Fausto - La entrevista

por **Lusbella Toussaint** Vie Sep 08, 2017 12:06 am

Fausto

“ Cada vez que asoma por la puerta, mira siempre todo con gesto burlón y medio asqueado; se nota que no comparte nada ni le importa; lleva escrito en la frente que a nadie puede amar. Pero te sientes tan bien entre sus brazos, tan libre, tan cálidamente abandonada, y su presencia te ahoga el alma.”
J. W. Goethe

1. ¡Qué vida rítmica esta que lleva Fausto! Veamos, ¿por dónde empezar? Bueno, por el principio... ¿Quién es él?

Parafraseando a Alan Moore en V de Vendetta, él es 'el hombre del saco, el villano, la oveja negra de la familia'. Un niño solitario y mareado por unos padres que lo tenían cada uno agarrado de un extremo y que sólo empezó a crecer con libertad al ser acogido por un vampiro despiadado. De ahí acabó saliendo un cazador resentido con la inmortalidad, un teólogo que domina la materia para blasfemarla, un coleccionista de conocimientos que apenas duerme, un perfeccionista condenado a ser él mismo para desgracia del mundo. Y yo, pues bueno, aprovecho que esto es el principio para disculparme como padre por las burradas egocéntricas que van a ser aquí descritas y por enrollarme de más en algunas partes, me imagino que esta entrevista va a espantar a más de uno por lo larga y no os culparé de nada pero en fin… Me cuesta controlarme cuando se trata de Fausto, soy la mierda ¡Deshonra sobre mí y sobre mi vaca! (PD: juro que salvo las preguntas 3, 5 y 15, en el resto me enrollo lo normal… creo)

2. ¿Qué crees que quisiera ser él si pudiera elegir ser alguien diferente?

Absolutamente nadie. Es un hombre con demasiado ego y masoquismo como para desear ser diferente a lo que las glorias y condenas de su propia vida le han convertido. Lleva sudando y sangrando en cuerpo y mente desde que era sólo un crío y eso le hace estar lo bastante orgulloso de conservarla enteramente. Por supuesto (y a pesar de lo que él mismo esté dispuesto a reconocer) que habría querido que algunas cosas hubieran pasado de forma distinta, que llegó a desear la inmortalidad durante un tiempo tanto como para que su existencia se trastocara, pero ahora, después de todo, ser otra persona, en cualquier otro aspecto, sencillamente traicionaría la esencia de los motivos por los que sigue respirando. Y por muchas (con perdón de la palabra) putadas que le hayan perseguido y que aún le aguarden por el camino, respirar no es algo que planee dejar de hacer.

3. ¿Podrías describirlo con cinco calificativos y explicar por qué crees que le definen?

Orgulloso. Ciro a veces lo tilda de 'hijo', ¿cómo no iban a compartir algún calificativo? (desde aquí mando un fuerte besaco a su user, justo cuando hablamos del orgullo de mi hijo, ole yo) Fausto escupe sobre las emociones pero va sobrado de ego. Gracias a sus numerosos viajes, al poder de la meditación y a un sinfín de formas, físicas y mentales, que aprendió de uno de los mayores inmortales de la tierra sabe que está muy por encima de la media. Eso le encierra en un individualismo muy exigente que, a su vez, es lo que también le hace alegrarse de que, en ocasiones, aparezca alguien al que pueda considerar interesante. Y ni por ésas conseguirán un halago o reconocimiento por su parte.

Oscuro. Es muy difícil relacionar el colorido con él, aun suponiendo que se sintiera bien en la plenitud que llegó a alcanzar junto al maestro vampiro que lo crió y le hizo conocerse a sí mismo. No es ningún 'amargado', él ha disfrutado y disfruta de cosas que a nosotros nos parecerían retorcidas, pero sí se trata de una persona fría y déspota, que incluso en armonía resulta peligrosa. Frustra muchísimo porque al ser un maldito cabrón podrías alegrarte perfectamente de cualquier desgracia que marcara su pasado pero al final hasta eso le da un aspecto romántico. Y hasta ese aspecto romántico es también oscuro, igual de trágico que su nombre.

Nihilista. Soy el primero al que no le hace mucha gracia usar esta palabra por lo pretenciosa y pedante que suena. Con ella no me refiero a la corriente filosófica sino al adjetivo o nombre común: 'la negación de todo principio religioso, político y social', y eso, nos guste o no, es algo que define mucho a Fausto desde su nacimiento. Cuando era un niño estaba completamente alienado, no se sentía nada identificado con su entorno y aunque eso cambió al ser acogido por su maestro, reniega mayormente de cualquier constructo que se haya creado en sociedad, tan inútil y decepcionante comparado con lo individualista que es él.

Masoquista. Al principio había pensado 'auto-destructivo' pero realmente no busca acabar consigo mismo sino que el olvido es algo que no se permite, necesita recordarse un dolor que, al mismo tiempo, rechaza como rechaza el sentimentalismo. Hablamos de un hombre al que le gusta ver cómo sus propias heridas sangran, literalmente, no se las habrá provocado él pero sí se las quedará mirando luego y creo que eso nos revela bastante de su tortura personal. Igual que a pesar de lo reservado y selectivo que es, no dejará pasar un año sin visitar el burdel para recrear sus tres días de opio, alcohol y sexo en la India. Decadencia pura y dura, así como resumen.

Insaciable. Fue por su eterna ambición que asistimos a su primera tragedia, cegado por su sed de conocimiento y asqueado de su propia perfección. Aprendió la lección a su manera pero nada puede borrar su inconformismo, ni siquiera sus propios errores. La superación no se obtiene de brazos cruzados y sus recursos son tan polifacéticos como sus ideas, capaces de permanecer ahí aunque muera, de emular a la mismísima inmortalidad sin que nadie le muerda el cuello. Ése es su objetivo y le parece mucho mejor que el deseo de ser vampiro que tuvo en su día y por el que cambió para siempre. Ahora ya no hay nada ni nadie que pueda cambiarle ese aspecto.

4. ¿Cómo fue la concepción de este personaje? ¿Fue un hijo deseado y buscado o es uno de esos bebés que llegan de sorpresa?

Un poco de ambas. La primera vez que entré aquí fue con el personaje de Oscar, con el que sí que improvisé bastante porque era la primera vez que roleaba y estaba adentrándome en un mundo realmente desconocido para mí. Un par de meses después, ya abducido por esto del rol y con un poco más de práctica, le llegó el turno a Fausto, y aunque también me dejé llevar por lo poco que conocía del universo del foro, tenía mucho más claro lo que andaba buscando. Sabía que quería hacerme a alguien antagonista y también quería inspirarme en una historia que ya existiera, mínimamente conocida, y al final pensé en la leyenda del doctor Fausto y sus respectivas obras. Ante todo me gustaba mucho el tono, lánguido y tétrico a la vez, que me sugería al mezclarla con la temática del VV y así fue cómo surgió mi versión con cazadores y vampiros del Fausto histórico, el de Goethe o el de Marlowe (lo dejo a vuestro gusto porque me tomé bastantes libertades al basarme en los tres y en ninguno). Fue un hijo deseado pero incluso a mí me sorprendió lo que acabó saliendo. Y debo confesar que después de tanto tiempo, estoy contento con el resultado.

5. ¿En qué momento crees que la vida de Fausto comenzó a ponerse bien compleja? ¿Puedes hablarnos de aquellos detonantes que le cambiaron la existencia para siempre?

Teniendo en cuenta que nació en medio de las trifulcas de dos padres separados y completamente distintos, que llevaban a su hijo de aquí para allá mientras se rifaban su custodia, su vida no ha sido nunca muy sencilla que digamos. Aun así, tiene dos detonantes claves. El primero fue cuando Georgius, su maestro, el primer vampiro que conoció, descubrió el potencial que guardaba un chaval de casi once años y se ofreció a sacarle de Alemania a cambio de una prueba un tanto sociópata: quemar la mansión de su madre (una ricachona ególatra de clase alta) junto a los libros de su padre (un profesor pusilánime de clase media). Con todo lo que detestaba la vida que llevaba por culpa de ellos, no le costó nada cumplirla y largarse de aquel circo con quien le bautizaría como a la leyenda germánica que tanto le definiría. Georgius sólo le puso una condición: que jamás de los jamases le mordería.

El segundo detonante, más largo de explicar, llegaría con un Fausto de treinta años, entrenado en las artes marciales y en la meditación, un constante viajero por todo el mundo al lado de Georgius y un erudito precoz en resumidas cuentas. Aun siendo tan joven ya sentía que lo había vivido todo y que la única novedad plena la conocería con la longevidad de un vampiro, y por eso sucumbió y le pidió a su maestro lo único que éste le había negado. Nuevamente Georgius se negó a convertirlo, pues aunque él mismo había potenciado su fobia a los sentimientos, Fausto además de su mayor obra era también su mayor contradicción. Tuvieron su primera, y última, pelea antes de que el humano se abandonara durante tres días a los vicios de la India. Al tercero, borracho, drogado y en su momento más vulnerable, terminó por toparse con su Mefistófeles personal: el gran Ciro, quien, además de como supuesto tatuador y nigromante, se presentó como el padre conversor de Georgius.

En un local de mala muerte, escenario a su vez de referencias a la obra de Fausto, este nuevo vampiro se aprovechó de su estado para manipularlo con la que entonces era su mayor debilidad: la promesa de la inmortalidad. Él sí que lo convertiría pero a cambio, Fausto tendría que matar a Georgius y aunque fuera la decisión más costosa de su vida, finalmente lo hizo. Gracias a las frías enseñanzas de su maestro irónicamente fue capaz de matarlo, a él, su verdadero padre, el único ser que le había importado. Pero, ¿qué pasó cuando le reclamó a Ciro su parte del trato? ¡Que lo rechazó y marcó su sentencia! Ciro sólo lo había utilizado y después no quiso morderlo, sin saber que eso también le supondría a él una sentencia en el futuro. Así pues, Fausto, miserable y desolado por primera vez desde que abrió los ojos al mundo, se versó en el oficio de cazador y empezó a lucrarse con la muerte de sobrenaturales. Eso sí, los vampiros no necesitan de encargo porque los mata por voluntad propia (aunque si le queréis pagar, no va a reprochároslo), puesto que ya no buscaría la inmortalidad sino que la eliminaría de la tierra. Tampoco buscaría a su Mefistófeles pero ahora que trascurrido ya tanto tiempo París se ha convertido en su lugar de reencuentro… os podéis imaginar la que nos espera.

En realidad hay otro detonante fuerte, que implica de nuevo a Ciro y también a Éline Rimbaud. Lleva muchos años cociéndose y ahora que por fin lo hemos roleado creo que puedo daros la exclusiva. Eso sí, os lo iré contando mejor en otras preguntas porque esta respuesta me está quedando más larga que el manubrio de Rasputín.

6. Hay dos personajes trascendentales en su vida. ¿Qué puedes decirnos de la relación que tiene Fausto con ellos?

Obviando a su maestro Georgius, sin duda hablamos de Ciro y de Éline.

Como decía, Ciro es su Mefistófeles, que para quienes no lo sepan, era el demonio de la obra de Fausto a quien éste vendió su alma a cambio de juventud y conocimiento. En mi versión (muy libre) esta figura está un poco dividida entre los dos vampiros que marcaron su vida. Georgius fue el instructor y Ciro, el némesis. Ciro encarna la parte más cruda y la que, para colmo, aún continúa ahí, simboliza la venganza en Fausto y, por tanto, también el odio. El odio es uno de los sentimientos más poderosos y más íntimos que existen junto a ese tan idealizado del amor, por lo que si Fausto no puede permitirse el amor, tampoco el odio. Mucho más complejo que un rival o una presa vampírica, Ciro representa lo que queda de su pasado y a la vez, lo que definió su presente. Algo que sólo parece tener una solución: la muerte de uno de ellos.

La pobre y demente Éline Rimbaud, ya que seguimos con las referencias a la obra, sería la Margarita de esta historia pero a diferencia de la original, que encarnaba la pureza marchitada por la influencia de su amado, Éline ya venía rota de antes. Éline es, de nuevo, otro resultado de la imprudencia del cazador, otra brecha en su orgullo. Fausto la subestimó por un interés contradictorio, él mismo quiso acercarse a ella sin concederle ningún respeto cuando resultaba evidente que si un hombre tan escrupuloso le prestaba su atención era porque se la merecía. Y al final acabó enamorándose de su rata de laboratorio, otro sentimiento tan humillante como el que experimenta con el odio hacia Ciro. Lo que significa que, además de él, esta mujer es la única persona que podría hacerle daño. Contrario a lo que le pasa con el vampiro, a quien si se cruza en su camino tiene que aniquilar sí o sí, una vez comprendió lo que suponía Éline, se alejó total y absolutamente porque le recordaba demasiado al desenlace trágico con Georgius. Al fin y al cabo, Margarita acabó muriendo por culpa de su amor hacia Fausto y eso lo culpabilizó para siempre… ¿Coincidencia?

7. Él parece ser un hombre selectivo en sus vínculos, ¿por qué Éline? ¿Qué vio en ella el cazador?

¡Ah, muy buena pregunta! Él mismo se la estuvo formulando mucho tiempo y no haberla resuelto, o peor, haberla resuelto pero sin poder evitar la desgracia, le perseguirá el resto de sus días. No creo que os sorprenda saber que al crearlo nunca lo concebí para el amor y aunque enseguida pude ver que con Éline tendría una interacción interesante, habiendo congeniado ya con su user al rolear a Oscar y Carolina (porque mira que somos dramáticos, eh, otro enorme besaco para ella y su arte), nunca me esperé que acabaría surgiendo algo tan trascendental. Pero bueno, centrémonos en lo que nos ocupa, que es lo que el cazador vio en ella:

Ni el físico, e incluso a veces ni siquiera la personalidad, funcionan de primeras con él, por lo que en el caso de Éline tenemos algo muy concreto: su locura. Lo que le atrajo de ella fue el laberinto tan desafiante que suponía su mente puramente trastornada, la forma en que estaba construida o, más bien, destruida a causa de los traumas del pasado y la percepción de una realidad a la que él mismo, de algún modo, tampoco pertenece. Éline ya ni siquiera decía cosas lógicas y aun así, Fausto la entendía, quizá porque desde pequeño aprendió a camuflarse entre los cuerdos. Fuera como fuere, hablaba su mismo idioma y eso lo perturbaba a la vez que lo intrigaba. Por ese motivo decidió secuestrarla esporádicamente para analizarla de más cerca, para investigar sus trastornos. Al principio sólo como un científico estudiaría un libro o experimentaría con un conejillo de Indias. Sin embargo, poco a poco y a pesar de lo mucho que se reprimía, aquello se volvió más íntimo de lo esperado, las palabras y la presencia y sencillamente todo lo que implicaba Éline Rimbaud acabaron por ir contra sus dichosos principios y hundirlo en lo inevitable: amar de nuevo a un alma que ya poco tenía de humana. He ahí la cuestión, que el alma de Fausto tampoco ha ido nunca sobrada de humanidad.

8. ¿Crees que es ella su punto débil? ¿Es Éline el blanco al que atacaría cualquiera que quisiera dañar a Fausto o tal vez la mía está siendo una visión por demás romanticona de esa historia?

Es justamente en esta respuesta donde puedo hablaros del tercer detonante. Sí, lo admita o no, Éline es su punto débil como también lo era Georgius en su día y eso aquí Mefistófeles lo sabe. ¿Qué ha pasado entonces? Después de que el cazador la echara de su lado cuando se percató de lo que sentía por la mujer y volviera a reencontrarla más adelante, esta vez por voluntad también de ella, para ceder completamente a la unión tan fatídica que representan, Éline se quedó embarazada. ¿Y qué ha hecho después el demente de Ciro como venganza? Abordarles para rajar su vientre y forzarle el aborto más cruento. Por su parte, no quería matar a la madre, le dejó unas heridas lo bastante graves como para que lo lamentara pero que Fausto, con sus habilidades, podría haber solucionado a tiempo… si ése hubiera sido el deseo de Éline (no he estado refiriéndome a ella en pasado por casualidad). Pero Éline ya no podía más con aquella tortura tan abstracta, y a la vez tan auténtica, en la que ya sólo sobrevivía desde su enloquecimiento. Apenas entendió lo que significaba tener algo vivo creciendo en su interior así que el horror de lo que había pasado entre ella y los dos egos atronadores que son Fausto y Ciro en un mismo espacio no le dejaron lugar a dudas: deseaba acabar con su sufrimiento de una vez por todas y así se lo pidió a Fausto.

Nuestro cazador ha vuelto a sostener una muerte inevitable en sus brazos y es cierto que quizá sea repetir la tragedia pero en cierto modo, también supone cambiarla. Aquí no fue decisión de Fausto acabar con ella sino que en última instancia, Éline eligió irse y en su relación tan poco convencional, ellos mismos sabían que tarde o temprano llegaría el momento en que uno de los dos abandonara esa vida que no les comprendía. Hasta en un suceso tan fatalista parece haber un resquicio de recompensa, de consuelo final, al encontrar la paz a manos del ser querido.

9. Bueno, hablemos de Ciro. ¿Dónde y cómo nació esta tirante rivalidad? ¿Quién es quién en ese juego? ¿Qué representa cada uno en esa cacería? Porque me animo a decir que ya están más allá de ser simplemente el cazador y su presa…

La primera pregunta ya ha quedado de sobras respondida por mi verborrea en los detonantes (lo dicho, deshonra sobre mí). Los papeles que tienen cada uno en este juego son tan ambiguos como su relación y eso es lo que les vuelve tan retorcidamente especiales. Ciro hizo que se enfrentara al sacrifico más complicado de todos, uno que culminaba toda esa filosofía contra las emociones, pues repite mucho que sólo quería matar a Georgius cuando la cruda realidad es que Fausto también. Cierto, lo manipuló vilmente, pero no le obligó, le dio a escoger entre la inmortalidad y su maestro y él escogió lo primero. Yo siempre he creído que, al igual que Fausto con Éline, Georgius realmente sabía a lo que se arriesgaba si permitía que un humano con sus características se le acercara tanto y a pesar de todo, lo hizo. Ciro, creador de Georgius, llegó de algún modo para rematar la faena pero con eso, quizá sin saberlo, también tomó el relevo como 'padre' de Fausto. Al aparecerse así en esta historia alimentó su fortaleza más peligrosa: la ambición, y aunque le recuerde a ese apartado tan débil y vergonzoso que fue el engaño, Fausto convirtió aquel resultado en su nuevo credo, pues en el presente es mucho más fuerte y poderoso gracias a que tiene un Mefistófeles. Tanto, que pudo capturarlo de una maldita vez y torturarlo hasta la locura, invirtiendo los papeles de superioridad e inferioridad y logrando, al fin, que Ciro no tuviera más remedio que probar de su propia medicina y conocer el grave error que cometió al menospreciarlo. Ahora Fausto también representa la venganza para Ciro. Ahora toda esta lucha es personal para las dos partes.

Implacables, inconmovibles y hasta homoeróticos. Padre e hijo, creador y obra, rivales eternos, son el némesis más personal del otro que les vuelve aún más elitistas respecto al mundo que arde por culpa de esta eterna batalla que libran. El mismo perro con distinto collar, la cara distinta de una misma moneda, por mucho que Fausto se deje crecer el pelo para cubrirlos siempre llevará los cuernos del macho cabrío que sólo Ciro le tatuó en la cabeza.

10. A criterio de su user, ¿es Fausto un buen cazador? ¿Ha tenido algún otro rival de la talla de Ciro?

¿Buen cazador? Yo creo que sí. Es decir, miradle, es un loco perfeccionista entrenado para la lucha física y mental. ¿Cómo no iba a dominar cualquier disciplina que se propusiera y más aún si en ésta se derrama sangre? Además cuenta con una valiosa ventaja: el haber sido criado por una de esas criaturas a las que da caza, así que conoce sus características y sus debilidades de una manera muy útil.

Hasta la fecha, no ha llegado a tener ningún otro rival de la talla de Ciro y con sinceridad, dudo que lo tenga nunca, no hay más que ver el historial tan simbólico que se llevan. ¿Quién podría estar a la altura de todo lo que ha logrado el Mefistófeles de este cuento?

11. ¿Hay algo que nadie sepa de Fausto y que quieras contar? ¿Cuál es su secreto más íntimo?

No se me ocurre gran cosa que no haya revelado en fichas o roles y quienes no supieran de él con esta entrevista ya se estarán dando un buen atracón por mi culpa. Podría decir algo muy 'tonto', como que siempre he sentido curiosidad de explorar su sexualidad más allá de las mujeres. A este señor le aburre la sociedad en todo, incluido los conceptos de género y orientación sexual, por lo que le da igual carne o pescado, algo que no lo hace menos masculino (obviando que 'lo masculino' sea otro convencionalismo absurdo que no sirve para nada. ¡Joder, esto no se acaba nunca!). De hecho ése podría ser otro detalle curioso, que por mucho que estemos ante una persona horrible por secuestrar, asesinar o sencillamente ser Fausto, tiene una mentalidad irónicamente progresista para según qué cosas. Por ejemplo, su opinión respecto a las mujeres podría considerarse feminista, para él están al mismo nivel que los hombres en sus exigencias (vamos, que con este tío no se salva nadie) y hasta les concede cierto crédito al ser un hecho objetivo que la historia de la humanidad se lo lleva poniendo más difícil a ellas desde siempre. Tampoco tiene problemas de masculinidad tóxica por todo lo dicho y al igual que no hace distinciones de género, tampoco de etnia ni de, a rasgos generales, nada en absoluto. Ah, y resulta que también es bastante animalista, sabe de sobras que si la raza humana se extinguiera, le haríamos un favor al planeta pero si cualquier animal se fuera al carajo, habría consecuencias. Obviando que la pureza de los animales le parezca más interesante que cualquier banalidad humana.

Supongo que se parece al caso de estos presos que están en la cárcel por crímenes abominables pero que luego te enteras de que se dedican a pegar palizas a los pederastas o violadores que llegan. Sí, bueno, Fausto es más pasota porque no se va a mojar por nadie, pero esa comparación de principios me ha parecido graciosa.

¿Cómo os habéis quedao?

12. ¿A qué le teme Fausto? ¿Cuál es su mayor miedo?

Un hombre así sólo puede temer algo realmente profundo y que nace de sí mismo: sus contradicciones. Él, tan metódico y obstinado, es en realidad una persona secretamente contradictoria, nosotros como lectores lo sabemos cuando vemos que lo que más intenta evitar, las emociones, es justo lo que acaba siendo su perdición en ocasiones decisivas. Con Georgius no se dejó influenciar por el sentimentalismo durante el proceso de matarlo, en cambio para querer hacerlo sí que se guio por el rencor y la vanidad que, mal le pese, también son emociones. No puso fin a la curiosidad y la atracción que sentía por Éline, incluso si su intelecto superior le avisaba a gritos de que aquello, fuera lo que fuera, no podía acabar bien para ninguno. Tampoco soportaba que el némesis que tanto le había destrozado en el pasado no reconociera su valía, por lo que el deseo de venganza le llevó a ganarse su respeto y eso fue precisamente lo que sentenció su única relación amorosa por culpa, entre otras cosas, del contraataque de Ciro. Y todo esto, para un hombre obsesionado con la perfección como Fausto, es lo más degradante que existe.

13. A quienes no conozcan el camino recorrido por Fausto y que, tal vez, a partir de esta entrevista elijan buscarlo y leerlo, ¿qué puedes asegurarles que encontrarán en su historia?

En una palabra: drama. No, en serio, suena muy frívolo dicho así pero me basé en una figura trágica que a lomos de un intensito como yo pues no mejora mucho el panorama. En su historia personal respecto a los tres individuos más importantes de su vida, Georgius, el Mefistófeles de Ciro y Éline, hay una constante maldita que va a ser próximamente revolucionada por el mismísimo Fausto, insértese aquí un '¡Oh!' exclamado como en George de la Jungla (tranquilos, que os será revelada). En cuanto a nuestro protagonista con el resto de mortales e inmortales, encontrarán a un profesor cínico que conoce muy bien a esa sociedad que desprecia y que por tanto, no da tregua a nadie al vivir en una lucha de egos que ya habrá ganado antes de que nadie más abra la boca (mira que es insufrible, el tío). Aun así, no deja de ser interesante verlo interactuar con su entorno y quizá llevarte alguna sorpresa por el camino, así que yo encantado de animar a la gente a que se asome e incluso a que se unan a incordiarlo, por favor.

14. ¿Hacia dónde se dirige su historia? ¿Qué rumbo tomará en los próximos meses?

No me creo que pueda contarlo después de tantos siglos pero ahí va: tras la muerte de Éline, que lo dejará en la miseria más grande y en una aterradora apatía, Fausto irá a pedirle a Ciro que sea su maestro. Sí, no estoy borracho, después de un suceso tan enorme, tan crucial, es lo único que realmente conseguiría cesar ese círculo vicioso de rencor y revancha entre ellos. ¿Si no puedes acabar con tu enemigo, únete a él? Tal vez, aunque os imaginaréis que con estos dos nunca es tan sencillo. Me gustaría seguir tomando un rumbo inspirado en la obra original pero igualmente libre, emulando aquellos viajes, físicos o 'espirituales', en los que Mefistófeles le llevó durante su pacto para atraerlo al lado oscuro y en los que debatieron sobre sus visiones del mundo. Ahí el Fausto de Goethe, por ejemplo, ya estaba entrado en años, no era un jovencito como éste al adoptarlo Georgius, así que sería como una etapa distinta. Con toda el agua bajo el puente que tienen, lo parecidos y opuestos que son a la vez, es lo último que les falta por explorar entre ambos: la tregua. Así experimentarían algo casi desconocido como la paz, pasar tiempo con quien desbarató sus vidas y descubrir si son capaces de hallar un estado más interesante o por el contrario, finiquitar definitivamente su rivalidad. Pues no olvidemos que nunca podrían bajar la guardia por la tensión, la duda, de si tu peor enemigo aún se dispone a jugártela otra vez en el último momento. ¿Y acaso no lo vuelve todo aún más emocionante?

Por parte de Éline, regresará en forma de fantasma (sí, no sufráis, no tendremos que despedir a un personaje tan mítico) y acechará los sueños y la vigilia de su querido lobo. Servirá para anclar aún más a Fausto en sus cavilaciones sobre quién fue, ella en sí misma o respecto a él, y quizá le permita abordar sus emociones de la forma que no pudo en vida. Por otro lado y por mucho que les haya gastado el nombre, no todo corre a cargo de la vagabunda y el vampiro, también tengo mucha curiosidad por ver cómo la nigromancia, el mismo arte oscuro que empezó a consumir al Fausto de las leyendas, le lleva a toparse en el extraño camino de brujos como Kristóf o Edvige (no hace mucho que conozco a su user y la verdad es que está siendo de gran ayuda, desde aquí le hago una ovación con mucho afecto). También queda por abordar la trama que siempre he soñado de Fausto teniendo un discípulo, en este caso River, y sorprendernos quizá con una faceta nueva al estar tomando el mismo rol de Georgius en su juventud.

Total, que sus andanzas no acaban aquí ni mucho menos, casi cualquier cosa es posible con un personaje así de impredecible.

15. Él es un personaje que lleva sus varios años en el foro, es mucho tiempo compartido entre user y pj, ¿cuál es el mejor recuerdo que Fausto te ha dejado hasta ahora? ¿Tienes un momento favorito de él? ¿Algún diálogo, alguna escena puntual que te haya quedado grabada y que puedas relatarnos?

Puf, definitivamente no podría quedarme con un solo recuerdo (peligro, quitadme el micro). Empezando por gente con la que pude rolear varios posts, destacaría el tema en el burdel con Eugénie Florit (besos y los mejores deseos para su user), por lo interesante que es relacionar a este hombre con el sexo y el crédito que acaba concediéndole a ella por cómo aborda ese tema. De su labor de cazador guardo buen recuerdo de su mística experiencia con Lakme o de la rivalidad tan ególatra que tuvo con Varg, un vampiro muy apocalíptico que ya no está en el foro y siguiendo con personajes que nos dejaron, la interacción que llegó a mantener con Verona, desde su trama, en la que iba a ser algo así como su alumna bohemia, hasta la dinámica que surgió, sencillamente me maravilla. Tampoco me quedaría satisfecho si no mencionara a Abigail, quien ha conseguido que Fausto se desinhiba sexualmente en un cementerio, aparte de que su relación me parezca tan mordaz como atrayente.

Entrando ya en materia más íntima, el reencuentro con Ciro en el sanatorio, su primer tema juntos donde Fausto investigaba la locura de Éline y el otro se le aparecía después de tanto tiempo, fue glorioso. Refleja muy bien a dos egos campantes reprochándose el pasado y creyéndose todavía que son algo tan simple como cazador y presa. También me encanta el flashback de cómo se conocieron (paralizado mucho tiempo por mi gran culpa, pero eso no se puede quedar incompleto), tan prometedor y tan jodidamente epic (aparte de que en él puedo leer a Ciro en primera persona, cosa que me flipa, y he relatado la muerte de Georgius). Con Éline es con quien más temas tengo (no porque la quiera más que a Ciro sino porque éste dio de baja al personaje una temporada y lloré su marcha hasta que ya pude llorar su vuelta) y sé que queda mal que yo lo diga, pero están llenos de momentazos. La primera vez que se encontraron en las calles y empezó todo, los episodios de estudio que tuvieron cuando era su prisionera eventual, donde impera la auto-negación y la química inevitable de dos locos, o cuando Fausto se dio cuenta de que estaba enamorado de ella y la única alternativa fue liberarla y que la bestia se quedara sola. Y mira que mi señor hijo me va a matar por resaltar precisamente esto, pero el primer beso que se dieron después de mandarlo todo al infierno (nunca mejor dicho) me sigue fascinando a día de hoy, describe muy bien algo que, lejos de ser realmente bello, les hundirá en el fango para siempre (y porque, bueno, siento ser grosero pero estaban que se follaban, ¡ya era hora!). Y por supuestísimo, uniendo a dos en uno, este llamado Último Acto con Ciro y Éline llevaba muchísimo tiempo planeado y que finalmente haya sucedido supone el mayor punto de giro para este personaje desde que lo roleo. El resultado de cómo quedó Mefistófeles tras la tortura de Fausto, el reconocimiento por parte de ambos de su valía como némesis, el horror de Éline al desgarrarse por dentro, su muerte en brazos de Fausto (soy el primero que odia el manpain pero supongo que aquí está mi contradicción) mientras aquel capítulo de su vida parece repetirse… Sin palabras, de verdad, aunque para no tenerlas acabo de derrochar unas cuantas. Conclusión: matadme ya.

Bueno, y justo hoy me veo obligado a hacer un añadido y es que el último post que he escrito, donde le pide a Ciro que sea su maestro... decir que me he puesto nervioso no haría justicia a lo que he sentido (bueno, vale, ahora sí que me quitáis el micro de verdad, porfa).

16. Ahora dejando de lado a este cazador y viendo más de cerca al usuario... Hace mucho tiempo que estás en el foro, ¿cómo llegaste? ¿Qué te hizo permanecer aquí durante estos años?

Buah, recuerdo que llegué allá por el 2011 (casi ná) pero el cómo lo tengo muy borroso. La edad, que no perdona. Supongo que vendría con algún colega random tan inexperto como yo en el tema y al final me acabaría quedando solo, lo típico, y aquí sigo después de tanto tiempo. ¿Por qué? Los motivos técnicos saltan a la vista, éste es un foro muy atractivo visualmente y tiene una ambientación trabajada pero a la vez sencilla, accesible a todo el mundo y que permite mucha libertad en cuanto a tramas y personajes, por no hablar del movimiento que tiene. Ahora bien, si lo reflexiono a estas alturas los motivos íntimos están incluso más claros: la gente. No es sólo un foro con muchos años, también hay fidelidad entre los usuarios, pues en mi experiencia diré que Ciro y Éline han sido importantes para la evolución de Fausto porque, entre otras cosas, han estado ahí desde el principio de los tiempos y me han ayudado a sentirme con la confianza y las ganas suficientes para desarrollarlo a él y a mis otros personajes (y hago inciso en que ellos llegaron mucho antes que yo, no fueron creados exclusivamente para Fausto). Hay más users con los que, por circunstancias, ya no sigo tan en contacto a pesar de tenerles aprecio, algunos que también estuvieron tiempo pero que ya no siguen en el VV, otros de una relación más cordial… pero la cuestión es que creo que no todos los rolers del mundo pueden decir que durante seis años rolearon con los mismos personajes y con los mismos compañeros que, junto a ti, vieron cómo crecían.

Mira, no, pasapalabra porque al final me estoy poniendo cursi y esto con Fausto no procede, señoría.

17. Fausto no es tu único personaje, hay algunos más que se mueven gracias a tus manos... ¿Cuánto hay de ti en ellos? ¿Sueles imprimirles cosas personales o prefieres darles libertad para que solos te muestren su esencia?

Siempre he sido partidario de que los personajes que creamos, hasta los más exageradamente distintos a simple vista, se nos parecen porque a fin de cuentas no salen de ningún otro sitio más que de nuestras propias mentes o corazones o almas o como-tú-prefieras-llamarlo-sin-sonar-tan-intensito-como-yo. Da igual que después tengan otra personalidad o hagan algo que tú jamás harías, al final siempre vienen de una parte de nosotros mismos, de una idea, un concepto, una fobia, una filia… Son, en una muy vaga o muy próxima manera, como una extensión, una representación nuestra, buena o mala, pero con una función inofensiva, en este caso la de entretener o mejorar o conocerse o cualquiera que sea el buen motivo que a cada uno le impulse a escribir. No sabría decir cuánto hay de mí exactamente en ellos, depende de cada personaje en concreto, pero creo que hasta el más impensable acaba por tener algo de su creador, es un fenómeno tan curioso como inevitable.

18. ¿Cuál es el pj que más se te parece y por qué? Y a la vez la siguiente pregunta nace sola, ¿cuál es el más distinto a ti y por qué? Y sumo, ¿hay alguno con el que se te haga más difícil escribir? ¿Por qué crees que sucede?

Respondiendo por orden, sin duda el que más se parece a mí es Oscar, aparte de porque creo que es mi personaje más cercano en general. Tenemos la misma tendencia a pasar desapercibidos hasta que algo en la mente de los demás hace clic, la misma visión de su empleo y, por tanto, del sexo y lo que no es sólo sexo, y el mismo desengaño ante los avances, o más bien retrocesos, de la sociedad. Aunque ahora debo añadir que comparte puesto con Thibault, el jodido capitán 'Sangre Negra', mi hijo más reciente, que ni yo me daba cuenta al principio pero también hay algo de mí en el espíritu coloquial, dicharachero e incluso desconcertante que se trae, el muy bandido. A lo mejor será porque siempre he sido un fan de los piratas y este vampiro me está permitiendo abordar cosas nuevas y frescas en ese campo, pero el caso es que disfruto muchísimo manejándolo.

El que menos se me parece técnicamente es Fausto y por todo lo que sacamos en conclusión de esta entrevista, MEJOR PARA MÍ. Aun así, no me preguntéis por qué, probablemente sea el que más fácil me resulta de escribir, qué sé yo, no es sólo que como 'padre' confiese una debilidad por este hijo, quizá me siento extrañamente en armonía con lo que quiera que tenga de conexión conmigo. Es mayor que la conexión que pueda tener con Dennis, por ejemplo, que aunque sea una persona más accesible (tampoco es difícil si lo comparamos con el cazador) no coincido tanto con sus bipolaridades o sus arranques de pijo estirado (pero a ti también te quiero, Dennisio).

El personaje que más me cuesta llevar es Arsénico, y quizá se deba a que cometí el error de hacerla con su mayor aspiración ya cumplida, que era estar muerta en vida. Podría haber renunciado a ella hace mucho pero a día de hoy todavía no me he rendido, le puse muchas ganas e ilusión al crearla, en mi humilde opinión me salió algo bastante original y además es mi única mujer aquí en el foro. Quién sabe, espero mirar atrás dentro de un tiempo y comprobar que he conseguido relanzarla como se merece.

19. Escribiendo rol el compañerismo es fundamental, pues todos acá estamos sujetos a las impresiones, formas y estilos de un otro que nos responde… ¿Te consideras bueno en ese sentido? ¿Qué cosas son las que hacen a un buen compañero según tu criterio?

¿Como roler? Podría ser infinitamente mejor, sobre todo en los tiempos de respuesta, por desgracia tardo mucho más de lo que me gustaría y reconozco que he tenido esperando a personas lo bastante como para que me manden a tomar viento fresco y con razón (Ciro, parece mentira que diga esto siendo Fausto pero deberían beatificarte. A ti no te digo nada, Éline, porque eres igual que yo, mamona, muas). Aun así, siempre he intentado ser honesto con mi situación y devolver la misma paciencia que recibo y pido cada vez que inicio rol con alguien nuevo. Me gusta cuando el post del otro roler me cuenta cosas de su personaje y a la vez implica al mío, eso motiva muchísimo y te da a ti cuerda para seguir. Por otra parte, no hay que obsesionarse con que tus escritos queden más largos o menos cortos porque yo mismo he pecado muchas veces de algo así y al final te acabas estancando tú solo por nada. Deja que todo fluya con el nivel de tu inspiración en ese momento y no te fuerces si crees que necesitas tu tiempo pero tampoco lo retrases hasta el infinito, no tienes que impresionar a nadie sino quedar satisfecho con tu parte y de ese modo, la otra persona también podrá avanzar contigo. Constancia y consideración terminan siendo las claves de todo buen compañero.

¿Si yo me considero bueno escribiendo? Lo llevo haciendo prácticamente toda mi vida así que espero que se me dé bien, aunque sólo sea un poquillo. Cuando me releo hay veces que digo 'okey, tío' y otras que me quiero arrancar los ojos y dárselos de comer al gato pero en definitiva, si lo sigo haciendo es porque, como mínimo, algo me gusta. Vaya, que me apaño con lo que tengo.

20. Por último, ¿qué podría decirle un usuario con tu experiencia en el rol a aquellos que recién empiezan?

Va a sonar muy simple pero, experto o no, es lo que pienso y también es hora de que un rollero como yo vaya al grano en algún momento de esta entrevista: disfruta, con tu rol y con el de los otros. Hay gente que le pone esfuerzo y cariño, otra que sencillamente se lo quiere pasar bien y ya, pero al final ése es el motivo por el que todos estamos aquí. Disfruta y lo demás vendrá solo.

Agradecimientos a los lectores:

Si habéis llegado hasta aquí (no vale ir directos), sois mis ídolos, de verdad. Juro que hasta he intentado resumir las peores partes pero no sé qué problema tengo, me dan cuerda con mis mierdas y me lío a hablar yo solo, aunque como imagino que algunos querríais leerme, aquí está la prueba final de 'cuidado con lo que deseas' (?) No, en serio, muchísimas gracias, por querer conocer más de Fausto y de mí. Sé que realmente sólo soy un roler haciendo lo que más le gusta pero no he podido evitar emocionarme un poco al reflexionar sobre todo el tiempo que llevo en este foro y que he tenido para ver crecer a este personaje y seguramente, verme crecer a mí con él. De eso, en mayor o menor medida, todos habéis sido partícipes y también me gustaría daros las gracias por ello. Creedme, ha sido un auténtico privilegio.

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