About the surprises of life / Privado

por **Julia Rondizzoni** Mar Dic 12, 2017 12:21 pm

Kelsey estaba cansada, había tenido la inútil ilusión que con el tiempo Tristán dejaría de mirarla como una simple amiga, casi como una parte de su familia, para mirarla como una mujer, más los meses habían pasado, y nada de eso había ocurrido, por el contrario él había fijado sus ojos, su corazón en otra, dejándola nuevamente de lado. Suspiró desanimada, tanto esfuerzo para nada, tanto amor desperdiciado en un hombre que jamás podría verla de la manera que ella necesitaba que lo hiciera. Pero era consciente que no podía dejar el trabajo, sus ahorros no eran lo suficientes como para comprar una construcción que le permitiera hacer sus sueños realidad, pues escondido en el fondo de su corazón, aquel sueño de crear un instituto educativo para las jóvenes que no tuvieran recursos económicos como para costearse institutrices, o colegios afamados, aún latía en su corazón.

Aquella mañana, había dejado las instrucciones necesarias a las doncellas, la cocinera y el chofer, para que todo estuviera como Tristán deseaba, bien sabían que para mantenerse en el puesto de trabajo, jamás debían encontrarse con el dueño de la mansión, y si por casualidad algo así pasaba, debían mantener la mirada al suelo, hasta que él se retirara, o ellos abandonaran la estancia en la que lo encontraran. Por suerte, jamás tuvo que echar a la servidumbre por una cosa así. Aunque sí tuvo que deshacerse de más de una joven que se había quedado con algún objeto que le perteneciera al mago, bien era sabido que aquella propiedad pertenecía a tan eximio artista y más de uno pagaría sus buenos francos por algún suvenir que le proporcionaran desde adentro de la mansión. Tristes experiencias habían sido aquellos momentos en que los tuvo que echar, aunque fueran responsables por dichas acciones, la mayoría lo habían intentado por la necesidad de obtener dinero para mantener a un hijo o pagar el medicamento de algún ser querido enfermo.

Pensando en ello se encontraba cuando decidió sentarse en uno de los bancos de la plaza, allí podría pensar en los pasos necesarios para comenzar las clases en algún lugar tranquilo y no muy costoso, en el cual las jóvenes pudieran asistir, se conformara con que fuera la mitad de espaciosa que su habitación.

importante:

por **Braiden Clarkson** Dom Feb 11, 2018 5:41 pm

Aquella mañana, había decidido salir de su fortaleza, aquella mansión que comprara apenas arribar a París. Sus salidas no eran nada frecuentes, ya que no trabajaba, puesto que había tenido mucho éxito en las inversiones hechas en la bolsa de comercio de Londres, lo que le había convertido en un hombre tres veces mas rico de lo que su antigua amante alguna vez había sido. Al ser un hombre que prefería la soledad, se pasaba el día entero en su despacho, o en la biblioteca, intentando leer todo lo que cayera en sus manos y así, intentar recordar un poco su pasado. Pero hasta ahora todo era en vano, ya que no había podido encontrar ni una sola pista de los años anteriores a su conversión en esclavo de sangre. Frustrado por no poder recordar, decidió hacer algo totalmente impensado. Se arregló, tomó su sombrero y bastón, sus guantes de cabritilla, y se puso su abrigo, pues el invierno ya había llegado a París y no se podía confiar en el sol que parecía ser lo suficientemente fuerte como para calentar el ambiente, por lo que se preparó para no pasar frío,cuando su caminata comenzara.

Tras hacerse llevar por el chofer, le indicó que lo dejara en el centro de la ciudad, debía hacer algunos tramites, ya que había decidido salir de su cueva de ermitaño. Pasó casi una hora en el despacho de su abogado y socio en las inversiones bursátiles. Cuando salió del edificio, el clima se había vuelto mas cálido, por lo que se quitó el abrigo y lo acomodó en su brazo izquierdo. Con paso lento, se dirigió a la plaza mas cercana, allí esperaría que se hiciera la hora de almorzar, cuando tuviera hambre, iría a buscar alguno de los tantos restaurantes elegantes que poseía la ciudad. Sus pasos recorrieron gran parte de la plaza, estaba a punto de seguir su camino, cuando una mujer llamó poderosamente su atención, había algo en ella, en sus gestos que lo hicieron verla como un par, como si en ese rostro de frustración y enojo, se pudiera reflejar el sentimiento que tuviera el día que descubrió como su ama había jugado con él.

Casi sin darse cuenta, sus paso le acercaron a la joven, cuando se encontró a poco mas de un metro de distancia, le preguntó si podía tomar asiento - Es que no veo otra banca vacía y en verdad, parece que he caminado lo suficiente - dijo intentando mantener en su rostro una sonrisa, que parecía forzada, pero que era lo mejor que podía hacer.

por **Julia Rondizzoni** Vie Mar 02, 2018 11:44 am

Levantó su mirada al escuchar la voz masculina tan cerca de ella. Le contempló por unos segundos, pestañeo varias veces, hasta que disipó la sorpresa que le causaba volverse a encontrar con un caballero que había conocido en Inglaterra. Había pensado que jamás volvería a verle, pero allí estaba delante de ella, y por como se había disculpado, con intención de sentarse en la misma banca, sin haberla saludado como era la costumbre, le hizo dudar que fuera en verdad la misma persona, - pero no puede ser otra, los rasgos, la mirada y hasta el tono de voz son los mismos - caviló, mientras mantenía la mirada en el caballero y una tímida sonrisa se formaba en su rostro. Cuando pudo reaccionar, se fue moviendo hacia un costado, indicándole que podía sentarse, - por favor, descanse - dijo aun un tanto aturdida.

Su curiosidad la llevó a esperar que el caballero se sentara y tras girar varias veces la cabeza hacia donde estaba sentado, inspiró profundamente, buscando el valor para hacer la pregunta, - disculpe, pero creo que lo conozco - dijo, girando su cuerpo para contemplarlo con mayor facilidad. Sonrió nerviosa, mientras jugaba con el libro que había traído para leer, - le puede parecer extraño, pero me recuerda a una persona que había conocido en otro país - tragó saliva, pensando que estaba cometiendo un error, porque aquel cabalero que conociera debería apartar mas edad, ya que habían pasado varios años desde entonces y quien tenía frente a ella, se conservaba exactamente igual a como lo recordaba. - ¿Por casualidad usted no vivía en Inglaterra? es que se parece mucho a un amigo de mis padres-, se excusó - pero no lo he vuelto a ver hace mas de diez años, ¿como puede estar igual, y sin una sola arruga?- pensó - ahhh, es que los asiáticos tienen ese don, no aparentan la edad - se contestó sola. - ¿Por casualidad, es el señor Marlock? - se animó a preguntar, quedando en silencio, esperando a que su compañero de banca le dijera si se había equivocado o no.

por **Braiden Clarkson** Lun Abr 09, 2018 7:51 pm

Avalón al ver que la joven le permitía sentarse en la misma banca, se acomodó, dispuesto a dejar que sus ojos descansar un instante, por lo que cerró los parpados y tiró su cabeza hacia tras, intentando dejar que su mente se pusiera en blanco. Pero apenas cruzó sus brazos sobre el pecho y suspiró dejando salir todas sus frustraciones, la voz de la joven le preguntaba sobre si por casualidad había vivido en otro país. aquella pregunta, que parecía salida de la nada, hizo que el inquisidor elevara su cabeza, aunque no abriera sus ojos, solo mantuviera sus oídos atentos a las siguientes palabras de la joven. Mas lo próximo que escuchó le hizo abrir sus ojos,llevar su mirada al rostro de la mujer y observarla de arriba a bajo, sin ningún miramiento, -¿disculpe?- dijo realmente sorprendido por lo que parecía que estaba sucediendo. - Pues, la verdad... vivir en otro país... ehmmm... si... pero, no recuerdo haberle visto antes - dijo algo molesto por lo entrometida de la pregunta, pues lo que menos quería recordar era como su ama de sangre, le había traicionado y como él la terminara entregando a la inquisición, pero allí estaba recordándolo todo nuevamente, por las palabras de una jovencita imprudente.

Tras un largo suspiro, asintió con un movimiento de cabeza, - si, viví en Londres, un tiempo no muy largo, pero no me acuerdo de haber hecho muchos amigos... ¿dice que le recuerdo a un amigo de sus padres? - le preguntó, - ¿podría recordarme quienes eran? ¿a que se dedicaban? y disculpe pero no nos hemos presentado, mi nombre es Avalon Mathlok... ¿cual es el suyo? - dijo realmente sorprendido y curioso con la situación, pues no era muy común que lo reconociera, ¿acaso podría ser que aquellos padre le conocieran antes de que se convirtiera en un esclavo de sangre? ¿sería capaz con la ayuda de esa jovencita de recordar su verdadero pasado?

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