AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Entre espadas y doncellas (privado)
+2
Khayla
Höor Cannif
6 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Entre espadas y doncellas (privado)
Recuerdo del primer mensaje :
La desaparición de niños en un aldea nos puso de inmediato en alerta, en principio podía no tratarse de ninguna de esas locuras de Randulf, desde una manada de licantropos salvaje que no rindiera tributo al acuerdo ancestral de no agresión con humanos o algún vampiro demente que hubiera encontrado allí su fuente de alimento, mas cuando descubrimos que todas eran niñas, de edades similares no tuvimos dudas de que teníamos que acudir e investigar que demonios estaba pasando allí.
Ulf hacia apenas unos días que había tenido a Brökk, así que decidimos darle descanso pues ademas sus heridas no estaban completamente cerradas y era mejor para él que estuviera en casa.
No se quejó, ni replicó ,creo que en esta ocasión la idea de permanecer junto a su mujer le pareció la mejor de las ideas.
Atharal y Khayla se prepararon, me acompañarían para descubrir que pasaba en aquellas tierras, era importante encontrarlos, esos niños de seguir con vida debían estar completamente aterrados, eran hijos del norte, fuera Randulf, licantropos o vampiros íbamos a solucionarlo, no iba a permitir que nadie se cebara con los hijos del norte.
Esos niños bien podían ser mis dos pequeñas y de ser así, me gustaría que alguien con capacidad de alzar el acero lo hiciera por ellas.
Emprendimos camino al día siguiente, mis hijos se quedaban a cargo de una doncella y sin duda Giuliana se encargaría directamente de velar por ellos, bueno y también Danielles uqe aunque le costaba reconocerlo desde que cuido de mis bestias les había cogido cierto cariño y los visitaba para ponerlos firmes como si fueran sus grumetes, algo que me hacia sonreír asomado al marco de la puerta.
Claro que como un espectro desaparecía antes de que la pirata me viera pues últimamente nuestra relación era algo tirante.
Valeria estaba de viaje en París, así que esperaba regresar de este viaje a tiempo para recibirla en puerto a su regreso y compartir con ella un tiempo junto a nuestras hijas, pues los problemas matrimoniales de sus padres no debían afectarlas a ellas.
La desaparición de niños en un aldea nos puso de inmediato en alerta, en principio podía no tratarse de ninguna de esas locuras de Randulf, desde una manada de licantropos salvaje que no rindiera tributo al acuerdo ancestral de no agresión con humanos o algún vampiro demente que hubiera encontrado allí su fuente de alimento, mas cuando descubrimos que todas eran niñas, de edades similares no tuvimos dudas de que teníamos que acudir e investigar que demonios estaba pasando allí.
Ulf hacia apenas unos días que había tenido a Brökk, así que decidimos darle descanso pues ademas sus heridas no estaban completamente cerradas y era mejor para él que estuviera en casa.
No se quejó, ni replicó ,creo que en esta ocasión la idea de permanecer junto a su mujer le pareció la mejor de las ideas.
Atharal y Khayla se prepararon, me acompañarían para descubrir que pasaba en aquellas tierras, era importante encontrarlos, esos niños de seguir con vida debían estar completamente aterrados, eran hijos del norte, fuera Randulf, licantropos o vampiros íbamos a solucionarlo, no iba a permitir que nadie se cebara con los hijos del norte.
Esos niños bien podían ser mis dos pequeñas y de ser así, me gustaría que alguien con capacidad de alzar el acero lo hiciera por ellas.
Emprendimos camino al día siguiente, mis hijos se quedaban a cargo de una doncella y sin duda Giuliana se encargaría directamente de velar por ellos, bueno y también Danielles uqe aunque le costaba reconocerlo desde que cuido de mis bestias les había cogido cierto cariño y los visitaba para ponerlos firmes como si fueran sus grumetes, algo que me hacia sonreír asomado al marco de la puerta.
Claro que como un espectro desaparecía antes de que la pirata me viera pues últimamente nuestra relación era algo tirante.
Valeria estaba de viaje en París, así que esperaba regresar de este viaje a tiempo para recibirla en puerto a su regreso y compartir con ella un tiempo junto a nuestras hijas, pues los problemas matrimoniales de sus padres no debían afectarlas a ellas.
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
En uno en el que abundase la inteligente, pero en esta realidad al parecer brillaba por su ausencia. El descaro estaba bien, cuando no había riesgo de morir por él. Danielle tenía muchas papeletas, había muy pocas personas que podían llegar a afectarle de esa manera, estaba acostumbrado a ver y oír de todo, pero la rebeldía se le escurría entre los dedos de la paciencia. Aun cuando notaba que su vida era poco más que un destello del alba, la mujer seguía provocándole. Apretó la mandíbula y también la traquea de la mujer, le iba a dejar los dedos marcados, cuanto menos.- Dioses, qué boca tienes, mujer. ¿Nunca te han dicho que por la boca mueren los peces? Tú eres un pez que me tiene...Hassta los cojones.- Hacía siglos que no soltaba impertinencias, esa parte de él quedó encerrada junto con la mayoría de su humanidad, pero la capitana le sacaba de quicio de tal manera que despertaba cosas harto muertas en el vampiro.
- Si fuera el Vigilante del Norte, nada tendría para decirte a ti.- Gruñó y esperó pacientemente a que la mujer perdiera la consciencia y dejase de dar guerra por un rato. Cogió aire por inercia y se la echó al hombro, miró a su alrededor, no le importaba si descubrían que había sido él, seguramente el Cannif no andase lejos, pero le dio exactamente igual. Se fue de allí lo más rápido que pudo.
La próxima vez que Danielle Morgan despertara, se encontraría encadenada a una viga del interior del barco, pero lejos de estar en la celda que le correspondería lo que le rodeaba era una estancia bien iluminada, con una lámpara se que mecía y chirriaba de vez en cuando. Era un lugar sobrio y funcional, sin demasiados lujos ni tonterías, a parte de un buen asiento anclado al suelo con una mesa de escritorio delante, inclinado sobre ella, Ysgramir, con todos sus sentidos centrados en el papeleo.
- Si fuera el Vigilante del Norte, nada tendría para decirte a ti.- Gruñó y esperó pacientemente a que la mujer perdiera la consciencia y dejase de dar guerra por un rato. Cogió aire por inercia y se la echó al hombro, miró a su alrededor, no le importaba si descubrían que había sido él, seguramente el Cannif no andase lejos, pero le dio exactamente igual. Se fue de allí lo más rápido que pudo.
La próxima vez que Danielle Morgan despertara, se encontraría encadenada a una viga del interior del barco, pero lejos de estar en la celda que le correspondería lo que le rodeaba era una estancia bien iluminada, con una lámpara se que mecía y chirriaba de vez en cuando. Era un lugar sobrio y funcional, sin demasiados lujos ni tonterías, a parte de un buen asiento anclado al suelo con una mesa de escritorio delante, inclinado sobre ella, Ysgramir, con todos sus sentidos centrados en el papeleo.
Ysgramir Gunnarson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 01/08/2017
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
Se despertó tosiendo por el dolor de garganta, el puño de Gunnarson se había cerrado alrededor de su tráquea aplastándola y le escocía, le costaba tragar y era como si se hubieraw comido un cactus. Se incorporó en aquel catre sintiendo que la luz de la lámpara se le metía en los ojos como agujas punzando al cerebro. La falta de oxígeno por un rato y la pérdida de conocimiento le había dado una jaqueca terrible.
¿Dónde coño estaba? trató de mover los brazos pero estaba sujeta a un madero sentada en el suelo. Barrió el camarote con la mirada y gruñó al ver la amplia espalda de Ysgramir. No tenía tiempo para tonterías. Si él no era el Vigilante del Norte, los suyos corrían peligro y no los había podido avisar.
— ¿Pero qué diablos crees que estás haciendo? suéltame pedazo de bruto!! si no me vas a matar quítame los grilletes y arreglemos esto de capitán a capitán. ¿Qué es lo que quieres? ¿que no ataque tus naves? Pues no comercies con ese cabrón retorcido que merma a tu pueblo!! Bffff.— sacudió los grilletes y apoyó la cabeza contra el madero con cierta desesperación.— Vale, no las atacaré, me mantendré lejos de tus barcos.
Ahora que caía, el barco que llevaba a las niñas a la esa isla alejada quizás pudiera ser suyo, sería una casualidad demasiado grande que el Jotun estuviera allí de paso. Lo miró entornando los ojos y con un gesto de desprecio pintado en el rostro.
— Tú lo sabías...sabías que secuestraba niñas para llevarlas a ese lugar terrorífico y hacerles mil maldades...Eres más despreciable de lo que creía.— escupió en el suelo porque no llegaría hasta el vikingo desde donde estaba.— Te las das de gran señor, de empresario respetado que va con traje y tiene nombre...y no eres más que un cerdo avaro que es capaz de prostituir niñas inocentes y dejar que pasen un infierno sólo por ganar más oro. Te mereces explotar saludando al sol.
¿Dónde coño estaba? trató de mover los brazos pero estaba sujeta a un madero sentada en el suelo. Barrió el camarote con la mirada y gruñó al ver la amplia espalda de Ysgramir. No tenía tiempo para tonterías. Si él no era el Vigilante del Norte, los suyos corrían peligro y no los había podido avisar.
— ¿Pero qué diablos crees que estás haciendo? suéltame pedazo de bruto!! si no me vas a matar quítame los grilletes y arreglemos esto de capitán a capitán. ¿Qué es lo que quieres? ¿que no ataque tus naves? Pues no comercies con ese cabrón retorcido que merma a tu pueblo!! Bffff.— sacudió los grilletes y apoyó la cabeza contra el madero con cierta desesperación.— Vale, no las atacaré, me mantendré lejos de tus barcos.
Ahora que caía, el barco que llevaba a las niñas a la esa isla alejada quizás pudiera ser suyo, sería una casualidad demasiado grande que el Jotun estuviera allí de paso. Lo miró entornando los ojos y con un gesto de desprecio pintado en el rostro.
— Tú lo sabías...sabías que secuestraba niñas para llevarlas a ese lugar terrorífico y hacerles mil maldades...Eres más despreciable de lo que creía.— escupió en el suelo porque no llegaría hasta el vikingo desde donde estaba.— Te las das de gran señor, de empresario respetado que va con traje y tiene nombre...y no eres más que un cerdo avaro que es capaz de prostituir niñas inocentes y dejar que pasen un infierno sólo por ganar más oro. Te mereces explotar saludando al sol.
Danielle Morgan- Humano Clase Media
- Mensajes : 245
Fecha de inscripción : 21/08/2017
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
Ysgramir estaba revisando aun los papeles que tenía delante, estaba el sello de Randulf por todas partes, además del suyo propio, con su firma, recordaba aquellos días como si fueran ayer, puro trámite, al igual que habían sido el resto de transacciones, pero las palabras de la pirata le habían obligado a detenerse y pensar, socavar en la información, pedir más de la que ya tenía, investigar. No era un trabajo gratificante, seguía siendo un vikingo, en el fondo preferiría llenarse la cara con la sangre de sus enemigos, pero en el mundo de 1800 no podía permitirse tal cosa. La paciencia era una necesidad. Justo cuando sus pensamientos divagaban hacia lo necesario que era mantenerse sereno, escuchó primero a Danielle despertar, debía sentirse molida, no le había hecho ningún daño mientras había estado inconsciente, no tenía nada de ameno si no gritaban, pero esta mujer gritaba demasiado. No hacía ni dos segundos que había abierto los ojos y ya le estaba martilleando la cabeza con su voz aguda que parecía el zumbido de mil abejas.
Decidió ignorarla, los grilletes estaban bien ceñidos, no había sido compasivo por ser una mujer, porque sabía cómo la mala bruja se las gastaba, no iba a andarse con finuras con alguien de su calaña. Aunque le escuchaba y había perdido completamente el hilo de su lectura, no se giró, ni le contestó, hasta que escuchó el esputo impactando contra el suelo. Contra el suelo de su camarote. Del camarote de su Jotunheim. Se le estrechó la mirada durante un instante, como si hubiera sentido al sacudida de uno de los rayos de Thor por la espalda. Era en vano fingir que no le prestaba atención y una total estupidez intentar concentrarse en unos papeles cuando la otra no callaba.
Se levantó del asiento y se giró despacio, Ysgramir siempre tenía un semblante sereno, Bones lo describiría como con un palo metido por el culo, pero además de eso se notaba en su mirada la hostilidad bárbara que sentía hacia esa mujer. Cogió aire muy lentamente, soltándolo como si le costase la misma vida fingir ese gesto, se presionó el puente de la nariz y luego miró a Danielle.- No entiendo cómo has llegado a la conclusión de que no voy a matarte, aunque a decir verdad, la muerte sería demasiado piadosa para ti. Te dejaré vivir, sin lengua, el mundo me lo agradecerá.- Cortársela estaba siendo una tentación poderosa. Se colocó delante de ella, colocado en cuclillas, pero a una distancia prudente de su cabeza, no temía que fuera a hacerle daño, pero con lo tempestuosa que era lo mismo lo intentaba.- ¿Mi pueblo?- Preguntó, con total indiferencia.- Mi pueblo murió hace mucho. Mis antepasados se avergonzarían. ¿Vikingos? La mis esencia de los Dioses se extingue con ellos. Mi pueblo. Yo ya no soy del pueblo de nadie.
Miraba fijamente los ojos de Dani, le hubiera parecido hermosa, si no tuviera la sana costumbre de meterse en su vida.- Escupes al suelo, me maldices, me insultas, profanas mi barco, ¿Has pensado por qué estoy aquí?- Se quedó en silencio unos segundos.- Piénsalo. Se que eres lista.- Sonrió de medio lado.- No me importa el dinero, no son los únicos mares por los que me muevo, podría largarme, dejar estas tierras, estas islas, expandirme hacia el Nuevo Mundo, pero heme aquí. Destruiste mis barcos, cortaste durante días mis negociaciones. Me desafiaste. Así que si a alguien debes maldecir, es a ti misma, por atraer algo que te venía muy grande. Randulf y su contrato me importan una soberana mierda, al igual que las niñas. Los esclavos eran comunes de allí donde vengo, de “mi pueblo”, ese al que tanto apelas. Si tu misma no eres capaz de entender que los débiles necesitan protección y un pago por ella, entonces es tu problema. Randulf es el más poderoso, por eso está por encima de vosotros, si queréis destronarle, adelante, a mi no me importa quién tenga la corona, para mi es solo chatarra y según mi pueblo, él merece estar ahí, donde vosotros no podéis alcanzarle.. Si el rey es el Randulf, es por vuestra culpa porque sois débiles. ¿Sabes por qué acepté trasportar esas criaturas? Porque La Venganza de la Reina Ana estaba aquí. He venido por ti. Bien.- Después del monólogo que había soltado, volvió a coger aire, a buscar paciencia.- Un pirata, una ladrona y una estafadora como tú no es quién para juzgarme, precisamente, tus juicios carecen de valor. Solo hay un motivo por el que estás aquí, viva y entera. Háblame de esos experimentos.- Le importaba muy poco qué pensara alguien como Dani de ella, que no era precisamente una damisela de bien, era una asesina, capaz de llevar una rebelión y hundir buques de guerra, no era ninguna mujer desamparada y buena, era una arpía, igual que Skadi.
Decidió ignorarla, los grilletes estaban bien ceñidos, no había sido compasivo por ser una mujer, porque sabía cómo la mala bruja se las gastaba, no iba a andarse con finuras con alguien de su calaña. Aunque le escuchaba y había perdido completamente el hilo de su lectura, no se giró, ni le contestó, hasta que escuchó el esputo impactando contra el suelo. Contra el suelo de su camarote. Del camarote de su Jotunheim. Se le estrechó la mirada durante un instante, como si hubiera sentido al sacudida de uno de los rayos de Thor por la espalda. Era en vano fingir que no le prestaba atención y una total estupidez intentar concentrarse en unos papeles cuando la otra no callaba.
Se levantó del asiento y se giró despacio, Ysgramir siempre tenía un semblante sereno, Bones lo describiría como con un palo metido por el culo, pero además de eso se notaba en su mirada la hostilidad bárbara que sentía hacia esa mujer. Cogió aire muy lentamente, soltándolo como si le costase la misma vida fingir ese gesto, se presionó el puente de la nariz y luego miró a Danielle.- No entiendo cómo has llegado a la conclusión de que no voy a matarte, aunque a decir verdad, la muerte sería demasiado piadosa para ti. Te dejaré vivir, sin lengua, el mundo me lo agradecerá.- Cortársela estaba siendo una tentación poderosa. Se colocó delante de ella, colocado en cuclillas, pero a una distancia prudente de su cabeza, no temía que fuera a hacerle daño, pero con lo tempestuosa que era lo mismo lo intentaba.- ¿Mi pueblo?- Preguntó, con total indiferencia.- Mi pueblo murió hace mucho. Mis antepasados se avergonzarían. ¿Vikingos? La mis esencia de los Dioses se extingue con ellos. Mi pueblo. Yo ya no soy del pueblo de nadie.
Miraba fijamente los ojos de Dani, le hubiera parecido hermosa, si no tuviera la sana costumbre de meterse en su vida.- Escupes al suelo, me maldices, me insultas, profanas mi barco, ¿Has pensado por qué estoy aquí?- Se quedó en silencio unos segundos.- Piénsalo. Se que eres lista.- Sonrió de medio lado.- No me importa el dinero, no son los únicos mares por los que me muevo, podría largarme, dejar estas tierras, estas islas, expandirme hacia el Nuevo Mundo, pero heme aquí. Destruiste mis barcos, cortaste durante días mis negociaciones. Me desafiaste. Así que si a alguien debes maldecir, es a ti misma, por atraer algo que te venía muy grande. Randulf y su contrato me importan una soberana mierda, al igual que las niñas. Los esclavos eran comunes de allí donde vengo, de “mi pueblo”, ese al que tanto apelas. Si tu misma no eres capaz de entender que los débiles necesitan protección y un pago por ella, entonces es tu problema. Randulf es el más poderoso, por eso está por encima de vosotros, si queréis destronarle, adelante, a mi no me importa quién tenga la corona, para mi es solo chatarra y según mi pueblo, él merece estar ahí, donde vosotros no podéis alcanzarle.. Si el rey es el Randulf, es por vuestra culpa porque sois débiles. ¿Sabes por qué acepté trasportar esas criaturas? Porque La Venganza de la Reina Ana estaba aquí. He venido por ti. Bien.- Después del monólogo que había soltado, volvió a coger aire, a buscar paciencia.- Un pirata, una ladrona y una estafadora como tú no es quién para juzgarme, precisamente, tus juicios carecen de valor. Solo hay un motivo por el que estás aquí, viva y entera. Háblame de esos experimentos.- Le importaba muy poco qué pensara alguien como Dani de ella, que no era precisamente una damisela de bien, era una asesina, capaz de llevar una rebelión y hundir buques de guerra, no era ninguna mujer desamparada y buena, era una arpía, igual que Skadi.
Ysgramir Gunnarson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 01/08/2017
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
Danielle lo observó hablar, ese discurso tan apasionado sobre sus razones de mierda para estar sirviendo a Randulf hablaba mucho del hombre que tenía delante. Decía ser imparcial, independiente, sin interés alguno por nada más que seguir acumulan do años a sus espaldas. Pero eso no era cierto. Acababa de descubrir ese punto débil de Ysgramir, no tenía un propósito, vivía por inercia y por eso lo llenaba el hastío. Necesitaba uno, un foco donde posar su interés y por avatares de la vida se había fijado en la Reina Ana.
La pirata sonrió, ensanchó la sonrisa después hasta soltar una carcajada negando con la cabeza. Podría estar en desventaja, pero eso no la iba a detener de seguir picando cual escorpión.
— ¡Oh! vaya! mírate... el gran señor del mar. ¿Eso crees que eres? transportas mercancías de un lado a otro bajo el mando de otros que te pagan, eres un pastor de corderos, no un guerrero. ¿Te gusta tu trabajo? tantas y tantas aburridas horas frente a los papeles, el diario de abordo, las negociaciones con necios e idiotas a los que podrías aplastar con tu puño...estás sometido en este juego del que te crees el rey. Hasta un ramera es más libre que tú porque si deja de venderse le espera una vida mejor. ¿Pero a ti? ¿qué te espera? déjame que te lo diga...NADA. Porque no tienes nada, tan sólo una inmortalidad para aburrirte porque nadie te amará jamás...y a este paso tampoco te temerán. Al menos mi nombre está en la boca de todos tus putos hombres y los de Randulf.
No llegaba a tocarlo, pero si se estiraba un poco, con una patada podría lograr arrastrar y tirar la mesa de Gunnarson jodiéndole el papeleo.
— ¿has venido a pedirme un baile? qué honor. Bailaría contigo si no fueras un bárbaro venido a menos, resulta que me he acostumbrado a los hombres de verdad en Noruega, no a los tibios como tú. ¿Quieres saber sobre los experimentos? por qué no le preguntas a tu socio, es quien mantiene y paga a hechiceros de todoas partes para que le fabriquen criaturas del infierno, experimenta con las muchachas para dar vida a esas aberraciones que luego suelta contra sus enemigos. Pero qué más te da, podrían ser descendientes tuyas, o podrían haber sido tus hermanas pero...sólo son niñas pobres y débiles y los débiles merecen todo lo que les pase ¿no es así? son tus propias palabras.
Estiró la pierna dándole una patada al escritorio que no se volcó, pero se meció lo suficiente para derramar el tintero sobre los papeles.
La pirata sonrió, ensanchó la sonrisa después hasta soltar una carcajada negando con la cabeza. Podría estar en desventaja, pero eso no la iba a detener de seguir picando cual escorpión.
— ¡Oh! vaya! mírate... el gran señor del mar. ¿Eso crees que eres? transportas mercancías de un lado a otro bajo el mando de otros que te pagan, eres un pastor de corderos, no un guerrero. ¿Te gusta tu trabajo? tantas y tantas aburridas horas frente a los papeles, el diario de abordo, las negociaciones con necios e idiotas a los que podrías aplastar con tu puño...estás sometido en este juego del que te crees el rey. Hasta un ramera es más libre que tú porque si deja de venderse le espera una vida mejor. ¿Pero a ti? ¿qué te espera? déjame que te lo diga...NADA. Porque no tienes nada, tan sólo una inmortalidad para aburrirte porque nadie te amará jamás...y a este paso tampoco te temerán. Al menos mi nombre está en la boca de todos tus putos hombres y los de Randulf.
No llegaba a tocarlo, pero si se estiraba un poco, con una patada podría lograr arrastrar y tirar la mesa de Gunnarson jodiéndole el papeleo.
— ¿has venido a pedirme un baile? qué honor. Bailaría contigo si no fueras un bárbaro venido a menos, resulta que me he acostumbrado a los hombres de verdad en Noruega, no a los tibios como tú. ¿Quieres saber sobre los experimentos? por qué no le preguntas a tu socio, es quien mantiene y paga a hechiceros de todoas partes para que le fabriquen criaturas del infierno, experimenta con las muchachas para dar vida a esas aberraciones que luego suelta contra sus enemigos. Pero qué más te da, podrían ser descendientes tuyas, o podrían haber sido tus hermanas pero...sólo son niñas pobres y débiles y los débiles merecen todo lo que les pase ¿no es así? son tus propias palabras.
Estiró la pierna dándole una patada al escritorio que no se volcó, pero se meció lo suficiente para derramar el tintero sobre los papeles.
Danielle Morgan- Humano Clase Media
- Mensajes : 245
Fecha de inscripción : 21/08/2017
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
Le hacía gracia que Danielle tuviera esas agallas, observaba su estallido como un niño contemplaría a una mosca al que le había quitado un ala. No era rey, no era noble, obviamente porque nunca le habían interesado los títulos y las tierras pronto dejaron también de llamarle la atención, tenía unas cuantas, esparcidas según conveniencia pero eso le hacía terrateniente y nada más. Estaba cómodo con de ese modo, sin ningún sitio fijo, sin raíces y nada de lo que ella pudiera insinuar a cerca de su falta de poder podría afectarle, porque nada más lejos de la realidad.- Te equivocas en muchas cosas. Soy más libre que cualquiera. ¿Randulf, Höor, tu? Estáis esclavizados a esta tierra, a sus gentes, el deber son vuestras cadenas y el honor vuestro verdugo. No tengo títulos, ni coronas, ni amor por nada ni nadie, como has dicho, nada me ata, así que puedo hacer lo que quiera y como quiera.
Se echó atrás y calló cuando la capitana comenzó a hablar de lo que le interesaba. Él no era uno de esos niñatos que se ofendían a la mínima cuando ponían sus capacidades en entre dicho. Por supuesto que no era un hombre, llevaba mil años muerto, ¿Qué podía quedar en él de hombre ya? Cuando la tinta finalmente cayó y manchó los papeles, no fue eso lo que le hizo estallar. Cogió el botecito de tinta y en un arranque de ira golpeó la palma de la mano contra la pared cercana a Danielle, el cristal saltó en mil pedazos y la tinta oscura manchó el rostro de la pirata, también salpicó el traje del vampiro, muy cerca del rostro de Dani, por un momento había brillado con ira, el hielo de sus ojos vibrando de rabia.- ¿Tú nombre?- No tenía nada que ver con el tema, como si lo de las chicas no le importase lo más mínimo.- ¿Realmente crees que es tú nombre el que temen? No. Es el del capitán Morgan, a ti te recordarán como la furcia que le calentaba la cama. Tu nombre se perderá en el tiempo, tus huesos se convertirán en ceniza, pero mucho antes de eso. Yo no tengo nada que sea importante para ti. Dime, Capitán Morgan, ¿Qué es lo que tienes tú?-Miró de arriba a abajo a la mujer, unos segundos.- Muchos años, por lo que veo, la piratería sin duda te llenará durante unos pocos años más, cuando la fuerza de las olas machaque tus huesos ya me contarás qué te queda a ti. Una vida vacía sin el mar, sin el barco y sin libertad. Tendrás que vender tu culo para poder comer, en el mejor de los casos Höor te lo salvará y pasarás de ser el temor a una mujer vieja con el coño demasiado seco hasta para procrear.
Se alejó de ella, aun furioso, Danielle conseguía sacarle de quicio.- Mi legado no existe. Todos los que me importaron una vez, murieron hace tanto tiempo que ni siquiera recuerdo sus rostros. No hay legado aquí para mi, no hay posibilidad de que esas chicas tengan ni la más gota de sangre Gunnarson.- Podrían ser descendientes de sus hermanos, por eso le hervía tanto la maldita sangre, pero no le iba a dar esa información a esa arpía del mar.- No se para qué me molesto en hablar contigo, no escuchas absolutamente nada. Es el orden natural de las cosas, unos por encima y otros por debajo, los fuertes arriba, los débiles agradeciendo que los fuertes no se los coman. ¿Vas a decirme todo lo que sabes o voy a tener que sacártelo a golpes? Estoy muy por la labor de convertirme en el bárbaro que dices que soy y enseñarte lo que era un vikingo de verdad. No la mierda descafeinada que ves cada día.
Se echó atrás y calló cuando la capitana comenzó a hablar de lo que le interesaba. Él no era uno de esos niñatos que se ofendían a la mínima cuando ponían sus capacidades en entre dicho. Por supuesto que no era un hombre, llevaba mil años muerto, ¿Qué podía quedar en él de hombre ya? Cuando la tinta finalmente cayó y manchó los papeles, no fue eso lo que le hizo estallar. Cogió el botecito de tinta y en un arranque de ira golpeó la palma de la mano contra la pared cercana a Danielle, el cristal saltó en mil pedazos y la tinta oscura manchó el rostro de la pirata, también salpicó el traje del vampiro, muy cerca del rostro de Dani, por un momento había brillado con ira, el hielo de sus ojos vibrando de rabia.- ¿Tú nombre?- No tenía nada que ver con el tema, como si lo de las chicas no le importase lo más mínimo.- ¿Realmente crees que es tú nombre el que temen? No. Es el del capitán Morgan, a ti te recordarán como la furcia que le calentaba la cama. Tu nombre se perderá en el tiempo, tus huesos se convertirán en ceniza, pero mucho antes de eso. Yo no tengo nada que sea importante para ti. Dime, Capitán Morgan, ¿Qué es lo que tienes tú?-Miró de arriba a abajo a la mujer, unos segundos.- Muchos años, por lo que veo, la piratería sin duda te llenará durante unos pocos años más, cuando la fuerza de las olas machaque tus huesos ya me contarás qué te queda a ti. Una vida vacía sin el mar, sin el barco y sin libertad. Tendrás que vender tu culo para poder comer, en el mejor de los casos Höor te lo salvará y pasarás de ser el temor a una mujer vieja con el coño demasiado seco hasta para procrear.
Se alejó de ella, aun furioso, Danielle conseguía sacarle de quicio.- Mi legado no existe. Todos los que me importaron una vez, murieron hace tanto tiempo que ni siquiera recuerdo sus rostros. No hay legado aquí para mi, no hay posibilidad de que esas chicas tengan ni la más gota de sangre Gunnarson.- Podrían ser descendientes de sus hermanos, por eso le hervía tanto la maldita sangre, pero no le iba a dar esa información a esa arpía del mar.- No se para qué me molesto en hablar contigo, no escuchas absolutamente nada. Es el orden natural de las cosas, unos por encima y otros por debajo, los fuertes arriba, los débiles agradeciendo que los fuertes no se los coman. ¿Vas a decirme todo lo que sabes o voy a tener que sacártelo a golpes? Estoy muy por la labor de convertirme en el bárbaro que dices que soy y enseñarte lo que era un vikingo de verdad. No la mierda descafeinada que ves cada día.
Ysgramir Gunnarson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 01/08/2017
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
Dio un leve respingo cuando el Jotun hizo estallar el tintero cerca de su cara manchándola de tinta. ¡Ahí estaba! eso es lo que quería provocar, rabia, furia, algo...porque ahora podía seguir tensando la cuerda. Hizo una mueca de hastío y sonrió de medio lado.
— te aplaudiría si no fuera por esto...— hizo un movimiento perezoso con la manos encadenadas a los grilletes.— Una gran actuación. Lástima que sólo te la creas tú. Estás tan vacío que no sabes cómo llenar tus noches, justo por eso, porque tu mierda de patética vida es un sincesar de minutos aburridos, es por lo que necesitas un propósito. Pero es mucho más fácil venderte la idea a ti mismo de que tienes cuanto necesitas. Oh, sí. Sigue pensando así. Durarás otros mil años en esta patética y aburrida existencia de empresario aborregado. ¡Oh! que mala persona soy, que insensible...el pobrecito vampiro que no tiene un legado, qué lástima. ¿Qué más quieres saber? ya te lo he dicho todo, tu amigo querido secuestra niñas inocentes, las lleva a lugares recónditos y pone a sus brujos a trabajar en todo tipo de barbaridades, usándolas como recipientes para gestar los monstruos con los que luego ataca Akershus. ¿Qué parte no te queda clara?
Resopló para quitarse un mechón de pelo que se había ensuciado con la tinta y amenazaba con meterse dentro de su ojo, si eso sucedía no se podría rascar.
—ya, ya... la puta de Morgan... bla bla bleh. ¿Tienes algo nuevo que no me hayan llamado ya? me aburrís con el arsenal de insultos machistas y estúpidos. Si llego a vieja tendré muchas historias que contar mientras vendo mi culo, pero la principal será que me cagué en los muertos de Ysgramir Gunnarson y viví para contarlo...jajajaja. ¡Ay! venga, sácame ya los ojos, los dientes o lo que hayas pensado. Déjame encadenada no vaya a ser que con mi extremada fuerza te de una paliza, grandullón.
El sarcasmo que le escupía palabra tras palabra era como el veneno de una víbora, no mataba pero daban ganas de aplastarle la cabeza. Mantuvo la frente alta y susb intensos faroles azules clavados en los de la bestia queb tenía en frente. ¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Suplicar? de eso nada. Si hubiera podido huir, desde luego no estaría allí en ese mismo instante, pero sin esa opción, lo único que le quedaba era mantenerse firme y morir con la conciencia tranquila de que había hecho todo lo que podía por joderlo.
En algún momento de la intensa conversación, alguien gritó el nombre del patrón, llamando urgentemente a cubierta, al parecer alguien estaba tratando de incendiarles las velas del Jotunheim con flechas impregnadas en brea. Morgan levantó la cabeza y sonrió al pensar que podría ser ese tal "vigilante del Norte", porque esperaba que no fueran sus amigos, ya que aún estaban por ahí sueltos aquellos que querían tenderles la emboscada, ella no había podido avisarles ya que el maldito Gunnarson la había atrapado antes.
Sin perder tiempo se estiró por el suelo y con la punta de la bota arrastró la pluma con la que estaba escribiendo el nórdico y consiguió cogerla con las manos encadenadas. Hurgó en la ranura de los grilletes hasta que consiguió soltar el pistón y liberarse de uno, con el otro tuvo que luchar más, la pluma se había roto de hacer fuerza. Cuando lo consiguió, las pisadas del vikingo ya estaban muy cerca, la puerta se abrió en el momento en que los grilletes caían al suelo y ella se abalanzó contra la ventana que había tras el escritorio, rompiendo cristal y madera y cayendo al mar oscuro y helado. No podía creerlo, estaba fuera del Jotun!!
— te aplaudiría si no fuera por esto...— hizo un movimiento perezoso con la manos encadenadas a los grilletes.— Una gran actuación. Lástima que sólo te la creas tú. Estás tan vacío que no sabes cómo llenar tus noches, justo por eso, porque tu mierda de patética vida es un sincesar de minutos aburridos, es por lo que necesitas un propósito. Pero es mucho más fácil venderte la idea a ti mismo de que tienes cuanto necesitas. Oh, sí. Sigue pensando así. Durarás otros mil años en esta patética y aburrida existencia de empresario aborregado. ¡Oh! que mala persona soy, que insensible...el pobrecito vampiro que no tiene un legado, qué lástima. ¿Qué más quieres saber? ya te lo he dicho todo, tu amigo querido secuestra niñas inocentes, las lleva a lugares recónditos y pone a sus brujos a trabajar en todo tipo de barbaridades, usándolas como recipientes para gestar los monstruos con los que luego ataca Akershus. ¿Qué parte no te queda clara?
Resopló para quitarse un mechón de pelo que se había ensuciado con la tinta y amenazaba con meterse dentro de su ojo, si eso sucedía no se podría rascar.
—ya, ya... la puta de Morgan... bla bla bleh. ¿Tienes algo nuevo que no me hayan llamado ya? me aburrís con el arsenal de insultos machistas y estúpidos. Si llego a vieja tendré muchas historias que contar mientras vendo mi culo, pero la principal será que me cagué en los muertos de Ysgramir Gunnarson y viví para contarlo...jajajaja. ¡Ay! venga, sácame ya los ojos, los dientes o lo que hayas pensado. Déjame encadenada no vaya a ser que con mi extremada fuerza te de una paliza, grandullón.
El sarcasmo que le escupía palabra tras palabra era como el veneno de una víbora, no mataba pero daban ganas de aplastarle la cabeza. Mantuvo la frente alta y susb intensos faroles azules clavados en los de la bestia queb tenía en frente. ¿Qué otra cosa podía hacer? ¿Suplicar? de eso nada. Si hubiera podido huir, desde luego no estaría allí en ese mismo instante, pero sin esa opción, lo único que le quedaba era mantenerse firme y morir con la conciencia tranquila de que había hecho todo lo que podía por joderlo.
En algún momento de la intensa conversación, alguien gritó el nombre del patrón, llamando urgentemente a cubierta, al parecer alguien estaba tratando de incendiarles las velas del Jotunheim con flechas impregnadas en brea. Morgan levantó la cabeza y sonrió al pensar que podría ser ese tal "vigilante del Norte", porque esperaba que no fueran sus amigos, ya que aún estaban por ahí sueltos aquellos que querían tenderles la emboscada, ella no había podido avisarles ya que el maldito Gunnarson la había atrapado antes.
Sin perder tiempo se estiró por el suelo y con la punta de la bota arrastró la pluma con la que estaba escribiendo el nórdico y consiguió cogerla con las manos encadenadas. Hurgó en la ranura de los grilletes hasta que consiguió soltar el pistón y liberarse de uno, con el otro tuvo que luchar más, la pluma se había roto de hacer fuerza. Cuando lo consiguió, las pisadas del vikingo ya estaban muy cerca, la puerta se abrió en el momento en que los grilletes caían al suelo y ella se abalanzó contra la ventana que había tras el escritorio, rompiendo cristal y madera y cayendo al mar oscuro y helado. No podía creerlo, estaba fuera del Jotun!!
Danielle Morgan- Humano Clase Media
- Mensajes : 245
Fecha de inscripción : 21/08/2017
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
Esta mujer era un auténtico grano en el culo, molesta, como una pulga escurridiza dando mordiscos, no era peligroso pero el picor del veneno era molesto y a él se le acababa la paciencia. Cogió a la mujer por las mejillas apretándole con insistencia hasta impedirle mover la mandíbula, a ver si con suerte se callaba de una maldita vez. No quería escuchar nada, no quería entender nada, ¿Para qué se estaba molestando en hablar? Fue el rugido de rabia que salió de él antes de poder callarlo, pero ya se había cansado del juego. ¿Él era el malo? Perfecto, ella no tenía ni idea hasta qué punto podría ser cruel o sádico, tenía mucho tiempo, mucha paciencia y una mente privilegiada para causar dolor. A fin de cuentas ella era mortal, su recuerdo se perdería con el tiempo y él dejaría de sufrirla, así de simple, no había nada en su existencia que el tiempo no curase, incluida la soberbia de aquella rubia malnacida.
Había pensando en dar rienda suelta a sus ganas de destrozarla, a darle una lección.- Una arpía como tú se merece quedarse sin lengua, haría un favor al mundo.-Se echó hacia atrás, aunque no separó la mano de su boca para evitar que siguiera hablando, le estaba dando vueltas al asunto de las crías. ¿Monstruos? ¿Por qué él no tenía constancia de aquello? ¿Sería cierto o tan solo un teatro? Se inclinó hacia ella, clavando sus ojos en los suyos, Danielle tenía los ojos del mar profundo, pero en ellos hervía el corazón de un volcán, al menos tenía que cederen eso, la mujer era lava, deslizándose con elegancia por la falda de la montaña quebrando todo en su infinita elegancia destructiva. Hermosa, pero letal.- O tal vez debería dejártela donde está para que sirva a un propósito mayor.- Se inclinó sobre ella, con lentitud, porque quería que fuera consciente de cada centímetro que desaparecía entre ellos, abrió la boca, dejando que ella pudiera ver sus dientes. No quería tener que ver nada con él, le odiaba, le despreciaba..Pues ahora iba a tener que aguantar el recuerdo del dominio que iba a ejercer sobre su cuerpo, quisiera o no.
El vampiro se detuvo justo cuando sus colmillos rozaron el cuello de la pirata, miró hacia la puerta, como si se estuviera oliendo el peligro incluso antes de que ocurriera, no se tardó demasiado en dar la alarma y reclamar su atención. El Jotunheim era infinitamente más importante que darle una lección a la capitana Morgan, de modo que no dudó en separarse de ella, liberar su rostro y caminar a grandes zancadas hacia el exterior. Se le escuchó desde fuera dar órdenes firmes y seguras, sabía bien de qué estaban hablando, empezaron a rechazar el ataque y el peligro, pero aun así fue el tiempo suficiente como para que la escurridiza arpía diera con la forma de romperle la maldita mampara y manchar con tinta, sangre y cristales astillados su impoluto despacho. Miró hacia la ventana con frialdad. Se había librado, esta vez, podría haber seguido a la mala hiena pero..¿Para qué? Él ya tenía lo que quería. Ahora tendría que comprobar que sus palabras fueran ciertas.
Había pensando en dar rienda suelta a sus ganas de destrozarla, a darle una lección.- Una arpía como tú se merece quedarse sin lengua, haría un favor al mundo.-Se echó hacia atrás, aunque no separó la mano de su boca para evitar que siguiera hablando, le estaba dando vueltas al asunto de las crías. ¿Monstruos? ¿Por qué él no tenía constancia de aquello? ¿Sería cierto o tan solo un teatro? Se inclinó hacia ella, clavando sus ojos en los suyos, Danielle tenía los ojos del mar profundo, pero en ellos hervía el corazón de un volcán, al menos tenía que cederen eso, la mujer era lava, deslizándose con elegancia por la falda de la montaña quebrando todo en su infinita elegancia destructiva. Hermosa, pero letal.- O tal vez debería dejártela donde está para que sirva a un propósito mayor.- Se inclinó sobre ella, con lentitud, porque quería que fuera consciente de cada centímetro que desaparecía entre ellos, abrió la boca, dejando que ella pudiera ver sus dientes. No quería tener que ver nada con él, le odiaba, le despreciaba..Pues ahora iba a tener que aguantar el recuerdo del dominio que iba a ejercer sobre su cuerpo, quisiera o no.
El vampiro se detuvo justo cuando sus colmillos rozaron el cuello de la pirata, miró hacia la puerta, como si se estuviera oliendo el peligro incluso antes de que ocurriera, no se tardó demasiado en dar la alarma y reclamar su atención. El Jotunheim era infinitamente más importante que darle una lección a la capitana Morgan, de modo que no dudó en separarse de ella, liberar su rostro y caminar a grandes zancadas hacia el exterior. Se le escuchó desde fuera dar órdenes firmes y seguras, sabía bien de qué estaban hablando, empezaron a rechazar el ataque y el peligro, pero aun así fue el tiempo suficiente como para que la escurridiza arpía diera con la forma de romperle la maldita mampara y manchar con tinta, sangre y cristales astillados su impoluto despacho. Miró hacia la ventana con frialdad. Se había librado, esta vez, podría haber seguido a la mala hiena pero..¿Para qué? Él ya tenía lo que quería. Ahora tendría que comprobar que sus palabras fueran ciertas.
Ysgramir Gunnarson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 01/08/2017
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
El hijo de puta de Gunnarson era un chupasangres, debería haberlo visto venir. Esa fuerza descomunal, esos movimientos rápidos, esa palidez espectral... pero claro, estar con la lengua partida no la ayudó en aquel momento a discernir, y esta vez con grilletes y golpeada en la cabeza tampoco estaba para muchos trotes, pero esos colmillos eran muy delatores.
Nadó como pudo hasta la orilla del espigón, maldiciendo entrecortadamente porque el agua estaba helada, dos minutos más y habría muerto de hipotermia. Le costaba caminar, tenía los labios amoratados y les castañeaban los dientes. El frío se le había metido bajo la piel como un millón de agujas que dolían un infierno. Luchaba por mantenerse cuerda aunque el sonido se iba apagando lentamente a su alrededor, necesitaba entrar en calor de inmediato o le bajaría la frecuencia cardiaca, se le ralentizaría la circulacion y su cuerpo entraría en shock.
Höor y los demás avanzaban por las callejuelas cuando la vieron tambalearse, empapada y peleando por no desfallecer y caer al suelo. Su aliento se ponía blanco en contacto con el aire gélido, estaban muy al norte, y cuando notó las manos de Höor sobre su cuerpo se dejó caer murmurando.
— esss...sss..es.... un.... un... vam...vampiro. Hay ...qqq..que largarsssse...— el tembleque no la dejaba hablar, pero el calor del cuerpo del vikingo unindo al de las pieles que le colocó por encima hizo que pudiera seguir hasta la Reina Ana, donde levaron anclas y partieron de inmediato hacia la isla donde Randulf tenía presas a las niñas. Cuando por fin pudo hablar bien, le contó a Höor lo que había descubierto, lo de la nota firmada por un tal "Vigilante del Norte" que le avisaba de la emboscada que iban a sufrir, y que la interrupción de Gunnarson había abortado.
No le contó todas las palabras que se dijeron en ese camarote, no hacía falta repetirlas. Ese engreído islandés cargado de prejuicios contra ella algun día le pagaría la ofensa.
— Te juro que un día le arrancaré esos colmillos...no habrá barco Gunnarson que no le hunda...pero ¿sabes qué? al menos he sembrado la duda, quizás Randulf se quede sin socio, creo que no le hizo gracia descubrir que traficaba con niñas, que Randulf lo estaba usando.
Nadó como pudo hasta la orilla del espigón, maldiciendo entrecortadamente porque el agua estaba helada, dos minutos más y habría muerto de hipotermia. Le costaba caminar, tenía los labios amoratados y les castañeaban los dientes. El frío se le había metido bajo la piel como un millón de agujas que dolían un infierno. Luchaba por mantenerse cuerda aunque el sonido se iba apagando lentamente a su alrededor, necesitaba entrar en calor de inmediato o le bajaría la frecuencia cardiaca, se le ralentizaría la circulacion y su cuerpo entraría en shock.
Höor y los demás avanzaban por las callejuelas cuando la vieron tambalearse, empapada y peleando por no desfallecer y caer al suelo. Su aliento se ponía blanco en contacto con el aire gélido, estaban muy al norte, y cuando notó las manos de Höor sobre su cuerpo se dejó caer murmurando.
— esss...sss..es.... un.... un... vam...vampiro. Hay ...qqq..que largarsssse...— el tembleque no la dejaba hablar, pero el calor del cuerpo del vikingo unindo al de las pieles que le colocó por encima hizo que pudiera seguir hasta la Reina Ana, donde levaron anclas y partieron de inmediato hacia la isla donde Randulf tenía presas a las niñas. Cuando por fin pudo hablar bien, le contó a Höor lo que había descubierto, lo de la nota firmada por un tal "Vigilante del Norte" que le avisaba de la emboscada que iban a sufrir, y que la interrupción de Gunnarson había abortado.
No le contó todas las palabras que se dijeron en ese camarote, no hacía falta repetirlas. Ese engreído islandés cargado de prejuicios contra ella algun día le pagaría la ofensa.
— Te juro que un día le arrancaré esos colmillos...no habrá barco Gunnarson que no le hunda...pero ¿sabes qué? al menos he sembrado la duda, quizás Randulf se quede sin socio, creo que no le hizo gracia descubrir que traficaba con niñas, que Randulf lo estaba usando.
Danielle Morgan- Humano Clase Media
- Mensajes : 245
Fecha de inscripción : 21/08/2017
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
Corrí al encuentro de la pirata que mojada y con paso renqueante se acercaba a nosotros extenuada, la sujeté con firmeza pasando mi brazo por encima rodeando su cintura para servirle de apoyo, su brazo rodeó mi cuello mientras buscaba mis pardos con su turbia mirada.
Aflojé el broche que engarzaba mis pieles y se las tiré por encima a ella ayudándola a caminar hacia el Reina Anna.
Ordené a los marineros que levaran anclas, teníamos que ponernos en marcha, Dani aseguraba que el tiempo apremiaba, el vampiro no tardaría en emprender camino, y nada me apetecía mas que meterle una estaca por el maldito culo.
Apreté los dientes mientras descendía aferrándola contra mi cuerpo, era evidente que su estado me afectaba y por lo que sabia no era ni de lejos el primer encontronazo que tenia con ese tipo. muerto viviente
-Quítate la ropa -le dije dejándola sobre el lecho mientras me acercaba al mueble bar para servirle una copa que ademas de calmar sus heridas la ayudaría a entrar en calor.
Me giré mirándola fijamente, esta hablaba de que el inmortal había dudado cuando le hablo de que comerciaba con niñas.
No consideraba a Dani precisamente una blandengue que otorgara el don de la duda a todo aquel con el que se encontraba, mas esta vez creía que había perdido el juicio.
-Si eso fuera cierto pirata, en este momento cambiaría el rumbo de su navío para ir por Randulf, creo esperas demasiado de ese chupa-sangre.
Dejé escapar el aire acercándome a ella una vez se quitó todas las prendas echándose por encima las pieles para ir rumbo al armario a por algo de ropa.
-Tienes alguna herida abierta, en el petate tengo aguja e hilo, puedo suturarlas para que no se infecten , no quiero complicaciones por el camino, no puedo perder al capitán del navío.
Vale, no podía perderla a ella, pero joder, Dani de seguro me entendía ...
Aflojé el broche que engarzaba mis pieles y se las tiré por encima a ella ayudándola a caminar hacia el Reina Anna.
Ordené a los marineros que levaran anclas, teníamos que ponernos en marcha, Dani aseguraba que el tiempo apremiaba, el vampiro no tardaría en emprender camino, y nada me apetecía mas que meterle una estaca por el maldito culo.
Apreté los dientes mientras descendía aferrándola contra mi cuerpo, era evidente que su estado me afectaba y por lo que sabia no era ni de lejos el primer encontronazo que tenia con ese tipo. muerto viviente
-Quítate la ropa -le dije dejándola sobre el lecho mientras me acercaba al mueble bar para servirle una copa que ademas de calmar sus heridas la ayudaría a entrar en calor.
Me giré mirándola fijamente, esta hablaba de que el inmortal había dudado cuando le hablo de que comerciaba con niñas.
No consideraba a Dani precisamente una blandengue que otorgara el don de la duda a todo aquel con el que se encontraba, mas esta vez creía que había perdido el juicio.
-Si eso fuera cierto pirata, en este momento cambiaría el rumbo de su navío para ir por Randulf, creo esperas demasiado de ese chupa-sangre.
Dejé escapar el aire acercándome a ella una vez se quitó todas las prendas echándose por encima las pieles para ir rumbo al armario a por algo de ropa.
-Tienes alguna herida abierta, en el petate tengo aguja e hilo, puedo suturarlas para que no se infecten , no quiero complicaciones por el camino, no puedo perder al capitán del navío.
Vale, no podía perderla a ella, pero joder, Dani de seguro me entendía ...
Höor Cannif- Realeza Neerlandesa
- Mensajes : 976
Fecha de inscripción : 21/09/2016
Localización : el placentero infierno de tus piernas.
Re: Entre espadas y doncellas (privado)
Para Gunnarson esas niñas no tenían mayor significado que el que podría tener cualquier otro cargamento, los esclavos eran parte de su vida cotidiana, había cosas que no cambiaban, para él, como vikingo, la esclavitud era parte del día a día, de costumbres y del orden natural de las cosas. No traficaba con vidas humanas, estaba por encima de ello, pero tenía sirvientes y esclavos por igual, sin importarle lo más mínimo pagar por ellos de una sola vez o poco a poco como hacía con los trabajadores, era una esclavitud, con nombres diferentes, qué mas le daba a él la etiqueta que le pusieran por ello, ahora bien, lo que realmente le hizo entrar en duda fue la mención de experimentos.
Cualquier ser vivo merecía un mínimo de respeto, toda vida tenía su valor, en el campo labrando, en la guerra muriendo, eso daba lo mismo, pero todos tenían un motivo para existir, que alteraran ese rumbo no le parecía correcto. Mientras guiaba el Jotunheim dejaba atrás todo lo ocurrido con el Capitán Morgan, tenía cosas mejores en las que pensar que lo que esa mujer desencadenaba. Primero, iba a averiguar el fondo de todo el asunto, se personaría en la isla donde tenían a las muchachas y una vez pudiera ver con sus propios ojos que estaba sucediendo, decidiría.
Tardó horas en llegar, pero finalmente el Jotun echó el ancla cerca de la isla, él iba en un bote junto a dos hombres y un remero que ponía empeño en avanzar rápido. La isla era poco más que un islote perdido y abandonado, sin ningún interés cartográfico. Este lo había usado varias veces a lo largo de su carrera como contrabandista, cuando la piratería estaba en su edad de oro, ahora no era más que una piedra abandonada en mitad de ninguna parte.
En cuanto puso un pie en la tierra, escuchó a lo lejos el llanto de un bebé. No dudó en entrar a pesar de los custodios que Randulf había apostado, esas chiquillas no eran rival para ellos y visto su estado...Hubiera dado igual dejarlas solas. Nadie se atrevió a impedirle el paso cuando fue a ver a las chicas. Sabía que el “Vigilante del Norte” estaría detrás y también la Venganza de la Reina Ana. No podía hacer frente a un buque de guerra y a alguien desconocido, que lo mismo era un mequetrefe o podría tener otro maldito buque, de modo que no perdió tiempo en profundizar en lo que había visto y tomó una decisión, la que le pareció más justa.
Abandonó el islote una vez cumplió y se alejaron dejando a las muchachas a su suerte. De todos modos, si Dani y Höor llegaban allí, habría un encontronazo y una tripulación con una docena, tal vez alguno mas, de hombres no iban a ser rival. En cuanto Ysgramir abandonó a las muchachas, la mayoría de los guardias hicieron lo propio, huyendo hacia sus propios botes en desbandada.
Cuando finalmente Danielle y el conde llegaron al encuentro de las chicas, encontraron a la mayoría muertas en el suelo, lo poco que quedaba de humanidad la habían perdido, la mayoría estaban en diferentes estados de embarazo, solo tres de ellas quedaban vivas, una muchacha que no hacía más que llorar, con un bebé que de humano tenía muy poco, en brazos y otra, que mirando fijamente al vacío acunaba algo carente de vida entre sus brazos. Las chicas que estaban muertas y las pocas que habían podido concebir algo “vivo” pero no humano, habían acabado con la criatura y habían seguido a la aberración a su muerte. La tercera era una de las muchachas en estado, se había apuñalado el vientre y estaba desangrándose viva en mitad de las demás.
Cualquier ser vivo merecía un mínimo de respeto, toda vida tenía su valor, en el campo labrando, en la guerra muriendo, eso daba lo mismo, pero todos tenían un motivo para existir, que alteraran ese rumbo no le parecía correcto. Mientras guiaba el Jotunheim dejaba atrás todo lo ocurrido con el Capitán Morgan, tenía cosas mejores en las que pensar que lo que esa mujer desencadenaba. Primero, iba a averiguar el fondo de todo el asunto, se personaría en la isla donde tenían a las muchachas y una vez pudiera ver con sus propios ojos que estaba sucediendo, decidiría.
Tardó horas en llegar, pero finalmente el Jotun echó el ancla cerca de la isla, él iba en un bote junto a dos hombres y un remero que ponía empeño en avanzar rápido. La isla era poco más que un islote perdido y abandonado, sin ningún interés cartográfico. Este lo había usado varias veces a lo largo de su carrera como contrabandista, cuando la piratería estaba en su edad de oro, ahora no era más que una piedra abandonada en mitad de ninguna parte.
En cuanto puso un pie en la tierra, escuchó a lo lejos el llanto de un bebé. No dudó en entrar a pesar de los custodios que Randulf había apostado, esas chiquillas no eran rival para ellos y visto su estado...Hubiera dado igual dejarlas solas. Nadie se atrevió a impedirle el paso cuando fue a ver a las chicas. Sabía que el “Vigilante del Norte” estaría detrás y también la Venganza de la Reina Ana. No podía hacer frente a un buque de guerra y a alguien desconocido, que lo mismo era un mequetrefe o podría tener otro maldito buque, de modo que no perdió tiempo en profundizar en lo que había visto y tomó una decisión, la que le pareció más justa.
Abandonó el islote una vez cumplió y se alejaron dejando a las muchachas a su suerte. De todos modos, si Dani y Höor llegaban allí, habría un encontronazo y una tripulación con una docena, tal vez alguno mas, de hombres no iban a ser rival. En cuanto Ysgramir abandonó a las muchachas, la mayoría de los guardias hicieron lo propio, huyendo hacia sus propios botes en desbandada.
Cuando finalmente Danielle y el conde llegaron al encuentro de las chicas, encontraron a la mayoría muertas en el suelo, lo poco que quedaba de humanidad la habían perdido, la mayoría estaban en diferentes estados de embarazo, solo tres de ellas quedaban vivas, una muchacha que no hacía más que llorar, con un bebé que de humano tenía muy poco, en brazos y otra, que mirando fijamente al vacío acunaba algo carente de vida entre sus brazos. Las chicas que estaban muertas y las pocas que habían podido concebir algo “vivo” pero no humano, habían acabado con la criatura y habían seguido a la aberración a su muerte. La tercera era una de las muchachas en estado, se había apuñalado el vientre y estaba desangrándose viva en mitad de las demás.
Ysgramir Gunnarson- Vampiro Clase Alta
- Mensajes : 87
Fecha de inscripción : 01/08/2017
DATOS DEL PERSONAJE
Poderes/Habilidades:
Datos de interés:
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» La reina de espadas ( Privado )
» Entre mujeres (Privado)
» Lágrimas de espadas {Privado}
» Choque de espadas[Privado]
» Entre las calles [Privado]
» Entre mujeres (Privado)
» Lágrimas de espadas {Privado}
» Choque de espadas[Privado]
» Entre las calles [Privado]
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour