The land of a billion lights.

por **Lauren Von Krautzs** Miér Dic 06, 2017 12:20 am

"My intentions never change, what I want still stays the same.
And I know what I should do...Is understand myself"

Años sombríos habían acompañado los pasos de la rubia, perdidos a diestra y siniestra buscando una ruta que seguir, un nuevo camino que demostrara que a pesar de todo lo vivido aún quedaba algo de bueno en ella, ¿Acaso era cierto? Solo vil mentiras que se empeñaba en mantener, mientras su verdadera esencia buscaba imperiosa el camino hacia la luz. Las personas no cambian, los inmortales mucho menos. Su regreso a París sería prueba irrefutable de ello, su independiente trabajo le permitía desaparecer cuando deseara, sin dejar rastros de su paradero. Bien sabía aprovecharse de eso.

Su silueta cubierta por la fina tela de la capa que ondeaba libre con la brisa, su cabello oculto bajo la oscuridad, en donde solo sus orbes eran visibles como dos luminosas esferas, hermosas, pero carentes de toda emoción.
Caminaba con desgano, recordando cuantas veces había llegado al mismo lugar, disfrutando de la vista de la plenitud que solo la noche podría entregarle, silencio. Anhelaba recuperar lo que había sido, y al mismo tiempo lo odiaba profundamente, ¿En qué momento había llegado a eso? Lauren estaba consciente que aún tenía asuntos pendientes, palabras al viento, noches trizadas y malheridas.

Sus antebrazos se depositaron sobre la baranda, acompañando éste movimiento con una exhalación que le erizó la piel. No buscaba estar ahí realmente, en su mente no lo estaba y no podía regresar, sería un retroceso, ya lo había intentado en variadas ocasiones, ¿Y qué conseguía? Volverse un alma errante en búsqueda de respuestas inexistentes.
— No debí haber venido.— musitó con la mirada fija en las ondas del río, que incautas podían ser, tan ajenas a todos los que llegaban a lamentarse por encima de ella. Ese papel que ahora era representado por la fémina de la forma más deprimente.
Ella lo notaba, no era algo que fuera característico en su actuar, y no estaba dispuesta a convertirlo a estas alturas. Ya bastante debía cargar, para traer encima más retrasos a sus habilidades.
Hizo que sus dedos imitaran los movimientos sobre las teclas de su piano en su lugar de apoyo y exasperó nuevamente, cuanto extrañaba las melodías que era capaz de crear... Antes, puesto que en los meses que pasaban raúdos frente a sus ojos, ni siquiera había sido capaz de volver a tocar. Nada. Debía irse.
Estuvo a punto de hacerlo, erguir su anatomía y abandonar nuevamente la ciudad que tantos gratos como siniestros momentos le dio, no lo olvidaría, al menos por esa noche y las que siguieran adelante, ya había tomado una decisión y planeaba respetarla.

Fue que en segundos toda acción se vino al piso cuando un aroma, uno que conocía tanto como el propio se hacía presente altaneramente cerca de ella, estaba segura de haber sido detectada, ¿Qué sacaba con buscar desvanecerse? Debía enfrentarlo, como tantas veces ambos habían prometido no volver a cruzarse, de seguro el insidioso destino les tenía otros planes.

por **Fletcher J. Maciel** Jue Dic 07, 2017 11:22 pm

Cada poco va un poco de un largo camino

— ¿Qué te hace creer eso? — Cuestionó.

Hacía un rato ya que venía siguiendo sus pasos. De las narices del espía nada pasaba por encima y claramente el perfume de la rubia no lo haría.
Se cargó sobre el barandal, miraba de forma contraria a como ella; cruzó sus brazos frente a su pecho y se mantuvo en silencio el tiempo que consideró adecuado. Demasiado había transcurrido desde la última vez que se encontraron, el último choque, el último roce y esperaba no fuese el último momento de equivocaciones.
Chasqueó un par de veces la lengua, giró su rostro para ya detener el tiempo de melancolía — ¿Huyes de alguien? ¿A qué se debe esa fachada tan indecorosa y poca atractiva? Que va Lauren, la desaparición de aquella vampiresa no creo que deba dejarte como una simple mortal que llora sus penas de amores y huye de los lugares que la recuerdan — Sentenció.

Sabía que pisaba terreno delicado, pero poco y nada le importaba. En un fugaz movimiento se detuvo a su otro costado, encontrando los claros ojos de aquella fémina que en el pasado lo había visto con desdén y apatía, mientras que ahora, simplemente perdía la mirada — Esperaba mucho más de ti… de hecho, hasta te haces menos atractiva con esa faceta de “Sufro demasiado” — Esbozó una sonrisa, tan grande que lograba apreciar en ésta hasta la última pieza dental. Poco a poco sentía en el más recóndito lugar de su ser que encendía una llama que no sabría apagar.
De entre su bolsillo delantero sacó un par de cerillos, de su otro costado un par de cigarrillos, uno se detuvo entre sus labios mientras el restante se quedó sobre el barandal, junto al cerillo restante. Encendió el propio sin mayor dificultad. De nueva cuenta se cargó sobre la superficie para iniciar con el repetitivo acto de inhalar un poco y dejar exhalar de entre sus labios un hilo de humo que pasaba por sobre la figura desteñida de la mujer para luego perderse entre las tinieblas que adornaban aquella velada.

Tras su silencio, continúo, tan impertinente como esperaba lo recordara — En cuanto a París, éste lugar sigue de la misma forma, un poco más repleto de personajes vacíos, un poco torpes y… espera, no, bastante torpes, te reirías de la calidad de personalidades que invadió este sitio. No quiero decir con eso que tu presencia es de gran ayuda, así como bulto… creo que encajarías a la perfección en lo que se ha transformado ahora éste lugar — Dejó escapar de su boca una vez más una línea de humo, entre tanto detenía nuevamente la vista en aquellos baches claros que ahora lo observaban con cero intenciones de importancia — Pero tengo la ligera esperanza de que me des una sorpresa — Silenció sus dichos, justo en el momento en que el cigarrillo se dejaba caer a sus pies para ser apagado bajo su suela.

por **Lauren Von Krautzs** Dom Dic 24, 2017 12:34 pm

"Like a thousand burned out yesterdays.
Believe me when I say goodbye forever"

¿Realmente existió un segundo en el cual creyó que él seguiría de largo? Muy poco debió conocerlo para considerar siquiera esa posibilidad, y cuando la voz ajena quebró el diminuto silencio que se había creado luego del arrepentimiento de la rubia, daba por sentado que la noche sería muy diferente a lo que había planeado en un comienzo, se volvería una mucho más déspota y menos lastimera. Bien sabía el condenado la forma de buscar que aflorara todo el sarcasmo que habitaba dentro de la vampiresa, y por su parte no le daría el gusto de verla tan mal. El tiempo le había dado una mínima vuelta de ventaja.

Rodó los ojos, primer y típico gesto que iba dirigido a su compañero, su lengua afilada al parecer había tomado más peso los años que estuvo fuera, tenía una habilidad innata para decir lo más inapropiado en el momento preciso.

Guardó silencio, dejando que le echara encima todas sus inútiles habladurías, ya que por su parte ya se había apoderado del cigarrillo restando, encendiéndolo con la cerilla que en silencio le entregó. Moldeó los labios para sostener el tabaco entre ellos y comenzó a jugar con el humo al salir de su boca, creando pequeños círculos con el mismo. Fue capaz de relajarse, sin saber lo que ayudó a esa situación, tal vez la sinceridad y maldad de las palabras del castaño, o si se basó en que le regocijaba ver una cara conocida, sin importar la forma en que le recibiera.
— No hablemos de atractivos, Maciel, tú no fuiste muy beneficiado con eso. — respondió dejando que en sus labios se formara la primera sonrisa desde hace mucho tiempo, y en parte se sentía bien quitarse la máscara fría que se había puesto luego de su pérdida.
— Sinceramente, no me sorprende, sabemos que este lugar iba en decadencia desde hace mucho y entiendo también porque tú sigues aquí, es perfecto para un ser como tú. — añadió, guiñándole con suma complicidad, no serían ellos si no estaban constantemente luchando por anteponer su ego por sobre el contrario.

Considerando que no se iría de ahí pronto, removió la capucha de su cabeza, dejando que su cabellera se liberara enmarcando suavemente su rostro, a pesar de todo se alimentaba regularmente por lo que su piel se notaba tersa y compensaba la obvia palidez de la misma.
Volteó su cabeza desde la posición que mantenía para que sus orbes buscaran el rostro ajeno, a vista de Lauren sentía que el tiempo desde que se había alejado de él no transcurrió, realmente era un recuerdo latente en su memoria.
— ¿En cuántos problemas te has metido? — le interrogó con evidente curiosidad, esperaba que fueran más de los que imaginaba, ya que esperaba escuchar alguna historia que valiera la pena para distraerse. Por su parte no habría mucho que contar, últimamente se hallaba ausente de todo, y en todo el tiempo fuera con suerte se encargó de mantenerse con vida, más que de perseguir seres nocturnos.

por **Fletcher J. Maciel** Dom Ene 07, 2018 1:30 pm

Hay deseos incontrolables
Y luego está este...

Reconocer en el tono de su voz aquel acto de indiferencia fue el toque suficiente que necesitaba para reconocer a la mujer que tantos años atrás había conocido, para encontrar en ella ese personaje tan insuperable que se había perdido tiempo atrás y que tal parecer ahora, recobraba vida en imagen y equivalencia a quien había sido.

El castaño por su parte simplemente silencio todo dicho de sus labios, admiraba en silencio los insultos en su dirección, aquel ultraje que esperaba golpear su ego tan fuerte como para aceptar que ella podría dominar todo a su alrededor, incluyendo con aquello su presencia allí. Pero no, como bien ambos sabían manejar el carácter del otro, asumía que la rubia sabría que el guardaba tranquilidad por una simple razón; Guardar, archivar, recordar y luego utilizar. Los dos de la misma facción, casi en el mismo trabajo, años de unión los llevaba a no pisar en falso, claro que no.

Esbozo nuevamente una sonrisa, ésta vez con real diversión admirando a su alrededor como la espesa neblina los cubría en un manto de confidencialidad absoluta. Alzó la vista y fue más de lo mismo, una ligera capa de gris que se meneaba de un lugar a otro pero sin dejar espacio de claridad en su huida. Notó una notable diferencia cuando el humo entre los labios ajenos formaban círculos que iban en amento hasta camuflarse con el ambiente, un cigarro que lentamente comenzó a perder vida en su posesión, como muchas otras veces había observado; Las cosas, las personas, los objetos, pierden vida entre sus manos.

— ¿Problemas? No… no suceden así las cosas — Bromeó, haciendo memoria del sinfín de líos en los cuales se había visto involucrado por la simple razón de dejar fluir sus impulsos y no manejarse por las reglas que se le imponían del minuto uno. — Los problemas me buscan, aparecen de la nada, muchas veces con capucha ocultando una melena rubia un tanto desordena — Comentó, aún dejando en descanso su figura.

— ¿Y tú? — Se giró, dejando que su codo derecho cargara con todo su peso para tener el privilegio de observar cada una de sus facciones esperando una respuesta — No sé si será de mi real interés saber si te has metido en problemas, asumo que sí, pero no creo que sean lo suficientemente interesantes… una pelea de borrachos, un vagabundo-cena que quizás te dio conflictos, quiero creer que al menos tu huida de este nefasto lugar trajo consigo un par de anécdotas dignas de contar — Frunció sus labios, rechinando tan solo un poco sus dientes para luego continuar — De lo contrario, la noche es joven Lauren … y estoy seguro de que no perderás oportunidad de recorrer junto a este humilde — Sínico — servidor un par de tabernas y hacer de las tuyas ¿No? — Se reincorporó, sacudió lo que creía ser un par de cenizas de su torso y dando un par de pasos en dirección a la ciudad sonrió.

Conocía a esa mujer, pero el tiempo, la distancia, los conflictos y el desamor podrían haberla cambiado, o mejor aún, la podrían haber transformado en un personaje mucho más desalmado. Espero curioso y fascinado.

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