Dejame pensar.....¡NO! -Libre-

por **Carina Von Lunirae** Mar Oct 17, 2017 7:30 pm

Carina Von Lunirae. Una muchacha con mucho genio pero con pocas ganas de seguir en París alrededor de las mismas personas que la rodean. Estaba en el campamento gitano, aquel en el que siempre estaría y tendría una vida de pena. Tras haber sido sacada a la fuerza por uno de los gitanos de su campamento del hospital esta había permanecido siendo cuidada por el resto de gitanos hasta que esta volvió a estar cien por cien sana y salva y pudiendo volver a hacer su trabajo como era compradora de secretos de gente.

Pero ya no lo hacía tanto como antes.

Simplemente andaba de aquí para allá como si fuera un alma en pena. Casper había sido una persona que a lo mejor podría haberse llamado amigo pero que después de verle en el hospital por última vez, esta pensó en que no debería de hacer amistades con ninguna persona. La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas. Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba / engánchalos a tu alma con ganchos de acero, pero al parecer no era su especialidad y no sabía cómo volver a hacer amigos si estos no eran para sacar beneficio de uno de otros. Preferid, entre los amigos, no sólo a aquellos que se entristecen con la noticia de cualquier desventura vuestra, sino más aún a los que en vuestra prosperidad no os envidian.

Carina en cambio estaba pendiente de tener muchas ganas de volver a tener la vida que tenía antaño. Simplemente no conseguía tenerlo todo consigo. Pero ahora que se encontraba de nuevo sola, hacía lo que hacía antes de ir al hospital y se daba paseos largos por el bosque. No conseguía dar nada de pena en su campamento debido a que en su campamento nadie se preocupaba por nadie. Cuando estaba en su tienda aquella fría y extraña noche de verano, Carina se arropaba con una suave sabana de colores pero en cualquier caso, se destapó ya que al escuchar los gritos y cosas rompiéndose en el exterior, Carina cuando salió de su carpa esta vio que había mucha gente corriendo de lo que parecía hombres, o cazadores.

Volvió a meterse en el interior de la carpa en silencio, sin decir apenas ni una palabra. No tenía ganas de seguir falseando algo que no le gustaba por lo que decidió quedarse en el sitio, arropada y mirando a la nada.