AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Ma vie, ma vôtre [Privado]
4 participantes
Página 4 de 4.
Página 4 de 4. • 1, 2, 3, 4
Ma vie, ma vôtre [Privado]
Recuerdo del primer mensaje :
Porque TÚ eres mi hogar.
Después de nuestras últimas palabras, no volvimos a coincidir nada más que en lo preciso. Siempre juntos, donde con una simple sonrisa o una mirada, terminábamos confesándonos cualquier tipo de sentimiento o secreto, menos el que llevaba a mis espaldas. Estaba tan enamorada de aquel guerrero que ya ni me preocupaba en ocultarlo, ¿para qué? Si yo misma acababa de sentenciarnos a ambos, mis palabras fueron duras y nunca, jamás tuvimos una pelea como esa.
Le echaba de menos a cada segundo, era ante todo mi mejor amigo, mi compañero desde que tuve conocimiento. Mi manía de verle entrenar por la misma ventana de siempre, limpiar la leonera que llamaba habitación, despertarle con la bandeja del desayuno y bromear entre risas. Lo echaba tanto de menos que dolía, dolía más saber que era mi culpa. Lo alejé de mí cuando más lo necesitaba y era algo que no me perdonaría nunca.
Me advirtieron que no fuera a ese entrenamiento en especial pero como siempre, hice caso omiso. Pasó tanto tiempo que me creó angustia, una que no me dejaba respirar en determinados momentos. Mi Drittsekk se había convertido en una gran parte de mí, crecimos juntos, compartimos tanto y más. Le echaba en falta, mi vida se había vuelto vacía sin él, el evitar encontrarnos...dejarnos perder por el orgullo, algo de lo que carecía pues siempre me lo tragaba y daba mi brazo a torcer, pues él era más importante que una disputa del tipo que fuese. Era mi guerrero, el mejor de todos y pudo demostrarlo, más lo haría.
Vestía de oscuro, prefería camuflarme que ser un blanco fácil. Caminé durante al menos una hora, dónde se encontraban estaba alejado de Akershus, me conocía esas tierras como la palma de mi mano pero de noche...no era tan fácil seguir un camino en cuestión. Al sur, llevaban días de entrenamiento y rastreo, asegurándose que todo estaba en orden y quedásemos a salvo. Mi guerrero custodiaba como ninguno, fuerte y voraz, seguro de sí mismo y enfadado con una pobre criada que no había hecho otra cosa que echarle de menos.
Vi a lo lejos a uno de los nuestros, me apresuré a caminar más aprisa. No sentía miedo de la oscuridad, sí de haber perdido la oportunidad de haberme pertenecido y yo mismo desecharlo como si no me importase. El miedo y el temor te jugaban malas pasadas, esta vez...volví a por él. Ya casi llegaba, solo veía un sendero a media luz, la luna apenas podía alumbrarme. Sonreí, le vi a lo lejos, su silueta la conocía a la perfección, alto y ese pelo endemoniado, rebelde como él. No debía estar allí pero cuando algo te importa vas a por ello aunque sea al mismo Valhalla.
-¡Dritt! Dritts..-mi sonrisa se congeló cuando me detuve de golpe, pude notar como mi ropa fue rasgada, la piel dejando entrar una flecha afilada a la altura de mi hombro, creían que era el enemigo y como si fuese éste, abatido...caí al suelo susurrando su nombre, una y otra vez.
Porque TÚ eres mi hogar.
Después de nuestras últimas palabras, no volvimos a coincidir nada más que en lo preciso. Siempre juntos, donde con una simple sonrisa o una mirada, terminábamos confesándonos cualquier tipo de sentimiento o secreto, menos el que llevaba a mis espaldas. Estaba tan enamorada de aquel guerrero que ya ni me preocupaba en ocultarlo, ¿para qué? Si yo misma acababa de sentenciarnos a ambos, mis palabras fueron duras y nunca, jamás tuvimos una pelea como esa.
Le echaba de menos a cada segundo, era ante todo mi mejor amigo, mi compañero desde que tuve conocimiento. Mi manía de verle entrenar por la misma ventana de siempre, limpiar la leonera que llamaba habitación, despertarle con la bandeja del desayuno y bromear entre risas. Lo echaba tanto de menos que dolía, dolía más saber que era mi culpa. Lo alejé de mí cuando más lo necesitaba y era algo que no me perdonaría nunca.
Me advirtieron que no fuera a ese entrenamiento en especial pero como siempre, hice caso omiso. Pasó tanto tiempo que me creó angustia, una que no me dejaba respirar en determinados momentos. Mi Drittsekk se había convertido en una gran parte de mí, crecimos juntos, compartimos tanto y más. Le echaba en falta, mi vida se había vuelto vacía sin él, el evitar encontrarnos...dejarnos perder por el orgullo, algo de lo que carecía pues siempre me lo tragaba y daba mi brazo a torcer, pues él era más importante que una disputa del tipo que fuese. Era mi guerrero, el mejor de todos y pudo demostrarlo, más lo haría.
Vestía de oscuro, prefería camuflarme que ser un blanco fácil. Caminé durante al menos una hora, dónde se encontraban estaba alejado de Akershus, me conocía esas tierras como la palma de mi mano pero de noche...no era tan fácil seguir un camino en cuestión. Al sur, llevaban días de entrenamiento y rastreo, asegurándose que todo estaba en orden y quedásemos a salvo. Mi guerrero custodiaba como ninguno, fuerte y voraz, seguro de sí mismo y enfadado con una pobre criada que no había hecho otra cosa que echarle de menos.
Vi a lo lejos a uno de los nuestros, me apresuré a caminar más aprisa. No sentía miedo de la oscuridad, sí de haber perdido la oportunidad de haberme pertenecido y yo mismo desecharlo como si no me importase. El miedo y el temor te jugaban malas pasadas, esta vez...volví a por él. Ya casi llegaba, solo veía un sendero a media luz, la luna apenas podía alumbrarme. Sonreí, le vi a lo lejos, su silueta la conocía a la perfección, alto y ese pelo endemoniado, rebelde como él. No debía estar allí pero cuando algo te importa vas a por ello aunque sea al mismo Valhalla.
-¡Dritt! Dritts..-mi sonrisa se congeló cuando me detuve de golpe, pude notar como mi ropa fue rasgada, la piel dejando entrar una flecha afilada a la altura de mi hombro, creían que era el enemigo y como si fuese éste, abatido...caí al suelo susurrando su nombre, una y otra vez.
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
"je suis moi-même quand je suis avec toi,
Rien et personne ne changera ce que tu étais,
tu es et tu seras dans ma vie "
¿Qué importaba cuántas heridas de muerte? Con tal de salvarlo y una y mil veces, por él había y haría tantas locuras, incluida se encontraba su propia vida porque él le daba sentido a su existencia. Los ojos vidriosos de Soleil no se apartaban del guerrero que desesperado, buscaba encontrar la razón para detener la magia, la maldición que tatuó la piel de caramelo. Negó con la cabeza, si iban en busca de dicho símbolo para cerrar la herida y curase, quizás no regresasen jamás. Ella ya estaba perdida y ponerle en peligro no se encontraba entre sus planes, él vengó su honor, luchó por ella sin ser nadie e importarle tan sólo que el nombre de la joven de confianza de los Cannif, quedase limpio e impune ¿cómo no iba a hacer ella lo mismo?.
-Dritt, espera...ya la has oído. Es peligroso. -las yemas de la joven acariciaron el rostro ajeno, con suma delicadeza y cariño -Diga lo que diga no te voy a hacer cambiar de opinión -se echó a reír, la herida molestaba pero con el sello temporal de cierre de ésta tan sólo molestaba, como si le pinchasen con una aguja -Al final el viaje se ha desviado hacia dónde no creíamos iríamos jamás. ¿No estás contentos? Las mujeres son muy hermosas... recuerdo que acogimos en la fortaleza a una familia de tierras itálicas, además...son grandes guerreros y no me mires así, ya guardo silencio pero guardo silencio si... me dejas que te cuide. Yo estoy bien
aún en su estado, se preocupó de que en los sacos el agua y la comida no faltase, sería un viaje muy largo. A las mujeres que le asistieron, pidió un momento a solas. Dritssek preparaba el caballo para dirigirse hacia el puerto más cercano y zarpar cuanto antes, cada segundo contaba, restaba tiempo para que ella herida no se la llevase.
-Protección, un objeto, un hechizo temporal en el que le proteja... a él, sé que de dos personas es complicado pero... -buscó en uno de sus bolsillos, una piedra natural para captar la energía, la llevaba consigo desde que era niña , su amuleto de la suerte. Una piedra de color ámbar que brillaba con intensidad cuando había luna llena. Una de las mujeres asintió, quizás no funcionara pero impedida poco podía ayudarle, qué menos que recurrir a la magia. Cuando Dritt fue a buscarla, sus ojos centellearon de esperanza, en las orbes oscuras como la noche podía leerlo, él no iba a rendirse, lucharía hasta el último segundo de su vida.
Con ayuda, se subió delante del guerrero, dejando apoyada la cabeza en su hombro y los labios tan cerca de su oído, podía sentir el olor a hierba fresca, a amanecer...el del propio Dritt que le volvía completamente loca. Rió divertida al atravesar un camino empedrado, le dolía pero el movimiento provocaba que sus cuerpos tomasen contacto. Tal como estaban, sus brazos la atrapaban en una silenciosa promesa, no iba a pasarle nada mientras estuviesen juntos.
-No me importaría morir ahora -dijo sin más, buscando la mirada ajena un segundo, fue sincera pero como él la conocía...no iba a rendirse -Aún tengo que hacerte muchos panecillos, coserte y lavarte la ropa, hacerte el amor...ah bueno eso si lo mereces. Y... creo que deberías acelerar el paso, llevan siguiendo el camino un par de kilómetros... a cierta distancia, no nos pierden de vista. -ocultó el rostro en su pecho, dejándolo apoyado y dejar escapar un largo y eterno suspiro -Si la Gorgona me ha marcado... si no llegamos a tiempo, quiero que me prometas algo. -la sonrisa no la perdía, confiaba en él pero quería que oyese cada una de sus palabras -No olvides nunca quién eres, de dónde vienes y lo que significaste para mí. Ahora...-alzó la mirada por su hombro, incorporándose un tanto para apreciar que el caballo que los seguía les pisaba los talones -Corre, Dritt. No creo que vengan a decirnos que tengamos un buen viaje, la espada es mucho más valiosa que nuestras vidas -aferró el mango de la espada con fuerza, si esos querían la espada, tendrían que pasar por su cadáver -Confío en ti -
El susodicho, aceleró el paso, apenas estaban cerca unos metros, conocían quién era ahora el dueño de dicha espada, no tenían nada que perder igual que ellos dos.
Rien et personne ne changera ce que tu étais,
tu es et tu seras dans ma vie "
¿Qué importaba cuántas heridas de muerte? Con tal de salvarlo y una y mil veces, por él había y haría tantas locuras, incluida se encontraba su propia vida porque él le daba sentido a su existencia. Los ojos vidriosos de Soleil no se apartaban del guerrero que desesperado, buscaba encontrar la razón para detener la magia, la maldición que tatuó la piel de caramelo. Negó con la cabeza, si iban en busca de dicho símbolo para cerrar la herida y curase, quizás no regresasen jamás. Ella ya estaba perdida y ponerle en peligro no se encontraba entre sus planes, él vengó su honor, luchó por ella sin ser nadie e importarle tan sólo que el nombre de la joven de confianza de los Cannif, quedase limpio e impune ¿cómo no iba a hacer ella lo mismo?.
-Dritt, espera...ya la has oído. Es peligroso. -las yemas de la joven acariciaron el rostro ajeno, con suma delicadeza y cariño -Diga lo que diga no te voy a hacer cambiar de opinión -se echó a reír, la herida molestaba pero con el sello temporal de cierre de ésta tan sólo molestaba, como si le pinchasen con una aguja -Al final el viaje se ha desviado hacia dónde no creíamos iríamos jamás. ¿No estás contentos? Las mujeres son muy hermosas... recuerdo que acogimos en la fortaleza a una familia de tierras itálicas, además...son grandes guerreros y no me mires así, ya guardo silencio pero guardo silencio si... me dejas que te cuide. Yo estoy bien
aún en su estado, se preocupó de que en los sacos el agua y la comida no faltase, sería un viaje muy largo. A las mujeres que le asistieron, pidió un momento a solas. Dritssek preparaba el caballo para dirigirse hacia el puerto más cercano y zarpar cuanto antes, cada segundo contaba, restaba tiempo para que ella herida no se la llevase.
-Protección, un objeto, un hechizo temporal en el que le proteja... a él, sé que de dos personas es complicado pero... -buscó en uno de sus bolsillos, una piedra natural para captar la energía, la llevaba consigo desde que era niña , su amuleto de la suerte. Una piedra de color ámbar que brillaba con intensidad cuando había luna llena. Una de las mujeres asintió, quizás no funcionara pero impedida poco podía ayudarle, qué menos que recurrir a la magia. Cuando Dritt fue a buscarla, sus ojos centellearon de esperanza, en las orbes oscuras como la noche podía leerlo, él no iba a rendirse, lucharía hasta el último segundo de su vida.
Con ayuda, se subió delante del guerrero, dejando apoyada la cabeza en su hombro y los labios tan cerca de su oído, podía sentir el olor a hierba fresca, a amanecer...el del propio Dritt que le volvía completamente loca. Rió divertida al atravesar un camino empedrado, le dolía pero el movimiento provocaba que sus cuerpos tomasen contacto. Tal como estaban, sus brazos la atrapaban en una silenciosa promesa, no iba a pasarle nada mientras estuviesen juntos.
-No me importaría morir ahora -dijo sin más, buscando la mirada ajena un segundo, fue sincera pero como él la conocía...no iba a rendirse -Aún tengo que hacerte muchos panecillos, coserte y lavarte la ropa, hacerte el amor...ah bueno eso si lo mereces. Y... creo que deberías acelerar el paso, llevan siguiendo el camino un par de kilómetros... a cierta distancia, no nos pierden de vista. -ocultó el rostro en su pecho, dejándolo apoyado y dejar escapar un largo y eterno suspiro -Si la Gorgona me ha marcado... si no llegamos a tiempo, quiero que me prometas algo. -la sonrisa no la perdía, confiaba en él pero quería que oyese cada una de sus palabras -No olvides nunca quién eres, de dónde vienes y lo que significaste para mí. Ahora...-alzó la mirada por su hombro, incorporándose un tanto para apreciar que el caballo que los seguía les pisaba los talones -Corre, Dritt. No creo que vengan a decirnos que tengamos un buen viaje, la espada es mucho más valiosa que nuestras vidas -aferró el mango de la espada con fuerza, si esos querían la espada, tendrían que pasar por su cadáver -Confío en ti -
El susodicho, aceleró el paso, apenas estaban cerca unos metros, conocían quién era ahora el dueño de dicha espada, no tenían nada que perder igual que ellos dos.
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Mi cabeza daba vueltas mientras Sol, sujeta por mi diestra por la cintura y con su espalda apoyada en mi pecho hablaba quitando hierro al asunto de su herida.
No me conocía, no tan bien como creía, pues aunque ella pretendiera demostrar lo contrarío sabia que daba su vida por perdida, su única intención era proteger la mía y este viaje era peligroso, lo que implicaba que para ella mantenerse en pie necesitaba un aliciente, uno que sin duda pronto le daría.
Ladeé la sonrisa besando su cuello, recorriendo con mis labios su mandíbula dejando un par de mordiscos lascivos en el intento.
-Me harás el amor muchas veces -aseguré antes de sentir la tierra vibrar bajo los cascos de los caballos.
Viré sacando mi espada, al parecer la mitológica arma que llevábamos era de vital importancia para nuestros perseguidores, una lastima, pues jamas la conseguirían mientras la vida de Sol dependiera del mango de la mima.
Espoleé al caballo que emprendió veloz carrera hacía los enemigos, los Cannif nunca huíamos, yo era un guerrero y nunca olvidaría quien era ese que me había criado, pues aunque su sangre no corriera por mis venas, había aprendido de su honor, de su valor y de su tenacidad, ninguna de esas características eran para mi desconocidas, Höor era un buen hombre, un buen padre, quizás no conmigo, peor entendía que hizo lo que pudo, otro me hubiera dado muerte, yo era un insulto para él.
Mi bastarda silbó al viento al ser desenvainada y pronto los enemigos cayeron mordiendo el polvo, muchos de ellos con los miembros cercenados.
Voraz mi ataque hizo huir a unos cuantos y con calma viré de nuevo el caballo hacía la playa donde nos esperaba el navío que pondría rumbo a Grecia.
-Sol -la llamé con una sonrisa traviesa -me dejas tu mano.
Infeliz la morena me hubiera dado su mano, porque no su mano que pronto enlacé con la mía y sin mediar mas palabra una daga se interpuso entre ambas y con ella sajé la piel de ambos dejando que las heridas gemelas se encontraran.
-Sangre a la sangre, uno con este gesto nuestras lineas de vida.
Pude ver su desconcierto y un “no” que salió de sus labios apagado, lastimero, pero estaba hecho, esa mañana no solo fui a por los pasajes del barco, si no a por el aliciente necesario para que Sol entendiera que si ella se marchaba al valhalla no lo haría sola, así que mas le valía luchar por nuestras vidas.
ensanché la sonrisa.
-no tiene solución -aseguré por si creía que podría deshacer el conjuro -empieza bien la aventura -dije con una divertida sonrisa.
No me conocía, no tan bien como creía, pues aunque ella pretendiera demostrar lo contrarío sabia que daba su vida por perdida, su única intención era proteger la mía y este viaje era peligroso, lo que implicaba que para ella mantenerse en pie necesitaba un aliciente, uno que sin duda pronto le daría.
Ladeé la sonrisa besando su cuello, recorriendo con mis labios su mandíbula dejando un par de mordiscos lascivos en el intento.
-Me harás el amor muchas veces -aseguré antes de sentir la tierra vibrar bajo los cascos de los caballos.
Viré sacando mi espada, al parecer la mitológica arma que llevábamos era de vital importancia para nuestros perseguidores, una lastima, pues jamas la conseguirían mientras la vida de Sol dependiera del mango de la mima.
Espoleé al caballo que emprendió veloz carrera hacía los enemigos, los Cannif nunca huíamos, yo era un guerrero y nunca olvidaría quien era ese que me había criado, pues aunque su sangre no corriera por mis venas, había aprendido de su honor, de su valor y de su tenacidad, ninguna de esas características eran para mi desconocidas, Höor era un buen hombre, un buen padre, quizás no conmigo, peor entendía que hizo lo que pudo, otro me hubiera dado muerte, yo era un insulto para él.
Mi bastarda silbó al viento al ser desenvainada y pronto los enemigos cayeron mordiendo el polvo, muchos de ellos con los miembros cercenados.
Voraz mi ataque hizo huir a unos cuantos y con calma viré de nuevo el caballo hacía la playa donde nos esperaba el navío que pondría rumbo a Grecia.
-Sol -la llamé con una sonrisa traviesa -me dejas tu mano.
Infeliz la morena me hubiera dado su mano, porque no su mano que pronto enlacé con la mía y sin mediar mas palabra una daga se interpuso entre ambas y con ella sajé la piel de ambos dejando que las heridas gemelas se encontraran.
-Sangre a la sangre, uno con este gesto nuestras lineas de vida.
Pude ver su desconcierto y un “no” que salió de sus labios apagado, lastimero, pero estaba hecho, esa mañana no solo fui a por los pasajes del barco, si no a por el aliciente necesario para que Sol entendiera que si ella se marchaba al valhalla no lo haría sola, así que mas le valía luchar por nuestras vidas.
ensanché la sonrisa.
-no tiene solución -aseguré por si creía que podría deshacer el conjuro -empieza bien la aventura -dije con una divertida sonrisa.
Drittsekk- Humano Clase Alta
- Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
- Only time:
Verle luchar era un privilegio y vencer una auténtica victoria para sí misma. Él, velaba por ella, una promesa que en silencio le hizo desde que apenas tenían uso de razón. La mirada de Sol, se perdía en cada movimiento, buscando en el último golpe de gracia, las tormentas del guerrero, aquel que amaría por siempre. Las promesas que sin querer, oía de sus labios, prometiéndole más veces enredados, besos en los que se terminarían devorando y descubriendo, aún no se conocían del todo a pesar de haberse criado juntos.
¿Qué provocaba cuando la llamaba? El cosquilleo en el estómago, erizarle la piel y esa sonrisa permanente en el rostro moreno. Contaban con poco tiempo, llegar lo antes posible al lugar de donde provenía la espada y dar con la cura a la herida que imposible sería de curar, menos cerrar para que sanase. El hilo mágico tejido, alargaba la vida de la joven quien se aferró a la mano de su mejor amigo, el amor...y el desamparo. Desamparo al comprobar que selló con un corte ambas sangres, acababa de hacerle un juramento y no uno cualquiera, más que una promesa de amor... le acababa de regalar su propia vida.
Los ojos café de Soleil centellearon, las lagrimas anunciaban su salida. No, no podía haber hecho semejante locura y...si él supiese cuánto lo amó por ese gesto, el corazón le bombeaba tan fuerte y apresurado, incapaz de controlarlo. La mano libre, la dejó apoyada en su mejilla, sin apartar su mirada de él, llamándole loco sin palabras, prometerle algo más que un simple “te quiero”, ambos acababan de sentenciarse y no a morir, si no a luchar. La mano herida del guerrero, la tomó entre sus dedos, la dejó reposar entre sus carnosos labios quienes intentaron curar la herida a besos, impregnando sus bonitos belfos sonrosados.
-Sí la tiene porque vamos a conseguirlo pero eso no quita que seas un loco impulsivo al que...¡yo misma mataría por no pensar las cosas! -murmuró contra sus labios, apoyando ambas frentes pero la verdad, pronto escaparía de los labios rosados de la mulata -Hubiese hecho lo mismo, no lo dudes nunca, mil veces daría mi vida por salvar aunque fuese una vez la tuya. Y será...mejor que zarpemos, el viaje será largo. La aventura comienza, acabarla contigo es el mayor de los privilegios ¿fue una promesa eso de que te haré el amor muchas veces? No te lo creas tanto. -rió presa del nerviosismo, su cabeza no paraba de darle vueltas, acababa de firmar su sentencia de muerte y sin embargo, allí estaba, muy seguro de sí mismo y no arrepentirse de ello, no lo haría -Amar a un loco no es fácil
No pudo callarlo, prendada por el gesto, acababa de darle ese soplo de vida que necesitaba ella, más que encontrar el lugar y aquel que forjó la espada. El puerto no quedaba lejos, el caballo no les haría falta en cubierta, ya en tierra se harían con uno. A saber cuántas monedas le darían por éste, tras regatear y conseguir un pequeño saco lleno de monedas, se dirigieron al navío dónde les llevaría al lugar en cuestión. Soleil no le había soltado de la mano.
-Apenas tardaríamos un par de días, en un barco y con la espada, al final tendré celos que duermas con ella abrazado -bromeó con una sonrisa, la mano libre acarició la cintura ajena, buscando el mango de la espada -No puede haber nadie que custodie mejor un tesoro como ese, es una muerte segura pero...¿quién mejor que tú para mirar a los ojos a la muerte una vez más? Y volverás a vencerla. Y ya basta de tanto piropo, ...cuando me hirieron, pensaste que no me despertaría, te sentí tan mío, te siento tan mío que me da miedo perderte -con preocupación, buscó sus ojos y se perdió en ellos una vez más.
La espada sería la perdición, un tesoro al mejor postor pero ésta...ya eligió a su dueño, él mejor que nadie para llevar un arma forjada por los dioses. El camino no sería fácil, se tendrán que enfrentar a muchos peligros pero ¿Acaso hasta hoy no lo hicieron? no se fiaba de nadie, el barco navegaba con más pasajeros y el peligro, la muerte les pisaba en los talones.
-No podemos levantar sospechas, sólo ...serán un par de días y sé que no dudarás en matar a quién sea con tus propias manos pero piensa...piensa antes de actuar aunque sea imposible. Sé que nos siguen, no han sido los únicos pero... ten presente que voy a luchar contigo, soy tu espada y tú mi escudo
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
-Amar a un loco no es fácil, pero aun menos lo es amar a un muerto -apunté ladeando la sonrisa mientras la atraía de la cintura perdiéndome en sus labios, paladeando aquellos caminos ya explorados, sintiendo como nuestros cuerpos se buscaban necesitados.
Mi acto podía ser el de un loco o el de un hombre enamorado, pero fuere lo que fuere la cosa es que no quería vivir sin ella.
Embarcamos con los pasajes, el capitán en proa saludaba a los pasajeros dándole las gracias por elegirlos y deseándoles un buen pasaje. Ambos nos reímos mientras bajábamos las escaleras llave en mano y como dos jóvenes enamorados acabamos sucumbiendo al deseo entre caricias mientras arrugaba mi camisa con sus dedos y nuestras bocas se encontraban entre lamidas y mordidas.
Hicimos el amor cumpliendo así su promesa y mas relajados y por que no decirlo hambrientos fuimos al gran salón para alimentarnos.
En ningún momento me despegué de esa arma que era para ella de vital importancia, bueno y también para mi ahora.
Nos sentamos en una de las mesas cercanas a un ojo de buey que nos daba unas grandes vistas de madre mar.
Pedimos una botella de vino blanco para acompañar el pescado que nos habían servido y mientras tanto fuimos hablando de todo y de nada mientras simplemente bebíamos y nos reíamos
Necesitaba un poco de paz, dejar atrás otros momentos peliagudos que habíamos vividos, ahora que su vida y la mía estaba en juego ambos apreciábamos mas cada momento juntos, así que nos limitamos a pasar de puntillas por los temas comprometidos, como cuando me negó lo de casarnos o mis encuentros con otras féminas y nos limitamos a contarnos recuerdos de infancia o como no cuando me traía esos panecillos tan deliciosos.
Teníamos una vida juntos, una que no se borraba de un plumazo, así que íbamos a superar esto juntos porque en mis planes no estaba ni perderla ni irme al Valhalla sin ser ese hombre que quería ser.
-¿quieres que subamos a cubierta? -le pregunté con una picara sonrisa
El firmamento aquel día se podía apreciar bien y desde alta mar las vistas serian perfectas.
Era el ultimo instante de paz que tendríamos pues en Grecia tendríamos que apretar los dientes y luchar.
Mi acto podía ser el de un loco o el de un hombre enamorado, pero fuere lo que fuere la cosa es que no quería vivir sin ella.
Embarcamos con los pasajes, el capitán en proa saludaba a los pasajeros dándole las gracias por elegirlos y deseándoles un buen pasaje. Ambos nos reímos mientras bajábamos las escaleras llave en mano y como dos jóvenes enamorados acabamos sucumbiendo al deseo entre caricias mientras arrugaba mi camisa con sus dedos y nuestras bocas se encontraban entre lamidas y mordidas.
Hicimos el amor cumpliendo así su promesa y mas relajados y por que no decirlo hambrientos fuimos al gran salón para alimentarnos.
En ningún momento me despegué de esa arma que era para ella de vital importancia, bueno y también para mi ahora.
Nos sentamos en una de las mesas cercanas a un ojo de buey que nos daba unas grandes vistas de madre mar.
Pedimos una botella de vino blanco para acompañar el pescado que nos habían servido y mientras tanto fuimos hablando de todo y de nada mientras simplemente bebíamos y nos reíamos
Necesitaba un poco de paz, dejar atrás otros momentos peliagudos que habíamos vividos, ahora que su vida y la mía estaba en juego ambos apreciábamos mas cada momento juntos, así que nos limitamos a pasar de puntillas por los temas comprometidos, como cuando me negó lo de casarnos o mis encuentros con otras féminas y nos limitamos a contarnos recuerdos de infancia o como no cuando me traía esos panecillos tan deliciosos.
Teníamos una vida juntos, una que no se borraba de un plumazo, así que íbamos a superar esto juntos porque en mis planes no estaba ni perderla ni irme al Valhalla sin ser ese hombre que quería ser.
-¿quieres que subamos a cubierta? -le pregunté con una picara sonrisa
El firmamento aquel día se podía apreciar bien y desde alta mar las vistas serian perfectas.
Era el ultimo instante de paz que tendríamos pues en Grecia tendríamos que apretar los dientes y luchar.
Drittsekk- Humano Clase Alta
- Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
“Mon guerrier, mon amour...”
Sol siempre cumplió sus promesas, menos una. Una que se hizo a sí misma cuando se dio cuenta con la que ya todos contaban, estaba enamorada del joven bastardo Drittsekk. Él no fue aceptado ni querido al principio, sólo por su madre materna y sus hermanas, pero a la larga... había encontrado su lugar en el amado norte que les vio crecer juntos. No podría cumplir la promesa de olvidarle porque a él en pensamiento, le prometió no dejarle marchar, no dejar de amarle ni un sólo segundo aunque eligiese otro camino, persona o abandonase este mundo.
Él era y sería su sol, su único sol. Acababan de forjar algo mucho más intenso e importante que el amor, ser una pareja que va a emprender una nueva vida...con el sólo hecho de haberse herido con la misma arma que condenó a la joven...el sello entre los dos no podría deshacerlo absolutamente nadie. La espada se interponía entre los dos de un modo que ninguno llegó a imaginar, aquella noche en la que bailaron en la taberna, entre risas...justo como en ese instante, con sólo una mirada, Soleil le mostraba a Dritt la evidencia de sus sentimientos, reforzando a cada segundo la promesa de que no soltaría su mano y lucharía hasta el final.
Los pasos raudos y torpes, se entrelazaban en el camino. Sol le buscó las cosquillas, perdida en la imagen de su sonrisa y esa risa que le perdía por completo. Rió al dejarlo entre su cuerpo y el borde de la madera de la cubierta. El mar de fondo, él muerto de risa, cada segundo contaba pero ¿acaso ese momento volvería a repetirse? No. Lo sintió suyo, como nunca antes y no iba a atormentarse, alejarse cuando deseaba tanto mostrarle a cada segundo, cuánto se arrepentía de haberlo dejado marchar pero de no ser así, no se encontrarían en un barco que los llevaría a la salvación, conocer realmente lo que sentían por el otro, una lucha épica en donde los dos eran los protagonistas...pronto, habría intrusos en su camino...uno que no sería tan fácil como creían.
-Eres aún más horrible cuando te ríes como una hiena -rió muy cerca de su rostro, no podía sentirse aún más dichosa con el simple hecho de viajar a su lado -Sé que cuando lleguemos a Grecia...no tendremos ni un sólo segundo para parpadear. Hicieron un buen trabajo, la herida se mantiene cerrada, sin cambios...aunque por las noches siento como si la piel ardiese..pero no le echo la culpa a la espada, es culpa tuya -lo despeinó, tirando de un mechón de su flequillo, acercándolo a su rostro y esquivar su boca para dejar un beso en el mechón escogido, un gesto muy dulce al que se unió la mano libre buscando acariciar bajo la ropa, delineando con la yema de sus dedos cada músculo, mordiéndose el labio inferior por las sensaciones.
-No cambiaría este momento por nada. Bueno...por prepararte un buen desayuno, lucharemos hasta encontrar al dueño de la espada, seguiremos el camino y en cuanto te deje medio muerto en la cama tras una noche en la que no dormirás. Mis panecillos te despertarán con su olor. -ninguno fue consciente de que desde un punto del barco los observaban, la espada que aguardaba el joven contaba con demasiados pretendientes.
Los ojos de Soleil no se apartaban de aquel que sería siempre su amor verdadero, su compañero de juegos y aventuras. No lo vio venir, alguien se acercaba raudo a ellos , dispuesto a llevarse la espada costase lo que costase. Un hombre alto y corpulento, seguido de una mujer pelirroja que no apartaba la mirada de ambos. La risa de la joven se mezcló con el aliento cálido del guerrero, apenas le dio tiempo de reaccionar cuando se lo arrebataron de los brazos, otra vez.
La roca, lo tomó del cuello con fuerza, Sol corría tras el hombre que portaba al guerrero, ¿quién era y por qué?. Las personas en cubierta se apartaron al apreciar el ataque, dejó escapar un grito cuado Dritt sin más, fue lanzado al mar, tan sólo fue un ademán pues sólo consiguieron llevarlo al borde y cayese por sí mismo, la espada se negaba a despegarse de él, brillaba como la misma luz del sol y la roca, se había marcado la palma al tomar el mango.
-¡DRITT! -Sol corrió hasta ofrecerle la ayuda, ofreciéndole su mano, el hombre no desistió, apartó a Sol pero ella se negó, aferrando la mano de quien se enfrentaba una vez más a la muerte. La mujer pelirroja observaba la escena, esperando actuar de ser necesario. Esperaba.
Sol siempre cumplió sus promesas, menos una. Una que se hizo a sí misma cuando se dio cuenta con la que ya todos contaban, estaba enamorada del joven bastardo Drittsekk. Él no fue aceptado ni querido al principio, sólo por su madre materna y sus hermanas, pero a la larga... había encontrado su lugar en el amado norte que les vio crecer juntos. No podría cumplir la promesa de olvidarle porque a él en pensamiento, le prometió no dejarle marchar, no dejar de amarle ni un sólo segundo aunque eligiese otro camino, persona o abandonase este mundo.
Él era y sería su sol, su único sol. Acababan de forjar algo mucho más intenso e importante que el amor, ser una pareja que va a emprender una nueva vida...con el sólo hecho de haberse herido con la misma arma que condenó a la joven...el sello entre los dos no podría deshacerlo absolutamente nadie. La espada se interponía entre los dos de un modo que ninguno llegó a imaginar, aquella noche en la que bailaron en la taberna, entre risas...justo como en ese instante, con sólo una mirada, Soleil le mostraba a Dritt la evidencia de sus sentimientos, reforzando a cada segundo la promesa de que no soltaría su mano y lucharía hasta el final.
Los pasos raudos y torpes, se entrelazaban en el camino. Sol le buscó las cosquillas, perdida en la imagen de su sonrisa y esa risa que le perdía por completo. Rió al dejarlo entre su cuerpo y el borde de la madera de la cubierta. El mar de fondo, él muerto de risa, cada segundo contaba pero ¿acaso ese momento volvería a repetirse? No. Lo sintió suyo, como nunca antes y no iba a atormentarse, alejarse cuando deseaba tanto mostrarle a cada segundo, cuánto se arrepentía de haberlo dejado marchar pero de no ser así, no se encontrarían en un barco que los llevaría a la salvación, conocer realmente lo que sentían por el otro, una lucha épica en donde los dos eran los protagonistas...pronto, habría intrusos en su camino...uno que no sería tan fácil como creían.
-Eres aún más horrible cuando te ríes como una hiena -rió muy cerca de su rostro, no podía sentirse aún más dichosa con el simple hecho de viajar a su lado -Sé que cuando lleguemos a Grecia...no tendremos ni un sólo segundo para parpadear. Hicieron un buen trabajo, la herida se mantiene cerrada, sin cambios...aunque por las noches siento como si la piel ardiese..pero no le echo la culpa a la espada, es culpa tuya -lo despeinó, tirando de un mechón de su flequillo, acercándolo a su rostro y esquivar su boca para dejar un beso en el mechón escogido, un gesto muy dulce al que se unió la mano libre buscando acariciar bajo la ropa, delineando con la yema de sus dedos cada músculo, mordiéndose el labio inferior por las sensaciones.
-No cambiaría este momento por nada. Bueno...por prepararte un buen desayuno, lucharemos hasta encontrar al dueño de la espada, seguiremos el camino y en cuanto te deje medio muerto en la cama tras una noche en la que no dormirás. Mis panecillos te despertarán con su olor. -ninguno fue consciente de que desde un punto del barco los observaban, la espada que aguardaba el joven contaba con demasiados pretendientes.
Los ojos de Soleil no se apartaban de aquel que sería siempre su amor verdadero, su compañero de juegos y aventuras. No lo vio venir, alguien se acercaba raudo a ellos , dispuesto a llevarse la espada costase lo que costase. Un hombre alto y corpulento, seguido de una mujer pelirroja que no apartaba la mirada de ambos. La risa de la joven se mezcló con el aliento cálido del guerrero, apenas le dio tiempo de reaccionar cuando se lo arrebataron de los brazos, otra vez.
La roca, lo tomó del cuello con fuerza, Sol corría tras el hombre que portaba al guerrero, ¿quién era y por qué?. Las personas en cubierta se apartaron al apreciar el ataque, dejó escapar un grito cuado Dritt sin más, fue lanzado al mar, tan sólo fue un ademán pues sólo consiguieron llevarlo al borde y cayese por sí mismo, la espada se negaba a despegarse de él, brillaba como la misma luz del sol y la roca, se había marcado la palma al tomar el mango.
-¡DRITT! -Sol corrió hasta ofrecerle la ayuda, ofreciéndole su mano, el hombre no desistió, apartó a Sol pero ella se negó, aferrando la mano de quien se enfrentaba una vez más a la muerte. La mujer pelirroja observaba la escena, esperando actuar de ser necesario. Esperaba.
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
La noche estaba clara, las estrellas brillaban en lo alto del cielo mientras nosotros, bajo su manto bromeábamos besandonos, molestándonos, con cierto deje de diversión porque ahora, la señorita solo pensaba en asegurar que todo lo que había pasado era culpa mía.
-¿por ser tan guapo? -pregunté mordiendo su labio inferior mientras ella me empujaba del pecho para volver a tomar distancia riéndose y negando con la cabeza.
Iba a volver a acercarme, en ese juego del gato y el ratón que nos traíamos cuando noté como un hombre que bien podía sacarme medio cuerpo me enganchaba por el cuello y sin pensarlo me lanzó por la borda.
Apreté los dientes mientras mi diestra se enganchaba al cascaron gracias a un saliente y pataleando trataba de ascender para dar caza a la baranda.
La espada brillaba a mi espalda, no parecía decidida a abandonarme en esta causa.
Gruñí al ver a Sol asomarse tendiéndome la mano.
-¡Vete! -ordené
¿De que iba a servir este viaje a Grecia si moría a manos de la roca? Mi empeño era salvar su vida y ahora la de ambos estaba unida.
Aullé dando un nuevo arranque hasta que mis dedos se afianzaron a metal.
El gigante había hecho a un lado a Sol, aprovechando su distracción me dí un nuevo impulso saltando de nuevo hasta el barco y sin pensarlo salté a lomos del demonio apretando con mi brazo alrededor del cuello.
Como una boa hace con su victima no cesé en apretar con saña mientras este lanzaba sus brazos hacia atrás para atraparme.
Mis piernas se enroscaron a su cintura para afianzarme mejor mientras la roca buscaba una pared para golpearse la espalda, mejor dicho a mi y sacarseme de encima.
Sol desde el suelo me miraba aturdida por el golpe recibido.
-Sol, corre -rugí. La molé calló de rodillas al suelo, no entraba aire a sus pulmones, las fuerzas se le agotaban y daba bocanadas de aire incapaz de articular ya movimientos.
Una mujer de pelo rojo observaba todo, si era una hechicera, necesitaba Sol a salvo para poder encargarme de ella.
-¿por ser tan guapo? -pregunté mordiendo su labio inferior mientras ella me empujaba del pecho para volver a tomar distancia riéndose y negando con la cabeza.
Iba a volver a acercarme, en ese juego del gato y el ratón que nos traíamos cuando noté como un hombre que bien podía sacarme medio cuerpo me enganchaba por el cuello y sin pensarlo me lanzó por la borda.
Apreté los dientes mientras mi diestra se enganchaba al cascaron gracias a un saliente y pataleando trataba de ascender para dar caza a la baranda.
La espada brillaba a mi espalda, no parecía decidida a abandonarme en esta causa.
Gruñí al ver a Sol asomarse tendiéndome la mano.
-¡Vete! -ordené
¿De que iba a servir este viaje a Grecia si moría a manos de la roca? Mi empeño era salvar su vida y ahora la de ambos estaba unida.
Aullé dando un nuevo arranque hasta que mis dedos se afianzaron a metal.
El gigante había hecho a un lado a Sol, aprovechando su distracción me dí un nuevo impulso saltando de nuevo hasta el barco y sin pensarlo salté a lomos del demonio apretando con mi brazo alrededor del cuello.
Como una boa hace con su victima no cesé en apretar con saña mientras este lanzaba sus brazos hacia atrás para atraparme.
Mis piernas se enroscaron a su cintura para afianzarme mejor mientras la roca buscaba una pared para golpearse la espalda, mejor dicho a mi y sacarseme de encima.
Sol desde el suelo me miraba aturdida por el golpe recibido.
-Sol, corre -rugí. La molé calló de rodillas al suelo, no entraba aire a sus pulmones, las fuerzas se le agotaban y daba bocanadas de aire incapaz de articular ya movimientos.
Una mujer de pelo rojo observaba todo, si era una hechicera, necesitaba Sol a salvo para poder encargarme de ella.
Drittsekk- Humano Clase Alta
- Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
No podía dejarle a su suerte, él no lo hizo. Siempre se mantuvo en pie, le demostró su lealtad absoluta y Sol no podía esconderse sin más, esperar después de tanto pasado. Los acontecimientos les llevaron por un camino desconocido, dos individuos los habían estado observando durante el tiempo suficiente para cerciorarse que la espada portada por el guerrero, era la que buscaban. Sin dudas, se la arrebatarían aunque por delante se llevasen vidas, para ellos un sacrificio que no les importaba con tal de conseguir lo ansiado.
La súplica de Drittsekk le hizo dar un respingo, en un tiempo atrás, hubiese explotado en lagrimas sin hacer otra cosa que permanecer estática, presenciarlo todo como una obra de teatro. Esta vez no se quedaría quieta, buscó con la mirada a la otra persona que ansiaba el arma. Sol se sorprendió al ver la tranquilidad con la que observaba la escena, esperando que se deshiciese del guerrero y tomar lo que dictaba como de su propiedad.
-Interesante -murmuró lo suficiente alto como para que los presentes la oyesen, Soleil entrecerró los ojos, negando con la cabeza -La espada te protege, el motivo no logro entenderlo, menos descifrarlo... pero si eres el elegido, me servirás de ayuda - la que fue criada de los Cannif, corrió hasta Drittsekk, fue a tocarlo y en cuanto sus dedos rozaron la piel de su mejilla, todo el cuerpo color caramelo de la joven, vibró...recorriéndole un escalofrío, de algún modo estaban conectados por el pacto de sangre.
-¿Estás bien? Creí...creí que volvía a perderte. ¿Tengo que atarte con una cuerda? -bromeó en medio de la incertidumbre, en los ojos oscuros de la mulata se reflejaba la preocupación, el alivio... la mujer se acercó a ambos, Sol se interpuso entre ambos como un escudo...no era una guerrera, tampoco sobrenatural pero eso no tenía nada que ver cuando el hecho de protegerlo, era el mismo -Tranquila, chiquilla. Si te quisiera muerta, ya serías alimento para los peces del mar -se abrazó a Drittsekk, regalándole besos por su rostro, aferrándose por su cintura y agarrar la espada del cinto con una de sus manos.
-La necesitais y yo también.-la mole gruñó, apartándose de él a regañadientes, cumplía órdenes de la mujer con el cabello color de fuego. Regresó tras la pelirroja, si la espada ejercía su magia en protegerlos, ni la mole ni la magia podían hacer prácticamente nada..No sé quiénes sois y tampoco me importa, la espada te obedece..te propongo un trato -sonrió, no se fiarían pero tampoco tenían algo más fiable -Os llevaré hasta el lugar en cuestión a cambio de...una parte de la espada, será suficiente. -exigía y Soleil negó con la cabeza, los acababa de atacar ¿cómo iban a aceptar sin más?.
-Casi lo matas y ...¿por qué nos deberíamos fiar de ti? -clavó sus orbes oscuras en Drittsekk, estaba claro que las dudas y el miedo no la dejaban pensar con claridad -No tenemos tiempo, es cierto pero ¿qué no te hace pensar que nos lleva a una muerte segura para quedarse con la espada? No sé qué ha ocurrido, ni porque dice que te protege cuando ¿lo ha hecho? No entiendo nada y... ya estamos en un punto delicado como para seguir jugando con fuego. -cuando se ponía nerviosa, hablaba demasiado, era incapaz de razonar y calmarse...el hecho de casi haberlo perdido le afectó y mucho.
-No os queda tiempo. Y yo tengo todo el que vosotros careceis, además de la información. Sólo un trozo de la espada, lo demás...me trae sin cuidado. ¿Qué decís? -Sol, ocultó el rostro en el cuello de su guerrero, suplicando que no lo hiciera aunque no tuviese opción -De igual modo, vamos a una muerta segura a la que combatiremos hasta el último aliento, si vas yo voy, a dónde sea...contigo -fue en ese instante cuando le hizo la promesa, más que jurar amor, lealtad absoluta.
La súplica de Drittsekk le hizo dar un respingo, en un tiempo atrás, hubiese explotado en lagrimas sin hacer otra cosa que permanecer estática, presenciarlo todo como una obra de teatro. Esta vez no se quedaría quieta, buscó con la mirada a la otra persona que ansiaba el arma. Sol se sorprendió al ver la tranquilidad con la que observaba la escena, esperando que se deshiciese del guerrero y tomar lo que dictaba como de su propiedad.
-Interesante -murmuró lo suficiente alto como para que los presentes la oyesen, Soleil entrecerró los ojos, negando con la cabeza -La espada te protege, el motivo no logro entenderlo, menos descifrarlo... pero si eres el elegido, me servirás de ayuda - la que fue criada de los Cannif, corrió hasta Drittsekk, fue a tocarlo y en cuanto sus dedos rozaron la piel de su mejilla, todo el cuerpo color caramelo de la joven, vibró...recorriéndole un escalofrío, de algún modo estaban conectados por el pacto de sangre.
-¿Estás bien? Creí...creí que volvía a perderte. ¿Tengo que atarte con una cuerda? -bromeó en medio de la incertidumbre, en los ojos oscuros de la mulata se reflejaba la preocupación, el alivio... la mujer se acercó a ambos, Sol se interpuso entre ambos como un escudo...no era una guerrera, tampoco sobrenatural pero eso no tenía nada que ver cuando el hecho de protegerlo, era el mismo -Tranquila, chiquilla. Si te quisiera muerta, ya serías alimento para los peces del mar -se abrazó a Drittsekk, regalándole besos por su rostro, aferrándose por su cintura y agarrar la espada del cinto con una de sus manos.
-La necesitais y yo también.-la mole gruñó, apartándose de él a regañadientes, cumplía órdenes de la mujer con el cabello color de fuego. Regresó tras la pelirroja, si la espada ejercía su magia en protegerlos, ni la mole ni la magia podían hacer prácticamente nada..No sé quiénes sois y tampoco me importa, la espada te obedece..te propongo un trato -sonrió, no se fiarían pero tampoco tenían algo más fiable -Os llevaré hasta el lugar en cuestión a cambio de...una parte de la espada, será suficiente. -exigía y Soleil negó con la cabeza, los acababa de atacar ¿cómo iban a aceptar sin más?.
-Casi lo matas y ...¿por qué nos deberíamos fiar de ti? -clavó sus orbes oscuras en Drittsekk, estaba claro que las dudas y el miedo no la dejaban pensar con claridad -No tenemos tiempo, es cierto pero ¿qué no te hace pensar que nos lleva a una muerte segura para quedarse con la espada? No sé qué ha ocurrido, ni porque dice que te protege cuando ¿lo ha hecho? No entiendo nada y... ya estamos en un punto delicado como para seguir jugando con fuego. -cuando se ponía nerviosa, hablaba demasiado, era incapaz de razonar y calmarse...el hecho de casi haberlo perdido le afectó y mucho.
-No os queda tiempo. Y yo tengo todo el que vosotros careceis, además de la información. Sólo un trozo de la espada, lo demás...me trae sin cuidado. ¿Qué decís? -Sol, ocultó el rostro en el cuello de su guerrero, suplicando que no lo hiciera aunque no tuviese opción -De igual modo, vamos a una muerta segura a la que combatiremos hasta el último aliento, si vas yo voy, a dónde sea...contigo -fue en ese instante cuando le hizo la promesa, más que jurar amor, lealtad absoluta.
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Observé aquella obra teatral con Sol entre mis brazos, descargaba una retaila de besos en mi cuello, labios que susurraban que había estado preocupada como si a estas alturas no entendiera que así era la vida del guerrero.
Me mantuve en pie, inmóvil, con mi miada fija en la de la vieja que hablaba sobre lo que creía un trato justo y que bien sabía no lo sería pues llegado el momento me traicionaría.
Ladeé la sonrisa escuchando las palabras de sol antes de hacerla a un lado colocandola tras de mi cuerpo.
-Así que solo un pedazo de espada ¿cierto? ¿de una espada que parece serme mas fiel que tus palabras confusas.
Aun desconocía como funcionaba tal arma, mas algo me decía que lo descubriría.
-Un pedazo a cambio de que me marques el camino para salvarla ¿te bastara acaso con dicho pedazo?
A la vieja no parecían gustarle mis suspicacias, menos que me acercara a ella por eso la mole se interpuso entre medias tratando de evitar que me moviera.
-Un pedazo ¿cierto? -pregunté mostrandole aquel arma quebrada con mis manos..pero..y si.
Cerré los ojos uniendo las dos mitades, notaba la fuerza del arma, un resplandor azulado vibró entre mis manos, no estaba completa, mas como si así fuera se unió y creció imitando el acero que faltaba .
Ladeé la sonrisa cuando mi pelo se elevó fruto de una corriente eléctrica, y sin mediar mas palabras de un giro de muñeca sajé la cabeza de la mola antes de que alcanzara a decir una palabra.
-No, la respuesta es no vieja -respondí clavando en ella mis pardos mientras la sangre de su acompañante teñía sus zapatos.
Si algo había aprendido de esta guerra contra Randulf, si en algo podía parecerme al que era mi padre Höor Cannif es que no se negociaba con delincuentes, que el camino correcto no siempre era el mas fácil y que los atajos en ocasiones solo son eso, laberintos sin salida.
-Mi respuesta es no -rugí hundiendo el filo en el pecho de la vieja que se convirtió en mil cuervos que elevaron el vuelo entre graznidos.
-Lo conseguiremos Sol -aseguré buscándola -juntos
Me mantuve en pie, inmóvil, con mi miada fija en la de la vieja que hablaba sobre lo que creía un trato justo y que bien sabía no lo sería pues llegado el momento me traicionaría.
Ladeé la sonrisa escuchando las palabras de sol antes de hacerla a un lado colocandola tras de mi cuerpo.
-Así que solo un pedazo de espada ¿cierto? ¿de una espada que parece serme mas fiel que tus palabras confusas.
Aun desconocía como funcionaba tal arma, mas algo me decía que lo descubriría.
-Un pedazo a cambio de que me marques el camino para salvarla ¿te bastara acaso con dicho pedazo?
A la vieja no parecían gustarle mis suspicacias, menos que me acercara a ella por eso la mole se interpuso entre medias tratando de evitar que me moviera.
-Un pedazo ¿cierto? -pregunté mostrandole aquel arma quebrada con mis manos..pero..y si.
Cerré los ojos uniendo las dos mitades, notaba la fuerza del arma, un resplandor azulado vibró entre mis manos, no estaba completa, mas como si así fuera se unió y creció imitando el acero que faltaba .
Ladeé la sonrisa cuando mi pelo se elevó fruto de una corriente eléctrica, y sin mediar mas palabras de un giro de muñeca sajé la cabeza de la mola antes de que alcanzara a decir una palabra.
-No, la respuesta es no vieja -respondí clavando en ella mis pardos mientras la sangre de su acompañante teñía sus zapatos.
Si algo había aprendido de esta guerra contra Randulf, si en algo podía parecerme al que era mi padre Höor Cannif es que no se negociaba con delincuentes, que el camino correcto no siempre era el mas fácil y que los atajos en ocasiones solo son eso, laberintos sin salida.
-Mi respuesta es no -rugí hundiendo el filo en el pecho de la vieja que se convirtió en mil cuervos que elevaron el vuelo entre graznidos.
-Lo conseguiremos Sol -aseguré buscándola -juntos
Drittsekk- Humano Clase Alta
- Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Se aferró a la ropa del guerrero con ambas manos, hundiendo su rostro en su pecho. El revuelo que esa mujer había ocasionado la confundió y entre los brazos de Drittsekk, tembló como una niña asustada, una niña que no entendía nada. Buscó su mirada y al encontrarla, se fundió en un abrazo infinito. Las yemas de la joven acariciaron su cuello con mimo, sus labios volvían a regalar besos en su cuello y mejillas, estaba a salvo y eso...a ella le daba vida. Asintió a sus palabras, lo conseguirían, estaba segura , ya casi podían tocar la victoria con los dedos aunque el viaje no fuese fácil.
Tomó la mano libre, sin espada, deleitándose en averiguar si tenía alguna herida. Un tajo en la palma del que ni él se había enterado, sangraba y no parecía dejar de hacerlo, necesitaba cuidados. No dudó en rasgar de su ropa para usarlo como venda, siseando para que le dejase hacer, si perdía sangre y no cuidaba las heridas tendrían un problema mayor. Nerviosa pero con una sonrisa dibujada en su rostro, Sol sonrió dejando un dulce beso en la palma, sin mirar atrás...intentar olvidar lo que acababa de ocurrir pero...había algo más.
-Brillabas, parecías una estrella y entonces vi al guerrero en todo su esplendor, fuerte y esplendoroso, hermoso. -la mirada parda se iluminaba al describirlo, una vez más desafió a la muerte a los ojos y venció -No es una simple espada, eso ya lo sabíamos pero es como si...te hubiese elegido, fueses digno dueño y lo eres. Creo que primero deberíamos saber qué es y porqué tú, aunque lo segundo es evidente -rió separándose de él un tanto, asegurándose de que se encontraba bien.
Se divisaba tierra, apenas acababa de amanecer, no pudo pegar ojo con tantas emociones. En cuanto llegaron a tierra y bajaron a puerto, Soleil miró a todas partes, aparte de París no visitó ningún lugar más y siempre le hacía sentir insegura e incómoda, en lugar alejados del norte. No sabía por dónde buscar, cómo preguntar algo tan delicado, no sería fácil y el tiempo apremiaba en contra de ambos.
-La mujer dijo que nos marcaría el camino pero...y si ¿y si quería eso mismo? La espada, si brilló en tu ayuda...reconocerá sus orígenes, nos guiará en nuestros pasos -esperó a que desenfundase, era preciosa pero letal. El símbolo centelleó al colocarla entre ambos, podía funcionar pero...cómo -Creo que tú eres la clave. La espada te eligió por una razón, pregúntale tú mismo, ella nos sabrá guiar
unos ojos ambarinos les observaban no muy lejos, los cuervos volvían a volar sobre sus cabezas.,
Tomó la mano libre, sin espada, deleitándose en averiguar si tenía alguna herida. Un tajo en la palma del que ni él se había enterado, sangraba y no parecía dejar de hacerlo, necesitaba cuidados. No dudó en rasgar de su ropa para usarlo como venda, siseando para que le dejase hacer, si perdía sangre y no cuidaba las heridas tendrían un problema mayor. Nerviosa pero con una sonrisa dibujada en su rostro, Sol sonrió dejando un dulce beso en la palma, sin mirar atrás...intentar olvidar lo que acababa de ocurrir pero...había algo más.
-Brillabas, parecías una estrella y entonces vi al guerrero en todo su esplendor, fuerte y esplendoroso, hermoso. -la mirada parda se iluminaba al describirlo, una vez más desafió a la muerte a los ojos y venció -No es una simple espada, eso ya lo sabíamos pero es como si...te hubiese elegido, fueses digno dueño y lo eres. Creo que primero deberíamos saber qué es y porqué tú, aunque lo segundo es evidente -rió separándose de él un tanto, asegurándose de que se encontraba bien.
Se divisaba tierra, apenas acababa de amanecer, no pudo pegar ojo con tantas emociones. En cuanto llegaron a tierra y bajaron a puerto, Soleil miró a todas partes, aparte de París no visitó ningún lugar más y siempre le hacía sentir insegura e incómoda, en lugar alejados del norte. No sabía por dónde buscar, cómo preguntar algo tan delicado, no sería fácil y el tiempo apremiaba en contra de ambos.
-La mujer dijo que nos marcaría el camino pero...y si ¿y si quería eso mismo? La espada, si brilló en tu ayuda...reconocerá sus orígenes, nos guiará en nuestros pasos -esperó a que desenfundase, era preciosa pero letal. El símbolo centelleó al colocarla entre ambos, podía funcionar pero...cómo -Creo que tú eres la clave. La espada te eligió por una razón, pregúntale tú mismo, ella nos sabrá guiar
unos ojos ambarinos les observaban no muy lejos, los cuervos volvían a volar sobre sus cabezas.,
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Desembarcamos en la inmensa Grecia, aquel lugar se encontraba en una revolución complicada de comprender contra el imperio otomano
Nuestro destino seria Atenas, era la capital, se decía que allí se fundó una organización secreta llamada Filikí Etería —en griego: Sociedad de Amigos—, cuya finalidad era la independencia de Grecia.
Sol estaba nerviosa, lo entendía, ella confiaba en que mi espada nos guiara a no se bien donde pues no sabia ni por donde empezar para encontrar esa cura que la condenaba.
Surqué su rostro con mis dedos ladeando la sonrisa, no podía demostrarle que estaba perdido, no era tiempo de debilidades, si no de fortalezas y ante ella así me mantendría aunque todo me olía a derrota.
Traté de pensar que demonios haría mi padre, él nunca se rendía, daba igual si tenía que enfrentar a Hela, a la muerte o a los titanes.
-Vamos a encontrar el modo de llegar a donde quiera que necesitemos llegar -dije ladeando la sonrisa como si esto fuera un mero trabalenguas.
Miré de soslayo a la espadita de los huevos que no brillaba precisamente a mis espaldas.
-Puta arma, si tienes que decirme algo es el maldito momento de que te vuelvas azul y nos indiques el camino.
Ni puto caso el filo me ignoraba.
Sol se reía por mi conversación infantil con mi arma.
-Juro que no hablo con mi verga -apunté al ver su sonrisa -yo no necesito animarla, siempre la tengo lista para la batalla.
Me dio un empujón para que siguiera caminando, no nos costó demasiado hacernos con unos caballos, habían bastantes cuadras donde vendían ejemplares así que emprendimos a lomos de bayo camino hacia Atenas, no teníamos tiempo pero algo me decía que allí encontraríamos respuestas.
Pasamos noche en un hostal en una de las poblaciones colindantes a nuestro destino, no quedaba demasiado para llegar a la ciudad, así que al día siguiente tras unas horas de seguro llegaríamos.
Nuestro destino seria Atenas, era la capital, se decía que allí se fundó una organización secreta llamada Filikí Etería —en griego: Sociedad de Amigos—, cuya finalidad era la independencia de Grecia.
Sol estaba nerviosa, lo entendía, ella confiaba en que mi espada nos guiara a no se bien donde pues no sabia ni por donde empezar para encontrar esa cura que la condenaba.
Surqué su rostro con mis dedos ladeando la sonrisa, no podía demostrarle que estaba perdido, no era tiempo de debilidades, si no de fortalezas y ante ella así me mantendría aunque todo me olía a derrota.
Traté de pensar que demonios haría mi padre, él nunca se rendía, daba igual si tenía que enfrentar a Hela, a la muerte o a los titanes.
-Vamos a encontrar el modo de llegar a donde quiera que necesitemos llegar -dije ladeando la sonrisa como si esto fuera un mero trabalenguas.
Miré de soslayo a la espadita de los huevos que no brillaba precisamente a mis espaldas.
-Puta arma, si tienes que decirme algo es el maldito momento de que te vuelvas azul y nos indiques el camino.
Ni puto caso el filo me ignoraba.
Sol se reía por mi conversación infantil con mi arma.
-Juro que no hablo con mi verga -apunté al ver su sonrisa -yo no necesito animarla, siempre la tengo lista para la batalla.
Me dio un empujón para que siguiera caminando, no nos costó demasiado hacernos con unos caballos, habían bastantes cuadras donde vendían ejemplares así que emprendimos a lomos de bayo camino hacia Atenas, no teníamos tiempo pero algo me decía que allí encontraríamos respuestas.
Pasamos noche en un hostal en una de las poblaciones colindantes a nuestro destino, no quedaba demasiado para llegar a la ciudad, así que al día siguiente tras unas horas de seguro llegaríamos.
Drittsekk- Humano Clase Alta
- Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Atenas se alzaba ante ellos como cada día, las embarcaciones llegaban a puerto transportando mercancias exportadas, barcos con pescado recién cogido, navíos con personas que como ellos, acababan de pisar tierra después de esos días en la mar. No le convencieron las palabras de Dritt en ese instante, se encontraba tan perdido como ella, era demasiado evidente, lo conocía desde pequeño y podía leer sus miradas, gestos e incluso saberlo por cómo se expresaba en palabras, el lenguaje de su cuerpo para Sol era como un mapa que sólo ella podía descifrar.
-Sé que llegaremos, si estamos aquí es por una razón...tan lejos de nuestro Norte pero ya sabes, siempre lo he dicho, somos de dónde permanecemos y de momento, permanecemos al camino incierto -se echó a reír por su propio trabalenguas, risa que se convirtió en carcajada al oírle hablar a la espada como si fuese una persona más, un viajero que se había unido al viaje...tan inesperado como una eterna incógnita -Hables con tu verga o no...ya sabemos que no tienes control ninguno tanto para una cosa ni para la otra -no pudo evitarlo, la conversación le hizo olvidar todo lo demás.
La herida permanecía hilada sin ningún cambio, o eso creía. Mientras él buscaba una solución al camino que seguir, la joven se alzó la ropa para ver el estado de su herida, desde que se había bajado del barco...sintió algo inexplicable, poco a poco se apagaban... era un hecho pero no un hecho de rendición, ahora es cuando más unidos y más fuertes debían estar.
-Creo que buscamos mal , Dritt. Tu madre siempre me decía que para buscar solución a algo perdido hay que empezar por el principio de todo ¿y qué fue lo que nos llevó aquí? El ataque en la taberna... mi herida -se alzó la ropa, la herida de su costado se tornó amoratada, un moratón violeta que se iba extendiendo en su piel caramelo. Los ojos pardos de Sol, se perdieron una vez más en la decidida mirada de Drittsekk, intentaba guiarlo de alguna forma, fue a hablar cuando la herida comenzó a escocer como si la herida quemase y a fuego tatuasen su piel.
No pudo esconder el dolor, se aferró a las riendas sin poder tan siquiera moverse, esperando a que pasase. Echó hacia atrás la cabeza, recuperando el aire, no sabía que acababa de ocurrir, la herida acababa de sufrir un cambio, escocía, seguía quemando. Se apoyó en él, seguramente se acercó a ver qué le ocurría, a medio camino... un contratiempo inesperado, el tiempo se agotaba.
-Ahora que estamos en el centro de averiguar la verdad... -lo miró a los ojos, sonriéndole como siempre, mirándole como si fuese la primera vez o quizás la última pero seguía en pie, a su lado [color=white]-Nadie podrá negar que eres un guerrero Dritt, la espada lo sabe, creo que brillaba por eso, llámame loca... [/colo]-las palabras enmudecieron cuando un temblor de tierra le obligó a tomar las riendas con fuerza, agachando la cabeza. -¿Qué ocurre? - ella misma se miró la herida, unas letras se dibujaron en su morena piel, no entendía nada y sin querer las leyó en voz alta. “Vivamus et amor certamen” (vive, lucha y ama)
un temblor de tierra le obligó a aferrarse a él, esa sensación extraña como si flotasen, la espada volvía a brillar con intensidad... no, no estaban lejos de dónde procedía pero tampoco muy cerca. Enseguida, miró el tajo que él mismo se hizo para unir ambas sangres y...las mismas palabras grabadas a fuego acababan de dibujar su piel.
-Tenemos que estar cerca...-el temblor persistía, el cielo se nubló de golpe ¿qué ocurría?
-Sé que llegaremos, si estamos aquí es por una razón...tan lejos de nuestro Norte pero ya sabes, siempre lo he dicho, somos de dónde permanecemos y de momento, permanecemos al camino incierto -se echó a reír por su propio trabalenguas, risa que se convirtió en carcajada al oírle hablar a la espada como si fuese una persona más, un viajero que se había unido al viaje...tan inesperado como una eterna incógnita -Hables con tu verga o no...ya sabemos que no tienes control ninguno tanto para una cosa ni para la otra -no pudo evitarlo, la conversación le hizo olvidar todo lo demás.
La herida permanecía hilada sin ningún cambio, o eso creía. Mientras él buscaba una solución al camino que seguir, la joven se alzó la ropa para ver el estado de su herida, desde que se había bajado del barco...sintió algo inexplicable, poco a poco se apagaban... era un hecho pero no un hecho de rendición, ahora es cuando más unidos y más fuertes debían estar.
-Creo que buscamos mal , Dritt. Tu madre siempre me decía que para buscar solución a algo perdido hay que empezar por el principio de todo ¿y qué fue lo que nos llevó aquí? El ataque en la taberna... mi herida -se alzó la ropa, la herida de su costado se tornó amoratada, un moratón violeta que se iba extendiendo en su piel caramelo. Los ojos pardos de Sol, se perdieron una vez más en la decidida mirada de Drittsekk, intentaba guiarlo de alguna forma, fue a hablar cuando la herida comenzó a escocer como si la herida quemase y a fuego tatuasen su piel.
No pudo esconder el dolor, se aferró a las riendas sin poder tan siquiera moverse, esperando a que pasase. Echó hacia atrás la cabeza, recuperando el aire, no sabía que acababa de ocurrir, la herida acababa de sufrir un cambio, escocía, seguía quemando. Se apoyó en él, seguramente se acercó a ver qué le ocurría, a medio camino... un contratiempo inesperado, el tiempo se agotaba.
-Ahora que estamos en el centro de averiguar la verdad... -lo miró a los ojos, sonriéndole como siempre, mirándole como si fuese la primera vez o quizás la última pero seguía en pie, a su lado [color=white]-Nadie podrá negar que eres un guerrero Dritt, la espada lo sabe, creo que brillaba por eso, llámame loca... [/colo]-las palabras enmudecieron cuando un temblor de tierra le obligó a tomar las riendas con fuerza, agachando la cabeza. -¿Qué ocurre? - ella misma se miró la herida, unas letras se dibujaron en su morena piel, no entendía nada y sin querer las leyó en voz alta. “Vivamus et amor certamen” (vive, lucha y ama)
un temblor de tierra le obligó a aferrarse a él, esa sensación extraña como si flotasen, la espada volvía a brillar con intensidad... no, no estaban lejos de dónde procedía pero tampoco muy cerca. Enseguida, miró el tajo que él mismo se hizo para unir ambas sangres y...las mismas palabras grabadas a fuego acababan de dibujar su piel.
-Tenemos que estar cerca...-el temblor persistía, el cielo se nubló de golpe ¿qué ocurría?
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Las letras del vientre se iluminaron, abrí los ojos de forma desmesurada incapaz de comprender que diablos estaba ocurriendo fue entonces cuando lo vi claro, no teníamos que ir a ningún sitio, solo activar las runas, ellas se bastaban para crear una dimensión espacio tiempo que nos trasladaría otro sitio, la pregunta era ¿a donde?
La espada se tornaba azulada, brillaba al compás de aquellas runas druidas y cuando mi diestra que sujetaba la empuñadura se orillo al vientre de Sol sentimos como si una fuerza tirara por completo de nosotros hacia la piedra verde que portaba el arma en el centro del mango ¿que mierdas pasaba?
Oscuridad, ambos giramos en una rueda del tiempo en el que nuestros cuerpos parecían desintegrarse en cada momento hasta que caímos de golpe sobre la tierra agrietada de un paisaje apocaliptico.
Elevé la mirada hasta la única edificación visible, un templo que solo de verlo daba miedo, parecía sujeto por hombres de piedra, enarqué una ceja ladeando la sonrisa ligeramente.
-Bien, algo me dice que deshacernos de esas marcas nos va a costar sangre, y sudor, pinta bine ¿no?
Sol negó con la cabeza al ver mi entusiasmo, para que mentir, los guerreros no llegaban a ser épicos observando la guerra desde lejos, era la batalla lo que te llevaba al Valhalla o te convertía en héroe, cualquiera de ambas opciones me parecían mejor que ser el bastardo del conde.
Emprendimos camino hacía aquel lugar de columnas oscuras y caos a simple vista, desconocía donde nos encontrábamos, pero juraría que esto era ¿el tártaro? ¿el olimpo? O un sitio distinto.
Nos costó un par de días llegar a la base de aquella construcción que si bien de lejos era titanica de cerca te convertía en nada, ladeé la sonrisa complacido por el destino y alcé mi mirada hasta lo que debía ser la entrada.
-¿como se te da esto de escalar?
No había concluido la frase cuando escuché un rugido en lo lato de una de las columnas, fuere lo que fuere no nos daba precisamente la bienvenida.
-Tenemos compañía.
El monstruoso ser tenía tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón o serpiente, que nacía en la cola. Abrió las fauces de dragón y escupió una bocanada de fuego que nos hizo rodar por el suelo.
La espada se tornaba azulada, brillaba al compás de aquellas runas druidas y cuando mi diestra que sujetaba la empuñadura se orillo al vientre de Sol sentimos como si una fuerza tirara por completo de nosotros hacia la piedra verde que portaba el arma en el centro del mango ¿que mierdas pasaba?
Oscuridad, ambos giramos en una rueda del tiempo en el que nuestros cuerpos parecían desintegrarse en cada momento hasta que caímos de golpe sobre la tierra agrietada de un paisaje apocaliptico.
Elevé la mirada hasta la única edificación visible, un templo que solo de verlo daba miedo, parecía sujeto por hombres de piedra, enarqué una ceja ladeando la sonrisa ligeramente.
-Bien, algo me dice que deshacernos de esas marcas nos va a costar sangre, y sudor, pinta bine ¿no?
Sol negó con la cabeza al ver mi entusiasmo, para que mentir, los guerreros no llegaban a ser épicos observando la guerra desde lejos, era la batalla lo que te llevaba al Valhalla o te convertía en héroe, cualquiera de ambas opciones me parecían mejor que ser el bastardo del conde.
Emprendimos camino hacía aquel lugar de columnas oscuras y caos a simple vista, desconocía donde nos encontrábamos, pero juraría que esto era ¿el tártaro? ¿el olimpo? O un sitio distinto.
Nos costó un par de días llegar a la base de aquella construcción que si bien de lejos era titanica de cerca te convertía en nada, ladeé la sonrisa complacido por el destino y alcé mi mirada hasta lo que debía ser la entrada.
-¿como se te da esto de escalar?
No había concluido la frase cuando escuché un rugido en lo lato de una de las columnas, fuere lo que fuere no nos daba precisamente la bienvenida.
-Tenemos compañía.
El monstruoso ser tenía tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón o serpiente, que nacía en la cola. Abrió las fauces de dragón y escupió una bocanada de fuego que nos hizo rodar por el suelo.
Drittsekk- Humano Clase Alta
- Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Una simple disputa les había llevado a tomar ciertas decisiones y caminos que seguramente ni se les había pasado por la cabeza. La herida había cambiado de estado, alrededor del corte se habían formado como pequeñas raíces, en un tono morado oscuro y cuánto dolía, como si esas diminutas raíces estuvieran anidando en su interior, arrasando con todo. Por un momento, temió por él, si habían hecho el pacto de sangre él debería también sufrir esas dolencias pero lo más asombroso era que esa misma espada lo evitaba, Sol lo veía resplandeciente, brillando más que el sol.
-¿Dónde…? -intentó visualizar dónde se encontraban pero nada tenía que ver con el paisaje anterior, un escalofrío recorrió su espalda… lo que acababa de pasar era aún más extraño, acababan de caer de la nada en un lugar alejado de la mano de Odín -Espera, no te muevas -se aferró a él, una mano rodeó su cintura y el otro brazo libre sobre los hombros del guerrero, el traspaso le había debilitado pero se negaba a abandonar, ella misma reanudó el paso, apenas fueron un par.
-Escala y te sigo, estoy bien -murmuró sin perder la vista del camino hacia la salvación, costaría ¿y qué? ¿Acaso no habían arriesgado el uno por el otro en todo este tiempo? Una aventura más, una anécdota que en algún momento de sus vidas reordarían con una sonrisa.-Creo que tendremos que hacer más que escala… -en ningún momento había soltado, como siempre se consideró para él, ser quien a su lado lucharía hasta el final. Un pacto mutuo más allá de la sangre y la convivencia desde niños…ahora debía ser más fuerte que nunca, Soleil asintió con una breve sonrisa , la respiración un tanto entrecortada .-¿Cómo se te da rebanar cabezas, Drit? Elige -bromeaba en medio del caos pero ¿cuándo perdió alguna vez la sonrisa?.
La bocanada de fuego, le hizo cerrar los ojos, aferrándose a él. En la caída, el escudo a la espalda del guerrero salió disparado, Sol gateó por el suelo, aprisa…alzándolo a la par que él la espada. Alzó el escudo, aferrada al cuerpo del guerrero, escalar no iba a ser fácil. El acero forjado en la fortaleza de Akershus, por uno de los mejores herreros. Soleil lanzó una mirada a Drittsekk, asintiendo con la cabeza, si lograban escapar de la vista de ese ser y escalar poco a poco, llegarían.
-La maleza cubre la montaña, si lo despistamos podemos escalar, llegar antes. Tenemos que sincronizarnos ¿qué es eso? Brillas… pareces una luciérnaga -rió, una nueva bocanada de fuego, unos árboles comenzaron a arder, como no se diesen prisa quedarían rodeados, una muerte segura -Vamos. Cada segundo cuenta -tras el escudo alzado, asintió con decisión si la bestia acechaba y los tenía localizados , lo primordial era esconderse de su vista -Creo que juntos seremos un blanco fácil, escalaremos por caminos distintos. Tienes la espada, te protegerá y tomo el escudo. Tranquilo…sabes que te ganaba siempre que trepábamos por cualquier árbol o montaña. Solo una cosa… llega ¿Vale? Aún no es la hora de cenar con los demás en el Valhalla, hasta el final -besó su frente, separándose de él, por la maleza le sería más difícil ser vista.
-¿Dónde…? -intentó visualizar dónde se encontraban pero nada tenía que ver con el paisaje anterior, un escalofrío recorrió su espalda… lo que acababa de pasar era aún más extraño, acababan de caer de la nada en un lugar alejado de la mano de Odín -Espera, no te muevas -se aferró a él, una mano rodeó su cintura y el otro brazo libre sobre los hombros del guerrero, el traspaso le había debilitado pero se negaba a abandonar, ella misma reanudó el paso, apenas fueron un par.
-Escala y te sigo, estoy bien -murmuró sin perder la vista del camino hacia la salvación, costaría ¿y qué? ¿Acaso no habían arriesgado el uno por el otro en todo este tiempo? Una aventura más, una anécdota que en algún momento de sus vidas reordarían con una sonrisa.-Creo que tendremos que hacer más que escala… -en ningún momento había soltado, como siempre se consideró para él, ser quien a su lado lucharía hasta el final. Un pacto mutuo más allá de la sangre y la convivencia desde niños…ahora debía ser más fuerte que nunca, Soleil asintió con una breve sonrisa , la respiración un tanto entrecortada .-¿Cómo se te da rebanar cabezas, Drit? Elige -bromeaba en medio del caos pero ¿cuándo perdió alguna vez la sonrisa?.
La bocanada de fuego, le hizo cerrar los ojos, aferrándose a él. En la caída, el escudo a la espalda del guerrero salió disparado, Sol gateó por el suelo, aprisa…alzándolo a la par que él la espada. Alzó el escudo, aferrada al cuerpo del guerrero, escalar no iba a ser fácil. El acero forjado en la fortaleza de Akershus, por uno de los mejores herreros. Soleil lanzó una mirada a Drittsekk, asintiendo con la cabeza, si lograban escapar de la vista de ese ser y escalar poco a poco, llegarían.
-La maleza cubre la montaña, si lo despistamos podemos escalar, llegar antes. Tenemos que sincronizarnos ¿qué es eso? Brillas… pareces una luciérnaga -rió, una nueva bocanada de fuego, unos árboles comenzaron a arder, como no se diesen prisa quedarían rodeados, una muerte segura -Vamos. Cada segundo cuenta -tras el escudo alzado, asintió con decisión si la bestia acechaba y los tenía localizados , lo primordial era esconderse de su vista -Creo que juntos seremos un blanco fácil, escalaremos por caminos distintos. Tienes la espada, te protegerá y tomo el escudo. Tranquilo…sabes que te ganaba siempre que trepábamos por cualquier árbol o montaña. Solo una cosa… llega ¿Vale? Aún no es la hora de cenar con los demás en el Valhalla, hasta el final -besó su frente, separándose de él, por la maleza le sería más difícil ser vista.
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
La Gorgona no deseaba compañía, aquellos eran sus dominios y nadie debía pisarlos sin más. Esos dos humanos no tenían ni idea de qué estaban haciendo tratando de entrar en su casa, su templo, su refugio donde esperaba que el fluir de los años diera paso a otra era mejor donde las mujeres no estuvieran sometidas a los deseos de los hombres.
Cambió su apariencia para crear esa ilusión de ser un monstruo de tres cabezas y darles la bienvenida con una buena fiesta. Se subió a una de las columnas arrastrando el enorme cuerpo de dragón y sacando fuego y humo por las fauces, aunque era todo una quimera irreal.
— Marcháos de aquí!! no sois bienvenidos.
Se fijó en que el guerrero iba acompañado de una muchachita enclenque, bien podría ser su esclava, eso le hizo hervir la sangre. Sus ojos se tornaron anaranjados mientras se cambiaba de columna esperando la reacción de alguno de los dos. Si no le hacían caso, tendría que adoptar la forma de Medusa y bajar hasta el suelo del templo para mirarlo fijamente a los ojos y convertirlo en piedra.
La sala estaba llena de estas estatuas pero no se veían a simple vista porque las protegía un hechizo de ilusionismo, parecían estar en una gran sala ceremonial vacía.
Cambió su apariencia para crear esa ilusión de ser un monstruo de tres cabezas y darles la bienvenida con una buena fiesta. Se subió a una de las columnas arrastrando el enorme cuerpo de dragón y sacando fuego y humo por las fauces, aunque era todo una quimera irreal.
— Marcháos de aquí!! no sois bienvenidos.
Se fijó en que el guerrero iba acompañado de una muchachita enclenque, bien podría ser su esclava, eso le hizo hervir la sangre. Sus ojos se tornaron anaranjados mientras se cambiaba de columna esperando la reacción de alguno de los dos. Si no le hacían caso, tendría que adoptar la forma de Medusa y bajar hasta el suelo del templo para mirarlo fijamente a los ojos y convertirlo en piedra.
La sala estaba llena de estas estatuas pero no se veían a simple vista porque las protegía un hechizo de ilusionismo, parecían estar en una gran sala ceremonial vacía.
Medusa- Hechicero Clase Alta
- Mensajes : 8
Fecha de inscripción : 27/07/2018
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Nos costo lo nuestro ascender por aquella pared llena de hiedra pero al hacerlo nos dimos de enfrente con una larga escalinata de piedra gris custodiada por lo que eran guerreros de piedra. Héroes perfectamente tallados al mínimo detalle, tal era así que aparentaban haber estado antaño vivos.
No nos detuvimos, Sol estaba positiva, así que cruzamos esa puerta empujándola entre ambos, nada mas entrar el olor a cerrado y el hedor de la muerte inundó nuestras fosas nasales.
Desenvaine la espada y planté frente a mi el escudo cuando una voz fantasmagórica representada por sombras que se perdían entre las columnas de la estancia nos avisaban sobre nuestro destino.
-Tengo un problema y no es que quiera quedarme, peor si me voy moriré igualmente cuando la herida de mi acompañante la mate...es una historia larga, pero puedo contentarla si depones tu actitud agresiva y me das respuestas.
Casi podía imaginar como iba a descojonarse aquel animal mítico que se movía con suma rapidez mientras nosotros nos escondíamos tras las columnas para no ser vistos.
-Veras, resulta que ella, su nombre es Sol, fue atacada, íbamos en busca de mi destino porque soy un bastardo y quería ser algo mas que eso...pero bueno, el caso es...
Un grito ensordecedor me calló y tropecé con una de las estatuas cayendo de espaldas contra el empedrado suelo.
-Siento decirte que la decoración no es lo tuyo -bromeé con cierto sarcasmo viendo como la sombra del monstruo de muchas cabezas cambiaba a la de una fémina con el pelo algo enmarañado.
No nos detuvimos, Sol estaba positiva, así que cruzamos esa puerta empujándola entre ambos, nada mas entrar el olor a cerrado y el hedor de la muerte inundó nuestras fosas nasales.
Desenvaine la espada y planté frente a mi el escudo cuando una voz fantasmagórica representada por sombras que se perdían entre las columnas de la estancia nos avisaban sobre nuestro destino.
-Tengo un problema y no es que quiera quedarme, peor si me voy moriré igualmente cuando la herida de mi acompañante la mate...es una historia larga, pero puedo contentarla si depones tu actitud agresiva y me das respuestas.
Casi podía imaginar como iba a descojonarse aquel animal mítico que se movía con suma rapidez mientras nosotros nos escondíamos tras las columnas para no ser vistos.
-Veras, resulta que ella, su nombre es Sol, fue atacada, íbamos en busca de mi destino porque soy un bastardo y quería ser algo mas que eso...pero bueno, el caso es...
Un grito ensordecedor me calló y tropecé con una de las estatuas cayendo de espaldas contra el empedrado suelo.
-Siento decirte que la decoración no es lo tuyo -bromeé con cierto sarcasmo viendo como la sombra del monstruo de muchas cabezas cambiaba a la de una fémina con el pelo algo enmarañado.
Drittsekk- Humano Clase Alta
- Mensajes : 151
Fecha de inscripción : 06/07/2017
Re: Ma vie, ma vôtre [Privado]
Temblaba de miedo, ni respirar con normalidad era capaz. Si allí se encontraba la cura iban a tenerlo muy difícil pero ¿no se habían enfrentado a cosas peores?. Se armó de valor y apretó los puños, corriendo hasta el guerrero y hacer de escudo, ella no le interesaba pues pudo ver el interés en sólo destruir al joven.
-Sólo queremos la cura, nada más. Si le matas, a mí también. -negó con la cabeza no iba a apartarse, ya estaba todo perdido -No pretendemos molestarte, sólo acabar con esto…de igual modo estamos muertos -suspiró cerrando los ojos, quedando de rodillas ante ella -Nuestra vida, por la espada. Pertenece a este lugar, no ha dejado de centellear, buscar su hogar… -la luz intermitente de la espada vibraba entre los dedos del guerrero -Nada más.
La decisión la tomaba la diosa, ya habían sido capturados, despertar al caos no estaba en sus planes pero tampoco tenían opción. De ella dependía perdonarles la vida o tenerlos para siempre como parte del decorado. Quizás fuese una locura pero su determinación no cambiaría, no se apartaría, seguiría siendo su escudo…se percató de que a ella no le había atacado, el objetivo del ser era él.
-Por favor. -no quedaba mucho tiempo, Sol apoyó las manos en el suelo polvoriento y suspiró, los segundos estaban contados.
-Sólo queremos la cura, nada más. Si le matas, a mí también. -negó con la cabeza no iba a apartarse, ya estaba todo perdido -No pretendemos molestarte, sólo acabar con esto…de igual modo estamos muertos -suspiró cerrando los ojos, quedando de rodillas ante ella -Nuestra vida, por la espada. Pertenece a este lugar, no ha dejado de centellear, buscar su hogar… -la luz intermitente de la espada vibraba entre los dedos del guerrero -Nada más.
La decisión la tomaba la diosa, ya habían sido capturados, despertar al caos no estaba en sus planes pero tampoco tenían opción. De ella dependía perdonarles la vida o tenerlos para siempre como parte del decorado. Quizás fuese una locura pero su determinación no cambiaría, no se apartaría, seguiría siendo su escudo…se percató de que a ella no le había atacado, el objetivo del ser era él.
-Por favor. -no quedaba mucho tiempo, Sol apoyó las manos en el suelo polvoriento y suspiró, los segundos estaban contados.
Soleil- Humano Clase Media
- Mensajes : 123
Fecha de inscripción : 05/07/2017
Página 4 de 4. • 1, 2, 3, 4
Temas similares
» ~+~Votre sang est le mien~+~ [Priv ~ Raziel Loyard]
» Or le poids de votre épée (Erlend Cannif)>>privado
» Votre sang {Privé}
» Le son de votre âme [Priv. Ruslana]
» Bienvenidos a le son de votre âme (libre)
» Or le poids de votre épée (Erlend Cannif)>>privado
» Votre sang {Privé}
» Le son de votre âme [Priv. Ruslana]
» Bienvenidos a le son de votre âme (libre)
Página 4 de 4.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour