesta a la manada. Se maldijo a sí misma y de paso lo maldijo a él, ni siquiera en el lecho de muerte ese hombre dejaría de lado su necedad. Tan pronto como llegó al punto acordado, desmontó de un salto la cabalgadura y caminó impaciente de un lado a otro a la espera del lobo. Le asaltaba un denso sentimiento de inquietud y a pesar de querer ignorarlo, conocía que el estímulo directo de tal desasosiego era él, o más específicamente, su ausencia.

La situación carecía de sentido. No le conocía, no más allá de su nombre o su naturaleza. Eran enemigos o por lo menos era lo que se suponía debían ser, mas por él había transgredido los límites de lo sensato al contravenir los estatutos de su crianza, su linaje y, ahora, su propia sangre. Enfrentarse al lobo era lo debido; salvarle la vida fue un acto insólito, dejarse llevar por el deseo uno irreflexivo, pero atentar contra la vida de su propio padre y escapar sin más con el hijo de la luna, superaba la frontera de lo absurdo. Vashni le llevaba al límite y suscitaba en ella sensaciones que le eran desconocidas, que carecían de razón y, sobre todo, le atemorizaban.

Suspiró aliviada cuando, a lo lejos, vio el corcel del lobo acercarse a raudo galope; no obstante, la calma se desvaneció tan pronto como lo tuvo enfrente. El estado del hombre era deplorable, su piel pálida se perlaba en sudor, sus respiraciones se entrecortaban y su cuerpo se estremecía sin sutileza. Amara no entendía cómo le era posible mantenerse erguido. Con rapidez, se montó sobre el animal, acomodándose a las espaldas del hombre, le apartó con cuidado las manos de las riendas, tomando ella el control y de paso, brindándole a Vashni el apoyo de su cuerpo para que pudiese descansar.

A media consciencia, el licántropo señaló el senderó a seguir. El camino terminó en una gran verja que se alzaba en forma de árbol retorcido, la cual, cercaba una extensa propiedad. No pudo sacudir la sensación de familiaridad que le causó aquella fachada. Tan pronto como los vigías del terreno advirtieron el corcel que con prisa se acercaba, tesos y recelosos, permanecieron tras el enrejado, mas cuando avistaron la valiosa carga que llevaba, su alfa, no tardaron en acudir al rescate.

La castaña descabalgó primero con la intención de prestarle apoyo al lobo en su descenso, pero el cuerpo de este se desgonzó y cayó sobre la húmeda tierra antes de que pudiese evitarlo. Tuvo la intención de socorrerlo, pero antes de que pudiese realizar acción tres hombres se apresuraron en auxilio del alfa y otros dos le mantuvieron apartada de él; uno de ellos, el que aparentaba estar a cargo, le instigó con preguntas, mientras el compañero se ocupó enteramente de registrarle el cuerpo en busca de armas. El nombre del lobo se escapó de sus labios en un susurro. Opuso resistencia e intentó acercarse para obtener una mejor perspectiva del hombre, mas su esfuerzo no surtió efecto: no fue difícil retenerle, ella también se encontraba herida y, en tal estado, a los dos no se podría enfrentar. Resignada, Amara procuro ser concisa al explicar lo sucedido, mas solo alcanzó a advertir del acónito en las balas antes de que, quien le inspeccionaba, encontrara sus dagas.

“Argent”

La mención de su apellido fue emitida con un tinte de desprecio cuando el hombre se percató de la flor de lis grabada en las hojas plateadas. El semblante de los betas se endureció y tras asegurarse de que estuviese completamente desarmada, le inmovilizaron y empujaron sin cuidado al interior de la propiedad. Los residentes se aglomeraban a su alrededor, unos alarmados por las heridas de Vashni y otros que, por el contrario, optaron por desahogar sus preocupaciones en ella, fulminándole con la mirada. Los Argent se habían hecho toda una reputación.

Entre el conglomerado de ojos curiosos, un par de abismales irises aguamarina llamaron su atención. Una mujer, no mucho mayor a ella, le observaba con extrañeza. Sus miradas se conectaron por un instante, transmitiéndole una momentánea percepción de Déjà Vu, interrumpida por un grupo de curiosos que cruzaron en su panorama. Amara se detuvo un instante, frunció el entrecejo y moviéndose de lado a lado con disimulo buscó a la misteriosa señorita, a quien, como si se hubiese desvanecido en el aire, no logró ubicar.

Un segundo empujón le hizo retomar el camino.

Le abandonaron en un oscuro, húmedo y frío sótano, cuyas paredes se adornaban con variedad rasguños y cadenas con grilletes empotradas a ellas. Un escalofrío le recorrió la espina dorsal. Supuso que era allí donde encerraban a los licanos menos experimentados en las noches de luna llena; afortunadamente para ella, aquella noche el astro madre de las bestias se alzaría en su fase opuesta. Amara aguardó por horas, que en su mayoría pasó golpeando con fuerza la puerta, exigiendo su liberación, o por lo menos, información del estado de salud Vashni.

Finalmente se resignó y se tumbó en un rincón de la bodega exhausta, cuando una punzada en el abdomen le recordó que su cuerpo también había sido maltrecho. Muchos eran los sucesos acontecidos en las últimas horas, pero ya no tenía ánimo para meditarlos. La única razón por la que seguía con vida era por que, seguramente, Vashni aún conservaba la suya y, en cierta forma, aquello mitigaba su preocupación; sin embargo, al otro lado del sótano, la castaña alcanzaba a escuchar retazos de la discusión que los betas llevaban a cabo. Todo un dilema, eso era ella. Mientras unos sugerían darle muerte y enviarle a su padre la cabeza por correspondencia, otros recomendaban aguardar a que el alfa despertara para entonces tomar una decisión.

Repentinamente el pasillo  se sumió en completo silencio. Amara se puso en pie extrañada, lista a oponer resistencia, a dar lucha hasta su último aliento. No obstante, sus intenciones se vieron trancadas cuando la puerta se abrió de par en par y quien emergió  del umbral no fue otra que la mujer de verde mirada. Desconcertada, la cazadora dio un vistazo por encima del hombro de la mujer encontrándose con los cuerpos tendidos de aquellos que custodiaban la entrada. La mujer se limitó a sonreír.

No te preocupes, están en un breve estado de inconsciencia, nada grave — Le explicó la señorita

La castaña gruñó a la bruja con desconfianza.

¿Por qué? ¿Qué es lo que quieres?— Inquirió cruzándose de brazos.

La mujer ladeó la cabeza y achicó los ojos, observándole intrigada.

Yo, nada — Aseguró— Pero sé de sobra que a Vashni no le complacería verte acá — movió su mano, señalando el sombrío entorno — Sígueme.

La mujer se dio media vuelta e inmediatamente comenzó a andar. Amara quiso replicar, pero su interlocutora, que a presuroso paso avanzaba por los pasillos de la mansión, no le dio cabida para ello. Se detuvieron frente a una habitación en la tercera planta de la residencia. Amara entreabrió los labios dispuesta a indagar más, pero la bruja se llevó el índice a los propios y siseó por lo bajo pidiéndole que se callara mientras abría la puerta con cuidado.

En el interior del aposento se encontraba el Alfa, tendido sobre su lecho, con el pecho descubierto. No estaba consciente, pero estaba vivo. Al verlo exhaló profundo, sintiéndose ya más tranquila y entonces, sigilosa, se acercó a él y tomó asiento a su lado. Instintivamente pasó la mano por la mejilla del hombre; su temperatura no se encontraba tan elevada, evidentemente se estaba recuperando.

Escuchó la puerta cerrarse. Alzó la mirada en busca de la mujer, pero de nuevo, esta había desaparecido. Suspiró cansina y procedió a recostarse sobre el lecho, perdiendo su mirada las facciones del lobo como si se tratase de todo un misterio. Pronto los párpados comenzaron a pesarle y, presa del agotamiento, la castaña se dejó caer en los brazos de Morfeo.
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Sáb Sep 23, 2017 6:44 am

-¡Amara! Aullé entre gruñidos alzando mi torso de golpe del lecho completamente consumido por la idea de que no estuviera a salvo, que su padre no solo la hubiera dado caza, si no muerte.
Apreté los dientes al sentir el dolor que atravesaba que atravesaba mi pecho, los boquetes de la plata seguían abiertos, tardarían en sanar y mas cuando el veneno recorría mi organismo sin piedad.

Me costó centrar la mirada, manchas marrones sombras y una cálida luz anaranjada proveniente de la lumbre que crepitaba en la chimenea de piedra de la cámara que ocupaba.
Mentiría si dijera que fue eso lo que mas me calentaba, el cuerpo de la mujer que amaba descansando a mi lado sobre el lecho fue lo que me impulsó a la calma, así despacio, volví a dejarme caer sobre las sabanas.

Mis dedos se pasearon sutiles por cada contorno de su rostro, apenas un rocé, despertarla no era mi intención, no cuando estaba herida y cansada.
-Has sido una necia -susurré consciente de que no me escuchaba -ponerte en contra de los Argent, tu padre solo conoce una ley, la de la muerte.
Gruñí tratando de encontrar la solución a esta desfachatez, algo me decía que esto no iba a olvidarse solo con un conjuro, su padre la consideraría una traidora y en breve su cabeza tendría precio, uno tan elevado como la mía, el artífice de la luna roja.

Negué contemplándola, su belleza no conocía ante mis ojos parangón, mi deseo por ella era un hecho irrefutable y ahora apreciamos habernos convertido en compañeros de viaje, el destino sin duda jugaba con nosotros como meros juguetes que mover a su son.
Mucho teníamos que hablar, posiblemente me exigiera explicaciones que no sabia como demonios darle. Descubriría que yo era el causante en parte de la muerte de su familia, me odiaría, ese secreto desvelado en el oído de su padre si se hacia publico la convertiría de nuevo en mi enemiga, si es que en algún instante habíamos dejado de ser rivales.

Mi aliento golpeó sus labios, permanecer lejos era algo complicado, necesitaba volver a sentir su calor embriagando mis sentidos.
Entreabrí mis labios, mas cuando apenas un roce se produjo abrió sus enormes ojos forzándome a ladear la sonrisa de forma engreída.
-Buenos días “princesa” iba a ver si con un beso despertabas de tu letargo -bromeé sin apartar de sus enormes islas mi vista.

Quizás mis palabras sonaban rudas, algo irónicas para un despertar como este en le que ambos nos habiamso jugado a una carta todo por el otro, mas yo no sabia como desenvolverme en estos casos.
Un instante de silencio que creo agradecimos ambos fue el resultado mientras nos mirabamos fijamente, inspeccionando nuestro estado.
-Creo que necesito un whisky o dos ¿quieres? -pregunté incorporando mi torso.

Apoyé los pies en el suelo antes de ponerme en pie con un claro gesto de dolor ante su atenta mirada, nos esperaba una complicada conversación, una que creo no sabíamos como empezar ninguno de los dos.
Serví sendas copas, los peces chocaron en el liquido mientras mis pies descalzos volvían hasta ella.
Le ofrecí la copa, le sentaría bien, le calmaría le dolor y esperaba nos ayudara a aflojar la lengua a los dos.
-¿Te equivocaste de a quien golpear con la piedra cazadora? -bromeé curvando la comisura de mis labios.
¡Perfecto! Empezaba bien sin duda.
Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Vie Sep 29, 2017 3:53 am

Despertó con un hálito tibio acariciando sus labios y los del lobo friccionando etéreos los suyos a escasos milímetros de distancia. Tan pronto como sus pestañas se desenlazaron, abriendo paso a sus dos pardos y saturadas constelaciones, la boca del hombre se detuvo en su cauteloso avance, mientras ella, le contempló inmóvil y en silencio. Una efímera evocación de la huella que le dejaron los besos recibidos, cuando sus cuerpos se enredaron refugiados en la penumbra de aquella gruta, se extendió eléctrica y hormigueante por la curvatura de sus labios. El lobo ladeó la sonrisa y se apartó brevemente para observarla a más detalle; hubiese sido una vil mentira negar la moderada decepción que le causó tal retroceso.
Resopló y apretó el entrecejo, entrecerrando los ojos como silente respuesta al comentario del hombre.

Así que en vez del príncipe encantador a mí me ha tocado el lobo grande y malo— Enarcó ambas cejas mientras una sutil mueca se torcía divertida en sus labios, dotando así a sus palabras de tono irónico, muy similar al que el utilizó al dirigirse a ella — Esa es una excusa muy pobre para no querer admitir que deseas besarme de nuevo.

El discurso del lobo se mantenía mordaz; quizá era su esencia hablando por él, o simplemente la consciencia de sus naturalezas opuestas, esa que les condenaba a ser enemigos eternos, a enfrentarse, él en nombre de su astro madre y ella por convergencia entre sangre y plata. Había sido ridículo considerar que la fuerza de un solo acontecimiento pudiese contraponerse a un legendario y poderoso enfrentamiento que les aventajaba por siglos; lo de ambos era una brisa rebelde, enfrentada a un implacable huracán.  

Vashni se alzó del lecho en busca del trago que sugirió necesitar, haciendo evidente esfuerzo por simular la aflicción que le acogía. Las hendiduras infligidas por la plata de su padre necesitarían de tiempo para cerrar, no sólo por causa del argéntico material que las ocasionó, sino también por efecto del letal veneno que lo recubría, desacelerando el proceso de sanación hasta extenderlo a un lapso casi mundano, que los semejantes al licántropo, por concesión de la maldición, usualmente no se veían forzados a experimentar.

No articuló palabra. Observó con detenimiento las acciones del hombre, quien se ocupó de servir el ambarino y anhelado líquido en dos vasos de cristal. Para cuando él se giró sobre sus talones y le enfrentó de nuevo, Amara ya se había puesto en pie, sin retirarse en demasía del lecho, estirando los pliegues de sus vestiduras con las manos. A paso cadencioso él volvió hasta ella y le ofreció una de las dos copas que sostenía; ella la recibió con resignación y a diferencia de su opuesto, que tanteó el líquido en un primer sorbo, la castaña vació el contenido de un solo trago al escuchar la satírica e incisiva interrogación que este le formuló, sintiendo el paso del alcohol calcinarle la garganta.

Se cruzó de brazos, anclando sus espesos pardos en los de él, con temple desafiante navegando sus gestos y una petulante sonrisa cincelada en su boca.

¿Y a ti se te olvidó a quién has traído a tu hogar, lobo? — Respondió a la indagación con otra similar, recordándole que ambos se encontraban en comprometedora situación.

Avanzó en un corto paso dirección a él y su mirada se precipitó hacia la profunda lesión que, con su daga, Bastien le había signado en el pecho, muy cerca del corazón. La examinó maravillada, primero sobrevolándola con sus marrones y luego con el grácil tacto de la yema de sus dedos. El margen de error no era mayor a un centímetro, escasa distancia que para el lobo había significado la diferencia entre la vida y la muerte. Recorrió los bordes de la cisura delicadamente, con la piel ajena ardiendo bajo su tanteo. Incluso el más etéreo de los acercamientos era estímulo suficiente para enloquecer sus sentidos, que lo pedían todo de él. Su mirada subió cansina, de nuevo en busca de los pardos ajenos, adornados con tintes verdes que al candor del fuego refulgían sin verse obligado a despertar la mirada ambarina de su bestia.

Eso debió doler — musitó encandilada por lo que aquel hombre le causaba

Apretó los labios. “No tiene sentido” se recordó. De golpe apartó la mirada de él y en conjunto a ella toda su corporeidad, apresurándose hacia la cómoda donde descansaba la botella de whisky, cuyo contenido procedió a verter en el recipiente que sostenía entre sus manos. La tensión que se concentraba entre ambos era densa.

Tras dar un nuevo sorbo volvió a enfrentarlo.

Mira, iré directo al grano, no me gustan los rodeos — Comenzó, relamiendo de sus labios los residuos del fermentado licor; ser sincera en extremo era, probablemente, su peor defecto— No sé qué es lo que sea… esto —Hizo una pequeña pausa e inhaló profundo, sus dedos tamborileaban nerviosos sobre el cristal— pero estoy al tanto de que soy un peso muerto, mi padre no va a descansar hasta encontrarme… vale, follamos y estuvo bien, te he salvado la vida y me la has salvado a mí, estamos a mano, así que no me debes nada, tampoco tienes ninguna responsabilidad conmigo…. Pero sí con tu manada. Eres su alfa, debes cuidar de ellos y yo soy un riesgo. Sé que debo irme.

Apresuró de un trago el líquido restante y colocó la copa adyacente a la botella. Estaba divagando, era consciente que de Bastien no podía huir. Amara era la propiedad más despreciada de su progenitor, hecha a su imagen y semejanza. La conocía mejor que nadie, él había hecho de ella lo que era: sabía cómo pensaba, cómo sentía, cómo luchaba. Estaba sola, no tenía nadie a quién acudir, todos a quienes conocía se reducían a dos grupos, simpatizantes de su padre o detractores de la plata. No quería admitirlo, su orgullo no se lo permitía, pero realmente estaba acabada, había jodido su propia vida y todo… por él, un desconocido.

Tu sólo… deja que me dé un baño... y dile a esos salvajes que llamas manada que me dejen salir. Seguramente me deben estar buscando por toda la propiedad. Saben que soy una Argent y estoy segura de que les has enseñado bien en quien no confiar —sus comisuras se elevaron en media sonrisa entretenida— De no ser por esa mujer… probablemente seguiría encerrada en ese horrible sótano que reservas para la luna llena.


Última edición por Amara J. Argent el Vie Oct 13, 2017 7:18 am, editado 1 vez
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Dom Oct 01, 2017 9:16 am

La cazadora no podía evitar retarme, no solo con esos pardos altivos que centelleaban, una sonrisa petulante y una mordaz frase que me recordaba que yo debía haber olvidado a quien había llevado a mi hogar.
-Te equivocas cazadora, se perfectamente a quien he traído a mi hogar -susurré sin apartar mis ojos de los suyos. Un instante basto, magia era lo que existía entre nosotros una eléctrica que nos atraía, en el que el tiempo se detuvo en el que nuestras miradas hablaron y nuestros labios callaron furtivos.

Me relamí dando un trago del ambarino liquido, era incapaz de que mis ojos no surcaran sus labios. Amara acortó la distancia, su mirada siguió el sendero de la herida de mi pecho, un tajo que de haber sido movido apenas un centímetro hubiera implicado mi muerte.
Sus pardos acompañaron ahora el descenso de la yema de su dedo, suave tocaba el abultamiento de mi piel quebrada, veía sufrimiento en su mirada, sus palabras escaparon diciendo en voz alta lo que pensaba.
Mi mano acortó la distancia hasta la suya, ambas ancladas sobre mi pecho, la sostuve acariciándola con temple, con mis dedos surcando su piel mientras su mirada se elevaba cansada chocando con mis pardos.
-Ahora apenas me duele.

Era cierto, sus caricias eran un bálsamo, de nuevo entre nosotros se creaba ese ambiente espeso, ese que orillaba nuestros cuerpos y que acercaba nuestros labios con la intención de susurrarnos.
Fue entonces cuando la dama apretó los labios, mi aliento mojado en alcohol calcinaba su boca, huía, conocía esa sensación de ser abandonado, no era la primera vez, no seria la ultima y lo peor es que guardaba tantos secretos que de conocerlo en vez de huir acabaría el trabajo de su padre con un gusto.
Ladeé la sonrisa con aire engreído, alcé los muros, los escudos ante mi, la batalla comenzaba de nuevo.
-Será el alcohol que hace efecto -bromeé al verla servirse una copa vertiendo de nuevo el contenido en el vaso.

Como si el trago le insuflara fuerzas se giró para enfrentarme, duelo de miradas, aceros que chocaban.
Escuché sus palabras, restaba importancia al polvo echado, no esperaba menos de esa mujer que desde el principio me mostró el lado salvaje, desafiante que me gustaba, que me atraía y que me cabreaba a partes iguales.
-Cierto ya dejó claro tu padre que no era el primer lobo al que protegías, al parecer a la cazadora le cuesta apuntar al lobo feroz, sobre todo cuando lo mete entre sus piernas.
Celos, terribles celos que surgieron voraces de mis entrañas, que le echaban en cara encuentros pasados, que para ella no tenían ningún significado pues solo era un extraño, por ende, para mi era mucho mas que eso, no era ni de lejos la primera vez que compartíamos lecho, ni la primera que su piel se convertía en mi refugio.

Rugí atrapando su muñeca cuando hizo el ademan de largarse, eso si, recordándome que tras el baño necesitaba que le dijera a mis hombres que le abrieran paso.
-no -rugí sin mas -no te vas a ir, me importa una mierda si crees que estamos o no en paz. En cuanto pongas un pie lejos de mi mansión tu padre te dará caza, la muerte es lo mejor que podría pasarte, considérate mi prisionera o mi invitada, considérate lo que quieras, solo hay una realidad, no vas a salir de aquí ¿lo entiendes? -rugí cabreado -tu has salvado mi vida, te lo debo -rugí de nuevo.

A la mierda, la distancia entre nuestros cuerpos la acorte con voracidad, mis ojos centellearon ámbar, mis manso en sus nalgas, la elevé con rabia, mi boca la buscó desesperada, lengua que fondeo en aguas bravas y el sonido del cristal estallado contra el suelo por la rudeza del acto.
Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Vie Oct 13, 2017 1:15 pm

Estás demente — Espetó ofendida cuando el lobo le sostuvo por la muñeca, alegando que que no le permitiría irse — Déjam-

No alcanzó a terminar la frase. De un tirón brusco sus cuerpos se juntaron y la boca del lobo acalló sus palabras, colisionando ávida contra la suya. Quería resistirse, estaba molesta, era obstinada y no acostumbraba a permitir que otros hicieran siquiera el intento de doblegar su voluntad, pero al sentir la calidez de los labios ajenos envolviendo los suyos con pasión, se encontró a sí misma correspondiéndole de manera semejante. Le era imposible rebatir el deseo ardía intenso al anular la distancia que separaba sus cuerpos. Abrazó sus manos al cuello del hombre y lo presionó contra ella mientras sus lenguas se enfrentaron a muerte sobre la frontera. De las nalgas él la elevó sin esfuerzo y con sus piernas, ella le aferró las caderas, otorgándole la libertad de explorar su cuerpo.

Una de las manos del hombre se aferró con fuerza a sus nalgas, apretándolas con codicia, mientras la opuesta ascendió ruda por su espalda hasta enredarse en sus rizos, revolviéndolos, despeinándolos y tirando de ellos cuando, tenaces, los labios de él se abrieron paso hacia su cuello, paseándose por su mentón y siguiendo el sendero de la curvatura bajo el mismo, succionando y marcando la tersa piel que allí encontró.

Él le acercó hasta la cómoda donde reposaban su vaso y la botella de Whisky. En tanto sintió el obstáculo a sus espaldas, de un manotazo Amara apartó lo que encontró, botando sin cuidado el cristal que se quebró en el suelo a medio metro de los pies de Vashni, no obstante, a ninguno pareció importarle. Una vez libre el camino, él la depositó bruscamente sobre el mueble sin detenerse en la conquista de su piel; ella, anhelando el sabor alicorado de la boca que serpenteaba por otras tierras, le tomó por la mandíbula y lo elevó de nuevo a la altura de la suya, buscándolo hasta estrellarse contra él con apetito, mordiendo y contorneando la forma de sus labios con la lengua.

Amara hundió sus dedos en la piel de Vashni, oprimiéndole las yemas en los marcados músculos de los brazos, la espalda y deslizándolas hasta sus oblicuos, tirando de él, buscando sus caderas, queriendo sentir la compresión del abultamiento que duro se extendía contra su centro. Ahogó un gemido en la boca del hombre, expresión que emergió ante la idea de acogerlo en su interior. La fricción de sus cuerpos la estimulaba, la excitaba terriblemente. Nunca en su vida había deseado algo como deseaba a ese lobo, mas estaba muy perdida en la humedad de su boca como para sentir culpa alguna.

La corporeidad entera le dolía, resentía los golpes recibidos con anterioridad, quizá Vashni sólo necesitaba un par de horas para sanar, pero ella, en su condición humana, requería por lo menos un par de días; sin embargo, aquello tampoco le detuvo. Las manos del hombre surcaban sus curvas con furor y estaba segura de que, aunque pudiese calcinarla con ellas, no sería capaz de oponer resistencia. Se separó un instante, apoyando su frente contra la ajena con una evidente mueca de aflicción impresa en sus facciones. Jadeante, alzó sus pardos y se encontró con la mirada del lobo centellando ambarina. Sus labios aún se rozaban etéreos, el candor de sus alientos abrasaba en el medio y tan pronto se recompuso, la cazadora se inclinó hacia delante pretendiendo encontrarlo de nuevo. Él rehuyó… temeroso ¿quizá?

No lo hagas — Suplicó en un susurro, con su labio inferior retemblando sutilmente por el deseo

Aquella petición era bastante impropia de sí misma. No iba a admitirlo, pero en él encontraba alivio. Firme atrapó su rostro y lo atrajo de nuevo hacia ella, comenzando esta vez con un beso lento, suave, permitiéndose degustarlo sin la prisa pasional de su anterior encuentro. Le acarició la barba y desplazándose hacia la nuca, sumergió sus finos dedos entre los cabellos. Sus piernas le tantearon los costados y de nuevo sus caderas se contonearon, cadenciosas, rítmicas, sensuales… llamándolo, pidiendo todo de él. Poco a poco el compás de sus movimientos se apresuró, era consciente de que Vashni no quería lastimarla, mas en cuanto a ella respectaba únicamente necesitaba que le consumiera.

Las manos del hombre sobrevolaron los lazos que mantenían sujeto su corsé y de ansiosos tirones empezó a desanudarlos. Repentinamente, la puerta de la habitación se abrió de par en par y ambos se separaron de golpe. Del umbral emergió uno de los hombres que le recibió a la entrada de la mansión; el mismo que le había interrogado y quien supuso era la mano derecha del Alfa. Tan pronto como su mirada se encontró con la del beta supo que era a ella a quien buscaba y que la sorpresa que le surcaba el semblante no era resultado del lugar en el cuál le había encontrado, sino más bien la posición. La situación era bastante incómoda, pero Vashni la manejó bien, el hombre se disculpó y abandonó la habitación cerrando la puerta tras de sí; no obstante, para ninguno de los dos fue un secreto que lo presenciado por el otro lobo poco le agradó.  

De un salto ella bajó de la cómoda y se acomodó la ropa. Suspiró, lo enfrentó de nuevo y enarcó las cejas con sus comisuras elevadas en media sonrisa avergonzada.

De verdad no les agrado — No esperaba menos, era lo más coherente, ella era una cazadora, una Argent, su reputación le precedía. Se cruzó de brazos y observándolo inquisidora entrecerró los ojos — ¿Realmente estás dispuesto a enfrentar a tu propia gente, tu naturaleza, tu odio… por mí? —Arrugó el entrecejo en una mueca de incredulidad— Lo siento, Vashni, pero eso no me lo creo ni por que sea el mejor polvo que hayas tenido en toda tu vida.

Se sumieron en un instante de silencio. Estaba segura de que había información que le estaba ocultando, que retenía y no estaba dispuesto a soltar con facilidad. Exhaló fuerte y se relamió los labios, ya tendría tiempo para averiguarlo.

Bien, no me lo digas — Se desplazó hasta la puerta y colocó el seguro, entonces volvió a él y lo empujó al lecho, procediendo a trepar sobre su cuerpo — ¿Dónde estábamos?
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Dom Oct 15, 2017 3:57 am

Su replica murió en mis labios, beso correspondido, nuestros labios se acariciaron cálidos, chocando furibundos, demasiado hambrientos para ser controlados.
Ella me había olvidado, la magia me borró por completo de su recuerdo, se marcho para volver a su vida, a ser esa cazadora letal, mi enemiga.
Mi lengua atravesó el precipicio de sus labios, devolviendo ese recuerdo que yo tenia marcado a fuego. Para ella era la primera vez que paladeaba el sabor de mis labios, ligeramente alicorado nuestras bocas se mordían engrosando nuestros labios entre roncos jadeos que delataban como estábamos.

Mis manos en sus nalgas, las suyas enredadas en mi pelo, con sendos brazos rodeando mi cuello, tiraba de mi pegándome mas a su boca, ansiosos ambos por saborearnos, besarnos, desesperada mi mano fue acortando la distancia hacia la mesa.
Nuestros cuerpo reptaban incandescentes.
Sus piernas amarradas a mi cintura mientras mi hombría presionaba endurecida contra su centro.

Un gruñido acompañó el gesto en el que la botella fue estampada contra el suelo, los cristales se esparcieron por la habitación, sus nalgas apoyadas con rudeza contra la madera noble la hizo gemir de dolor.
Me detuve un instante, estaba herida y yo demasiado excitado para ser consciente de la rudeza de cada movimiento.
Sus manos se deslizaban por los músculos de mis brazos atrayéndome contra ella, ambos nos mirábamos fijamente, la lumbre encendía sus ojos en tonos naranjas, era demasiado bella para ser ignorada.
Jadeé contra su boca buscando una contención que no hallaba mientras su frente apoyada en la mía trataba de coger el aliento necesario para continuar.

Mis ámbar brillaban presos de la necesidad, mis manos surcaban su cuerpo como un velero cuando la tormenta arrecia y las olas lo empujan a la deriva sin puerto ni timón. Sus curvas eran pecado y juro por dios que no pensaba en otra cosa que en pecar a cada sorbo de vida que su piel me daba cuando me embebía de ella y de su sabor.
“No lo hagas”
Gruñí ante su petición, sus dedos me atrajeron del pelo, su boca me buscó despacio, la mía la encontró ebria de sus besos.
Deslié mi lengua por su precipicio, húmedas se encontraron ambas dibujándose, acariciándose despacio, permitiendo disfrutar de un instante diferente, uno que hablaba de los sentimientos que yo tenia y ella había olvidado en este tiempo.

La tenacidad del beso se fue convirtiendo en calor, en brasa y en fuego, mis dedos tironeaban de las cintas de su corseé mientras sus caderas contenciosas danzaban contra mi duro miembro invitándome a jugar con ella.
Con lascivia lamí sus labios atrapando su sonrisa, entre gruñidos tiré de su corsé para desnudarla, mi boca recorrió la curvatura de su mandíbula, mis dientes la marcaron, era mía y así lo sentía, así quería que lo entendiera ese otro lobo que la cortejaba cuando yo no miraba.
Rugí de nuevo celoso, marqué su cuello con mis dientes, succionando su piel con rudeza y alevosía mientras ella gemía presa de la violencia de un lobo que la necesita.

La puerta se abrió en ese instante, uno de los míos al otro lado, con mis ámbar centelleando y un gruñido fue mas que suficiente para que entendiera que no era el momento de juicios ni valores emitidos, mi deseo por ella iba mas allá de lo cuerdo, lo ético o lo bien visto, yo me había enamorado de ella y quizás era cierto, era mi maldito enemigo.

Amara se deshizo de mi agarré y con el del calor de mi cuerpo. Bajó rauda de encima de la mesa para enfrentarme con el entrecejo fruncido, no le faltaban razón a sus palabras, mi manada estaba por encima de todas las cosas, yo era su alfa, dependían de mi y no podía fallarles, ya había perdido demasiado por los Argent.
Claro que había algo que ella no sabia, que en esa manada, ella tenia un hueco, yo la convertí en lo que era, una loba oculta tras la magia de un medallon que la condenaba a habitar en dos mundos de perdición.
No era solo una loba, no era solo una cazadora y su olor me volvía tan loco como la razón a ella.

Silencio, eso fue todo cuanto encontramos como preguntas y respuestas, ella no entendía, yo prefería no explicarle la realidad sobre una relación que se sustentaba en mentiras.
La vi caminar hacia la puerta, no se lo impedí ¿como hacerlo?
Mas mi sorpresa vino cuando lejos de cruzar ese umbral que volvía a separarnos, cerraba la puerta y volvía en busca de mis labios.

Entre voraces besos volvimos al lecho, caí sobre este ladeando la sonrisa al escuchar su “¿por donde vamos?” Lleve mi mano hasta su muñeca y la atrapé tirando de ella hasta que su cuerpo chocó con el mio, ambos reímos cómplices mientras de un movimiento sobrenatural la giré depositandola bajo mi cárcel de piel y hueso.

Mi mirada ámbar se perdió en sus oscuros orbes mientras mi boca descendía rápida por sus pechos.
A tirones me deshice de cada prenda de su ropa, jadeaba recorriendo los senderos de su piel, lamiéndolos y mordiéndolos, no hubo zona que no marqué con mis dientes, como en un apareamiento entre dos lobos.
Mi cabeza se detuvo entre sus piernas, nos miramos un instante antes de que mi lengua se hundiera en su trinchera, lamiéndola de arriba a bajo, paladeando su sabor, sintiendo como sus caderas bailaban calientes contra mi boca entre roncos jadeos.
Su mano aferraba mi pelo hundiéndome mas dentro, estaba muy excitado, ella era la culpable única de mi estado.
Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Lun Oct 30, 2017 5:51 am

Tras reclamar su boca en insaciables besos, manos ávidas arrancaron sin piedad las prendas que enfundaban su piel mientras los labios del lobo descendieron por ella, contorneando la forma de su cuerpo, paseándose libre por la curvatura de su cuello, recorriendo el camino de los huesos en su clavícula, las elevaciones de sus pechos, la circunferencia de sus pezones, ofrecidos a él y sólo a él para ser consumidos, succionados, mordisqueados… finalmente, la planicie de su abdomen que guio la lengua serpenteante en declive hasta el borde de su abismo. Los irises de su acompañante, refulgentes en ámbar, navegaron por su cuerpo desnudo hasta colisionar con sus pardos, en una pausa traviesa que pareció eterna antes de que la humedad de su boca contrastara con el candor de su feminidad que aguardaba impaciente por él.

Tan pronto como la lengua del hombre se sumió en sus profundidades, se mordió los labios con fuerza para ahogar los gemidos que amenazaron hacer su camino a través de ellos; para Amara incluso la intimidad era un juego y como buena Argent no estaba dispuesta a perder, esfuerzo en vano, pues no tardó en descubrir que quizá era demasiado tarde para ocultar lo que aquel lobo causaba realmente en ella. Su sexo se contrajo ante la estimulación, húmedas y blandas caricias que recorrieron sus confines de principio a fin, concentrándose en su clítoris, alternando entre movimientos rítmicos, primero lentos y luego raudos que le hicieron estremecerse de puro placer. Sus manos, ansiosas, se sumergieron en los castaños cabellos de Vashni, enredándolos, halándolos y despeinándolos con sus dedos como prueba tangible de la excitación que le arrasaba y no daba tregua.

Su espalda se arqueó sutilmente y sus caderas se elevaron buscándolo, eróticas, abrasadoras, necesitadas de él. Estaba frenética; sus respiraciones profundas y agitadas se aceleraban en relación proporcional a su pulso, a la sangre que, fluyendo de prisa por el veloz palpitar de su corazón, ruborizó sus mejillas e hinchó su vulva. No lo soportó más, sus piernas temblaron sin control, su cuerpo de removió inquieto destendiendo las cobijas y sus labios, entreabiertos, rosáceos y engrosados por la presión de los dientes, susurraron a media voz el nombre del hijo de la luna, pidiendo… suplicando por más en medio de jadeos entrecortados.

El hombre se detuvo y sus ruegos, desesperados, se disiparon en el aire. Deslizó la mirada hasta el lobo, quien le devolvía una entretenida, escoltada por una ladeada sonrisa que expresaba, sin necesidad de palabras, lo mucho que lo complacía dejarla en aquel estado. Amara gruñó frunciendo el entrecejo, aunque el gesto se relajó en breve cuando Vashni ascendió por su cuerpo, siguiendo de vuelta la ladera de su dermis que antes lo encauzó hasta su centro, alcanzando entonces nivel de su rostro, con exhalación ardorosa y furibunda; él aún conservaba el pantalón, pero el abultamiento bajo la prenda dejaba en claro que estaba más que listo para ser consumido en su interior.

Sus manos deambularon por los músculos que amoldaban el torso de Vashni. Tras un ligero empujón y medio bote, la cazadora volvió a reclamar la posición de dominio, montándole en los muslos, mientras se ocupó de los broches del pantalón, que, para el momento, comenzaba a estorbar. El miembro del hombre emergió de la tela ante sus pardos, grande, erecto y duro, probándole por qué era el alfa. Amara lo contempló silente, tomándolo entre sus dedos, tanteándolo lento. El lobo rugió impaciente y ella, maliciosa, volvió su intensa mirada hasta la de él, ambarina y centellante. Ladeó la cabeza, entrecerró los ojos y sonrió ladina, aquel era un juego de dos. Sin desanclar sus ojos de los semejantes, se inclinó despacio hasta que sus labios tocaron la punta… un último vistazo, sus cabellos cayeron ondulados a un lado y entonces su boca lo acogió por completo, subiendo y bajando por el tronco, circunscribiendo la forma del mismo con su lengua.

Las manos del hombre recogieron sus castaños risos mientras jadeos guturales nacieron de sus cuerdas vocales; ella, complacida por el resultado, continuó arrancándoselos en movimientos placenteros, rítmicos, pausados y acelerados… solo deteniéndose cuando lo consideró suficiente.

Elevó el torso y enarcando las cejas le sonrió al lobo, cuyo falo, alzado y palpitante por la presión de la sangre que ardía en su interior, pedía ser montado. El glande surcó la tibia y húmeda entrada de su caverna, acariciándola, palpándola, antes de ingresar en ella sin piedad. Amara gimió presa de una excitación sin igual, como si su cuerpo hubiese sido forjado para él; no obstante, aunque el goce que le asaltaba se suponía era nuevo, no dejaba de sentirse como un déjà vu.
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Lun Oct 30, 2017 7:53 am

Sus caderas se lazaron mientras la espalda formaba un arco, vaivén de caderas contra mis jugosos labios, sentí sus piernas temblar, su cuerpo tensarse y antes de que sucumbiera a ese placer que escapó de sus labios en forma de mi nombre lacé la mirada con autosuficiencia.
Me relamí su sabor mientras ella fruncía el ceño no muy convencida de que me hubiera detenido en medio de su urgencia.
Mas su enfado se termino al sentir mi cuerpo como su escudo, gateé por la piel ajena dejando que mi bulto golpeara su centro con hambruna.

Mi lengua perfiló sus labios, incitándola a besarnos, mas esta vez fe ella la que volteó mi cuerpo mientras sonreía divertida.
Su boca se deslizó por mi piel, mi vientre se contrajo por el paso de su lengua, mis ámbar centelleaban necesitados de que siguiera descendiendo y creo que lo notó por mi impaciencia mientras aflojaba las hebillas de mi pantalón liberando al kraken.

Jadeé roncamente mirándola, enredando mis dedos en el pelo de su nuca para que bajara y lo engullera.
En puño atrapé sus ondas mientras su sonrisa traviesa me desafiaba.
Un beso en mi glande antes de que su humedad se abriera y lentamente se deslizara por mi tronco haciéndome gruñir de puro placer.

Su lengua recorría mi glande acompasada al movimiento de sus labios, sus ojos no dejaban de contemplar mis ámbar como si de algún modo disfrutara escuchando la excitación escapando de mi garganta de forma gutural.
Tiré de su pelo cuando mi palpitante falo no aguantaba mas, su maliciosa sonrisa chocó contra mis labios.
Gruñí ansioso empujando sus caderas hacia abajo mientras la gruta se abría, las marismas me acogían y el leviatan se adentraba con rudeza en el interior de ella.

Mi boca en su mandíbula, marqué su cuello succionandolo entre gruñidos, algo muy propio de los míos.
Era mía y ese era el modo de gritarlo a todos incluso a ella.
Cabalgaba como una amazona, sus pechos botaban ante mi turbia mirada, hasta que una de mis manos atrapó uno para llevarlo contra mis labios.
Coroné sus pezones, tirando de estos con mis dientes mientras nuestros cuerpos forjados a fuego no dejaban de moverse friccionando.

Tensó su cuerpo se arqueó ofrecido, gruñí agitado, mi falo se sacudió en su interior llenándola de mi entre roncos jadeos mientras sus paredes me apretaban la verga.
Caímos extenuados, perlados en sudor sobre las sabanas, nuestra respiración chocaba enérgicas contra los labios ajenos.
No salí de su interior, como si es pudiera anclarla a mi tanto como las marcas de su cuello.
-No tienes donde ir -le dije tras un profundo silencio -así que deja de decir estupideces, sabes que si tu padre te encuentra, te matará.
Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Lun Nov 20, 2017 3:10 am

El lobo tiró de ella deslizándose en su interior, adentrándose con ávida rudeza en el candente abismo que aguardaba por él. Gimió complacida sin poder contenerse mientras Vashni se abrió paso en ella; sus caderas danzaron a ritmo armonioso, seduciéndolo, provocándolo, con su frente recostada sobre la de él y sus labios rozando gráciles los ajenos. Conforme la pasión iba en crescendo también fueron más alborotados sus movimientos, e inmersa en la fricción de sus cuerpos, en las manos y los labios que le sobrevolaban sin recato, alcanzó la cumbre del placer precediéndolo a él.

Agotados por el placentero esfuerzo, sus cuerpos se desplomaron exhaustos sobre el lecho, acomodándose cadenciosos entre las sábanas. Él permaneció en su interior, sus piernas se entrelazadas y ella, silente, lo contempló con sus intensos pardos, mientras sus agitadas respiraciones retornaban a la normalidad, colisionando suaves entre la escasa distancia que separaba sus rostros. La cazadora posó su mano sobre el rostro del lobo, tanteándole las mejillas con la yema de sus dedos, descendiendo con ellos por el sendero que los llevó hasta el pecho, piel desnuda en la que se dibujó abstractas figuras invisibles.

Fue él quien rompió el silencio con palabras que detuvieron en seco el impreciso trazo de su índice. Su mirada, que se había deslizado sobre el lienzo, retornó intrigada a la de quien se suponía era su enemigo.

¿Necesitabas todo eso para decirme algo que ya sé? — Indagó divertida, con una ceja enarcada y media sonrisa sutil curvándole los labios — Conozco a mi padre, Vashni, lo conozco mejor que nadie y sé lo que es capaz… de encontrarme, si tengo suerte, me matará, sino me hará desear estar muerta, eso lo sé — Admitió encogiéndose de hombros, restándole importancia al asunto — La verdadera pregunta es ¿Por qué te importa? Si vivo, si muero ¿Qué diferencia hace para ti? — Silencio… o alguna farsa, sabía que del lobo solo obtendría más que alguna de las dos cosas así que no aguardó por respuesta — Pero no me lo dirás ¿verdad? No me lo dirás, discutiremos y tendré que coger mis cosas y salir cabreada pretendiendo que no quiero estar aquí contigo cuando la verdad es otra...

La confesión se escapó de su boca sin filtro ni rodeo. Él le observó con sorpresa como si lo que esperase escuchar de ella fuera algo completamente diferente a lo recitado.

¿A qué jugamos tú y yo? — Inquirió en un susurro, con sus pardos extraviados en los del hombre

Repentinamente avergonzada, Amara le rehuyó la mirada, no acostumbraba a andar por el mundo admitiendo cómo se sentía, mas aquello que le ataba a ese lobo era demasiado fuerte como para ignorarlo, incluso si la idea carecía de coherencia.

Me quedaré — declaró al fin tras un instante de silencio — Por un día o dos, mientras pienso qué haré con mi vida —Aclaró— No tienes que pretender que te importa lo que sea que pase conmigo, si te sientes en deuda, no lo hagas, no hay cuenta pendiente entre los dos. Ya te lo dije, no puedes desafiar a tu manada, Vashni, no me quieren aquí, ya uno de los tuyos murió a mano de uno de los míos y no sé qué tan bien me sentaría si lo mismo le pasara al resto por mi culpa.
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Lun Nov 20, 2017 8:51 am

Ladeé la sonrisa ante su pregunta ¿si necesitaba todo eso para decir una obviedad?
-No, lo he hecho porque te tenia ganas, te llevo teniendo ganas desde que te vi en aquella fiesta -susurré contra sus labios dejando que su aliento me quemara por completo.
Nada mas acabar la frase me di cuenta que acaba de pifiarla pues ella creía que cuando fui por los miso fue la primera vez que nos vimos.
Intenté disimular para que no se notara pese a que mis ojos tomaron una leve tonalidad ámbar que me delataba.
Ella solo conocía la mitad de nuestra historia, por contra, esta se enredaba como una maraña que nos llevó a separa nuestras vidas.
Un dejavu, eso vivía cuando Amara siempre acaba diciendo que se largaría ¿pero a donde? No tenia lugar para ir, ni escondite donde Bastian no la localizara y aun así le restaba importancia como si no fuera mi problema y como si no me importara.

Enarqué un ceja ante su pregunta ¿por que me importaba, la respuesta hubiera sido sencilla si pudiera ser sincero sin abrir entre nosotros un abismo que nos engulliría por completo.
Si descubría ahora que yo estuve allí la noche de la luna de sangre se sentiría traicionada por mi silencio antes de tomarla.
-¿quieres irte? ¿es eso? -pregunté sin entender porque siempre acababa huyendo de mi -por ese lobo, es del que hablaba tu padre ¿que tienes con el? Esta vez si que mis ámbar centellaron plagados de celos, no podía controlarlo, yo la sentía mía y ella no paraba de repetirme que se largaría pasado unos días.

Fruncí el ceño ante su mirada, era cierto que decía que no quería largarse enfadada, pero tampoco quedarse y lo de mi manada me sonaba a una escusa que aunque no carente de razón era preocupación mía y no suya.

Gruñí sirviéndome una copa que apuré de un trago, mi dedo la señaló mientras mi mandíbula se tensaba cuadriculada.
-¿que tienes con él? -pregunté de nuevo como si tuviera algún derecho de hacer esas preguntas cuando solo nos habíamos acostado -¿es con él con quien piensas largarte? Por eso me dices que no vas a quedarte.

Di otro trago al vaso hasta apurarlo, no contento con eso, tomé directamente la botella para beber de ella.
No era la primera vez que la perdía, claro que ella eso no lo sabia.
Lo pasé mal en este tiempo en el que tuve que acostumbrarme a no poder rozar su piel, ella solo me olvidó, peor yo tenia que pelear contra el recuerdo y eso dolía mas.

Di un nuevo trago mientras ella me miraba desde el lecho, creo que incapaz de entender mi ataque de celos.
No es que fuera una sin razón, los lobos eramos territoriales, posesivos, pero es que ademas de eso le faltaba la mitad de la historia, una que no podía ser contada sin riesgo a que me odiara.
Me sentía atado de pies y manos, todo me llevaba a perderla y no había sendero certero para lo contrario.
-Me iré con otra -gruñí como si esa frase bastara para retenerla a mi lado -te juro que si sales por esa puerta, me follaré a otra.



Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Jue Dic 14, 2017 8:50 am

Vashni se apartó de ella y se puso en pie evidentemente molesto, dando una zancada larga para evadir los fragmentos de cristal esparcidos por el suelo, pertenecientes a la botella de whisky que habían roto en medio de su urgencia cuando se encontraron demasiado ocupados para prestar atención a los detalles. Del compartimiento de un aparador, el lobo sacó otra botella y de ella se sirvió un trago en la copa, mas al no verlo suficiente, supuso ella, para conciliar con su enojo, bebió directo de la botella mientras demandaba respuestas. Amara lo observó desde el lecho sin comprender la razón de su reacción o si quiera el motivo de sus reclamos. Frunció el entrecejo y entrecerró los ojos examinándolo en silencio y vaya que su reserva lo cabreó más. La postura entera del hombre se encontraba rígida, los puños apretados, la mandíbula cuadriculada y la espalda tensa mientras la mirada le centellaba furiosa en ámbar radioactivo. ¿Por qué le molestaba tanto la idea de que ella partiera? Caviló un instante, considerando la situación a detalle, tanteando las posibilidades y entonces la bombilla se encendió.

Esta vez fue Amara quien hizo a un lado las tersas sábanas que cubrían su cuerpo desnudo y se puso en píe, avanzando a paso firme e imponente hasta él, para nada intimidada por el violento refulgir de la mirada que, anclada a su cuerpo, siguió su camino. Vashni hizo el amague de elevar la botella para beber de nuevo, mas la diestra de la cazadora le atrapó el antebrazo, frustrando su intención. El lobo, colérico intentó zafarse, mas ella no se lo permitió, hundiendo la yema de sus dedos en la piel ajena y anclando sus intensos pardos a la áurea mirada del licano en un duelo sin tregua.

Ambos tenían un carácter fuerte, el lobo era tremendamente temperamental y ella terriblemente obstinada, por lo que consideraba insólito el hecho de que hubieran terminado la velada en el lecho y no en la morgue. Se sostuvieron las miradas, riñendo silentes e incansables pues ninguno se disponía a ceder, o eso aparentaba la situación antes de que el destello ambarino que reflejaba en sus ojos se oscureciera mientras Vashni apartaba la mirada.

La fuerza de su mano logró que la base de la botella tocara la superficie de la mesita, entonces, tras liberar el agarre sobre la piel del hombre, la castaña sujetó el recipiente y procedió a verter el contenido en la copa que él había desechado, sirviéndola senda y deslizándola con el índice en su dirección.

Necesitas calmarte — Advirtió, ofreciéndole el trago con el ademán de su mano, procediendo a servirse un trago en otra copa.

Vashni se volvió hacia ella, de nuevo con mirada fulgurosa que, aunque menos fosforescente, le dejaba claro que su petición era un imposible.

Ya que insistes en conocer qué hay entre el otro lobo y yo, te lo diré — hizo una pausa para dar un corto sorbo al licor, relamiéndose de los labios el fermentado sabor — Nada — afirmó con temple parco encogiéndose de hombros. Lo cierto era que luchaba contra su naturaleza al no perder los estribos. Había mandado al carajo a otros tantos por mucho menos de lo que exteriorizó el lobo; sin embargo, aunque desconocía el por qué, con él hizo un esfuerzo por mantenerse sensata — Por todo lo que sé Cameron D’Lizoni está en Italia lidiando con sus propios asuntos, si es que no ha muerto ya a mano de los hombres que mi padre ha enviado a asesinarlo.

Su mano cayó y el fondo de su copa colisionó con fuerza contra la madera de la mesa. El líquido en el interior se agitó violento y le salpicó la mano que, molesta, ella sacudió. Inspiró hondo e invocando un poco de paciencia se dio media vuelta, incapaz de enfrentar a su interlocutor, cruzándose de brazos. A pesar de que lo de Cameron y ella nunca llegó más allá de un beso y un par de turbulentos encuentros, no podía negar que le importaba el bienestar del italiano y la idea de que su padre lo hubiera lastimado por culpa suya le enfurecía.

Así que no, no pienso largarme con él, no pienso huir con nadie hacia el atardecer, porque no tengo intención de joder a más gente con mis problemas — Retomó su discurso con voz temblorosa. Apretó los párpados, los ojos se cristalizaron, le escocían. Se restregó el rostro con ambas manos, inspiró y exhaló hondo, mordiéndose la lengua, forzándose a no llorar pues había removido un tema sensible. Un instante de silencio, denso y abismal, entonces continuó — Cuando tenía ocho años, un par de lobos, dos de tu misma naturaleza… — Se volvió hacia él, enfrentándolo de nuevo, buscando el coraje necesario para continuar, sin tener idea alguna que esa era una historia que bien conocía su acompañante — irrumpieron en mi hogar y asesinaron a mi madre embarazada y a mis dos hermanas a sangre fría… ¿sabes por qué estoy viva? Por que ellas se interpusieron en el camino de las bestias para que no fuese yo la siguiente en línea y quizá, sólo quizá, tuviera la oportunidad de vivir… — Los difusos recuerdos de aquella terrible noche inundaban su mente y su cuerpo retemblaba nervioso en respuesta a los horrores que visualizaba en su cabeza — y lo hice…

Su voz se quebró por completo, necesitando de un instante para recuperar la compostura; era demasiado orgullosa como para permitir que la viese llorar y, a decir verdad, no buscaba causarle lástima ni nada similar, sólo colocar las bases para dejar en claro su siguiente punto.

Pero ya me he cansado Vashni… ya no voy a huir, ya no voy a esconderme y sí la muerte me quiere pues bien puede tomarme por que no voy a poner el riesgo otra vida sólo para mantenerme a salvo… ni la tuya, ni la de nadie ¿lo entiendes? — espetó contemplándolo con mirada enardecida

Suspiró. La que le había relatado al lobo era una historia que no acostumbraba a contar, sino una que guardaba para sí misma en las noches, cuando los sueños se tornaban en pesadillas. Se acercó de nuevo a la mesa donde reposaba su copa y tras hacerse con ella de nuevo, bebió el contenido de un único trago. Estaba demasiado sobria como para continuar con la conversación.

Ya te he contado mi tragedia… — Dijo al fin, ya más calmada, sirviéndose una nueva ronda—  Ahora cuéntame la tuya… y quizá también puedas mencionar en tu historia a esa otra mujer — Vashni frunció el ceño y la observó confuso — Sí, esa otra mujer que te rompió el corazón y que dejó un vacío que intentas llenar conmigo — aclaró, tomando un sorbo del ambarino líquido — No he sobrevivido todo este tiempo en mi oficio al pasar por alto los detalles… no nos conocimos en ninguna fiesta, Vashni y tu reacción se ha salido de proporciones para quien no hace más de un día tenía toda la intención de matarme… así que dime ¿quién es ella?

De nuevo bebió el contenido de su copa de fondo blanco. Sin explicación alguna, hacerse a la idea de que el lobo deseara o tomara a otra que no fuera ella le corroyó de los celos en el interior. Nada de aquello tenía sentido.
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Jue Dic 14, 2017 4:16 pm

Amara no se quedó en el lecho, haciendo a un lado las sabanas se alzó para enfrentar mis ojos que ahora mismo y de un intenso tono mostaza la desafiaban mostrandole que estaba furibundo, fuera de mi.
Rugí dispuesto a dar un nuevo trago a la botella cuando la distancia entre ambos cuerpos se quedó en nada. Sus dedos se hundieron en mi brazo evitando que bebiera nuevamente de la boquilla directamente, duelo de miradas, dos titanes que no cedían un ápice en el intento de entenderse o mandarlo todo a la mierda en este instante.

El culo de la botella tocó la mesa, solo entonces soltó el agarre para llenar sendos vasos con el contenido ambarino.
-Muy observadora -apunté cuando alegó que necesitaba calmarme ofreciéndome uno de los vasos que llevé presto a mis labios sin dejar de mirarla en busca de respuestas.

Inquisidor, haciendo gala a mi temperamental carácter rugí mascullando entre dientes maldiciones cuando le nombre del licano escapo de sus labios.
No lo conocía, pero lo mataría sin pensarlo si le ponía una mano a mi hembra, mía, eso era lo que era, las marcas de su cuello lo decían.
Su piel olía a mi, gruñí dando un nuevo trago de forma abrupta, sintiendo como el alcohol quemaba mi garganta mientras bajaba.
-¿Nada? -gruñí -tu aura no dice lo mismo que tus palabras -dije despechado.
Era cierto su aura mostraba preocupación, no sabría identificar con exactitud hasta que punto pues no era una loba completa, pero habían sentimientos.
-Para darte igual lo que le pase bien sabes donde esta y como dar con él ¡no me mientas! -rugí desafiante quedando nuestros rostros tan cerca que mi aliento impacto contra sus labios.
Mis colmillos bajaron, estaba muy celoso, tanto que tuve que girarme y llenarme la copa para beber de nuevo de un trago su contenido.

Respiré hondo, solo me giré para enfrentarla de nuevo cuando habló de aquella noche fatidica de la luna roja.
Su historia la conocía, pero no era así, no eran ciertas en esencia sus palabras, si ella estaba aquí hoy fue por mi. Era cierto la mordí cegado por la ira, pero nunca quise matarla.
Si confesaba la verdad la perdería, todos los putos caminos me llevaban a vivir el día de la marmota una y otra vez y en todos esos días terminaba amaneciendo sin ella.
-No huyas, quédate -le pedí.

Mas fue entonces cuando me pregunto por mi “ella” ¿mi ella? En principio no sabia a que se refería, pero luego até cavos, si ella supiera quien era esa “ella”
No podía decirle que estaba enamorado de ella, de un Argent, no sin que tuviera que desvelar toda la verdad, sabia el resultado saldría corriendo por esa puerta y no la culparía por hacerlo.
-¿Ella? -dije balbuceando intentado hilar que contar. Negar la existencia de un “ella” no colaría – Ella es una mujer que conocí en una fiesta...nuestros pasados se entrelazan en un punto, un día fatídico en el que los dos perdimos mucho... fui sincero y la verdad me llevó al olvido.
Ella eligió olvidarme, seguir su camino -dije sin mas siendo todo lo sincero que puede pero sin poder decir que era ella la mujer que me había dejado vació.

Me acerqué a ella para girarla y que mirara mis ojos.
-No puedes irte, tu padre no cesará en el intento de encontrarte, tampoco en el de matarme, así que..estamos juntos en esto te guste o no.
Apuré el vaso de un trago.
-Pero si vuelves a ver a ese lobo, lo mataré -dije plagado de rabia, mis celos me devoraban.


Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Vie Dic 15, 2017 1:28 pm


Nunca dije que no me importara, sólo dije que entre él y yo no hay nada… — gruñó entre dientes con el entrecejo fruncido y actitud indomable; era cierto, entre el italiano y ella no existía nada, no más allá de mutua consternación por el otro y un fatídico destino del que ella poco y nada conocía— Hasta donde sé eres el único lobo con el que me he acostado, eso debería darte una pista, pero estás tan empecinado en creer que sí que no te das cuenta de lo obvio…

Era él quien tenía en frente su cuerpo desnudo, quien podía olfatear a centímetros el aroma de su piel, su esencia empapada de él y sólo de él. Se sintió mareada, no había comido nada, tampoco acostumbraba a beber de esa forma y la furia del momento permitió que los tragos se le subieran a la cabeza. Le dio la espalda, sosteniéndose de la mesa con disimulo, no quería mirarlo, en otro tiempo y otro lugar se habría largado sin miramiento alguno mas allí seguía, estática, con los pies anclados a la madera de aquella habitación, sin poder sacudirse la sensación que, de partir sin más, entonces estaría olvidando algo importante. No se reconocía, Amara Argent no era una mujer de dejarse dominar, ni doblegar su voluntad o su orgullo... él le reclamaba, la veía como su propiedad y la verdad era que guardaba sentimientos encontrados en relación a ello.

Un inexplicable frenesí de furia se revolvió en su interior en cuanto el lobo le relató vagamente la historia de la mujer que resguardaba en su corazón. Enterró las uñas en la madera y sus mejillas se colorearon ardientes de ira, mientras su corazón palpitó ritmo acelerado, violenta melodía que hablaba de los sentimientos que le asaltaron en el momento. Inspiró hondo, contuvo el aire, preferiría comerse su propia lengua antes que hacerle reclamo alguno, sin embargo, cuando él le giro obligándola a contemplarlo, a enfrentar sus orbes, espesas y oscuras a la enardecida mirada ambarina que se fijaba en ella, fue que perdió los estribos, olvidándose por completo de lo mucho que detestaba manifestar sus sentimientos.

Déjame ver si entiendo… — Comenzó fulminándolo con sus pardos — Tú andas enamorado de otra, piensas en ella mientras coges conmigo, y tras del hecho me amenazas…— Espetó molesta, acortando la distancia con cada palabra dicha, llegando a un espacio cercano a los labios del lobo, justo donde su aliento los calcinaba — ¿Qué sigue? ¿Me pondrás un collar y me sacarás a pasear? — Inquirió sarcástica— Que te den…

Sin decir más se dio media vuelta, recogiendo su ropa del suelo y vistiéndose con rapidez, sólo para salir a marcha endemoniada, dejando tras ella un portazo. Renegó contra el alfa reiteradas veces en sus cavilaciones, andando sin rumbo por la propiedad, mientras revisaba con discreción los límites de la misma en busca de alguna posible vía de escape; no obstante, aquel fue un esfuerzo en vano, pues no tuvo éxito alguno en su labor. Suspiró impotente, todos los puntos de acceso estaban bien custodiados y para cuando lo notó, no terminando de resignarse a huir, cayó en cuenta que otro hijo de la luna le seguía los pasos. Gruño cabreada, ¡espléndido! resultaba que ahora Vashni también le había puesto niñera.

Resopló, bufó, maldijo, más al final, frustrada, terminó dejándose caer bajo la sombra de un árbol en el antejardín de la propiedad. Ese lobo la llevaba al límite, la sacaba de sus casillas, lograba remover en ella emociones que se esforzaba por asfixiar y eso la fastidiaba, sin embargo, era innegable la chispa que existía entre ellos, que se encendía en brasas cuando la distancia disminuía y que cada centímetro de su cuerpo enloquecía a la presencia del hombre, dejándola indefensa, deseando sucumbir a la electrizante sensación que se originaba en el roce de sus pieles. Sacudió la cabeza y con ella los pensamientos que la invadían ¿qué estaba pensando? Él era el enemigo y por todo lo que sabía ella su prisionera.

Era tarde, tenía frío y los minutos transcurrían lento, mas era demasiado orgullosa como para volver a la habitación, directo a la plácida tibieza que tiempo atrás encontró en el cuerpo del lobo. Fue entonces cuando, con el rabillo del ojo, percibió un movimiento inusual al interior de la propiedad, a través de una de las ventanas de la primera planta. Un grupo de personas, gran parte de la manada se atrevería a asegurar, ingresaron en la estancia, reuniéndose en lo que parecía una acalorada discusión. En el centro de ello, se encontraba Vashni, con expresión de pocos amigos, no muy diferente a la que llevaba impresa en el rostro cuando lo abandonó en su dormitorio.

La curiosidad le picó, escociéndole en las entrañas; hasta no conocer el tema que con tanto ímpetu debatían, la sensación no aplacaría. Se puso en pie y, sin considerarlo en demasía, a paso firme se precipitó al interior de la propiedad, mas cuando el licano que le escoltaba reparó en sus planes, se interpuso en su camino alegando con desdén que aquella era una asamblea privada y no tenía permitido el ingreso. Rugió. La cazadora, impetuosa como ella misma, conservando más bien poca paciencia y poco tiempo para perder, de una patada dejó al lobo en el suelo, apresurándose a las puertas del salón.

Se tomó un instante para fisgonear, pero en tanto escuchó la mención de su apellido supo entonces que aquel era un asunto que le concernía también. Irreflexiva, la castaña irrumpió en la sala de golpe, llamando la atención de todos los presentes, incluyendo la del alfa. Pudo sentir el peso de todas las miradas recayendo sobre ella y estaba segura que no de la manera más amable. Un instante de silencio, pensado, denso, la tensión en el ambiente era palpable y su presencia no colaboraba al propósito.

“es ella” “¿qué hace aquí?” “hay que cercenarle la cabeza y mandársela a su padre”

Pronto los murmullos se alzaron convirtiéndose en estruendo bullicio que Vashni se vio obligado a acallar con un rugido. De inmediato todos se callaron, ser el alfa parecía tener sus ventajas.

Que adorable manada tienes — Bufó sarcástica, con una sonrisa fingida curvándole los labios — Iguales a ti.

Vashni no estaba nada contento por su aparición estelar, su mirada ambarina y encolerizada hablaba por él. Fue entonces cuando una voz femenina se elevó entre la muchedumbre.

Ella debe morir, es lo justo, la muerte de mi hijo no puede quedar impune.

Amara se volvió con el entrecejo fruncido en dirección a quien escupía aquella osada afirmación. Grande fue su sorpresa al encontrarse con el espectro de una de las mujeres que había salvado en el bosque, la madre del joven que pereció a manos de Lars. Abrió los ojos como platos, pestañeando reiteradas veces sin terminar de creerse lo que escuchaba mientras la mujer la contemplaba de vuelta con expresión vacía y tempestades enrojecidas.

Conmocionada, la cazadora deslizó sus pardos hasta encontrar al alfa de nuevo, quien, con talante tenso se restregaba el rostro en evidente frustración. Entonces, su expresión de pasmo se endureció, Vashni no lo sabía, mas esa mujer sí estaba al tanto de que no era ella la culpable y aún así tenía la osadía de condenarla como si lo fuera. En un movimiento raudo e impulsivo, Amara arrebató el sable que el alfa guardaba en el cinto, tomándolo por sorpresa. Todas las miradas, recelosas y alarmadas se encendieron en ámbar mientras le gruñían en advertencia; sin embargo, haciendo caso omiso, tomó el arma de la hoja y le acercó el mango a la mujer que le sentenciaba.

Mátame — Gruñó, ofreciéndole el arma — Si crees que lo merezco, anda, mátame, pero hazlo tú, era tu hijo, es tu venganza y si alguien más lo intenta, lo mataré —La mujer, con mano temblorosa recibió el arma— Vamos, córtame la cabeza y envíasela a mi padre, estará complacido de recibirla — le instigó

La mujer asía el arma con poca firmeza, no obstante, no había mucho que Vashni pudiese hacer, el plateado filo ya reposaba amenazante en su garganta. Amara contuvo el aire y apretó los párpados, la tensión del ambiente palpitaba en su punto máximo, entonces, de repente, la mujer estalló en llanto, dejando caer el arma sobre la baldosa. La cazadora abrió los ojos ante el estridente sonido, dejando escapar la pesada cantidad de aire que había retenido y tras cruzar una fugaz mirada con el alfa, inmediatamente,  se subió sobre una pequeña tarima al fondo de la habitación donde todos podían observarla.

Bien, escúchenme — Vashni intentó interrumpirla más ella no se lo permitió — No, escúchame tú también — le ordenó. Si él quería que se quedara, bien, lo había conseguido, pero entonces lo harían a su manera— Pueden quitarme la cabeza y alimentar con mis entrañas a los perros si es lo que desean… o pueden usarme, convertirme en una ventaja… — declaró, consiguiendo con sus palabras la atención absoluta de los presentes — Ahora mismo mi padre me quiere muerta, más muerta de lo que le gustaría ver a cualquiera de ustedes y eso ya es mucho decir. Nos guste o no estamos del mismo lado y si bien no me necesitan para defenderse, pues la luna los ha bendecido con lo necesario para hacerlo por su cuenta, yo conozco al enemigo como la palma de mi mano, sé como piensan, como actúan, como cazan… la fuerza bruta de nada sirve sin estrategia y eso… eso es exactamente lo que les puedo ofrecer.

Todos aguardaban en silencio, la única voz que se escuchaba era la propia, formidable y segura. La suya era una propuesta interesante, mas  sabía que no iba a ganarse la aprobación de la manada sólo con palabras, necesitaría un acto que reforzara su discurso. Conocía exactamente qué debía hacer, pero estaba segura que a Vashni no le gustaría en lo más mínimo. Su mirada se desplazó por el lugar, rebuscando por la mujer que le había indultado, quien, sin consuelo y entre lágrimas, resollaba observándola entre la multitud.

Lamento mucho lo de tu hijo — Pronunció en un tono más suave, más dulce — Intenté salvarlo… lo intenté de verdad — Confesó mirándola fijamente — No puedo traerlo de nuevo a la vida… pero puedo intentar compensártelo. — Inspiró hondo, haciendo una pequeña pausa, sabía que Vashni se opondría, la idea era peligrosa, imprudente, descabellada… pero ya no había vuelta atrás— Esta misma noche me internaré en el bosque y traeré de vuelta el cuerpo tu hijo para que puedas darle santa sepultura y su espíritu descanse en paz, justo como es debido — La mujer abrió los ojos como platos, Amara tragó saliva incapaz de volverse hacia el alfa, todas las voces se elevaron de nuevo en ininteligible bulla — Te doy mi palabra.
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Vashni Indih Sáb Dic 16, 2017 10:26 am

Abrí los ojos como platos cuando me espetó con tanta rabia que yo estaba enamorado de otra.
Negué con la cabeza riéndome incrédulo ¿esa mujer podía estar mas ciega? ¿acaso no estaba allí con ella?
-¿un collar? Eso es lo que te puso tu padre -rugí airado.
Se me escapó, pero es que esa mujer sacaba la peor parte de mi, claro que estaba enamorado ,de ella.
Los lobos nos apareamos de por vida, estaba marcándola, estaba pidiéndole a gritos que fuera mía y ella lejos de atar cabos, pensaba que amaba a otra y me colaba entre sus piernas por despecho.
Rugí con mis ámbar encendidos mientras ella recogía las cosas.
-No se te ocurra salir por esa puta puer.. - tarde, un portazo fue su respuesta.

Fuera de mi tiré la botella a la chimenea produciendo un fogonazo que ilumino la cámara. Tentado estuve de ir tras ella, que me escuchara, poner las cartas boca arriba, mas eso solo hubiera empeorado mas las cosas.
Tenia un hombre de mi confianza vigilandola, así que por mucho que se lo propusiera no ira muy lejos sin que yo lo supiera.

Ella decía no tener nada con ese italiano, pero me había reconocido que le importaba, lo que no significa que no pudieran tener algo en el futuro. ¿Como podía ser tan cínica? y aun era ella la celosa.
Rugí furibundo en esa habitación que me parecía minúscula en ese momento en que mi ira se expandía.

Me calcé los pantalones, la camisola y a punto de salir, uno de mis hombres me avisó de que la manada se congregaba, la madre de uno de los muchachos fallecidos esa noche clamaba venganza, el ambiente estaba encendido y la presencia de una Argent en nuestras tierras no mejoraba esto en absoluto.
Asentí dejando escapar el aire de forma pesada, tenia que hablar con la manada, apaciguarlos, de no hacerlo podría ocurrir cualquier desgracia.
Sabia de buena mano lo que era tomarnos la ley del talion, ojo por ojo, diente por diente, las consecuencias eran desmedidas y Amara era la viva imagen de lo que hablaba.

La cosa estaba encendida, apagaba fuegos pero se encendían otros, la manada quería la cabeza del padre de Amara en una puta pica y la verdad es que la idea me resultaba ciertamente atrayente.
Mas cuando la morena irrumpió con esa verborrea y su don de hacer amigos. No pude evitar enfrentarla con mis ojos ámbar centelleando.
¿Por que esa mujer se empeñaba en complicar las cosas?
Nadie estaba contento con su presencia, pero lejos de pasar desapercibida y presentar un perfil bajo, hacia todo lo contrario.
Gruñí alzando mi labio superior cuando le resto de licanos dieron un paso hacia ella, todos hablaban a la vez, el caos se había organizado y fue un rugido lo que los calló llamándolos al orden.
Yo era el alfa, yo tomaba las decisiones.

La madre llena de dolor y de odio pidió venganza, en principio el cadáver de Amara como sacrificio por la muerte de su hijo.
-¡No! Rugí intimidandola con mis ambar.
Mas de nuevo la cazadora se adelantó a mi jugada y tomando una espada logrando alterar mas a la manada y a mi mismo se la cedió a la mujer para que ejecutara su sangrienta venganza.
Mi gruñido retumbó en aquel lugar al tiempo que el filo se posaba en su garganta.
Podre del infeliz que osara tocarla, la mano de la madre temblaba, entendía su odio, respetaba su dolor, mas el camino no era darle muerte a esa mujer a la que yo amaba.

Agradecí a dios que la mujer soltara el arma, el dolor la desgarró haciéndola caer al suelo sumida en un llanto profundo que solo aplacó las palabras de Amara sobre el atril del alfa.
Iba a interrumpir, mas me mandó callar, algo que de nuevo me hizo gruñir mostrandole mis colmillos desafiante, que le diera concesiones porque para mi era mi alfa no implicaba que ante la manada me desacreditara.

Caminé hacia ella con paso depredador, de un salto me subí a su lado imponiendo mi autoridad ante el resto, fue entonces cuando a la loca se le pasó por la cabeza ir en busca del cadáver del joven muerto, es mas dio su palabra de que eso haría
Me revolví, mis dientes apresaron su cuello en un acto muy lobuno que significaba una clara reprimenda, gruñí desafiante.
-No iras, porque te lo prohíbo, porque no perderé mas vidas por recuperar un cuerpo y ahora mismo el bosque ha de estar plagado de cazadores.

Mis ámbar centellearon repasando a los allí presentes.
-Lo odio, sabéis que Odio a Bastian desde que era un niño, me ha arrebatado mas que a ninguno de los presentes y mi venganza no conoce parangón. Lo matare, lo haré, por mi linaje que no cesaré en mi empeño de dar paz a los nuestros, esos que durante tanto tiempo y creyéndolos bestias ha masacrado, mas, no seamos idiotas, no hagamos lo que el quiere, salir presos de la furia dispuestos a morder sin medida, pues como perros de presa nos atrapará sin problema.
Somos lobos, pensemos como mandada, cacemos pero a nuestro modo.
Claro que recuperaremos el cuerpo de nuestro amigo para darle una sepultura, pero lo haremos en manada y lo haremos a mi modo.

Mis ojos volvieron furibundos contra los de la cazadora, la atrapé del brazo sacudiéndola ligeramente mientras la desafiaba.
-No se en que bando estas, aunque es cierto que tu padre te quiere tan muerta como a nosotros, así que piensa antes de hablar, aquí hay normas, una en principal ¡yo soy el alfa!
Miré a mis compañeros de manada.
-¡Salgamos de caza!
Mi aullido se unió al del resto de la manada.





Vashni Indih
Vashni Indih
Licántropo Clase Alta
Licántropo Clase Alta

Mensajes : 100
Fecha de inscripción : 03/06/2017

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Amara J. Argent Dom Dic 17, 2017 11:42 pm

Tan pronto como finalizó su dicción, el alfa, colérico por el atrevimiento de su desafío, de un solo salto se planto a su lado en imponente postura, asegurándose de que le diera un buen vistazo en contrapicado justo antes de atraparle el cuello con las fauces, dejándole en claro quién estaba al mando. Amara se removió con violencia e intentó apartarlo empujándolo, situando la fuerza sus manos sobre el pecho del licano, sin embargo, la suya era inferior y, evidentemente, este no le permitiría poner en duda la autoridad que ostentaba, hecho que reiteró con las palabras que escupió una vez sintió la reprimenda suficiente y la soltó.

La cazadora rauda se llevó la diestra al cuello, tanteando su propia piel presa del pánico, asegurándose de que el lobo no hubiese causado herida que comprometiera su humanidad. Estaba intacta. En otra ocasión, le hubiese asestado una buena cachetada de no ser porque no era tan necia como para ignorar que acción como aquella sólo empeoraría la situación. Sus cafés, brillantes y encendidos como dos gigantas rojas a punto de detonar, fulminaron al lobo de una sola mirada mientras él, exaltado, declamaba un discurso que, como leña al fuego, atizaba el enojo de la manada en la dirección correcta: su padre.

Gruñó. No existía forma en el infierno en que el hijo de la luna cediera, él era el alfa y haría las cosas a su modo, así como furibundo se lo advirtió, sacudiéndole cual muñeco de trapo; nadie pasaría por encima de su palabra, ni siquiera ella. — Si no me escuchas serás el alfa que los lleve a todos a una muerte segura— Le advirtió ella con prepotencia, pero Vashni continuó negándose a atender sus sugerencias. De momento él parecía haber tenido suficiente de ella y con un sutil movimiento de cabeza ordenó a dos de los suyos de la sacaran de allí — No, espera… ¿qué haces? ¡suéltenme! ¡Vashni! —Alegó rugiendo, removiéndose feroz entre los brazos de los orangutanes que le arrastraban fuera, pero el lobo no le escuchó. Sus miradas conectaron un instante, sus renegados pardos cada vez más lejanos de los irises ambarinos que le siguieron hasta la salida.

Un portazo y un potente aullido, seguido de otros tantos que se le unieron al unísono como un salvaje cántico de guerra. Aquella noche serían los lobos quienes saldrían de caza.

Amara gruñó, gritó, pataleó y se sacudió, mas aquel esfuerzo fue en vano pues igual terminó encerrada bajo llave en una habitación de la última planta. Rabiosa giró la perilla con brusquedad, golpeó la puerta con la palma de la mano, incluso llegó a patearla liberando su frustración, mas estaba al tanto que nada de aquello le sacaría de allí, así que pronto resignó la violencia. Apoyó la espalda contra la madera y suspiró invocando un poco de calma o un momento de claridad, lo que llegara primero. Apretó los párpados, inspiró, suspiró y para cuando sus oscuros orbes se abrieron paso de nuevo, ya se le había ocurrido una idea.

Se apresuró a la ventana que daba al frente de la propiedad, gran parte de la manada cruzaba la verja que la limitaba liderados por Vashni, dispuestos a recuperar el cuerpo de su difunto compañero y acabar con quien fuera que se interpusiera en su camino.

¡Joder, Vashni! — Exclamó impotente, ¡El único necio de era él!

El orgullo que lo corroía desde las entrañas no le permitía ver más allá de sus propias narices. Subestimaba el intelecto de los cazadores y sobre todo el de su padre; ir en manada a recuperar el cuerpo era aún más imprudente que dejarle ir a ella sola. Quizá se las arreglaran para masacrar a un buen grupo de cruzados, mas sus pérdidas serían mayores, iban directo a una masacre, y no necesariamente sustentada en vidas enemigas, un baño de sangre. Vashni no tenía idea lo que le aguardaba, ella conocía a su padre y estaba segura de que para entonces este habría hecho del bosque la más grande de las trampas.

Su progenitor invertía gran parte de su fortuna en la mejora y en invento de nuevas armas. Cada semana el cazador se reunía con sus hombres de confianza en una asamblea dispuesta únicamente para discutir los asuntos de la caza, entre ellos, propuestas de equipamiento que sirviera al propósito. El arsenal de los Argent era grande y mano de obra no les faltaba, Bastien pagaba bien y era sorprendente la cantidad de hombres dispuestos a arriesgar su vida por un buen sueldo; sin embargo, lo era aún más la cantidad de hombres que se ofrecían a voluntad.

Rápidamente, Amara se volvió hacia la cama y la destendió las cobijas, procediendo a amarrarlas para formar una improvisada cuerda. Una vez los nudos estuvieron asegurados, la cazadora, amarró una punta a la pata de la cama, hecha en macizo roble que aguantaría su peso y, tras abrir la ventana tiro la otra al vacío. Miró hacia abajo e inspiró hondo. Habían de tres a cuatro pisos de por medio, si alguno de los tendidos se soltaba podía morir. Todo o nada. No había tiempo que perder y sin vacilar otro instante se sujetó de la cuerda, descendió a rápel y una vez abajo, corrió a hurtadillas por la propiedad; con la mitad de manada fuera, ciertamente le fue más sencillo encontrar un punto ciego que utilizó para escapar.

Sin miramiento alguno se adentró al bosque, corriendo presurosa entre la espesa maleza, evadiendo los tramos en los que sabía era más factible los cazadores hubiesen colocado alguna trampa. Sabía que los cruzados utilizarían el cuerpo del joven lobo como cebo, pero era una situación difícil, ella no tenía poderes, su olfato estaba tan subdesarrollado como el cualquier otro humano, sabía rastrear bien pero no había tiempo para ello y la verdad era que no tenía la más remota idea en qué dirección avanzaba la manada.

Un leve destello que relucía en medio de la oscuridad y el verde follaje. Se acercó cautelosa, sintió nauseas, olía muy mal, a podrido. Una delgada línea argentada, casi invisible, surcaba el camino de un árbol a otro. Sabía lo que era. Con cautela Amara repasó el índice sobre la recta, una cuerda tensada de plata, dispuesta a cercenar. Tosió, el olor era nauseabundo, mas para cuando lo notó un líquido tibio mojaba la yema de su dedo. Frunció el entrecejo, difuminando el fluido entre sus dedos. “Sangre” pensó. Entonces su mirada cayó al suelo y fue cuando horrorizada encontró la cabeza de la madre a uno o dos metros de sus pies, el resto del cuerpo yacía a un lado y al frente, amarrado a un árbol, estaba el cadáver del hijo, ese que la manada había ido a buscar.

Dejo escapar un grito de la impresión y al retroceder cayó de culo, contemplando la escena con los ojos abiertos como platos. Entonces lo escuchó. Murmullos que se convirtieron en algarabía, gritos, aullidos… resquebrajando el sosiego de la noche. Inmediatamente se levantó trastabillando un poco y echó a correr como alma que lleva el diablo, siguiendo el camino del bullicio, que a cada paso se escuchaba más violento y estridente. Sabía exactamente a donde iba; era una emboscada.

Lobos y cazadores peleaban a muerte. La batalla era reñida, el ferroso aroma a sangre se amalgamaba con el olor de la hierba mojada, miembros y tripas eran cortados, arrancados… ambos bandos sufrían pérdidas, mas ninguno cedía. La contienda se movía, los cruzados guiaban a los hijos de la luna hacia un claro, cercado por un ancho risco, asediándolos, atrapándolos entre la plata de sus armas y la dura formación rocosa. Las bestias, bendecidas por su astro madre, no se quedaban atrás, rugían usando sus zarpas y colmillos, luchando con igual brío. En las alturas, cuatro tiradores dispuestos en media luna, que hasta el momento se ocupaban de lanzar flechar, aguardaban el momento indicado para liberar el ataque especial.

Amara contempló la acalorada contienda unos metros de distancia. Estaba desarmada y sus heridas no habían terminado de sanar bien, en el epicentro de la batalla su presencia no seria de utilidad, mas sí habría otro lugar donde podría ayudar. La castaña se precipitó a la base del risco y escaló sigilosa hasta la cumbre, cuidando sus movimientos, procurando no dejarse ver, pues aquello haría de su ataque más efectivo; no obstante, como los cazadores tenían la mira fija en el campo de batalla su labor fue más sencilla.

Con cautela se acercó a las espaldas del primero, agarrándolo del cabello para estrellarle el rostro fuertemente contra la roca y, tras a arrebatarle una daga del cinto en un movimiento rápido, la castaña procedió a degollarlo de un solo tajo. El hombre se desplomo sobre la roca ahogándose en su propia sangre y tras tomar el arco, las flechas y el resto de su dotación, Amara imitó el proceso con los dos siguientes.

“¡Fuera abajo!”

El cuarto y último hombre se percató de su presencia, pero justo antes de que ella pudiese llegar a él, tiró sobre el campo todas las bombas que llevaba en su equipo, hechas a base cenizas de la montaña. — ¡No! — Gritó la castaña, pero ya era demasiado tarde, las bombas estallaron, los cazadores se colocaron sus máscaras y los lobos, uno a uno, comenzaron a caer ante los efectos del nocivo polvo. Las cenizas provenían de un árbol llamado serbal de los cazadores, no era letal o tóxico como podría llegarlo a ser el acónito; no obstante, sí los debilitaría, haciendo a sus cuerpos presas de un ardor infernal, en exterior e interior. A los más fuertes les tomaría un par de minutos reponerse, pero los más débiles podrían tardar horas en recuperarse.

El tirador, raudo, intentó alcanzar su espada para reducirla, mas su intento fue frustrado cuando la cazadora, aún más rápida, le atravesó la garganta con su daga. Amara miró hacia abajo, observando a los lobos retorcerse, entre ellos al alfa negándose a sucumbir a los efectos de las cenizas. Sintió el corazón caérsele a los pies, había menos cazadores que licanos mas no era aquella la diferencia que realmente importaba. Con semejante ventaja, los cruzados acabarían con sus opuestos en un santiamén.

Desesperada, Amara rebusco entre las dotaciones de los tiradores caídos. Wolfsbane, dardos de gas mostaza… el resultado podría haber sido mucho peor… sin embargo, sintió un enorme alivio cuando encontró lo que buscaba: bombas de humo. Sin recular, la castaña lanzó los artefactos que explotaron creando una densa pero inofensiva nube blanca que si bien a los licanos no les impedía la visión por completo a los cazadores sí les dejó a ciegas.

No tenía mucho tiempo, la niebla se disipaba y si no se daba prisa los demás cazadores reaccionarían. Se armó con el arco y las flechas de los tiradores, desde arriba tenía una visión perfecta y entonces, comenzó a lanzar saetas a diestra y siniestra que certeras dieron siempre en el blanco. Los cruzados, confundidos, miraban de un lado a otro sin entender qué sucedía o qué les estaba atacando. Ella sonrió complacida, su puntería era perfecta, siempre lo había sido, más aquel gesto victorioso pronto se borró de su rostro cuando el último de los hombres que se mantuvo en pie sacó su revólver y disparó dos veces al aire, justo antes de que una flecha le atravesara el corazón. Ella sabía lo que aquello significaba.

Con el campo ya despejado, de un par de saltos, la castaña bajó el risco con prisa, corriendo hacia Vashni una vez pisó la tierra. Sus manos, delicadas, primero le acunaron el rostro y luego descendieron por su cuerpo, tanteándolo, asegurándose de que no tuviese ninguna herida de gravedad. Estaba preocupada, era evidente, su afligida mirada hablaba por ella. El alfa estaba bien en apariencia, sin embargo, el efecto de las cenizas aún le causaba estragos en el cuerpo, impidiéndole levantarse.

Vashni… — Pronunció ella al fin volviendo a tomarlo del rostro para que la mirara — tienes que levantarte… tienen que levantarse —Miró al resto de la manada, que, como fu alfa, hacían un esfuerzo sobrehumano por ponerse en pie— debemos irnos... el hombre que disparó llamaba por refuerzos… más cazadores vendrán, no podemos estar acá cuand-

No pudo terminar la frase. Un gancho le atrapó del cuello, presionándolo con fuerza y apartándola del lobo de un único tirón. Por instinto Amara se llevó las manos al cuello en un inútil esfuerzo por liberarse del agarre que le dejaba sin aire. Sus tempestades se cristalizaron y su rostro se enrojeció. La sensación de asfixia era inclemente, cada segundo más insoportable. Un molesto siseo retumbó en su oído, como si quien fuera que le ahorcara intentase calmarla. Con la vista nublada pudo apreciar la silueta de Vashni, furibundo, intentando levantarse sin descanso; sin embargo, no pudo ver mucho más pues pronto perdió el conocimiento.

En el momento en el que el cazador que la sostenía vio sus párpados cerrarse, liberó la presión del agarre. Los ojos del hombre se centraron en Vashni, sonriéndole malicioso — Ah, que es bonita, ¿verdad? — comentó divertido, resbalando sus dedos por el rostro de Amara, la curvatura de su cuello… — Bastien ha mandado un mensaje, realmente le hubiera encantado estar aquí el día de hoy, pero está de licencia… dice que no hay de qué preocuparse, lobo, que tu turno ya llegará — advirtió agarrando con fuerza la mandíbula de la joven, mostrándole su rostro al lobo — Pero los asuntos de la familia van primero.

El hombre se cargó el cuerpo de Amara.

El alfa es de Argent — Dijo a sus compañeros, que se encontraban plantados tras suyo — Déjenlo vivo, maten a los demás.

Sin más que decir el hombre de dio media vuelta, dispuesto a irse y llevarse a la cazadora consigo.
Amara J. Argent
Amara J. Argent
Cazador Clase Alta
Cazador Clase Alta

Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 19/04/2016
Localización : El diablo sabe dónde

Volver arriba Ir abajo

Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18) - Página 2 Empty Re: Mi unico amor nació de mi único odio (Privado)(+18)

Mensaje por Contenido patrocinado


Contenido patrocinado


Volver arriba Ir abajo

Página 2 de 4. Precedente  1, 2, 3, 4  Siguiente

Volver arriba

- Temas similares

 
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.